Esta es una edición especial para Internet del libro digital en cd  El Sentido de la Vida – Ética y otros ensayos desde el Faro de la Utopía”.

La providencial aparición del Papa Francisco, y el resurgimiento y renovación de un mensaje profundamente humanístico, nos invita a volver a las fuentes y replantearnos la temática de los valores espirituales, tan necesarios de promover hoy día a fin de que cada ser humano encuentre un sentido a su vida, realice su proyecto personal y comunitario, y trascienda interiormente hacia “la presencia ignorada de Dios”.  Se lo he obsequiado al Papa Francisco por intermedio de un sacerdote amigo que se lo entregó en el Vaticano, y he recibido como agradecimiento su Bendición Apostólica, que obra también aquí en el Capítulo 8.  Es mi deseo que este libro les sirva de estímulo en la búsqueda del sentido de la propia vida, les sea útil en ese camino y les aporte felicidad, realización personal y la paz que excede a toda comprensión. No es mi intención recetar soluciones hechas ni academicistas, sino despertar inquietudes espirituales para la reflexión personal.    Muchas gracias por su interés.

Este libro digital fue distribuído gratuitamente en una edición limitada en cd, durante la realización del 6to.Congreso Latinoamericano de Logoterapia y Análisis Existencial (Tiempos Modernos y Sentido), en la UCA – Universidad Católica Argentina, Bs.As., Argentina, del 20 al 22 AGOSTO 2015

 

“Mucha gente, especialmente la ignorante, desea castigarte por decir la verdad, por ser correcto, por ser tú.  Nunca te disculpes por ser correcto o por estar años por delante de tu tiempo.

Si estás en lo cierto y lo sabes, que hable tu razón.  Incluso si eres una minoría de uno sólo, la verdad sigue siendo la verdad.”  Mahatma Gandhi

 

 

Recomiendo guardar este archivo en la PC, y luego ir leyéndolo con calma, e incluso imprimir todo o partes que se deseen. Para guardarlo es fácil: click con botón derecho acá sobre este archivo abierto en Internet, click en "Guardar como", click guardar como "Pagina web completa", y listo.   También puede ser descargado directamente del sitio web Faro de la Utopía   http://farodelautopia.webcindario.com en el link obrante casi al comienzo donde figura la Bendición Apostólica de Francisco.

 

0   INDICE:  CONTENIDO DEL CD

1  Portada (imagen) del libro digital en cd el Sentido de la Vida – Etica  y otros ensayos desde el Faro de la Utopía

2  Libro digital  el Sentido de la Vida – Etica  , y otros ensayos…

3  Papa Francisco , tango, futbol y barrio

4  Padre Antonio Spadaro, S.J.-Superior Jesuita, Director de La Civiltà Cattolica, la revista jesuítica de Roma, en su Entrevista exclusiva a Francisco, de eco mundial.  Y Nuevas tecnologías y nueva evangelización – Evangelii Gaudium Y Encíclica Verde: Laudato si   Y Rehabilitar la política (la visión de Francisco)    Y El primer Papa Peronista, Argentino, Americano y Jesuita.   Y  El Padre Pepe y su tarea de Prevención de la Drogadicción

5  Faro de la Utopía - (Portal Web: como se ve en Internet)        Ver el sitio web directamente  http://farodelautopia.webcindario.com

6  Educomunicación Social Salesiana de Don Bosco Y- Bibliotecas Digitales ISES (Instituto Salesiano de Estudios Superiores de Rio Gallegos)Y Misión Padre Pepe

7  Links a You Tube (videos y música) : a TANGOS y Marchas del club atlético Huracán y San Lorenzo de Almagro.  Mapas de los barrios de Flores -natal del Papa Francisco- y de Boedo, Parque Patricios, Pompeya.

8 Bendición Apostólica de Francisco y obsequio de Monseñor Guido Pesce

9 Fotos de participación en 4to.Congreso Latinoamericano de Logoterapia UCA-Universidad Católica Argentina-2011     Ver en sitio web directamente, por columna central cerca del comienzo.  http://farodelautopia.webcindario.com   Y  en 6to.Congreso Latinoamericano de Logoterapia UCA-Univ. Católica Argentina-08/2015

10  PPS  Power Point presentación en el mismo Congreso UCA.    No disponible para cargar en servidor web por su formato

11  Música y Canto (ingresar): tango Sur y otros. MAPAS BARRIOS  -  Ver Mapas en Capítulo 7, ahí también acceder con links a Música y Canto.      Los Mp3 de este Cap.11 no están  disponibles para cargar en el servidor web por su formato

12 y 13   PPS Power Point: Así piensa Francisco y El Tango de la Vida  No disponibles para el servidor web por su formato

14  MAPAS de los barrios de Flores -natal del Papa Francisco-, de Boedo, Parque Patricios y Pompeya.     -  Ver en Capítulo 7 

 

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1  Portada (imagen) del libro digital en cd el Sentido de la Vida – Etica  y otros ensayos desde el Faro de la Utopía

 

2  Libro digital  el Sentido de la Vida – Etica  , y otros ensayos…

 

 

Utopía: (del gr. ou, no, y topos, lugar: un lugar que no existe -aún-; país imaginario inventado por el canciller inglés Tomás Moro  para título de su conocido libro). Concepción imaginaria de un gobierno ideal. Sistema o plan que parece imposible de realizar.       Dícese de un proyecto extraordinario.

 

 

 

Premio

Certamen Ibero-americano de

ETICA Elena Gil Edición 2005. Centro Felix Varela  de Estudios Éticos, (ONG)  La Habana, Cuba

 

 

 

 

 

 

 

             El sentido de la vida

             RE-VALORIZAR LA ÉTICA

  EL IMPERATIVO ACTUAL

 

 

 

ensayos desde el Faro de la Utopía

http://farodelautopia.webcindario.com

 

 

Incluye también:

- Mensaje a nuestros hijos: prevención de adicciones

-  La adolescencia en la posmodernidad

-  Análisis Existencial-Logoterapia y Filosofía Yoga: un ideario espiritual coincidente, que opera como útil herramienta proactiva en la búsqueda de sentido de la vida.  Su análisis en el marco situacional de la educomunicación social salesiana.

- Crisis Global, Etica Trascendente y Religiosidad

-  ¡el Sur también resiste!       

- Crisis mundial: debemos cambiar los valore$  económicopor los valores ético-espirituales

Juan Martín S. Nuñez

Licenciado en Psicología Universidad Buenos Aires

Posgrado Logoterapia Universidad Católica Argentina

 

Edición Digital actualizada a Agosto 2015

                        Interactiva con el sitio web Faro de la Utopía                       http://farodelautopia.webcindario.com

           - Visita también el blog espiritual   http://farodelautopia.blogcindario.com

 

                                  E-mail : farodelautopia@yahoo.com.ar  

 

 

 

“No es necesario creer en Dios para ser una buena persona.  En cierta forma, la idea tradicional de Dios no está actualizada.

Uno puede ser espiritual pero no religioso.  No es necesario ir a la iglesia y dar dinero.  Para muchos, la naturaleza puede ser

una iglesia.  Algunas de las mejores personas en la historia no creían en Dios, mientras que muchos de los peores actos se

hicieron en su nombre.”  Papa Francisco

 

 

 

 

Para todos los trabajadores de la vida:

A veces sentimos que todo lo que hacemos

Es solo una gota en el mar, pero el mar

sería menos si le faltara una gota.

Madre Teresa de Calcutá

 

 

 

“No tengo ningún interes en crear robots ni loros que repitan la voz del amo.

Más deseo para el futuro, que la causa de la Logoterapia sea llevada

por espíritus creativos, independientes, inventivos e innovadores.”

Dr. Viktor Emil Frankl (1905-1997)

La Psicoterapia en la práctica médica (Edit.San Pablo, pág.311)

 

                                             INDICE TEMÁTICO

Introducción....................................................................................... pág.

Re-valorizar la Ética: el imperativo actual.........................................pág. 

La Liberación Religiosa – y – El retorno a la Filosofía (dos escritos

precursores del año 1973, de pasmosa ysorprendente actualidad)….pág

Bienvenida Ultramodernidad.............................................................pág.  

No globalizar el corazón.....................................................................pág. 

Mensaje a nuestros hijos: prevención de adicciones.........................pág.

Adolescencia en la posmodernidad...................................................pág.

Carmen de Patagones:¿violencia escolar o social?.........................pág.

Carta Urgente desde los Santos Lugares.........................................pág.

What the bleep is  this movie?,¿Qué carachos es este film?...........pàg.

Crisis global, Ética trascendente y religiosidad..............................pág.

¡el Sur también resiste! ....................................................................pág.

Lucisterris (introducción al sitio web Faro de la Utopía)..............pág.

 Crisis mundial: debemos cambiar los valore$ económicos  por

   los valores ético-espirituales.........................................................pág.

Indígnate!!!  y  Promover valores éticos en las naciones…………pág.

Yoani Sanchez ,de Cuba : ¡hasta la libertad siempre!....................pág.

Análisis Existencial-Logoterapia y Filosofía Yoga, senderos de

trascendencia espiritual (versión del Congreso y Ampliada)..........pág.

Sri Swami Pranavananda Saraswati, Yoga para la humanidad…pág.

NEUROCIENCIAS: ¿Déjà vu o âkâsic vu – precognición espiritual?  pag.

Francisco, el Papa de la utopía del fin del mundo……………….pág.

 

                        Miscelánea

Tengo un sueño (Martin Luther King)............................................pág.

Gandhi, un santo político................................................................pág.

Extraño suceso al estrechar la mano de Juan Pablo II..................pág.

Para Padres, Hijos y Abuelos...........................................................pág.

Abrazos: su poder sanador................................................................pág.

Bandurrias (poema sureño)..............................................................pág.

La Gran Invocación..........................................................................pág.

El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo......................................pág.

Bibliografía recomendada...............................................................pág.

 

INTRODUCCION

Es ésta una época de grandes crisis pero también de múltiples oportunidades y cambios.  Alborea una nueva era espiritual allende la posmodernidad estéril y materialista plagada de lacras que hoy sufrimos y enfrentamos, tales como el hambre, guerras, enfermedades, miseria, desempleo, falta de salud, educación, vivienda y seguridad; producto la mayoría de políticas egoístas y de una injusta e inequitativa distribución de la riqueza planetaria.    

En este desolador contexto mundial, también denominado la globalización del capitalismo salvaje, constituye una poderosísima herramienta de cambio y un imperativo actual el re-valorizar la Ética  -entendiendo la misma como la existencia moral de una persona, su conducta y modo de vivir, de obrar-, a fin de dotarla de valores espirituales trascendentes que guíen la conciencia moral y permitan discriminar acertadamente el Bien del Mal, lo esencial de lo transitorio, pues como dice la sabia sentencia bíblica: “de qué vale al hombre conquistar el mundo si pierde su alma”.

En el marco de la sociedad occidental actual, pluralista, democrática, liberal, podemos afirmar que la ética de la responsabilidad (del dar respuestas trascendentes) es el paradigma de la Ética contemporánea, contrapuesta a la ética moderna secular.

En ese sentido, estos ensayos exploran el despliegue de la Ética en distintas temáticas como la adolescencia y la caída de valores, el peligro de las adicciones, la nueva psicología trascendente, la crisis global y la religiosidad, la filosofía en sus vertientes materialistas y espirituales, la violencia escolar y social, la política auténtica, la enorme responsabilidad de los políticos y la esperanza en un cambio ético profundo que nace desde nuestra patagonia austral, desde el sur del Sur, y se proyecta continentalmente en busca de la hermandad latinoamericana; siempre desde un enfoque humanista y cristiano, trascendentemente espiritual. 

Se busca con modestia generar ideas e inquietudes, dar respuestas y sugerir rumbos de acción ante las grandes cuestiones de todos los tiempos que preocupan al ser humano hoy en día.

Son así expuestas ideas-simiente, que buscan despertar el interés del lector por continuar ahondando las mismas y profundizar su compromiso con su propia condición humana, asumiendo una concreta responsabilidad para con el prójimo sufriente.

He asimismo incorporado una miscelánea de breves textos de rico contenido espiritual que seguramente disfrutará el lector.

Se prioriza el concepto tan bien expresado por el Papa Juan Pablo II de que la globalización en sí no es buena ni mala, y que es necesario globalizar el conocimiento y la bondad. Por eso, desarrollos educativos que incorporan nuevas tecnologías, tales como la edu-comunicación social salesiana son aquí también aplicados y promovidos al concebir este libro en una interacción dinámica con el sitio web de Internet (punto crucial de encuentro del hombre moderno) Faro de la Utopía, hoy en http://farodelautopia.webcindario.com/ , donde podrá el lector encontrar permanentes actualizaciones y nuevos aportes a estas conceptualizaciones aquí publicadas.

Es necesario asimismo remarcar que no todo está perdido, que si bien el mal aún persiste y  hay mucho egoísmo individualista, por otra parte son muchísimas las personas de buena voluntad que guían sus vidas por propósitos nobles y solidarios y actúan con amor en todos los campos de la actividad humana.  Son genéricamente conocidas como el nuevo grupo de servidores del mundo y constituyen la avanzada espiritual que con su luz ha de transformar profundamente las conciencias y también las estructuras políticas del mundo posibilitando un nuevo salto evolutivo del ser humano hacia el quinto reino, en busca de re-unirse con su creador, aquel Ser a quien vagamente damos el nombre de Dios.  En este camino, es de destacar la fundamental participación que en forma creciente a todo nivel tiene actualmente la mujer, con su innata capacidad de sacrificio.

Con su sensibilidad y transparencia ética, sus tiernos dones femeninos, su tenacidad y extraordinaria capacidad de amor -de lo cual la Madre Teresa de Calcuta es un excelente ejemplo-, la mujer nos brinda cotidianamente respaldo, aliento y fuerzas para persistir y avanzar en el sendero espiritual.

En el plano profesional, va mi eterno reconocimiento y gratitud en especial a la Lic. Marta Giuliano de Iglesia, Titular de Cátedra y Directora del Posgrado trianual en Logoterapia de la Universidad Católica Argentina, por sus excepcionales conocimientos y capacidad docente para transmitirlos, y sobre todo por su valía como ser humano profundamente espiritual.  En dicho Posgrado tomamos contacto también con la muy valiosa obra acerca de las enseñanzas de Viktor Frankl del Dr. Luis Guillermo Pareja Herrera, peruano radicado en México hace muchos años, excelente profesional y persona de gran calidez humana a quien traté personalmente durante el 2º Congreso Latinoamericano de Logoterapia y Análisis Existencial llevado a cabo del 21 al 23 de Junio de 2007 en Buenos Aires en la Universidad Catòlica Argentina (renovado gratamente en el 3er.Congreso de estos días de Junio de 2009) , y al que le agradezco la gran inspiración y aliento que sus sabias palabras transmiten.   También menciono al Dr. Oscar Oro, Director de la Fundación Argentina de Logoterapia, y al Dr. Flavio Nuñez (in memorian), Titular de la Cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Medicina y destacado epistemólogo y psiquiatra, el mayor especialista argentino en los postulados del notable médico psiquiatra y filósofo alemán Karl Jaspers.  Va también mi gran agradecimiento al destacado médico y filósofo hindú Sri Swami Pranavananda Saraswati, una verdadera personalidad mundial, un santo mahatma que dedica su vida desde hace 50 años a la difusión de las enseñanzas de la filosofía Yoga en numerosos países, y con quien tuviera la dicha de formarme en Buenos Aires hace años en el conocimiento de la filosofía oriental en especial el Yoga, religiones comparadas y el Bhagavad Gita, fuentes todas de inagotable sabiduría universal.  Asimismo agradezco a los amigos de la Fundación Lucis-Arcane School de Buenos Aires, con quienes compartí varios años el estudio de las profundas y excelentes enseñanzas espirituales de Alice Bailey y el Maestro Djwhal Khul, también conocido como El Tibetano, guías serios y muy preclaros en el sendero de evolución espiritual. Por último, un sentido reconocimiento a los Hermanos Salesianos de nuestro profundo sur patagónico, que vuelcan sus enseñanzas en el Instituto Salesiano de Estudios Superiores de Río Gallegos, en especial el Profesor Sergio Pelliza Director de la Biblioteca del Instituto, con quienes tuve el honor de colaborar en la realización de su proyecto educativo-cultural Infociber-ISES (encarado en forma conjunta con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México), que al igual que las utopías visionarias de Don Bosco fue creciendo hasta ser declarado de interés educativo nacional por el Honorable Congreso de la Nación Argentina, y mediante el cual se generó un gran aporte educativo para nuestra juventud, tan necesitada hoy día de valores cristianos que la orienten sanamente.

Por último, agradezco a mi familia, mi esposa Alicia e hijas Paula y Lucía, y a otros seres a quienes me une una amorosa amistad, la paciencia y apoyo para concretar este modesto aporte literario-educativo, y en especial a la Asociación Mutual Empleados de Aduana en la persona de su  Presidente Dn. Guillermo Potenza, quien sensiblemente se hizo eco de los valores humanos solidarios que implica la temática ética, su concordancia con el noble ideario mutualista, y la gran importancia educativa que reviste su promoción y difusión.  También agradezco al pueblo hermano de Cuba por la Distinción Internacional otorgada en el 12º Certamen Iberoamericano de Ética Elena Gil, Ediciòn 2005, organizado por el Centro Félix Varela de Estudios Ëticos (ONG-Organización No Gubernamental) de La Habana, así como también en enriquecedor intercambio producido con la amiga Yoani Sánchez, figura ya emblemática en la lucha por la libertad del pueblo cubano, a quien siempre le manifiesto: ¡ hasta la libertad siempre!.  Mi intención es solo ser un canal a través del cual fluya la luz, el amor y conocimiento divinos, pues como dice Cristo, “sólo por el amor será salvo el hombre”, y si esto se lograra aunque fuere con un ser humano, debiera constituir para todos nosotros la mayor recompensa y fuente de alegría, pues “quien salva un alma, salva toda la Humanidad”.

Addenda diciembre 2013: Los mezquinos avatares políticos han complicado el mantenimiento planificado de las bibliotecas digitales, pero luego de arduo trabajo ya se está  por reponer a la brevedad su disponibilidad en Internet. La tarea educativa además de fortalecer aún más los vínculos con los viejos amigos como la Lic. Lucía Copello, actual titular del Centro de Logoterapia y Análisis Existencial de la Universidad Católica Argentina, el Dr. Guillermo Pareja Herrera, excepcional estudioso peruano radicado en México, y otros, ha continuado también forjando muy  positivos lazos con el Padre Bustamante titular del Consudec, con Monseñor Guido Pesce, con el Padre Eduardo Redondo de los Operarios Diocesanos,  con Monseñor Lucio Ruiz –Director de Servicios de Internet del Vaticano-, con el Padre Pepe afincado en Villa La Cárcova, José León Suárez, quien nombrado por el Papa como jefe de los sacerdotes que se desempeñan en las villas de emergencia, desarrolla ahí una excelente y esforzada tarea pastoral y de prevención y cura de adicciones –drogas en especial- por lo cual merece todo nuestro apoyo a su ímproba tarea pues es el futuro de nuestra juventud y nuestra patria lo que está en juego.  Y por último, la gran alegría de contar también con el reconocimiento y apoyo del mismísimo Francisco, quien me ha transmitido el mes pasado su Bendición Apostólica como agradecimiento por el obsequio de este libro digital en cd que le hiciera llegar al Vaticano mediante un sacerdote amigo. Creo sinceramente que su nombramiento como Papa es obra del Espíritu Santo, y sus enseñanzas tan humildemente franciscanas siguen la vía regia de restaurar el verdadero y auténtico espíritu crístico en la humanidad.  Son todos signos y señales que estamos en el buen camino espiritual, inspirados por Aquel que viene, nuestro Señor Jesucristo cuya luz resplandeciente se avizora cada vez más cercana, iluminando y llamando a nuestros corazones para despertarnos a la verdadera vida del Espíritu, para que dejemos de preocuparnos por atesorar tantos bienes materiales (los malos políticos en especial), y empecemos a atesorar bienes espirituales junto a Dios, donde “el orín y la polilla no corroen”.  Dice el respecto Nuestro Señor: “Yo soy la Luz del mundo, quien a Mí viene no andará entre tinieblas”, escuchemos pues Su Palabra, meditemos en sus enseñanzas y encontraremos la Paz que excede a toda comprensión.  Que así sea, y Dios nos proteja en nuestro camino hacia Él.

Juan Martín Nuñez

Licenciado en Psicología (UBA-Univ.de Bs.As.)Posgrado en Logoterapia (UCA-Univ.Católica Argentina)

Desempeño en Consultorios Externos de Psicología Médica del Hospital de Clínicas José de San Martín de Buenos Aires. Docente de la Cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Medicina (U.B.A.) y de la Cátedra de Orientación Psicológica de la Facultad de Psicología (U.B.A.). Participante de jornadas, seminarios, congresos  y cursos de especialización.  Formación en Religiones Comparadas, Filosofía Oriental y Filosofía Espiritual con el destacado Médico de India Sri Swami Pranavananda Saraswati y Fundación Lucis Argentina-Lucis Trust Inglaterra. Formación Bianual Logoterapeuta, Fundación Argentina de Logoterapia. Cursante Doctorado en Psicología Universidad del Salvador. Asesor Cultural de la Asociación Mutual AEANA. Representante en Capital Federal de los Proyectos Educativo-Culturales INFOCIBER-ISES y AIKE HACER MAS del Instituto Salesiano de Estudios Superiores-ISES de Rio Gallegos, Provincia de Santa Cruz, Patagonia Austral, Argentina, (con aporte profesional en ambos), desarrollados en conjunto con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, bajo el auspicio del CONSUDEC, Consejo Superior de Educación Católica. Tutor de la Sección Psicología de la página web del I.S.E.S.. Realización de Diseño, Redacción, Estilo, Compaginación y Contenido Teórico (psicológico, filosófico, cultural, religioso) del Proyecto U.N.E.S.C.O. en Argentina. Integrante de la Academia del Pensamiento Nacional. Conferencista, Ensayista, Escritor y Periodista (como Colaborador Profesional).

Santos Lugares, Argentina, 2005 (actualizado 2013)

farodelautopia@gmail.com         farodelautopia@yahoo.com.ar

 

Juan Martin Nuñez   Psychologist Degree (UBA, Buenos Aires University) - Graduate Logotherapy (UCA, Catholic University of Argentina). Creator and Director of the website Lighthouse of Utopia http://farodelautopia.webcindario.com  E-mail: farodelautopia@gmail.com Performance Outpatient Medical Psychology Clinical-School Hospital José de San Martín in Buenos Aires. Chair Professor of Medical Psychology, Faculty of Medicine (UBA) and Chair Professor of Psychological Guidance of the Faculty of Psychology (UBA). Participation in conferences, seminars, congress and specialized courses. Training in Comparative Religion, Eastern Philosophy and Spiritual Philosophy with leading Indian Medical Sri Swami Pranavananda Saraswati and Lucis Trust Foundation of England-Argentina. Biannual training Logotherapist in Argentina Foundation of Logotherapy. Psychology PhD course in Del Salvador University (USAL). Cultural Counselor AEANA Mutual Association. Representative in the Federal District-Argentina of Educational and Cultural Projects INFOCIBER-ISES and  AIKE HACER MAS of the Salesian Institute of Advanced Studies-ISES, Rio Gallegos, Santa Cruz, Patagonia Argentina (with professional contribution in both), developed jointly with the Autonomous University of Puebla (BUAP), Mexico, with the auspices of CONSUDEC, Consejo Superior de Educación Católica-Superior Council of Catholic Education. Tutor of Psychology Section of the ISES website. Design, Writing, Style, Collation and Theoretical Content (psychological, philosophical, cultural, religious) of the UNESCO in Argentina Project.  Member of the National Academy of Thought.  Lecturer, essayist, writer and columnist (as Professional Collaborator).

Santos Lugares, Argentina, November 16, 2009

Indice de artículos al final del libro.

 

Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan Parlamento”. Nelson Mandela

                                                                                                                                                                                          

                  

     

Con Lic.Martha Iglesia, directora Posgrado UCA.   Con Dr.Guillermo Pareja Herrera, de México.  Con Padre Bustamante, titular CONSUDEC      

 

         

 Con Lic. Lorena Aquino, de Chaco. --  En el V Encuentro Latinoamericano de Logoterapia y Congreso Internacional de la Familia, al centro la nieta del Dr. Viktor Frankl, Dra. en Leyes en Viena, Austria, otras dos colegas y mi compañera de curso en el Posgrado Trianual en Logoterapia de la Universidad Católica Argentina, la Hermana Agustina, que descansa en la paz de Dios.  La nieta del Dr. Viktor Frankl vino en su representación por encontrarse él delicado de salud. Foto tomada en el Aula Magna de la Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, año 1994.  --  En el mismo evento de tres jornadas, cursé un Seminario sobre Corrientes de Psicología y Logoterapia dictado por el Dr. Eugenio Fizzotti, de Italia, sacerdote salesiano.  --   Monseñor Guido Pesce, capellán castrense de 92 años, oficiando una misa carismática en San Expedito, Buenos Aires.

 

   

 

Con el excelente sacerdote y gran ser humano, el Padre Pepe, en la Villa La Cárcova, donde desarrolla una sacrificada y tesonera labor para promover y ayudar a sus habitantes a mejorar su precaria condición social y espiritual. Como se aprecia, el Padre Pepe es hincha-simpatizante del mismo club que yo: Huracán, nuestro querido Globo de Parque Patricios, y en otra foto se lo ve junto a Francisco sosteniendo una camiseta del club, vecino y tradicional rival del club del cual es hincha el Papa: San Lorenzo de Almagro.

 

 

   

 

En las últimas fotos, con el Padre Antonio Spadaro, de visita en la Villa La Cárcova, es italiano, Superior Jesuita, y Director de la prestigiosa editorial católica La Civiltà Católica, muy bello y sensible ser humano, de mucha humildad y sapiencia, me honra con su amistad. Se incluye en este libro digital su extensa y excelente entrevista a Francisco. 

 

  

 

 

Re-valorizar la Etica: el imperativo actual

Las consideraciones sobre la ética vertidas en este ensayo tienden a demostrar no solo la importancia que la misma adquiere hoy día ante la meneada corrupción, sino también los importantes beneficios que su ejercicio trae en todas las áreas del accionar humano, especialmente en el trabajo.

La palabra Etica (Ethos) designa la existencia moral de una persona, su modo de obrar, se refiere a la vida moral, mientras que la Moral (Mores) se refiere a lo nominativo, lo establecido, lo que está escrito, el catecismo, lo codificado, por así decir. Son características básicas del ser hombre su libertad y responsabilidad; aunque sin libertad no hay responsabilidad, la responsabilidad agrega algo nuevo a la libertad, pues uno puede ser libre sin ser responsable.

La Etica es algo existencial, está en la persona, es su conducta, es la moral vivida, real.

La Etica entonces, no designa un código moral (ej.: Doctrina Cristiana), sino a cómo se vive ese código, a un modo de vida, a cómo viven los hombres en la actualidad.

En el marco de la sociedad occidental actual, pluralista, democrática, liberal, podemos afirmar que la ética de la responsabilidad (del dar respuestas) es el nombre de la Etica contemporánea.

La ética es el proceder fiel, respetuoso, a la palabra del sujeto moral que antes de obrar promete cumplir con ella. La conducta ética responde a una promesa, un compromiso, a la palabra libremente asumida por una persona.

El Ser ético obra de modo libre y responsable. El Ser moral es el Ser cuando actúa de acuerdo al deber ser (lo normado), a los valores.

La ética es la moral vivida, esta encarnada en la persona, es la forma en que se manifiesta la conciencia moral. Cada individuo y cada pueblo tiene su moral diferente. Una moral (Cristiana, Budista, Musulmana) es un código moral, una normativa.

Hay códigos de moral más modernos, como los establecidos por los colegios profesionales (ej.: deontología Médica). La ética implica un libre obrar, elegir con libertad un curso de acción o conducta, pero esta libertad se ve complementada por la responsabilidad, por el responder por los propios actos.

La libre elección conlleva al universo de valores, estos son universales, reglas de conducta probadas con el tiempo que pueden ayudar a tomar decisiones en situaciones vitales.

El valor es el grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades, o proporcionar bienestar o deleite. El valor es la cualidad que poseen algunas realidades, por lo cual son estimables, dignas de elección o no. Tiene polaridad (positiva o negativa) y jerarquía (superior o inferior).

El valor es una idea supramundana que solo el hombre introduce en lo real, re-conociendo su presencia en el mundo. El obrar ético es el obrar libre y responsable en base a un proceso valorativo que determinará un ordenamiento armónico de las necesidades, pero dependientes de juicios de valor (lo bueno para mí).

En la percepción de un objeto o acontecimiento se produce una valencia (rasgo de atracción o rechazo). Por ser heterogéneos los objetivos a que me dirijo, los organizo en un sistema jerárquico de prioridades y preferencias: importancia objetiva o subjetiva, diferentes evaluaciones o valencias.

Se establece un orden, un cuadro organizado, al que la personalidad subordinará la diversidad de aspiraciones, deseos o fines.

Un objeto solo tiene valor cuando es deseable para el sujeto en el marco de su propia escala valorativa, de ahí su aspecto subjetivo individual. Pero existen valores que son comunes a todos los hombres y por ellos buscados y aceptados: los valores ideales o trascendentales, que son los que persiguen la perfección ontológica de todo ser humano, y encierran la intencionalidad axiológica del mismo (ej.: unidad de la humanidad, amor, verdad, bondad, belleza).

Los valores son esencias objetivas y con validez a priori existentes en la realidad exterior. Son descubiertos por el pensamiento y preexisten a él.

Valorar es re-conocer un valor residente en el objeto aún cuando él no esté concorde con el punto de vista personal del sujeto.

Según Viktor Frankl, creador de la Logoterapia, el hombre es libre para dar una respuesta personal ante los condicionamientos, es responsable para responder ante cada circunstancia y mediante la autotrascendencia (que es su condición fundamental) redimensiona permanentemente su realidad, básicamente en la realización de valores, que pueden ser de tres tipos: a) Creativos, relacionados con el dar y la obra, el trabajo, la creatividad; b) Vivenciales, relacionados con el recibir-percibir: el amor, la belleza, el arte; c) De actitud, la que se asume ante las situaciones límite, el sufrimiento, la culpa, la muerte.

Los valores de actitud son los que más plenifican al ser humano y ante la falsa dicotomía Éxito-Fracaso propuesta por la sociedad consumista es menester considerar asimismo la antítesis Plenitud- Desesperación. Un aparente fracaso para esta sociedad mercantilista (como el no poder enriquecerse), no lo será tal si se le encuentra sentido a la vida, lo que llevará a la Plenitud existencial; y al contrario un rutilante Éxito (ser rico y famoso) si hay falta de sentido conduce a la Desesperación existencial.

Socialmente abundan los ejemplos al respecto: grandes personajes cuyo afán de poder y status económico los sumergen en una vida frívola, egoísta e improductiva, insolidaria con el prójimo, propensa a todo tipo de adicciones, con abandono de los valores cristianos y el debido cuidado por la familia, y que muy frecuentemente acaban en la miseria moral o material, en la desesperación, la alienación o el suicidio.

El ser humano, como integridad bio-psico-socio-espiritual, obra éticamente al elegir en libertad y con responsabilidad, moralmente iluminado por un horizonte de valores trascendentes. Esta imbricación entre la ética, la moral, la libertad, la responsabilidad y los valores, nos da la idea de la íntima relación y necesaria interconexión existente entre dichos elementos, y sirve para entender la crisis ética que vivimos actualmente.

El estilo de vida posmoderno precipitó una caída de valores, de la moral normativa.

La posmodernidad, con su pragmatismo materialista ha llevado a la ética del todo vale, donde todo esta permitido, todo es igual, no hay valores, modelos ni reglas, solo se adora al becerro de oro.

Esta grave crisis de la ética contemporánea ha sido denunciada sorprendentemente desde las antípodas del espectro humano.

El Papa Juan Pablo II en sus escritos y encíclicas, si bien reconoce las bondades del liberalismo económico como factor de desarrollo de los pueblos, alerta expresamente contra las injusticias y abusos económicos egoístas del capitalismo salvaje que al alienar y degradar al hombre solo lo llevan a alejarse de sí mismo, de su propia esencia espiritual y de Dios.

En el otro extremo, el supremo gurú de las finanzas internacionales, el Pope del desarrollo capitalista George Soros, ha proclamado (en una inesperada autocrítica) las inequidades del sistema capitalista, que si bien permitieron su enriquecimiento personal, con su afán de lucro indiscriminado y desmedido, no contribuye a un desarrollo más justo, más equilibrado y equitativo de los pueblos, pues cada vez la minoría de ricos son más ricos y la mayoría de pobres son más pobres.

Ante estas contundentes críticas al modelo social capitalista carente de valores humanos, debemos recordar aquí la sabia sentencia bíblica: “de qué vale al hombre conquistar el mundo si pierde su alma”.

Hoy a esta sociedad con crisis de valores se la llama la sociedad pluralista. Se caracteriza por un gran conglomerado de gente, mucho más que en la antigüedad; se vive diferente al pequeño círculo de la familia, el barrio, el pueblo.

Hay una gran mezcla de gente, de etnias raciales y de culturas. El pluralismo es pues cuantitativo y cultural.

En la sociedad pluralista no hay una unidad moral desde el punto de vista normativo, mientras que en la vieja sociedad había una relación más estrecha de los padres con los hijos, con valores religiosos más importantes y enraizados.

Esta sociedad pluralista, entonces nos plantea una exigencia mayor para tener un comportamiento étnico y ser morales.

Aunque los valores tradicionales hayan desaparecido o estén en retirada, sin embargo aparece ahora la enorme importancia de la conciencia individual como guía interna ante la falta de guía externa.

Es prioritaria entonces una buena educación dirigida a formar la conciencia de responsabilidad, a inculcar sanos valores, a fomentar el surgimiento de la intuición en la conciencia individual como instrumento que permita descubrir la jerarquía de valores trascendentes que guíen éticamente nuestra acción. Así, aunque los valores tradicionales hayan caído, esta madurez de conciencia permite igual al hombre descubrir los sentidos únicos de la existencia y cumplir su misión en el mundo.

En una sociedad pluralista se vive en un relativismo. Existe pluralismo cultural pero no debe confundirse con pluralismo ético que no debe existir. La moral no puede ser relativa, toda moral reclama absolutez, lo que debe ser, debe ser (sin entender esto como rigidez).

Es cuestión de encontrar algo absoluto en la sociedad pluralista que permita ser moral en dicha sociedad; algún valor que reconozca todo el mundo.

Existe eso absoluto que no hace diferencias de raza, culturas, religiones y que está en todos: la común condición humana (que en potencia y esencia es espiritual y divina).

Todos somos mortales y compartimos las mismas penurias, miserias y alegrías humanas en el camino hacia la perfección espiritual. La común condición humana es un valor absoluto, no idealmente abstracto sino tremendamente concreto, encarnado en el semejante que tengo delante mío.

Cuando se empieza a descubrir lo que nos hermana a todos en la sociedad pluralista, comienza entonces a haber más solidaridad y fraternidad, se va afinando el sentimiento moral.

La común condición humana es un valor absoluto porque es algo que nos trasciende, no depende de nosotros.

Descubrimos que su condición de valor absoluto, trascendente, lo hermana espiritualmente con los más puros valores  cristianos: “ama a tu prójimo como a ti mismo”  es entonces el paradigma a imitar.

Hallamos de esta manera un anclaje absoluto de la nueva moral, está fundada en un valor absoluto que es la común condición humana, a la vez terrestre y celeste, todos los hombres son iguales porque son mortales, con sus bondades y maldades.

Ser moral implica respetar la condición humana del otro, dar la mano, ayudar.

Debemos percibir lo común, lo que nos fraterniza: todos somos hombres finitos, abiertos a la trascendencia infinita.

Hay que ser solidarios, ver lo que aflige al otro.

En esta sociedad pluralista el individuo está aislado, solo, a veces entregado a sí mismo, no cuenta como antes con la ayuda del otro. Hay problemas y necesidades comunes, a veces se persigue el consumo desenfrenado, hay falencias en la salud, la alimentación, la educación, la seguridad jurídica.

La vida es difícil, hay angustias y temores que se deben vencer. Es posible ser moral ayudando al hermano, al semejante, respondiendo a ese reclamo y esperando que también nos ayude.

Creo haber realizado un adecuado diagnóstico de la situación. Pero eso no basta: hay que buscar una solución a la crisis de la ética contemporánea.

No basta con el imperativo racional categórico de Kant dirigido a la subjetividad del individuo, con su postulado voluntarioso que dice: “Obra únicamente según la máxima que hace que puedas querer al mismo tiempo que ella sea una ley universal”; ya que cualquier energúmeno de mala conciencia pregonaría constantemente que la ley de la selva es ley universal.

El imperativo de hoy es re-valorizar la ética, hay que infundirle nuevamente valores espirituales a esta ética actual tan vacía, light y superficial.

El problema de fondo a resolver se halla en recuperar los valores trascendentes que guían la conciencia moral, que nos permitan distinguir el bien del mal. Solo en la medida que podamos dilucidar claramente esto nos encaminaremos a una conciencia moral esclarecida.

Por supuesto no es este un camino llano, la conciencia moral se desarrolla progresivamente desde la más tierna infancia hasta la adultez, durante toda la vida. Nadie está exento de haber padecido alguna claudicación ética alguna vez  -a sabiendas o no- pero como “quien esté libre de culpas que lance la primera piedra”, debemos con indulgencia, comprensión y justa firmeza buscar el arrepentimiento y la toma de conciencia que posibilite que sean más los avances que los retrocesos; la obtención de la limpieza de conciencia y paz espiritual es la justa recompensa a tales esfuerzos.

Un adecuado equilibrio entre la imaginación provista por los sentimientos y el conocimiento propio de la razón, no sólo permite superar el viejo enfrentamiento Romanticismo-Racionalismo, sino que se convierte en el instrumento adecuado para accionar correctamente en la realidad.

De ahí la importancia de fortalecer no sólo la actitud racional sino básicamente toda enseñanza espiritual (sea o no estrictamente religiosa) y moral que, haciendo hincapié en los principios y valores cristianos privilegie el valor a la familia, al prójimo, a Dios, y busque realizar el supremo Bien.

Asimismo, desde un punto de vista psicológico, los beneficios se multiplican geométricamente, ya que una persona que accede al universo de los valores y dedica su tiempo y ajusta su conducta a realizarlos, encuentra un significado, un sentido a su vida; ya no vive en vano, supera la tríada neurótica de nuestro tiempo posmoderno (la violencia-agresión, la depresión-suicidio y las adicciones –alcohol, drogas, poder) plenificando así su existencia individual y su participación comunitaria a través  de su trabajo y obras, haciéndose útil y solidario para sí mismo y la sociedad en su conjunto.

Este enfoque permite así recuperar la iniciativa, creatividad y responsabilidad individual, el hombre vuelve a ser artífice de su propio destino; ni caerá en el conformismo consumista de hacer lo que otros hacen ni en el totalitarismo masificante de hacer lo que otros exigen que haga.

Dentro del libre juego de las instituciones democráticas debemos formarnos para la responsabilidad, hacernos cargos del otro, responder al otro, al hijo, al desamparado, al enfermo.

Ser moral hoy es una ética de servicio, un hombre es servidor del semejante.

Dice la destacada espiritualista Alice A. Bailey: servicio a la humanidad es servicio a Dios. Y aquí hallamos el punto nodal que da fundamento a la ética en el trabajo.

Entendiendo el trabajo como una de las más importantes fuentes de realización de valores, y como una dación, una prestación que el individuo hace a la comunidad toda, es evidente el ámbito más apropiado (en especial en la función pública) para canalizar su obra como una ética de servicio, que responde moralmente a las necesidades comunitarias de la más variada índole.

En este sentido, es muy plausible y encomiable la elaboración de los códigos de ética para los distintos desempeños laborales, ya que al brindar sanas pautas orientativas induce al individuo a re-conocer auténticos valores morales, consiguiendo así no sólo obrar adecuadamente en su función sino también encontrar un sentido a su trabajo, a su vida, y trascender humanamente en la realización de su esencia espiritual y divina.

Dos escritos precursores del año 1973, de pasmosa e inquietante actualidad: LA LIBERACIÓN RELIGIOSA (sobre la reaparición de Cristo),  y  EL RETORNO A LA FILOSOFÍA  

LA LIBERACIÓN RELIGIOSA

     El grito de liberación resuena por doquier.  Las viejas formas se derrumban ante el impulso avasallador de lo que hasta ayer permaneció oculto y hoy emerge a la manifestación.  La liberación, estremeciendo la injusta estructura social, se perfila en los campos de la política, la economía, la educación, la ciencia, las artes y también singularmente en el religioso.

     Es que ya nada ni nadie puede permanecer indiferente ante las aceleradas trasmutaciones que está sufriendo la humanidad.  Los pueblos están más esclarecidos mentalmente y ya no se contentan con anticuadas e irracionales explicaciones religiosas, sino que exigen definiciones más precisas, acordes con la época de gran progreso tecnológico que vivimos.

LA CRISIS RELIGIOSA      

     Se produjo fundamentalmente porque la presentación de la verdad divina no se ha ajustado al desarrollo intelectual del espíritu humano.  Los arbitrarios dogmas, las deformaciones doctrinarias, las antojadizas interpretaciones posteriores al fundador, conspiraron contra la esencial libertad de conciencia que el hombre esperó hallar en la religión.

     La iglesia, refugiada en los grandes templos, en la pompa y el oropel, se fue desentendiendo paulatinamente de las necesidades apremiantes de los desposeídos, aquellos que constituyeron la principal preocupación del humilde carpintero de Galilea. El ocultamiento y el silencio ante la injusticia permitieron al crudo materialismo afirmar con razón que “la religión es el opio de los pueblos”.  Claro que deberían haber dicho más correctamente que “la MALA religión es el opio de los pueblos”.

     Se considera que la inclinación religiosa se halla potencialmente en todo ser humano y generalmente se despierta con la búsqueda de Dios o algún ideal superior, coincidiendo siempre en realidad con la búsqueda de uno mismo.

     Es por eso que la religión será redefinida en el futuro como “la llamada invocadora de la Humanidad y la respuesta a esa demanda por parte de Dios”.

UN SOLO DIOS

     Así como ahora advertimos que pese a las diferentes características étnicas, solamente hay una raza: la humana, así también los pueblos comienzan a vislumbrar que sólo existe un mismo y único Dios, adorado con diferentes nombres, variables de acuerdo a los sitios y características antropológicas y culturales de los adoradores.

     Los que ejercitan su pensamiento comprenden ya que sólo existe un Dios que es Espíritu, es Luz, es el Ser, el Absoluto, y está mucho más allá de las conformaciones antropomórficas que se le han pretendido endilgar.  No solamente se halla afuera manifestándose en el esplendor de su Creación, sino que también palpita dentro de cada uno de nosotros insuflándonos la Vida Eterna.

     Trascendente en el Universo e Inmanente en la Humanidad (porque es el Todo) en plena superconciencia desarrolla el Plan de Evolución que abarca desde el Gran Universo hasta la pequeña Tierra.

LA NUEVA RELIGIÓN MUNDIAL

     Aunque tendrá como pilar la enunciación de que “sólo por el Amor será salvo el hombre”, también se basará sobre ciertas verdades que han soportado la prueba del tiempo.  Será reconocida la Realidad de la existencia de Dios, Inmanente y Trascendente.  El hombre revalorizará su relación con Él, hallando nuevos puntos de contacto, no sólo el religioso.  Asimismo concientizará su propia inmortalidad y persistencia eternas.

     El conocimiento de la continuidad de la Revelación y los Acercamientos Divinos en respuesta a la súplica humana por mayor luz, evitará la cristalización dogmática de las ideas y posibilitará su reemplazo por superiores una vez cumplido su ciclo y misión.

EL VERDADERO CRISTO

     El nombre de Cristo es el símbolo de un estado espiritual de perfección, alcanzado en la época romana por el Maestro Jesús.  Este estado, caracterizado por la expansión de la conciencia espiritual reconociéndose libre de las limitaciones materiales, eternamente autoexistente, sintonizada en estrecha afinidad con todas las almas y con Dios, puede ser alcanzado por todos aquellos que quieran subir los peldaños de la escalera que lleva al Creador.

     Tal estado interno de perfección es la meta de toda la Humanidad y no pertenece a ninguna raza, religión, nación o credo en especial.  El hombre perfecto, ya se llame Cristo, Buda, Krishna, Osiris, es en realidad el Hijo de Dios que ha retornado al Padre.

SUS ENSEÑANZAS

     Jesucristo enseñó a desear los tesoros espirituales antes que los terrenales.  A combatir la injusticia y el fariseísmo.  A defender la libertad.  A cultivar la fe, la piedad, la redención y el perdón de los pecados.

     Pero la principal enseñanza de Cristo fue la de “Ama a Dios por sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”.  Lamentablemente los hombres no le han hecho mucho caso.  Pero la continuidad de la revelación divina garantiza que Cristo vendrá nuevamente a establecer rectas relaciones humanas, disipando el espejismo emocional y mental que es causa de las complejas situaciones terrenales.

     Otros tópicos importantes sobre los que se hará mayor luz son los referentes a la Ley de Renacimiento y su colateral la de Causa y Efecto, y el restablecimiento de los Misterios de la Iniciación, o sea las enseñanzas para hollar el sendero de retorno a Dios mediante la paulatina expansión de la conciencia.

LA REAPARICIÓN DE CRISTO

     Siempre que los hombres llegaron al límite de sus fuerzas, cuando se vieron impotentes para controlar los caóticos acontecimientos y resolver sus problemas, cuando las dificultades los abrumaron, invocaron la ayuda de un divino Mediador o Intermediario, para que defendiera su causa ante Dios y trajera la salvación.  Y Dios siempre ha respondido al clamor invocador, enviando al Mesías, al Salvador, el Mediador, el Avatar que permitiera a la Humanidad dar un nuevo paso adelante.  Estos hombres extraordinarios, exponentes de la perfección divina, aparecen generalmente para producir grandes cambios y restauraciones, para inaugurar una nueva era, una nueva civilización y conducir al hombre más cerca de lo divino.

     Ya en la antigua escritura espiritual hindú, el Bhagavad Gita o Canto Celestial, Sri Krishna, hablando como Dios, dice majestuosamente: “Siempre que haya un quebrantamiento de la Ley y un surgimiento de la ilegalidad en todas partes, entonces Yo me manifiesto.  Para la salvación de los justos y la destrucción de los que hacen el mal, para el firme establecimiento de la Ley, Yo vuelvo a nacer Edad tras Edad”. (#)

     Los Salvadores mundiales más conocidos han sido Buda en Oriente y Cristo en Occidente.  Ambos han transmitido –en su carácter de Intermediarios- energía divina a la Humanidad.  Buda transmitió la energía mental de la Iluminación, y Cristo transmitió a la Humanidad por primera vez la energía divina del Amor, permitiendo que Dios fuera conocido como Amor Supremo, Amor como meta y objetivo de la Creación y Amor regulando todas las relaciones humanas.

     Hoy, cuando los seres humanos parecen haber olvidado Sus palabras y más que nunca se viven momentos de tensión y expectativa, Cristo se prepara para reaparecer y culminar su tarea relacionada con el reino humano.  Actuando internamente podría estimular la conciencia espiritual del hombre y plasmar en las mentes directrices los nuevos conceptos que regirán la vida humana.

     Quizás también camine en persona sobre la Tierra.  Aunque no se conoce la fecha y momento de Su reaparición, se cree que esta es inminente.  Todo depende de la llamada invocadora de la Humanidad, del apoyo que le brinden sus discípulos actuantes en diversos grupos religiosos, políticos, económicos, y de la Voluntad inescrutable de Dios.

     Grande es la responsabilidad que a los hombres concierne a medida que se aproxima el Día de la Oportunidad.

     Velemos entonces por la amorosa vida, enseñanza y obra de Cristo, el Abanderado de la Liberación, pues “a la hora que menos imaginéis, Él vendrá”.

 

(#) Estudios del Padre Ismael Quiles – SJ (Superior Jesuita)

P/D: Artículo escrito el 06/05/1973

Juan Martín Silvano Núñez 

SER HUMANO

Licenciado en Psicología (UBA-Universidad de Buenos Aires)

 Posgrado en Logoterapia (UCA-Universidad Católica Argentina) 

Creador y Director Portal Web Faro de la Utopia - http://farodelautopia.webcindario.com

EL RETORNO A LA FILOSOFÍA

     Acertadamente se ha dicho que “el hombre puede vivir sin filosofar, pero no puede vivir sin filosofía”.  En otras palabras, esto quiere decir que aún la más pueril de las acciones que el hombre ejecute, y aunque él no sea totalmente consciente de ello, responde a una peculiar concepción de la vida, a una posición doctrinaria, a una ideología, a una filosofía.

     El determinar más acabadamente los procesos de crecimiento y maduración propios de cada ser humano que paulatinamente construyen esta estructura mental, como así también los numerosos factores biológicos, sociales y de toda índole que inciden en su conformación, pertenece mas bien al dominio de la psicología, y exigiría una detallada explicación accesoria, por lo que momentáneamente prescindiremos de ella en aras de la brevedad de este artículo.

     Retomando el hilo, podemos afirmar que, sin duda, la Filosofía como teoría y el filosofar como práctica están indisolublemente unidos.  Teoría y práctica en continua interacción dialéctica se recrean y redescubren mutuamente en el marco de una realidad temporal y por ello relativa y cambiante.

     La filosofía o teoría es esencialmente el contenido mental innato y el adquirido por la experiencia vital, la luz racional y espiritual, el motor de la voluntad, el acervo cultural nacido de la perenne observación de la naturaleza y sus fenómenos, máximas morales, normas de conducta, sentimientos, conocimientos, etc.

     El filosofar, o sea la práctica, es un correcto preguntar, un eterno indagar sobre los misterios de la vida, un pensar y repensar siempre nuevo, una plena utilización de la razón, un meditar y contemplar lo universal, un cultivar elevados sentimientos propios de una fecunda vida interior, un actuar imbuido de sabiduría y de justicia.

     De ahí que cuando decae nuestro filosofar, y la filosofía no se renueva, ésta corre el peligro de envejecer, marchitarse y morir.

     ¿Y qué será del filosofar cuando haya desaparecido su base sustentadora?, ¿qué sucederá cuando el alma filosófica que le presta vida deje de alimentar la hoguera de la acción?.

     Probablemente ésta asuma formas grotescas cada vez más pálidas, hasta que finalmente en un último y desesperado resplandor, consuma todas sus energías y desaparezca, convencida de su futilidad.

     Por ello, y previendo este peligro, al “vivir por vivir” que las opresoras, superficiales y espiritualmente decadentes formas sociales actuales pretenden instaurar como modelo de vida, opongamos firmemente el filosófico “vivir en plenitud”.  No es que deba ser rechazado el vivir por el solo hecho de vivir, de gozar de las posibilidades que la vida nos brinda, sino que además debemos saber o querer saber por qué y para qué se vive.  El vivir es algo mucho más profundo y significativo que el simple respirar.  El vivir, además de las básicas y elementales funciones fisiológicas y sensoriales, implica fundamentalmente el pensar.

     Tan importante es el ejercicio del pensamiento, que el gran filósofo racionalista Descartes, el inaugurador de la modernidad, no vaciló en afirmar: “pienso, por lo tanto existo”.

     En la medida que hagamos actuar nuestro pensamiento, seremos más conscientes y disfrutaremos más de nuestra existencia, nos capacitaremos paulatinamente para penetrar en el corazón de las cosas y de los seres, y se develarán a nuestra mirada interior los tesoros espirituales que ellos ocultan.

     Descubriremos entonces que la vida, la existencia, posee una motivación inteligente que es esencial e intrínseca a ella misma, que todo responde a un Plan divino y que es posible armonizarnos con él y cooperar en su realización.

     El filosofar sobre temas elevados enriquecerá nuestra propia filosofía y nos proveerá de un arte de vivir que conjugue el derecho a la libertad que tenemos como seres humanos con la responsabilidad u obligación que esa misma condición nos depara.

     Este proceso filosófico se ve entorpecido pues aún es grande la confusión mental imperante debido principalmente al rapidísimo progreso tecnológico que no se vio balanceado con el correspondiente progreso espiritual, influyendo además otras complejas causas (educación deficitaria, insuficiente explotación de los recursos naturales, miseria causada por la mala distribución económica y nacida de un egoísmo imperialista, enfermedades, etc) derivadas de la peculiar condición planetaria.

     Por la tanto, la Nueva Filosofía que está naciendo en la mente de los hombres deberá hacer hincapié en la proverbial sentencia: “de qué vale al hombre conquistar el mundo, si pierde su alma”.

     Es fundamental tener siempre presente esto, pues nos enseña que por sobre las efímeras posesiones materiales, y a poco que clarifiquemos nuestro pensamiento, se yergue nuestra alma como dueña de la naturaleza y de su condición infinita y eterna.     

    

P/D: Artículo escrito el 25/02/1973

 

Juan Martín Silvano Núñez 

SER HUMANO

Licenciado en Psicología (UBA-Universidad de Buenos Aires)

  Posgrado en Logoterapia (UCA-Universidad Católica Argentina) 

Creador y Director Portal Web Faro de la Utopia - http://farodelautopia.webcindario.com

 

 

Hay más cosas en el Cielo y en la

Tierra, Horacio, que las que has

podido soñar en tu filosofía.

Hamlet,   Shakespeare.

El corazón tiene razones que la

razón no comprende. Pascal

 

Lo esencial es invisible a los

ojos. Saint Exupery

 

Mi enseñanza no es mía sino de

Aquél que me envió. Cristo 

 

Bienvenida, ultramodernidad!, y todo lo que siempre me

asombró sobre las insólitas vueltas calesita del inefable conejo Mochono.

El que las éticas clásicas se hayan referido a todas las cuestiones de la vida buena (la distinción entre el Bien y el Mal, y la búsqueda del Summum Bonum, el Supremo Bien de Platón),   y las éticas modernas principalmente a los problemas relativos a la acción correcta o justa, hace pensar inevitablemente en lo acertado de la frase “todo tiempo pasado fue mejor”.

Podemos considerar a la ética emparentada más directamente con la facticidad normativa, la acción y la conducta, con el modo de obrar, el cómo viven moralmente los hombres en la actualidad. La ética es la moral vivida, encarnada en la persona; es la forma en que se manifiesta la conciencia moral.

La moral se refiere primordialmente a lo codificado, lo establecido, lo normado. Cada individuo y cada pueblo tienen su moral diferente; una moral (cristiana, budista, musulmana) es un código moral, una normativa.

Son características básicas del ser hombre su libertad y responsabilidad; aunque sin libertad no hay responsabilidad, la responsabilidad agrega algo nuevo a la libertad, pues uno puede ser libre sin ser responsable.

Si bien existen valores relativos (subjetivos, individuales) acordes para cada sujeto según el marco de su propia escala valorativa, también existen valores absolutos comunes a todos los hombres y por ellos buscados y aceptados: los valores absolutos, ideales o trascendentales, que son los que persiguen la perfección ontológica de todo ser humano y encierran la intencionalidad axiológica del mismo (ej: unidad de la humanidad, amor, verdad, bondad, belleza). 

Filosóficamente existen básicamente dos tipos de teorías sobre los valores: las teorías relativistas y las teorías absolutistas. Para las teorías relativistas mi deseo de algo hace que ese algo tenga un valor para mi. Para las teorías absolutistas el valor es una cualidad intrínseca del Ser, que es valioso por si  mismo,  y cuyo valor me atrae, apela a mí para realizarlo.

Por otra parte, la biología, psicología y sociología han efectuado un cuestionamiento reduccionista sobre los sentidos y valores, arguyendo en forma simplista que no son  mas que fabricaciones que se pueden tipificar como sublimaciones, mecanismos de defensa, patrones de conducta heredados o formas de pensamiento de la clase social que se introyectan por la fuerza de la ideología dominante en el momento histórico.

Si bien no se pueden negar las influencias medioambientales, también puede establecerse claramente la esencial capacidad de autodeterminación del ser humano ante tales condicionamientos, que no son determinismos absolutos.

Esta autodeterminación se opera por la intrínseca libertad del ser humano que toma actitud ante las situaciones específicas.

El problema de fondo es operar con frecuencia una objetivación de lo que hay de subjetivo en el ser humano y una subjetivacion de lo que es objetivo en el mundo.

Por eso si al ser humano lo objetivamos en lo que tiene de subjetivo   -su espiritualidad, libertad y responsabilidad- obtendremos nada mas que una cosificacion del mismo, que le des-personaliza, le niega y quita su radical capacidad de autodeterminación en el mundo.

Así, el ser humano pierde su calidad de sujeto que se-decide-ante y pasa a ser un objeto-que-es-impulsado-y-movido-por sus pulsiones. Incluso la voluntad que busca un sentido es negada.

Pero se debe tener presente que hay situaciones que tienen un denominador común y en consecuencia hay sentidos que son compartidos por los seres humanos en las sociedades a través de la historia.

Estos sentidos, en lugar de estar referidos a una situación vital única, se refieren a la condición humana. Estos sentidos se comprenden entonces como Valores. Así pues los Valores pueden ser definidos como aquellos significados o sentidos universales que una sociedad o la humanidad entera encarna porque ellos se cristalizaron en situaciones especificas o típicas de la historia (V.Frankl, G.Pareja).

La conciencia de tener una jerarquía natural de valores no me dispensa de la necesidad de tomar decisiones. Mi postura ante los valores es libre y me siento atraído por ellos para encarnarlos en el mundo, en el presente histórico.

Los valores me atraen, las pulsiones me impulsan. Y la atracción de los valores va mas allá  de ser atracción pues ante ella me decido.

La moral, la ética tradicional y las convenciones sociales guardan estrecha relación con los valores, en cuanto los canalizan en la practica social. Sin embargo, toda esa estructura ha de someterse a la prueba de la conciencia del ser humano, que siempre tendrá  la ultima palabra (G.Pareja).

Según Viktor Frankl (eminente neurólogo, psicólogo y filosofo, creador de la tercera escuela vienesa de psicología: la Logoterapia), el hombre es libre para dar una respuesta personal ante los condicionamientos, es responsable para responder ante cada circunstancia, y mediante la autotrascendencia (que es su condición fundamental) redimensiona permanentemente su realidad básicamente mediante la realización de valores, que pueden ser de tres tipos: a) Creativos, o lo que un ser humano le da al mundo en forma de trabajo, obra, creación, transformación; b) Vivenciales o de Experiencia, lo que un ser humano recibe gratuitamente del mundo en forma de vivencia estética, contemplación de la naturaleza, y el encuentro humano amoroso; c) de Actitud, la que se asume ante las situaciones límite (las tipificadas por su irreparabilidad, irreversibilidad y fatalidad), el sufrimiento, la culpa, la muerte.

La ética moderna secular, al centrarse en la racionalidad y dejar de lado el primordial enfoque sobre los valores (mores), abandona en verdad el campo de la moral y se transforma en in-moral.

Esto ha tenido una acabada demostración en la actual posmodernidad, donde asistimos a una caída y retroceso de los valores tradicionales, al auge de una ética light, superficial y consumista caracterizada por el “todo vale”, donde ya no hay normas, reglas ni parámetros morales validos.

En una palabra, al no aportar la ética moderna secular ninguna solución, forma parte del problema.

Es que la racionalidad por si sola no puede dar cuenta de que conductas son buenas o malas, solo tenderá  a justificar ilusoriamente lo que es correcto o incorrecto, considerándolo como una guía para la acción práctica y otros subterfugios, queriendo así auto-engañarse y evitar tomar posición sobre los valores absolutos (como el Bien Supremo de Platon) que son los que en realidad manifestarán con su presencia o ausencia en la situación si una conducta es correcta o no.

La ética moderna secular adscribe a la teoría relativista de los valores, en tanto considera que es valioso aquello que yo deseo, al contrario de la ética espiritual-religiosa que postula que existen valores absolutos, trascendentales, valiosos por si mismos, que apelan a mi y despiertan mi atracción para que yo intente realizarlos.

Por considerar al deseo como definidor de lo valioso y los valores, la ética moderna secular sostiene posiciones afines al psicoanálisis freudiano-lacaniano ateo, cuya pobre conceptualizacion antropológica del ser humano como movido básicamente por sus instintos, es determinista y reduccionista: el ser humano es poco mas que un títere llevado de aquí para allá  por sus impulsos, desde un inasible inconsciente.

Como orientación básica apunta a la búsqueda del placer y el equilibrio; la orientación hacia el sentido y el valor está  fuera de su horizonte de referencia, no capta la intencionalidad de la dimensión existencial-espiritual.

Para el psicoanálisis el ser humano esta  confrontado con el peso de sus pulsiones, con su inconsciente y no con los valores; considera que la dimensión humana es básicamente una dinámica psíquica impulsiva y desconoce una dinámica de la dimensión existencial-espiritual.   

Contrasta esto con las conceptualizaciones de otras corrientes psicológicas como por ejemplo la logoterapia de Viktor Frankl, el análisis existencial de Ludwig Biswanger, la psicología comprensiva de Dilthey y Karl Jaspers, para las cuales el ser humano es una integridad bio-psico-socio-espiritual, abierto a la trascendencia, en relación con el mundo triple del ambiente, de los otros y de si mismo.

Estas corrientes tienen una orientación básica hacia el sentido y la búsqueda de valores originarios y descubren en todo lo espiritual su dimensión de intencionalidad; no sólo ven la impulsividad sino sobre todo el sentido. Descubren que delante del querer hay una urgencia, un deber que la persona descubre en su vida, en su conciencia, en el momento histórico social concreto. Conciben el ser humano como confrontado fundamentalmente ante los valores y atraído por ellos mas no impulsado.

La realización de los valores supone la actitud libre y responsable del ser humano, y esta actitud esta lejos de la pura impulsividad, ha de verse dentro del contexto de una dinámica de lo existencial-espiritual donde la impulsividad tiene un papel que puede llamarse de energía alimentadora (G.Pareja).

Vemos entonces que la ética moderna secular responde a una paupérrima concepción atea del ser humano, a una antropología materialista, a una filosofía nihilista de la cual Sartre es un acabado representante. El pesimismo y desesperanza de Sartre con su Ser para la Nada, con su conceptualizacion cosificante del ser

humano (explicitada por ejemplo en que la mirada del otro me cosifica y es diabólica, en lugar de pensar que también puede haber una mirada amorosa, comprensiva y compasiva), rebaja a este a la in-trascendencia, a la desesperanza, a la falta de sentido de su vida, al negro pesimismo existencial, a la ausencia de verdaderos valores por los cuales vivir y compartir solidariamente el humano destino; remite, simbólica y prácticamente en fin, al mal, las huestes lucifericas, los  ángeles caídos, a la gran herejía de la separatividad.

El otro no deja de ser una cosa, un otro apto para ser utilizado en la satisfacción de mis propias necesidades.

En cambio, para otros filósofos existencialistas teistas el otro llega a transformarse en un mediante una relación responsable, igualitaria y reciproca basada en el valor absoluto del amor, que permite asimismo abrirse al TU mayor (Martin Buber).

También la ética racionalista de Kant denota un déficit notorio para dar respuestas validas a la grave problemática moral contemporánea. Esto queda patentizado en la siguiente anécdota. Cuenta Kant que una vez un amigo suyo se refugia en su casa huyendo de un asesino. El criminal llega hasta la puerta, golpea y cuando Kant abre y lo atiende, le pregunta si allí se ha refugiado un hombre al que persigue para matarlo. Kant postula que su deber es decir la verdad, pues el imperativo moral categórico le indica decir la verdad en todo momento y bajo toda circunstancia, aunque como en este caso, su amigo fuera asesinado. Apenas analizamos con un poco de minuciosidad esta postulación advertimos que se comete un grave error de conceptualizacion. Kant parte de realizar un juicio racional parcial acerca de si una acción es correcta (decir la verdad) o no. Se sitúa en el plano de la ética aplicada y escamotea plantearse el verdadero dilema moral, el que se define como una situación de conflicto en la que entran a jugar valores o principios que se contradicen entre sí. Si hubiera hecho esto, habría ponderado los valores en juego, los hubiera jerarquizado y hubiera optado en consecuencia. En esta anécdota surge claro la oposición nítida de dos valores: el de decir siempre la verdad y el de preservar la vida humana.

Al optar, es evidente que preservar o defender la vida humana es un valor superior jerárquicamente al de decir siempre la verdad, por lo que podemos observar que la decisión que tomó Kant fue moralmente incorrecta e incluso gravísima y deleznable pues costaría la vida de su amigo.

Además de ver en forma patética a que tremendos errores nos puede conducir un racionalismo exacerbado en sus intríngulis metodológicos, también podemos captar en esta anécdota cuan poco se usó el sentido común (que lamentablemente suele ser el menos común de los sentidos) y como no se respetó el esencial valor de la vida humana.

La ética moderna secular esta basada en el materialismo nihilista sartriano y en el absurdo e inhumano racionalismo kantiano que no toma en cuenta los valores o normas morales que deberían guiar nuestra conducta, pretendiendo además asumir una ficticia autonomía moral (regularnos por normas autodefinidas y autoimpuestas), que al no tener respaldo o fundamento valorativo suprapersonal o supraterrenal alguno quedan libradas al relativo arbitrio de cada cual, con una escasa posibilidad de acatamiento generalizado de las mismas (concreción de las expectativas de cumplimiento reciproco).

Se pretende escindir erróneamente lo personal de la dimensión moral, ignorando que lo personal de un modo u otro siempre se manifiesta en relación con los demás de modo que la dimensión moral siempre esta  presente.

Es posible asumir una forma de vida y desarrollar una identidad, pero como vivimos en sociedad, el derecho de uno termina donde empieza la libertad del otro (por ejemplo los travestis escandalosos que quieren que respeten sus derechos, pero que no respetan los de los demás, alterando las buenas costumbres y la tranquilidad en la vía pública molestando con su conducta promiscua a los vecinos).

Así lo postulaban desde los antiguos griegos con la noción de Kosmos u orden universal -opuesto al kaos-, hasta Heidegger concibiendo al ser humano como un Dasein o Ser-Ahi, arrojado como proyectum a la existencia, en relación siempre con el triple mundo de las cosas, de los otros y del si mismo (Mitwelt-Umwelt-Eigenwelt).

Al dejar al arbitrio de cada cual el inventar sus propias normas morales sin el sustento de ningún valor, cae entonces la ética moderna secular en un relativismo y escepticismo moral y queda pedaleando en el aire, sin base de sustentación, de ahí esa ridícula manía actual de buscar un reaseguro o guía en las frías normas jurídicas sin comprender que en la medida que tampoco están inspiradas en genuinos valores sólo generarán desconfianza y transgresiones.

El problema básico de la ética moderna secular es que desconoce que vivimos en un mundo múltiple, en donde miles de millones de personas aún ajustan sus conductas a auténticos valores religiosos y espirituales que más allá  de que seguramente sean susceptibles de perfeccionamiento en su captación e instrumentación, no por eso dejan de ser eficaces guías para sus comportamientos y practicas cotidianas, ya que en el fondo responden a la esencial e intrínseca condición espiritual del ser humano, a su autotrascendencia.

Al elevarse paulatinamente sobre la falibilidad humana mediante la realización de esos valores, se le posibilita entonces al ser humano encarnar la moralidad y comportarse en forma realmente ética, generando una gozosa convivencia (“amaos los unos a los otros como hermanos que sois”) en el marco de un destino supramundano, trascendente.

Dadas las explicitaciones precedentes, el tomar la ética como objeto de estudio aislado de un contexto normativo moral que le da  sustento o priorizarla indebidamente por sobre la dimensión moral, equivale al viejo error de “poner el carro delante del caballo”.

Para V.Frankl como para Max Scheler (autor de”El puesto del hombre en el cosmos”) la persona esta  abierta a la trascendencia, y esta apertura radical se da  a través de la conciencia.

La conciencia en cuanto fenómeno no se queda ni se agota en si misma sino que va mas allá  de la persona. La persona, como ser dialogal esta  básicamente abierta al encuentro interpersonal y por eso la conciencia es la voz de la trascendencia.

La conciencia posibilita a la persona el sentir la presencia de una instancia supra-humana y la hace ser consciente de su ser contingente, es decir, no necesario, creado.

La conciencia no agota su propio significado en su dimensión de hecho psicológico sino que es sólo un aspecto de un fenómeno básicamente trascendente o metapsicologico. Scheler indica que la conciencia es la voz de la trascendencia y que por ella la persona capta la presencia, en la fe, de un juez invisible e infinito, o Dios. El material psicológico posibilita el paso a una presencia que se manifiesta y esa presencia es Dios.

Nikolai Hartmann reflexiona sobre las diferencias ontológicas en el ser humano, que él caracteriza como estratos (en número de cuatro), que son: el físico, el orgánico, el anímico y el del espíritu. Así quien quiera comprender la conciencia a partir de fenómenos psíquicos o el ethos del hombre mediante una ley que rija los actos psíquicos, tropezará con la ley de jurisdicción de los estratos, pues introduce categorías de otro estrato existencial en lo que es propio de un estrato de constitución más elevada. El mundo real tiene unidad, pero no la de un principio, sino la de un ordenamiento, surgido en un plano superior.

Por eso, la  fundamentacion de una acción, cada vez más humana, requiere la previa asimilación de una personal cosmovision.

Esta cosmovision esta  formada por elementos tan valiosos como una filosofía de la vida, una antropología filosófica, ética, valores, que como conjunto, apunta a una metafísica ontológica.

Se busca afirmar la presencia de diferencias ontológicas en el ser humano y al mismo tiempo la unidad antropológica del mismo.

En otras palabras, el ser humano es una unidad a pesar de su multiplicidad.

También, Heidegger considera que la existencia no es algo ya determinado, estático y estable de una vez para siempre. Como Frankl, señala la cualidad de apertura del ser humano y la vivencia simultanea en el presente del pasado que permanece y del futuro al que nos dirigimos. Aceptar la propia vida es la misión especifica que tenemos en la temporalidad en que nos movemos.

Esta aceptación es la responsabilidad específicamente humana.

Esta responsabilidad se vive en la cotidianeidad en la que oscilamos entre un escapismo -que sería la alienación según Heidegger en la exterioridad- y el dato insoslayable de hacernos cargo de nosotros mismos en el “cada día” de la vida (conciencia mas responsabilidad, según Frankl). Para Heidegger y Frankl el ser humano decide y se-decide sobre la base de las posibilidades que encuentra en si mismo y las que le proporciona su pasado. A partir de ellos se trasciende a si mismo llegando a constatar la esencial característica de la existencia humana que es la autotrascendencia (Frankl) o el ser-propio (Heidegger).

Para Karl Jaspers trascender es buscar el propio ser. Ningún objeto es el propio ser. Tenemos que ir mas allá  y por encima de lo objetivo, es decir: trascender. Trascender no es una obligación sino una posibilidad ante la libertad. Podemos entregarnos al mundo, a las cosas y vivir sin trascendencia.

Podemos incluso afrontar la muerte, el dolor, la culpa y la lucha como hechos pero no permitirles que nos afecten y condenarnos así a  la in-trascendencia. Pero la in-trascendencia es sinónimo de la deshumanización.

El ser, para Jaspers, es lo “envolvente”, y hace que la existencia humana se constituya por la trascendencia, es decir, por su abrirse al Absoluto, a Dios.

La creencia en un solo Dios personal, creador del mundo, único y ultimo refugio nuestro, es una creencia filosófica, un trascender de mi existencia que hay que ganar sin cesar. La vida sólo tiene sentido si esta  encaminada hacia Dios. Bajo esta perspectiva, todo el mundo se hace relativo, pero al mismo tiempo deviene este mundo el lugar de una opción incondicional entre el bien y el mal. Por ahí carga el hombre con toda su responsabilidad de tal.

Y de ahí se desprende el deber del hombre de luchar por el bien contra el mal, pero esta lucha sólo puede darse en el amor. El amor con el que todo hombre trata de comprender al prójimo, es la realidad fundamental del hombre que le hace eterno en toda su finitud (Frankl).

La libertad y la responsabilidad constituyen la esencia de la existencia humana, y junto con la espiritualidad (dimensión noetica, del logos o del espíritu, donde radica lo mas genuinamente humano) forman una trilogía.

De que, es responsable el ser humano?. Al tomar conciencia de su estar-en-el-mundo descubre que tiene la tarea de hacerse cargo en primer lugar de su propia vida, lo que implica en potencia, un proceso educativo altamente positivo, así estará preparado para comprender y acompañar a otros seres humanos en el proceso de descubrimiento y compromiso con la propia vida.

La responsabilidad fundamental de hacerse cargo de la propia vida es una tarea y misión intransferible y en ellas cada ser humano es irremplazable.

El ser humano responde ante si mismo, ante los demás y ante Dios (lo suprapersonal). El “lugar” donde el ser humano responde es la conciencia. La conciencia como fenómeno genuino y específicamente humano se nos presenta como original, no deducible de otra instancia intrahumana y es no reducible, intuitiva y creativa.

La conciencia es la dimensión donde el ser humano tiene el privilegio de encontrarse en la desnudez de su mismidad, en su más profunda intimidad y donde se manifiesta la presencia dialogal de Dios. La conciencia es quien guía a la libertad para que pueda responder de si, a los demás. También está  sujeta a la condición humana, a los riesgos de la falibilidad, el error y la engañosa distorsión que se presentan en el proceso de maduración y formación de la conciencia humana. La misma conciencia no escuchada por el ser humano puede extraviársele. Pero el riesgo de errar no nos dispensa de intentar, ni de la necesidad de juicio.

La conciencia manifiesta que el ser humano al estar-en-el-mundo, como ser-que-responde, tendrá  siempre delante de si a las personas y a las situaciones; por eso decimos que es un ser, que por su conciencia, responde “ad-personam” y “ad-situationem”.

Las situaciones que son múltiples y se presentan a modo de preguntas dirigidas a cada ser humano, pueden quedar sin respuesta. Las respuestas implican decisiones y las decisiones hacen referencia a la libertad humana. Así pues en la libertad humana se hace visible la existencialidad mientras que en la responsabilidad se revela la trascendencia.

El ser humano, para Frankl,  es responsable  de actual-izar y real-izar los significados y valores en el mundo y en su historia (G.Pareja). Este mismo proceso pedagógico de formar una conciencia, genuinamente humana, ha de considerar que la responsabilidad nos viene de una dimensión que no somos nosotros mismos. La conciencia no se deriva del Ello o del puro Superego y, si así se aceptara, tendremos un homúnculo en lugar de un ser humano y un homunculismo en lugar de una antropología.   

Avanzando mas lejos de considerar a la conciencia como un producto de la libido psíquica inconsciente, vemos que ella se manifiesta fenomenológicamente de modo espontáneo, en la dimensión consciente como inmediata, intuitiva y absoluta.

Según Frankl, la conciencia se presenta como básicamente inconsciente y no racional. Es no-racional porque es pre-logica, es decir, es anterior a cualquier reflexión racional.

La conciencia no es una ley universal al estilo de Kant pero, sin embargo, es una ley moral individual que ilumina la situación concreta de una persona específica.

La conciencia, tomada no como ley moral universal es, sin embargo, universal, y el fenómeno del ateísmo en esta perspectiva se consideraría como el tener conciencia y responsabilidad pero dándoles una interpretación inmanente, de tipo reductivo, en el ámbito psicológico. Así pues el no creyente puede pensar que su conciencia es un mero producto psicológico al cual puede desatender dado el caso de que sólo tiene que obedecerse a si mismo. El solipsismo psicológico y moral se hacen patentes como consecuencia. Esta postura no se pone en búsqueda de algo mas allá  de su conciencia y responsabilidad que podría ser el camino a la trascendencia.

La maduración de este proceso nos conduce a ver que la responsabilidad ante la propia conciencia permite plantear la pregunta de si hay alguien mas allá  de la conciencia.

En un último análisis ciertamente debe aparecer cuestionable si el ser humano realmente puede ser responsable ante algo, o si la responsabilidad es solamente posible cuando está ante alguien.

Entonces, la conciencia encuentra su lugar de fundamentación en un dato original que es Dios.

Así tenemos que detrás del superego del ser humano esta  el Tu-Dios y en la conciencia se revela el Tu-Palabra de la trascendencia. Todas las declaraciones sobre Dios valen tan sólo “per analogiam”. Lo mismo puede decirse, por tanto, de todas las declaraciones sobre su personalidad: es como si fuera personal; es pues, suprapersonal (Frankl, Pareja).

El inconsciente entonces es una dimensión amplia que tiene dos aspectos: un inconsciente impulsivo (Trieb), lugar de las pulsiones inconscientes; y un inconsciente espiritual, lugar de la espiritualidad inconsciente.

El inconsciente es algo mas que impulsividad inconsciente o reprimida, por el contrario, es lo espiritual inconsciente, la existencia. La existencia, es decir lo espiritual, tiene como característica ser irrefleja y, por tanto, es en si misma irreflexionable.

El ser humano es plenamente humano cuando es capaz de ir mas allá  de donde es “impulsado” y llegar al  ámbito en que es “libre y responsable”, donde decide. El ser humano se deshumaniza cuando deja de ser responsable.

La ética implica un libre obrar, elegir con libertad un curso de acción o conducta, pero esta libertad se ve completada por la responsabilidad, por el responder por los propios actos.

Esta libre elección conlleva el acceso al universo de valores, estos son universales, cualidades o normas de conducta que pueden ayudar a tomar oportunamente una mejor decisión.

El ser humano, como integridad bio-psico-socio-espiritual, obra éticamente al elegir en libertad y con responsabilidad, moralmente iluminado por un horizonte de valores trascendentales.  

Esta imbricación entre la ética, la moral, la libertad, la responsabilidad y los valores, nos da  la idea de la íntima relación y la necesaria interconexión existente entre dichos conceptos, y sirve para entender la crisis ética que vivimos actualmente. El estilo de vida posmoderno precipitó una caída de valores, de la moral normativa.

La posmodernidad, con su pragmatismo materialista ha llevado a la ética del todo vale, donde todo esta  permitido, todo es igual, lo mismo un burro que un gran profesor, no hay valores, modelos ni reglas, sólo se adora al becerro de oro. Pero considerando al modelo social capitalista carente de valores humanos, criticado tanto por Juan Pablo II como por George Soros, debemos recordar aquí la sabia sentencia bíblica: “de qué vale al hombre conquistar el mundo si pierde su alma”.

Hoy a esta sociedad con crisis de valores se la llama la sociedad pluralista. Se caracteriza por un gran conglomerado de gente, mucho más que en la antigüedad; se vive diferente al pequeño círculo de la familia, el barrio, el pueblo. Hay una gran mezcla de gente, de etnias raciales y de culturas. El pluralismo es pues cuantitativo y cultural.

En la sociedad pluralista no hay una unidad moral desde el punto de vista normativo, mientras que en la vieja sociedad había una relación mas estrecha de los padres con los hijos, con valores religiosos más importantes y enraizados.

Esta sociedad pluralista, entonces nos plantea una exigencia mayor para tener un comportamiento ético y ser morales.

Aunque los valores tradicionales hayan desaparecido o estén en retirada, sin embargo, aparece ahora la enorme importancia de la conciencia individual como guía interna ante la falta de guía externa. Es prioritaria entonces una buena educación dirigida a formar la conciencia de responsabilidad, a inculcar sanos valores, a fomentar el surgimiento de la intuición en la conciencia individual como instrumento que permita descubrir la jerarquía de valores trascendentales que guíen éticamente nuestra acción.

Así, aunque los valores tradicionales hayan caído, esta madurez de conciencia permite igual al hombre descubrir los sentidos únicos de la existencia y cumplir su misión en el mundo.

En una sociedad pluralista se vive en un relativismo. Existe pluralismo cultural pero no debe confundirse con pluralismo ético que no debe existir. La moral no puede ser relativa, toda moral reclama absolutez, lo que debe ser, debe ser (sin entender esto como rigidez).

Es cuestión de encontrar algo absoluto en la sociedad pluralista que permita ser moral en dicha sociedad; algún valor que reconozca todo el mundo.

Existe eso absoluto que no hace diferencias de raza, culturas, religiones y que esta en todos: la común condición humana (que en potencia y esencia es espiritual y divina).

Todos somos mortales y compartimos las mismas penurias, miserias y alegrías humanas en el camino hacia la perfección espiritual.

La común condición humana es un valor absoluto, no idealmente abstracto sino tremendamente concreto, encarnado en el semejante que tengo delante de mí.

Cuando se empieza a descubrir lo que nos hermana a todos en la sociedad pluralista, comienza entonces a haber más solidaridad y fraternidad, se va afinando el sentimiento moral.

La común condición humana es un valor absoluto porque es algo que nos trasciende, no depende de nosotros.

Descubrimos que su condición de valor absoluto, trascendente, lo hermana espiritualmente con los más puros valores cristianos: “ama a tu prójimo como a ti mismo” es entonces el paradigma a imitar. Hallamos de esta manera un anclaje absoluto de la nueva moral, esta  fundada en un valor absoluto que es la común condición humana, a la vez terrestre y celeste, todos los hombres son iguales porque son mortales, con sus bondades y maldades. Ser moral implica respetar la condición humana del otro, dar la mano, ayudar. Debemos percibir lo común, lo que nos fraterniza: todos somos hombres finitos, abiertos a la trascendencia infinita.

Hay que ser solidarios, ver lo que aflige al otro.

En esta sociedad pluralista el individuo está aislado, solo, a veces entregado a si mismo, no cuenta como antes con la ayuda del otro.

Hay problemas y necesidades comunes, a veces se persigue el consumo desenfrenado, hay falencias en la salud, la alimentación, la educación, la seguridad jurídica.

La vida es difícil, hay angustias y temores que se deben vencer.

Es posible ser moral ayudando al hermano, al semejante, respondiendo a ese reclamo y esperando que también nos ayude.

Hay que buscar una solución a la crisis de la ética contemporánea. No basta con el imperativo racional categórico de Kant dirigido a la subjetividad del individuo, con su postulado voluntarioso que dice:”obra únicamente según la máxima que hace que puedas querer al mismo tiempo que ella sea una ley universal”; ya que cualquier energúmeno de mala conciencia pregonaría entonces que la ley de la selva es ley universal.

El imperativo de hoy es revalorizar la ética, hay que infundirle nuevamente valores espirituales a esta ética actual tan vacía, light y superficial; debemos recuperar los valores trascendentales que guían la conciencia moral, que nos permitan distinguir el bien del mal. Solo en la medida que podamos dilucidar claramente esto nos encaminaremos a una conciencia moral esclarecida.

Un adecuado equilibrio entre la imaginación provista por los sentimientos y el conocimiento propio de la razón, no solo permite superar el viejo enfrentamiento Romanticismo-Racionalismo sino que se convierte en el instrumento adecuado para accionar correctamente en la realidad.

De ahí la importancia de fortalecer no solo la actitud racional sino básicamente toda enseñanza espiritual (sea o no estrictamente religiosa) y moral que, haciendo hincapié, en los principios y valores cristianos privilegie el valor del amor a la familia, al prójimo, a Dios, y busque realizar el supremo Bien.

Asimismo, desde un punto de vista psicológico, los beneficios se multiplican geométricamente, ya que una persona que accede al universo de los valores y dedica su tiempo y ajusta su conducta a realizarlos, encuentra un significado, un sentido a su vida; ya no vive en vano, supera la triada neurótica de nuestro tiempo posmoderno (la violencia-agresion, la depresion-suicidio, y las adicciones, alcohol-drogas-poder) plenificando así su existencia individual y su participación comunitaria a través de su trabajo y obras, haciéndose útil y solidario para si mismo y la comunidad.

Este enfoque permite así recuperar la iniciativa, creatividad y responsabilidad individual, el hombre vuelve a ser artífice de su propio destino; ni caerá en el conformismo consumista de hacer lo que otros hacen ni en el totalitarismo masificante de hacer lo que otros exigen que haga.

También resulta valioso escudriñar el enfoque que las principales religiones  (del latín re-ligare, re-unir al hombre con Dios) tienen sobre la dimensión espiritual del ser humano, ya que podremos descubrir una gran riqueza conceptual y practica.

En el famoso poema épico hindú Bhagavad Gita (Canto Celestial o Canto del Bienaventurado) situado históricamente unos 1400 años antes de Cristo, teniendo como excusa el desarrollo de una gran batalla, se expone el elevadisimo diálogo espiritual entre Krishna (como la encarnación de Dios) y su fiel discípulo Arjuna.

Es el Bhagavad Gita un compendio de profundísimas enseñanzas espirituales de la filosofía hinduista y alcanza en Oriente la estatura de la Biblia en Occidente.      

En su parte VII, titulada Discernimiento Espiritual, dice Krishna:

·        “Escucha ahora mis palabras, ­oh Arjuna!, y sabrás como con la mente fija en Mi y observando las enseñanzas del Yoga llegarás a conocerme.

Pero, entre los millones de hombres de la raza, pocos tienen suficiente discernimiento para desear la perfección.

Y de los pocos que la desean, resultan muy raros los que la alcanzan, pues son contados los que conocen mi naturaleza esencial.

Tierra, agua, fuego, aire, eter, mente, razón y equidad representan la óctuple modalidad de mi naturaleza inferior.

Pero, además, poseo mi naturaleza superior, que es el principio que mantiene en el universo la matriz de la creación.

Porque soy el Creador y al mismo tiempo el Destructor del universo.

Todos los objetos del universo dependen de Mí, y los sustento como sostiene el hilo a la sarta de perlas en que están enhebradas.

Oh príncipe pandava! Soy humedad en las aguas; refulgencia en el sol y la luna; en monosílabo sagrado, AUM en los Vedas; sonido en el aire; virilidad en los hombres; llama en el fuego; vida en todos los seres, y el Yoga de los yoguis.

Reconóceme, Arjuna, por eterna semilla de todos los seres. Soy la sabiduría del sabio y el esplendor del héroe.

Soy la fortaleza del fuerte; el amor a la recta acción en quienes sirven por medio de rectas acciones.

Las tres cualidades de armonía, actividad e inacción están en Mi, aunque Yo no estoy en ellas.

Sugestionados los hombres por la ilusión de estas tres cualidades, no comprenden que las trasciendo, inmutable e imperecedero, aún en medio de sus innúmeros cambios y vicisitudes.

Difícil es que la vista humana trascienda la densa ilusión producida por las cualidades; pero vendrán directamente a Mi los capaces de ver la luz de mi llama.

Los que no pueden trascender la ilusión no llegaran a Mi, porque no Me conocen, sino que adoran a los dioses del mundo material y sensorio, que son los únicos reales para ellos.

Los que me adoran son de cuatro clases oh príncipe!: los desgraciados, los investigadores de la Verdad, los vanidosos y los sabios.

El mejor de todos es el sabio que reconoce al Uno, vive en el mundo del Uno y obra iluminado por el conocimiento.

Muchísimo me ama el sabio y yo lo amo aún más.

Lo amo como a Mi mismo, porque se ha identificado conmigo y sólo vive en Mí.

Después de muchas vidas, el sabio llega a Mi y me reconoce como el Todo.

Difícil es para los hombres ordinarios hallar uno de estos sabios, llamados mahatmas.

Los que, faltos de conocimientos, adoran a tal o cual dios con variedad de ritos y ceremonias, hallan aquello que es conforme con su naturaleza.

Pero sabe, Arjuna, que aunque los hombres adoren muchos dioses e imágenes y forjen muchos conceptos de la Divinidad, de modo que parecen en contradicción unos con otros y conmigo, en el fondo todos me presuponen.

Su fe en los dioses e imágenes es el alborear de la fe en Mi, y al adorarlos solo desean adorarme, si bien lo ignoran.

En verdad te digo que cuando con sincera fe adoran, alcanzan de

Mi los beneficios que de su dios impetran.

Tal es mi amor, mi sabiduría y justicia.

Pero advierte, oh príncipe!, que la recompensa de los deseos finitas es también finita.

Los hombres de corto entendimiento piden cosas perecederas, y, por lo tanto, se les han de dar en recompensa cosas igualmente perecederas.

Los que adoran a los falsos dioses van a los sombríos mundos regidos por los sombríos dioses.

Pero los sabios que Me conocen en esencia, como siendo el Todo en el Uno, vienen a Mí, a mi mundo de Realidad, donde no hay sombras, donde todo es real como luz que disipa las tinieblas.

Los faltos de discernimiento espiritual creen que Yo, el Inmanifestado, me manifiesto visiblemente a sus ojos.

Pero has de saber, Arjuna, que en mi esencia no soy visible a los ojos de los hombres.

Tras las formas por Mi emanadas, permanezco invisible para el ignorante.

No he nacido y no moriré jamás, aunque el obcecado mundo lo ignore, porque toma la sombra por la substancia.

Yo conozco, Arjuna, los innumerables seres que han pasado ante mis ojos por el ancho campo del universo.

También conozco a los que ahora están en el campo.

Y además (formidable misterio este para los hombres) oh príncipe!

conozco a todos los que en adelante hollarán el campo.

Pero de todos ellos -pasados, presentes y futuros-, nadie me conoce totalmente.

Los tengo a todos en mi mente, pero sus mentes no pueden contenerme en esencia.

Los hombres están ofuscados por la ilusión de los pares de opuestos, y en vez de la Unidad ven las antitéticas formas de atracción y repulsión .

Pero algunos están ya libres de la ilusión de los pares de opuestos y saben que soy Todo en Uno.

Quienes así Me conocen, se acogen a Mi como lactantes al pecho de la madre.

Se esfuerzan por librarse de la rueda de nacimientos y muertes. Conocen al Eterno. Me conocen. Conocen mis obras, mi sabiduría, mi Señorío universal.

Saben que toda vida es mi Vida; que toda adoración recae en Mi

Con la mente armonizada y el corazón henchido de amor, me conocen en vida y en la hora de la muerte”.

Cuando 600 Años antes de Cristo, el León de la Ley y la Misericordia, el Príncipe Siddartha Gautama salió de su palacio a ver por primera vez el mundo, descubrió la vejez, la enfermedad, el sufrimiento y la muerte. Perplejo por esa visión decidió a sus 29 años hollar los polvorientos caminos de la India en busca de respuestas a los enigmas de la existencia. Convertido en asceta trashumante peregrinó de sitio en sitio sin hallar la verdad, hasta que decidió sentarse a meditar bajo la sombra del  árbol Bo, proponiéndose permanecer allí hasta alcanzar el supremo conocimiento. Tras largo y fecundo tiempo de meditar, alcanzó la suprema luz, transformándose en Buda, el Iluminado.

Entonces, la Luz de Asia, el Señor de Compasión y Amigo de la Humanidad, decidió transmitir al mundo el néctar de su sabiduría y reuniendo a sus discípulos les dijo:

“Presten atención a estas cuatro Nobles Verdades:

El existir como una personalidad separada condena al sufrimiento y al dolor.

La causa suprema de la miseria es el deseo de poseer y conservar lo poseído.

La liberación se logra desechando todos los deseos salvo el de recto conocimiento.

El Sendero de la Liberación y de la cesación de todos los opuestos es el Octuple Noble Sendero, el sendero de la inmortalidad”.

Las ocho santas virtudes, perfecciones o senderos de iluminación del Sakhyamuni (Buda) son: la recta creencia, la recta aspiración, la recta palabra, la recta conducta, el recto medio de vida, el recto esfuerzo, la recta atención, la recta meditación. Mediante estos ocho senderos de iluminación se alcanza la suprema perfección y se entra en el Nirvana, que no significa ningún aniquilamiento sino todo lo contrario: la expansión de la estrecha conciencia de la personalidad hasta abarcar el espíritu universal y unificarse con el núcleo espiritual subyacente a todas las criaturas.

Como perenne legado (y quizás previendo el error kantiano), el Tathágata dejó a sus más cercanos y fieles discípulos su más preciado tesoro espiritual en estas palabras:

“sabed que si bien la doctrina del Buda es una, ésta se desdobla en dos: la doctrina del Ojo, la externa, basada en las palabras y los conceptos racionales, dirigida a las masas y los eruditos; y la doctrina del Corazón, la interna, basada en la suprema compasión y caridad, en la íntima comunión espiritual; a esta última debéis prestar especial atención, pues aún la ignorancia misma es preferible a la Sabiduría de la Cabeza si ésta no tiene la Sabiduría del Alma para iluminarla y dirigirla”.

Cuenta la leyenda que encontrábase un día el Buda sentado en compañía de un discípulo muy cerca de la orilla de un lago, vecino a las altas cumbres. En ese momento, lentamente se acercó a la orilla del lago un elefante, y tras observar su imagen reflejada en las tranquilas y cristalinas aguas, se alejó.

Al poco tiempo, vieron acercarse un caminante a la misma orilla. Tras mirar su imagen reflejada en el calmo espejo de agua, señalando la misma este hombre exclamo :­soy yo, soy yo!.

Dijo entonces Buda a su fiel discípulo: “mira, el elefante ha resultado ser el mas sabio de los dos, pues luego de mirarse en el espejo de agua no se reconoció y se alejó, mientras que el hombre en su ignorancia creyó reconocerse, sin darse cuenta de su error, pues has de saber, amado discípulo, que el verdadero Yo está  más allá  de los lazos de la maya (ilusión)”.

Contemporáneamente a Buda, en China floreció una doctrina, el Taoísmo, que implica realizaciones en el orden metafísico, relacionada mas con el mito y la cosmogonia que con la historia; por eso el simbolismo y las imágenes tienen mayor importancia que los hechos históricos a que aluden.

Lao Tse, en realidad elaboró el Tao Te King en base a antiquísimos aportes culturales (entre ellos el I Ching, Libro de los Cambios) siendo su idea rectora concebida en primera instancia como principio del orden universal impersonal, que en sus sucesivas elaboraciones metafísicas, sociales, políticas y morales dio vida a todo el pensamiento chino, tanto el de Confucio como el de Lao Tse. Así es de una extraordinaria riqueza la concepción del Yin -Yan, principios polares complementarios, mas que opuestos, donde el desequilibrio entre ellos determina la falta de armonía.

Para el taoísmo la conciencia del “yo” se adueña de la acción, la estropea y la malogra, porque la subordina -más o menos claramente- a sus propios fines.

La aceptación receptiva (y no pasiva) de la voluntad del Cielo es la que está  representada repetidamente en el Tao, mediante el símbolo del “valle” y el “espíritu del valle” (Ku Shen); es la ley del sabio, y el actuar de acuerdo a esta ley -sin tener en cuenta los deseos particulares o la voluntad propia- es el camino trazado por el Cielo, es llegar al Tao, puesto que la ley de la tierra es el Cielo, y la ley del Cielo es el Tao.

En su capítulo XVI, Volver a la Raíz, el Tao dice:

“Sea tu meta el máximo de vacío.

Conserva la firmeza de la paz.

Nacen las cosas y entran en la existencia, pero desde allí las vemos regresar a su reposo.

Mira todo lo que florece: cada una vuelve a su raíz.

Volver a la raíz es encontrar el descanso.

Este descanso significa regresión al destino.

Regresar al destino significa durar constantemente.

Conocer lo constante es estar iluminado.

Pero no conocer lo constante es caer en la ceguera y el desastre.

Quien conoce lo constante, lo abarca todo.

El que todo lo abarca es justo con todos.

Siendo justo con todos es universal.

Lo universal es el ritmo del Cielo.

Y lo que está  en ritmo con el Cielo, lo está  con el Tao.

Y lo que está  en ritmo con el Tao perdura eternamente.

Aunque su cuerpo muera, nunca perecerá”.

Aquí el texto manifiesta una visión de desapego propia del sabio que sabe que las cosas del mundo tienen su ciclo vital y que luego retornan a su propia esencia (a lo no manifestado). También el I Ching dice: el Cielo es el antepasado y rector de todo lo que existe.

En las primitivas enseñanzas judías, en el santuario oculto de los hebreos, el oficiante decía en ciertos días al Sumo Sacerdote: Schem-Ham-Phoras?, que significa cuál es su nombre? (el nombre de Dios). Y el Sumo Sacerdote contestaba: Yod-He-Vau-He, o en una sola palabra: YEV o YOH, lo que significaba Dios, la naturaleza y el hombre, o bien lo indecible e inexpresable, Yo humano y Divino. Es merced a ese Yo inefable, inexpresable e incomunicable, como el hombre se eleva por encima de todos los demás seres terrestres, de todos los animales y de toda la creación. Y es gracias a él como el hombre mismo se comunica con el Yo Infinito, con Dios mismo. Así Dios le dice a Moisés en el monte Sinaí¡: “Yo soy el que Es”.

Cuando Jesucristo, el humilde carpintero de Galilea, la más sublime expresión del amor divino que pisó la tierra, comenzó su prédica continuadora y superadora de las primitivas enseñanzas hebreas, destacó la cualidad divina fundamental: ”Dios es amor por sobre todas las cosas”, y propuso al hombre obrar a su imagen y semejanza: ”amáos los unos a los otros como hermanos que sois; esta es la Ley y los profetas”.

Los inapreciables valores transmitidos por el Señor de Amor y Sacrificio han resistido la prueba del tiempo y ayudan al ser humano a cruzar este valle de lagrimas en su camino evolutivo espiritual.

Así la Fe, el Amor, la Esperanza, la Solidaridad, la Caridad constituyen el corazón de la enseñanza cristiana y una normativa moral adecuada a toda época y lugar (“He aquí, Yo estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos”).

Más allá  de las humanas falencias al transmitir los preceptos del Salvador del Mundo, y excesos dogmáticos que se produjeron a lo largo de la historia y que ahora están en sana revisión, las enseñanzas cristianas son esencialmente buenas en su espíritu y están llamadas a perdurar en el corazón de la humanidad (“Si vosotros permaneciéreis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará  libres”).

A esta altura del ensayo, sé que el lector se ha de preguntar....

¿y el conejo?... El conejo que me supo acompañar ya no está  físicamente entre nosotros.

Se llamaba Mochono, era blanco con lunares negros en el lomo, las orejas y el hocico.

Por supuesto, sólo le faltaba hablar; veía la tele en el sofá  con mi esposa y las nenas, degustaba los cables que quedaran a su alcance, y tenía un extraño comportamiento que siempre nos intrigó. Cuando nos parábamos en el medio del pequeño patio posterior de la casa en que vivíamos, él comenzaba una rara danza circular alrededor de uno, daba vueltas y vueltas cual una calesita sin ningún objetivo aparente que mas no fuera demostrar su interés y agrado ante la presencia humana.

¿Por qué haría esto Mochono?.

Adonde se marcha la llama cuando apagamos la vela? (Koan, pensamiento simiente  -que produce un choque mental-  del Budismo Zen japonés).

Quizás el extraño comportamiento de Mochono permanezca como uno más de los insondables misterios que nos acompañan durante la vida, o quizás algún día nos sea permitido develarlo…

Aún lo mas ínfimo y en apariencia pueril está en relación con todo (“así como es arriba es abajo”, Hermes Trimegisto): el pequeño enigma de Mochono nos remite al Todo mayor, al Gran Interrogante.

Lo importante es no olvidar, es estar despierto, es emprender el camino.

Lo más importante no es la meta que siempre retrocede infinitamente, sino la búsqueda; es ahí donde se aprende, se encuentra el sentido de la vida y se forja la conciencia espiritual.

Muy interesantes investigaciones se hallan en curso actualmente en referencia a la dimensión espiritual del hombre y sus consecuencias éticas y morales, tanto en el aggiornamiento de las principales religiones (son realmente importantes las recientes manifestaciones del Papa Juan Pablo II en “Cruzando el umbral de la esperanza”, y la Declaración Mundial de Etica elaborada por el Parlamento Mundial de las religiones -Chicago,1995-), como en otros campos filosofico-espirituales, por ejemplo las realizadas por la Universidad de los Siete Rayos en New Jersey, EEUU, y las de la Fundación Lucis en Londres, Inglaterra, ambas respondiendo básicamente a las enseñenzas de la destacada espiritualista Alice A. Bailey : “servicio a la humanidad es servicio a Dios”(que sin esfuerzo reconocemos coincidente con el pensar y obrar de la Madre Teresa de Calcuta).

Grandes cambios espirituales comienzan a esbozarse en el mundo: en medio de la lucha contra las iniquidades de un capitalismo salvaje carente de valores humanos e incapaz de promoverlos, hay un renacer del sentimiento religioso en los pueblos , conscientes que no basta con solo acceder al consumo digno y propio de la vida moderna sino que también es primordial encontrar una respuesta al enigma de la existencia y  un sentido trascendente a la propia vida.  

Está  agonizando la posmodernidad, se perciben los últimos estertores de su moral hueca y su fracasada ética racional secular, vacía y superficial.

Allende la estéril posmodernidad ya alborea la ultramodernidad;

resuena la voz del silencio y el grito lejano del espíritu :

¡el Hombre ha muerto, vive Dios!.

Perece la idea reduccionista del homunculismo, del hombre ficticiamente autónomo y libertino.

Crece la conciencia de una libertad situada, condicionada-incondicionada, con responsabilidad para decidirse ante los valores, realizarlos y trascender hacia el Absoluto.

Renace purificada la esencia espiritual del Ser humano y a través de la oración y meditación (hacia adelante y hacia arriba) se le abren los portales del quinto reino y del camino de evolución superior (“Nadie puede venir a Mi, si no lo atrae el Padre que me envió”); siéndole posible acceder a la Vida más abundante y alcanzar la Iluminación (“Yo soy la Luz del Mundo, quien a Mi venga no andará  entre tinieblas”).

Le es factible entonces al Ser humano sintonizar su pequeña voluntad con la del Creador colaborando con la obra divina, pudiendo al fin exclamar: “¡hágase Tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo!”.

Que así sea.

( Ultramodernidad: neologismo creado para este ensayo, 1997).

 

NO GLOBALIZAR EL CORAZÓN

(Recordemos al Dr.Favaloro)

La globalización del capitalismo salvaje, flamante lacra de la posmodernidad, se ha cobrado una nueva víctima: el Dr. René Favaloro, quien se ha suicidado con un disparo en el pecho. Tal vez no era un pobre estructural ignoto, un marginado y excluido sin relevancia económica, seguro sí una personalidad más notoria, más trascendente por su quehacer médico y social, pero víctima al fin.

Quienes le conocieron bien aseguran que era un hombre de pueblo, modesto y llano, humilde y sensible ante el sufrimiento del prójimo. En sus cartas postreras nos hace saber de su terrible preocupación por la asfixia económica de su conocida internacionalmente Clínica Cardiovascular (que inclusive realiza transplantes cardíacos), ante deudas que no podía cobrar aunada al maltrato de oscuros burócratas estatales y de obras sociales, lo que le impedía ya prácticamente continuar con su obra médica solidaria a la que había dedicado su vida entera. Abandonado a su suerte, ignorado y maltratado por los poderes institucionales terminó trágicamente como ya parece un sino en todos los grandes precursores. No parece una metáfora la forma que adquirió su trágica determinación, quizás sólo hizo realidad lo que ya sentía interiormente hace tiempo: su corazón destrozado.

Para tratar de extraer alguna enseñanza positiva de tan nefasto suceso es menester ser claro de un principio: podemos entenderlo, pero no justificarlo. Entenderlo desde su soledad personal, viudo sin hijos y ya sin el hermano colega, con una formación científica empírica básicamente escéptica sin creencias espirituales o religiosas acendradas que le sostuvieran ante la adversidad o fortalecieran el sentido de su vida, cansado ya de luchar contra los molinos de viento y jaqueado por dificultades económicas reales pero sobredimensionadas al extremo de desencadenar un acting suicida. 

Al respecto es sin duda preocupante la grave situación mundial producida por el avance de lo que se conoce como globalización: en el plano económico con su capitalismo deshumanizado, brutal concentración de la riqueza en pocas manos, precarización laboral, pauperización salarial, desempleo y exclusión de grandes mayorías;  y en el plano espiritual con su vacío existencial, su huída de los límites sanos, de los verdaderos valores y tareas de la vida, de la responsabilidad personal y social, con su nihilismo, falta de fe y motivación trascendente que llevó al auge e incremento de la tríada neurótica de nuestro tiempo posmoderno: la violencia-agresión, la depresión-suicidio y las adicciones (drogas, alcohol, dinero, poder, sexo). 

Pero también debemos reconocer que existen antídotos ante tan devastadora situación, que en el plano económico inclusive destacados gurúes financieros como Soros alertan contra las inequidades del capitalismo salvaje y propugnan una reformulación humanizada de su desarrollo. En el plano religioso, destacados contemporáneos como la Madre Teresa con sus obras de servicio a la humanidad y Juan Pablo II con su inteligente aggiornamiento de la Iglesia que camina hacia Dios y su clara defensa de los humildes excluidos dan testimonio  que otro camino es deseable, posible y urgente de transitar. También en el plano psicológico espiritual el mundialmente reconocido Dr.Víctor Frankl, eminente médico, psicólogo y filósofo creador de la Logoterapia (de logos: sentido) que alguna vez visitó Argentina, propugna volver a recuperar la dimensión trascendente del hombre concebido como un ser integrado bio-psico-socio-espiritual, con una libertad responsable y orientado a realizar los valores de creación (obras), vivenciales (amor, belleza) y de actitud (afrontar las situaciones límite de sufrimiento, enfermedad, muerte). 

Inclusive otro argentino notorio, mi ilustre vecino de Santos Lugares el escritor Ernesto Sábato, ha ido moderando en los últimos años su primitivo tono escéptico para acercarse más a una visión trascendente del ser humano, diría gracias a Dios sin ironía, por su valía como ser humano y su  importancia como modelo ético para una juventud muy sana pero a veces desesperanzada, sin ideales y confundida por el consumismo y la caída de los valores tradicionales. 

Creo sinceramente que los hombres sólo pueden dividirse entre buenos y malos; más allá de toda otra distinción el problema del Bien y del Mal sigue siendo el fundamental, por eso es dable suponer que como etapa superadora de la actual posmodernidad con su  economicismo decadente y deshumanizado está lentamente alboreando la ultramodernidad o hipermodernidad, como un nuevo proyecto de vida más espiritualizado y pleno de sentido, basado en la  buena voluntad y rectas relaciones humanas, y en el Bien divino, pletórico de auténticos  valores solidarios por los cuales luchar.                

En lenguaje sencillo esta postura significa que para salvarnos como seres humanos, para no suicidarnos como especie, debemos volver a las fuentes espirituales, al mensaje cristiano de amar al prójimo, volver a revalorizar la insustituíble contención afectiva de la familia más allá de los defectos que pueda tener; volver a sentir con el corazón a los seres queridos, las pequeñas cosas, el mate compartido, el bullicio de los niños, el cariño de los animalitos, el barrio, los vecinos, las plantas del jardín y las arboledas, la calesita y los amigos de la niñez, las calles y el potrero del parque fatigados cuando chicos, nuestros viejos poemas, el club que se lleva en el alma, los amaneceres, las puestas de sol y las noches estrelladas, volver a sentir el milagro de abrir los ojos cada día, volver a sentir que con cada latido participamos de la creación divina, nos abrimos a su amor y descubrimos el sentido a nuestra vida contribuyendo así con la evolución universal.

Tal vez éste, el de luchar por el bien y los humildes, el recuperar los sentimientos y el amor, y las lágrimas con que estoy terminando de escribir este artículo, sea el mejor legado que el Dr. Favaloro nos haya dejado y el mejor homenaje que él desearía y podemos hacerle hoy

 

 

 

MENSAJE A NUESTROS HIJOS

PREVENCIÓN DE ADICCIONES, UN ENFOQUE CON SENTIDO

 

Como adolescente estás enfrentando una edad muy especial plena de cambios físicos y psicológicos. Estás comenzando a crecer, a madurar, a percibir nuevos horizontes ante vos y a definir de a poco tu personalidad, a descubrir tu propia identidad, a ir afianzando tu ser espiritual.

Como ser humano sos una integridad bio-psico-socio-espiritual; ¿qué quiere decir esto?

Que para vivir sanamente y desarrollar todas tus facultades, tu cuerpo, tu mente, tu relación social y tu potencia espiritual deberían madurar en conjunto y armónicamente. Para eso lo primero y más importante a considerar es que tu vida no es el mero resultado de los factores que te pueden influenciar. Siempre va a haber en vos un grado de libertad –mayor o menor según cada caso particular- que te va a permitir enfrentar y superar las dificultades que puedan surgir en tu camino.

Para el cuidado de tu cuerpo serán pertinentes buenos hábitos de higiene, de atención médica, alimentación adecuada y la práctica de algún deporte. Todo esto ha de favorecer que tu mente esté también equilibrada, y más predispuesta a asimilar tus estudios escolares, a ir incorporando un conocimiento que de a poco facilitará tu inserción en la sociedad.

Descubrirás que la sociedad moderna es compleja y problemática, que no es siempre lo justa que debiera ser y aún hay muchas cosas que debieran ser mejoradas: un más racional aprovechamiento de los recursos naturales cuidando la ecología, un mayor desarrollo y prosperidad social, más justa y equitativamente distribuída; que estén garantizadas la salud y educación para todos, la igualdad de oportunidades. Bueno, ese es un desafío para todos y ahí también vos podrás aportar tu granito de arena, simplemente descubriendo tu vocación y siendo lo más auténtico que puedas ser.

Recuerda que una base fundamental para tu crecimiento y maduración va a ser tu familia. Tus padres, aún con sus imperfecciones, con su amor por vos van a ser una guía segura y un apoyo permanente en estos años de tantos cambios físicos y psicológicos importantes.

Con su ayuda y/o la que brinden personas de sanos ideales, vas a comprender que hay valores y tradiciones intemporales, que están más allá de las modas pasajeras y son los que verdaderamente te acercarán a la felicidad; ni autoritarismo ni libertinaje, un equilibrado límite alcanzará.

Verás que siempre es posible encontrar en la vida un sentido por el cuál vivirla, y que aún en medio de todas las dificultades siempre conservás una libertad de decisión y una responsabilidad personal ante la vida.

Le encontrarás un sentido a la vida realizando los valores de creación, o sea mediante tu trabajo, estudio, tus obras y acciones; mediante los valores vivenciales experimentando las maravillas de la naturaleza, y descubriendo en el encuentro con otro ser humano su irrepetibilidad, en una experiencia trascendente que va desde la amistad, el enamoramiento hasta el amor profundo. Así aprenderás que el amor es la meta última y más alta a que puede aspirar el hombre, sea o no religioso, y que el verdadero amor es bondad y solidaridad en acción.

Así, tu despertar sexual también adquiere sentido y podrás integrar no sólo la atracción física sino también las vivencias anímicas y psicológicas de la relación amorosa hasta culminar en el amor profundo, genuinamente humano, del otro ser como persona irrepetible, irremplazable.

El hombre no es sólo un ser que se limita a satisfacer necesidades, pues de ese modo el mundo entero y las otras personas son solo medios para un fin; así no se percibe correctamente al hombre al servicio de una causa porque tiene un sentido o que ama a su pareja porque es digna de amor, y esta errónea visión lleva a la pérdida y olvido de la facultad espiritual del hombre.

También los valores de actitud, la que se asume ante el sufrir, la culpa, lo irreparable, son puntos de decisión que permiten al ser humano agigantarse y ejercer la esencial libertad interior para intentar superar aún así todas sus limitaciones.

Por eso, en estos tiempos de apuro, de consumismo y superficialidad inútil, de promoción de modelos humanos intrascendentes y banales, siempre será importante que te hagas un momento para meditar y reflexionar, para encontrarte interiormente con la voz espiritual de tu conciencia o de Dios si eres creyente y poder mantener tu conexión con los verdaderos valores de la vida: el amor, la fe, la esperanza y solidaridad.  

Es esta sana perspectiva de la vida la que ha de evitar la triste sensación de falta de sentido, de vacío, ociosidad, aburrimiento. Es esta sensación la que lleva a considerar la vida como un absurdo y arrastra a los jóvenes a la depresión y el suicidio, a la violencia y agresión, a las adicciones –drogas, alcohol-.

Si todo carece de sentido y no tiene importancia, si no se reconoce la posibilidad trascendente de desarrollar un proyecto de vida, se cae en el vacío de la existencia y no se utilizan las fuerzas del espíritu latentes: “quien no tiene un porqué para vivir no encuentra alegría en ningún cómo”.

Cuando los jóvenes se sienten frustrados en su necesidad de sentido, decepcionados por la familia y la sociedad y sin salida, recurren a objetos con un sentido aparente, ilusorio, e ignoran y marginan los verdaderos valores y tareas de su vida.

Las adicciones reconocen entonces dos orígenes principales: ya sea para olvidar y escapar de los problemas y dificultades, o para experimentar un mundo ilusorio que llene un vacío de sentido. O resulta insoportable la desgracia y el sufrimiento, o resulta insoportable el hastío y el aburrimiento.

Otras causas como la violencia, la curiosidad, la inducción por otros, la rebeldía, la falta de conocimiento, la marginalidad, la falta de interés de los padres, el estrés escolar, si bien son importantes no afectan el núcleo profundo del problema.

La droga, el alcohol, entorpece el poder del espíritu y las fuerzas de la voluntad, oscurece la conciencia de responsabilidad y disminuye la dimensión de la libertad en el hombre.

Una vida sana, en contacto con la naturaleza, plena de sentido y valores trascendentes es la mejor prevención contra las adicciones.

Vos tenés en tus propias manos esa posibilidad de ir encontrando un sentido a tu vida fortaleciendo día a día tu voluntad.

El espíritu no enferma ni muere, tu vida tiene un inmenso valor y son muchos los aportes que podés realizar. Descubriendo el sentido a través de los verdaderos y profundos valores -no los pregonados por una sociedad mercantilista- podrás desarrollar tu proyecto de vida, influenciar positivamente a tu familia y a la sociedad y expresarte propiamente en tus obras, en el diálogo y la reflexión.

Te sentirás amado y podrás amar reconociendo el encuentro con el otro, expresando necesidades cualitativas, relacionándote con un sujeto no con un objeto.

No necesitarás entonces recurrir al alcohol y la droga para llenar ningún vacío existencial pues serás libremente responsable de tu propio ser y vivirás una vida plena de sentido.      

 

 

 

                                                                                                                         LA ADOLESCENCIA EN LA POSMODERNIDAD

CRISIS Y OPORTUNIDADES

Si aconsejamos a padres de adolescentes en esta época tan conflictiva, seguramente debemos tener en cuenta un cúmulo de factores que trataré de desarrollar brevemente en este ensayo.

Es menester comenzar por situarnos temporalmente: nos hallamos en la tan remanida posmodernidad, aunque a lo lejos ya alborea la ultramodernidad o hipermodernidad. En la cultura occidental que básicamente se caracteriza por la coexistencia del capitalismo, la industrialización y la democracia, la posmodernidad sustenta en el fondo la muerte de las ideologías –sobre todo las progresistas, las utopías- apelando a un pragmatismo sin precedentes que cabalga sobre la impotencia explicativa de la razón, la orfandad de valores espirituales, la actividad política vaciada de concepciones idealistas y alejada de las reales necesidades de la gente, destacando más la imagen que la plataforma de propuestas; las falencias de la justicia que persigue nimiedades inventadas de inocentes desvalidos mientras hace la vista gorda ante los corruptos culpables pero poderosos, todo apuntando a instalar un nuevo paradigma: el consumo hedonista, el puro placer mercantilista para unos pocos, mientras que para la gran mayoría restante solo queda la exclusión y marginación que van de la mano de la desocupación, los ínfimos salarios, la desprotección social, sanitaria, de educación y seguridad.

Asistimos entonces a una gran crisis de credibilidad de todo el sistema, que también abarca en su mayor parte a la adolescencia, un grupo social intrínsecamente idealista. Y este escepticismo deriva en una ética sin valores, donde “todo vale”,  todo está permitido, nada es bueno ni malo, nada es absoluto, todo es relativo y depende del criterio de cada uno. Hay un libertinaje moral, rige el dejar hacer, dejar pasar (como dice el tango: dale que va, si allá en el horno nos vamo a encontrar...).

Hay una sobresaturación de información, la mediocridad y superficialidad son totales. Cualquier modelo pechugona siliconeada o futbolista pelilargo con arito opinan sesudamente sobre cualquier cosa, azuzados por los medios de comunicación que fomentan el pasatismo y la banalidad con tal de vender más y con su morbosidad transforman a los noticieros en verdaderas galerías del horror.  Nos atiborran con entretenimientos y timbas de toda laya, culebrones soporíferos y series y  películas de tremebunda violencia.

Se propugna el consumismo a ultranza.  Al lado de las villas miseria, favelas y bolsones de pobreza coexisten las autopistas, los countries residenciales, los megashoppings, las fábricas con su polución y la destrucción ecológica. Sí, es la Biblia junto al calefón...

Todo se vacía de sentido, ya no es posible confiar en una verdad única y segura. Se nos quiere vender el modelo-éxito del “self made man” o yuppie americano, el “pasota” español, el “chanta” argentino.

Es el “hombre light”, diet, descafeinado, sin profundidad, sumido en una libertad irresponsable, propenso a la corrupción. Todo es posible porque todo está permitido.

Una obsesión

Esto ha creado una obsesión enfermiza: huir de los límites sanos, de los verdaderos valores y tareas de la vida, de la responsabilidad personal y social. Pero no fue gratuitamente, sino a costa de una gran angustia, desesperación y abrumadora sensación de vacío que llevó al auge e incremento de la tríada neurótica de nuestro tiempo posmoderno: la violencia-agresión, la depresión-suicidio, y  las adicciones (drogas, alcohol, sexo promiscuo, dinero fácil, juegos de azar, videojuegos, etc).

El hombre está encerrado en si mismo, cada uno conectado en su casa al gran chupete televisivo o la computadora; cada uno inventando sus propios códigos de conducta y valores, sin asumir responsabilidad personal en la construcción del bien común.

Se nos propone una adolescentización banal de la sociedad. Estamos sometidos a un permanente bombardeo de pautas y consignas inspiradas para colmo en aquellos aspectos parciales de la adolescencia más conflictivos y negativos: la irresponsabilidad, la fugacidad y superficialidad del compromiso, la indiscriminación, el consumismo irrefrenable y compulsivo.

La juventud es propuesta como único paradigma a imitar, se evade asumir la responsabilidad de la adultez, todo está sustentado en el aquí y ahora adolescente. Sólo importa el presente, no hay proyecto (del latín “pro-yectum”, lanzado hacia) de futuro, todo es efímero, importa más la cáscara, lo externo, la apariencia, que el contenido.

Esta irracionalidad posmoderna  tipo mercachifle también se refleja  en las normas personales que arbitrariamente cada uno establece: hay una ética pragmática que presenta al hombre cerrado en si mismo, dictándose sus propios valores.

Cualquier mención de algún absoluto externo y distinto es ignorado y vivido como una represión de su libertad.  Lo sociocultural es entendido como un enjambre de costumbres y valores que impiden en cierto modo cualquier juicio de valor específico. La religiosidad, cuando se la tiene, es  sustentada artificial y ritualmente, olvidando que una fe sin obras es una fe muerta. Los fanatismos y fundamentalismos dividen a los seres humanos y en nombre de Dios se cometen las peores atrocidades, desde las masacres étnicas, las guerras de conquista por las riquezas del suelo hasta los más sangrientos atentados terroristas.

Dimensión espiritual

La psicología apela a un criterio mecanicista y determinista de un efectismo fácil: un misterioso e inasible inconsciente hace que seamos títeres de los instintos sin que medie responsabilidad alguna de nuestra parte. Cualquier contratiempo basta para apoltronarse cómodamente en el diván, dejar que el tiempo pase  removiendo lejanos traumas y justificar así nuestra inacción mediante abtrusas interpretaciones psicoanalíticas que, en su positivismo y reduccionismo materialista, dejan de lado lo más importante: la dimensión espiritual del hombre.

Ante este panorama global es válido preguntarse:  ¿es entonces éste “el fin de la historia”, como dice Fukuyama?.  Si así fuera, como Humanidad estaríamos perdidos.

Por suerte todavía somos muchos seres humanos los que hacemos funcionar algunas neuronas aún no atrofiadas por este gigantesco cambalache y tratamos de mantener encendida una llama de  esperanza que ilumine y guíe al ser humano en su camino; también son muy numerosas las organizaciones no gubernamentales que desarrollan actividades cooperativas y solidarias cumpliendo con esta vital función de ayudar al prójimo, esclareciendo y mitigando así los dolores de su alma.

Siempre me pareció muy atinado destacar esta actitud con un bello ejemplo de raigambre platónica: en la mítica y antiquísima caverna de la Humanidad todo su interior es sombras y negrura. Si quiero desalojar la oscuridad, por más que la ataque con bombas, disparos de ametralladoras, obuses y morteros, no conseguiré nada.

Pero bastará que ingrese y encienda un pequeño fósforo para que la oscuridad de miles de años se disipe y desaparezca. La luz del espíritu vence así a las tinieblas de la sinrazón y la ignorancia. Ese es el camino: educar, iluminar las mentes y los corazones.

Ante esta anormalidad posmoderna con su adolescentización social, para evitar confusiones es legítimo por otra parte recordar que, si bien la adolescencia está caracterizada por desarrollos, sentimientos y conductas a menudo atípicas y anormales, éstas son sin embargo propias de la edad y superadas paulatinamente a través del crecimiento y la maduración.

La adolescencia, que principia con la etapa de la pubertad cerca de los 10 años, es ese puente oscilante que se extiende entre las orillas de la niñez y la adultez.

En la pubertad empiezan los cambios físicos más acelerada y perceptiblemente, el desarrollo de la capacidad sexual, las manifestaciones sexuales secundarias (vello, cambio de voz) y un patrón personal de organización psicológica.

En la adolescencia temprana, ya cerca de los 14 años, comienza una búsqueda del equilibrio emocional para superar esa inestabilidad tan característica (“amores de estudiante,  flores de un día son”) y encarar una lenta definición de la propia identidad.

Comienza la elaboración de una escala personal de valores, aunque muy influenciada por el contexto grupal (hay una apertura mayor al mundo, a otros intereses sociales) por lo cual es de suma importancia para los padres acompañar a los hijos en la elección y conocimiento de su núcleo de amistades (por ejemplo, no son lo mismo los “skinheads-cabezas rapadas” que los jóvenes ecologistas).

El desequilibrio emocional combina factores hormonales y psicológicos, pues el adolescente vive tres duelos o pérdidas fundamentales: su cuerpo infantil,  su rol e identidad infantil y sus padres de la infancia. Todo cambia y empieza a verse desde una nueva perspectiva.

Esta gran alteración trae como consecuencia esa inestabilidad anímica, manejos psicopáticos, perturbaciones del pensamiento, personalidad esponjosa, identidades ocasionales, ansiedad y depresión.

Y  aquí es bueno reflexionar y rescatar entonces los aspectos positivos de la adolescencia. Si bien ésta es una crisis vital, recordemos que la sabiduría china representa la palabra crisis con un ideograma compuesto: una parte representa peligro, y la otra oportunidad.

Si bien esa edad enfrenta peligros y padecimientos, por otro lado es pletórica en oportunidades de descubrirse a si mismo, de forjar una sana identidad, de acrisolar los más elevados ideales, de cultivar los más nobles sentimientos, de descubrir el amor no sólo físico sino también profundamente espiritual, y comenzar a dar los primeros pasos en la verdadera vocación que se ejercerá plenamente en la adultez.

Familia

Para posibilitar todos esos logros será fundamental la familia. Los padres son los encargados, con responsabilidad indelegable, de ayudar a su hijo en su despliegue existencial.  Lo corporal se transmite mediante la herencia, y lo psicológico se encausa mediante la educación. Pero lo espiritual se manifiesta sólo en la realización de la existencia. La familia brinda reparo a la persona infantil que no puede existir por sí sola.

Los niños y adolescentes deben ser reconocidos como seres humanos diferentes; deben ser respetados sus derechos en su propia vida. Por ende, los  padres funcionan para ellos como modelos a seguir, mostrando con sus acciones los valores en que creen, pues lo que el hijo cree es lo que el padre hace, no tanto lo que dice.

La familia es la comunidad natural en la que el hijo se hace cada vez más libre, nace y es en ella educado hacia su libertad autodeterminada. Este despliegue de la libertad del adolescente presupone un paulatino desarrollo de la independencia y responsabilidad de su conciencia, que posibilita sus elecciones personales.

Debe ser acompañado por los padres (aunque les sea trabajoso) sin elegir por ellos, pero tampoco cayendo en el facilismo de desentenderse del tema.

Un justo y equilibrado término medio entre libertad e imposición es la más difícil tarea de los padres y la actitud más deseable: ni desatención que produzca el libertinaje o el escapismo, ni un autoritarismo que genere conformidad, indecisión, cobardía, traumas o rebeldía.

Límites claros y comprensivos  que cuidan y acompañan, son imprescindibles para el adolescente; y aunque él a veces no lo exprese verbalmente, los agradece y necesita íntimamente, pues son índice del valor e importancia que él tiene para sus padres. Son como las guías que posibilitan al retoño crecer rectamente hasta ser un árbol adulto.

Autoritarismo

El autoritarismo propicia el conformismo y la no creatividad. Ante su impotencia, el hijo puede tratar de huir o darse por vencido. Puede escaparse a través del abandono, soñar despierto, ver excesiva televisión,  adicciones, o retirarse cobarde e indeciso de la lucha por la vida, sintiéndose completamente dependiente e incompetente.

Por eso, la mejor conducta de los padres  ha de ser compartir con los hijos sus ideas, conocimientos y experiencia,  predicar más que imponer, sugerir más que exigir.

Al sentirse aceptado, el hijo se siente amado, lo cual estimula enormemente su crecimiento bio-psico-socio-espiritual. Para  hacerle sentir su aceptación deben emplearse las fórmulas de comunicación más adecuadas, más constructivas, más sanas, respetando su autoestima, siendo sensibles para captar sus propios valores, diciéndole  cotidianamente con gestos y palabras cuanto lo amamos.

El habla y la actitud amorosa curan y fomentan cambios positivos y permiten que pueda ir expresando  sus propios valores, refuerzan su autoestima y previenen sentimientos de poco valor  que podrían generar en un futuro conductas transgresoras o delictivas.

Debe inculcarse al hijo el no entregarse a la apatía ni al ocio, y que aún en medio de contrariedades la mejor actitud siempre va a ser la entrega de si y el servicio a una causa, a una misión. Esto es lo que dará sentido a su vida y lo hará sano mentalmente  al permitirle escuchar la voz de su conciencia, ”la  voz de la trascendencia”.

Por supuesto, vemos que todas estas sugerencias implican que los padres dediquen tiempo a sus hijos y esto a veces no es tan fácil. El tiempo es oro, pero pasa y no vuelve más. Las palabras no dichas, las caricias no dadas en el momento preciso, van a ser muy difíciles de realizar en otro momento, de plasmar esa situación en el futuro.

Debemos recrear la poesía, el asombro cotidiano  ante el milagro de ver y sentir crecer a nuestros hijos a nuestro lado. Todo a su tiempo, en su medida y armoniosamente.

El estar inmersos en la lucha cotidiana por subsistir, o luchar para pagar la hipoteca o comprar el segundo coche  (a distintos niveles económicos), pueden llegar a ser obstáculos que deben ser superados aún a costa de sacrificios.  No hay tarea más ardua, comprometida y trascendente para un ser humano, que desempeñar el rol de padres y llevar adelante una familia. Esto fue y seguirá siendo un pilar de la evolución humana,  así de cierto es que la familia es la célula básica de nuestra sociedad.

Resurgimiento

Por más adelantos tecnológicos que sigan produciéndose, nada podrá nunca reemplazar en importancia al ser humano. Está próxima la superación de la posmodernidad como propuesta  incoherente  e insuficiente que se agota  en sí misma.

Se avizora  un resurgimiento espiritual; cuatro áreas del saber humano ocuparán un lugar preponderante y fundamental en este nuevo siglo que hemos comenzado a vivir: la psicología humanista y trascendente; la educación; la filosofía y la religión.

La adolescentización posmoderna será reemplazada por una visión psicológica más adulta e integrada del ser humano, a quien definitivamente se le reconocerá un destino espiritual: el supremo bien. De la adolescencia se rescatarán y profundizarán sus aspectos más positivos: su intrepidez, su creatividad, su solidaridad, su idealismo desinteresado.

En este campo psicológico, los postulados de la Logoterapia de Víctor Frankl  constituirán un importantísimo aporte, al concebir al hombre como un ser integrado bio-psico-socio-espiritual, con una libertad responsable y orientado a la trascendencia, realizando los valores de creación (obras), vivenciales (amor, belleza) y de actitud (conducta ante el sufrir, la enfermedad, la muerte), siempre en la búsqueda del sentido de la vida.

La educación estará entonces dirigida  a formar la conciencia de responsabilidad, a fomentar el surgimiento de la intuición en la conciencia individual como instrumento que permita descubrir la jerarquía de valores trascendentes, mediante los cuales puedan tomar las decisiones existenciales más adecuadas.

Así, aunque los valores tradicionales hayan caído, esta madurez de conciencia permite igual al hombre descubrir los sentidos únicos de la existencia y cumplir su misión en el mundo. Será una educación para el espíritu, no meramente informativa.

La eterna pregunta filosófica “¿quién soy?”, tendrá respuesta y nuevos y vastos campos de conocimiento se abrirán ante el pensador.

Los estudios sobre filosofía oriental y religiones comparadas permiten vislumbrar un creciente acercamiento entre Oriente y Occidente, dado que más allá de las diferentes concepciones culturales se abre paso la idea de una sola humanidad, unida por un destino común: realizar su esencia espiritual; de lo cual vimos un indicio en el Segundo Parlamento Mundial de las Religiones celebrado en 1993 en Chicago, EEUU con la presencia de todos los más importantes credos mundiales, donde se aprobó una ejemplar Declaración de Ética Mundial, conceptos que luego se reforzaron en el Forum Mundial de Barcelona 2004.

Se sabrá fehacientemente que el nihilismo ateo, la nada, a nada conduce. La religión (del latín “re-ligare”, re-unir) será menos pomposa, dogmática y ritualista; se mostrará más práctica realizando los mandamientos del humilde carpintero de Galilea (“por sus obras los conoceréis”) y constituirá realmente un puente de unión entre la criatura humana y su creador.

Será reconocida científicamente la existencia del alma y de Dios en sus aspectos inmanente en el ser humano y trascendente en el universo; decrecerán las diferencias religiosas externas y se incrementará en cada ser humano la vivencia interna de los atributos divinos de luz, amor y sabiduría, junto con la íntima convicción de estar transitando, acompañados por el prójimo, un camino de evolución espiritual.

Los valores cristianos (esencialmente buenos) irán prevaleciendo mundialmente; la solidaridad y la fe con obras se harán carne en cada uno de los seres humanos y superarán  las debilidades y flaquezas que puedan existir en las instituciones y sus estructuras.

Todo esto traerá profundos cambios en la conducta del hombre. Su vida  se reorientará y resignificará espiritualmente, dejando atrás su egoísmo y sus afanes individualistas. Sus miras serán cada vez más elevadas, y esto se reflejará en la comunidad organizada con una efectiva justicia social que mediante una equitativa distribución de las riquezas asegure una vida digna para todos, surgirán metas altruistas y solidarias, rectas conductas humanas y buena voluntad a nivel planetario.

Por lo tanto, es menester asumir como padres, las sacrificadas pero también gratificantes responsabilidades a que esta visión esperanzada nos convoca. 

 

 

 

                                                                                Carmen de Patagones: ¿violencia escolar o social?

Un excelente trabajo denominado Desde el ojo de la tormenta, ha sido elaborado por alumnos de nivel medio y universitario, profesores y personas en general de la comunidad de Viedma-Carmen de Patagones, afectada por un terrible hecho de violencia escolar en el cual un alumno disparó un arma de fuego en la escuela dando muerte a varios compañeros. 

En dicho escrito, que puede ser leído en el sitio web Faro de la Utopía, http://farodelautopia.webcindario.com , describen con meridiana claridad una situación de violencia social generadora por ende de episodios de violencia escolar.

Coincidimos claramente en la postulación esencial de que la violencia escolar no es en principio generada por la misma institución educativa ni por los alumnos (salvo algún caso aislado), sólo es una réplica bizarra o mala copia de la violencia ejercida sobre los actores sociales (entre ellos los escolares) por una estructura social injusta que solo busca grandes ganancias económicas para unos pocos, y que se expresa en el desinterés por la educación y por la seguridad, en la falta de empleo con su consecuente miseria, empobrecimiento y subalimentación, en la falta de cobertura de salud, en la exclusión social y psicológica de una gran mayoría, en la corrupción endémica, en su falta de respeto por los derechos y valores humanos, por el medio ambiente y la ecología, etc; constituyendo en su conjunto esta lacra que hoy día es denominada a nivel mundial como la  globalización del capitalismo salvaje

Esta violencia circulante e instaurada casi institucionalmente en la sociedad, es la causa última y originaria de cualquier otro brote de violencia que luego pueda aparecer en alguno de los integrantes de la comunidad –sea individual o institucionalmente-.

En varios artículos, en especial en “La adolescencia en la posmodernidad: crisis y oportunidades”, y en “Revalorizar la Ética: el imperativo actual” (que también pueden ser leídos en el sitio web Faro de la Utopía), analizo este fenómeno con profundidad, y en los mismos se hacen aportes para su mejor comprensión, que muy brevemente reproduzco en lo esencial a continuación para un correcto enfoque del tema.

Básicamente, el punto nodal de esta inédita crisis es la gran pérdida de los auténticos valores (el amor y solidaridad para con el prójimo, la cooperación mutua, la comprensión de la común condición humana), que son los que orientan y guían la conducta humana, y promueven la plena realización del ser humano como tal, concebido como una integridad bio-psico-socio-espiritual).  Esta pérdida de valores es lo que ha exacerbado la posmodernidad, y produjo una grave dificultad para el correcto funcionamiento de las estructuras sociales, comenzando en orden de importancia por la  política, cuyo accionar impacta muy directamente sobre la vida y destinos de los millones de personas que conforman la estructura comunitaria.  Esto lo hemos padecido sobre todo en esta última década neoliberal, con su secuela de violencia, hambre, miseria, desempleo, destrucción de la trama comunitaria y exclusión social  Estas malas políticas, fundadas en premisas egoístas, en valores individualistas o directamente corruptos propagados por una etica light y superficial (el famoso “no te metás”, “todo vale”, “hacé la tuya” promovido por el capitalismo salvaje),  con su accionar impactan muy negativamente sobre toda la trama social, produciendo una cruel desintegración de la misma.  Esto comienza por la disgregación familiar ante la imposibilidad de sostener una estructura mínima de reparo básico como sería poder acceder a una vivienda digna, un empleo que permitiera obtener primariamente una adecuada alimentación y en forma secundaria el acceso a la educación a los niños, que no se verían obligados a salir a trabajar en su infancia por lo cual desertan de la escuela.  La deserción escolar lamentablemente se ha agravado últimamente: acabamos de conocer que ha crecido la deserción escolar primaria y del secundario polimodal en forma grave y preocupante sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, donde en el último año más de 100.000 adolescentes han abandonado sus estudios del secundario polimodal, y otros 74.000 niños de 6 a 15 años han desertado de la EGB – Educación General Básica.  Esta situación no es totalmente determinante, pero sí predispone y es el caldo de cultivo para que luego estos jóvenes ociosos y desocupados (influenciados por la crisis familiar, y ante el mal ejemplo, por desinterés o corrupción, que observan a nivel de la dirigencia social)  se inicien en conductas delictivas y el ejercicio de la violencia o caigan en las garras de las adicciones (drogas, alcohol, ciberjuegos violentos), en la depresión-suicidio y en la falta del sentido de sus vidas, abonado esto más todavía mediante la búsqueda de valores sucedáneos superficiales y artificiales (por ejemplo los heavy-metal, los skin-heads) que reemplacen o llenen el vacío que los auténticos valores no han ocupado debido a las causas que mencionamos: falta de adecuada promoción de los mismos por la dirigencia social (esto incluye a la clase política, dirigentes sociales laicos o religiosos, medios de comunicación, profesores, todos nosotros en general), la educación faltante, etc.

Vemos entonces que es un tema complejo y multicausal, pero que tiene su nudo central en la gran crisis de valores actual.  Pero también por suerte este análisis permite visualizar su posibilidad de resolución en implementar lo antes posible por parte de todos los actores sociales una firme reimplantación de los valores humanos más esenciales ya mencionados. 

Esta re-valorización de la ética o moral social, es posible efectuarla a todo nivel mediante la prédica, ya sea oral o por el ejemplo de una vida dedicada.  Nunca de más adecuada aplicación aquí que el consabido precepto bíblico “por sus obras los conoceréis”, o a nivel político las conocidas “hechos, no palabras”, o “la realidad es la única verdad”.

En el tan importante nivel político, es necesario que cada ciudadano afronte una doble tarea: por un lado reasuma su compromiso social dejando de mirar para el costado u ocultando la cabeza como el avestruz, y participe instrumentando la aplicación de valores en todo su accionar comunitario, y por el otro asuma su responsabilidad individual de luchar por la evocación, construcción, promoción y propagación de valores humanos solidarios que hagan la vida digna de ser vivida y brinden un significado a la existencia.  En ambos supuestos, sin abandonarse a la engañosa formulación y la actitud cómoda que sería dejar la deliberación y gobierno solo en manos de sus representantes, ya que estos han probado asiduamente que no los representan y en general han obrado en forma contraria a lo deseado por los ciudadanos, solo buscando satisfacer intereses espurios, egoístas y corporativos; recién en estos últimos dos años pareciera que esta situación hubiera comenzado a cambiar un poco, tanto por una mejor calidad de gestión política como por una mayor participación popular en la misma.  

Asumir este nuevo rol participativo y de mayor control de los actos de gobierno, marca sin duda un punto de inflexión y progreso en el desempeño ciudadano, y denota un mayor grado de madurez y compromiso ante la vida, ya que se asume más plenamente la responsabilidad por el propio destino y el crecimiento humano de la sociedad en la que se haya inserto, colaborando así cada uno desde su puesto de lucha y con la capacidad individual de que dispusiere para construír esa comunidad organizada en la cual cada persona aporta individualmente lo mejor de sí para el logro del bien común, para la realización y felicidad de todos.

 

 

 

 

Carta Urgente desde los Santos Lugares

(Reflexiones acerca de la Ética)

 

Hay miles de historias en la ciudad desnuda, y miles de maneras de comprender la Ética: ésta es una de ellas.

En principio debemos considerar  que no es posible entender la ética aisladamente. En el presente ensayo reflexivo, se postula con modestia (no desde una soberbia torre de marfil) un modelo pensado con el fin pedagógico de mejor abordar y esclarecer esta compleja problemática filosófica que lleva siglos de estudio (indicativo de su difícil comprensión).

Este modelo postula cinco conceptos fundamentales que a manera de pentágono conforman la estrella de cinco puntas como mítico símbolo de la Conciencia, del Ser con posibilidad de trascender, que existe, que es, que elige en libertad y con responsabilidad un rumbo ético (entre el bien y el mal) moralmente iluminado por un horizonte de valores trascendentes.

                           VALORES

ETICA                                MORAL

                  CONCIENCIA

 

LIBERTAD                     RESPONSABILIDAD

Tomando estos cinco conceptos cual estrella cuyos rayos confluyen interiormente en un núcleo denominado conciencia al cual influyen y por el cuál son influenciados, podemos describir brevemente algunas de sus características.

La Libertad y la Responsabilidad son características básicas del ser hombre, aunque sin libertad no hay responsabilidad, la responsabilidad agrega algo nuevo a la libertad, pues uno puede ser libre sin ser responsable.

Esta libertad es siempre situada en un aquí y un ahora, y mi responsabilidad (compromiso íntimo asumido) determinará el uso correcto o incorrecto que yo haga de ella, todo acorde al grado de Conciencia (núcleo de este modelo estelar) que haya desarrollado por el crecimiento, maduración y evolución.

Este desarrollo de conciencia siempre se da inmerso en la interacción permanente (al modo de la tesis-antítesis-síntesis hegeliana) de estos cinco conceptos entre sí y con el núcleo central de conciencia descripto (el que a su vez es susceptible de abarcar también estados inconscientes).

La Etica abarca globalmente a lo personal, la máscara, la conducta, la acción, lo externalizado, el espacio, lo situado, y refiere a lo relativo.

La Moral remite en forma global a lo histórico-social, los usos y costumbres, lo heredado, lo internalizado, lo mítico, el tiempo, lo vivenciado, y también refiere a lo relativo.

Los Valores, que no por casualidad están situados en el vértice superior del modelo, definen lo trascendente, lo que está más allá, la evolución espiritual superior, lo apelativo a mi realización personal y social, y refieren a lo absoluto, lo eterno.

El ser humano, como integridad bio-psico-socio-espiritual, obra éticamente al elegir en libertad y con responsabilidad, moralmente iluminado por un horizonte de valores trascendentes. Esta imbricación entre la ética, la moral, la libertad, la responsabilidad y los valores, nos da la idea de la íntima relación y necesaria interconexión existente entre dichos elementos, y sirve para entender la crisis ética que vivimos actualmente.

Aquí es oportuno recordar que esta posibilidad que tiene el ser humano de libre elección personal (influenciada por lo social), tiene lugar en el marco de un contexto histórico (temporal, por ende relativo), que en nuestra época actual se conoce como posmodernidad.

Algunas de las características básicas de la posmodernidad son: globalización del capitalismo salvaje con su injusta distribución de los recursos económicos (caída del imperio comunista, concentración de la riqueza en poder de pocos a costa del empobrecimiento de las mayorías); grandes avances científico-tecnológicos (biogenética, Internet); crecimiento de las sociedades occidentales consumistas y  pluralistas (diversas etnias y morales); abroquelamiento en oriente de estructuras sociales generadas en  fundamentalismos  religiosos; debacle en occidente de los valores morales tradicionales, lo que provoca la vigencia de una ética superficial, light, no comprometida, donde “vale todo”.

La ética (éthos) se refiere principalmente al aspecto fáctico de la moral, a la acción, a la conducta del hombre, su modo de obrar, al cómo viven y expresan su moralidad los seres humanos en la actualidad.

Para expresarlo  claramente, la ética es la moral encarnada en la persona, es la moral vivida, real; es la forma en que se manifiesta la conciencia moral.

La moral (mores) se refiere a los usos y costumbres corporizados en una normativa; implica entonces lo establecido, lo escrito, lo codificado, por así decir. Cada individuo y cada pueblo tiene su moral diferente. Una moral (cristiana, budista, musulmana, atea) es un código moral, una normativa que expone reglas a las cuales ajustar la conducta, la expresión ética.

La moral, si bien refiere a los usos y costumbres, tiene su sustento fundamental en los valores.

Si bien existen valores relativos (subjetivos, individuales) acordes para cada sujeto según el marco de su propia escala valorativa, también existen valores absolutos comunes a todos los hombres y por ellos buscados y aceptados: los valores absolutos, ideales o trascendentales, que son los que persiguen la perfección ontológica de todo ser humano y encierran la intencionalidad axiológica del mismo (ej: unidad de la humanidad, amor, verdad, bondad, belleza). 

Filosóficamente existen básicamente dos tipos de teorías sobre los valores: las teorías relativistas y las teorías absolutistas. Para las teorías relativistas mi deseo de algo hace que ese algo tenga un valor para mi.

Para las teorías absolutistas el valor es una cualidad intrínseca del Ser, que es valioso por si  mismo,  y cuyo valor me atrae, apela a mí para realizarlo.

Por otra parte, la biología, psicología y sociología han efectuado un cuestionamiento reduccionista sobre los sentidos y valores, arguyendo en forma simplista que no son  mas que fabricaciones que se pueden tipificar como sublimaciones, mecanismos de defensa, patrones de conducta heredados o formas de pensamiento de la clase social que se introyectan por la fuerza de la ideología dominante en el momento histórico.

Si bien no se pueden negar las influencias medioambientales, también puede establecerse claramente la esencial capacidad de autodeterminación del ser humano ante tales condicionamientos, que no son determinismos absolutos.

Esta autodeterminación se opera por la intrínseca libertad del ser humano que toma actitud ante las situaciones específicas.

El problema de fondo es operar con frecuencia una objetivación de lo que hay de subjetivo en el ser humano y una subjetivacion de lo que es objetivo en el mundo.

Por eso si al ser humano lo objetivamos en lo que tiene de subjetivo -su espiritualidad, libertad y responsabilidad- obtendremos nada mas que una cosificacion del mismo, que le des-personaliza, le niega y quita su radical capacidad de autodeterminación en el mundo.

Así, el ser humano pierde su calidad de sujeto que se-decide-ante y pasa a ser un objeto-que-es-impulsado-y-movido-por sus pulsiones. Incluso la voluntad que busca un sentido es negada.

Pero se debe tener presente que hay situaciones que tienen un denominador común y en consecuencia hay sentidos que son compartidos por los seres humanos en las sociedades a través de la historia.

Estos sentidos, en lugar de estar referidos a una situación vital única, se refieren a la condición humana. Estos sentidos se comprenden entonces como Valores. Así pues los Valores pueden ser definidos como aquellos significados o sentidos universales que una sociedad o la humanidad entera encarna porque ellos se cristalizaron en situaciones especificas o típicas de la historia (V.Frankl, G.Pareja).

La conciencia de tener una jerarquía natural de valores no me dispensa de la necesidad de tomar decisiones. Mi postura ante los valores es libre y me siento atraído por ellos para encarnarlos en el mundo, en el presente histórico.

Los valores me atraen, las pulsiones me impulsan. Y la atracción de los valores va mas allá  de ser atracción pues ante ella me decido.

La moral, la ética tradicional y las convenciones sociales guardan estrecha relación con los valores, en cuanto los canalizan en la practica social.

Sin embargo, toda esa estructura ha de someterse a la prueba de la conciencia del ser humano, que siempre tendrá  la ultima palabra (G.Pareja).

Según Viktor Frankl (eminente neurólogo, psicólogo y filosofo, creador de la tercera escuela vienesa de psicología: la Logoterapia), el hombre es libre para dar una respuesta personal ante los condicionamientos, es responsable para responder ante cada circunstancia, y mediante la autotrascendencia (que es su condición fundamental) redimensiona permanentemente su realidad básicamente mediante la realización de valores, que pueden ser de tres tipos:

a)  Creativos, o lo que un ser humano le da al mundo en forma de trabajo, obra, creación, transformación; b) Vivenciales o de Experiencia, lo que un ser humano recibe gratuitamente del mundo en forma de vivencia estética, contemplación de la naturaleza, y el encuentro humano amoroso; c) de Actitud, la que se asume ante las situaciones límite (las tipificadas por su irreparabilidad, irreversibilidad y fatalidad), el sufrimiento, la culpa, la muerte.

La ética moderna secular, al centrarse en la racionalidad y dejar de lado el primordial enfoque sobre los valores (mores), abandona en verdad el campo de la moral y se transforma en in-moral.

Esto ha tenido una acabada demostración en la actual posmodernidad, donde asistimos a una caída y retroceso de los valores tradicionales, al auge de una ética light, superficial y consumista caracterizada por el “todo vale”, donde ya no hay normas, reglas ni parámetros morales validos.

En una palabra, al no aportar la ética moderna secular ninguna solución, forma parte del problema.

Es que la racionalidad por si sola no puede dar cuenta de que conductas son buenas o malas, solo tenderá  a justificar ilusoriamente lo que es correcto o incorrecto, considerándolo como una guía para la acción práctica y otros subterfugios, queriendo así auto-engañarse y evitar tomar posición sobre los valores absolutos (como el Bien Supremo de Platon) que son los que en realidad manifestarán con su presencia o ausencia en la situación si una conducta es correcta o no.

La ética moderna secular adscribe a la teoría relativista de los valores, en tanto considera que es valioso aquello que yo deseo, al contrario de la ética espiritual-religiosa que postula que existen valores absolutos, trascendentales, valiosos por si mismos, que apelan a mi y despiertan mi atracción para que yo intente realizarlos.

Por considerar al deseo como definidor de lo valioso y los valores, la ética moderna secular sostiene posiciones afines al psicoanálisis freudiano-lacaniano ateo, cuya pobre conceptualizacion antropológica del ser humano como movido básicamente por sus instintos, es determinista y reduccionista: el ser humano es poco mas que un títere llevado de aquí para allá  por sus impulsos, desde un inasible inconsciente.

Como orientación básica apunta a la búsqueda del placer y el equilibrio; la orientación hacia el sentido y el valor está  fuera de su horizonte de referencia, no capta la intencionalidad de la dimensión existencial-espiritual.

Para el psicoanálisis el ser humano esta  confrontado con el peso de sus pulsiones, con su inconsciente y no con los valores; considera que la dimensión humana es básicamente una dinámica psíquica impulsiva y desconoce una dinámica de la dimensión existencial-espiritual.

Contrasta esto con las conceptualizaciones de otras corrientes psicológicas como por ejemplo la logoterapia de Viktor Frankl, el análisis existencial de Ludwig Biswanger, la psicología comprensiva de Dilthey y Karl Jaspers, para las cuales el ser humano es una integridad bio-psico-socio-espiritual, abierto a la trascendencia, en relación con el mundo triple del ambiente, de los otros y de si mismo.

Estas corrientes tienen una orientación básica hacia el sentido y la búsqueda de valores originarios y descubren en todo lo espiritual su dimensión de intencionalidad; no sólo ven la impulsividad sino sobre todo el sentido.

Descubren que delante del querer hay una urgencia, un deber que la persona descubre en su vida, en su conciencia, en el momento histórico social concreto.

Conciben el ser humano como confrontado fundamentalmente ante los valores y atraído por ellos mas no impulsado.

La realización de los valores supone la actitud libre y responsable del ser humano, y esta actitud esta lejos de la pura impulsividad, ha de verse dentro del contexto de una dinámica de lo existencial-espiritual donde la impulsividad tiene un papel que puede llamarse de energía alimentadora (G.Pareja).

Vemos entonces que la ética moderna secular responde a una paupérrima concepción atea del ser humano, a una antropología materialista, a una filosofía nihilista de la cual Sartre es un acabado representante.

El pesimismo y desesperanza de Sartre con su Ser para la Nada, con su conceptualizacion cosificante del ser humano (explicitada por ejemplo en que la mirada del otro me cosifica y es diabólica, en lugar de pensar que también puede haber una mirada amorosa, comprensiva y compasiva), rebaja a este a la in-trascendencia, a la desesperanza, a la falta de sentido de su vida, al negro pesimismo existencial, a la ausencia de verdaderos valores por los cuales vivir y compartir solidariamente el humano destino; remite, simbólica y prácticamente en fin, al mal, las huestes lucifericas, los  ángeles caídos, a la gran herejía de la separatividad.

El otro no deja de ser una cosa, un otro apto para ser utilizado en la satisfacción de mis propias necesidades.

En cambio, para otros filósofos existencialistas teistas el otro llega a transformarse en un mediante una relación responsable, igualitaria y reciproca basada en el valor absoluto del amor, que permite asimismo abrirse al TU mayor (Martin Buber).

También la ética racionalista de Kant denota un déficit notorio para dar respuestas validas a la grave problemática moral contemporánea. Esto queda patentizado en la siguiente anécdota. Cuenta Kant que una vez un amigo suyo se refugia en su casa huyendo de un asesino. El criminal llega hasta la puerta, golpea y cuando Kant abre y lo atiende, le pregunta si allí se ha refugiado un hombre al que persigue para matarlo.

Kant postula que su deber es decir la verdad, pues el imperativo moral categórico le indica decir la verdad en todo momento y bajo toda circunstancia, aunque como en este caso, su amigo fuera asesinado. Apenas analizamos con un poco de minuciosidad esta postulación advertimos que se comete un grave error de conceptualizacion.

Kant parte de realizar un juicio racional parcial acerca de si una acción es correcta (decir la verdad) o no. Se sitúa en el plano de la ética aplicada y escamotea plantearse el verdadero dilema moral, el que se define como una situación de conflicto en la que entran a jugar valores o principios que se contradicen entre sí.

Si hubiera hecho esto, habría ponderado los valores en juego, los hubiera jerarquizado y hubiera optado en consecuencia. En esta anécdota surge claro la oposición nítida de dos valores: el de decir siempre la verdad y el de preservar la vida humana.

Al optar, es evidente que preservar o defender la vida humana es un valor superior jerárquicamente al de decir siempre la verdad, por lo que podemos observar que la decisión que tomó Kant fue moralmente incorrecta e incluso gravísima y deleznable pues costaría la vida de su amigo.

Además de ver en forma patética a que tremendos errores nos puede conducir un racionalismo exacerbado en sus intríngulis metodológicos, también podemos captar en esta anécdota cuan poco se usó el sentido común (que lamentablemente suele ser el menos común de los sentidos) y como no se respetó el esencial valor de la vida humana.

La ética moderna secular esta basada en el materialismo nihilista sartriano y en el absurdo e inhumano racionalismo kantiano que no toma en cuenta los valores o normas morales que deberían guiar nuestra conducta, pretendiendo además asumir una ficticia autonomía moral (regularnos por normas autodefinidas y autoimpuestas), que al no tener respaldo o fundamento valorativo suprapersonal o supraterrenal alguno quedan libradas al relativo arbitrio de cada cual, con una escasa posibilidad de acatamiento generalizado de las mismas (concreción de las expectativas de cumplimiento reciproco).

Se pretende escindir erróneamente lo personal de la dimensión moral, ignorando que lo personal de un modo u otro siempre se manifiesta en relación con los demás de modo que la dimensión moral siempre esta  presente.

Es posible asumir una forma de vida y desarrollar una identidad, pero como vivimos en sociedad, el derecho de uno termina donde empieza la libertad del otro (por ejemplo los travestis escandalosos que quieren que respeten sus derechos, pero que no respetan los de los demás, alterando las buenas costumbres y la tranquilidad en la vía pública molestando con su conducta promiscua a los vecinos).

Así lo postulaban desde los antiguos griegos con la noción de Kosmos u orden universal -opuesto al kaos-, hasta Heidegger concibiendo al ser humano como un Dasein o Ser-Ahi, arrojado como proyectum a la existencia, en relación siempre con el triple mundo de las cosas, de los otros y del si mismo (Mitwelt-Umwelt-Eigenwelt).

Al dejar al arbitrio de cada cual el inventar sus propias normas morales sin el sustento de ningún valor, cae entonces la ética moderna secular en un relativismo y escepticismo moral y queda pedaleando en el aire, sin base de sustentación, de ahí esa ridícula manía actual de buscar un reaseguro o guía en las frías normas jurídicas sin comprender que en la medida que tampoco están inspiradas en genuinos valores sólo generarán desconfianza y transgresiones.

El problema básico de la ética moderna secular es que desconoce que vivimos en un mundo múltiple, en donde miles de millones de personas aún ajustan sus conductas a auténticos valores religiosos y espirituales que más allá  de que seguramente sean susceptibles de perfeccionamiento en su captación e instrumentación, no por eso dejan de ser eficaces guías para sus comportamientos y practicas cotidianas, ya que en el fondo responden a la esencial e intrínseca condición espiritual del ser humano, a su autotrascendencia.

Al elevarse paulatinamente sobre la falibilidad humana mediante la realización de esos valores, se le posibilita entonces al ser humano encarnar la moralidad y comportarse en forma realmente ética, generando una gozosa convivencia (“amaos los unos a los otros como hermanos que sois”) en el marco de un destino supramundano, trascendente.

Dadas las explicitaciones precedentes, el tomar la ética como objeto de estudio aislado de un contexto normativo moral que le da  sustento o priorizarla indebidamente por sobre la dimensión moral, equivale al viejo error de “poner el carro delante del caballo”.

Para V.Frankl como para Max Scheler (autor de”El puesto del hombre en el cosmos”) la persona está abierta a la trascendencia, y esta apertura radical se dá a través de la conciencia.

La conciencia en cuanto fenómeno no se queda ni se agota en si misma sino que va mas allá  de la persona.

La persona, como ser dialogal esta  básicamente abierta al encuentro interpersonal y por eso la conciencia es la voz de la trascendencia.

La conciencia posibilita a la persona el sentir la presencia de una instancia supra-humana y la hace ser consciente de su ser contingente, es decir, no necesario, creado.

La conciencia no agota su propio significado en su dimensión de hecho psicológico sino que es sólo un aspecto de un fenómeno básicamente trascendente o metapsicologico. Scheler indica que la conciencia es la voz de la trascendencia y que por ella la persona capta la presencia, en la fe, de un juez invisible e infinito, o Dios. El material psicológico posibilita el paso a una presencia que se manifiesta y esa presencia es Dios.

Nikolai Hartmann reflexiona sobre las diferencias ontológicas en el ser humano, que él caracteriza como estratos (en número de cuatro), que son: el físico, el orgánico, el anímico y el del espíritu. Así quien quiera comprender la conciencia a partir de fenómenos psíquicos o el ethos del hombre mediante una ley que rija los actos psíquicos, tropezará con la ley de jurisdicción de los estratos, pues introduce categorías de otro estrato existencial en lo que es propio de un estrato de constitución más elevada. El mundo real tiene unidad, pero no la de un principio, sino la de un ordenamiento, surgido en un plano superior.

Por eso, la  fundamentacion de una acción, cada vez más humana, requiere la previa asimilación de una personal cosmovision.

Esta cosmovision esta  formada por elementos tan valiosos como una filosofía de la vida, una antropología filosófica, ética, valores, que como conjunto, apunta a una metafísica ontológica.

Se busca afirmar la presencia de diferencias ontológicas en el ser humano y al mismo tiempo la unidad antropológica del mismo.

En otras palabras, el ser humano es una unidad a pesar de su multiplicidad.

También, Heidegger considera que la existencia no es algo ya determinado, estático y estable de una vez para siempre. Como Frankl, señala la cualidad de apertura del ser humano y la vivencia simultanea en el presente del pasado que permanece y del futuro al que nos dirigimos. Aceptar la propia vida es la misión especifica que tenemos en la temporalidad en que nos movemos.

Esta aceptación es la responsabilidad específicamente humana.

Esta responsabilidad se vive en la cotidianeidad en la que oscilamos entre un escapismo -que sería la alienación según Heidegger en la exterioridad- y el dato insoslayable de hacernos cargo de nosotros mismos en el “cada día” de la vida (conciencia mas responsabilidad, según Frankl).

Para Heidegger y Frankl el ser humano decide y se-decide sobre la base de las posibilidades que encuentra en si mismo y las que le proporciona su pasado. A partir de ellos se trasciende a si mismo llegando a constatar la esencial característica de la existencia humana que es la autotrascendencia (Frankl) o el ser-propio (Heidegger).

Para Karl Jaspers trascender es buscar el propio ser.

Ningún objeto es el propio ser. Tenemos que ir mas allá  y por encima de lo objetivo, es decir: trascender.

Trascender no es una obligación sino una posibilidad ante la libertad.

Podemos entregarnos al mundo, a las cosas y vivir sin trascendencia; podemos durar, pasar, y no haber sido.

Podemos incluso afrontar la muerte, el dolor, la culpa y la lucha como hechos pero no permitirles que nos afecten y condenarnos así a la in-trascendencia.

Pero la in-trascendencia es sinónimo de la deshumanización.

El ser, para Jaspers, es lo “envolvente”, y hace que la existencia humana se constituya por la trascendencia, es decir, por su abrirse al Absoluto, a Dios.

La creencia en un solo Dios personal, creador del mundo, único y ultimo refugio nuestro, es una creencia filosófica, un trascender de mi existencia que hay que ganar sin cesar. La vida sólo tiene sentido si está encaminada hacia Dios. Bajo esta perspectiva, todo el mundo se hace relativo, pero al mismo tiempo deviene este mundo el lugar de una opción incondicional entre el bien y el mal. Por ahí carga el hombre con toda su responsabilidad de tal.

Y de ahí se desprende el deber del hombre de luchar por el bien contra el mal, pero esta lucha sólo puede darse en el amor. El amor con el que todo hombre trata de comprender al prójimo, es la realidad fundamental del hombre que le hace eterno en toda su finitud (Frankl).

La libertad y la responsabilidad constituyen la esencia de la existencia humana, y junto con la espiritualidad (dimensión noetica, del logos o del espíritu, donde radica lo mas genuinamente humano) forman una trilogía.

¿De qué es responsable el ser humano?. Al tomar conciencia de su estar-en-el-mundo descubre que tiene la tarea de hacerse cargo en primer lugar de su propia vida, lo que implica en potencia, un proceso educativo altamente positivo, así estará preparado para comprender y acompañar a otros seres humanos en el proceso de descubrimiento y compromiso con la propia vida.

La responsabilidad fundamental de hacerse cargo de la propia vida es una tarea y misión intransferible y en ellas cada ser humano es irremplazable.

El ser humano responde ante si mismo, ante los demás y ante Dios (lo suprapersonal). El “lugar” donde el ser humano responde es la conciencia. La conciencia como fenómeno genuino y específicamente humano se nos presenta como original, no deducible de otra instancia intrahumana y es no reducible, intuitiva y creativa.

La conciencia es la dimensión donde el ser humano tiene el privilegio de encontrarse en la desnudez de su mismidad, en su más profunda intimidad y donde se manifiesta la presencia dialogal de Dios. La conciencia es quien guía a la libertad para que pueda responder de si, a los demás. También está  sujeta a la condición humana, a los riesgos de la falibilidad, el error y la engañosa distorsión que se presentan en el proceso de maduración y formación de la conciencia humana. La misma conciencia no escuchada por el ser humano puede extraviársele. Pero el riesgo de errar no nos dispensa de intentar, ni de la necesidad de juicio.  VER

La conciencia manifiesta que el ser humano al estar-en-el-mundo, como ser-que-responde, tendrá siempre delante de si a las personas y a las situaciones; por eso decimos que es un ser, que por su conciencia, responde “ad-personam” y “ad-situationem”.

Las situaciones que son múltiples y se presentan a modo de preguntas dirigidas a cada ser humano, pueden quedar sin respuesta. Las respuestas implican decisiones y las decisiones hacen referencia a la libertad humana. Así pues en la libertad humana se hace visible la existencialidad mientras que en la responsabilidad se revela la trascendencia.

El ser humano, para Frankl,  es responsable  de actual-izar y real-izar los significados y valores en el mundo y en su historia (G.Pareja).

Este mismo proceso pedagógico de formar una conciencia, genuinamente humana, ha de considerar que la responsabilidad nos viene de una dimensión que no somos nosotros mismos. La conciencia no se deriva del Ello o del puro Superego y, si así se aceptara, tendremos un homúnculo en lugar de un ser humano y un homunculismo en lugar de una antropología.

Avanzando más lejos de considerar a la conciencia como un producto de la libido psíquica inconsciente, vemos que ella se manifiesta fenomenologicamente de modo espontaneo, en la dimensión consciente como inmediata, intuitiva y absoluta.

Según Frankl, la conciencia se presenta como básicamente inconsciente y no racional. Es no-racional porque es pre-logica, es decir, es anterior a cualquier reflexión racional. La conciencia, tomada no como ley moral universal es, sin embargo,universal, y el fenómeno del ateísmo en esta perspectiva se consideraría como el tener conciencia y responsabilidad pero dándoles una interpretación inmanente, de tipo reductivo, en el ámbito psicológico.

Así pues el no creyente puede pensar que su conciencia es un mero producto psicológico al cual puede desatender dado el caso de que sólo tiene que obedecerse a si mismo. El solipsismo psicológico y moral se hacen patentes como consecuencia. Esta postura no se pone en búsqueda de algo mas allá  de su conciencia y responsabilidad que podría ser el camino a la trascendencia.

La maduración de este proceso nos conduce a ver que la responsabilidad ante la propia conciencia permite plantear la pregunta de si hay alguien mas allá  de la conciencia.

En un último análisis ciertamente debe aparecer cuestionable si el ser humano realmente puede ser responsable ante algo, o si la responsabilidad es solamente posible cuando está ante alguien.

Entonces, la conciencia encuentra su lugar de fundamentacion en un dato original que es Dios.

Así tenemos que detrás del superego del ser humano está el Tu-Dios y en la conciencia se revela el Tu-Palabra de la trascendencia.

Todas las declaraciones sobre Dios valen tan sólo “per analogiam”. Lo mismo puede decirse, por tanto, de todas las declaraciones sobre su personalidad: es como si fuera personal; es pues, suprapersonal (Frankl, Pareja).

El inconsciente entonces es una dimensión amplia que tiene dos aspectos: un inconsciente impulsivo (Trieb), lugar de las pulsiones inconscientes; y un inconsciente espiritual, lugar de la espiritualidad inconsciente.

El inconsciente es algo mas que impulsividad inconsciente o reprimida, por el contrario, es lo espiritual inconsciente, la existencia. La existencia, es decir lo espiritual, tiene como característica ser irrefleja y, por tanto, es en si misma irreflexionable.

El ser humano es plenamente humano cuando es capaz de ir mas allá  de donde es “impulsado” y llegar al  ámbito en que es “libre y responsable”, donde decide. El ser humano se deshumaniza cuando deja de ser responsable.

La conciencia, tomada no como ley moral universal es, sin embargo,universal, y el fenómeno del ateísmo en esta perspectiva se consideraría como el tener conciencia y responsabilidad pero dándoles una interpretación inmanente, de tipo reductivo, en el ámbito psicológico. Así pues el no creyente puede pensar que su conciencia es un mero producto psicológico al cual puede desatender dado el caso de que sólo tiene que obedecerse a si mismo. El solipsismo psicológico y moral se hacen patentes como consecuencia. Esta postura no se pone en búsqueda de algo mas allá de su conciencia y responsabilidad que podría ser el camino a la trascendencia.

La posmodernidad, con su pragmatismo materialista ha llevado a la ética del todo vale, donde todo esta  permitido, todo es igual, lo mismo un burro que un gran profesor, no hay valores, modelos ni reglas, sólo se adora al becerro de oro. Pero considerando al modelo social capitalista carente de valores humanos, criticado tanto por Juan Pablo II como por George Soros, debemos recordar aquí la sabia sentencia bíblica: “de qué vale al hombre conquistar el mundo si pierde su alma”.

Hoy a esta sociedad con crisis de valores se la llama la sociedad pluralista. Se caracteriza por un gran conglomerado de gente, mucho más que en la antigüedad; se vive diferente al pequeño círculo de la familia, el barrio, el pueblo. Hay una gran mezcla de gente, de etnias raciales y de culturas. El pluralismo es pues cuantitativo y cultural.

En la sociedad pluralista no hay una unidad moral desde el punto de vista normativo, mientras que en la vieja sociedad había una relación mas estrecha de los padres con los hijos, con valores religiosos más importantes y enraizados.

Esta sociedad pluralista, entonces nos plantea una exigencia mayor para tener un comportamiento ético y ser morales.

Aunque los valores tradicionales hayan desaparecido o estén en retirada, sin embargo, aparece ahora la enorme importancia de la conciencia individual como guía interna ante la falta de guía externa. Es prioritaria entonces una buena educación dirigida a formar la conciencia de responsabilidad, a inculcar sanos valores, a fomentar el surgimiento de la intuición en la conciencia individual como instrumento que permita descubrir la jerarquía de valores trascendentales que guíen éticamente nuestra acción.

Así, aunque los valores tradicionales hayan caído, esta madurez de conciencia permite igual al hombre descubrir los sentidos únicos de la existencia y cumplir su misión en el mundo.

En una sociedad pluralista se vive en un relativismo. Existe pluralismo cultural pero no debe confundirse con pluralismo ético que no debe existir. La moral no puede ser relativa, toda moral reclama absolutez, lo que debe ser, debe ser (sin entender esto como rigidez).

Es cuestión de encontrar algo absoluto en la sociedad pluralista que permita ser moral en dicha sociedad; algún valor que reconozca todo el mundo.

Existe eso absoluto que no hace diferencias de raza, culturas, religiones y que esta en todos: la común condición humana (que en potencia y esencia es espiritual y divina).

Todos somos mortales y compartimos las mismas penurias, miserias y alegrías humanas en el camino hacia la perfección espiritual.

La común condición humana es un valor absoluto, no idealmente abstracto sino tremendamente concreto, encarnado en el semejante que tengo delante de mí.

Cuando se empieza a descubrir lo que nos hermana a todos en la sociedad pluralista, comienza entonces a haber más solidaridad y fraternidad, se va afinando el sentimiento moral.

La común condición humana es un valor absoluto porque es algo que nos trasciende, no depende de nosotros.

Descubrimos que su condición de valor absoluto, trascendente, lo hermana espiritualmente con los más puros valores cristianos: “ama a tu prójimo como a ti mismo” es entonces el paradigma a imitar. Hallamos de esta manera un anclaje absoluto de la nueva moral, esta  fundada en un valor absoluto que es la común condición humana, a la vez terrestre y celeste, todos los hombres son iguales porque son mortales, con sus bondades y maldades. Ser moral implica respetar la condición humana del otro, dar la mano, ayudar. Debemos percibir lo común, lo que nos fraterniza: todos somos hombres finitos, abiertos a la trascendencia infinita.

Hay que ser solidarios, ver lo que aflige al otro.

En esta sociedad pluralista el individuo está aislado, solo, a veces entregado a si mismo, no cuenta como antes con la ayuda del otro.

Hay problemas y necesidades comunes, a veces se persigue el consumo desenfrenado, hay falencias en la salud, la alimentación,

la educación, la seguridad jurídica.

La vida es difícil, hay angustias y temores que se deben vencer.

Es posible ser moral ayudando al hermano, al semejante, respondiendo a ese reclamo y esperando que también nos ayude.

Hay que buscar una solución a la crisis de la ética contemporánea. No basta con el imperativo racional categórico de Kant dirigido a la subjetividad del individuo, con su postulado voluntarioso que dice:”obra únicamente según la máxima que hace que puedas querer al mismo tiempo que ella sea una ley universal”; ya que cualquier energúmeno de mala conciencia pregonaría entonces que la ley de la selva es ley universal.

El imperativo de hoy es revalorizar la ética, hay que infundirle nuevamente valores espirituales a esta ética actual tan vacía, light y superficial; debemos recuperar los valores trascendentales que guían la conciencia moral, que nos permitan distinguir el bien del mal. Solo en la medida que podamos dilucidar claramente esto nos encaminaremos a una conciencia moral esclarecida.

Un adecuado equilibrio entre la imaginación provista por los sentimientos y el conocimiento propio de la razón, no solo permite superar el viejo enfrentamiento Romanticismo-Racionalismo

sino que se convierte en el instrumento adecuado para accionar correctamente en la realidad.

De ahí la importancia de fortalecer no solo la actitud racional sino básicamente toda enseñanza espiritual (sea o no estrictamente religiosa) y moral que, haciendo hincapié, en los principios y valores cristianos privilegie el valor del amor a la familia, al prójimo, a Dios, y busque realizar el supremo Bien.

Asimismo, desde un punto de vista psicológico, los beneficios se multiplican geométricamente, ya que una persona que accede al universo de los valores y dedica su tiempo y ajusta su conducta a realizarlos, encuentra un significado, un sentido a su vida; ya no vive en vano, supera la triada neurótica de nuestro tiempo posmoderno (la violencia-agresion, la depresion-suicidio, y las adicciones, alcohol-drogas-poder) plenificando así su existencia individual y su participación comunitaria a través de su trabajo y obras, haciéndose útil y solidario para si mismo y la comunidad.

Este enfoque permite así recuperar la iniciativa, creatividad y responsabilidad individual, el hombre vuelve a ser artífice de su propio destino; ni caerá en el conformismo consumista de hacer lo que otros hacen ni en el totalitarismo masificante de hacer lo que otros exigen que haga.

También resulta valioso escudriñar el enfoque que las principales religiones  (del latín re-ligare, re-unir al hombre con Dios) tienen sobre la dimensión espiritual del ser humano, ya que podremos descubrir una gran riqueza conceptual y practica.

Así la Fe, el Amor, la Esperanza, la Solidaridad, la Caridad constituyen el corazón de la enseñanza cristiana y una normativa moral adecuada a toda época y lugar (“He aquí, Yo estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos”).

Más allá  de las humanas falencias al transmitir los preceptos del Salvador del Mundo, y excesos dogmáticos que se produjeron a lo largo de la historia y que ahora están en sana revisión, las enseñanzas cristianas son esencialmente buenas en su espíritu y están llamadas a perdurar en el corazón de la humanidad (“Si vosotros permaneciéreis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará  libres”).

Muy interesantes investigaciones se hallan en curso actualmente en referencia a la dimensión espiritual del hombre y sus consecuencias éticas y morales, tanto en el aggiornamiento de las principales religiones (son realmente importantes las recientes manifestaciones del Papa Juan Pablo II en “Cruzando el umbral de la esperanza”, y la Declaración Mundial de Etica elaborada por el Parlamento Mundial de las religiones -Chicago,1995-), como en otros campos filosofico-espirituales, por ejemplo las realizadas por la Universidad de los Siete Rayos en New Jersey, EEUU, y las de la Fundación Lucis en Londres, Inglaterra, ambas respondiendo básicamente a las enseñenzas de la destacada espiritualista Alice A. Bailey : “servicio a la humanidad es servicio a Dios”(que sin esfuerzo reconocemos coincidente con el pensar y obrar de la Madre Teresa de Calcuta).

Grandes cambios espirituales comienzan a esbozarse en el mundo: en medio de la lucha contra las iniquidades de un capitalismo salvaje carente de valores humanos e incapaz de promoverlos, hay un renacer del sentimiento religioso en los pueblos , conscientes que no basta con solo acceder al consumo digno y propio de la vida moderna sino que también es primordial encontrar una respuesta al enigma de la existencia y  un sentido trascendente a la propia vida.  

Está  agonizando la posmodernidad, se perciben los últimos estertores de su moral hueca y su fracasada ética racional secular, vacía y superficial.

Allende la estéril posmodernidad ya alborea la ultramodernidad;

resuena la voz del silencio y el grito lejano del espíritu :

¡el Hombre ha muerto, vive Dios!.

Perece la idea reduccionista del homunculismo, del hombre ficticiamente autónomo y libertino. Crece la conciencia de una libertad situada, condicionada-incondicionada, con responsabilidad para decidirse ante los valores, realizarlos y trascender hacia el Absoluto.

Renace purificada la esencia espiritual del Ser humano y a través de la oración y meditación (hacia adelante y hacia arriba) se le abren los portales del quinto reino y del camino de evolución superior (“Nadie puede venir a Mi, si no lo atrae el Padre que me envió”); siéndole posible acceder a la Vida más abundante y alcanzar la Iluminación (“Yo soy la Luz del Mundo, quien a Mi venga no andará  entre tinieblas”).

Le es factible entonces al Ser humano sintonizar su pequeña voluntad con la del Creador colaborando con la obra divina, pudiendo al fin exclamar: “¡hágase Tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo!”.

Que así sea.

 

 

 

 What the bleep is  this movie??

(Qué carachos es esta película??)

 

El día 06-10-2005 tuve la ocasión de ver en Buenos Aires en una función privada la tan mentada película  What the bleep do we know? (Qué rayos sabemos nosotros?),  circulante en grupos de estudio esotérico-espirituales, producida por un grupo de científicos estadounidenses especializados en su mayoría en física cuántica, y en la cuál supuestamente dan respuesta novedosa a los grandes enigmas que nos plantea la existencia, desde un punto de vista pretendidamente espiritual.

En EEUU la película es promocionada en un sitio de internet con toda la parafernalia, espejitos de colores, marketing y merchandising con que los yanquis suelen adornar este tipo de producciones.

Debo reconocer que la película es visualmente atractiva, por su colorido y gama de efectos especiales que en nada tienen que envidiar a grandes superproducciones hollywoodenses. Cuenta además con buenas actuaciones, en especial de su actriz principal.

El problema no es la atrayente cáscara externa con que está revestida, sino el mensaje casi subliminal que nos envía.

En mi modesta opinión, oculto tras un mensaje en apariencia espiritual se agazapa y mimetiza el más crudo materialismo.

En la película, y fieles a la tradición pragmática de los estadounidenses en todos los campos del quehacer humano, estos científicos hacen hincapié en fenómenos atómicos de física cuántica, en conceptos de bioquímica, biología, neurofisiología y psicología conductista, para extrapolarlos muy discutiblemente a una “trascendencia” light y descafeinada.

Se construye una melange de ideas sin el debido rigor metodológico ni epistemológico; esta mezcla se aprecia en diversos momentos de la película, siempre machacando la importancia de los procesos cerebrales aunados a lo instintivo y fisiológico (que nadie pone en duda a esta altura), pero escamoteando la presencia indubitable del espíritu (sentida en mayor o menor grado según cada persona y su momento evolutivo). Se pone el acento en la conducta instintiva y hay pasajes bien logrados en lo humorístico al respecto (en las escenas del baile cuando los jóvenes detectan zorras dispuestas o vacas, o cuando son espiadas unas atrayentes piernas que deja ver una minifalda, donde se relaciona esto con la erección masculina por una sola fantasía sexual).

El tema es que se postula permanentemente una concepción hedonista, de disfrute del placer libremente, casi como única meta. Por supuesto no se justifica hoy día apelar a una mojigatería hipócrita para criticar esto, además no tiene nada de malo que el hombre aprecie la belleza del cuerpo femenino, unos hermosos senos, torneadas piernas, linda cola, pero no aparece en la película la dimensión afectiva que también existe, el amor trascendente y profundo nacido del espíritu que el ser humano tiene, que abarca, incluye y completa a su sexualidad (este tema lo desarrolla muy bien el Dr. Víctor Frankl, creador de la Logoterapia, en su libro Psicoanálisis y Existencialismo). 

Estas conceptualizaciones dispersas se van mezclando confusamente con otras como adicción emocional, siempre apuntando a propiciar un hedonismo individualista a ultranza, donde no aparece el aspecto profundo de la relación con el otro como un Tú, ni el compromiso social solidario.

Lo que agrava el cuadro y lo hace realmente preocupante por su mensaje, son los conceptos vertidos por una especie de Chamana o Guía espiritual, que en la película va diciendo: “no tengamos en cuenta lo bueno y lo malo, no importa esa diferencia…”, “solo disfrutemos…”, “somos dioses…”,”seamos libres…”.   Ante tales afirmaciones lo menos que podemos decir es que Platón (el buscador del Supremo Bien) debe estar revolviéndose en su tumba, junto con toda la filosofía griega y la filosofía oriental, pues la distinción entre el Bien y el mal, y la consiguiente aspiración al Bien Supremo mediante la conducta correcta es la piedra fundamental de toda filosofía, ética y religión serias y comprometidas. Esto se une con otro mensaje claudicante de la película pues tambien critica a la religión como expresión de un genuino sentimiento de búsqueda espiritual.  Aquí vale acotar que si bien las religiones han tenido y tienen grandes falencias que aún deben corregirse, tanto en su formulación como en sus conductores, no por ello se ha de renegar de esa vía que la mayoría de la humanidad aún abraza como medio para retornar a un estado de divinidad y encontrar a su verdadero Ser.

Tal pareciera que se pretende postular como nuevos dioses a la física cuántica y al cerebro, sin que ambos ameriten demasiadas virtudes para merecer tal distinción, siendo que solo son instrumentos refinados a través de los cuales se expresa el espíritu inmortal. 

Esta falta de discriminación entre lo bueno y lo malo es realmente alarmante, pues coincide totalmente con la ética materialista posmoderna, carente de valores espirituales, y se expresa en conductas y acciones concretas, donde solo importa el disfrute individual y no se asume un compromiso social solidario. Es una postulación muy inmadura, se propugna una adolescentización light, sin asumir responsabilidad alguna por nada, todo da lo mismo, el asunto es disfrutar y pasarla bien.  No extraña que esta película provenga de EEUU, pues vemos un ejemplo concreto de esta conducta adolescente de no hacer distinción entre el bien y el mal, por ejemplo en su actitud de continuar utilizando grandes autos que consumen muchísima nafta, despilfarrando así los pocos recursos energéticos que quedan, en lugar de volcarlos a algo más provechoso como combatir el hambre en el mundo, y al mismo tiempo contaminando el sistema ecológico mundial, provocando la destrucción de la capa de ozono atmosférica y destruyendo la vida humana, animal y vegetal en todas partes, solo por un capricho individual como país de continuar disfrutando de manejar sus grandes autos (negándose a suscribir el Protocolo de Kyoto de regulación de estas prácticas sobre el medioambiente).  La naturaleza les está empezando a hacer recordar que no se puede proceder así tan irresponsablemente, y ya los está comenzando a afectar a ellos también, como pasó recientemente con el huracán Katrina en Nueva Orleáns. 

Otro ejemplo más local lo constituyó en Argentina, hace más de una década, el accionar irresponsable y cuasi-fraudulento de bancos, financieras, organismos de crédito internacionales y el propio Estado, que con sus manejos económicos usurarios, privatizaciones salvajes, incautaciones, devaluaciones, estatización de la deuda privada, etc, generaron deudas ficticias imposibles de pagar que llevaron a la quiebra, desamparo y desastre económico a miles de empresas, pequeños ahorristas y particulares en general, armando un descalabro social en millones de hogares y un inédito incremento de la pobreza, todo lo cual se fue agravando y desembocó luego en la rebelión popular del cacerolazo que en el 2001 hizo caer al gobierno de De la Rúa, generó cinco Presidentes en una semana, una situación social gravísima de pobreza al borde del estallido, el deterioro de la salud, educación, vivienda y seguridad, pretendiendo inclusive en algunos casos estos actores económicos proceder con reclamos como si nada hubieran ellos provocado socialmente con su voracidad e irresponsabilidad propia del capitalismo salvaje. Recién en los últimos dos años, un cirterioso y eficiente manejo de la situación económica-social por parte del gobierno del Dr. Kirchner ha conseguido estabilizar el deterioro y comenzar un lento pero sostenido crecimiento en un marco democrático y soberano, que busca reparar el tejido social dañado y clausurar ese período negro de la historia argentina.

Toda esta problemática ética ya la he tratado en diversos artículos (“Re-valorizar la ética el imperativo actual”, “Crisis global, ética trascendente y religiosidad”, “La adolescencia en la posmodernidad”, “Carta urgente desde los Santos Lugares”, y otros, que el interesado puede consultar en mi sitio web  http://farodelautopia.webcindario.com  ), habiendo estos ensayos sobre ética obtenido una distinción internacional en el Certamen Iberoamericano de Ética 2005 organizado por el Centro Felix Varela de Estudios Ëticos (ONG) de La Habana, Cuba.

Para colmo, y como frutilla del postre, vuelve la película a la carga con el viejo y remanido truco materialista de la victimización, diciendo que si alguien sufre es porque se pone en el papel de víctima, que solo basta intentar creativamente un camino nuevo para ser feliz y estar bien;  sería como si a nivel macro les dijeran a los países que se ven afectados por la rotura de la capa de ozono que son ellos mismos los culpables de su situación ambiental, que la conducta irresponsable e insolidaria con el uso de los grandes autos no tiene nada que ver con lo que les sucede a ellos. Vemos que el hacer aparecer a la víctima como victimizándose a si misma es una mentira insostenible, que se utiliza lo que en psicología se conoce como mecanismo de proyección haciendo responsable al otro de algo que uno causa, que no es la regla general autovictimizarse, si bien pudiere haber algún caso individual en que esto se verifique patológicamente, y que este es un mecanismo perverso por el cual se mistifica y enmascara la realidad y el victimario pretende engañar a la víctima y quizás autoengañarse como un moderno Poncio Pilatos. Al ser este un mundo interconectado, la actitud correcta sería trabajar solidariamente en conjunto fijando objetivos de progreso material y espiritual, basados en valores de desarrollo sustentable y de honda raigambre espiritual, en un compromiso ético con nuestros semejantes, expresado a nivel individual en el encuentro yo-tú, en amar al prójimo y en correctas conductas fraternales (el Dharma budista)..

Tampoco hace mención la película a Dios, sus características, la evolución espiritual y verdadera constitución del ser humano, y al Plan que desarrolla actualmente la Jerarquía de la Luz y los Maestros conjuntamente con el nuevo grupo de servidores del mundo, los discípulos mundiales hoy en encarnación, para restablecer el Plan de Dios en la tierra, sellar la puerta donde se halla el mal y colaborar con la reaparición (física o espiritual) de Cristo, el Instructor de ángeles y de hombres.  En tal sentido, siempre han de ser una guía segura las enseñanzas de los predecesores más reconocidos en el sendero, como H.P.Blavatsky, Annie Besant, Alice Bailey y el Maestro Tibetano D.K., Paramahansa Yogananda, Yogui Ramacharaka, Mabel Collins, Krishnamurti, Vicente Beltrán Anglada, Sri Swami Pranavananda Saraswati y tantos otros sinceros buscadores espirituales, científicos inspirados como Víctor Frankl y líderes religiosos espirituales como lo fuera el Papa Juan Pablo II

Sintetizando, es una película engañosa que puede conducir a interpretaciones desviadas de la verdadera espiritualidad pues tras su aparente mensaje espiritual esconde una propuesta individual egoísta de mero disfrute intrascendente basado en una ética materialista posmoderna.

 

                                                              Crisis Global , Etica Trascendente y Religiosidad: el mito del eterno retorno.

Si bien la crisis que azota Argentina desde hace casi treinta años es esencialmente ficticia, ya que no responde a ninguna catástrofe natural ni a una pobreza intrínseca del país (ya que en realidad éste es inmensamente rico en muchos aspectos), y sólo tiene explicación en el voraz saqueo económico a que ha sido sometido sistemáticamente al amparo de estructuras democráticas ineficientes e inoperantes (deuda externa generada ilegítimamente, privatizaciones fraudulentas, lavado de dinero, corrupción social endémica); lamentablemente sufrimos en carne propia los reales efectos devastadores de la misma: millones de pobres y excluídos, hambre y miseria, pavoroso desempleo, pauperización salarial, destrucción de la red estatal y social reguladora, protectora y proveedora de salud, educación, justicia y seguridad, en fin, las mil y una joyitas que adornan la corona del reinante capitalismo salvaje globalizado, el nuevo imperio cuyos objetivos principales son el lucro, la generación y acumulación de riquezas en pocas manos a cualquier costo, y no precisamente la protección del medio ambiente y promoción personal y social del ser humano que lo habita.

En esta ocasión nuevamente es muy útil echar una mirada no solo sobre aquellas consecuencias prácticas estrictamente individuales de orden psicológico e incluso social derivadas de la actual crisis global sino que también resulta aleccionador recurrir a la ética y la historia de las religiones para tratar de entenderla y pensar qué podemos hacer ante ella. Ambas vertientes de análisis se complementan perfectamente, y si bien el tema es muy vasto para ser desarrollado en un artículo, por lo menos es un aporte terapéutico positivo sembrar la semilla de la inquietud para favorecer la participación dinámica de cada uno en este proceso de superación de la crisis global que enfrentamos.

En principio, recordemos que la sabiduría china representa la palabra crisis con un dibujo o ideograma compuesto: una parte representa peligro, y la otra oportunidad. Vemos entonces que la crisis representa peligros y padecimientos, pero al mismo tiempo genuinas oportunidades de crecimiento y maduración. El peligro es el estancamiento, la anulación como ser humano participante, el entregarse mansamente a la inacción, al pensamiento fatalista de que nada puede ser cambiado, al vacío existencial y la huída de los límites sanos, de los verdaderos valores y tareas, al nihilismo y falta de fe, a no asumir la misión personal y no buscar el sentido de la propia vida como aporte solidario al prójimo, todo lo cual ha llevado psicológicamente al incremento de la tríada neurótica de nuestro tiempo posmoderno: la violencia-agresión, la depresión-suicidio y las adicciones (drogas, alcohol, dinero, poder, y sexo indiscriminado).

Como contrapartida, la oportunidad que genera una crisis es poder participar solidaria y activamente y comprometerse responsablemente con el propio ser, con el prójimo y con aquellos valores trascendentes (sean o no religiosos en sentido estricto) que nos conectan con el Cosmos donde vivimos y desarrollamos nuestra existencia. Muchos son los ámbitos donde esta participación puede y debe darse: organizaciones comunitarias solidarias barriales, parroquiales, asistenciales, gubernamentales o no, también de índole gremial, mutualista o cooperativista, e inclusive políticas, que mediante nuevas formas de organización y expresión permitan encontrar y desarrollar más transparentes y efectivos caminos de realización de una equitativa justicia social.

Aquí es ya pertinente señalar un dato no menor, que nuestro tiempo posmoderno con su pragmatismo materialista precipitó una caída de valores, de la moral normativa, por lo cual vivimos una gran crisis ética. La ética moderna secular resulta ser una ética del todo vale donde todo es relativo, está permitido y es igual, da lo mismo un burro que un gran profesor, por lo que el imperativo de hoy es revalorizar la ética, recuperando los valores espirituales trascendentes que guían la conciencia moral, que nos permitan distinguir el bien del mal para obrar éticamente en libertad y con responsabilidad, cumpliendo nuestra misión en el mundo. Y el valor absoluto que nos permite actuar éticamente en esta sociedad pluralista es la común condición humana, dado que es algo que nos trasciende, no depende de nosotros, todos somos mortales y compartimos las mismas penurias, miserias y alegrías humanas en el camino de evolución espiritual.

La común condición humana nos hermana a todos en esta sociedad pluralista, el descubrirla hace surgir la solidaridad y fraternidad, ser moral implica entonces respetar la condición humana del otro, dar la mano, ayudar y ser ayudado. La común condición humana es un valor absoluto, no idealmente abstracto sino tremendamente concreto, encarnado en el semejante que tengo delante de mí, por ello hermanada espiritualmente con los más puros valores cristianos: “ama a tu prójimo como a ti mismo” es entonces el paradigma a imitar.

Aún en medio del atroz dolor que esta crisis nos ha generado, es preciso asumir que una nueva oportunidad de crecimiento espiritual se ha abierto ante nosotros, y mientras que luchamos socialmente en lo cotidiano para cambiar este destino aciago que nos quiere imponer esta globalización salvaje, también debemos generar la fortaleza y entereza para reflexionar profundamente sobre la crisis, reacomodarnos y crecer pese a ella. Esta dualidad característica de peligro y oportunidad, junto con la existencia de una crisis en la ética secular actual carente de valores espirituales trascendentes podemos también relacionarla provechosamente con el concepto de religiosidad y el de simbología mítica desarrollados ampliamente por el mundialmente conocido historiador de las religiones Mircea Eliade con base en “el mito del eterno retorno”.

Entendemos el mito como una tradición alegórica, una fábula o relato, que tiene por base un hecho real, histórico o filosófico. Los más conocidos son los mitos griegos, en que los dioses eran la personificación de elementos, fuerzas físicas (aire, agua, sol, trueno, etc) o ideas morales; a través de la fábula mitológica accedemos a los tiempos primigenios de los dioses, semidioses y héroes de la antigüedad; mediante el relato mítico encontramos asimismo una vía regia para acceder a la vivencia religiosa de lo sagrado como oposición a lo profano.

La religión, del latín religare, re-ligar, re-unir al hombre con Dios, con lo trascendente en un sentido espiritual amplio (más allá de sus falencias o errores históricos, reconocidos recientemente por Juan Pablo II) posibilita mediante la vivencia y experiencia religiosa que toda la Naturaleza en su totalidad se revele al hombre como sacralidad cósmica, el Cosmos u Orden en oposición al Caos primordial, puede en su totalidad convertirse en una hierofanía, o sea una muestra de lo sagrado.

Una hierofanía elemental, por ejemplo la manifestación de lo sagrado en una piedra, o un templo, al ser captada por la vivencia religiosa, justificará que sean venerados, pero no por sí mismos, sino por mostrar lo sagrado, y aunque sigan siendo los mismos objetos pues continúan participando del mundo circundante, para quienes se revelan como sagrados se transmutan en una realidad sobrenatural, trascendente. La piedra, que permanece siempre igual, asombra al hombre por lo que tiene de irreducible y absoluto, y le devela por analogía la irreductibilidad y lo absoluto del Ser, de Dios.

El simbolismo religioso, trascendente, desempeña un papel fundamental en la vida de la humanidad; gracias a los símbolos el Mundo se hace “transparente”, puede “mostrar” la trascendencia, lo espiritual subyacente. Lo sagrado equivale a la divina potencia creadora, está saturado de ser, equivale a la realidad por excelencia, a la perennidad y eficacia, por oposición a lo irreal o pseudo real. De aquí todas las admoniciones que en general las religiones e incluso las filosofías realizan al ser humano para que no se deje atrapar por las engañosas formas del mundo externo (la maya del budismo, el cielo del Tao, el mito platónico de la caverna, etc), y que trate de juntar tesoros en el Cielo, o sea valores espirituales y trascendentes antes que objetos materiales; de ahí la terrible irresponsabilidad de aquellos materialistas que emprenden una exagerada acumulación de riquezas más allá de lo necesario para una vida razonablemente digna, a costa del hambre y miseria de sus semejantes; de tal irreal afán egoísta han de ser apartados y corregidos por su propio bien y el de los demás, y puestos a salvo mediante su reintegro al mundo real de la solidaridad con el prójimo, de la sacralidad cósmica.

Una de las formas privilegiadas en que el ser humano retoma su contacto con la realidad, con lo sagrado, es mediante la reactualización del Tiempo mítico primordial, y lo hace mediante las fiestas, conmemoraciones o ritos litúrgicos, adquiere así la posibilidad de vivir la vida en un doble plano: como existencia humana y participando asimismo de una vida trans-humana, transcendente, cósmica, sacra (sagrada). El Tiempo sagrado es por su propia naturaleza reversible, actualizable, es un Tiempo mítico primordial hecho presente; mediante el rito, la conmemoración o la fiesta litúrgica se reactualiza un acontecimiento sagrado que tuvo lugar en un pasado mítico, “al comienzo”.

El Tiempo sagrado es indefinidamente recuperable y repetible por el artificio de los ritos o fiestas, no “transcurre”, ni cambia ni se agota, en cada fiesta se reencuentra la primera aparición del Tiempo sagrado tal como se efectuó en el origen de los tiempos, cuando al crear las diferentes realidades que constituyen hoy día el Mundo, los dioses fundaban asimismo el Tiempo sagrado, ya que el Tiempo contemporáneo de una creación quedaba necesariamente santificado por la presencia y la actividad divina. Y aquí aparece una concepción que puede sernos de gran ayuda en este tiempo inclemente de crisis, comprender que no sólo vivimos en el “presente histórico” posmoderno, sino que podemos con decisión y esfuerzo personal incorporarnos a un Tiempo sagrado que en ciertos aspectos puede equipararse con la “Eternidad”.

Podemos permanecer en el torbellino ilusorio del ritmo temporal posmoderno con un comienzo y un fin que es la muerte, sujetos al sufrimiento pasivo de las vicisitudes temporales, o comenzar a participar de la experiencia y vivencia religiosa que aún mediante una simple oración, plegaria, meditación o contemplación nos conecta con la realidad cósmica permitiéndonos hacer un intervalo “sagrado”, que “detiene” y no participa de la duración temporal profana que le precede y le sigue, que tiene una estructura totalmente diferente y otro “origen”, pues es un Tiempo primordial, sagrado, no-histórico, y que posibilita la inserción de la presencia divina, “salir” de la duración profana para enlazar con un Tiempo “inmóvil”, con la Eternidad, o sea permite santificar el mundo, el tiempo profano, mediante su intersección con el Tiempo sagrado (el “Eterno Ahora” de los hinduistas).

Por la reactualización de sus mitos el hombre religioso se esfuerza por aproximarse a lo trascendente, a Dios, y por participar en el Ser. En las distintas religiones, la eterna repetición de los gestos divinos se justifica para imitar a Dios; así el calendario sagrado, las fiestas y conmemoraciones se presentan como “el eterno retorno” de un limitado número de gestos divinos, como un retorno periódico de las mismas situaciones primordiales y por consiguiente la reactualización del Tiempo sagrado. Gracias a ese”eterno retorno” a las fuentes de lo sagrado y lo real se salva la existencia humana de la nada y de la muerte, y enriqueciendo aún más el concepto desde el cristianismo, la intervención de Dios en la Historia, especialmente la encarnación en la persona histórica de Jesucristo, hace que la Historia se presente como una nueva dimensión de la presencia de Dios en el mundo, y vuelve a ser Historia santa, con un fin trans-histórico: la salvación del hombre.

Tal como postula el Dr. Víctor Frankl, creador de la logoterapia, la auténtica religiosidad es una realidad en el ser humano, perteneciente a la decisión personal y propia del yo, puede permanecer o hacerse inconsciente o ser reprimida, en este sentido la denomina “la presencia ignorada de Dios”, significando con ello que hay siempre en nosotros una tendencia inconsciente hacia Dios, que Dios a veces nos es inconsciente, que nuestra relación con Él puede ser inconsciente, es decir reprimida y por tanto oculta para nosotros mismos. La tarea del psicoterapeuta, de hacer consciente lo inconsciente, también consiste en reactualizar esta realidad espiritual inconsciente pero siempre presente, pues el hombre neurótico acusa una deficiencia: su relación a la trascendencia se halla perturbada, está reprimida, lo que puede llegar a ser patógeno; y cuando Freud dice que la religión es la neurosis obsesiva común al género humano, podríamos responderle que por el contrario la neurosis obsesiva es la religiosidad psíquicamente enferma, es una fe atrofiada, que se ha deformado o desfigurado, así, en la existencia neurótica se venga de sí misma la deficiencia de su trascendencia.

En la investigación clínica, en especial el análisis y fenomenología existencial han desarrollado numerosos estudios que demuestran que la experiencia subjetiva del tiempo personal es la del fluír de la vida, como una energía viviente espontánea que es percibida fluyendo a distinta velocidad según las etapas de la vida (a un niño pequeño le parece que fluye mucho más despacio que a un adulto y dicha velocidad parece aumentar con la edad); y también según las circunstancias: parece correr más despacio en momentos de ansiedad, aburrimiento, pena, tristeza, y más aprisa en tiempos de gozo, felicidad o exaltación; e incluso según el estado psíquico: para el depresivo el tiempo parece fluír desesperadamente despacio, estancarse y hasta detenerse; para el maníaco acelerarse excesivamente; para el esquizofrénico fijarse en el presente.

En el individuo normal, pasado, presente y futuro constituyen una unidad estructurada, aunque cada uno aisladamente sea experimentado en forma distinta, donde el futuro se presenta abierto a la proyección de planes y el pasado accesible, con valor y resignificable; a diferencia del maníaco y el sicópata que no proyectan plan alguno sobre el futuro pues les resulta vacío, y del depresivo que lo vive como inaccesible y bloqueado.

La construcción de altares y templos, los calendarios y la significación religiosa del Año Nuevo, remiten simbólicamente a la renovación anual del Mundo, al reencuentro, restitución o reactualización en cada nuevo año de la santidad original que tenía cuando salió de manos del Creador. Dado que toda existencia comienza en el tiempo, pues antes que el Cosmos entrase en la existencia no había tiempo cósmico, o que una determinada especie vegetal fuese creada, el tiempo que ahora necesita para brotar, dar fruto y perecer no existía, todo creación es concebida como si tuviera lugar en el comienzo del Tiempo, in principio, y es por eso que el mito desempeña tan considerable papel, ya que revela como ha llegado a la existencia una realidad.

Aquí ya empezamos a encontrar puntos de contacto con lo recomendable en una sana terapéutica psíquica: el rearmar y readaptar la personalidad restituyendo y reactualizando un punto de equilibrio psicológico que nos permita ir de a poco dando respuestas positivas a los requerimientos generados por la crisis global y readaptarnos dinámicamente a la nueva realidad, no para aceptarla pasivamente sino para participar activamente en su transformación y al mismo tiempo madurar personalmente. En las ceremonias del año nuevo hay una reactualización de la cosmogonía, implicando la reanudación del Tiempo en su comienzo, es decir la restauración del Tiempo “puro” que existía en el momento de la Creación, que hacen de ésta una época propicia para la realización de las “purificaciones” y la “expulsión de los pecados”.

Vivencias análogas pueden hallarse en las purificaciones rituales: simbolizan una combustión, una anulación de los pecados y de las faltas del individuo y de la comunidad en su conjunto, renovando todo lo que el Tiempo profano desgastó, se procede así a abolir la duración, se reintegra el momento mítico en que el mundo había venido a la existencia inmerso en un tiempo “puro”, “fuerte” y sagrado. De aquí que el hombre religioso, sediento de realidad, ha de esforzarse por incorporarse periódicamente a ese Tiempo original de la Creación del Mundo; la festividad no es la “conmemoración” de un acontecimiento mítico (y por ende, religioso), sino su reactualización. Mediante la vivencia religiosa, el hombre reactualiza, entonces, la cosmogonía no sólo todas las veces que “crea” cualquier cosa (una ciudad, una casa, un libro), sino que inclusive el mito cosmogónico también desempeña un importante papel en las curaciones, en las que se persigue la regeneración del ser humano; y aquí pensamos si por analogía no debiéramos considerar más de una festividad o actividad multitudinaria moderna cuasi ritual como por ejemplo los cacerolazos o justas deportivas populares, como intentos imperfectos (pero aún así válidos) de purificación, regeneración y restauración psicológica –de lo sano, real, sagrado, eterno- en la conciencia individual y colectiva desgarradas y enfermas por la egoísta maldad histórica temporal profana.

La repetición o recitación ritual del mito cosmogónico implica la reactualización de este acontecimiento primordial, ya que aquél para quien se hace o recita queda proyectado mágicamente al “comienzo del Mundo” y se convierte en contemporáneo de la cosmogonía, retornando así al Tiempo de origen, cuya finalidad terapéutica es la de comenzar una nueva vez la existencia, es como que no hay una reparación de la Vida, sino una re-creación, una regeneración por este retorno al Tiempo sagrado del origen. Aquí también adquiere suma importancia la simbología religiosa de las aguas: el contacto con ellas implica siempre un renacer (como en el rito del bautismo); preceden a la Creación (dice el Génesis: “el Espíritu de Dios se cernía sobre las Aguas”) y por la inmersión en ellas los pecados se lavan y purifican y las formas se disuelven pasajeramente para dar lugar a una nueva creación, una nueva vida regenerada. Esto podemos también relacionarlo con el concepto filosófico dialéctico hegeliano de tesis-antítesis-síntesis, donde ante la interacción con la realidad un punto de síntesis es al fin encontrado en un nivel superior de la espiral evolutiva, transformándose en una nueva tesis y así sucesivamente al infinito; y con la concepción hindú del Ser supremo en su aspecto trinitario (Brahma, Vishnu y Shiva) como creación, conservación y destrucción del universo, para volver nuevamente a comenzar en un eterno retorno a la existencia.

También el mito del origen de la terapéutica curativa está siempre incorporado al mito cosmogónico, describiendo la enfermedad y evocando el momento mítico en que una divinidad o un santo logran dominar el mal, o sea da cuenta del origen de la enfermedad y de su tratamiento.

En conexión con el tema de la enfermedad, las hierofanías del Sol y la Luna dan cuenta de todo lo que en el Cosmos participa de la Vida, es decir del devenir, del crecimiento y decrecimiento, de la “muerte” y la “resurrección”, revelando al hombre religioso que la Vida y la Muerte están indisolublemente ligadas y sobre todo que la Muerte no es definitiva, que va siempre seguida de un nuevo nacimiento, una recreación, una regeneración.

El hombre religioso asume un modo de existencia específico en el mundo, siempre reconocible. En cualquier contexto histórico, el homo religiosus cree siempre que existe una realidad absoluta, lo sagrado, que trasciende este mundo, pero que se manifiesta en él y, por eso mismo, lo santifica y lo hace real. Cree que la vida tiene un origen sagrado y que la existencia humana actualiza todas sus potencialidades en la medida en que es religiosa, es decir en la medida en que participa de la realidad. Al reactualizar la historia sagrada y los mitos, al imitar el comportamiento divino, el hombre se instala y mantiene junto a los dioses, lo divino, es decir, en lo real, significativo y trascendente. Este modo de estar en el mundo lo separa grandemente del hombre arreligioso para el cual lo sacro es el obstáculo que se opone a su libertad, aunque en el fondo el hombre profano es el resultado de una desacralización de la existencia humana, lo cual implica que se formó por oposición a su predecesor, esforzándose por vaciarse de toda religiosidad y significación trans-humana, pero sin conseguirlo plenamente ya que haga lo que haga es heredero del homo religiosus, y todo esto puede ser captado en los innumerables ritualismos degradados de aún la más desacralizada de las sociedades modernas. También en las seudo religiones, en las místicas políticas y aún en movimientos laicos y técnicas terapéuticas modernas como el psicoanálisis se encuentran comportamientos religiosos mítico-iniciáticos camuflados o degradados.

Toda crisis existencial, como la que hoy vivimos, pone de nuevo sobre el tapete a la vez la realidad del Mundo y la presencia del hombre en el Mundo: la crisis existencial es, a fin de cuentas, “religiosa”, puesto que en los niveles arcaicos de cultura, el ser se confunde con lo sagrado. Es la experiencia de lo sagrado la que fundamenta el Mundo, o sea que en la medida en que el inconsciente es el resultado de innumerables experiencias existenciales, no puede dejar de parecerse a los diversos universos religiosos. Entonces es la religión la solución ejemplar de toda crisis existencial, no sólo porque es capaz de repetirse indefinidamente, sino también porque se la considera de origen trascendente y por consiguiente, se la valora como revelación recibida de otro mundo, trans-humano. La solución religiosa no sólo resuelve la crisis, sino que al mismo tiempo deja a la existencia “abierta” a valores que ya no son contingentes y particulares, son absolutos, permitiendo así al hombre el superar las situaciones personales y tener acceso al mundo del espíritu. Vemos así que aún el hombre más decididamente antirreligioso comparte aún en lo más profundo de su ser un comportamiento orientado por la religión. En este sentido, gracias a los símbolos, el hombre sale de su situación particular y se “abre” hacia lo general y universal.

Los símbolos despiertan la experiencia individual y la transmutan en acto espiritual, en aprehensión metafísica del Mundo; al comprender el símbolo, el hombre religioso llega a vivir lo universal, mientras que para el hombre arreligioso, el símbolo no despierta su conciencia total haciéndola abierta a lo universal, solo lo salva en parte de su situación individual, permitiéndole, por ejemplo integrar una crisis de profundidad y devolverle provisionalmente el equilibrio psíquico amenazado, pero no lo eleva aún a la espiritualidad, no ha logrado revelarle una de las estructuras de lo real. El hombre arreligioso de las sociedades modernas recibe aliento y ayuda de la actividad de su inconsciente, sin llegar empero, a acceder a una experiencia y a una visión del mundo propiamente religiosas. El inconsciente le ofrece soluciones a las dificultades de su propia existencia, y en este sentido desempeña el papel de la religión, pues, antes de hacer a la existencia creadora de valores, la religión le asegura la integridad.

En cierto sentido, podría decirse que entre los modernos que se proclaman arreligiosos, la religión y la mitología se han “ocultado” en las tinieblas de su inconsciente, en una perspectiva judeo-cristiana podría decirse igualmente que la no-religión equivale a una nueva “caída”del hombre, que habría perdido la capacidad de vivir conscientemente la religión y por tanto, de comprenderla y asumirla, pero en lo más profundo de su ser, en el inconsciente conserva aún su recuerdo, al igual que después de la primera caída.

Si la psicoterapia considera el fenómeno de creer no como una fe en Dios, sino de una manera más amplia, como fe en un sentido, entonces le es enteramente legítimo ocuparse de este fenómeno. Así, Albert Einstein decía que “preguntarse por el sentido (de la propia vida) significa ya tener religión”; en forma similar Paul Tillich afirmaba: “ser religioso significa preguntarse apasionadamente por el sentido de nuestra existencia”. La fe religiosa es en último término una fe y una confianza en este “ultrasentido” o último sentido. Este concepto de la religión es amplio y alejado de las iglesias que exigen creer a toda costa: el amor y la fe no pueden ser manipulados. En ese sentido, parecería que más que a una religión universal, estaríamos marchando a una religiosidad personal, a partir de la cual cada uno encontrará su lenguaje propio, personal, el más afín a su íntima naturaleza, cuando se torne hacia Dios. Por supuesto, podrán existir rituales y símbolos comunes, pero como pasa con la diversidad de lenguas, que en todas y cada una el hombre puede acercarse a la verdad, así también cualquier religión puede servirle de vehículo para llegar al único Dios.

Cuando el hombre reactualiza su religiosidad latente, se conecta con lo real, sabe, y el que sabe dispone de una experiencia más rica y diferente a la del profano, esto equivale a decir que toda experiencia humana es susceptible de ser transfigurada, de ser vivida en otro plano trans-humano, trascendente, sagrado. En lenguaje sencillo esta postura significa que para salvarnos como seres humanos, para no suicidarnos como especie, debemos volver a las fuentes espirituales, recrear nuestra religiosidad y el mensaje cristiano de amar al prójimo (“Dios es Amor por sobre todas las cosas”), volver a revalorizar y reactualizar la insustituible contención afectiva de la familia más allá de los defectos que pueda tener; volver a sentir con el corazón a los seres queridos y las pequeñas grandes cosas como el mate compartido, el bullicio de los niños, el cariño de los animalitos, el barrio, los vecinos, las plantas del jardín y las arboledas, la calesita y los amigos de la niñez, las calles y el potrero del parque trajinados cuando chicos, nuestros viejos poemas y canciones, el club que se lleva en el alma, los amaneceres, las puestas de sol y las noches estrelladas, volver a sentir el milagro de abrir los ojos cada día, volver a sentir que con cada latido participamos de la Creación divina, nos abrimos a su amor y descubrimos el sentido a nuestra vida contribuyendo así con la evolución universal.

 

 

 

Este nuevo ensayo continúa la saga de anteriores escritos de honda inspiración humanista y cristiana. Aquí es expuesta con frescura patagónica la renovada esperanza que desde finisterris, el sur del Sur, se proyecta continentalmente mediante sucesos de raigambre política y el abnegado ejemplo educativo de los pioneros salesianos, educadores natos, que con su experiencia nos demuestran en la práctica que una nueva clase de sistema puede desarrollarse, menos salvaje e individualista, más altruista y comunitaria.    

 

¡el Sur también resiste!

¡eureka, el sistema puede ser vencido!

Amigos, sepámoslo todos con alegría, un nuevo tiempo de esperanza ha comenzado. Y éste no es estrictamente un tiempo cronológico, si bien lo abarca. Como explicité en otro de mis escritos (Crisis global, ética trascendente y religiosidad: el mito del eterno retorno) existe un tiempo mítico, un tiempo sagrado no-histórico, emparentado con la eternidad, que es vivenciado mediante la oración, meditación, y rituales  invocadores de los gestos divinos primordiales. Este tiempo sacro se reactualiza periódicamente y en un eterno retorno nos vuelve a conectar con las fuentes de lo sagrado y lo real, nos posibilita una vivencia interior que nos vuelve a relacionar con el Cosmos, nos resitúa en el camino ético, en la trascendencia religiosa de nuestra existencia humana y en el sentido verdadero de nuestra vida, orientándola hacia un pleno desarrollo espiritual, salvándola de la nada y de la muerte, constituyendo a los sucesos históricos como una nueva dimensión de la presencia de Dios en el mundo, ya con un fin trans-histórico: la salvación del hombre. Para el ojo avizor de aquellos que mediante la intuición escudriñamos interiormente el devenir de los tiempos, esta oportunidad se ha presentado nuevamente, quizás no todos la capten aún (“muchos serán los llamados, pocos los elegidos”) pero la invocación colectiva y los ruegos ante tanto padecimiento han sido escuchados, y el reflujo, el retorno interior a  esa existencia pura, original, sagrada, ha recomenzado, y con ella la re-generación del ser humano y del tejido social dañado. Los signos interiores que los poetas, intuitivos y soñadores visualizamos lo indican con claridad, y paulatinamente alcanzarán una plena expresión externa y se irán percibiendo en la vida cotidiana.

Antes de pasar a la consideración mundial de dicha situación, quisiera enlazarla con algunos simples sucesos que nos son cercanos, para poder luego comprenderla en su real dimensión  global.

A nadie escapa que nos hallamos al sur, y precisamente desde el sur del sur, de lo más austral de nuestra tierra y de la Tierra, un cambio político cualitativo ha sido gestado; sin hacer distinción de bandería política, una nueva y más justa forma de resolución de los problemas sociales ha comenzado a ejecutarse, un nuevo paradigma de comportamiento más solidario está siendo explicitado, y una renovada visión regional se manifiesta y es acompañada con esperanzada expectativa  por otras naciones y líderes políticos de toda América, deseosos de reposicionar la región más equilibradamente en el contexto del intercambio mundial. 

El ejemplo salesiano: conocimiento para todos

En ese positivo marco, y como ejemplo de lo que puede la inquietud del espíritu humano pese a la carencia de medios y la lejanía de los grandes centros urbanos, me sorprendió gratamente descubrir en Internet un proyecto educativo-cultural llamado Infociber-ISES, desarrollado por el Instituto Salesiano de Estudios Superiores de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, con la colaboración de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, y bajo el auspicio del CONSUDEC, Consejo Superior de Educación Católica, tendiente a posibilitar mediante las económicas herramientas informáticas e Internet el acceso al conocimiento a la mayor cantidad de personas, sin que sean un obstáculo sus condiciones de pobreza o debilidad, lo que constituye un objetivo sumamente virtuoso pues apunta al pleno desarrollo espiritual de la persona humana mediante la doble vertiente de la obtención del conocimiento y su aplicación posterior en el mundo laboral, poniendo énfasis en la capacitación a lo largo de toda la vida, el acceso a la cultura y a la plena empleabilidad para  todos, visualizando el trabajo como suprema dignidad del hombre. 

Nuestros hermanos sureños cristalizan así un sueño y forjan una utopía, bien realizable por cierto: generar un sencillo banco de datos para permitir un acceso rápido y  sistemático a los contenidos que se necesitan, ordenando mediante una sencilla clasificación científica basada en la CDU, Clasificación Decimal Universal ideada  por Dewy en 1876, todo el conocimiento humano disperso y desordenado existente en Internet. Esta clasificación basada en diez clases fundamentales ordenadas del 0 al 9 (Generalidades, Filosofía, Teología-Religión, Ciencias Sociales-Derecho, Filología-Lingüística, Ciencias Puras,  Ciencias Aplicadas,  Bellas Artes-Artes Aplicadas, Literatura, Historia-Geografía) está construída yendo de lo general a lo particular, y cada clase se subdivide asimismo en diez subclases. Esta CDU se estructura en carpetas abiertas en la PC doméstica o en una  biblioteca, o un colegio, y en las mismas se va almacenando todo el material que se encuentra en Internet y los links o ligas que remiten a ellos, posibilitando de esta forma no solo el mejor acceso para su estudio posterior,  sino estimular  durante su desarrollo un proceso creativo-analítico de gran valía en el educando, siempre con la mira de despertar su alma al mundo del conocimiento, a proveerlo de valores humanos positivos y favorecer su crecimiento espiritual, basados en las palabras de Su Santidad Juan Pablo II: “si conseguimos vivir el orden como opción de vida, el efecto inmediato será la serenidad  que invadirá nuestro ánimo y nuestra existencia, y esto es la paz, o al menos nuestra contribución para que se vaya logrando”. Quienes deseen profundizar tan meritoria obra salesiana, pueden consultar más detalles de la misma en su página web: http://www.hcdsc.gov.ar/biblioteca/ises/INDEX.ASP   o   http://www.biblioises.aike.org  

Ahora bien, podría decirse que estos  son sucesos aislados, remotos, distantes, insignificantes, que nada tienen que ver ni influencian a los grandes centros de poder mundial, sin embargo no es así, y paso a explicitar por qué.

Sistema es todo

Muchas veces hablamos de sistema, que el sistema es esto y lo otro, es perverso, maléfico, mercantilista, inhumano, etc, y la mayoría de las veces con razón, pero tenemos la tendencia a olvidar y descuidar una concepción fundamental: siempre, por definición intrínseca de lo que es un sistema, desarrollamos nuestra vida dentro de él.  Siempre, nos guste o no, estamos dentro del sistema y en relación con sistemas; estamos rodeados por miles de sistemas, pequeños, medianos y grandes, toda la vida es en realidad un sistema, de mayor o menor complejidad, con mayor o menor orden u organización. Puede ser una célula, un conejo como organismo vivo, un ser humano íntegro o concebido como la integración de sus sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo, etc; un sistema social o comunidad integrada por obreros, maestros, técnicos, clérigos, médicos, etc; etnias dentro de un país, bloques de países dentro de regiones del mundo, planetas agrupados en torno a una estrella refulgente o sol, sistemas solares girando en torno a una galaxia de millones de estrellas, millones de galaxias girando en torno al universo y así hasta el infinito de nuestra imaginación.

Cuando empezamos a reflexionar sobre esta realidad, también comenzamos a darnos cuenta que su naturaleza básica es interacción, y acorde con la teoría de los sistemas una modificación en un elemento del sistema, por más pequeño que sea, cambia todo el sistema. Su equilibrio inestable hace que se reconstituya nuevamente y ya no es el mismo, su característica estructural cambia, hasta su eje o centro puede cambiar, lo que antes estaba al norte ahora puede estar al sur, lo que antes era el centro puede pasar a ser la periferia, y viceversa (“los últimos serán los primeros”), a veces también hasta sus funciones se modifican.

El  sistema puede ser cambiado

El  concepto fundamental a entender es que el sistema, por su propia estructura, es influenciable, modificable, maleable, perfectible, pasible de ser dotado y de adquirir nuevas cualidades y desempeñar más adecuadamente sus funciones: la historia de la evolución humana así lo prueba, hay un largo camino desde el australopitecus y el cromagnon hasta el homo sapiens, desde la fogata primitiva hasta Internet. Y en ese sentido, las ideas mueven al mundo y siguen siendo lo más importante; los poetas, escritores, idealistas, políticos bien intencionados, los luchadores del espíritu humano, los constructores de sueños y utopías, como lo fueron en su tiempo entre otros Gandhi, Luther King, Lumumba, Churchill, Guevara, Pasteur, Gibrán, Martí, Mistral, Eva Perón, Emerson, Don Bosco, Schweitzer, la Madre Teresa y hoy Juan Pablo II, son todos ejemplos de cómo el accionar de una vida influencia al sistema de la vida en su conjunto, y si bien en la actualidad asistimos a la pretensión dominadora de una potencia hegemónica no debemos desesperar ni claudicar, los ideales de luchar por una  vida mejor, con educación, salud, seguridad, libertad, empleo y vivienda digna para todos, también son patrimonio de la mayoría de los integrantes individuales de esa pretendida potencia y de la humanidad toda, es cuestión de trabajar sobre esas coincidencias, fortalecer  esas ideas-fuerza positivas con una dedicada tarea de persuasión política a nivel de sociedades y países y el sistema de a poco irá alcanzando otro nivel cualitativo, más equilibrado, razonable y justo, lo importante es entender que todos estamos dentro del sistema, y que no hay acción pequeña sin resultado. Todo suceso grande o pequeño lo afecta en su conjunto, podrá o no verse inmediatamente, pero cuando cierto monto de sucesos ocurren, el sistema sufre un cambio cualitativo y se transforma en otro nuevo, se perfecciona, de allí el título de la nota, que ahora vemos sería no tanto que puede ser vencido, sino que puede ser transformado; a lo largo de esta nota por la interacción de los elementos-ideas el concepto-sistema cambió, de vencido mutó a transformado.

Globalizar el conocimiento y la bondad

La globalización, si bien en algunos aspectos ha sido traumática y salvaje por el hincapié en un economicismo capitalista carente de valores humanos, en el sentido conceptual que aquí exploramos puede llegar a convertirse y transformarse en algo positivo, en cuanto a constituir un aspecto relacional más profundo entre todos los seres humanos sin distinción de razas, lugares ni sistemas económicos, siendo Internet la mejor muestra de esto, algo que nuestros hermanos salesianos, habituados a visualizar en la lejanía sureña cercana a la inmensidad, vieron con meridiana claridad; es algo así como el arte marcial del jiu-jitsu, quien se defiende en realidad no hace el menor esfuerzo, solo desvía para otro objetivo la fuerza que el enemigo aplica; esto es similar, a las mismas herramientas con que se hace el daño se les confiere una nueva dirección y se las aplica para el bien, el capital puede reorientarse (por personas imbuidas de propósitos políticos nobles y valores humanos trascendentes) a metas sociales benéficas: construcción de viviendas, escuelas, hospitales, caminos, etc; así el sistema globalizado dejará de ser salvaje e individualista para ser altruista y comunitario.

En mayor o menor medida, influyen tanto los pequeños actos diarios, como los grandes  sucesos mundiales, meditemos por ejemplo qué perturbación tremenda sufriría el sistema humano si por ejemplo arribaran mañana extraterrestres a relacionar su civilización con la nuestra, o sin ir más lejos si se produjera el profetizado retorno de Cristo a la tierra; la conmoción sería enorme y los valores humanos cambiarían trascendentemente, ya que se vislumbraría con toda claridad la  realidad de la vida espiritual y la inutilidad de buscar acumular excesivos bienes materiales. Con nuestro modesto accionar cotidiano, trabajando, estudiando, cultivándonos, estamos sembrando la semilla de un cambio interior de nuestro propio sistema de ideas y valores (de ahí la importancia de la educación), y también un cambio exterior del sistema de relaciones humanas, económicas, políticas y de todo tipo en que vivimos. Si bien el mal aún no ha sido derrotado totalmente, por lo menos está más aislado, el egoísmo y afán desmedido de riqueza y poder está más visualizado como un factor negativo para el espíritu; los pueblos reclaman con justa razón terminar con las guerras, el hambre, la miseria, la ignorancia, el desempleo y la exclusión social. Cuanto más educación adquiramos, más progresaremos espiritualmente y evolucionaremos individualmente, más interacción positiva produciremos cooperativamente entre todos y más rápido y óptimamente evolucionará el sistema en que nos movemos y tenemos nuestro ser: ya sea la familia, la pequeña comunidad barrial, la sociedad, la nación, la región, el mundo, el Cosmos finalmente, lo cual realimentará la evolución individual y social en una espiral evolutiva de perfección divina ilimitada, a imagen y semejanza del Creador. Por eso amigos, con inquebrantable fe en este nuevo tiempo de esperanza, bajo esta celeste Cruz del Sur inspiradora, acompañadnos a cultivar los sueños y utopías, que son paradójicamente la única realidad imperecedera, para que desde estos lejanos confines le hagamos saber al mundo que no todo está perdido, que... ¡el Sur también resiste!    

 

 

Profesor Sergio Pelliza, director Biblioteca del ISES, con Padre Bustamante,  titular del CONSUDEC

 

 

 

 Lucisterris

(Presentación del Faro de la Utopía en Internet)

Desde el lejano Sur del mundo, el  Faro de la Utopía  ilumina con la luz del alma las mentes y los corazones de los hombres para guiarlos en el sendero de la evolución espiritual promoviendo la buena voluntad, las rectas relaciones humanas, la fe, esperanza, solidaridad y caridad, pues sin duda un mundo mejor es posible.

En este sitio web de mi propia construcción, encontrarás distintos escritos que expresan una visión humanista y trascendente del ser humano, entendido como una integridad bio-psico-socio-espiritual, capaz de descubrir el sentido de su vida accediendo al amor, cultivando su inteligencia y templando su voluntad para superar así todas las crisis y dificultades.

Este es un modesto aporte a la educación, la cultura y el desarrollo material y espiritual de los pueblos.  Está destinado a personas de cualquier edad, sexo, raza, condición social, religión o creencia; en realidad la única y radical diferencia que debe importarnos es si siguen el sendero del Bien o del Mal.  Solo se destacan en especial algunos materiales específicos para los jóvenes, motivo hoy día de nuestras mayores preocupaciones, como modo de ayudarlos orientándolos sanamente, esclareciéndolos y motivándolos para que busquen y encuentren un sentido a su vida, luchando en consecuencia por los nobles ideales que atesoran, eludiendo así el peligro de caer en el vacío existencial o las adicciones.

Este sitio web, que he elaborado modestamente, está sin embargo sustentado por un poderoso ideal: la creencia en que un modo de vida más digno para todos con acceso a la alimentación, vivienda, educación y trabajo es no solo necesario sino un derecho humano inalienable e intrínseco de la condición humana.

Los que por obra de la misericordia y gracia infinita de Aquel Ser a quien vagamente damos el nombre de Dios, hemos sido iluminados con una chispa de Su resplandor, debemos actuar como transmisores de Su luz en la Tierra, a cualquier costo. Esa es ahora y siempre nuestra tarea primordial; la crisis que azota nuestro planeta con la globalización del capitalismo salvaje es esencialmente espiritual, ética y de valores. No debemos tampoco desanimarnos, generalmente nadie es profeta en su tierra y las ideas pioneras solo son reconocidas en su valía mucho tiempo después.  

Con base en la Síntesis integradora, siempre es enriquecedor conocer que el Único Dios nos transmite Su mismo mensaje en las diversas culturas, filosofías y religiones.  Todo ser humano debiera leer al menos una vez la Biblia y el Bhagavad Gita o Canto Celestial (la Biblia de Oriente, la traducción de Yogui Ramacharaka es una de las mejores); ambos libros son tesoros de la cultura universal y fuente de inagotable inspiración, tanto para el creyente como para quien no lo es.

Empieza a quedar claro que Fides et Ratio, fe y razón, no son conceptos antagónicos sino complementarios. Esto también se manifiesta en el campo de la psicología; más allá de las modas pasajeras e intelectualizaciones, estamos avanzando hacia una concepción menos mecanicista, biologista e instintivista del ser humano. Hoy surge con fuerza la idea más holística de concebir al ser humano como una integridad bio-psico-socio-espiritual, abierto a la trascendencia y la realización de valores. La concepción psicoanalítica, que tanto ha aportado en ese campo, sufre de gran carencia antropológica, es menester pues enriquecerla y completarla con los aportes humanísticos de otras corrientes como la Logoterapia del Dr. Viktor Frankl. el Análisis Existencial e incluso enseñanzas provenientes de la filosofía espiritual como las de Alice Bailey .  Podemos afirmar que estamos avanzando en dirección a una Psicología Trascendente, en el marco de una nueva Educación para el progreso espiritual, no sólo para acumular conocimientos.  

En especial, muy grande es la responsabilidad de quienes hacen política hoy; tantas veces en los últimos años ha sido tergiversada y defraudada la voluntad popular, que les resulta difícil ser creíbles. Personalmente, creo que luego de mucho tiempo de postergaciones, nuestro primer Presidente patagónico está realizando un proyecto de país serio y honesto, ojalá continúe esta senda para bien nuestro como habitantes y para ejemplo del mundo, como expreso en mi último ensayo “¡El Sur también resiste!”

Este modesto aporte, elaborado trabajando solo en Argentina con un viejo computador, con el soporte generoso de un servidor web de España -Mi@rroba.com-, con el apoyo afectivo y recomendación de una sensible mujer de Brighton, Inglaterra -Suzanne Rough Directora de The DK Foundation- , y el reconocimiento del más popular buscador web de EEUU-USA -Google-, es una clara muestra de la férrea voluntad cooperativa del espíritu humano en pos de un noble ideal,  y demuestra que Internet es el punto de encuentro del nuevo ciudadano mundial y símbolo de la fraternidad universal que debemos urgentemente promover entre los pueblos.

Alborea una nueva era espiritual, los líderes del mundo civilizado como Su Santidad Juan Pablo II lo han anticipado, preparémonos todos con profunda dedicación pues el redescubrimiento y la reaparición del espíritu crístico en nosotros está próxima, en tal sentido, se nos impone una verdad irrefutable:”solo por el amor será salvo el hombre”.  

Que puedan estos escritos inspirar aunque sea a una persona y mejorar su conducta y vida, ya será suficiente recompensa, pues “quien salva un alma, salva toda la humanidad”.   

Juan Martín Nuñez , Licenciado en Psicología (UBA) Posgrado en Logoterapia (UCA), Creador y Director del sitio web Faro de la Utopía ©DNDA354196, http://farodelautopia.webcindario.com  )  Santos Lugares, Argentina, 2004 

 

                               Crisis mundial: debemos cambiar los valoreeconómico$ por los valores ético-espirituales

Segunda Fundación de la Utopía

Hermanas y hermanos míos de todos los confines, este que les voy a transmitir en octubre de 2008 no es un escrito más; estos que estamos atravesando mundialmente son momentos fundacionales históricos por los cambios que van a sobrevenir y que deben sobrevenir, y que afectarán ineludiblemente a toda la Humanidad; el que tomemos conciencia de ello facilitará sin duda nuestro caminar por el sendero de evolución espiritual que cada vez más claramente empezamos a distinguir delante nuestro. Aquí sentado frente a mi computadora, en una hermosa mañana de primavera en los Santos Lugares donde en este momento solo se escucha el trinar de los pájaros, y mientras procuro que nuestras mascotas Loli, Canela y Wendy -la perrita salchicha, la maltesa y el gato beige- no cometan más travesuras que las habituales, pienso en como ir transmitiéndoles el mensaje que claramente me ha sido inspirado durante la meditación de estos últimos días.

Creo que una de las formas más comprensivas de ir exponiendo la situación es poner en claro algunos conceptos sobre los cuales hace años vengo machacando y que la realidad  -o al menos lo que a la mayoría les parece tangiblemente real-  se ha encargado de demostrar palmariamente con el paso inexorable del tiempo que eran acertados y correctos. Primero les sugeriría que relean  Lucisterris  (Primera Fundación de la Utopía), la presentación del sitio web  Faro de la Utopía , donde en 2004 se establecieron las bases y herramientas comprensivas espirituales para un entendimiento más correcto de la actual situación de crisis económica mundial -la que en este escrito se devela en realidad como una crisis fundamentalmente de base ética- , y de la crisis o caída de los valores ateos posmodernos que son sin lugar a dudas los verdaderos causantes de semejante descalabro social e individual en el desarrollo de la vida comunitaria de los pueblos (allí se manifestaba por ejemplo: "la crisis que azota nuestro planeta con la globalización del capitalismo salvaje es esencialmente espiritual, ética y de valores.  No debemos tampoco desanimarnos, generalmente nadie es profeta en su tierra y las ideas pioneras solo son reconocidas en su valía mucho tiempo después..." , quizás debamos pensar que los tiempos se van acortando aceleradamente y por nuestro propio bien debemos ir enfrentando estas situaciones críticas ya).

Iremos pues desgranando sintéticamente algunos conceptos importantes que trataré de amenizar con la transmisión de algunas vivencias individuales que ya comienzan a suceder planetariamente como forma de ir engarzando nuestra conducta individual con la que se espera de nosotros comunitariamente. A tal fin, y para entender mejor lo que vayamos comentando, les sugiero nuevamente releer algunos de mis artículos obrantes en Faro de la Utopía  como por ejemplo  Revalorizar la Ética: el imperativo actual   ,  ¡El Sur también resiste!   , La adolescencia en la posmodernidad, crisis y oportunidades , Crisis Global, Ética trascendente y religiosidad, el mito del eterno retorno , What the bleep is this movie??(Qué carachos es esta película??   Mochono y su enigma filosófico , Carta urgente desde los Santos Lugares  , y otros de destacados autores como el Licenciado en Ciencias Políticas Eduardo Bustelo Graffigna: "Pobreza Moral -Reflexiones sobre política social amoral y la utopía posible" , el teólogo y ecologista Leonardo Boff: LAS UTOPÍAS DEL TEÓLOGO Y ECOLOGISTA BOFF , el filósofo y médico hindú Sri Swami Pranavananda Saraswati: SRI SWAMI PRANAVANANDA : SU MISIÓN MUNDIAL  , etc.  Este arsenal de ideas orientadas humanísticamente a lo trascendente nos servirá para darnos una idea de las falencias insalvables del sistema de valores ateos individualistas, egoístas y carentes de solidaridad sobre los que se asienta el sistema económico y financiero del capitalismo salvaje o capitalismo neutrónico (deja los edificios en pie pero destruye los seres humanos); y asimismo también nos resultará útil para ir comenzando a vislumbrar un acercamiento íntimo a valores espirituales trascendentes, que por la simple creciente influencia del alma y propio espíritu interno inevitablemente más tarde o temprano se irá produciendo en cada persona y podrá variar según sus características y su circunstancia de vida, sin que importen demasiado en este momento crítico los detalles externos; algunos se sentirán atraídos por el judaísmo, otros por el cristianismo Juan Pablo II: cuatro desafíos tiene el mundo en 2005, la vida, el pan, la paz y la libertad   , el budismo, el hinduísmo, el islamismo, la filosofía yoga, las filosofías espirituales como las enseñanzas de Alice Bailey: Mi trabajo (por el Maestro Djwhal Khul, El Tibetano)  La Gran Invocación - Fundación Lucis , o quizás formas más despojadas de lo estrictamente religioso como la estética, el arte y la belleza, pero siempre imbuídas de un sentimiento de amor trascendente universal y orientadas a vivenciar y practicar el Supremo Bien en relación con el prójimo a quien crecientemente se reconocerá como un Tú, no un otro a quien excluír o explotar, un compañero de ruta en el sendero evolutivo a quien generosamente debemos tender la mano para ayudarle a avanzar.

A poco que meditemos sobre los conceptos expuestos precedentemente, descubriremos que efectivamente la actual crisis mundial si bien tiene una manifestación económica, en su raíz es indudablemente una crisis de base ética.  El desastre económico ha sido causado por los procederes fraudulentos y rapiñeros de los sectores financieros y bancarios que con total codicia desde hace años han estafado a muchísima gente en todos los países sin importarles para nada que con esto los condenaban a la pobreza, el hambre, la miseria, la exclusión social; evidentemente los valores que guiaron sus conductas no han sido humanísticos, espirituales y solidarios, solo buscaron acrecentar sus riquezas y poder económico a cualquier precio, al respecto Michael Moore hace un realista, descarnado y muy lúcido análisis de lo sucedido en la meca del capitalismo en un valioso ensayo: MICHAEL MOORE propone su propio plan de rescate en EEUU ante la crisis del sistema capitalista donde podemos ver claramente la inconducta moral carente de toda ética que provocó este cataclismo.  Por otra parte, y como siempre no hay mal que por bien no venga, además de provocar este tsunami un shock en las conciencias de los ciudadanos del país símbolo del capitalismo (y por supuesto en otros países no menos importantes, diríase que en todo el orbe) los ha llevado a replantearse un estilo de vida dispendioso y superfluo que hasta ahora los caracterizaba, con el cual no cuidaban para nada el medio ambiente (por ejemplo utilizando grandes autos a nafta generadores de enorme polución que destruye aceleradamente la capa de ozono y descongela los polos, arrasamiento de los pocos bosques que van quedando en el planeta provocando la extinción de los espacios verdes tan necesarios para la oxigenación de la vida, etc).  Este derroche egoísta de recursos pretendiendo que son ilimitados y su utilización para fines egoístas y propósitos meramente hedonistas, conjuntamente con la estafa a los ciudadanos y la apropiación indebida de sus posesiones económicas y/o inmobiliarias son prácticas que deben finalizar ya, no por que lo digamos nosotros, sino simplemente porque los ciudadanos estadounidenses y de otros países desarrollados o en vías de desarrollo ya han experimentado en carne propia que así el sistema de vida es inviable y colapsa tarde o temprano como está hoy sucediendo.  La hecatombe global es de crédito económico (credere) y de credibilidad humana, se ha perdido la confianza base de todo el sistema capitalista actual, que pregonaba que la libre actuación del mercado sin ninguna clase de regulación estatal era la panacea universal; ahora que todo explotó y se comprobó la falacia y mentira de este erróneo e interesado paradigma, hasta en el mismo EEUU debieron tomarse medidas intervencionistas de corte estatista, nacionalizar bancos, inyectar fondos, pero ha sido una reacción tardía que no aportó ninguna solución de base.  Esto ha llevado a su vez a entender que son los pilares ideológicos y guías orientadoras de funcionamiento y metas del sistema las que hay que cambiar; la estructura del sistema actual ha colapsado y no tiene más arreglo, no hay salvataje posible y eso lo iremos percibiendo en el derrumbe de los monopolios, los bancos, mercados de valores y bolsas, más dedicados últimamente a la especulación y los negociados oscuros que al genuino comercio, en la creciente recesión, desempleo, desaceleramiento productivo; lo único que puede hacerse válidamente con el sistema económico actual es redefinirlo en su orientación ética para que sea una herramienta al servicio efectivo de la producción y el trabajo, y que a través de un nuevo planeamiento crediticio genuino aporte fondos para verdaderamente impulsar la producción -no para estafar a los ciudadanos-, desarrollar la obra pública, crear empleos, redistribuír mejor las ganancias, facilitar el consumo básico orientado a la alimentación, desarrollar una política real de viviendas para todos con préstamos que puedan pagarse, prohibiendo la tercerización de hipotecas e incorporando comités de monitoreo conformados por ciudadanos en toda la cadena económica.  No es necesario pasar tampoco al otro extremo, a un colectivismo socializante estatista a ultranza que sofoque al ciudadano y anule sus libertades individuales y sus derechos humanos, ese sistema ya ha fracasado y todos lo sabemos. Este nuevo sistema organizado sobre bases éticas debería aprovechar las nuevas tecnologías pero poniéndolas al servicio de una planificación de desarrollo social auténtico tendiente a que un orden mundial coordinado busque urgentemente y con prioridad la inclusión de las mayorías, la disminución del hambre y la pobreza mundiales, y vaya adecuando paulatinamente las estructuras de los actores intervinientes (bancos, financieras, bolsas, comercio internacional) a esta nueva realidad; los que así no lo perciban simplemente desaparecerán, ya no hay más lugar para nuevos experimentos, estafas ni mentiras, y la eventual cuota de sacrificio y dolor debe ser asumida prioritariamente por los poderosos, los dueños de la riqueza global, los millonarios propietarios de grandes fortunas e inmensa cantidad de bienes que viven en una burbuja materialista ficticia mientras las masas expoliadas y explotadas sufren en todo el planeta por no poder alimentarse, vestirse, acceder a una vivienda; y está bien que así sea y la carga más dura la asuman los ricos, tienen tanto que ni lo notarán el esfuerzo; el planeta es de todos y todos debemos disfrutarlo, no puede pertenecer más a una minoría privilegiada que goce egoístamente de sus riquezas en desmedro de las grandes mayorías excluídas de los bienes y la vida humana digna.

Al respecto, por ejemplo en EEUU ya han comenzado a notarse signos de un retorno de los ciudadanos a un estilo de vida más frugal y sensato, no tan consumista como hasta hoy, vuelven a fijarse más en lo que se compra para alimentarse y vestirse, no tanta comida chatarra, no realizar gastos superfluos ni derroches, cuidar más el ingreso, pasar a un auto económico y no mantener tres, etc, y al mismo tiempo empezar a hacer vida más hogareña, dedicar más tiempo a la familia y actividades que no sean estrictamente negocios, concurrir más a los servicios religiosos. Son pequeñas señales pero van en el buen sentido, de a poco el estilo de vida debe adecuarse a los valores espirituales, debe ir tomándose conciencia que la presencia del ser humano sobre la Tierra tiene un sentido trascendente, que no es azarosa sino orientada a un desarrollo interno para descubrir su verdadero ser, que volver a Dios es imperioso, y que sería bueno tratáramos de acercarnos a Él lo más livianos y despojados de ornamentos posible, recordemos que el humilde carpintero de Galilea decía: "dejad que los niños y los pobres (humildes) vengan a mí, de ellos es el Reino de los Cielos". Sobre todo las clases dirigenciales de cualquier índole deberían tomar nota de esto, en especial los políticos que tantas preocupaciones nos causan con sus trapisondas e inconductas, y esto vale para cualquier orientación que tengan, ya que al fin lo que importa es si realizan obras para el bienestar del conjunto de la ciudadanía o solo se enriquecen usando su función sea cual sea la postura que dicen tener, conservadora o progresista, que luego en la práctica se encargan de contradecir.  En tal sentido, considerando esta crisis mundial económica pero de raíz ética, por la injusta concepción egoísta de enriquecimiento desmedido cuyas consecuencias afectan a todos, podría ser bueno conseguir establecer tal como plantea Moore respecto a las casas y autos, una autolimitación en las posibilidades de enriquecimiento individual, dado además el sin sentido que ello tiene, pues mientras hay millonarios que tienen 50 casas hay familias que no tienen donde vivir.  Una idea podría ser que una familia pudiera tener por ejemplo hasta 5 propiedades como máximo, con lo que sus necesidades habitacionales estarían muy bien cubiertas pudiendo incluso usar alguna para alquilar o veranear, en caso que quisiera comprar más propiedades previamente debería en la zona donde reside construír  un hospital comunitario con equipamiento instrumental; en caso de llegar luego a tener 10 propiedades debería construír entonces un hogar para ancianos, y así sucesivamente hacer obras cada 5 más que compre, quizás con un tope limitativo de hasta 20 propiedades en total; y algo similar en cuanto al dinero, para qué tantos millones, tanta ambición desmedida e improductiva cuando ese capital podría ponerse en acción para servir al prójimo, es evidente que si solo un pequeño grupo consigue enriquecerse y la mayoría trabajadora apenas sobrevive, el mecanismo de distribución de la riqueza está mal planteado o funciona mal y debe corregirse.  Bastaría con poder facilitar el acceso a cada familia por lo menos a una vivienda única familiar (como ejemplo directo de la inequidad e iniquidad del sistema económico comento que esto no es fácil aquí donde ya pasamos varios cataclismos económicos y creo que hoy en ningún lado, en mi caso personal aún no lo he logrado, continúo pagando un préstamo interminable por la muy modesta vivienda familiar que habitamos).  En estos días fue al respecto muy claro el Papa Benedicto XVI al mencionar que estábamos viendo que las bases del capitalismo actual son nada, apenas papeles sin valor, que era necesario volver a Dios y los valores cristianos, o sea a las conductas y procederes que nos lleven a aliviar el sufrimiento del prójimo, no a pretender ser millonarios en dólares, adornarnos con oro y joyas, hacer vidas lujuriosas mientras otros no pueden alimentarse, no está bien pensar en que la meta de la vida es enriquecerse, comprarse un auto lujoso, propiedades, tal como a veces escuchamos proclamar a algún político o a algún filósofo ateo posmoderno trasnochado propagandizado por el sistema capitalista que nos habla del hedonismo consumista con total desparpajo; tomemos conciencia que eso no es libertad, en las condiciones del mundo actual tan  humanamente injustas, tan críticas ecológicamente y tan inequitativas económicamente, eso es libertinaje.  Recordemos el ejemplo del Señor de Amor y Sacrificio y de la Luz de Asia, Jesucristo y Buda, ambos monjes mendicantes que vivieron austeramente predicando y recorriendo los caminos con la red del pescador de almas, y daban el consejo de "no acumules tesoros materiales en la tierra donde el orín y la polilla corroen, atesora bienes espirituales en el Reino de los Cielos junto al Padre"..."alcanza el conocimiento espiritual, realiza la iluminación y serás libre y feliz".  Valoremos las actitudes caritativas y compasivas de la Madre Teresa de Calcuta o de Gandhi, de Juan Pablo II y de todos los santos de las distintas religiones y filosofías, ejemplos perennes de vidas orientadas espiritualmente a la humildad y servicio a la humanidad que es servicio a Dios.

Hermanas y hermanos míos, ya campea aquí el atardecer de un día agitado para el mundo, el búho de Minerva levanta vuelo puntual y la sabiduría surge ante nuestra vista.  Aún frente a las adversas y complejas condiciones de vida actuales, mantengamos la calma, el contacto con nuestro propio ser espiritual nos proveerá la paz que excede a toda comprensión y aprenderemos a tolerar sin autoculpabilizarnos los todavía existentes errores de nuestras personalidades, que iremos con paciencia y tenacidad corrigiendo a medida que avancemos y ésta se diluya cada vez más en el naciente espíritu crístico: "Cristo en nosotros esperanza es de gloria".  También tengamos mayor indulgencia para con los errores ajenos sin por eso dejar de manifestar firmemente nuestra sincera opinión. Tengamos asimismo fe y esperanza, el sendero iluminado se abre ante nosotros, cada vez es más clara su percepción por parte de la humanidad, cada uno irá encontrando y construyendo su propio puente de plata y seguirá su más adecuado rumbo para arribar a la riqueza espiritual eterna, que les puedo asegurar es mejor que la fugaz económica.  Leamos los escritos inspirados, estudiemos lo más que podamos, el dominio de las energías de los diversos cuerpos constitutivos del ser humano es una tarea exigente pero fructífera para descubrir nuestro lugar en el esquema evolutivo y cooperar con el mismo; igual que la práctica de la evocación e invocación de la luz espiritual, la plegaria y la meditación, ésta es una época de esfuerzo y urgencia espiritual, la comprensión de los misterios de Dios nos abre nuevas perspectivas para apreciar mejor su grandeza, "pedid y se os dará, golpead y se os abrirá"; seguid la inspiración interior que es la mejor guía, del intelecto paulatinamente arribarán a la certera intuición del espíritu que no falla.  Desde la otra orilla y durante el camino del discípulo incontables manos afectuosas y voces de ayuda nos alientan a proseguir, a lo lejos titila la luz blanca inmarcesible del Cristo de cuyo ígneo corazón brota un torrente de Amor indescriptible por todos y cada uno de nosotros, y cuando el cansancio, el temor y la soledad acechen, siempre pongamos atención y escucharemos su cálida voz diciéndonos: "no temáis, heme aquí, Yo estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos".

 February 2009   ETICA Y OBAMA  por el reconocido Filósofo y Teólogo Hans Küng   (febrero de 2009)  Meses después de la precedente declaración de Faro de la Utopía "Crisis Mundial: debemos cambiar los valores económico$ por los valores ético-espirituales", nos enorgullecemos que el destacado Filósofo y Teólogo Hans Küng exprese en su reciente escrito exactamente lo mismo que he afirmado en mi artículo, que "la crisis que azota nuestro planeta con la globalización del capitalismo salvaje es esencialmente espiritual, ética y de valores".  Dice Küng: "Es hora de que la ética ayude a superar la crisis"..."En los países industrializados ricos, tras una época de conducta miope y cínica de buscar las mayores ganancias posibles, es posible que estemos en los comienzos de una nueva era de modestia y sostenibilidad. Las compañías enfrentan una creciente presión para comportarse éticamente, y por fin se castiga el comportamiento empresarial poco ético", ... , "la nueva arquitectura financiera que muchos demandan hoy, y que se necesita con urgencia, debe estar sostenida por un marco ético. Los fatales instintos humanos de la avaricia y la soberbia sólo se pueden dominar mediante algunas normas éticas elementales",...,"En la avaricia los seres humanos pierden sus "almas", su libertad, su compostura, su paz interior, y con ello lo que los hace humanos",..;"Muchas esperanzas en todo el mundo se centran en el presidente Barack Obama, que asumió con una estatura moral extraordinaria para un político. No haré un juicio sobre sus planes para la economía global hasta el momento; sin embargo, no hay duda de que ha reconocido la dimensión ética de la crisis económica actual".

Indígnate!!!!!


“No somos antisistema, el sistema es antinosotros”
“Cuidado, el pueblo está enojado”
“Mandan los mercados y no los he votado”
“Que la calle es tuya, tonto”
“Hay noches que todavía sueño”
“Inmigrantes, vosotros sois el mar de Madrid”
“No es crisis, es estafa”
“Pienso, luego estorbo”
    -       “Seamos realistas, pidamos lo imposible”.

“Me sobra el mes al final del sueldo” .   Jóvenes que anticipan una vida peor que la de sus padres protagonizan la ola de protestas que cruza Europa y el mundo árabe. En ese contexto, un sobreviviente de la Resistencia se convierte en best-séller.

Son apenas doce páginas de texto, pero bastaron para poner en palabras el clima de descontento y profundo malestar social que atraviesa Europa desde el estallido de la crisis económica de 2008. Publicado en Francia en octubre de 2010, Indignez-vouz! (editado en Argentina como ¡Indígnate!) se convirtió rápidamente en un manifiesto político que entroncó de manera directa con las movilizaciones y reacciones populares que con distintas formas surcan la arena pública de una Europa sumida desde hace tres años en el estancamiento económico y el ajuste fiscal.
 

Su autor es Stéphane Hessel, un diplomático y activista de los derechos humanos de 93 años que en su biografía reúne algunos de los elementos clave de la Europa de la segunda mitad del siglo XX, y que en el contexto actual parecen piezas de un viejo museo de los tiempos heroicos de la posguerra. Combatiente de la Resistencia francesa, colaborador de Charles De Gaulle en el gobierno provisional en el exilio, sobreviviente del campo de concentración de Buchenwald (de donde pudo escapar y evitar ser ejecutado), participante de la redacción en 1948 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Hessel es uno de los últimos representantes de aquella generación que rediseñó Europa a partir de la devastación dejada por la guerra y el fascismo. Y ese es precisamente el tono que sobrevuela a lo largo de su breve manifiesto: el de un hombre que sobre el final de su vida ve cómo los gobiernos europeos desmantelan las conquistas sociales y jurídicas alcanzadas medio siglo antes, frente al desconcierto e impotencia de una población que no acierta a decir basta.

Entre el panfleto político y el testimonio de una larga vida, ¡Indígnate! funciona como un llamado que más que a inventar nuevos horizontes políticos convoca a retornar a las fuentes de donde surgió ese gran compromiso entre el Estado y el mercado conocido como Estado de bienestar y que permitió a Europa occidental alcanzar sus mejores niveles de vida. Su publicación y el éxito que alcanzó la obra (más de un millón y medio de ejemplares vendidos en Francia y traducciones a 25 idiomas) expresa el clima de frustración y desconcierto que corre a la par de la crisis económica y de la ausencia de alternativas políticas tradicionales que propongan una salida superadora de un escenario dominado por los salvatajes billonarios a los mercados financieros y la profundización de las reformas que recortan los derechos de los trabajadores.
Se trata, además, de una voz que remite a los tiempos épicos de la Resistencia y que con esa autoridad moral convoca a los jóvenes a redescubrir la indignación como motor de la acción política: “El motivo principal de la Resistencia era la indignación. Nosotros, veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia libre, llamamos a las jóvenes generaciones a vivir y transmitir la herencia de la Resistencia y de sus ideales. Nosotros les decimos: tomad el relevo, ¡indignaos!”

Una indignación que ya no tiene los mismos orígenes que aquella de hace 70 años cuando el totalitarismo se esparcía por el continente, sino que es suscitada por la creciente exclusión social, la ampliación de la brecha entre ricos y pobres, la devastación de los recursos naturales del planeta y la subordinación de las instituciones democráticas a los intereses de los mercados financieros. Fuentes menos visibles, más complejas e impersonales pero igualmente dañinas.


Y es indignación, justamente, la palabra que más se repite hoy en España y otros países de Europa. Indignación por un gobierno socialista que emprende con entusiasmo el desmantelamiento de las instituciones de protección social, indignación por un sistema de partidos enfrascado en disputas autistas, indignación por una crisis económica cuyos costos son pagados por los desdichados de siempre, indignación por el final abrupto del sueño del consumo y el despertar subsiguiente: el de un país hipotecado al que se le exigen nuevos sacrificios. Una semana antes de las últimas elecciones españolas, el 15 de mayo, una multitud heterogénea ocupó las plazas de las principales ciudades españolas para protestar contra la política económica del gobierno socialista (y en igual medida contra las recetas ofrecidas por la oposición del Partido Popular) y por la situación que atraviesan los jóvenes (de los cuales el 40% está desempleado), los inmigrantes, los jubilados, los trabajadores y las familias que ven perder sus viviendas ante el colapso del mercado inmobiliario español, núcleo central de la burbuja especulativa que estalló con la crisis mundial de 2008.

Ante la ausencia de articulación de esos reclamos en una opción política tradicional, las movilizaciones reunieron multitudes congregadas alrededor de consignas básicas que resumían reivindicaciones largamente desatendidas, expresadas en eslóganes que recordaban la sintaxis creativa y directa del Mayo del 68 francés: “Si no salimos en los periódicos saldremos en los libros de historia”; “Me sobra el mes al final del sueldo”; “Cada cuatro años elegimos a quien financiar, no les votes”; “Queremos la dictadura del amor, no la del dinero”. Unas multitudes que se organizaron de manera horizontal, sin referentes políticos identificables, siguiendo una lógica de ocupación festiva del espacio público y cuyas demandas se sintetizaban en el pedido de una mayor democratización a todos los niveles, una “democracia real ya”, tal como se denominó el colectivo que agrupa a las distintas expresiones movilizadas en España.

La ola de protestas que cruza toda Europa y especialmente a los países más golpeados por la crisis empalma con los levantamientos populares que se han puesto en marcha en el mundo árabe. A pesar del abismo que separa las dos regiones en lo que tiene que ver con los niveles de vida y la tradición democrática, es el espectro de la crisis económica y sus consecuencias lo que permite pensar esas convulsiones como formando parte de un mismo proceso.

Ya sea en la calles de Túnez, en las plazas de El Cairo o Atenas, en Damasco o en Barcelona, lo que se reclama coincide en numerosos puntos: el rechazo a los representantes políticos, el hartazgo ante las medidas económicas impopulares, la exasperación frente a gobiernos que aceptan tranquilamente la bancarrota de sus países. También es coincidente el protagonismo de los jóvenes que ven abrirse frente a ellos la perspectiva cada vez más cierta de una vida peor que la de sus padres y que utilizan las nuevas herramientas tecnológicas que facilita Internet para nuclearse, sobrepasando y desconcertando a las organizaciones políticas tradicionales.

El manifiesto de Stéphane Hessel es un signo de los tiempos indignados que corren en el Viejo Continente. Es la resonancia que despierta, más que el contenido del texto, lo que explica su sorprendente difusión. La indignación puede ser también una pasión estéril si no va acompañada de una acción que concrete en el espacio público sus demandas. Algo de eso parece estar ocurriendo ahora en Europa y en Oriente Medio.
Su éxito o fracaso, como siempre en política, es una posibilidad abierta.

 

PROMOVER  VALORES  ÉTICOS  EN  LAS  NACIONES   (concuerda con los objetivos de los "indignados")     Una colaboración de nuestro amigo Juan Manuel Trabado, de Unidad de Servicio, España   (Junio 2011)

¿Cuánto aportarían quienes más tienen si pagaran impuestos sin privilegios, atajos ni favores?

12/05/11  (Artículo de Xavier Caño Tamayo, periodista y escritor)

Ajustes, recortes sociales, reducción de gasto público y reformas “estructurales”. ¡Qué peligro! Única receta del FMI, OCDE, Banco Central Europeo, Comisión Europea y Bancos centrales nacionales para afrontar los graves problemas que la crisis trae a Europa. Medidas que perjudican a la mayoría de ciudadanos. Pero de verdadera reforma del sector financiero, ni hablamos. Y a quienes más tienen, ni tocarlos.

El catedrático de economía Juan Torres escribe que ahora hay que aumentar los impuestos de las rentas del capital y de la actividad bancaria, especialmente las procedentes de la especulación. Por ejemplo, suprimiendo desgravaciones fiscales injustas que benefician a las rentas más elevadas. Mejor que los recortes.

¿Cuánto ahorra, por ejemplo, el gobierno español con recortes que perjudican a millones de ciudadanos? 15.000 millones de euros. ¿Cuánto aportarían quienes más tienen si pagaran impuestos sin privilegios, atajos ni favores? 40.000 millones de euros. Por ejemplo, restaurar el suprimido impuesto español sobre patrimonio recaudaría más de 2.200 millones de euros; congelar las pensiones españolas sólo ahorra 1.500 millones. Y en el resto de Europa, por el estilo.

Pero ningún gobierno europeo se propone establecer un sistema de impuestos más justo. A los ricos no se les molesta y, si llegan a pagar algo de más, poco y por poco tiempo. Y tampoco nadie propone recortes legítimos y necesarios como reducir gastos superfluos, ostentosos y protocolarios, recorte del gasto militar, supresión de subvenciones por amiguismo o sintonía ideológica, supresión de asesores de dudosa necesidad, recortar (en España, por ejemplo) lo mucho que el Estado dona graciosamente a la Iglesia Católica.

“Las medidas propuestas por el gobierno (español, pero también otros) son más de lo mismo: mantener los privilegios de quienes provocaron la crisis”, según Juan Torres.

Y, como remate, el Fondo Monetario Internacional exige más: abaratar el despido de los trabajadores, “flexibilidad” salarial y una “fuerte y rápida reforma del sistema de pensiones”. ¡Que paguen los que menos tienen!

¿Qué significan esos recortes y propuestas del FMI, bancos centrales, Comisión Europea, OCDE y demás leales gendarmes de los intereses de la minoría privilegiada? Cientos de millones de ciudadanos lo van a pasar mal, muy mal. Eso significa.

Pero ellos erre que erre, aunque las recetas neoliberales del FMI causaran el hundimiento de Argentina (sin clase media en meses), provocaran la ruina de países centroamericanos e incrementaran el empobrecimiento de países africanos. Ellos a lo suyo y que el mundo reviente.

Pero, qué curioso, quienes imponen recortes y ajustes como “única” salida no se aplican la receta. Los funcionarios del FMI no pagan impuestos por sus sueldos, un contable de esa equívoca entidad cobra 90.000 dólares anuales y un jefe de departamento cobra entre 150.000 y 300.000 dólares anuales limpios más ayuda a la vivienda. Y pueden jubilarse a los 50 años con una reducida disminución de la pensión.

Fuente y artículo completo: http://www.canalsolidario.org/noticia/cuanto-aportarian-quienes-mas-tienen-si-pagaran-impuestos-sin-privilegios-atajos-ni-favores/23907?utm_medium=email&utm_campaign=boletin&utm_source=semanalCSO

Comentario de Juan Manuel Trabado (Unidad de Servicio, España):   como he mencionado alguna que otra vez no se trata de ser antisistema ni prosistema, ni nada de eso, se trata simplemente de reconocer la verdad de los hechos y los principios o causas que los rigen y ver si dichos principios son correctos o erróneos, y si son erróneos tratar de cambiarlos para bien del conjunto, lo que puede implicar modificar o cambiar de sistema pero lo importante en si mismo no es eso, sino el que las actuaciones estén regidas por valores y principios éticos y espirituales.

Los datos que se mencionan en el artículo enviado y en otros enviados otras veces muestran claramente que los valores que rigen esas decisiones no son los de responsabilidad y buena voluntad para el bien común, sino sobre todo la conservación de intereses egoístas y privilegios para una reducida parte de la sociedad, fundamentalmente para los mas ricos y de mayor capacidad económica, aun a costa del bien de la mayoría. Simplemente con quitar esas desgravaciones fiscales injustas de los ricos se podría conseguir un notable aumento de los ingresos del estado que podrían aumentar aun mas si se estableciesen unos impuestos de la renta progresivamente crecientes para que realmente paguen mas quienes mas tienen proporcionalmente. También cabria hacer una distinción entre fondos de los ricos y fondos invertidos en empresas que dan trabajo y dan beneficio social, debiendo ser los impuestos proporcionalmente mayores para las grandes fortunas que no están invertidas en beneficio social.  También es importante prohibir tener cuentas en paraísos fiscales o al menos gravarlas fuertemente y cobrar los impuestos de las 659 grandes fortunas con cuentas bancarias en suiza sin declarar (Véase http://www.eleconomista.es/flash/noticias/3156312/06/11/Rechazan-publicar-la-lista-de-los-implicados-en-el-escandalo-de-las-cuentas-suizas-.html).

Son solo algunas de las medidas que podrían aplicarse, junto a otras mencionadas otras veces, y que reducirían grandemente el déficit del estado sin tener que recortar servicios sociales ni poner la mayor parte de la carga sobre quienes menos tienen como está sucediendo y podrían ser algunos de los modos de manifestación de valores y principios como el de compartir y distribución de responsabilidades y riqueza.

Recientemente también los sindicatos han recogido hasta un millón de firmas que han entregado para pedir la retirada de la reforma laboral que se realizó y que empeora las cosas ya que permite a las empresas despedir simplemente con preveer que quizás puedan tener pérdidas en el futuro aun cuando tengan beneficios, en vez de permitirlo solo cuando tengan perdidas reales por cierto tiempo, sobre todo en el caso de las grandes empresas. Este es el camino correcto que se debe seguir es decir, no montar alborotos que no conducen a nada, sino informar adecuadamente de las cosas a la población y si hace falta hacer recogidas de firmas con propuestas especificas de interés general. Por otra parte hay otra cuestión sobre la que habría que reflexionar y es preguntarse porqué a pesar de esas medidas antisociales gran parte de la población sigue votando sobre todo a unos partidos tradicionales mayoritarios cuyas opciones políticas demuestran ser contrarias al bien de la mayoria y privilegian a una pequeña parte sobre los demás. Un mayor grado de información y perseverancia en la promoción de valores éticos y de buena voluntad y lo que ellos implican puede hacer que gradualmente mas personas se decidan a cambiar de opciones y buscar alternativas , otros posibles partidos con opciones mejores para el bien común o la reiterada petición a los mismos de que se comprometan con actuaciones que realmente beneficien al bien común y la posible realización de referendums vinculantes sobre cuestiones importantes,  como en el caso reciente de Italia donde se han realizado de modo vinculante con el resultado de que la mayoría rechaza la energía nuclear de fisión por peligrosa y rechaza la ley que permite a los políticos como Berlusconi ser inmunes y no acudir si son citados a juicio.  Eso si es una muestra de democracia real como se pedía en el reciente movimiento del 15 M (indignados) de España, con una mayor participación ciudadana no solo para elegir representantes sino también para la toma de decisiones en cuestiones de importancia general.

Sigamos promoviendo los principios y valores éticos y espirituales porque cuando estos existen en la sociedad y sus representantes políticos, las correctas actuaciones se producen automáticamente y predomina aquello que es para bien del conjunto.

Hay una sola religión, el amor
Hay un solo lenguaje, el del corazón
Hay una sola raza, la humanidad
Hay un solo Dios y está en todas partes ...

 

 

 

YOANI SANCHEZ , DE CUBA , BLOGERA MUNDIAL….¡HASTA LA LIBERTAD SIEMPRE!

 

Yoani Sánchez: "El fidelismo se hace jirones" Para la bloguera cubana, con la suspensión de los permisos de salidas, el régimen cubano "se deshace".  Celebró la medida anunciada por el gobierno de Raúl Castro; señaló que la decisión se tomó por la presión que ejercen los cubanos con el uso de las nuevas tecnologías

La bloguera cubana, Yoani Sánchez, opositora al régimen cubano, no tardó en reaccionar a la nueva reforma migratoria. En Twitter, donde la siguen más de 300 mil personas, escribió: "Lo primero que pensé cuando supe de la nueva Ley Migratoria: 'El fidelismo se hace jirones, se deshace'".

Sánchez, filóloga de 37 años, recibió una treintena de premios internacionales, entre ellos el Maria Moors Cabot, en 2009, y el International Women of Courage Award en 2011, que otorga la cancillería de EE.UU. Las autoridades cubanas nunca le permitieron salir del país para recibir esos lauros.

"#Cuba Me han negado el permiso para viajar en 20 ocasiones durante 5 años. Lo lograré a partir del 14.01.2013? La apertura será tan abierta?", escribió en Twitter, poniendo en duda la efectivdad de la medida. Y siguió: "#Cuba Mis amigos dicen que no me haga ilusiones con nueva 'Ley Migratoria'... me aclaran que yo estoy en la 'lista negra' Pero lo intentaré! "   LEER MÁS

Las graves violaciones a los derechos humanos por la dictadura comunista de Cuba: la represión actual      MAYO 2012    y visita  Generación Y

"Las aparentes contradicciones de Yoani Sanchez": aclaraciones sobre un artículo que pretendía criticarla, pero no lo consiguió, y "el pasaporte sin uso de Yoani"-VIDEO- SETIEMBRE 2012

Octubre 5, 2012 - El Gobierno cubano, en otro de sus atropellos propios de un régimen dictatorial nazi-comunista, detuvo por 30 horas a la bloguera Yoani Sánchez, conocida mundialmente por sus críticas a la administración Castro en su sitio web Generación Y , cuando fue a cubrir periodísticamente para el diario El País de España un juicio contra un político español al este de Cuba en la ciudad de Bayamo.  Yoani había presentado el mes pasado una denuncia contra La Habana en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.  LEER MÁS

Cuba: Yoani Sánchez gana la dura batalla contra la dictadura comunista: finalmente podrá salir de la isla      Enero 2013  

Después de varios petitorios rechazados durante años, la bloguera recibió su pasaporte que le permitirá viajar al exterior

LA HABANA.- Desde la llegada de Raúl Castro a la presidencia de Cuba, en los últimos años el gobierno de aquel país ha flexibilizado, en mayor o menor medida, ciertos derechos que durante casi medio siglo fueron restringidos a sus ciudadanos. Uno de los más reclamados por los cubanos era la posibilidad de viajar. Tal fue el caso de la bloguera Yoani Sánchez, una acérrima opositora al régimen castrista, a quien en reiteradas ocasiones se le negó el derecho a salir de la isla. Sin embargo, en el día de hoy, la bloguera recibió con total sorpresa la noticia de que su pasaporte había sido aceptado.

"Increible!! Me llamaron a casa para decirme que ya estaba listo mi pasaporte! Acaban de entregarmelo!", publicó Sánchez en su cuenta personal de Twitter , con un alto grado de asombro.  

Yoani Sánchez @yoanisanchez

 

#Cuba Increible!! Me llamaron a casa para decirme que ya estaba listo mi pasaporte! Acaban de entregarmelo! :-)#ReformaMigratoria

11:15 PM - 30 Jan 13

"Estoy feliz y triste: por una lado ya tengo mi documento para viajar, pero a varios amigos como @JAngelMoya no se lo permitiran", agregó la bloguera, quien al mismo tiempo compartió detalles sobre el nuevo pasaporte: "El nuevo pasaporte tiene algunos cambios con relacion al anterior. Banda con codigo biometrico, simbolos provinciales en cada pagina".  Por último, Yoani Sánchez compartió con sus seguidores una foto del pasaporte que anheló durante tanto tiempo: "Aqui esta, ahora falta poder abordar ese avion#ReformaMigratoria http://twitpic.com/bzm78i "..

 

Triunfó la libertad!!!!  Después de muchos años de lucha Yoani Sánchez venció a la dictadura comunista y pudo salir de Cuba!!!        18 febrero 2013

  Yoani llegó a Brasil para iniciar su gira mundial

Yoani Sánchez viajará por 80 días, con un itinerario que incluye a República Checa, España, México, Estados Unidos, Holanda, Alemania, Suiza, Suecia, Italia y Perú. Desde cada ciudad sumará nuevas experiencias que ella narrará, como siempre, en las redes sociales, en su blog Generación Y  pero con una Internet libre ante la cual se sigue sorprendiendo. ///

Sánchez, de 37 años, llegó a Brasil para la exhibición del documental Conexión Cuba-Honduras, dirigido por el brasileño Dado Galvão y que la incluye entre los entrevistados. Sin embargo, ante las protestas en su contra, los organizadores decidieron suspender la presentación y dar lugar a un debate.

"Los gritos, los insultos... fue como si hubiesen sido orquestados por terroristas. Yo soy una persona pacífica y trabajo con la palabra, no tenía por qué haber tanta agresividad", se quejó hoy la autora del blog "Generación Y" en una conferencia de prensa en la ciudad Feria de Santana y en su propio sitio web.

Anoche, cerca de cincuenta simpatizantes del régimen cubano entraron en el salón del Museu del Saber para increpar a la bloguera a los gritos de "Viva la revolución" y "Cuba sí, yanquis no", según informó la agencia EFE. Antes, en los aeropuertos de las ciudades de Recife y Salvador, la bloguera ya había despertado un fuerte revuelo, tanto de la gente que la apoya como de sus detractores, quienes la consideran "una agente del imperialismo".

La polémica creció cuando la revista opositora de Brasil Veja publicó que el embajador de Cuba en Brasil, Carlos Zamora, habría comandado una reunión con militantes de partidos de izquierda de Brasil para denigrar la imagen de la bloguera en Brasil.

Sin embargo, la bloguera rescató el lado positivo de esas manifestaciones: la libertad de expresión. "Estoy inmensamente feliz de estar en Brasil, no sólo porque finalmente he podido salir de Cuba después de años de encierro insular, sino porque me he encontrado una sociedad que me impacta por su pluralidad. He encontrado algo así como lo que podría ser Cuba en cuanto a diversidad de opiniones en unos 20 años", aventuró la bloguera.

Por otro lado, Sánchez les contestó a quienes aseguran que sus viajes son financiados por el gobierno de Estados Unidos e ironizó que de ser así, ella viviría en otro lugar y "no seguiría caminando por las calles de La Habana".

"Eso es otra de las tonterías. Es obvio que un cubano no se lo puede financiar", la respaldó su esposo y explicó que los viajes son financiados por las instituciones que invitan a Sánchez a dar charlas o incluso una colecta organizada desde las redes sociales.

El capítulo en Buenos Aires, por ahora, sigue en blanco. 

Mientras la bloguera cubana Yoani Sánchez, una de las voces más críticas y reconocidas al régimen comunista, comenzó con polémica su "gira mundial", muchos se preguntaban por qué no incluyó entre sus destinos a la Argentina. La respuesta no reside en una falta de voluntad de la filóloga sino en las trabas para conseguir la visa para entrar en este país.

"Para Yoani fueron más complicados los trámites para entrar a la Argentina que para conseguir la visa en Estados Unidos, Europa o Brasil", explicó a LA NACION el esposo de la bloguera, el periodista Reinaldo Escobar, desde Cuba.

Escobar remarcó que si bien Buenos Aires estaba en un primer itinerario de su mujer, Sánchez debió resignar la visita a la Argentina por el poco tiempo del que disponía para solicitar todas las visas.

Buena Noticia!!!   Ultima noticia: 20 de Febrero 2013  Luego de las trabas en Cuba, Yoani Sánchez obtendrá la visa argentina en Brasil   La bloguera disidente confirmó que le estamparán el permiso hoy en la Embajada de Brasilia; ayer, había denunciado demoras para conseguirla en La Habana

Después de la polémica que generaron sus revelaciones respecto de las trabas con las que se encuentra un cubano que desee obtener una visa para visitar la Argentina, la bloguera disidente Yoani Sánchez -actualmente en medio de una "gira mundial" tras la flexibilización de las restricciones migratorias en la isla- anunció esta mañana que obtendrá hoy finalmente el permiso para entrar al país.  Sánchez comunicó la "muy buena noticia" -como ella la calificó- en diálogo con el programa Mañana Sylvestre, de Radio Del Plata. La bloguera indicó que ayer mismo se comunicó con ella el embajador argentino en Brasil, Luis María Kreckler, para comunicarle que allí le estamparían la visa.

Escrito por Yoani en su sitio web Generación Y :  Para los cubanos de mi generación, la idea de anhelar el éxito implicaba el padecimiento de una terrible desviación ideológica, no sólo si se pretendía sobresalir en lo personal sino también en el ámbito profesional o económico. Se nos educó para ser humildes y se nos impuso la norma de que al recibir algún reconocimiento público, era obligatorio subrayar que sin la ayuda de los compañeros que nos rodeaban hubiera sido imposible obtener semejante resultado. Lo mismo ocurría con la simple tenencia de un objeto, el disfrute de una comodidad o la “malsana” ambición de prosperar.  La pretensión de ser competitivo se castigaba con etiquetas muy difíciles de despegar de nuestro expediente, como las acusaciones de autosuficiente o inmodesto. El éxito tenía que ser -o parecer- común, fruto del esfuerzo de todos, bajo la sabia dirección del Partido. Así aprendimos que la autoestima tenía que disimularse y que había que ponerle riendas al entusiasmo emprendedor. Los mediocres tuvieron su agosto en esta sociedad que terminó por cortar las alas a los individuos más atrevidos, mientras potenciaba el conformismo. Eran los tiempos de ocultar las pertenencias materiales, demostrar que todos éramos hijos de abnegados proletarios y afirmar que odiábamos profundamente a los burgueses.  Algunos fingieron que abrazaban el igualitarismo, pero en realidad acumulaban privilegios y amasaban fortunas, mientras repetían en los discursos los llamados a la austeridad. Eran los que seguían diciendo en las autobiografías que venían de una familia pobre y que su aspiración principal era servir a la patria. Con el tiempo sus colegas del trabajo descubrían que detrás de la imagen de ascetismo se escondía un desviador de recursos del Estado o un acumulador compulsivo de posesiones materiales. Aún hoy, la máscara de la frugalidad ha seguido en sus rostros, aunque sus abultados abdómenes digan todo lo contrario.

¡Felicitaciones a la querida amiga Yoani!!!, otro paso más en su larga y fecunda lucha por la vigencia de los derechos humanos en todo el mundo que da a través de su blog  Generación Y  . Aunque el gobierno de Cuba no la deja viajar a España a presentar su nuevo libro, ella nos lo comenta y explica como siempre mediante este sencillo y exquisito video hallable en esta dirección  http://vimeo.com/25369818   (luego al pie de la foto se puede leer su escrito en su blog (13 de mayo 2011).

¿Un manual o un soneto?  Junio 2011 Generación Y

Hace mucho leí que la prueba de fuego de un poeta era hacer un soneto. La camisa de fuerza de la métrica y la cadencia obligada de su composición sacaban lo peor o lo mejor de quienes ya se habían ejercitado en las lides de la rima asonante. Confieso que con mis irreverentes diecisiete años me parecía que esos endecasílabos, agrupados en dos cuartetos y dos tercetos, eran sólo para aquellos que no habían podido probarse en la libertad de la poesía moderna. Alardes de novedad de los que me pavoneaba, hasta que leí a Quevedo y la teoría de rechazar la combinación de “cuidado” con “enamorado” se me cayó al piso.

Pues bien, tengo que decirles que al igual que un soneto, no hay nada más difícil de escribir que un manual técnico. Ya sé, ustedes se reirán, dirán que cualquiera alcanza a redactar el prospecto de un medicamento o las explicaciones de uso de una lavadora. Inténtenlo a ver si pueden, experimenten para que vean cuán difícil es hacer un folleto de instrucciones y que éste no contenga la misma cantaleta aburrida y falta de gracia que tienen tantos otros. Se percatarán entonces de cuán arduo resulta no parecer demasiado didácticos ni petulantemente profesorales, para evitar que el aburrimiento haga desistir a los lectores.

Les cuento esto porque acabo de terminar un manual sobre WordPress con el título “Un blog para hablar al mundo”. Cuando repaso las más de cuatrocientas páginas que redacté, me preguntó cómo encontré –en esta Cuba inestable– el tiempo, la paz y la destreza para terminar tal libro. Algunos amigos me dicen que he incursionado en un género menor… y eso me hace reír. En realidad –les revelo– sólo he hecho mi propio y delicado soneto, con veinte capítulos que vienen a ser como catorce versos y algunos consejos técnicos a falta de declaraciones de amor. Mi libro, vaya coincidencias de la vida, se presentará en Madrid el próximo 21 de mayo, justo donde nació aquel poeta de gafas redondeadas y nariz aguileña. El mismo insolente que escribió “nadar sabe mi llama la agua fría y perderle el respeto a ley severa”, como si en lugar de un romance eterno relatara el acto de gestionar un blog desde un país hundido en la censura.

 Barack Obama contesta preguntas de Yoani

Gran respaldo y apoyo solidario de Barack Obama a Yoani   Sanchez al contestarle un cuestionario que ella le envió y decirle que la felicitaba por el premio Moors Cabot obtenido, y que lamentaba que el gobierno cubano le prohibiera concurrir a EEUU a recibirlo.    Noviembre 2009 CLICK ACÁ PARA LEER RESPUESTAS COMPLETAS

 

  2014 - EL DIARIO DIGITAL DE YOANI SANCHEZ

     

LA SABIDURÍA DE ALEJANDRO MAGNO

 Una anécdota ejemplificadora, especialmente ante la muerte del dictador Khadafi  (octubre 2011)

 Dicen que el emperador de emperadores y dueño del mundo, sintiendo que su fin se acercaba, llamó a sus consejeros y generales y les dijo que a su muerte debían cumplirle 3 deseos:   uno, que su ataúd fuera cargado por todos los médicos del reino;  dos, que al paso del cortejo fúnebre, lo siguiera el de todos los cofres con todos los tesoros y joyas que había en el reino los que debían arrojarse a lo largo del camino; y  tres, que cuidaran que de su ataúd asomaran sus manos bamboleándose a la vista de todos.

Estupefactos y extrañados ante tal insólito pedido, todos le preguntaron a qué se debía tal raro encargo.  Alejandro Magno les dijo entonces:  uno, el que mi ataúd sea cargado por todos los médicos del reino demuestra que nadie tiene el poder de vida eterna ni puede vencer a la muerte; dos, que se tiren a mi paso todos los tesoros y joyas en el camino significa que ninguna riqueza ni tesoro puede llevarse al más allá y la inutilidad de tratar de acumularlos; y tres, que mientras avanza el cortejo se vean mis manos bamboleandose en el aire significa que venimos a la vida con las manos vacías y con las manos vacías nos vamos.  

       Una valiosa anécdota sobre la que todos debiéramos meditar, en especial la clase política mundial, y más aún los dictadores.

 Publicado por nuestra amiga Yoani Sanchez (Cuba) en su mundialmente famoso blog  Generación Y

LOS FINALES.

Ceausescu se iba en su helicóptero, Sadam Husein se ocultaba en un hueco, el tunecino Ben Alí huyó al exilio, Gadafi se fugaba en un convoy y terminó escondido en un desagüe. Los autócratas escapan, se van, no se inmolan en los palacios desde los que dictaban sus arbitrarias leyes; no mueren sentados en las sillas presidenciales con la banda de tela roja cruzándoles el pecho. Siempre tienen una puerta escondida, un pasadizo secreto por el que se escabullen cuando sienten el peligro. Por décadas construyen su búnker secreto, su “punto cero” blindado o su refugio bajo tierra, pues temen que ese mismo pueblo que los aplaude en las plazas puede ir a por ellos cuando les pierda el miedo. En las pesadillas de los dictadores, los demonios son sus súbditos, los abismos toman forma de turbas que quieren derribar sus estatuas, escupir sobre sus fotos. Estos señores despóticos sufren de un sueño ligero por estar atentos a los gritos, a los golpes contra su puerta… viven –de presagiarla– muchas veces su propia muerte.

Me hubiera gustado ver a Muamar el Gadafi frente a un tribunal, encausado por los crímenes que cometió contra su país. Creo que la muerte violenta de los sátrapas sólo les otorga un halo de martirio que no merecen. Deben quedar vivos para escuchar el testimonio público de sus víctimas, ver a sus países marchar sin el estorbo que ellos representaban y comprobar la veleidad de los oportunistas que un día los apoyaron. Deben sobrevivir para presenciar el desmontaje de la falsa historia que reescribieron, observar como las nuevas generaciones empiezan a olvidarlos y recibir sobre sí la diatriba, el escarnio, la crítica más feroz. Linchar a un déspota es salvarlo, otorgarle una puerta de salida casi gloriosa que le evita el castigo perdurable de ser juzgado ante la ley.

Continuar el ciclo de la crispación que estos tiranos han sembrado en nuestras naciones resulta extremadamente peligroso. Matarlos porque han matado, agredirlos porque nos han agredido, prolonga la violencia y nos convierte en seres como ellos. Ahora que las imágenes de un Gadafi ensangrentado y balbuceante recorren el mundo, no hay un solo totalitario que no se mire asustado en el espejo de ese final. Por estos días, las órdenes de reforzar los túneles secretos y de ampliar los planes de fuga deben rondar por más de un palacio presidencial. Pero cuidado, los dictadores tienen muchas formas de escapársenos y una de ellas es la muerte. Mejor que sobrevivan, que se queden y así comprobarán que ni la historia ni sus pueblos los absuelven jamás. 

 

Filosofía Yoga, Análisis Existencial y Logoterapia, senderos de trascendencia espiritual

Análisis Existencial-Logoterapia  y Filosofía Yoga :  un ideario espiritual coincidente, que opera como útil herramienta proactiva en la búsqueda de sentido de la vida.

Su análisis en el marco situacional de la educomunicación social salesiana.

 (Version ampliada de la Presentación hecha en el 4to.Congreso Latinoamericano de Logoterapia y Análisis Existencial, en la UCA, Argentina, agosto 2011)   -luego a continuación obra la Presentación resumida efectuada en dicho Congreso-.

 

Juan Martín Silvano Núñez
Licenciado en Psicología (UBA) -  Posgrado Logoterapia (UCA)
Representante en.Cap.Fed. del Proyecto educativo-cultural INFOCIBER-ISES
Instituto.Salesiano Estudios.Superiores de.Río Gallegos, Santa Cruz

Asesor Cultural Mutual AEANA

Creador y Director Sitio Web Faro de la Utopia
http://farodelautopia.webcindario.com
  e-mail: farodelautopia@yahoo.com.ar

 

Resumen :    La corriente de psicología humanística conocida como Análisis Existencial y Logoterapia (Austria) y la Filosofía Yoga (India) manifiestan notables coincidencias en un ideario de gran valía espiritual que actúa como herramienta proactiva en la búsqueda de sentido de la vida por parte de todo ser humano, erigiéndose en valiosas herramientas prácticas para realizar la felicidad aún en esta época posmoderna tan crítica y conflictiva.  Ambas conciben al ser humano como una unidad antropológica que se convierte en persona precisamente en el ámbito de la dimensión existencial-espiritual, en la cual lo específicamente propio y constitutivo del ser humano (existenciales) son su espiritualidad, libertad y responsabilidad; que son la esencia de la existencia auténticamente humana. Su análisis en el marco situacional de la educomunicación social salesiana.

Abstract:  The teachings of humanistic psychology known as Existential Analysis and Logotherapy (Austria) and Yoga Philosophy (India) show remarkable similarities in their ideas of great spiritual value that acts as a proactive tool in the search for meaning in life by all human being, elevated to valuable practical tools for happiness even in this postmodern age so critical and contentious. Both conceive the human being as an anthropological unity that becomes a person specifically in the field of existential and spiritual dimension, in which the fundamental component specifically human (existential) are spirituality, freedom and responsibility, which are the essence of authentic human existence. Their analysis in the situational context of social educommunication Salesian.

 

LOGOTERAPIA   YOGA  (Palabras clave) – Categoría: Investigación, Tema: Educación

 

 

     Tanto en la Filosofía Yoga (originaria de India) como en la corriente de psicología humanística conocida como Análisis Existencial y Logoterapia (originaria de Austria) podemos reconocer fundamentos comunes dirigidos a una realización y trascendencia espiritual, y que dada su importancia para dar un sentido a la vida y mejorar la calidad del desarrollo del ser humano en esta época posmoderna tan conflictiva, convendría ponerlas de manifiesto; tal es pues el objetivo de este breve ensayo.

     Es conveniente trazar una sintética semblanza de cada enseñanza a modo introductorio, y luego desarrollar un poco más en detalle los puntos de contacto que ambas poseen, en especial considerando la similar concepción antropológica y filosófica del ser humano, sorprendente si pensamos que responden a distintos orígenes, tanto geográfico -Oriente y Occidente-, como cultural, étnico y religioso.  

     La filosofía Yoga (de la raíz sánscrita “yug”, yugo, unión; y el sufijo “ghan”, fin, identificación) tiene como meta la re-unión con Dios, el Ser superior, una re-integración, un retorno del Ser fragmentado al Ser total, una identificación con el principio divino; es la unión del Yo individual con el Yo supremo, Dios.  En palabras de Sri Swami Pranavananda Saraswati (médico, filósofo y humanista indio contemporáneo, un rishi o sabio, uno de los más destacados exponentes actuales a nivel mundial de la sabiduría eterna, cuyos valiosos conceptos reproduzco en este ensayo) la Yoga es una Filosofía, una Ciencia, un Arte de Vivir, originario de la India donde se practica desde hace miles de años. No es una religión o secta (es practicada por católicos, judíos, musulmanes, etc), sino un sistema para disciplinar y alcanzar así la pureza y perfección del cuerpo físico, mental y espiritual. Es profunda, penetrante, iluminadora, tolerante y esencialmente humanística. Su meta es liberar al individuo de sus disturbios mentales, de sus deseos conscientes y subconscientes, los cuales lo distraen de su objetivo, alejándolo de la paz y perfección”.  Este enfoque psicológico del Yoga es muy importante pues coincide básicamente con el ideario del Análisis Existencial y Logoterapia, que según luego expongo, también es liberador del mero deseo, promoviendo mediante la realización de valores éticos la actualización de la potencia sanadora del espíritu (reflejo de la presencia ignorada de Dios) y la trascendencia, el ir más allá de los límites personales en busca del propio y verdadero Ser; alejándose así de la concepción clásica del psicoanálisis freudiano-lacaniano ateo, que postula un hombre casi prisionero de sus deseos e instintos que lo dominan y arrastran, con escasa o nula libertad para autodeterminarse y trascender espiritualmente, pensamiento este de una gran pobreza antropológica y humanística.  

     En el aspecto mental, la Yoga propone la práctica de la concentración y meditación, las que producen enorme bienestar interior y sensación de paz y armonía. Y en lo que se refiere a lo espiritual, la Yoga señala sugerencias concretas a fin de estimular y vigorizar las virtudes (valores) del ser humano, para convertirlo en un ser noble, pleno de tolerancia y consideración hacia los demás.

     Considera la Yoga asimismo, que es de suma importancia mantener nuestro cuerpo sano y en buen estado físico, pues sin salud no se puede hacer nada en la vida, y para cualquier actividad, ya sea laboral, científica, artística, deportiva, social, etc., se requiere tener buena salud. En este sentido, la Yoga ofrece sugerencias sencillas, transmitiendo conocimientos importantes que son necesarios para mantener en buen estado la salud. ¿Y por qué es importante practicar concentración y meditación para obtener control mental? Todo lo que experimentamos, lo hacemos con nuestra mente. En ella se encuentran nuestros pensamientos, razonamientos, creatividades, deseos, sentimientos, emociones, frustraciones, complejos, etc. Todas aquellas cosas que nos provocan alegría, dolor, contentamiento, sufrimiento o que nos perturban, nacen y viven en nuestra mente. Así como es nuestra mente, así es nuestra vida. Así como pensamos, así es como son nuestras acciones. Una mente positiva nos ofrecerá una vida totalmente diferente a una mente negativa. Muchas personas no tienen conciencia de ello y en consecuencia, desconocen qué hacer para mejorar y cambiar su vida y no arrostrar tantos problemas.  

      La práctica de la Meditación, especialmente la aprendida de un Maestro originario de la India, permite en poco tiempo alcanzar objetivos beneficiosos. En este sentido podemos decir, que la ciencia occidental ha reconocido desde hace muchos años, los innumerables beneficios que se obtienen de una sencilla práctica diaria de Meditación. Uno de sus efectos es que reduce el stress de la vida diaria y permite afrontar las vicisitudes del diario vivir con tranquilidad y firmeza.  Si algún mensaje contienen los Aforismos de Patanjali para el mundo occidental de hoy, es precisamente el de la necesidad de la meditación, pues es indispensable una experiencia interna de iluminación personal.

     Esta concepción del Yoga como sistema de vida, lo define entonces como una doctrina y disciplina de la unificación con Dios, mediante la comunión del individuo con el Espíritu Universal por la plegaria, el amor, el auto-sacrificio, el conocimiento y la meditación. De acuerdo con el concepto Yoga, todo saber viene al hombre de la Fuente Divina conocida como Brahman, que se manifiesta universalmente (en forma similar al cristianismo) en tres aspectos o Trinidad (Trimurti): Brahma (creación), Vishnu (conservación) y Shiva (destrucción).  

     Existen cinco medios diferentes de alcanzar dicho conocimiento, los cuatro primeros inmateriales, ya sea por realización o iluminación (Brahmanda), revelación intuitiva cósmica mediante el sonido (Nada), comprensión interior surgida por la vida recta (Bindu), o inspiración superior originada por la investigación académica científica (Pinda); siendo el quinto medio a través de las palabras mediante cualquier enseñanza que tenga forma material, como todo género de escrituras religiosas o filosóficas del mundo, siendo asequibles a cualquier ser humano que se interese en ellas.     

     Las Sagradas Escrituras Hindúes tienen siete subdivisiones o ramas.

     La primer rama está constituida por los Vedas (en sánscrito: conocimiento), la fuente de sabiduría más antigua de la India: cuatro libros sagrados cuyo origen se estima en cerca de 1.500 años AC-Antes de Cristo, siendo el más conocido e importante el Rig-Veda (himnos sagrados devocionales), junto al Yajur-Veda (litúrgico), el Sama-Veda (cánticos), y el Atharva-Veda (fórmulas mágicas).   

     Los Upanishads son escritos filosóficos últimos complementarios que siguen a los Vedas, conteniendo el sistema filosófico-religioso y metafísico de éstos, y constituyen la expresión de los sabios acerca de sus experiencias iluminadas que no fueron alcanzadas por la percepción ordinaria (upa: cerca, nishads: sentado; es la sabiduría que se alcanza sentado cerca de un Gurú o Maestro, los discípulos hacen preguntas y el Maestro da las respuestas); exponen y aplican la significación secreta y mística, la doctrina esotérica de los textos Védicos.

     Los Upanishads son a los Vedas lo que la Kabalah a la Biblia judía, y son la fuente de los sistemas filosóficos hindúes Samkhya y Vedanta.

     La segunda rama está constituída por las Vedangas, seis ciencias sagradas consideradas como subdivisiones de los Vedas (Siksha o entonación de los mantras; Nirukta o interpretación –física, mental, espiritual- de los mantras; Vyakaran o gramática sánscrita; Jyotish o astronomía y astrología; Chhandas o reglas de composición de poesía y música sagrada; Kalpa o ciencias naturales y físicas).

     La 3ra. rama de las Sagradas Escrituras Hindúes está constituída por los sistemas de filosofía hindú: Darshanas, en número de seis (Yoga, Vedanta, Samkhya, Nyaya, Vaiseshika, Mimansa), siendo las dos primeras las más conocidas en Occidente.

     La cuarta rama son los Smiritis o leyes sociales (leyes de Manu y de Yajna Valka).

     La quinta rama son los Puranas o colección de escrituras antiguas, simbólicas y alegóricas; narraciones y leyendas escritas para personas poco instruídas que no podían leer los Vedas por su escasa preparación intelectual. Existen 18 Puranas principales, dos adicionales (Uppuranas y Mahapuranas) y uno complementario o Itihasa (poema épico).  Entre los textos del Itihasa figuran la epopeya del Ramayana y la epopeya del Mahabharata cuyo autor es Vyasa y del cual forma parte el universalmente conocido Bhagavad Gita (Canción Celestial), extraordinaria exposición de enseñanzas espirituales del Yoga dadas por Krishna -como la encarnación de Dios- a su discípulo Arjuna. 

     El Mahabharata es el más grande poema épico de la India y el más largo del mundo, siete veces más extenso que la Ilíada y la Odisea juntas; narra la gran guerra de los Bharatas, o sea los Kauravas y Pandavas, dos familias muy emparentadas. Se canta en él a hombres y guerras del lejano pasado, diez siglos antes de Cristo, describiendo batallas en que se mezclan los dioses con los humanos, siendo difícil discriminar cuál es la parte histórica y cuál la mitológica, siendo el Bhagavad Gita su joya más célebre y trascendente, asemejada a la Biblia en Occidente.   

     La sexta rama de las Sagradas Escrituras Hindúes son los Tantras, reglas o rituales para invocar la ayuda del poder femenino o energía cósmica universal presente en toda la naturaleza, conocida como Shakti.

     La séptima rama son los Upvedas, que explican las ciencias aplicadas o experimentales, como Medicina, Arquitectura, Física, Química, etc.

     El Yoga, doctrina integrante entonces de los sistemas de filosofía hindú, se supone que fue fundado por Yajnavalkya, un sabio que vivió en tiempos previos al Mahabharata y a quien se acredita ser autor del Yajur Veda. No obstante, fue Patanjali quien codificó y expuso los fundamentos del Yoga con su famoso compendio Yoga Sutras (Aforismos del Yoga), donde logró recoger las experiencias, conocimientos y opiniones de otros yoguis, adaptándolas e integrándolas, fundamentando así una enseñanza precisa con principios definidos, llegando entonces sus Aforismos a ser un clásico en la India y por ende en casi todo el mundo espiritual y filosófico.

     Si algún mensaje contienen los Aforismos del Yoga para el mundo Occidental de hoy, es precisamente el de la necesidad de la meditación, y esta necesidad surge porque es indispensable una experiencia interna de iluminación personal, que nos permita encontrarnos con nuestro propio y verdadero Ser, nuestro espíritu, y estar así en condiciones de captar que somos parte de ese Ser Supremo al que vagamente damos el nombre de Dios, y que es Amor por sobre todas las cosas.  El Yoga es pues básicamente la doctrina y disciplina de la unificación con Dios a través de la meditación.

     Para lograr esa meta, existen en Yoga varios senderos, siendo los 7 principales los siguientes:

1) Karma Yoga (Sendero de la acción): Según la Ley de Karma, todo el bien que se hace, traerá la merecida recompensa. De la misma forma, el mal que se hace, traerá un mal resultado. Se trata de la ley física que dice que para cada acción hay una reacción contraria. De modo que en esta Filosofía, la reciprocidad o la Justicia, prevalecen automáticamente. Cada buena acción de cualquier índole que sea, acerca más al ser humano a su meta final. Este es el Sendero de los hombres que dedican toda su actividad al servicio de la Humanidad.

2) Bhakti Yoga (Sendero de Devoción): Es el del amor y devoción a Dios y servicio al prójimo. Relacionado con el corazón. A lo que uno ama, a eso sirve. Mientras más plenamente lo ame, más totalmente se dedicará a ello. Cuando la unión es completa entre el amante y el bienamado (el devoto y Dios), no existen las diferencias, sino solamente la identidad. Un ser se realiza a sí mismo por medio de la entrega de sí mismo, de todo corazón, a lo más preciado. El devoto avanzado siente que él voluntariamente le debe todo al bienamado, sin esperar en cambio ninguna recompensa ni reconocimiento. La persona que practica este Sendero, realiza y comprende que la naturaleza de Dios es omnipotente y puro amor; además, gracias a su desinteresada devoción, aman a todos y sienten la Presencia Divina dentro y fuera, en todas partes, doquiera.

3) Jñana Yoga (Sendero del Conocimiento o de Sabiduría): El tercer modo de progresar hacia esa Unión con la Realidad Ultima, es por medio del logro de la comprensión. Esto implica una búsqueda del conocimiento tanto del ser y el objeto como son en la experiencia, como del ser y el objeto como son en su Realidad Ultima.  Emplea el discernimiento y conocimiento abstracto.  Relacionado con el intelecto y la especulación metafísica.  El estudio de las escrituras de la Ciencia Yoga con la guía de un Maestro (sabio) normalmente ayuda en este proceso de autorrealización. Este es el Sendero del autoanálisis seguido por los videntes de la verdad. Yo no soy cuerpo. Yo no soy mente. Yo no soy sentimiento. Yo no soy intelecto. Soy algo más alto y diferente de todo esto. Soy Espíritu.   Por medio de este proceso introspectivo se realiza la identidad con Brahman (Ser supremo).

4) Raja Yoga (Yoga Real, Sendero del Dominio Mental): Enfoca la atención y los esfuerzos en el cuerpo y la mente con el propósito de dominarlos y de eliminar cada uno de los elementos físicos y mentales que impiden que el alma goce de la perfecta Unión. Este es el sendero que fue sistematizado por el mencionado famoso filósofo Patanjali, mediante los Yoga Sutras alrededor de 300 años AC-Antes de Cristo.  Hay ocho pasos o etapas en este sistema de Yoga: 1) Yama-abstinencias: (ahimsa, dominio propio, abstinencia de toda clase de violencia física o mental; satya, abstinencia de la mentira, hablar con verdad; asteya, abstinencia del robo o apropiación indebida; brahmacharya, abstinencia de la lujuria, practicar la continencia o moderación sexual; y aparigraha, abstinencia de la ambición o apego mundano a personas, lugares o cosas);  2) Niyama-observancias: (shauch, cultivar la pureza del cuerpo y de la mente; santosh, serenidad, estar contento con lo que se tiene sin importar las circunstancias;  tapas, disciplina, restricción del placer y apego mundano; swadhayaya, estudio de sí mismo, estudio de literatura inspirada y escrituras sagradas para lograr una vida noble; iswarapranidhan, dedicación del ser al ideal del Ser Supremo, devoción a la forma de Dios, personal e impersonal; 3) Asanas (posturas corporales correctas; obtención de una posición estable del cuerpo, sin que se obstruyan las energías circulantes, en etapas más adelantadas significa también una correcta actitud psíquica y mental);  4) Pranayamas (dominio del ritmo respiratorio; manejo consciente de las energías psíquicas, de las fuerzas vitales); 5) Pratyahara (dominio y retiro de los sentidos de los objetos, aislamiento de la mente de los estímulos sensoriales, manteniéndola perfectamente despierta y atenta); 6) Dharana (Concentración perfecta; aplicación total de la mente sobre un punto: físico, psíquico, mental y espiritual); 7) Dhyana (Meditación contemplativa; penetración de la mente en el punto señalado en el Dharana) y 8) Samadhi (Éxtasis o Estado Trascendental, conciencia cósmica; ascensión final de la conciencia: unificación, integración, identificación total del sujeto con el objeto). El Samadhi puede ser de dos tipos: sarvikalpa samadhi (con semilla) aún relacionado a un pensamiento simiente inspirador, o nirvikalpa samadhi (sin semilla); en este último el yogui realiza una unión suprema y divina más allá de toda comprensión humana, y dícese que solo los grandes mahatmas eligen permanecer encarnados para servir y proteger a la humanidad luego de alcanzar tal estado de conciencia cósmica.  

5) Mantra Yoga (Sendero de la oración o sonido): En este sendero, las personas practican los Japam del mantra, que son fórmulas sagradas de palabras de poder dadas a los discípulos por los Maestros. Con la repetición de ciertos sonidos externos e internos, vibraciones e invocaciones rítmicas, el individuo alcanza su meta, considerándose muy en especial el Pranava o sonido primordial, el AUM, la santa palabra creadora.

6) Kundalini Yoga (Tantra Yoga, sendero de la energía psíquica y fisiológica):  Hay seis plexos nerviosos (Sat-Chakras o Centros Energéticos) en el cuerpo, a lo largo de la columna vertebral. Cuando Kundalini Shakti (la serpiente del poder) descansa en la base, es activa solamente en los centros bajos e inferiores y el hombre tiene sólo experiencias finitas, perecederas. Cuando por ciertos métodos de la Yoga, la Kundalini se sacude, despierta y se mueve hacia arriba, separándose de sí misma y vivificando los chakras en su ascenso; entonces el poder móvil de su creación y unidad se junta con la conciencia pura (en el chakra sahasrara, la cima de la cabeza) y se alcanza la iluminación (podemos ver este áureo resplandor en íconos, pinturas o vitrauxs de grandes santos).

7) Hatha Yoga (Sendero del control del cuerpo físico y la vitalidad): Consiste en varios ejercicios, posturas (Asanas) y respiraciones (Pranayamas), que proveen salud y bienestar corporal. La gente hoy en día necesita antes que nada salud.  Prevenir las causas de la enfermedad y el sufrimiento es una tarea tan sagrada como efectuar la curación de millones que anhelan desesperadamente ser curados. Un organismo viviente no debería enfermarse durante el tiempo que viva si está acorde con las leyes de la naturaleza. Las personas no comen, ni beben, ni se visten, ni tampoco duermen apropiadamente con naturalidad, pero siguiendo las reglas de Hatha Yoga nunca se enfermarán, gozarán siempre de una completa salud.

     A los efectos de una mejor comprensión de las metas espirituales propuestas por el Yoga, es imprescindible hacer una breve mención especial sobre la filosofía y enseñanza contenidas en el Bhagavad Gita.  Nadie podrá jamás describir con palabras lo glorioso del Gita, ya que éste es un libro que contiene las doctrinas esotéricas más elevadas del Mahabharata, uno de los libros épicos de la India. Esta canción divina fue cantada por primera vez en los campos de batalla de Kurukshetra, un lugar a menos de 120 kilómetros de Nueva Delhi, capital de la India.  El Señor Krishna –como Dios encarnado-, a fin de disipar los sentimientos cobardes y pusilánimes de su devoto discípulo Arjuna y mostrarle el verdadero sendero del deber y la rectitud, pronunció las frases plenas de profunda sabiduría que vinieron a componer el Bhagavad Gita.  Entre las Escrituras mundiales, el Gita mantiene una posición única, pues su llamado tiene una universalidad no encontrada en ninguna otra. Ahora es fácilmente obtenible en casi todos los idiomas del mundo, pues contiene las más elevadas doctrinas esotéricas, descriptas hermosa, dulce y sencillamente. En ella se encuentra la profunda espiritualidad de los Upanishads, una emocionalmente satisfactoria religión centrada alrededor de un Dios personal. La religión eterna (Sanatan Dharma) está basada en los Vedas y Upanishads y el Gita es exposición de las mismas por el gran sabio Sri Vyasa, quien había recopilado y asimilado todos los pensamientos de tales escrituras  Uno por uno y a través de sus dieciocho capítulos, todas y cada una de las distintas fases de la actividad y desarrollo humanos son tratados y analizados, desde la más sencilla tarea cotidiana hasta el estado más exaltado del sentido espiritual. En el Gita encontramos que la reconciliación de todas las corrientes en pugna del pensamiento y la robusta afirmación de las variedades de las experiencias espirituales alcanzan una elevación de inigualada excelencia. En ninguna otra escritura de todo el mundo encontramos tan hermosa reconciliación doctrinal de todas las exigencias de la vida y de la comunidad con aquellas de la perfección individual, de las exigencias del progreso corporativo en el mundo externo con el anhelo místico del alma. 

     La enseñanza central del Gita es la obtención de la libertad mediante la ejecución del deber individual (Swadharma) en la vida. "Haz tu deber sin mirar a los resultados del mismo. Así obtendrás la purificación del corazón que es esencial para Moksha", parece ser la clave de las enseñanzas de Shri Krishna para Arjuna, quien estaba sintiendo temor en su mente.  

     La enseñanza del Gita principia con el propósito de disipar el temor que reside en el corazón de todos. El temor es el enemigo cruel, implacable y despiadado del cuerpo, la mente y el alma. En casos extremos de temor los cabellos se tornan canos de la noche a la mañana y la gente muere de temor debido al pavor repentino, la agitación y acelerado latir y palpitaciones del corazón. El incesante fluir del conocimiento de Dios es la única panacea para la enfermedad incurable o crónica del temor hondamente arraigado. En el momento que olvida el centro o lo cambia del conocimiento de Dios al conocimiento del cuerpo, aparece el temor lanzándose sobre el pobre y desamparado hombre apoderándose de él mientras le absorbe la sangre. La semilla del temor existe no sólo en el hombre sino en todas las criaturas del Universo.  Por ello es que el gran monje, Swami Vivekananda, dijo: "si existe tan sólo una palabra que encontrarás como una bomba del Upanishad estallando como una granada sobre las masas de la ignorancia, ésa es la palabra "valentía".  La única religión que debería de enseñarse, es la religión del valor.

     Para disipar el temor y apasionamiento del corazón de Arjuna, el Señor Krishna le reveló su verdadera naturaleza y le explicó que Dios es el gobernador de todos los seres de la creación y, por lo tanto, el mundo es Suyo, y El es el Señor de la acción.  Todos los seres ordinarios son actores de su drama y, por lo tanto, uno debe de obrar siempre en el cumplimiento de su intención.  De hecho todas las criaturas se encuentran participando en este drama de la vida, movido únicamente por lo Divino. Y aquél que tiene el único ideal de servir a lo divino a través de todos sus actos, está libre de la esclavitud de la vida y de la muerte y obtiene la salvación. A aquél que ofrece el fruto de sus obras con verdadero espíritu de servicio a Dios, el pecado y la virtud no lo tocan.

     El camino de la salvación es el ofrecimiento de todos y cada uno de nuestros actos como una ofrenda a El.  Completa sumisión y abandono sin reservas de los frutos de las acciones, son los requisitos que nos exige el Gita.

     Segundo, el Gita enseña que somos imperecederos, inmóviles, eternos y perdurables en vuestra verdadera naturaleza.  No debe de pensarse que uno es un cuerpo sujeto a nacimientos y muertes.    

     Tercero, los que han nacido, morirán algún día y los que murieron, sus renacimientos serán inevitables.  Por lo tanto, no deben acongojarse por los eventos inevitables. 

     Cuarto, aquellos cuyas mentes están siempre ocupadas y profundamente adheridas a la prosperidad mundana y los placeres sensuales, no pueden alcanzar la paz. E1 que renuncia a todos los deseos y se libera del egoísmo y afectos sin anhelar el placer, alcanza la paz y el conocimiento supremo. 

     Quinto, al acudir al Maestro Espirítual (Gurudeva), con corazón cándido y sincera devoción, aun cuando uno sea el más pecador de los pecadores, vencerá a todos los pecados al obtener el conocimiento supremo. 

     Sexto, cuando uno se conforma tanto al honor como a la infamia y es justo con el amigo como con el enemigo, siempre equilibrado en la felicidad como en la miseria, así como en cualquier otra circunstancia, entonces es cuando puede gozar la bienaventuranza del estado trascendental (Samadhi) que está por encima de las tres formas (gunas) de la naturaleza (Sattwa, Rajas, Tamas).

     Séptimo, la pasión, la ira y la codicia son conocidas como la Triple Puerta del Infierno, conducentes a la perdición del alma y uno debe siempre prevenirse de estos tres enemigos de la vida.   

     Octavo, el supremo deber del hombre, es el de prestar cotidianos servicios, en todas formas posibles, a los padres, preceptores y otras personas que son superiores en edad y cualidades; el amor y servicio deben de ser nuestro lema. 

     Noveno, toda clase de lujos mundanos, honores, fama, prestigio social, esposa, progenie, o riqueza y cualesquiera otros objetos igualmente mezquinos y transitorios, son obtenidos automáticamente por la fuerza del Prarabdha. E1 deseo de incrementarlos, debe de considerarse como un obstáculo en la realización de Dios.

     Décimo, el Sonido Primordial o Pranava, el AUM, es el Dios en la forma de Shabda Brahman y el que lo recuerda a la hora de la muerte, se libera del ciclo mundano, por lo que los yoguis recomiendan crear el hábito de realizar la repetición mental, la pronunciación fuerte y prolongada y la meditación acerca de "AUM" porque esta santa palabra lo contiene todo y por ende debe de ser el mantra principal de cada uno. 

     En el Gita se encuentra la descripción detallada del sendero de la acción (Karma Yoga), el sendero de la devoción (Bhakti Yoga), y el sendero del conocimiento (Jñana Yoga), ajustándose los tres a las diferentes personas de acuerdo con sus temperamentos: activos, emocionales y filosóficos.  

    Las formas de acercarse a la realidad fundamental son varias, pero la meta es sólo una.

    Es prácticamente imposible explicar la filosofía y otras enseñanzas fundamentales del Gita, que son un tema tan amplio, en un breve ensayo; pero es posible remarcar que el mundo moderno que se ha desviado completamente de su finalidad, sólo puede ser reconstruido mediante las actividades desinteresadas de los Karma-Yoguis en todas las esferas de la vida, bien sean sociales, políticas, económicas o intelectuales. La enseñanza del Gita cuando es correctamente apreciada y observada obrando acorde a ella puede asegurar la felicidad y eliminar los sufrimientos humanos, encontrándose la solución a todos los problemas de la vida en esta Escritura Universal mientras se camina el sendero que lleva hacia la eternidad espiritual y se puede realizar así el divino arrobamiento.

     Aunque no es materia estricta del presente ensayo, sería injusto no efectuar aunque fuere una breve reseña de otra joya de la espiritualidad humana cual es la doctrina del budismo, nacida también en esa misma tierra de la India, y que ha alcanzado trascendencia universal.  Como verán, guarda también numerosos puntos de contacto con los fundamentos metafísico-antropológicos de la Filosofía Yoga y el Análisis Existencial y la Logoterapia.

    Cuando 600 Años antes de Cristo, el Maestro de la Ley y la Misericordia, el Príncipe Siddartha Gautama salió de su palacio a ver por primera vez el mundo, descubrió la vejez, la enfermedad, el sufrimiento y la muerte. Perplejo por esa visión decidió a sus 29 años hollar los polvorientos caminos de la India en busca de respuestas a los enigmas de la existencia. Convertido en asceta trashumante peregrinó de sitio en sitio sin hallar la verdad, hasta que decidió sentarse a meditar bajo la sombra del  árbol Bo, proponiéndose permanecer allí hasta alcanzar el supremo conocimiento.     

    Tras largo y fecundo tiempo de meditar, alcanzó la suprema luz, transformándose en Buda, el Iluminado.  

    Entonces, la Luz de Asia, el Señor de Compasión y Amigo de la Humanidad, decidió transmitir al mundo el néctar de su sabiduría y reuniendo a sus discípulos les dijo en su primer sermón cerca de Benarés, sentando las bases de su doctrina:

    “Presten atención a estas cuatro Verdades Sublimes:

El existir como una personalidad separada condena al sufrimiento y al dolor, se sufre desde el nacer hasta el morir.

La causa suprema de la miseria es el deseo de poseer y conservar lo poseído; esto es ignorancia y creencia ilusoria sobre el verdadero Yo.

     El sufrimiento puede concluír, la liberación se logra desechando todos los deseos salvo el de recto conocimiento.

     El Sendero de la Liberación y de la cesación de todos los opuestos es el Octuple Noble Sendero, el sendero de la inmortalidad”.

     Este camino de aniquilación del deseo (Trisna) es pues un sendero de ocho sublimes pasos de conocimiento llamado Bodhi (Iluminación). La luz brilla sobre el que holla el sendero paso a paso.    

    Las ocho santas virtudes o perfecciones del Sakhyamuni (Buda) son:

    El recto conocimiento: Benditos quienes conocen que la Vida es Una, sus formas van y vienen, mas la Vida misma fluye siempre.

    La recta intención: Benditos quienes se arman de fortaleza; ecuánimes en el sufrimiento y la pena, alcanzan sabiduría.

    La recta palabra: Benditos quienes a todos hablan con dulzura y simpatía; sin cólera ni odio sus palabras son veraces y agradables.

    La recta conducta: Benditos los que actúan rectamente repudiando toda idea de lucro; con móvil puro renuncian a la codicia, la cólera, a la concupiscencia.

    El recto medio de vida: Benditos quienes arrojan de su vida cotidiana la malevolencia y la soberbia, actuando conforme a la Ley, con afinidad y amor.

    El recto esfuerzo: Benditos quienes andan por el Camino y saben que es la vida inviolable; luchan por la Paz y siempre ante ellos brilla la Sublime Verdad de la Vida.

    La recta meditación: Benditos quienes meditan en silencioso gozo y ven cuan rica es en verdad la vida de compasión, de servicio, de amor. Radiante como la Lámpara de Luz es esta vida.

    La meta de la vida es alcanzar la purificación,  pero ésta se logra gracias a la Compasión.

    Es necesario desechar los falsos ídolos de la vida convencional, de aquí la importancia de la meditación, la que da un nuevo discernimiento, un conocimiento nuevo. Cuando la compasión nace, se cosechan nuevas energías para servir al mundo. La naturaleza y el hombre contienen insensatez y muerte, todo aparece como ilusorio y falso, no obstante, a través de la meditación y de la contemplación, el mundo puede convertirse en el espejo de la Divinidad.  Mientras que el elefante ve reflejada su imagen en el espejo de agua del lago y se aleja, el hombre al mirarse exclama: soy yo, soy yo!!; pero Buda dice a sus fieles discípulos:“mira, el elefante ha resultado ser el mas sabio de los dos, pues luego de mirarse en el espejo de agua no se reconoció y se alejó, mientras que el hombre en su ignorancia creyó reconocerse, sin darse cuenta de su error, pues has de saber, amado discípulo, que el verdadero Yo está  más allá  de los lazos de la maya (ilusión)”.

    Como perenne legado, el Tathágata dejó a sus más cercanos y fieles discípulos su más preciado tesoro espiritual en estas palabras: “sabed que si bien la doctrina del Buda es una, ésta se desdobla en dos: la doctrina del Ojo, la externa, basada en las palabras y los conceptos racionales, dirigida a las masas incultas y paradójicamente a los eruditos; y la doctrina del Corazón, la interna, basada en la suprema compasión y caridad, en la íntima comunión espiritual; a esta última debéis prestar especial atención, pues aún la ignorancia misma es preferible a la Sabiduría de la Cabeza si ésta no tiene la Sabiduría del Alma para iluminarla y dirigirla”.

    Mediante las ocho virtudes o senderos de iluminación se alcanza la suprema perfección y se entra en el Nirvana, la Suprema Paz y Perfección, que no significa ningún aniquilamiento sino todo lo contrario: la expansión de la estrecha conciencia de la personalidad hasta abarcar el espíritu universal y unificarse con el núcleo espiritual subyacente a todas las criaturas.  Hollando estos ocho pasos del sendero, los mortales pueden lograr la vida perfecta.  Así conceptuó Buda el camino de la Paz, de la Compasión, de la Iluminación.

     Vemos entonces que la enseñanza de la Filosofía Yoga es esencialmente humanística y en sus distintas vertientes puede adaptarse con éxito a la vida cotidiana para conservar la armonía y la paz dentro del individuo, de la sociedad, de la nación y del mundo en general.  Al igual que en la postura antropológica del Análisis Existencial y Logoterapia, insiste en que hay algo esencial e irreductible en cada hombre (el Atma o espíritu) y en su valor intrínseco.  Yoga significa unión con la Realidad Ultima, así como también la disciplina necesaria para lograr esa unión. La verdadera fuente de conocimiento no está en los libros, sino en la comunión directa con la Verdad eterna. Si no se logra el conocimiento de esta Suprema Verdad, la filosofía permanece en el nivel de la exposición académica y la religión degenera en la creencia dogmática. Yoga es un método práctico y racional de cuya eficacia los científicos, psicólogos y filósofos modernos están convencidos, y desearían penetrar en las profundidades de esta filosofía para saber más acerca del secreto del mundo interno y externo. La Filosofía Yoga es una experiencia de la totalidad o de la conciencia ilimitada y no acepta diferencias de raza, color, credo, clima o nacionalidad. El que haya sido descubierta en la India, no significa que sea solamente para los hindúes, sino igualmente valedera para toda la humanidad, para el Universo entero. 

     Un enfoque de rigor epistemológico (revisión crítica de los fundamentos de las distintas teorías científicas), nos permite conocer el origen, fundamento y desarrollo de la teoría psicológica conocida como Análisis Existencial y Logoterapia (o terapia del logos, del Sentido) y así constatar las sorprendentes y auspiciosas coincidencias esenciales que ésta tiene con la Filosofía Yoga y lo mucho que pueden contribuír ambas para superar la gran crisis ética y moral que afronta la humanidad en esta inclemente época posmoderna donde predomina la transvaluación de los valores y de esta manera no se le da atención a lo verdadero y lo superficial tiene importancia; lo ideal es ignorado y a lo inútil se le da prioridad.  Debe entenderse que  ni el Estado ni ningún sistema socio-político pueden liberar a quien está atado por cadenas de ignorancia. Todo sufrimiento tiene su causa en la ignorancia. El individuo solamente puede ser liberado mediante su conocimiento superior y desarrollo espiritual, y aunque el hombre crea o no en una filosofía, religión o Dios, quiere liberarse de todos los sufrimientos y miseria. La cesación absoluta de la miseria es posible por medio de la iluminación espiritual.

     El Análisis Existencial es un método antropológico de comprensión e interpretación del fenómeno humano (nombrado por su creador  el Dr. Víctor Frankl como Existenzanalise en alemán; similar pero no igual al Análisis Ontológico o Daseinanalise de Biswanger), mientras que la Logoterapia es su aplicación terapéutica implementada con determinadas técnicas para modificación de conductas (por ejemplo intención paradójica y derreflexión) pero también por estar al servicio del ser humano que padece, con apertura a técnicas complementarias como por ejemplo las tomadas del entrenamiento autogénico, más otras conductuales, gestálticas y corporales como pueden ser la Bioenergética, Tai Chi Chuan, Terapia Craneosacral Biodinámica o el Hatha Yoga.   

     En los países de habla inglesa, el término Logotherapy ha sido empleado englobando el Análisis Existencial como método y la Logoterapia como su aplicación terapéutica (lo hizo el mismo Frankl para que no se confunda el Daseinanalyse de Biswanger con su Existenzanalyse) pero en español podemos ser más precisos diferenciando ambos, el método y su aplicación terapéutica.

     Antes de avanzar con el despliegue de las principales conceptualizaciones de esta teoría, que nos ha de posibilitar comprender las fecundas y auspiciosas coincidencias espirituales que tiene con la Filosofía Yoga, es menester describir muy brevemente su ubicación en un esbozo de esquema de las distintas teorías psicológicas de la personalidad, cada una de las cuales tiene su fundamentación propia, la cual se sepa o no, está referida a una idea filosófica respecto a “qué es ser persona”.  Se puede considerar que hay cinco tipos básicos de teorías:

1)      La biológica,  que centra sus conceptos en el cuerpo, en el ser natural, en la materia, la energía y la evolución; se refiere a la persona-organismo y pueden mencionarse la Reflexología, el Conductismo (Pavlov, Watson), utilizando un método Explicativo.

2)      La psicológica,  centrada en el psiquismo, las vivencias, las motivaciones, las motivaciones. La más difundida es la Psicoanalítica (Freud, Jung, Lacan) referida a la persona-profunda-inconsciente, y que utiliza un método Interpretativo (Hermenéutica). No por menos difundida es menos importante la teoría psicológica Comprensiva (Dilthey, Jaspers), referida a la persona consciente, y que utiliza el método Comprensivo Psicológico.

3)      La psicológica social,  vinculada o no al psicoanálisis, que centra sus conceptos en la relación interpersonal dentro de los grupos de pertenencia (microsociología), refiriéndose a la persona en grupos, destacando la influencia cultural (antropología cultural) de la convivencia humana y en especial la influencia del lenguaje (Adler, K.Horney, H.Sullivan, E.Fromm, Moreno), utilizando variados métodos.

4)      La sociológica,  centrada en las fuerzas supraindividuales de la sociedad (macrosociología) que condicionan la personalidad de cada sujeto. La más difundida basada en la psicología dialéctica (Marx) acentúa conceptos económicos respecto a la producción de los bienes, y utiliza un método Comprensivo Histórico-Social (Dialéctico-Marxista). Otras teorías sociopsicológicas no marxistas (Mead, Merton) destacan factores médico-sociales, demográficos y socioculturales (conceptos actuales sobre las enfermedades, educación del público, crecimiento de las poblaciones, reducción de la mortalidad, clases sociales, profesiones, religión, familia y acontecimientos sociales: guerra, revoluciones, huelgas).

5)      La existencial,  que centra sus conceptos en el “ser-en-el-mundo-siendo-con-los-otros y realizando la existencia como un quehacer dirigido al futuro”. La persona es el Dasein o existente, el ser ahí  arrojado al mundo como proyecto, con un modo propio de ser en el triple mundo de los otros, de las cosas y de sí mismo. Ese mundo propio vivido y realizado singularmente, caracteriza a la personalidad. La escuela Antropológica Existencial puede ser Pre-tea (Heidegger, Binswanger, Boss), Atea (Jean Paul Sastre, con su Ser para la Nada); que utilizan un método Interpretativo (Hermenéutica); o Teísta (Jaspers, Marcel, Levelle, Frankl), que utilizan un método Intelectivo Eidético (Dialéctico no marxista).

     El Análisis Existencial frankliano no conlleva necesariamente la aplicación de la Logoterapia sino solo en aquellas personas que presentan un cuadro neurótico noógeno, es decir originado en la dimensión noética (del espíritu) del ser humano y que tiene una causalidad de tipo espiritual, axiológica (de valores), ética, moral, marcada por el conflicto.  Complementariamente se puede decir que siempre que se recurra adecuadamente a la Logoterapia se hará inspirándose en el marco de referencia analítico-existencial.

     El Dr. Víctor Frankl, médico psiquiatra vienés (Austria), neurólogo, filósofo y psicólogo (1905-1993) creó su monumental obra del Análisis Existencial y Logoterapia a partir de haber afrontado por su condición de judío las terribles experiencias de los campos de concentración nazis durante la segunda guerra mundial (1939-1945), vicisitudes que narró en su primer conocido libro “Un psicólogo en el campo de concentración”.  Las tremendas y dramáticas situaciones pasadas, despertaron en su espíritu muy profundas reflexiones sobre la naturaleza humana, que volcaría luego en su rica y prolífica obra científica y difundiera a través de libros, cátedras universitarias, audiciones radiales y televisivas, entrevistas y conferencias en todo el mundo. Un destacado biógrafo contemporáneo de tan magna obra es el Dr. Luis Guillermo Pareja Herrera, Psicoterapeuta y escritor, nacido en Arequipa, Perú, el 17 de Julio de 1949, quien es ciudadano mexicano, y reside allí hace muchos años; vive y trabaja hoy en el desierto chihuahuense.  Es Licenciado en Filosofía con especialización en Psicología, con Maestría y Doctorado  Summa cum Laude en Desarrollo Humano de la Universidad Iberoamericana de México. Ha sido amigo y colaborador científico profesional de Frankl por 25 años, y en su libro “Víktor Frankl-Comunicación y Resistencia”, nos brinda un detalladísimo e invalorable panorama de la obra científica-humanística del gran psiquiatra vienés, y a través de su investigación -muchos de cuyos conceptos reproduzco en este ensayo-  llegamos a comprender y aquilatar en su justa valía tan extraordinaria y esclarecedora obra.

     Víktor Frankl fue contemporáneo de Freud, con quien tuvo intercambio científico personal.  El modelo psicoanalítico freudiano es de corte conceptual mecanicista, psicodinámico, y su intento fue hallar el sentido de los síntomas histéricos –neurosis-, adentrándose en las profundidades inconscientes, llegando a develar una de las dimensiones de la realidad humana.  Estas fuerzas inconscientes (deseos, impulsos –pulsiones, instintos-), a las que considera la verdadera imagen del ser humano, son reprimidas e impedidas de manifestarse por el mundo del Yo y de la realidad social, a no ser que se efectúen transacciones de equilibrio entre las tres instancias psíquicas conocidas como Ello, Yo y Superyo.  El pensamiento freudiano acentúa la fuerza obligatoria del inconsciente que la persona ha de cargar bajo la forma de energía impulsiva, impulsos, fuerzas instintivas.  Para el psicoanálisis freudiano, lo específicamente humano queda en la esfera de la búsqueda del placer, la recuperación de la homeostasis, la dinámica afectiva y la energía instintiva; quedando cualquier manifestación humana, incluso las más depuradas como la religiosidad, el arte, como manifestaciones sublimadas de un mismo origen sexual, consolidando una visión reduccionista y psicologista de su análisis, de carácter nihilista pues considera que en última instancia el ser humano no es más que el producto de sus determinaciones genéticas, sociales, etc. 

     Mientras que para Freud la motivación básica que mueve la conducta humana es la búsqueda del placer (por lo cual su teoría es considerada filosóficamente de raíz hedonista), para Frankl es la búsqueda del sentido o Voluntad de Sentido, considerando lo más específicamente humano la intencionalidad de nuestras acciones, que va más allá del placer y que busca hacer real aquello que se des-cubre como valioso (le doy valor) para mí o para el nosotros, viendo en el placer no un fin sino la consecuencia de haber dirigido nuestra intencionalidad hacia algo, una actividad o hacia el encuentro humano -persona, personas- que son distintos de nosotros mismos, destacando la primacía de las pulsiones “espirituales autoconscientes” e “inconscientes espirituales-existenciales” que nos permiten captar el “sentido” de la vida en el contexto de los valores esperados. La existencia de una voluntad en busca de un sentido es la motivación básica del ser humano, y expresa algo inherente al mismo que no es otra cosa que la búsqueda de la felicidad, ser feliz. 

     Por la fundamental capacidad autotrascendente del ser humano podemos comprobar que solo cuando soy capaz de salir de mí mismo, sin dejar de ser yo-mismo, y me encuentro con el mundo de las cosas –ya sea para contemplarlas, transformarlas o recrearlas-  y cuando voy al encuentro humano sea en forma de colaboración, trabajo, creación de comunidad y fraternidad, amistad o relación amorosa-  es que puedo experimentar el ser feliz, pero como consecuencia de mi dirección intencional, libremente asumida.

     Por eso Frankl considera que la motivación básica de la personalidad no puede limitarse a la obtención de la homeostasis freudiana, ya que sería empobrecer las posibilidades humanas de crecimiento el significar la vida humana por la supresión de las tensiones, sino que lo que verdaderamente da significación a la vida humana es el saber manejar las tensiones que la vida diaria pone como retos, siendo además que en el nivel suprapsicológico como el de la filosofía moral, se ve que el dinamismo de la historia viva es dialéctico e implica esencialmente la conciencia de las tensiones, las alternativas y el paso cualitativo superior a una forma más desarrollada.

      El ser humano no está “impulsado” a buscar un sentido, para recuperar un equilibrio, sino que está “atraído” por el sentido y ante él se decide libremente.  El Análisis Existencial y la Logoterapia van entonces más allá de la dimensión instintiva inconsciente del psicoanálisis freudiano, accediendo a otras dimensiones como son un inconsciente espiritual y una espiritualidad y religiosidad inconscientes.  

     Lo que constituye a la persona espiritual, como tal, es su capacidad de tomar actitud ante sí misma o tomar distancia de su dimensión psico-física. Solo así es como el ser humano se estructura a sí-mismo, como una unidad espiritual y psicosomática. El ser-humano, en la perspectiva analítica-existencial siempre es visto como una unidad-antropológica, pese a las diferencias dimensionales de tipo ontológico. Cuerpo, alma y espíritu son dimensiones del ser humano, y de las tres la espiritualidad es la genuina dimensión de la existencia humana.  En la espiritualidad humana tienen su lugar el intelecto, la razón, y también y de modo especial, la emoción y los sentimientos.  Los existenciales específicamente humanos no son característicos sino constitutivos del ser humano, y son : la espiritualidad, la libertad y la responsabilidad.

     Dentro de la espiritualidad humana está la espiritualidad inconsciente (cuya inconcientización estriba en la supresión de la autoconciencia reflexiva, mientras que el autoentendimiento implícito de la existencia humana permanece en pie, pues el mismo es peculiar de toda existencia, de todo ser hombre).  El Análisis Existencial considera que no solo hay una “impulsividad inconsciente” sino también una espiritualidad inconsciente, donde arraiga el logos (“sentido”).  El logos es el punto de partida y el de llegada.  El logos, tomado como lo espiritual, tiene pues poco que ver con la pura inteligencia y razón.

     Al hablar de espiritualidad inconsciente es bueno precisar que por inconsciente se entiende en el Análisis Existencial y Logoterapia lo irreflexionado. Y lo irreflexionado es también y necesariamente irreflexionable.  Esto se puede ilustrar diciendo que el ojo humano es ciego a sí mismo, en el lugar de conjunción del nervio óptico con el globo ocular, donde se encuentra la mancha ciega de la retina.  Aquí encontramos una extraordinaria coincidencia con el pensamiento hindú, ya que en los Upanishads, Brhad-Aranyanka, dice: “el Atman (espíritu humano) se diferencia del Brahma (espíritu divino), que este último es Inconcebible, no es concebido”.  El Análisis Existencial concluye entonces que la autorreflexión humana ni se da perfecta ni tampoco es deseable pues el espíritu humano no está dirigido a contemplarse a sí mismo, sino encaminado hacia algo o hacia alguien que está más allá de él o junto a él; y que es más plenamente humano en cuanto es intencional (referido a “trascendente”), y en cuanto más intencional más existencial.   

     El Análisis Existencial es superador del análisis somático -orgánico, funcional- ,  y del análisis psicológico o psicoanálisis de los procesos dinámicos inconscientes, que busca el restablecimiento del equilibrio entre las diversas instancias psíquicas.   Presupone las aportaciones de ambos análisis pero da un paso integrador hacia delante. Considera que lo importante es tomar al ser humano como una unidad antropológica que se convierte en persona precisamente en el ámbito de la dimensión existencial-espiritual.  Y lo específicamente propio de la dimensión existencial del ser humano es su libertad y responsabilidad.  Libertad y responsabilidad de la libertad son la esencia de la existencia auténticamente humana.  Si entendemos que el ser humano es el ser libre y responsable (responde, da respuestas a la vida) y que ha de ser consciente de esa responsabilidad y libertad, podemos decir que el Análisis Existencial es una forma psicoterapéutica que arranca del espíritu de la conciencia de responsabilidad y libertad.  Por lo tanto, el objetivo fundamental del Análisis Existencial y Logoterapia es la facilitación del proceso en el que el ser humano se hace consciente de que la esencia de su existencia es la conciencia de su libertad y la responsabilidad de su libertad (como ser único, irrepetible, llamado a buscar el sentido de su vida y a realizar los valores, finito, es decir, confrontado con la facticidad radical y con apertura a la trascendencia espiritual, lo infinito y eterno).  Este objetivo fundamental se concreta en un objetivo práctico cual es que el ser humano descubra por sí mismo el Sentido de su existencia, el para qué o por quién vivir, el sentido de su     ser-en-el-mundo, y el sentido de todo aquello que es componente o parte de nuestra condición humana.  Por tanto nada le es ajeno al Análisis Existencial y Logoterapia (el amor, el sufrimiento, el trabajo, la comunidad humana, la muerte, etc).  Por otra parte, con los datos ofrecidos por el análisis somático y psicológico que traducen los llamados condicionamientos de tipo herencial, orgánico, psicológico y las condiciones sociales del medio ambiente, el Análisis Existencial y Logoterapia procede a evaluar cual es la ubicación del ser humano ante la situación concreta que vive.

     En relación al reconocido Alfred Adler (creador de la segunda escuela vienesa de psicoterapia), con quien tambien trabajó Frankl, el punto más claramente distinto se sitúa en que mientras que para Adler la más fuerte motivación de la conducta humana es la Voluntad de Poder (como forma de compensar su complejo de inferioridad), para Frankl sigue siendo la búsqueda del Significado o la Voluntad que busca el Sentido.

     El pensamiento frankliano, conocido como tercera escuela vienesa de psicoterapia, parte de los pilares básicos que son Freud y Adler, pero supera sus limitaciones e incorpora una nueva dimensión a la concepción antropológica del ser humano: la dimensión noética o espiritual.  Mientras que Freud y Adler se interesaron por el problema neurótico señalando el primero que la neurosis es una limitación del Yo a nivel de la conciencia, y Adler que es una limitación del Yo a nivel de la responsabilidad; Frankl hará una síntesis diciendo que los fundamentos radicales del ser humano son la combinación de ambas dimensiones, conciencia más responsabilidad, que dan una imagen de unidad en totalidad de la persona, o sea que “ser persona equivale a ser consciente y ser responsable”.  Frankl también discrepa en la concepción de la persona mentalmente enferma             -psicopatología-  pues considera que las tendencias psíquicas tienen contenidos que no son siempre sexuales y que aparecen en la sintomatología neurótica y los síntomas neuróticos no son solamente medios para un fin sino que se manifiestan en la expresión de las más diversas tendencias –arte, experiencia religiosa- y que van más allá de contenidos sexuales reprimidos (Freud) y de ser medios para conseguir un fin, o al servicio de otras tendencias no constructivas (Adler).  También Freud y Adler tienen una concepción distinta en cuanto a la teleología o meta final de la psicoterapia.  El psicoanálisis intenta un compromiso o mediación equilibrada entre las pretensiones inconscientes y las exigencias de la realidad en forma de adaptación de la persona a su mundo exterior; mientras que la psicología individual de Adler desea la animosa conformación de la realidad y ante el tener-que-ser del Ello se ha de imponer el querer del Yo. El pensamiento frankliano se sitúa dialécticamente en el nivel de síntesis y va más allá de la adaptación y la conformación, para señalar que la unidad en totalidad de la persona no se reduce a la dimensión somática (biológica) y psicológica (individual y social) sino que comprende la dimensión del espíritu humano -noética, existencial- y en esta dimensión radica lo específicamente humano del ser humano en cuanto tal (y aquí podemos ya visualizar el fundamental y valioso principio de conexión con la concepción de la Filosofía Yoga en cuanto a la presencia de una instancia decisiva en la vida humana: el Ser o Espíritu). 

     Esta dimensión ontológica y específicamente humana del espíritu humano (noética o existencial),  ha de estar presente en la terapéutica moderna por una sencilla razón: que no todos los padecimientos humanos son ni se expresan por el “complejo de Edipo” o los “sentimientos de inferioridad”, sino que parten también de un nivel noológico (noético o existencial, espiritual) donde se pone en juego la vida total de la persona confrontada ante decisiones que ha de tomar (en libertad y con responsabilidad) ante problemas éticos y de orden moral que presentan con frecuencia una sintomatología neurótica pero cuya raíz no es somática (biológica) ni psicológica sino noógena (espiritual).  Así pues la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia o Análisis Existencial y Logoterapia es una terapéutica que parte de la dimensión noógena (espiritual) para abordar problemas específicos de esa dimensión, pero sin descuidar ni negar que estos mismos conflictos tengan sintomatología somática y/o psicológica.

     Por otra parte, hay una muy importante diferencia en la conceptualización antropológica, ya que Freud y Adler enfatizan más las limitaciones, ataduras y la supuesta impotencia humana ante ellas, de tal modo que “los instintos viven al hombre” y no es el hombre quien los maneja; enfatizando así el peso de los condicionamientos biológicos, psicológicos y sociales sin ver que la verdadera libertad humana del espíritu (siempre abierto a la trascendencia) es quien de veras decide ante los condicionamientos de la vinculación con la naturaleza.  Por tanto el Análisis Existencial y la Logoterapia ponen en primer plano el hecho fundamental de la responsabilidad junto con el de la conciencia, poniendo el acento en la existencia como una forma “sui-géneris” o en palabras del psiquiatra y filósofo Karl Jaspers, la persona es un ser: “que no solo decide que no es pura y simplemente, sino que además decide en cada caso lo que es”.

     El Análisis Existencial frankliano, comprendido dentro de las corrientes existencialistas teístas, y su método psicoterapéutico que es la Logoterapia, que es la única psicoterapia reconocida oficialmente por el Vaticano (Iglesia Católica), conciben al ser humano, como una integridad bio-psico-socio-espiritual, que obra éticamente al elegir en libertad y con responsabilidad, moralmente iluminado por un horizonte de valores trascendentes. Esta imbricación entre la ética, la moral, la libertad, la responsabilidad y los valores, nos da la idea de la íntima relación y necesaria interconexión existente entre dichos elementos, y sirve para entender la grave crisis ética que vive el mundo actualmente. En principio debemos considerar que no es posible entender la ética aisladamente. Como forma de enriquecer este ensayo reflexivo sobre la infinita riqueza espiritual que pueden aportar al desarrollo humano tanto la Filosofía Yoga como el Análisis Existencial y Logoterapia, y considerando la gran base ética común que poseen ambas doctrinas, expongo con modestia (no desde una soberbia torre de marfil) un modelo pensado con el fin pedagógico de mejor abordar y esclarecer esta compleja problemática filosófica que lleva siglos de estudio (indicativo de su difícil comprensión), lo cual nos hará valorar aún más los trascendentes aportes de ambas enseñanzas. Este modelo postula cinco conceptos fundamentales que a manera de pentágono conforman la estrella de cinco puntas como mítico símbolo de la Conciencia, del Ser con posibilidad de trascender, que existe, que es, que elige en libertad y con responsabilidad un rumbo ético (entre el bien y el mal) moralmente iluminado por un horizonte de valores trascendentes.

                 VALORES

ETICA                                MORAL

               CONCIENCIA

 

LIBERTAD                     RESPONSABILIDAD

 

     Tomando estos cinco conceptos cual estrella cuyos rayos confluyen interiormente en un núcleo denominado conciencia al cual influyen y por el cuál son influenciados, podemos describir brevemente algunas de sus características.

La Libertad y la Responsabilidad son características básicas del ser hombre, aunque sin libertad no hay responsabilidad, la responsabilidad agrega algo nuevo a la libertad, pues uno puede ser libre sin ser responsable.

Esta libertad es siempre situada en un aquí y un ahora, y mi responsabilidad (compromiso íntimo asumido) determinará el uso correcto o incorrecto que yo haga de ella, todo acorde al grado de Conciencia (núcleo de este modelo estelar) que haya desarrollado por el crecimiento, maduración y evolución.

Este desarrollo de conciencia siempre se da inmerso en la interacción permanente (al modo de la tesis-antítesis-síntesis hegeliana) de estos cinco conceptos entre sí y con el núcleo central de conciencia descripto (el que a su vez es susceptible de abarcar también estados inconscientes).

La Etica abarca globalmente a lo personal, la máscara, la conducta, la acción, lo externalizado, el espacio, lo situado, y refiere a lo relativo.

La Moral remite en forma global a lo histórico-social, los usos y costumbres, lo heredado, lo internalizado, lo mítico, el tiempo, lo vivenciado, y también refiere a lo relativo.

Los Valores, que no por casualidad están situados en el vértice superior del modelo, definen lo trascendente, lo que está más allá, la evolución espiritual superior, lo apelativo a mi realización personal y social, y refieren a lo absoluto, lo eterno.

     El ser humano, como integridad bio-psico-socio-espiritual, obra éticamente al elegir en libertad y con responsabilidad, moralmente iluminado por un horizonte de valores trascendentes. Esta imbricación entre la ética, la moral, la libertad, la responsabilidad y los valores, nos da la idea de la íntima relación y necesaria interconexión existente entre dichos elementos, y sirve para entender la crisis ética que vivimos actualmente.

Aquí es oportuno recordar que esta posibilidad que tiene el ser humano de libre elección personal (influenciada por lo social), tiene lugar en el marco de un contexto histórico (temporal, por ende relativo), que en nuestra época actual se conoce como posmodernidad.

     Algunas de las características básicas de la posmodernidad son: globalización del capitalismo salvaje con su injusta distribución de los recursos económicos (caída del imperio comunista, concentración de la riqueza en poder de pocos a costa del empobrecimiento de las mayorías); grandes avances científico-tecnológicos (biogenética, Internet); crecimiento de las sociedades occidentales consumistaspluralistas (diversas etnias y morales); abroquelamiento en oriente de estructuras sociales generadas en  fundamentalismos  religiosos; debacle en occidente de los valores morales tradicionales, lo que provoca la vigencia de una ética superficial, light, no comprometida, donde “vale todo”.

La ética (éthos) se refiere principalmente al aspecto fáctico de la moral, a la acción, a la conducta del hombre, su modo de obrar, al cómo viven y expresan su moralidad los seres humanos en la actualidad.

Para expresarlo  claramente, la ética es la moral encarnada en la persona, es la moral vivida, real; es la forma en que se manifiesta la conciencia moral.

La moral (mores) se refiere a los usos y costumbres corporizados en una normativa; implica entonces lo establecido, lo escrito, lo codificado, por así decir. Cada individuo y cada pueblo tiene su moral diferente. Una moral (cristiana, budista, musulmana, atea) es un código moral, una normativa que expone reglas a las cuales ajustar la conducta, la expresión ética.

La moral, si bien refiere a los usos y costumbres, tiene su sustento fundamental en los valores.

Si bien existen valores relativos (subjetivos, individuales) acordes para cada sujeto según el marco de su propia escala valorativa, también existen valores absolutos comunes a todos los hombres y por ellos buscados y aceptados: los valores absolutos, ideales o trascendentales, que son los que persiguen la perfección ontológica de todo ser humano y encierran la intencionalidad axiológica del mismo (ej: unidad de la humanidad, amor, verdad, bondad, belleza). 

     Filosóficamente existen básicamente dos tipos de teorías sobre los valores: las teorías relativistas y las teorías absolutistas. Para las teorías relativistas mi deseo de algo hace que ese algo tenga un valor para mí.

Para las teorías absolutistas el valor es una cualidad intrínseca del Ser, que es valioso por si  mismo,  y cuyo valor me atrae, apela a mí para realizarlo.

     Por otra parte, la biología, psicología y sociología han efectuado un cuestionamiento reduccionista sobre los sentidos y valores, arguyendo en forma simplista que no son  mas que fabricaciones que se pueden tipificar como sublimaciones, mecanismos de defensa, patrones de conducta heredados o formas de pensamiento de la clase social que se introyectan por la fuerza de la ideología dominante en el momento histórico.

Si bien no se pueden negar las influencias medioambientales, también puede establecerse claramente la esencial capacidad de autodeterminación del ser humano ante tales condicionamientos, que no son determinismos absolutos.

Esta autodeterminación se opera por la intrínseca libertad del ser humano que toma actitud ante las situaciones específicas.

El problema de fondo es operar con frecuencia una objetivación de lo que hay de subjetivo en el ser humano y una subjetivacion de lo que es objetivo en el mundo.

     Por eso si al ser humano lo objetivamos en lo que tiene de subjetivo -su espiritualidad, libertad y responsabilidad- obtendremos nada mas que una cosificacion del mismo, que le des-personaliza, le niega y quita su radical capacidad de autodeterminación en el mundo.

Así, el ser humano pierde su calidad de sujeto que se-decide-ante y pasa a ser un objeto-que-es-impulsado-y-movido-por sus pulsiones. Incluso la voluntad que busca un sentido es negada.

Pero se debe tener presente que hay situaciones que tienen un denominador común y en consecuencia hay sentidos que son compartidos por los seres humanos en las sociedades a través de la historia.

Estos sentidos, en lugar de estar referidos a una situación vital única, se refieren a la condición humana. Estos sentidos se comprenden entonces como Valores. Así pues los Valores pueden ser definidos como aquellos significados o sentidos universales que una sociedad o la humanidad entera encarna porque ellos se cristalizaron en situaciones especificas o típicas de la historia (V.Frankl, G.Pareja).

     La conciencia de tener una jerarquía natural de valores no me dispensa de la necesidad de tomar decisiones. Mi postura ante los valores es libre y me siento atraído por ellos para encarnarlos en el mundo, en el presente histórico.

Los valores me atraen, las pulsiones me impulsan. Y la atracción de los valores va mas allá  de ser atracción pues ante ella me decido.

La moral, la ética tradicional y las convenciones sociales guardan estrecha relación con los valores, en cuanto los canalizan en la practica social.

Sin embargo, toda esa estructura ha de someterse a la prueba de la conciencia del ser humano, que siempre tendrá  la ultima palabra (G.Pareja).

Según Viktor Frankl, el hombre es libre para dar una respuesta personal ante los condicionamientos, es responsable para responder ante cada circunstancia, y mediante la autotrascendencia (que es su condición fundamental) redimensiona permanentemente su realidad básicamente mediante la realización de valores, que pueden ser de tres tipos:

a) Creativos, o lo que un ser humano le da al mundo en forma de trabajo, obra, creación, transformación; b) Vivenciales o de Experiencia, lo que un ser humano recibe gratuitamente del mundo en forma de vivencia estética, arte, belleza, contemplación de la naturaleza, y el encuentro humano amoroso; c) de Actitud, la que se asume ante las situaciones límite (las tipificadas por su irreparabilidad, irreversibilidad y fatalidad), el sufrimiento, la culpa, la muerte. Los valores de actitud son los que más plenifican al ser humano y ante la falsa dicotomía Éxito-Fracaso propuesta por la sociedad consumista es menester considerar asimismo la antítesis Plenitud- Desesperación. Un aparente fracaso para esta sociedad mercantilista (como el no poder enriquecerse), no lo será tal si se le encuentra sentido a la vida, lo que llevará a la Plenitud existencial; y al contrario un rutilante Éxito (ser rico y famoso) si hay falta de sentido conduce a la Desesperación existencial. Socialmente abundan los ejemplos al respecto: grandes personajes cuyo afán de poder y status económico los sumergen en una vida frívola, egoísta e improductiva, insolidaria con el prójimo, propensa a todo tipo de adicciones, con abandono de los valores espirituales y el debido cuidado por la familia, y que muy frecuentemente acaban en la miseria moral o material, en la desesperación, la alienación o el suicidio.

     La ética moderna secular, al centrarse en la racionalidad y dejar de lado el primordial enfoque sobre los valores (mores), abandona en verdad el campo de la moral y se transforma en in-moral.

Esto ha tenido una acabada demostración en la actual posmodernidad, donde asistimos a una caída y retroceso de los valores tradicionales, al auge de una ética light, superficial y consumista caracterizada por el “todo vale”, donde ya no hay normas, reglas ni parámetros morales validos.

En una palabra, al no aportar la ética moderna secular ninguna solución, forma parte del problema.

Es que la racionalidad por si sola no puede dar cuenta de que conductas son buenas o malas, solo tenderá  a justificar ilusoriamente lo que es correcto o incorrecto, considerándolo como una guía para la acción práctica y otros subterfugios, queriendo así auto-engañarse y evitar tomar posición sobre los valores absolutos (como el Bien Supremo de Platon) que son los que en realidad manifestarán con su presencia o ausencia en la situación si una conducta es correcta o no.

     La ética moderna secular adscribe a la teoría relativista de los valores, en tanto considera que es valioso aquello que yo deseo, al contrario de la ética espiritual-religiosa que postula que existen valores absolutos, trascendentales, valiosos por si mismos, que apelan a mi y despiertan mi atracción para que yo intente realizarlos.

Por considerar al deseo como definidor de lo valioso y los valores, la ética moderna secular sostiene posiciones afines al psicoanálisis freudiano-lacaniano ateo, cuya pobre conceptualizacion antropológica del ser humano como movido básicamente por sus instintos, es determinista y reduccionista: el ser humano es poco mas que un títere llevado de aquí para allá  por sus impulsos, desde un inasible inconsciente.

Como orientación básica apunta a la búsqueda del placer y el equilibrio; la orientación hacia el sentido y el valor está  fuera de su horizonte de referencia, no capta la intencionalidad de la dimensión existencial-espiritual.

Para el psicoanálisis el ser humano esta  confrontado con el peso de sus pulsiones, con su inconsciente y no con los valores; considera que la dimensión humana es básicamente una dinámica psíquica impulsiva y desconoce una dinámica de la dimensión existencial-espiritual.

     Contrasta esto con las conceptualizaciones de otras corrientes psicológicas como por ejemplo la Logoterapia y Análisis Existencial  de Viktor Frankl, el Daseinanálisis de Ludwig Biswanger, la Psicología Comprensiva de Dilthey y Karl Jaspers, para las cuales el ser humano es una integridad bio-psico-socio-espiritual, abierto a la trascendencia, en relación con el mundo triple del ambiente, de los otros y de si mismo.

Estas corrientes tienen una orientación básica hacia el sentido y la búsqueda de valores originarios y descubren en todo lo espiritual su dimensión de intencionalidad; no sólo ven la impulsividad sino sobre todo el sentido.

Descubren que delante del querer hay una urgencia, un deber que la persona descubre en su vida, en su conciencia, en el momento histórico social concreto.

Conciben el ser humano como confrontado fundamentalmente ante los valores y atraído por ellos mas no impulsado.

     La realización de los valores supone la actitud libre y responsable del ser humano, y esta actitud esta lejos de la pura impulsividad, ha de verse dentro del contexto de una dinámica de lo existencial-espiritual donde la impulsividad tiene un papel que puede llamarse de energía alimentadora (G.Pareja).

     Vemos entonces que la ética moderna secular responde a una paupérrima concepción atea del ser humano, a una antropología materialista, a una filosofía nihilista de la cual Sartre es un acabado representante. El pesimismo y desesperanza de Sartre con su Ser para la Nada, con su conceptualizacion cosificante del ser humano (explicitada por ejemplo en que la mirada del otro me cosifica y es diabólica, en lugar de pensar que también puede haber una mirada amorosa, comprensiva y compasiva), rebaja a éste a la in-trascendencia, a la desesperanza, a la falta de sentido de su vida, al negro pesimismo existencial, a la ausencia de verdaderos valores por los cuales vivir y compartir solidariamente el humano destino; remite, simbólica y prácticamente en fin, al mal, las huestes luciféricas, los  ángeles caídos, a la gran herejía de la separatividad.

El otro no deja de ser una cosa, un otro apto para ser utilizado en la satisfacción de mis propias necesidades.

     En cambio, para otros filósofos existencialistas teístas el otro llega a transformarse en un mediante una relación responsable, igualitaria y reciproca basada en el valor absoluto del amor, que permite asimismo abrirse al TU mayor (Martin Buber).

     También la ética racionalista de Kant denota un déficit notorio para dar respuestas validas a la grave problemática moral contemporánea. Esto queda patentizado en la siguiente anécdota. Cuenta Kant que una vez un amigo suyo se refugia en su casa huyendo de un asesino. El criminal llega hasta la puerta, golpea y cuando Kant abre y lo atiende, le pregunta si allí se ha refugiado un hombre al que persigue para matarlo.

Kant postula que su deber es decir la verdad, pues el imperativo moral categórico le indica decir la verdad en todo momento y bajo toda circunstancia, aunque como en este caso, su amigo fuera asesinado. Apenas analizamos con un poco de minuciosidad esta postulación advertimos que se comete un grave error de conceptualización.

     Kant parte de realizar un juicio racional parcial acerca de si una acción es correcta (decir la verdad) o no. Se sitúa en el plano de la ética aplicada y escamotea plantearse el verdadero dilema moral, el que se define como una situación de conflicto en la que entran a jugar valores o principios que se contradicen entre sí.

Si hubiera hecho esto, habría ponderado los valores en juego, los hubiera jerarquizado y hubiera optado en consecuencia. En esta anécdota surge claro la oposición nítida de dos valores: el de decir siempre la verdad y el de preservar la vida humana.

Al optar, es evidente que preservar o defender la vida humana es un valor superior jerárquicamente al de decir siempre la verdad, por lo que podemos observar que la decisión que tomó Kant fue moralmente incorrecta e incluso gravísima y deleznable pues costaría la vida de su amigo.

Además de ver en forma patética a que tremendos errores nos puede conducir un racionalismo exacerbado en sus intríngulis metodológicos, también podemos captar en esta anécdota cuan poco se usó el sentido común (que lamentablemente suele ser el menos común de los sentidos) y como no se respetó el esencial valor de la vida humana.

     La ética moderna secular esta basada en el materialismo nihilista sartriano y en el absurdo e inhumano racionalismo kantiano que no toma en cuenta los valores o normas morales que deberían guiar nuestra conducta, pretendiendo además asumir una ficticia autonomía moral (regularnos por normas autodefinidas y autoimpuestas), que al no tener respaldo o fundamento valorativo suprapersonal o supraterrenal alguno quedan libradas al relativo arbitrio de cada cual, con una escasa posibilidad de acatamiento generalizado de las mismas (concreción de las expectativas de cumplimiento reciproco).

Se pretende escindir erróneamente lo personal de la dimensión moral, ignorando que lo personal de un modo u otro siempre se manifiesta en relación con los demás de modo que la dimensión moral siempre esta  presente.

     Es posible asumir una forma de vida y desarrollar una identidad, pero como vivimos en sociedad, el derecho de uno termina donde empieza la libertad del otro (por ejemplo los travestis escandalosos que quieren que respeten sus derechos, pero que no respetan los de los demás, alterando las buenas costumbres y la tranquilidad en la vía pública molestando con su conducta promiscua a los vecinos).

Así lo postulaban desde los antiguos griegos con la noción de Kosmos u orden universal -opuesto al kaos-, hasta Heidegger concibiendo al ser humano como un Dasein o Ser-Ahí, arrojado como proyectum a la existencia, en relación siempre con el triple mundo de las cosas, de los otros y del si mismo (Mitwelt-Umwelt-Eigenwelt).

     Al dejar al arbitrio de cada cual el inventar sus propias normas morales sin el sustento de ningún valor, cae entonces la ética moderna secular en un relativismo y escepticismo moral y queda pedaleando en el aire, sin base de sustentación, de ahí esa ridícula manía actual de buscar un reaseguro o guía en las frías normas jurídicas sin comprender que en la medida que tampoco están inspiradas en genuinos valores sólo generarán desconfianza y transgresiones.

El problema básico de la ética moderna secular es que desconoce que vivimos en un mundo múltiple, en donde miles de millones de personas aún ajustan sus conductas a auténticos valores religiosos y espirituales que más allá  de que seguramente sean susceptibles de perfeccionamiento en su captación e instrumentación, no por eso dejan de ser eficaces guías para sus comportamientos y practicas cotidianas, ya que en el fondo responden a la esencial e intrínseca condición espiritual del ser humano, a su autotrascendencia.

     Al elevarse paulatinamente sobre la falibilidad humana mediante la realización de esos valores, se le posibilita entonces al ser humano encarnar la moralidad y comportarse en forma realmente ética, generando una gozosa convivencia (“amaos los unos a los otros como hermanos que sois”) en el marco de un destino supramundano, trascendente.

Dadas las explicitaciones precedentes, el tomar la ética como objeto de estudio aislado de un contexto normativo moral que le da  sustento o priorizarla indebidamente por sobre la dimensión moral, equivale al viejo error de “poner el carro delante del caballo”.

     Para V.Frankl como para Max Scheler (autor de”El puesto del hombre en el cosmos”) la persona está abierta a la trascendencia, y esta apertura radical se da a través de la conciencia.

La conciencia en cuanto fenómeno no se queda ni se agota en si misma sino que va mas allá  de la persona.

     La persona, como ser dialogal esta  básicamente abierta al encuentro interpersonal y por eso podemos afirmar que sin dudas  la conciencia es la voz de la trascendencia.

La conciencia posibilita a la persona el sentir la presencia de una instancia supra-humana y la hace ser consciente de su ser contingente, es decir, no necesario, creado.

     La conciencia no agota su propio significado en su dimensión de hecho psicológico sino que es sólo un aspecto de un fenómeno básicamente trascendente o metapsicológico.  Scheler indica que la conciencia es la voz de la trascendencia y que por ella la persona capta la presencia, en la fe, de un juez invisible e infinito, o Dios. El material psicológico posibilita el paso a una presencia que se manifiesta y esa presencia es Dios.

     Nikolai Hartmann reflexiona sobre las diferencias ontológicas en el ser humano, que él caracteriza como estratos (en número de cuatro), que son: el físico, el orgánico, el anímico y el del espíritu. Así quien quiera comprender la conciencia a partir de fenómenos psíquicos o el ethos del hombre mediante una ley que rija los actos psíquicos, tropezará con la ley de jurisdicción de los estratos, pues introduce categorías de otro estrato existencial en lo que es propio de un estrato de constitución más elevada. El mundo real tiene unidad, pero no la de un principio, sino la de un ordenamiento, surgido en un plano superior.

     Por eso, la  fundamentación de una acción, cada vez más humana, requiere la previa asimilación de una personal cosmovisión.

Esta cosmovisión esta  formada por elementos tan valiosos como una filosofía de la vida, una antropología filosófica, ética, valores, que como conjunto, apunta a una metafísica ontológica.

Se busca afirmar la presencia de diferencias ontológicas en el ser humano y al mismo tiempo la unidad antropológica del mismo.

En otras palabras, el ser humano es una unidad a pesar de su multiplicidad.

     También Heidegger considera que la existencia no es algo ya determinado, estático y estable de una vez para siempre. Como Frankl, señala la cualidad de apertura del ser humano y la vivencia simultanea en el presente del pasado que permanece y del futuro al que nos dirigimos. Aceptar la propia vida es la misión específica que tenemos en la temporalidad en que nos movemos.

Esta aceptación es la responsabilidad específicamente humana.

Esta responsabilidad se vive en la cotidianeidad en la que oscilamos entre un escapismo -que sería la alienación según Heidegger en la exterioridad- y el dato insoslayable de hacernos cargo de nosotros mismos en el “cada día” de la vida (conciencia mas responsabilidad, según Frankl).

     Para Heidegger y Frankl el ser humano decide y se-decide sobre la base de las posibilidades que encuentra en si mismo y las que le proporciona su pasado. A partir de ellos se trasciende a si mismo llegando a constatar la esencial característica de la existencia humana que es la autotrascendencia (Frankl) o el ser-propio (Heidegger).

     Para Karl Jaspers, trascender es buscar el propio ser.

Ningún objeto es el propio ser. Tenemos que ir mas allá  y por encima de lo objetivo, es decir: trascender.

Trascender no es una obligación sino una posibilidad ante la libertad.

Podemos entregarnos al mundo, a las cosas y vivir sin trascendencia; podemos durar, pasar, y no haber sido.

Podemos incluso afrontar la muerte, el dolor, la culpa y la lucha como hechos pero no permitirles que nos afecten y condenarnos así a la in-trascendencia.

Pero la in-trascendencia es sinónimo de la deshumanización.

El ser, para Jaspers, es lo “envolvente”, y hace que la existencia humana se constituya por la trascendencia, es decir, por su abrirse al Absoluto, a Dios.

     La creencia en un solo Dios personal, creador del mundo, único y ultimo refugio nuestro, es una creencia filosófica, un trascender de mi existencia que hay que ganar sin cesar. La vida sólo tiene sentido si está encaminada hacia Dios. Bajo esta perspectiva, todo el mundo se hace relativo, pero al mismo tiempo deviene este mundo el lugar de una opción incondicional entre el bien y el mal. Por ahí carga el hombre con toda su responsabilidad de tal.

Y de ahí se desprende el deber del hombre de luchar por el bien contra el mal, pero esta lucha sólo puede darse en el amor. El amor con el que todo hombre trata de comprender al prójimo, es la realidad fundamental del hombre que le hace eterno en toda su finitud (Frankl).

La libertad y la responsabilidad constituyen la esencia de la existencia humana, y junto con la espiritualidad (dimensión noética, del logos o del espíritu, donde radica lo mas genuinamente humano) forman una trilogía.

     ¿De qué es responsable el ser humano?. Al tomar conciencia de su estar-en-el-mundo descubre que tiene la tarea de hacerse cargo en primer lugar de su propia vida, lo que implica en potencia, un proceso educativo altamente positivo, así estará preparado para comprender y acompañar a otros seres humanos en el proceso de descubrimiento y compromiso con la propia vida.

La responsabilidad fundamental de hacerse cargo de la propia vida es una tarea y misión intransferible y en ellas cada ser humano es irremplazable.

     El ser humano responde ante si mismo, ante los demás y ante Dios (lo suprapersonal). El “lugar” donde el ser humano responde es la conciencia. La conciencia como fenómeno genuino y específicamente humano se nos presenta como original, no deducible de otra instancia intrahumana y es no reducible, intuitiva y creativa.

     La conciencia es la dimensión donde el ser humano tiene el privilegio de encontrarse en la desnudez de su mismidad, en su más profunda intimidad y donde se manifiesta la presencia dialogal de Dios. La conciencia es quien guía a la libertad para que pueda responder de si, a los demás. También está  sujeta a la condición humana, a los riesgos de la falibilidad, el error y la engañosa distorsión que se presentan en el proceso de maduración y formación de la conciencia humana. La misma conciencia no escuchada por el ser humano puede extraviársele. Pero el riesgo de errar no nos dispensa de intentar, ni de la necesidad de juicio. 

     La conciencia manifiesta que el ser humano al estar-en-el-mundo, como ser-que-responde, tendrá siempre delante de si a las personas y a las situaciones; por eso decimos que es un ser, que por su conciencia, responde “ad-personam” y “ad-situationem”.

Las situaciones que son múltiples y se presentan a modo de preguntas dirigidas a cada ser humano, pueden quedar sin respuesta. Las respuestas implican decisiones y las decisiones hacen referencia a la libertad humana. Así pues en la libertad humana se hace visible la existencialidad mientras que en la responsabilidad se revela la trascendencia.

     El ser humano, para Frankl,  es responsable  de actual-izar y real-izar los significados y valores en el mundo y en su historia (G.Pareja).

Este mismo proceso pedagógico de formar una conciencia, genuinamente humana, ha de considerar que la responsabilidad nos viene de una dimensión que no somos nosotros mismos. La conciencia no se deriva del Ello o del puro Superego y, si así se aceptara, tendremos un homúnculo en lugar de un ser humano y un homunculismo en lugar de una antropología.

Avanzando más lejos de considerar a la conciencia como un mero producto de la libido psíquica inconsciente, vemos que ella se manifiesta fenomenológicamente de modo espontáneo, en la dimensión consciente como inmediata, intuitiva y absoluta.

     Según Frankl, la conciencia se presenta como básicamente inconsciente y no racional. Es no-racional porque es pre-lógica, es decir, es anterior a cualquier reflexión racional. La conciencia, tomada no como ley moral universal es, sin embargo, universal, y el fenómeno del ateísmo en esta perspectiva se consideraría como el tener conciencia y responsabilidad pero dándoles una interpretación inmanente, de tipo reductivo, en el ámbito psicológico.

     Así pues el no creyente puede pensar que su conciencia es un mero producto psicológico al cual puede desatender dado el caso de que sólo tiene que obedecerse a si mismo. El solipsismo psicológico y moral se hacen patentes como consecuencia. Esta postura no se pone en búsqueda de algo mas allá  de su conciencia y responsabilidad que podría ser el camino a la trascendencia.

La maduración de este proceso nos conduce a ver que la responsabilidad ante la propia conciencia permite plantear la pregunta de si hay alguien mas allá  de la conciencia.

     En un último análisis ciertamente debe aparecer cuestionable si el ser humano realmente puede ser responsable ante algo, o si la responsabilidad es solamente posible cuando está ante alguien.

Entonces, la conciencia encuentra su lugar de fundamentación en un dato original que es Dios.

     Así tenemos que detrás del superego del ser humano está el Tu-Dios y en la conciencia se revela el Tu-Palabra de la trascendencia.

Todas las declaraciones sobre Dios valen tan sólo “per analogiam”. Lo mismo puede decirse, por tanto, de todas las declaraciones sobre su personalidad: es como si fuera personal; es pues, suprapersonal (Frankl, Pareja).

     El inconsciente entonces es una dimensión amplia que tiene dos aspectos: un inconsciente impulsivo (Trieb), lugar de las pulsiones inconscientes; y un inconsciente espiritual, lugar de la espiritualidad inconsciente.

El inconsciente es algo mas que impulsividad inconsciente o reprimida, por el contrario, es lo espiritual inconsciente, la existencia. La existencia, es decir lo espiritual, tiene como característica ser irrefleja y, por tanto, es en si misma irreflexionable.

     El ser humano es plenamente humano cuando es capaz de ir mas allá  de donde es “impulsado” y llegar al  ámbito en que es “libre y responsable”, donde decide. El ser humano se deshumaniza cuando deja de ser responsable.

Esta postura no se pone en búsqueda de algo mas allá de su conciencia y responsabilidad que podría ser el camino a la trascendencia.

     La posmodernidad, con su pragmatismo materialista ha llevado a la ética del todo vale, donde todo esta  permitido, todo es igual, lo mismo un ignorante que un gran profesor, no hay valores, modelos ni reglas, sólo se adora al becerro de oro. Pero considerando al modelo social capitalista carente de valores humanos, criticado tanto por Juan Pablo II como por George Soros, debemos recordar aquí la sabia sentencia bíblica: “de qué vale al hombre conquistar el mundo si pierde su alma”.

Hoy a esta sociedad con crisis de valores se la llama la sociedad pluralista. Se caracteriza por un gran conglomerado de gente, mucho más que en la antigüedad; se vive diferente al pequeño círculo de la familia, el barrio, el pueblo. Hay una gran mezcla de gente, de etnias raciales y de culturas. El pluralismo es pues cuantitativo y cultural.

En la sociedad pluralista no hay una unidad moral desde el punto de vista normativo, mientras que en la vieja sociedad había una relación más estrecha de los padres con los hijos, con valores religiosos más importantes y enraizados.

Esta sociedad pluralista, entonces nos plantea una exigencia mayor para tener un comportamiento ético y ser morales.

     Aunque los valores tradicionales hayan desaparecido o estén en retirada, sin embargo, aparece ahora la enorme importancia de la conciencia individual como guía interna ante la falta de guía externa. Es prioritaria entonces una buena educación dirigida a formar la conciencia de responsabilidad, a inculcar sanos valores, a fomentar el surgimiento de la intuición en la conciencia individual como instrumento que permita descubrir la jerarquía de valores trascendentales que guíen éticamente nuestra acción.

     Así, aunque los valores tradicionales hayan caído, esta madurez de conciencia permite igual al hombre descubrir los sentidos únicos de la existencia y cumplir su misión en el mundo.

     En una sociedad pluralista se vive en un relativismo. Existe pluralismo cultural pero no debe confundirse con pluralismo ético que no debe existir. La moral no puede ser relativa, toda moral reclama absolutez, lo que debe ser, debe ser (sin entender esto como rigidez).

Es cuestión de encontrar algo absoluto en la sociedad pluralista que permita ser moral en dicha sociedad; algún valor que reconozca todo el mundo.

     Existe eso absoluto que no hace diferencias de raza, culturas, religiones y que esta en todos los seres:  la común condición humana (que en potencia y esencia es espiritual y divina).

Todos somos mortales y compartimos las mismas penurias, miserias y alegrías humanas en el camino hacia la perfección espiritual.

La común condición humana es un valor absoluto, no idealmente abstracto sino tremendamente concreto, encarnado en el semejante que tengo delante de mí.

Cuando se empieza a descubrir lo que nos hermana a todos en la sociedad pluralista, comienza entonces a haber más solidaridad y fraternidad, se va afinando el sentimiento moral.

La común condición humana es un valor absoluto porque es algo que nos trasciende, no depende de nosotros.

Descubrimos que su condición de valor absoluto, trascendente, lo hermana espiritualmente con los más puros valores divinos: “ama a tu prójimo como a ti mismo” es entonces el paradigma a imitar. Hallamos de esta manera un anclaje absoluto de la nueva moral, esta  fundada en un valor absoluto que es la común condición humana, a la vez terrestre y celeste, todos los hombres son iguales porque son mortales, con sus bondades y maldades. Ser moral implica respetar la condición humana del otro, dar la mano, ayudar. Debemos percibir lo común, lo que nos fraterniza: todos somos hombres finitos, abiertos a la trascendencia infinita.

     Hay que ser solidarios, ver lo que aflige al otro.

En esta sociedad pluralista el individuo está aislado, solo, a veces entregado a si mismo, no cuenta como antes con la ayuda del otro.

Hay problemas y necesidades comunes, a veces se persigue el consumo desenfrenado, hay falencias en la salud, la alimentación, la educación, la seguridad jurídica.

La vida es difícil, hay angustias y temores que se deben vencer.

Es posible ser moral ayudando al hermano, al semejante, respondiendo a ese reclamo y esperando que también nos ayude.

     Hay que buscar una solución a la crisis de la ética contemporánea. No basta con el imperativo racional categórico de Kant dirigido a la subjetividad del individuo, con su postulado voluntarioso que dice:”obra únicamente según la máxima que hace que puedas querer al mismo tiempo que ella sea una ley universal”; ya que cualquier energúmeno de mala conciencia pregonaría entonces que la ley de la selva es ley universal.

     El imperativo de hoy es revalorizar la ética, hay que infundirle nuevamente valores espirituales a esta ética actual tan vacía, light y superficial; debemos recuperar los valores trascendentales que guían la conciencia moral, que nos permitan distinguir el bien del mal. Solo en la medida que podamos dilucidar claramente esto nos encaminaremos a una conciencia moral esclarecida.

Un adecuado equilibrio entre la imaginación provista por los sentimientos y el conocimiento propio de la razón, no solo permite superar el viejo enfrentamiento Romanticismo-Racionalismo sino que se convierte en el instrumento adecuado para accionar correctamente en la realidad.

De ahí la importancia de fortalecer no solo la actitud racional sino básicamente toda enseñanza espiritual (sea o no estrictamente religiosa) y moral que, haciendo hincapié, en los principios y valores cristianos privilegie el valor del amor a la familia, al prójimo, a Dios, y busque realizar el supremo Bien a través del descubrimiento de nuestro propio ser como espíritu (de ahí lo atinado de revalorizar la ancestral sabiduría transmitida por la Filosofía Yoga).

     Asimismo, desde un punto de vista psicológico, los beneficios se multiplican geométricamente, ya que una persona que accede al universo de los valores y dedica su tiempo y ajusta su conducta a realizarlos, encuentra un significado, un sentido a su vida; ya no vive en vano, supera la triada neurótica de nuestro tiempo posmoderno (la violencia-agresion, la depresion-suicidio, y las adicciones, alcohol-drogas-poder) plenificando así su existencia individual y su participación comunitaria a través de su trabajo y obras, haciéndose útil y solidario para si mismo y la comunidad.

Este enfoque permite así recuperar la iniciativa, creatividad y responsabilidad individual, el hombre vuelve a ser artífice de su propio destino; ni caerá en el conformismo consumista de hacer lo que otros hacen ni en el totalitarismo masificante de hacer lo que otros exigen que haga.

     También resulta valioso escudriñar el enfoque que las principales religiones  (del latín re-ligare, re-unir al hombre con Dios) tienen sobre la dimensión espiritual del ser humano, ya que podremos descubrir una gran riqueza conceptual y practica.

     Así la Fe, el Amor, la Esperanza, la Solidaridad, la Caridad constituyen el corazón de la enseñanza cristiana y una normativa moral adecuada a toda época y lugar (“He aquí, Yo estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos”).

     Más allá  de las humanas falencias al transmitir los preceptos del Salvador del Mundo, nuestro Señor Jesucristo, y excesos dogmáticos que se produjeron a lo largo de la historia y que ahora están en sana revisión, las enseñanzas cristianas son esencialmente buenas en su espíritu y están llamadas a perdurar en el corazón de la humanidad (“Si vosotros permaneciéreis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará  libres”).

     Muy interesantes investigaciones se hallan en curso actualmente en referencia a la dimensión espiritual del hombre y sus consecuencias éticas y morales, tanto en el aggiornamiento de las principales religiones (son realmente importantes las manifestaciones del Papa Juan Pablo II en “Cruzando el umbral de la esperanza”, y la Declaración Mundial de Etica elaborada por el Parlamento Mundial de las religiones -Chicago,1995-), como en otros campos filosofico-espirituales, por ejemplo las realizadas por la Universidad de los Siete Rayos en New Jersey, EEUU, y las de la Fundación Lucis en Londres, Inglaterra, ambas respondiendo básicamente a las enseñanzas de la destacada espiritualista Alice A. Bailey y su instructor el Maestro Djwhal Khul (también conocido como El Tibetano)  : “servicio a la humanidad es servicio a Dios”(que sin esfuerzo reconocemos coincidente con el pensar y obrar de la Madre Teresa de Calcuta); y la cada vez más creciente difusión de la práctica del Yoga en sus distintas vertientes en numerosos países.

     Grandes cambios espirituales comienzan a esbozarse en el mundo: en medio de la lucha contra las iniquidades de un capitalismo salvaje carente de valores humanos e incapaz de promoverlos, hay un renacer del sentimiento religioso en los pueblos , conscientes que no basta con solo acceder al consumo digno y propio de la vida moderna sino que también es primordial encontrar una respuesta al enigma de la existencia y  un sentido trascendente a la propia vida.  

     Está  agonizando la posmodernidad, se perciben los últimos estertores de su moral hueca y su fracasada ética racional secular, vacía y superficial.

     Allende la estéril posmodernidad ya alborea la ultramodernidad; resuena la voz del silencio y el grito lejano del espíritu : ¡el Hombre ha muerto, vive Dios!.

     Perece la idea reduccionista del homunculismo, del hombre ficticiamente autónomo y libertino. Crece la conciencia de una libertad situada, condicionada-incondicionada, con responsabilidad para decidirse ante los valores, realizarlos y trascender hacia el Absoluto.

     Renace purificada la esencia espiritual del Ser humano y a través de la oración y meditación (hacia adelante y hacia arriba) se le abren los portales del quinto reino y del camino de evolución superior (“Nadie puede venir a Mi, si no lo atrae el Padre que me envió”); siéndole posible acceder a la Vida más abundante y alcanzar la Iluminación (“Yo soy la Luz del Mundo, quien a Mi venga no andará  entre tinieblas” nos dice el Señor de Amor y Sacrificio, el Cristo;  “pensando -meditando- en Mí, por mi divino amor vencerás todos los obstáculos con que tropiezan los mortales” nos dice el Señor Krishna, Maestro-Gurú de todos los yoguis).

     Le es factible entonces al Ser humano sintonizar su pequeña voluntad con la del Creador colaborando con la obra divina, pudiendo al fin exclamar: “¡hágase Tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo!”.

     Vimos entonces en el desarrollo de este breve ensayo la similar conceptualización de índole claramente espiritual que poseen la antiquísima sabiduría de la Filosofía Yoga y el Análisis Existencial y Logoterapia.  Finalmente destaco de esta última enseñanza en especial, que en cuanto sistema científico y por sus postulados antropológico filosóficos considera plenamente válido el sentimiento de lo religioso, afirmando la naturaleza espiritual del ser humano y la vigencia de los valores religiosos; descansando asimismo sobre los fundamentos de la tradición judeo-cristiana occidental y eso permite apreciar la cercanía que se da entre este enfoque psicoterapéutico y antropológico-filosófico y las formas religiosas judeo-cristianas.  Más aún, el Análisis Existencial y Logoterapia va más allá de que la persona concreta sea o no creyente, porque sus mismos principios analítico-existenciales señalan la presencia del inconsciente espiritual, y en todo caso se ha de preguntar por el sentido que tiene la Fe para el creyente pero también se preguntará qué obstaculiza o a qué se debe la represión del Inconsciente espiritual en el no-creyente.

     Considerando estos últimos conceptos, remarco en especial el punto nodal de encuentro que se da entre ambas doctrinas a través de la oración-meditación, como práctica vía regia para acceder al descubrimiento del propio ser y del Ser superior, de Dios. 

     A poco que analizamos, vemos que la oración, que constituye una práctica fundamental de las religiones y doctrinas espirituales, adquiere el significado no solo de ruego o petición, sino también de invocación o encanto.  El Padre Nuestro cristiano, o el Mantra, oración rítmica de los brahmanes hinduistas, tienen exactamente ese sentido.  Es en síntesis, la elevación de los pensamientos y emociones, la vibración espiritual, hacia el Ser supremo, u otras entidades espirituales superiores en demanda de alivio o ayuda para sí mismo o para el prójimo.  

    Ocultamente considerada, la oración no es una súplica; es un proceso de “transmutación espiritual”, mediante el cual los pensamientos y deseos finitos se transforman en voliciones espirituales, ya sea para adquirir la voluntad de sentido de la existencia en el Análisis Existencial y Logoterapia; o para acceder en forma similar mediante la voluntad de la concentración al estado superior de Samadhi o conciencia cósmica en la Filosofía Yoga. 

 

Nota del autor: La revisión final de conceptualización filosófica y uso, significado y ortografía de términos sánscritos en este ensayo ha sido personalmente realizada por el amado Swamiji, Sri Swami Pranavananda Saraswati, quien me transmitió vía telefónica desde México DF sus observaciones, correcciones y aportes, lo cual le agradezco infinitamente. (26 de Diciembre 2009).-

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Presentación Resumida hecha en el 4to.Congreso Latinoamericano de Logoterapia y Análisis Existencial, en UCA, Argentina, agosto 2011:

 

Análisis Existencial-Logoterapia  y Filosofía Yoga :  un ideario espiritual coincidente, que opera como útil herramienta proactiva en la búsqueda de sentido de la vida.

Su análisis en el marco situacional de la educomunicación social salesiana.

 

Juan Martín Silvano Núñez
Licenciado en Psicología (UBA) -  Posgrado Logoterapia (UCA)
Representante en.Cap.Fed. del Proyecto educativo-cultural INFOCIBER-ISES
Instituto.Salesiano Estudios.Superiores de.Río Gallegos, Santa Cruz

Asesor Cultural Mutual AEANA

Creador y Director Sitio Web Faro de la Utopia
http://farodelautopia.webcindario.com
  e-mail: farodelautopia@yahoo.com.ar

 

Resumen :    La corriente de psicología humanística conocida como Análisis Existencial y Logoterapia (Austria) y la Filosofía Yoga (India) manifiestan notables coincidencias en un ideario de gran valía espiritual que actúa como herramienta proactiva en la búsqueda de sentido de la vida por parte de todo ser humano, erigiéndose en valiosas herramientas prácticas para realizar la felicidad aún en esta época posmoderna tan crítica y conflictiva.  Ambas conciben al ser humano como una unidad antropológica que se convierte en persona precisamente en el ámbito de la dimensión existencial-espiritual, en la cual lo específicamente propio y constitutivo del ser humano (existenciales) son su espiritualidad, libertad y responsabilidad; que son la esencia de la existencia auténticamente humana. Su análisis en el marco situacional de la educomunicación social salesiana.

Abstract:  The teachings of humanistic psychology known as Existential Analysis and Logotherapy (Austria) and Yoga Philosophy (India) show remarkable similarities in their ideas of great spiritual value that acts as a proactive tool in the search for meaning in life by all human being, elevated to valuable practical tools for happiness even in this postmodern age so critical and contentious. Both conceive the human being as an anthropological unity that becomes a person specifically in the field of existential and spiritual dimension, in which the fundamental component specifically human (existential) are spirituality, freedom and responsibility, which are the essence of authentic human existence. Their analysis in the situational context of social educommunication Salesian.

 

LOGOTERAPIA   YOGA  (Palabras clave) – Categoría: Investigación, Tema: Educación

 

      La corriente de psicología humanística conocida como Análisis Existencial y Logoterapia (Austria) y la Filosofía Yoga (India) constituyen sin duda dos aportes de gran valía espiritual con notables coincidencias en sus fundamentos teóricos (ideario) orientados a promover la búsqueda de sentido de la vida por parte de todo ser humano, erigiéndose así en valiosas herramientas prácticas para realizar la felicidad aún en esta época posmoderna tan crítica y conflictiva.  Entre otras, una importante coincidencia a destacar es que ambas, Logoterapia y Yoga, conciben al ser humano como una unidad antropológica que se convierte en persona precisamente en el ámbito de la dimensión existencial-espiritual, en la cual lo específicamente propio y constitutivo del ser humano (existenciales) son su espiritualidad, libertad y responsabilidad; que son la esencia de la existencia auténticamente humana. 

     Por las limitaciones de espacio para su publicación completa, esta Presentación ha de ser considerada como una breve introducción al tema, y para favorecer la mejor comprensión y profundización de los puntos aquí esbozados, es menester destacar que los mismos se desarrollan en un marco teórico holístico integral conocido como la “educomunicación social salesiana”, que considera primordial la elaboración de este tipo de contenidos para la educación espiritual del ser humano y su apropiada difusión mediante las nuevas tecnologías informáticas. En una pequeña pero muy atinente disgresión se puede decir que la novedosa Propuesta de Educomunicación para la Familia Salesiana, elaborada por ECOSAM-Equipo de Comunicación Social del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en América (Caracas, marzo de 2001) presenta en sus tres partes –Marco Situacional, Marco Teórico y Marco Operativo- las razones que hacen impostergable una propuesta de esta naturaleza, las referencias en que se apoya y los posibles caminos que la hacen viable, uno de los cuales pongo en práctica aquí.  Entre algunos de sus muchos valiosos aportes se puede destacar que toma como referencia un aggiornado marco situacional, ya que con la consolidación de la Era de la Información todo cambió muy rápidamente, desde las cosmovisiones que alimentan el imaginario del ser humano, hasta la forma en que las personas se relacionan con sus semejantes. La humanidad está sumergida en una sociedad profundamente mediática. Gran parte de las transformaciones actuales tienen como testigo ineludible a la comunicación masiva. Los medios de comunicación adelantan transformaciones culturales que inciden en el área comunicativa y educativa de la sociedad.  Esto ha de plantear sin duda la efectiva concreción de una democratización que no sea excluyente, pues si bien las redes electrónicas están constituyendo un nuevo espacio para la opinión pública en el que el pensamiento colectivo pudiera construirse con puntos de vista diferentes y a partir de distintos lugares, el nivel de desigualdad y de desequilibrio entre el Norte y el Sur del Planeta, ahonda aún más las diferencias entre quienes están “enganchados” a la tecnología y quienes no tienen posibilidad de frecuentar ni siquiera la escuela.  Un paliativo para esto ha sido el equipamiento gratuito de computadoras a los alumnos primarios y secundarios en varios países, y también la creación de Bibliotecas Digitales en Internet como el proyecto educativo-cultural Infociber-ISES desarrollado por la Obra de Don Bosco, los salesianos de Río Gallegos, Argentina, en conjunto con la Benemérita Univ.Autónoma de Puebla, México, bajo el auspicio del CONSUDEC-Consejo Superior de Educación Católica, véase http://www.hcdsc.gov.ar/biblioteca/ises/INDEX.ASP - en el cual he colaborado y que fuera declarado de interés nacional por el Honorable Congreso de la Nación Argentina.       Asimismo las Redes comunicacionales instauran un nuevo modo de ser ciudadanas/os, de convivir. La existencia de redes (Internet, con sitios web, blogs, Facebook, etc) se constituye en una oportunidad para potenciar esfuerzos, para abandonar el aislamiento y los proyectos reductivos, para socializar el conocimiento y para optimizar los recursos. 

      El auge de este desarrollo informático se ha patentizado públicamente en por ejemplo el triunfo de Barack Obama en las elecciones presidenciales de EEUU; y la reciente recomendación de su utilización incluso para la tarea sacerdotal por parte del Papa Benedicto XVI  (enero 2011, Mensaje para la Jornada mundial de las Comunicaciones sociales: "Con las nuevas tecnologías nace un nuevo modo de aprender y de pensar…Pueden contribuir a satisfacer el deseo de sentido, de verdad y de unidad que sigue siendo la aspiración más profunda del ser humano"…). ver  http://www.vatican.va/phome_sp.htm

     Para ser congruente en la práctica con estos postulados, y como solo se hace camino al andar, es pertinente destacar aquí que pueden profundizarse estas enseñanzas logoterapéuticas en el sitio web de mi creación (con contenidos espirituales, psicológicos, filosóficos, antropológicos, políticos, sociales) Faro de la Utopía  http://farodelautopia.webcindario.com , donde se podrá también acceder a la versión ampliada de este ensayo; la que además entregaré gratis en CD a quien la pida en el 4º Congreso Latinoamericano.de Logoterapia y A.Existencial.

     La grave crisis mundial actual nos hace valorizar todo aporte espiritual que sea una herramienta dialéctica retroalimentadora que le permita a todo ser humano hallar los auténticos valores, realizarlos y ser feliz al descubrir el sentido de su existencia.  En busca de promover ese logro, esta Presentación también destaca el profundo basamento analítico-existencial teísta que estructura la logoterapia, muy bien expuesto por Guillermo Pareja Herrera en su fecunda y tan humanista obra.  Ver: http://lascartasdeldesierto.blogspot.com/ 

     Mientras que para Freud la motivación básica que mueve la conducta humana es la búsqueda del placer (por lo cual su teoría atea es considerada filosóficamente de raíz hedonista), para Frankl es la búsqueda del sentido o Voluntad de Sentido, considerando lo más específicamente humano la intencionalidad de nuestras acciones, que va más allá del placer y que busca hacer real aquello que se des-cubre como valioso (le doy valor) para mí o para el nosotros, viendo en el placer no un fin sino la consecuencia de haber dirigido nuestra intencionalidad hacia algo, una actividad o hacia el encuentro humano -persona, personas- que son distintos de nosotros mismos, destacando la primacía de las pulsiones “espirituales autoconscientes” e “inconscientes espirituales-existenciales” que nos permiten captar el “sentido” de la vida en el contexto de los valores esperados.   La existencia de una voluntad en busca de un sentido es la motivación básica del ser humano, y expresa algo inherente al mismo que no es otra cosa que la búsqueda de la felicidad. 

     El ser humano no está “impulsado” a buscar un sentido, para recuperar un equilibrio, sino que está “atraído” por el sentido y ante él se decide libremente.  El Análisis Existencial y la Logoterapia van entonces más allá de la dimensión instintiva inconsciente del psicoanálisis freudiano, accediendo a otras dimensiones como son un inconsciente espiritual y una espiritualidad y religiosidad inconscientes.  

     Lo que constituye a la persona espiritual, como tal, es su capacidad de tomar actitud ante sí misma o tomar distancia de su dimensión psico-física. Solo así es como el ser humano se estructura a sí-mismo, como una unidad espiritual y psicosomática. El ser-humano, en la perspectiva analítica-existencial siempre es visto como una unidad-antropológica, pese a las diferencias dimensionales de tipo ontológico. Cuerpo, alma y espíritu son dimensiones del ser humano, y de las tres la espiritualidad es la genuina dimensión de la existencia humana.  Dentro de la espiritualidad humana está la espiritualidad inconsciente (cuya inconcientización estriba en la supresión de la autoconciencia reflexiva, mientras que el autoentendimiento implícito de la existencia humana permanece en pie, pues el mismo es peculiar de toda existencia, de todo ser hombre).  El Análisis Existencial considera que no solo hay una “impulsividad inconsciente” sino también una espiritualidad inconsciente, donde arraiga el logos (“sentido”)El logos es el punto de partida y el de llegada.  El logos, tomado como lo espiritual, tiene pues poco que ver con la pura inteligencia y razón.

     Al hablar de espiritualidad inconsciente es bueno precisar que por inconsciente se entiende en el Análisis Existencial y Logoterapia lo irreflexionado. Y lo irreflexionado es también y necesariamente irreflexionable.  Esto se puede ilustrar diciendo que el ojo humano es ciego a sí mismo, en el lugar de conjunción del nervio óptico con el globo ocular, donde se encuentra la mancha ciega de la retina.  Aquí encontramos una gran coincidencia con el pensamiento hindú, ya que en los Upanishads, Brhad-Aranyanka, dice: “el Atman (espíritu humano), se diferencia del Brahma (espíritu divino) pues este es Inconcebible, no es concebido”.  El Análisis Existencial concluye entonces que la autorreflexión humana ni se da perfecta ni tampoco es deseable pues el espíritu humano no está dirigido a contemplarse a sí mismo, sino encaminado hacia algo o hacia alguien que está más allá de él o junto a él; y que es más plenamente humano en cuanto es intencional (referido a “trascendente”), y en cuanto más intencional más existencial.   Considera que lo importante es tomar al ser humano como una unidad antropológica que se convierte en persona precisamente en el ámbito de la dimensión existencial-espiritual.  Y lo específicamente propio, la esencia de la dimensión existencial auténtica del ser humano es su libertad y responsabilidad de la libertad. Por lo tanto, el objetivo fundamental del Análisis Existencial y Logoterapia es la facilitación del proceso en el que el ser humano se hace consciente de que la esencia de su existencia es la conciencia de su libertad y la responsabilidad de su libertad (como ser único, irrepetible, llamado a buscar el sentido de su vida y a realizar los valores; finito, es decir, confrontado con la facticidad radical y con apertura a la trascendencia espiritual, lo infinito y eterno).  Este objetivo fundamental se concreta en un objetivo práctico cual es que el ser humano descubra por sí mismo el Sentido de su existencia, el para qué o por quién vivir, el sentido de su  ser-en-el-mundo, y el sentido de todo aquello que es componente o parte de nuestra condición humana.   Por tanto, al igual que a la Filosofía Yoga, nada le es ajeno al Análisis Existencial y Logoterapia (el amor, el sufrimiento, el trabajo, la comunidad humana, la muerte, etc).  Para más, ver:Viktor Frankl Institut  http://logotherapy.univie.ac.at/

    La filosofía Yoga (de la raíz sánscrita “yug”, yugo, unión; y el sufijo “ghan”, fin, identificación) tiene como meta la re-unión con Dios, el Ser superior, una re-integración, un retorno del Ser fragmentado al Ser total, una identificación con el principio divino; es la unión del Yo individual con el Yo supremo, Dios.  En palabras de Sri Swami Pranavananda Saraswati (médico cirujano, filósofo y humanista indio contemporáneo -1930/2010- , un rishi o sabio, uno de los más destacados exponentes a nivel mundial de la sabiduría eterna, con quien tuve la gran dicha de estudiar personalmente estas enseñanzas, y que a principios del 2010 tuvo la deferencia de supervisar desde México el contenido técnico-filosófico de la enseñanza yoga que aquí expongo) la Yoga es una Filosofía, una Ciencia, un Arte de Vivir, originario de la India donde se practica desde hace miles de años. No es una religión o secta (es practicada por católicos, judíos, musulmanes, etc), sino un sistema para disciplinar y alcanzar así la pureza y perfección del cuerpo físico, mental y espiritual. Es profunda, penetrante, iluminadora, tolerante y esencialmente humanística. Su meta es liberar al individuo de sus disturbios mentales, de sus deseos conscientes y subconscientes, los cuales lo distraen de su objetivo, alejándolo de la paz y perfección”.  Este enfoque psicológico del Yoga es muy importante pues coincide básicamente con el ideario del Análisis Existencial y Logoterapia, que según luego expongo, también es liberador del mero deseo, promoviendo mediante la realización de valores éticos la actualización de la potencia sanadora del espíritu (reflejo de la presencia ignorada de Dios) y la trascendencia, el ir más allá de los límites personales en busca del propio y verdadero Ser; alejándose así de la concepción clásica del psicoanálisis freudiano-lacaniano ateo, que postula un hombre casi prisionero de sus deseos e instintos que lo dominan y arrastran, con escasa o nula libertad para autodeterminarse y trascender espiritualmente, pensamiento este de una gran pobreza antropológica y humanística.   En el aspecto mental, la enseñanza Yoga propone la práctica de la concentración y meditación, las que producen gran bienestar interior y sensación de paz y armonía. Y en lo que se refiere a lo espiritual, estimula y vigoriza las virtudes (valores) del ser humano, para convertirlo en un ser noble, pleno de tolerancia hacia los demás. Considera la Yoga también que es muy importante mantener nuestro cuerpo sano y en buen estado físico, pues sin salud nada se puede hacer.  La práctica de la Meditación, especialmente la aprendida de un Maestro originario de la India, permite reducir el estrés de la vida diaria y afrontar las vicisitudes con tranquilidad y firmeza. 

     Esta concepción del Yoga como sistema de vida, lo define entonces como una doctrina y disciplina de la unificación con Dios, mediante la comunión del individuo con el Espíritu Universal por la plegaria, el amor, el auto-sacrificio, el conocimiento y la meditación. De acuerdo con el concepto Yoga, todo saber viene al hombre de la Fuente Divina conocida como Brahman, que se manifiesta universalmente en tres aspectos (en forma similar al cristianismo)  o Trinidad (Trimurti): Brahma (creación), Vishnu (conservación) y Shiva (destrucción).  

     Las Sagradas Escrituras Hindúes tienen siete subdivisiones o ramas: Vedas-Upanishads (en sánscrito: conocimiento; la fuente de sabiduría más antigua de la India: cuatro libros sagrados cuyo origen se estima en cerca de 1.500 años AC); Vedangas, Darshanas (seis sistemas de filosofía hindú: Yoga, Vedanta, Samkhya, Nyaya, Vaiseshika, Mimansa), Smiritis, Puranas, Tantras, Upvedas.   Dentro de los Puranas figuran el Ramayana y la epopeya del Mahabharata (el poema épico más largo del mundo, siete veces más extenso que la Ilíada y la Odisea juntas, cuyo autor es Vyasa) del cual forma parte el universalmente conocido Bhagavad Gita (Canción Celestial, asemejada a la Biblia en Occidente), extraordinaria exposición de enseñanzas espirituales del Yoga dadas por Krishna –como la encarnación de Dios- a su discípulo Arjuna.  El Yoga se supone que fue fundado por Yajnavalkya, un sabio que vivió en tiempos previos al Mahabharata y a quien se acredita ser autor del Yajur Veda. Pero fue Patanjali quien codificó y expuso los fundamentos del Yoga con su famoso compendio Yoga Sutras (Aforismos del Yoga). El Yoga es pues básicamente la doctrina y disciplina de la unificación con Dios a través de la meditación.   Para lograr esa meta, existen en Yoga varios senderos, siendo los 7 principales los siguientes: 1) Karma Yoga (Sendero de la acción): Según la Ley de Karma, todo el bien que se hace, traerá la merecida recompensa.; 2) Bhakti Yoga (Sendero de Devoción): Es el del amor y devoción a Dios y servicio al prójimo. Relacionado con el corazón. A lo que uno ama, a eso sirve; 3) Gnani Yoga (Sendero del Conocimiento o de Sabiduría): El tercer modo de progresar hacia esa Unión con la Realidad Ultima, es por medio del logro de la comprensión; 4) Raja Yoga (Yoga Real, Sendero del Dominio Mental) que fue sistematizado por el mencionado famoso filósofo Patanjali, mediante los Yoga Sutras alrededor de 300 años AC-Antes de Cristo. Hay ocho pasos o etapas en este sistema de Yoga: Yama o dominio propio, Niyama o deber religioso, Asanas o posturas correctas, Pranayamas o dominio respiratorio, Pratyahara o dominio de la mente, Dharana o concentración perfecta, Dhyana o meditación, y Samadhi o éxtasis o Estado Trascendental, conciencia cósmica; ascensión final de la conciencia: unificación, integración, identificación total del sujeto con el objeto; 5) Mantra Yoga (Sendero de la oración o sonido, del AUM o palabra creadora); 6) Kundalini Yoga (Tantra Yoga, sendero de la energía psíquica y fisiológica) considera los seis plexos nerviosos -Sat-Chakras o Centros Energéticos- en el cuerpo, a lo largo de la columna vertebral. 7) Hatha Yoga (Sendero del control del cuerpo físico y la vitalidad).    La enseñanza central del Gita es la obtención de la libertad mediante la ejecución del deber individual (Swadharma) en la vida. "Haz tu deber sin mirar a los resultados del mismo. Así obtendrás la purificación del corazón que es esencial para Moksha (felicidad)", es la clave de las enseñanzas de Shri Krishna para Arjuna, quien estaba sintiendo temor en su mente, ya que el Gita tiene como meta disipar el temor que reside en el corazón de todos.  

       La Filosofía Yoga, al igual que el Análisis Existencial y Logoterapia, insiste en que hay algo esencial e irreductible en cada hombre (el Atma o espíritu).  Yoga significa unión con la Realidad Ultima, así como también la disciplina necesaria para lograr esa unión. La verdadera fuente de conocimiento no está en los libros, sino en la comunión directa con la Verdad eterna. Si no se logra el conocimiento de esta Suprema Verdad, la filosofía permanece en el nivel de la exposición académica y la religión degenera en la creencia dogmática. La Filosofía Yoga es una experiencia de la totalidad o de la conciencia ilimitada y no acepta diferencias de raza, color, credo, clima o nacionalidad, y aunque originaria de India, es igualmente valedera para toda la humanidad.  En Argentina, quien creó un puente de sabiduría entre Oriente y Occidente mediante prolíficas obras ha sido el Padre Ismael Quiles SJ (1906/1993) -Creador y Director de la Escuela de Estudios Orientales, Decano de la Facultad de Filosofía y rector de la Universidad del Salvador, ver  http://www.biblioteca.salvador.edu.ar/Bibdigital/ .

     La humanidad enfrenta hoy una gran crisis ética donde predomina la transvaluación de los valores, no se atiende a lo verdadero y lo superficial tiene importancia; lo ideal es ignorado y a lo inútil se le da prioridad.  Ni el Estado ni ningún sistema socio-político pueden liberar a quien está atado por cadenas de ignorancia, causa de todo sufrimiento. El individuo solo puede ser liberado mediante su saber superior y desarrollo espiritual, y aunque el hombre crea o no en una filosofía, religión o Dios, quiere liberarse de todo sufrimiento y miseria; esto puede lograrse por medio de la iluminación espiritual al encontrar un sentido a la vida.

     En un enfoque epistemológico, el Análisis Existencial y Logoterapia (o terapia del logos, del Sentido) es un método antropológico de comprensión e interpretación del fenómeno humano (nombrado por su creador  el Dr. Víctor Frankl como Existenzanalise en alemán; similar pero no igual al Análisis Ontológico o Daseinanalise de Biswanger), mientras que la Logoterapia es su aplicación terapéutica implementada con determinadas técnicas para modificar conductas (por ejemplo intención paradójica y derreflexión) pero también por estar al servicio del ser humano que padece, con apertura a técnicas complementarias como por ejemplo las tomadas del entrenamiento autogénico, más otras conductuales, gestálticas y corporales como pueden ser la Bioenergética, Tai Chi Chuan o Yoga en sus diferentes ramas.   

     En los países de habla inglesa, el término Logotherapy ha sido empleado englobando el Análisis Existencial como método y la Logoterapia como su aplicación terapéutica (lo hizo el mismo Frankl para que no se confunda el Daseinanalyse de Biswanger con su Existenzanalyse) pero en español podemos ser más precisos diferenciando el método y su aplicación terapéutica.

      El pensamiento frankliano, conocido como tercera escuela vienesa de psicoterapia, parte de los pilares básicos que son Freud y Adler, pero supera sus limitaciones e incorpora una nueva dimensión a la concepción antropológica del ser humano: la dimensión noética o espiritual.  Mientras que Freud y Adler se interesaron por el problema neurótico señalando el primero que la neurosis es una limitación del Yo a nivel de la conciencia, y Adler que es una limitación del Yo a nivel de la responsabilidad; Frankl hará una síntesis diciendo que los fundamentos radicales del ser humano son la combinación de ambas dimensiones, conciencia más responsabilidad, que dan una imagen de unidad en totalidad de la persona, o sea que “ser persona equivale a ser consciente y ser responsable”.  Frankl también discrepa en la concepción de la persona mentalmente enferma -psicopatología-  pues considera que las tendencias psíquicas tienen contenidos que no son siempre sexuales y que aparecen en la sintomatología neurótica y los síntomas neuróticos no son solamente medios para un fin sino que se manifiestan en la expresión de las más diversas tendencias –arte, experiencia religiosa- y que van más allá de contenidos sexuales reprimidos (Freud) y de ser medios para conseguir un fin, o al servicio de otras tendencias no constructivas (Adler).  También Freud y Adler tienen una concepción distinta en cuanto a la teleología o meta final de la psicoterapia.  El psicoanálisis intenta un compromiso o mediación equilibrada entre las pretensiones inconscientes y las exigencias de la realidad en forma de adaptación de la persona a su mundo exterior; mientras que la psicología individual de Adler desea la animosa conformación de la realidad y ante el tener-que-ser del Ello se ha de imponer el querer del Yo. El pensamiento frankliano se sitúa dialécticamente en el nivel de síntesis y va más allá de la adaptación y la conformación, para señalar que la unidad en totalidad de la persona no se reduce a la dimensión somática (biológica) y psicológica (individual y social) sino que comprende la dimensión del espíritu humano -noética, existencial- y en esta dimensión radica lo específicamente humano del ser humano en cuanto tal (y aquí podemos ya visualizar el fundamental y valioso principio de conexión con la concepción de la Filosofía Yoga en cuanto a la presencia de una instancia decisiva en la vida humana: el Ser o Espíritu). 

     Esta dimensión ontológica y específicamente humana del espíritu humano (noética o existencial),  ha de estar presente en la terapéutica moderna por una sencilla razón: que no todos los padecimientos humanos son ni se expresan por el “complejo de Edipo” o los “sentimientos de inferioridad”, sino que parten también de un nivel noológico (noético o existencial, espiritual) donde se pone en juego la vida total de la persona confrontada ante decisiones que ha de tomar (en libertad y con responsabilidad) ante problemas éticos y de orden moral que presentan con frecuencia una sintomatología neurótica pero cuya raíz no es somática (biológica) ni psicológica sino noógena (espiritual).  Así pues el Análisis Existencial y Logoterapia es una terapéutica que parte de la dimensión noógena (espiritual) para abordar problemas específicos de esa dimensión, pero sin descuidar ni negar que estos mismos conflictos tengan sintomatología somática y/o psicológica.

     Por otra parte, hay una muy importante diferencia en la conceptualización antropológica, ya que Freud y Adler enfatizan más las limitaciones, ataduras y la supuesta impotencia humana ante ellas, de tal modo que “los instintos viven al hombre” y no es el hombre quien los maneja; enfatizando así el peso de los condicionamientos biológicos, psicológicos y sociales sin ver que la verdadera libertad humana del espíritu (siempre abierto a la trascendencia) es quien de veras decide ante los condicionamientos de la vinculación con la naturaleza.  Por tanto el Análisis Existencial y la Logoterapia ponen en primer plano el hecho fundamental de la responsabilidad junto con el de la conciencia, poniendo el acento en la existencia como una forma “sui-géneris” o en palabras del psiquiatra y filósofo Karl Jaspers, la persona es un ser “que decide que no es pura y simplemente, sino que además decide en cada caso lo que es”.

     El Análisis Existencial frankliano, comprendido dentro de las corrientes existencialistas teístas, y su método psicoterapéutico que es la Logoterapia (única psicoterapia reconocida oficialmente por el Vaticano, Iglesia Católica), conciben al ser humano, como una integridad bio-psico-socio-espiritual, que obra éticamente al elegir en libertad y con responsabilidad, moralmente iluminado por un horizonte de valores trascendentes.    Asimismo, desde un punto de vista psicológico, los beneficios se multiplican geométricamente, ya que una persona que accede al universo de los valores y dedica su tiempo y ajusta su conducta a realizarlos, encuentra un significado, un sentido a su vida; ya no vive en vano, supera la triada neurótica de nuestro tiempo posmoderno (la violencia-agresion, la depresion-suicidio, y las adicciones: alcohol-drogas-poder) plenificando así su existencia individual y su participación comunitaria a través de su trabajo y obras, haciéndose útil y solidario para si mismo y la comunidad.   Este enfoque permite así recuperar la iniciativa, creatividad y responsabilidad individual, el hombre vuelve a ser artífice de su propio destino; ni caerá en el conformismo consumista de hacer lo que otros hacen ni en el totalitarismo masificante de hacer lo que otros exigen que haga.

     Vemos entonces el similar ideario espiritual que poseen la antiquísima sabiduría de la Filosofía Yoga y el Análisis Existencial-Logoterapia, que apunta al encuentro del ser humano con su propio ser, a realizarse como persona espiritual.   La Logoterapia, en cuanto sistema científico y por sus postulados antropológico-filosóficos considera plenamente válido el sentimiento de lo religioso, y afirma la naturaleza espiritual del ser humano y la vigencia de los valores espirituales y religiosos; descansando asimismo sobre los fundamentos de la tradición judeo-cristiana occidental.  Más aún, el Análisis Existencial y Logoterapia va más allá de que la persona sea o no creyente, porque sus principios analítico-existenciales señalan la presencia del inconsciente espiritual, y en todo caso se ha de preguntar por el sentido que tiene la Fe para el creyente pero también se preguntará que obstaculiza o a qué se debe la represión del Inconsciente espiritual en el no-creyente.

     Considerando estos conceptos, también es notorio un importante punto de encuentro entre ambas doctrinas factible a través de la oración y meditación, como práctica vía regia para acceder al descubrimiento del propio ser (persona espiritual) y del Ser superior, de Dios.  A poco que analizamos, vemos que la meditación se define como el pensar con profunda concentración, y que la oración constituye una práctica fundamental de las religiones y doctrinas espirituales, adquiriendo el significado no solo de ruego o petición, sino también de invocación o encanto.  El Padre Nuestro cristiano, o el Mantra, oración rítmica de los yoguis y brahmanes hinduistas, tienen exactamente ese sentido.  Es en síntesis, la elevación de los pensamientos y emociones, la vibración espiritual, hacia el Ser supremo, u otras entidades espirituales superiores en demanda de alivio o ayuda para sí mismo o para el prójimo. Ocultamente considerada, la oración no es una súplica; es un proceso de “transmutación espiritual”, mediante el cual los pensamientos y deseos finitos se transforman en voliciones espirituales, ya sea para adquirir la voluntad de sentido de la existencia en el Análisis Existencial y Logoterapia, o para acceder en forma similar mediante la voluntad de la concentración al estado superior de Samadhi o conciencia cósmica en la Filosofía Yoga. 

 

Bibliografía

La presencia ignorada de Dios, psicoterapia y religión.  Víktor Frankl (Herder).

Logoterapia y Análisis Existencial.  Víktor Frankl (Herder).

Psicoanálisis y Existencialismo.  Víktor Frankl (Herder).

Víktor E. Frankl, comunicación y resistencia.  Guillermo Pareja Herrera (Premia Editora).

Propuesta de Educomunicación para la familia salesiana. ECOSAM,  Caracas.

Fides et Ratio, carta encíclica a los obispos de la Iglesia Católica sobre las relaciones entre fe y razón.  Juan Pablo II  (Edic. Paulinas).

Cruzando el umbral de la Esperanza.  Juan Pablo II (Edic. Paulinas).

Éticas teológicas, ayer y hoy.  José Vico Peinado (Ediciones Paulinas)

Hacia una Ética Mundial, Declaración del Parlamento de las Religiones del Mundo.  Hans Küng, Karl-Joseff Kuschel (Edit. Trotta)

Fundamentos de la Psicología Médica, un enfoque epistemológico.  Flavio Nuñez (L.L.Edit.)

Guía de la Logoterapia.  Tulio Bazzi-Eugenio Fizzotti (Herder)

Viktor E. Frankl.  La humanidad posible.   Claudio García Pintos  (Edit. Almagesto)

Psicología Esotérica.  Alice Bailey (Edit. Kier-Lucis).

Los problemas de la Humanidad.  Alice Bailey (Edit. Kier).

El puesto del hombre en el Cosmos.  Max Scheler (Losada).

Autobiografía de Gandhi –la historia de mis experimentos con la verdad-.  (M.Avila Edit.)

Bhagavad Gita.  Yogi Ramacharaka (Edit. Kier).

Yoga y Swami Pranavananda, Su misión mundial. (Edit. Círculo Yoga Swami Pranavananda).

Autobiografía de un Yogui contemporáneo: Paramhansa Yogananda  (Edit.Kier)

La Doctrina Secreta. (Tomos I a VI)  H.P.Blavatsky (Edit. Kier).

De Freud a Frankl, interrogantes sobre el vacío existencialE.Fizzotti, S.Salesiano (EUNSA)

Tu vida tiene sentido.  Elizabeth Lukas (Edic. SM, Madrid).

Logoterapia en cárceles. El sufrimiento como escuela de humanización. Lucía Copello (San Pablo)

Lo sagrado y lo profano.  Mircea Eliade (Edit. Labor).

Filosofía y Vida.  Ismael Quiles, Superior Jesuita (Edic. Desalma).

La crisis del Psicoanálisis.  Erich Fromm (Paidós-Studio).

Psicología de la Personalidad.  Oscar Oro (Ed. F. Arg. Logoterapia)

Ética Médica.  Marcos Meeroff (Akadia).

Juan Martín Silvano Nuñez , Licenciado en Psicología (UBA, Universidad de Buenos Aires) Posgrado en Logoterapia (UCA, Universidad Católica Argentina) - Creador y Director del sitio web Faro de la Utopía  http://farodelautopia.webcindario.com   Desempeño en Consultorios Externos de Psicología Médica del Hospital de Clínicas José de San Martín de Buenos Aires. Docente de la Cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Medicina (U.B.A.) y de la Cátedra de Orientación Psicológica de la Facultad de Psicología (U.B.A.). Participante de jornadas, seminarios, congresos  y cursos de especialización.  Formación en Religiones Comparadas, Filosofía Oriental y Filosofía Espiritual con el destacado Médico de India Sri Swami Pranavananda Saraswati y Fundación Lucis Argentina - Lucis Trust Inglaterra. Formación Bianual Logoterapeuta Fundación Argentina de Logoterapia. Cursante Doctorado en Psicología Universidad del Salvador. Representante en Capital Federal de los Proyectos Educativo-Culturales INFOCIBER-ISES y AIKE HACER MAS del Instituto Salesiano de Estudios Superiores-ISES de Rio Gallegos, Provincia de Santa Cruz, Patagonia Austral, Argentina, (con aporte profesional en ambos), desarrollados en conjunto con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, bajo el auspicio del CONSUDEC, Consejo Superior de Educación Católica. Tutor de la Sección Psicología de la página web del I.S.E.S.. Realización de Diseño, Redacción, Estilo, Compaginación y Contenido Teórico (psicológico, filosófico, cultural, religioso) del Proyecto U.N.E.S.C.O. en Argentina.  Asesor Cultural Mutual AEANA. Integrante de la Academia del Pensamiento Nacional. Conferencista, Ensayista, Escritor y Periodista (como Colaborador Profesional).

 

Nota del autor: La revisión final de conceptualización filosófica y uso, significado y ortografía de términos sánscritos en este ensayo ha sido personalmente realizada por el amado Swamiji, Sri Swami Pranavananda Saraswati, quien me transmitió vía telefónica desde México DF sus observaciones, correcciones y aportes, lo cual le agradezco infinitamente. (26 de Diciembre 2009).-

 

 Jesuita como el Papa Francisco, el español y argentino por adopción Padre Ismael Quiles, fue un destacado filósofo y teólogo especializado en estudios orientales como la filosofía yoga y budista.

          

 El Padre Ismael Quiles ha sido uno de los mayores expertos en filosofía oriental y un sabio promotor del estudio comparado de la misma con la filosofía occidental.  En sus  Obras Completas, accesibles para su lectura en formato digital   (ir al sitio web de la Universidad del Salvador  http://www.biblioteca.salvador.edu.ar/Bibdigital/  ) encontramos una extraordinaria fuente de sabiduría lograda mediante una sincera e inclaudicable búsqueda de la verdad que acerque al ser humano a su creador, Dios.   En su biografía, ver:  http://www.biblioteca.salvador.edu.ar/Bibdigital/biografquiles.htm    conocemos los detalles de una vida dedicada por entero a la obtención de la verdad espiritual.   En su escrito "Qué es el Yoga": http://www.biblioteca.salvador.edu.ar/Bibdigital/biblio/VOLUMEN11/ (volumen 11 de sus obras), apreciamos han sido sembradas las semillas de un fecundo debate aún no saldado entre ambas concepciones filosóficas y religiosas concomitantes, respecto a la naturaleza del verdadero yo del ser humano, la cual pudiera según fuere concebida, dar o no razón a otras construcciones filosóficas en especial orientales relacionadas con la "ronda del renacimiento y  de la muerte".  Si bien hay en occidente una tradición personalista, sin embargo la concepción de lo que se entiende por Persona-personalidad, refiere a la idea griega de la "máscara" transitoria con que el espíritu se reviste, y tanto la filosofía yoga como la budista adhieren similarmente a la misma al expresar que el verdadero yo está más allá de los lazos de la "maya" o ilusorio mundo de los sentidos; lo cual da pie a continuar desarrollando con ahínco investigaciones filosóficas y religiosas con seguridad fecundas y enriquecedoras espiritualmente.     

 

    

 

YOGA PARA LA HUMANIDAD

DR. SRI SWAMI PRANAVANANDA SARASWATI

7 de Mayo de 2006 - 50 Años de su Primera llegada a América

7 de Junio de 2006 - 55 Años de la labor Mundial Humanitaria

13 de Agosto de 2008 - 47 años de su llegada a Argentina

52 Años de su dedicación Total al Servicio de la Humanidad

SRI SWAMI PRANAVANANDA : SU MISIÓN MUNDIAL    Médico y filósofo hindú, dedicó su vida a difundir los principios de la Yoga (una filosofía de vida, no una religión) y promover el desarrollo espiritual de los pueblos. Fundó numerosas instituciones en todo el mundo y ha visitado más de 128 países.  Ha sido sin duda un mahatma, un hombre santo y sabio, a quien tuve la dicha de conocer en Buenos Aires en 1970 y estudiar bajo su dirección Filosofía Oriental, Religiones Comparadas y el Bhagavad Gita (me bautizó Vasudeva como discípulo); la inmensa misericordia del Señor me permitió atisbar algunos destellos de su visión de amor universal; aprovechemos sus elevadísimas enseñanzas para progresar espiritualmente y acercarnos a Dios.

  Swamiji dejo su cuerpo físico el 27 de junio de 2010 a las 11:30 horas, en su casa de Ojo de Agua, Tecamac, cerca de la Ciudad de México. El día siguiente lunes a las 11:30 horas su cuerpo fue incinerado en la población de Tezcoco, Edo. Mexico. El jueves 1 de julio sus cenizas fueron esparcidas en el Oceáno Pacífico, frente al Puerto de Acapulco.

     SWAMIJI, SANTO MAHATMA, continúa guiándonos e iluminándonos desde la eternidad junto a Dios.     

        MÁS INFORMACIÓN EN ESTE SITIO WEB:   http://www.institucionesyoga.org/      

SINTESIS BIOGRAFICA DEL DR. SRI SWAMI PRANAVANANDA SARASWATI

Sri Swami Pranavananda Saraswati nació en una culta familia en Maharaspur, Distrito de Chhatarpur, Provincia de Madhya Pradesh, India, el 1 de febrero de 1930 y se educó en las instituciones educacionales de su país.
Excelente estudiante de improvisada oratoria y dirigente de asociaciones estudiantiles, recibió numerosos premios y distinciones por su destacado desempeño.
Luego de graduarse en Medicina y Cirugía, practicó su profesión en la India Central y prestó servicios en el Departamento de Salud Pública.
Posteriormente, la reflexión sobre los problemas existenciales de la vida y su destino, lo atrajeron al campo filosófico, convirtiéndose más adelante en especialista en filosofía integral. En el transcurso de sus investigaciones descubrió los principios universales de la Filosofía Yoga para el bienestar y progreso del ser humano de todo el mundo.
El célebre Médico y Filósofo ha consagrado hasta el momento 55 años de su vida al servicio de la Humanidad y 52 años de Dedicación Total al ser humano.
Es Fundador y ha sido durante muchos años Director, de un centenar de Instituciones y Proyectos en variados campos, en diversos países.
Comenzó su Labor Mundial Humanitaria, el 7 de junio de 1954. Primero viajó por toda la India y luego, en 1955, inició su Primera Gira Mundial que abarcó 50 países. A lo largo de todos estos años, más de 50, ha realizado numerosas Giras Mundiales. Ha visitado 128 países y dirigido más de 35.000 programas públicos en el mundo entero. Ha participado en numerosos congresos nacionales, internacionales y mundiales y ha recibido innumerables Premios, Distinciones y Homenajes en reconocimiento de su extraordinaria Labor Mundial Humanitaria.
Acerca de la Vida, Obra y Enseñanzas de Swami Pranavananda, se han publicado hasta la fecha 115 libros y filmado más de 300 videocasetes, en los cuales se relata su actuación en el campo educacional, cultural, social, político, diplomático, y en todas las esferas de la vida humana.
Una síntesis de su biografía ha sido publicada en 21 idiomas del mundo (ver Libros Nº 91 versión en español y Nº 92 versión en inglés, de nuestra serie de publicaciones).
El día 7 de mayo de 2006, se cumplieron 50 Años de su Primera Llegada al Continente Americano y con este motivo, se han realizado innumerables festejos en todas las Instituciones que el Dr. Swami Pranavananda fundara en este Continente.

SU LABOR PARA LAS NACIONES UNIDAS Desde el mes de diciembre del año 1956, ocasión en la cual el Dr. Swami Pranavananda visitara por primera vez la sede central de las Naciones Unidas en New York, ha colaborado intensamente promoviendo sus ideales y proyectos, para el mejoramiento de todos los seres humanos. Ha participado en innumerables conferencias mundiales, foros internacionales y reuniones nacionales, organizadas por las Naciones Unidas en diversos países. Una de sus organizaciones argentinas, el “Movimiento para la Paz Universal”, fue designada oficialmente por el Secretario General de las Naciones Unidas, como “Mensajero de la Paz” en el año 1987, en reconocimiento de su Labor para promover la paz en las diferentes esferas de la vida humana. Es invitado frecuentemente a participar en los distintos programas y reuniones de las Naciones Unidas, ámbito en el que ha expresado sus conceptos y pronunciado sus Mensajes en innumerables oportunidades sobre variados temas. Más detalles acerca de su tarea para esta Organización Mundial, se encuentran en los libros Nº 55, 57 y 64 de nuestra serie de publicaciones (ver lista de libros).

SU OBRA EN LA ARGENTINA En relación a nuestro país, el próximo 13 de agosto de 2006 se cumplieron 45 años de su Primera Llegada a la Argentina. El Maestro se encuentra radicado en nuestro país desde su Primera Llegada (hoy año 2008, en México), oportunidad en la cual dictó una serie de conferencias públicas que contaron con una gran cantidad de asistentes. La prensa, radio y televisión argentinas, transmitieron su Mensaje a todo el país. Swami Pranavananda viajó por todas las Provincias argentinas y sostuvo conversaciones y diálogos con las más altas personalidades del gobierno nacional, provincial y municipal, así como también con políticos, diplomáticos y dirigentes nacionales. A poco de su primera llegada a la Argentina, en el año 1961, Swami Pranavananda fundó el Círculo Yoga Swami Pranavananda; en el año 1978 fundó la Institución para el Progreso de la Mujer y en el año 1986, el Movimiento para la Paz Universal”, cuyos objetivos y actividades se describen en “Instituciones”.
Todas estas asociaciones civiles, son educacionales y culturales, no lucrativas, en las cuales colaboran “ad honorem” numerosas personas, hombres y mujeres de diferentes profesiones y oficios, con el objetivo de servir a la comunidad argentina.

“PREMIOS SWAMI PRANAVANANDA” EN LA ARGENTINA En homenaje a Swami Pranavananda, las Organizaciones argentinas por El fundadas y dirigidas por muchos años, el Círculo Yoga Swami Pranavananda, la Institución para el Progreso de la Mujer y el Movimiento para la Paz Universal, entregaron anualmente, a partir del año 1992 hasta el año 2000 inclusive, “PREMIOS SWAMI PRANAVANANDA”, a las más distinguidas personalidades argentinas en el campo de la Filosofía, de la Mujer y de la Paz. Los Premios fueron entregados en cada ocasión, en importantes Ceremonias de Entrega en la sede de las Instituciones y asistió a estas reuniones numeroso público. Estas Ceremonias fueron filmadas en videocasete y se tomaron de ellas numerosas fotografías.

Sus objetivos fueron desde un comienzo, los siguientes:

1.- Fomentar el estudio, la práctica y la difusión de la ciencia Yoga en sus diversos aspectos.

2.- Promover la confraternidad universal, entendimiento mutuo y cooperación entre todas las naciones, comunidades y razas, con el propósito de establecer en forma permanente la Paz Mundial.

3.- Ayudar a establecer las condiciones adecuadas para que la humanidad alcance salud, felicidad, sabiduría y realización.

PENSAMIENTOS UNIVERSALES DE SWAMI PRANAVANANDA

1.          Hay dos tipos de verdad: relativa y absoluta. La relativa cambia con el cambio de tiempo y circunstancia. La absoluta nunca cambia. En igual forma existen dos tipos de valores: relativos y absolutos. Valores relativos son aquellos que cambian con el cambio de tiempo y situación. Valores absolutos son los permanentes.

2.          Formamos parte de un proceso universal. Nuestra estructura orgánica, química y molecular, es de la misma substancia del Universo. Microcosmos y Macrocosmos, son dos aspectos de la misma Realidad.

3.          Toda vida es una sola. Este mundo es un solo hogar y todos constituyen una sola familia humana. La Creación es un todo orgánico. Ningún hombre es independiente del todo.

4.          Cuando uno comprende que todos los seres humanos son realmente un solo espíritu, entonces llega a la comprensión de la Unidad en la Diversidad.

5.          El ser humano no es completo hasta que no llega a la perfección total. Su potencialidad latente y capacidad creadora deben ser desarrolladas para poder alcanzar su meta en esta vida.

6.          El primer objetivo debe ser adquirir autoconocimiento. Cuando este punto es iluminado, la luz está en todos lados. La gran sabiduría es: “Conócete a ti mismo”.

7.          El ideal de la educación debe ser el desarrollo integral de la personalidad humana en sus diversas facetas.

8.           Los inventos científicos y las obras realizadas por la tecnología, así como los sistemas socioeconómicos y políticos, son producto de los pensamientos. Es necesario desarrollar la mente y la capacidad de pensar.

9.          Por medio de la fuerza de voluntad se pueden lograr realizaciones enormes. Esta fuerza del alma reside en todos nosotros. Algunos tienen conciencia de ella, otros pasan su vida sin haberla utilizado jamás.

10.        Los hombres de cualquier país viven con libertades y derechos civiles, pero están esclavizados por sus hábitos, emociones, pasiones, instintos, complejos, miedos, temores, dificultades, tradiciones e inhibiciones y no pueden elevarse. Tienen libertad exterior y no tienen liberación interna.

11.        Los diferentes países constantemente quieren efectuar grandes obras, pero olvidan construir y formar a los seres humanos. Formación no quiere decir solamente crear grandes técnicos y especialistas: es construir un ser humano integral, que en toda circunstancia de la vida sea sereno, armonioso, lleno de paz, tranquilidad, paciencia y sabiduría.

12.         En la misma forma en que el ser humano trabaja para el progreso material, debe esforzarse para el progreso espiritual. La síntesis de ambos, conducirá a su felicidad.

13.         Toda la Creación trabaja alrededor de un principio fundamental de cooperación y servicio mutuos. La participación consciente en este proceso se llama amor y produce un sentimiento de realización.

14.         Hay que encontrar la diferencia entre el ser y el hacer. La mayoría de las personas siempre dedica su atención para hacer y se olvida de ser, lo que causa muchos trastornos en la vida.

15.         No importa cuánto uno conozca, todo es limitado. Hay muchos fenómenos desconocidos, teorías y conceptos que todavía no se pueden comprobar.

16.         Dentro de ti hay inmensa sabiduría y también radica tu propia transformación

17.         No hay nada imposible para quienes tienen firmeza. Cada  quien tiene capacidad para superarse. Buen caminante es el que tiene determinación; se fija una meta y continúa en ella a pesar de problemas y crisis, hasta alcanzarla.

18.         Cuando el hombre hace conciencia de que tiene inmensas posibilidades, busca y encuentra algo que le conduce a una vida superior, donde disfruta libertad, igualdad y fraternidad.

19.         Quienes tienen mente creativa, siempre contribuyen con algo para el mejoramiento humano.

20.         En este siglo veinte la mente del hombre está dominada por ambiciones políticas, rivalidades económicas y diferencias ideológicas, las cuales conducen a la discordia y desarmonía interna y externa. El ser humano moderno vive en gran confusión de metas y valores y en estado casi permanente de desesperación y frustración, siendo víctima de las condiciones que él mismo ha creado. En esta época es indispensable, para la supervivencia de la humanidad, que el ser humano, así como las naciones, aprendan a vivir en paz, promoviendo la coexistencia pacífica, la paz mundial y la armonía universal.

21.       . Para todos deseamos lo auspicioso.
Para todos deseamos la paz.
Para todos deseamos la plenitud.
Para todos deseamos el bienestar.

7  PREGUNTAS DE SWAMI PRANAVANANDA

     El Dr. Swami Pranavananda, Fundador de las instituciones Yoga, aconseja a sus discípulos que deben formularse mensualmente las siguientes preguntas, como parte de su estudio de autorreflexión, autosuperación y autoliberación.

     ¿Quién soy yo? ¿Qué estoy haciendo en este mundo? ¿Realizo algún servicio desinteresado para el mejoramiento de la vida de otros seres humanos? ¿Cómo debo organizar mis actividades para disponer de tiempo para todo?

¿Practico mi disciplina física, mental y espiritual diariamente para lograr progreso, plenitud y paz?

     ¿Están satisfechas mis necesidades básicas de vida, incluyendo las materiales, económicas y afectivas, para ser un ser humano contento y feliz? ¿Qué debo  hacer para mejorar mi condición humana?

¿Cómo son mis relaciones con mi entorno, es decir, con mi familia, trabajo y sociedad en general y cómo debo armonizarlas?

     ¿Cumplo con mis deberes cotidianos en los diferentes campos con eficiencia, como un ser humano responsable y firme?

¿Cómo debo desarrollar mi potencialidad, creatividad y personalidad multifacética?

¿Cómo debo lograr mi transformación, armonización, liberación y realización?

Después de autorreflexionar, debe identificar cuáles son sus obstáculos, dificultades, miedos, temores, inseguridades y flojera y cómo puede solucionarlos.  Es aconsejable trabajar mensualmente con algunos aspectos hasta que logre superarlos y luego, el próximo mes, trabajar con otros y así en lo sucesivo.

Los Pensamientos Yoga y Palabras de Sabiduría le ayudarán para el logro de sus aspiraciones.

SENDEROS DE LA FILOSOFIA YOGA

Dentro de la Filosofía Yoga hay siete senderos principales:

1.- KARMA YOGA. (Sendero de la acción): Según la Ley de Karma, todo el bien que se hace, traerá la merecida recompensa. De la misma forma, el mal que se hace, traerá un mal resultado. Se trata de la ley física que dice que para cada acción hay una reacción contraria. De modo que en esta Filosofía, la reciprocidad o la Justicia, prevalecen automáticamente. Cada buena acción de cualquier índole que sea, acerca más al ser humano a su meta final. Este es el Sendero de los hombres que dedican toda su actividad al servicio de la Humanidad.

2.- BHAKTI YOGA (Sendero de Devoción): A lo que uno ama, a eso sirve. Mientras más plenamente lo ame, más totalmente se dedicará a ello. Cuando la unión es completa entre el amante y el bienamado (el devoto y Dios), no existen las diferencias, sino solamente la identidad. Un ser se realiza a sí mismo por medio de la entrega de sí mismo, de todo corazón, a lo más preciado. El devoto avanzado siente que él voluntariamente le debe todo al bienamado, sin esperar en cambio ninguna recompensa ni reconocimiento. La persona que practica este Sendero, realiza y comprende que la naturaleza de Dios es omnipotente; además, gracias a su desinteresada devoción, aman a todos y sienten la Presencia Divina dentro y fuera, en todas partes, doquiera.

3.- JÑANA YOGA (Sendero de Conocimiento): El tercer modo de progresar hacia esa Unión con la Realidad Ultima, es por medio del logro de la comprensión. Esto implica una búsqueda del conocimiento tanto del ser y el objeto como son en la experiencia, como del ser y el objeto como son en su Realidad Ultima. El estudio de las escrituras de la Ciencia Yoga con la guía de un Maestro (sabio) normalmente ayuda en este proceso de autorrealización. Este es el Sendero del autoanálisis seguido por los videntes de la verdad. Yo no soy cuerpo. Yo no soy mente. Yo no soy sentimiento. Yo no soy intelecto. Soy algo más alto y diferente de todo esto. Por medio de este proceso instrospectivo se realiza la identidad con Brahman (Ser supremo).

4.- RAJA YOGA (Sendero del Dominio Mental): Enfoca la atención y los esfuerzos en el cuerpo y la mente con el propósito de dominarlos y de eliminar cada uno de los elementos físicos y mentales que impiden que el alma goce de la perfecta Unión. Este es el sendero que fue sistematizado por un famoso filósofo: Patanjali. Hay ocho pasos o etapas en este sistema de Yoga: Yama (abstinencias); Niyama (Observancias); Asanas (posturas corporales); Pranayamas (Ejercicios respiratorios); Pratyahara (Retiro de los sentidos de los objetos); Dharana (Concentración); Dhyana (Meditación) y Samdhi (Estado trascendental).

5.- MANTRA YOGA: En este sendero, las personas practican los Japam del mantra, que son fórmulas sagradas de palabras dadas a los discípulos por los Maestros. Con la repetición de ciertos sonidos e invocaciones, el individuo alcanza su meta.

6.- KUNDALINI YOGA: Hay seis plexos nerviosos (Sat-Chakras) en el cuerpo. Cuando Kundalini Shakti (la serpiente del poder) descansa, es activa solamente en los centros bajos e inferiores y el hombre tiene sólo experiencias finitas, perecederas. Cuando, por ciertos métodos de la Yoga, la Kundalini se sacude, despierta y se mueve hacia arriba, separándose de sí misma; el poder móvil de su creación y unidad se junta con la conciencia pura.

7.- HATHA YOGA: Hatha Yoga consiste en varios ejercicios, posturas (asanas) y respiraciones (Pranayamas). La gente de hoy en día necesita antes que nada salud. Prevenir las causas de la enfermedad y el sufrimiento es una tarea tan sagrada como efectuar la curación de millones que anhelan desesperadamente ser curados. Un organismo viviente no debería enfermarse durante el tiempo que viva si está acorde con las leyes de la naturaleza. Las personas no comen, ni beben, ni se visten, ni tampoco duermen apropiadamente con naturalidad. Aquéllos que sigan las reglas de Hatha Yoga nunca enfermedad, gozarán siempre de una completa salud.

PREMIOS

En su país natal, India, Swami Pranavananda ha establecido 120 Instituciones y Programas en numerosos campos, para el bienestar humano y la mayoría de ellos ha recibido su importante ayuda económica para realizar sus múltiples actividades.

Anualmente, la Comisión Universitaria de la India, otorga PREMIOS SWAMI PRANAVANANDA en los campos de Educación, Sociología, Ciencias Políticas, Economía y Ciencias del Medio Ambiente y Ecología, con la participación de 132 Universidades y diversas organizaciones nacionales. Además, cada año, se otorgan PREMIOS NACIONALES SWAMI PRANAVANANDA en el campo de la Filosofía, Psicología, Yoga, Periodismo, Paz, etc., entregados en funciones públicas a distinguidas personalidades e Instituciones por su meritoria tarea.

Swami Pranavananda está radicado en la Argentina desde hace más de 35 años (hoy 2008, en México). En su homenaje el COMITÉ DE PREMIOS SWAMI PRANAVANANDA EN LA ARGENTINA, con el auspicio de las Instituciones que Swami Pranavananda fundara y dirige en este país, entrega anualmente desde el año 1992 en actos públicos, los PREMIOS SWAMI PRANAVANANDA en el campo de la Filosofía, la Mujer y la Paz.

Por su magnífica Labor Mundial Humanitaria, el Dr. Swami Pranavananda Saraswati, ha recibido numerosos Títulos, Premios, Diplomas de Honor, Medallas, Testimonios Públicos, Homenajes. etc., en diferentes países, acerca de los cuales se dan detalles en los numerosos libros escritos sobre Su Vida, Sus Enseñanzas y Labor Mundial Humanitaria. En reconocimiento a su Magna Obra, Organismos oficiales han puesto el nombre de Swami Pranavananda a calles, plazas, jardines e importantes Instituciones.

PENSAMIENTOS DE SWAMI PRANAVANANDA SOBRE FILOSOFIA

1. La Filosofía Yoga es una experiencia de la totalidad o de la conciencia ilimitada y no acepta diferencias de raza, color, credo, clima o nacionalidad. El que haya sido descubierta en la India, no significa que sea solamente para los hindúes, sino igualmente valedera para toda la humanidad, para el Universo entero.

2. La Filosofía Yoga es una de la más importantes. Es profunda, penetrante, iluminadora, tolerante y esencialmente humanística. Su meta es liberar al individuo de sus disturbios mentales, de sus deseos conscientes y subconscientes, los cuales lo distraen de su objetivo, alejándolo de la paz y perfección.

3. Aunque el hombre crea o no en una filosofía, religión o Dios, quiere liberarse de todos los sufrimientos y miseria. La cesación absoluta de la miseria es posible por medio de la iluminación espiritual.

4. La vida brinda placeres y dolores, ganancias y pérdidas, éxitos y fracasos, alternadamente; uno debe permanecer indiferente a estos cambios, considerándolos como fenómenos naturales de la existencia. Estas dualidades no deben perturbar la estabilidad emocional y la paz mental.

5. Ni el Estado ni ningún sistema socio-político pueden liberar a quien está atado por cadenas de ignorancia. Todo sufrimiento tiene su causa en la ignorancia. El individuo solamente puede ser liberado mediante su conocimiento superior y desarrollo espiritual.

6. Quien desea éxito debe tener decisión para enfrentarse a las situaciones más inesperadas y para resolver los problemas a medida que se vayan presentando. Todo pasa. Todo tiene solución.

7. La vida social será imposible sin actitud de tolerancia, entendimiento y simpatía hacia las demás personas.

8. Nada beneficia tanto a un ser humano como su propia mente disciplinada. Considera que cada día es tu mejor día.

9. Cualquier acto, cualquier pensamiento, cualquier comportamiento que causa violencia, automáticamente demuestra la debilidad de la persona. Quien es verdaderamente fuerte, no tiene violencia.

10. La mayor parte de la gente trabaja para enriquecerse, sin importarle los medios ni el prójimo. Dos tercios de la población mundial es víctima de la ignorancia, la desnutrición y carece de las comodidades indispensables. Por ello no hay equilibrio en el mundo. Este no es solamente un problema político, sino el resultado de la inadecuada conducta humana.

11. En esta época predomina la transvaluación de los valores y de esta manera no se le da atención a lo verdadero y lo superficial tiene importancia. Lo ideal es ignorado y a lo inútil se le da prioridad.

12. La salud es indispensable para realizar todas las actividades humanas, incluyendo la disciplina mental y espiritual. Sin salud el ser humano no puede progresar en ningún campo de la vida.

13. La paz no puede ser comprada ni regalada a nadie. Debe crearse en nosotros mismos y no ser momentánea. En la medida en que en cada quien sea creada, podrá proyectarla. La paz es un estado del ser.

INSTITUCIONES

En la Argentina, Swami Pranavananda Saraswati fundó tres Instituciones:

CIRCULO YOGA SWAMI PRANAVANANDA

INSTITUCION PARA EL PROGRESO DE LA MUJER

MOVIMIENTO PARA LA PAZ UNIVERSAL


CIRCULO YOGA SWAMI PRANAVANANDA

                      

El CírculoYoga Swami Pranavananda, fue fundado por el Dr. Swami Pranavananda Saraswati en el año 1961 en la ciudad de Buenos Aires, y desarrolla sus actividades en la calle Pte. Perón 1133, (1038), Buenos Aires, Argentina. Teléfono (054 11) 4382-4472. Casilla de Correo 5445, Correo Central, (1000) Buenos Aires, Argentina.

OBJETIVOS: Fomentar el estudio, la práctica y la difusión de la ciencia Yoga en sus diversos sus aspectos.

Lema: Salud, Felicidad, Sabiduría y Realización.

Programa de actividades:

1)  Clases de Hatha Yoga: martes, miércoles, viernes y sábados en diferentes horarios.

2)  Almuerzo de Confraternidad para asociados, el primer domingo de cada mes, a las 13.30 hs. en la sede de la Institución.

3)  Biblioteca: La Institución cuenta con una nutrida cantidad de volúmenes sobre diferentes temas culturales. Los socios pueden retirar los que les interesen por un tiempo, luego de determinada antigüedad como socios.

4)  Conferencias: Días jueves: Variados Programas con práctica de Meditación Libre y Comentarios de Pensamientos de Swami Pranavananda, Clase Abierta de Hatha Yoga, exhibición de videos culturales, comentarios de los “Cantos de Swami Pranavananda”, etc., de 19 a 20 hs. en nuestra sede, con entrada libre y gratuita para todo público mayor de 18 años.


 INSTITUCION PARA EL PROGRESO DE LA MUJER  

           

Sus programas son sólo para damas

La Institución para el Progreso de la Mujer fue fundada por el Dr. Swami Pranavananda Saraswati el 7 de junio de 1978 y funciona en la calle Pte. Perón 1133, (1038) Buenos Aires, Argentina. Teléfono (054 1) 4382-4472. Casilla de Correo 4815, Correo Central, (1000) Buenos Aires, Argentina.

Lema: Comunicación, Cooperación, Superación, Liberación.

OBJETIVOS:

1)  Es una Institución femenina, para la superación de la mujer, de carácter no político, no sectario ni lucrativo.

2)  Su meta es agrupar al mayor número posible de personas, sin limitación de nacionalidad, raza o credo, para el estudio de la problemática de la mujer, en sus diversos aspectos y buscar la adecuada solución a la misma.

3)  Realizar trabajos sociales, culturales y educativos, para beneficio de la comunidad.

4)  Cultivar en la mujer el amor a la Naturaleza, a la Humanidad y a los principios y normas saludables y espirituales.

5)  Ayudarla a conocerse a sí misma, liberándose de sus prejuicios e ignorancia, que son la causa del sufrimiento.

6)  Hacerla consciente de su deber y responsabilidad, para el logro de la armonía familiar, el progreso social y la paz mundial.

7)  Promover la comunicación, la cooperación, con el fin de que la mujer alcance superación en todo sentido, convirtiéndose en un ser autosuficiente e integral, desarrollando su máxima potencialidad, para el bienestar individual, social, nacional y universal.

Actividades: Los días lunes de cada mes de 19 a 20 hs., se realizan mesas redondas y reuniones de reflexión, se dictan conferencias y se proyectan videocasetes sobre todos los temas relacionados con la mujer. Estas reuniones están a cargo de distinguidas profesionales especialistas en los temas que se refieren a la problemática de la mujer en sus aspectos físico, mental y espiritual.


 MOVIMIENTO PARA LA PAZ UNIVERSAL    

                   

Fue fundado el 1º de enero de 1986 por el Dr. Swami Pranavananda Saraswati y funciona en la calle Pte. Perón 1133, (1038) Buenos Aires, Argentina. Teléfono (054 1) 4382-4472. Casilla de Correo 73, Correo Central, (1000) Buenos Aires, Argentina.

Lema: Participación, Progreso, Plenitud y Paz.

OBJETIVOS:

1)  Promover la paz individual, social y nacional es deseable para la felicidad y progreso de las comunidades y naciones.

2)  Promover la paz es un factor importante para mantener buenas relaciones internacionales en los campos bilaterales y multilaterales, así como también para la cooperación mutua, beneficio recíproco y convivencia pacífica.

3)  Promover la paz es un principio indispensable para erradicar la violencia y el terrorismo de todo tipo, evitar los conflictos armados entre las naciones y continentes, así como para prevenir la posibilidad de las guerras nucleares en el mundo, mediante el desarme total para la supervivencia de la humanidad.

4)  Promover la paz es un elemento básico para frenar la iniciación de la comúnmente conocida “Guerra de las Galaxias” (Iniciativa de defensa estratégica) para sostener el equilibrio ecológico y la armonía universal.

5)  Promover la paz mediante un justo y nuevo orden económico internacional para que las dos terceras partes de la población mundial, que vive sin satisfacer sus necesidades básicas, logre un desarrollo socio-económico equitativo.

6)  Para promover la paz global esta  Asociación colaborará  con todas las organizaciones del mundo que tengan objetivos y programas similares.

7)  El “Movimiento para la Paz Universal” está destinado a la evolución de los integrantes de nuestro planeta, así como también a la exploración, utilización con fines pacíficos y armonización del Universo.

Actividades: Los días domingo, con excepción del primer domingo de cada mes, de 10 a 11.30 horas se realiza para todo público, en el Rosedal de Palermo, frente a la Embajada de los EE.UU., el Programa “Caminata para Alegría y Paz”, consistente en Clase de Hatha Yoga, reflexión, caminata y acto cultural para lograr participación, progreso, plenitud y paz.

Existen Instituciones también fundadas por el Dr. Swami Pranavananda Saraswati con similares objetivos en otros países como en la India, México, Venezuela, Estados Unidos, etc., con variadas actividades.

BIBLIOGRAFIA

Sobre la vida, obra y enseñanzas del Dr. Swami Pranavananda Saraswati se han publicado hasta la fecha 110 libros. A continuación señalamos algunos de los títulos, que pueden ser obtenidos para su lectura, en la biblioteca de las Instituciones.

1. Yoga y Swami Pranavananda. Su Misión Mundial

2. Yoga para el Cuerpo, la Mente y el Espíritu

3. Nuestro Maravilloso Guru, Swami Pranavananda

4. Dieta Yoga y Cocina Vegetariana

5. Los Pensamientos Yoga

6. Filosofía Vedanta y Liberación Humana (Dos volúmenes)

7. Superación de la Mujer Mundial

8. Mi vida con el Maestro

9. Reflexiones sobre yoga

10. Filosofía Samhkya y Evolución Humana

11. Swami Pranavananda Habla ante los Filósofos Occidentales

12. Los Filósofos Mundiales escuchan a Swami Pranavananda

13. Filosofía Yoga

14. El Guru y el Discípulo de Yoga

15. Yoga: Sendero hacia la Perfección y Paz.

16. Yoga, el Arte de Vivir

17. La Mujer hacia el Siglo Veintiuno

18. Paz Universal

19. Yoga, Camino de Realización

20. Salud Mental, Medio Ambiente y Ecología

21. Mensajero de la Paz

22. Filosofías de la India

23. Pranava Darshana: Filosofía de Swami Pranavananda

24. Reflexiones sobre América Latina

25. Trece Palabras esenciales para el Progreso Humano

26. Cocina y Yoga

27. Mujeres y Hombres Ideales para la Transformación del Mundo

28. Primer Discurso de Swami Pranavananda en la Argentina

29. Nueva Educación y Cultura hacia el siglo XXI

30. La Mente y la Evolución Espiritual

31. Autoconocimiento

32. 7 Principios de Swami Pranavananda para vivir en armonía y paz

33. Swami Pranavananda y la Globalización

34. La Mujer y Swami Pranavananda

35. Swami Pranavananda y la Integración de América Latina

Como aliento para los que llaman y buscan, doy aquí un breve testimonio personal acerca de este elevado Ser espiritual que es Sri Swami Pranavananda Saraswati, a quien tuve la dicha de conocer y ser su discípulo (me bautizó Vasudeva) en Buenos Aires, Argentina, en 1970 cuando yo tenía 20 años (actualmente reside en México y continúa el contacto y Su bendición espiritual).  La práctica del Yoga (una filosofía de vida, no una religión) me trajo en ese momento grandes beneficios físicos (me curé de un terrible asma que me azotaba desde mi niñez) y también espirituales al compenetrarme aún más de Sus enseñanzas sobre Filosofía Oriental, Religiones Comparadas y el Bhagavad Gita, junto con las iniciaciones y las meditaciones que El nos brindaba a sus discípulos en hermosos cursos y seminarios. Varias experiencias espirituales que su sola presencia generaba me conmovieron también profundamente, y sin entrar en detalles (para no dar ninguna impresión que pudiera malinterpretarse como charlatanería) sobre la luz que de él emana tal como se observa en pinturas e iconografía oriental y occidental, podemos afirmar sin duda que más que esos signos revelados a la visión espiritual (posible por la inmensa misericordia de Dios que daba así prueba de Su grandeza) eran testimonio fiel de la divinidad su extraordinaria humildad, humanidad y puro Amor propios de un rishi, un Ser superior, un mahatma muy santo, sabio y cercano en cuerpo y alma al Todopoderoso.

 Swamiji dejo su cuerpo físico el 27 de junio de 2010 a las 11:30 horas, en su casa de Ojo de Agua, Tecamac, cerca de la Ciudad de México. El día siguiente lunes a las 11:30 horas su cuerpo fue incinerado en la población de Tezcoco, Edo. Mexico. El jueves 1 de julio sus cenizas fueron esparcidas en el Oceáno Pacífico, frente al Puerto de Acapulco.   SWAMIJI, SANTO MAHATMA, continúa guiándonos e iluminándonos desde la eternidad junto a Dios.

MÁS INFORMACIÓN EN ESTE SITIO WEB:   http://www.institucionesyoga.org/

 

NEUROCIENCIAS:

       

¿Déjà vu o âkâsic vu – precognición espiritual?

 26-06-2014   He leído con suma atención un artículo científico del destacado neurólogo argentino Dr. Facundo Manes, Rector de la Universidad Favaloro,  -publicado en el diario Clarin - en el cual teoriza acerca de las probables causales neurofisiológicas (por alteración de procesos sensitivos normales o por fallas patológicas producto de enfermedades, o sea que pueden darse tanto en un cerebro sano como en uno enfermo) con las cuales la ciencia actual intenta explicar en forma básicamente biológica el fenómeno conocido como “déjà vu” o “ya visto”, o sea la engañosa sensación de estar viendo algo y sentir que ya lo habíamos visto y vivenciado anteriormente.

Como profesional de la Psicología Médica (UBA-UCA), especializado en Logoterapia –única corriente de psicología reconocida oficialmente por la Iglesia Católica-, y con estudios de Filosofía occidental y oriental, Religiones Comparadas, y antiquísimas concepciones místicas y esotéricas (Yoga, Kabbalah, Teosofía, Masonería, Templarios, Rosacruces, etc) estoy convencido que desde estos otros campos de investigación humanista-espiritual se puede también realizar muy valiosos aportes para intentar esclarecer y comprender tan fascinante y enigmático suceso, así como la telepatía, clarividencia, precognición, que también se hallan en la mira actual de la investigación parapsicológica, sin dejar de reconocer que son tantos los enigmas del funcionamiento cerebral al respecto, que su investigación es motivo de gran interés y preocupación de importantes gobiernos, tal el caso de EEUU.  Barack Obama anunció en abril de 2013 el comienzo de un plan de investigación denominado BRAIN (Brain Research through Advancing Innovative Neurotechnologies) Initiative -which aims to help researchers find new ways to treat, cure, and even prevent brain disorders; such as Alzheimer’s disease, epilepsy, and traumatic brain injury-.  La iniciativa, para la que se destinarán 100 millones de dólares, busca crear un detalladísimo mapa del cerebro que ayude a los investigadores a descubrir nuevos tratamientos para tratar o prevenir las enfermedades cerebrales actualmente incurables como el Alzheimer, el Parkinson o la epilepsia, así como para hacer frente a traumatismos craneoencefálicos y patologías psiquiátricas.  Es BRAIN un ambicioso proyecto que pretende revolucionar la comprensión del funcionamiento del cerebro humano. "El proyecto sobre el cerebro dará a los científicos las herramientas necesarias para obtener una imagen del cerebro en acción y permitirá al menos comprender cómo pensamos, aprendemos o memorizamos", declaró Obama en la Casa Blanca, señalando que el cerebro "es aún un enorme misterio que queda por dilucidar".

De ahí la fundamental importancia que tiene profundizar con criterio amplio toda investigación en neurociencias, abarcando inclusive el campo humanista-espiritual, ya que primordialmente, todos estos conocimientos y aportes provenientes del mismo son de carácter trascendente, pues conciben al ser humano como siendo en esencia espíritu, encarnado o vehiculizado en los cuerpos físico, emocional, mental y egoico, siguiendo un sendero de evolución hacia el encuentro de su propio ser y de Dios, mediante la paulatina exteriorización de los poderes del alma y del propio espíritu; postulados estos que a continuación detallo brevemente, siempre con el fin que se comprenda mejor la explicación posterior sobre el “déjà vu”.

Por ejemplo, para el Psicoanálisis (de base atea) el ser humano está  confrontado con el peso de sus pulsiones, con su inconsciente y no con los valores; considera que la dimensión humana (Yo-Ello-Superyo) es básicamente una dinámica psíquica impulsiva y desconoce una dinámica de la dimensión existencial-espiritual. Contrasta esto con las conceptualizaciones de otras corrientes psicológicas (de índole teísta) como por ejemplo la Logoterapia o tercera escuela vienesa de psicología creada por el eminente neurólogo, psicólogo y filósofo Viktor Frankl; el Análisis Existencial de Ludwig Biswanger, la Psicología Comprensiva de Dilthey y Karl Jaspers, para las cuales el ser humano es una integridad bio-psico-socio-espiritual, abierto a la trascendencia, en relación con el mundo triple del ambiente, de los otros y de si mismo.  Es esta incorporación de la dimensión del espíritu el dato clave a considerar, ya que abre las puertas a que el ser humano (si así lo siente y desea) pueda acceder con libertad y responsabilidad a lo que Frankl llama “la presencia ignorada de Dios”, a la fe y la esperanza en un destino trascendente espiritual, y por ende a la realización de valores, ya que el hombre es libre para dar una respuesta personal ante los condicionamientos, es responsable para responder ante cada circunstancia, y mediante la autotrascendencia (que es su condición fundamental) redimensiona permanentemente su realidad básicamente mediante la realización de valores, que pueden ser de tres tipos: a) Creativos, o lo que un ser humano le da al mundo en forma de trabajo, obra, creación, transformación; b) Vivenciales o de Experiencia, lo que un ser humano recibe gratuitamente del mundo en forma de vivencia estética, contemplación de la naturaleza, y el encuentro humano amoroso; c) de Actitud, la que se asume ante las situaciones límite (las tipificadas por su irreparabilidad, irreversibilidad y fatalidad), el sufrimiento, la culpa, la muerte.  Entonces, una persona que accede al universo de los valores y dedica su tiempo y ajusta su conducta a realizarlos, encuentra un significado, un sentido a su vida; ya no vive en vano, supera la triada neurótica de nuestro tiempo posmoderno (la violencia-agresion, la depresion-suicidio, y las adicciones, alcohol-drogas-dinero-poder) plenificando así su existencia individual y su participación comunitaria a través de su trabajo y obras, haciéndose útil y solidario para si mismo y la comunidad.  Este enfoque permite así recuperar la iniciativa, creatividad y responsabilidad individual, el hombre vuelve a ser artífice de su propio destino; ni caerá en el conformismo consumista de hacer lo que otros hacen ni en el totalitarismo masificante de hacer lo que otros exigen que haga.  Si la psicoterapia considera el fenómeno de creer no como una fe en Dios, sino de una manera más amplia, como fe en un sentido, entonces le es enteramente legítimo ocuparse de este fenómeno. Así, Albert Einstein decía que “preguntarse por el sentido (de la propia vida) significa ya tener religión”; en forma similar Paul Tillich afirmaba: “ser religioso significa preguntarse apasionadamente por el sentido de nuestra existencia”. La fe religiosa es en último término una fe y una confianza en este “ultrasentido” o último sentido. Este concepto de la religión es amplio y alejado de las iglesias que exigen creer a toda costa: el amor y la fe no pueden ser manipulados.   Parecería que más que a una religión universal, estaríamos marchando a una religiosidad personal, a partir de la cual cada uno encontrará su lenguaje propio, personal, el más afín a su íntima naturaleza, cuando se torne hacia Dios. Por supuesto, podrán existir rituales y símbolos comunes, pero como pasa con la diversidad de lenguas, que en todas y cada una el hombre puede acercarse a la verdad, así también cualquier religión puede servirle de vehículo para llegar al único Dios.

Como pequeña disgresión comento que el lector interesado puede acceder a estas enseñanzas y material de estudio e investigación en tal materia, en mi sitio web Faro de la Utopía ( http://farodelautopia.webcindario.com ) donde ofrezco incluso descargar gratis mi libro digital El Sentido de la Vida, que hace pocos meses un sacerdote amigo le entregara como obsequio al Papa Francisco en Roma, quien gentilmente me lo agradeció con una nota que puede ser también visualizada en el sitio web.

Como decía, para presentar entonces dichos aportes de estas corrientes espirituales con coherencia, primero comentaré mi propia experiencia personal, ya que también me han cabido las generales de la ley, y algunas pocas veces he experimentado el “déjà vu”, siendo mi perfil psicológico de gran sensibilidad e intuición, con además una notoria inquietud por la investigación espiritual desde niño, y una búsqueda mística que me llevaron incluso a vivenciar diversas experiencias de ese tenor muy enriquecedoras, de las cuales doy fe de su autenticidad pero que no es el caso comentar ahora.

La forma en que acontecieron en mi experiencia personal y como los he yo registrado, me convencieron que existe una especie de fase superior del “déjà vu”, o al menos una explicación distinta en cuanto a su etiología (causa), que incluso denominaría âkâsic vu, neologismo que me parece el más apropiado para describir el suceso que como ejemplo relato ahora.

Hace unos meses tuve un sueño muy vívido, y me desperté con su recuerdo a flor de piel, tanto que entonces aproveché para volcarlo por escrito. En este sueño en particular algunos de sus detalles me llamaron mucho la atención:  por ejemplo, veía a un grupo de jugadores de mi equipo de futbol favorito que en una cancha que yo no conocía, se agrupaban como al término de un partido, entre los gritos de la multitud enfervorizada que colmaba el estadio, y se acercaban a la tribuna saltando unas vallas de metal y sacándose las camisetas empapadas, las arrojaban algunos de ellos a la hinchada, pero con tanta poca fuerza y mala puntería que caían en un foso lleno de agua que separaba y distanciaba bastante la tribuna del campo de juego, entonces la corriente de agua las arrastraba y llevaba sin que los hinchas pudieran agarrarlas; todos estos raros y medio disparatados detalles me hicieron pensar en ese momento que este debía ser evidentemente uno de esos sueños medio locos producto quizás de mi pasión por mi equipo favorito o una elaboración de restos diurnos de sucesos acaecidos, pero que evidentemente nada de lo soñado guardaba relación con algo que yo conociera en la realidad ni con nada con que pudiera asociarlo, incluso el estadio de mi equipo no tiene foso alguno.  Resulta que hace pocas semanas, ya habiéndome olvidado de todo esto por el tiempo transcurrido, concurrí a un estadio de futbol en la ciudad de La Plata, al que nunca había ido pues es nuevo, a presenciar un partido final de desempate entre mi equipo favorito y otro, donde había presencia de las dos hinchadas y un gran espectáculo en las tribunas repletas aunque el tiempo no acompañaba pues llovía a cántaros.  Fue todo muy emocionante, y aunque mi equipo perdió injustamente lo cual me causó tristeza, cual no sería mi sorpresa cuando al finalizar el partido, presencié lo que nunca hubiera imaginado: ante mis ojos se desarrolló la escena de mi sueño tan vívido, con los jugadores de mi equipo haciendo exactamente eso de arrojar las camisetas mojadas a la hinchada –como un gesto reparatorio por la derrota- sin conseguirlo pues caían al foso y las llevaba el agua (lo mismo que yo había recordado y anotado por escrito) -viendo incluso recién en ese momento el foso existente ya que al llegar sobre la hora debí permanecer incómodo y apretujado en la parte superior de la tribuna techada-, causándome en el momento de estar contemplando la escena esa sensación de “déjà vu” o “ya visto”, hasta que de a poco me fui dando cuenta y tomando conciencia de la relación que tenía con lo soñado hace meses, lo cual me conmovió realmente ante tal extraña vivencia real que confirmaba un sueño que había sido premonitorio.

Demás está decir que al tener el previo registro escrito de este sueño que luego sucediera al tiempo en la realidad, descarto entonces toda explicación basada en alguna causal biológica o en una especie de cortocircuito neurofisiológico (al menos como causas originantes), lo cual me hizo pensar en ahondar en la búsqueda de alguna otra explicación que al menos diera otra razón del por qué esto acaecía en algunas contadas ocasiones, sin que signifique que sea la única y/o verdadera, pero al menos me diera alguna esperanza de algún día poder develar el misterio de esta precognición.

En tal búsqueda investigativa, las únicas respuestas más próximas las encontré en la antigua sabiduría de las corrientes humanistas que antes mencionara, con una base preeminentemente oriental, de ahí el empleo del neologismo “âkâsic vu”, basado en el término sánscrito “âkâsic”, que reconoce sus raíces en ancestrales y milenarias enseñanzas hindúes que básicamente postulan que no es solo materia física lo que constituye el universo, sino que éste está compenetrado por una supersensible esencia espiritual denominada Âkâsa o Âkâsha, la que en una especie de anales o registros guarda recuerdos de todo lo sucedido y también muy misteriosamente, de todo lo que sucederá.  A modo de ejemplificación, transcribo las definiciones halladas en el Diccionario Esotérico (de Zaniah, Edit.Kier):  Âkâsa o Âkâsha (sánscrito) : La supersensible esencia espiritual que compenetra todo el universo. / Teo. Denominado Aether Superior, es la materia primordial o matriz (Matrix) de la cual nace todo lo que existe por separación o diferenciación. El Espíritu que obra en él, despliega de su seno todas las formas visibles. Es el Fuego Universal, quintaesencia de toda energía. En su propia esencia es invisible eternamente, salvo sus reflejados resplandores, llamados por los cabalistas la Luz Astral. El sonido es su primera correlación, su primordial manifestación, el Logos o Ideación Divina hecha Verbo y éste hecho “Carne”. Los siete Elementos (químicos) o aspectos incorpóreos del Âkâsa, constituyen la vestidura, el velo de la Deidad.

Anales Akâsicos: TeoArchivos en los planos superiores, llamados también “Memorias de la Naturaleza” o “Memoria del Logos”, donde están registrados en forma permanente las imágenes o recuerdos de todo cuanto ha sucedido o sucederá en el tiempo en el Mundo Físico; ya que según el ocultismo, todo pensamiento, palabra y obra, cualquiera sea su importancia, levanta vibraciones que impresionan la materia âkâsica. Los arquetipos de las formas, los modelos de cuanto ha sido creado, el pensamiento de la divinidad, existen en los niveles ârupa (sin forma) y pueden verse reflejados en el âkâsa o materia primordial de lo que todo proviene. Pero se dice que no es una copia inerte, sino un universo activo y animado de vida, algo semejante a una cinta cinematográfica, aunque inmensamente más real y precisa, en donde todo queda impreso. (C.W.Leadbeater, Los anales akâsicos)

Por si todo esto no fuera suficientemente desconcertante a nuestro pensamiento racional occidental, en otra joya de Oriente, encontramos otra definición también similar, de la cual transcribo aquí en homenaje a la brevedad solo algunos párrafos. 

En el famoso poema épico hindú Bhagavad Gita (Canto Celestial o Canto del Bienaventurado) situado históricamente unos 1400 años antes de Cristo, teniendo como excusa el desarrollo de una gran batalla, se expone el elevadisimo diálogo espiritual entre Krishna (como la encarnación de Dios) y su fiel discípulo Arjuna. 

Es el Bhagavad Gita un compendio de profundísimas enseñanzas espirituales de la filosofía hinduista y el Yoga, y alcanza en Oriente la estatura de la Biblia en Occidente.  En su parte VII, titulada Discernimiento Espiritual, dice Krishna:

/…/ Pero los sabios que Me conocen en esencia, como siendo el Todo en el Uno, vienen a Mí, a mi mundo de Realidad, donde no hay sombras, donde todo es real como luz que disipa las tinieblas.

Los faltos de discernimiento espiritual creen que Yo, el Inmanifestado, me manifiesto visiblemente a sus ojos.

Pero has de saber, Arjuna, que en mi esencia no soy visible a los ojos de los hombres.

Tras las formas por Mi emanadas, permanezco invisible para el ignorante. 

No he nacido y no moriré jamás, aunque el obcecado mundo lo ignore, porque toma la sombra por la substancia.

Yo conozco, Arjuna, los innumerables seres que han pasado ante mis ojos por el ancho campo del universo. También conozco a los que ahora están en el campo.

Y además (formidable misterio este para los hombres) oh príncipe!

conozco a todos los que en adelante hollarán el campo.

Pero de todos ellos -pasados, presentes y futuros-, nadie me conoce totalmente. 

Los tengo a todos en mi mente, pero sus mentes no pueden contenerme en esencia. 

Los hombres están ofuscados por la ilusión de los pares de opuestos, y en vez de la Unidad ven las antitéticas formas de atracción y repulsión. 

Pero algunos están ya libres de la ilusión de los pares de opuestos y saben que soy Todo en Uno.   /…/

Estas impactantes definiciones de la sabiduría oriental, en especial Yoga, Budismo e Hinduismo, por otra parte tan bien estudiadas y compendiadas por el jesuita Ismael Quiles, Doctor en Filosofía y en Teología, quien fuera Rector de la Universidad del Salvador y fundador de la Escuela de Estudios Orientales de la misma, dan realmente bastante que pensar en cuanto a que no solo pudiere producirse un déjà vu  causado por alguna alteración cerebral, sino también un  âkâsic vu producto de alguna conexión aún no suficientemente conocida con esa esencia suprema universal o Dios, que en algún instante puntual nos permite contactarlo y acceder a esa omnisciencia del pasado, presente y futuro (y si en este caso se diera alguna alteración cerebral neurofisiológica sería como un efecto concomitante, ya no como causa originante).  También es posible especular al respecto que tal contacto espiritual pudiera estar tal vez posibilitado o promovido por la práctica regular de la meditación y oración, pues ambas son una vía regia para acceder al descubrimiento del propio ser y del Ser Superior o Dios, y que ambas como prácticas fundamentales de las principales religiones y doctrinas espirituales adquieren el significado no solo de ruego o petición, sino también de invocación o encanto.  El Padre Nuestro cristiano, o el Mantra, oración rítmica de los brahmanes hinduistas, tienen exactamente ese sentido.  Es en síntesis, la elevación de los pensamientos y emociones, la vibración espiritual, hacia el Ser supremo, u otras entidades espirituales superiores en demanda de alivio o ayuda para sí mismo o para el prójimo.  Ocultamente considerada, la oración-meditación no es una súplica; es un proceso de “transmutación espiritual”, mediante el cual los pensamientos y deseos finitos se transforman en voliciones espirituales, ya sea para adquirir la voluntad de sentido de la existencia en el Análisis Existencial y Logoterapia, para expandir la conciencia crística interior en el Cristianismo, o para acceder en forma similar mediante la voluntad de la concentración al estado superior de Samadhi o conciencia cósmica en la Filosofía Yoga; todos estados espirituales elevados que posibilitarían conocer y participar de los atributos omniscientes de Dios aunque más no fuera por el breve lapso de este suceso que denomino “âkâsic vu

El Dr. Manes encontró acertadamente una significativa coincidencia con el “déjà vu” en la trama de sucesos que protagonizaba Neo, en la película Matrix.  También he observado que existe un similar correlato fílmico para el  “âkâsic vu” en la película futurista Minority Report, dirigida por Steven Spielberg en 2002 y protagonizada por Tom Cruise.  En la trama de la misma, desarrollada en USA en el año 2054, Cruise interpreta al Capitán de un Departamento de la Policía Especializado en Pre-Crimen, que detiene a los criminales antes de que lo cometan, basándose en precogniciones provistas por tres psíquicas llamadas “precogs” , que se hallan sumergidas en una especie de líquido amniótico, y conectadas a una pantalla especial donde proyectan su precognición con imágenes del crimen a ser cometido, las cuales son utilizadas por la Policía para intervenir antes que éste ocurra.

En lo personal, por mi creencia en una existencia superior o Dios, las enseñanzas religiosas  y espirituales que he mencionado (consideradas con amplitud de criterio y sin fanatismo), me parecen bastante significativas dentro de la filosofía de vida que predican, y también las encuentro en ese marco espiritual muy coherentes como para constituír un valioso aporte a la investigación científica tendiente a encontrar algún día alguna explicación válida al déjà vu o al âkâsic vu, máxime considerando que en la actualidad tanto la Encíclica Fides et Ratio (Fe y Razón) de Juan Pablo II , como la reciente Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (la Alegría del Evangelio) de Francisco, van encaminadas a reconciliar los presupuestos de la fe religiosa con los de la ciencia racional, postulando que ambas no son antagónicas sino en realidad complementarias.

Esta apertura mental abre nuevas puertas a las investigaciones que con criterio amplio se realicen en busca de explicaciones sobre los distintos y a veces aparentemente inexplicables fenómenos con que la vida nos confronta y sorprende, los cuales deberíamos observar con inocencia y sin prejuicios a fin de poder develarlos y comprenderlos, valorando para ello las sabias palabras de Shakespeare, que a través de Hamlet nos dice conmovedoramente: “Hay más cosas en el Cielo y en la Tierra, Horacio, que las que has podido soñar en tu filosofía”. 

 

Juan Martín Silvano Núñez 

Licenciado en Psicología (UBA-Universidad de Buenos Aires)

Posgrado en Logoterapia (UCA-Universidad Católica Argentina) 

Analista Master de Organización y Métodos e Informática.

Escritor. Desarrollador Proyectos Educativos Culturales Digitales: 

Logoterapia y Educomunicación Social Salesiana de Don Bosco, Patagonia, Argentina

Asesor Educativo-Cultural Mutual AEANA

Creador y Director Portal Web Faro de la Utopia - http://farodelautopia.webcindario.com

 

 continuación, el artículo del Dr. Manes

¿Déjà vu o error en la Matrix de nuestro cerebro?

Por Facundo Manes. Presidente de Fundación Ineco para la investigación en neurociencias y rector de la universidad Favaloro.

http://www.clarin.com/sociedad/Deja-vu-error-Matrix-cerebro_0_1160884418.html

Una escena de la película Matrix muestra a su protagonista Neo subiendo una escalera mientras observa pasar un gato negro. Inmediatamente vuelve a ver al mismo gato negro haciendo un movimiento idéntico al anterior, como un eco misterioso. ¿Se trata de un déjà vu? Esta expresión, que en francés significa "ya visto", es un fenómeno que trasciende la ficción y el campo de estudios de la ciencia. Es la sensación extraña de que algo que estamos percibiendo ya ha sucedido, aunque estemos seguros de que esto no es posible.

Un ejemplo de esto sería si, al realizar un deseado viaje por primera vez a París y, cuando subimos a la Torre Eiffel, tenemos la impresión de que ya estuvimos ahí, de que eso ya lo vivimos. El fenómeno del déjà vu ha sido estudiando por científicos durante mucho tiempo, aunque todavía no se sabe con exactitud la razón por la que sucede. Lo que sí se sabe es que nos ocurre a casi todos y que muchas veces la gente que lo experimenta puede también vivir otros fenómenos como el 'jamais vu' (del francés, jamás visto). A su vez, se sabe que quienes experimentan déjà vu, suelen hacerlo con mayor frecuencia durante la juventud. Luego, dichas experiencias declinan con los años. Se cree también que el déjà vu suele suceder cuando estamos cansados o estresados.

Por mucho tiempo se pensó que el déjà vu era una señal de que algo no estaba funcionando bien en el cerebro. Hoy se postula que puede darse como un episodio aislado en un cerebro sano o que puede ser indicador o síntoma de enfermedades como el síndrome de Charles Bonnet, como aura antes de una convulsión en personas con epilepsia de lóbulo temporal o en enfermedades como la depresión o la esquizofrenia.

Como puede verse, la presentación clínica del déjà vu es muy diversa. Se han propuesto distintas teorías para dar explicación a este fenómeno en cerebros sanos. Entre ellas existe la teoría de que el déjà vu es parte de un proceso de memoria, específicamente aquella involucrada en el reconocimiento de información experimentada previamente. Esta teoría propone que se activa un proceso de reconocimiento basado en la familiaridad, que se pone en marcha, por ejemplo, cuando vemos a una persona en la calle que creemos conocer pero no podemos darnos cuenta de dónde.

Otra teoría propone que el déjà vu se produce cuando una señal sensitiva es transmitida por varios caminos distintos y estos no convergen en las áreas de la corteza cerebral en exactamente el mismo momento. De esta forma, el cerebro "se confunde" y procesa esta experiencia como si fuesen dos situaciones distintas y por esta razón creemos que esto ya lo hemos experimentado. Por último, existe la teoría, quizás la más controversial de todas, de que el fenómeno es producto de una micro convulsión del lóbulo temporal, que no llega a causar una crisis importante.

En un trabajo científico publicado recientemente en la prestigiosa revista Cortex, un grupo de científicos de República Checa y del Reino Unido parecen haber encontrado la conexión entre el fenómeno del déjà vu y ciertas estructuras del cerebro humano. Descubrieron que los parahipocampos, ubicados en el lóbulo temporal cerca de los hipocampos –estructuras involucradas, entre otras funciones, en el aprendizaje y recuerdo de información-, son de menor tamaño en aquellas personas que experimentan déjà vu, en comparación con personas que no tienen estas experiencias. Este grupo de investigadores plantean que el déjà vu podría llegar a ser una falla del cerebro que causa una sobre-estimulación de los parahipocampos. Como vemos, entonces, lo que Neo experimenta en el film con esa visión repetida del gato no es tan cuento de la ciencia ficción ni tampoco una disfuncionalidad excepcional de la Matrix, sino otro enigma cotidiano de nuestro cerebro.

@ManesF     www.facundomanes.com  

 

Francisco, el Papa de la utopia del fin del mundo

 

Los 4 días que conmovieron al mundo y el Papa del fin del mundo

Al comenzar el 2013, 4 días conmovieron al mundo.  Un asteroide amenazó con destruír la Tierra, y una secuela de meteoritos castigaron a países comunistas ateos como Rusia y  Cuba.  La famosa blogera cubana Yoani Sánchez gana finalmente su batalla de años contra la dictadura comunista castrista y le arranca la libertad de poder viajar fuera de la isla para todos sus habitantes.   Muere el caudillo populista venezolano Chávez dejando como herencia innegables avances en la lucha contra la pobreza, pero también una gran polémica política respecto a si el populismo es realmente un progresismo auténtico o solo esconde un autoritarismo dictatorial semicomunista vulnerador de las libertades individuales que no llega tampoco a realizar cambios de fondo.  Renuncia el Papa arguyendo motivos de salud, pero se conoce la influencia que tuvo en su decisión los tremendos casos de pedofilia producidos sobre todo en la comunidad norteamericana, y las sospechas de grave corrupción económica en las finanzas bancarias vaticanas; trasciende la intención de que asuma un Pontífice que con nuevos bríos renueve el mensaje pastoral y su forma de transmitirlo, acorde a estos tiempos tan materialistas y presurosos, acercando a los pueblos a su libertad interior, a los valores cristianos espirituales y divinos, y que puedan realizarse plenamente no solo en lo material sino también básicamente encontrándole un sentido trascendente a sus vidas.  Para los que estamos imbuídos de fe, estos no son hechos aislados, estos 4 días que conmovieron al mundo tienen una ligazón que implican un llamado de atención, y denotan un cambio y progreso, un avance paulatino en este viaje que como seres humanos conscientes hacemos hacia la concreción de la utopía de una mayor libertad en lo material y espiritual.     (12 de marzo 2013) 

Y al día siguiente...¡Dios escuchó nuestras plegarias!...y llegó el humilde Francisco...

Fue sin duda una sabia elección inspirada por el Espíritu Santo.  Jorge Bergoglio, ahora el  Papa Francisco   click para leer muy completo perfil , ha sido siempre un religioso muy humilde de acendradas virtudes y valores morales.                                              Es el primer Papa latinoamericano, argentino y jesuita.  En Buenos Aires durante sus tareas de obispo, y siempre en contacto con la gente común, era habitual verlo trasladarse en el subterráneo junto a los demás pasajeros en lugar de usar el lujoso auto oficial al cual renunció.  De estilo campechano y abierto, una de sus principales preocupaciones y desvelos fue y es la eliminación de la pobreza,  la ayuda a los menesterosos y la más solidaria y equitativa distribución de la riqueza, lo cual le valió varios enfrentamientos con los poderosos de turno.  Obran en este sitio web artículos en los cuales expresa su preclaro pensamiento.   Proveniente del fin del mundo, como dijo en su discurso inicial, podemos con certeza asimilarlo y vislumbrarlo como el faro del fin del mundo (descripto por Julio Verne en su conocido libro) que situado en la lejanía de estas australes  tierras de utopía, con su luz espiritual ha de iluminar nuestro ser interior y guiarnos a nosotros los peregrinos para que las barcas de nuestras almas no zozobren en el materialismo y podamos arribar al puerto seguro de los valores cristianos que darán sentido y trascendencia a nuestras vidas.

  Un Papa de América para todo el mundo!!! 

El nuevo Sumo Pontífice dijo a los 114 cardenales que lo eligieron que había escogido su nombre en honor a San Francisco de Asís, quien es conocido en el catolicismo como "el pobrecillo" debido a que renunció a los bienes terrenales.

Con gran orgullo podemos hoy decir que la aparente utopía de que hubiera un Papa argentino ha sido concretada, lo cual demuestra que como pregonamos hace años en este modesto sitio web que dí en llamar Faro de la Utopía ( http://farodelautopia.webcindario.com ) , todos los ideales y sueños, sean chicos o grandes, perfectos o no, cuando responden a sanas intenciones, nobles valores e inspiración divina, pueden ciertamente ser realizados, pues nunca debemos olvidar que para Dios nada es imposible, y que Cristo nos acompaña siempre, "hasta el fin de los tiempos", para que con la protección de su amor eterno podamos vencer todos los obstáculos con que tropiezan los mortales .

Nuestro humilde homenaje

La elección del arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, como el sucesor de Benedicto XVI confirmó implícitamente sus dichos y llevó también, entre otras cosas, a recordar sus discursos más polémicos, entre los que se entremezclan sus críticas a los flagelos de la pobreza, la droga, la trata de personas,  prostitución infantil, el aborto y el matrimonio igualitario, por mencionar algunos.

Trata de personas: "En la ciudad, la esclavitud está a la orden del día"

Pobreza: "La deuda social es inmoral, injusta e ilegítima"

Corrupción: "Los más pobres, para los suficientes, no cuentan"

Matrimonio igualitario-gay: La ley aprobada "carece de legitimidad social" y "no es la primera   vez que se favorece a pequeñas minorías en detrimento de derechos e intereses de la mayoría del país". Recordó, en ese sentido, que "muchas veces se beneficia a unos pocos con grandes negocios y se les niega a los jubilados el derecho a percibir una jubilación digna"En un comunicado sobre "el bien inalterable del matrimonio y la familia", el plenario de obispos reunido en Pilar reiteró que "constatar una diferencia real no es discriminar", y se manifestó en contra de que las parejas del mismo sexo puedan adoptar niños.  Tras señalar que "la unión de personas del mismo sexo carece de los elementos biológicos y antropológicos propios del matrimonio y de la familia", porque "está ausente de ella la dimensión conyugal y la apertura a la transmisión de la vida", destacó que "en cambio, el matrimonio y la familia que se funda en él, es el hogar de las nuevas generaciones humanas".
"Desde su concepción, los niños tienen derecho inalienable a desarrollarse en el seno de sus madres, a nacer y crecer en el ámbito natural del matrimonio. En la vida familiar y en la relación con su padre y su madre, los niños descubren su propia identidad y alcanzan la autonomía personal", subrayó la Iglesia al
oponerse a la posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan adoptar.  Además, el plenario episcopal insistió en que "la naturaleza no discrimina cuando nos hace varón o mujer" y agregaron: "Nuestro Código Civil no discrimina cuando exige el requisito de ser varón y mujer para contraer matrimonio; sólo reconoce una realidad natural. Las situaciones jurídicas de interés recíproco entre personas del mismo sexo pueden ser suficientemente tuteladas por el derecho común".   

 Los diez mandamientos del Papa Francisco

              

                                                 

 

"No quiero ofender, pero si crees que Cáritas es una ONG, te has equivocado", dice en un vídeo el entonces cardenal Bergoglio.(ver videos en You Tube)

“Con mucha vergüenza hace años hemos asistido a lujosas cenas de cáritas en las que se rifaban joyas y cosas fastuosas. Te equivocaste: eso no es Cáritas”. 
En los últimos años, cuando el Papa Francisco era el cardenal Bergoglio, obispo de Buenos Aires, no ahorró duras críticas contra un sistema económico y social injusto. 

Destacamos estas diez frases que abarcan diversas temáticas sociales:

1. Contra la trata de seres humanos 
“Buenos Aires es una fábrica de esclavos y una picadora de carne (...) ¡Por favor, no nos lavemos las manos, porque si no somos cómplices de esta esclavitud! (...) Hay esclavos que fabrican estos señores que están a cargo de la trata. Buenos Aires es una picadora de carne que destroza la vida de estas personas y les quiebra su dignidad”. 13 de julio de 2010. Homilía pronunciada durante una misa en el barrio de Constitución (Buenos Aires).

2. Sobre la justicia social "El que duerme en la calle no se ve como persona sino como parte de la suciedad y abandono del paisaje urbano, de la cultura del descarte, del ‘volquete’". 26 de agosto de 2011, ante 400 delegados –laicos, sacerdotes, religiosas y religiosos- de las diócesis de la Región Pastoral de Buenos Aires, que participaban en el Primer Congreso Regional de Pastoral Urbana.

3. Contra los sacerdotes que no bautizan bebés de madres solteras "Estos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo, va peregrinando de parroquia en parroquia para que se lo bauticen". 4 de septiembre de 2012, en la misa de clausura del encuentro de Pastoral Urbana de la región pastoral de Buenos Aires.

4. Sobre la cultura de la vida; contra el aborto y la eutanasia "Hay que poner la cara y decir: esto es cultura de la vida, esto es vida, todo lo contrario a la cultura de la muerte; si alguien ve que alguna de estas cosas falta, díganle que no, que por ese camino no se va a ninguna parte, que por ese camino se fracasa siempre". 1 de septiembre de 2009, en el santuario de San Ramón Nonato a quien tradicionalmente las madres gestantes le agradecen el don de la vida y las mujeres le piden su intercesión para quedar embarazadas.

5. Sobre la ley de matrimonio homosexual en Argentina “No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”. 8 de julio de 2010, en una carta dirigida a las religiosas carmelitas de Buenos Aires.

6. Sobre la explotación laboral "He dicho que los que lo que nos enseñaban en el colegio, que la Asamblea del año XIII abolió la esclavitud, son cuentos chinos. En Buenos Aires tan vanidosa, tan orgullosa, sigue habiendo esclavos, sigue habiendo esclavitud". 29 de marzo de 2011. Misa en el lugar donde funcionaba un taller clandestino en el que murieron seis personas calcinadas por un incendio en 2006.

7. Sobre el episcopado argentino "Descuidamos fácilmente el ministerio de la predicación y, para vergüenza nuestra, nos continuamos llamando obispos; nos place el prestigio que da este nombre, pero en cambio no poseemos la virtud que este nombre exige".
11 de noviembre de 2009. Ante el plenario de la conferencia episcopal argentina.

8. Sobre los peligros del laicismo "Al hacer como si Jesucristo no existiera, al relegarlo a la sacristía y no querer que se meta en la vida pública, negamos tantas cosas buenas que el cristianismo aportó a nuestra cultura, haciéndola más sabia y justa; a nuestras costumbres, haciéndolas más alegres y dignas". 8 de agosto de 2010, homilía en la celebración religiosa dedicada a San Cayetano en el barrio porteño de Liniers

9. Sobre la educación de los niños"Nunca podremos enseñarle a un chico el horizonte de grandeza de la patria (…) si usamos nuestra diligencia como escalón de nuestras ambiciones personales, para nuestro trepar cotidiano, para nuestros mezquinos intereses, para abultar la caja o para promover los amigos que nos sostienen". 15 de abril de 2010, en la homilía de la Misa por la Educación, oficiada en la Catedral frente a 5000 alumnos y docentes.

10. Sobre el peligro del "clericalismo" "Los curas tendemos a clericalizar a los laicos. Y los laicos -no todos pero muchos- nos piden de rodillas que los clericalicemos porque es más cómodo ser monaguillo que protagonista de un camino laical. No tenemos que entrar en esa trampa, es una complicidad pecadora. (...) El laico es laico y tiene que vivir como laico con la fuerza del bautismo, (...) llevando su cruz cotidiana como la llevamos todos. Y la cruz del laico, no la del cura. La del cura que la lleve el cura que bastante hombro le dio Dios para eso". Noviembre de 2011, en una entrevista hecha por la agencia argentina AICA.

... y un vídeo: "si no hay esperanza para los pobres, no la habrá para nadie, ni para los ricos". (ver en You Tube)

                         

Tras la ceremonia de asunción, el Papa Francisco brindó una homilía en la que pidió a quienes “ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito político, social o económico” sean“custodios de la creación, guardianes del otro, del medio ambiente". Y agregó en ese sentido: "No dejemos que los signos de destrucción y muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. (…) El odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida".

El primer Papa jesuita de la historia instó a los fieles y jefes de Estado y de gobierno procedentes de todo el mundo a no "tener miedo de la bondad" ni de la "ternura".

Durante su homilía en italiano, interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de los presentes, el Papa recordó también que el mensaje central de la vida de San Francisco de Asís, en cuyo honor asumió el nombre de Francisco, es el de "tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos".

"Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón", afirmó.

Los lazos entre Juan Pablo II y el Papa Francisco

POR MARCO GALLO MIEMBRO DE LA COMUNIDAD DE SANT’EGIDIO

02/04/13

Las palabras claras y profundas del Papa Francisco que ya en estos primeros días de pontificado nos ha donado me han hecho reflexionar sobre el carisma para comunicar de manera inmediata y sencilla la buena nueva al corazón de los hombres; esta comunicación, a pesar de las obvias diferencias de personalidad, lo acerca mucho a la figura de Juan Pablo II, que lo nombró en 2001 Cardenal de la Iglesia.

Esta capacidad de mezclarse entre la gente, de ir al encuentro de la gente, pero también de hablar de manera personal es una herencia magnifica de Karol Wojtyla, que hoy el Papa Bergoglio profundiza y quiere indicar al mundo en este anhelo evangelizador. También se destaca su alma franciscana, con gestos altamente simbólicos, dictados por una verdadera elección evangélica, de despojo de algunos atributos papales (sin anillo de oro, sin casullas bordadas) y sobre todo de amor concreto hacia los más pobres.

En esta opción hacia los más pobres recuerda también a Juan Pablo II que siempre y en cada viaje pastoral, quería encontrar, conversar, tocar a los más pobres, almorzar con ellos, como hizo en África o en las favelas brasileñas. El Papa Francisco, con vigor juvenil, quiere poner con fuerza profética a los pobres en el centro de la preocupación de la Iglesia y llamar a la atención del mundo, porque en cada pobre él ve al rostro sufriente de Jesús.

Como Juan Pablo II, Papa Francisco conoce de cerca el dolor ajeno, tal el testimonio de los muchos amigos de la calle que hoy lo recuerdan con afecto y que esperan reencontrarlo pronto aquí en Buenos Aires. Ya el gesto de poner al lado de los poderosos del mundo en el día del comienzo de su pontificado a un cartonero y a un maestro es un signo elocuente que tendremos que comprender. Debemos partir de los pobres para descubrir el verdadero sentido de nuestra vida. También Juan Pablo II quiso dar signos en esta perspectiva, sentándose a la mesa con los más pobres en el Jubileo del 2000 y haciendo construir dentro del Vaticano un comedor gestionado por las Hermanas Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta, dedicado a los sin techo que viven cerca de San Pedro.

El Papa Francisco ha elegido el nombre inspirado en San Francisco de Asís, hombre de paz y de diálogo, diálogo con todos los creyentes y no creyentes. Aquel espíritu de Asís que Juan Pablo II quiso inaugurar en 1986 con los líderes mundiales para rezar por la paz y contra todo tipo de guerra y conflicto y que repitió en 2002.

El Papa Bergoglio sin duda lo quiere continuar y profundizar; los lazos ecuménicos e interreligiosos que ha sembrado y cultivado en estos años en Buenos Aires han madurado en él una urgencia ecuménica e interreligiosa manifestada en su discurso a los delegados fraternos, el día después del inicio de su pontificado.

Juan Pablo II nos sacudió al comienzo de su pontificado con la propuesta de no tener miedo frente a cualquier dificultad y obstáculo con sus célebres palabras: “¡No tengan miedo! Abran de par en par las puertas a Cristo”. Hoy el Papa Francisco nos abre a la esperanza de un futuro mejor y más humano, exhortando a no tener miedo de la ternura y de la bondad

Iglesia y Sociedad.   Nuevo Papa, nueva Iglesia
Publicado en la revista On-line de Editorial San Pablo  www.san-pablo.com.ar/rol/index.php

Autor: Germán Díaz 
Religioso Salesiano. Lic. en Comunicación Social

A tan solo siete días del “Habemus Papam”, no sé si escribir sobre Benedicto XVI o Francisco I. Solo quiero sumergirme, por un momento, en ese corazón tan grande de Joseph Ratzinger, que un día decidió renunciar al poder “terrenal” y espiritual de su investidura en la Iglesia Católica para elegir aquello del Principito: “Lo esencial es invisible a los ojos”.  La grandeza de un Papa que deja un “reinado” y la de un Papa entrante que asegura, con gestos y palabras, que su pastoreo no pretende ser vertical y dogmático, sino reflexivo y popular. La sorpresa aleccionadora fue para el mundo del escándalo mediático que conjeturaba sobre bandos de poder, de estrategias eleccionarias, de arreglos precónclave y de una misteriosa profecía que avecinaba un Papa negro.  La verdad que sale a la luz es una ejemplar actitud de dos grandes hombres que, en solo un mes, hablaron con su conducta a un mundo que esta descreído de todo. La Institución Iglesia vive unos días de primavera, de renovación, de esperanza; lejos de mostrarse fría y vacía, desborda de alegría y se puebla de gente. Un Papa nuevo, una esperanza nueva, una Iglesia nueva. Contra todo criterio humano, sea quien sea, el humo blanco y el “Habemus Papam” se celebran con cantos, aplausos y rezos.  ///.. leer artículo completo

 

 

Nuestra adhesión al cómic hecho en Italia: Sí, es el superpapa del amor divino y universal !!!

 

 

Miscelánea

Hoy tengo un sueño

Hoy, en medio de la noche del mundo

y en la esperanza de la Buena Nueva,

afirmo con audacia mi fe

en el porvenir de la humanidad.

Me niego a creer

que las circunstancias actuales

incapaciten al hombre

para hacer una tierra mejor.

Me niego a compartir la opinión

de quienes pretenden que el hombre

esté cautivo de la noche sin estrellas,

del racismo, de la opresión, de la guerra.

Me niego a creer que la aurora radiante

de la paz y de la fraternidad,

no podrá nunca llegar a ser realidad.

Me atrevo a creer que un día

todos los habitantes de la tierra

podrán hacer tres comidas al día

para mantener la vida de su cuerpo,

y podrán recibir la educación y la cultura

necesarias para la salud de su espíritu,

y la igualdad y la libertad

para la vida de su corazón.

Creo igualmente que un día

toda la humanidad reconocerá en Dios

a la fuente de su amor.

Creo que este amor salvador y pacífico será un día la ley.

El lobo y el cordero podrán descansar juntos

y todos los hombres

podrán sentarse bajo su higuera, en su viña,

          y nadie tendrá motivos para tener miedos.

                                                                                                 

                                                                                                               Martin Luther King

 

   ver en   http://farodelautopia.webcindario.com

"Las generaciones del porvenir  apenas creerán que un hombre como éste caminó la tierra en carne y hueso."    Albert Einstein, a la muerte de Gandhi

MOHANDAS KARAMCHAND GANDHI  - Mahatma Gandhi

Nace en 1869, Muere asesinado a los 78 años de edad el 30 de Enero de 1.948

“Humildemente

me esforzaré en amar,

en decir la verdad,

en ser honesto y puro,

en no poseer nada que no me sea necesario,

en ganarme el sueldo con el trabajo,

en estar atento siempre a lo que como y bebo,

en no tener nunca miedo,

en respetar las creencias de los demás,

en buscar siempre lo mejor para todos,

en ser un hermano para todos mis hermanos."

 “Nosotros devolveremos bien por mal.  Cristo nos enseñó el camino y Mahatma Gandhi nos demostró que era operativo”  

        Martin Luther King 

 

   “Si en apariencia tomo parte en política, ello se debe exclusivamente a que en la actualidad la política nos rodea igual que el abrazo de una serpiente del que no podemos desasirnos por mucho que lo intentemos. Por lo tanto, deseo luchar con la serpiente.”                                                                 

  "Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena."    

  "La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que  avance llevando en mí nada más que el temor a Dios."                           

  En materia de conciencia, la ley de la mayoría no cuenta".                

  "Es mejor permitir que nuestras vidas hablen de nosotros a que lo hagan las palabras".                                                                                                       

"Sé el cambio que quieras ver en el mundo."                                   

 "No hay caminos para la paz;  la paz es el camino."                                     

 "El que retiene algo que no necesita es igual a un ladrón."  

 "No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna."   

 “Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro.  La vida es un todo indivisible."

"Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados.  Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear."

"Si no tenemos miedo de los hombres y buscamos sólo la verdad de Dios, estoy seguro de que todos podremos ser sus mensajeros. En lo que a mí respecta, creo sinceramente que respondo a estas dos condiciones."

"Cuida tus Pensamientos porque se volverán Palabras.
Cuida tus Palabras porque se volverán Actos.
Cuida tus Actos porque se harán Costumbre.
Cuida tus Costumbres porque forjarán tu Carácter.
Cuida tu Carácter porque formará tu destino

Y tu Destino será tu vida…"

                                                       Mahatma Gandhi

 

 

La oración de Mahatma Gandhi

Mi Señor......

Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes

Y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón.

Si me das éxito, no me quites la humildad.

Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,

no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a mí mismo.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo

ni en la desesperación si fracaso.

Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.

Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.

Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.

Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

¡Señor...si yo me olvido de tí, nunca te olvides de mí!

 

 

  15 de Octubre de 1980. El día que estreché la mano de Su Santidad Juan Pablo II : un extraño y peculiar suceso.

En el año 1980, la Divina Providencia hizo que, siendo en ese entonces soltero, tuviera la posibilidad de viajar por Europa, conociendo diversos países, algunos incluso no habitualmente visitados.  Pude tomar contacto con distintas culturas e idiosincracias, y admirar un patrimonio artístico-histórico realmente espectacular.  Así, visité entre otros países, España, Holanda, Suiza, Francia, Alemania, Inglaterra, Dinamarca, Suecia, y también Italia. En este último, hallándome en Roma, me preparé a asistir a la Audiencia Papal, tal como lo había planeado previamente, habiendo incluso averiguado por otras personas que ya habían concurrido, el lugar exacto por donde pasaba el Santo Padre (eran los comienzos de su pontificado) estrechando la mano de los fieles luego de oficiar la misa en la Plaza de San Pedro (todavía no había ocurrido el atentado que luego modificaría el lugar de realización de la ceremonia).

Fue una misa tocante y emotiva, la Plaza de San Pedro estaba colmada y recuerdo que junto a mí estaba un grupo de entusiastas catalanes. Terminada la ceremonia litúrgica, oficiada por Juan Pablo II, en un altar especialmente situado en un sector vallado de la Plaza, el Papa descendió de dicho proscenio y se encaminó con paso ágil a bordear el vallado exterior, estrechando las manos de los fieles que ansiosamente le sacaban fotos y pedían su bendición.  Juan Pablo II  era apenas seguido a distancia por dos o tres guardias suizos, y recorría con estampa atlética y sin ninguna dificultad todo lo largo del vallado saludando a los fieles y acercándose hacia donde yo me hallaba.  Cuando yo me aprestaba, con el corazón latiéndome aceleradamente por la emoción, a estrechar su mano, imprevistamente se detuvo, como haciendo un alto por el requerimiento de un sacerdote. En ese momento, encontrándose tan cerca, diría a pocos centímetros, el mundo se detuvo para mí, debía decidir en escasos segundos qué hacer, pues corría el riesgo también que decidiera retomar su camino hacia el interior de la Basílica con lo cual perdería la tan preciada oportunidad de saludarle. Fue entonces que sucedió lo que he guardado como un celoso secreto hasta el día de hoy, que incluso comentándolo con gente amiga a ver si alguien lo adivinaba,  nadie pudo descubrir qué había pasado de peculiar en ese instante tan crucial para mí.  En la encrucijada, y decidido a no perder tamaña ocasión, quizás única en mi vida, extendí entonces mi mano hacia él, y Juan Pablo II, con su sonrisa y ojos tan expresivos, desde la posición oblicua en que se encontraba, estrechó mi mano derecha, con su mano....izquierda!!, ¿verdad que nunca se lo hubieran imaginado?.  A veces pienso que he sido afortunado, si bien pocos han estrechado la mano del Papa, creo que poquísimos, casi nadie puede decir que ha estrechado su mano izquierda, lo cual también siempre me emociona pues es un recuerdo que llevaré en mi alma eternamente y es motivo de gran orgullo, pues se dice que la izquierda es la mano del corazón y del amor, ese Amor que tan pletóricamente ha derramado Juan Pablo II, verdadero mensajero de Dios, sobre nosotros

 

 

PARA PADRES, HIJOS Y ABUELOS

Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.
Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender.
Puedo dirigirte, pero no puedo responsabilizarme por lo que haces.
Puedo llevarte a la Iglesia, pero no puedo obligarte a creer.
Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti.
Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.
Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.
Puedo hablarte del respeto, pero no puedo evitar que seas irrespetuoso.
Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas.
Puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir No por ti.
Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses.
Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por ti.

Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso.

Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo darte vivir por tí.
”Hay un período cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos.”
Es que los niños crecen independientemente de nosotros, como árboles murmurantes y pájaros imprudentes.

Crecen sin pedir permiso a la vida.
Crecen con una estridencia alegre y, a veces, con alardeada arrogancia.
Pero no crecen todos los días, crecen de repente.

Un día se sientan cerca de ti y con una naturalidad increíble te dicen cualquier cosa que te indica que esa criatura de pañales, ya creció!
¿Cuándo creció que no lo percibiste? ¿Dónde quedaron las fiestas infantiles, el juego en la arena, los cumpleaños con payasos?

El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.
Ahora estás allí, en la puerta de la discoteca esperando no sólo que no crezcan, sino que aparezcan...Allí están muchos padres al volante esperando que salgan zumbando sobre patines, con sus cabellos largos y sueltos. Y allí están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas en las esquinas. Con el uniforme de su generación y sus incomodas y pesadas mochilas en los hombros.

Acá estamos nosotros, con los cabellos canos.

Y esos son nuestros hijos,
los que amamos a pesar de los golpes de los vientos, de las escasas cosechas de paz, de las malas noticias y la dictadura de las horas.
Ellos crecieron amaestrados, observando y aprendiendo con nuestros errores y nuestros aciertos. Principalmente con los errores que esperamos no se repitan.

Hay un período en que los padres vamos quedando huérfanos de los hijos... ya no los buscaremos más en las puertas de las discotecas y del cine.

Pasó el tiempo del piano, el fútbol, el ballet, la natación...
Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas.
Deberíamos haber ido más junto a su cama al anochecer para oír su alma
respirando conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia, y a los adolescentes cubrecamas de aquellas piezas con calcomanías, afiches, agendas coloridas y discos ensordecedores.
Pero crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto.
Al principio fueron al campo, la playa, navidades, pascuas, piscinas y amigos.

Sí, había peleas en el auto por la ventana, los pedidos de chicles, la música de moda.

Después llegó el tiempo en que viajar con los padres
comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, no podían dejar a sus amigos y primeros enamorados.

Quedamos los padres exiliados de los hijos.
”Teníamos la soledad que siempre deseamos...”

Y nos llegó el momento en que solo miramos de lejos,

deseando que escojan bien en la búsqueda de la felicidad y conquisten el mundo del modo menos complejo posible.
El secreto es esperar...

En cualquier momento nos darán nietos.

El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardía no ejercida

en los propios hijos.

Por eso los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan
incontrolable cariño.

Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto. Por eso, es necesario hacer algunas cosas adicionales,

ANTES DE QUE NUESTROS HIJOS CREZCAN!!!!
Así es.

Los seres humanos sólo aprendemos a ser hijos después de ser
padres, solo aprendemos a ser padres después de ser abuelos...

En fin, pareciera que sólo aprendemos a vivir después de que la vida se nos va pasando...

 

 

Sobre los abrazos y los abrazantes
Un abrazo hace que uno se sienta bien todo el día

TEORÍA:
El contacto físico no es sólo algo agradable. Es algo necesario. La investigación científica apoya la teoría de que la estimulación por el contacto es absolutamente necesaria para nuestro bienestar físico y emocional.

El contacto terapéutico conocido como instrumento esencial para la curación, en la actualidad forma parte del adiestramiento de las enfermeras en varios centros médicos de importancia. Se lo emplea para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad; para acrecentar en los pacientes la voluntad de vivir; para ayudar a los bebés prematuros (que se han visto privados de contacto en sus incubadoras) a crecer y fortalecerse.

Con diversos experimentos se ha demostrado que el contacto físico:

·      Nos hace ver con mejores ojos nuestra propia persona y nuestro ambiente;

·      Tiene un efecto positivo en el desarrollo del lenguaje y en el cociente intelectual de los niños;

·      Provoca alteraciones fisiológicas mensurables en quien toca y en el que es tocado.

·      Apenas comenzamos a comprender el poder que tiene el contacto físico.

·      Si bien hay muchas formas de tocar sugerimos que el abrazo es una muy especial, y que contribuye de un modo muy importante a la curación y la salud.

BASE LÓGICA :

El abrazo es:

·      Agradable.

·      Ahuyenta la soledad.

·      Aquieta los miedos.

·      Abre la puerta de los sentimientos.

·      Fortalece la autoestima (“¡Dios! ¡Quiere abrazarme... a mí!”)

·      Fomenta el altruismo. (“Me cuesta creerlo pero tengo ganas de abrazar a este grandísimo bandido.”)

·      Demora el envejecimiento; los abrazantes se mantienen jóvenes por más tiempo.

·      Ayuda a dominar el apetito; comemos menos cuando nos alimentamos con abrazos...
Y cuando tenemos los brazos ocupados en estrechar a los demás.

ADEMÁS, EL ABRAZO    

·      Alivia las tensiones.

·      Combate el insomnio.

·      Mantiene en buen estado los músculos de los brazos y hombros.

·      Es un ejercicio para el estiramiento para los de poca estatura.

·      Es un ejercicio de flexión para los altos.

·      Ofrece una saludable alternativa ante la promiscuidad.

·      Representa una opción y sin riesgo ante el alcohol y otras adicciones (¡más valen abrazos que vino y pinchazos!).

·      Afirma el ser físico.

·      Es democrático: cualquiera es candidato a un abrazo.

Y TAMBIÉN

·      Es ecológicamente aceptable, pues no altera el ambiente, más bien todo lo contrario, genera una atmósfera contagiosa de armonía y amorosidad alrededor.

·      Ahorra energía al economizar calor.

·      Es portátil.

·      No requiere equipos especiales.

·      No necesita de un sitio especial; cualquiera desde un umbral hasta una sala de conferencias para ejecutivos, desde el atrio de una iglesia hasta un estadio de fútbol, es un buen lugar para un abrazo.

·      Hace más felices los días felices.

·      Hace soportables los días insoportables.

·      Estimula el sentimiento de arraigo.

·      Llena los vacíos de la vida.

·      Continúa ejerciendo efectos benéficos aun después de la separación.

·      Y siempre hay una ocasión para darse un buen abrazo, ¡no las perdamos!!!!!!!!

 

 

 

 

 

El eterno vuelo de las bandurrias...

Desde el mirador veo deslizarse las bandurrias

sobre el espejado e inmenso Lácar...

En la lejanía se divisan brumosos

sus serpenteantes tributarios,

flanqueados por montañas rugiendo eternidad...

Larga es la ruta al corazón del sur

y plena de acechanzas...,

tal como arduo es el camino

a lo recóndito de nuestras almas...

Tal vez seamos cual trémulas bandurrias

que en busca del amor esquivo

rumbean al fronterizo frío

sobrevolando desafiantes el gigante plateado...,

aunque en sus orillas cotidianas

amenacen miles de arcos tensos

con flechas de colihue...

...¿cuántas de ellas llegarán hasta Nonthué?...

 

                                                                                                                   Juan Martín     02-2001

Desde el mirador de la ciudad de San Martín de los Andes, y sobrevolado por las bandurrias, aves patagónicas que migran aún más al sur, se contempla a sus pies el inmenso lago Lácar, que en un largo recorrido flanqueado por árboles de colihue y recibiendo otros aportes acuíferos va estrechándose hasta un paraje llamado Nonthué; allí transformado en un riacho cruza la frontera con Chile donde vuelve a hacerse lago. Esta poesía es una búsqueda y un homenaje a todos quienes aman el amor, el sur, la belleza, los sueños, el Ser espiritual superior  y la lejanía, y a un  gran poeta chino que deslumbrado por la colosal geografía de su tierra ha escrito inolvidables poemas como Ganso Salvaje y La torre de la Grulla Amarilla.

 

 

La Gran Invocación

 

 

El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo

Me parece valioso transcribir algunos escritos de orden espiritual sumamente inspiradores acerca de la actuación mundial de personas de buena voluntad. Este es uno que reconoce su inspiración en la destacada espiritualista británica Alice Ann Bailey.

En la luna nueva nos concentramos en cómo el Plan de Dios puede ser manifestado, nos enfocamos en las numerosas formas y maneras en las cuales “ el poder de la Vida Una y el amor del Alma Una”, están trabajando a través de los servidores del mundo. El énfasis en la luna nueva es el de expresar y extender la energía y la inspiración recibidos en el momento de la luna llena, mediante el reconocimiento del trabajo de servicio de individuos y grupos, que están involucrados en el reconocimiento de las necesidades mundiales, de aquéllos que están sirviendo activamente en uno u otro de los muchos campos del vivir humano y que están dedicados a elevar y enriquecer la calidad de vida de la humanidad sobre la tierra.

El tema de la meditación en la luna nueva es “Fortaleciendo las manos del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo”, compuesto por todos los hombres y mujeres que trabajan por la igualdad de oportunidades, por la justicia social, por la inclusión de los excluídos y por establecer correctas relaciones humanas. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo (NGSM) funciona en cada campo del esfuerzo humano y en todas partes del mundo. La mayoría de las veces sus miembros trabajan sin reconocimiento y satisfaciendo las necesidades humanas, trabajan por el bienestar de todos los seres vivientes, a través de la comprensión de nuestra interrelación planetaria y del poder que la buena voluntad tiene para producir los cambios necesarios posibles por el bien de las grandes mayorías, por el bien del mayor número.

Organización del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo

1.  A menudo hemos hablado del grupo de conocedores que se va integrando y comienza a actuar en la tierra, aunque separados, eslabonados por un vínculo espiritual interno y no por la organización externa.

2.  Este grupo no tiene organización exotérica de especie alguna, sede, publicidad ni nombre. Es un conjunto de trabajadores obedientes y servidores del VERBO - obedientes a sus propias almas y a la necesidad del grupo. Por lo tanto, los verdaderos servidores de todas partes pertenecen a este grupo, ya presten servicio en el campo cultural, político, científico, religioso, filosófico, psicológico o financiero. Constituyen parte, lo sepan o no, del grupo interno de trabajadores para la humanidad, y de místicos del mundo. Serán reconocidos por los miembros de su grupo al ponerse en contacto con ellos en forma casual en el intercambio mundial.

3.  El crecimiento del grupo y de sus ideas será lento y seguro. El grupo ya existe. No debe ser formado ni organizado, por lo tanto ninguno de ustedes debe asumir responsabilidades ni organizar actividad alguna designada, para atraer y dar publicidad a los discípulos que han elegido trabajar subjetivamente. Estos no son los métodos qué los Hermanos Mayores de la raza aprueban ni la forma en que Ellos trabajan.

Cada uno de ustedes debe saber si aprueba la nueva posición, la nueva actitud hacia el trabajo y el método subjetivo. Decídanse de una vez por todas si prefieren trabajar en la antigua forma exotérica y ambiciosa, construyendo y vitalizando una organización, y así producir el mecanismo que acompaña a este método de trabajo. Recuerden que estos grupos aún son muy necesarios y útiles. Todavía no estamos en la nueva era y los pequeños no deben quedar expuestos a las nuevas fuerzas ni alejados y privados de la “nursery” a la que lógicamente pertenece.

Si este nuevo método de trabajo les atrae, procuren subordinar la personalidad, dar suprema importancia a la vida de meditación, cultivar la sensibilidad hacia el reino subjetivo y manejar de adentro afuera cualquier actividad externa necesaria. Eviten la introspección puramente mística o su extremo opuesto, el espíritu de exagerada organización, recordando que una vida de verdadera meditación ocultista debe producir inevitablemente acontecimientos externos, pero que estos resultados objetivos sean ocasionados por el crecimiento interno y no por la actividad externa. Una antigua Escritura enseña esta verdad en los términos siguientes:

“Cuando el sol progresa en la mansión del hombre que sirve, el camino de la vida toma el lugar del camino del trabajo. Entonces el árbol de la vida crece hasta que sus ramas cobijan a todos los hijos de los hombres. La construcción del Templo y el acarreo de las piedras cesa. Se ven crecer los árboles que crecen; los edificios desaparecen. Que el sol pase a su lugar señalado y, en este día y generación, cuiden de las raíces del crecimiento”.

Pequeños grupos surgirán en todas partes, cuyos miembros responden a la nueva nota y cuyo progreso hacia un grupo mundial será vigilado por uno o más discípulos activos. Pero éstos no organizarán más tarde los grupos; ellos se desarrollarán cuando los hombres de todas partes despierten a la nueva visión o vengan a la encarnación para ocupar su lugar en el trabajo y traer la nueva era. Estos grupos no demostrarán ningún sentido de separatividad, ni tendrán ambición personal o grupal; reconocerán su unidad con todo lo que existe y permanecerán ante el mundo como un ejemplo de vida pura, creadora y constructiva, de actividad creadora subordinada al propósito general, de belleza e inclusividad. Tal vez en las primeras etapas de integración, la palabra amistad y colaboración describan mejor a dichos grupos, pues no son dogmáticos ni doctrinarios, ni utilizan consignas secretas. Su característica sobresaliente consistirá en estar libres del espíritu de crítica, tanto individual como grupalmente. La abstención de criticar no provendrá de la incapacidad de ver el error, o de no saber valorar una idea; serán reconocidas la falsedad, la impureza y la flaqueza, pero al ser estudiadas servirán para evocar una ayuda efectiva.

Estos grupos llegarán paulatinamente a conocerse entre sí y a encontrarse en lugares y horas determinados. Concurrirán a conferencias sin ningún deseo de impresionar ni de hacer alardes de poderío numérico; tampoco demostrarán ambición alguna de acrecentar su filas para hacer proselitismo. ¿No podrían actuar así, al reconocerse como miembros de un mismo grupo mundial? No tienen que impartir enseñanza de naturaleza doctrinaria ni aparentaran ser eruditos. Se reunirán con el único objetivo de discutir la forma de ayudar al mundo y desarrollar un programa universal cuyas verdades fundamentales pueden ser presentadas bajo diferentes métodos y utilizando las numerosas terminologías. Se esforzarán por emplear y familiarizarse con todos los términos y el modo en que cada uno se acerca a la realidad y a los símbolos.

Gradualmente será reconocida la nota y la contribución particular de cada grupo, y donde existe la necesidad de ese acercamiento especial y la determinada nota o el método de interpretación, en cualquier parte del mundo habrá un impulso inmediato y unido que facilitará el trabajo que podrá desempeñar en tal lugar ese grupo especializado.

Estos grupos, con el grupo subjetivo de almas vivientes y conscientes detrás de ellos, estarán muy ocupados en el servicio e intereses mundiales. No perderán el tiempo en cosas frívolas, no esenciales, ni se ocuparán de los nombres, insignias y emblemas grupales, ni de los tecnicismos de las fraternidades cuando se encuentren. Las necesidades y oportunidades mundiales, el rápido desarrollo de la conciencia del género humano y la iniciación del hombre en las realidades espirituales, absorberán tanto su atención, que no se interesarán puramente por los arreglos del plano físico ni pondrán énfasis sobre su propio desarrollo personal. Serán bien conscientes de que la respuesta a la necesidad mundial, mediante el servicio y una vida de enfocada meditación, fomentará su crecimiento. No tendrán sus ojos puestos en sí mismos ni sobre su buen comportamiento o realizaciones individuales.

4.  Una de las características que distingue al grupo de servidores y conocedores del mundo es que no poseen un organismo externo que los integre. Están ligados por una estructura interna mental y por un medio telepático de interrelación. Los Grandes Seres, a Quienes tratamos de servir, están vinculados de esta manera, y pueden - en caso de necesidad y con el mínimo desgaste de fuerzas - ponerse en contacto entre sí, sintonizándose a una determinada vibración.

5.  La organización externa es importante, hasta donde pueda conducir al hábil aprovechamiento de la oportunidad y del dinero, pero es también un medio para un fin. No es posible formar una organización con el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Sus miembros deben permanecer siempre sin organizarse, sin poseer títulos y estar libres para manejarse individualmente como crean apropiado. Me refiero a la organización de los recursos disponibles para que se pueda promover el Plan, lleguen a ser prácticos los ideales y se lleve a cabo inteligentemente el trabajo. 

“Descubran a los miembros del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo (NGSM) donde sea posible y fortalezcan sus manos. Búsquenlos en todas las naciones y en todas las expresiones de las distintas líneas de pensamiento y puntos de vista. Recuerden siempre que en doctrina y dogma, y en técnicas y métodos, podrán diferir ampliamente de ustedes, pero en el amor a sus semejantes, en la buena voluntad práctica y en la devoción para el establecimiento de correctas relaciones humanas, están con ustedes, son sus iguales y probablemente puedan enseñarles mucho.”  Maestro Tibetano Djwhal Khul  (D.K.)

“Todo hombre o mujer de cada país que trabaja para eliminar las separaciones en el orden individual, social, nacional y mundial, intentando evocar el sentido de hermandad y fomentando el sentido de interrelación e interdependencia mutua, sin establecer barreras raciales, nacionales o religiosas, forma parte del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, aunque nunca haya oído nombrarlo.” De: “Sirviendo a la Humanidad”, por Alice A. Bailey

 

 

 

Bibliografía Recomendada

Fides et Ratio, carta encíclica a los obispos de la Iglesia Católica sobre las relaciones entre fe y razón.  Juan Pablo II  (Edic. Paulinas).

Cruzando el umbral de la Esperanza.  Juan Pablo II (Edic. Paulinas).

Éticas teológicas, ayer y hoy.  José Vico Peinado (Ediciones Paulinas)

Hacia una Ética Mundial, Declaración del Parlamento de las Religiones del Mundo.  Hans Küng, Karl-Joseff Kuschel (Edit. Trotta)

Psicoanálisis y Existencialismo.  Víktor Frankl (Herder).

Ante el vacío existencial.  Víktor Frankl (Herder)

La presencia ignorada de Dios, psicoterapia y religión.  Víktor Frankl (Herder).

 

Logoterapia y Análisis Existencial.  Víktor Frankl (Herder).

Fundamentos de la Psicología Médica, un enfoque epistemológico.  Flavio Nuñez (Lopez Libreros Editores).

Psicología y fe.  J.H.Van Den Berg (Edic. Lohlé).

 

El miedo a la libertad.  Erich Fromm (FCE)

La nuca de Houssay, la ciencia argentina entre Billiken y el exilio.  Marcelino Cereijido (Biblioteca Médica Aventis).

Don Bosco, Amigo de los Jóvenes, Vida y Pensamiento.  (Ediciones Don Bosco).

Guía de la Logoterapia.  Tulio Bazzi-Eugenio Fizzotti (Herder)

Iglesia y Comunidad Nacional.  Conferencia Episcopal Argentina, XLII Asamblea Plenaria, Mayo 1981.

Propuesta de Educomunicación para la familia salesiana.  ECOSAM, Equipo de Comunicación Social del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en América, Caracas, 2001.

Víktor E. Frankl, comunicación y resistencia.  Guillermo Pareja Herrera (Premia Editora).

Ética y Psicoterapia. María Lucrecia Rovaletti (Edit. Biblos).

Psicología Esotérica.  Alice Bailey (Edit. Kier-Lucis).

 

El nuevo grupo de servidores del mundo. Alice Bailey (Edit. Kier).

 

La reaparición de Cristo.  Alice Bailey (Edit. Kier).

 

Los problemas de la Humanidad.  Alice Bailey (Edit. Kier).

 

El puesto del hombre en el Cosmos.  Max Scheler (Losada).

 

Bhagavad Gita.  Yogi Ramacharaka (Edit. Kier).

 

Yoga y Swami Pranavananda, Su misión mundial. (Edit. Círculo Yoga Swami Pranavananda).

 

La Voz del Silencio.  H.P. Blavatsky (Edit. Kier).

 

La Doctrina Secreta. (Tomos I a VI)  H.P.Blavatsky (Edit. Kier).

 

De Freud a Frankl, interrogantes sobre el vacío existencial.  Eugenio Fizzotti, Sacerdote Salesiano (EUNSA, Pamplona).

 

De la vida fugaz.  Elizabeth Lukas (Almagesto).

 

Tu vida tiene sentido.  Elizabeth Lukas (Edic. SM, Madrid).

 

Tu familia necesita sentido.  Elizabeth Lukas (Edic. SM, Madrid).

 

Lo sagrado y lo profano.  Mircea Eliade (Edit. Labor).

 

Filosofía y Vida.  Ismael Quiles, S.J. (Edic. Desalma).

 

La crisis del Psicoanálisis.  Erich Fromm (Paidós-Studio).

 

Psicología de la Personalidad.  Oscar Oro (Ed. F. Arg. Logoterapia)

 

Ética Médica.  Marcos Meeroff (Akadia).

 

                                            INDICE

Introducción....................................................................................... pág.

Re-valorizar la Ética: el imperativo actual.........................................pág.

La Liberación Religiosa – y – El retorno a la Filosofía (dos escritos

precursores del año 1973, de pasmosa ysorprendente actualidad)….pág

Bienvenida Ultramodernidad.............................................................pág.  

No globalizar el corazón.....................................................................pág. 

Mensaje a nuestros hijos: prevención de adicciones.........................pág.

Adolescencia en la posmodernidad...................................................pág.

Carmen de Patagones:¿violencia escolar o social?.........................pág.

Carta Urgente desde los Santos Lugares.........................................pág.

What the bleep is  this movie?,¿Qué carachos es este film?...........pàg.

Crisis global, Ética trascendente y religiosidad..............................pág.

¡el Sur también resiste! ....................................................................pág.

Lucisterris (introducción al sitio web Faro de la Utopía)..............pág.

 Crisis mundial: debemos cambiar los valore$ económicos  por

   los valores ético-espirituales.........................................................pág.

Indígnate!!!  y  Promover valores éticos en las naciones…………pág.

Yoani Sanchez ,de Cuba : ¡hasta la libertad siempre!....................pág.

Análisis Existencial-Logoterapia y Filosofía Yoga, senderos de

trascendencia espiritual (versión del Congreso y Ampliada)..........pág.

Sri Swami Pranavananda Saraswati, Yoga para la humanidad…pág.

Francisco, el Papa de la utopía del fin del mundo……………….pág.

 

                        Miscelánea

Tengo un sueño (Martin Luther King)............................................pág.

Gandhi, un santo político................................................................pág.

Extraño suceso al estrechar la mano de Juan Pablo II..................pág.

Para Padres, Hijos y Abuelos...........................................................pág.

Abrazos: su poder sanador................................................................pág.

Bandurrias (poema sureño)..............................................................pág.

La Gran Invocación..........................................................................pág.

El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo......................................pág.

Bibliografía recomendada...............................................................pág.

 

CONTRATAPA

 

 


  Este libro es un compendio de ensayos del Licenciado en Psicología (UBA)-Posgrado en Logoterapia (UCA) Juan Martín Nuñez (creador y Director del sitio web Faro de la Utopía, http://farodelautopia.webcindario.com), apropiado para reflexionar sobre la ÉTICA en esta ultramodernidad o hipermodernidad, más allá de la posmodernidad que aún nos influye inexorable con sus lacras producto de la globalización del capitalismo salvaje, pero que también nos brinda ventanas de oportunidad para globalizar el conocimiento y la bondad como lo son hoy Internet y los nuevos emprendimientos educativos como la edu-comunicación social salesiana..

      El desarrollo por el Papa Juan Pablo II de conceptos integradores entre la fe y la razón (Fides et Ratio), ya no antagónicas sino complementarias, permite pasar a la acción y superar los valores éticos posmodernos superficiales y decadentes, para encarnar los valores cristianos trascendentes de esta nueva Ética, como una moral vivida, con amor solidario por nuestro prójimo que sufre y espera nuestra ayuda. Iluminados por estos valores espirituales que en conjunto con los enseñados por el Médico, Filósofo y Maestro de Yoga Dr. Sri Swami Pranavananda Saraswati y la destacada espiritualista Alice Bailey promueven el servicio a la Humanidad como un servicio a Dios, surge diáfana en nosotros la posibilidad de entrar en el Sendero de una vida más auténtica, con un compromiso personal y social más responsable para descubrir nuestro Ser espiritual y hacer consciente “la presencia ignorada de Dios”, como dice Víctor Frankl, creador de la corriente psicológica conocida como Logoterapia, hoy tan bien expresada por el Dr.Guillermo Pareja Herrera. 

       Estos estudios han obtenido recientemente una Distinción en el Certamen Ibero-americano de ETICA Elena Gil Edición 2005, organizado por el Centro Felix Varela  de Estudios Éticos (ONG)  de La Habana, Cuba.   

      Haciendo realidad esta nueva concepción espiritual de la Ética, ya no abstracta sino encarnada en hechos solidarios, y como una manera de contribuír con todo proyecto comunicacional que promueva el desarrollo moral y material y la buena voluntad a nivel personal y comunitario, el autor, siempre sensible a todo emprendimiento educativo que contribuya a elevar el nivel espiritual y calidad de vida de los pueblos latinoamericanos, ha decidido poner a libre disposición esta publicación en Internet en formato de libro digital, como modo de promover la difusión y práctica de los mencionados valores éticos trascendentes tan consustanciados con el noble ideario cristiano.  

 

 


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(solapa 1)

Juan Martín Nuñez (izquierda)  con Guillermo Potenza (centro) y Sergio Pelliza (derecha) en la firma del Convenio Educativo con el Instituto Salesiano de Estudios Superiores de Río Gallegos, Provincia de Santa Cruz, Argentina.

El autor es Licenciado en Psicología (U.B.A.,Universidad de Buenos Aires) con Posgrado en Logoterapia (UCA, Universidad Católica Argentina). Se desempeñó en Consultorios Externos de Psicología Médica del Hospital de Clínicas. Docente de la Cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Medicina (U.B.A.) y de la Cátedra de Orientación Psicológica de la Facultad de Psicología (U.B.A.). Participante de jornadas, seminarios, congresos  y cursos de especialización.  Formación en Religiones Comparadas, Filosofía Oriental y Filosofía Espiritual con el destacado Médico de India Sri Swami Pranavananda Saraswati y en Fundación Lucis Argentina-Arcane School Inglaterra. Formación Bianual Logoterapeuta, Fundación Argentina de Logoterapia. Cursante Doctorado en Psicología Universidad del Salvador. Asesor Cultural de la Asociación Mutual Empleados de Aduanas-AEANA.

(continúa en la otra solapa)

 

(solapa 2)

 

Creador y Director  del Sitio Web de Internet Faro de la Utopía http://farodelautopia.webcindario.com    Representante en Capital Federal de los Proyectos Educativo-Culturales INFOCIBER-ISES y AIKE HACER MAS del Instituto Salesiano de Estudios Superiores-ISES de Rio Gallegos, Provincia de Santa Cruz, Patagonia Austral Argentina, (con aporte profesional en ambos), desarrollados en conjunto con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, bajo el auspicio del CONSUDEC, Consejo Superior de Educación Católica. Tutor de la Sección Psicología de la página web del I.S.E.S.. Realización de Diseño, Redacción, Estilo, Compaginación y Contenido Teórico (psicológico, filosófico, cultural, religioso) del Proyecto U.N.E.S.C.O. en Argentina. Integrante de la Academia del Pensamiento Nacional. Conferencista, Ensayista, Escritor y Periodista (como Colaborador Profesional).

E-mail del Autor:

 farodelautopia@gmail.com

 farodelautopia@yahoo.com.ar            

Derechos Autor Reg.N°381880 (DNDA)       

Santos Lugares, Buenos Aires, Argentina, 2005/2015. 

Visita si gustas las páginas web de estos dos grandes amigos y logoterapeutas:

Lic.Lucía Copello, hoy titular del CLAE de la UCA, y el Dr.Guillermo Pareja Herrera

 (haz click sobre imágenes hipervinculadas) 

    http://lascartasdeldesierto.blogspot.com/  

 de Lucía Copello  http://www.facebook.com/LogoterapiaenCarceles

y también

  http://logored.blogspot.com

 

La destacada logoterapeuta y gran amiga Clara Martínez Sanchez  (Colombia)    http://www.institutologos.net/#!nuestro-equipo/c1kbs   https://www.facebook.com/klaramar?fref=nf&pnref=story 

CLARA MARTINEZ SANCHEZ (Colombia)

Psicóloga Clínica

Doctoranda en Psicología Cognitiva-Existencial 

Postgrado en Logoterapia y Análisis Existencial Diplomada en Logoterapia y Análisis Existencial

Especialista en Docencia Universitaria 

Docente y conferencista internacional

Directora de Faros de sentido, Logoterapéuta de niños, adolescentes y adultos

 

       http://uca-clae.blogspot.com/ 

  www.logoforo.com   Muy completo Foro de Logoterapia, de Tere Lemus de Vanek (México)

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ejemplo de lucha inclaudicable por los derechos humanos : ¡Hasta la libertad siempre!    

 

  2014 - EL DIARIO DIGITAL DE YOANI SANCHEZ

 

  La Civiltà Cattolicahttp://www.laciviltacattolica.it  la revista jesuítica de Roma, dirigida por el Padre Antonio Spadaro S.J. - Superior Jesuita

 

3  Papa Francisco , tango, futbol y barrio

 

 Faro de luz espiritual y faro de la utopía realizada…faro de luz en la lejanía austral…el Papa del fin del mundo, del Sur del mundo…y del Sur profundo de Buenos Aires…

Unidos por la fe y el amor a Dios, acá arriba observamos en la foto al obispo Bergoglio, hoy Papa Francisco, junto al padre Pepe, desarrollando a fines del 2012 tareas pastorales en conjunto en estos barrios precarios y villas de emergencia, cada uno con su corazón latiendo por el equipo de sus amores: el Papa Francisco por San Lorenzo y el padre Pepe por Huracán, dándonos el ejemplo que la pasión futbolera más que separar une, máxime tratándose de estos barrios lindantes tan unidos por la historia. 

 

El Papa Francisco, fue vecino y aún es hincha (simpatizante) confeso del club de fútbol San Lorenzo de Almagro, fundado por el cura Lorenzo Massa, conocidos como “los santos de Boedo”, su hermano de barrio y clásico rival es el club  Huracán   de Parque de los Patricios y Pompeya , conocidos como “los quemeros”, por las actividades de una quema de la basura que hace años se hacía en sus inmediaciones, y que lleva tal nombre y escudo en homenaje al globo aerostático del mismo nombre que tripuló el deportista y aviador Jorge Newbery, quijote soñador y amigo de cielos como el pionero de la aviación sureña patagónica en el país, el autor de“El Principito”, Antoine de Saint Exùpery , famosísimo libro considerado como el más leído en el mundo, traducido a 180 lenguas y dialectos, y con certeza inspirado en la grandiosidad e infinita belleza de los paisajes australes patagónicos. Fue el último texto publicado en vida por su autor, un aviador francés, de 43 años, de nombre Antoine de Saint-Exupéry, al que llamaban Saint-Ex. Ya había escrito otras cosas como Tierra de hombres –que suele considerarse su mejor novela y a la que el escritor argentino Fabián Casas considera de imprescindible lectura– o Vuelo Nocturno.  Entre 1929 y 1930 estuvo por Argentina, para hacerse cargo de la Compañía Aeropostale Argentina, ya que habían creado la línea de Patagonia que unía Buenos Aires y Punta Arenas, línea que acabó con el aislamiento de los pueblos del sur. En su estadía en nuestro país pasó largas veladas con Victoria Ocampo, quien después le editaría la novela Correo del Sur en SUR, y también conoció aquí a quien sería su esposa.   Como vemos, invisibles lazos de romanticismo, poesía y lirismo unían secretamente a todos estos pioneros y soñadores, que se coronarían con la magia y la nostalgia surgidas de sus mismas entrañas al nacer en estos arrabales sureños el tango

 

 Como hincha de Huracán (nací en la maternidad Sardá de Parque Patricios, fui al Palacio Bernasconi al colegio primario, viví toda mi niñez y adolescencia en Loria y Brasil -a 12 cuadras de San Juan y Boedo y a 14 cuadras de Av. Centenera y Tabaré-, y con un hermano biológico de San Lorenzo, a quien tantas veces acompañé sentado en los tablones del viejo Gasómetro viendo a sus "santos de Boedo"), rindo aquí un cálido homenaje a esta pasión entrañable, invalorable e inexplicable del corazón porteño.

Las historias futboleras de ambos clubes y estos barrios humildes del sur profundo de la ciudad están atravesadas por la melodía y canción típica de Buenos Aires: el tango (del cual Francisco también se ha confesado admirador) ya que éste nació en esos mismos barrios pobres del arrabal de Pompeya y Parque Patricios.  Fue en esos barrios obreros y caseríos pobres de conventillos, fondas y prostíbulos, cuna de taitas y malevos, de cuchilleros de duelo criollo, de guapos y cirujas, de las latas y las ranas, donde el primigenio cantar de los payadores, dió origen a la milonga y  el tango, ese maravilloso exponente de música, danza, poesía y canción que adquiriera fama universal.  Carlos Gardel venía a ensayar con Guillermo Barbieri, mientras Enrique Santos Discépolo desarrollaba su adolescencia en el barrio, cruzándose seguido con Homero Manzi , autor de inolvidables letras de tango. 

Según historiadores, en los suburbios de Parque Patricios, antes conocido como los Corrales Viejos, se produjo la Primera Fundación de Buenos Aires.  En el centro de Parque Patricios está la casa (hoy museo nacional) donde viviera un héroe naval nacional y primer argentino en circunvalar el planeta, el Comandante Tomás Espora  que combatiera junto al Almirante Guillermo Brown; y también allí está la casa del Dr. Genaro Giacobini (Caseros 3071) creador del guardapolvo blanco escolar y promotor de la existencia del Ministerio de Salud Pública, que quedó en la memoria colectiva -según narraba el periodista Diego Lucero- por sus arengas socialistas en la tribuna del estadio previo a los partidos de fútbol. Asimismo, fueron esas tierras el último suelo argentino pisado por el prócer máximo de la argentinidad, el Padre de la Patria, el General José de San Martín, quien en 1823, antes de marcharse al exilio en Boulogne Sur Mer en Francia, vivió un mes en la casa de su esposa Remedios de Escalada de San Martín, en la que ella vivía y donde también falleciera, en la calle Caseros y Monasterio, pleno centro de Parque Patricios.

Tal vez el mítico,  incomparable y extraordinario tango “Sur”, compuesto por el poeta Homero Manzi , con música de Aníbal Troilo (1948), sea el que mejor exprese el sentimiento de nostalgia, de pertenencia barrial y arrabalera que caracteriza al alma porteña, y el que mejor describe las vivencias de esos barrios pobres del Sur profundo de Buenos Aires, donde el hoy Papa Francisco jugaba en su niñez a la pelota e incluso hasta hace poco desarrollaba tareas pastorales junto a los humildes en las diversas parroquias e iglesias de la zona, la que estuvo y está impregnada de una historia riquísima y fascinante de conocer. 

Mapa de los barrios de Boedo, Parque Patricios y Pompeya (con guía de sitios) CLICK AQUÍ

Es argentino hasta la médula y como tal tenía que amar el tango. El nuevo Papa, Jorge Bergoglio, declaró en el pasado su pasión por el 2x4. "Me gusta el tango, lo bailé de joven", admitió en el capítulo más intimista del libro-entrevista de los periodistas Francesca Ambrogetti y Sergio Rubín, periodista de Clarín, editado en Buenos Aires en 2010. "El tango es algo que me agrada muchísimo. Es algo que me sale de adentro. Mis preferidos como cantantes son Carlos Gardel, Julio Sosa y Ada Falcón, que después se convirtió a monja", les confió.

          escucharlo en You Tube:  http://www.youtube.com/watch?v=ZjlkT8k-rRc  Rivero con Aníbal Troilo

http://www.youtube.com/watch?v=6v2yo0X9coE  Julio Sosa con Caruso

“Sur”

San Juan y Boedo antigua y todo el cielo... 
Pompeya y más allá la inundación... 
Tu melena de novia en el recuerdo 
y tu nombre florando en el adiós... 
La esquina del herrero, barro y pampa; 
tu casa, tu vereda y el zanjón, 
y un perfume de yuyos y de alfalfa 
que me llena de nuevo el corazón....

Sur, paredón y después... 
Sur... 
una luz de almacén... 
Ya nunca me verás como me vieras, 
recostado en la vidriera, 
esperándote... 
Ya nunca alumbraré con las estrellas 
nuestra marcha sin querellas 
por las noches de Pompeya... 
Las calles y las lunas suburbanas 
y mi amor en tu ventana... 
Todo ha muerto, ya lo sé...

San Juan y Boedo antigua, cielo perdido... 
Pompeya, y al llegar al terraplén, 
tus veinte años temblando de cariño 
bajo el beso que entonces te robé... 
Nostalgia de los años que han pasado... 
arena que la vida se llevó... 
Pesadumbre de barrios que han cambiado 
y amargura del sueño que murió...

Nota: la letra original es "florando"(difundiendo el perfume de la flor), pero por una licencia poética para su mejor entonación, Edmundo Rivero canta "flotando", al igual que "antiguo" en lugar de San Juan y Boedo "antigua" (la esquina), ambas con permiso de Manzi.  No así Julio Sosa quien canta la letra original.  Y así hay otras curiosidades de este maravilloso tango.

Y de yapa, otro tango extraordinario de Manzi, con un recuerdo memorable para el sur amado, que estremece el corazón: MANOBLANCA  http://www.youtube.com/watch?v=fwFe4K5l6UY

Y con este tango se me pianta un lagrimón: sí señores... YO SOY DE PARQUE PATRICIOS  http://www.youtube.com/watch?v=_eb-mfB_VB8

Yo me hice en tango... y este tango... este tango habla por mí...  LA CUMPARSITA  http://www.youtube.com/watch?v=sv9u_77RjzA

click y en este link se accede a un compendio de muchos hermosos tangos

El poeta Homero Manzi : El poeta que no fue ni oficialista ni opositor, sino un revolucionario
  El autor de letras de tangos que se convirtieron en verdaderos himnos porteños, fue también un orador de barricada que se pronunció siempre a favor de los más humildes. En el arte y en la vida caminó por la vereda de lo popular. 
Le tocó vivir un tiempo difícil de vasallaje y miseria popular, de artes exóticas y gobiernos reaccionarios, de banderas enfangadas y "próceres" traidores. Pero él supo encontrar las respuestas y erguirse junto a su pueblo para empujar, "de prepo", a esa historia nuestra, a veces remisa y reculadora.(Norberto Galasso)

Su faceta más importante fue, sin duda, la poética, pero no muy lejos estuvo la política, donde su compromiso con el movimiento popular y nacional; que en aquella época encarnaba el yrigoyenismo; lo convirtió en un militante. 

Posteriormente, cuando las circunstancias políticas generaron el hecho revolucionario que culminó con la irrupción de Juan Domingo Perón en el poder y en las instancias de transformaciones que vivió el país, Homero Manzi acompañó hasta sus últimos días al peronismo. 

Este militante, este poeta popular, goza del afecto y de la consideración de quienes admiramos su presencia como un vehículo de todas las expresiones del sentimiento concreto del pueblo. 

Los que viven con el apuro de dar se van pronto, y nos dejan mucho. 

El 3 de Mayo de 1951, con solo 44 años de edad, la muerte "le pungueó el corazón" y él se despidió "lleno de luces y colores que integran mi cortejo final de despedida" y Troilo lo llora con "Responso", un conmovedor tango instrumental. 

Ernesto Sábato dijo en su poema "Al Buenos Aires que se fue": "Feliz de vos, Homero Manzi, que te fuiste a tiempo, / cuando aún era posible escribir esas canciones de trenzas y almacenes; / cuando todavía los espíritus no estaban resecados por la ferocidad y la violencia". 


Y el Poeta Horacio Ferrer le dice: 

"Homero viene allá, de sur vestido, 
su muerte fue tan solo un mal momento, 
ahí va sembrando vidas que no han sido, 
por un claro de cuna de arrabal. 

Tras él vienen sus novias en cortejo, 
mostrando el corazón de adiós tejido, 
cuando él, grave de todos, sangra un río, 
de glorias y fracasos en orsai. 

Homero Manzi, tus valsecitos, 
la luna triste quiere cantar. 
Vamos, Homero, salgamos juntos, 
que en el misterio, van a cerrar. 

Se asoman, por los barrios para verlo, 
los tangos y la fe que han muerto poco 
y Manzi les da un nuevo sueño loco, 
al son de su guitarra fraternal. 

Le enseña a presagiar a nuestro olvido 
y el pájaro total del amor nuestro 
a su barbeta va, buscando nido, 
en tanto él fuma y fuma en el umbral. 

Homero Manzi, tus valsecitos 
la luna triste, quiere cantar. 
Vamos, Homero, salgamos juntos, 
que en el misterio, van a cerrar". 

Fue un "maldito" que en el contexto histórico que le tocó vivir, lo hizo a la altura de su pensamiento y de su arte. 

Parecería no haber vivencia que no haya quedado plasmada en su obra, y hoy, cuando en la radio de un tallercito del suburbio o en la disquería del centro, florecen sus versos "con un perfume de yuyos y de alfalfa que nos llena de nuevo el corazón" y nos cuenta de "un ladrido de perros a la luna", del "amor escondido en un portón, y los sapos redoblando en la laguna" imaginando "a lo lejos la voz del bandoneón" con "un coro de silbidos... allá en la esquina" parece como si Homero, indoblegable, rebelde, de sur vestido, se pasease todavía entre nosotros, según Cátulo Castillo... "con su cara redonda y sus ojos limpísimos de niño, con su frente triste de pensar la vida y tirando madrugadas". 


Es que muriendo como hombre, Manzi renació como mito para mantener viva la canción y encendernos de nuevo la esperanza. 

 

 

 

 

Mucho bien se puede realizar si se entiende al fútbol como una herramienta de cohesión social y educativa, que puede entonces compartir con la tarea pastoral el objetivo común de orientar sobre todo a los jóvenes en actividades deportivas sanas y productivas y alejarlos de la delincuencia y la droga.  Es prioritario asimismo que de a poco el futbol recupere su carácter lúdico y el espíritu amateur de sus tiempos originarios, y deje de ser refugio de violentos y barrabravas emparentados cada vez más con la delincuencia, la mala política y los negocios sucios de las armas y drogas, y que vuelva a ser un espectáculo familiar donde sea posible concurrir sin correr riesgos por la violencia que lo azota actualmente.  Tal vez una primer medida fácil de implementar, que desdramatizaría todo lo que rodea a la actividad futbolera, y que no lesionaría intereses económicos, sería que los equipos importantes o grandes, con miles de simpatizantes, o representativos de zonas o barriadas tradicionales, en caso de mal desempeño en un campeonato, desciendan sí a una categoría inferior, pero solo temporariamente, siendo así penalizados por uno o dos campeonatos, tras lo cual volverían automáticamente a su situación habitual.  Esta es una solución simple y fácil de implementar, que revalorizaría el espíritu y los valores de sana competencia deportiva y responde al pensamiento expresado por el Papa Francisco de buscar ante todo la paz y el bien, creando las condiciones sociales materiales para acercar cada vez más a cada ser humano al descubrimiento de su esencia trascendente, espiritual y divina.

Francisco sostiene que la opción principal del sacerdocio es "caminar por las calles y acercarse a la gente, esa es la misión".

Pecadores sí, corruptos no!!!

 

 

 

 

El Papa Francisco recibió al padre Pepe en el Vaticano  (24/08/2013)  El Papa Francisco recibió hoy en audiencia en el Vaticano al sacerdote argentino José María Di Paola, conocido popularmente como "padre Pepe" y que lidera el Equipo de Sacerdotes de Villas de Emergencia, según informó la sala de prensa vaticana. 
Di Paola ha participado, según informa el portal de información "Terre d'America", en el "Meeting de Rímini", una reunión anual organizada por el grupo católico Comunión y Liberación en la que se dan cita élites políticas, económicas, intelectuales y religiosas nacionales e internacionales desde 1979. 
Asimismo, señala que el sacerdote acudió al encuentro con el Papa con una maleta llena de cartas y pequeños regalos para el pontífice de los habitantes de la villa "La Cárcova", situada a unos treinta kilómetros de Buenos Aires y donde vive desde hace seis meses.
 El "padre Pepe" llevó consigo además un regalo especial para Francisco: una camiseta de Huracán, rival de San Lorenzo de Almagro, el club de futbol  del que Bergoglio es fiel seguidor.

El día 09/09/2013 en el encuentro entre el Club Atlético Huracán e Independiente estuvo presente el Padre “Pepe” presenciando el partido. En el entretiempo del mismo el Presidente de la Institución Alejandro Nadur, el Vice 1ro Luis Sasso y el Secretario Fernando Moroni le hicieron entrega de una plaqueta, una camiseta y se lo designo Socio Honorario de la Institución (Departamento de Prensa, “Huracán, el corazón de Buenos Aires”).  Por una iniciativa del Secretario del Club Fernando Moroni en conjunto con el Padre “Pepe” el Club Atlético Huracán le mandó por intermedio del Padre que viajó a visitarlo una plaqueta y una camiseta a su santidad el Papa Francisco a Roma para que quede en el Vaticano.

 

Un fútbol alegre que se se guardó un lugar en la historia

 

De la mano del Flaco Menotti, Huracán conquistó el Metropolitano del 73 y se convirtió en uno de los grandes campeones del profesionalismo y que recibió su reconocimiento con un homenaje especial en los premios Clarín Deportivo. Mirá cómo jugaba ese equipo.

 

 

¡Ellos vendrán!... 

Como cuando eran niños y sus padres los traían de la mano... ¡ellos vendrán!...

Aunque sus viejos ya no estén, y los miren desde el cielo..., igual... ¡ellos vendrán!...

Como cuando eran niños y rumbeaban a jugar para el Parque Patricios con la pelota bajo el brazo, así...¡ellos vendrán!...

Las modas han pasado, también las guerras, los discursos y las pompas, los inviernos y veranos, los días y las noches, y todo se ha olvidado..., pero en la historia del sufrido pueblo, a lo largo de los años sólo el fútbol ha permanecido...

Como cuando eran niños...¡ellos vendrán!... a ver a sus ídolos, a los que el corazón dejan en la cancha por amor a la divisa inmortal...

Como cuando eran niños...¡ellos vendrán!... a ver el equipo blanco de sus sueños, formado con sus secretos anhelos y esperanzas, al que vieron jugar bajo la lluvia de sus lágrimas y también bajo el sol de sus sonrisas...

Y en una tarde gloriosa, radiante y plena de luz, como cuando eran niños...¡ellos vendrán!..., se juntarán con los amigos de siempre, se ubicarán en las tribunas, cantarán y explotarán en un grito sagrado...¡goool!, ¡gol de Huracán!

Y será fiesta del alma, y los plateados duendes recorrerán fantasmales el viejo barrio llevando la buena nueva..., ¡otro triunfo del Globo!...¡ganó Huracán!...   

Y en el atardecer de la vida, cuando el fin del partido esté próximo, levantará vuelo el Globo llevando las almas de aquellos que se atrevieron a soñar un ideal blanco y puro, a palpitar un sentimiento sanguíneo en el corazón, a escribirle un poema al club de sus amores, a tener una lírica fantasía, a seguirlo a todas partes...

Y entonces, en ese instante único, mágico y maravilloso, como cuando eran niños...

¡ellos vendrán!...

 

Paz en el futbol. A los hermanos de Huracán con afecto. Francisco

14 de Agosto 2013 - El Padre Eduardo Redondo -hincha de Huracán de nacimiento (nació y vivió en Parque Patricios toda su niñez), también luego vivió por su apostolado sacerdotal en favelas de Brasil 11 años y ahora reside en el Vaticano, pero por su cargo de Delegado para el Cono Sur en el Consejo General de Padres Operarios Diocesanos viene regularmente a Argentina como parte de su tarea.  Hace pocas semanas estuvo concelebrando misa  con su Santidad en Roma -Italia-,  y tuvo la ocasión de pedirle al Papa que autografiara la camiseta del "globo de Parque Patricios", como se nombra popularmente al Club Atlético Huracán, lo que Francisco hizo con todo cariño.  El Padre Eduardo se hizo presente en la Sede Social para entregársela al Presidente del Club, don Alejandro Nadur.  La misma será enmarcada y colocada en lugar destacado en la Sede Social.  El Papa Francisco, reconocido hincha de San Lorenzo de Almagro, clásico rival del barrio de Huracán, quiso sin embargo en su dedicatoria fraterna enviar un mensaje de hermandad, concordia y paz, señalando así que ésta debe prevalecer sobre superficiales diferencias propias de una sana rivalidad deportiva. 

En el siguiente link a la página web oficial del Club Atlético Huracán se accede a más información y a los videos explicativos de tan grato acontecimiento. 

http://www.clubahuracan.com.ar/2013/08/14/el-presidente-nadur-recibio-la-camiseta-firmada-por-el-papa-francisco/    

En el siguiente link, el Padre Eduardo Redondo explica amenamente en este video en You Tube como Francisco accedió a autografiar la camiseta de Huracán.

http://www.youtube.com/watch?v=vCOkp_WHzn8

Y haciendo click en este link podemos leer un muy hermoso y valioso artículo del Padre Eduardo Redondo, titulado : Francisco, un Papa con estilo de Jesucristo!  ...///...porque eran tan distintos los estilos de Francisco y Benedicto XVI , y él no supo que responderle hasta que sin pensarlo casi, le salió: “Sabes lo que ocurre, Benedicto es muy bueno y su estilo es el de un teólogo; Francisco también es muy bueno,…, pero su estilo, “es el de Jesús”.    //...

Y aquí compartimos un grato, alegre y emotivo encuentro con el Padre Eduardo Redondo, en su visita a casa el 05 de septiembre 2013, como buenos amigos hinchas ambos del Globo de Parque Patricios.  Repasamos juntos un sinfín de recuerdos y anécdotas del barrio emblema del sur profundo de Buenos Aires, que vive siempre con amor en nuestros corazones, pleno de modestia, tango y futbol (como los hermanos aledaños de Pompeya y Boedo, cuna de Francisco), del club que se lleva en el alma, y de los hermosos tiempos de la niñez que allá en Parque Patricios marcara en forma indeleble con nostalgia, poesía y amor barrial nuestros espíritus para la eternidad.

 

 

 "Es un pastor que siempre acompañó a los pobres"

14/03/2013  Lo dijo José María Di Paola, el Padre Pepe, conocido como el "cura villero", quien compartió con Jorge Bergoglio mucho tiempo mientras trabajaban juntos en barrios carenciados de la Ciudad de Buenos Aires. Lo definió como "su amigo" y "padre espiritual".  // .. Para el cura villero, como él se define por su labor en asentamientos de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, el nuevo Papa no sólo es su referente máximo sino su "amigo" y su "padre espiritual". El primer Papa jesuita es la persona que lo guió y con quien mantuvo charlas extensas –siempre con mate mediante- sobre su elección de trasladar la misión de Dios a los lugares más pobres.  //...  LEER NOTA COMPLETA

   

Un Papa de perfil austero y sencillo, practica la humilde vida franciscana.  Con el Padre Pepe en una villa miseria.

Con el Padre Pepe en la villa La Cárcova, en José León Suárez, compartiendo su honda espiritualidad, su amor por el ser sufriente, su cercanía a Dios, su solidaria misión evangelizadora y de recuperación de jóvenes adictos al paco, y nuestra pasión futbolera por el querido globito de Parque Patricios, el club Huracán (la foto es en su sencillo escritorio; en la pared un cuadro expone la camiseta de Huracán -club del cual ambos somos hinchas- firmada por Francisco, junto con una foto del momento de la firma).  (24-11-2013) 

 Los vecinos de José León Suárez  lo ven actualmente volver a las villas para poner en práctica tareas de prevención y recuperación de adictos al paco. Lo hace a partir de su programa Hogar de Cristo, una propuesta de inclusión y acompañamiento de consumidores de esa droga que fundó en 2008 cuando trabajaba en la villa de Barracas. Desde allí ejercía su labor como coordinador del Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia de la Arquidiócesis de Buenos Aires, pero su proyecto quedó interrumpido cuando, luego de difundir un documento que denunciaba que la droga en las villas estaba despenalizada de hecho, recibió amenazas de muerte que lo obligaron a parar. Más tarde se fue a Santiago del Estero y trabajó allí dos años. El Padre Pepe, que nació y se crió en una familia de clase media del barrio porteño de Caballito, cumple su misión desde dos capillas: "Virgen del Milagro", en la Carcova y "San Francisco Solano", en Barrio Independencia. "Queremos parroquias pujantes, que se conviertan en la casa de los chicos. Lo lograremos a través de la fe y la acción social", reflexiona. Pero tras varias reuniones entre Di Paola y Monseñor Guillermo Rodríguez Melgarejo, obispo de la Diócesis de San Martín, se decidió que José León Suárez sería el destino al cual volver. "Había una necesidad mayor, en comparación con otros lugares. Con el obispo Guillermo decidimos comenzar por ahí. Hacía falta atender y vivir en San Martín", dijo Pepe.   Se hizo cargo de la capilla Nuestra Señora del Milagro, en Av. de Mayo 699 (telefono 4843-5210) , donde vive, que es una de las dos que atiende en José León Suárez, a escasas diez cuadras de la comisaría y la estación de tren del mismo nombre, adonde es posible llegar sin dificultad en auto por calles asfaltadas en medio de un barrio normal y humilde, lo que facilita el acercarle donaciones de todo tipo que son de gran ayuda para su valiosa obra misionera ahí.  La otra es San Francisco Solano, que abarca Ciudad de Dios, 13 de Julio e Independencia, tres villas ubicadas también a orillas del río Reconquista, segundo entre los más contaminados del país. En esas cuatro barriadas se estima que viven más de 20.000 personas.  Levantada sobre basurales, esa villa toma el nombre de una de las calles que marcan su límite y responde al apellido del pintor argentino -Ernesto de la Cárcova- cuya obra más conocida, paradójicamente, es Sin pan y sin trabajo, un óleo que muestra la impotencia de una familia pobre. Pintada hace más de un siglo y medio, es una de las más valiosas del patrimonio del Museo Nacional de Bellas Artes, y parece una fotografía actual de la situación de esas barriadas. No se descarta que en la zona repita la experiencia del Hogar de Cristo, un programa de inclusión y acompañamiento integral de consumidores de paco que fundó en 2008 en Barracas. Ya empezó a conversar sobre este tema con distintas organizaciones. "Buscamos que los chicos que quieran recuperarse, tengan a mano una posibilidad para hacerlo", argumentó. Casi al final de su misión en Santiago del Estero, el padre Pepe fue invitado a integrar la Comisión Nacional sobre Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina. Desde allí aporta su experiencia en el Hogar de Cristo, que, a cargo de la Vicaría para las Villas de Emergencia del Arzobispado de Buenos Aires, se desarrolla en las villas de Barracas, Retiro y Bajo Flores.  El Padre Pepe, es un gran ejemplo para la juventud, y muy digno de imitar por su defensa de los valores cristianos ante los embates del materialismo encarnado por las adicciones (drogas, placer sin freno, consumismo, poder, fortuna en dinero, mansiones fastuosas, autos de alta gama, joyas, etc) las que son producto de un vacío posmoderno de valores espirituales, aunado éste con la pobreza estructural derivada de la injusta distribución de la riqueza, del hambre, el aislamiento social,  el desempleo, la inseguridad, la falta de educación y salud, y el egoísmo, superficialidad, desamor, ateísmo y psicopatía que envenenan hoy las relaciones sociales.

 

El padre José María Di Paola (Pepe) es el nuevo coordinador de la Comisión Nacional de Drogadependencia

14 de agosto de 2014 - Monseñor Jorge Lozano, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS,) y en ese carácter responsable de la Comisión Nacional de Drogadependencia, ha designado (con la aprobación de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina) coordinador de la misma al presbítero José María “Pepe” Di Paola, sacerdote del clero diocesano de la arquidiócesis de Buenos Aires.  Los responsables y miembros de las comisiones de la Conferencia Episcopal Argentina renuevan sus cargos cada tres años y solamente pueden ocuparlos por dos periodos consecutivos.

 

Un Papa de perfil austero y sencillo, practica la humilde vida franciscana, e igual sucede con el Padre Pepe, que vive en la villa La Cárcova.    

Buscan replicar en el interior de Argentina el modelo de recuperación de adictos de los "curas villeros"

POR VERÓNICA TOLLER     CORRESPONSAL, ENTRE RÍOS. - 21/06/13 -

"Más del 80 por ciento de los adictos tratados en nuestras granjas y centros están recuperados", contó el padre José María Di Paola, o padre Pepe. Ahora, quieren llevar el modelo de los "curas contra el paco" a cinco provincias. 

 

La lucha por la recuperación de los adictos a las drogas es ardua y tiene en general un porcentaje de éxito más bajo que el esperado. Sin embargo, el programa de centros barriales y granjas inventado por los llamados “curas villeros” o “curas contra el paco” viene dando resultados muy por sobre la media. Tanto, que en cinco provincias argentinas se están dando los primeros pasos para replicarlo. El padre José María Di Paola, o padre Pepe, tras pasar dos años en una diócesis de Santiago del Estero, ha regresado a Buenos Aires y trabaja nuevamente en una villa. Convocado por el obispo Jorge Lozano, titular de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado, tanto él como otros curas villeros viajaron ya a Mendoza, Salta, Santiago del Estero y Gualeguaychú, y se aprestan a ir a Formosa, para analizar las posibilidades de abrir en esos lugares centros barriales con los mismos lineamientos que ya han funcionado en la Villa 21 donde se desempeñó durante 15 años.

“Más del 80 por ciento de los adictos tratados en nuestra granja y en el centro barrial están recuperados”, dice Di Paola a Clarín. La cifra es muy ilustrativa, si se tienen en cuenta las estadísticas oficiales. Contrasta con el 70 por ciento de reincidentes que señaló en 2011 la Evaluación de Programas de Tratamientos realizada por el Observatorio Argentino de Drogas de la SEDRONAR. Para 2011 también, el dato oficial fue un 10 % de adictos a sustancias en la población argentina, o sea, más de 3 millones (en 1999 la estimación era de 600 mil), y el primer lugar para nuestro país en el consumo de cocaína y marihuana en la región.

“A diciembre de 2010, en nuestra granja Madre Teresa, de 35 chicos internados, 28 habían terminado con bien el proceso, o sea, el 80%. Y hoy, 22 están bien –dice Di Paola-. En tanto, de los 121 internados en instituciones de la SEDRONAR, Cenareso y otras, menos del 10 % habían concluido el tratamiento, y un total de 20 chicos sobre 121 están bien… El sistema funciona, especialmente, cuando esos chicos vuelven al centro barrial y siguen recibiendo contención”.

¿Cuál es ese sistema aplicado? El involucramiento de toda la comunidad, dice Di Paola. “Intentamos durante un tiempo con los tratamientos de la SEDRONAR, pero implicaban consultas alejadas del barrio, una cada tanto; teníamos que salir a buscar a los chicos, hacer que se bañaran y vistieran para concurrir, convencerlos de ir… Terminamos entendiendo que debíamos contar con un lugar cercano a ellos, en su propio hábitat”. Ante la falta de fondos, apelaron a la ayuda comunitaria. Y lograron atención interdisciplinaria gratuita, con médicos, psicólogos, docentes; deportes en los clubes, talleres de música, literarios, de oficios; voluntarios para distintas tareas. Crearon la “red de acompañantes pares”, traducida en ex adictos que no dejan solos a quienes están en camino de recuperación, sostienen con su presencia, por ejemplo, a las embarazadas adictas que deben concurrir a consulta, a los jóvenes que deben asistir al psiquiatra, etc.

“Contamos con un grupo de personas que sistemáticamente está presente en las vidas de los pacientes”, explica Di Paola. El equipo interdisciplinario evalúa qué pacientes podrán salir adelante con el centro barrial, que funciona de día, y cuáles necesitarán internación. “La SEDRONAR vió nuestro funcionamiento, confió en la seriedad del sistema y reconoció nuestras evaluaciones como oficiales. Eso hizo que muchos chicos pudieran ser atendidos con gran celeridad”, agrega. También cuentan con el apoyo de Desarrollo Social tanto del gobierno de CABA como de la Nación, “en una sinergia que nos ayuda a llegar al objetivo”, puntualiza.

 “Paco” es más una denominación simbólica que un nombre específico: “hay villas donde la droga preponderante es otra. Para nosotros, el paco significa la droga en el bolsillo de los más pobres, que se convierte en algo explosivo porque no tiene de dónde agarrarse”, afirma. Cree que el Estado debería hacer más por el tema adicciones, pero que es la sociedad la que debe preguntarse también “yo qué hago”. El club, la parroquia, biblioteca, radio, escuela, “todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad. El problema es muy grande y se debe abordar desde todos los ángulos”. Hay que trabajar en prevención, incluso aunque el problema ya esté instalado, para que nuevos jóvenes no caigan. No dejar al adicto depositado en instituciones sino acompañarlo. Ver a las recaídas como parte del proceso de recuperación.

La Iglesia advierte sobre el narcotráfico: “Argentina corre el riesgo de una situación de difícil retorno” 08/11/2013

La Conferencia Episcopal Argentina se dirigió a la dirigencia política y social y dijo que “costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar las mafias" Y pidió que se nombre a un titular en el Sedronar, que sigue vacante.  Aquí el documento completo: 

Angustias de la sociedad
1 - La sociedad vive con dolor y preocupación el crecimiento del 
narcotráfico en nuestro país. Son muchos los que nos acercan su angustia ante este flagelo. Nos conmueve acompañar a las madres y los padres que ya no saben qué hacer con sus hijos adictos, a quienes ven cada vez más cerca de la muerte. Nos quedamos sin palabras ante el dolor de quienes lloran la pérdida de un hijo por sobredosis o hechos de violencia vinculados al narcotráfico.
2 -
Sabemos que este problema es un emergente de la crisis existencial del sentido de la vida en que está sumergida nuestra sociedad. Se refleja en el deterioro de los vínculos sociales y en la ausencia de valores trascendentes. 
3 - Cuando este mal se instala en los barrios destruye las familias, siembra miedo y desconfianza entre los vecinos, aleja a los chicos y a los jóvenes de la escuela y el trabajo. Tarde o temprano algunos son captados como ayudantes del "negocio". Hay gente que vende droga para subsistir, sin advertir el grave daño que se realiza al tejido social y a los pobres en particular. 
4 - Es alarmante la expansión de las llamadas drogas sintéticas, que se distribuyen en diversos espacios festivos, y nos duelen las conductas autodestructivas en adolescentes o jóvenes que consumen diversas sustancias.
5 - Lo que escuchamos decir con frecuencia es que a esta situación de desborde se ha llegado con la complicidad y la corrupción de algunos dirigentes. La sociedad a menudo sospecha que miembros de fuerzas de seguridad, funcionarios de la justicia y políticos colaboran con los grupos mafiosos. Esta realidad debilita la confianza y desanima las expectativas de cambio. Pero también es funcional y cómplice quien pudiendo hacer algo se desentiende, se lava las manos y "mira para otro lado".
 Necesidad de medidas urgentes
6 - La Argentina está corriendo el riesgo de pasar a una situación de difícil retorno. Si la dirigencia política y social no toma medidas urgentes costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio. Es cierto que el desafío es enorme y el poder de corrupción y extorsión de los grupos criminales es grande. Pero no es verdad que "nada se puede hacer". 
7 - La complejidad de este tema es tal que solo será abordado eficazmente por medio de amplios consensos sociales que deriven en políticas públicas de corto, mediano y largo alcance. Pero perseguir el delito es tarea exclusiva e irrenunciable del Estado. Recogemos también la preocupación por la desprotección de nuestras fronteras, y por la demora en dotar de adecuados sistemas de radar a las zonas más vulnerables.
Lamentamos que el organismo del Estado dedicado a coordinar las políticas públicas en esta materia (SEDRONAR) lleve tantos meses sin tener su responsable designado.
Pasión por el bien
8 - Muchos centros educativos, clubes barriales y diversas ONG colaboran en la educación, prevención y asistencia a las víctimas. Reconocemos gratamente la ardua tarea que se desarrolla desde la Iglesia implementando en las diócesis la pastoral de adicciones, promoviendo la contención de familias, el acompañamiento y la reinserción social de los adictos. Valoramos de corazón el esfuerzo, la dedicación y la entrega de tanta gente generosa que colabora en comunidades terapéuticas. No obstante, como obispos somos conscientes de que no hemos sido suficientemente eficaces en promover una pastoral que convoque y contenga a los adolescentes y jóvenes. A su vez, seguimos alentando la creación de centros de asistencia para quienes sufren la esclavitud de la adicción y les cuesta salir.

9 - Esta situación está dejando un tendal de heridos que reclaman de parte de todos compromiso y cercanía. Jesús nos pide que nos inclinemos ante quien sufre y que tratemos con ternura sus heridas.
10 - San Pablo nos enseña a "tener horror por el mal y pasión por el bien" (Rm 12, 9). Por eso no debemos quedarnos solamente en señalar el mal. Alentamos en la esperanza a todos los que buscan una respuesta sin bajar los brazos:
   A las madres que se organizan para ayudar a sus hijos. 
   A los padres que reclaman justicia ante la muerte temprana. 
   A los amigos que no se cansan de estar cerca y de insistir sin desanimarse.
   A los comunicadores que hacen visible esta problemática en la sociedad.
   A los docentes que cotidianamente orientan y contienen a los jóvenes.
  A los sacerdotes, consagradas, consagrados y laicos que en nuestras comunidades brindan espacios de dignidad humana. 
   A los miembros de fuerzas de seguridad y funcionarios de otras estructuras del Estado que aún a riesgo de su vida no se desentienden de los que sufren.
   A todos los que resisten la extorsión de las mafias.

Que no nos roben la esperanza
11 - Es perverso vivir del sufrimiento y de la destrucción del prójimo. Por eso anhelamos una justicia más eficiente que erradique sin demoras la impunidad. Al mismo tiempo no dejamos de pedir la conversión de los traficantes.

12 - A cada uno de los que han caído en la droga, le decimos con el 
Papa Francisco: "Puedes levantarte, puedes remontar; te costará, pero puedes conseguirlo si de verdad lo quieres. Tú eres el protagonista de la subida, esta es la condición indispensable. Encontrarás la mano tendida de quien te quiere ayudar, pero nadie puede subir por ti".
13 – No dejemos que nos roben la esperanza, ni que se la arrebaten a nuestros jóvenes. Cuidémonos los unos a los otros. Estemos particularmente cerca de los más frágiles y pequeños. Trabajemos por una cultura del encuentro y la solidaridad como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna.

Que el Señor nos ilumine y la Virgen de Luján nos ayude a cuidar el presente y el futuro de la Nación.

 

 

 

La Iglesia ha encontrado un líder ¿Y el mundo político? -

La Iglesia ha sido más rápida que el mundo político.

Excelente Nota del diario EL PAÍS de España - Madrid , 30-3-2013

La Iglesia ha encontrado un líder ¿Y el mundo político? -

La Iglesia ha sido más rápida que el mundo político.

Ambos estaban hasta ayer en profunda crisis de identidad.

La Iglesia hundida en sus escándalos vaticanos y convertida en un “fósil”, en expresión dura del teólogo brasileño Leonardo Boff, con sus iglesias vendidas para convertirlas en salas de fiestas nocturnas y los confesionarios en muebles bar.

Y el mundo político se encuentra perdido en una profunda crisis, no sólo económica sino también de valores, huérfano de liderazgo, en plena revuelta civilizatoria sin saber por donde tirar.

Ambas instituciones, la religiosa y la laica, se arrastran sin horizontes para sus jóvenes generaciones, dando palos de ciego.

En ese panorama, la Iglesia, con sus dos mil años de historia, sus santos y demonios, sus inquisiciones y sus mártires de la caridad,

- ha conseguido encontrar un líder mundial, cuando empezaba a resbalar por el barranco de la desesperanza.

Y lo ha hecho a través de un puñado de cardenales, la mayoría ancianos y conservadores, reunidos durante dos semanas en Roma, sin grandes alharacas y revestidos de misterios y secreto, pero que

- se dieron cuenta que el eje del mundo ha cambiado,

- ya no es Europa, sino que se ha trasladado a los países emergentes.

- La Iglesia acabó viéndolo y se fue a buscar el nuevo líder a las Américas.

"Me buscaron muy lejos", subrayó significativamente el Papa Francisco al aparecer en el balcón la tarde de su elección.

El Papa Francisco, que sigue llamándose sacerdote y obispo, no Papa, se ha convertido, en menos de un mes al mando de la nave Iglesia , en el personaje más en vistas del planeta, como un día lo fueron un Gandhi o un Luther King.

Con un puñado de gestos simbólicos,

- ha dado rienda suelta a una auténtica revolución religiosa y política

- que empieza a resonar más allá de la misma Iglesia.

 ¿Y el mundo político qué está esperando?

Una vez Stalin preguntó cuantos ejércitos tenía el Papa de Roma. 
Hablaba de armas, pero

- la Iglesia es un ejército con otras armas en sus manos, que empezaban a oxidársele

- Es una institución, a pesar del peso de errores que arrastra, de las mejor organizadas

  del mundo, que cuenta con la friolera de

- 1.200 millones de fieles,

- un ejército de más de 1.000.000 de sacerdotes y religiosos,

- con 114.736 instituciones asistenciales en el mundo;

- 5.246 hospitales;

- 74.000 dispensarios y leproserías;

- 15,208 residencias de ancianos incurables;

- 1.046 universidades;

- 205.000 colegios;

- 70.000 asilos nido con 7.000.000 de alumnos;

- 687.282 centros sociales y

- 131 centros de personas con sida en 41 países.

Una vez el líder comunista italiano Enrico Berlinguer, que no era creyente pero acompañaba los domingos a misa, a su mujer e hijos que si lo eran, a los que esperaba en la puerta de la Iglesia, solía decir:“Si nosotros los comunistas tuviésemos a un millón de mujeres y hombres, como las monjas y religiosos católicos, con voto de obediencia y dispuestos a cualquier sacrificio, haríamos una verdadera revolución social”.

- Y es esa revolución social la que el nuevo Papa Francisco

- ha empezado a llevar a cabo en la Iglesia y que

- el mundo político parece incapaz de hacerla, sumergido en sus recetas de sacrificios y recortes a los más débiles, mientras se multiplica como una cizaña maligna, la corrupción de políticos y banqueros.

Si al mundo de hoy le falta un gran líder, capaz de devolver esperanza y abrir nuevos horizontes a una sociedad desencantada y en ruinas,

- la Iglesia parece haberlo encontrado.

Y no un líder místico, encerrado en sus rezos, con una visión arcaica y autoritaria de la fe, sino alguien que ha pedido a los soldados de ese ejército hoy bajo su mando, que

- dejen de ser “coleccionadores de antigüedades” y cultivadores de “teologías narcisistas” y

- se vayan a manchar sus pies con el barro “de las periferias del mundo”,

- donde se encuentran los más explotados por el poder.

- Un jesuita que posee “racionalidad y fe”,

como afirman quienes le conocen de cerca, que además de teología ha estudiado psicología y literatura, y que al mismo tiempo ha escogido como símbolo papal un corazón franciscano”,

- puede llegar a ser más que un mero líder espiritual de una Iglesia.

Sus antecedentes como arzobispo y cardenal de Buenos Aires y sus primeros gestos de desapego a las apariencias y símbolos del poder vaticano para poner su énfasis en

- una Iglesia que debe ser “pobre y para los pobres”,

- lo están ya convirtiendo también en una referencia política y social del mundo.

Es justamente el mundo el que está entendiendo - de ahí la perplejidad y hasta miedo de ciertos políticos - que el Papa Francisco, no es sólo un religioso que se contentará con lavar los píes a los pobres y visitar favelas.

Los poderosos han empezado a entender que apostar

- por los desheredados de la Tierra,

- por la escoria del mundo,

- por los desahuciados,

no sólo para consolarlos, sino también para elevarles social y culturalmente,

- para despertar en ellos

  - la fuerza de su dignidad como personas,

  - sus derechos y su espíritu crítico,

- equivale a una nueva revolución mundial.

Y que su mentor puede acabar siendo más que un mero líder espiritual. 
El Papa Francisco le dice al rabino judío argentino Skorka, en su libro Entre el cielo y la tierra que
a él
“le gusta la política”, concebida como "la fuerza responsable del bienestar de la gente".

Le cuenta que cuando se encuentra con agnósticos y ateos “no les habla de Dios”, sino que les pregunta si están dispuestos a empeñarse en la lucha contra las injusticias  perpetradas contra los más desamparados del sistema, ya que eso le basta. “Sólo les hablo de Dios si ellos me hablan”, comenta.

A una madre que desesperada, se le quejaba, en Buenos Aires, de que su hijo joven había abandonado la fe, el entonces cardenal Bergoglio, le preguntó:

- “¿Sigue su hijo siendo una buena persona que se interesa por los demás?”

- La mujer le dijo que sí.

- “Entonces quédese tranquila. Su hijo sigue creyendo en lo que debe creer”, la consoló.

Un líder así, puede crear esperanza en unos y temores en otros, ya que  está pidiendo a una Iglesia anquilosada y en buena parte aburguesada, que salga de la retaguardia para ir a combatir a la primera línea del frente, puede acabar convirtiéndose en una referencia mundial de lo que el teólogo Boff llama“un liderazgo no autoritario, de valores universales en el que lo importante no es ya la institución Iglesia sino la humanidad y la civilización que hoy pueden ser destruidas”.

Como un día surgieron líderes capaces de sacudir al mundo como Gandhi, Luther King o Mandela, entre otros, es posible que a esa lista de líderes contra la violencia y contra las discriminaciones de los diferentes, haya que añadir pronto al Papa Francisco.

Eso si le dejan actuar en paz, sin blindarle en los palacios vaticanos, que por ahora ha descartado, impidiéndole de acercarse y de escuchar demasiado a la gente.

En Brasil, para el viaje a Río del Papa, el próximo julio, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, las autoridades le han preparado un blindaje de 750 policías civiles y militares para proteger su vida, y que le acompañarán día y noche.

No será fácil, sin embargo, blindar del todo a un Papa que ha pedido a los sacerdotes del mundo entero que no tengan miedo de "perder la propia vida”, si su empeño social y religioso se lo exigiera.

Jesús fue crucificado con poco más de 30 años. Los primeros cristianos, apóstoles, obispos y Papas acabaron todos mártires de su fe y de su desobediencia al poder que les pedía que se arrodillase ante él.

El viernes santo pasado, el Papa Francisco

- se echó en la Iglesia de bruces al suelo en adoración no a los poderes del mundo.

- Lo hizo en señal de fidelidad a aquel Jesús que predicaba que

- “quién defiende la propia vida la perderá” y que

- los "que se humillan serán ensalzados".

- Los cobardes, al final, son ya vivos muertos,

  como decía Gandhi.

 

4  Padre Antonio Spadaro, S.J.-Superior Jesuita, Director de La Civiltà Cattolica, la revista jesuítica de Roma, en su Entrevista exclusiva a Francisco, de eco mundial.

El pensamiento de Francisco expresado con toda plenitud y autenticidad en la revista jesuítica de Roma:

 Entrevista exclusiva al Papa Francisco realizada por

el Director de La Civiltà Cattolica, el Padre Antonio Spadaro, S.J. (Superior Jesuita).

Esta profunda y excelente entrevista, que tuvo eco mundial, nos permitió conocer de primera mano el pensamiento vivo de Francisco, que enfatiza la necesidad que la Iglesia sea hoy ante todo pueblo de Dios, cercana en la vida real de cada persona, de la cual aprecie su sana santidad; remarcando en segundo término que ofrece una serie de importantes valores para la sociedad y  sus gobernantes: evitar el autoritarismo, descentralizar el gobierno, consultar, discernir, dialogar, no precipitarse en las decisiones, escuchar al pueblo y en concreto a los pobres, centrarse en lo esencial,  aspirar a la utopía pero concretarse en lo pequeño y cotidiano de cada día, saber caminar todos unidos en medio de las diferencias, respetar a las personas, no teorizar desde el laboratorio sino experimentar la realidad y la pobreza del pueblo, ir a las fronteras sin llevar las fronteras a casa. No tener una visión monolítica que no respete la diversidad y sus matices culturales, sino ser creativos desde lo concreto, tener esperanza. Este domingo 03-08-2014, tuve la inmensa alegría de conocer personalmente al Padre Antonio Spadaro (de visita pastoral por pocos días en Argentina), durante la misa que concelebró junto al Padre Pepe en la Villa La Cárcova.  En este lugar de tantas carencias apreció la gran obra humanitaria que allí lleva adelante con todo ahínco, dedicación, fe y gran amor cristiano el Padre Pepe (alguna parte podemos ver en las siguientes fotos, con los salones para actividades pastorales, sociales y de promoción barrial que están ya casi terminados), quien como simpatizante de Huracán al igual que yo, me contó el detalle risueño que la foto en la cual él aparece junto a Francisco sosteniendo la camiseta de nuestro querido Globito de Parque Patricios fue tomada en Roma justamente por el Padre Antonio Spadaro.  El Padre Antonio me impresionó no solo como un hombre de excelsa sapiencia jesuítica sino también en especial como un ser de gran humanidad y ternura, humildad y profunda comprension y amor por el prójimo.  En sus palabras nos transmitió el saludo y amorosa bendición de Francisco para toda la comunidad, dándonos inspiración y aliento para continuar tratando de ser un poco mejores cada día, practicando la solidaridad y caridad cristiana.  LEER ENTREVISTA COMPLETA

Es el lunes 19 de agosto. El Papa Francisco me ha dado una cita para

las diez de la mañana en Santa Marta. Yo, sin embargo, quizá por herencia

paterna, siento la necesidad de llegar siempre con alguna anticipación. Las

personas que me acogen me hacen esperar en una salita. La espera es breve

y, tras un momento, alguien me acompaña a subir al ascensor. En dos minutos

me ha venido a la memoria la propuesta que surgió en Lisboa, durante una

reunión de directores de algunas revistas de la Compañía de Jesús. Allí surgió

la idea de publicar todos a la vez una entrevista al Papa. Hablando con los

demás directores, formulamos algunas preguntas que pudiesen expresar

intereses comunes. Salgo del ascensor y veo al Papa, que me espera ya junto

a la puerta. En realidad tengo la curiosa impresión de no haber atravesado

puerta alguna.

Cuando entro a su habitación, el Papa ofrece que me siente en una

butaca. Sus problemas de espalda hacen que él deba ocupar una silla más alta

y rígida que la mía. El ambiente es simple y austero. Sobre el escritorio, el

espacio de trabajo es pequeño. Me impresiona lo esencial de los muebles y las

demás cosas. Los libros son pocos, son pocos los papeles, pocos los objetos.

Entre estos, una imagen de san Francisco, una estatua de Nuestra Señora de

Luján, patrona de Argentina, un crucifijo y una estatua de San José sorprendido

en el sueño, muy parecida a la que ví en su despacho de rector y superior

provincial en el Colegio Máximo de San Miguel. La espiritualidad de Bergoglio

no está hecha de “energías en armonía”, como las llamaría él, sino de rostros

humanos: Cristo, San Francisco, San José, María.

El Papa me acoge con esa sonrisa que a estas alturas ha dado la vuelta

al mundo y que ensancha los corazones. Empezamos a hablar de muchas

cosas, pero sobre todo de su viaje a Brasil. El Papa lo considera una verdadera

gracia. Le pregunto si ha descansado ya. Me responde que sí, que se

1 Traducción: Luis López-Yarto, S.J.

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encuentra bien, pero, sobre todo, que la Jornada Mundial de la Juventud ha

supuesto para él un “misterio”. Me dice que no estaba acostumbrado a hablar a

tanta gente: “Yo suelo dirigir la vista a las personas concretas, una a una, y

ponerme en contacto de forma personal con quien tengo delante. No estoy

hecho a las masas”. Le digo que es verdad, que eso se ve, y que a todos nos

impresiona. Se ve que, cuando se encuentra en medio de la gente, en realidad

posa sus ojos sobre personas concretas. Como luego las cámaras proyectarán

las imágenes y todos podrán contemplarle, queda libre para ponerse en

contacto directo, por lo menos ocular, con el que tiene delante. Tengo la

impresión de que esto le satisface, es decir, poder ser el que es, no sentirse

obligado a cambiar su modo normal de comunicarse con los demás, ni siquiera

cuando tiene delante a millones de personas, como fue el caso en la playa de

Copacabana.

Antes de que pueda encender mi grabadora hablamos todavía de otra

cosa. Comentando una publicación mía, me dice que los dos pensadores

franceses contemporáneos que más le gustan son Henri de Lubac y Michel de

Certeau. Le confieso también yo algo más personal. Y él comienza a hablarme

de sí y de su elección al pontificado. Me dice que cuando comenzó a darse

cuenta de que podría llegar a ser elegido –era el miércoles 13 de marzo

durante la comida– sintió que le envolvía una inexplicable y profunda paz y

consolación interior, junto con una oscuridad total que dejaba en sombras el

resto de las cosas. Y que estos sentimientos le acompañaron hasta su

elección.

Sinceramente hubiera continuado hablando en este tono familiar por

mucho tiempo, pero tomo las páginas con las preguntas que llevo anotadas y

enciendo la grabadora. Antes de nada, le doy las gracias en nombre de todos

los directores de las revistas de la Compañía de Jesús que publicarán esta

entrevista.

El Papa, poco antes de la audiencia que concedió a los jesuitas de La

Civiltà Cattolica, me había mencionado su gran renuencia a conceder

entrevistas. Me había confesado que prefiere pensarse las cosas más que

improvisar respuestas sobre la marcha en una entrevista. Siente que las

respuestas precisas le surgen cuando ya ha formulado la primera: “No me

reconocía a mí mismo cuando comencé a responder a los periodistas que me

lanzaban sus preguntas durante el vuelo de vuelta de Río de Janeiro”, me dice.

Pero es cierto: a lo largo de esta entrevista el Papa se ha sentido libre de

interrumpir lo que estaba diciendo en su respuesta a una pregunta, para añadir

algo a una respuesta anterior. Hablar con el Papa Francisco es una especie de

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flujo volcánico de ideas que se engarzan unas con otras. Incluso el acto de

tomar apuntes me produce la desagradable sensación de estar interrumpiendo

un diálogo espontáneo. Es obvio que el Papa Francisco está más

acostumbrado a la conversación que a la cátedra.

¿QUIÉN ES JORGE MARIO BERGOGLIO?

Tengo una pregunta preparada, pero decido no seguir el esquema

prefijado y la formulo un poco a quemarropa: “¿Quién es Jorge Mario

Bergoglio?”. Se me queda mirando en silencio. Le pregunto si es lícito hacerle

esta pregunta… Hace un gesto de aceptación y me dice: “No sé cuál puede ser

la respuesta exacta… Yo soy un pecador. Esta es la definición más exacta. Y

no se trata de un modo de hablar o un género literario. Soy un pecador”.

El Papa sigue reflexionando, concentrado, como si no se hubiese

esperado esta pregunta, como si fuese necesario pensarla más.

“Bueno, quizá podría decir que soy despierto, que sé moverme, pero

que, al mismo tiempo, soy bastante ingenuo. Pero la síntesis mejor, la que me

sale más desde dentro y siento más verdadera es esta: “Soy un pecador en

quien el Señor ha puesto los ojos”. Y repite: “Soy alguien que ha sido mirado

por el Señor. Mi lema, ‘Miserando atque eligendo’, es algo que, en mi caso, he

sentido siempre muy verdadero”.

El papa Francisco ha tomado este lema de las homilías de San Beda el

Venerable que, comentando el pasaje evangélico de la vocación de San Mateo,

escribe: “Jesús vio un publicano y, mirándolo con amor y eligiéndolo, le dijo:

Sígueme”.

Añade: “El gerundio latino miserando me parece intraducible tanto en

italiano como en español. A mí me gusta traducirlo con otro gerundio que no

existe: misericordiando”.

El Papa Francisco, siguiendo el hilo de su reflexión, me dice, dando un

salto cuyo sentido no acabo de comprender: “Yo no conozco Roma. Son pocas

las cosas que conozco. Entre estas está Santa María la Mayor: solía ir

siempre”. Riendo, le digo: “¡Lo hemos entendido todos muy bien, Santo

Padre!”. “Bueno, sí –prosigue el Papa–, conozco Santa María la Mayor, San

Pedro… pero cuando venía a Roma vivía siempre en Vía della Scrofa. Desde

allí me acercaba con frecuencia a visitar la iglesia de San Luis de los

Franceses y a contemplar el cuadro de la vocación de San Mateo de

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Caravaggio”. Empiezo a intuir qué me quiere decir el Papa.

“Ese dedo de Jesús, apuntando así… a Mateo. Así estoy yo. Así me

siento. Como Mateo”. Y en este momento el Papa se decide, como si hubiese

captado la imagen de sí mismo que andaba buscando: “Me impresiona el gesto

de Mateo. Se aferra a su dinero, como diciendo: ‘¡No, no a mí! No, ¡este dinero

es mío!’. Esto es lo que yo soy: un pecador al que el Señor ha dirigido su

mirada… Y esto es lo que dije cuando me preguntaron si aceptaba la elección

de Pontífice”. Y murmura: “Peccator sum, sed super misericordia et infinita

patientia Domini nostri Jesu Christi confisus et in spiritu penitentiae accepto”.

¿POR QUÉ SE HIZO JESUITA?

Me hago cargo de que esta fórmula de aceptación es para el Papa

Francisco una tarjeta de identidad. Nada más que añadir. Y continúo con la que

llevaba preparada como primera pregunta: “Santo Padre, ¿qué le movió a

tomar la decisión de entrar en la Compañía de Jesús? ¿Qué le llamaba la

atención en la Orden de los jesuitas?”.

“Quería algo más. Pero no sabía qué era. Había entrado en el seminario.

Me atraían los dominicos y tenía amigos dominicos. Pero al fin he elegido la

Compañía, que llegué a conocer bien, al estar nuestro seminario confiado a los

jesuitas. De la Compañía me impresionaron tres cosas: su carácter misionero,

la comunidad y la disciplina. Y esto es curioso, porque yo soy un indisciplinado

nato, nato, nato. Pero su disciplina, su modo de ordenar el tiempo, me ha

impresionado mucho”.

“Y, después, hay algo fundamental para mí: la comunidad. Había

buscado desde siempre una comunidad. No me veía sacerdote solo: tengo

necesidad de comunidad. Y lo deja claro el hecho de haberme quedado en

Santa Marta: cuando fui elegido ocupaba, por sorteo, la habitación 207. Esta en

que nos encontramos ahora es una habitación de huéspedes. Decidí vivir aquí,

en la habitación 201, porque, al tomar posesión del apartamento pontificio,

sentí dentro de mí un ‘no’. El apartamento pontificio del palacio apostólico no es

lujoso. Es antiguo, grande y puesto con buen gusto, no lujoso. Pero en

resumidas cuentas es como un embudo al revés. Grande y espacioso, pero con

una entrada de verdad muy angosta. No es posible entrar sino con

cuentagotas, y yo, la verdad, sin gente no puedo vivir. Necesito vivir mi vida

junto a los demás”.

Mientras el Papa habla de misión y de comunidad, me vienen a la

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cabeza tantos documentos de la Compañía de Jesús que hablan de

“comunidad para la misión”, y los descubro en sus palabras.

Y PARA UN JESUITA, ¿QUÉ SIGNIFICA SER PAPA?

Quiero seguir en esta línea, y lanzo al Papa una pregunta que parte del

hecho de que él es el primer jesuita elegido Obispo de Roma: “¿Cómo entiende

el servicio a la Iglesia universal, que Ud. ha sido llamado a desempeñar, a la

luz de la espiritualidad ignaciana? ¿Qué significa para un jesuita haber sido

elegido Papa? ¿Qué aspecto de la espiritualidad ignaciana le ayuda más a vivir

su ministerio?”.

“El discernimiento”, responde el papa Francisco. “El discernimiento es una

de las cosas que Ignacio ha elaborado más interiormente. Para él, es un

instrumento de lucha para conocer mejor al Señor y seguirlo más de cerca. Me

ha impresionado siempre una máxima con la que suele describirse la visión de

Ignacio: Non coerceri maximo, sed contineri minimo divinum est. He

reflexionado largamente sobre esta frase por lo que toca al gobierno, a ser

superior: no tener límite para lo grande, pero concentrarse en lo pequeño. Esta

virtud de lo grande y lo pequeño se llama magnanimidad, y, a cada uno desde

la posición que ocupa, hace que pongamos siempre la vista en el horizonte. Es

hacer las cosas pequeñas de cada día con el corazón grande y abierto a Dios y

a los otros. Es dar su valor a las cosas pequeñas en el marco de los grandes

horizontes, los del Reino de Dios”.

“Esta máxima ofrece parámetros para adoptar la postura correcta en el

discernimiento, para sentir las cosas de Dios desde su ‘punto de vista’. Para

San Ignacio hay que encarnar los grandes principios en las circunstancias de

lugar, tiempo y personas. A su modo, Juan XXIII adoptó esta actitud de

gobierno al repetir la máxima Omnia videre, multa disimulare, pauca corrigere

porque, aun viendo omnia, dimensión máxima, prefería actuar sobre pauca,

dimensión mínima”.

“Es posible tener proyectos grandes y llevarlos a cabo actuando sobre

cosas mínimas. Podemos usar medios débiles que resultan más eficaces que

los fuertes, como dice san Pablo en la Primera Carta a los Corintios”.

“Un discernimiento de este tipo requiere tiempo. Son muchos, por poner

un ejemplo, los que creen que los cambios y las reformas pueden llegar en un

tiempo breve. Yo soy de la opinión de que se necesita tiempo para poner las

bases de un cambio verdadero y eficaz. Se trata del tiempo del discernimiento.

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Y a veces, por el contrario, el discernimiento nos empuja a hacer ya lo que

inicialmente pensábamos dejar para más adelante. Es lo que me ha sucedido a

mí en estos meses. Y el discernimiento se realiza siempre en presencia del

Señor, sin perder de vista los signos, escuchando lo que sucede, el sentir de la

gente, sobre todo de los pobres. Mis decisiones, incluso las que tienen que ver

con la vida normal, como el usar un coche modesto, van ligadas a un

discernimiento espiritual que responde a exigencias que nacen de las cosas, de

la gente, de la lectura de los signos de los tiempos. El discernimiento en el

Señor me guía en mi modo de gobernar”.

“Pero, mire, yo desconfío de las decisiones tomadas improvisadamente.

Desconfío de mi primera decisión, es decir, de lo primero que se me ocurre

hacer cuando debo tomar una decisión. Suele ser un error. Hay que esperar,

valorar internamente, tomarse el tiempo necesario. La sabiduría del

discernimiento nos libra de la necesaria ambigüedad de la vida, y hace que

encontremos los medios oportunos, que no siempre se identificarán con lo que

parece grande o fuerte”.

LA COMPAÑÍA DE JESÚS

El discernimiento es, por tanto, un pilar de la espiritualidad del Papa.

Esto es algo que expresa de forma especial su identidad de jesuita. En

consecuencia, le pregunto cómo puede la Compañía de Jesús servir a la

Iglesia de hoy, con qué rasgos peculiares, y también cuáles son los riesgos que

le pueden amenazar.

La Compañía es una institución en tensión, siempre radicalmente en

tensión. El jesuita es un descentrado. La Compañía en sí misma está

descentrada: su centro es Cristo y su Iglesia. Por tanto, si la Compañía

mantiene en el centro a Cristo y a la Iglesia, tiene dos puntos de referencia en

su equilibrio para vivir en la periferia. Pero si se mira demasiado a sí misma, si

se pone a sí misma en el centro, sabiéndose una muy sólida y muy bien

‘armada’ estructura, corre peligro de sentirse segura y suficiente. La Compañía

tiene que tener siempre delante el Deus Semper maior, la búsqueda de la

Gloria de Dios cada vez mayor, la Iglesia Verdadera Esposa de Cristo nuestro

Señor2, Cristo Rey que nos conquista y al que ofrecemos nuestra persona y

todos nuestros esfuerzos, aunque seamos poco adecuados vasos de arcilla.

Esta tensión nos sitúa continuamente fuera de nosotros mismos. El instrumento

que hace verdaderamente fuerte a una Compañía descentrada es la realidad, a

la vez paterna y materna, de la ‘cuenta de conciencia’, y precisamente porque

2 En español en el original.

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le ayuda a emprender mejor la misión”.

Aquí el Papa hace referencia a un punto específico de las Constituciones

de la Compañía de Jesús, que dice que el jesuita debe “manifestar su

conciencia”, es decir, la situación interior que vive, de modo que el superior

pueda obrar con conocimiento más exacto al enviar una persona a su misión.

“Pero es difícil hablar de la Compañía –prosigue el papa Francisco–. Si

somos demasiado explícitos, corremos el riesgo de equivocarnos. De la

Compañía se puede hablar solamente en forma narrativa. Solo en la narración

se puede hacer discernimiento, no en las explicaciones filosóficas o teológicas,

en las que es posible la discusión. El estilo de la Compañía no es la discusión,

sino el discernimiento, cuyo proceso supone obviamente discusión. El aura

mística jamás define sus bordes, no completa el pensamiento. El jesuita debe

ser persona de pensamiento incompleto, de pensamiento abierto. Ha habido

etapas en la vida de la Compañía en las que se ha vivido un pensamiento

cerrado, rígido, más instructivo-ascético que místico: esta deformación generó

el Epítome del Instituto”.

Con esto el Papa alude a una especie de resumen práctico, en uso en la

Compañía y formulado en el siglo XX, que llegó a ser considerado como

sustituto de las Constituciones. La formación que los jesuitas recibían sobre la

Compañía, durante un tiempo, venía marcada por este texto, hasta el punto

que alguno podía no haber leído nunca las Constituciones, que constituyen el

texto fundacional. Según el Papa, durante este período en la Compañía las

reglas han corrido el peligro de ahogar el espíritu, saliendo vencedora la

tentación de explicitar y hacer demasiado claro el carisma.

Prosigue: “No. El jesuita piensa, siempre y continuamente, con los ojos

puestos en el horizonte hacia el que debe caminar, teniendo a Cristo en el

centro. Esta es su verdadera fuerza. Y esto es lo que empuja a la Compañía a

estar en búsqueda, a ser creativa, generosa. Por eso hoy más que nunca ha de

ser contemplativa en la acción; tiene que vivir una cercanía profunda a toda la

Iglesia, entendida como ‘pueblo de Dios’ y ‘santa madre Iglesia Jerárquica’.

Esto requiere mucha humildad, sacrificio y valentía, especialmente cuando se

vive incomprensiones o cuando se es objeto de equívocos o calumnias; pero es

la actitud más fecunda. Pensemos en las tensiones del pasado con ocasión de

los ritos chinos o los ritos malabares, o lo ocurrido en la reducciones del

Paraguay”.

“Yo mismo soy testigo de incomprensiones y problemas que la Compañía

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ha vivido aun en tiempo reciente. Entre estas estuvieron los tiempos difíciles en

que surgió la cuestión de extender el ‘cuarto voto’ de obediencia al Papa a

todos los jesuitas. Lo que a mí me daba seguridad en tiempos del padre Arrupe

era que se trataba de un hombre de oración, un hombre que pasaba mucho

tiempo en oración. Lo recuerdo cuando oraba sentado en el suelo, como hacen

los japoneses. Eso creó en él las actitudes convenientes e hizo que tomara las

decisiones correctas”.

EL MODELO: PEDRO FABRO, “SACERDOTE REFORMADO”

En este momento me pregunto qué figuras de jesuitas, desde los

orígenes de la Compañía hasta hoy, le habrán impresionado de modo especial.

Y le pregunto al Pontífice si hay algunos, cuáles son y por qué. El Papa

comienza citando a San Ignacio y San Francisco Javier, pero enseguida se

detiene en una figura que los jesuitas conocen, pero que no es muy conocida

por lo general: el beato Pedro Fabro (1506-1546), saboyano. Se trata de uno

de los primeros compañeros de San Ignacio, el primero de todos, compañero

de habitación cuando los dos eran estudiantes en la Sorbona. El tercer

ocupante de aquella habitación era Francisco Javier. Pío IX le declaró beato el

5 de septiembre de 1872, y está tramitándose el proceso de canonización.

Me cita una edición de su Memorial, cuya publicación él mismo encargó,

siendo superior provincial, a dos especialistas jesuitas, los padres Miguel A.

Fiorito y Jaime H. Amadeo. Una edición que gusta especialmente al Papa es la

preparada por Michael de Certeau. Le pregunto qué le llama tanto la atención

de Fabro, y qué rasgos le impresionan más de él.

“El diálogo con todos, aun con los más lejanos y con los adversarios; su

piedad sencilla, cierta probable ingenuidad, su disponibilidad inmediata, su

atento discernimiento interior, el ser un hombre de grandes y fuertes decisiones

que hacía compatible con ser dulce, dulce…”.

Al escuchar al Papa Francisco, que va enumerando las características

personales de su jesuita preferido, comprendo hasta qué punto esta figura haya

constituido para él un verdadero modelo de vida. Michel de Certeau define a

Fabro sencillamente como el “sacerdote reformado” para quien experiencia

interior, expresión dogmática y reforma estructural eran realidades

estrechamente inseparables. Me parece entender, por eso, que el Papa

Francisco se inspira en este tipo de reforma. Pero él sigue adelante,

reflexionando sobre el verdadero rostro del fundador.

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“Ignacio es un místico, no un asceta. Me enfada mucho cuando oigo

decir que los Ejercicios Espirituales son ignacianos solo porque se hacen en

silencio. La verdad es que los Ejercicios pueden ser perfectamente ignacianos

incluso en la vida corriente y sin silencio. La tendencia que subraya el

ascetismo, el silencio y la penitencia es una desviación que se ha difundido

incluso en la Compañía, especialmente en el ámbito español. Yo, por mi parte,

soy y me siento más cercano a la corriente mística, la de Luois Lallement y

Jean-Joseph Surin. Fabro era un místico”.

LA EXPERIENCIA DE GOBIERNO

¿Qué tipo de experiencia de gobierno puede hacer madurar la formación

que ha recibido el padre Bergoglio, que fue superior y superior provincial de la

Compañía de Jesús? El estilo de gobierno de la Compañía implica que el

superior toma las decisiones, pero también que establece diálogo con sus

“consultores”. Pregunto al Papa: “¿Piensa que su experiencia de gobierno en

el pasado puede ser útil para su situación actual, al frente del gobierno

universal de la Iglesia?”.

El Papa Francisco, tras una breve pausa de reflexión se pone serio, pero

muy sereno.

“En mi experiencia de superior en la Compañía, si soy sincero, no siempre

me he comportado así, haciendo las necesarias consultas. Y eso no ha sido

bueno. Mi gobierno como jesuita, al comienzo, adolecía de muchos defectos.

Corrían tiempos difíciles para la Compañía: había desaparecido una

generación entera de jesuitas. Eso hizo que yo fuera provincial aún muy joven.

Tenía 36 años: una locura. Había que afrontar situaciones difíciles, y yo tomaba

mis decisiones de manera brusca y personalista. Es verdad, pero debo añadir

una cosa: cuando confío algo a una persona, me fío totalmente de esa

persona. Debe cometer un error muy grande para que yo la reprenda. Pero, a

pesar de esto, al final la gente se cansa del autoritarismo. Mi forma autoritaria y

rápida de tomar decisiones me ha llevado a tener problemas serios y a ser

acusado de ultraconservador. Tuve un momento de gran crisis interior estando

en Córdoba. No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he

sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó

problemas”.

“Todo esto que digo es experiencia de la vida y lo expreso por dar a

entender los peligros que existen. Con el tiempo he aprendido muchas cosas.

El Señor ha permitido esta pedagogía de gobierno, aunque haya sido por

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medio de mis defectos y mis pecados. Sucedía que, como arzobispo de

Buenos Aires, convocaba una reunión con los seis obispos auxiliares cada

quince días y varias veces al año con el Consejo presbiteral. Se formulaban

preguntas y se dejaba espacio para la discusión. Esto me ha ayudado mucho a

optar por las decisiones mejores. Ahora, sin embargo, oigo a algunas personas

que me dicen: “No consulte demasiado y decida”. Pero yo creo que consultar

es muy importante. Los consistorios y los sínodos, por ejemplo, son lugares

importantes para lograr que esta consulta llegue a ser verdadera y activa. Lo

que hace falta es darles una forma menos rígida. Deseo consultas reales, no

formales. La consulta a los ocho cardenales, ese grupo consultivo externo, no

es decisión solamente mía, sino que es fruto de la voluntad de los cardenales,

tal como se expresó en las Congregaciones Generales antes del Cónclave. Y

deseo que sea una consulta real, no formal”.

“SENTIR CON LA IGLESIA

No abandono el tema de la Iglesia e intento comprender qué significa

exactamente para el Papa Francisco el “sentir con la Iglesia” del que escribe

San Ignacio en sus Ejercicios Espirituales. El Papa responde sin dudar,

partiendo de una imagen.

“Una imagen de Iglesia que me complace es la de pueblo santo, fiel a

Dios. Es la definición que uso a menudo y, por otra parte, es la de la Lumen

Gentium en su número 12. La pertenencia a un pueblo tiene un fuerte valor

teológico: Dios, en la historia de la salvación, ha salvado a un pueblo. No existe

identidad plena sin pertenencia a un pueblo. Nadie se salva solo, como

individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja

trama de relaciones interpersonales que se establecen en la comunidad

humana. Dios entra en esta dinámica popular”.

“El pueblo es sujeto. Y la Iglesia es el pueblo de Dios en camino a través

de la historia, con gozos y dolores. Sentir con la Iglesia, por tanto, para mí

quiere decir estar en este pueblo. Y el conjunto de fieles es infalible cuando

cree, y manifiesta esta infalibilidad suya al creer, mediante el sentido

sobrenatural de la fe de todo el pueblo que camina. Esta es mi manera de

entender el sentir con la Iglesia de que habla San Ignacio. Cuando el diálogo

entre la gente y los obispos y el Papa sigue esta línea y es leal, está asistido

por el Espíritu Santo. No se trata, por tanto, de un sentir referido a los

teólogos”.

“Sucede como con María: Si se quiere saber quién es, se pregunta a los

11

teólogos; si se quiere saber cómo se la ama, hay que preguntar al pueblo.

María, a su vez, amó a Jesús con corazón de pueblo, como se lee en el

Magníficat. Por tanto, no hay ni que pensar que la comprensión del ‘sentir con

la Iglesia’ tenga que ver únicamente con sentir con su parte jerárquica”.

El Papa, tras un momento de pausa, precisa de manera seca, para evitar

ser malentendido: “Obviamente hay que tener cuidado de no pensar que esta

infallibilitas de todos los fieles, de la que he hablado a la luz del Concilio, sea

una forma de populismo. No: es la experiencia de la ‘santa madre Iglesia

jerárquica’, como la llamaba San Ignacio, de la Iglesia como pueblo de Dios,

pastores y pueblo juntos. La Iglesia es la totalidad del pueblo de Dios”.

“Yo veo la santidad en el pueblo de Dios, su santidad cotidiana. Existe

una ‘clase media de la santidad’ de la que todos podemos formar parte, aquella

de que habla Malègue”.

El Papa se refiere a Joseph Malègue, escritor francés muy de su agrado,

nacido en 1876 y muerto en 1940. En particular a su trilogía incompleta Pierres

noires: Les Classes moyennes du Salut. Algunos críticos franceses lo han

definido como “el Proust católico”.

“Veo la santidad –prosigue el Papa– en el pueblo de Dios paciente: una

mujer que cría a sus hijos, un hombre que trabaja para llevar a casa el pan, los

enfermos, los sacerdotes ancianos tantas veces heridos pero siempre con su

sonrisa porque han servido al Señor, las religiosas que tanto trabajan y que

viven una santidad escondida. Esta es, para mí, la santidad común. Yo asocio

frecuentemente la santidad a la paciencia: no solo la paciencia como

hypomoné, hacerse cargo de los sucesos y las circunstancias de la vida, sino

también como constancia para seguir hacia delante día a día. Esta es la

santidad de la Iglesia militante de la que habla el mismo San Ignacio. Esta era

la santidad de mis padres: de mi padre, de mi madre, de mi abuela Rosa, que

me ha hecho tanto bien. En el breviario llevo el testamento de mi abuela Rosa,

y lo leo a menudo: porque para mí es como una oración. Es una santa que ha

sufrido mucho, incluso moralmente, y ha seguido valerosamente siempre hacia

delante”.

“Esta Iglesia con la que debemos sentir es la casa de todos, no una

capillita en la que cabe solo un grupito de personas selectas. No podemos

reducir el seno de la Iglesia universal a un nido protector de nuestra

mediocridad. Y la Iglesia es Madre –prosigue–. La Iglesia es fecunda, debe

serlo. Mire, cuando percibo comportamientos negativos en ministros de la

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Iglesia o en consagrados o consagradas, lo primero que se me ocurre es: ‘un

solterón’, ‘una solterona’. No son ni padres ni madres. No han sido capaces de

dar vida. Y sin embargo cuando, por ejemplo, leo la vida de los misioneros

salesianos que fueron a la Patagonia, leo una historia de vida y de fecundidad”.

“Otro ejemplo de estos días: he visto que los periódicos se han hecho

mucho eco de una llamada de teléfono que hice a un muchacho que me había

escrito una carta. Le telefoneé porque aquella carta había sido muy hermosa,

muy sencilla. Para mí, supuso un acto de fecundidad. Caí en la cuenta de que

se trataba de un joven que está creciendo, que ha reconocido a su padre y le

cuenta, sin más, algo de su vida. El padre no puede decirle, simplemente, ‘paso

de ti’. A mí, esta fecundidad me hace mucho bien”.

IGLESIAS JÓVENES E IGLESIAS ANTIGUAS

Sigo con el tema de la Iglesia, y dirijo al Papa una pregunta a la luz de la

reciente Jornada Mundial de la Juventud. “Este enorme evento ha puesto bajo

los reflectores a los jóvenes, pero no menos a esos ‘pulmones espirituales’ que

son las iglesias de institución más reciente. ¿Qué esperanzas le parece que

pueden surgir desde estas Iglesias para la Iglesia universal?”

“Las Iglesias jóvenes logran una síntesis de fe, cultura y vida en progreso

diferente de la que logran las Iglesias más antiguas. Para mí, la relación entre

las Iglesias de tradición más antigua y las más recientes se parece a la relación

que existe entre jóvenes y ancianos en una sociedad: construyen el futuro,

unos con su fuerza y los otros con su sabiduría. El riesgo está siempre

presente, es obvio; las Iglesias más jóvenes corren peligro de sentirse

autosuficientes, y las más antiguas el de querer imponer a los jóvenes sus

modelos culturales. Pero el futuro se construye unidos”.

¿ES LA IGLESIA UN HOSPITAL DE CAMPAÑA?

El papa Benedicto XVI, al anunciar su renuncia al pontificado, describía un

mundo actual sometido a rápidos cambios y agitado por unas cuestiones de

enorme importancia para la vida de fe, que reclaman gran vigor de cuerpo y

alma. Pregunto al Papa, también a la luz de lo que acaba de decir: “¿De qué

tiene la Iglesia mayor necesidad en este momento histórico? ¿Hacen falta

reformas? ¿Cuáles serían sus deseos para la Iglesia de los próximos años?

¿Qué Iglesia ‘sueña’?”.

El papa Francisco, refiriéndose al comienzo de mi pregunta, comienza

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diciendo: “El papa Benedicto realizó un acto de santidad, de grandeza y de

humildad. Es un hombre de Dios”. Mostrando así un gran afecto y gran estima

por su predecesor.

“Veo con claridad –prosigue– que lo que la Iglesia necesita con mayor

urgencia hoy es una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de

los fieles, cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña

tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol

o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto. Curar

heridas, curar heridas... Y hay que comenzar por lo más elemental”.

La Iglesia a veces se ha dejado envolver en pequeñas cosas, en

pequeños preceptos. Cuando lo más importante es el anuncio primero:

‘¡Jesucristo te ha salvado!’. Y los ministros de la Iglesia deben ser, ante todo,

ministros de misericordia. Por ejemplo, el confesor corre siempre peligro de ser

o demasiado rigorista o demasiado laxo. Ninguno de los dos es misericordioso,

porque ninguno de los dos se hace de verdad cargo de la persona. El rigorista

se lava las manos y lo remite a lo que está mandado. El laxo se lava las manos

diciendo simplemente ‘esto no es pecado’ o algo semejante. A las personas

hay que acompañarlas, las heridas necesitan curación”.

“¿Cómo estamos tratando al pueblo de Dios? Yo sueño con una Iglesia

Madre y Pastora. Los ministros de la Iglesia tienen que ser misericordiosos,

hacerse cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que

lava, limpia y consuela a su prójimo. Esto es Evangelio puro. Dios es más

grande que el pecado. Las reformas organizativas y estructurales son

secundarias, es decir, vienen después. La primera reforma debe ser la de las

actitudes. Los ministros del Evangelio deben ser personas capaces de caldear

el corazón de las personas, de caminar con ellas en la noche, de saber dialogar

e incluso descender a su noche y su oscuridad sin perderse. El pueblo de Dios

necesita pastores y no funcionarios ‘clérigos de despacho’. Los obispos,

especialmente, han de ser hombres capaces de apoyar con paciencia los

pasos de Dios en su pueblo, de modo que nadie quede atrás, así como de

acompañar al rebaño, con su olfato para encontrar veredas nuevas”.

“En lugar de ser solamente una Iglesia que acoge y recibe, manteniendo

sus puertas abiertas, busquemos más bien ser una Iglesia que encuentra

caminos nuevos, capaz de salir de sí misma yendo hacia el que no la

frecuenta, hacia el que se marchó de ella, hacia el indiferente. El que abandonó

la Iglesia a veces lo hizo por razones que, si se entienden y valoran bien,

pueden ser el inicio de un retorno. Pero es necesario tener audacia y valor”.

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Recojo lo que está diciendo el Santo Padre para hablar de aquellos

cristianos que viven situaciones irregulares para la Iglesia, o diversas

situaciones complejas; cristianos que, de un modo o de otro, mantienen heridas

abiertas. Pienso en los divorciados vueltos a casar, en parejas homosexuales y

en otras situaciones difíciles. ¿Cómo hacer pastoral misionera en estos casos?

¿Dónde encontrar un punto de apoyo? El Papa da a entender con un gesto que

ha comprendido lo que quiero decirle y me responde.

“Tenemos que anunciar el Evangelio en todas partes, predicando la buena

noticia del Reino y curando, también con nuestra predicación, todo tipo de

herida y cualquier enfermedad. En Buenos Aires recibía cartas de personas

homosexuales que son verdaderos ‘heridos sociales’, porque me dicen que

sienten que la Iglesia siempre les ha condenado. Pero la Iglesia no quiere

hacer eso. Durante el vuelo en que regresaba de Río de Janeiro dije que si una

persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, yo no soy quién

para juzgarla. Al decir esto he dicho lo que dice el Catecismo. La religión tiene

derecho de expresar sus propias opiniones al servicio de las personas, pero

Dios en la creación nos ha hecho libres: no es posible una injerencia espiritual

en la vida personal. Una vez una persona, para provocarme, me preguntó si yo

aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta:

‘Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia

con afecto o la rechaza y la condena?’. Hay que tener siempre en cuenta a la

persona. Y aquí entramos en el misterio del ser humano. En esta vida Dios

acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su

condición. Hay que acompañar con misericordia. Cuando sucede así, el

Espíritu Santo inspira al sacerdote la palabra oportuna”.

“Esta es la grandeza de la confesión: que se evalúa caso a caso, que se

puede discernir qué es lo mejor para una persona que busca a Dios y su

gracia. El confesionario no es una sala de tortura, sino aquel lugar de

misericordia en el que el Señor nos empuja a hacer lo mejor que podamos.

Estoy pensando en la situación de una mujer que tiene a sus espaldas el

fracaso de un matrimonio en el que se dio también un aborto. Después de

aquello esta mujer se ha vuelto a casar y ahora vive en paz con cinco hijos. El

aborto le pesa enormemente y está sinceramente arrepentida. Le encantaría

retomar la vida cristiana. ¿Qué hace el confesor?”.

“No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al

matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible. Yo no he

hablado mucho de estas cuestiones y he recibido reproches por ello. Pero si se

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habla de estas cosas hay que hacerlo en un contexto. Por lo demás, ya

conocemos la opinión de la Iglesia y yo soy hijo de la Iglesia, pero no es

necesario estar hablando de estas cosas sin cesar”.

“Las enseñanzas de la Iglesia, sean dogmáticas o morales, no son todas

equivalentes. Una pastoral misionera no se obsesiona por transmitir de modo

desestructurado un conjunto de doctrinas para imponerlas insistentemente. El

anuncio misionero se concentra en lo esencial, en lo necesario, que, por otra

parte es lo que más apasiona y atrae, es lo que hace arder el corazón, como a

los discípulos de Emaús”.

“Tenemos, por tanto, que encontrar un nuevo equilibrio, porque de otra

manera el edificio moral de la Iglesia corre peligro de caer como un castillo de

naipes, de perder la frescura y el perfume del Evangelio. La propuesta

evangélica debe ser más sencilla, más profunda e irradiante. Solo de esta

propuesta surgen luego las consecuencias morales”.

“Digo esto pensando también en la predicación y en los contenidos de

nuestra predicación. Una buena homilía, una verdadera homilía, debe

comenzar con el primer anuncio, con el anuncio de la salvación. No hay nada

más sólido, profundo y seguro que este anuncio. Después vendrá una

catequesis. Después se podrá extraer alguna consecuencia moral. Pero el

anuncio del amor salvífico de Dios es previo a la obligación moral y religiosa.

Hoy parece a veces que prevalece el orden inverso. La homilía es la piedra de

toque si se quiere medir la capacidad de encuentro de un pastor con su pueblo,

porque el que predica tiene que reconocer el corazón de su comunidad para

buscar dónde permanece vivo y ardiente el deseo de Dios. Por eso el mensaje

evangélico no puede quedar reducido a algunos aspectos que, aun siendo

importantes, no manifiestan ellos solos el corazón de la enseñanza de Jesús”.

EL PRIMER PAPA RELIGIOSO DESPUÉS DE 182 AÑOS…

El Papa Francisco es el primer Pontífice que proviene de una orden

religiosa después del camaldulense Gregorio XVI, elegido en 1831, hace 182

años. Así, pues, pregunto: “¿Qué puesto específico tienen hoy en la Iglesia los

religiosos y las religiosas?”.

“Los religiosos son profetas. Son los que eligieron un modo de seguir a

Jesús que imita su vida con la obediencia al Padre, la pobreza, la vida de

comunidad y la castidad. En este sentido, los votos no pueden acabar

convirtiéndose en caricaturas, porque cuando así sucede, por ejemplo, la vida

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de comunidad se vuelve un infierno y la castidad una vida de solterones. El

voto de castidad debe ser un voto de fecundidad. En la Iglesia los religiosos

son llamados especialmente a ser profetas que dan testimonio de cómo se vive

a Jesús en este mundo, y que anuncian cómo será el Reino de Dios cuando

llegue a su perfección. Un religioso no debe jamás renunciar a la profecía. Lo

cual no significa actitud de oposición a la parte jerárquica de la Iglesia, aunque

función profética y estructura jerárquica no coinciden. Estoy hablando de una

propuesta positiva, que no debe realizarse con temor. Pensemos en lo que han

hecho tantos grandes santos de la vida monástica, religiosos y religiosas,

desde tiempos de San Antonio Abad. Ser profeta implica, a veces, hacer ruido,

no sé cómo decir… La profecía crea alboroto, estruendo, alguno diría que crea

‘gran confusión’. Pero en realidad su carisma es ser levadura: la profecía

anuncia el espíritu del Evangelio”.

DICASTERIOS ROMANOS, SINODALIDAD, ECUMENISMO

Partiendo de la alusión a la Jerarquía, en este momento pregunto al Papa:

“¿Qué piensa de los dicasterios romanos?”.

“Los dicasterios romanos están al servicio del Papa y de los obispos:

tienen que ayudar a las Iglesias particulares y a las conferencias episcopales.

Son instancias de ayuda. Pero, en algunos casos, cuando no son bien

entendidos, corren peligro de convertirse en organismos de censura.

Impresiona ver las denuncias de falta de ortodoxia que llegan a Roma. Pienso

que quien debe estudiar los casos son las conferencias episcopales locales, a

las que Roma puede servir de valiosa ayuda. La verdad es que los casos se

tratan mejor sobre el terreno. Los dicasterios romanos son mediadores, no

intermediarios ni gestores”.

Recuerdo al Papa que el pasado 29 de junio, durante la ceremonia de

bendición e imposición de los palios a los 34 arzobispos metropolitanos, definió

“la vía de la sinodalidad” como el camino que lleva a la Iglesia unida “a crecer

en armonía con el servicio del primado”. En consecuencia, mi pregunta es esta:

“¿Cómo conciliar en armonía primado petrino y solidaridad? ¿Qué caminos son

practicables, incluso con perspectiva ecuménica?”.

“Debemos caminar juntos: la gente, los obispos y el Papa. Hay que vivir la

sinodalidad a varios niveles. Quizá es tiempo de cambiar la metodología del

sínodo, porque la actual me parece estática. Eso podrá llegar a tener valor

ecuménico, especialmente con nuestros hermanos ortodoxos. De ellos

podemos aprender mucho sobre el sentido de la colegialidad episcopal y sobre

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la tradición de sinodalidad. El esfuerzo de reflexión común, observando cómo

se gobernaba la Iglesia en los primeros siglos, antes de la ruptura entre Oriente

y Occidente, acabará dando frutos. Para las relaciones ecuménicas es

importante una cosa: no solo conocerse mejor, sino también reconocer lo que

el Espíritu ha ido sembrando en los otros como don también para nosotros. Yo

deseo proseguir la reflexión sobre cómo ejercer el primado petrino que inició ya

en 2007 la Comisión Mixta y que condujo a la firma del Documento de Rávena.

Hay que seguir esta vía”.

Intento captar cómo ve el Papa el futuro de la unidad de la Iglesia. Me

responde: “Tenemos que caminar unidos en las diferencias: no existe otro

camino para unirnos. El camino de Jesús es ese”.

¿Y el papel de la mujer en la Iglesia? El Papa se ha referido más de una

vez a este tema en ocasiones diversas. En una entrevista afirmó que la

presencia femenina en la Iglesia apenas se ha hecho notar, porque la tentación

del machismo no ha dejado espacio para hacer visible el papel que

corresponde a la mujer en la comunidad. Retomó el tema durante el viaje de

vuelta de Río de Janeiro, afirmando que no se ha hecho aún una teología

profunda de la mujer. Yo le pregunto: “¿Cuál debe ser el papel de la mujer en la

Iglesia? ¿Qué hacer hoy para darle una mayor visibilidad?”.

“Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más

incisiva en la Iglesia. Temo la solución del ‘machismo con faldas’, porque la

mujer tiene una estructura diferente del varón. Pero los discursos que oigo

sobre el rol de la mujer a menudo se inspiran en una ideología machista. Las

mujeres están formulando cuestiones profundas que debemos afrontar. La

Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que esta desempeña. La

mujer es imprescindible para la Iglesia. María, una mujer, es más importante

que los obispos. Digo esto porque no hay que confundir la función con la

dignidad. Es preciso, por tanto, profundizar más en la figura de la mujer en la

Iglesia. Hay que trabajar más hasta elaborar una teología profunda de la mujer.

Solo tras haberlo hecho podremos reflexionar mejor sobre su función dentro de

la Iglesia. En los lugares donde se toman las decisiones importantes es

necesario el genio femenino. Afrontamos hoy este desafío: reflexionar sobre el

puesto específico de la mujer incluso allí donde se ejercita la autoridad en los

varios ámbitos de la Iglesia”.

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EL CONCILIO VATICANO II

“¿Qué hizo el Concilio Vaticano II? ¿Qué fue, en realidad?”. Le dirijo esta

pregunta a la luz de las afirmaciones que acaba de hacer, imaginando una

respuesta larga y organizada. Y, sin embargo, me da la impresión de que el

Papa considerase el Concilio un hecho tan incontestable que apenas valiera la

pena dedicarle mucho tiempo corroborando su importancia.

“El Vaticano II supuso una relectura del Evangelio a la luz de la cultura

contemporánea. Produjo un movimiento de renovación que viene sencillamente

del mismo Evangelio. Los frutos son enormes. Basta recordar la liturgia. El

trabajo de reforma litúrgica hizo un servicio al pueblo, releyendo el Evangelio a

partir de una situación histórica completa. Sí, hay líneas de continuidad y de

discontinuidad, pero una cosa es clara: la dinámica de lectura del Evangelio

actualizada para hoy, propia del Concilio, es absolutamente irreversible. Luego

están algunas cuestiones concretas, como la liturgia según el Vetus Ordo.

Pienso que la decisión del papa Benedicto estuvo dictada por la prudencia,

procurando ayudar a algunas personas que tienen esa sensibilidad particular.

Lo que considero preocupante es el peligro de ideologización, de

instrumentalización del Vetus Ordo”.

BUSCAR Y ENCONTRAR A DIOS EN TODAS LAS COSAS

El discurso del POapa Francisco se inclina hacia la apertura cuando habla

de los desafíos que afrontamos hoy. Hace algunos años escribía que para ver

la realidad hace falta una mirada de fe, porque si no, se contempla una realidad

fragmentada, dividida. Este sería uno de los temas de la encíclica Lumen fidei.

Tengo presente algunos pasajes de los discursos del Papa Francisco durante la

Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro. Se los cito: “Dios es real, si

se manifiesta en nuestro hoy”; “Dios está en todas partes”. Son frases que se

hacen eco de la expresión ignaciana “buscar y encontrar a Dios en todas las

cosas”.

Le pregunto al Papa: “Santidad, ¿cómo se hace para buscar y encontrar a

Dios en todas las cosas?”.

“Lo que dije en Río tiene un valor temporal. Es verdad que tenemos la

tentación de buscar a Dios en el pasado o en lo que creemos que puede darse

en el futuro. Dios está ciertamente en el pasado porque está en las huellas que

ha ido dejando. Y está también en el futuro como promesa. Pero el Dios

‘concreto’, por decirlo así, es hoy. Por eso las lamentaciones jamás nos ayudan

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a encontrar a Dios. Las lamentaciones que se oyen hoy sobre cómo va este

mundo ‘bárbaro’ acaban generando en la Iglesia deseos de orden, entendido

como pura conservación, como defensa. No: hay que encontrar a Dios en

nuestro hoy”.

“Dios se manifiesta en una revelación histórica, en el tiempo. Es el tiempo

el que inicia los procesos, el espacio los cristaliza. Dios se encuentra en el

tiempo, en los procesos en curso. No hay que dar preferencia a los espacios de

poder frente a los tiempos, a veces largos, de los procesos. Lo nuestro es

poner en marcha procesos, más que ocupar espacios. Dios se manifiesta en el

tiempo y está presente en los procesos de la historia. Esto nos hace preferir las

acciones que generan dinámicas nuevas. Y exige paciencia y espera”.

“Encontrar a Dios en todas las cosas no es un eureka empírico. En el

fondo, cuando deseamos encontrar a Dios nos gustaría constatarlo

inmediatamente por medios empíricos. Pero así no se encuentra a Dios. Se le

encuentra en la brisa ligera de Elías. Los sentidos capaces de percibir a Dios

son los que Ignacio llama ‘sentidos espirituales’. Ignacio quiere que abramos la

sensibilidad espiritual y así encontremos a Dios más allá de un contacto

puramente empírico. Se necesita una actitud contemplativa: es el sentimiento

del que va por el camino bueno de la comprensión y del afecto frente a las

cosas y las situaciones. Señales de que estamos en ese buen camino son la

paz profunda, la consolación espiritual, el amor de Dios y de todas las cosas en

Dios”.

CERTEZAS Y ERRORES

Si el encuentro con Dios en todas las cosas no es un “eureka empírico” –

le digo al Papa– y si, por tanto, se trata de un camino que va leyendo en la

historia, es posible cometer errores…

“Sí, este buscar y encontrar a Dios en todas las cosas deja siempre un

margen a la incertidumbre. Debe dejarlo. Si una persona dice que ha

encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen de incertidumbre,

algo no va bien. Yo tengo esto por una clave importante. Si uno tiene

respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios no

está con él. Quiere decir que es un falso profeta que usa la religión en bien

propio. Los grandes guías del pueblo de Dios, como Moisés, siempre han dado

espacio a la duda. Tenemos que hacer espacio al Señor, no a nuestras

certezas, hemos de ser humildes. En todo discernimiento verdadero, abierto a

la confirmación de la consolación espiritual, está presente la incertidumbre”.

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“El riesgo que existe, pues, en el buscar y hallar a Dios en todas las

cosas, son los deseos de ser demasiado explícito, de decir con certeza

humana y con arrogancia: ‘Dios está aquí’. Así encontraríamos solo un Dios a

medida nuestra. La actitud correcta es la agustiniana: buscar a Dios para

hallarlo, y hallarlo para buscarle siempre. Y frecuentemente se busca a tientas,

como leemos en la Biblia. Esta es la experiencia de los grandes Padres de la

fe, modelo nuestro. Hay que releer el capítulo 11 de la Carta a los Hebreos.

Abrahán, por la fe, partió sin saber a dónde iba. Todos nuestros antepasados

en la fe murieron teniendo ante los ojos los bienes prometidos, pero muy a lo

lejos... No se nos ha entregado la vida como un guion en el que ya todo

estuviera escrito, sino que consiste en andar, caminar, hacer, buscar, ver…

Hay que embarcarse en la aventura de la búsqueda del encuentro y del dejarse

buscar y dejarse encontrar por Dios”.

“Porque Dios está primero, está siempre primero, Dios primerea. Dios es

un poco como la flor del almendro de tu Sicilia, Antonio, que es siempre la

primera en aparecer. Así lo leemos en los profetas. Por tanto, a Dios se le

encuentra caminando, en el camino. Y al oírme alguno podría decir que esto es

relativismo. ¿Es relativismo? Sí, si se entiende mal, como una especie de

confuso panteísmo. No, si se entiende en el sentido bíblico, según el cual Dios

es siempre una sorpresa y jamás se sabe dónde y cómo encontrarlo, porque no

eres tú el que fija el tiempo ni el lugar para encontrarte con Él. Es preciso

discernir el encuentro. Y por eso el discernimiento es fundamental”.

“Un cristiano restauracionista, legalista, que lo quiere todo claro y seguro,

no va a encontrar nada. La tradición y la memoria del pasado tienen que

ayudarnos a reunir el valor necesario para abrir espacios nuevos a Dios. Aquel

que hoy buscase siempre soluciones disciplinares, el que tienda a la

‘seguridad’ doctrinal de modo exagerado, el que busca obstinadamente

recuperar el pasado perdido, posee una visión estática e involutiva. Y así la fe

se convierte en una ideología entre tantas otras. Por mi parte, tengo una

certeza dogmática: Dios está en la vida de toda persona. Dios está en la vida

de cada uno. Y aun cuando la vida de una persona haya sido un desastre,

aunque los vicios, la droga o cualquier otra cosa la tengan destruida, Dios está

en su vida. Se puede y se debe buscar a Dios en toda vida humana. Aunque la

vida de una persona sea terreno lleno de espinas y hierbajos, alberga siempre

un espacio en que puede crecer la buena semilla. Es necesario fiarse de Dios”.

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¿DEBEMOS SER OPTIMISTAS?

Estas palabras del Papa me recuerdan algunas reflexiones suyas de hace

tiempo, en las que el entonces cardenal Bergoglio escribía que Dios vive ya en

la ciudad, mezclado vitalmente con todos y unido a cada uno. Es otro modo de

decir, me parece, lo que escribe san Ignacio en los Ejercicios Espirituales

cuando dice que Dios “trabaja y labora” en nuestro mundo. Le pregunto:

“¿Debemos ser optimistas? ¿Qué signos de esperanza hay en el mundo

actual? ¿Cómo hacemos para ser optimistas en un mundo en crisis?”.

“No me gusta mucho la palabra ‘optimismo’ porque expresa una actitud

psicológica. Me gusta más usar la palabra ‘esperanza’, tal como se lee en el

capítulo 11 de la Carta a los Hebreos que he citado más arriba. Los Padres

siguieron caminando a través de grandes dificultades. La esperanza no

defrauda, como leemos en la Carta a los Romanos. Piense en la primera

adivinanza del Turandot de Puccini”, me dice el Papa.

Sobre la marcha he hecho memoria para recordar los versos de aquella

adivinanza de la princesa, que tiene como solución la esperanza: En la

oscuridad de la noche vuela un irisado fantasma. / Sube y despliega las alas /

sobre la negra, infinita humanidad. / Todos lo invocan / y todos le imploran. /

Pero el fantasma se esfuma con la aurora / para renacer en el corazón. / ¡Cada

noche nace / y cada día muere! Son versos que revelan el deseo de una

esperanza que, sin embargo, es un fantasma irisado que desaparece con la

aurora.

“Pues bien –prosigue el papa Francisco–, la esperanza cristiana no es un

fantasma y no engaña. Es una virtud teologal y, en definitiva, un regalo de Dios

que no se puede reducir a un optimismo meramente humano. Dios no defrauda

la esperanza ni puede traicionarse a sí mismo. Dios es todo promesa”.

EL ARTE Y LA CREATIVIDAD

He quedado tocado por la alusión del Papa a Turandot, hablando del

misterio de la esperanza. Me gustaría captar un poco más cuáles son sus

coordenadas artísticas y literarias. Le recuerdo que el año 2006 decía que los

grandes artistas saben cómo presentar con belleza las realidades trágicas y

dolorosas de la vida. Y le pregunto cuáles son sus artistas y escritores

preferidos, si tienen algo en común…

“He sido aficionado a autores muy diferentes entre sí. Amo muchísimo a

22

Dostoyevski y Hölderlin. De Hölderlin me gusta recordar aquella poesía tan

bella para el cumpleaños de su abuela, que me ha hecho tanto bien espiritual.

Es aquella que termina con el verso ‘Que el hombre mantenga lo que prometió

el niño’. Me impresionó porque quería mucho a mi abuela Rosa y en esa

poesía Hölderlin pone a su abuela junto a María, la que dio a luz a Jesús, al

que él consideraba el amigo de la tierra que no consideró extranjero a ningún

viviente. He leído Los novios tres veces y ahora lo tengo sobre la mesa para

volverlo a leer. Manzoni me ha dado mucho. Mi abuela me hacía, de niño,

aprender de memoria el comienzo de Los novios: ‘Quel ramo del lago di Como,

che volge a mezzogiorno, tra due catene non interrotte di monti…’. También

Gerard Manley Hopkins me ha gustado mucho”.

“En pintura admiro a Caravaggio: sus lienzos me hablan. Pero también

Chagall con su Crucifixión blanca...”.

“En música amo a Mozart, obviamente. Aquel ‘Et Incarnatus est’ de su

Misa en Do es insuperable: ¡te lleva a Dios! Me encanta Mozart interpretado

por Clara Haskil. Mozart me llena: no puedo pensarlo, tengo que sentirlo. A

Beethoven me gusta escucharlo, pero prometeicamente. Y el intérprete más

prometeico para mí es Furtwängler. Y después, las Pasiones de Bach. El

pasaje de Bach que me gusta mucho es el Erbarme Dich, el llanto de Pedro de

la Pasión según San Mateo. Sublime. Después, a distinto nivel, no de la misma

intimidad, me gusta Wagner. Me gusta escucharlo, pero no siempre. La

Tetralogía del anillo, dirigido por Furtwängler en la Scala el año 1950 es lo

mejor que hay. Sin olvidar Parsifal dirigido el ’62 por Knappertsbusch”.

“Deberíamos pasar a hablar de cine. La Strada de Fellini es quizá la

película que más me haya gustado. Me identifico con esa película, en la que

hay una referencia implícita a San Francisco. Luego creo haber visto todas las

películas de Anna Magnani y Aldo Fabrizi cuando tenía entre 10 y 12 años.

Otra película que me gustó mucho fue Roma città aperta. Mi cultura

cinematográfica se la debo sobre todo a mis padres, que nos llevaban muy a

menudo al cine”.

“En general puedo decir que me gustan los artistas trágicos,

especialmente los más clásicos. Hay una bella definición que Cervantes pone

en boca del bachiller Carrasco haciendo el elogio de la historia de Don Quijote:

‘Los niños la traen en las manos, los jóvenes la leen, los adultos la entienden,

los viejos la elogian’. Esta puede ser para mí una buena definición de lo que

son los clásicos”.

23

Me doy cuenta de que me han absorbido todas estas citas del Papa y de

que desearía entrar en su vida por la puerta de sus preferencias artísticas.

Sería, imagino, un largo itinerario. Incluiría el cine, desde el neorrealismo

italiano al Festín de Babette. Me vienen a la cabeza otros autores y otras obras

que él ha citado en otras ocasiones, quizá menores o peor conocidas o de

carácter local, del Martín Fierro de José Hernández a la poesía de Nino Costa,

a El gran éxodo de Luigi Orsenigo. Pienso también en Joseph Malègue y José

María Pemán. Y obviamente en Dante y Borges, pero también en Leopoldo

Marechal, el autor de Adán Buenosayres, El banquete de Severo Arcángelo y

Megafón o la guerra.

Pienso en Borges porque Bergoglio, entonces profesor de literatura a los

veintiocho años en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe, lo conoció

personalmente. Bergoglio enseñaba en los dos últimos años del liceo cuando

inició a sus alumnos en la escritura creativa. Yo mismo he tenido una

experiencia parecida a la suya cuando tenía su edad, en el Istituto Massimo de

Roma, fundando BombaCarta, y se la cuento. Al final pido al Papa que me

narre su experiencia.

“Fue una cosa un poco atrevida –responde–. Quería encontrar la manera

de que mis alumnos estudiasen El Cid. Pero a los chicos no les apetecía. Me

pedían leer a García Lorca. Entonces decidí que estudiaran El Cid en casa y

que en clase yo hablaría de los autores que les gustaban más. Naturalmente

los chicos querían leer obras literarias más ‘picantes’, contemporáneas, como

La casada infiel o clásicas, como La Celestina de Fernando de Rojas. Pero

leyendo estas cosas que les resultaban entonces más atractivas, le cogían

gusto a la literatura y a la poesía en general, y pasaban a otros autores. Y a mí

me resultó una gran experiencia. Pude acabar el programa, aunque de forma

no estructurada, es decir, no según el orden previsto, sino siguiendo el que iba

surgiendo con naturalidad a partir de la lectura de los autores. Esta modalidad

se me acomodaba muy bien: no era de mi agrado hacer una programación

rígida, todo lo más conocer, sobre poco más o menos, a donde quería llegar. Y

entonces empecé a hacerles escribir. Al final decidí pedir a Borges que leyera

dos narraciones escritas por mis chicos. Conocía a su secretaria, que me había

dado clases de piano. A Borges le gustaron muchísimo. Y me propuso redactar

la introducción de una recopilación”.

“Entonces, Santo Padre, para la vida de una persona ¿es importante la

creatividad?”, le pregunto. Se ríe y me responde: “¡Para un jesuita es

enormemente importante! Un jesuita debe ser creativo”.

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FRONTERAS Y LABORATORIOS

Creatividad, pues: importante para un jesuita. El papa Francisco, cuando

recibió a los padres y colaboradores de La Civiltà Cattolica, había enunciado

otras tres características importantes para el trabajo cultural del jesuita. Vuelvo

con la memoria a aquel día, 14 de junio pasado. Recuerdo que entonces, en el

intercambio que tuvimos, previo al encuentro con todo el grupo, ya me las

había anunciado: diálogo, discernimiento y frontera. Y había insistido en

particular en el último punto, citándome a Pablo VI que en un famoso discurso

había dicho de los jesuitas: “Dondequiera que en la Iglesia las más candentes

exigencias del hombre se han medido con el mensaje perenne del Evangelio,

aun en los campos más difíciles y punteros, sea en las encrucijadas de las

ideologías o en las trincheras sociales, allí han estado los jesuitas”.

Le pido al papa Francisco que me lo aclare un poco: “Nos ha pedido que

estemos atentos a no caer ‘en la tentación de domesticar las fronteras: hay que

salir al encuentro de las fronteras, y no traerse las fronteras a casa para darles

un barniz y domesticarlas’. ¿A qué se refería? ¿Qué quería decirnos

exactamente? Esta entrevista ha surgido de un acuerdo entre un grupo de

revistas dirigidas por la Compañía de Jesús: ¿desea hacerles alguna invitación

especial? ¿Cuáles deben ser sus prioridades?”.

“Las tres palabras clave que dirigí a La Civiltà Cattolica pueden

extenderse a todas las revistas de la Compañía, quizá con acentos diferentes

propios de su naturaleza y sus objetivos. Cuando insisto en la frontera de un

modo especial, me refiero a la necesidad que tiene el hombre de cultura de

estar inserto en el contexto en que actúa y sobre el que reflexiona. Nos acecha

siempre el peligro de vivir en un laboratorio. La nuestra no es una fe-laboratorio,

sino una fe-camino, una fe histórica. Dios se ha revelado como

historia, no como un compendio de verdades abstractas. Me dan miedo los

laboratorios porque en el laboratorio se toman los problemas y se los lleva uno

a su casa, fuera de su contexto, para domesticarlos, para darles un barniz. No

hay que llevarse la frontera a casa, sino vivir en frontera y ser audaces”.

Le pregunto al Papa si puede ponerme algún ejemplo a partir de su

experiencia personal.

“Cuando se habla de problemas sociales, una cosa es reunirse a estudiar

el problema de la droga de una villa miseria, y otra cosa es ir allí, vivir allí y

captar el problema desde dentro y estudiarlo. Hay una carta genial del padre

Arrupe a los Centros de Investigación y Acción Social (CIAS) sobre la pobreza,

25

en la que dice claramente que no se puede hablar de pobreza si no se la

experimenta, con una inserción directa en los lugares en los que se vive esa

pobreza. La palabra ‘inserción’ es peligrosa, porque algunos religiosos la han

tomado como una moda, y han sucedido desastres por falta de discernimiento.

Pero es verdaderamente importante”.

“Y las fronteras son muchas. Pensemos en las religiosas que viven en

hospitales: viven en las fronteras. Yo mismo estoy vivo gracias a ellas. Con

ocasión de mi problema de pulmón en el hospital, el médico me prescribió

penicilina y estreptomicina en cierta dosis. La hermana que estaba de guardia

la triplicó porque tenía ojo clínico, sabía lo que había que hacer porque estaba

con los enfermos todo el día. El médico, que verdaderamente era un buen

médico, vivía en su laboratorio, la hermana vivía en la frontera y dialogaba con

la frontera todos los días. Domesticar las fronteras significa limitarse a hablar

desde una posición de lejanía, encerrase en los laboratorios, que son cosas

útiles. Pero la reflexión, para nosotros, debe partir de la experiencia”.

CÓMO SE ENTIENDE EL HOMBRE A SÍ MISMO

Pregunto al Papa si esto tiene validez también, y cómo, en el caso de una

frontera tan importante como es la del desafío antropológico. La antropología

que la Iglesia ha tomado tradicionalmente como punto de referencia y el

lenguaje con el que la ha expresado siguen siendo referencia sólida, fruto de

una sabiduría y una experiencia seculares. Y, sin embargo, el hombre al que se

dirige la Iglesia no parece ya comprender esa antropología y ese lenguaje, ni

considerarlos suficientes. Comienzo exponiendo el hecho de que el hombre se

está interpretando a sí mismo de modo diferente a como lo ha hecho en el

pasado, con categorías diferentes. Y esto se debe también a grandes cambios

en la sociedad y a un estudio más hondo de sí mismo.

El Papa, en este momento, se levanta y va coger su Breviario de la mesa

de trabajo. Es un Breviario en latín y ya muy ajado por el uso. Lo abre por el

Oficio de Lectura de la Feria sexta, es decir del viernes, de la semana XXVII.

Me lee un pasaje del Commonitorium Primum de San Vincente de Lerins: “Ita

etiam christianae religionis dogma sequatur has decet profectuum leges, ut

annis scilicet consolidetur, dilatetur tempore, sublimetur aetate (El mismo

dogma de la religión cristiana debe someterse a estas leyes. Progresa,

consolidándose con los años, desarrollándose con el tiempo, haciéndose más

profundo con la edad)”.

Y prosigue el Papa: “San Vicente de Lerins compara el desarrollo

26

biológico del hombre con la transmisión del depositum fidei de una época a la

otra, que crece y se consolida con el paso del tiempo. Ciertamente la

comprensión del hombre cambia con el tiempo y su conciencia de sí mismo se

hace más profunda. Pensemos en cuando la esclavitud era cosa admitida y

cuando la pena de muerte se aceptaba sin problemas. Por tanto, se crece en

comprensión de la verdad. Los exegetas y los teólogos ayudan a la Iglesia a

madurar su propio juicio. Las demás ciencias y su evolución ayudan también a

la Iglesia a aumentar en comprensión. Hay normas y preceptos eclesiales

secundarios, una vez eficaces pero ahora sin valor ni significado. Es

equivocada una visión monolítica y sin matices de la doctrina de la Iglesia”.

“Por lo demás, en cada época el hombre intenta comprenderse y

expresarse mejor a sí mismo. Y por tanto el hombre, con el tiempo, cambia su

modo de percibirse: una cosa es el hombre que se expresa esculpiendo la Nike

de Samotracia, otra la de Caravaggio, otra la de Chagall y, todavía, otra la de

Dalí. Las mismas formas de expresión de la verdad pueden ser múltiples, es

más, es necesario que lo sean para la transmisión del mensaje evangélico en

su significado inmutable”.

“El hombre va a la búsqueda de sí mismo, y es natural que en esta

búsqueda pueda cometer errores. La Iglesia ha vivido tiempos de genialidad,

como por ejemplo el del tomismo. Pero también vive tiempos de decadencia del

pensamiento. Por ejemplo: no debemos confundir la genialidad del tomismo

con el tomismo decadente. Yo, desgraciadamente, estudié la filosofía en

manuales de tomismo decadente. En su pensamiento sobre el hombre la

Iglesia debería tender a la genialidad, no a la decadencia”.

“¿Cuándo deja de ser válida una expresión del pensamiento? Cuando el

pensamiento pierde de vista lo humano, cuando le da miedo el hombre o

cuando se deja engañar sobre sí mismo. Podemos representar el pensamiento

engañado en la figura de Ulises ante el canto de las sirenas, o como

Tannhäuser, rodeado de una orgía de sátiros y bacantes, o como Parsifal, en el

segundo acto de la ópera wagneriana, en el palacio de Klingsor. El

pensamiento de la Iglesia debe recuperar genialidad y entender cada vez mejor

la manera como el hombre se comprende hoy, para desarrollar y profundizar

sus propias enseñanzas”.

27

ORAR

Lanzo al Papa una última pregunta sobre su modo preferido de orar.

“Rezo el Oficio todas las mañanas. Me gusta rezar con los Salmos.

Después, inmediatamente, celebro la misa. Rezo el Rosario. Lo que

verdaderamente prefiero es la Adoración vespertina, incluso cuando me

distraigo pensando en otras cosas o cuando llego a dormirme rezando. Por la

tarde, por tanto, entre las siete y las ocho, estoy ante el Santísimo en una hora

de adoración. Pero rezo también en mis esperas al dentista y en otros

momentos de la jornada”.

“La oración es para mí siempre una oración ‘memoriosa’, llena de

memoria, de recuerdos, incluso de memoria de mi historia o de lo que el Señor

ha hecho en su Iglesia o en una parroquia concreta. Para mí, se trata de la

memoria de que habla San Ignacio en la primera Semana de los Ejercicios, en

el encuentro misericordioso con Cristo Crucificado. Y me pregunto: ‘¿Qué he

hecho yo por Cristo? ¿Qué hago por Cristo? ¿Qué debo hacer por Cristo?’. Es

la memoria de la que habla también Ignacio en la Contemplación para alcanzar

amor, cuando nos pide que traigamos a la memoria los beneficios recibidos.

Pero, sobre todo, sé que el Señor me tiene en su memoria. Yo puedo olvidarme

de Él, pero yo sé que Él jamás se olvida de mí. La memoria funda radicalmente

el corazón del jesuita: es la memoria de la gracia, la memoria de la que se

habla en el Deuteronomio, la memoria de las acciones de Dios que están en la

base de la alianza entre Dios y su pueblo. Esta es la memoria que me hace hijo

y que me hace también ser padre”.

***

Me doy cuenta de que seguiría mucho tiempo este diálogo, pero sé que,

como dijo el Papa una vez, no hay que “maltratar los límites”. En total hemos

dialogado durante más de seis horas a lo largo de tres sesiones, el 19, el 23 y

el 29 de agosto. He preferido organizar la redacción sin divisiones, para que no

perdiera continuidad. Lo nuestro ha sido más una conversación que una

entrevista: las preguntas han constituido como un telón de fondo que no

imponía rígidos parámetros predefinidos. Incluso desde el punto de vista

lingüístico hemos pasado con soltura del italiano al español, a menudo sin

advertir la transición. No ha habido nada de mecánico, y las respuestas nacían

del diálogo y dentro de un razonamiento que he procurado reflejar aquí, de

modo sintético, como he podido.

P. Antonio Spadaro, S.J.  (Superior Jesuita) 

Director de La Civiltà Cattolica

 

 

  Y 

Nuevas tecnologías y nueva evangelización – Evangelii Gaudium

Breve Introducción en el Portal http://farodelautopia.webcindario.com   y a continuación transcripta la conferencia obrante en la página interior linkeada.  

  LA EVANGELIZACIÓN EN LA ERA DIGITAL, por Monseñor Lucio Ruiz, jefe del Servicio de Internet de la Santa Sede  click aquí  leer Conferencia completa         El sacerdote argentino, jefe del Servicio de  Internet del Vaticano desde 2009, llegó hoy (11/04/13) de visita a Argentina, y dió una conferencia (que presencié y en la que lo saludé), con entrada libre y gratuita, en la Universidad Católica Argentina.  El Servicio de Internet del Vaticano (antigua Oficina de Internet de la Santa Sede), es una de las tres oficinas de la Dirección de Telecomunicaciones del Estado de la Ciudad del Vaticano. Inició su actividad el 25 de diciembre de 1995, cuando difundió en el incipiente sitio web del Vaticano (www.vatican.va) el mensaje del papa Juan Pablo II con motivo de la Navidad de aquel año. Monseñor Ruiz es el responsable de "las manos y los brazos digitales que permiten al Papa llegar hasta los extremos de la tierra". Tiene 48 años y es santafecino. Vive en Roma desde 1997, y afirma que "el modo de comunicar del Papa Francisco se adecua a las necesidades de la era digital, pues el Papa Francisco irrumpió en la historia con su sonrisa, con su sencillez y mensaje evangélico fuertísimo y las redes sociales, las webs y todos los servicios multimediales se enriquecieron inmediatamente de una presencia realmente impactante. No sólo Internet sino que el eco se dio en la sociedad en general. Mucha gente se acerca a la Iglesia después de tantos años".  Recordó que la Santa Sede fue incorporando tecnología y servicios desde que abrió su primera página web, y que desde fines del año pasado, el Papa cuenta, además, con un perfil oficial en Twitter, en una decena de idiomas, que comenzó a usar Benedicto XVI y que ahora tiene más de cinco millones de seguidores.  En su valiosa conferencia, se esclarece con plenitud que si bien nos hemos convertido en "ciudadanos digitales" pues en todas las actividades estamos cada vez más atravesados por la informática e  internet, debemos sin embargo ahora conservar más fuertemente que nunca el contacto humano, el abrazo, las caricias, besos, el amor físico y espiritual, la sensibilidad ante el sufrimiento del prójimo y el prestar ayuda con solidaridad cristiana.  Debemos mantener el compromiso afectivo concreto como dice el Papa Francisco, siendo "pastores con olor a oveja", realizando así fielmente el precepto bíblico de "ama a Dios por sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo", y simultáneamente  re-aprender y re-pensar  el Mensaje de Jesús, válido para todos los tiempos y todos los hombres, pero que necesita ser presentado de manera que pueda ser entendido y acogido por el hombre de hoy; tal es la exigencia de la situación actual con vistas a la nueva evangelización y el papel de las nuevas tecnologías virtuales.   ///... click leer más y Conferencia completa

 Y en la página interior linkeada: El jefe de servicios de Internet del Vaticano habla en la Universidad Católica Argentina  -  Jueves 11 de Abril 2013

leer a continuación:  - Reportaje diario La Nación, - su Conferencia completa "La evangelización en la era digital", y - "La educomunicación social salesiana".  En todas se hace referencia a la educación para el espíritu en relación con las nuevas tecnologías informáticas.

    LA EVANGELIZACIÓN EN LA ERA DIGITAL

Monseñor Lucio Ruiz, jefe del Servicio de Internet de la Santa Sede, brindó una conferencia el jueves 11 de abril a las 19 horas en el Auditorio Monseñor Derisi de la Universidad Católica Argentina.   La misma se desarrolló sobre la evangelización en la era digital.    El Servicio de Internet del Vaticano (antigua Oficina de Internet de la Santa Sede), es una de las tres oficinas de la Dirección de Telecomunicaciones del Estado de la Ciudad del Vaticano. Inició su actividad el 25 de diciembre de 1995, cuando difundió en el incipiente sitio web del Vaticano (www.vatican.va) el mensaje del papa Juan Pablo II con motivo de la Navidad de aquel año.

He concurrido a escuchar la atrayente conferencia brindada por Monseñor Lucio Ruiz, y en verdad aporta conceptos muy valiosos para situarnos más adecuadamente ante esta nueva y sin embargo vieja realidad planteada por las nuevas tecnologías.  Como él bien dice, todo depende de como las usemos, sigue estando en nosotros tomar el camino del Bien y usarlas para propagar el mensaje de amor de Dios y la palabra de Jesucristo como nuestro salvador, haciendo hincapié en que al mismo tiempo realicemos la obra de humilde caridad comprometida en el terreno, como dice el Papa Francisco, siendo "pastores con olor a oveja".  Tuve el agrado de departir con Monseñor Ruiz y darle como obsequio para él y para que le entregue al Papa Francisco, unos cds con el libro digital Etica y artículos sobre el Papa Francisco publicados en el sitio de internet Faro de la Utopía http://farodelautopia.webcindario.com  , comentando las gratas coincidencias de sus enseñanzas con la educomunicación social salesiana de Don Bosco ,  que son la base inspiradora de mi trabajo educativo-psicológico cristiano e investigación espiritual desde hace años.  Sin duda es muy valioso el aporte de estas nuevas tecnologías para poder llevar adelante con éxito el mensaje evangelizador, y dotar a la vida moderna del sentido cristiano de la existencia, con valores morales espirituales a realizar, apoyados en la fe y la esperanza.  Iré tambien agregando en internet nueva información acerca de estas enseñanzas aportadas gentilmente con profundo amor y sabiduría desde el Vaticano por Monseñor Lucio Ruiz.         

REPORTAJE  -  LUEGO A CONTINUACIÓN SU CONFERENCIA COMPLETA .

Lucio Ruiz: "El estilo del Papa va en consonancia con la era digital"

El sacerdote argentino, jefe del Servicio Internet del Vaticano desde 2009, llega hoy al país, donde dará una conferencia, con entrada libre y gratuita, en la Universidad Católica Argentina

Por Silvina Premat  | LA NACION  Jueves 11 de abril de 2013 | Publicado en edición impresa  LA NACION

 

Es el responsable de "las manos y los brazos digitales que permiten al Papa llegar hasta los extremos de la tierra". Tiene 48 años y es santafecino. Monseñor Lucio Ruiz vive en Roma desde 1997 y es, desde 2009, el jefe del Servicio de Internet del Vaticano. De visita en el país, dará hoy, a las 19, en la Universidad Católica Argentina, una charla, con entrada libre y gratuita, sobre la evangelización en la era digital. Ayer, en diálogo telefónico desde Chile, dijo a LA NACION que el modo de comunicar del papa Francisco se adecua a las necesidades de la era digital y recordó que la Santa Sede fue incorporando tecnología y servicios desde que abrió su primera página web, el 25 de diciembre de 1995. Desde fines del año pasado, el papa cuenta, además, con un perfil oficial en Twitter, en una decena de idiomas, que comenzó a usar Benedicto XVI y que ahora tiene más de cinco millones de seguidores.

-¿Cómo impactó la elección del papa argentino en los servicios de Internet y redes sociales del Vaticano?

-El papa Francisco irrumpió en la historia con su sonrisa, con su sencillez y mensaje evangélico fuertísimo y las redes sociales, las webs y todos los servicios multimediales se enriquecieron inmediatamente de una presencia realmente impactante. No sólo Internet sino que el eco se dio en la sociedad en general. Mucha gente se acerca la Iglesia después de tantos años.

-En números, ¿cuánto fue ese impacto, por ejemplo en la cantidad de retuits?

-No lo sé porque no le presto atención a la cantidad. Son siempre altos, pero no sabría decirle. Esto es algo personal y no oficial. Miro los números de los contadores cuando los necesito para algún informe, pero no los recuerdo después. Nunca estuvieron en mi cabeza los servicios numerados porque no lo hacemos para contar cómo nos va o para hacer marketing o promoción, como puede hacer una empresa. Se ofrece el mejor servicio posible con todo el amor de poder compartir y brindar un mensaje y tratar de llegar a un encuentro. Ponemos lo mejor de nosotros para que esté todo en la mesa. Como dice el Evangelio: el banquete está servido, que venga y se sirva el que desee.

-Pero se dio un crecimiento.

-Sí. Hemos tenido que reforzar todos nuestros sistemas porque frente a un flujo informativo desde la renuncia de Benedicto XVI, el cónclave y el inicio del pontificado las visitas son muchas más. Algo que sí nos llamó la atención es el cambio que hubo en el acceso de los dispositivos móviles para seguir los acontecimientos desde cualquier parte del mundo. Tal vez años atrás era mucho más la computadora del hogar. La cultura cambió muchísimo y tuvimos que adecuar el servicio a la cultura actual. El objeto de mi conferencia [que dará hoy en la UCA] es transmitir que como Iglesia tenemos que entender un fenómeno, que es la realidad de hoy. Si lo entendemos, bien, y si no, sigue igual. La gente no dejará de usar la tecnología porque estemos o no. La riqueza que nos da el papa Francisco es que se mueve, habla y los gestos que hace van muy en consonancia con esta era digital.

-¿Por qué?

-Porque permite que en esos pequeños espacios que da la digitalidad, como el tuit, el pequeño video de YouTube o cosas por el estilo, logremos dar un pequeño mensaje en un pequeño espacio que llega mucho y es muy apreciado. Es adecuado para el hombre contemporáneo; lo capta, lo vive, le toca el corazón. Es impactante como mensaje.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo los álbumes de fotos en Internet son muy fáciles de hacer porque tenemos una superabundancia de gestos de amor, de ternura, de misericordia. Entonces, a partir de la foto la gente lee un texto breve y va al texto completo. Me acuerdo del gesto de lavar los pies en la misa del Jueves Santo. Fue muy fuerte porque iba de rodillas lavando a cada uno y eso llamó mucho la atención. También cuando se baja del auto y saluda a la gente; su forma de saludar, de sonreír, son mensajes a la manera de la fotografía. La gente no es que se detiene en la fotografía y sigue al texto.

-¿Usted le regaló al Papa un iPad con el que mandó su primer tuit?

-Yo le regalé una tableta, pero no sé si mandó desde allí sus tuits porque eso lo sabe su secretario. Se lo regalé como signo del trabajo de nuestra oficina que lo ayuda a ser sus manos y brazos digitales para llegar, a través de lo digital, hasta los extremos de la Tierra.

-Benedicto XVI envió varios tuits. ¿Cómo era su relación con los nuevos medios?

-No fui su secretario y por eso no sé cómo trabajaba. Pero sí sé que el magisterio de Benedicto sobre los medios de comunicación es maravilloso y de una gran riqueza más allá de su relación personal con los nuevos medios. En definitiva eso no es importante. Lo que marca la vida de la Iglesia es lo que enseña el sumo pontífice y no si el papa aprieta un botón o no lo aprieta. El magisterio de Benedicto tiene una riqueza y un coraje, una fuerza invitando a la Iglesia a evangelizar con palabras muy fuertes como el continente digital, el nuevo mundo, los nativos digitales, con una comparación como si fuera el descubrimiento de América. Con frases muy bonitas, como cuando compara la evangelización de los inicios. Los discípulos tenían que entender la cultura para hacer el anuncio, como nosotros también ahora tenemos que comprender el nuevo lenguaje y la cultura para llegar al corazón de la gente.

-¿Con qué criterio se decide usar Twitter para no "cansar" al seguidor?

-Lo importante es que sean mensajes que puedan mover la inteligencia y el corazón. Se busca que acompañen los momentos litúrgicos o momentos especiales del mundo, que sea una palabra justa.

-Llama la atención que Francisco haya aprendido tan rápido. Cuando vivía acá no usaba siquiera celular.

-[Se ríe] Bueno, pero antes usaba traje negro y ahora usa sotana blanca. Lo que pasa es que antes se llamaba Jorge y ahora se llama Francisco y el más sorprendido es él de la elección de Dios..

 

 CONFERENCIA COMPLETA BRINDADA POR MONSEÑOR LUCIO RUIZ

NUEVA EVANGELIZACIÓN, NUEVAS TECNOLOGÍAS

LA EVANGELIZACIÓN EN LA ERA DIGITAL

1- Una clave para la cultura contemporánea

a) El cambio

b) Todos en el cloud (Cloud computing) (cloud: nube)

c) ¿Cómo se llega a este modelo? De la era industrial a la digital,

un cambio de paradigmas

d) Principales rasgos del nuevo paradigma

e) Lo que no cambia

2- Algunas características de la cultura digital

3- La Iglesia y la cultura digital

4- Visión desde el Magisterio de Benedicto XVI

f) 10 características de la comunicación social

g) 10 características de la comunicación digital

h) 10 características de la comunicación cristiana

i) 10 riesgos en la era digital

j) 5 necesidades impostergables

5- La formación en y para la cultura digital

6-  Inculturación digital

7- Conclusión

1- Una clave para la cultura contemporánea

En este momento histórico estamos en medio de una crisis global,

globalizada y globalizante porque no sólo llega en tiempo real a todos

los rincones de la tierra, sino que ella misma viene generada en una

forma dislocada pero con consecuencias planetarias inmediatas.

Se están modificando los débiles ejes del equilibrio de fuerzas

que habían mantenido una cierta estabilidad mundial, y es difícil prever

cómo será la nueva convivencia planetaria, con el surgimiento de nuevas

potencias, el resurgir de antiguas y el debilitamiento de otras.

El paradigma hasta ahora en vigor ha caducado sin que se haya

delineado aún el nuevo y, todos nos planteamos una infinidad de

preguntas para tratar de entender lo que sucede, comenzando por la

economía, que es el fenómeno visible, pero que tiene sus raíces en una

crisis mucho más profunda que reclama un análisis ético y antropológico.

a) El cambio

Uno de los ejes en torno al cual gira la cultura mundial

contemporánea es el cambio: la sociedad, las instituciones, las

empresas, los modelos, las comunidades, las personas cambian, y esta

capacidad de y para el cambio es una de las claves y parámetros que se

utilizan hoy para juzgar la aptitud de una persona para un trabajo, la

capacidad de crecimiento de una empresa, la calidad de una tecnología o

una investigación. La plasticidad para cambiar y ajustarse a las nuevas

situaciones (o para generarlas), contrariamente a lo que sucedía

precedentemente, forma parte de las condiciones de evaluación y

valorización de las personas e incluso de las instituciones.

Surge la pregunta sobre el sentido del cambio como principio;

sobre su bondad, adónde se llegará y cuándo, y hacia qué configuración

social nos estamos dirigiendo. A veces verificamos que se realiza sin

criterios o metas hacia las cuales moverse. A veces parece que el único

objetivo es cambiar por cambiar; o mejorar, actualizar, progresar...

sin definir exactamente el contenido de estos conceptos, que obliga a

una aceptación acritica, ya que se presuponen como unívocamente

buenas, por tanto, quien se opone o las critica es, a priori, "condenado".

Necesitamos, pues, un juicio crítico objetivo y un discernimiento

adecuado para juzgar los elementos y los procesos positivos y negativos

que se presentan. Frente a los cambios se pueden adoptar dos actitudes:

ignorarlos o involucrarse en ellos (i) . La primera es una neofobia, la

resistencia al cambio, el miedo a lo nuevo, la refractariedad a las

innovaciones, la paralización, es ver el entorno cambiante como una

amenaza(ii).  La segunda, el involucrarse en el proceso de cambio, si es hecho

con el necesario juicio critico, es una respuesta creadora, que comporta

un aprender, un innovar (iii), es un camino hacia la transformación (iv) y la

adaptación a la nueva realidad, el cambio así es una oportunidad (v).

Aceptar y elaborar estos cambios que se producen, se presenta

como el factor que dirime la cuestión que puede proyectar una

sociedad/institución hacia el futuro y hacia nuevos horizontes, o acabar

con ella si no se comprendieron las nuevas coordenadas, si no se dio

una adaptación al cambio ni hubo la inteligencia necesaria para conjugar

los elementos que se debían mantener con lo nuevo a incorporar.

b) Todos en el cloud (Cloud computing)

Viendo el título Cloud computing, probablemente la primera idea

que nos viene a la cabeza es: algo técnico, no me interesa, o yo uso la

computadora sólo para algunas cosas, no estoy todo el día allí...en

definitiva, la idea es la misma: esto no es para mí, no me interesa, que lo

vean los técnicos. ¡Oh sorpresa! ¡La realidad no es así! La pregunta es:

¿tengo un correo gmail o hotmail? ¿Uso google como buscador? ¿Uso

un iphone, ipad o un android con todas sus características? ¿Tengo un

perfil en facebook? ¿Busco cosas en youtube? ¿O fotos en flickr, ¿o

tengo un blog, o uso Twitter, o trabajo con Dropbox...? Bien, eso

significa que estoy en el Cloud (nube), es decir, en el proceso digital

contemporáneo, y que este modelo me sirve y que a mí, como al resto,

ofrece servicios con conceptos de tecnología, de organización, de

economía, de sociología e, incluso, de antropología, que son "diversos".

Pero entonces, siendo una realidad transversal deja de ser una

cosa para técnicos y se convierte en un fenómeno social que debe

interesarnos a todos, y a todos relacionados interdisciplinariamente, puesto

que no se presenta como un fenómeno unívoco sino como una realidad plurifacética,

que engloba los distintos aspectos de la vida del hombre

que no pueden ser tratados simplemente como una tecnología elaborada

sólo por y para los técnicos.

Para darnos cuenta de esta realidad transversal, de este modelo,

basta hacer una, incluso superficial , observación de la realidad

para ver que está presente, como modelo, en todas las realidades de

la vida del hombre: en la economía global, en las cuestiones de la guerra,

las organizaciones internacionales, en todo lo relativo a la energía y el

calentamiento ambiental, la organización de las empresas,

la investigación científica y la evolución universitaria, el modelo pedagógico,

el flujo informativo, las dinámicas de la prensa, los sistemas políticos, el

aparato financiero... Pero también se puede verificar cotidianamente en

las dinámicas de turismo, las relaciones familiares y con los amigos,

la gestión de la presencia y la distancia, la participación social, el impacto

mediático, la vida sexual, la vida afectiva, la ocupación del tiempo, la vida deportiva,

el mundo de la información personal, la propia

economía...hasta el supermercado, los impuestos y el banco...

Pero nos quedan por mencionar algunos aspectos muy

complejos, con muchos elementos, muchos entran en

contradicción al momento de buscar una formula para dar una respuesta,

que se podrían plantear en binomios, o mejor, en dicotomías: privacidad vs seguridad,

intimidad vs servicios, derechos vs deberes, propiedad vs gratuito,

copyright vs conocimento, roaming vs control, mío vs nuestro...y

la lista la podemos continuar cuanto queramos, el principio no cambia:

lo que yo quiero y recibo frente a lo que se necesita para que lo pueda

tener.  Este nuevo "paradigma digital", en muchos aspectos,

especialmente los relacionales, configura, conforma, modela, potencia y

limita nuestra sociedad y cultura.

Por eso estas tecnologías presentan desafíos que nos obligan a

re-pensar conceptos de privacidad ya que, si bien por una parte se nos

presenta la privacidad de nuestros datos y nuestras vidas como una

realidad esencial, por otra parte tenemos los servicios relacionados con

los datos que se ofrecen como una ventaja para nuestro trabajo y nuestra

vida (vg. Los servicios relacionados con el GPS o la seguridad). Otro

tema es que no se puede despreciar la información por el sólo hecho de

que se encuentre en un soporte informático, lo que implica

criterios de firma, presencia, documento , etc... Otro tema más es el

de la utilización de la tecnologia que nos invita a re-pensar cuándo y cómo

utilizar los beneficios de esta. Lo importante es saber cuándo,

cómo y para qué utilizar la tecnología, y cuál tecnología.  Cuestiones

que se responde preguntándonos sobre las necesidades de los usuarios

y los servicios que debemos ofrecer. Es entonces importante saber

quién es nuestro usuario, cuál es nuestro servicio, porque no hay

recetas universales, sino que, la bondad de la tecnología se verifica

cuando el servicio se ajusta a la necesidad.

c) ¿Cómo se llega a este modelo? De la era industrial a la digital,

un cambio de paradigmas

El modelo de la era industrial (Taylor, Weber, Ford) era adecuado

en ese contexto y en esa etapa histórica, con modelos rígidos según los

objetivos de aquellas organizaciones. El nuevo modelo organizacional

(Google, Amazon, Apple), tiene conceptos de organigrama y jerarquía

nuevos, donde la opinión de los integrantes es válida, reconociéndolos

como creativos y autónomos en sus decisiones, donde la innovación es

clave para la subsistencia. En la organización de la era digital conviven

los intereses de la organización con los de los empleados, y existe una

gran motivación, creatividad y apertura, con aceptación de ideas de

todos, comunicación fluida y sentimiento de pertenencia.

En la Revolución Industrial el medio técnico central estaba dado

por la máquina a vapor y el paradigma subyacente era mecanicista. El

modelo contemporáneo de la producción es la información,

electrónicamente manipulada, procesada y codificada. Si antes el

paradigma empresarial se basaba en una administración racional, formal,

contabilizada, articulada como un complejo engranaje físico, con

procesos de trabajo segmentados, jerarquizados y secuenciales en

plantas a gran escala; ahora hay una nueva forma de producción, un

nuevo concepto gerencial y administrativo. La informática posibilita una

producción descentralizada en diversas unidades productivas, y recupera

formas de trabajo integrales y redes, en ciertos aspectos igualitarias de

cooperación. Se supera el concepto de la producción en cadena y el de

la economía de escala. Aparecen nuevos conceptos empresariales como

el de calidad total . La estructura social de la Revolución Industrial

estaba dada por el empresario y el trabajador. Ahora, a los factores de la

producción, el capital y el trabajo, se agrega el factor manejo de

información. Emerge una nueva clase dirigente: los tecnoburócratas,

basada en la tecnología y el conocimiento.

d) Principales rasgos del nuevo paradigma

 El mundo ya no es visto como una gran máquina, formada por

engranajes, causal y mecánicamente vinculados, sino como un conjunto

de elementos interrelacionados por complejos y paradojales procesos

energéticos, con un nuevo enfoque holístico.

 No se concibe una separación entre sujeto y objeto, a la manera

del positivismo; cuerpo/mente, a la manera de la filosofía cartesiana.

El hombre es parte de su ecosistema, no vive a costa sino

gracias a la naturaleza y establece con ella una relación de convivencia.

 El reconocimiento de la alteridad sexual asume la paridad y la

igualdad de oportunidades para todos, sin distinción ni discriminación.

El progreso no es algo indefinido, acumulativo y lineal. La

dinámica de la sociedad no es lineal sino una dinámica compleja.

 El relativismo moral se complejiza con el desarrollo autónomo

de la manipulación genética, la microbiología y las nanotecnologias.

 Tiempo y espacio de acuerdo con la física relativista y cuántica,

pierden su carácter de absoluto, impactando en todo el proceso social.

 La antropología post-iluminista redescubre que el hombre no es

exclusivamente un ser racional, sino también un ser sensible, hay

entonces una mirada más holística del hombre.

e) Lo que no cambia

Pero, si por una parte todo cambia, por la otra no, ya que

mantiene siempre intacta su validez e integridad: la verdad de Dios, el

bien, el amor y la verdad del hombre mismo (vi) Estas permanecen.

Con todo, el cambio cuestiona la verdad (vii), y la capacidad del

hombre de conocerla interroga sobre cuestiones ya pacíficamente

aceptadas, y sobre nuevas realidades que ciencia y técnica presentan no

sólo al pensamiento sino a la vida cotidiana de todas las personas. Esto

nos exige re-aprender y re-pensar el Mensaje de Jesús, válido para

todos los tiempos y todos los hombres, pero que necesita ser presentado

de manera que pueda ser entendido y acogido por el hombre de hoy.

Ciertamente el cambio cultural, esencialmente marcado por las

tecnologías de la información y la comunicación, no son algo accidental,

 que toca al hombre sólo de modo tangencial (viii)  . Las mutaciones, que

resultan del desarrollo tecnológico (ix) , actúan sobre la persona, sobre

todas las personas, sobre las instituciones, sobre los dinamismos de

diálogo, sobre la configuración de las familias y las comunidades, sobre

la forma de la educación, cambiando el modo de pensar, de sentir, de ver

y de interaccionar con la realidad, con los otros y con Dios (x).

En cierto sentido el problema consiste en descubrir hasta que

punto el hombre y su comunidad han cambiado y, por consiguiente,

cómo las disciplinas que quieren tratar estos argumentos, incluida la

teología y el derecho, deben tener en cuenta la nueva realidad del

hombre para permitirle continuar a transmitir (tradere) la verdad del

hombre y el Mensaje del Evangelio (xi) al hombre de hoy, con su nuevo

lenguaje y manera de pensar y de concebir el mundo, la vida y la historia.

Y si las tecnologías de la comunicación y la información afectan

las nociones de espacio, de tiempo, de identidad, aspectos cognitivos y

relacionales de la persona humana (xii); las tecnologías biomédicas y las

nanotecnologías nos cuestionan sobre el valor de la persona humana, su

nacimiento, su muerte, el valor del cuerpo y el mismo sentido de la vida.

Es una revolución total (xiii) en la que cada hombre y todos los hombres, lo

quieran o no, están implicados e integrados en esta realidad (xiv).

2- Algunas características de la cultura digital

Uno de los elementos dinamizadores que hacen posible un

fenómeno tan global es el nuevo flujo comunicativo de gran capilaridad.

La "técnica" es un fenómeno que no es meramente tecnológico,

entendido como algo que se usa simplemente para hacer mejor lo que

se hacía antes; no es un medio para hacer más sencilla la actividad que

hacíamos, es un medio que hace distinto aquello que hacíamos .

Estamos ante un fenómeno cultural, donde la tecnología hace mejor

lo que hacíamos antes, hace de otro modo lo mismo que se hacía

anteriormente y hace nuevas cosas que antes no se hacían. ¡Pero no

sólo! Todo esto lo hacen quienes antes no podían hacerlo, y lo hacen

mejor... Me refiero a los jóvenes y los niños (los nacidos digitales), ellos

son los verdaderos protagonistas de esta cultura; antes los grandes

enseñaban a los jóvenes, hoy y en esta cultura los jóvenes introducen a

los adultos. No se trata, por lo tanto, simplemente de manejar un

electrodoméstico, si no de tener una relación diferente ante el mundo de

la información y de la formación, el mundo de la investigación y de las

relaciones, e incluso respecto a la concepción del tiempo, del espacio, de

la presencia, de la identidad y del comportamiento moral.

Nos encontramos hoy ante un sistema de comunicación fluido,

complejo y multifacético. Los blogs y las redes sociales son espacios de

encuentro y difusión muy importantes. Un número creciente de

tecnologías de la información ha aumentado la participación popular en

las dinámicas de la comunicación, pasando de un esquema de

usuarios/receptores a usuarios/productores.

Esta cultura tiene características a comprender y subrayar:

a. Es multimedial, no solo textual o discursiva. Incluye narraciones

audiovisuales, fotografías, texto, música, hipertexto, íconos, etc.

Los contenidos van más allá de un discurso racional-textual.

b. Puede ser casi omnipresente, e incluso invadente, porque llega

a los usuarios tanto a través de los medios de comunicación

social como por medios personales cada vez más portátiles.

c. Es dinámica, cualquier contenido puede ser compartido,

transformado, multiplicado. Los medios, entre ellos, se potencian

y entrelazan creando un espacio compartido (la medioesfera).

d. Es conectiva, el usuario ya no es un receptor pasivo, sino que

transmite también; se multiplican exponencialmente los contactos

en los espacios compartidos, personales o colectivos.

e. Es a-sincrónica y des-localizada: las categorías de tiempo y

espacio se reducen y son menos significativas en el intercambio

de contenidos. Ni siquiera los idiomas ya son un impedimento.

f. Crea una sociedad reticular, donde el estar vinculado o no

estarlo es la condición que ofrece la posibilidad de participación

social y de creación cultural colectiva.

g. Es enciclopédica: los casi infinitos bancos de datos existentes

contienen archivos del saber hasta hoy inalcanzable, y sirven

para avanzar en la investigación científica y cultural de hoy.

h. La fiabilidad no se da por descontada. Hay de todo y no todo

es bueno, ni verdadero. Hay que aprender a elegir, aprender una

nueva forma de visión crítica de lo que se encuentra.

i. Es informal: pone a todos en el mismo plano a la hora de

dialogar. Quien más credibilidad tiene, consigue crear opinión.

j. Ofrece la posibilidad de diálogo entre personas de distintas

generaciones y diversas culturas.

k. Implica una cultura de uso de las herramientas electrónicas

siempre en evolución. Supone una interacción física con éstas.

l. Crea nuevos tipos de relación entre las personas , relaciones

auténticas, aunque a distancia. Existe el peligro de multiplicar las

personalidades mediante los avatar, o falsear la propia identidad.

m. No es el mal universal. No hay que identificar Internet con otros

procesos culturales que ya existían antes, pero que en la red

pueden hallar espacios de crecimiento.

Podría ser simplista reducir el impacto de estas tecnologías a la

pregunta: ¿son buenas o malas? con la conocida respuesta: en sí, no

son ni buenas ni malas, dependerá del uso que se haga de ellas.

A lo cual debemos decir que, sin invalidar tanto la pregunta como la

respuesta, como hemos visto, el fenómeno es bastante más complejo, en

cuanto a la cantidad y calidad de factores que comprende y a la

intensidad con la cual el hombre se involucra. Este fenómeno debe ser

entendido, analizado, estudiado para que no se simplifique su

problemática, porque sería una no respuesta a la cultura

contemporánea, y que no aporta ninguna claridad para conocer,

interpretar, gestionar y vivirla. Las tecnologías, y lo que generan, deben

ser analizadas y valorizadas en virtud de su relación con la verdad, el

amor y su valor comunional.

Este contexto presenta otro desafío: la dependencia que el

hombre va teniendo de estos instrumentos. Por una parte es normal que

un cambio de esta naturaleza, que realiza una nueva síntesis de la

historia y la vida del hombre, ligue a éste en forma notable. Pero por otra

parte, la grandeza del ser humano puede trascender cualquier

dependencia instrumental. Por eso no debe sorprender que las

sociedades de hoy tengan un cierto grado de dependencia de la energía

eléctrica, el teléfono, el agua corriente, la computadora, porque son

elementos con los que desarrolla sus tareas cotidianas. Lo que no puede

admitirse es que los aspectos esenciales del ser persona humana: el

amor, el pensamiento, las relaciones humanas, la relación con lo

trascendente, queden aprisionados o se pierdan por estas nuevas

tecnologías y su lógica y dinámica interna.

3- La Iglesia y la cultura digital

Para afrontar el pensamiento de la acción de la Iglesia en la era

digital hay que conocer el quid del cambio cultural y hacia dónde va,

mostrando sus parámetros, sus coordenadas, los ejes sobre los cuales

gira, sus potencialidades y también sus límites y sus riesgos.

Hay que seguir el posicionamiento de los flujos y las dinámicas de

la red entendida como el complejo articulado tecnotrónico (que utiliza

todo tipo, modo y método de tecnología electrónica) y antropológico.

La red prioriza los servicios sobre los productos y las tecnologías, que se

hacen invisibles (tanto más invisibles cuanto más desarrolladas) a los

usuarios que las utilizan, y se mimetizan, desaparecen en la realidad

cotidiana, donde la comunicacionalidad se coloca al centro de su valor.

Por ello, la educación no comienza con el enseñar, sino con el

aprender. Conocer este nuevo mundo, analizarlo, conocer su lenguaje

y sus claves, se centra en el eje del verdadero esfuerzo formativo porque

implica que, en primer lugar, no se banaliza el fenómeno, sino que se lo

toma con conciencia, en su realidad, en su dimensión y complejidad.

Por ello, un estudio sistemático y científico que pase del fenómeno al

fundamento es más imprescindible cuanto más extenso y holístico es el

fenómeno, para encontrar las claves, no sólo prácticas sino esenciales.

Esta formación holística debe tender a preparar hombres y

mujeres capacitados para un mundo en transformación, hombres y

mujeres flexibles, creativos y conscientes del momento histórico en que

viven, y sobre todo, no individualistas ni aislados, ya que el tejido

intrínseco del hombre, potenciado por la red, es comunicacional.

 No se trata de reemplazar la computadora por un tablet, ni el teléfono por un

smartphone; se trata de establecer dinámicas comunionales con las

claves, las sensibilidades y las potencialidades de la cultura digital.

La Iglesia no puede dejar de interrogarse sobre esta nueva

cultura, porque toca intrínsecamente su misma naturaleza y misión. Si el

punto clave está en "ay de mi si no evangelizo", esta no es en abstracto

sino en la "encarnación" de una determinada cultura.

Por ello el problema no reside en que la Iglesia comunica.

Comunicar para la Iglesia no es un optional, es su propia misión.

Desde el punto de vista teológico, la Iglesia nace y vive gracias a Dios que se ha

comunicado en Cristo. Ha sido querida por Cristo como sacramento de

comunión de los hombres con Dios y entre ellos. Su misión esencial es,

 pues, comunicar el anuncio (xv) .

Así la cultura contemporánea se presenta entonces no como un

problema, sino como una posibilidad para la misión de la Iglesia de

llevar el Evangelio hasta los extremos confines del mundo, cumpliendo

también hoy el mandato misionero del Señor.

4 - Visión desde el Magisterio de Benedicto XVI

a) 10 características de la comunicación social

1-La comunicación tiene su raíz en la naturaleza humana, no es una

consecuencia del desarrollo tecnológico.

2- Responde al deseo fundamental de las personas de entrar en

relación unas con otras.

3- Cuando nos abrimos a los demás, realizamos una de nuestras

profundas aspiraciones y nos hacemos más humanos.

4- La comunicación es parte de la cuestión antropológica, están en

juego dimensiones constitutivas del hombre y su verdad.

5- En la comunicación es la misma persona quien se da, por lo

tanto, ni la persona ni la comunicación permanecen indiferentes.

6- Por ello la comunicación se convierte en una dimensión del tejido

social en cuanto une a las personas.

7- La comunicación social no es una actividad neutra, en cuanto

parte de una persona y se dirige a otra persona.

8- El valor de la verdad no se basa en la popularidad... Debe ser

dada en su integridad, no desvirtuándola para hacerla aceptable.

9- En el silencio nos conocemos mejor: ¿quién soy yo?, ¿qué puedo

saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar?

10- Silencio y la palabra son dos momentos de la comunicación que

deben equilibrarse, alternarse e integrarse.

b) 10 características de la comunicación digital

1- La tecnologia plantea nuevos interrogantes: cambio de función de

los medios, se facilita la comunicación, comunión y cooperación.

2- Las tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la

comunicación misma. Marcan y configuran la cultura.

3- El ambiente digital no es un mundo paralelo, forma parte de la

realidad cotidiana de todos, de las relaciones y de los procesos

sociales, económicos, políticos y religiosos.

4- Transmitir información significa introducirla en una red social, en

la que el conocimiento se comparte. Transmitir es compartir.

5- Influencia en toda la sociedad, son un bien destinado a toda

persona y no puede estar al alcance sólo de algunos.

6- Se relativiza la distinción entre el productor y el consumidor. La

información se construye en una dinámica interactiva.

7- Hay nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la

imagen que se tiene de uno mismo (identidad, espacio, etc.).

8- La Red es la nueva ágora de encuentros, lugar de preguntas y

respuestas. Los motores de búsqueda son el lugar de consejos.

9- Nace un nuevo modo de difundir información y conocimientos; un

nuevo modo de aprender y de pensar, hay nuevas oportunidades.

10- Las redes sociales son el fruto de la interacción humana y dan

nueva forma a las dinámicas de la comunicación y relación.

c) 10 características de la comunicación cristiana

1- Usar las nuevas tecnologías no por el hecho de tener que estar,

sino porque el Señor debe alcanzar mentes y corazones incluso

cuando no se hable de Él.

2- El estilo cristiano de presencia, implica un testimonio coherente

en el perfil digital y el modo de comunicar preferencias, opciones.

3- Tres pasos necesarios: formación de la persona, la participación

en la vida social y diálogo interpersonal.

4- La educación para los medios requiere la formación en los

valores y en el ejercicio responsable de la libertad.

5- En la amistad crecemos y nos desarrollamos, esto debe estar

presente en la red, sin menoscabar el valor presencial.

6- El anuncio debe aumentar en cuanto a la multiplicidad de medios

y debe ser mas acuciante, intenso y eficaz.

7- La fecundidad del anuncio viene de Cristo, no de la eficacia de los

medios, aunque los supone.

8- La presencia en la virtualidad implica ser auténticos, fieles a si

mismos, no ceder a la construcción artificial del perfil virtual.

9- Dios habla también sin palabras, de la contemplación nace la

urgencia de comunicar aquello que hemos visto y oído.

10- Una forma de testimonio es el donarse a los demás mediante la

disponibilidad para responder con respeto a sus preguntas.

d) 10 riesgos en la era digital

1- Usar los medios sólo por la mera exigencia de hacerse

presentes, considerando internet un espacio que debe ocuparse.

2- Transmitir la verdad parcialmente o modificada para ser

aceptada. Modificar el propio perfil para entrar a los estándares.

3- Los medios hacen posible nuevas formas del mal; megáfonos del

materialismo y del relativismo. Nuevos tipos de marginación social

4- Hay una tendencia a la nivelación cultural y un condicionamiento

y manipulación de la libertad de las personas.

5- La técnica tiene la capacidad para cambiar la realidad, crear los

eventos. Puede tener una hermenéutica univoca de la historia.

6- No todo lo que es técnicamente posible es también éticamente

realizable, porque no camina siempre con la dignidad humana.

7- La inmediatez de la comunicación no necesariamente se traduce

en la construcción, cooperación y comunión en la sociedad.

8- Para ampliar la audiencia, no se duda en recurrir a la trasgresión,

a la vulgaridad, a la violencia, a la manipulación de la verdad.

9- La virtualidad obsesiva aísla la persona, interrumpiendo su

interacción social real y altera los ritmos de reposo, de silencio.

10- la nueva relacionalidad interroga: ¿Quién es mi prójimo? ¿Hay

riesgo de estar menos presentes en la cotidianidad? ¿Podemos

dispersarnos por estar en una realidad no real?

e) 5 necesidades impostergables

1- Los medios potencian la conexión, la comunicación y la

comprensión entre las personas y las comunidades: entonces es

necesario una presencia cualificada.

2- Todos somos usuarios y a la vez operadores de comunicaciones

sociales: entonces a todos nos debe interesar.

3- Las relaciones virtuales pueden reforzar la unidad entre las

personas, pueblos y culturas: entonces se deben aprovechar para

humanizar y Evangelizar.

4- Hay que garantizar la fidelidad a la realidad: entonces es

necesaria la formación para los operadores de los media.

5- Existen numerosos riesgos en el uso de la virtualización:

entonces se necesita una formación en los valores y la libertad.

5- La formación en y para la cultura digital

La vida de la Iglesia implica siempre la comunicación, porque la

homilía, la catequesis, la predicación, la enseñanza son comunicación;

además, todos somos usuarios de los diversos medios de comunicación.

Por esto la formación es una prioridad. Es importante conocer las

bases antropológicas y teológicas de la comunicación. Hay que

comprender las claves culturales fundamentales superando el atractivo

de la tecnología, o el desprecio y desvalorización.

La comunicación social digital es un fenómeno radicalmente

colectivo (otros dirían conectivo, vinculante, comunitario) en desarrollo.

Algunos puntos fundamentales para la formación de la persona:

a. La importancia del silencio: en la sociedad mediática se hace

imperativo el silencio. Este es la única forma para comprender el

valor de la palabra y el significado comunicativo.

b. El valor de la libertad: El hombre ha de ser formado para ser

plenamente hombre, usando su libertad para vivir y actuar en el

bien. Hay que educarlo en el uso de su libertad, en el ejercicio de

sus responsabilidades y de su lealtad en las opciones que ha tomado.

c. No infravalorar la importancia de los problemas personales:

muchas veces, se dice, pasará, es una crisis pasajera, reza a

la Virgen y pasará.  Esta metodología no funciona. Quien tiene

un problema necesita ayuda. Es fácil decir a posteriori:  te lo había

dicho, ... lo triste es que no se ha ayudado a salvar a la persona,

que seguramente buscará ayuda donde pueda encontrarla.

d. Ofrecer tiempo de escucha: Internet ofrece muchos espacios de

diálogo y escucha, por desgracia no siempre buenos y muchas

veces con malas intenciones. Pero desde luego una persona en

internet encuentra siempre a alguien con quien intercambiar unas

palabras y pasar el tiempo. Nosotros dedicamos tiempo suficiente

a compartir tiempo, a escuchar, y saber "estar", creando espacios

de diálogo, de amistad y de sano intercambio afectivo.

e. Formar para usar con provecho el tiempo libre: a menudo se

considera el tiempo libre como tiempo perdido . Hay que

valorizar la relación interpersonal en el tiempo libre, la amistad, el

reposo, el deporte, el arte. El cansancio extremo, el peso de los

problemas, la hiperactividad desembocan en enfermedades

(psíquicas o somáticas) o en compensaciones ocultas.

f. La administración del tiempo: la disciplina en la vida es algo

fundamental, mucho más en una realidad que puede fagocitar no

sólo el tiempo disponible, sino también a la persona. Es

imprescindible el autocontrol en el "tiempo virtual".

g. Crear espacios de encuentro, investigación, estudio,

colaboración, ayuda también en el espacio virtual: Internet

ofrece todo tipo de espacios para encontrarse, compartir,

dialogar. Es necesario promover iniciativas para el encuentro

personal. No bastan los diagnósticos hay que ofrecer soluciones.

6-  Inculturación digital

Benedicto XVI, en los diversos mensajes para las jornadas de la

Comunicación Social, nos habla de generación digital, de mundo

digital, tiempo digital, continente digital. Por lo tanto, si hay un nuevo

mundo, una nueva generación, un nuevo tiempo, un nuevo

continente...hay una nueva Evangelización! Y esto nos llama a ser

conscientes de que a un nuevo mundo hay que mandar nuevos

misioneros, por lo tanto misioneros de la era, de la cultura, del mundo, de

la generación, del continente, del tiempo digital. Esto implica, como lo fue

siempre para todos los misioneros, aprender nuevas lenguas, nuevas

costumbres, insertarse en nuevos ambientes, tener que traducir el

Evangelio para que sea conocido y vivido, así como fue la evangelización

en China, en América...pero ahora en el Continente Virtual ...

Así pues, si estamos ante una nueva cultura, se nos presenta

también una consecuente y necesaria inculturación, que implica

comprender los nuevos parámetros culturales para introducir el

Evangelio. Por tanto es necesario tener en cuenta que esta nueva

cultura, no tiene fronteras, ni razas y no tiene espacio y no tiene

tiempo, proliferan los códigos electrónicos y el pensamiento global,

hipertextual, multitasking y multithreading, un nuevo tipo de hombre.

Pero esto es también un desafío, porque, si todo esto no viene

entendido profundamente, y sólo le damos un barniz cultural, no

podremos evangelizar el nuevo mundo, y el Evangelio quedará fuera de

él... De hecho, si no comprendemos que las nuevas tecnologías tienen

sus propios lenguajes y sus propias metodologías, sus propias dinámicas

y su propia lógica, nos encontraremos con una simple transposición de

contenidos de un medio a otro; por lo cual, sin usar el lenguaje propio, el

contenido no será comprendido y, consecuentemente, se perderá. La

radio tiene recursos auditivos, la televisión agrega el mundo de la

imagen, del color y el movimiento, Internet los agrupa a todos y les da

interacción, inmediatez, universalidad, y les suprime su vinculación

espacio-temporal.  Estar en la era digital no es simplemente colocar la

homilía del domingo en Internet, es entender el nuevo lenguaje...

En efecto, en las generaciones digitales, podemos verificar que

las tecnologías se esconden, son transparentes, se diluyen en la

realidad (xvi)  pero han dejado su huella en la lógica, no sólo de su uso, sino

en la misma estructura del pensamiento y en la dinámica de la

comunicación. Es propio una estructura interna del abordaje o

acercamiento cognitivo que comparten un modo y un medio de y

para comunicar. Es decir, los jóvenes no están con los aparatos sino

que se relacionan con la realidad por medio de los aparatos, sin

detenerse en ellos, como nosotros creemos cuando los vemos. Pero,

aunque los aparatos sean transparentes, sin embargo han dejado su

impronta en la lógica, no sólo de su utilización sino en la estructura del

pensamiento y en la dinámica comunicacional misma. Por ello, cuando

un joven usa un medio tecnotrónico no está frente a un mero

instrumento, como podríamos entenderlo y usarlo nosotros, que

pertenecemos a otras generaciones, para los cuales la computadora e

Internet son elementos útiles para redactar mejor nuestros documentos y

enviarlos a todas partes. Tampoco se les presenta un problema

metafísico, moral y existencial, como a nosotros, que nos planteamos

miles de preguntas, tales como: ¿son buenos, son malos?, o ¿debemos

tener nuestros propios medios o usar los ya existentes?, ¿pasamos

mucho tiempo con las tecnologías?   Para los nativos digitales las

tecnologías existen y se usan como para nosotros el auto, la electricidad.

Nos asombran fenómenos como Youtube, Facebook, Wikipedia,

Google, Twitter, pero estos no son sólo fenómenos de medios, ni

tampoco una realidad de contenidos, como nosotros estábamos

acostumbrados a analizar hasta este momento.  Medios y contenidos se

funden en una realidad única, y así las entienden, viven y utilizan las

nuevas generaciones. Para ellas no hay un planteamiento dualístico, ni

hay un claro limite entre una cosa y la otra, sino que el contenido ya

viene elaborado con la lógica y el lenguaje del medio que se usa.

La tecnociencia no es sólo mi ordenador, el sitio web que

conozco..., sino que es la comunicación a todos los niveles, es la

nanotecnología de la salud, es la biotecnología de nuestros bebés, son

los ambientes inteligentes, es la neurociencia de la experimentación más

allá de las fronteras de nuestra imaginación...

Kevin Kelly (director de la revista Wired Magazine) decía:  En el

pasado fue muy fácil ignorar la tecnología porque no penetró en los

espacios de nuestra vida a los que siempre estamos realmente

obligados: nuestra red de amistades, el escribir, el pintar, el cultivar el

arte y la cultura, las relaciones, la identidad, las asociaciones cívicas, la

naturaleza del trabajo, la adquisición de bienestar, el poder. Pero hoy la

constante aplicación de la tecnología en la red de las comunicaciones...

tiene completamente sumergidas estas áreas sociales. Nuestro espacio

social ha sido invadido por el telégrafo, el teléfono, la fotografía, la

televisión, el avión y el automóvil; luego el ordenador, Internet, y ahora la

red. Ya la tecnología no es exterior, ajena, periférica; hoy está al centro

de nuestra vida" (xvii) .

7- Conclusión

En los primeros tiempos de la Iglesia, los Apóstoles y sus

discípulos llevaron la Buena Noticia de Jesús al mundo grecorromano.

Así como entonces la evangelización, para dar fruto, tuvo necesidad de

una atenta comprensión de la cultura y de las costumbres de aquellos

pueblos paganos, con el fin de tocar su mente y su corazón, así también

ahora el anuncio de Cristo en el mundo de las nuevas tecnologías

requiere conocer éstas en profundidad para usarlas después de manera

adecuada" (xviii) .

Así como entonces...así también ahora, con estas palabras

presenta la cultura contemporánea a la Iglesia, por lo tanto, como los

Apóstoles al inicio también hoy nosotros nos encontramos como al

inicio de una «nueva historia» (xix), entonces, depositarios del mandato

misionero del Señor, seremos los misioneros de la Cultura Digital, en el

Continente Digital para los nacidos y los inmigrantes digitales.

Pero para ser misioneros hay que ser discípulos. Es una

paradoja, pero en la cultura de la comunicación nuestra primera tarea es

callar y escuchar. Contemplar en profundidad el Misterio Divino.

En la oración y en el silencio reflexivo, cada uno encuentra al

Señor y se encuentra a sí mismo. Con Él logramos encontrar

verdaderamente la síntesis de los opuestos, donde las tensiones de las

contraposiciones de la vida encuentran su verdadero equilibrio.

Virtualidad o realidad, computadora o presencia, pantalla o libro,

encuentro o network, reunión o meeting, avatar o carne, nombre o

nickname, estas y otras preguntas hallan respuesta en el silencio.

Los primeros cristianos no consideraron su anuncio misionero

como una propaganda que servía para aumentar su número, sino como

una necesidad que derivaba de la naturaleza intrínseca de su fe. Y el

presentarlo a todos era compartir la respuesta que habían encontrado en

sus propias vidas, sabiendo que daban una respuesta que pertenecía a

todos, y que todos los hombres, en su interior, esperaban y buscaban. (xx

La "red" no carece de riesgos, por eso, hoy más que nunca, urge

la formación de la persona integralmente, y de manera especial la

formación clara y específica del uso consciente y responsable de la

propia libertad, porque no son los firewalls y los filtros los que deben

hacer la historia del hombre, que pueden ayudar, sino la decisión y

elección de la libertad vivida con sacrificio, perseverancia y amor.

El hombre debe ser formado para serlo plenamente, usando su libertad en

el bien, responsable y fiel a las opciones que ha tomado y que toma.

Pero atención. No se trata de usar la tecnología porque "hay que

usarla", y tanto menos usar lo nuevo simplemente porque es lo último o

está de moda. Los elementos culturales que van asumidos y que van

impregnados del Evangelio deben poder responder a las preguntas:

¿Cuáles? ¿Cuándo? ¿Cuánto? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quiénes? ¿Para

quién? ¿Dónde? No toda tecnología, no todos los lugares, no para todas

las personas, no para todas las cosas... es el juicio crítico que nos

impone el servicio que hemos de ofrecer lo que puede y debe

determinar la oportunidad de lo que hay que hacer, para que sea una

verdadera inculturación del Evangelio en esta realidad.

Concluyo con Papa Francisco: A partir precisamente del auténtico

afecto expreso mi voluntad de servir al Evangelio con renovado amor,

ayudando a la Iglesia a ser cada vez más, en Cristo y con Cristo, la vid

fecunda del Señor, todos juntos...nos esforzaremos por responder

fielmente a la misión de siempre: llevar a Jesucristo al hombre, y

conducir al hombre al encuentro con Jesucristo (xxi) .

 

i Cfr. VILORIA RENDÓN, O., An álisis del entorno: un tiempo de cambios, en «Revista venezolana de

análisis de coyuntura», enero-junio, año/vol. XI, número 001, Universidad Central de Venezuela,

Caracas, Venezuela, 2005, pp. 11-36.

ii Cfr. OWEN, H., El Esp í ritu del liderazgo, Oxford University Press, México, 2001.

iii Cfr.SCHUMPETER, J., La respuesta creadora en la historia econ ómica, Editorial Oikos-Tau, Barcelona

(1968).

iv Cfr. DEMING, E., La Nueva Econom í a para la industria, el gobierno y la educaci ón, Ediciones Días de

Santos, Madrid, 1998.

v Cfr. DRUCKER, M., La sociedad poscapitalista, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1999.

vi Cfr. Gaudium et spes 22.

vii Cfr. BENEDICTO XVI, Discurso del Papa a un congreso organizado por el Consejo Pontificio para las

Comunicaciones Sociales, 23 de mayo de 2008,

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2008/may/documents/hf_benxvi_

spe_20080523_pccs_sp.html

viii Porque el mensajede un medium o una tecnología está en el cambio de proporciones, de ritmo o de

esquemas que introduce en las relaciones humanas. [] El medium es el mensaje, porque es el

medium que controla y plasma las proporciones y la forma de la asociación y la acción humana. Los

contenidos, en cambio, de estos medios de comunicación pueden ser diferentes, pero no tienen alguna

influencia sobre las formas de la asociación humana. MCLUHAN, M., Los instrumentos del

comunicar, CDE, Milán 1997, pp. 16-17; cfr. MCLUHAN, M., La luz y el medio. Reflexiones sobre la

religi ón, Armando Editor, Roma 2002; GRANADOS G. M., La cultura digital: posibilidades, fracturas.

Ética en el comunicaci ón, en PCCS, Iglesia e informática, op. cit., pp. 55-88; GALVAN, J. M., La

comunicaci ón entre fe y cultura, en «Era mediática y nueva evangelización» a cura de Stenico, T.,

LEV, Vaticano 2001, pp. 204-226.

ix Es abundante la bibliografía sobre el análisis de los cambios provocados en el mundo por desarrollo de

la tecnología, especialmente aquel al servicio de la comunicación, y no solamente limitadamente al

ámbito del medios de comunicación. Cfr. SOUKUP, P., Communication and theology: introduction

and review of the literature, Avon Litho Ltd., Stratford-upon-Avon, Warwickshire, 1991;

Recent work en communication and theology: a guide for the CICS, en «Cross Connections.

Interdisciplinary Communications Studies at the Gregorian University» por Srampickal, J. - MAZA, G.

-BAUGH, L., PUG, Roma 2006.

x Una revolución que, modificando el modo de comunicar, acaba también por invertir el modo de pensar

y de vivir, induciendo reales cambios antropológicos, sociales y culturales, tanto de legitimar la

reflexión sobre una real cultura informáticacomo factor de pasaje de la era moderna a aquella postmoderna.

PANTEGHINI, G., Messaggio cristiano e cultura informatica, en «Credere oggi » 86

(2/1995), p. 97.

xi Cfr. CONFERENZA EPISCOPALE ITALIANA (CEI), Comunicazione e missione. Direttorio sulle

comunicazioni sociali nella missione della Chiesa, LEV, Vaticano 2004.

xii Los medios de comunicación tienen la capacidad de pesar no sólo sobre los modos de pensar, sino

también sobre los contenidos del pensamiento. Para muchas personas la realidad corresponde a lo que

los medios de comunicación definen como tal; lo que los medios de comunicación no reconocen

explícitamente parece insignificante. PONTIFICIO CONSEJO PARA LAS COMUNICACIONES SOCIALES,

Instrucci ón pastoral Aetatis novae, 1992, n. 4.

xiii Cfr. GALVAN, J. M., El nacimiento de la tecnoetica, Roma 2001,

www.usc.urbe.it/ html/php/galvan/indextecnoet

xiv Cfr. DELGADO, B., Nuevos medios, nueva sociedad. La incidencia de la comunicaci ón publicitaria, en

«Retos de la sociedad de la información», Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca, 1997, pp.

121-142.

xv CORGNALI, D., Le nuove frontiere della comunicazione, en «Credere oggi» 86 (2/1995), p. 5.

xvi Cfr. SAINT-EXUPÉRY, A., Terra degli uomini, Mursia, Milano 2000, pp. 53-54.

xvii KELLY, K., Nuove regole per un nuovo mondo, Ponte alle Grazie, Milano 1999, p. 46.

xviii Benedicto XVI, Mensaje para la 43 ª. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2010

Benedicto XVI, Mensaje para la 44 ª. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2010

xix Benedicto XVI, Mensaje para la 44 ª. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2010

xx Cfr. Benedicto XVI, Encuentro con el mundo de la cultura. París, 12 de septiembre 2008)

xxi AUDIENCIA A TODOS LOS CARDENALES DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Sala Clementina Viernes 15 de marzo de 2013

ADJUNTO ACÁ DOCUMENTOS ATINENTES AL TEMA TRATADO:

PROPUESTA DE EDUCOMUNICACIÓN PARA LA FAMILIA SALESIANA

(Presentada por ECOSAM – Equipo de Comunicación Social del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en América, Caracas, Venezuela, marzo de 2001)

El documento presenta en sus tres partes -Marco Situacional, Marco Teórico y Marco Operativo- las razones que hacen impostergable una propuesta de esta naturaleza, las referencias en que se apoya y los posibles caminos que la hacen viable.

 MARCO SITUACIONAL

Con la consolidación de la Era de la Información todo cambió muy rápidamente, desde las cosmovisiones que alimentan el imaginario del ser humano, hasta la forma en que las personas se relacionan con sus semejantes. La humanidad está sumergida en una sociedad profundamente mediática. Gran parte de las transformaciones actuales tienen como testigo ineludible a la comunicación masiva. Los medios de comunicación adelantan transformaciones culturales que inciden en el área comunicativa y educativa de la sociedad.

Democratización excluyente.

Si bien las redes electrónicas están constituyendo un nuevo espacio para la opinión pública en el que el pensamiento colectivo pudiera construirse con puntos de vista diferentes y a partir de distintos lugares, el nivel de desigualdad y de desequilibrio entre el Norte y el Sur del Planeta, ahonda aún más las diferencias entre quienes están “enganchados” a la tecnología y quienes no tienen posibilidad de frecuentar ni siquiera la escuela.

 Redes comunicacionales

Las redes instauran un nuevo modo de ser ciudadanas y ciudadanos, de convivir. Convierten las ciudades en teleciudades, crean un nuevo ser humano “electrónico”, portador de múltiples sistemas-prótesis agregados a su cuerpo, equipa las casas con los “multimedia familiares” que transforman los hogares en terminales conectados a sistemas electrónicos mundiales, como la telefonía, la televisión, los modems de los computadores, la impresora, el fax... La vida cotidiana está totalmente permeada por la electrónica. La electrónica introdujo un nuevo modelo de intercambio: la interactividad y la posibilidad de producir comunicaciones a partir de los que antes se llamaban “público”.

La existencia de redes se constituye en una oportunidad para potenciar esfuerzos, para abandonar el aislamiento y los proyectos reductivos, para socializar el conocimiento y para optimizar los recursos.

 Inmaterialidad de los espacios virtuales

La gran revolución de la relación persona-mundo en las altas esferas de la tecnología consiste en que nuestras fantasías, los mundos que pueblan nuestra imaginación, todo aquello que era sólo nuestro y personal, es ahora colectivo, real e interactivo.

 Singularidad Juvenil

¿Quiénes son los jóvenes del siglo XXI? Primero es necesario preguntarse qué conceptos mentales se manejan cuando se habla de “juventud”. No existe un paradigma hegemónico que defina a la juventud. Esto plantea la necesidad de definir a este sujeto social a partir de un conjunto de factores. Como fenómeno multidimensional, la juventud debe ser considerada a partir de su significatividad específica en los diversos contextos de la vida social: creaciones, educación, trabajo, comunicación, participación o exclusión del consumo. Pensar en la juventud requiere un esfuerzo de relectura del mundo.

La cosmovisión juvenil se conforma a partir de presupuestos vivenciales fruto de intercambios comunicacionales planetarios. Los jóvenes experimentan una sensación de ubicuidad, moviéndose a través de diversas culturas y “geografías” virtuales, entrando en relación con otras lenguas, culturas, entretejiendo un conocimiento híbrido.

La juventud hoy es considerada como “generación @”, o sea, generación de la era digital. La capacidad de comunicación se convierte en imperativo y condición de sobrevivencia, y la apropiación de las nuevas tecnologías y códigos lingüísticos hace de los jóvenes nuevos actores sociales.

 Desafíos a la Educación

¿Qué desafíos plantea el mundo de la comunicación a la educación? ¿Qué cambios organizacionales se requieren para la construcción de ecosistemas comunicativos que posibiliten el intercambio, la solidaridad entre los actores sociales de la escuela y de la sociedad?

       formar para una ciudadanía local, nacional y mundial;

       educar para una convivencia solidaria y ética;

       formar para la cooperación y la tolerancia;

       tomar en consideración la cultura digital y virtual de la comunicación;

       instaurar nuevas relaciones pedagógicas comunicacionales;

       formar para la capacidad de negociación de sentido con las diferentes instancias de información;

       partir de una matriz pedagógica que propicie estrategias, metodologías, procedimientos con miras al desarrollo de competencias comunicativas;

       crear metodologías para la alfabetización multimedial (tecnológica e informacional);

 MARCO TEÓRICO

Educomunicación

Educomunicación es toda acción comunicativa en el espacio educativo, o sea, la comunicación interpersonal, grupal, organizaconal y masiva, realizada con el objetivo de producir y desarrollar ecosistemas comunicacionales.

 Áreas de intervención

 Educación para la Comunicación

Comprende los programas y acciones orientados, dentro o fuera de la educación formal, al estudio y comprensión de los procesos de la comunicación humana, y del fenómeno de la Comunicación Social: el lugar que ocupan en la sociedad, su impacto y las implicaciones que se derivan de la comunicación mediatizada.

Este estudio de carácter teórico-práctico, busca la formación de interlocutores sociales responsables, críticos y creativos, promotores del acceso de todos a los recursos de la comunicación y a su utilización como medio de expresión de los individuos y los grupos sociales.

 Mediación Tecnológica 

Las Nuevas Tecnologías dan paso a nueva cultura que requiere ser conocida y comprendida. Han entrado a la escuela y demandan la actualización constante de los educadores.

La mediación tecnológica en la educación comprende los procedimientos y las reflexiones en torno a la presencia y múltiples usos de las nuevas tecnologías de la información en la educación.

Propone a la comunidad educativa la utilización de los recursos tecnológicos a partir de una perspectiva ciudadana.

 Expresión y artes

El área de Expresión y Arte, dentro de la Educomunicación, debe cuidar especialmene los espacios de protagonismo juvenil en los que niños, adolescentes y jóvenes puedan ser ellos mismos, expresarse con espontaneidad, descubrir su propia palabra y su manera particular para decirla a los otros.

A través de la expresión artística los Medios trabajan las emociones, la estética, la belleza, el disfrute de la vida, la alegría. Y todo ello contribuye a construir sentidos que impulsan para la acción política en la sociedad.

Comunicación para el ejercicio de la ciudadanía

Las motivaciones que llevan a los profesionales a establecer vínculos entre comunicación-educación están permeadas por las utopías sociales. Los educomunicadores creen en la mediación de la comunicación con y para  la educación, en cuando acción política de intervención en lo social fragmentado y complejo de la postmodernidad, estructurado sobre la lógica del poder económico financiero internacinal y del fenómeno de la globalización.

Ejes Transversales

 Gestión de Procesos Educacionales

. Por “gestión de procesos comunicacionales”, se entiende la administración del ecosistema comunicacional. Garantizar la interconexión sin sectorización; generar interdiscursos entre las áreas de acción, y potenciar el coeficiente comunicacional de los procesos culturales. Esto requiere que, en todas las etapas del proceso, haya proyectos que garanticen la convergencia de las áreas de intervención en un mismo objetivo.

Investigación

Es el motor del proceso educomunicacional. Busca darle soporte teórico a la práctica,  y legitima la Educación en el campo cultural. La reflexión permanente sobre los procesos que se llevan a cabo, permite la evolución del campo y lo identifica como sujeto autónomo del conocimiento.

 Formación-Capacitación

El nuevo campo de la Educomunicación requiere, por su complejidad y transformación constante, por su novedad, un esfuerzo sostenido de formación continua. No sólo de los educadores, sino de toda la comunidad Educativa involucrada en el proceso de crecimiento de los educandos. Pero es indudable que los educadores tienen un papel protagónico.

La Formación-Capacitación, se presenta como un eje transversal en todo el proceso educativo, debe constituir una práctica permanente en los educadores, sea cual fuere el área de Educomunicación en que intervenga.

 MARCO OPERATIVO

 Educomunicación: ¿mosaico o campo articulador?

Para hacer frente a los desequilibrios producidos por la globalización y la filosofía postmodernista, la Escuela contemporánea debe encaminarse más a la sensibilidad humana que a la racionalidad abstracta y distante. Esto conlleva la necesidad de:

     Educar para la incertidumbre.

     Educar para el disfrute de la vida

     Educar para la significación

     Educar para la convivencia

     Educar para apropiarse de la historia y de la cultura

 Un ambiente privilegiado

Como familia salesiana, estamos en las mejores condiciones para poder acompañar procesos educativos que permitan a los jóvenes apropiarse de las claves de lectura de la cultura actual y crear nuevas expresiones y síntesis culturales:

      Vivimos entre los jóvenes, compartiendo espacio y tiempo, estableciendo relaciones de familia cálidas y cercanas que favorecen la comunicación y el conocimiento de las inquietudes juveniles y los nuevos lenguajes con los que ellas y ellos se expresan.

      Consideramos de vital importancia el protagonismo juvenil, lo que permite la expresión abierta de los códigos con que los jóvenes intercambian significados, de las síntesis que van haciendo de la propia comprensión de sí mismos, de su entorno, de su momento histórico, de sus anhelos y temores.

      Tenemos espacios privilegiados que permiten que esto suceda: Centros juveniles, procesos grupales, escuelas, proyectos de voluntariado...

 Ecosistemas comunicacionales

      La educación trabaja la información, sistematizándola y divulgándola; trabaja lo lúdico, movilizando sentimientos, emociones; cultiva y difunde valores.

      La educación representa un espacio comunicacional único capaz de dar al niño, al adolescente o incluso al joven universitario, condiciones impares para expresarse, desenvolviendo su capacidad de tener y usar la palabra, una palabra que con frecuencia le será negada por el sistema masivo de los medios de comunicación.

Tareas de la Gestión de la Comunicación

       Elaborar diagnósticos

       Asesorar a los educadores

       Promover un alto grado de comunicación y creatividad en el espacio educativo.  

a continuación, otros extractos muy valiosos sobre temas educativos fundamentales:

SOLIDARIDAD – RECIPROCIDAD

En la última década del siglo XX, la Familia salesiana ha reflexionado a través de sus respectivos Capítulos Generales y ha puesto en circulación ideas en torno a la reciprocidad, en todos los terrenos, (pero privilegiando el horizonte de género y de la educación) con el fin de relanzar la Escuela en esta prospectiva.

La Hermana Marie Gannon FMA, en su texto La Reciprocidad Hombre / Mujer (1.995), consigna la fisonomía de la reciprocidad, una especie de estado del arte de los diez años precedentes. Allí presenta una encuesta sobre las contribuciones bibliográficas en torno a la reciprocidad (son las mujeres, 71%, las que más escriben sobre la temática). El concepto se organiza alrededor de tres palabras claves: como modelo de comportamiento o actitud que se aprende y poco a poco se interioriza; como criterio formal de evaluación de las distintas propuestas culturales relacionadas con la identidad y los roles sexuales y como proceso – camino de relaciones humanas. Aborda también las modalidades de relación recíproca (que implica gratuidad, correspondencia y comunión), en fin, las cualidades de la reciprocidad (creatividad, dinamicidad y fecundidad) y sus ámbitos (amistad, pareja, familia y mundo juvenil), para terminar diciendo junto con otra estudiosa del tema, Julia Paola de Nicola, que "la reciprocidad representa una utopía, por lo tanto un desafío, el de construir un mundo más humano para las mujeres y los hombres, distinguiendo bien entre utopía como fantasía de un lugar inexistente y utopía como tensión ideal hacia los valores de los que queremos alimentar la realidad."

Carmiña Navia Velasco en un artículo escrito en la Revista Utopías (N° 67, Año VII, agosto de 1.999) y titulado "Ante la tragedia colombiana: "Globalizar la solidaridad". Construir en reciprocidad", presenta una apuesta por el compromiso cristiano que edifica fraternidad desde un sesgo de género que se explicita así: "mi planteamiento y mi propuesta es: la construcción de un mundo en el que las relaciones sean distintas y recíprocas se puede realizar mejor, desde la mujer, desde su perspectiva y su aporte."

El lenguaje también ha sido cruzado por estos tradicionales y renovados significados. Por ejemplo, ayer se hablaba de compartir, de delegar, de reciprocidad; hoy se habla de empowerment, es decir, de compartir el poder a todo nivel, lo que hace viable el aporte de lo mejor de las propias capacidades para bien de todos, y el implicar realmente a cada uno en la marcha de todo.

Sor Cándida Aspesi a partir del pensamiento del Papa Juan Pablo II, quien sostiene que la solidaridad es el nuevo rostro de la caridad, presenta en marzo de 2000, Las palabras de la Solidaridad (reciprocidad, restitución) en clave de género y de ciudadanía responsable. Desde aquí llama a donar lo que falta, con nuestra acción, o a la restitución de la familia, la restitución del trabajo y la restitución de la educación. Culmina con una expresión precisa que anima el trabajo de cara al nuevo milenio: "Solidaridad es, entonces, reciprocidad en red, restitución de aquel derecho a ser mujeres en la propia cultura y en el propio trabajo, con la creatividad y los matices que la mujer sabe dar a la economía y a la solidaridad misma."

                                                   - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

/// extracto del documento Escuela Salesiana Incluyente en clave evangelizadora…..////

Leyendo y releyendo datos en la óptica de la exclusión social.

  Un intento por comprender mejor el término “exclusión social”

 Comenzamos afirmando que el término exclusión pide un complemento – excluido de qué? La inmensa masa de los excluidos no está fuera del planeta, ni de los respectivos países donde viven. Estas personas tampoco están excluidas del alcance de los medios de comunicación de masas, que socializa la cultura dominante y los patrones de deseo de consumo. Las personas pobres también tienen deseos de consumo, en gran parte determinadas por los medios de comunicación, así ellos no tengan condiciones para satisfacer tales deseos a través de las compras en el mercado. Esta imposibilidad o esta gran dificultad para satisfacer los deseos  de consumo y sus necesidades básicas para una vida digna, está unida a su exclusión o a una inserción extremamente desfavorable en el mercado de trabajo.

 Estar excluido del mercado consumidor va mucho más allá de la no satisfacción de sus necesidades básicas (materiales y simbólicas). Significa la imposibilidad de construir la propia identidad en la convivencia con otros grupos. Lo que la persona consume, define la pertenencia al grupo. Estar excluido del mercado significa tener un bajo nivel de autoestima y estar fuera de las relaciones sociales significativas y reconocidas por la sociedad.

 Así, siendo los pobres, están dentro del mismo territorio, de la misma sociedad y del alcance de los medios de comunicación que socializa la cultura y los deseos de cultura. Pero al estar excluidos del mercado de trabajo o de los puestos de trabajo razonablemente remunerados, están excluidos del mercado de consumo y de las relaciones sociales significativas y reconocidas por la sociedad, es decir, por quienes son reconocidos como pertenecientes a “buena” parte de la sociedad. (Assmann y Sung, 2000).

 La exclusión es un hecho y la mayoría de la población está excluida en el mundo. Es difícil imaginar: más de 1,3 billones de personas viven con una renta igual o menor a un dólar por día. Entre ellas, la mayoría está conformada por mujeres y niños. Las mujeres constituyen un 70% de los que viven en la pobreza absoluta (feminización de la pobreza). La exclusión no para ahí y, en la sociedad del saber, cerca de 1 billón son analfabetos (Sandrini,1990).

 En el Brasil vivimos una realidad social de exclusión que es el origen de todos los males. Como vimos en las estadísticas presentadas en el 3er. punto, en América Latina y principalmente en el Brasil se pinta un cuadro de las más inicua distribución de la renta del planeta.

 Miguel Reale en el espacio abierto de “Folha de S. Paulo” del 11 de noviembre de 2000, enfatiza los desafíos que se deben enfrentar en la búsqueda de soluciones en el campo social y que deben ser  encabezadas por la reforma tributaria y la reforma agraria. Enfatiza también que no será en la línea del neoliberalismo como se podrá alcanzar un resultado benéfico, ya que sus partidarios lo esperan todo del libre juego del mercado. El camino que se abre, según Miguel Reale, es el del social-liberalismo o del liberalismo social, en el cual la libertad y la igualdad se integran armoniosa y prácticamente, por encima de los conflictos ideológicos que caracterizaron el siglo que se terminó. (Reale, Folha de S.Paulo, nov.2000).

 Pablo Gentili, analizando el problema de la exclusión social, denuncia el rostro más deplorable de la misma, la invisibilidad. Es la invisibilidad la marca más visible de la exclusión en este final de milenio. La exclusión está allí, - impúdica y cruel y brutal; se manifiesta en cada esquina, en cada barrio, en cada calle. Sin embargo, esta exclusión se volvió invisible y parece haber perdido el poder de producir espanto, de producir indignación en buena parte de la sociedad. (Gentili, 1999).

 La exclusión se vuelve normal, se hace natural y desaparece como problema, para convertirse en un dato de hecho. Este es el poder de la cotidianidad, o sea, el volverse invisible a los ojos. Lo que es cotidiano se normaliza y el poder de la normalidad es diluirse, desaparecer como problema para convertirse en un hecho contra el cual poco o nada podemos o debemos hacer.

 Los números anteriores de este marco situacional intentaron trazar unas estadísticas de la pobreza en el mundo, da la situación escolar en América Latina, y otros datos de la realidad. Nos vemos sorprendidos cuando el periódico anota un desempleo con niveles de 20% en el gran S. Paulo, pero no nos sensibilizamos con la manifestación concreta de este fenómeno en las filas interminables de desocupados en busca de trabajo. Humberto Eco dijo una frase – que ya se hizo célebre – en la que afirma que el poder de las estadísticas es demostrar que, si un individuo en una ciudad se comió dos pollos, dos individuos se comerán un pollo cada uno. La estadística acaba por hacer que los datos de la realidad se vuelvan índices. Los índices son más importantes que las personas de carne y hueso.

 Pablo Gentili insiste: “En nuestras sociedades dualizadas, los excluidos deben acostumbrarse a la exclusión y los no-excluidos también. La exclusión se diluye  en el silencio de los que sufren y también en el silencio de los que la temen” (Gentili, 1999, 16).

 Podríamos comenzar a hacer la lista de los excluidos y entonces acabaríamos por percibir que los excluidos son la sociedad toda, menos algunos pocos. Y como está tan generalizada la exclusión, el propio concepto se volvió débil. Según el sociólogo francés Robert Castel, podemos identificar 3 formas de excluir: 

a.                   Realizar una política de exterminio de determinada población o grupo social (excluir = exterminar).

b.                  Excluir a través de políticas de aislamiento o de desfase – hacemos esto con instituciones que sirven para formar grupos de apartados. Son instituciones de exclusión de individuos con necesidades especiales.

c.                   Existe una tercera forma de exclusión más sofisticada que se instaló en la segunda mitad del siglo XX: según Castel es la “exclusión incluyente”. Determinados individuos que no son exterminados, que no están puestos en ghetos sino que son aceptados para participar – aunque de manera subordinada y sumisa – de la vida cotidiana de las grandes ciudades. Los desempleados y principalmente los no-empleables. Ejemplo: una mujer, negra, con más de 50 años puede ser considerada en S. Paulo como no empleable.

 Hoy la exclusión está enmascarada con esta seudo-inclusión que hace circular en la sociedad diferentes clases de excluidos, creando así un sinnúmero de ciudadanos de segunda categoría. Y así apaciguamos nuestra conciencia porque somos un país democrático “en el que todos tienen voz”, aunque “muchísimos de ellos” no tengan la “misma voz” de pequeña minoría. Más todavía, así ellos estén con nosotros, conviven con nosotros sin incomodarnos.

 Algunos datos sobre la exclusión de la educación. 

A.                 Exclusión de la escuela: la población que no frecuenta la escuela. Estadísticas de los últimos 5 años. Podemos concluir que, de la población que no frecuentaba la escuela, casi 3.2 millones de personas de 7 a 14 años, otros 3,4 millones entre 15 y 17 años, y 2,1 millones de 5 y 6 años de edad. Concluimos que hubo una disminución considerable de exclusión de la escuela en el segundo quinquenio de la década de los 90.

B.                 Exclusión en la escuela: o sea, todos aquellos niños y adolescentes que acusaron fuerte desfase en los estudios con relación al patrón esperado, es decir, que presentaron dos o más años de atraso en los estudios con relación a la edad, generalmente como consecuencia de sucesivas reprobaciones. Como patrón se consideraba: 7 años (1ª. Serie), 8 años (2ª serie)... 14 años  (8ª serie de la enseñanza básica), 17 años (3ª serie de la enseñanza media). Los alumnos fuertemente desfasados son considerados como excluidos en la escuela.

En 1996, por ejemplo, el Brasil presentaba:

a.                                           cerca de 171 mil niños de 8 años que aún frecuentaban la escuela (ya deberían estar en la 2ª serie).

b.                                          Cerca de 92 mil niños de 9 años que todavía estaban en la pre- escuela y otros 589 mil estaban retenidos en la 1ª serie cuando deberían estar en la 3ª. Serie.

c.                                           Dentro de los niños de 11 años que deberían estar cursando la 5ª serie del básico, teníamos 33 mil todavía en la pre-escuela, 280 mil en la 1ª serie, 398 mil en la 2ª serie, 539 mil en la 3ª serie... todos ellos en número superior a 1,2 millones de niños que acumulaban dos o más series de atraso.

d.                                          Los adolescentes van también por allí: de los 3,7 millones de 14 años, 743 mil todavía permanecen retenidos entre la 1ª y la 4ª serie del básico.

 Esto significa que a pesar de todos los avances, podemos ver que los excluidos forman un contingente que asusta – llegando a 35% globalmente. Y mirando a los adolescentes de 14 años, tenemos cerca de 50%. Este es todavía el mayor problema de la escuela brasilera[1][7].

  La educación cristiana en el escenario – Educar para la Solidaridad

 La educación cristiana no es un departamento de empresa católica encargada de producir convicciones, transmitir competencias, y reproducir los sentimientos propios de un universo católico; sino que es llamada a sistematizar la experiencia cultural del cristianismo. Y no podemos olvidar  que la contribución cultural más original del cristianismo fue, principalmente, el  incorporar a la construcción de la identidad personal y a la sociedad, como proyecto colectivo (de la comunidad cristiana), la opción por los últimos y el descubrimiento del valor de la historia como potencial libertador (Roca, 1999).

Podemos decir que el cristianismo entra en la esfera educativa por su pasión hacia los “perdedores”. Escogió la esfera educativa porque allí es donde se forjan las primeras desventajas, se configuran los perdedores y se humaniza la condición humana. La educación es necesaria para que los pobres puedan salir de su pobreza, vencer su precariedad y reducir su vulnerabilidad.

En el último siglo la historia de la santidad se asoció con las grandes creaciones educativas al interior de la cuestión social[2][8]  Qué hacer con los niños pobres? Cómo encarar las consecuencias del pauperismo? Cómo reducir los estragos de la modernización incipiente? El siglo XIX se cerró con una herida sangrienta, por la que afloraban sus conflictos: la cuestión obrera, por la que supuran sus contradicciones y la pus de esta herida se llama “exclusión”.

El viejo Rousseau tenía razón – “las ciencias y las artes no harán el mundo mejor” – Este fenómeno es todavía más inhumano que el de la opresión. El mundo del trabajo fue el más implicado volviéndose cada vez menor, cada vez más complejo y está haciéndose cada vez más exigente. Esto ha sido causado por el ingreso de tres nuevas tecnologías post-industriales: la informática (computadores), la telemática (computadores asociados a las telecomunicaciones), y la robótica. Todo esto hizo, como ya lo vimos, que el mundo del trabajo se hiciese pequeño, complejo y, por lo mismo, selectivo[3][9] Esta selectividad trajo el gran dolor de la era post-industrial que es la exclusión. Surgió, por tanto, la figura de los “excluidos sociales”, que son personas, grupos sociales y países echados fuera del sistema y cuya preocupación básica es afirmarse como vivientes.

 El sistema educativo, como institución moderna, se vinculó desde sus orígenes con las exigencias de los procesos de los trabajadores y pretendió ser funcional para tal proyecto. Bajo el lema de la modernización, el sistema educativo realiza su última reforma para adecuarse a la máquina productiva. Los “factores de inclusión” determinan proyectos educativos para el “saber hacer” y las habilidades profesionales acabaron por sustituir la sabiduría de la vida.

 Estamos abriendo el nuevo milenio en un momento histórico en el  que más brutalmente se expresa el economicismo de la educación. Y esto se da en un proceso más agudo aún que el reduccionismo, en el que pasa a ser concebido como una instancia de socialización, de formación y capacitación dirigida hacia la supervivencia en un mercado en el cual se anuncia el fin del trabajo productivo por la acción de la revolución tecnológica.

 Cuál será el papel de la escuela en este escenario? Será el de dar “todas las competencias y conocimientos”  para que sobreviva en un mercado cada vez más competitivo? Será la función social de la escuela el permitir la supervivencia  de los mejores en un mercado altamente competitivo? Y qué sería este inserirse competitivamente en el mercado de trabajo?

 El gran desafío del siglo XXI es recuperar la función social de la escuela en la formación de la conciencia de los individuos, recuperar la función política de las instituciones educativas, recuperar la función social de la escuela como instancia de integración en la vida social, en la vida económica, en la vida cultural, en la vida espiritual sin ningún tipo de discriminación sexual, racial, regional. Tenemos que ver que hay una educación que produce nuevas exclusiones, en la medida en que las desigualdades existentes se amplían; y hay una educación profundamente liberadora en la medida en que construye opciones de una sociedad más justa.

 La escuela realizará esta empresa introduciendo una moralidad solidaria, tolerante, una moralidad que procura, que busca, desesperadamente la construcción de igualdad radical entre los hombres y las mujeres, una igualdad fundada en criterios de solidaridad, justicia, libertad, respeto.

 Es fundamental que toda la actividad pedagógica sea una actividad de formación moral explícita o implícita. Este saber práctico que orienta la conducta de las personas: valores, principios, normas... y que ayuda a las personas a responder a la pregunta “cómo debo obrar”, debe atravezar transversalmente todas las actividades del salón de clase. Entonces, cuando una profesora entra en el aula de clase y comienza a organizar y a distribuir sus alumnos en el espacio escolar, ya está formando moralmente.

 Es precioso el testimonio de Theodor Adorno sobre la función social de la escuela. Este, habiendo sido perseguido por el régimen nazista y habiéndosele preguntado sobre el asunto, respondió: La función social de la escuela es la de evitar que Auschwitz se repita y para esto tocará a la escuela hacer que Auschwitz se haga moralmente insoportable!

 Acompañando las afirmaciones de García Roca, el cristianismo en la escuela se une a este empeño. El gran servicio que el cristianismo puede prestar en este momento es invertir en el sentido compasivo de la vida. Y para ello deberá dedicarse a crear escuelas especiales, con la finalidad de dar un trato específico a los excluidos (Roca, 1999).

Es urgente una “Teología de la Exclusión” y una “Educación para la Solidaridad”. Esto va a requerir una transformación radical de nuestra manera de ver la educación. Cuando el problema fue la “opresión” tuvimos el verbo “conscientizar”, usado y abusado; hoy, cuando el “problema” fue retirado de nuestra frente (excluido), necesitamos volver a nuestros discursos pedagógicos el verbo “sensibilizar”. El trabajo pedagógico necesario para el nuevo milenio deberá, entonces, volver  a la cultura del voluntariado[4][10]

 Por fin, respondiendo al desafiante programa de términos una educación cristiana y una escuela católica que no excluyan, creo que necesitaremos especializarnos en el arte de educar para la convivencia. Como nos dice el educador colombiano José Bernardo Toro (1995) “la convivencia social, por no ser natural, requiere aprendizajes básicos que deben ser enseñados, aprendidos y desarrollados todos los días. Esta es una tarea de toda la vida de una persona y de una sociedad”. Y el mismo educador apunta siete reglas básicas para la convivencia social que deberán enmarcar el trabajo educativo de la escuela:

1.                  Aprender a no agredir al semejante

2.                  Aprender a comunicarse

3.                  Aprender a interactuar

4.                  Aprender a decidir en grupo

5.                  Aprender a cuidarse

6.                  Aprender a cuidar el lugar en que vivimos

7.                  Aprender a valorar el saber social[5][11]

 La escuela que prioriza en su discurso pedagógico la calidad de las relaciones estará, seguramente, combatiendo de frente a la exclusión. El sentido de inclusión deberá ser el gran tema transversal de la Educación y de la Escuela que se abre al siglo XXI.

 El sentido de inclusión significa sobrepasar la propia individualidad, -como ya lo desarrollé arriba-, en pertenecer a grupos, asociaciones y conjuntos de personas que se unen para actuar en función de algo. El sentido de inclusión está profundamente relacionado con la ruptura de pensar, sentir y actuar aislado de la persona

 Y lo que García Roca llama una educación proveedora de redes – en este contexto el punto crucial para la acción educativa consistirá en romper la línea divisoria que separa la institución escolar de la comunidad, en desmontar la polarización existente entre organización educativa y técnica, por un lado, y lo informal y espontáneo, por otro. Educar para los tiempos de la globalización económica exige crear redes de solidaridad internacional que activen a la sociedad mundial y sean soporte civil de la mundialización (Roca, 1999).  

[6][1] El nuevo orden está haciendo como que se piense en la problemática de gobernabilidad política en la actualidad. Los estudiosos en este campo afirman que, a partir de la década de los 70, comenzó una crisis de gobernabilidad con el rompimiento del acuerdo de Bretton Woods y con el establecimiento del agotamiento del período de oro del capitalismo. Según Hobsbawm (1995), el capitalismo tuvo sus operaciones incontrolables y los modelos de coordinación tradicionales no funcionaron más. A partir de esta constatación se creó, en 1992, la Comisión sobre el “Gobierno Global”, con el objetivo de examinar las posibilidades creadas al finalizar la Guerra Fría y de establecer un sistema más eficaz de seguridad y de gobierno mundiales.

[7][2] Con el rompimiento del “Acuerdo Bretton Woods”, en el que el dólar era la moneda patrón, tuvimos el traslado de la producción de dinero a la producción real de bienes y servicios, esto es, a la realización del trabajo, único generador de valor en el capitalismo. La desregulación del capitalismo-dinero es algo que afecta directamente las estructuras de los estados-naciones con sus bancos centrales y sistemas financieros.

[8][3] Hugo ASSMAN, Jung Mo SUNG, Competencia y sensibilidad solidaria. Educar para la esperanza. Petrópolis Editora Vozes, 2000)

1

[9][4] Todas las informaciones de este subtítulo están tomadas del documento síntesis – Panorama social de América Latina – hecho por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe – Naciones Unidas – 1998)

[10][5] KRAWCZYK Nora y otros (orgs) El escenario educativo Latinoamericano en el umbral del siglo XXI) Reformas en debate. Campinas, Autores Asociados, 2000 pg.03

[11][6] ARELARO Lisete Regina Gomes. “Resistencia y Sumisión. La reforma educativa en la década de 1990” en KRAWCZYK Nora y otros (Orgs). El escenario educativo latinoamericano al umbral del siglo XXI. Reformas en debate. Campinas: Autores Asociados, 2000, p.95-116

    3.5.1. Razón

 “El término "razón" destaca, según la visión auténtica del humanismo cristiano, el valor de la persona, de la conciencia, de la naturaleza humana, de la cultura, del mundo del trabajo y del vivir social, o sea, el amplio cuadro de valores que es como el equipo que necesita el hombre en su vida familiar, civil y política.”[i][7]

 La razón es sinónimo de “conforme a razón” y persuasión (contrario a constricción e imposición). La razón valora a las personas en su creciente proceso de personalización y socialización, y valora las realidades terrenas con sentido crítico, respetando su autonomía y dignidad. Don Bosco daba mucha importancia a la formación integral del joven, teniendo en cuenta la formación para la libertad, la preparación para la vida y para una profesión, la asunción de las responsabilidades civiles en clima de alegría y de generoso servicio al prójimo.

 Lo original en Don Bosco es que formula los objetivos de esta formación integral con palabras sencillas tomadas de la realidad del joven, tales como "alegría", "estudio", "piedad", "trabajo". Logra unir lo esencial y lo contingente de cada día, por esto podemos decir que su programa de educación sin dejar de ser profundo es sencillo y está al alcance de todos; lo sintetiza en: ser ciudadano ejemplar, porque se es buen cristiano[ii][8].

Cuando Don Bosco afirma que su método es el de la razón, quiere decir que la estructura interna del educador se basa en la racionalidad, el buen sentido, en el equilibrio espiritual; que la razón se manifiesta en su modo de proceder e informa sus relaciones; que propone cosas razonables y las propone racionalmente. No se trata de pura lógica, sino de una comprensión global que implica saber captar la belleza de un modelo de vida.[iii][9]

Esto hace del Sistema Preventivo un sistema abierto, rico de esperanzas en la persona y capaz de adaptarse a todas las situaciones culturales. Por eso exige en cada contexto una lectura previa de la situación juvenil y una articulación de las actuaciones educativas mediante la formulación del Proyecto Educativo Pastoral.[iv][10]

 “El sistema preventivo dispone y persuade de tal modo al alumno, que el educador podrá, en cualquier ocasión, ya sea cuando se educa, ya después, hablarle con el lenguaje del amor. Conquistado el corazón del discípulo, el educador puede ejercer sobre él gran influencia y avisarle, aconsejarle y corregirle, aun después de colocado en empleos, en cargos o en ocupaciones comerciales.”[v][11]

 Hace más de 100 años Don Bosco, hace hincapié en la importancia de la razón para educar al joven y a la joven. Hoy, se habla mucho de la urgencia de educar en la criticidad y en la libertad, para lograrlo necesitamos apelar a la capacidad cognitiva de la persona, porque sólo quien conoce (razón) puede ver objetivamente la realidad y tomar libre y responsablemente sus decisiones que implican una opción de vida. Corremos el peligro de que, por una mal llamada “excelencia educativa”, nos preocupemos sólo del aspecto de contenidos que pide el currículo (para que nuestros jóvenes ingresen a la universidad o al trabajo) dejando de lado el aspecto valorativo; nos cuesta interrelacionar lo cognitivo con lo actitudinal. La razón en Don Bosco no es saber más contenidos que los demás, sino que es un medio para la formación integral de la persona como cristiano y como ciudadano porque le permite optar sobre una base.

 La razón, por lo tanto, invita a los jóvenes a compartir los valores asumidos libremente, implica toda nuestra capacidad de comprensión, de diálogo y de paciencia sin límites.

 En el nuevo siglo se sabe que la razón de occidente fracasó, en parte, y que se necesitan nuevas formas de aproximación y comprensión de la realidad. No obstante, se impone el buen juicio de los educadores para admitir que hay un aspecto “bueno” de la razón que es necesario formar y hacer circular, sobre todo en América, donde en este momento de la historia parecen dominar los intereses particulares, calculadores, egoístas, sin compasión. Si algo hace falta, ahora, en América, es razón.

3.5.2. Religión

 El término "religión" “indica que la pedagogía de Don Bosco es, por naturaleza, trascendente, en cuanto que el objetivo último de su educación es formar al creyente. Para él, el hombre formado y maduro es el ciudadano que tiene fe, pone en el centro de su vida el ideal del hombre nuevo proclamado por Jesucristo y testimonia sin respeto humano sus convicciones religiosas.”[vi][12]

 Los "pilares del edificio de la educación" son la Eucaristía y la Penitencia, la devoción a la Santísima Virgen, el amor a la Iglesia y a sus Pastores. La educación del joven es un itinerario de oración, de liturgia, de vida sacramental, de dirección espiritual. Estos “pilares” están tan tejidos en lo ordinario de la vida del oratorio que cuando los jóvenes salen de él, pasan a ser “pilares” de su vida personal. Don Bosco tiene un seguimiento familiar con los jóvenes que ya no están en el oratorio, haciendo hincapié en que la religión es lo único que los va a sostener en medio de las vicisitudes de la vida, como podemos apreciar en la siguiente carta:

 “Muy querido Turco:

 Tu carta me ha dado mucha alegría y me resultó muy grata porque en ella me hablas con la antigua confianza, que para don Bosco es lo más querido en el mundo. Tomando tu carta solamente bajo un punto de vista, doy gracias al Señor que, en medio de los años más difíciles de la vida, te ha ayudado a conservar los sanos principios de la religión. Puede decirse que la edad más peligrosa ya ha pasado; cuanto más adelantes en años, más se desvanecerán las ilusiones que el hombre se hace del mundo y más se confirmará aquello que me dijiste, que solamente la religión es estable y puede en todo tiempo hacer feliz al hombre en esta vida y en la eternidad.

 Después de este poco de filosofía, te aconsejo que continúes con la profesión de agrimensor en que trabajas, que practiques la religión, especialmente la confesión frecuente que para ti es un verdadero bálsamo, pero que con todas tus fuerzas y con todos los medios posibles, asistas y consueles a tu buen padre en su vejez, etc., que, gracias a Dios, puede decirse es floridísima.

En el pasado te he recomendado al Señor en la santa misa y lo haré con más gusto en el porvenir, puesto que me lo pides. También tú rogarás por mí, ¿no es verdad?” [vii][13]

 Cuando Don Bosco habla de religión, no la reduce sólo al ámbito del oratorio sino que la presenta como base para la formación de cualquier persona. Lo constatamos en las siguientes frases: “Si se educa rectamente, habrá orden y moral; por el contrario, sólo vicio y desorden”, y “La religión es capaz de comenzar y realizar la gran obra de una verdadera educación.” [viii][14]

 Don Bosco afirma: “Religión y razón son los dos resortes de todo mi sistema educativo. El educador debe persuadirse de que todos o casi todos estos queridos muchachos tienen una natural inteligencia para conocer el bien que se les hace personalmente y al mismo tiempo están dotados de un corazón sensible, fácilmente abierto al reconocimiento. Cuando se haya obtenido, con la ayuda del Señor, hacer penetrar en sus almas los principales misterios de nuestra santa Religión, que, todo amor, nos recuerda el inmenso amor que Dios ha tenido con el hombre; cuando se llegue a hacer vibrar en su corazón la cuerda de la gratitud, que se le debe en correspondencia a los beneficios que tan abundantemente nos ha otorgado; cuando, finalmente, con el resorte de la razón se hayan persuadido de que la verdadera gratitud al Señor debe manifestarse cumpliendo su querer, respetando sus mandamientos, especialmente los que inculcan la observancia de nuestros recíprocos deberes, crea ciertamente que gran parte del trabajo educativo ya se ha cumplido. La religión en este sistema hace el oficio del freno colocado en la boca del fogoso corcel, que lo domina y gobierna; la razón hace de brida que oprime las fauces y produce el efecto que se pretende conseguir. Religión auténtica, religión sincera que gobierne los actos de la juventud, razón que rectamente aplique los santos dictámenes como norma de todas sus obras, he aquí sintetizado en dos palabras el sistema que yo empleo.” [ix][15]

 Si la razón nos ayuda a actuar libre y responsablemente, la religión nos educa en la fraternidad porque nos hace tomar conciencia que todos somos hijos del mismo Padre; nos permite aportar en la construcción del mundo desde nuestra originalidad, porque nos sabemos colaboradores de Dios en la tarea de conservar y mejorar el mundo, para que se haga realidad el Reino de Dios. “Como Don Bosco y Madre Mazzarello, queremos formar al hombre completo impregnando de fe lo humano y encarnando la fe en la realidad humana, a través de un itinerario educativo capaz de llevar a los jóvenes a la santidad.” [x][16]

 “La religión enseña la caridad que combate la soberbia, el egoísmo, hace sociables, agradables y respetuosos a los unos con los otros, obedientes espontáneamente a los que tienen derecho y obligación de mandar, y adorna con cierta belleza hasta a los más rudos, porque excluye el temor.”[xi][17].

  3.5.3. La “Amorevolezza”.

 “... desde el punto de vista metodológico, el "amor". Se trata de una actitud cotidiana, que no es simple amor humano ni sólo caridad sobrenatural. Denota una realidad compleja e implica disponibilidad, criterios sanos y comportamientos adecuados.”[xii][18]

La amorevolezza es la marca salesiana. Es su rostro, su identidad. Es una energía espiritual conquistada diariamente que nace de la mística del amor de Dios hacia los jóvenes. Amor que se expresa en una convivencia gozosa, en un clima corresponsable de diálogo, amistad, comunicabilidad, alegría por el don de la vida.[xiii][19]

 La caridad pastoral se plasmó en el "contacto con los jóvenes", en el esfuerzo de ayudarlos a valorizar la vida, implicándolos en su crecimiento. Por eso tanto Don Bosco como María Mazzarello entablan una relación educativa basada en la amistad y la confianza. El afecto o bondad (amorevolezza) se convirtió en lo esencial de la caridad de estos dos educadores.

Se trata de suscitar la correspondencia del joven. El afecto, al hacer que acepte la propuesta educativa y que se sienta amado, lo anima a dar lo mejor de sí.[xiv][20]

 La amorevolezza empeña al educador a desarrollar en plenitud su capacidad de ser "humano", de ser sensible al corazón de las personas, de tejer relaciones solidarias. Remite a comprometerse a ir al encuentro del otro en una disponibilidad incondicional a la escucha y al diálogo. La mirada del otro exige de mí la renuncia a la indiferencia para mirarlo con bondad y ver especialmente sus posibilidades.

 La experiencia de Dios que cultivo día a día me re - envía al encuentro del rostro del otro, del más sufrido, del marginado, del excluido. Aquí la amorevolezza adquiere un compromiso social, toma el rostro de la solidaridad y de la justicia.

El Sistema Preventivo, pues, es básicamente relación, y cuando esta falla se le quita al mismo su fuerza de persuasión. Don Bosco en la carta de 1884 dice a sus muchachos: "me parecía estar en el antiguo oratorio a la hora del recreo. Era una escena viva donde todo era alegría... se cantaba, se reía, y en todas partes había clérigos y sacerdotes y con ellos jóvenes que compartían alegremente.  Se veía que entre jóvenes y superiores reinaba la más grande cordialidad y confianza".

La característica de Don Bosco, de María Mazzarello es dar el primer paso, eliminar barreras y suscitar el deseo de restablecer la relación cuando ésta se ha debilitado. "Tal ejercicio de caridad nos hace pensar en dos fenómenos actuales: la lejanía física de muchos jóvenes y la distancia psicológica de otros que están cerca, pero de los que nos separan temas, lenguajes, gustos y pertenencias. Lo que nos da idea de la carga mística y ascética que supone entablar diálogo con ellos."[xv][21]

El amor educativo abre el corazón y la inteligencia del joven al educador, lo estimula a ser protagonista de su formación, a crecer en iniciativa y creatividad. “... la razón y la experiencia demuestran que, sin verdadero cariño, es inútil el ministerio del educador. La primera alegría de un muchacho es saber que se le quiere. Él corresponde a este cariño, se persuade de lo que el maestro asegura, ama todo lo que él enseña, le gusta lo que a él le gusta, se aficiona para toda la vida a las verdades y a la doctrina de él aprendidas, y hasta se siente inclinado a la misma profesión, aún sacerdotal o religiosa, de su educador, y lo ama como al padre de su alma.” [xvi][22]

 El corazón de la espiritualidad de la relación educativa es la amorevolezza. Es un amor intensamente pedagógico que hace del educador un caminante con el educando, ambos en dirección al bien, a la libertad, a Dios. El lenguaje pedagógico más profundo es el de la verdadera acogida, de la confianza, de la ternura; es colaborar, animar, guiar, acompañar, escuchar, es ayudar al educando a adquirir los instrumentos para vivir con efectiva seguridad cuando deba caminar solo[xvii][23]

 En el testimonio de la amorevolezza que devuelve la alegría y las ganas de vivir intuimos el camino para una propuesta de espiritualidad típicamente salesiana. Para salesianas y salesianos la amorevolezza es claridad de amor, confianza recíproca, atención a los más débiles, comunicación que potencia la comunión, transparencia de relaciones.[xviii][24]

 La amistad profunda entre educadores y jóvenes nace de la acogida y la familiaridad que crean una relación educativa auténtica que ayuda a crecer porque se llega a la esencia de la persona. Esta amistad tiene su expresión concreta en la "asistencia salesiana" que desemboca en la paternidad/maternidad como responsabilidad afectuosa que ofrece guía y enseñanza vital porque "sabe hablar al corazón de manera personalizante", porque se tratan las cuestiones que ocupan vida, mente y corazón del joven. Es padre/madre quien enseña al joven, a través de la relación diaria sencilla y familiar, el arte de vivir en cristiano.[xix][25]

 Desde esta perspectiva propositiva, la amorevolezza es la traducción salesiana de aquel amor solícito, gozoso y desinteresado que acoge a los jóvenes y abre su vida a un futuro solidario.[xx][26]

 El Capítulo General XXIV de los SDB ha escuchado a laicos y a jóvenes, ellos tienen grandes deseos de relación. Somos conscientes de que en nuestras Congregaciones abundan experiencias que nos hacen confiar en la posibilidad de crecer en esa dirección, manifestando en plenitud las riquezas del afecto salesiano y del espíritu de familia a que da origen.

 Dicho afecto, para que no corra el riesgo de reducirse a un simple instrumento técnico de captación y manipulación de la personalidad del otro, debe estar lleno de caridad y ser expresión de una auténtica espiritualidad relacional. Su fruto y signo es una castidad serena que mantiene el equilibrio afectivo y la fidelidad oblativa. Así la relación educativa se convierte en auténtico encuentro personal.[xxi][27]

La amorevolezza impregnada de verdad, de fortaleza al servicio del bien es la condición privilegiada para que religiosas/os y jóvenes progresen en el amor. Es un tipo de educación que se impone por la fuerza de la autenticidad. La pureza del corazón y la verdadera capacidad de amorevolezza educativa dejan de lado cualquier forma de imposición y agresividad y al mismo tiempo toda compensación afectiva, parcialidad o preferencia. El amor educativo es vigoroso, libre, imparcial y gratuito.

 Razón y amorevolezza son actitudes del educador, de la educadora que evita imponerse, más bien dialoga, propone, persuade, pide a cada uno lo que puede dar y lo pide en una relación de afecto verdadero y profundo.

 Razón y amorevolezza son los caminos privilegiados que María Mazzarello elige para la formación de educadoras y jóvenes en el sentido del ser y no solo del aparecer o del hacer. Enemiga del formalismo exterior adopta los caminos de la interioridad personal: la educación de las motivaciones y del corazón, allí donde maduran las opciones vitales. Y esto lo puede hacer porque primero se ha ganado el amor de quienes le rodean, y entonces los corazones se abren sin dificultad.

“Una nueva lectura de la amorevolezza como camino educativo nos conduce a María, ella nos precede en el esfuerzo de ser transparencia del amor. La caridad es el fundamento del sistema preventivo. Don Bosco ha amado, ha querido el bien con la fuerza del amor y de la razón, en los horizontes de la religión. La amorevolezza es el estilo educativo salesiano. Don Bosco educa porque ama; lo primero que los jóvenes nos piden es que los amemos. En el sistema preventivo el ofrecimiento del amor está íntimamente unido al ofrecimiento de un horizonte de significado de la vida.” [xxii][28]

 De la memoria hay que pasar a la iluminación de la nueva circunstancia. Por eso el nuevo Sistema Preventivo deberá desplegarse así:

·         ·         El mismo de siempre, el aplicado por Don Bosco y los salesianos de la primera hora, pero con un nuevo espíritu, con un ardor renovado.

·         ·         Buscando incorporar los nuevos temas generadores de la cultura (nuevos contenidos) como: el nuevo asociacionismo y su incidencia en la generación de capital social; la educación de la nueva pareja y su influencia en la conformación de la nueva familia; La renovada visión de la afectividad; El entronque con las nuevas pedagogías.

·         ·         El saber hacer para reconstruir el mundo y generar uno nuevo. 


 

 

Texto completo de la carta de Francisco al editor del diario La Repúbblica (Italia)

Dal Vaticano, 4 settembre 2013 -

Apreciado doctor Scalfari:  Es con profunda cordialidad que al menos a grandes líneas quisiera tratar de responder a la carta que, desde las páginas de La Repubblica, se ha querido dirigir a mi el 7 de julio con una serie de reflexiones personales, que luego ha enriquecido en las páginas del mismo diario el 7 de agosto. Le agradezco, en primer lugar, por la atención con la que leyó la encíclica Lumen Fidei.

La cual, en la intención de mi amado predecesor, Benedicto XVI, que la concibió y escribió gran parte, y la que con gratitud, heredé, se dirige no solo a confirmar en la fe en Jesucristo a aquellos que en aquella ya se reconocen, sino también para despertar un diálogo sincero y riguroso con los que, como Usted, se define "un no creyente por muchos años, interesado y fascinado por la predicación de Jesús de Nazaret".

Por lo tanto, creo que es muy positivo, no solo para nosotros individualmente, sino también para la sociedad en la que vivimos, detenernos para dialogar de algo tan importante como es la fe, que se refiere a la predicación y a la figura de Jesús. Creo que hay, en particular, dos circunstancias que hacen que este diálogo sea hoy sea un deber y algo valioso.

Como se sabe, uno de los principales objetivos del Concilio Vaticano II, querido por el papa Juan XXIII y por el ministerio de los papas, es la sensibilidad y contribución que cada uno desde entonces hasta ahora ha dado según el patrón establecido por el Concilio. La primera de las circunstancias --como se recuerda en las páginas iniciales de la Encíclica-- deriva del hecho que a lo largo de los siglos de la modernidad , se produjo una paradoja: la fe cristiana, cuya novedad e incidencia sobre la vida del hombre desde el principio han sido expresados precisamente a través del símbolo de la luz, a menudo ha sido calificada como la oscuridad de la superstición que se opone a la luz de la razón. Así entre la Iglesia y la cultura de inspiración cristiana, por una parte, y la cultura moderna de carácter iluminista, por la otra, se ha llegado a la incomunicación. Ahora ha llegado el momento, y el Vaticano II ha inaugurado justamente la estación, de un diálogo abierto y sin prejuicios que vuelva a abrir las puertas para un serio y fructífero encuentro.

La segunda circunstancia, para quien busca ser fiel al don de seguir a Jesús en la luz de la fe, viene del hecho de que este diálogo no es un accesorio secundario de la existencia del creyente: es en cambio una expresión íntima e indispensable. Permítame citarle una afirmación en mi opinión muy importante de la Encíclica: visto que la verdad testimoniada por la fe es aquella del amor -subraya-- «está claro que la fe no es intransigente, sino que crece en la convivencia que respeta al otro. El creyente no es arrogante; por el contrario, la verdad lo hace humilde, consciente de que, más que poseerla nosotros, es ella la que nos abraza y nos posee. Lejos de ponernos rígidos, la seguridad de la fe nos pone en camino, y hace posible el testimonio y el diálogo con todos» ( n. 34 ). Este es el espíritu que anima las palabras que le escribo.

La fe, para mí, nace de un encuentro con Jesús. Un encuentro personal, que ha tocado mi corazón y ha dado una dirección y un nuevo sentido a mi existencia. Pero al mismo tiempo es un encuentro que fue posible gracias a la comunidad de fe en la que viví y gracias a la cual encontré el acceso a la sabiduría de la Sagrada Escritura, a la vida nueva que como agua brota de Jesús a través de los sacramentos, de la fraternidad con todos y del servicio a los pobres, imagen verdadera del Señor.

Sin la Iglesia -créame--, no habría sido capaz de encontrar a Jesús , mismo siendo consciente de que el inmenso don que es la fe se conserva en las frágiles odres de barro de nuestra humanidad. Y es aquí precisamente, a partir de esta experiencia personal de fe vivida en la Iglesia, que me siento cómodo al escuchar sus preguntas y en buscar, junto con Usted, el camino a través del cual podamos, quizás, comenzar a hacer una parte del camino juntos.

Perdóneme si no sigo paso a paso los argumentos propuestos por usted en el editorial del 7 de julio. A mí me parece más fructífero --o por lo menos es más agradable para mí-- ir de una determinada manera al corazón de sus consideraciones. No entro ni siquiera en el modo de exposición seguida por la Encíclica, en la que Usted advierte la falta de una sección dedicada específicamente a la experiencia histórica de Jesús de Nazaret.

Observo únicamente, para empezar, que un análisis de este tipo no es secundario. Se trata de hecho, siguiendo después la lógica que guía el desarrollo de la encíclica, de centrar la atención sobre el significado de lo que Jesús dijo e hizo, y así, en última instancia, de lo que Jesús fue y es para nosotros. Las cartas de Pablo y el evangelio de Juan, a los que se hace especial referencia en la Encíclica, se construyen, de hecho, en el sólido fundamento del ministerio mesiánico de Jesús de Nazaret, que llegan a su auge resolutivo en la pascua de muerte y resurrección. Así es que, es necesario confrontarse con Jesús, diría yo, en la realidad y la rudeza de su historia, así como se nos relata sobre todo en el Evangelio más antiguo, el de Marcos.

Observamos entonces que el «escándalo» que la palabra y la práctica de Jesús causan alrededor de él, derivan de su extraordinaria «autoridad»: una palabra, ésta, atestiguada desde el Evangelio de Marcos, pero que no es fácil reportar bien en italiano. La palabra griega es «exousia», que literalmente se refiere a lo que «viene del ser», de lo que es. No se trata de algo externo o forzado, sino de algo que emana de su interior y que se impone por sí mismo. Jesús realmente golpea, confunde, innova --como él mismo dice-- a partir de su relación con Dios, llamado familiarmente Abbà, lo que le da a esta «autoridad» para que él la emplee a favor de los hombres.

Así, Jesús predica «como quien tiene autoridad», cura, llama a sus discípulos a seguirle, perdona... cosas todas que en el Antiguo Testamento, son de Dios y solo de Dios. La pregunta que más retorna en el Evangelio de Marcos es: «¿Quién es este que ...?» , y que tiene que ver con la identidad de Jesús, nace de la constatación de una autoridad diferente a la del mundo, una autoridad que no tiene la intención de ejercer el poder sobre los demás, sino para servir , para darles la libertad y la plenitud de la vida. Y esto al punto de jugarse la propia vida, hasta experimentar la incomprensión, la traición, el rechazo; hasta ser condenado a muerte, hasta caer en el estado de abandono sobre la cruz.

Pero Jesús se mantuvo fiel a Dios hasta el final. Y es precisamente entonces --como exclama el centurión romano al pie de la cruz, en el Evangelio de Marcos--, cuando Jesús se muestra, paradójicamente, ¡como el Hijo de Dios! , Hijo de un Dios que es amor y que quiere, con todo su ser, que el hombre, cada hombre, se descubra y viva también él como su verdadero hijo. Esto, para la fe cristiana, está certificado por el hecho de que Jesús ha resucitado: no para demostrar el triunfo sobre aquellos que lo han rechazado, sino para dar fe de que el amor de Dios es más fuerte que la muerte, que el perdón de Dios es más fuerte que todo pecado ,y que vale la pena emplear la propia vida, hasta el final, para dar testimonio de este gran regalo.

La fe cristiana cree esto: que Jesús es el Hijo de Dios que vino a dar su vida para abrir a todos el camino del amor. Por lo tanto tiene razón, querido doctor Scalfari , cuando ve en la encarnación del Hijo de Dios la piedra angular de la fe cristiana. Tertuliano escribía: «caro cardo salutis», la carne (de Cristo) es la base de la salvación. Porque la encarnación, es decir, el hecho de que el Hijo de Dios haya venido en nuestra carne y haya compartido alegrías y tristezas, triunfos y derrotas de nuestra existencia, hasta el grito de la cruz, experimentando todo en el amor y en la fidelidad al Abbà, testimonia el increíble amor que Dios tiene respecto a cada hombre, el valor inestimable que le reconoce. Cada uno de nosotros, por lo tanto, está llamado a hacer suya la mirada y la elección del amor de Jesús, para entrar en su manera de ser, de pensar y de actuar. Esta es la fe, con todas las expresiones que se describen puntualmente en la Encíclica.

Siemp
re en el editorial del 7 de julio, Usted me pregunta también cómo entender la originalidad de la fe cristiana, ya que esta se basa precisamente en la encarnación del Hijo de Dios, en comparación con otras creencias que giran en trono a la absoluta trascendencia de Dios. La originalidad, diría yo, radica en el hecho de que la fe nos hace partícipes, en Jesús, en la relación que Él tiene con Dios, que es Abbà y, de este modo, en la relación que Él tiene con todos los demás hombres, incluidos los enemigos, en signo del amor.

En otras palabras, la filiación de Jesús, como ella se presenta a la fe cristiana, no se reveló para marcar una separación insuperable entre Jesús y todos los demás: sino para decirnos que , en Él, todos estamos llamados a ser hijos del único Padre y hermanos entre nosotros. La singularidad de Jesús es para la comunicación, y no para la exclusión. Por cierto, de aquello se deduce también --y no es poca cosa--, aquella distinción entre la esfera religiosa y la esfera política, que está consagrado en el «dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César», afirmada claramente por Jesús y en la que, con gran trabajo, se ha construido la historia de Occidente.

La Iglesia, por lo tanto, está llamada a diseminar la levadura y la sal del Evangelio, y por lo tanto, el amor y la misericordia de Dios que llega a todos los hombres, apuntando a la meta ultraterrena y definitiva de nuestro destino, mientras que a la sociedad civil y política le toca la difícil tarea de articular y encarnar en la justicia y en la solidaridad, en el derecho y en la paz, una vida cada vez más humana. Para los que viven la fe cristiana, eso no significa escapar del mundo o de la investigación de cualquier hegemonía , pero al servicio de la humanidad, a todo el hombre y a todos los hombres, a partir de la periferia de la historia y suscitando el sentido de la esperanza que impulsa a hacer el bien a pesar de todo y mirando siempre más allá.

Usted me pregunta también, al término de su primer artículo, qué debemos decirle a nuestros hermanos judíos sobre la promesa hecha a ellos por Dios: ¿acaso quedó en el vacío? Es ésta -créame-- una pregunta que nos desafía radicalmente, como cristianos, ya que con la ayuda de Dios, especialmente a partir del Concilio Vaticano II, hemos descubierto que el pueblo judío sigue siendo para nosotros, la raíz santa de la que germinó Jesús. También yo, en la amistad que he cultivado a lo largo de todos estos años con nuestros hermanos judíos, en Argentina, muchas veces me cuestioné ante Dios en la oración, sobre todo cuando la mente se iba al recuerdo de la terrible experiencia de la Shoah. Lo que puedo decirle, con el apóstol Pablo, es que nunca ha fallado la fidelidad de Dios a su alianza con Israel y que, a través de las pruebas terribles de estos siglos, los judíos han conservado su fe en Dios. Y por esto, con ellos nunca seremos lo suficientemente agradecidos como Iglesia, sino también como humanidad. Ellos justamente perseverando en la fe en el Dios de la alianza los invitan a todos, también a nosotros cristianos, al estar siempre a la espera, como los peregrinos, del regreso del Señor y que por lo tanto, siempre debemos estar abiertos a Él y nunca cerrarnos ante lo que ya hemos alcanzado.

Llego así a las tres preguntas que me pone en el artículo del 7 de agosto. Me parece que, en los dos primeros, lo que le su corazón quiere es entender la actitud de la Iglesia hacia los que no comparten la fe de Jesús.

En primer lugar, me pregunta si el Dios de los cristianos perdona a los que no creen y no buscan la fe. Teniendo en cuenta que --y es la clave-- la misericordia de Dios no tiene límites si nos dirigimos a Él con un corazón sincero y contrito, la cuestión para quienes no creen en Dios es la de obedecer a su propia conciencia. El pecado, aún para los que no tienen fe, existe cuando se va contra la conciencia. Escuchar y obedecerla significa de hecho, decidir ante lo que se percibe como bueno o como malo. Y en esta decisión se juega la bondad o la maldad de nuestras acciones.

En segundo lugar, Ud. me pregunta si el pensamiento según el cual no existe ningún absoluto, y por lo tanto ninguna verdad absoluta, sino solo una serie de verdades relativas y subjetivas, se trate de un error o de un pecado. Para empezar, yo no hablaría, ni siquiera para quien cree, de una verdad «absoluta», en el sentido de que absoluto es aquello que está desatado, es decir, que sin ningún tipo de relación. Ahora, la verdad, según la fe cristiana, es el amor de Dios hacia nosotros en Cristo Jesús. Por lo tanto, ¡la verdad es una relación! A tal punto que cada uno de nosotros la toma, la verdad, y la expresa a partir de sí mismo: de su historia y cultura, de la situación en la que vive, etc. Esto no quiere decir que la verdad es subjetiva y variable, ni mucho menos. Pero sí significa que se nos da siempre y únicamente como un camino y una vida. ¿No lo dijo acaso el mismo Jesús: «Yo soy el camino, la verdad y la vida»? En otras palabras, la verdad es en definitiva todo un uno con el amor, requiere la humildad y la apertura para ser encontrada, acogida y expresada. Por lo tanto, hay que entender bien las condiciones y, quizás, para salir de los confines de una contraposición... absoluta, replantear en profundidad el tema. Creo que esto es hoy una necesidad imperiosa para entablar aquel diálogo pacífico y constructivo que deseaba desde el comienzo de esta mi opinión.

En la última pregunta me interroga si, con la desaparición del hombre sobre la tierra, desaparecerá también el pensamiento capaz de pensar en Dios. Es verdad, la grandeza del hombre está en ser capaz de pensar en Dios. Y por lo tanto, en el poder vivir una relación consciente y responsable con Él.

Pero la relación es entre dos realidades. Dios --este es mi pensamiento y esta es mi experiencia, ¡y cuántos, ayer y hoy lo comparten!--, no es una idea, aunque sea un alto fruto del resultado del pensamiento del hombre. Dios es una realidad con la «R» mayúscula. Jesús lo revela --y tiene una relación viva con Él--, como un Padre de infinita bondad y misericordia. Dios no depende, por lo tanto, de nuestra forma de pensar. Y de otro lado, mismo cuanto terminará la vida del hombre sobre la tierra - y para la fe cristiana de todos modos, este mundo así como lo conocemos está destinado a tener un fin-- el hombre no acabará de existir, y en una manera que nosotros no sabemos, tampoco el universo que fue creado con él. La Escritura habla de «cielos nuevos y tierra nueva» y afirma que, al final, en el dónde y en el cuándo, que está más allá de nosotros, pero hacia el cual, en la fe tendemos con deseo y espera, Dios será «todo en todos».

Estimado doctor Scalfari, concluyo así mis reflexiones, suscitadas por lo que ha querido decirme y preguntarme. Acójalas como una respuesta tentativa y provisional, pero sincera y confiada, con la invitación que le hice de andar una parte del camino juntos. La Iglesia, créame, a pesar de todos los retrasos, infidelidades, errores y pecados que haya cometido y todavía pueda cometer en los que la componen, no tiene otro sentido ni propósito que no sea vivir y dar testimonio de Jesús: Él que fue enviado por el Abbà «para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor» (Lc. 4, 18-19).

Con fraternal cercanía,

Francesco                                        
 
Publicado en Periodista Digital 11/9/2013

Y un ejemplo muy práctico, al que hay que ayudar:

 

En su primera exhortación apostólica, Francisco apuesta a "una conversión del papado". Revolucionarias postulaciones.

En "Evangelii Gaudium"  CLICK ACÁ PARA LEERLA COMPLETA  ,    Bergoglio se comprometió a "estar abierto a las sugerencias" para que su ministerio se "vuelva más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle"

TAMBIEN LEERLA COMPLETA AL PIE DE ESTA NOTA

CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco dio una nueva señal de apertura en su primera exhortación apostólica,"Evangelii Gaudium" (La alegría del Evangelio), publicada hoy a las 11 GMT (8 de la Argentina) en varios idiomas. Allí asevera que debe "pensar en una conversión del papado" para que el ejercicio de su ministerio sea "más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle y a las necesidades actuales de evangelización".

"Me corresponde estar abierto a las sugerencias que se orienten a un ejercicio de mi ministerio que lo vuelva más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle y a las necesidades actuales de la evangelización", escribió Jorge Bergoglio.

Francisco citó al Papa Juan Pablo II quien pidió que se le ayudara a encontrar una forma de ejercicio del primado y aseguró "que hemos avanzado poco en ese sentido".

También el papado y las estructuras centrales de la Iglesia universal -continúa- necesitan la llamada a una conversión pastoral, y apunta a que el Concilio Vaticano II quiso que las Conferencias Episcopales pudieran "desarrollar una obra múltiple y fecunda, a fin de que el afecto colegial tenga una aplicación concreta".

"Este deseo no se realizó plenamente, por cuanto todavía no se ha explicitado suficientemente un estatuto de las Conferencias episcopales que las conciba como sujetos con atribuciones concretas, incluyendo también alguna auténtica autoridad doctrinal", señala.

"Una excesiva centralización -mantiene- más que ayudar, complica la vida de la Iglesia y su dinámica misionera".

El Papa asegura además que la reforma de la estructuras eclesiales debe pasar porque "todas ellas se vuelvan más misioneras (...) que coloque a los pastores en constante actitud de salida".

En ese sentido, invita a recuperar "la frescura original del Evangelio", encontrando "nuevos caminos" y "métodos creativos", a no encerrar a Jesús en nuestros esquemas aburridos" porque "un anuncio renovado ofrece a los creyentes, también a los tibios o no practicantes, una nueva alegría en la fe y una fecundidad evangelizadora".

Se puede considerar a "Evangelii Gaudium" como el primer documento del pontificado del Papa argentino, ya que la encíclica "Lumen Fidei" publicada en julio fue escrita en su mayor parte por Benedicto XVI y Francisco se limitó a completarla.

Esta exhortación apostólica, de 142 páginas, se basa en las conclusiones del Sínodo de Obispos sobre la Nueva Evangelización, celebrado del 7 al 28 de octubre de 2012, dedicado a "la nueva Evangelización para la transmisión de la fe", aunque se completa de reflexiones del pontífice.

El Papa entregó el texto el pasado domingo a 35 personas, en la misa en la Plaza de San Pedro, con la que se clausuró el Año de la Fe instituido por la Iglesia católica.

SOBRE LOS DIVORCIADOS: "LA IGLESIA NO ES UNA ADUANA"

Además, el Papa Francisco sostiene que la Eucaristía "no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles, para que los que busquen a Jesús lo encuentren, pues si algo ha de inquietar es que tantos hermanos vivan sin la amistad de Jesús".

"A menudo nos comportamos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia no es una aduana. Es la casa donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas", dice, en referencia a los divorciados que se han vuelto a casar.

El Papa insiste en que en que "tampoco las puertas de los sacramentos deberían cerrarse por una razón cualquiera".

El Papa argentino anima a los religiosos a salir para ofrecer a todo la vida de Jesucristo y asegura: "Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades".

MENSAJE AL ISLAM

La exhortación dedica varios capítulos a elogiar las otras religiones y apunta como de los "hermanos ortodoxos, los católicos tenemos la posibilidad de aprender algo más sobre el sentido de la colegialidad episcopal y sobre su experiencia de la sinodalidad".

"El diálogo interreligioso. Es una condición necesaria para la paz en el mundo y no oscurece la evangelización", agrega el Papa.

El pontífice se detiene sobre todo ante la que considera la "importante la relación con los creyentes del islam".

A pesar de lo que considera "episodios de fundamentalismo violento", en referencia, aunque sin citarlo, a los atentados contra cristianos en países musulmanes, el Papa invita a evitar "odiosas generalizaciones" porque "el verdadero islam y una adecuada interpretación del Corán se oponen a toda violencia".

Por ello, el Papa "implora" y "ruega humildemente" a que los países de tradición islámica aseguren la libertad religiosa a los cristianos," y recuerda "la libertad que los creyentes del islam gozan en los países occidentales".

Aunque expresa su "debido respeto ante las minorías de agnósticos o no creyentes", Francisco exhorta a que esto no haga que se "imponga el silencio sobre las convicciones de la mayorías de creyentes o se ignore la riqueza de las tradiciones religiosas".

Una mirada "muy especial" también dirige al pueblo judío y asegura "que el diálogo y la amistad con los hijos de Israel son parte de la vida" de los católicos.

SOBRE LAS MUJERES: SIN SACERDOCIO PERO CON "UNA PRESENCIA MÁS INCISIVA"

El Papa Francisco cierra a las mujeres cualquier posibilidad de sacerdocio, pero considera "que deben tener mayor espacio y una presencia más incisiva" en la Iglesia católica.

El pontífice asegura al introducir el tema que "la Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad" pues "la sensibilidad, la intuición y unas capacidades peculiares suelen ser más propias de las mujeres que de los varones".

Entre ellas, el Papa cita la "especial atención femenina hacia los otros, que se expresa de un modo particular, aunque no exclusivo, en la maternidad".

Bergoglio explica que ya hay mujeres que comparten responsabilidades pastorales junto con los sacerdotes, pero también reconoce que es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. "Porque el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social, por lo que se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales", agrega.

Bergoglio subraya que lo que no se puede cambiar es que "el sacerdocio está reservado a los varones, como un signo de Cristo Esposo que se entrega en la Eucaristía" y que se trata "de una cuestión que no se pone en discusión".

LA CUESTIÓN DEL ABORTO "NO ESTÁ SUJETA A MODERNIZACIONES"

El Papa Francisco afirma que "no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura" sobre la cuestión del aborto, ya que "no está sujeto a supuestas reformas o modernizaciones". "No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana", sentencia.

Sin embargo, Francisco reconoce que "también es verdad que hemos hecho poco para acompañar a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución para sus profundas angustias, particularmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido como producto de una violación o en un contexto de extrema pobreza".

"¿Quién puede dejar de comprender esas situaciones de tanto dolor?", se pregunta.

Según el pontífice, "la Iglesia quiere cuidar con predilección a los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo".

El obispo de Roma agrega que "frecuentemente para ridiculizar alegremente la defensa que la Iglesia hace de sus vidas, se procura presentar su postura como algo ideológico, oscurantista y conservador".

Sin embargo, esta defensa de la vida por nacer "está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano", sostiene.

"Supone -agrega el Papa- la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo".

También, en Exhortación Apostólica, alude a la familia para la que "el matrimonio es una aportación a la sociedad", aunque en estos momentos "atraviesa una crisis cultural profunda" y arremete contra "el individualismo posmoderno y globalizado favorece un estilo de vida que desnaturaliza los vínculos familiares".

CONTRA "LA ECONOMÍA DE LA DESIGUALDAD"

"Cómo el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la desigualdad. Esa economía mata", resalta el Papa en otro fragmento.

Bergoglio cuestiona que "no sea noticia que muera de frío un anciano en la calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa".

"Eso es exclusión", exclama el Papa, que denuncia con fuerza en el texto la "cultura actual del descarte".

Una cultura en la que no sólo "se tira la comida cuando hay gente que pasa hambre" sino que "considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar".

Según el Papa, "vivimos en la idolatría del dinero" y a todo ello se añade "una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales".

Tras la crisis financiera, según el Papa, hay al origen "una profunda crisis antropológica que niega la primacía del ser humano y la sustituye con otros ídolos".

El Papa se dirige a los dirigentes políticos para pedir "una reforma financiera que no ignore la ética" y que afronten "este reto con determinación y visión de futuro".

"El dinero debe servir y no gobernar", sentencia el Papa, que aunque asegura que "ama a todos, ricos y pobres, tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos".

Agencias EFE y AFP.

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA

EVANGELII GAUDIUM

DEL SANTO PADRE

FRANCISCO

A LOS OBISPOS

A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS

A LAS PERSONAS CONSAGRADAS

Y A LOS FIELES LAICOS

SOBRE

EL ANUNCIO DEL EVANGELIO

EN EL MUNDO ACTUAL

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1. LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO llena el corazón y la vida entera de los que se

encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del

pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo

siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los

fieles cristianos, para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada

por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los

próximos años.

I. Alegría que se renueva y se comunica

2. El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de

consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y

avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia

aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no

hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la

voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el

entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo,

cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres

resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y

plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el

Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado.

3. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se

encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o,

al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo

cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta

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invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría

reportada por el Señor».1 Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando

alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su

llegada con los brazos abiertos. Éste es el momento para decirle a

Jesucristo: «Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu

amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito.

Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos

redentores». ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido!

Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros

los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a

perdonar «setenta veces siete» (Mt 18,22) nos da ejemplo: Él perdona

setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez.

Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e

inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con

una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos

la alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos

muertos, pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos

lanza hacia adelante!

4. Los libros del Antiguo Testamento habían preanunciado la alegría de la

salvación, que se volvería desbordante en los tiempos mesiánicos. El

profeta Isaías se dirige al Mesías esperado saludándolo con regocijo: «Tú

multiplicaste la alegría, acrecentaste el gozo» (9,2). Y anima a los

habitantes de Sión a recibirlo entre cantos: «¡Dad gritos de gozo y de

júbilo!» (12,6). A quien ya lo ha visto en el horizonte, el profeta lo invita a

convertirse en mensajero para los demás: «Súbete a un alto monte, alegre

mensajero para Sión, clama con voz poderosa, alegre mensajero para

Jerusalén» (40,9). La creación entera participa de esta alegría de la

salvación: «¡Aclamad, cielos, y exulta, tierra! ¡Prorrumpid, montes, en

cantos de alegría! Porque el Señor ha consolado a su pueblo, y de sus

pobres se ha compadecido» (49,13).

Zacarías, viendo el día del Señor, invita a dar vítores al Rey que llega «pobre

y montado en un borrico»: «¡Exulta sin freno, Sión, grita de alegría,

Jerusalén, que viene a ti tu Rey, justo y victorioso!» (Za 9,9).

1 PABLO VI, Exhort. ap. Gaudete in Domino (9 mayo 1975), 22: AAS 67 (1975), 297.

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Pero quizás la invitación más contagiosa sea la del profeta Sofonías, quien

nos muestra al mismo Dios como un centro luminoso de fiesta y de alegría

que quiere comunicar a su pueblo ese gozo salvífico. Me llena de vida releer

este texto: «Tu Dios está en medio de ti, poderoso salvador. Él exulta de

gozo por ti, te renueva con su amor, y baila por ti con gritos de júbilo» (So

3,17). Es la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida

cotidiana, como respuesta a la afectuosa invitación de nuestro Padre Dios:

«Hijo, en la medida de tus posibilidades trátate bien […] No te prives de

pasar un buen día» (Si 14,11.14). ¡Cuánta ternura paterna se intuye detrás

de estas palabras!

5. El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita

insistentemente a la alegría. Bastan algunos ejemplos: «Alégrate» es el

saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita de María a Isabel hace que

Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc 1,41). En su canto

María proclama: «Mi espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador»

(Lc 1,47). Cuando Jesús comienza su ministerio, Juan exclama: «Ésta es mi

alegría, que ha llegado a su plenitud» (Jn 3,29). Jesús mismo «se llenó de

alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo: «Os

he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría

sea plena» (Jn 15,11). Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su

corazón rebosante. Él promete a los discípulos: «Estaréis tristes, pero

vuestra tristeza se convertirá en alegría» (Jn 16,20). E insiste: «Volveré a

veros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría»

(Jn 16,22). Después ellos, al verlo resucitado, «se alegraron» (Jn 20,20). El

libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad

«tomaban el alimento con alegría» (2,46). Por donde los discípulos pasaban,

había «una gran alegría» (8,8), y ellos, en medio de la persecución, «se

llenaban de gozo» (13,52). Un eunuco, apenas bautizado, «siguió gozoso su

camino» (8,39), y el carcelero «se alegró con toda su familia por haber

creído en Dios» (16,34). ¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de

alegría?

6. Hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua.

Pero reconozco que la alegría no se vive del mismo modo en todas las

etapas y circunstancias de la vida, a veces muy duras. Se adapta y se

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transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace

de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo.

Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves

dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la

alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta pero firme

confianza, aun en medio de las peores angustias: «Me encuentro lejos de la

paz, he olvidado la dicha […] Pero algo traigo a la memoria, algo que me

hace esperar. Que el amor del Señor no se ha acabado, no se ha agotado su

ternura. Mañana tras mañana se renuevan. ¡Grande es su fidelidad! […]

Bueno es esperar en silencio la salvación del Señor» (Lm 3,17.21-23.26).

7. La tentación aparece frecuentemente bajo forma de excusas y reclamos,

como si debieran darse innumerables condiciones para que sea posible la

alegría. Esto suele suceder porque «la sociedad tecnológica ha logrado

multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil engendrar la

alegría».2 Puedo decir que los gozos más bellos y espontáneos que he visto

en mis años de vida son los de personas muy pobres que tienen poco a qué

aferrarse. También recuerdo la genuina alegría de aquellos que, aun en

medio de grandes compromisos profesionales, han sabido conservar un

corazón creyente, desprendido y sencillo. De maneras variadas, esas

alegrías beben en la fuente del amor siempre más grande de Dios que se

nos manifestó en Jesucristo. No me cansaré de repetir aquellas palabras de

Benedicto XVI que nos llevan al centro del Evangelio: «No se comienza a ser

cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con

un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida

y, con ello, una orientación decisiva».3

8. Sólo gracias a ese encuentro –o reencuentro– con el amor de Dios, que se

convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada

y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando

somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más

allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero. Allí está

el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si alguien ha acogido ese

amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener el deseo

2 Ibíd., 8: AAS 67 (1975), 292.

3 Carta enc. Deus caritas est (25 diciembre 2005), 1: AAS 98 (2006), 217.

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de comunicarlo a otros?

II. La dulce y confortadora alegría de evangelizar

9. El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia auténtica de

verdad y de belleza busca por sí misma su expansión, y cualquier persona

que viva una profunda liberación adquiere mayor sensibilidad ante las

necesidades de los demás. Comunicándolo, el bien se arraiga y se

desarrolla. Por eso, quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro

camino más que reconocer al otro y buscar su bien. No deberían

asombrarnos entonces algunas expresiones de san Pablo: «El amor de

Cristo nos apremia» (2 Co 5,14); «¡Ay de mí si no anunciara el Evangelio!» (1

Co 9,16).

10. La propuesta es vivir en un nivel superior, pero no con menor

intensidad: «La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y

la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan

la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a

los demás».4 Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace

más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización

personal: «Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se

alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso

es en definitiva la misión».5 Por consiguiente, un evangelizador no debería

tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y acrecentemos el

fervor, «la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay

que sembrar entre lágrimas […] Y ojalá el mundo actual –que busca a veces

con angustia, a veces con esperanza– pueda así recibir la Buena Nueva, no

a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos,

sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de

quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo».6

4 V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de Aparecida,

360.

5 Ibíd.

6 PABLO VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975), 80: AAS 68 (1976), 75.

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Una eterna novedad

11. Un anuncio renovado ofrece a los creyentes, también a los tibios o no

practicantes, una nueva alegría en la fe y una fecundidad evangelizadora.

En realidad, su centro y esencia es siempre el mismo: el Dios que

manifestó su amor inmenso en Cristo muerto y resucitado. Él hace a sus

fieles siempre nuevos; aunque sean ancianos, «les renovará el vigor,

subirán con alas como de águila, correrán sin fatigarse y andarán sin

cansarse» (Is 40,31). Cristo es el «Evangelio eterno» (Ap 14,6), y es «el

mismo ayer y hoy y para siempre» (Hb 13,8), pero su riqueza y su

hermosura son inagotables. Él es siempre joven y fuente constante de

novedad. La Iglesia no deja de asombrarse por «la profundidad de la

riqueza, de la sabiduría y del conocimiento de Dios» (Rm 11,33). Decía san

Juan de la Cruz: «Esta espesura de sabiduría y ciencia de Dios es tan

profunda e inmensa, que, aunque más el alma sepa de ella, siempre puede

entrar más adentro».7 O bien, como afirmaba san Ireneo: «[Cristo], en su

venida, ha traído consigo toda novedad».8 Él siempre puede, con su

novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aunque atraviese

épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca

envejece. Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los

cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante

creatividad divina. Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar

la frescura original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos

creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras

cargadas de renovado significado para el mundo actual. En realidad, toda

auténtica acción evangelizadora es siempre «nueva».

12. Si bien esta misión nos reclama una entrega generosa, sería un error

entenderla como una heroica tarea personal, ya que la obra es ante todo de

Él, más allá de lo que podamos descubrir y entender. Jesús es «el primero y

el más grande evangelizador».9 En cualquier forma de evangelización el

primado es siempre de Dios, que quiso llamarnos a colaborar con Él e

impulsarnos con la fuerza de su Espíritu. La verdadera novedad es la que

7 Cántico espiritual, 36, 10.

8 Adversus haereses, IV, c. 34, n. 1: PG 7, 1083: «Omnem novitatem attulit, semetipsum afferens».

9 PABLO VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975), 7: AAS 68 (1976), 9.

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Dios mismo misteriosamente quiere producir, la que Él inspira, la que Él

provoca, la que Él orienta y acompaña de mil maneras. En toda la vida de

la Iglesia debe manifestarse siempre que la iniciativa es de Dios, que «Él

nos amó primero» (1 Jn 4,19) y que «es Dios quien hace crecer» (1 Co 3,7).

Esta convicción nos permite conservar la alegría en medio de una tarea tan

exigente y desafiante que toma nuestra vida por entero. Nos pide todo, pero

al mismo tiempo nos ofrece todo.

13. Tampoco deberíamos entender la novedad de esta misión como un

desarraigo, como un olvido de la historia viva que nos acoge y nos lanza

hacia adelante. La memoria es una dimensión de nuestra fe que podríamos

llamar «deuteronómica», en analogía con la memoria de Israel. Jesús nos

deja la Eucaristía como memoria cotidiana de la Iglesia, que nos introduce

cada vez más en la Pascua (cf. Lc 22,19). La alegría evangelizadora siempre

brilla sobre el trasfondo de la memoria agradecida: es una gracia que

necesitamos pedir. Los Apóstoles jamás olvidaron el momento en que Jesús

les tocó el corazón: «Era alrededor de las cuatro de la tarde» (Jn 1,39).

Junto con Jesús, la memoria nos hace presente «una verdadera nube de

testigos» (Hb 12,1). Entre ellos, se destacan algunas personas que

incidieron de manera especial para hacer brotar nuestro gozo creyente:

«Acordaos de aquellos dirigentes que os anunciaron la Palabra de Dios» (Hb

13,7). A veces se trata de personas sencillas y cercanas que nos iniciaron

en la vida de la fe: «Tengo presente la sinceridad de tu fe, esa fe que

tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice» (2 Tm 1,5). El creyente es

fundamentalmente «memorioso».

III. La nueva evangelización para la transmisión de la fe

14. En la escucha del Espíritu, que nos ayuda a reconocer

comunitariamente los signos de los tiempos, del 7 al 28 de octubre de 2012

se celebró la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos

sobre el tema La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana.

Allí se recordó que la nueva evangelización convoca a todos y se realiza

fundamentalmente en tres ámbitos.10 En primer lugar, mencionemos el

10 Cf. Propositio 7.

- 9 -

ámbito de la pastoral ordinaria, «animada por el fuego del Espíritu, para

encender los corazones de los fieles que regularmente frecuentan la

comunidad y que se reúnen en el día del Señor para nutrirse de su Palabra

y del Pan de vida eterna».11 También se incluyen en este ámbito los fieles

que conservan una fe católica intensa y sincera, expresándola de diversas

maneras, aunque no participen frecuentemente del culto. Esta pastoral se

orienta al crecimiento de los creyentes, de manera que respondan cada vez

mejor y con toda su vida al amor de Dios.

En segundo lugar, recordemos el ámbito de «las personas bautizadas que

no viven las exigencias del Bautismo»,12 no tienen una pertenencia cordial a

la Iglesia y ya no experimentan el consuelo de la fe. La Iglesia, como madre

siempre atenta, se empeña para que vivan una conversión que les devuelva

la alegría de la fe y el deseo de comprometerse con el Evangelio.

Finalmente, remarquemos que la evangelización está esencialmente

conectada con la proclamación del Evangelio a quienes no conocen a

Jesucristo o siempre lo han rechazado. Muchos de ellos buscan a Dios

secretamente, movidos por la nostalgia de su rostro, aun en países de

antigua tradición cristiana. Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio.

Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como

quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una

alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia

no crece por proselitismo sino «por atracción».13

15. Juan Pablo II nos invitó a reconocer que «es necesario mantener viva la

solicitud por el anuncio» a los que están alejados de Cristo, «porque ésta es

la tarea primordial de la Iglesia».14 La actividad misionera «representa aún

hoy día el mayor desafío para la Iglesia»15 y «la causa misionera debe ser la

primera».16 ¿Qué sucedería si nos tomáramos realmente en serio esas

palabras? Simplemente reconoceríamos que la salida misionera es el

paradigma de toda obra de la Iglesia. En esta línea, los Obispos

11 BENEDICTO XVI, Homilía durante la Santa Misa conclusiva de la XIII Asamblea General Ordinaria

del Sínodo de los Obispos (28 octubre 2012): AAS 104 (2012), 890.

12 Ibíd.

13 BENEDICTO XVI, Homilía en la Eucaristía de inauguración de la V Conferencia General del

Episcopado Latinoamericano y del Caribe en el Santuario de «La Aparecida» (13 mayo 2007): AAS

99 (2007), 437.

14 Carta enc. Redemptoris missio (7 diciembre 1990), 34: AAS 83 (1991), 280.

15 Ibíd., 40: AAS 83 (1991), 287.

16 Ibíd., 86: AAS 83 (1991), 333.

- 10 -

latinoamericanos afirmaron que ya «no podemos quedarnos tranquilos en

espera pasiva en nuestros templos»17 y que hace falta pasar «de una

pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera».18

Esta tarea sigue siendo la fuente de las mayores alegrías para la Iglesia:

«Habrá más gozo en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por

noventa y nueve justos que no necesitan convertirse» (Lc 15,7).

Propuesta y límites de esta Exhortación

16. Acepté con gusto el pedido de los Padres sinodales de redactar esta

Exhortación.19 Al hacerlo, recojo la riqueza de los trabajos del Sínodo.

También he consultado a diversas personas, y procuro además expresar las

preocupaciones que me mueven en este momento concreto de la obra

evangelizadora de la Iglesia. Son innumerables los temas relacionados con

la evangelización en el mundo actual que podrían desarrollarse aquí. Pero

he renunciado a tratar detenidamente esas múltiples cuestiones que deben

ser objeto de estudio y cuidadosa profundización. Tampoco creo que deba

esperarse del magisterio papal una palabra definitiva o completa sobre

todas las cuestiones que afectan a la Iglesia y al mundo. No es conveniente

que el Papa reemplace a los episcopados locales en el discernimiento de

todas las problemáticas que se plantean en sus territorios. En este sentido,

percibo la necesidad de avanzar en una saludable «descentralización».

17. Aquí he optado por proponer algunas líneas que puedan alentar y

orientar en toda la Iglesia una nueva etapa evangelizadora, llena de fervor y

dinamismo. Dentro de ese marco, y en base a la doctrina de la

Constitución dogmática Lumen gentium, decidí, entre otros temas,

detenerme largamente en las siguientes cuestiones:

a) La reforma de la Iglesia en salida misionera.

b) Las tentaciones de los agentes pastorales.

c) La Iglesia entendida como la totalidad del Pueblo de Dios que evangeliza.

d) La homilía y su preparación.

e) La inclusión social de los pobres.

17 V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de Aparecida,

548.

18 Ibíd., 370.

19 Cf. Propositio 1.

- 11 -

f) La paz y el diálogo social.

g) Las motivaciones espirituales para la tarea misionera.

18. Me extendí en esos temas con un desarrollo que quizá podrá pareceros

excesivo. Pero no lo hice con la intención de ofrecer un tratado, sino sólo

para mostrar la importante incidencia práctica de esos asuntos en la tarea

actual de la Iglesia. Todos ellos ayudan a perfilar un determinado estilo

evangelizador que invito a asumir en cualquier actividad que se realice. Y

así, de esta manera, podamos acoger, en medio de nuestro compromiso

diario, la exhortación de la Palabra de Dios: «Alegraos siempre en el Señor.

Os lo repito, ¡alegraos!» (Flp 4,4).

- 12 -

Capítulo primero

La transformación misionera de la Iglesia

19. La evangelización obedece al mandato misionero de Jesús: «Id y haced

que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del

Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que

os he mandado» (Mt 28,19-20). En estos versículos se presenta el momento

en el cual el Resucitado envía a los suyos a predicar el Evangelio en todo

tiempo y por todas partes, de manera que la fe en Él se difunda en cada

rincón de la tierra.

I. Una Iglesia en salida

20. En la Palabra de Dios aparece permanentemente este dinamismo de

«salida» que Dios quiere provocar en los creyentes. Abraham aceptó el

llamado a salir hacia una tierra nueva (cf. Gn 12,1-3). Moisés escuchó el

llamado de Dios: «Ve, yo te envío» (Ex 3,10), e hizo salir al pueblo hacia la

tierra de la promesa (cf. Ex 3,17). A Jeremías le dijo: «Adondequiera que yo

te envíe irás» (Jr 1,7). Hoy, en este «id» de Jesús, están presentes los

escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la

Iglesia, y todos somos llamados a esta nueva «salida» misionera. Cada

cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le

pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia

comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz

del Evangelio.

21. La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los

discípulos es una alegría misionera. La experimentan los setenta y dos

discípulos, que regresan de la misión llenos de gozo (cf. Lc 10,17). La vive

Jesús, que se estremece de gozo en el Espíritu Santo y alaba al Padre

porque su revelación alcanza a los pobres y pequeñitos (cf. Lc 10,21). La

sienten llenos de admiración los primeros que se convierten al escuchar

predicar a los Apóstoles «cada uno en su propia lengua» (Hch 2,6) en

Pentecostés. Esa alegría es un signo de que el Evangelio ha sido anunciado

y está dando fruto. Pero siempre tiene la dinámica del éxodo y del don, del

salir de sí, del caminar y sembrar siempre de nuevo, siempre más allá. El

- 13 -

Señor dice: «Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones

vecinas, porque para eso he salido» (Mc 1,38). Cuando está sembrada la

semilla en un lugar, ya no se detiene para explicar mejor o para hacer más

signos allí, sino que el Espíritu lo mueve a salir hacia otros pueblos.

22. La Palabra tiene en sí una potencialidad que no podemos predecir. El

Evangelio habla de una semilla que, una vez sembrada, crece por sí sola

también cuando el agricultor duerme (cf. Mc 4,26-29). La Iglesia debe

aceptar esa libertad inaferrable de la Palabra, que es eficaz a su manera, y

de formas muy diversas que suelen superar nuestras previsiones y romper

nuestros esquemas.

23. La intimidad de la Iglesia con Jesús es una intimidad itinerante, y la

comunión «esencialmente se configura como comunión misionera».20 Fiel al

modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio

a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco

y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede

excluir a nadie. Así se lo anuncia el ángel a los pastores de Belén: «No

temáis, porque os traigo una Buena Noticia, una gran alegría para todo el

pueblo» (Lc 2,10). El Apocalipsis se refiere a «una Buena Noticia, la eterna,

la que él debía anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, familia,

lengua y pueblo» (Ap 14,6).

Primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar

24. La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que

primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan.

«Primerear»: sepan disculpar este neologismo. La comunidad

evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha

primereado en el amor (cf. 1 Jn 4,10); y, por eso, ella sabe adelantarse,

tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y

llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos. Vive un

deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la

infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva. ¡Atrevámonos un poco

20 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Christifideles laici (30 diciembre 1988), 32: AAS 81

(1989), 451.

- 14 -

más a primerear! Como consecuencia, la Iglesia sabe «involucrarse». Jesús

lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos,

poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los

discípulos: «Seréis felices si hacéis esto» (Jn 13,17). La comunidad

evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los

demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y

asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo.

Los evangelizadores tienen así «olor a oveja» y éstas escuchan su voz.

Luego, la comunidad evangelizadora se dispone a «acompañar». Acompaña

a la humanidad en todos sus procesos, por más duros y prolongados que

sean. Sabe de esperas largas y de aguante apostólico. La evangelización

tiene mucho de paciencia, y evita maltratar límites. Fiel al don del Señor,

también sabe «fructificar». La comunidad evangelizadora siempre está

atenta a los frutos, porque el Señor la quiere fecunda. Cuida el trigo y no

pierde la paz por la cizaña. El sembrador, cuando ve despuntar la cizaña

en medio del trigo, no tiene reacciones quejosas ni alarmistas. Encuentra

la manera de que la Palabra se encarne en una situación concreta y dé

frutos de vida nueva, aunque en apariencia sean imperfectos o inacabados.

El discípulo sabe dar la vida entera y jugarla hasta el martirio como

testimonio de Jesucristo, pero su sueño no es llenarse de enemigos, sino

que la Palabra sea acogida y manifieste su potencia liberadora y

renovadora. Por último, la comunidad evangelizadora gozosa siempre sabe

«festejar». Celebra y festeja cada pequeña victoria, cada paso adelante en la

evangelización. La evangelización gozosa se vuelve belleza en la liturgia en

medio de la exigencia diaria de extender el bien. La Iglesia evangeliza y se

evangeliza a sí misma con la belleza de la liturgia, la cual también es

celebración de la actividad evangelizadora y fuente de un renovado impulso

donativo.

II. Pastoral en conversión

25. No ignoro que hoy los documentos no despiertan el mismo interés que

en otras épocas, y son rápidamente olvidados. No obstante, destaco que lo

que trataré de expresar aquí tiene un sentido programático y

consecuencias importantes. Espero que todas las comunidades procuren

poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión

- 15 -

pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos

sirve una «simple administración».21 Constituyámonos en todas las regiones

de la tierra en un «estado permanente de misión».22

26. Pablo VI invitó a ampliar el llamado a la renovación, para expresar con

fuerza que no se dirige sólo a los individuos aislados, sino a la Iglesia

entera. Recordemos este memorable texto que no ha perdido su fuerza

interpelante: «La Iglesia debe profundizar en la conciencia de sí misma,

debe meditar sobre el misterio que le es propio […] De esta iluminada y

operante conciencia brota un espontáneo deseo de comparar la imagen

ideal de la Iglesia -tal como Cristo la vio, la quiso y la amó como Esposa

suya santa e inmaculada (cf. Ef 5,27)- y el rostro real que hoy la Iglesia

presenta […] Brota, por lo tanto, un anhelo generoso y casi impaciente de

renovación, es decir, de enmienda de los defectos que denuncia y refleja la

conciencia, a modo de examen interior, frente al espejo del modelo que

Cristo nos dejó de sí».23

El Concilio Vaticano II presentó la conversión eclesial como la apertura a

una permanente reforma de sí por fidelidad a Jesucristo: «Toda la

renovación de la Iglesia consiste esencialmente en el aumento de la

fidelidad a su vocación […] Cristo llama a la Iglesia peregrinante hacia una

perenne reforma, de la que la Iglesia misma, en cuanto institución humana

y terrena, tiene siempre necesidad».24

Hay estructuras eclesiales que pueden llegar a condicionar un dinamismo

evangelizador; igualmente las buenas estructuras sirven cuando hay una

vida que las anima, las sostiene y las juzga. Sin vida nueva y auténtico

espíritu evangélico, sin «fidelidad de la Iglesia a la propia vocación»,

cualquier estructura nueva se corrompe en poco tiempo.

Una impostergable renovación eclesial

27. Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que

las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura

21 V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de Aparecida,

201.

22 Ibíd., 551.

23 PABLO VI, Carta enc. Ecclesiam suam (6 agosto 1964), 3: AAS 56 (1964), 611-612.

24 CONC. ECUM. VAT. II, Decreto Unitatis redintegratio, sobre el ecumenismo, 6.

- 16 -

eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del

mundo actual más que para la autopreservación. La reforma de

estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este

sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras, que la

pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta,

que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y

favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús

convoca a su amistad. Como decía Juan Pablo II a los Obispos de Oceanía,

«toda renovación en el seno de la Iglesia debe tender a la misión como

objetivo para no caer presa de una especie de introversión eclesial».25

28. La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene

una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la

docilidad y la creatividad misionera del Pastor y de la comunidad. Aunque

ciertamente no es la única institución evangelizadora, si es capaz de

reformarse y adaptarse continuamente, seguirá siendo «la misma Iglesia

que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas».26 Esto supone que

realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se

convierta en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de

selectos que se miran a sí mismos. La parroquia es presencia eclesial en el

territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida

cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración

y la celebración.27 A través de todas sus actividades, la parroquia alienta y

forma a sus miembros para que sean agentes de evangelización.28 Es

comunidad de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber

para seguir caminando, y centro de constante envío misionero. Pero

tenemos que reconocer que el llamado a la revisión y renovación de las

parroquias todavía no ha dado suficientes frutos en orden a que estén

todavía más cerca de la gente, que sean ámbitos de viva comunión y

participación, y se orienten completamente a la misión.

25 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Oceania (22 noviembre 2001), 19: AAS 94

(2002), 390.

26 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Christifideles laici (30 diciembre 1988), 26: AAS 81

(1989), 438.

27 Cf. Propositio 26.

28 Cf. Propositio 44.

- 17 -

29. Las demás instituciones eclesiales, comunidades de base y pequeñas

comunidades, movimientos y otras formas de asociación, son una riqueza

de la Iglesia que el Espíritu suscita para evangelizar todos los ambientes y

sectores. Muchas veces aportan un nuevo fervor evangelizador y una

capacidad de diálogo con el mundo que renuevan a la Iglesia. Pero es muy

sano que no pierdan el contacto con esa realidad tan rica de la parroquia

del lugar, y que se integren gustosamente en la pastoral orgánica de la

Iglesia particular.29 Esta integración evitará que se queden sólo con una

parte del Evangelio y de la Iglesia, o que se conviertan en nómadas sin

raíces.

30. Cada Iglesia particular, porción de la Iglesia católica bajo la guía de su

obispo, también está llamada a la conversión misionera. Ella es el sujeto

primario de la evangelización,30 ya que es la manifestación concreta de la

única Iglesia en un lugar del mundo, y en ella «verdaderamente está y obra

la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, Católica y Apostólica».31 Es la

Iglesia encarnada en un espacio determinado, provista de todos los medios

de salvación dados por Cristo, pero con un rostro local. Su alegría de

comunicar a Jesucristo se expresa tanto en su preocupación por

anunciarlo en otros lugares más necesitados como en una salida constante

hacia las periferias de su propio territorio o hacia los nuevos ámbitos

socioculturales.32 Procura estar siempre allí donde hace más falta la luz y

la vida del Resucitado.33 En orden a que este impulso misionero sea cada

vez más intenso, generoso y fecundo, exhorto también a cada Iglesia

particular a entrar en un proceso decidido de discernimiento, purificación y

reforma.

31. El obispo siempre debe fomentar la comunión misionera en su Iglesia

diocesana siguiendo el ideal de las primeras comunidades cristianas,

donde los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 4,32).

Para eso, a veces estará delante para indicar el camino y cuidar la

29 Cf. Propositio 26.

30 Cf. Propositio 41.

31 CONC. ECUM. VAT. II, Decreto Christus Dominus, sobre el oficio pastoral de los Obispos, 11.

32 Cf. BENEDICTO XVI, Discurso a los participantes en un Congreso con ocasión del 40 Aniversario

del Decreto Ad Gentes (11 marzo 2006): AAS 98 (2006), 337.

33 Cf. Propositio 42.

- 18 -

esperanza del pueblo, otras veces estará simplemente en medio de todos

con su cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones deberá caminar

detrás del pueblo para ayudar a los rezagados y, sobre todo, porque el

rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos. En su

misión de fomentar una comunión dinámica, abierta y misionera, tendrá

que alentar y procurar la maduración de los mecanismos de participación

que propone el Código de Derecho Canónico34 y otras formas de diálogo

pastoral, con el deseo de escuchar a todos y no sólo a algunos que le

acaricien los oídos. Pero el objetivo de estos procesos participativos no será

principalmente la organización eclesial, sino el sueño misionero de llegar a

todos.

32. Dado que estoy llamado a vivir lo que pido a los demás, también debo

pensar en una conversión del papado. Me corresponde, como Obispo de

Roma, estar abierto a las sugerencias que se orienten a un ejercicio de mi

ministerio que lo vuelva más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle y a

las necesidades actuales de la evangelización. El Papa Juan Pablo II pidió

que se le ayudara a encontrar «una forma del ejercicio del primado que, sin

renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una

situación nueva».35 Hemos avanzado poco en ese sentido. También el

papado y las estructuras centrales de la Iglesia universal necesitan

escuchar el llamado a una conversión pastoral. El Concilio Vaticano II

expresó que, de modo análogo a las antiguas Iglesias patriarcales, las

Conferencias episcopales pueden «desarrollar una obra múltiple y fecunda,

a fin de que el afecto colegial tenga una aplicación concreta».36 Pero este

deseo no se realizó plenamente, por cuanto todavía no se ha explicitado

suficientemente un estatuto de las Conferencias episcopales que las

conciba como sujetos de atribuciones concretas, incluyendo también

alguna auténtica autoridad doctrinal.37 Una excesiva centralización, más

que ayudar, complica la vida de la Iglesia y su dinámica misionera.

33. La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio

pastoral del «siempre se ha hecho así». Invito a todos a ser audaces y

34 Cf. cc. 460-468; 492-502; 511-514; 536-537.

35 Carta enc. Ut unum sint (25 mayo 1995), 95: AAS 87 (1995), 977-978.

36 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 23.

37 Cf. JUAN PABLO II, Motu proprio Apostolos suos (21 mayo 1998): AAS 90 (1998), 641-658.

- 19 -

creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y

los métodos evangelizadores de las propias comunidades. Una postulación

de los fines sin una adecuada búsqueda comunitaria de los medios para

alcanzarlos está condenada a convertirse en mera fantasía. Exhorto a todos

a aplicar con generosidad y valentía las orientaciones de este documento,

sin prohibiciones ni miedos. Lo importante es no caminar solos, contar

siempre con los hermanos y especialmente con la guía de los obispos, en

un sabio y realista discernimiento pastoral.

III. Desde el corazón del Evangelio

34. Si pretendemos poner todo en clave misionera, esto también vale para

el modo de comunicar el mensaje. En el mundo de hoy, con la velocidad de

las comunicaciones y la selección interesada de contenidos que realizan los

medios, el mensaje que anunciamos corre más que nunca el riesgo de

aparecer mutilado y reducido a algunos de sus aspectos secundarios. De

ahí que algunas cuestiones que forman parte de la enseñanza moral de la

Iglesia queden fuera del contexto que les da sentido. El problema mayor se

produce cuando el mensaje que anunciamos aparece entonces identificado

con esos aspectos secundarios que, sin dejar de ser importantes, por sí

solos no manifiestan el corazón del mensaje de Jesucristo. Entonces

conviene ser realistas y no dar por supuesto que nuestros interlocutores

conocen el trasfondo completo de lo que decimos o que pueden conectar

nuestro discurso con el núcleo esencial del Evangelio que le otorga sentido,

hermosura y atractivo.

35. Una pastoral en clave misionera no se obsesiona por la transmisión

desarticulada de una multitud de doctrinas que se intenta imponer a

fuerza de insistencia. Cuando se asume un objetivo pastoral y un estilo

misionero, que realmente llegue a todos sin excepciones ni exclusiones, el

anuncio se concentra en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande, lo

más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario. La propuesta se

simplifica, sin perder por ello profundidad y verdad, y así se vuelve más

contundente y radiante.

- 20 -

36. Todas las verdades reveladas proceden de la misma fuente divina y son

creídas con la misma fe, pero algunas de ellas son más importantes por

expresar más directamente el corazón del Evangelio. En este núcleo

fundamental lo que resplandece es la belleza del amor salvífico de Dios

manifestado en Jesucristo muerto y resucitado. En este sentido, el Concilio

Vaticano II explicó que «hay un orden o “jerarquía” en las verdades en la

doctrina católica, por ser diversa su conexión con el fundamento de la fe

cristiana».38 Esto vale tanto para los dogmas de fe como para el conjunto de

las enseñanzas de la Iglesia, e incluso para la enseñanza moral.

37. Santo Tomás de Aquino enseñaba que en el mensaje moral de la Iglesia

también hay una jerarquía, en las virtudes y en los actos que de ellas

proceden.39 Allí lo que cuenta es ante todo «la fe que se hace activa por la

caridad» (Ga 5,6). Las obras de amor al prójimo son la manifestación

externa más perfecta de la gracia interior del Espíritu: «La principalidad de

la ley nueva está en la gracia del Espíritu Santo, que se manifiesta en la fe

que obra por el amor».40 Por ello explica que, en cuanto al obrar exterior, la

misericordia es la mayor de todas las virtudes: «En sí misma la

misericordia es la más grande de las virtudes, ya que a ella pertenece

volcarse en otros y, más aún, socorrer sus deficiencias. Esto es peculiar del

superior, y por eso se tiene como propio de Dios tener misericordia, en la

cual resplandece su omnipotencia de modo máximo».41

38. Es importante sacar las consecuencias pastorales de la enseñanza

conciliar, que recoge una antigua convicción de la Iglesia. Ante todo hay

que decir que en el anuncio del Evangelio es necesario que haya una

adecuada proporción. Ésta se advierte en la frecuencia con la cual se

mencionan algunos temas y en los acentos que se ponen en la predicación.

Por ejemplo, si un párroco a lo largo de un año litúrgico habla diez veces

sobre la templanza y sólo dos o tres veces sobre la caridad o la justicia, se

38 CONC. ECUM. VAT. II, Decreto Unitatis redintegratio, sobre el ecumenismo, 11.

39 Cf. Summa Theologiae I-II, q. 66, art. 4-6.

40 Summa Theologiae I-II, q. 108, art. 1.

41 Summa Theologiae II-II, q. 30, art. 4. Cf. ibíd. q. 30, art. 4, ad 1: «No adoramos a Dios con

sacrificios y dones exteriores por Él mismo, sino por nosotros y por el prójimo. Él no necesita

nuestros sacrificios, pero quiere que se los ofrezcamos por nuestra devoción y para la utilidad del

prójimo. Por eso, la misericordia, que socorre los defectos ajenos, es el sacrificio que más le

agrada, ya que causa más de cerca la utilidad del prójimo».

- 21 -

produce una desproporción donde las que se ensombrecen son

precisamente aquellas virtudes que deberían estar más presentes en la

predicación y en la catequesis. Lo mismo sucede cuando se habla más de

la ley que de la gracia, más de la Iglesia que de Jesucristo, más del Papa

que de la Palabra de Dios.

39. Así como la organicidad entre las virtudes impide excluir alguna de

ellas del ideal cristiano, ninguna verdad es negada. No hay que mutilar la

integralidad del mensaje del Evangelio. Es más, cada verdad se comprende

mejor si se la pone en relación con la armoniosa totalidad del mensaje

cristiano, y en ese contexto todas las verdades tienen su importancia y se

iluminan unas a otras. Cuando la predicación es fiel al Evangelio, se

manifiesta con claridad la centralidad de algunas verdades y queda claro

que la predicación moral cristiana no es una ética estoica, es más que una

ascesis, no es una mera filosofía práctica ni un catálogo de pecados y

errores. El Evangelio invita ante todo a responder al Dios amante que nos

salva, reconociéndolo en los demás y saliendo de nosotros mismos para

buscar el bien de todos. ¡Esa invitación en ninguna circunstancia se debe

ensombrecer! Todas las virtudes están al servicio de esta respuesta de

amor. Si esa invitación no brilla con fuerza y atractivo, el edificio moral de

la Iglesia corre el riesgo de convertirse en un castillo de naipes, y allí está

nuestro peor peligro. Porque no será propiamente el Evangelio lo que se

anuncie, sino algunos acentos doctrinales o morales que proceden de

determinadas opciones ideológicas. El mensaje correrá el riesgo de perder

su frescura y dejará de tener «olor a Evangelio».

IV. La misión que se encarna en los límites humanos

40. La Iglesia, que es discípula misionera, necesita crecer en su

interpretación de la Palabra revelada y en su comprensión de la verdad. La

tarea de los exégetas y de los teólogos ayuda a «madurar el juicio de la

Iglesia».42 De otro modo también lo hacen las demás ciencias. Refiriéndose

a las ciencias sociales, por ejemplo, Juan Pablo II ha dicho que la Iglesia

presta atención a sus aportes «para sacar indicaciones concretas que le

42 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobre la divina Revelación, 12.

- 22 -

ayuden a desempeñar su misión de Magisterio».43 Además, en el seno de la

Iglesia hay innumerables cuestiones acerca de las cuales se investiga y se

reflexiona con amplia libertad. Las distintas líneas de pensamiento

filosófico, teológico y pastoral, si se dejan armonizar por el Espíritu en el

respeto y el amor, también pueden hacer crecer a la Iglesia, ya que ayudan

a explicitar mejor el riquísimo tesoro de la Palabra. A quienes sueñan con

una doctrina monolítica defendida por todos sin matices, esto puede

parecerles una imperfecta dispersión. Pero la realidad es que esa variedad

ayuda a que se manifiesten y desarrollen mejor los diversos aspectos de la

inagotable riqueza del Evangelio.44

41. Al mismo tiempo, los enormes y veloces cambios culturales requieren

que prestemos una constante atención para intentar expresar las verdades

de siempre en un lenguaje que permita advertir su permanente novedad.

Pues en el depósito de la doctrina cristiana «una cosa es la substancia […]

y otra la manera de formular su expresión».45 A veces, escuchando un

lenguaje completamente ortodoxo, lo que los fieles reciben, debido al

lenguaje que ellos utilizan y comprenden, es algo que no responde al

verdadero Evangelio de Jesucristo. Con la santa intención de comunicarles

la verdad sobre Dios y sobre el ser humano, en algunas ocasiones les

damos un falso dios o un ideal humano que no es verdaderamente

cristiano. De ese modo, somos fieles a una formulación, pero no

entregamos la substancia. Ése es el riesgo más grave. Recordemos que «la

expresión de la verdad puede ser multiforme, y la renovación de las formas

de expresión se hace necesaria para transmitir al hombre de hoy el

mensaje evangélico en su inmutable significado».46

43 JUAN PABLO II, Motu proprio Socialium Scientiarum (1 enero 1994): AAS 86 (1994), 209.

44 Santo Tomás de Aquino remarcaba que la multiplicidad y la variedad «proviene de la intención

del primer agente», quien quiso que «lo que faltaba a cada cosa para representar la bondad divina,

fuera suplido por las otras», porque su bondad «no podría representarse convenientemente por

una sola criatura» (Summa Theologiae I, q. 47, art. 1). Por eso nosotros necesitamos captar la

variedad de las cosas en sus múltiples relaciones (cf. Summa Theologiae I, q. 47, art. 2, ad 1; q.

47, art. 3). Por razones análogas, necesitamos escucharnos unos a otros y complementarnos en

nuestra captación parcial de la realidad y del Evangelio.

45 JUAN XXIII, Discurso en la solemne apertura del Concilio Vaticano II (11 octubre 1962): AAS 54

(1962), 792: «Est enim aliud ipsum depositum fidei, seu veritates, quae veneranda doctrina nostra

continentur, aliud modus, quo eaedem enuntiantur».

46 JUAN PABLO II, Carta enc. Ut unum sint (25 mayo 1995), 19: AAS 87 (1995), 933.

- 23 -

42. Esto tiene una gran incidencia en el anuncio del Evangelio si de verdad

tenemos el propósito de que su belleza pueda ser mejor percibida y acogida

por todos. De cualquier modo, nunca podremos convertir las enseñanzas

de la Iglesia en algo fácilmente comprendido y felizmente valorado por

todos. La fe siempre conserva un aspecto de cruz, alguna oscuridad que no

le quita la firmeza de su adhesión. Hay cosas que sólo se comprenden y

valoran desde esa adhesión que es hermana del amor, más allá de la

claridad con que puedan percibirse las razones y argumentos. Por ello,

cabe recordar que todo adoctrinamiento ha de situarse en la actitud

evangelizadora que despierte la adhesión del corazón con la cercanía, el

amor y el testimonio.

43. En su constante discernimiento, la Iglesia también puede llegar a

reconocer costumbres propias no directamente ligadas al núcleo del

Evangelio, algunas muy arraigadas a lo largo de la historia, que hoy ya no

son interpretadas de la misma manera y cuyo mensaje no suele ser

percibido adecuadamente. Pueden ser bellas, pero ahora no prestan el

mismo servicio en orden a la transmisión del Evangelio. No tengamos

miedo de revisarlas. Del mismo modo, hay normas o preceptos eclesiales

que pueden haber sido muy eficaces en otras épocas pero que ya no tienen

la misma fuerza educativa como cauces de vida. Santo Tomás de Aquino

destacaba que los preceptos dados por Cristo y los Apóstoles al Pueblo de

Dios «son poquísimos».47 Citando a san Agustín, advertía que los preceptos

añadidos por la Iglesia posteriormente deben exigirse con moderación «para

no hacer pesada la vida a los fieles» y convertir nuestra religión en una

esclavitud, cuando «la misericordia de Dios quiso que fuera libre».48 Esta

advertencia, hecha varios siglos atrás, tiene una tremenda actualidad.

Debería ser uno de los criterios a considerar a la hora de pensar una

reforma de la Iglesia y de su predicación que permita realmente llegar a

todos.

44. Por otra parte, tanto los Pastores como todos los fieles que acompañen

a sus hermanos en la fe o en un camino de apertura a Dios, no pueden

olvidar lo que con tanta claridad enseña el Catecismo de la Iglesia católica:

47 Summa Theologiae I-II, q. 107, art. 4.

48 Ibíd.

- 24 -

«La imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar

disminuidas e incluso suprimidas a causa de la ignorancia, la

inadvertencia, la violencia, el temor, los hábitos, los afectos desordenados y

otros factores psíquicos o sociales».49

Por lo tanto, sin disminuir el valor del ideal evangélico, hay que acompañar

con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las

personas que se van construyendo día a día.50 A los sacerdotes les

recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar

de la misericordia del Señor que nos estimula a hacer el bien posible. Un

pequeño paso, en medio de grandes límites humanos, puede ser más

agradable a Dios que la vida exteriormente correcta de quien transcurre

sus días sin enfrentar importantes dificultades. A todos debe llegar el

consuelo y el estímulo del amor salvífico de Dios, que obra misteriosamente

en cada persona, más allá de sus defectos y caídas.

45. Vemos así que la tarea evangelizadora se mueve entre los límites del

lenguaje y de las circunstancias. Procura siempre comunicar mejor la

verdad del Evangelio en un contexto determinado, sin renunciar a la

verdad, al bien y a la luz que pueda aportar cuando la perfección no es

posible. Un corazón misionero sabe de esos límites y se hace «débil con los

débiles […] todo para todos» (1 Co 9,22). Nunca se encierra, nunca se

repliega en sus seguridades, nunca opta por la rigidez autodefensiva. Sabe

que él mismo tiene que crecer en la comprensión del Evangelio y en el

discernimiento de los senderos del Espíritu, y entonces no renuncia al bien

posible, aunque corra el riesgo de mancharse con el barro del camino.

V. Una madre de corazón abierto

46. La Iglesia «en salida» es una Iglesia con las puertas abiertas. Salir hacia

los demás para llegar a las periferias humanas no implica correr hacia el

mundo sin rumbo y sin sentido. Muchas veces es más bien detener el paso,

dejar de lado la ansiedad para mirar a los ojos y escuchar, o renunciar a

las urgencias para acompañar al que se quedó al costado del camino. A

49 N. 1735.

50 Cf. JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Familiaris consortio (22 noviembre 1981), 34: AAS 74

(1982), 123.

- 25 -

veces es como el padre del hijo pródigo, que se queda con las puertas

abiertas para que, cuando regrese, pueda entrar sin dificultad.

47. La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. Uno de

los signos concretos de esa apertura es tener templos con las puertas

abiertas en todas partes. De ese modo, si alguien quiere seguir una moción

del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad

de unas puertas cerradas. Pero hay otras puertas que tampoco se deben

cerrar. Todos pueden participar de alguna manera en la vida eclesial, todos

pueden integrar la comunidad, y tampoco las puertas de los sacramentos

deberían cerrarse por una razón cualquiera. Esto vale sobre todo cuando se

trata de ese sacramento que es «la puerta», el Bautismo. La Eucaristía, si

bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para

los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles.51

Estas convicciones también tienen consecuencias pastorales que estamos

llamados a considerar con prudencia y audacia. A menudo nos

comportamos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero

la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada

uno con su vida a cuestas.

48. Si la Iglesia entera asume este dinamismo misionero, debe llegar a

todos, sin excepciones. Pero ¿a quiénes debería privilegiar? Cuando uno lee

el Evangelio, se encuentra con una orientación contundente: no tanto a los

amigos y vecinos ricos sino sobre todo a los pobres y enfermos, a esos que

suelen ser despreciados y olvidados, a aquellos que «no tienen con qué

recompensarte» (Lc 14,14). No deben quedar dudas ni caben explicaciones

que debiliten este mensaje tan claro. Hoy y siempre, «los pobres son los

destinatarios privilegiados del Evangelio»,52 y la evangelización dirigida

gratuitamente a ellos es signo del Reino que Jesús vino a traer. Hay que

51 Cf. SAN AMBROSIO, De Sacramentis, IV, 6, 28: PL 16, 464: «Tengo que recibirle siempre, para que

siempre perdone mis pecados. Si peco continuamente, he de tener siempre un remedio»; ibíd., IV,

5, 24: PL 16, 463: «El que comió el maná murió; el que coma de este cuerpo obtendrá el perdón de

sus pecados»; SAN CIRILO DE ALEJANDRÍA, In Joh. Evang. IV, 2: PG 73, 584-585: «Me he examinado y

me he reconocido indigno. A los que así hablan les digo: ¿y cuándo seréis dignos? ¿Cuándo os

presentaréis entonces ante Cristo? Y si vuestros pecados os impiden acercaros y si nunca vais a

dejar de caer –¿quién conoce sus delitos?, dice el salmo–, ¿os quedaréis sin participar de la

santificación que vivifica para la eternidad?».

52 BENEDICTO XVI, Discurso durante el encuentro con el Episcopado brasileño en la Catedral de San

Pablo, Brasil (11 mayo 2007), 3: AAS 99 (2007), 428.

- 26 -

decir sin vueltas que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los

pobres. Nunca los dejemos solos.

49. Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Repito aquí

para toda la Iglesia lo que muchas veces he dicho a los sacerdotes y laicos

de Buenos Aires: prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por

salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la

comodidad de aferrarse a las propias seguridades. No quiero una Iglesia

preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de

obsesiones y procedimientos. Si algo debe inquietarnos santamente y

preocupar nuestra conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin

la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una

comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida.

Más que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a

encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las

normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos

sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y

Jesús nos repite sin cansarse: «¡Dadles vosotros de comer!» (Mc 6,37).

- 27 -

Capítulo segundo

En la crisis del compromiso comunitario

50. Antes de hablar acerca de algunas cuestiones fundamentales

relacionadas con la acción evangelizadora, conviene recordar brevemente

cuál es el contexto en el cual nos toca vivir y actuar. Hoy suele hablarse de

un «exceso de diagnóstico» que no siempre está acompañado de propuestas

superadoras y realmente aplicables. Por otra parte, tampoco nos serviría

una mirada puramente sociológica, que podría tener pretensiones de

abarcar toda la realidad con su metodología de una manera supuestamente

neutra y aséptica. Lo que quiero ofrecer va más bien en la línea de un

discernimiento evangélico. Es la mirada del discípulo misionero, que se

«alimenta a la luz y con la fuerza del Espíritu Santo».53

51. No es función del Papa ofrecer un análisis detallado y completo sobre la

realidad contemporánea, pero aliento a todas las comunidades a una

«siempre vigilante capacidad de estudiar los signos de los tiempos».54 Se

trata de una responsabilidad grave, ya que algunas realidades del presente,

si no son bien resueltas, pueden desencadenar procesos de

deshumanización difíciles de revertir más adelante. Es preciso esclarecer

aquello que pueda ser un fruto del Reino y también aquello que atenta

contra el proyecto de Dios. Esto implica no sólo reconocer e interpretar las

mociones del buen espíritu y del malo, sino –y aquí radica lo decisivo–

elegir las del buen espíritu y rechazar las del malo. Doy por supuestos los

diversos análisis que ofrecieron otros documentos del Magisterio universal,

así como los que han propuesto los episcopados regionales y nacionales.

En esta Exhortación sólo pretendo detenerme brevemente, con una mirada

pastoral, en algunos aspectos de la realidad que pueden detener o debilitar

los dinamismos de renovación misionera de la Iglesia, sea porque afectan a

la vida y a la dignidad del Pueblo de Dios, sea porque inciden también en

los sujetos que participan de un modo más directo en las instituciones

eclesiales y en tareas evangelizadoras.

53 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Pastores dabo vobis (25 marzo 1992), 10: AAS 84 (1992),

673.

54 PABLO VI, Carta enc. Ecclesiam suam (6 agosto 1964), 19: AAS 56 (1964), 632.

- 28 -

I. Algunos desafíos del mundo actual

52. La humanidad vive en este momento un giro histórico, que podemos

ver en los adelantos que se producen en diversos campos. Son de alabar

los avances que contribuyen al bienestar de la gente, como, por ejemplo, en

el ámbito de la salud, de la educación y de la comunicación. Sin embargo,

no podemos olvidar que la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro

tiempo vive precariamente el día a día, con consecuencias funestas.

Algunas patologías van en aumento. El miedo y la desesperación se

apoderan del corazón de numerosas personas, incluso en los llamados

países ricos. La alegría de vivir frecuentemente se apaga, la falta de respeto

y la violencia crecen, la inequidad es cada vez más patente. Hay que luchar

para vivir y, a menudo, para vivir con poca dignidad. Este cambio de época

se ha generado por los enormes saltos cualitativos, cuantitativos,

acelerados y acumulativos que se dan en el desarrollo científico, en las

innovaciones tecnológicas y en sus veloces aplicaciones en distintos

campos de la naturaleza y de la vida. Estamos en la era del conocimiento y

la información, fuente de nuevas formas de un poder muchas veces

anónimo.

No a una economía de la exclusión

53. Así como el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para

asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una

economía de la exclusión y la inequidad». Esa economía mata. No puede

ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y

que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se

puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre.

Eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de

la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como

consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven

excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Se

considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se

puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del «descarte» que,

además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la

- 29 -

explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda

afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive,

pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se

está fuera. Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes».

54. En este contexto, algunos todavía defienden las teorías del «derrame»,

que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de

mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en

el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos,

expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan

el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema

económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando. Para

poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder

entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización

de la indiferencia. Casi sin advertirlo, nos volvemos incapaces de

compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el

drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una

responsabilidad ajena que no nos incumbe. La cultura del bienestar nos

anestesia y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no

hemos comprado, mientras todas esas vidas truncadas por falta de

posibilidades nos parecen un mero espectáculo que de ninguna manera

nos altera.

No a la nueva idolatría del dinero

55. Una de las causas de esta situación se encuentra en la relación que

hemos establecido con el dinero, ya que aceptamos pacíficamente su

predominio sobre nosotros y nuestras sociedades. La crisis financiera que

atravesamos nos hace olvidar que en su origen hay una profunda crisis

antropológica: ¡la negación de la primacía del ser humano! Hemos creado

nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro (cf. Ex 32,1-35) ha

encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y

en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo

verdaderamente humano. La crisis mundial que afecta a las finanzas y a la

economía pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave

- 30 -

carencia de su orientación antropológica que reduce al ser humano a una

sola de sus necesidades: el consumo.

56. Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de

la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz.

Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía

absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen

el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien

común. Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que

impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas. Además,

la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de

su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real. A todo ello se

añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han

asumido dimensiones mundiales. El afán de poder y de tener no conoce

límites. En este sistema, que tiende a fagocitarlo todo en orden a

acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio

ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado,

convertidos en regla absoluta.

No a un dinero que gobierna en lugar de servir

57. Tras esta actitud se esconde el rechazo de la ética y el rechazo de Dios.

La ética suele ser mirada con cierto desprecio burlón. Se considera

contraproducente, demasiado humana, porque relativiza el dinero y el

poder. Se la siente como una amenaza, pues condena la manipulación y la

degradación de la persona. En definitiva, la ética lleva a un Dios que espera

una respuesta comprometida que está fuera de las categorías del mercado.

Para éstas, si son absolutizadas, Dios es incontrolable, inmanejable,

incluso peligroso, por llamar al ser humano a su plena realización y a la

independencia de cualquier tipo de esclavitud. La ética –una ética no

ideologizada– permite crear un equilibrio y un orden social más humano.

En este sentido, animo a los expertos financieros y a los gobernantes de los

países a considerar las palabras de un sabio de la antigüedad: «No

- 31 -

compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida.

No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos».55

58. Una reforma financiera que no ignore la ética requeriría un cambio de

actitud enérgico por parte de los dirigentes políticos, a quienes exhorto a

afrontar este reto con determinación y visión de futuro, sin ignorar, por

supuesto, la especificidad de cada contexto. ¡El dinero debe servir y no

gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en

nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres,

respetarlos, promocionarlos. Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a

una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser

humano.

No a la inequidad que genera violencia

59. Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no

se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los

distintos pueblos será imposible erradicar la violencia. Se acusa de la

violencia a los pobres y a los pueblos pobres pero, sin igualdad de

oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un

caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión. Cuando la

sociedad –local, nacional o mundial– abandona en la periferia una parte de

sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de

inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Esto no

sucede solamente porque la inequidad provoca la reacción violenta de los

excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto

en su raíz. Así como el bien tiende a comunicarse, el mal consentido, que

es la injusticia, tiende a expandir su potencia dañina y a socavar

silenciosamente las bases de cualquier sistema político y social por más

sólido que parezca. Si cada acción tiene consecuencias, un mal enquistado

en las estructuras de una sociedad tiene siempre un potencial de

disolución y de muerte. Es el mal cristalizado en estructuras sociales

injustas, a partir del cual no puede esperarse un futuro mejor. Estamos

lejos del llamado «fin de la historia», ya que las condiciones de un

55 SAN JUAN CRISÓSTOMO, De Lazaro Concio II, 6: PG 48, 992D.

- 32 -

desarrollo sostenible y en paz todavía no están adecuadamente planteadas

y realizadas.

60. Los mecanismos de la economía actual promueven una exacerbación

del consumo, pero resulta que el consumismo desenfrenado unido a la

inequidad es doblemente dañino del tejido social. Así la inequidad genera

tarde o temprano una violencia que las carreras armamentistas no

resuelven ni resolverán jamás. Sólo sirven para pretender engañar a los

que reclaman mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas

y la represión violenta, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores

conflictos. Algunos simplemente se regodean culpando a los pobres y a los

países pobres de sus propios males, con indebidas generalizaciones, y

pretenden encontrar la solución en una «educación» que los tranquilice y

los convierta en seres domesticados e inofensivos. Esto se vuelve todavía

más irritante si los excluidos ven crecer ese cáncer social que es la

corrupción profundamente arraigada en muchos países –en sus gobiernos,

empresarios e instituciones– cualquiera que sea la ideología política de los

gobernantes.

Algunos desafíos culturales

61. Evangelizamos también cuando tratamos de afrontar los diversos

desafíos que puedan presentarse.56 A veces éstos se manifiestan en

verdaderos ataques a la libertad religiosa o en nuevas situaciones de

persecución a los cristianos, las cuales en algunos países han alcanzado

niveles alarmantes de odio y violencia. En muchos lugares se trata más

bien de una difusa indiferencia relativista, relacionada con el desencanto y

la crisis de las ideologías que se provocó como reacción contra todo lo que

parezca totalitario. Esto no perjudica sólo a la Iglesia, sino a la vida social

en general. Reconozcamos que una cultura, en la cual cada uno quiere ser

el portador de una propia verdad subjetiva, vuelve difícil que los

ciudadanos deseen integrar un proyecto común más allá de los beneficios y

deseos personales.

56 Cf. Propositio 13.

- 33 -

62. En la cultura predominante, el primer lugar está ocupado por lo

exterior, lo inmediato, lo visible, lo rápido, lo superficial, lo provisorio. Lo

real cede el lugar a la apariencia. En muchos países, la globalización ha

significado un acelerado deterioro de las raíces culturales con la invasión

de tendencias pertenecientes a otras culturas, económicamente

desarrolladas pero éticamente debilitadas. Así lo han manifestado en

distintos Sínodos los Obispos de varios continentes. Los Obispos africanos,

por ejemplo, retomando la Encíclica Sollicitudo rei socialis, señalaron años

atrás que muchas veces se quiere convertir a los países de África en

simples «piezas de un mecanismo y de un engranaje gigantesco. Esto

sucede a menudo en el campo de los medios de comunicación social, los

cuales, al estar dirigidos mayormente por centros de la parte Norte del

mundo, no siempre tienen en la debida consideración las prioridades y los

problemas propios de estos países, ni respetan su fisonomía cultural».57

Igualmente, los Obispos de Asia «subrayaron los influjos que desde el

exterior se ejercen sobre las culturas asiáticas. Están apareciendo nuevas

formas de conducta, que son resultado de una excesiva exposición a los

medios de comunicación social […] Eso tiene como consecuencia que los

aspectos negativos de las industrias de los medios de comunicación y de

entretenimiento ponen en peligro los valores tradicionales».58

63. La fe católica de muchos pueblos se enfrenta hoy con el desafío de la

proliferación de nuevos movimientos religiosos, algunos tendientes al

fundamentalismo y otros que parecen proponer una espiritualidad sin

Dios. Esto es, por una parte, el resultado de una reacción humana frente a

la sociedad materialista, consumista e individualista y, por otra parte, un

aprovechamiento de las carencias de la población que vive en las periferias

y zonas empobrecidas, que sobrevive en medio de grandes dolores

humanos y busca soluciones inmediatas para sus necesidades. Estos

movimientos religiosos, que se caracterizan por su sutil penetración, vienen

a llenar, dentro del individualismo imperante, un vacío dejado por el

racionalismo secularista. Además, es necesario que reconozcamos que, si

parte de nuestro pueblo bautizado no experimenta su pertenencia a la

57 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Africa (14 septiembre 1995), 52: AAS 88

(1996), 32-33; ID., Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 22: AAS 80 (1988), 539.

58 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Asia (6 noviembre 1999), 7: AAS 92 (2000),

458.

- 34 -

Iglesia, se debe también a la existencia de unas estructuras y a un clima

poco acogedores en algunas de nuestras parroquias y comunidades, o a

una actitud burocrática para dar respuesta a los problemas, simples o

complejos, de la vida de nuestros pueblos. En muchas partes hay un

predominio de lo administrativo sobre lo pastoral, así como una

sacramentalización sin otras formas de evangelización.

64. El proceso de secularización tiende a reducir la fe y la Iglesia al ámbito

de lo privado y de lo íntimo. Además, al negar toda trascendencia, ha

producido una creciente deformación ética, un debilitamiento del sentido

del pecado personal y social y un progresivo aumento del relativismo, que

ocasionan una desorientación generalizada, especialmente en la etapa de la

adolescencia y la juventud, tan vulnerable a los cambios. Como bien

indican los Obispos de Estados Unidos de América, mientras la Iglesia

insiste en la existencia de normas morales objetivas, válidas para todos,

«hay quienes presentan esta enseñanza como injusta, esto es, como

opuesta a los derechos humanos básicos. Tales alegatos suelen provenir de

una forma de relativismo moral que está unida, no sin inconsistencia, a

una creencia en los derechos absolutos de los individuos. En este punto de

vista se percibe a la Iglesia como si promoviera un prejuicio particular y

como si interfiriera con la libertad individual».59 Vivimos en una sociedad

de la información que nos satura indiscriminadamente de datos, todos en

el mismo nivel, y termina llevándonos a una tremenda superficialidad a la

hora de plantear las cuestiones morales. Por consiguiente, se vuelve

necesaria una educación que enseñe a pensar críticamente y que ofrezca

un camino de maduración en valores.

65. A pesar de toda la corriente secularista que invade las sociedades, en

muchos países -aun donde el cristianismo es minoría- la Iglesia católica es

una institución creíble ante la opinión pública, confiable en lo que respecta

al ámbito de la solidaridad y de la preocupación por los más carenciados.

En repetidas ocasiones ha servido de mediadora en favor de la solución de

problemas que afectan a la paz, la concordia, la tierra, la defensa de la

vida, los derechos humanos y ciudadanos, etc. ¡Y cuánto aportan las

59 UNITED STATES CONFERENCE OF CATHOLIC BISHOPS, Ministry to Persons with a Homosexual

Inclination: Guidelines for Pastoral Care (2006), 17.

- 35 -

escuelas y universidades católicas en todo el mundo! Es muy bueno que

así sea. Pero nos cuesta mostrar que, cuando planteamos otras cuestiones

que despiertan menor aceptación pública, lo hacemos por fidelidad a las

mismas convicciones sobre la dignidad humana y el bien común.

66. La familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las

comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de

los vínculos se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula

básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia

y a pertenecer a otros y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El

matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación

afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de

acuerdo con la sensibilidad de cada uno. Pero el aporte indispensable del

matrimonio a la sociedad supera el nivel de la emotividad y el de las

necesidades circunstanciales de la pareja. Como enseñan los Obispos

franceses, no procede «del sentimiento amoroso, efímero por definición,

sino de la profundidad del compromiso asumido por los esposos que

aceptan entrar en una unión de vida total».60

67. El individualismo posmoderno y globalizado favorece un estilo de vida

que debilita el desarrollo y la estabilidad de los vínculos entre las personas,

y que desnaturaliza los vínculos familiares. La acción pastoral debe

mostrar mejor todavía que la relación con nuestro Padre exige y alienta una

comunión que sane, promueva y afiance los vínculos interpersonales.

Mientras en el mundo, especialmente en algunos países, reaparecen

diversas formas de guerras y enfrentamientos, los cristianos insistimos en

nuestra propuesta de reconocer al otro, de sanar las heridas, de construir

puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos «mutuamente a llevar las

cargas» (Ga 6,2). Por otra parte, hoy surgen muchas formas de asociación

para la defensa de derechos y para la consecución de nobles objetivos. Así

se manifiesta una sed de participación de numerosos ciudadanos que

quieren ser constructores del desarrollo social y cultural.

Desafíos de la inculturación de la fe

60 CONFÉRENCE DES ÉVÊQUES DE FRANCE. Conseil Famille et Société, Elargir le mariage aux

personnes de même sexe? Ouvrons le débat! (28 septiembre 2012).

- 36 -

68. El substrato cristiano de algunos pueblos –sobre todo occidentales– es

una realidad viva. Allí encontramos, especialmente en los más necesitados,

una reserva moral que guarda valores de auténtico humanismo cristiano.

Una mirada de fe sobre la realidad no puede dejar de reconocer lo que

siembra el Espíritu Santo. Sería desconfiar de su acción libre y generosa

pensar que no hay auténticos valores cristianos donde una gran parte de la

población ha recibido el Bautismo y expresa su fe y su solidaridad fraterna

de múltiples maneras. Allí hay que reconocer mucho más que unas

«semillas del Verbo», ya que se trata de una auténtica fe católica con modos

propios de expresión y de pertenencia a la Iglesia. No conviene ignorar la

tremenda importancia que tiene una cultura marcada por la fe, porque esa

cultura evangelizada, más allá de sus límites, tiene muchos más recursos

que una mera suma de creyentes frente a los embates del secularismo

actual. Una cultura popular evangelizada contiene valores de fe y de

solidaridad que pueden provocar el desarrollo de una sociedad más justa y

creyente, y posee una sabiduría peculiar que hay que saber reconocer con

una mirada agradecida.

69. Es imperiosa la necesidad de evangelizar las culturas para inculturar el

Evangelio. En los países de tradición católica se tratará de acompañar,

cuidar y fortalecer la riqueza que ya existe, y en los países de otras

tradiciones religiosas o profundamente secularizados se tratará de procurar

nuevos procesos de evangelización de la cultura, aunque supongan

proyectos a muy largo plazo. No podemos, sin embargo, desconocer que

siempre hay un llamado al crecimiento. Toda cultura y todo grupo social

necesitan purificación y maduración. En el caso de las culturas populares

de pueblos católicos, podemos reconocer algunas debilidades que todavía

deben ser sanadas por el Evangelio: el machismo, el alcoholismo, la

violencia doméstica, una escasa participación en la Eucaristía, creencias

fatalistas o supersticiosas que hacen recurrir a la brujería, etc. Pero es

precisamente la piedad popular el mejor punto de partida para sanarlas y

liberarlas.

70. También es cierto que a veces el acento, más que en el impulso de la

piedad cristiana, se coloca en formas exteriores de tradiciones de ciertos

- 37 -

grupos, o en supuestas revelaciones privadas que se absolutizan. Hay

cierto cristianismo de devociones, propio de una vivencia individual y

sentimental de la fe, que en realidad no responde a una auténtica «piedad

popular». Algunos promueven estas expresiones sin preocuparse por la

promoción social y la formación de los fieles, y en ciertos casos lo hacen

para obtener beneficios económicos o algún poder sobre los demás.

Tampoco podemos ignorar que en las últimas décadas se ha producido una

ruptura en la transmisión generacional de la fe cristiana en el pueblo

católico. Es innegable que muchos se sienten desencantados y dejan de

identificarse con la tradición católica, que son más los padres que no

bautizan a sus hijos y no les enseñan a rezar, y que hay un cierto éxodo

hacia otras comunidades de fe. Algunas causas de esta ruptura son: la

falta de espacios de diálogo familiar, la influencia de los medios de

comunicación, el subjetivismo relativista, el consumismo desenfrenado que

alienta el mercado, la falta de acompañamiento pastoral a los más pobres,

la ausencia de una acogida cordial en nuestras instituciones, y nuestra

dificultad para recrear la adhesión mística de la fe en un escenario religioso

plural.

Desafíos de las culturas urbanas

71. La nueva Jerusalén, la Ciudad santa (cf. Ap 21,2-4), es el destino hacia

donde peregrina toda la humanidad. Es llamativo que la revelación nos

diga que la plenitud de la humanidad y de la historia se realiza en una

ciudad. Necesitamos reconocer la ciudad desde una mirada contemplativa,

esto es, una mirada de fe que descubra al Dios que habita en sus hogares,

en sus calles, en sus plazas. La presencia de Dios acompaña las búsquedas

sinceras que personas y grupos realizan para encontrar apoyo y sentido a

sus vidas. Él vive entre los ciudadanos promoviendo la solidaridad, la

fraternidad, el deseo de bien, de verdad, de justicia. Esa presencia no debe

ser fabricada sino descubierta, develada. Dios no se oculta a aquellos que

lo buscan con un corazón sincero, aunque lo hagan a tientas, de manera

imprecisa y difusa.

72. En la ciudad, lo religioso está mediado por diferentes estilos de vida,

por costumbres asociadas a un sentido de lo temporal, de lo territorial y de

- 38 -

las relaciones, que difiere del estilo de los habitantes rurales. En sus vidas

cotidianas los ciudadanos muchas veces luchan por sobrevivir, y en esas

luchas se esconde un sentido profundo de la existencia que suele entrañar

también un hondo sentido religioso. Necesitamos contemplarlo para lograr

un diálogo como el que el Señor desarrolló con la samaritana, junto al

pozo, donde ella buscaba saciar su sed (cf. Jn 4,7-26).

73. Nuevas culturas continúan gestándose en estas enormes geografías

humanas en las que el cristiano ya no suele ser promotor o generador de

sentido, sino que recibe de ellas otros lenguajes, símbolos, mensajes y

paradigmas que ofrecen nuevas orientaciones de vida, frecuentemente en

contraste con el Evangelio de Jesús. Una cultura inédita late y se elabora

en la ciudad. El Sínodo ha constatado que hoy las transformaciones de

esas grandes áreas y la cultura que expresan son un lugar privilegiado de

la nueva evangelización.61 Esto requiere imaginar espacios de oración y de

comunión con características novedosas, más atractivas y significativas

para los habitantes urbanos. Los ambientes rurales, por la influencia de

los medios de comunicación de masas, no están ajenos a estas

transformaciones culturales que también operan cambios significativos en

sus modos de vida.

74. Se impone una evangelización que ilumine los nuevos modos de

relación con Dios, con los otros y con el espacio, y que suscite los valores

fundamentales. Es necesario llegar allí donde se gestan los nuevos relatos y

paradigmas, alcanzar con la Palabra de Jesús los núcleos más profundos

del alma de las ciudades. No hay que olvidar que la ciudad es un ámbito

multicultural. En las grandes urbes puede observarse un entramado en el

que grupos de personas comparten las mismas formas de soñar la vida y

similares imaginarios y se constituyen en nuevos sectores humanos, en

territorios culturales, en ciudades invisibles. Variadas formas culturales

conviven de hecho, pero ejercen muchas veces prácticas de segregación y

de violencia. La Iglesia está llamada a ser servidora de un difícil diálogo.

Por otra parte, aunque hay ciudadanos que consiguen los medios

adecuados para el desarrollo de la vida personal y familiar, son

61 Cf. Propositio 25.

- 39 -

muchísimos los «no ciudadanos», los «ciudadanos a medias» o los

«sobrantes urbanos». La ciudad produce una suerte de permanente

ambivalencia, porque, al mismo tiempo que ofrece a sus ciudadanos

infinitas posibilidades, también aparecen numerosas dificultades para el

pleno desarrollo de la vida de muchos. Esta contradicción provoca

sufrimientos lacerantes. En muchos lugares del mundo, las ciudades son

escenarios de protestas masivas donde miles de habitantes reclaman

libertad, participación, justicia y diversas reivindicaciones que, si no son

adecuadamente interpretadas, no podrán acallarse por la fuerza.

75. No podemos ignorar que en las ciudades fácilmente se desarrollan el

tráfico de drogas y de personas, el abuso y la explotación de menores, el

abandono de ancianos y enfermos, varias formas de corrupción y de

crimen. Al mismo tiempo, lo que podría ser un precioso espacio de

encuentro y solidaridad, frecuentemente se convierte en el lugar de la

huida y de la desconfianza mutua. Las casas y los barrios se construyen

más para aislar y proteger que para conectar e integrar. La proclamación

del Evangelio será una base para restaurar la dignidad de la vida humana

en esos contextos, porque Jesús quiere derramar en las ciudades vida en

abundancia (cf. Jn 10,10). El sentido unitario y completo de la vida

humana que propone el Evangelio es el mejor remedio para los males

urbanos, aunque debamos advertir que un programa y un estilo uniforme e

inflexible de evangelización no son aptos para esta realidad. Pero vivir a

fondo lo humano e introducirse en el corazón de los desafíos como

fermento testimonial, en cualquier cultura, en cualquier ciudad, mejora al

cristiano y fecunda la ciudad.

II. Tentaciones de los agentes pastorales

76. Siento una enorme gratitud por la tarea de todos los que trabajan en la

Iglesia. No quiero detenerme ahora a exponer las actividades de los

diversos agentes pastorales, desde los obispos hasta el más sencillo y

desconocido de los servicios eclesiales. Me gustaría más bien reflexionar

acerca de los desafíos que todos ellos enfrentan en medio de la actual

cultura globalizada. Pero tengo que decir, en primer lugar y como deber de

justicia, que el aporte de la Iglesia en el mundo actual es enorme. Nuestro

- 40 -

dolor y nuestra vergüenza por los pecados de algunos miembros de la

Iglesia, y por los propios, no deben hacer olvidar cuántos cristianos dan la

vida por amor: ayudan a tanta gente a curarse o a morir en paz en

precarios hospitales, o acompañan personas esclavizadas por diversas

adicciones en los lugares más pobres de la tierra, o se desgastan en la

educación de niños y jóvenes, o cuidan ancianos abandonados por todos, o

tratan de comunicar valores en ambientes hostiles, o se entregan de

muchas otras maneras que muestran ese inmenso amor a la humanidad

que nos ha inspirado el Dios hecho hombre. Agradezco el hermoso ejemplo

que me dan tantos cristianos que ofrecen su vida y su tiempo con alegría.

Ese testimonio me hace mucho bien y me sostiene en mi propio deseo de

superar el egoísmo para entregarme más.

77. No obstante, como hijos de esta época, todos nos vemos afectados de

algún modo por la cultura globalizada actual que, sin dejar de mostrarnos

valores y nuevas posibilidades, también puede limitarnos, condicionarnos e

incluso enfermarnos. Reconozco que necesitamos crear espacios

motivadores y sanadores para los agentes pastorales, «lugares donde

regenerar la propia fe en Jesús crucificado y resucitado, donde compartir

las propias preguntas más profundas y las preocupaciones cotidianas,

donde discernir en profundidad con criterios evangélicos sobre la propia

existencia y experiencia, con la finalidad de orientar al bien y a la belleza

las propias elecciones individuales y sociales».62 Al mismo tiempo, quiero

llamar la atención sobre algunas tentaciones que particularmente hoy

afectan a los agentes pastorales.

Sí al desafío de una espiritualidad misionera

78. Hoy se puede advertir en muchos agentes pastorales, incluso en

personas consagradas, una preocupación exacerbada por los espacios

personales de autonomía y de distensión, que lleva a vivir las tareas como

un mero apéndice de la vida, como si no fueran parte de la propia

identidad. Al mismo tiempo, la vida espiritual se confunde con algunos

momentos religiosos que brindan cierto alivio pero que no alimentan el

62 AZIONE CATTOLICA ITALIANA, Messaggio della XIV Assemblea Nazionale alla Chiesa ed al Paese (8

mayo 2011).

- 41 -

encuentro con los demás, el compromiso en el mundo, la pasión

evangelizadora. Así, pueden advertirse en muchos agentes evangelizadores,

aunque oren, una acentuación del individualismo, una crisis de identidad y

una caída del fervor. Son tres males que se alimentan entre sí.

79. La cultura mediática y algunos ambientes intelectuales a veces

transmiten una marcada desconfianza hacia el mensaje de la Iglesia, y un

cierto desencanto. Como consecuencia, aunque recen, muchos agentes

pastorales desarrollan una especie de complejo de inferioridad que les lleva

a relativizar u ocultar su identidad cristiana y sus convicciones. Se produce

entonces un círculo vicioso, porque así no son felices con lo que son y con

lo que hacen, no se sienten identificados con su misión evangelizadora, y

esto debilita la entrega. Terminan ahogando su alegría misionera en una

especie de obsesión por ser como todos y por tener lo que poseen los

demás. Así, las tareas evangelizadoras se vuelven forzadas y se dedican a

ellas pocos esfuerzos y un tiempo muy limitado.

80. Se desarrolla en los agentes pastorales, más allá del estilo espiritual o

la línea de pensamiento que puedan tener, un relativismo todavía más

peligroso que el doctrinal. Tiene que ver con las opciones más profundas y

sinceras que determinan una forma de vida. Este relativismo práctico es

actuar como si Dios no existiera, decidir como si los pobres no existieran,

soñar como si los demás no existieran, trabajar como si quienes no

recibieron el anuncio no existieran. Llama la atención que aun quienes

aparentemente poseen sólidas convicciones doctrinales y espirituales

suelen caer en un estilo de vida que los lleva a aferrarse a seguridades

económicas, o a espacios de poder y de gloria humana que se procuran por

cualquier medio, en lugar de dar la vida por los demás en la misión. ¡No

nos dejemos robar el entusiasmo misionero!

No a la acedia egoísta

81. Cuando más necesitamos un dinamismo misionero que lleve sal y luz

al mundo, muchos laicos sienten el temor de que alguien les invite a

realizar alguna tarea apostólica, y tratan de escapar de cualquier

compromiso que les pueda quitar su tiempo libre. Hoy se ha vuelto muy

- 42 -

difícil, por ejemplo, conseguir catequistas capacitados para las parroquias

y que perseveren en la tarea durante varios años. Pero algo semejante

sucede con los sacerdotes, que cuidan con obsesión su tiempo personal.

Esto frecuentemente se debe a que las personas necesitan imperiosamente

preservar sus espacios de autonomía, como si una tarea evangelizadora

fuera un veneno peligroso y no una alegre respuesta al amor de Dios que

nos convoca a la misión y nos vuelve plenos y fecundos. Algunos se

resisten a probar hasta el fondo el gusto de la misión y quedan sumidos en

una acedia paralizante.

82. El problema no es siempre el exceso de actividades, sino sobre todo las

actividades mal vividas, sin las motivaciones adecuadas, sin una

espiritualidad que impregne la acción y la haga deseable. De ahí que las

tareas cansen más de lo razonable, y a veces enfermen. No se trata de un

cansancio feliz, sino tenso, pesado, insatisfecho y, en definitiva, no

aceptado. Esta acedia pastoral puede tener diversos orígenes. Algunos caen

en ella por sostener proyectos irrealizables y no vivir con ganas lo que

buenamente podrían hacer. Otros, por no aceptar la costosa evolución de

los procesos y querer que todo caiga del cielo. Otros, por apegarse a

algunos proyectos o a sueños de éxitos imaginados por su vanidad. Otros,

por perder el contacto real con el pueblo, en una despersonalización de la

pastoral que lleva a prestar más atención a la organización que a las

personas, y entonces les entusiasma más la «hoja de ruta» que la ruta

misma. Otros caen en la acedia por no saber esperar y querer dominar el

ritmo de la vida. El inmediatismo ansioso de estos tiempos hace que los

agentes pastorales no toleren fácilmente lo que signifique alguna

contradicción, un aparente fracaso, una crítica, una cruz.

83. Así se gesta la mayor amenaza, que «es el gris pragmatismo de la vida

cotidiana de la Iglesia en el cual aparentemente todo procede con

normalidad, pero en realidad la fe se va desgastando y degenerando en

mezquindad».63 Se desarrolla la psicología de la tumba, que poco a poco

convierte a los cristianos en momias de museo. Desilusionados con la

63 J. RATZINGER, Situación actual de la fe y la teología. Conferencia pronunciada en el Encuentro de

Presidentes de Comisiones Episcopales de América Latina para la doctrina de la fe, celebrado en

Guadalajara, México, 1996, publicada en L’Osservatore Romano, 1 noviembre 1996. Cf. V

CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de Aparecida, 12.

- 43 -

realidad, con la Iglesia o consigo mismos, viven la constante tentación de

apegarse a una tristeza dulzona, sin esperanza, que se apodera del corazón

como «el más preciado de los elixires del demonio».64 Llamados a iluminar y

a comunicar vida, finalmente se dejan cautivar por cosas que sólo generan

oscuridad y cansancio interior, y que apolillan el dinamismo apostólico. Por

todo esto me permito insistir: ¡No nos dejemos robar la alegría

evangelizadora!

No al pesimismo estéril

84. La alegría del Evangelio es esa que nada ni nadie nos podrá quitar (cf.

Jn 16,22). Los males de nuestro mundo –y los de la Iglesia– no deberían ser

excusas para reducir nuestra entrega y nuestro fervor. Mirémoslos como

desafíos para crecer. Además, la mirada creyente es capaz de reconocer la

luz que siempre derrama el Espíritu Santo en medio de la oscuridad, sin

olvidar que «donde abundó el pecado sobreabundó la gracia» (Rm 5,20).

Nuestra fe es desafiada a vislumbrar el vino en que puede convertirse el

agua y a descubrir el trigo que crece en medio de la cizaña. A cincuenta

años del Concilio Vaticano II, aunque nos duelan las miserias de nuestra

época y estemos lejos de optimismos ingenuos, el mayor realismo no debe

significar menor confianza en el Espíritu ni menor generosidad. En ese

sentido, podemos volver a escuchar las palabras del beato Juan XXIII en

aquella admirable jornada del 11 de octubre de 1962: «Llegan, a veces, a

nuestros oídos, hiriéndolos, ciertas insinuaciones de algunas personas que,

aun en su celo ardiente, carecen del sentido de la discreción y de la

medida. Ellas no ven en los tiempos modernos sino prevaricación y ruina

[…] Nos parece justo disentir de tales profetas de calamidades, avezados a

anunciar siempre infaustos acontecimientos, como si el fin de los tiempos

estuviese inminente. En el presente momento histórico, la Providencia nos

está llevando a un nuevo orden de relaciones humanas que, por obra

misma de los hombres pero más aún por encima de sus mismas

intenciones, se encaminan al cumplimiento de planes superiores e

64 G. BERNANOS, Journal d’un curé de campagne, Paris 1974, 135.

- 44 -

inesperados; pues todo, aun las humanas adversidades, aquélla lo dispone

para mayor bien de la Iglesia».65

85. Una de las tentaciones más serias que ahogan el fervor y la audacia es

la conciencia de derrota que nos convierte en pesimistas quejosos y

desencantados con cara de vinagre. Nadie puede emprender una lucha si

de antemano no confía plenamente en el triunfo. El que comienza sin

confiar perdió de antemano la mitad de la batalla y entierra sus talentos.

Aun con la dolorosa conciencia de las propias fragilidades, hay que seguir

adelante sin declararse vencidos, y recordar lo que el Señor dijo a san

Pablo: «Te basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad»

(2 Co 12,9). El triunfo cristiano es siempre una cruz, pero una cruz que al

mismo tiempo es bandera de victoria, que se lleva con una ternura

combativa ante los embates del mal. El mal espíritu de la derrota es

hermano de la tentación de separar antes de tiempo el trigo de la cizaña,

producto de una desconfianza ansiosa y egocéntrica.

86. Es cierto que en algunos lugares se produjo una «desertificación»

espiritual, fruto del proyecto de sociedades que quieren construirse sin

Dios o que destruyen sus raíces cristianas. Allí «el mundo cristiano se está

haciendo estéril, y se agota como una tierra sobreexplotada, que se

convierte en arena».66 En otros países, la resistencia violenta al

cristianismo obliga a los cristianos a vivir su fe casi a escondidas en el país

que aman. Ésta es otra forma muy dolorosa de desierto. También la propia

familia o el propio lugar de trabajo puede ser ese ambiente árido donde hay

que conservar la fe y tratar de irradiarla. Pero «precisamente a partir de la

experiencia de este desierto, de este vacío, es como podemos descubrir

nuevamente la alegría de creer, su importancia vital para nosotros,

hombres y mujeres. En el desierto se vuelve a descubrir el valor de lo que

es esencial para vivir; así, en el mundo contemporáneo, son muchos los

signos de la sed de Dios, del sentido último de la vida, a menudo

manifestados de forma implícita o negativa. Y en el desierto se necesitan

sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino

65 JUAN XXIII, Discurso de apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II (11 octubre 1962), 4, 2-4:

AAS 54 (1962), 789.

66 J. H. NEWMAN, Letter of 26 January 1833, en The Letters and Diaries of John Henry Newman, III,

Oxford 1979, 204.

- 45 -

hacia la Tierra prometida y de esta forma mantengan viva la esperanza».67

En todo caso, allí estamos llamados a ser personas-cántaros para dar de

beber a los demás. A veces el cántaro se convierte en una pesada cruz, pero

fue precisamente en la cruz donde, traspasado, el Señor se nos entregó

como fuente de agua viva. ¡No nos dejemos robar la esperanza!

Sí a las relaciones nuevas que genera Jesucristo

87. Hoy, que las redes y los instrumentos de la comunicación humana han

alcanzado desarrollos inauditos, sentimos el desafío de descubrir y

transmitir la mística de vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos, de

tomarnos de los brazos, de apoyarnos, de participar de esa marea algo

caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad,

en una caravana solidaria, en una santa peregrinación. De este modo, las

mayores posibilidades de comunicación se traducirán en más posibilidades

de encuentro y de solidaridad entre todos. Si pudiéramos seguir ese

camino, ¡sería algo tan bueno, tan sanador, tan liberador, tan

esperanzador! Salir de sí mismo para unirse a otros hace bien. Encerrarse

en sí mismo es probar el amargo veneno de la inmanencia, y la humanidad

saldrá perdiendo con cada opción egoísta que hagamos.

88. El ideal cristiano siempre invitará a superar la sospecha, la

desconfianza permanente, el temor a ser invadidos, las actitudes defensivas

que nos impone el mundo actual. Muchos tratan de escapar de los demás

hacia la privacidad cómoda o hacia el reducido círculo de los más íntimos,

y renuncian al realismo de la dimensión social del Evangelio. Porque, así

como algunos quisieran un Cristo puramente espiritual, sin carne y sin

cruz, también se pretenden relaciones interpersonales sólo mediadas por

aparatos sofisticados, por pantallas y sistemas que se puedan encender y

apagar a voluntad. Mientras tanto, el Evangelio nos invita siempre a correr

el riesgo del encuentro con el rostro del otro, con su presencia física que

interpela, con su dolor y sus reclamos, con su alegría que contagia en un

constante cuerpo a cuerpo. La verdadera fe en el Hijo de Dios hecho carne

es inseparable del don de sí, de la pertenencia a la comunidad, del servicio,

67 BENEDICTO XVI, Homilía durante la Santa Misa de apertura del Año de la Fe (11 octubre 2012):

AAS 104 (2012), 881.

- 46 -

de la reconciliación con la carne de los otros. El Hijo de Dios, en su

encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura.

89. El aislamiento, que es una traducción del inmanentismo, puede

expresarse en una falsa autonomía que excluye a Dios, pero puede también

encontrar en lo religioso una forma de consumismo espiritual a la medida

de su individualismo enfermizo. La vuelta a lo sagrado y las búsquedas

espirituales que caracterizan a nuestra época son fenómenos ambiguos.

Más que el ateísmo, hoy se nos plantea el desafío de responder

adecuadamente a la sed de Dios de mucha gente, para que no busquen

apagarla en propuestas alienantes o en un Jesucristo sin carne y sin

compromiso con el otro. Si no encuentran en la Iglesia una espiritualidad

que los sane, los libere, los llene de vida y de paz al mismo tiempo que los

convoque a la comunión solidaria y a la fecundidad misionera, terminarán

engañados por propuestas que no humanizan ni dan gloria a Dios.

90. Las formas propias de la religiosidad popular son encarnadas, porque

han brotado de la encarnación de la fe cristiana en una cultura popular.

Por eso mismo incluyen una relación personal, no con energías

armonizadoras sino con Dios, Jesucristo, María, un santo. Tienen carne,

tienen rostros. Son aptas para alimentar potencialidades relacionales y no

tanto fugas individualistas. En otros sectores de nuestras sociedades crece

el aprecio por diversas formas de «espiritualidad del bienestar» sin

comunidad, por una «teología de la prosperidad» sin compromisos fraternos

o por experiencias subjetivas sin rostros, que se reducen a una búsqueda

interior inmanentista.

91. Un desafío importante es mostrar que la solución nunca consistirá en

escapar de una relación personal y comprometida con Dios que al mismo

tiempo nos comprometa con los otros. Eso es lo que hoy sucede cuando los

creyentes procuran esconderse y quitarse de encima a los demás, y cuando

sutilmente escapan de un lugar a otro o de una tarea a otra, quedándose

sin vínculos profundos y estables: «Imaginatio locorum et mutatio multos

fefellit».68 Es un falso remedio que enferma el corazón, y a veces el cuerpo.

68 TOMÁS DE KEMPIS, De Imitatione Christi, Liber Primus, IX, 5: «La imaginación y mudanza de

lugares engañó a muchos».

- 47 -

Hace falta ayudar a reconocer que el único camino consiste en aprender a

encontrarse con los demás con la actitud adecuada, que es valorarlos y

aceptarlos como compañeros de camino, sin resistencias internas. Mejor

todavía, se trata de aprender a descubrir a Jesús en el rostro de los demás,

en su voz, en sus reclamos. También es aprender a sufrir en un abrazo con

Jesús crucificado cuando recibimos agresiones injustas o ingratitudes, sin

cansarnos jamás de optar por la fraternidad.69

92. Allí está la verdadera sanación, ya que el modo de relacionarnos con los

demás que realmente nos sana en lugar de enfermarnos es una fraternidad

mística, contemplativa, que sabe mirar la grandeza sagrada del prójimo,

que sabe descubrir a Dios en cada ser humano, que sabe tolerar las

molestias de la convivencia aferrándose al amor de Dios, que sabe abrir el

corazón al amor divino para buscar la felicidad de los demás como la busca

su Padre bueno. Precisamente en esta época, y también allí donde son un

«pequeño rebaño» (Lc 12,32), los discípulos del Señor son llamados a vivir

como comunidad que sea sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5,13-16).

Son llamados a dar testimonio de una pertenencia evangelizadora de

manera siempre nueva.70 ¡No nos dejemos robar la comunidad!

No a la mundanidad espiritual

93. La mundanidad espiritual, que se esconde detrás de apariencias de

religiosidad e incluso de amor a la Iglesia, es buscar, en lugar de la gloria

del Señor, la gloria humana y el bienestar personal. Es lo que el Señor

reprochaba a los fariseos: «¿Cómo es posible que creáis, vosotros que os

glorificáis unos a otros y no os preocupáis por la gloria que sólo viene de

69 Vale el testimonio de Santa Teresa de Lisieux, en su trato con aquella hermana que le resultaba

particularmente desagradable, donde una experiencia interior tuvo un impacto decisivo: «Una

tarde de invierno estaba yo cumpliendo, como de costumbre, mi dulce tarea para con la hermana

Saint-Pierre. Hacía frío, anochecía… De pronto, oí a lo lejos el sonido armonioso de un

instrumento musical. Entonces me imaginé un salón muy bien iluminado, todo resplandeciente

de ricos dorados; y en él, señoritas elegantemente vestidas, prodigándose mutuamente cumplidos

y cortesías mundanas. Luego posé la mirada en la pobre enferma, a quien yo sostenía. En lugar

de una melodía, escuchaba de vez en cuando sus gemidos lastimeros […] Yo no puedo expresar lo

que pasó en mi alma. Lo único que sé es que el Señor la iluminó con los rayos de la verdad, los

cuales sobrepasaban de tal modo el brillo tenebroso de las fiestas de la tierra, que no podía creer

en mi felicidad» (SANTA TERESA DE LISIEUX, Manuscrito C, 29 vº-30 rº, en Oeuvres complètes, Paris

1992, 274-275).

70 Cf. Propositio 8.

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Dios?» (Jn 5,44). Es un modo sutil de buscar «sus propios intereses y no los

de Cristo Jesús» (Flp 2,21). Toma muchas formas, de acuerdo con el tipo de

personas y con los estamentos en los que se enquista. Por estar

relacionada con el cuidado de la apariencia, no siempre se conecta con

pecados públicos, y por fuera todo parece correcto. Pero, si invadiera la

Iglesia, «sería infinitamente más desastrosa que cualquiera otra

mundanidad simplemente moral».71

94. Esta mundanidad puede alimentarse especialmente de dos maneras

profundamente emparentadas. Una es la fascinación del gnosticismo, una

fe encerrada en el subjetivismo, donde sólo interesa una determinada

experiencia o una serie de razonamientos y conocimientos que

supuestamente reconfortan e iluminan, pero en definitiva el sujeto queda

clausurado en la inmanencia de su propia razón o de sus sentimientos. La

otra es el neopelagianismo autorreferencial y prometeico de quienes en el

fondo sólo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros

por cumplir determinadas normas o por ser inquebrantablemente fieles a

cierto estilo católico propio del pasado. Es una supuesta seguridad

doctrinal o disciplinaria que da lugar a un elitismo narcisista y autoritario,

donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los

demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en

controlar. En los dos casos, ni Jesucristo ni los demás interesan

verdaderamente. Son manifestaciones de un inmanentismo

antropocéntrico. No es posible imaginar que de estas formas desvirtuadas

de cristianismo pueda brotar un auténtico dinamismo evangelizador.

95. Esta oscura mundanidad se manifiesta en muchas actitudes

aparentemente opuestas pero con la misma pretensión de «dominar el

espacio de la Iglesia». En algunos hay un cuidado ostentoso de la liturgia,

de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, pero sin preocuparles que el

Evangelio tenga una real inserción en el Pueblo fiel de Dios y en las

necesidades concretas de la historia. Así, la vida de la Iglesia se convierte

en una pieza de museo o en una posesión de pocos. En otros, la misma

mundanidad espiritual se esconde detrás de una fascinación por mostrar

71 H. DE LUBAC, Méditation sur l’Église, Paris 1968, 231.

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conquistas sociales y políticas, o en una vanagloria ligada a la gestión de

asuntos prácticos, o en un embeleso por las dinámicas de autoayuda y de

realización autorreferencial. También puede traducirse en diversas formas

de mostrarse a sí mismo en una densa vida social llena de salidas,

reuniones, cenas, recepciones. O bien se despliega en un funcionalismo

empresarial, cargado de estadísticas, planificaciones y evaluaciones, donde

el principal beneficiario no es el Pueblo de Dios sino la Iglesia como

organización. En todos los casos, no lleva el sello de Cristo

encarnado, crucificado y resucitado, se encierra en grupos elitistas, no sale

realmente a buscar a los perdidos ni a las inmensas multitudes sedientas

de Cristo. Ya no hay fervor evangélico, sino el disfrute espurio de una

autocomplacencia egocéntrica.

96. En este contexto, se alimenta la vanagloria de quienes se conforman

con tener algún poder y prefieren ser generales de ejércitos derrotados

antes que simples soldados de un escuadrón que sigue luchando. ¡Cuántas

veces soñamos con planes apostólicos expansionistas, meticulosos y bien

dibujados, propios de generales derrotados! Así negamos nuestra historia

de Iglesia, que es gloriosa por ser historia de sacrificios, de esperanza, de

lucha cotidiana, de vida deshilachada en el servicio, de constancia en el

trabajo que cansa, porque todo trabajo es «sudor de nuestra frente». En

cambio, nos entretenemos vanidosos hablando sobre «lo que habría que

hacer» –el pecado del «habriaqueísmo»– como maestros espirituales y sabios

pastorales que señalan desde afuera. Cultivamos nuestra imaginación sin

límites y perdemos contacto con la realidad sufrida de nuestro pueblo fiel.

97. Quien ha caído en esta mundanidad mira de arriba y de lejos, rechaza

la profecía de los hermanos, descalifica a quien lo cuestione, destaca

constantemente los errores ajenos y se obsesiona por la apariencia. Ha

replegado la referencia del corazón al horizonte cerrado de su inmanencia y

sus intereses y, como consecuencia de esto, no aprende de sus pecados ni

está auténticamente abierto al perdón. Es una tremenda corrupción con

apariencia de bien. Hay que evitarla poniendo a la Iglesia en movimiento de

salida de sí, de misión centrada en Jesucristo, de entrega a los pobres.

¡Dios nos libre de una Iglesia mundana bajo ropajes espirituales o

pastorales! Esta mundanidad asfixiante se sana tomándole el gusto al aire

- 50 -

puro del Espíritu Santo, que nos libera de estar centrados en nosotros

mismos, escondidos en una apariencia religiosa vacía de Dios. ¡No nos

dejemos robar el Evangelio!

No a la guerra entre nosotros

98. Dentro del Pueblo de Dios y en las distintas comunidades, ¡cuántas

guerras! En el barrio, en el puesto de trabajo, ¡cuántas guerras por

envidias y celos, también entre cristianos! La mundanidad espiritual lleva a

algunos cristianos a estar en guerra con otros cristianos que se interponen

en su búsqueda de poder, prestigio, placer o seguridad económica.

Además, algunos dejan de vivir una pertenencia cordial a la Iglesia por

alimentar un espíritu de «internas». Más que pertenecer a la Iglesia toda,

con su rica diversidad, pertenecen a tal o cual grupo que se siente diferente

o especial.

99. El mundo está lacerado por las guerras y la violencia, o herido por un

difuso individualismo que divide a los seres humanos y los enfrenta unos

contra otros en pos del propio bienestar. En diversos países resurgen

enfrentamientos y viejas divisiones que se creían en parte superadas. A los

cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pediros

especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo

y resplandeciente. Que todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a

otros, cómo os dais aliento mutuamente y cómo os acompañáis: «En esto

reconocerán que sois mis discípulos, en el amor que os tengáis unos a

otros» (Jn 13,35). Es lo que con tantos deseos pedía Jesús al Padre: «Que

sean uno en nosotros […] para que el mundo crea» (Jn 17,21). ¡Atención a

la tentación de la envidia! ¡Estamos en la misma barca y vamos hacia el

mismo puerto! Pidamos la gracia de alegrarnos con los frutos ajenos, que

son de todos.

100. A los que están heridos por divisiones históricas, les resulta difícil

aceptar que los exhortemos al perdón y la reconciliación, ya que

interpretan que ignoramos su dolor, o que pretendemos hacerles perder la

memoria y los ideales. Pero si ven el testimonio de comunidades

auténticamente fraternas y reconciliadas, eso es siempre una luz que atrae.

- 51 -

Por ello me duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades

cristianas, y aun entre personas consagradas, consentimos diversas formas

de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de

imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones

que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a evangelizar

con esos comportamientos?

101. Pidamos al Señor que nos haga entender la ley del amor. ¡Qué bueno

es tener esta ley! ¡Cuánto bien nos hace amarnos los unos a los otros en

contra de todo! Sí, ¡en contra de todo! A cada uno de nosotros se dirige la

exhortación paulina: «No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal

con el bien» (Rm 12,21). Y también: «¡No nos cansemos de hacer el bien!»

(Ga 6,9). Todos tenemos simpatías y antipatías, y quizás ahora mismo

estamos enojados con alguno. Al menos digamos al Señor: «Señor yo estoy

enojado con éste, con aquélla. Yo te pido por él y por ella». Rezar por aquel

con el que estamos irritados es un hermoso paso en el amor, y es un acto

evangelizador. ¡Hagámoslo hoy! ¡No nos dejemos robar el ideal del amor

fraterno!

Otros desafíos eclesiales

102. Los laicos son simplemente la inmensa mayoría del Pueblo de Dios. A

su servicio está la minoría de los ministros ordenados. Ha crecido la

conciencia de la identidad y la misión del laico en la Iglesia. Se cuenta con

un numeroso laicado, aunque no suficiente, con arraigado sentido de

comunidad y una gran fidelidad en el compromiso de la caridad, la

catequesis, la celebración de la fe. Pero la toma de conciencia de esta

responsabilidad laical que nace del Bautismo y de la Confirmación no se

manifiesta de la misma manera en todas partes. En algunos casos porque

no se formaron para asumir responsabilidades importantes, en otros por

no encontrar espacio en sus Iglesias particulares para poder expresarse y

actuar, a raíz de un excesivo clericalismo que los mantiene al margen de

las decisiones. Si bien se percibe una mayor participación de muchos en

los ministerios laicales, este compromiso no se refleja en la penetración de

los valores cristianos en el mundo social, político y económico. Se limita

muchas veces a las tareas intraeclesiales sin un compromiso real por la

- 52 -

aplicación del Evangelio a la transformación de la sociedad. La formación

de laicos y la evangelización de los grupos profesionales e intelectuales

constituyen un desafío pastoral importante.

103. La Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad,

con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que

suelen ser más propias de las mujeres que de los varones. Por ejemplo, la

especial atención femenina hacia los otros, que se expresa de un modo

particular, aunque no exclusivo, en la maternidad. Reconozco con gusto

cómo muchas mujeres comparten responsabilidades pastorales junto con

los sacerdotes, contribuyen al acompañamiento de personas, de familias o

de grupos y brindan nuevos aportes a la reflexión teológica. Pero todavía es

necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva

en la Iglesia. Porque «el genio femenino es necesario en todas las

expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de

las mujeres también en el ámbito laboral»72 y en los diversos lugares donde

se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las

estructuras sociales.

104. Las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres, a partir

de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma dignidad,

plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se

pueden eludir superficialmente. El sacerdocio reservado a los varones,

como signo de Cristo Esposo que se entrega en la Eucaristía, es una

cuestión que no se pone en discusión, pero puede volverse particularmente

conflictiva si se identifica demasiado la potestad sacramental con el poder.

No hay que olvidar que cuando hablamos de la potestad sacerdotal «nos

encontramos en el ámbito de la función, no de la dignidad ni de la

santidad».73 El sacerdocio ministerial es uno de los medios que Jesús

utiliza al servicio de su pueblo, pero la gran dignidad viene del Bautismo,

que es accesible a todos. La configuración del sacerdote con Cristo Cabeza

–es decir, como fuente capital de la gracia– no implica una exaltación que

lo coloque por encima del resto. En la Iglesia las funciones «no dan lugar a

72 PONTIFICIO CONSEJO «JUSTICIA Y PAZ», Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 295.

73 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Christifideles laici (30 diciembre 1988), 51: AAS 81

(1989), 493.

- 53 -

la superioridad de los unos sobre los otros».74 De hecho, una mujer, María,

es más importante que los obispos. Aun cuando la función del sacerdocio

ministerial se considere «jerárquica», hay que tener bien presente que «está

ordenada totalmente a la santidad de los miembros del Cuerpo místico de

Cristo».75 Su clave y su eje no son el poder entendido como dominio, sino la

potestad de administrar el sacramento de la Eucaristía; de aquí deriva su

autoridad, que es siempre un servicio al pueblo. Aquí hay un gran desafío

para los pastores y para los teólogos, que podrían ayudar a reconocer mejor

lo que esto implica con respecto al posible lugar de la mujer allí donde se

toman decisiones importantes, en los diversos ámbitos de la Iglesia.

105. La pastoral juvenil, tal como estábamos acostumbrados a

desarrollarla, ha sufrido el embate de los cambios sociales. Los jóvenes, en

las estructuras habituales, no suelen encontrar respuestas a sus

inquietudes, necesidades, problemáticas y heridas. A los adultos nos

cuesta escucharlos con paciencia, comprender sus inquietudes o sus

reclamos, y aprender a hablarles en el lenguaje que ellos comprenden. Por

esa misma razón, las propuestas educativas no producen los frutos

esperados. La proliferación y crecimiento de asociaciones y movimientos

predominantemente juveniles pueden interpretarse como una acción del

Espíritu que abre caminos nuevos acordes a sus expectativas y búsquedas

de espiritualidad profunda y de un sentido de pertenencia más concreto. Se

hace necesario, sin embargo, ahondar en la participación de éstos en la

pastoral de conjunto de la Iglesia.76

106. Aunque no siempre es fácil abordar a los jóvenes, se creció en dos

aspectos: la conciencia de que toda la comunidad los evangeliza y educa, y

la urgencia de que ellos tengan un protagonismo mayor. Cabe reconocer

que, en el contexto actual de crisis del compromiso y de los lazos

comunitarios, son muchos los jóvenes que se solidarizan ante los males del

mundo y se embarcan en diversas formas de militancia y voluntariado.

74 CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Declaración Inter Insigniores, sobre la cuestión de la

admisión de la mujer al sacerdocio ministerial (15 octubre 1976), VI: AAS 69 (1977) 115, citada en

JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Christifideles laici (30 diciembre 1988), 51, nota 190: AAS

81 (1989), 493.

75 JUAN PABLO II, Carta ap. Mulieris dignitatem (15 agosto 1988), 27: AAS 80 (1988), 1718.

76 Cf. Propositio 51.

- 54 -

Algunos participan en la vida de la Iglesia, integran grupos de servicio y

diversas iniciativas misioneras en sus propias diócesis o en otros

lugares. ¡Qué bueno es que los jóvenes sean «callejeros de la fe», felices de

llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la tierra!

107. En muchos lugares escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida

consagrada. Frecuentemente esto se debe a la ausencia en las

comunidades de un fervor apostólico contagioso, lo cual no entusiasma ni

suscita atractivo. Donde hay vida, fervor, ganas de llevar a Cristo a los

demás, surgen vocaciones genuinas. Aun en parroquias donde los

sacerdotes son poco entregados y alegres, es la vida fraterna y fervorosa de

la comunidad la que despierta el deseo de consagrarse enteramente a Dios

y a la evangelización, sobre todo si esa comunidad viva ora insistentemente

por las vocaciones y se atreve a proponer a sus jóvenes un camino de

especial consagración. Por otra parte, a pesar de la escasez vocacional, hoy

se tiene más clara conciencia de la necesidad de una mejor selección de los

candidatos al sacerdocio. No se pueden llenar los seminarios con cualquier

tipo de motivaciones, y menos si éstas se relacionan con inseguridades

afectivas, búsquedas de formas de poder, glorias humanas o bienestar

económico.

108. Como ya dije, no he intentado ofrecer un diagnóstico completo, pero

invito a las comunidades a completar y enriquecer estas perspectivas a

partir de la conciencia de sus desafíos propios y cercanos. Espero que,

cuando lo hagan, tengan en cuenta que, cada vez que intentamos leer en la

realidad actual los signos de los tiempos, es conveniente escuchar a los

jóvenes y a los ancianos. Ambos son la esperanza de los pueblos. Los

ancianos aportan la memoria y la sabiduría de la experiencia, que invita a

no repetir tontamente los mismos errores del pasado. Los jóvenes nos

llaman a despertar y acrecentar la esperanza, porque llevan en sí las

nuevas tendencias de la humanidad y nos abren al futuro, de manera que

no nos quedemos anclados en la nostalgia de estructuras y costumbres que

ya no son cauces de vida en el mundo actual.

- 55 -

109. Los desafíos están para superarlos. Seamos realistas, pero sin perder

la alegría, la audacia y la entrega esperanzada. ¡No nos dejemos robar la

fuerza misionera!

- 56 -

Capítulo tercero

El anuncio del Evangelio

110. Después de tomar en cuenta algunos desafíos de la realidad actual,

quiero recordar ahora la tarea que nos apremia en cualquier época y lugar,

porque «no puede haber auténtica evangelización sin la proclamación

explícita de que Jesús es el Señor», y sin que exista un «primado de la

proclamación de Jesucristo en cualquier actividad de evangelización».77

Recogiendo las inquietudes de los Obispos asiáticos, Juan Pablo II expresó

que, si la Iglesia «debe cumplir su destino providencial, la evangelización,

como predicación alegre, paciente y progresiva de la muerte y resurrección

salvífica de Jesucristo, debe ser vuestra prioridad absoluta».78 Esto vale

para todos.

I. Todo el Pueblo de Dios anuncia el Evangelio

111. La evangelización es tarea de la Iglesia. Pero este sujeto de la

evangelización es más que una institución orgánica y jerárquica, porque es

ante todo un pueblo que peregrina hacia Dios. Es ciertamente un misterio

que hunde sus raíces en la Trinidad, pero tiene su concreción histórica en

un pueblo peregrino y evangelizador, lo cual siempre trasciende toda

necesaria expresión institucional. Propongo detenernos un poco en esta

forma de entender la Iglesia, que tiene su fundamento último en la libre y

gratuita iniciativa de Dios.

Un pueblo para todos

112. La salvación que Dios nos ofrece es obra de su misericordia. No hay

acciones humanas, por más buenas que sean, que nos hagan merecer un

don tan grande. Dios, por pura gracia, nos atrae para unirnos a sí.79 Él

envía su Espíritu a nuestros corazones para hacernos sus hijos, para

transformarnos y para volvernos capaces de responder con nuestra vida a

ese amor. La Iglesia es enviada por Jesucristo como sacramento de la

77 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Asia (6 noviembre 1999), 19: AAS 92 (2000),

478.

78 Ibíd., 2: AAS 92 (2000), 451.

79 Cf. Propositio 4.

- 57 -

salvación ofrecida por Dios.80 Ella, a través de sus acciones

evangelizadoras, colabora como instrumento de la gracia divina que actúa

incesantemente más allá de toda posible supervisión. Bien lo expresaba

Benedicto XVI al abrir las reflexiones del Sínodo: «Es importante saber que

la primera palabra, la iniciativa verdadera, la actividad verdadera viene de

Dios y sólo si entramos en esta iniciativa divina, sólo si imploramos esta

iniciativa divina, podremos también ser –con Él y en Él– evangelizadores».81

El principio de la primacía de la gracia debe ser un faro que alumbre

permanentemente nuestras reflexiones sobre la evangelización.

113. Esta salvación, que realiza Dios y anuncia gozosamente la Iglesia, es

para todos,82 y Dios ha gestado un camino para unirse a cada uno de los

seres humanos de todos los tiempos. Ha elegido convocarlos como pueblo y

no como seres aislados.83 Nadie se salva solo, esto es, ni como individuo

aislado ni por sus propias fuerzas. Dios nos atrae teniendo en cuenta la

compleja trama de relaciones interpersonales que supone la vida en una

comunidad humana. Este pueblo que Dios se ha elegido y convocado es la

Iglesia. Jesús no dice a los Apóstoles que formen un grupo exclusivo, un

grupo de élite. Jesús dice: «Id y haced que todos los pueblos sean mis

discípulos» (Mt 28,19). San Pablo afirma que en el Pueblo de Dios, en la

Iglesia, «no hay ni judío ni griego [...] porque todos vosotros sois uno en

Cristo Jesús» (Ga 3,28). Me gustaría decir a aquellos que se sienten lejos de

Dios y de la Iglesia, a los que son temerosos o a los indiferentes: ¡El Señor

también te llama a ser parte de su pueblo y lo hace con gran respeto y

amor!

114. Ser Iglesia es ser Pueblo de Dios, de acuerdo con el gran proyecto de

amor del Padre. Esto implica ser el fermento de Dios en medio de la

humanidad. Quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios en este

mundo nuestro, que a menudo se pierde, necesitado de tener respuestas

que alienten, que den esperanza, que den nuevo vigor en el camino. La

80 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 1.

81 BENEDICTO XVI, Meditación en la primera Congregación general de la XIII Asamblea General

Ordinaria del Sínodo de los Obispos (8 octubre 2012): AAS 104 (2012), 897.

82 Cf. Propositio 6; CONC. ECUM. VAT. II, Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo

actual, 22

83 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 9.

- 58 -

Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el

mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según

la vida buena del Evangelio.

Un pueblo con muchos rostros

115. Este Pueblo de Dios se encarna en los pueblos de la tierra, cada uno

de los cuales tiene su cultura propia. La noción de cultura es una valiosa

herramienta para entender las diversas expresiones de la vida cristiana que

se dan en el Pueblo de Dios. Se trata del estilo de vida que tiene una

sociedad determinada, del modo propio que tienen sus miembros de

relacionarse entre sí, con las demás criaturas y con Dios. Así entendida, la

cultura abarca la totalidad de la vida de un pueblo.84 Cada pueblo, en su

devenir histórico, desarrolla su propia cultura con legítima autonomía.85

Esto se debe a que la persona humana «por su misma naturaleza, tiene

absoluta necesidad de la vida social»,86 y está siempre referida a la

sociedad, donde vive un modo concreto de relacionarse con la realidad. El

ser humano está siempre culturalmente situado: «naturaleza y cultura se

hallan unidas estrechísimamente».87 La gracia supone la cultura, y el don

de Dios se encarna en la cultura de quien lo recibe.

116. En estos dos milenios de cristianismo, innumerable cantidad de

pueblos han recibido la gracia de la fe, la han hecho florecer en su vida

cotidiana y la han transmitido según sus modos culturales propios.

Cuando una comunidad acoge el anuncio de la salvación, el Espíritu Santo

fecunda su cultura con la fuerza transformadora del Evangelio. De modo

que, como podemos ver en la historia de la Iglesia, el cristianismo no tiene

un único modo cultural, sino que, «permaneciendo plenamente uno mismo,

en total fidelidad al anuncio evangélico y a la tradición eclesial, llevará

consigo también el rostro de tantas culturas y de tantos pueblos en que ha

sido acogido y arraigado».88 En los distintos pueblos, que experimentan el

84 Cf. III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de

Puebla, 386-387.

85 CONC. ECUM. VAT. II, Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 36.

86 Ibíd., 25.

87 Ibíd., 53.

88 JUAN PABLO II, Carta ap. Novo Millennio ineunte (6 enero 2001), 40: AAS 93 (2001), 294-295.

- 59 -

don de Dios según su propia cultura, la Iglesia expresa su genuina

catolicidad y muestra «la belleza de este rostro pluriforme».89 En las

manifestaciones cristianas de un pueblo evangelizado, el Espíritu Santo

embellece a la Iglesia, mostrándole nuevos aspectos de la Revelación y

regalándole un nuevo rostro. En la inculturación, la Iglesia «introduce a los

pueblos con sus culturas en su misma comunidad»,90 porque «toda cultura

propone valores y formas positivas que pueden enriquecer la manera de

anunciar, concebir y vivir el Evangelio».91 Así, «la Iglesia, asumiendo los

valores de las diversas culturas, se hace “sponsa ornata monilibus suis”, “la

novia que se adorna con sus joyas” (cf. Is 61,10)».92

117. Bien entendida, la diversidad cultural no amenaza la unidad de la

Iglesia. Es el Espíritu Santo, enviado por el Padre y el Hijo, quien

transforma nuestros corazones y nos hace capaces de entrar en la

comunión perfecta de la Santísima Trinidad, donde todo encuentra su

unidad. Él construye la comunión y la armonía del Pueblo de Dios. El

mismo Espíritu Santo es la armonía, así como es el vínculo de amor entre

el Padre y el Hijo.93 Él es quien suscita una múltiple y diversa riqueza de

dones y al mismo tiempo construye una unidad que nunca es uniformidad

sino multiforme armonía que atrae. La evangelización reconoce

gozosamente estas múltiples riquezas que el Espíritu engendra en la

Iglesia. No haría justicia a la lógica de la encarnación pensar en un

cristianismo monocultural y monocorde. Si bien es verdad que algunas

culturas han estado estrechamente ligadas a la predicación del Evangelio y

al desarrollo de un pensamiento cristiano, el mensaje revelado no se

identifica con ninguna de ellas y tiene un contenido transcultural. Por ello,

en la evangelización de nuevas culturas o de culturas que no han acogido

la predicación cristiana, no es indispensable imponer una determinada

forma cultural, por más bella y antigua que sea, junto con la propuesta del

89 Ibíd., 40: AAS 93 (2001), 295.

90 JUAN PABLO II, Carta enc. Redemptoris missio (7 diciembre 1990), 52: AAS 83 (1991), 300. Cf.

Exhort. ap. Catechesi Tradendae (16 octubre 1979), 53: AAS 71 (1979), 1321.

91 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Oceania (22 noviembre 2001), 16: AAS 94

(2002), 384.

92 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Africa (14 septiembre 1995), 61: AAS 88

(1996), 39.

93 Cf. SANTO TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae, I, q. 39, art. 8 cons. 2: «Excluido el Espíritu

Santo, que es el nexo de ambos, no se puede entender la unidad de conexión entre el Padre y el

Hijo»; cf. también I, q. 37, art. 1, ad 3.

- 60 -

Evangelio. El mensaje que anunciamos siempre tiene algún ropaje cultural,

pero a veces en la Iglesia caemos en la vanidosa sacralización de la propia

cultura, con lo cual podemos mostrar más fanatismo que auténtico fervor

evangelizador.

118. Los Obispos de Oceanía pidieron que allí la Iglesia «desarrolle una

comprensión y una presentación de la verdad de Cristo que arranque de

las tradiciones y culturas de la región», e instaron «a todos los misioneros a

operar en armonía con los cristianos indígenas para asegurar que la fe y la

vida de la Iglesia se expresen en formas legítimas adecuadas a cada

cultura».94 No podemos pretender que los pueblos de todos los continentes,

al expresar la fe cristiana, imiten los modos que encontraron los pueblos

europeos en un determinado momento de la historia, porque la fe no puede

encerrarse dentro de los confines de la comprensión y de la expresión de

una cultura.95 Es indiscutible que una sola cultura no agota el misterio de

la redención de Cristo.

Todos somos discípulos misioneros

119. En todos los bautizados, desde el primero hasta el último, actúa la

fuerza santificadora del Espíritu que impulsa a evangelizar. El Pueblo de

Dios es santo por esta unción que lo hace infalible «in credendo». Esto

significa que cuando cree no se equivoca, aunque no encuentre palabras

para explicar su fe. El Espíritu lo guía en la verdad y lo conduce a la

salvación.96 Como parte de su misterio de amor hacia la humanidad, Dios

dota a la totalidad de los fieles de un instinto de la fe –el sensus fidei– que

los ayuda a discernir lo que viene realmente de Dios. La presencia del

Espíritu otorga a los cristianos una cierta connaturalidad con las

realidades divinas y una sabiduría que los permite captarlas

intuitivamente, aunque no tengan el instrumental adecuado para

expresarlas con precisión.

94 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Oceania (22 noviembre 2001), 17: AAS 94

(2002), 385.

95 Cf. JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Asia (6 noviembre 1999), 20: AAS 92

(2000), 480.

96 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 12.

- 61 -

120. En virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se

ha convertido en discípulo misionero (cf. Mt 28,19). Cada uno de los

bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de

ilustración de su fe, es un agente evangelizador, y sería inadecuado pensar

en un esquema de evangelización llevado adelante por actores calificados

donde el resto del pueblo fiel sea sólo receptivo de sus acciones. La nueva

evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los

bautizados. Esta convicción se convierte en un llamado dirigido a cada

cristiano, para que nadie postergue su compromiso con la evangelización,

pues si uno de verdad ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo

salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no

puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones. Todo

cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor

de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos «discípulos» y

«misioneros», sino que somos siempre «discípulos misioneros». Si no nos

convencemos, miremos a los primeros discípulos, quienes inmediatamente

después de conocer la mirada de Jesús, salían a proclamarlo gozosos:

«¡Hemos encontrado al Mesías!» (Jn 1,41). La samaritana, apenas salió de

su diálogo con Jesús, se convirtió en misionera, y muchos samaritanos

creyeron en Jesús «por la palabra de la mujer» (Jn 4,39). También san

Pablo, a partir de su encuentro con Jesucristo, «enseguida se puso a

predicar que Jesús era el Hijo de Dios» (Hch 9,20). ¿A qué esperamos

nosotros?

121. Por supuesto que todos estamos llamados a crecer como

evangelizadores. Procuramos al mismo tiempo una mejor formación, una

profundización de nuestro amor y un testimonio más claro del Evangelio.

En ese sentido, todos tenemos que dejar que los demás nos evangelicen

constantemente; pero eso no significa que debamos postergar la misión

evangelizadora, sino que encontremos el modo de comunicar a Jesús que

corresponda a la situación en que nos hallemos. En cualquier caso, todos

somos llamados a ofrecer a los demás el testimonio explícito del amor

salvífico del Señor, que más allá de nuestras imperfecciones nos ofrece su

cercanía, su Palabra, su fuerza, y le da un sentido a nuestra vida. Tu

corazón sabe que no es lo mismo la vida sin Él, entonces eso que has

descubierto, eso que te ayuda a vivir y que te da una esperanza, eso es lo

- 62 -

que necesitas comunicar a los otros. Nuestra imperfección no debe ser una

excusa; al contrario, la misión es un estímulo constante para no quedarse

en la mediocridad y para seguir creciendo. El testimonio de fe que todo

cristiano está llamado a ofrecer implica decir como san Pablo: «No es que lo

tenga ya conseguido o que ya sea perfecto, sino que continúo mi carrera

[...] y me lanzo a lo que está por delante» (Flp 3,12-13).

La fuerza evangelizadora de la piedad popular

122. Del mismo modo, podemos pensar que los distintos pueblos en los

que ha sido inculturado el Evangelio son sujetos colectivos activos, agentes

de la evangelización. Esto es así porque cada pueblo es el creador de su

cultura y el protagonista de su historia. La cultura es algo dinámico, que

un pueblo recrea permanentemente, y cada generación le transmite a la

siguiente un sistema de actitudes ante las distintas situaciones

existenciales, que ésta debe reformular frente a sus propios desafíos. El ser

humano «es al mismo tiempo hijo y padre de la cultura a la que

pertenece».97 Cuando en un pueblo se ha inculturado el Evangelio, en su

proceso de transmisión cultural también transmite la fe de maneras

siempre nuevas; de aquí la importancia de la evangelización entendida

como inculturación. Cada porción del Pueblo de Dios, al traducir en su

vida el don de Dios según su genio propio, da testimonio de la fe recibida y

la enriquece con nuevas expresiones que son elocuentes. Puede decirse que

«el pueblo se evangeliza continuamente a sí mismo».98 Aquí toma

importancia la piedad popular, verdadera expresión de la acción misionera

espontánea del Pueblo de Dios. Se trata de una realidad en permanente

desarrollo, donde el Espíritu Santo es el agente principal.99

123. En la piedad popular puede percibirse el modo en que la fe recibida se

encarnó en una cultura y se sigue transmitiendo. En algún tiempo mirada

con desconfianza, ha sido objeto de revalorización en las décadas

97 JUAN PABLO II, Carta enc. Fides et ratio (14 septiembre 1998), 71: AAS 91 (1999), 60.

98 III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de Puebla,

450; cf. V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de

Aparecida, 264.

99 Cf. JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Asia (6 noviembre 1999), 21: AAS 92

(2000), 483.

- 63 -

posteriores al Concilio. Fue Pablo VI en su Exhortación apostólica Evangelii

Nuntiandi quien dio un impulso decisivo en ese sentido. Allí explica que la

piedad popular «refleja una sed de Dios que solamente los pobres y

sencillos pueden conocer»100 y que «hace capaz de generosidad y sacrificio

hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe».101 Más cerca de

nuestros días, Benedicto XVI, en América Latina, señaló que se trata de un

«precioso tesoro de la Iglesia católica» y que en ella «aparece el alma de los

pueblos latinoamericanos».102

124. En el Documento de Aparecida se describen las riquezas que el

Espíritu Santo despliega en la piedad popular con su iniciativa gratuita. En

ese amado continente, donde gran cantidad de cristianos expresan su fe a

través de la piedad popular, los Obispos la llaman también «espiritualidad

popular» o «mística popular».103 Se trata de una verdadera «espiritualidad

encarnada en la cultura de los sencillos».104 No está vacía de contenidos,

sino que los descubre y expresa más por la vía simbólica que por el uso de

la razón instrumental, y en el acto de fe se acentúa más el credere in Deum

que el credere Deum.105 Es «una manera legítima de vivir la fe, un modo de

sentirse parte de la Iglesia, y una forma de ser misioneros»;106 conlleva la

gracia de la misionariedad, del salir de sí y del peregrinar: «El caminar

juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la

piedad popular, también llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí

mismo un gesto evangelizador».107 ¡No coartemos ni pretendamos controlar

esa fuerza misionera!

125. Para entender esta realidad hace falta acercarse a ella con la mirada

del Buen Pastor, que no busca juzgar sino amar. Sólo desde la

connaturalidad afectiva que da el amor podemos apreciar la vida teologal

presente en la piedad de los pueblos cristianos, especialmente en sus

100 N. 48: AAS 68 (1976), 38.

101 Ibíd.

102 BENEDICTO XVI, Discurso en la Sesión inaugural de la V Conferencia general del Episcopado

Latinoamericano y del Caribe (13 mayo 2007), 1: AAS 99 (2007), 446-447.

103 V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de

Aparecida, 262.

104 Ibíd., 263.

105 Cf. SANTO TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae II-II, q. 2, art. 2.

106 V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de

Aparecida, 264.

107 Ibíd.

- 64 -

pobres. Pienso en la fe firme de esas madres al pie del lecho del hijo

enfermo que se aferran a un rosario aunque no sepan hilvanar las

proposiciones del Credo, o en tanta carga de esperanza derramada en una

vela que se enciende en un humilde hogar para pedir ayuda a María, o en

esas miradas de amor entrañable al Cristo crucificado. Quien ama al santo

Pueblo fiel de Dios no puede ver estas acciones sólo como una búsqueda

natural de la divinidad. Son la manifestación de una vida teologal animada

por la acción del Espíritu Santo que ha sido derramado en nuestros

corazones (cf. Rm 5,5).

126. En la piedad popular, por ser fruto del Evangelio inculturado, subyace

una fuerza activamente evangelizadora que no podemos menospreciar:

sería desconocer la obra del Espíritu Santo. Más bien estamos llamados a

alentarla y fortalecerla para profundizar el proceso de inculturación que es

una realidad nunca acabada. Las expresiones de la piedad popular tienen

mucho que enseñarnos y, para quien sabe leerlas, son un lugar teológico al

que debemos prestar atención, particularmente a la hora de pensar la

nueva evangelización.

Persona a persona

127. Hoy que la Iglesia quiere vivir una profunda renovación misionera,

hay una forma de predicación que nos compete a todos como tarea

cotidiana. Se trata de llevar el Evangelio a las personas que cada uno trata,

tanto a los más cercanos como a los desconocidos. Es la predicación

informal que se puede realizar en medio de una conversación y también es

la que realiza un misionero cuando visita un hogar. Ser discípulo es tener

la disposición permanente de llevar a otros el amor de Jesús y eso se

produce espontáneamente en cualquier lugar: en la calle, en la plaza, en el

trabajo, en un camino.

128. En esta predicación, siempre respetuosa y amable, el primer momento

es un diálogo personal, donde la otra persona se expresa y comparte sus

alegrías, sus esperanzas, las inquietudes por sus seres queridos y tantas

cosas que llenan el corazón. Sólo después de esta conversación es posible

presentarle la Palabra, sea con la lectura de algún versículo o de un modo

- 65 -

narrativo, pero siempre recordando el anuncio fundamental: el amor

personal de Dios que se hizo hombre, se entregó por nosotros y está vivo

ofreciendo su salvación y su amistad. Es el anuncio que se comparte con

una actitud humilde y testimonial de quien siempre sabe aprender, con la

conciencia de que ese mensaje es tan rico y tan profundo que siempre nos

supera. A veces se expresa de manera más directa, otras veces a través de

un testimonio personal, de un relato, de un gesto o de la forma que el

mismo Espíritu Santo pueda suscitar en una circunstancia concreta. Si

parece prudente y se dan las condiciones, es bueno que este encuentro

fraterno y misionero termine con una breve oración que se conecte con las

inquietudes que la persona ha manifestado. Así, percibirá mejor que ha

sido escuchada e interpretada, que su situación queda en la presencia de

Dios, y reconocerá que la Palabra de Dios realmente le habla a su propia

existencia.

129. No hay que pensar que el anuncio evangélico deba transmitirse

siempre con determinadas fórmulas aprendidas, o con palabras precisas

que expresen un contenido absolutamente invariable. Se transmite de

formas tan diversas que sería imposible describirlas o catalogarlas, donde

el Pueblo de Dios, con sus innumerables gestos y signos, es sujeto

colectivo. Por consiguiente, si el Evangelio se ha encarnado en una cultura,

ya no se comunica sólo a través del anuncio persona a persona. Esto debe

hacernos pensar que, en aquellos países donde el cristianismo es minoría,

además de alentar a cada bautizado a anunciar el Evangelio, las Iglesias

particulares deben fomentar activamente formas, al menos incipientes, de

inculturación. Lo que debe procurarse, en definitiva, es que la predicación

del Evangelio, expresada con categorías propias de la cultura donde es

anunciado, provoque una nueva síntesis con esa cultura. Aunque estos

procesos son siempre lentos, a veces el miedo nos paraliza demasiado. Si

dejamos que las dudas y temores sofoquen toda audacia, es posible que, en

lugar de ser creativos, simplemente nos quedemos cómodos y no

provoquemos avance alguno y, en ese caso, no seremos partícipes de

procesos históricos con nuestra cooperación, sino simplemente

espectadores de un estancamiento infecundo de la Iglesia.

Carismas al servicio de la comunión evangelizadora

- 66 -

130. El Espíritu Santo también enriquece a toda la Iglesia evangelizadora

con distintos carismas. Son dones para renovar y edificar la Iglesia.108 No

son un patrimonio cerrado, entregado a un grupo para que lo custodie;

más bien son regalos del Espíritu integrados en el cuerpo eclesial, atraídos

hacia el centro que es Cristo, desde donde se encauzan en un impulso

evangelizador. Un signo claro de la autenticidad de un carisma es su

eclesialidad, su capacidad para integrarse armónicamente en la vida del

santo Pueblo fiel de Dios para el bien de todos. Una verdadera novedad

suscitada por el Espíritu no necesita arrojar sombras sobre otras

espiritualidades y dones para afirmarse a sí misma. En la medida en que

un carisma dirija mejor su mirada al corazón del Evangelio, más eclesial

será su ejercicio. En la comunión, aunque duela, es donde un carisma se

vuelve auténtica y misteriosamente fecundo. Si vive este desafío, la Iglesia

puede ser un modelo para la paz en el mundo.

131. Las diferencias entre las personas y comunidades a veces son

incómodas, pero el Espíritu Santo, que suscita esa diversidad, puede sacar

de todo algo bueno y convertirlo en un dinamismo evangelizador que actúa

por atracción. La diversidad tiene que ser siempre reconciliada con la

ayuda del Espíritu Santo; sólo Él puede suscitar la diversidad, la

pluralidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, realizar la unidad. En

cambio, cuando somos nosotros los que pretendemos la diversidad y nos

encerramos en nuestros particularismos, en nuestros exclusivismos,

provocamos la división y, por otra parte, cuando somos nosotros quienes

queremos construir la unidad con nuestros planes humanos, terminamos

por imponer la uniformidad, la homologación. Esto no ayuda a la misión de

la Iglesia.

Cultura, pensamiento y educación

132. El anuncio a la cultura implica también un anuncio a las culturas

profesionales, científicas y académicas. Se trata del encuentro entre la fe,

la razón y las ciencias, que procura desarrollar un nuevo discurso de la

108 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 12.

- 67 -

credibilidad, una original apologética109 que ayude a crear las disposiciones

para que el Evangelio sea escuchado por todos. Cuando algunas categorías

de la razón y de las ciencias son acogidas en el anuncio del mensaje, esas

mismas categorías se convierten en instrumentos de evangelización; es el

agua convertida en vino. Es aquello que, asumido, no sólo es redimido sino

que se vuelve instrumento del Espíritu para iluminar y renovar el mundo.

133. Ya que no basta la preocupación del evangelizador por llegar a cada

persona, y el Evangelio también se anuncia a las culturas en su conjunto,

la teología –no sólo la teología pastoral– en diálogo con otras ciencias y

experiencias humanas, tiene gran importancia para pensar cómo hacer

llegar la propuesta del Evangelio a la diversidad de contextos culturales y

de destinatarios.110 La Iglesia, empeñada en la evangelización, aprecia y

alienta el carisma de los teólogos y su esfuerzo por la investigación

teológica, que promueve el diálogo con el mundo de las culturas y de las

ciencias. Convoco a los teólogos a cumplir este servicio como parte de la

misión salvífica de la Iglesia. Pero es necesario que, para tal propósito,

lleven en el corazón la finalidad evangelizadora de la Iglesia y también de la

teología, y no se contenten con una teología de escritorio.

134. Las Universidades son un ámbito privilegiado para pensar y

desarrollar este empeño evangelizador de un modo interdisciplinario e

integrador. Las escuelas católicas, que intentan siempre conjugar la tarea

educativa con el anuncio explícito del Evangelio, constituyen un aporte

muy valioso a la evangelización de la cultura, aun en los países y ciudades

donde una situación adversa nos estimule a usar nuestra creatividad para

encontrar los caminos adecuados.111

II. La homilía

135. Consideremos ahora la predicación dentro de la liturgia, que requiere

una seria evaluación de parte de los Pastores. Me detendré

109 Cf. Propositio 17.

110 Cf. Propositio 30.

111 Cf. Propositio 27.

- 68 -

particularmente, y hasta con cierta meticulosidad, en la homilía y su

preparación, porque son muchos los reclamos que se dirigen en relación

con este gran ministerio y no podemos hacer oídos sordos. La homilía es la

piedra de toque para evaluar la cercanía y la capacidad de encuentro de un

Pastor con su pueblo. De hecho, sabemos que los fieles le dan mucha

importancia; y ellos, como los mismos ministros ordenados, muchas veces

sufren, unos al escuchar y otros al predicar. Es triste que así sea. La

homilía puede ser realmente una intensa y feliz experiencia del Espíritu, un

reconfortante encuentro con la Palabra, una fuente constante de

renovación y de crecimiento.

136. Renovemos nuestra confianza en la predicación, que se funda en la

convicción de que es Dios quien quiere llegar a los demás a través del

predicador y de que Él despliega su poder a través de la palabra humana.

San Pablo habla con fuerza sobre la necesidad de predicar, porque el Señor

ha querido llegar a los demás también mediante nuestra palabra (cf. Rm

10,14-17). Con la palabra, nuestro Señor se ganó el corazón de la gente.

Venían a escucharlo de todas partes (cf. Mc 1,45). Se quedaban

maravillados bebiendo sus enseñanzas (cf. Mc 6,2). Sentían que les

hablaba como quien tiene autoridad (cf. Mc 1,27). Con la palabra, los

Apóstoles, a los que instituyó «para que estuvieran con él, y para enviarlos

a predicar» (Mc 3,14), atrajeron al seno de la Iglesia a todos los pueblos (cf.

Mc 16,15.20).

El contexto litúrgico

137. Cabe recordar ahora que «la proclamación litúrgica de la Palabra de

Dios, sobre todo en el contexto de la asamblea eucarística, no es tanto un

momento de meditación y de catequesis, sino que es el diálogo de Dios con

su pueblo, en el cual son proclamadas las maravillas de la salvación y

propuestas siempre de nuevo las exigencias de la alianza».112 Hay una

valoración especial de la homilía que proviene de su contexto eucarístico,

que supera a toda catequesis por ser el momento más alto del diálogo entre

Dios y su pueblo, antes de la comunión sacramental. La homilía es un

112 JUAN PABLO II, Carta ap. Dies Domini (31 mayo 1998), 41: AAS 90 (1998), 738-739.

- 69 -

retomar ese diálogo que ya está entablado entre el Señor y su pueblo. El

que predica debe reconocer el corazón de su comunidad para buscar dónde

está vivo y ardiente el deseo de Dios, y también dónde ese diálogo, que era

amoroso, fue sofocado o no pudo dar fruto.

138. La homilía no puede ser un espectáculo entretenido, no responde a la

lógica de los recursos mediáticos, pero debe darle el fervor y el sentido a la

celebración. Es un género peculiar, ya que se trata de una predicación

dentro del marco de una celebración litúrgica; por consiguiente, debe ser

breve y evitar parecerse a una charla o una clase. El predicador puede ser

capaz de mantener el interés de la gente durante una hora, pero así su

palabra se vuelve más importante que la celebración de la fe. Si la homilía

se prolongara demasiado, afectaría dos características de la celebración

litúrgica: la armonía entre sus partes y el ritmo. Cuando la predicación se

realiza dentro del contexto de la liturgia, se incorpora como parte de la

ofrenda que se entrega al Padre y como mediación de la gracia que Cristo

derrama en la celebración. Este mismo contexto exige que la predicación

oriente a la asamblea, y también al predicador, a una comunión con Cristo

en la Eucaristía que transforme la vida. Esto reclama que la palabra del

predicador no ocupe un lugar excesivo, de manera que el Señor brille más

que el ministro.

La conversación de la madre

139. Dijimos que el Pueblo de Dios, por la constante acción del Espíritu en

él, se evangeliza continuamente a sí mismo. ¿Qué implica esta convicción

para el predicador? Nos recuerda que la Iglesia es madre y predica al

pueblo como una madre que le habla a su hijo, sabiendo que el hijo confía

que todo lo que se le enseñe será para bien porque se sabe amado.

Además, la buena madre sabe reconocer todo lo que Dios ha sembrado en

su hijo, escucha sus inquietudes y aprende de él. El espíritu de amor que

reina en una familia guía tanto a la madre como al hijo en sus diálogos,

donde se enseña y aprende, se corrige y se valora lo bueno; así también

ocurre en la homilía. El Espíritu, que inspiró los Evangelios y que actúa en

el Pueblo de Dios, inspira también cómo hay que escuchar la fe del pueblo

y cómo hay que predicar en cada Eucaristía. La prédica cristiana, por

- 70 -

tanto, encuentra en el corazón cultural del pueblo una fuente de agua viva

para saber lo que tiene que decir y para encontrar el modo como tiene que

decirlo. Así como a todos nos gusta que se nos hable en nuestra lengua

materna, así también en la fe nos gusta que se nos hable en clave de

«cultura materna», en clave de dialecto materno (cf. 2 M 7,21.27), y el

corazón se dispone a escuchar mejor. Esta lengua es un tono que

transmite ánimo, aliento, fuerza, impulso.

140. Este ámbito materno-eclesial en el que se desarrolla el diálogo del

Señor con su pueblo debe favorecerse y cultivarse mediante la cercanía

cordial del predicador, la calidez de su tono de voz, la mansedumbre del

estilo de sus frases, la alegría de sus gestos. Aun las veces que la homilía

resulte algo aburrida, si está presente este espíritu materno-eclesial,

siempre será fecunda, así como los aburridos consejos de una madre dan

fruto con el tiempo en el corazón de los hijos.

141. Uno se admira de los recursos que tenía el Señor para dialogar con su

pueblo, para revelar su misterio a todos, para cautivar a gente común con

enseñanzas tan elevadas y de tanta exigencia. Creo que el secreto se

esconde en esa mirada de Jesús hacia el pueblo, más allá de sus

debilidades y caídas: «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le

ha parecido bien daros el Reino» (Lc 12,32); Jesús predica con ese espíritu.

Bendice lleno de gozo en el Espíritu al Padre que le atrae a los pequeños:

«Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo

ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, se las has revelado a

pequeños» (Lc 10,21). El Señor se complace de verdad en dialogar con su

pueblo y al predicador le toca hacerle sentir este gusto del Señor a su

gente.

Palabras que hacen arder los corazones

142. Un diálogo es mucho más que la comunicación de una verdad. Se

realiza por el gusto de hablar y por el bien concreto que se comunica entre

los que se aman por medio de las palabras. Es un bien que no consiste en

cosas, sino en las personas mismas que mutuamente se dan en el diálogo.

La predicación puramente moralista o adoctrinadora, y también la que se

- 71 -

convierte en una clase de exégesis, reducen esta comunicación entre

corazones que se da en la homilía y que tiene que tener un carácter cuasi

sacramental: «La fe viene de la predicación, y la predicación, por la Palabra

de Cristo» (Rm 10,17). En la homilía, la verdad va de la mano de la belleza y

del bien. No se trata de verdades abstractas o de fríos silogismos, porque se

comunica también la belleza de las imágenes que el Señor utilizaba para

estimular a la práctica del bien. La memoria del pueblo fiel, como la de

María, debe quedar rebosante de las maravillas de Dios. Su corazón,

esperanzado en la práctica alegre y posible del amor que se le comunicó,

siente que toda palabra en la Escritura es primero don antes que exigencia.

143. El desafío de una prédica inculturada está en evangelizar la síntesis,

no ideas o valores sueltos. Donde está tu síntesis, allí está tu corazón. La

diferencia entre iluminar el lugar de síntesis e iluminar ideas sueltas es la

misma que hay entre el aburrimiento y el ardor del corazón. El predicador

tiene la hermosísima y difícil misión de aunar los corazones que se aman,

el del Señor y los de su pueblo. El diálogo entre Dios y su pueblo afianza

más la alianza entre ambos y estrecha el vínculo de la caridad. Durante el

tiempo que dura la homilía, los corazones de los creyentes hacen silencio y

lo dejan hablar a Él. El Señor y su pueblo se hablan de mil maneras

directamente, sin intermediarios. Pero en la homilía quieren que alguien

haga de instrumento y exprese los sentimientos, de manera tal que

después cada uno elija por dónde sigue su conversación. La palabra es

esencialmente mediadora y requiere no sólo de los dos que dialogan sino de

un predicador que la represente como tal, convencido de que «no nos

predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a

nosotros como siervos vuestros por Jesús» (2 Co 4,5).

144. Hablar de corazón implica tenerlo no sólo ardiente, sino iluminado por

la integridad de la Revelación y por el camino que esa Palabra ha recorrido

en el corazón de la Iglesia y de nuestro pueblo fiel a lo largo de su historia.

La identidad cristiana, que es ese abrazo bautismal que nos dio de

pequeños el Padre, nos hace anhelar, como hijos pródigos –y predilectos en

María–, el otro abrazo, el del Padre misericordioso que nos espera en la

gloria. Hacer que nuestro pueblo se sienta como en medio de estos dos

abrazos es la dura pero hermosa tarea del que predica el Evangelio.

- 72 -

III. La preparación de la predicación

145. La preparación de la predicación es una tarea tan importante que

conviene dedicarle un tiempo prolongado de estudio, oración, reflexión y

creatividad pastoral. Con mucho cariño quiero detenerme a proponer un

camino de preparación de la homilía. Son indicaciones que para algunos

podrán parecer obvias, pero considero conveniente sugerirlas para recordar

la necesidad de dedicar un tiempo de calidad a este precioso ministerio.

Algunos párrocos suelen plantear que esto no es posible debido a la

multitud de tareas que deben realizar; sin embargo, me atrevo a pedir que

todas las semanas se dedique a esta tarea un tiempo personal y

comunitario suficientemente prolongado, aunque deba darse menos tiempo

a otras tareas también importantes. La confianza en el Espíritu Santo que

actúa en la predicación no es meramente pasiva, sino activa y creativa.

Implica ofrecerse como instrumento (cf. Rm 12,1), con todas las propias

capacidades, para que puedan ser utilizadas por Dios. Un predicador que

no se prepara no es «espiritual»; es deshonesto e irresponsable con los

dones que ha recibido.

El culto a la verdad

146. El primer paso, después de invocar al Espíritu Santo, es prestar toda

la atención al texto bíblico, que debe ser el fundamento de la predicación.

Cuando uno se detiene a tratar de comprender cuál es el mensaje de un

texto, ejercita el «culto a la verdad».113 Es la humildad del corazón que

reconoce que la Palabra siempre nos trasciende, que no somos «ni los

dueños, ni los árbitros, sino los depositarios, los heraldos, los

servidores».114 Esa actitud de humilde y asombrada veneración de la

Palabra se expresa deteniéndose a estudiarla con sumo cuidado y con un

santo temor de manipularla. Para poder interpretar un texto bíblico hace

falta paciencia, abandonar toda ansiedad y darle tiempo, interés y

dedicación gratuita. Hay que dejar de lado cualquier preocupación que nos

113 PABLO VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975), 78: AAS 68 (1976), 71.

114 Ibíd.

- 73 -

domine para entrar en otro ámbito de serena atención. No vale la pena

dedicarse a leer un texto bíblico si uno quiere obtener resultados rápidos,

fáciles o inmediatos. Por eso, la preparación de la predicación requiere

amor. Uno sólo le dedica un tiempo gratuito y sin prisa a las cosas o a las

personas que ama; y aquí se trata de amar a Dios que ha querido hablar. A

partir de ese amor, uno puede detenerse todo el tiempo que sea necesario,

con una actitud de discípulo: «Habla, Señor, que tu siervo escucha» (1 S

3,9).

147. Ante todo conviene estar seguros de comprender adecuadamente el

significado de las palabras que leemos. Quiero insistir en algo que parece

evidente pero que no siempre es tenido en cuenta: el texto bíblico que

estudiamos tiene dos mil o tres mil años, su lenguaje es muy distinto del

que utilizamos ahora. Por más que nos parezca entender las palabras, que

están traducidas a nuestra lengua, eso no significa que comprendemos

correctamente cuanto quería expresar el escritor sagrado. Son conocidos

los diversos recursos que ofrece el análisis literario: prestar atención a las

palabras que se repiten o se destacan, reconocer la estructura y el

dinamismo propio de un texto, considerar el lugar que ocupan los

personajes, etc. Pero la tarea no apunta a entender todos los pequeños

detalles de un texto, lo más importante es descubrir cuál es el mensaje

principal, el que estructura el texto y le da unidad. Si el predicador no

realiza este esfuerzo, es posible que su predicación tampoco tenga unidad

ni orden; su discurso será sólo una suma de diversas ideas desarticuladas

que no terminarán de movilizar a los demás. El mensaje central es aquello

que el autor en primer lugar ha querido transmitir, lo cual implica no sólo

reconocer una idea, sino también el efecto que ese autor ha querido

producir. Si un texto fue escrito para consolar, no debería ser utilizado

para corregir errores; si fue escrito para exhortar, no debería ser utilizado

para adoctrinar; si fue escrito para enseñar algo sobre Dios, no debería ser

utilizado para explicar diversas opiniones teológicas; si fue escrito para

motivar la alabanza o la tarea misionera, no lo utilicemos para informar

acerca de las últimas noticias.

148. Es verdad que, para entender adecuadamente el sentido del mensaje

central de un texto, es necesario ponerlo en conexión con la enseñanza de

- 74 -

toda la Biblia, transmitida por la Iglesia. Éste es un principio importante de

la interpretación bíblica, que tiene en cuenta que el Espíritu Santo no

inspiró sólo una parte, sino la Biblia entera, y que en algunas cuestiones el

pueblo ha crecido en su comprensión de la voluntad de Dios a partir de la

experiencia vivida. Así se evitan interpretaciones equivocadas o parciales,

que nieguen otras enseñanzas de las mismas Escrituras. Pero esto no

significa debilitar el acento propio y específico del texto que corresponde

predicar. Uno de los defectos de una predicación tediosa e ineficaz es

precisamente no poder transmitir la fuerza propia del texto que se ha

proclamado.

La personalización de la Palabra

149. El predicador «debe ser el primero en tener una gran familiaridad

personal con la Palabra de Dios: no le basta conocer su aspecto lingüístico

o exegético, que es también necesario; necesita acercarse a la Palabra con

un corazón dócil y orante, para que ella penetre a fondo en sus

pensamientos y sentimientos y engendre dentro de sí una mentalidad

nueva».115 Nos hace bien renovar cada día, cada domingo, nuestro fervor al

preparar la homilía, y verificar si en nosotros mismos crece el amor por la

Palabra que predicamos. No es bueno olvidar que «en particular, la mayor o

menor santidad del ministro influye realmente en el anuncio de la

Palabra».116 Como dice san Pablo, «predicamos no buscando agradar a los

hombres, sino a Dios, que examina nuestros corazones» (1 Ts 2,4). Si está

vivo este deseo de escuchar primero nosotros la Palabra que tenemos que

predicar, ésta se transmitirá de una manera u otra al Pueblo fiel de Dios:

«de la abundancia del corazón habla la boca» (Mt 12,34). Las lecturas del

domingo resonarán con todo su esplendor en el corazón del pueblo si

primero resonaron así en el corazón del Pastor.

150. Jesús se irritaba frente a esos pretendidos maestros, muy exigentes

con los demás, que enseñaban la Palabra de Dios, pero no se dejaban

iluminar por ella: «Atan cargas pesadas y las ponen sobre los hombros de

115 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Pastores dabo vobis (25 marzo 1992), 26: AAS 84 (1992),

698.

116 Ibíd., 25: AAS 84 (1992), 696.

- 75 -

los demás, mientras ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo» (Mt

23,4). El Apóstol Santiago exhortaba: «No os hagáis maestros muchos de

vosotros, hermanos míos, sabiendo que tendremos un juicio más severo»

(3,1). Quien quiera predicar, primero debe estar dispuesto a dejarse

conmover por la Palabra y a hacerla carne en su existencia concreta. De

esta manera, la predicación consistirá en esa actividad tan intensa y

fecunda que es «comunicar a otros lo que uno ha contemplado».117 Por todo

esto, antes de preparar concretamente lo que uno va a decir en la

predicación, primero tiene que aceptar ser herido por esa Palabra que

herirá a los demás, porque es una Palabra viva y eficaz, que como una

espada, «penetra hasta la división del alma y el espíritu, articulaciones y

médulas, y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón» (Hb 4,12).

Esto tiene un valor pastoral. También en esta época la gente prefiere

escuchar a los testigos: «tiene sed de autenticidad […] Exige a los

evangelizadores que le hablen de un Dios a quien ellos conocen y tratan

familiarmente como si lo estuvieran viendo».118

151. No se nos pide que seamos inmaculados, pero sí que estemos siempre

en crecimiento, que vivamos el deseo profundo de crecer en el camino del

Evangelio, y no bajemos los brazos. Lo indispensable es que el predicador

tenga la seguridad de que Dios lo ama, de que Jesucristo lo ha salvado, de

que su amor tiene siempre la última palabra. Ante tanta belleza, muchas

veces sentirá que su vida no le da gloria plenamente y deseará

sinceramente responder mejor a un amor tan grande. Pero si no se detiene

a escuchar esa Palabra con apertura sincera, si no deja que toque su

propia vida, que le reclame, que lo exhorte, que lo movilice, si no dedica un

tiempo para orar con esa Palabra, entonces sí será un falso profeta, un

estafador o un charlatán vacío. En todo caso, desde el reconocimiento de

su pobreza y con el deseo de comprometerse más, siempre podrá entregar a

Jesucristo, diciendo como Pedro: «No tengo plata ni oro, pero lo que tengo

te lo doy» (Hch 3,6). El Señor quiere usarnos como seres vivos, libres y

creativos, que se dejan penetrar por su Palabra antes de transmitirla; su

mensaje debe pasar realmente a través del predicador, pero no sólo por su

razón, sino tomando posesión de todo su ser. El Espíritu Santo, que inspiró

117 SANTO TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae II-II, q. 188, art. 6.

118 PABLO VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975), 76: AAS 68 (1976), 68.

- 76 -

la Palabra, es quien «hoy, igual que en los comienzos de la Iglesia, actúa en

cada evangelizador que se deja poseer y conducir por Él, y pone en sus

labios las palabras que por sí solo no podría hallar».119

La lectura espiritual

152. Hay una forma concreta de escuchar lo que el Señor nos quiere decir

en su Palabra y de dejarnos transformar por el Espíritu. Es lo que

llamamos «lectio divina». Consiste en la lectura de la Palabra de Dios en un

momento de oración para permitirle que nos ilumine y nos renueve. Esta

lectura orante de la Biblia no está separada del estudio que realiza el

predicador para descubrir el mensaje central del texto; al contrario, debe

partir de allí, para tratar de descubrir qué le dice ese mismo mensaje a la

propia vida. La lectura espiritual de un texto debe partir de su sentido

literal. De otra manera, uno fácilmente le hará decir a ese texto lo que le

conviene, lo que le sirva para confirmar sus propias decisiones, lo que se

adapta a sus propios esquemas mentales. Esto, en definitiva, será utilizar

algo sagrado para el propio beneficio y trasladar esa confusión al Pueblo de

Dios. Nunca hay que olvidar que a veces «el mismo Satanás se disfraza de

ángel de luz» (2 Co 11,14).

153. En la presencia de Dios, en una lectura reposada del texto, es bueno

preguntar, por ejemplo: «Señor, ¿qué me dice a mí este texto? ¿Qué quieres

cambiar de mi vida con este mensaje? ¿Qué me molesta en este texto? ¿Por

qué esto no me interesa?», o bien: «¿Qué me agrada? ¿Qué me estimula de

esta Palabra? ¿Qué me atrae? ¿Por qué me atrae?». Cuando uno intenta

escuchar al Señor, suele haber tentaciones. Una de ellas es simplemente

sentirse molesto o abrumado y cerrarse; otra tentación muy común es

comenzar a pensar lo que el texto dice a otros, para evitar aplicarlo a la

propia vida. También sucede que uno comienza a buscar excusas que le

permitan diluir el mensaje específico de un texto. Otras veces pensamos

que Dios nos exige una decisión demasiado grande, que no estamos todavía

en condiciones de tomar. Esto lleva a muchas personas a perder el gozo en

su encuentro con la Palabra, pero sería olvidar que nadie es más paciente

119 Ibíd., 75: AAS 68 (1976), 65.

- 77 -

que el Padre Dios, que nadie comprende y espera como Él. Invita siempre a

dar un paso más, pero no exige una respuesta plena si todavía no hemos

recorrido el camino que la hace posible. Simplemente quiere que miremos

con sinceridad la propia existencia y la presentemos sin mentiras ante sus

ojos, que estemos dispuestos a seguir creciendo, y que le pidamos a Él lo

que todavía no podemos lograr.

Un oído en el pueblo

154. El predicador necesita también poner un oído en el pueblo, para

descubrir lo que los fieles necesitan escuchar. Un predicador es un

contemplativo de la Palabra y también un contemplativo del pueblo. De esa

manera, descubre «las aspiraciones, las riquezas y los límites, las maneras

de orar, de amar, de considerar la vida y el mundo, que distinguen a tal o

cual conjunto humano», prestando atención «al pueblo concreto con sus

signos y símbolos, y respondiendo a las cuestiones que plantea».120 Se trata

de conectar el mensaje del texto bíblico con una situación humana, con

algo que ellos viven, con una experiencia que necesite la luz de la Palabra.

Esta preocupación no responde a una actitud oportunista o diplomática,

sino que es profundamente religiosa y pastoral. En el fondo es una

«sensibilidad espiritual para leer en los acontecimientos el mensaje de

Dios»121 y esto es mucho más que encontrar algo interesante para decir. Lo

que se procura descubrir es «lo que el Señor desea decir en una

determinada circunstancia».122 Entonces, la preparación de la predicación

se convierte en un ejercicio de discernimiento evangélico, donde se intenta

reconocer –a la luz del Espíritu– «una llamada que Dios hace oír en una

situación histórica determinada; en ella y por medio de ella Dios llama al

creyente».123

155. En esta búsqueda es posible acudir simplemente a alguna experiencia

humana frecuente, como la alegría de un reencuentro, las desilusiones, el

miedo a la soledad, la compasión por el dolor ajeno, la inseguridad ante el

120 Ibíd., 63: AAS 68 (1976), 53.

121 Ibíd., 43: AAS 68 (1976), 33.

122 Ibíd.

123 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Pastores dabo vobis (25 marzo 1992), 10: AAS 84 (1992),

672.

- 78 -

futuro, la preocupación por un ser querido, etc.; pero hace falta ampliar la

sensibilidad para reconocer lo que tenga que ver realmente con la vida de

ellos. Recordemos que nunca hay que responder preguntas que nadie se

hace; tampoco conviene ofrecer crónicas de la actualidad para despertar

interés: para eso ya están los programas televisivos. En todo caso, es

posible partir de algún hecho para que la Palabra pueda resonar con fuerza

en su invitación a la conversión, a la adoración, a actitudes concretas de

fraternidad y de servicio, etc., porque a veces algunas personas disfrutan

escuchando comentarios sobre la realidad en la predicación, pero no por

ello se dejan interpelar personalmente.

Recursos pedagógicos

156. Algunos creen que pueden ser buenos predicadores por saber lo que

tienen que decir, pero descuidan el cómo, la forma concreta de desarrollar

una predicación. Se quejan cuando los demás no los escuchan o no los

valoran, pero quizás no se han empeñado en buscar la forma adecuada de

presentar el mensaje. Recordemos que «la evidente importancia del

contenido no debe hacer olvidar la importancia de los métodos y medios de

la evangelización».124 La preocupación por la forma de predicar también es

una actitud profundamente espiritual. Es responder al amor de Dios,

entregándonos con todas nuestras capacidades y nuestra creatividad a la

misión que Él nos confía; pero también es un ejercicio exquisito de amor al

prójimo, porque no queremos ofrecer a los demás algo de escasa calidad.

En la Biblia, por ejemplo, encontramos la recomendación de preparar la

predicación en orden a asegurar una extensión adecuada: «Resume tu

discurso. Di mucho en pocas palabras» (Si 32,8).

157. Sólo para ejemplificar, recordemos algunos recursos prácticos, que

pueden enriquecer una predicación y volverla más atractiva. Uno de los

esfuerzos más necesarios es aprender a usar imágenes en la predicación,

es decir, a hablar con imágenes. A veces se utilizan ejemplos para hacer

más comprensible algo que se quiere explicar, pero esos ejemplos suelen

apuntar sólo al entendimiento; las imágenes, en cambio, ayudan a valorar

124 PABLO VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975), 40: AAS 68 (1976), 31.

- 79 -

y aceptar el mensaje que se quiere transmitir. Una imagen atractiva hace

que el mensaje se sienta como algo familiar, cercano, posible, conectado

con la propia vida. Una imagen bien lograda puede llevar a gustar el

mensaje que se quiere transmitir, despierta un deseo y motiva a la

voluntad en la dirección del Evangelio. Una buena homilía, como me decía

un viejo maestro, debe contener «una idea, un sentimiento, una imagen».

158. Ya decía Pablo VI que los fieles «esperan mucho de esta predicación y

sacan fruto de ella con tal que sea sencilla, clara, directa, acomodada».125

La sencillez tiene que ver con el lenguaje utilizado. Debe ser el lenguaje que

comprenden los destinatarios para no correr el riesgo de hablar al vacío.

Frecuentemente sucede que los predicadores usan palabras que

aprendieron en sus estudios y en determinados ambientes, pero que no son

parte del lenguaje común de las personas que los escuchan. Hay palabras

propias de la teología o de la catequesis, cuyo sentido no es comprensible

para la mayoría de los cristianos. El mayor riesgo para un predicador es

acostumbrarse a su propio lenguaje y pensar que todos los demás lo usan

y lo comprenden espontáneamente. Si uno quiere adaptarse al lenguaje de

los demás para poder llegar a ellos con la Palabra, tiene que escuchar

mucho, necesita compartir la vida de la gente y prestarle una gustosa

atención. La sencillez y la claridad son dos cosas diferentes. El lenguaje

puede ser muy sencillo, pero la prédica puede ser poco clara. Se puede

volver incomprensible por el desorden, por su falta de lógica, o porque trata

varios temas al mismo tiempo. Por lo tanto, otra tarea necesaria es

procurar que la predicación tenga unidad temática, un orden claro y una

conexión entre las frases, de manera que las personas puedan seguir

fácilmente al predicador y captar la lógica de lo que les dice.

159. Otra característica es el lenguaje positivo. No dice tanto lo que no hay

que hacer sino que propone lo que podemos hacer mejor. En todo caso, si

indica algo negativo, siempre intenta mostrar también un valor positivo que

atraiga, para no quedarse en la queja, el lamento, la crítica o el

remordimiento. Además, una predicación positiva siempre da esperanza,

orienta hacia el futuro, no nos deja encerrados en la negatividad. ¡Qué

125 Ibíd., 43: AAS 68 (1976), 33.

- 80 -

bueno que sacerdotes, diáconos y laicos se reúnan periódicamente para

encontrar juntos los recursos que hacen más atractiva la predicación!

IV. Una evangelización para la profundización del kerygma

160. El envío misionero del Señor incluye el llamado al crecimiento de la fe

cuando indica: «enseñándoles a observar todo lo que os he mandado» (Mt

28,20). Así queda claro que el primer anuncio debe provocar también un

camino de formación y de maduración. La evangelización también busca el

crecimiento, que implica tomarse muy en serio a cada persona y el proyecto

que Dios tiene sobre ella. Cada ser humano necesita más y más de Cristo,

y la evangelización no debería consentir que alguien se conforme con poco,

sino que pueda decir plenamente: «Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en

mí» (Ga 2,20).

161. No sería correcto interpretar este llamado al crecimiento exclusiva o

prioritariamente como una formación doctrinal. Se trata de «observar» lo

que el Señor nos ha indicado, como respuesta a su amor, donde se

destaca, junto con todas las virtudes, aquel mandamiento nuevo que es el

primero, el más grande, el que mejor nos identifica como discípulos: «Éste

es mi mandamiento, que os améis unos a otros como yo os he amado» (Jn

15,12). Es evidente que cuando los autores del Nuevo Testamento quieren

reducir a una última síntesis, a lo más esencial, el mensaje moral cristiano,

nos presentan la exigencia ineludible del amor al prójimo: «Quien ama al

prójimo ya ha cumplido la ley [...] De modo que amar es cumplir la ley

entera» (Rm 13,8.10). Así san Pablo, para quien el precepto del amor no

sólo resume la ley sino que constituye su corazón y razón de ser: «Toda la

ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti

mismo» (Ga 5,14). Y presenta a sus comunidades la vida cristiana como un

camino de crecimiento en el amor: «Que el Señor os haga progresar y

sobreabundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos»

(1 Ts 3,12). También Santiago exhorta a los cristianos a cumplir «la ley real

según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (2,8), para no

fallar en ningún precepto.

- 81 -

162. Por otra parte, este camino de respuesta y de crecimiento está

siempre precedido por el don, porque lo antecede aquel otro pedido del

Señor: «bautizándolos en el nombre…» (Mt 28,19). La filiación que el Padre

regala gratuitamente y la iniciativa del don de su gracia (cf. Ef 2,8-9; 1 Co

4,7) son la condición de posibilidad de esta santificación constante que

agrada a Dios y le da gloria. Se trata de dejarse transformar en Cristo por

una progresiva vida «según el Espíritu» (Rm 8,5).

Una catequesis kerygmática y mistagógica

163. La educación y la catequesis están al servicio de este crecimiento. Ya

contamos con varios textos magisteriales y subsidios sobre la catequesis

ofrecidos por la Santa Sede y por diversos episcopados. Recuerdo la

Exhortación apostólica Catechesi Tradendae (1979), el Directorio general

para la catequesis (1997) y otros documentos cuyo contenido actual no es

necesario repetir aquí. Quisiera detenerme sólo en algunas consideraciones

que me parece conveniente destacar.

164. Hemos redescubierto que también en la catequesis tiene un rol

fundamental el primer anuncio o «kerygma», que debe ocupar el centro de

la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación eclesial. El

kerygma es trinitario. Es el fuego del Espíritu que se dona en forma de

lenguas y nos hace creer en Jesucristo, que con su muerte y resurrección

nos revela y nos comunica la misericordia infinita del Padre. En la boca del

catequista vuelve a resonar siempre el primer anuncio: «Jesucristo te ama,

dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para

iluminarte, para fortalecerte, para liberarte». Cuando a este primer anuncio

se le llama «primero», eso no significa que está al comienzo y después se

olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en

un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay

que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que

volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en

todas sus etapas y momentos.126 Por ello también «el sacerdote, como la

126 Cf. Propositio 9.

- 82 -

Iglesia, debe crecer en la conciencia de su permanente necesidad de ser

evangelizado».127

165. No hay que pensar que en la catequesis el kerygma es abandonado en

pos de una formación supuestamente más «sólida». Nada hay más sólido,

más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio. Toda

formación cristiana es ante todo la profundización del kerygma que se va

haciendo carne cada vez más y mejor, que nunca deja de iluminar la tarea

catequística, y que permite comprender adecuadamente el sentido de

cualquier tema que se desarrolle en la catequesis. Es el anuncio que

responde al anhelo de infinito que hay en todo corazón humano. La

centralidad del kerygma demanda ciertas características del anuncio que

hoy son necesarias en todas partes: que exprese el amor salvífico de Dios

previo a la obligación moral y religiosa, que no imponga la verdad y que

apele a la libertad, que posea unas notas de alegría, estímulo, vitalidad, y

una integralidad armoniosa que no reduzca la predicación a unas pocas

doctrinas a veces más filosóficas que evangélicas. Esto exige al

evangelizador ciertas actitudes que ayudan a acoger mejor el anuncio:

cercanía, apertura al diálogo, paciencia, acogida cordial que no condena.

166. Otra característica de la catequesis, que se ha desarrollado en las

últimas décadas, es la de una iniciación mistagógica,128 que significa

básicamente dos cosas: la necesaria progresividad de la experiencia

formativa donde interviene toda la comunidad y una renovada valoración

de los signos litúrgicos de la iniciación cristiana. Muchos manuales y

planificaciones todavía no se han dejado interpelar por la necesidad de una

renovación mistagógica, que podría tomar formas muy diversas de acuerdo

con el discernimiento de cada comunidad educativa. El encuentro

catequístico es un anuncio de la Palabra y está centrado en ella, pero

siempre necesita una adecuada ambientación y una atractiva motivación,

el uso de símbolos elocuentes, su inserción en un amplio proceso de

crecimiento y la integración de todas las dimensiones de la persona en un

camino comunitario de escucha y de respuesta.

127 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Pastores dabo vobis (25 marzo 1992), 26: AAS 84 (1992),

698.

128 Cf. Propositio 38.

- 83 -

167. Es bueno que toda catequesis preste una especial atención al «camino

de la belleza» (via pulchritudinis).129 Anunciar a Cristo significa mostrar que

creer en Él y seguirlo no es sólo algo verdadero y justo, sino también bello,

capaz de colmar la vida de un nuevo resplandor y de un gozo profundo,

aun en medio de las pruebas. En esta línea, todas las expresiones de

verdadera belleza pueden ser reconocidas como un sendero que ayuda a

encontrarse con el Señor Jesús. No se trata de fomentar un relativismo

estético,130 que pueda oscurecer el lazo inseparable entre verdad, bondad y

belleza, sino de recuperar la estima de la belleza para poder llegar al

corazón humano y hacer resplandecer en él la verdad y la bondad del

Resucitado. Si, como dice san Agustín, nosotros no amamos sino lo que es

bello,131 el Hijo hecho hombre, revelación de la infinita belleza, es

sumamente amable, y nos atrae hacia sí con lazos de amor. Entonces se

vuelve necesario que la formación en la via pulchritudinis esté inserta en la

transmisión de la fe. Es deseable que cada Iglesia particular aliente el uso

de las artes en su tarea evangelizadora, en continuidad con la riqueza del

pasado, pero también en la vastedad de sus múltiples expresiones

actuales, en orden a transmitir la fe en un nuevo «lenguaje parabólico».132

Hay que atreverse a encontrar los nuevos signos, los nuevos símbolos, una

nueva carne para la transmisión de la Palabra, las formas diversas de

belleza que se valoran en diferentes ámbitos culturales, e incluso aquellos

modos no convencionales de belleza, que pueden ser poco significativos

para los evangelizadores, pero que se han vuelto particularmente atractivos

para otros.

168. En lo que se refiere a la propuesta moral de la catequesis, que invita a

crecer en fidelidad al estilo de vida del Evangelio, conviene manifestar

siempre el bien deseable, la propuesta de vida, de madurez, de realización,

de fecundidad, bajo cuya luz puede comprenderse nuestra denuncia de los

males que pueden oscurecerla. Más que como expertos en diagnósticos

apocalípticos u oscuros jueces que se ufanan en detectar todo peligro o

129 Cf. Propositio 20.

130 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Decreto Inter mirifica, sobre los medios de comunicación social, 6.

131 Cf. De musica, VI, XIII, 38: PL 32, 1183-1184; Confes., IV, XIII, 20: PL 32, 701.

132 BENEDICTO XVI, Discurso en ocasión de la proyección del documental «Arte y fe – via

pulchritudinis» (25 octubre 2012): L’Osservatore Romano (27 octubre 2012), 7.

- 84 -

desviación, es bueno que puedan vernos como alegres mensajeros de

propuestas superadoras, custodios del bien y la belleza que resplandecen

en una vida fiel al Evangelio.

El acompañamiento personal de los procesos de crecimiento

169. En una civilización paradójicamente herida de anonimato y, a la vez

obsesionada por los detalles de la vida de los demás, impudorosamente

enferma de curiosidad malsana, la Iglesia necesita la mirada cercana para

contemplar, conmoverse y detenerse ante el otro cuantas veces sea

necesario. En este mundo los ministros ordenados y los demás agentes

pastorales pueden hacer presente la fragancia de la presencia cercana de

Jesús y su mirada personal. La Iglesia tendrá que iniciar a sus hermanos –

sacerdotes, religiosos y laicos– en este «arte del acompañamiento», para que

todos aprendan siempre a quitarse las sandalias ante la tierra sagrada del

otro (cf. Ex 3,5). Tenemos que darle a nuestro caminar el ritmo sanador de

projimidad, con una mirada respetuosa y llena de compasión pero que al

mismo tiempo sane, libere y aliente a madurar en la vida cristiana.

170. Aunque suene obvio, el acompañamiento espiritual debe llevar más y

más a Dios, en quien podemos alcanzar la verdadera libertad. Algunos se

creen libres cuando caminan al margen de Dios, sin advertir que se quedan

existencialmente huérfanos, desamparados, sin un hogar donde retornar

siempre. Dejan de ser peregrinos y se convierten en errantes, que giran

siempre en torno a sí mismos sin llegar a ninguna parte. El

acompañamiento sería contraproducente si se convirtiera en una suerte de

terapia que fomente este encierro de las personas en su inmanencia y deje

de ser una peregrinación con Cristo hacia el Padre.

171. Más que nunca necesitamos de hombres y mujeres que, desde su

experiencia de acompañamiento, conozcan los procesos donde campea la

prudencia, la capacidad de comprensión, el arte de esperar, la docilidad al

Espíritu, para cuidar entre todos a las ovejas que se nos confían de los

lobos que intentan disgregar el rebaño. Necesitamos ejercitarnos en el arte

de escuchar, que es más que oír. Lo primero, en la comunicación con el

otro, es la capacidad del corazón que hace posible la proximidad, sin la

- 85 -

cual no existe un verdadero encuentro espiritual. La escucha nos ayuda a

encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila

condición de espectadores. Sólo a partir de esta escucha respetuosa y

compasiva se pueden encontrar los caminos de un genuino crecimiento,

despertar el deseo del ideal cristiano, las ansias de responder plenamente

al amor de Dios y el anhelo de desarrollar lo mejor que Dios ha sembrado

en la propia vida. Pero siempre con la paciencia de quien sabe aquello que

enseñaba santo Tomás de Aquino: que alguien puede tener la gracia y la

caridad, pero no ejercitar bien alguna de las virtudes «a causa de algunas

inclinaciones contrarias» que persisten.133 Es decir, la organicidad de las

virtudes se da siempre y necesariamente «in habitu», aunque los

condicionamientos puedan dificultar las operaciones de esos hábitos

virtuosos. De ahí que haga falta «una pedagogía que lleve a las personas,

paso a paso, a la plena asimilación del misterio».134 Para llegar a un punto

de madurez, es decir, para que las personas sean capaces de decisiones

verdaderamente libres y responsables, es preciso dar tiempo, con una

inmensa paciencia. Como decía el beato Pedro Fabro: «El tiempo es el

mensajero de Dios».

172. El acompañante sabe reconocer que la situación de cada sujeto ante

Dios y su vida en gracia es un misterio que nadie puede conocer

plenamente desde afuera. El Evangelio nos propone corregir y ayudar a

crecer a una persona a partir del reconocimiento de la maldad objetiva de

sus acciones (cf. Mt 18,15), pero sin emitir juicios sobre su responsabilidad

y su culpabilidad (cf. Mt 7,1; Lc 6,37). De todos modos, un buen

acompañante no consiente los fatalismos o la pusilanimidad. Siempre invita

a querer curarse, a cargar la camilla, a abrazar la cruz, a dejarlo todo, a salir

siempre de nuevo a anunciar el Evangelio. La propia experiencia de dejarnos

acompañar y curar, capaces de expresar con total sinceridad nuestra vida

ante quien nos acompaña, nos enseña a ser pacientes y compasivos con los

demás y nos capacita para encontrar las maneras de despertar su

confianza, su apertura y su disposición para crecer.

133 Summa Theologiae I-II q. 65, art. 3, ad 2: «propter aliquas dispositiones contrarias».

134 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Asia (6 noviembre 1999), 20: AAS 92 (2000),

481.

- 86 -

173. El auténtico acompañamiento espiritual siempre se inicia y se lleva

adelante en el ámbito del servicio a la misión evangelizadora. La relación de

Pablo con Timoteo y Tito es ejemplo de este acompañamiento y formación en

medio de la acción apostólica. Al mismo tiempo que les confía la misión de

quedarse en cada ciudad para «terminar de organizarlo todo» (Tt 1,5; cf. 1 Tm

1,3-5), les da criterios para la vida personal y para la acción pastoral. Esto se

distingue claramente de todo tipo de acompañamiento intimista, de

autorrealización aislada. Los discípulos misioneros acompañan a los

discípulos misioneros.

En torno a la Palabra de Dios

174. No sólo la homilía debe alimentarse de la Palabra de Dios. Toda la

evangelización está fundada sobre ella, escuchada, meditada, vivida,

celebrada y testimoniada. Las Sagradas Escrituras son fuente de la

evangelización. Por lo tanto, hace falta formarse continuamente en la

escucha de la Palabra. La Iglesia no evangeliza si no se deja continuamente

evangelizar. Es indispensable que la Palabra de Dios «sea cada vez más el

corazón de toda actividad eclesial».135 La Palabra de Dios escuchada y

celebrada, sobre todo en la Eucaristía, alimenta y refuerza interiormente a

los cristianos y los vuelve capaces de un auténtico testimonio evangélico en

la vida cotidiana. Ya hemos superado aquella vieja contraposición entre

Palabra y Sacramento. La Palabra proclamada, viva y eficaz, prepara la

recepción del Sacramento, y en el Sacramento esa Palabra alcanza su

máxima eficacia.

175. El estudio de las Sagradas Escrituras debe ser una puerta abierta a

todos los creyentes.136 Es fundamental que la Palabra revelada fecunde

radicalmente la catequesis y todos los esfuerzos por transmitir la fe.137 La

evangelización requiere la familiaridad con la Palabra de Dios y esto exige a

las diócesis, parroquias y a todas las agrupaciones católicas, proponer un

estudio serio y perseverante de la Biblia, así como promover su lectura

135 BENEDICTO XVI, Exhort. ap. postsinodal Verbum Domini (30 septiembre 2010), 1: AAS 102

(2010), 682.

136 Cf. Propositio 11.

137 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobre la divina Revelación, 21-22.

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orante personal y comunitaria.138 Nosotros no buscamos a tientas ni

necesitamos esperar que Dios nos dirija la palabra, porque realmente «Dios

ha hablado, ya no es el gran desconocido sino que se ha mostrado».139

Acojamos el sublime tesoro de la Palabra revelada.

138 Cf. BENEDICTO XVI, Exhort. ap. postsinodal Verbum Domini (30 septiembre 2010), 86-87: AAS

102 (2010), 757-760.

139 BENEDICTO XVI, Discurso durante la primera Congregación general del Sínodo de los Obispos (8

octubre 2012): AAS 104 (2012), 896.

- 88 -

Capítulo cuarto

La dimensión social de la evangelización

176. Evangelizar es hacer presente en el mundo el Reino de Dios. Pero

«ninguna definición parcial o fragmentaria refleja la realidad rica, compleja

y dinámica que comporta la evangelización, si no es con el riesgo de

empobrecerla e incluso mutilarla».140 Ahora quisiera compartir mis

inquietudes acerca de la dimensión social de la evangelización

precisamente porque, si esta dimensión no está debidamente explicitada,

siempre se corre el riesgo de desfigurar el sentido auténtico e integral que

tiene la misión evangelizadora.

I. Las repercusiones comunitarias y sociales del kerygma

177. El kerygma tiene un contenido ineludiblemente social: en el corazón

mismo del Evangelio está la vida comunitaria y el compromiso con los

otros. El contenido del primer anuncio tiene una inmediata repercusión

moral cuyo centro es la caridad.

Confesión de la fe y compromiso social

178. Confesar a un Padre que ama infinitamente a cada ser humano

implica descubrir que «con ello le confiere una dignidad infinita».141

Confesar que el Hijo de Dios asumió nuestra carne humana significa que

cada persona humana ha sido elevada al corazón mismo de Dios. Confesar

que Jesús dio su sangre por nosotros nos impide conservar alguna duda

acerca del amor sin límites que ennoblece a todo ser humano. Su

redención tiene un sentido social porque «Dios, en Cristo, no redime

solamente la persona individual, sino también las relaciones sociales entre

los hombres».142 Confesar que el Espíritu Santo actúa en todos implica

reconocer que Él procura penetrar toda situación humana y todos los

vínculos sociales: «El Espíritu Santo posee una inventiva infinita, propia de

140 PABLO VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975), 17: AAS 68 (1976), 17.

141 JUAN PABLO II, Mensaje a los discapacitados, Ángelus (16 noviembre1980): Insegnamenti 3/2

(1980), 1232.

142 PONTIFICIO CONSEJO «JUSTICIA Y PAZ», Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 52.

- 89 -

una mente divina, que provee a desatar los nudos de los sucesos humanos,

incluso los más complejos e impenetrables».143 La evangelización procura

cooperar también con esa acción liberadora del Espíritu. El misterio mismo

de la Trinidad nos recuerda que fuimos hechos a imagen de esa comunión

divina, por lo cual no podemos realizarnos ni salvarnos solos. Desde el

corazón del Evangelio reconocemos la íntima conexión que existe entre

evangelización y promoción humana, que necesariamente debe expresarse

y desarrollarse en toda acción evangelizadora. La aceptación del primer

anuncio, que invita a dejarse amar por Dios y a amarlo con el amor que Él

mismo nos comunica, provoca en la vida de la persona y en sus acciones

una primera y fundamental reacción: desear, buscar y cuidar el bien de los

demás.

179. Esta inseparable conexión entre la recepción del anuncio salvífico y

un efectivo amor fraterno está expresada en algunos textos de las

Escrituras que conviene considerar y meditar detenidamente para extraer

de ellos todas sus consecuencias. Es un mensaje al cual frecuentemente

nos acostumbramos, lo repetimos casi mecánicamente, pero no nos

aseguramos de que tenga una real incidencia en nuestras vidas y en

nuestras comunidades. ¡Qué peligroso y qué dañino es este

acostumbramiento que nos lleva a perder el asombro, la cautivación, el

entusiasmo por vivir el Evangelio de la fraternidad y la justicia! La Palabra

de Dios enseña que en el hermano está la permanente prolongación de la

Encarnación para cada uno de nosotros: «Lo que hicisteis a uno de estos

hermanos míos más pequeños, lo hicisteis a mí» (Mt 25,40). Lo que

hagamos con los demás tiene una dimensión trascendente: «Con la medida

con que midáis, se os medirá» (Mt 7,2); y responde a la misericordia divina

con nosotros: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No

juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados;

perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará […] Con la medida con que

midáis, se os medirá» (Lc 6,36-38). Lo que expresan estos textos es la

absoluta prioridad de la «salida de sí hacia el hermano» como uno de los

dos mandamientos principales que fundan toda norma moral y como el

signo más claro para discernir acerca del camino de crecimiento espiritual

143 JUAN PABLO II, Catequesis (24 abril 1991): Insegnamenti 14/1 (1991), 853.

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en respuesta a la donación absolutamente gratuita de Dios. Por eso mismo

«el servicio de la caridad es también una dimensión constitutiva de la

misión de la Iglesia y expresión irrenunciable de su propia esencia».144 Así

como la Iglesia es misionera por naturaleza, también brota ineludiblemente

de esa naturaleza la caridad efectiva con el prójimo, la compasión que

comprende, asiste y promueve.

El Reino que nos reclama

180. Leyendo las Escrituras queda por demás claro que la propuesta del

Evangelio no es sólo la de una relación personal con Dios. Nuestra

respuesta de amor tampoco debería entenderse como una mera suma de

pequeños gestos personales dirigidos a algunos individuos necesitados, lo

cual podría constituir una «caridad a la carta», una serie de acciones

tendentes sólo a tranquilizar la propia conciencia. La propuesta es el Reino

de Dios (cf. Lc 4,43); se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la

medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de

fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos. Entonces, tanto el

anuncio como la experiencia cristiana tienden a provocar consecuencias

sociales. Buscamos su Reino: «Buscad ante todo el Reino de Dios y su

justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura» (Mt 6,33). El proyecto de

Jesús es instaurar el Reino de su Padre; Él pide a sus discípulos:

«¡Proclamad que está llegando el Reino de los cielos!» (Mt 10,7).

181. El Reino que se anticipa y crece entre nosotros lo toca todo y nos

recuerda aquel principio de discernimiento que Pablo VI proponía con

relación al verdadero desarrollo: «Todos los hombres y todo el hombre».145

Sabemos que «la evangelización no sería completa si no tuviera en cuenta

la interpelación recíproca que en el curso de los tiempos se establece entre

el Evangelio y la vida concreta, personal y social del hombre».146 Se trata

del criterio de universalidad, propio de la dinámica del Evangelio, ya que el

Padre desea que todos los hombres se salven y su plan de salvación

consiste en «recapitular todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo

144 BENEDICTO XVI, Motu proprio Intima Ecclesiae natura (11 noviembre 2012): AAS 104 (2012),

996.

145 Carta enc. Populorum Progressio (26 marzo 1967), 14: AAS 59 (1967), 264.

146 PABLO VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975), 29: AAS 68 (1976), 25.

- 91 -

un solo jefe, que es Cristo» (Ef 1,10). El mandato es: «Id por todo el mundo,

anunciad la Buena Noticia a toda la creación» (Mc 16,15), porque «toda la

creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios» (Rm

8,19). Toda la creación quiere decir también todos los aspectos de la vida

humana, de manera que «la misión del anuncio de la Buena Nueva de

Jesucristo tiene una destinación universal. Su mandato de caridad abraza

todas las dimensiones de la existencia, todas las personas, todos los

ambientes de la convivencia y todos los pueblos. Nada de lo humano le

puede resultar extraño»147. La verdadera esperanza cristiana, que busca el

Reino escatológico, siempre genera historia.

La enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones sociales

182. Las enseñanzas de la Iglesia sobre situaciones contingentes están

sujetas a mayores o nuevos desarrollos y pueden ser objeto de discusión,

pero no podemos evitar ser concretos –sin pretender entrar en detalles–

para que los grandes principios sociales no se queden en meras

generalidades que no interpelan a nadie. Hace falta sacar sus

consecuencias prácticas para que «puedan incidir eficazmente también en

las complejas situaciones actuales».148 Los Pastores, acogiendo los aportes

de las distintas ciencias, tienen derecho a emitir opiniones sobre todo

aquello que afecte a la vida de las personas, ya que la tarea evangelizadora

implica y exige una promoción integral de cada ser humano. Ya no se

puede decir que la religión debe recluirse en el ámbito privado y que está

sólo para preparar las almas para el cielo. Sabemos que Dios quiere la

felicidad de sus hijos también en esta tierra, aunque estén llamados a la

plenitud eterna, porque Él creó todas las cosas «para que las disfrutemos»

(1 Tm 6,17), para que todos puedan disfrutarlas. De ahí que la conversión

cristiana exija revisar «especialmente todo lo que pertenece al orden social

y a la obtención del bien común».149

183. Por consiguiente, nadie puede exigirnos que releguemos la religión a

147 V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Documento de

Aparecida, 380.

148 PONTIFICIO CONSEJO «JUSTICIA Y PAZ», Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 9.

149 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in America (22 enero 1999), 27: AAS 91 (1999),

762.

- 92 -

la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social

y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la

sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los

ciudadanos. ¿Quién pretendería encerrar en un templo y acallar el mensaje

de san Francisco de Asís y de la beata Teresa de Calcuta? Ellos no podrían

aceptarlo. Una auténtica fe –que nunca es cómoda e individualista–

siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir

valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra. Amamos

este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la

humanidad que lo habita, con todos sus dramas y cansancios, con sus

anhelos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. La tierra es nuestra

casa común y todos somos hermanos. Si bien «el orden justo de la sociedad

y del Estado es una tarea principal de la política», la Iglesia «no puede ni

debe quedarse al margen en la lucha por la justicia».150 Todos los

cristianos, también los Pastores, están llamados a preocuparse por la

construcción de un mundo mejor. De eso se trata, porque el pensamiento

social de la Iglesia es ante todo positivo y propositivo, orienta una acción

transformadora, y en ese sentido no deja de ser un signo de esperanza que

brota del corazón amante de Jesucristo. Al mismo tiempo, une «el propio

compromiso al que ya llevan a cabo en el campo social las demás Iglesias y

Comunidades eclesiales, tanto en el ámbito de la reflexión doctrinal como

en el ámbito práctico».151

184. No es el momento para desarrollar aquí todas las graves cuestiones

sociales que afectan al mundo actual, algunas de las cuales comenté en el

capítulo segundo. Éste no es un documento social, y para reflexionar

acerca de esos diversos temas tenemos un instrumento muy adecuado en

el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, cuyo uso y estudio

recomiendo vivamente. Además, ni el Papa ni la Iglesia tienen el monopolio

en la interpretación de la realidad social o en la propuesta de soluciones

para los problemas contemporáneos. Puedo repetir aquí lo que lúcidamente

indicaba Pablo VI: «Frente a situaciones tan diversas, nos es difícil

pronunciar una palabra única, como también proponer una solución con

valor universal. No es éste nuestro propósito ni tampoco nuestra misión.

150 BENEDICTO XVI, Carta enc. Deus caritas est (25 diciembre 2005), 28: AAS 98 (2006), 239-240.

151 PONTIFICIO CONSEJO «JUSTICIA Y PAZ», Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 12.

- 93 -

Incumbe a las comunidades cristianas analizar con objetividad la situación

propia de su país».152

185. A continuación procuraré concentrarme en dos grandes cuestiones

que me parecen fundamentales en este momento de la historia. Las

desarrollaré con bastante amplitud porque considero que determinarán el

futuro de la humanidad. Se trata, en primer lugar, de la inclusión social de

los pobres y, luego, de la paz y el diálogo social.

II. La inclusión social de los pobres

186. De nuestra fe en Cristo hecho pobre, y siempre cercano a los pobres y

excluidos, brota la preocupación por el desarrollo integral de los más

abandonados de la sociedad.

Unidos a Dios escuchamos un clamor

187. Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos

de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que

puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos

dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo. Basta

recorrer las Escrituras para descubrir cómo el Padre bueno quiere

escuchar el clamor de los pobres: «He visto la aflicción de mi pueblo en

Egipto, he escuchado su clamor ante sus opresores y conozco sus

sufrimientos. He bajado para librarlo […] Ahora pues, ve, yo te envío…» (Ex

3,7-8.10), y se muestra solícito con sus necesidades: «Entonces los

israelitas clamaron al Señor y Él les suscitó un libertador» (Jc 3,15). Hacer

oídos sordos a ese clamor, cuando nosotros somos los instrumentos de

Dios para escuchar al pobre, nos sitúa fuera de la voluntad del Padre y de

su proyecto, porque ese pobre «clamaría al Señor contra ti y tú te cargarías

con un pecado» (Dt 15,9). Y la falta de solidaridad en sus necesidades

afecta directamente a nuestra relación con Dios: «Si te maldice lleno de

amargura, su Creador escuchará su imprecación» (Si 4,6). Vuelve siempre

la vieja pregunta: «Si alguno que posee bienes del mundo ve a su hermano

152 Carta ap. Octogesima adveniens (14 mayo 1971), 4: AAS 63 (1971), 403.

- 94 -

que está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede permanecer en

él el amor de Dios?» (1 Jn 3,17). Recordemos también con cuánta

contundencia el Apóstol Santiago retomaba la figura del clamor de los

oprimidos: «El salario de los obreros que segaron vuestros campos, y que

no habéis pagado, está gritando. Y los gritos de los segadores han llegado a

los oídos del Señor de los ejércitos» (5,4).

188. La Iglesia ha reconocido que la exigencia de escuchar este clamor

brota de la misma obra liberadora de la gracia en cada uno de nosotros,

por lo cual no se trata de una misión reservada sólo a algunos: «La Iglesia,

guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha

el clamor por la justicia y quiere responder a él con todas sus fuerzas».153

En este marco se comprende el pedido de Jesús a sus discípulos: «¡Dadles

vosotros de comer!» (Mc 6,37), lo cual implica tanto la cooperación para

resolver las causas estructurales de la pobreza y para promover el

desarrollo integral de los pobres, como los gestos más simples y cotidianos

de solidaridad ante las miserias muy concretas que encontramos. La

palabra «solidaridad» está un poco desgastada y a veces se la interpreta

mal, pero es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad.

Supone crear una nueva mentalidad que piense en términos de

comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los

bienes por parte de algunos.

189. La solidaridad es una reacción espontánea de quien reconoce la

función social de la propiedad y el destino universal de los bienes como

realidades anteriores a la propiedad privada. La posesión privada de los

bienes se justifica para cuidarlos y acrecentarlos de manera que sirvan

mejor al bien común, por lo cual la solidaridad debe vivirse como la

decisión de devolverle al pobre lo que le corresponde. Estas convicciones y

hábitos de solidaridad, cuando se hacen carne, abren camino a otras

transformaciones estructurales y las vuelven posibles. Un cambio en las

estructuras sin generar nuevas convicciones y actitudes dará lugar a que

esas mismas estructuras tarde o temprano se vuelvan corruptas, pesadas e

ineficaces.

153 CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Instrucción Libertatis nuntius (6 agosto 1984), XI, 1:

AAS 76 (1984), 903.

- 95 -

190. A veces se trata de escuchar el clamor de pueblos enteros, de los

pueblos más pobres de la tierra, porque «la paz se funda no sólo en el

respeto de los derechos del hombre, sino también en el de los derechos de

los pueblos».154 Lamentablemente, aun los derechos humanos pueden ser

utilizados como justificación de una defensa exacerbada de los derechos

individuales o de los derechos de los pueblos más ricos. Respetando la

independencia y la cultura de cada nación, hay que recordar siempre que

el planeta es de toda la humanidad y para toda la humanidad, y que el solo

hecho de haber nacido en un lugar con menores recursos o menor

desarrollo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad.

Hay que repetir que «los más favorecidos deben renunciar a algunos de sus

derechos para poner con mayor liberalidad sus bienes al servicio de los

demás».155 Para hablar adecuadamente de nuestros derechos necesitamos

ampliar más la mirada y abrir los oídos al clamor de otros pueblos o de

otras regiones del propio país. Necesitamos crecer en una solidaridad que

«debe permitir a todos los pueblos llegar a ser por sí mismos artífices de su

destino»,156 así como «cada hombre está llamado a desarrollarse».157

191. En cada lugar y circunstancia, los cristianos, alentados por sus

Pastores, están llamados a escuchar el clamor de los pobres, como tan bien

expresaron los Obispos de Brasil: «Deseamos asumir, cada día, las alegrías

y esperanzas, las angustias y tristezas del pueblo brasileño, especialmente

de las poblaciones de las periferias urbanas y de las zonas rurales –sin

tierra, sin techo, sin pan, sin salud– lesionadas en sus derechos. Viendo

sus miserias, escuchando sus clamores y conociendo su sufrimiento, nos

escandaliza el hecho de saber que existe alimento suficiente para todos y

que el hambre se debe a la mala distribución de los bienes y de la renta. El

problema se agrava con la práctica generalizada del desperdicio».158

154 PONTIFICIO CONSEJO «JUSTICIA Y PAZ», Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 157.

155 PABLO VI, Carta ap. Octogesima adveniens (14 mayo 1971), 23: AAS 63 (1971), 418.

156 PABLO VI, Carta enc. Populorum Progressio (26 marzo 1967), 65: AAS 59 (1967), 289.

157 Ibíd., 15: AAS 59 (1967), 265.

158 CONFERÊNCIA NACIONAL DOS BISPOS DO BRASIL, Documento Exigências evangélicas e éticas de

superação da miséria e da fome (abril 2002), Introducción, 2.

- 96 -

192. Pero queremos más todavía, nuestro sueño vuela más alto. No

hablamos sólo de asegurar a todos la comida, o un «decoroso sustento»,

sino de que tengan «prosperidad sin exceptuar bien alguno».159 Esto implica

educación, acceso al cuidado de la salud y especialmente trabajo, porque

en el trabajo libre, creativo, participativo y solidario, el ser humano expresa

y acrecienta la dignidad de su vida. El salario justo permite el acceso

adecuado a los demás bienes que están destinados al uso común.

Fidelidad al Evangelio para no correr en vano

193. El imperativo de escuchar el clamor de los pobres se hace carne en

nosotros cuando se nos estremecen las entrañas ante el dolor ajeno.

Releamos algunas enseñanzas de la Palabra de Dios sobre la misericordia,

para que resuenen con fuerza en la vida de la Iglesia. El Evangelio

proclama: «Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia» (Mt

5,7). El Apóstol Santiago enseña que la misericordia con los demás nos

permite salir triunfantes en el juicio divino: «Hablad y obrad como

corresponde a quienes serán juzgados por una ley de libertad. Porque

tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia; pero la

misericordia triunfa en el juicio» (2,12-13). En este texto, Santiago se

muestra como heredero de lo más rico de la espiritualidad judía del

postexilio, que atribuía a la misericordia un especial valor salvífico: «Rompe

tus pecados con obras de justicia, y tus iniquidades con misericordia para

con los pobres, para que tu ventura sea larga» (Dn 4,24). En esta misma

línea, la literatura sapiencial habla de la limosna como ejercicio concreto de

la misericordia con los necesitados: «La limosna libra de la muerte y

purifica de todo pecado» (Tb 12,9). Más gráficamente aún lo expresa el

Eclesiástico: «Como el agua apaga el fuego llameante, la limosna perdona

los pecados» (3,30). La misma síntesis aparece recogida en el Nuevo

Testamento: «Tened ardiente caridad unos por otros, porque la caridad

cubrirá la multitud de los pecados» (1 Pe 4,8). Esta verdad penetró

profundamente la mentalidad de los Padres de la Iglesia y ejerció una

resistencia profética contracultural ante el individualismo hedonista

pagano. Recordemos sólo un ejemplo: «Así como, en peligro de incendio,

159 JUAN XXIII, Carta enc. Mater et Magistra (15 mayo 1961), 3: AAS 53 (1961), 402.

- 97 -

correríamos a buscar agua para apagarlo […] del mismo modo, si de

nuestra paja surgiera la llama del pecado, y por eso nos turbamos, una vez

que se nos ofrezca la ocasión de una obra llena de misericordia,

alegrémonos de ella como si fuera una fuente que se nos ofrezca en la que

podamos sofocar el incendio».160

194. Es un mensaje tan claro, tan directo, tan simple y elocuente, que

ninguna hermenéutica eclesial tiene derecho a relativizarlo. La reflexión de

la Iglesia sobre estos textos no debería oscurecer o debilitar su sentido

exhortativo, sino más bien ayudar a asumirlos con valentía y fervor. ¿Para

qué complicar lo que es tan simple? Los aparatos conceptuales están para

favorecer el contacto con la realidad que pretenden explicar, y no para

alejarnos de ella. Esto vale sobre todo para las exhortaciones bíblicas que

invitan con tanta contundencia al amor fraterno, al servicio humilde y

generoso, a la justicia, a la misericordia con el pobre. Jesús nos enseñó

este camino de reconocimiento del otro con sus palabras y con sus gestos.

¿Para qué oscurecer lo que es tan claro? No nos preocupemos sólo por no

caer en errores doctrinales, sino también por ser fieles a este camino

luminoso de vida y de sabiduría. Porque «a los defensores de «la ortodoxia»

se dirige a veces el reproche de pasividad, de indulgencia o de complicidad

culpables respecto a situaciones de injusticia intolerables y a los regímenes

políticos que las mantienen».161

195. Cuando san Pablo se acercó a los Apóstoles de Jerusalén para

discernir «si corría o había corrido en vano» (Ga 2,2), el criterio clave de

autenticidad que le indicaron fue que no se olvidara de los pobres (cf. Ga

2,10). Este gran criterio, para que las comunidades paulinas no se dejaran

devorar por el estilo de vida individualista de los paganos, tiene una gran

actualidad en el contexto presente, donde tiende a desarrollarse un nuevo

paganismo individualista. La belleza misma del Evangelio no siempre

puede ser adecuadamente manifestada por nosotros, pero hay un signo

que no debe faltar jamás: la opción por los últimos, por aquellos que la

sociedad descarta y desecha.

160 SAN AGUSTÍN, De Catechizandis Rudibus, I, XIV, 22: PL 40, 327.

161 CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Instrucción Libertatis nuntius (6 agosto 1984), XI, 18:

AAS 76 (1984), 907-908.

- 98 -

196. A veces somos duros de corazón y de mente, nos olvidamos, nos

entretenemos, nos extasiamos con las inmensas posibilidades de consumo

y de distracción que ofrece esta sociedad. Así se produce una especie de

alienación que nos afecta a todos, ya que «está alienada una sociedad que,

en sus formas de organización social, de producción y de consumo, hace

más difícil la realización de esta donación y la formación de esa solidaridad

interhumana».162

El lugar privilegiado de los pobres en el Pueblo de Dios

197. El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto

que hasta Él mismo «se hizo pobre» (2 Co 8,9). Todo el camino de nuestra

redención está signado por los pobres. Esta salvación vino a nosotros a

través del «sí» de una humilde muchacha de un pequeño pueblo perdido en

la periferia de un gran imperio. El Salvador nació en un pesebre, entre

animales, como lo hacían los hijos de los más pobres; fue presentado en el

Templo junto con dos pichones, la ofrenda de quienes no podían permitirse

pagar un cordero (cf. Lc 2,24; Lv 5,7); creció en un hogar de sencillos

trabajadores y trabajó con sus manos para ganarse el pan. Cuando

comenzó a anunciar el Reino, lo seguían multitudes de desposeídos, y así

manifestó lo que Él mismo dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí,

porque me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los

pobres» (Lc 4,18). A los que estaban cargados de dolor, agobiados de

pobreza, les aseguró que Dios los tenía en el centro de su corazón: «¡Felices

vosotros, los pobres, porque el Reino de Dios os pertenece!» (Lc 6,20); con

ellos se identificó: «Tuve hambre y me disteis de comer», y enseñó que la

misericordia hacia ellos es la llave del cielo (cf. Mt 25,35s).

198. Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica

antes que cultural, sociológica, política o filosófica. Dios les otorga «su

primera misericordia».163 Esta preferencia divina tiene consecuencias en la

vida de fe de todos los cristianos, llamados a tener «los mismos

162 JUAN PABLO II, Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 41: AAS 83 (1991), 844-845.

163 JUAN PABLO II, Homilía durante la Misa para la evangelización de los pueblos en Santo Domingo

(11 octubre 1984), 5: AAS 77 (1985), 358.

- 99 -

sentimientos de Jesucristo» (Flp 2,5). Inspirada en ella, la Iglesia hizo una

opción por los pobres entendida como una «forma especial de primacía en el

ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición

de la Iglesia».164 Esta opción –enseñaba Benedicto XVI– «está implícita en la

fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para

enriquecernos con su pobreza».165 Por eso quiero una Iglesia pobre para los

pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos. Además de participar del

sensus fidei, en sus propios dolores conocen al Cristo sufriente. Es

necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellos. La nueva

evangelización es una invitación a reconocer la fuerza salvífica de sus vidas

y a ponerlos en el centro del camino de la Iglesia. Estamos llamados a

descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero

también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la

misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos.

199. Nuestro compromiso no consiste exclusivamente en acciones o en

programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un

desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro

«considerándolo como uno consigo».166 Esta atención amante es el inicio de

una verdadera preocupación por su persona, a partir de la cual deseo

buscar efectivamente su bien. Esto implica valorar al pobre en su bondad

propia, con su forma de ser, con su cultura, con su modo de vivir la fe. El

verdadero amor siempre es contemplativo, nos permite servir al otro no por

necesidad o por vanidad, sino porque él es bello, más allá de su apariencia:

«Del amor por el cual a uno le es grata la otra persona depende que le dé

algo gratis».167 El pobre, cuando es amado, «es estimado como de alto

valor»,168 y esto diferencia la auténtica opción por los pobres de cualquier

ideología, de cualquier intento de utilizar a los pobres al servicio de

intereses personales o políticos. Sólo desde esta cercanía real y cordial

podemos acompañarlos adecuadamente en su camino de liberación.

Únicamente esto hará posible que «los pobres, en cada comunidad

164 JUAN PABLO II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 42: AAS 80 (1988), 572.

165 Discurso en la Sesión inaugural de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y

del Caribe (13 mayo 2007), 3: AAS 99 (2007), 450.

166 SANTO TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae II-II, q. 27, art. 2.

167 Ibíd., I-II, q. 110, art. 1.

168 Ibíd., I-II, q. 26, art. 3

- 100 -

cristiana, se sientan como en su casa. ¿No sería este estilo la más grande y

eficaz presentación de la Buena Nueva del Reino?».169 Sin la opción

preferencial por los más pobres, «el anuncio del Evangelio, aun siendo la

primera caridad, corre el riesgo de ser incomprendido o de ahogarse en el

mar de palabras al que la actual sociedad de la comunicación nos somete

cada día».170

200. Puesto que esta Exhortación se dirige a los miembros de la Iglesia

católica quiero expresar con dolor que la peor discriminación que sufren

los pobres es la falta de atención espiritual. La inmensa mayoría de los

pobres tiene una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos

dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de

los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de

maduración en la fe. La opción preferencial por los pobres debe traducirse

principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria.

201. Nadie debería decir que se mantiene lejos de los pobres porque sus

opciones de vida implican prestar más atención a otros asuntos. Ésta es

una excusa frecuente en ambientes académicos, empresariales o

profesionales, e incluso eclesiales. Si bien puede decirse en general que la

vocación y la misión propia de los fieles laicos es la transformación de las

distintas realidades terrenas para que toda actividad humana sea

transformada por el Evangelio,171 nadie puede sentirse exceptuado de la

preocupación por los pobres y por la justicia social: «La conversión

espiritual, la intensidad del amor a Dios y al prójimo, el celo por la justicia

y la paz, el sentido evangélico de los pobres y de la pobreza, son requeridos

a todos».172 Temo que también estas palabras sólo sean objeto de algunos

comentarios sin una verdadera incidencia práctica. No obstante, confío en

la apertura y las buenas disposiciones de los cristianos, y os pido que

busquéis comunitariamente nuevos caminos para acoger esta renovada

propuesta.

169 JUAN PABLO II, Carta ap. Novo Millennio ineunte (6 enero 2001), 50: AAS 93 (2001), 303.

170 Ibíd.

171 Cf. Propositio 45.

172 CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Instrucción Libertatis nuntius (6 agosto 1984), XI, 18:

AAS 76 (1984), 908.

- 101 -

Economía y distribución del ingreso

202. La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no

puede esperar, no sólo por una exigencia pragmática de obtener resultados

y de ordenar la sociedad, sino para sanarla de una enfermedad que la

vuelve frágil e indigna y que sólo podrá llevarla a nuevas crisis. Los planes

asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como

respuestas pasajeras. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas

de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de

la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la

inequidad,173 no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva

ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales.

203. La dignidad de cada persona humana y el bien común son cuestiones

que deberían estructurar toda política económica, pero a veces parecen

sólo apéndices agregados desde fuera para completar un discurso político

sin perspectivas ni programas de verdadero desarrollo integral. ¡Cuántas

palabras se han vuelto molestas para este sistema! Molesta que se hable de

ética, molesta que se hable de solidaridad mundial, molesta que se hable

de distribución de los bienes, molesta que se hable de preservar las fuentes

de trabajo, molesta que se hable de la dignidad de los débiles, molesta que

se hable de un Dios que exige un compromiso por la justicia. Otras veces

sucede que estas palabras se vuelven objeto de un manoseo oportunista

que las deshonra. La cómoda indiferencia ante estas cuestiones vacía

nuestra vida y nuestras palabras de todo significado. La vocación de un

empresario es una noble tarea, siempre que se deje interpelar por un

sentido más amplio de la vida; esto le permite servir verdaderamente al

bien común, con su esfuerzo por multiplicar y volver más accesibles para

todos los bienes de este mundo.

204. Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del

mercado. El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento

económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas,

mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor

173 Esto implica «eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial»:

BENEDICTO XVI, Discurso al Cuerpo Diplomático (8 enero 2007): AAS 99 (2007), 73.

- 102 -

distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una

promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo. Estoy

lejos de proponer un populismo irresponsable, pero la economía ya no

puede recurrir a remedios que son un nuevo veneno, como cuando se

pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado laboral y creando

así nuevos excluidos.

205. ¡Pido a Dios que crezca el número de políticos capaces de entrar en un

auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y

no la apariencia de los males de nuestro mundo! La política, tan denigrada,

es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad,

porque busca el bien común.174 Tenemos que convencernos de que la

caridad «no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las

amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macrorelaciones,

como las relaciones sociales, económicas y políticas».175 ¡Ruego

al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la

sociedad, el pueblo, la vida de los pobres! Es imperioso que los gobernantes

y los poderes financieros levanten la mirada y amplíen sus perspectivas,

que procuren que haya trabajo digno, educación y cuidado de la salud para

todos los ciudadanos. ¿Y por qué no acudir a Dios para que inspire sus

planes? Estoy convencido de que a partir de una apertura a la

trascendencia podría formarse una nueva mentalidad política y económica

que ayudaría a superar la dicotomía absoluta entre la economía y el bien

común social.

206. La economía, como la misma palabra indica, debería ser el arte de

alcanzar una adecuada administración de la casa común, que es el mundo

entero. Todo acto económico de envergadura realizado en una parte del

planeta repercute en el todo; por ello ningún gobierno puede actuar al

margen de una responsabilidad común. De hecho, cada vez se vuelve más

difícil encontrar soluciones locales para las enormes contradicciones

globales, por lo cual la política local se satura de problemas a resolver. Si

realmente queremos alcanzar una sana economía mundial, hace falta en

174 Cf. COMMISSION SOCIALE DES ÉVÊQUES DE FRANCE, Declaración Réhabiliter la politique (17 febrero

1999); PÍO XI, Mensaje, 18 diciembre 1927.

175 BENEDICTO XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 2: AAS 101 (2009), 642.

- 103 -

estos momentos de la historia un modo más eficiente de interacción que,

dejando a salvo la soberanía de las naciones, asegure el bienestar

económico de todos los países y no sólo de unos pocos.

207. Cualquier comunidad de la Iglesia, en la medida en que pretenda

subsistir tranquila sin ocuparse creativamente y cooperar con eficiencia

para que los pobres vivan con dignidad y para incluir a todos, también

correrá el riesgo de la disolución, aunque hable de temas sociales o critique

a los gobiernos. Fácilmente terminará sumida en la mundanidad espiritual,

disimulada con prácticas religiosas, con reuniones infecundas o con

discursos vacíos.

208. Si alguien se siente ofendido por mis palabras, le digo que las expreso

con afecto y con la mejor de las intenciones, lejos de cualquier interés

personal o ideología política. Mi palabra no es la de un enemigo ni la de un

opositor. Sólo me interesa procurar que aquellos que están esclavizados

por una mentalidad individualista, indiferente y egoísta, puedan liberarse

de esas cadenas indignas y alcancen un estilo de vida y de pensamiento

más humano, más noble, más fecundo, que dignifique su paso por esta

tierra.

Cuidar la fragilidad

209. Jesús, el evangelizador por excelencia y el Evangelio en persona, se

identifica especialmente con los más pequeños (cf. Mt 25,40). Esto nos

recuerda que todos los cristianos estamos llamados a cuidar a los más

frágiles de la tierra. Pero en el vigente modelo «exitista» y «privatista» no

parece tener sentido invertir para que los lentos, débiles o menos dotados

puedan abrirse camino en la vida.

210. Es indispensable prestar atención para estar cerca de nuevas formas

de pobreza y fragilidad donde estamos llamados a reconocer a Cristo

sufriente, aunque eso aparentemente no nos aporte beneficios tangibles e

inmediatos: los sin techo, los toxicodependientes, los refugiados, los

pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados, etc.

Los migrantes me plantean un desafío particular por ser Pastor de una

- 104 -

Iglesia sin fronteras que se siente madre de todos. Por ello, exhorto a los

países a una generosa apertura, que en lugar de temer la destrucción de la

identidad local sea capaz de crear nuevas síntesis culturales. ¡Qué

hermosas son las ciudades que superan la desconfianza enfermiza e

integran a los diferentes, y que hacen de esa integración un nuevo factor de

desarrollo! ¡Qué lindas son las ciudades que, aun en su diseño

arquitectónico, están llenas de espacios que conectan, relacionan,

favorecen el reconocimiento del otro!

211. Siempre me angustió la situación de los que son objeto de las diversas

formas de trata de personas. Quisiera que se escuchara el grito de Dios

preguntándonos a todos: «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9). ¿Dónde está

tu hermano esclavo? ¿Dónde está ese que estás matando cada día en el

taller clandestino, en la red de prostitución, en los niños que utilizas para

mendicidad, en aquel que tiene que trabajar a escondidas porque no ha

sido formalizado? No nos hagamos los distraídos. Hay mucho de

complicidad. ¡La pregunta es para todos! En nuestras ciudades está

instalado este crimen mafioso y aberrante, y muchos tienen las manos

preñadas de sangre debido a la complicidad cómoda y muda.

212. Doblemente pobres son las mujeres que sufren situaciones de

exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con

menores posibilidades de defender sus derechos. Sin embargo, también

entre ellas encontramos constantemente los más admirables gestos de

heroísmo cotidiano en la defensa y el cuidado de la fragilidad de sus

familias.

213. Entre esos débiles, que la Iglesia quiere cuidar con predilección, están

también los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de

todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a

hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo

legislaciones para que nadie pueda impedirlo. Frecuentemente, para

ridiculizar alegremente la defensa que la Iglesia hace de sus vidas, se

procura presentar su postura como algo ideológico, oscurantista y

conservador. Sin embargo, esta defensa de la vida por nacer está

íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la

- 105 -

convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en

cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo

y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae,

no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos

humanos, que siempre estarían sometidos a conveniencias

circunstanciales de los poderosos de turno. La sola razón es suficiente para

reconocer el valor inviolable de cualquier vida humana, pero si además la

miramos desde la fe, «toda violación de la dignidad personal del ser

humano grita venganza delante de Dios y se configura como ofensa al

Creador del hombre».176

214. Precisamente porque es una cuestión que hace a la coherencia interna

de nuestro mensaje sobre el valor de la persona humana, no debe

esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre esta cuestión. Quiero ser

completamente honesto al respecto. Éste no es un asunto sujeto a

supuestas reformas o «modernizaciones». No es progresista pretender

resolver los problemas eliminando una vida humana. Pero también es

verdad que hemos hecho poco para acompañar adecuadamente a las

mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se

les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias,

particularmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido como

producto de una violación o en un contexto de extrema pobreza. ¿Quién

puede dejar de comprender esas situaciones de tanto dolor?

215. Hay otros seres frágiles e indefensos, que muchas veces quedan a

merced de los intereses económicos o de un uso indiscriminado. Me refiero

al conjunto de la creación. Los seres humanos no somos meros

beneficiarios, sino custodios de las demás criaturas. Por nuestra realidad

corpórea, Dios nos ha unido tan estrechamente al mundo que nos rodea,

que la desertificación del suelo es como una enfermedad para cada uno, y

podemos lamentar la extinción de una especie como si fuera una

mutilación. No dejemos que a nuestro paso queden signos de destrucción y

de muerte que afecten nuestra vida y la de las futuras generaciones.177 En

176 JUAN PABLO II, Exhort. ap. postsinodal Christifideles laici (30 diciembre 1988), 37: AAS 81

(1989), 461.

177 Cf. Propositio 56.

- 106 -

este sentido, hago propio el bello y profético lamento que hace varios años

expresaron los Obispos de Filipinas: «Una increíble variedad de insectos

vivían en el bosque y estaban ocupados con todo tipo de tareas […] Los

pájaros volaban por el aire, sus plumas brillantes y sus diferentes cantos

añadían color y melodía al verde de los bosques [...] Dios quiso esta tierra

para nosotros, sus criaturas especiales, pero no para que pudiéramos

destruirla y convertirla en un páramo [...] Después de una sola noche de

lluvia, mira hacia los ríos de marrón chocolate de tu localidad, y recuerda

que se llevan la sangre viva de la tierra hacia el mar [...] ¿Cómo van a poder

nadar los peces en alcantarillas como el río Pasig y tantos otros ríos que

hemos contaminado? ¿Quién ha convertido el maravilloso mundo marino

en cementerios subacuáticos despojados de vida y de color?».178

216. Pequeños pero fuertes en el amor de Dios, como san Francisco de

Asís, todos los cristianos estamos llamados a cuidar la fragilidad del pueblo

y del mundo en que vivimos.

III. El bien común y la paz social

217. Hemos hablado mucho sobre la alegría y sobre el amor, pero la

Palabra de Dios menciona también el fruto de la paz (cf. Ga 5,22).

218. La paz social no puede entenderse como un irenismo o como una

mera ausencia de violencia lograda por la imposición de un sector sobre los

otros. También sería una falsa paz aquella que sirva como excusa para

justificar una organización social que silencie o tranquilice a los más

pobres, de manera que aquellos que gozan de los mayores beneficios

puedan sostener su estilo de vida sin sobresaltos mientras los demás

sobreviven como pueden. Las reivindicaciones sociales, que tienen que ver

con la distribución del ingreso, la inclusión social de los pobres y los

derechos humanos, no pueden ser sofocadas con el pretexto de construir

un consenso de escritorio o una efímera paz para una minoría feliz. La

dignidad de la persona humana y el bien común están por encima de la

178 CATHOLIC BISHOPS CONFERENCE OF THE PHILIPPINES, Carta pastoral What is Happening to our

Beautiful Land? (29 enero 1988).

- 107 -

tranquilidad de algunos que no quieren renunciar a sus privilegios.

Cuando estos valores se ven afectados, es necesaria una voz profética.

219. La paz tampoco «se reduce a una ausencia de guerra, fruto del

equilibrio siempre precario de las fuerzas. La paz se construye día a día, en

la instauración de un orden querido por Dios, que comporta una justicia

más perfecta entre los hombres».179 En definitiva, una paz que no surja

como fruto del desarrollo integral de todos, tampoco tendrá futuro y

siempre será semilla de nuevos conflictos y de variadas formas de violencia.

220. En cada nación, los habitantes desarrollan la dimensión social de sus

vidas configurándose como ciudadanos responsables en el seno de un

pueblo, no como masa arrastrada por las fuerzas dominantes. Recordemos

que «el ser ciudadano fiel es una virtud y la participación en la vida política

es una obligación moral».180 Pero convertirse en pueblo es todavía más, y

requiere un proceso constante en el cual cada nueva generación se ve

involucrada. Es un trabajo lento y arduo que exige querer integrarse y

aprender a hacerlo hasta desarrollar una cultura del encuentro en una

pluriforme armonía.

221. Para avanzar en esta construcción de un pueblo en paz, justicia y

fraternidad, hay cuatro principios relacionados con tensiones bipolares

propias de toda realidad social. Brotan de los grandes postulados de la

Doctrina Social de la Iglesia, los cuales constituyen «el primer y

fundamental parámetro de referencia para la interpretación y la valoración

de los fenómenos sociales».181 A la luz de ellos, quiero proponer ahora estos

cuatro principios que orientan específicamente el desarrollo de la

convivencia social y la construcción de un pueblo donde las diferencias se

armonicen en un proyecto común. Lo hago con la convicción de que su

aplicación puede ser un genuino camino hacia la paz dentro de cada

nación y en el mundo entero.

El tiempo es superior al espacio

179 PABLO VI, Carta enc. Populorum Progressio (26 marzo 1967), 76: AAS 59 (1967), 294-295.

180 UNITED STATES CONFERENCE OF CATHOLIC BISHOPS, Carta pastoral Forming Consciences for

Faithful Citizenship (2007), 13.

181 PONTIFICIO CONSEJO «JUSTICIA Y PAZ», Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 161.

- 108 -

222. Hay una tensión bipolar entre la plenitud y el límite. La plenitud

provoca la voluntad de poseerlo todo, y el límite es la pared que se nos

pone delante. El «tiempo», ampliamente considerado, hace referencia a la

plenitud como expresión del horizonte que se nos abre, y el momento es

expresión del límite que se vive en un espacio acotado. Los ciudadanos

viven en tensión entre la coyuntura del momento y la luz del tiempo, del

horizonte mayor, de la utopía que nos abre al futuro como causa final que

atrae. De aquí surge un primer principio para avanzar en la construcción

de un pueblo: el tiempo es superior al espacio.

223. Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por

resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles

y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la

realidad. Es una invitación a asumir la tensión entre plenitud y límite,

otorgando prioridad al tiempo. Uno de los pecados que a veces se advierten

en la actividad sociopolítica consiste en privilegiar los espacios de poder en

lugar de los tiempos de los procesos. Darle prioridad al espacio lleva a

enloquecerse para tener todo resuelto en el presente, para intentar tomar

posesión de todos los espacios de poder y autoafirmación. Es cristalizar los

procesos y pretender detenerlos. Darle prioridad al tiempo es ocuparse de

iniciar procesos más que de poseer espacios. El tiempo rige los espacios, los

ilumina y los transforma en eslabones de una cadena en constante

crecimiento, sin caminos de retorno. Se trata de privilegiar las acciones que

generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y

grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes

acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y

tenacidad.

224. A veces me pregunto quiénes son los que en el mundo actual se

preocupan realmente por generar procesos que construyan pueblo, más

que por obtener resultados inmediatos que producen un rédito político

fácil, rápido y efímero, pero que no construyen la plenitud humana. La

historia los juzgará quizás con aquel criterio que enunciaba Romano

Guardini: «El único patrón para valorar con acierto una época es preguntar

hasta qué punto se desarrolla en ella y alcanza una auténtica razón de ser

- 109 -

la plenitud de la existencia humana, de acuerdo con el carácter peculiar y

las posibilidades de dicha época».182

225. Este criterio también es muy propio de la evangelización, que requiere

tener presente el horizonte, asumir los procesos posibles y el camino largo.

El Señor mismo en su vida mortal dio a entender muchas veces a sus

discípulos que había cosas que no podían comprender todavía y que era

necesario esperar al Espíritu Santo (cf. Jn 16,12-13). La parábola del trigo

y la cizaña (cf. Mt 13,24-30) grafica un aspecto importante de la

evangelización que consiste en mostrar cómo el enemigo puede ocupar el

espacio del Reino y causar daño con la cizaña, pero es vencido por la

bondad del trigo que se manifiesta con el tiempo.

La unidad prevalece sobre el conflicto

226. El conflicto no puede ser ignorado o disimulado. Ha de ser asumido.

Pero si quedamos atrapados en él, perdemos perspectivas, los horizontes se

limitan y la realidad misma queda fragmentada. Cuando nos detenemos en

la coyuntura conflictiva, perdemos el sentido de la unidad profunda de la

realidad.

227. Ante el conflicto, algunos simplemente lo miran y siguen adelante

como si nada pasara, se lavan las manos para poder continuar con su vida.

Otros entran de tal manera en el conflicto que quedan prisioneros, pierden

horizontes, proyectan en las instituciones las propias confusiones e

insatisfacciones y así la unidad se vuelve imposible. Pero hay una tercera

manera, la más adecuada, de situarse ante el conflicto. Es aceptar sufrir el

conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso.

«¡Felices los que trabajan por la paz!» (Mt 5,9).

228. De este modo, se hace posible desarrollar una comunión en las

diferencias, que sólo pueden facilitar esas grandes personas que se animan

a ir más allá de la superficie conflictiva y miran a los demás en su dignidad

más profunda. Por eso hace falta postular un principio que es

182 Das Ende der Neuzeit, Würzburg 91965, 41-42.

- 110 -

indispensable para construir la amistad social: la unidad es superior al

conflicto. La solidaridad, entendida en su sentido más hondo y desafiante,

se convierte así en un modo de hacer la historia, en un ámbito viviente

donde los conflictos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una

unidad pluriforme que engendra nueva vida. No es apostar por un

sincretismo ni por la absorción de uno en el otro, sino por la resolución en

un plano superior que conserva en sí las virtualidades valiosas de las

polaridades en pugna.

229. Este criterio evangélico nos recuerda que Cristo ha unificado todo en

sí: cielo y tierra, Dios y hombre, tiempo y eternidad, carne y espíritu,

persona y sociedad. La señal de esta unidad y reconciliación de todo en sí

es la paz. Cristo «es nuestra paz» (Ef 2,14). El anuncio evangélico comienza

siempre con el saludo de paz, y la paz corona y cohesiona en cada

momento las relaciones entre los discípulos. La paz es posible porque el

Señor ha vencido al mundo y a su conflictividad permanente «haciendo la

paz mediante la sangre de su cruz» (Col 1,20). Pero si vamos al fondo de

estos textos bíblicos, tenemos que llegar a descubrir que el primer ámbito

donde estamos llamados a lograr esta pacificación en las diferencias es la

propia interioridad, la propia vida siempre amenazada por la dispersión

dialéctica.183 Con corazones rotos en miles de fragmentos será difícil

construir una auténtica paz social.

230. El anuncio de paz no es el de una paz negociada, sino la convicción de

que la unidad del Espíritu armoniza todas las diversidades. Supera

cualquier conflicto en una nueva y prometedora síntesis. La diversidad es

bella cuando acepta entrar constantemente en un proceso de

reconciliación, hasta sellar una especie de pacto cultural que haga emerger

una «diversidad reconciliada», como bien enseñaron los Obispos del Congo:

«La diversidad de nuestras etnias es una riqueza [...] Sólo con la unidad,

con la conversión de los corazones y con la reconciliación podremos hacer

avanzar nuestro país».184

183 Cf. I. QUILES, S.I., Filosofía de la educación personalista, Buenos Aires 1981, 46-53.

184 COMITÉ PERMANENT DE LA CONFÉRENCE EPISCOPALE NATIONALE DU CONGO, Message sur la situation

sécuritaire dans le pays (5 diciembre 2012), 11.

- 111 -

La realidad es más importante que la idea

231. Existe también una tensión bipolar entre la idea y la realidad. La

realidad simplemente es, la idea se elabora. Entre las dos se debe instaurar

un diálogo constante, evitando que la idea termine separándose de la

realidad. Es peligroso vivir en el reino de la sola palabra, de la imagen, del

sofisma. De ahí que haya que postular un tercer principio: la realidad es

superior a la idea. Esto supone evitar diversas formas de ocultar la

realidad: los purismos angélicos, los totalitarismos de lo relativo, los

nominalismos declaracionistas, los proyectos más formales que reales, los

fundamentalismos ahistóricos, los eticismos sin bondad, los

intelectualismos sin sabiduría.

232. La idea –las elaboraciones conceptuales– está en función de la

captación, la comprensión y la conducción de la realidad. La idea

desconectada de la realidad origina idealismos y nominalismos ineficaces,

que a lo sumo clasifican o definen, pero no convocan. Lo que convoca es la

realidad iluminada por el razonamiento. Hay que pasar del nominalismo

formal a la objetividad armoniosa. De otro modo, se manipula la verdad,

así como se suplanta la gimnasia por la cosmética.185 Hay políticos –e

incluso dirigentes religiosos– que se preguntan por qué el pueblo no los

comprende y no los sigue, si sus propuestas son tan lógicas y claras.

Posiblemente sea porque se instalaron en el reino de la pura idea y

redujeron la política o la fe a la retórica. Otros olvidaron la sencillez e

importaron desde fuera una racionalidad ajena a la gente.

233. La realidad es superior a la idea. Este criterio hace a la encarnación

de la Palabra y a su puesta en práctica: «En esto conoceréis el Espíritu de

Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne es de

Dios» (1 Jn 4,2). El criterio de realidad, de una Palabra ya encarnada y

siempre buscando encarnarse, es esencial a la evangelización. Nos lleva,

por un lado, a valorar la historia de la Iglesia como historia de salvación, a

recordar a nuestros santos que inculturaron el Evangelio en la vida de

nuestros pueblos, a recoger la rica tradición bimilenaria de la Iglesia, sin

185 Cf. PLATÓN, Gorgias, 465.

- 112 -

pretender elaborar un pensamiento desconectado de ese tesoro, como si

quisiéramos inventar el Evangelio. Por otro lado, este criterio nos impulsa a

poner en práctica la Palabra, a realizar obras de justicia y caridad en las

que esa Palabra sea fecunda. No poner en práctica, no llevar a la realidad

la Palabra, es edificar sobre arena, permanecer en la pura idea y degenerar

en intimismos y gnosticismos que no dan fruto, que esterilizan su

dinamismo.

El todo es superior a la parte

234. Entre la globalización y la localización también se produce una

tensión. Hace falta prestar atención a lo global para no caer en una

mezquindad cotidiana. Al mismo tiempo, no conviene perder de vista lo

local, que nos hace caminar con los pies sobre la tierra. Las dos cosas

unidas impiden caer en alguno de estos dos extremos: uno, que los

ciudadanos vivan en un universalismo abstracto y globalizante, miméticos

pasajeros del furgón de cola, admirando los fuegos artificiales del mundo,

que es de otros, con la boca abierta y aplausos programados; otro, que se

conviertan en un museo folklórico de ermitaños localistas, condenados a

repetir siempre lo mismo, incapaces de dejarse interpelar por el diferente y

de valorar la belleza que Dios derrama fuera de sus límites.

235. El todo es más que la parte, y también es más que la mera suma de

ellas. Entonces, no hay que obsesionarse demasiado por cuestiones

limitadas y particulares. Siempre hay que ampliar la mirada para

reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo

sin evadirse, sin desarraigos. Es necesario hundir las raíces en la tierra

fértil y en la historia del propio lugar, que es un don de Dios. Se trabaja en

lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia. Del

mismo modo, una persona que conserva su peculiaridad personal y no

esconde su identidad, cuando integra cordialmente una comunidad, no se

anula sino que recibe siempre nuevos estímulos para su propio desarrollo.

No es ni la esfera global que anula ni la parcialidad aislada que esteriliza.

236. El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada

punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El

- 113 -

modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades

que en él conservan su originalidad. Tanto la acción pastoral como la

acción política procuran recoger en ese poliedro lo mejor de cada uno. Allí

entran los pobres con su cultura, sus proyectos y sus propias

potencialidades. Aun las personas que puedan ser cuestionadas por sus

errores, tienen algo que aportar que no debe perderse. Es la conjunción de

los pueblos que, en el orden universal, conservan su propia peculiaridad;

es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien común

que verdaderamente incorpora a todos.

237. A los cristianos, este principio nos habla también de la totalidad o

integridad del Evangelio que la Iglesia nos transmite y nos envía a predicar.

Su riqueza plena incorpora a los académicos y a los obreros, a los

empresarios y a los artistas, a todos. La mística popular acoge a su modo el

Evangelio entero, y lo encarna en expresiones de oración, de fraternidad, de

justicia, de lucha y de fiesta. La Buena Noticia es la alegría de un Padre

que no quiere que se pierda ninguno de sus pequeñitos. Así brota la alegría

en el Buen Pastor que encuentra la oveja perdida y la reintegra a su

rebaño. El Evangelio es levadura que fermenta toda la masa y ciudad que

brilla en lo alto del monte iluminando a todos los pueblos. El Evangelio

tiene un criterio de totalidad que le es inherente: no termina de ser Buena

Noticia hasta que no es anunciado a todos, hasta que no fecunda y sana

todas las dimensiones del hombre, y hasta que no integra a todos los

hombres en la mesa del Reino. El todo es superior a la parte.

IV. El diálogo social como contribución a la paz

238. La evangelización también implica un camino de diálogo. Para la

Iglesia, en este tiempo hay particularmente tres campos de diálogo en los

cuales debe estar presente, para cumplir un servicio a favor del pleno

desarrollo del ser humano y procurar el bien común: el diálogo con los

Estados, con la sociedad –que incluye el diálogo con las culturas y con las

ciencias– y con otros creyentes que no forman parte de la Iglesia católica.

- 114 -

En todos los casos «la Iglesia habla desde la luz que le ofrece la fe»,186

aporta su experiencia de dos mil años y conserva siempre en la memoria

las vidas y sufrimientos de los seres humanos. Esto va más allá de la razón

humana, pero también tiene un significado que puede enriquecer a los que

no creen e invita a la razón a ampliar sus perspectivas.

239. La Iglesia proclama «el evangelio de la paz» (Ef 6,15) y está abierta a la

colaboración con todas las autoridades nacionales e internacionales para

cuidar este bien universal tan grande. Al anunciar a Jesucristo, que es la

paz en persona (cf. Ef 2,14), la nueva evangelización anima a todo

bautizado a ser instrumento de pacificación y testimonio creíble de una

vida reconciliada.187 Es hora de saber cómo diseñar, en una cultura que

privilegie el diálogo como forma de encuentro, la búsqueda de consensos y

acuerdos, pero sin separarla de la preocupación por una sociedad justa,

memoriosa y sin exclusiones. El autor principal, el sujeto histórico de este

proceso, es la gente y su cultura, no es una clase, una fracción, un grupo,

una élite. No necesitamos un proyecto de unos pocos para unos pocos, o

una minoría ilustrada o testimonial que se apropie de un sentimiento

colectivo. Se trata de un acuerdo para vivir juntos, de un pacto social y

cultural.

240. Al Estado compete el cuidado y la promoción del bien común de la

sociedad.188 Sobre la base de los principios de subsidiariedad y solidaridad,

y con un gran esfuerzo de diálogo político y creación de consensos,

desempeña un papel fundamental, que no puede ser delegado, en la

búsqueda del desarrollo integral de todos. Este papel, en las circunstancias

actuales, exige una profunda humildad social.

241. En el diálogo con el Estado y con la sociedad, la Iglesia no tiene

soluciones para todas las cuestiones particulares. Pero junto con las

diversas fuerzas sociales, acompaña las propuestas que mejor respondan a

la dignidad de la persona humana y al bien común. Al hacerlo, siempre

propone con claridad los valores fundamentales de la existencia humana,

186 BENEDICTO XVI, Discurso a la Curia Romana (21 diciembre 2012): AAS 105 (2013), 51.

187 Cf. Propositio 14.

188 Cf. Catecismo de la Iglesia católica, 1910; PONTIFICIO CONSEJO «JUSTICIA Y PAZ», Compendio de la

Doctrina Social de la Iglesia, 168.

- 115 -

para transmitir convicciones que luego puedan traducirse en acciones

políticas.

El diálogo entre la fe, la razón y las ciencias

242. El diálogo entre ciencia y fe también es parte de la acción

evangelizadora que pacifica.189 El cientismo y el positivismo se rehúsan a

«admitir como válidas las formas de conocimiento diversas de las propias

de las ciencias positivas».190 La Iglesia propone otro camino, que exige una

síntesis entre un uso responsable de las metodologías propias de las

ciencias empíricas y otros saberes como la filosofía, la teología, y la misma

fe, que eleva al ser humano hasta el misterio que trasciende la naturaleza y

la inteligencia humana. La fe no le tiene miedo a la razón; al contrario, la

busca y confía en ella, porque «la luz de la razón y la de la fe provienen

ambas de Dios»,191 y no pueden contradecirse entre sí. La evangelización

está atenta a los avances científicos para iluminarlos con la luz de la fe y

de la ley natural, en orden a procurar que respeten siempre la centralidad

y el valor supremo de la persona humana en todas las fases de su

existencia. Toda la sociedad puede verse enriquecida gracias a este diálogo

que abre nuevos horizontes al pensamiento y amplía las posibilidades de la

razón. También éste es un camino de armonía y de pacificación.

243. La Iglesia no pretende detener el admirable progreso de las ciencias.

Al contrario, se alegra e incluso disfruta reconociendo el enorme potencial

que Dios ha dado a la mente humana. Cuando el desarrollo de las ciencias,

manteniéndose con rigor académico en el campo de su objeto específico,

vuelve evidente una determinada conclusión que la razón no puede negar,

la fe no la contradice. Los creyentes tampoco pueden pretender que una

opinión científica que les agrada, y que ni siquiera ha sido suficientemente

comprobada, adquiera el peso de un dogma de fe. Pero, en ocasiones,

algunos científicos van más allá del objeto formal de su disciplina y se

extralimitan con afirmaciones o conclusiones que exceden el campo de la

propia ciencia. En ese caso, no es la razón lo que se propone, sino una

189 Cf. Propositio 54.

190 JUAN PABLO II, Carta enc. Fides et ratio (14 septiembre 1998), 88: AAS 91 (1999), 74.

191 SANTO TOMÁS DE AQUINO, Summa contra Gentiles, I, VII; cf. JUAN PABLO II, Carta enc. Fides et

ratio (14 septiembre 1998), 43: AAS 91 (1999), 39.

- 116 -

determinada ideología que cierra el camino a un diálogo auténtico, pacífico

y fructífero.

El diálogo ecuménico

244. El empeño ecuménico responde a la oración del Señor Jesús que pide

«que todos sean uno» (Jn 17,21). La credibilidad del anuncio cristiano sería

mucho mayor si los cristianos superaran sus divisiones y la Iglesia

realizara «la plenitud de catolicidad que le es propia, en aquellos hijos que,

incorporados a ella ciertamente por el Bautismo, están, sin embargo,

separados de su plena comunión».192 Tenemos que recordar siempre que

somos peregrinos, y peregrinamos juntos. Para eso hay que confiar el

corazón al compañero de camino sin recelos, sin desconfianzas, y mirar

ante todo lo que buscamos: la paz en el rostro del único Dios. Confiarse al

otro es algo artesanal, la paz es artesanal. Jesús nos dijo: «¡Felices los que

trabajan por la paz!» (Mt 5,9). En este empeño, también entre nosotros, se

cumple la antigua profecía: «De sus espadas forjarán arados» (Is 2,4).

245. Bajo esta luz, el ecumenismo es un aporte a la unidad de la familia

humana. La presencia en el Sínodo del Patriarca de Constantinopla, Su

Santidad Bartolomé I, y del Arzobispo de Canterbury, Su Gracia Rowan

Douglas Williams, fue un verdadero don de Dios y un precioso testimonio

cristiano.193

246. Dada la gravedad del antitestimonio de la división entre cristianos,

particularmente en Asia y en África, la búsqueda de caminos de unidad se

vuelve urgente. Los misioneros en esos continentes mencionan

reiteradamente las críticas, quejas y burlas que reciben debido al

escándalo de los cristianos divididos. Si nos concentramos en las

convicciones que nos unen y recordamos el principio de la jerarquía de

verdades, podremos caminar decididamente hacia expresiones comunes de

anuncio, de servicio y de testimonio. La inmensa multitud que no ha

acogido el anuncio de Jesucristo no puede dejarnos indiferentes. Por lo

tanto, el empeño por una unidad que facilite la acogida de Jesucristo deja

192 CONC. ECUM. VAT. II, Decreto Unitatis redintegratio, sobre el ecumenismo, 4.

193 Cf. Propositio 52.

- 117 -

de ser mera diplomacia o cumplimiento forzado, para convertirse en un

camino ineludible de la evangelización. Los signos de división entre los

cristianos en países que ya están destrozados por la violencia agregan más

motivos de conflicto por parte de quienes deberíamos ser un atractivo

fermento de paz. ¡Son tantas y tan valiosas las cosas que nos unen! Y si

realmente creemos en la libre y generosa acción del Espíritu, ¡cuántas

cosas podemos aprender unos de otros! No se trata sólo de recibir

información sobre los demás para conocerlos mejor, sino de recoger lo que

el Espíritu ha sembrado en ellos como un don también para nosotros. Sólo

para dar un ejemplo, en el diálogo con los hermanos ortodoxos, los

católicos tenemos la posibilidad de aprender algo más sobre el sentido de la

colegialidad episcopal y sobre su experiencia de la sinodalidad. A través de

un intercambio de dones, el Espíritu puede llevarnos cada vez más a la

verdad y al bien.

Las relaciones con el Judaísmo

247. Una mirada muy especial se dirige al pueblo judío, cuya Alianza con

Dios jamás ha sido revocada, porque «los dones y el llamado de Dios son

irrevocables» (Rm 11,29). La Iglesia, que comparte con el Judaísmo una

parte importante de las Sagradas Escrituras, considera al pueblo de la

Alianza y su fe como una raíz sagrada de la propia identidad cristiana (cf.

Rm 11,16-18). Los cristianos no podemos considerar al Judaísmo como

una religión ajena, ni incluimos a los judíos entre aquellos llamados a dejar

los ídolos para convertirse al verdadero Dios (cf. 1 Ts 1,9). Creemos junto

con ellos en el único Dios que actúa en la historia, y acogemos con ellos la

común Palabra revelada.

248. El diálogo y la amistad con los hijos de Israel son parte de la vida de

los discípulos de Jesús. El afecto que se ha desarrollado nos lleva a

lamentar sincera y amargamente las terribles persecuciones de las que

fueron y son objeto, particularmente aquellas que involucran o

involucraron a cristianos.

249. Dios sigue obrando en el pueblo de la Antigua Alianza y provoca

tesoros de sabiduría que brotan de su encuentro con la Palabra divina. Por

- 118 -

eso, la Iglesia también se enriquece cuando recoge los valores del

Judaísmo. Si bien algunas convicciones cristianas son inaceptables para el

Judaísmo, y la Iglesia no puede dejar de anunciar a Jesús como Señor y

Mesías, existe una rica complementación que nos permite leer juntos los

textos de la Biblia hebrea y ayudarnos mutuamente a desentrañar las

riquezas de la Palabra, así como compartir muchas convicciones éticas y la

común preocupación por la justicia y el desarrollo de los pueblos.

El diálogo interreligioso

250. Una actitud de apertura en la verdad y en el amor debe caracterizar el

diálogo con los creyentes de las religiones no cristianas, a pesar de los

varios obstáculos y dificultades, particularmente los fundamentalismos de

ambas partes. Este diálogo interreligioso es una condición necesaria para

la paz en el mundo, y por lo tanto es un deber para los cristianos, así como

para otras comunidades religiosas. Este diálogo es, en primer lugar, una

conversación sobre la vida humana o simplemente, como proponen los

Obispos de la India, «estar abiertos a ellos, compartiendo sus alegrías y

penas».194 Así aprendemos a aceptar a los otros en su modo diferente de

ser, de pensar y de expresarse. De esta forma, podremos asumir juntos el

deber de servir a la justicia y la paz, que deberá convertirse en un criterio

básico de todo intercambio. Un diálogo en el que se busquen la paz social y

la justicia es en sí mismo, más allá de lo meramente pragmático, un

compromiso ético que crea nuevas condiciones sociales. Los esfuerzos en

torno a un tema específico pueden convertirse en un proceso en el que, a

través de la escucha del otro, ambas partes encuentren purificación y

enriquecimiento. Por lo tanto, estos esfuerzos también pueden tener el

significado del amor a la verdad.

251. En este dialogo, siempre amable y cordial, nunca se debe descuidar el

vínculo esencial entre diálogo y anuncio, que lleva a la Iglesia a mantener y

a intensificar las relaciones con los no cristianos.195 Un sincretismo

conciliador sería en el fondo un totalitarismo de quienes pretenden

194 INDIAN BISHOPS’ CONFERENCE, Declaración final de la XXX Asamblea: The Role of the Church for a

Better India (8 marzo 2012), 8.9.

195 Cf. Propositio 53.

- 119 -

conciliar prescindiendo de valores que los trascienden y de los cuales no

son dueños. La verdadera apertura implica mantenerse firme en las

propias convicciones más hondas, con una identidad clara y gozosa, pero

«abierto a comprender las del otro» y «sabiendo que el diálogo realmente

puede enriquecer a cada uno».196 No nos sirve una apertura diplomática,

que dice que sí a todo para evitar problemas, porque sería un modo de

engañar al otro y de negarle el bien que uno ha recibido como un don para

compartir generosamente. La evangelización y el diálogo interreligioso, lejos

de oponerse, se sostienen y se alimentan recíprocamente.197

252. En esta época adquiere gran importancia la relación con los creyentes

del Islam, hoy particularmente presentes en muchos países de tradición

cristiana donde pueden celebrar libremente su culto y vivir integrados en la

sociedad. Nunca hay que olvidar que ellos, «confesando adherirse a la fe de

Abraham, adoran con nosotros a un Dios único, misericordioso, que

juzgará a los hombres en el día final».198 Los escritos sagrados del Islam

conservan parte de las enseñanzas cristianas; Jesucristo y María son

objeto de profunda veneración y es admirable ver cómo jóvenes y ancianos,

mujeres y varones del Islam son capaces de dedicar tiempo diariamente a

la oración y de participar fielmente de sus ritos religiosos. Al mismo

tiempo, muchos de ellos tienen una profunda convicción de que la propia

vida, en su totalidad, es de Dios y para Él. También reconocen la necesidad

de responderle con un compromiso ético y con la misericordia hacia los

más pobres.

253. Para sostener el diálogo con el Islam es indispensable la adecuada

formación de los interlocutores, no sólo para que estén sólida y

gozosamente radicados en su propia identidad, sino para que sean capaces

de reconocer los valores de los demás, de comprender las inquietudes que

subyacen a sus reclamos y de sacar a luz las convicciones comunes. Los

cristianos deberíamos acoger con afecto y respeto a los inmigrantes del

Islam que llegan a nuestros países, del mismo modo que esperamos y

196 JUAN PABLO II, Carta enc. Redemptoris missio (7 diciembre 1990), 56: AAS 83 (1991), 304.

197 Cf. BENEDICTO XVI, Discurso a la Curia Romana (21 dicembre 2012): AAS 105 (2013), 51; CONC.

ECUM. VAT. II, Decreto Ad gentes, sobre la actividad misionera de la Iglesia, 9; Catecismo de la

Iglesia católica, 856.

198 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 16.

- 120 -

rogamos ser acogidos y respetados en los países de tradición islámica.

¡Ruego, imploro humildemente a esos países que den libertad a los

cristianos para poder celebrar su culto y vivir su fe, teniendo en cuenta la

libertad que los creyentes del Islam gozan en los países occidentales!

Frente a episodios de fundamentalismo violento que nos inquietan, el

afecto hacia los verdaderos creyentes del Islam debe llevarnos a evitar

odiosas generalizaciones, porque el verdadero Islam y una adecuada

interpretación del Corán se oponen a toda violencia.

254. Los no cristianos, por la gratuita iniciativa divina, y fieles a su

conciencia, pueden vivir «justificados mediante la gracia de Dios»,199 y así

«asociados al misterio pascual de Jesucristo».200 Pero, debido a la

dimensión sacramental de la gracia santificante, la acción divina en ellos

tiende a producir signos, ritos, expresiones sagradas que a su vez acercan

a otros a una experiencia comunitaria de camino hacia Dios.201 No tienen

el sentido y la eficacia de los Sacramentos instituidos por Cristo, pero

pueden ser cauces que el mismo Espíritu suscite para liberar a los no

cristianos del inmanentismo ateo o de experiencias religiosas meramente

individuales. El mismo Espíritu suscita en todas partes diversas formas de

sabiduría práctica que ayudan a sobrellevar las penurias de la existencia y

a vivir con más paz y armonía. Los cristianos también podemos aprovechar

esa riqueza consolidada a lo largo de los siglos, que puede ayudarnos a

vivir mejor nuestras propias convicciones.

El diálogo social en un contexto de libertad religiosa

255. Los Padres sinodales recordaron la importancia del respeto a la

libertad religiosa, considerada como un derecho humano fundamental.202

Incluye «la libertad de elegir la religión que se estima verdadera y de

manifestar públicamente la propia creencia».203 Un sano pluralismo, que de

verdad respete a los diferentes y los valore como tales, no implica una

199 COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, El cristianismo y las religiones (1996), 72.

200 Ibíd.

201 Cf. ibíd., 81-87.

202 Cf. Propositio 16.

203 BENEDICTO XVI, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Medio Oriente (14 septiembre 2012), 26:

AAS 104 (2012), 762.

- 121 -

privatización de las religiones, con la pretensión de reducirlas al silencio y

la oscuridad de la conciencia de cada uno, o a la marginalidad del recinto

cerrado de los templos, sinagogas o mezquitas. Se trataría, en definitiva, de

una nueva forma de discriminación y de autoritarismo. El debido respeto a

las minorías de agnósticos o no creyentes no debe imponerse de un modo

arbitrario que silencie las convicciones de mayorías creyentes o ignore la

riqueza de las tradiciones religiosas. Eso a la larga fomentaría más el

resentimiento que la tolerancia y la paz.

256. A la hora de preguntarse por la incidencia pública de la religión, hay

que distinguir diversas formas de vivirla. Tanto los intelectuales como las

notas periodísticas frecuentemente caen en groseras y poco académicas

generalizaciones cuando hablan de los defectos de las religiones y muchas

veces no son capaces de distinguir que no todos los creyentes –ni todas las

autoridades religiosas– son iguales. Algunos políticos aprovechan esta

confusión para justificar acciones discriminatorias. Otras veces se

desprecian los escritos que han surgido en el ámbito de una convicción

creyente, olvidando que los textos religiosos clásicos pueden ofrecer un

significado para todas las épocas, tienen una fuerza motivadora que abre

siempre nuevos horizontes, estimula el pensamiento, amplía la mente y la

sensibilidad. Son despreciados por la cortedad de vista de los

racionalismos. ¿Es razonable y culto relegarlos a la oscuridad, sólo por

haber surgido en el contexto de una creencia religiosa? Incluyen principios

profundamente humanistas que tienen un valor racional aunque estén

teñidos por símbolos y doctrinas religiosas.

257. Los creyentes nos sentimos cerca también de quienes, no

reconociéndose parte de alguna tradición religiosa, buscan sinceramente la

verdad, la bondad y la belleza, que para nosotros tienen su máxima

expresión y su fuente en Dios. Los percibimos como preciosos aliados en el

empeño por la defensa de la dignidad humana, en la construcción de una

convivencia pacífica entre los pueblos y en la custodia de lo creado. Un

espacio peculiar es el de los llamados nuevos Areópagos, como el «Atrio de

los Gentiles», donde «creyentes y no creyentes pueden dialogar sobre los

temas fundamentales de la ética, del arte y de la ciencia, y sobre la

- 122 -

búsqueda de la trascendencia».204 Éste también es un camino de paz para

nuestro mundo herido.

258. A partir de algunos temas sociales, importantes en orden al futuro de

la humanidad, procuré explicitar una vez más la ineludible dimensión

social del anuncio del Evangelio, para alentar a todos los cristianos a

manifestarla siempre en sus palabras, actitudes y acciones.

204 Propositio 55.

- 123 -

Capítulo quinto

Evangelizadores con Espíritu

259. Evangelizadores con Espíritu quiere decir evangelizadores que se

abren sin temor a la acción del Espíritu Santo. En Pentecostés, el Espíritu

hace salir de sí mismos a los Apóstoles y los transforma en anunciadores

de las grandezas de Dios, que cada uno comienza a entender en su propia

lengua. El Espíritu Santo, además, infunde la fuerza para anunciar la

novedad del Evangelio con audacia (parresía), en voz alta y en todo tiempo

y lugar, incluso a contracorriente. Invoquémoslo hoy, bien apoyados en la

oración, sin la cual toda acción corre el riesgo de quedarse vacía y el

anuncio finalmente carece de alma. Jesús quiere evangelizadores que

anuncien la Buena Noticia no sólo con palabras sino sobre todo con una

vida que se ha transfigurado en la presencia de Dios.

260. En este último capítulo no ofreceré una síntesis de la espiritualidad

cristiana, ni desarrollaré grandes temas como la oración, la adoración

eucarística o la celebración de la fe, sobre los cuales tenemos ya valiosos

textos magisteriales y célebres escritos de grandes autores. No pretendo

reemplazar ni superar tanta riqueza. Simplemente propondré algunas

reflexiones acerca del espíritu de la nueva evangelización.

261. Cuando se dice que algo tiene «espíritu», esto suele indicar unos

móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la

acción personal y comunitaria. Una evangelización con espíritu es muy

diferente de un conjunto de tareas vividas como una obligación pesada que

simplemente se tolera, o se sobrelleva como algo que contradice las propias

inclinaciones y deseos. ¡Cómo quisiera encontrar las palabras para alentar

una etapa evangelizadora más fervorosa, alegre, generosa, audaz, llena de

amor hasta el fin y de vida contagiosa! Pero sé que ninguna motivación

será suficiente si no arde en los corazones el fuego del Espíritu. En

definitiva, una evangelización con espíritu es una evangelización con

Espíritu Santo, ya que Él es el alma de la Iglesia evangelizadora. Antes de

proponeros algunas motivaciones y sugerencias espirituales, invoco una

vez más al Espíritu Santo; le ruego que venga a renovar, a sacudir, a

- 124 -

impulsar a la Iglesia en una audaz salida fuera de sí para evangelizar a

todos los pueblos.

I. Motivaciones para un renovado impulso misionero

262. Evangelizadores con Espíritu quiere decir evangelizadores que oran y

trabajan. Desde el punto de vista de la evangelización, no sirven ni las

propuestas místicas sin un fuerte compromiso social y misionero, ni los

discursos y praxis sociales o pastorales sin una espiritualidad que

transforme el corazón. Esas propuestas parciales y desintegradoras sólo

llegan a grupos reducidos y no tienen fuerza de amplia penetración, porque

mutilan el Evangelio. Siempre hace falta cultivar un espacio interior que

otorgue sentido cristiano al compromiso y a la actividad.205 Sin momentos

detenidos de adoración, de encuentro orante con la Palabra, de diálogo

sincero con el Señor, las tareas fácilmente se vacían de sentido, nos

debilitamos por el cansancio y las dificultades, y el fervor se apaga. La

Iglesia necesita imperiosamente el pulmón de la oración, y me alegra

enormemente que se multipliquen en todas las instituciones eclesiales los

grupos de oración, de intercesión, de lectura orante de la Palabra, las

adoraciones perpetuas de la Eucaristía. Al mismo tiempo, «se debe

rechazar la tentación de una espiritualidad oculta e individualista, que

poco tiene que ver con las exigencias de la caridad y con la lógica de la

Encarnación».206 Existe el riesgo de que algunos momentos de oración se

conviertan en excusa para no entregar la vida en la misión, porque la

privatización del estilo de vida puede llevar a los cristianos a refugiarse en

alguna falsa espiritualidad.

263. Es sano acordarse de los primeros cristianos y de tantos hermanos a

lo largo de la historia que estuvieron cargados de alegría, llenos de coraje,

incansables en el anuncio y capaces de una gran resistencia activa. Hay

quienes se consuelan diciendo que hoy es más difícil; sin embargo,

reconozcamos que las circunstancias del Imperio romano no eran

favorables al anuncio del Evangelio, ni a la lucha por la justicia, ni a la

205 Cf. Propositio 36.

206 JUAN PABLO II, Carta ap. Novo Millennio ineunte (6 enero 2001), 52: AAS 93 (2001), 304.

- 125 -

defensa de la dignidad humana. En todos los momentos de la historia

están presentes la debilidad humana, la búsqueda enfermiza de sí mismo,

el egoísmo cómodo y, en definitiva, la concupiscencia que nos acecha a

todos. Eso está siempre, con un ropaje o con otro; viene del límite humano

más que de las circunstancias. Entonces, no digamos que hoy es más

difícil; es distinto. Pero aprendamos de los santos que nos han precedido y

enfrentaron las dificultades propias de su época. Para ello, os propongo que

nos detengamos a recuperar algunas motivaciones que nos ayuden a

imitarlos hoy.207

El encuentro personal con el amor de Jesús que nos salva

264. La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que

hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a

amarlo siempre más. Pero ¿qué amor es ese que no siente la necesidad de

hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer? Si no sentimos el

intenso deseo de comunicarlo, necesitamos detenernos en oración para

pedirle a Él que vuelva a cautivarnos. Nos hace falta clamar cada día, pedir

su gracia para que nos abra el corazón frío y sacuda nuestra vida tibia y

superficial. Puestos ante Él con el corazón abierto, dejando que Él nos

contemple, reconocemos esa mirada de amor que descubrió Natanael el día

que Jesús se hizo presente y le dijo: «Cuando estabas debajo de la higuera,

te vi» (Jn 1,48). ¡Qué dulce es estar frente a un crucifijo, o de rodillas

delante del Santísimo, y simplemente ser ante sus ojos! ¡Cuánto bien nos

hace dejar que Él vuelva a tocar nuestra existencia y nos lance a

comunicar su vida nueva! Entonces, lo que ocurre es que, en definitiva, «lo

que hemos visto y oído es lo que anunciamos» (1 Jn 1,3). La mejor

motivación para decidirse a comunicar el Evangelio es contemplarlo con

amor, es detenerse en sus páginas y leerlo con el corazón. Si lo abordamos

de esa manera, su belleza nos asombra, vuelve a cautivarnos una y otra

vez. Para eso urge recobrar un espíritu contemplativo, que nos permita

redescubrir cada día que somos depositarios de un bien que humaniza,

que ayuda a llevar una vida nueva. No hay nada mejor para transmitir a

los demás.

207 Cf. V. M. FERNÁNDEZ, «Espiritualidad para la esperanza activa». Acto de apertura del I Congreso

Nacional de Doctrina social de la Iglesia, Rosario (Argentina), 2011: UCActualidad 142 (2011), 16.

- 126 -

265. Toda la vida de Jesús, su forma de tratar a los pobres, sus gestos, su

coherencia, su generosidad cotidiana y sencilla, y finalmente su entrega

total, todo es precioso y le habla a la propia vida. Cada vez que uno vuelve

a descubrirlo, se convence de que eso mismo es lo que los demás

necesitan, aunque no lo reconozcan: «Lo que vosotros adoráis sin conocer

es lo que os vengo a anunciar» (Hch 17,23). A veces perdemos el

entusiasmo por la misión al olvidar que el Evangelio responde a las

necesidades más profundas de las personas, porque todos hemos sido

creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el

amor fraterno. Cuando se logra expresar adecuadamente y con belleza el

contenido esencial del Evangelio, seguramente ese mensaje hablará a las

búsquedas más hondas de los corazones: «El misionero está convencido de

que existe ya en las personas y en los pueblos, por la acción del Espíritu,

una espera, aunque sea inconsciente, por conocer la verdad sobre Dios,

sobre el hombre, sobre el camino que lleva a la liberación del pecado y de la

muerte. El entusiasmo por anunciar a Cristo deriva de la convicción de

responder a esta esperanza».208

El entusiasmo evangelizador se fundamenta en esta convicción. Tenemos

un tesoro de vida y de amor que es lo que no puede engañar, el mensaje

que no puede manipular ni desilusionar. Es una respuesta que cae en lo

más hondo del ser humano y que puede sostenerlo y elevarlo. Es la verdad

que no pasa de moda porque es capaz de penetrar allí donde nada más

puede llegar. Nuestra tristeza infinita sólo se cura con un infinito amor.

266. Pero esa convicción se sostiene con la propia experiencia,

constantemente renovada, de gustar su amistad y su mensaje. No se puede

perseverar en una evangelización fervorosa si uno no sigue convencido, por

experiencia propia, de que no es lo mismo haber conocido a Jesús que no

conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas, no es lo

mismo poder escucharlo que ignorar su Palabra, no es lo mismo poder

contemplarlo, adorarlo, descansar en Él, que no poder hacerlo. No es lo

mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio que hacerlo sólo con

la propia razón. Sabemos bien que la vida con Él se vuelve mucho más

208 JUAN PABLO II, Carta enc. Redemptoris missio (7 diciembre 1990), 45: AAS 83 (1991), 292.

- 127 -

plena y que con Él es más fácil encontrarle un sentido a todo. Por eso

evangelizamos. El verdadero misionero, que nunca deja de ser discípulo,

sabe que Jesús camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él.

Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera. Si uno no lo

descubre a Él presente en el corazón mismo de la entrega misionera,

pronto pierde el entusiasmo y deja de estar seguro de lo que transmite, le

falta fuerza y pasión. Y una persona que no está convencida,

entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie.

267. Unidos a Jesús, buscamos lo que Él busca, amamos lo que Él ama.

En definitiva, lo que buscamos es la gloria del Padre, vivimos y actuamos

«para alabanza de la gloria de su gracia» (Ef 1,6). Si queremos entregarnos

a fondo y con constancia, tenemos que ir más allá de cualquier otra

motivación. Éste es el móvil definitivo, el más profundo, el más grande, la

razón y el sentido final de todo lo demás. Se trata de la gloria del Padre que

Jesús buscó durante toda su existencia. Él es el Hijo eternamente feliz con

todo su ser «hacia el seno del Padre» (Jn 1,18). Si somos misioneros, es

ante todo porque Jesús nos ha dicho: «La gloria de mi Padre consiste en

que deis fruto abundante» (Jn 15,8). Más allá de que nos convenga o no,

nos interese o no, nos sirva o no, más allá de los límites pequeños de

nuestros deseos, nuestra comprensión y nuestras motivaciones,

evangelizamos para la mayor gloria del Padre que nos ama.

El gusto espiritual de ser pueblo

268. La Palabra de Dios también nos invita a reconocer que somos pueblo:

«Vosotros, que en otro tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios»

(1 Pe 2,10). Para ser evangelizadores de alma también hace falta desarrollar

el gusto espiritual de estar cerca de la vida de la gente, hasta el punto de

descubrir que eso es fuente de un gozo superior. La misión es una pasión

por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo. Cuando nos

detenemos ante Jesús crucificado, reconocemos todo su amor que nos

dignifica y nos sostiene, pero allí mismo, si no somos ciegos, empezamos a

percibir que esa mirada de Jesús se amplía y se dirige llena de cariño y de

ardor hacia todo su pueblo. Así redescubrimos que Él nos quiere tomar

como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado.

- 128 -

Nos toma de en medio del pueblo y nos envía al pueblo, de tal modo que

nuestra identidad no se entiende sin esta pertenencia.

269. Jesús mismo es el modelo de esta opción evangelizadora que nos

introduce en el corazón del pueblo. ¡Qué bien nos hace mirarlo cercano a

todos! Si hablaba con alguien, miraba sus ojos con una profunda atención

amorosa: «Jesús lo miró con cariño» (Mc 10,21). Lo vemos accesible cuando

se acerca al ciego del camino (cf. Mc 10,46-52), y cuando come y bebe con

los pecadores (cf. Mc 2,16), sin importarle que lo traten de comilón y

borracho (cf. Mt 11,19). Lo vemos disponible cuando deja que una mujer

prostituta unja sus pies (cf. Lc 7,36-50) o cuando recibe de noche a

Nicodemo (cf. Jn 3,1-15). La entrega de Jesús en la cruz no es más que la

culminación de ese estilo que marcó toda su existencia. Cautivados por ese

modelo, deseamos integrarnos a fondo en la sociedad, compartimos la vida

con todos, escuchamos sus inquietudes, colaboramos material y

espiritualmente con ellos en sus necesidades, nos alegramos con los que

están alegres, lloramos con los que lloran y nos comprometemos en la

construcción de un mundo nuevo, codo a codo con los demás. Pero no por

obligación, no como un peso que nos desgasta, sino como una opción

personal que nos llena de alegría y nos otorga identidad.

270. A veces sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una

prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos

la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás. Espera

que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que

nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana,

para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia

concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando lo

hacemos, la vida siempre se nos complica maravillosamente y vivimos la

intensa experiencia de ser pueblo, la experiencia de pertenecer a un

pueblo.

271. Es verdad que, en nuestra relación con el mundo, se nos invita a dar

razón de nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y

condenan. Se nos advierte muy claramente: «Hacedlo con dulzura y

respeto» (1 Pe 3,16), y «en lo posible y en cuanto de vosotros dependa, en

- 129 -

paz con todos los hombres» (Rm 12,18). También se nos exhorta a tratar de

vencer «el mal con el bien» (Rm 12,21), sin cansarnos «de hacer el bien» (Ga

6,9) y sin pretender aparecer como superiores, sino «considerando a los

demás como superiores a uno mismo» (Flp 2,3). De hecho, los Apóstoles del

Señor gozaban de «la simpatía de todo el pueblo» (Hch 2,47; 4,21.33; 5,13).

Queda claro que Jesucristo no nos quiere príncipes que miran

despectivamente, sino hombres y mujeres de pueblo. Ésta no es la opinión

de un Papa ni una opción pastoral entre otras posibles; son indicaciones de

la Palabra de Dios tan claras, directas y contundentes que no necesitan

interpretaciones que les quiten fuerza interpelante. Vivámoslas «sine

glossa», sin comentarios. De ese modo, experimentaremos el gozo

misionero de compartir la vida con el pueblo fiel a Dios tratando de

encender el fuego en el corazón del mundo.

272. El amor a la gente es una fuerza espiritual que facilita el encuentro

pleno con Dios hasta el punto de que quien no ama al hermano «camina en

las tinieblas» (1 Jn 2,11), «permanece en la muerte» (1 Jn 3,14) y «no ha

conocido a Dios» (1 Jn 4,8). Benedicto XVI ha dicho que «cerrar los ojos

ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante Dios»,209 y que el amor

es en el fondo la única luz que «ilumina constantemente a un mundo

oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar».210 Por lo tanto, cuando

vivimos la mística de acercarnos a los demás y de buscar su bien,

ampliamos nuestro interior para recibir los más hermosos regalos del

Señor. Cada vez que nos encontramos con un ser humano en el amor,

quedamos capacitados para descubrir algo nuevo de Dios. Cada vez que se

nos abren los ojos para reconocer al otro, se nos ilumina más la fe para

reconocer a Dios. Como consecuencia de esto, si queremos crecer en la

vida espiritual, no podemos dejar de ser misioneros. La tarea

evangelizadora enriquece la mente y el corazón, nos abre horizontes

espirituales, nos hace más sensibles para reconocer la acción del Espíritu,

nos saca de nuestros esquemas espirituales limitados. Simultáneamente,

un misionero entregado experimenta el gusto de ser un manantial, que

desborda y refresca a los demás. Sólo puede ser misionero alguien que se

sienta bien buscando el bien de los demás, deseando la felicidad de los

209 BENEDICTO XVI, Carta enc. Deus caritas est (25 diciembre 2005), 16: AAS 98 (2006), 230.

210 Ibíd., 39: AAS 98 (2006), 250.

- 130 -

otros. Esa apertura del corazón es fuente de felicidad, porque «hay más

alegría en dar que en recibir» (Hch 20,35). Uno no vive mejor si escapa de

los demás, si se esconde, si se niega a compartir, si se resiste a dar, si se

encierra en la comodidad. Eso no es más que un lento suicidio.

273. La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un

adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la

existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero

destruirme. Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este

mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa

misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Allí aparece

la enfermera de alma, el docente de alma, el político de alma, esos que han

decidido a fondo ser con los demás y para los demás. Pero si uno separa la

tarea por una parte y la propia privacidad por otra, todo se vuelve gris y

estará permanentemente buscando reconocimientos o defendiendo sus

propias necesidades. Dejará de ser pueblo.

274. Para compartir la vida con la gente y entregarnos generosamente,

necesitamos reconocer también que cada persona es digna de nuestra

entrega. No por su aspecto físico, por sus capacidades, por su lenguaje, por

su mentalidad o por las satisfacciones que nos brinde, sino porque es obra

de Dios, criatura suya. Él la creó a su imagen, y refleja algo de su gloria.

Todo ser humano es objeto de la ternura infinita del Señor, y Él mismo

habita en su vida. Jesucristo dio su preciosa sangre en la cruz por esa

persona. Más allá de toda apariencia, cada uno es inmensamente sagrado y

merece nuestro cariño y nuestra entrega. Por ello, si logro ayudar a una sola

persona a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de mi vida. Es lindo ser

pueblo fiel de Dios. ¡Y alcanzamos plenitud cuando rompemos las paredes

y el corazón se nos llena de rostros y de nombres!

La acción misteriosa del Resucitado y de su Espíritu

275. En el capítulo segundo reflexionábamos sobre esa falta de

espiritualidad profunda que se traduce en el pesimismo, el fatalismo, la

desconfianza. Algunas personas no se entregan a la misión, pues creen que

nada puede cambiar y entonces para ellos es inútil esforzarse. Piensan así:

- 131 -

«¿Para qué me voy a privar de mis comodidades y placeres si no voy a ver

ningún resultado importante?». Con esa actitud se vuelve imposible ser

misioneros. Tal actitud es precisamente una excusa maligna para quedarse

encerrados en la comodidad, la flojera, la tristeza insatisfecha, el vacío

egoísta. Se trata de una actitud autodestructiva porque «el hombre no

puede vivir sin esperanza: su vida, condenada a la insignificancia, se

volvería insoportable».211 Si pensamos que las cosas no van a cambiar,

recordemos que Jesucristo ha triunfado sobre el pecado y la muerte y está

lleno de poder. Jesucristo verdaderamente vive. De otro modo, «si Cristo no

resucitó, nuestra predicación está vacía» (1 Co 15,14). El Evangelio nos

relata que cuando los primeros discípulos salieron a predicar, «el Señor

colaboraba con ellos y confirmaba la Palabra» (Mc 16,20). Eso también

sucede hoy. Se nos invita a descubrirlo, a vivirlo. Cristo resucitado y

glorioso es la fuente profunda de nuestra esperanza, y no nos faltará su

ayuda para cumplir la misión que nos encomienda.

276. Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que

ha penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes

vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable.

Verdad que muchas veces parece que Dios no existiera: vemos injusticias,

maldades, indiferencias y crueldades que no ceden. Pero también es cierto

que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que

tarde o temprano produce un fruto. En un campo arrasado vuelve a

aparecer la vida, tozuda e invencible. Habrá muchas cosas negras, pero el

bien siempre tiende a volver a brotar y a difundirse. Cada día en el mundo

renace la belleza, que resucita transformada a través de las tormentas de la

historia. Los valores tienden siempre a reaparecer de nuevas maneras, y de

hecho el ser humano ha renacido muchas veces de lo que parecía

irreversible. Ésa es la fuerza de la resurrección y cada evangelizador es un

instrumento de ese dinamismo.

277. También aparecen constantemente nuevas dificultades, la experiencia

del fracaso, las pequeñeces humanas que tanto duelen. Todos sabemos por

experiencia que a veces una tarea no brinda las satisfacciones que

211 II ASAMBLEA ESPECIAL PARA EUROPA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS, Mensaje final, 1: L´Osservatore

Romano, ed. semanal en lengua española (29 octubre 1999), 10.

- 132 -

desearíamos, los frutos son reducidos y los cambios son lentos, y uno tiene

la tentación de cansarse. Sin embargo, no es lo mismo cuando uno, por

cansancio, baja momentáneamente los brazos que cuando los baja

definitivamente dominado por un descontento crónico, por una acedia que

le seca el alma. Puede suceder que el corazón se canse de luchar porque en

definitiva se busca a sí mismo en un carrerismo sediento de

reconocimientos, aplausos, premios, puestos; entonces, uno no baja los

brazos, pero ya no tiene garra, le falta resurrección. Así, el Evangelio, que

es el mensaje más hermoso que tiene este mundo, queda sepultado debajo

de muchas excusas.

278. La fe es también creerle a Él, creer que es verdad que nos ama, que

vive, que es capaz de intervenir misteriosamente, que no nos abandona,

que saca bien del mal con su poder y con su infinita creatividad. Es creer

que Él marcha victorioso en la historia «en unión con los suyos, los

llamados, los elegidos y los fieles» (Ap 17,14). Creámosle al Evangelio que

dice que el Reino de Dios ya está presente en el mundo, y está

desarrollándose aquí y allá, de diversas maneras: como la semilla pequeña

que puede llegar a convertirse en un gran árbol (cf. Mt 13,31-32), como el

puñado de levadura, que fermenta una gran masa (cf. Mt 13,33), y como la

buena semilla que crece en medio de la cizaña (cf. Mt 13,24-30), y siempre

puede sorprendernos gratamente. Ahí está, viene otra vez, lucha por

florecer de nuevo. La resurrección de Cristo provoca por todas partes

gérmenes de ese mundo nuevo; y aunque se los corte, vuelven a surgir,

porque la resurrección del Señor ya ha penetrado la trama oculta de esta

historia, porque Jesús no ha resucitado en vano. ¡No nos quedemos al

margen de esa marcha de la esperanza viva!

279. Como no siempre vemos esos brotes, nos hace falta una certeza

interior y es la convicción de que Dios puede actuar en cualquier

circunstancia, también en medio de aparentes fracasos, porque «llevamos

este tesoro en recipientes de barro» (2 Co 4,7). Esta certeza es lo que se

llama «sentido de misterio». Es saber con certeza que quien se ofrece y se

entrega a Dios por amor seguramente será fecundo (cf. Jn 15,5). Tal

fecundidad es muchas veces invisible, inaferrable, no puede ser

contabilizada. Uno sabe bien que su vida dará frutos, pero sin pretender

- 133 -

saber cómo, ni dónde, ni cuándo. Tiene la seguridad de que no se pierde

ninguno de sus trabajos realizados con amor, no se pierde ninguna de sus

preocupaciones sinceras por los demás, no se pierde ningún acto de amor

a Dios, no se pierde ningún cansancio generoso, no se pierde ninguna

dolorosa paciencia. Todo eso da vueltas por el mundo como una fuerza de

vida. A veces nos parece que nuestra tarea no ha logrado ningún resultado,

pero la misión no es un negocio ni un proyecto empresarial, no es tampoco

una organización humanitaria, no es un espectáculo para contar cuánta

gente asistió gracias a nuestra propaganda; es algo mucho más profundo,

que escapa a toda medida. Quizás el Señor toma nuestra entrega para

derramar bendiciones en otro lugar del mundo donde nosotros nunca

iremos. El Espíritu Santo obra como quiere, cuando quiere y donde quiere;

nosotros nos entregamos pero sin pretender ver resultados llamativos. Sólo

sabemos que nuestra entrega es necesaria. Aprendamos a descansar en la

ternura de los brazos del Padre en medio de la entrega creativa y generosa.

Sigamos adelante, démoslo todo, pero dejemos que sea Él quien haga

fecundos nuestros esfuerzos como a Él le parezca.

280. Para mantener vivo el ardor misionero hace falta una decidida

confianza en el Espíritu Santo, porque Él «viene en ayuda de nuestra

debilidad» (Rm 8,26). Pero esa confianza generosa tiene que alimentarse y

para eso necesitamos invocarlo constantemente. Él puede sanar todo lo

que nos debilita en el empeño misionero. Es verdad que esta confianza en

lo invisible puede producirnos cierto vértigo: es como sumergirse en un

mar donde no sabemos qué vamos a encontrar. Yo mismo lo experimenté

tantas veces. Pero no hay mayor libertad que la de dejarse llevar por el

Espíritu, renunciar a calcularlo y controlarlo todo, y permitir que Él nos

ilumine, nos guíe, nos oriente, nos impulse hacia donde Él quiera. Él sabe

bien lo que hace falta en cada época y en cada momento. ¡Esto se llama ser

misteriosamente fecundos!

La fuerza misionera de la intercesión

281. Hay una forma de oración que nos estimula particularmente a la

entrega evangelizadora y nos motiva a buscar el bien de los demás: es la

intercesión. Miremos por un momento el interior de un gran evangelizador

- 134 -

como san Pablo, para percibir cómo era su oración. Esa oración estaba

llena de seres humanos: «En todas mis oraciones siempre pido con alegría

por todos vosotros [...] porque os llevo dentro de mi corazón» (Flp 1,4.7). Así

descubrimos que interceder no nos aparta de la verdadera contemplación,

porque la contemplación que deja fuera a los demás es un engaño.

282. Esta actitud se convierte también en agradecimiento a Dios por los

demás: «Ante todo, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos

vosotros» (Rm 1,8). Es un agradecimiento constante: «Doy gracias a Dios

sin cesar por todos vosotros a causa de la gracia de Dios que os ha sido

otorgada en Cristo Jesús» (1 Co 1,4); «Doy gracias a mi Dios todas las veces

que me acuerdo de vosotros» (Flp 1,3). No es una mirada incrédula,

negativa y desesperanzada, sino una mirada espiritual, de profunda fe, que

reconoce lo que Dios mismo hace en ellos. Al mismo tiempo, es la gratitud

que brota de un corazón verdaderamente atento a los demás. De esa forma,

cuando un evangelizador sale de la oración, el corazón se le ha vuelto más

generoso, se ha liberado de la conciencia aislada y está deseoso de hacer el

bien y de compartir la vida con los demás.

283. Los grandes hombres y mujeres de Dios fueron grandes intercesores.

La intercesión es como «levadura» en el seno de la Trinidad. Es un

adentrarnos en el Padre y descubrir nuevas dimensiones que iluminan las

situaciones concretas y las cambian. Podemos decir que el corazón de Dios

se conmueve por la intercesión, pero en realidad Él siempre nos gana de

mano, y lo que posibilitamos con nuestra intercesión es que su poder, su

amor y su lealtad se manifiesten con mayor nitidez en el pueblo.

II. María, la Madre de la evangelización

284. Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella

reunía a los discípulos para invocarlo (Hch 1,14), y así hizo posible la

explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la

Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender el espíritu

de la nueva evangelización.

El regalo de Jesús a su pueblo

- 135 -

285. En la cruz, cuando Cristo sufría en su carne el dramático encuentro

entre el pecado del mundo y la misericordia divina, pudo ver a sus pies la

consoladora presencia de la Madre y del amigo. En ese crucial instante,

antes de dar por consumada la obra que el Padre le había encargado,

Jesús le dijo a María: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego le dijo al amigo

amado: «Ahí tienes a tu madre» (Jn 19,26-27). Estas palabras de Jesús al

borde de la muerte no expresan primeramente una preocupación piadosa

hacia su madre, sino que son más bien una fórmula de revelación que

manifiesta el misterio de una especial misión salvífica. Jesús nos dejaba a

su madre como madre nuestra. Sólo después de hacer esto Jesús pudo

sentir que «todo está cumplido» (Jn 19,28). Al pie de la cruz, en la hora

suprema de la nueva creación, Cristo nos lleva a María. Él nos lleva a ella,

porque no quiere que caminemos sin una madre, y el pueblo lee en esa

imagen materna todos los misterios del Evangelio. Al Señor no le agrada

que falte a su Iglesia el icono femenino. Ella, que lo engendró con tanta fe,

también acompaña «al resto de sus hijos, los que guardan los

mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús» (Ap 12,17). La

íntima conexión entre María, la Iglesia y cada fiel, en cuanto que, de

diversas maneras, engendran a Cristo, ha sido bellamente expresada por el

beato Isaac de Stella: «En las Escrituras divinamente inspiradas, lo que se

entiende en general de la Iglesia, virgen y madre, se entiende en particular

de la Virgen María […] También se puede decir que cada alma fiel es esposa

del Verbo de Dios, madre de Cristo, hija y hermana, virgen y madre

fecunda […] Cristo permaneció nueve meses en el seno de María;

permanecerá en el tabernáculo de la fe de la Iglesia hasta la consumación

de los siglos; y en el conocimiento y en el amor del alma fiel por los siglos

de los siglos».212

286. María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de

Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura. Ella es la

esclavita del Padre que se estremece en la alabanza. Ella es la amiga

siempre atenta para que no falte el vino en nuestras vidas. Ella es la del

corazón abierto por la espada, que comprende todas las penas. Como

212 ISAAC DE STELLA, Sermo 51: PL 194, 1863.1865.

- 136 -

madre de todos, es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores

de parto hasta que brote la justicia. Ella es la misionera que se acerca a

nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con

su cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros,

lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de

Dios. A través de las distintas advocaciones marianas, ligadas

generalmente a los santuarios, comparte las historias de cada pueblo que

ha recibido el Evangelio, y entra a formar parte de su identidad histórica.

Muchos padres cristianos piden el Bautismo para sus hijos en un

santuario mariano, con lo cual manifiestan la fe en la acción maternal de

María que engendra nuevos hijos para Dios. Es allí, en los santuarios,

donde puede percibirse cómo María reúne a su alrededor a los hijos que

peregrinan con mucho esfuerzo para mirarla y dejarse mirar por ella. Allí

encuentran la fuerza de Dios para sobrellevar los sufrimientos y cansancios

de la vida. Como a san Juan Diego, María les da la caricia de su consuelo

maternal y les dice al oído: «No se turbe tu corazón […] ¿No estoy yo aquí,

que soy tu Madre?».213

La Estrella de la nueva evangelización

287. A la Madre del Evangelio viviente le pedimos que interceda para que

esta invitación a una nueva etapa evangelizadora sea acogida por toda la

comunidad eclesial. Ella es la mujer de fe, que vive y camina en la fe,214 y

«su excepcional peregrinación de la fe representa un punto de referencia

constante para la Iglesia».215 Ella se dejó conducir por el Espíritu, en un

itinerario de fe, hacia un destino de servicio y fecundidad. Nosotros hoy

fijamos en ella la mirada, para que nos ayude a anunciar a todos el

mensaje de salvación, y para que los nuevos discípulos se conviertan en

agentes evangelizadores.216 En esta peregrinación evangelizadora no faltan

las etapas de aridez, ocultamiento, y hasta cierta fatiga, como la que vivió

María en los años de Nazaret, mientras Jesús crecía: «Éste es el comienzo

del Evangelio, o sea de la buena y agradable nueva. No es difícil notar en

este inicio una particular fatiga del corazón, unida a una especie de “noche

213 Nican Mopohua, 118-119.

214 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia, cap. VIII, 52-69.

215 JUAN PABLO II, Carta enc. Redemptoris Mater (25 marzo 1987), 6: AAS 79 (1987), 366.

216 Cf. Propositio 58.

- 137 -

de la fe” –usando una expresión de san Juan de la Cruz–, como un “velo” a

través del cual hay que acercarse al Invisible y vivir en intimidad con el

misterio. Pues de este modo María, durante muchos años, permaneció en

intimidad con el misterio de su Hijo, y avanzaba en su itinerario de fe».217

288. Hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia.

Porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario

de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no

son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a

otros para sentirse importantes. Mirándola descubrimos que la misma que

alababa a Dios porque «derribó de su trono a los poderosos» y «despidió

vacíos a los ricos» (Lc 1,52.53) es la que pone calidez de hogar en nuestra

búsqueda de justicia. Es también la que conserva cuidadosamente «todas

las cosas meditándolas en su corazón» (Lc 2,19). María sabe reconocer las

huellas del Espíritu de Dios en los grandes acontecimientos y también en

aquellos que parecen imperceptibles. Es contemplativa del misterio de Dios

en el mundo, en la historia y en la vida cotidiana de cada uno y de todos.

Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra Señora

de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás «sin

demora» (Lc 1,39). Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y

caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la

evangelización. Le rogamos que con su oración maternal nos ayude para

que la Iglesia llegue a ser una casa para muchos, una madre para todos los

pueblos, y haga posible el nacimiento de un mundo nuevo. Es el

Resucitado quien nos dice, con una potencia que nos llena de inmensa

confianza y de firmísima esperanza: «Yo hago nuevas todas las cosas» (Ap

21,5). Con María avanzamos confiados hacia esta promesa, y le decimos:

Virgen y Madre María,

tú que, movida por el Espíritu,

acogiste al Verbo de la vida

en la profundidad de tu humilde fe,

totalmente entregada al Eterno,

ayúdanos a decir nuestro «sí»

217 JUAN PABLO II, Carta enc. Redemptoris Mater (25 marzo 1987), 17: AAS 79 (1987), 381.

- 138 -

ante la urgencia, más imperiosa que nunca,

de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.

Tú, llena de la presencia de Cristo,

llevaste la alegría a Juan el Bautista,

haciéndolo exultar en el seno de su madre.

Tú, estremecida de gozo,

cantaste las maravillas del Señor.

Tú, que estuviste plantada ante la cruz

con una fe inquebrantable

y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,

recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu

para que naciera la Iglesia evangelizadora.

Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados

para llevar a todos el Evangelio de la vida

que vence a la muerte.

Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos

para que llegue a todos

el don de la belleza que no se apaga.

Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,

madre del amor, esposa de las bodas eternas,

intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo,

para que ella nunca se encierre ni se detenga

en su pasión por instaurar el Reino.

Estrella de la nueva evangelización,

ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,

del servicio, de la fe ardiente y generosa,

de la justicia y el amor a los pobres,

para que la alegría del Evangelio

llegue hasta los confines de la tierra

y ninguna periferia se prive de su luz.

Madre del Evangelio viviente,

- 139 -

manantial de alegría para los pequeños,

ruega por nosotros.

Amén. Aleluya.

Dado en Roma, junto a San Pedro, en la clausura del Año de la fe, el 24 de

noviembre, Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, del año 2013,

primero de mi Pontificado.

[[Franciscus PP.]]

- 140 -

INDICE

I. Alegría que se renueva y se comunica [2-8]

II. La dulce y confortadora alegría de evangelizar [9-13]

Una eterna novedad [11-13]

III. La nueva evangelización para la transmisión de la fe [14-18]

Propuesta y límites de esta Exhortación [16-18]

Capítulo primero

La transformación misionera de la Iglesia

I. Una Iglesia en salida [20-24]

Primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar [24]

II. Pastoral en conversión [25-33]

Una impostergable renovación eclesial [27-33]

III. Desde el corazón del Evangelio [34-39]

IV. La misión que se encarna en los límites humanos [40-45]

V. Una madre de corazón abierto [46-49]

Capítulo segundo

En la crisis del compromiso comunitario

I. Algunos desafíos del mundo actual [52-75]

No a una economía de la exclusión [53-54]

No a la nueva idolatría del dinero [55-56]

No a un dinero que gobierna en lugar de servir [57-58]

No a la inequidad que genera violencia [59-60]

Algunos desafíos culturales [61-67]

Desafíos de la inculturación de la fe [68-70]

Desafíos de las culturas urbanas [71-75]

II. Tentaciones de los agentes pastorales [76-109]

- 141 -

Sí al desafío de una espiritualidad misionera [78-80]

No a la acedia egoísta [81-83]

No al pesimismo estéril [84-86]

Sí a las relaciones nuevas que genera Jesucristo [87-92]

No a la mundanidad espiritual [93-97]

No a la guerra entre nosotros [98-101]

Otros desafíos eclesiales [102-109]

Capítulo tercero

El anuncio del Evangelio

I. Todo el Pueblo de Dios anuncia el Evangelio [111-134]

Un pueblo para todos [112-114]

Un pueblo con muchos rostros [115-118]

Todos somos discípulos misioneros [119-121]

La fuerza evangelizadora de la piedad popular [122-126]

Persona a persona [127-129]

Carismas al servicio de la comunión evangelizadora [130-131]

Cultura, pensamiento y educación [132-134]

II. La homilía [135-144]

El contexto litúrgico [137-138]

La conversación de la madre [139-141]

Palabras que hacen arder los corazones [142-144]

III. La preparación de la predicación [145-159]

El culto a la verdad [146-148]

La personalización de la Palabra [149-151]

La lectura espiritual [152-153]

Un oído en el pueblo [154-155]

Recursos pedagógicos [156-159]

IV. Una evangelización para la profundización del kerygma [160-175]

Una catequesis kerygmática y mistagógica [163-168]

El acompañamiento personal de los procesos de crecimiento [169-173]

En torno a la Palabra de Dios [174-175]

Capítulo cuarto

La dimensión social de la evangelización

I. Las repercusiones comunitarias y sociales del kerygma [177-185]

- 142 -

Confesión de la fe y compromiso social [178-179]

El Reino que nos reclama [180-181]

La ensezanza de la Iglesia sobre cuestiones sociales [182-185]

II. La inclusión social de los pobres [186-216]

Unidos a Dios escuchamos un clamor [187-192]

Fidelidad al Evangelio para no correr en vano [193-196]

El lugar privilegiado de los pobres en el pueblo de Dios [197-201]

Economía y distribución del ingreso [202-208]

Cuidar la fragilidad [209-216]

III. El bien común y la paz social [217-237]

El tiempo es superior al espacio [222-225]

La unidad prevalece sobre el conflicto [226-230]

La realidad es más importante que la idea [231-233]

El todo es superior a la parte [234-237]

IV. El diálogo social como contribución a la paz [238-258]

El diálogo entre la fe, la razón y las ciencias [242-243]

El diálogo ecuménico [244-246]

Las relaciones con el Judaísmo [247-249]

El diálogo interreligioso [250-254]

El diálogo social en un contexto de libertad religiosa [255-258]

Capítulo quinto

Evangelizadores con Espíritu

I. Motivaciones para un renovado impulso misionero [262-283]

El encuentro personal con el amor de Jesús que nos salva [264-267]

El gusto espiritual de ser pueblo [268-274]

La acción misteriosa del Resucitado y de su Espíritu [275-280]

La fuerza misionera de la intercesión [281-283]

II. María, la Madre de la evangelización [284-288]

El regalo de Jesús a su pueblo [285-286]

La Estrella de la nueva evangelización [287-288]

- - - - -

La "encíclica verde", Laudato si (Alabado seas) un llamado urgente y necesario (Junio 2015)

Con la encíclica Laudato si (Alabado seas)-titulada como el famoso cántico de las criaturas de San Francisco Laudato sí (Alabado seas), en la que se habla de la "hermana y madre Tierra"-, finalmente, el Papa del sur del mundo es coherente con el nombre que eligió para ser líder de los 1200 millones de católicos que hay en el mundo: Francisco. Se trata del santo de los pobres y de la naturaleza, recordado por su espiritualidad ascética, tan necesaria en un mundo dominado por la tecnología, donde también existe una "contaminación mental" producto del exceso de consumismo tecnológico, computadoras, Internet y del mundo virtual , según advierte.

19 de junio de 2015 | Publicado en edición impresa

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Vaticano

El Papa llamó al mundo a una urgente revolución verde

En su encíclica Laudato si vincula el cambio climático, la degradación ambiental y la extrema pobreza con el actual sistema económico; habló de una "conversión ecológica"

Por Elisabetta Piqué  | LA NACION

 

 

ROMA.- "Escuchar el clamor de la Tierra como el clamor de los pobres." Es el grito que lanzó ayer Francisco en Laudato si, sobre el cuidado de la casa común, su primera gran encíclica, ya que la anterior, Lumen Fidei, fue escrita con su predecesor, Benedicto XVI.

Con este esperado documento, el Papa irrumpió en el debate sobre el cambio climático e hizo un llamado a una "conversión ecológica". Además, volvió a denunciar un sistema mundial sin ética dominado por "poderes económicos".

"Llama la atención la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política a la tecnología y las finanzas se muestra con el fracaso de las cumbres mundiales sobre medio ambiente", acusa el Papa en la encíclica, de 187 páginas, que según el propio Vaticano fue el documento papal más esperado de la historia.

"Los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, en el que priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad y el medio ambiente", advierte. "De ese modo se manifiesta que la degradación ambiental y la degradación humana y ética están íntimamente unidas".

La encíclica fue considerada una virtual "bomba" por sectores conservadores de Estados Unidos, pero recibió elogios de los científicos, las Naciones Unidas y los activistas ambientales. En el documento, el Papa invita a todos, no sólo a los católicos, a una "valiente revolución cultural" que implique un cambio radical en el comportamiento de la humanidad, con un estilo de vida más sobrio, solidario y menos consumista.

"La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que sólo podrá generar nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación", advierte, al aludir a la crisis financiera.

Citando la exhortación apostólica Evangelii gaudium (La Alegría del Evangelio), el documento programático de su pontificado, Francisco también arremete contra el laissez faire de nuestros días. "Hoy, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertido en regla absoluta." "Es previsible que ante el agotamiento de algunos recursos se vaya creando un escenario favorable para nuevas guerras, disfrazadas detrás de nobles reivindicaciones", alerta.

Presentado ayer en sociedad en una conferencia de prensa de altísimo nivel en el Vaticano, en este documento magisterial el Papa del fin del mundo no habla sólo de ecología, sino que traza un planteo mucho más amplio, que tiene que ver con la "familia humana" y su casa común.

Destaca que "la crisis ecológica actual es una manifestación externa de la crisis ética, cultural y espiritual de la modernidad". E invita a todos, no sólo a los católicos, a una "valiente revolución cultural", que implique un "cambio radical en el comportamiento de la humanidad" -con un estilo de vida más sobrio, simple, solidario, menos acelerado y consumista-, así como a un cambio del sistema mundial, "insostenible desde diversos puntos de vista".

"Hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la Tierra como el clamor de los pobres", escribe el Papa, con lenguaje accesible. "Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos", denuncia. "Nadie pretende volver a la época de las cavernas, pero sí es indispensable aminorar la marcha para mirar la realidad de otra manera, recoger los avances positivos y sostenibles y, a la vez, recuperar los valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano", sugiere.

Titulada como el famoso cántico de las criaturas de San Francisco Laudato sí (Alabado seas), en la que se habla de la "hermana y madre Tierra", la encíclica subraya "las raíces humanas" del deterioro ambiental de nuestro planeta. Esto es resultado de la revolución primero industrial y luego tecnológica, que ha provocado un calentamiento global que puede llegar a ser catastrófico, según la mayoría de los científicos, y cuyos efectos devastadores castigan a los más pobres del planeta.

"La Tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería", dispara el ex arzobispo de Buenos Aires, que en la primera parte del documento hace un análisis de la situación actual de la Tierra, azotada por diversas formas de contaminación, calentamiento global, constante crecimiento del nivel del mar, eventos meteorológicos extremos, agotamiento de recursos vitales como el agua potable, disminución de selvas, bosques y biodiversidad.

"Se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de anhídrido carbónico y de otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente", asegura el Papa, que llama a la utilización de fuentes de energía limpias y renovables. El mismo Francisco había dicho en enero que esperaba que este documento pudiera ayudar a lograr un acuerdo en la cumbre sobre cambio climático que tendrá lugar en París en diciembre próximo.

El Papa menciona "la pobreza del agua", que se da especialmente en África, así como el gravísimo problema de la calidad de agua disponible para los pobres. Y critica la tendencia a privatizar este recurso: "En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico", sentencia, fustigando a la vez su derroche.

En todo el texto insiste en que "el deterioro del ambiente y de la sociedad afecta de un modo especial a los más débiles del planeta" y que todo es consecuencia del antropocentrismo, es decir, de haber puesto al hombre como el centro de todo.

Como siempre atento a los más postergados, Francisco asegura que hay una "deuda ecológica" entre el Norte y el Sur. "La tierra de los pobres del Sur es rica y poco contaminada, pero el acceso a la propiedad de los bienes y recursos para satisfacer sus necesidades vitales les está vedado por un sistema de relaciones comerciales y de propiedad estructuralmente perverso", afirma.

También critica duramente al "paradigma tecnocrático" actual, que tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política.

Francisco subraya asimismo que "los países pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el desarrollo social de sus habitantes, aunque deban analizar el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores privilegiados de su población y controlar mejor su corrupción".

   CAOS URBANO Y BARRIOS CERRADOS

·                       En Laudato Si, el Papa se refiere también al crecimiento desmedido y desordenado de muchas ciudades que se han hecho insalubres para vivir, e incluye una crítica a la proliferación de barrios cerrados.

·                       "En algunos lugares, la privatización de los espacios ha hecho que el acceso de los ciudadanos a zonas de particular belleza se vuelva difícil", dice Francisco en el documento. "No es propio de habitantes de este planeta vivir cada vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales, privados del contacto con la naturaleza", agrega.

·                       "En otros, se crean urbanizaciones ecológicas sólo al servicio de unos pocos, donde se procura evitar que otros entren a molestar", remarca en referencia a los barrios cerrados, realidad que ha ido creciendo en los últimos años. "Suele encontrarse una ciudad bella y llena de espacios verdes en algunas áreas seguras, pero no tanto en zonas menos visibles, donde viven los descartables de la sociedad."

  19 de junio de 2015 | Publicado en edición impresa

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El escenario

Francisco se alinea con la teoría científica dominante

Por Justin Gillis  | The New York Times

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Otra crítica directa al sistema económico y la corrupción

Un entramado de voces que tocan múltiples intereses

NUEVA YORK.- La nueva encíclica papal sobre medio ambiente es un urgente llamado a la acción, una crítica al consumismo y una advertencia profética sobre los peligros de ignorar lo que el papa Francisco define como "una crisis ecológica".

Pero más allá de su encendida retórica, ¿el Papa entendió bien los aspectos científicos?

El Primer Papa Ecológico -  Francisco da algunos consejos para cuidar el medio ambiente:

Calefacción: no prenderla y abrigarse.  Seres vivos: tratarlos con cuidado. 

Papel y plástico: mejor no usarlos.  Autos: usar más el transporte público. 

Agua: reducir su consumo, esto es clave.  Arboles: plantar lo más posible.

Residuos: separar la basura.  Luces: apagar las que no se usen. 

Comida: cocinar solo lo que se va a comer.  Aire acondicionado: mejor moderar su uso.  

La respuesta de los climatólogos y científicos del medio ambiente es que sí, al menos hasta donde lo permite un documento religioso destinado a un público amplio. De todos modos, según los expertos, el Papa tuvo que hacer esfuerzos enormes para ofrecer una interpretación prudente de la evidencia científica.

Existe, por ejemplo, un corpus significativo de literatura científica que afirma que las emisiones de gases producto de la actividad humana son las causantes de todo el calentamiento global ocurrido durante el último siglo. Pero en su encíclica, Francisco no se atreve a ir tan lejos, y cita también los volcanes, el sol y otros factores que podrían haber influido en el clima, antes de concluir que "la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero", relacionados principalmente con la actividad humana.

Michael E. Mann, climatólogo de la Universidad Estatal de Pennsylvania, señaló que el grueso de la evidencia sugiere que los cambios solares y los volcanes han contrarrestado levemente el calentamiento por efecto invernadero.

"Lo más probable es que la actividad humana no sea responsable de la mayor parte del calentamiento global, sino de su totalidad, y eso que han existido factores naturales que han empujado levemente en sentido contrario", dijo Mann.

A la hora de citar los hechos y no de acusar a nadie, el Papa se encolumna decididamente detrás de la opinión científica mayoritaria. De hecho, esa parte del documento papal podría servir de programa de estudios de ciencias ambientales básicas de cualquier universidad en la actualidad.

El Papa ofrece una descripción sencilla de una letanía de problemas ecológicos, con el calentamiento global a la cabeza, que incluye también la contaminación del aire y del agua, la deforestación indiscriminada, el derroche de los recursos naturales, y muchos temas más.

Pero cuando el Papa pasa de los hechos a los juicios, su lenguaje es mucho menos medido.

"La Tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. En muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los paisajes de otros tiempos, que ahora se ven inundados de basura", declara Francisco.

El Papa es cuidadoso y reconoce que se han hecho algunos avances, con leyes medioambientales más estrictas, que en algunos países han contribuido a mejorar la calidad del aire y del agua.

Pero señala -y los expertos ambientalistas concuerdan- que los pobres sufren desproporcionadamente el peso de la contaminación, tanto en los países ricos como en los países pobres. Son quienes menos se han beneficiado del uso de combustibles fósiles, señala el Papa, pero son los primeros que sufren los efectos del aumento de la temperatura global.

Por supuesto que la cuidadosa calibración de hechos científicos que hace el Papa no es ninguna casualidad.

Hace meses que el Vaticano está en contacto con los principales expertos mundiales en la materia. Entre ellos, Hans Joachim Schellnhuber, fundador y director del Instituto Postdam de Investigaciones de Impacto Climático y asesor de primera línea de la canciller alemana, Angela Merkel, en temas ambientales.

Schellnhuber, que es luterano y creció en un pequeño poblado alemán, dijo en una entrevista que estaba muy impresionado por la determinación del Papa para llegar con su mensaje mucho más allá de la feligresía católica, un intento de hablarles, en palabras del propio Francisco, "a todas las personas que viven en este planeta".

La dura lección que aprendieron los científicos en estos últimos años, dijo Schellnhuber, es que presentar hechos y datos concretos sobre el calentamiento global y otros problemas medioambientales no bastó para impulsar un cambio de comportamiento en la opinión pública. Y agregó que los problemas son tan graves y acuciantes que sólo un despertar moral generalizado puede brindar alguna esperanza de resolverlos.

"Hemos empujado al planeta a una crisis medioambiental grave, al punto de que la creación entera está en riesgo", señaló Schellnhuber.

Al alinearse con el pensamiento científico mayoritario, Francisco está abriéndoles la puerta a las críticas que puedan llegar del lado de quienes rechazan esos datos científicos. De hecho, varios de ellos salieron a atacar virulentamente la encíclica incluso antes de que saliera.

Pero las críticas más relevantes de las próximas semanas provendrán tal vez de los expertos en políticas ambientales. Las recomendaciones esparcidas a los largo de la encíclica no parecen tener el meticuloso encuadre que sí tienen sus afirmaciones científicas.

En un extenso párrafo, por ejemplo, Francisco se dedica a criticar el enfoque llamado "comercio de derechos de emisión", que puede usarse para poner un precio a las emisiones de gases de efecto invernadero, a pesar de que muchos economistas medioambientales alientan ese enfoque. Si bien en algunos lugares no funcionó, en otros, como California, ese enfoque ha dado buenos resultados.

Traducción de Jaime Arrambide

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19 de junio de 2015 | Publicado en edición impresa

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La encíclica papal / El llamado de Francisco

Otra crítica directa al sistema económico y la corrupción

Por Elisabetta Piqué  | LA NACION

 

ROMA.- Con Laudato si, sobre el cuidado de la casa común, el pontificado evidentemente renovador y reformista de Francisco difunde un documento único, el primero de este tipo en la historia de la Iglesia. Se dirige a todo el mundo, no sólo a los católicos. Y desde su autoridad moral indiscutida, llama a acciones concretas no sólo para salvar el planeta, sino también a la mayoría de los pobres que lo habitan.

Como destacó ayer Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, en una conferencia de prensa, nunca en la historia una carta encíclica, expresión máxima del magisterio de un pontífice, había atraído tanta atención en el mundo. El porqué es simple. El Papa aborda un tema que preocupa inmensamente a todo el mundo: el estado de salud del planeta, evidentemente sometido en las últimas décadas a fenómenos meteorológicos producto de un progreso que no tuvo en cuenta a la naturaleza, a un dominio del hombre que ha tenido consecuencias catastróficas.

¿Cómo olvidar al Pontífice celebrando misa enfundado en un poncho amarillo de plástico en la isla de Tacloban, Filipinas, azotada en noviembre de 2013 por un tifón sin precedente, que causó destrucción y miles de muertos, nadie aún sabe exactamente cuántos?

  CAOS URBANO

Desde la mirada que sólo un Papa del fin del mundo podría tener, con un léxico comprensible, Francisco lanza un llamado de atención y a la responsabilidad. Venido de Buenos Aires, metrópolis que vive ese caos urbano del que habla, con miles de excluidos y minorías encerradas en barrios cerrados -a los que claramente alude-, traza un radiografía que pocos se habían atrevido a hacer: degradación ambiental y social van de la mano en nuestro mundo y es urgente hacer algo para detenerlas.

La encíclica es única no sólo por su fin, extremadamente importante y que confirma que para el Papa "el poder es servicio", en el sentido de que con su influencia moral pretende servir a la humanidad para que pueda salvarse de una "espiral de autodestrucción".

Como también ayer destacó el padre Lombardi en el lanzamiento de la encíclica, un evento sin precedente en el Vaticano, uno de los principales oradores fue un líder de la Iglesia Ortodoxa, John Zizioulas, de Pérgamo, teólogo de renombre. Y un ateo, el profesor alemán Hans Joachim Shellnhuber, director del Potsdam Institute for Climate Impact Research, recientemente incorporado a la Pontificia Academia de Ciencias.

Fue un reflejo de la apertura a todas las visiones de Jorge Bergoglio, perito químico y luego jesuita que, por otra parte, en la encíclica dice claramente que su voluntad no es imponer su punto de vista, sino aportar al debate, abrir a un diálogo urgente para mejorar las cosas.

"Hay discusiones sobre cuestiones relacionadas con el ambiente donde es difícil alcanzar consensos. Una vez más expresó que la Iglesia no pretende definir las cuestiones científicas ni sustituir a la política, pero invitó a un debate honesto y transparente para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común", indica Francisco, con humildad, en el párrafo 188.

Consciente de que hay muchos intereses en juego, que sus palabras hacen temblar los centros de poder económico, a quienes acusa de comportamientos irresponsables y de no perseguir el bien común, Francisco vuelve a demostrar valentía.

  LA DIMENSIÓN ÉTICA

En la encíclica, enfrenta los problemas de hoy, el clamor de la Tierra, pero también el clamor de los pobres, en forma honesta y directa. Se niega a esconder debajo de la alfombra algunas cuestiones o a usar un lenguaje políticamente correcto. Vuelve a demostrar que es un hombre que habla claramente, sin pelos en la lengua.

Al margen de fustigar a un sistema económico injusto, arremete una vez más contra la corrupción de la política, a la que considera sometida a los poderes económicos; contra el narcotráfico, también posible debido a esa misma corrupción, y vuelve llamar a una dimensión ética de la política.

Con la encíclica, finalmente, el Papa del sur del mundo es coherente con el nombre que eligió para ser líder de los 1200 millones de católicos que hay en el mundo: Francisco. Se trata del santo de los pobres y de la naturaleza, recordado por su espiritualidad ascética, tan necesaria en un mundo dominado por la tecnología, donde también existe una "contaminación mental" producto del exceso de consumismo tecnológico, computadoras, Internet y del mundo virtual , según advierte.

Con Laudato si Francisco demuestra, una vez más, por qué se ha convertido en una autoridad moral mundial, escuchada por todos, sin importar raza ni religión..

 21 de junio de 2015 | Publicado en edición impresa

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La "encíclica verde", un llamado urgente y necesario

En un documento contundente, el Papa reclamó trabajar sin mezquindades para superar la crisis socioambiental mediante una verdadera conversión ecológica

En un mensaje claro, llano y contundente, el papa Francisco irrumpió en el debate sobre cambio climático. Lo hizo mediante la presentación de su primera gran encíclica, Laudato si'("Alabado seas", en dialecto umbro), en la que llama a una "conversión ecológica".

"No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza", es apenas uno de los párrafos que contiene este inédito documento ético, una expresa denuncia sobre la relación directa entre destrucción del medio ambiente, pobreza y explotación económica, sin dejar de destacar la belleza e importancia de la naturaleza, más allá de cualquier otro tipo de valoración que pueda darle el mercado.

Si bien las encíclicas son textos dirigidos fundamentalmente a los creyentes, en este caso posee una dimensión planetaria, un "llamamiento urgente a un nuevo diálogo sobre el modo en que se está construyendo el futuro del planeta", ya que "se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios", dice Francisco.

La encíclica sorprende por la profundidad y amplitud de los temas que aborda, entre ellos, la contaminación y el cambio climático, la cuestión del agua, la pérdida de la biodiversidad, el deterioro de la calidad de la vida y la degradación social, la inequidad planetaria, la debilidad de las reacciones y la diversidad de opiniones respecto de estas problemáticas. También refiere a la luz que ofrecen la fe y la sabiduría de los relatos bíblicos. "La existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto, no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado", sostiene.

En un capítulo llamado "Raíz humana de la crisis ecológica", Francisco destaca que "hoy el paradigma tecnocrático se ha vuelto tan dominante que es muy difícil prescindir de sus recursos, y más difícil todavía es utilizarlos sin ser dominados por su lógica". Y reflexiona acerca de la ecología ambiental, económica y social: "El ritmo de consumo, de desperdicio y de alteración del medioambiente ha superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes, como de hecho ya está ocurriendo periódicamente en diversas regiones".

La encíclica, que según el propio Vaticano, fue el documento papal más esperado de la historia, resulta particularmente vigorosa cuando, respecto del cambio climático, critica "la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas -afirma el Papa- se muestra en el fracaso de las cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos".

También resalta que la tecnología basada en "combustibles fósiles muy contaminantes necesita ser reemplazada progresivamente y sin demora" y propone para ello un diálogo sobre el medio ambiente en la política internacional aunque no deja de señalar que en el cuidado de la diversidad biológica los avances no han sido significativos.

Finalmente, la encíclica invita a apostar por otro estilo de vida, por una educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente, y por una conversión ecológica.

Con afecto, la encíclica menciona reflexiones del patriarca ecuménico Bartolomé, como aquella que afirma que los crímenes contra la naturaleza constituyen un pecado. Era previsible: Francisco ha invitado muchas veces a todas las religiones a trabajar juntas por la paz, por el desarrollo social y la defensa del medio ambiente.

El escrito papal es un canto a la belleza del planeta, que ahora debe ser multiplicado para que pueda llegar a muchas personas, pero es también y fundamentalmente un grito de alerta a una sociedad consumista y un aporte esencial a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático 2015. Quizá por eso deja percibir una sensación de urgencia: se necesitan acciones concretas para hacer frente al calentamiento global, para lo cual propone un cambio drástico de corazón. Es un documento moral de lectura imperdible..

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En la entrevista concedida al periodista israelí Henrique Cymerman, el papa Francisco elogió un documento (ver texto completo al final de los siguientes artículos) de la Comisión Social del Episcopado de Francia, cuyo título es Rehabilitar la política. También puede leerse en  http://farodelautopia.webcindario.com/portal/rehabilitarpolitica.htm 

Domingo 29 de junio de 2014 

 

 

Papa Francisco: "El problema de la política es que está devastada por la corrupción"

En una extensa entrevista con un diario italiano, el Sumo Pontífice dijo que "el corrupto no tiene amigos, sólo cómplices"

 

 

ROMA.- El Papa Francisco volvió a condenar la corrupción y alertó que la política está "desacreditada" por el fenómeno de los sobornos. El Sumo Pontífice, además, se refirió a la caída de la natalidad en Europa, la prostitución infantil y el rol de la mujer en la Iglesia.

"El problema de hoy es que la política está desacreditada, devastada por la corrupción, el fenómeno de los sobornos. La corrupción es por desgracia un fenómeno mundial. Hay incluso jefes de Estado que se encuentran presos por eso", apuntó Francisco, durante una extensa entrevista con el diario italiano Il Messaggero.

El Papa advirtió que "el corrupto no tiene amigos, sólo cómplices" y, pese a reivindicar la función política, sostuvo que "si no hay servicio en la base, no se puede entender la identidad de la política". "No digo que sean todos corruptos, pero creo que es difícil permanecer honestos en política. A veces es como si algunas personas estuvieran fagocitadas por un fenómeno endémico, a diferentes niveles, transversal", subrayó.

Francisco, además, señaló que "tantos males crecen" en momentos de "cambios de época" como el que vive hoy el mundo, porque son momentos en los que se "alimenta la decadencia moral, no solo en política sino también en la esfera financiera o social".

  "LOS COMUNISTAS NOS ROBARON LA BANDERA"

Al ser consultado sobre una publicación en la revista británica The Economist en la que se lo calificaba como "un leninista" por cuestionar el capitalismo, Jorge Bergoglio afirmó que los comunistas "le robaron la bandera de los pobres a los cristianos", porque la pobreza está "en el centro del Evangelio". "Los comunistas dicen que todo esto es comunista, sí como no, 20 siglos después. Entonces cuando hablan, se podría decir: «¡ustedes son cristianos!»", explicó.

Por otra parte, el Papa condenó la prostitución infantil y recordó que cuando vivía en Buenos Aires sintió "dolor" al enterarse de que había chicas de 12 años que se prostituían en las calles de la ciudad. "Me informé y efectivamente era así. Me provocó dolor. Pero más me dolió ver cómo autos conducidos por ancianos se detenían ante las niñas para pagarlas 15 pesos, que después usaban para comprar droga (...). Para mí, esos ancianos también son pederastas", afirmó.

Bergoglio mostró su preocupación por la caída de la natalidad en Europa, un continente que, a su juicio, parece haberse "cansado de ejercer de madre y prefiere hacer de abuela". "El otro día leía una estadística sobre los criterios de compra de la población a nivel mundial. A la alimentación, la vestimenta y la medicina le seguían la cosmética y los gastos para los animales", señaló.

Francisco reconoció que el papel de la mujer -"la cosa más bella que Dios ha hecho"- en el seno de la Iglesia no ocupa el lugar que le corresponde aunque aseguró que actualmente la Iglesia trabaja sobre la teología de la mujer.

 

Papa Francisco: La política está desacreditada por la corrupción

El Papa Francisco instó este domingo a los obispos y arzobispos del mundo a no buscar "el apoyo de los que tienen poder", e indicó que la política está desacreditada y "devastada por la corrupción".
En una entrevista al diario Messaggero, el Sumo Pontífice denunció de nuevo la plaga de la corrupción, un tema que, al igual que la denuncia de los obispos "mundanos", le preocupa especialmente.
"Es difícil mantenerse honesto en política. A veces es como si algunas personas estuvieran fagocitados por un fenómeno endémico, a diferentes niveles, transversal", manifestó.
"El problema de hoy, dijo, es que la política está desacreditada, devastada por la corrupción, el fenómeno de los sobornos. La corrupción es por desgracia un fenómeno mundial. Hay incluso jefes de Estado que se encuentran en la cárcel por ello".
Según el Obispo de Roma, "vivimos un cambio de época" que "alimenta la decadencia moral, no solo en política sino también en la esfera financiera o social".
Por otro lado, durante la misa solemne organizada con motivo de la fiesta de San Pedro y San Pablo, el papa Francisco exhortó a los obispos y arzobispo a no perder "el tiempo en preguntas o chismes inútiles" sino a mirar "a lo esencial" siguiendo el ejemplo del Cristo "a pesar de las dificultades".
Vestido con la misma bufanda de lana (tela elegida para evocar al pastor y a su rebaño) que los arzobispos metropolitanos, el jefe de la Iglesia Católica dijo que "nuestro verdadero refugio es la confianza en Dios: ella disipa todo temor y nos hace libres de toda esclavitud y de toda tentación mundana".
De los 24 nuevos arzobispos que recibieron el palio (que consagra su estatuto de arzobispo metropolitano, título debido a la importante talla del distrito que supervisan, ndlr) de manos del papa, 5 son de África, 6 de Asia, 7 de Europa y 6 de las Américas.

 

Es deber del cristiano involucrarse en política aunque sea "demasiado sucia", asegura el Papa

VATICANO, 07 Jun. 13 / 11:55 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco explicó esta mañana que es un deber, una obligación del cristiano, involucrarse en la política aunque sea "demasiado sucia" porque al estar en ese ámbito se puede trabajar por el bien común.

Así lo explicó el Santo Padre al responder a una de las preguntas que le hizo uno de los jóvenes que recibió esta mañana en el Aula Pablo VI, en el encuentro de alumnos y exalumnos de los colegios jesuitas de Italia y Albania con el Pontífice.

En el encuentro Francisco decidió no leer el discurso que había preparado para la ocasión y dialogar espontáneamente con los asistentes lo que generó un clima de mayor alegría y fiesta.

Sobre el tema de la participación de los laicos en la esfera pública, el Papa explicó que "involucrarse en la política es una obligación para un cristiano. Nosotros no podemos jugar a Pilato, lavarnos las manos: No podemos".

"Debemos inmiscuirnos en la política porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política", aseguró el Santo Padre ante los miles de niños y jóvenes presentes.

"Alguno me dirá ‘pero no es fácil’. Tampoco es fácil llegar a ser sacerdote. No son cosas fáciles porque la vida no es fácil. La política es demasiado sucia pero yo me pregunto: ¿por qué es sucia? ¿Por qué los cristianos no se han involucrado con su espíritu evangélico?"

El Santo Padre señaló además que "es fácil decir ‘la culpa es de aquel’... pero yo, ¿qué cosa hago? ¡Es un deber! Trabajar por el bien común es un deber de un cristiano! Y muchas veces para trabajar el camino a seguir es la política".

 

Un buen católico debe entrometerse en política, dice el Papa

VATICANO, 16 Sep. 13 (ACI/EWTN Noticias).- En la Misa que celebró esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que un buen católico debe entrometerse en la política y que lo contrario no es un buen camino para los fieles.

El Santo Padre recordó que "la política -dice la Doctrina Social de la Iglesia- es una de las formas más elevadas de la caridad, porque sirve al bien común. No puedo lavarme las manos, ¿eh? ¡Todos tenemos que dar algo!"

Hay la costumbre de solo hablar mal de los gobernantes y sobre las "cosas que no van bien": "ves las noticias en la televisión y los apalean, apalean ; lees el periódico y lo mismo …. ¡siempre lo malo, siempre en contra!".

Quizás, "el gobernante, si, es un pecador, como lo era David, pero yo debo colaborar con mi opinión, con mi palabra, también con mi corrección" porque ¡todos "debemos participar al bien común!". Y si "tantas veces hemos escuchado: que ‘un buen católico no se mezcla en política’, esto no es verdad, ese no es un buen camino".

"Un buen católico no se inmiscuye en política. Eso no es cierto. Este no es un buen camino. Un buen católico debe entrometerse en política, dando lo mejor de sí, para que el gobernante pueda gobernar. Y ¿qué es lo mejor que podemos ofrecer a los gobernantes? ¡La oración! Eso es lo que dice Pablo: ‘La oración para todos los hombres y para el rey y para todos los que están en el poder’. ‘Pero, Padre, aquella es una mala persona, debe ir al infierno...’. "Reza por él, reza por ella, para que pueda gobernar bien, para que ame a su pueblo, para que sirva a su pueblo, para sea humilde"

"¡Un cristiano que no reza por los gobernantes no es un buen cristiano!’Pero, Padre, cómo puedo orar por esta persona que no va ...’. ‘Reza para que se convierta’. Rezar. Y esto no lo digo yo, lo dice San Pablo, la Palabra de Dios".

El Papa, señala Radio Vaticano, reflexionó sobre la Carta de San Pablo a Timoteo en la que le pide rezar por los gobernantes. Quien gobierna, dijo, "debe amar a su pueblo", porque "un gobernante que no ama, no puede gobernar: al máximo podrá disciplinar, poner un poco de orden, pero no gobernar". El Santo Padre citó a David, "a cómo amaba a su pueblo", tanto que después del pecado del censo pide al Señor de no castigar al pueblo sino a él. Así, "las dos virtudes de un gobernante" son el amor por el pueblo y la humildad.

"No se puede gobernar al pueblo sin amor y sin humildad. Y cada hombre, cada mujer que tiene que tomar posesión de un servicio público, debe hacerse estas dos preguntas: ‘¿Amo a mi pueblo para servirle mejor? ¿Soy humilde y oigo lo que dicen todos los otros, las diferentes opiniones para elegir el mejor camino?’. Si no se hace estas preguntas su gobierno no va a ser bueno. El hombre o la mujer gobernante que ama a su pueblo, es un hombre o una mujer humilde".

San Pablo exhorta a los gobernantes a elevar oraciones "por todos aquellos que están en el poder, para que podamos conducir una vida calma y tranquila". Los ciudadanos, observó el Papa, no pueden desinteresarse de la política.

Ninguno puede decir: "Yo no tengo nada que ver con esto, son ellos los que gobiernan... No, no, yo soy responsable de su gobierno y tengo que hacer lo mejor, para que ellos gobiernen bien y tengo que hacer lo mejor por participar en la política como pueda".

Por lo tanto, concluyó el Papa, "demos lo mejor de nosotros, ideas, sugerencias, lo mejor, pero sobre todo lo mejor está la oración. Oremos por los gobernantes, para que nos gobiernen bien, para que lleven a nuestra patria, a nuestra nación, y también al mundo adelante, para que exista la paz y el bien común".

Qué dice sobre la política el "texto precioso" recomendado por Francisco

Por: Claudia Peiró cpeiro@infobae.com

En la entrevista concedida al periodista israelí Henrique Cymerman, el papa Francisco elogió un documento (ver texto completo adjunto) de la Comisión Social del Episcopado de Francia, cuyo título es Rehabilitar la política. Puede leerse en  http://farodelautopia.webcindario.com/portal/rehabilitarpolitica.htm 

"Es un texto precioso que hace darte cuenta de todas estas cosas", dijo el Papa, aludiendo a que "la política es una de las formas más elevadas del amor, de la caridad, (porque) lleva al bien común, y una persona que, pudiendo hacerlo, no se involucra en política por el bien común, es egoísmo; o que use la política para el bien propio, es corrupción".

El texto de los obispos franceses tiene unos quince años, fue redactado en febrero de 1999, en pleno avance triunfal de la globalización, cuando en todos los países y sectores se sentía la necesidad de formular nuevas respuestas frente a la realidad cambiante. La Iglesia no era ajena a ese desafío. "Solidarios con el género humano, los cristianos no pueden hacer caso omiso de las realidades de este mundo envuelto en una mutación rápida y sin precedentes en todos los ámbitos", dice el documento elogiado por Francisco.

"La política es una obra colectiva, permanente, una gran aventura humana" , escriben los obispos en esta carta pastoral que reivindica esta práctica, llama a los cristianos a participar de ella y reflexiona en torno a los cambios que trae la mundialización, que no deben ser vistos como "una fatalidad".

El texto empieza por un diagnóstico que da cuenta de la devaluación de la política, un fenómeno que no es exclusivo de Francia, desde ya: "La opinión pública tiene la sensación de que los gobernantes sucesivos son incapaces de resolver los grandes problemas actuales y diseñar un futuro". Problemas como la "criminalidad" y las "desigualdades sociales" afectan los vínculos y la "cohesión" de la sociedad. Las decisiones políticas son adoptadas "a corto plazo" y frecuentemente con "perspectiva electoralista".

Pero no todo es culpa de los políticos. "Es posible que (los ciudadanos) esperen demasiado de la acción política", de "una labor cada vez más intrincada debido a la complejidad creciente de los problemas, de su interdependencia", advierten los obispos.

"Los centros de decisión parecen alejarse y perderse en el anonimato" y "a menudo (los políticos) se sienten tentados a acudir a expertos, a ceder ante los grupos de presión o la opinión de la calle", lo que "aumenta el abismo entre la oferta institucional y la demanda ciudadana", agregan.

También los casos de corrupción contribuyen a esta desvalorización, "minan la confianza".

Este debilitamiento de la política preocupa a la Iglesia porque "abriría el camino al renacimiento de ideologías extremistas".

Frente a este cuadro, el camino es reafirmar la auténtica finalidad de la política. "...afirmamos que la política es esencial: una sociedad que la menosprecie se pone en peligro. Resulta urgente rehabilitarla y replantearse en todos los ámbitos (...) una relación activa entre la política y la vida cotidiana de los ciudadanos".

Una de las funciones atribuidas por los obispos a la política es la construcción de la convivencia. "Un reto excepcional: tender hacia una sociedad en la que cada ser humano reconozca a su hermano en cualquier otro ser humano y lo trate como tal".

Alcanzar el bien común es otra de las finalidades señaladas: "La organización política existe por y para el bien común, que es algo más que la suma de intereses particulares". Se trata de la búsqueda de "aquello que sea útil para la mayor cantidad de gente", que mejore "la situación de los menos favorecidos" y que contemple el interés de las generaciones actuales pero también de las futuras.

Controlar la violencia

Es otro de los fines de la política, según la carta pastoral. "Con el objeto de salir de la animalidad de la violencia brutal, se reserva al Estado el monopolio de la coacción física legítima y controlada. Se intenta sustituir esta violencia por el derecho y la palabra. Se instauran instituciones y procedimientos de mediación..."; describen los obispos. "De esta forma, y bajo la garantía de la seguridad, podrán vivir juntos y reconocerse como seres iguales y diferentes" todos los ciudadanos.

"La política es en cierto modo el 'mayor englobador' de los diferentes sectores de la vida en sociedad", afirman.

Llaman en consecuencia a "valorar la labor política" y a no dejar que los "abusos" sean el árbol "que tape el bosque (de) aquellos que, animados por la preocupación de la justicia y de la solidaridad, se desviven por el bien común y conciben su actividad como un servicio y no como un medio de satisfacer su ambición personal".

"La fe cristiana es uno de los principales componentes de la historia y la cultura europeas", reivindican. Y ella "propone un sentido capaz de orientar toda la existencia personal y colectiva". 
 

Los cristianos deben trabajar por la convivencia para hacer de la Tierra un sitio habitable para todos.

El documento incluye referencias bíblicas que sustentan que el poder debe ser servicio -"Sea el que dirige como el que sirve" (Lucas 22,26); el respeto al adversario –"Amad a vuestros enemigos..." (Mateo 5: 44)-, la apertura al universalismo –"Dios no hace distinciones entre los hombres..." (Hechos 10, 34); el reparto y el destino universal de los bienes –"Si alguien que disfruta de las riquezas del mundo ve a su hermano en la necesidad y le cierra sus entrañas, ¿cómo conservará en él el amor de Dios?" (1ªJuan 3,17).

Sobre la democracia

La carta pastoral sostiene que la democracia es el "modelo más humanizante" de organización política, "aunque sea necesario regenerarlo constantemente".

Su diagnóstico es que está "amenazada de anemia", pese a su triunfo en casi todo el mundo y a que ya casi no se la discute.

Entre las razones, se señala que "muchos ciudadanos se convierten en consumidores que cada vez reclaman más derechos garantizados, aceptando siempre menos deberes compartidos" ; pero "la causa principal de la fragilidad de nuestras democracias reside en esta invasión del individualismo extremo" y de un "imaginario social" que, ante la ausencia de proyecto futuro y global, deja a los franceses [pero bien podría hablarse de los hombres en general], "prisioneros del instante y de la emoción", y los lleva a aferrarse a sus ventajas", a pedir "al Estado-providencia que les tranquilice y les aporte resultados inmediatos".

Los obispos subrayan también la "urgencia" de comprender que "los derechos de cada uno constituyen los deberes de todos". La ciudadanía no se reduce al control electoral a intervalos regulares de los representantes votados. Es necesario "pasar del estado de ciudadano-consumidor al de ciudadano-actor" porque "la política es obra de todos".

Para que haya democracia, dicen los obispos franceses, debe haber comportamientos democráticos. Y ejemplifican: "...fomentar el debate en vez de la lucha; desarrollar el diálogo y el sentido del compromiso; hacer prevalecer la razón sobre la pasión; prohibir el uso de la violencia y de la mentira"

La democracia es también aprendizaje, dicen."Una sociedad de asistencia puede desembocar en la irresponsabilidad, así como en la degradación", advierten. La solución es una educación permanente, que se inicia en la familia, continúa en la escuela y debe privilegiarse en la etapa de la juventud.

El documento rescata el valor de la vida asociativa y pide a los medios de comunicación, que por su "enorme influencia (...) modelan comportamientos y valores" que se autorregulen y respeten un "código deontológico".

"La mundialización da miedo", porque se la ve "como una especie de fatalidad que se nos impondrá". Y en efecto, agregan, "la mundialización económica, financiera y mediática que barre fronteras y culturas, se presenta como un desafío terrible para la democracia y el futuro de la humanidad". Y cita otra vez la ya famosa advertencia de Juan Pablo II: "Si la mundialización se rige exclusivamente de conformidad con las leyes de mercado aplicadas en beneficio de los más poderosos, las consecuencias sólo pueden ser negativas".

Pero los obispos franceses son optimistas: "La mundialización no tiene la fatalidad ni la omnipresencia que algunos le atribuyen: será lo que los grupos humanos y sus representantes hagan de ella. En lugar de dotarla de un carácter diabólico, mejor sería intentar humanizarla, reforzando la solidaridad entre los pueblos y entre los grupos, moralizando el mercado y reconociendo la dignidad inalienable de todas las personas".

"Es preciso analizar la economía mundializada a la vista de los principios de la justicia social, respetando la opción preferente de los pobres", dicen, en coincidencia con el pensamiento de Jorge Bergoglio.

Gobierno mundial

También citan a Juan XXIII, sobre la necesidad de que la humanidad tome las riendas de su destino: "En la actualidad, el bien común universal plantea problemas de dimensiones mundiales que sólo puede resolver una autoridad pública cuyo poder, organización y forma de acción tenga también una dimensión mundial, y que pueda ejercer su acción en toda la extensión de la tierra".

Como aspecto positivo de la mundialización destacan que ésta "puede propagar el progreso de las ciencias, de la sanidad y de la educación", favorecer "los intercambios, los encuentros, aumentar las opciones".

Evocando visiones catastrofistas de los "choques culturales" y los "conflictos de civilización", se preguntan: "¿Qué tipo de aberración llevaría a los pueblos a destrozarse mutuamente en nombre de sus respectivas culturas?".

"La Iglesia no se aleja mucho de su misión cuando toma la palabra en el terreno político", dicen los obispos y preguntan citando a Pío XI: "¿Acaso no es el terreno de la política (...) el de la mayor caridad?"

"Actuando por el bien común, al servicio de todos y sin ambiciones de poder, los cristianos se sienten a gusto en una sociedad democrática y laica. Aportan su contribución sin aceptar que su fe quede relegada al 'ámbito de lo privado'. Esta fe tiene una dimensión humana y social. Para permanecer viva, la democracia ha de tener en cuenta sus referencias religiosas y filosóficas en el debate político", señalan.

"La Iglesia no tiene ni competencia técnica propia ni poder institucional a efectos políticos, pero posee la vocación para estimular las energías espirituales, para recordar el rol fundador de los valores de trascendencia y espiritualidad para construir un mundo más digno de los hombres, hijos de Dios", concluye el documento, llamando a la participación de los cristianos en la política

REHABILITAR LA POLÍTICA

DECLARACIÓN DE LA COMISIÓN SOCIAL DEL EPISCOPADO

Francia

(17 de febrero de 1999)

Traduce y transcribe Juan Manuel Díaz Sánchez

Instituto Social “León XIII”

Madrid, octubre de 2000

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REHABILITAR LA POLÍTICA

Declaración de la Comisión Social del Episcopado

(17 de febrero de 1999)

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I. UNA VISIÓN LÚCIDA ACERCA DE LA REALIDAD POLÍTICA

I. La política devaluada

Una impresión de impotencia

Un alejamiento de los centros de decisión

Los "negocios"...

II. La finalidad de la política

Llevar a cabo la convivencia

Pretender alcanzar el bien común

Controlar la violencia

Valorar la labor política

III. La luz de la fe cristiana ofrece

... un sentido

... unas referencias

- La primacía de la dignidad de la persona.

- La atención particular prestada al pobre.

- El poder concebido como un servicio, no como una dominación.

- El respeto al adversario.

- La apertura al universalismo.

- El reparto y el destino universal de los bienes.

... una esperanza.

CAPÍTULO II. VIVIR JUNTOS LA DEMOCRACIA

Una democracia amenazada de anemia.

Las exigencias de la democracia: La democracia necesita virtud. Precisa una ética.

Comportamientos e instituciones democráticas.

El aprendizaje de la democracia.

- La vida familiar.

- la escuela.

- la juventud.

- 3 -

- la vida asociativa.

- los medios de comunicación.

La enseñanza de la Iglesia sobre la democracia

- la importancia de los cuerpos intermedios.

- el principio de subsidiariedad.

- el reconocimiento del pluralismo.

CAPÍTULO III. EUROPA Y LA MUNDIALIZACIÓN, NUEVAS DIMENSIONES

I. Europa, una aventura que llevar a cabo

Un bello logro

Definir los objetivos del mañana

Construir la paz en el mundo

Vivir una cierta idea del hombre

Conservar la apertura al mundo

II. La mundialización, un desafío para la democracia

Una fatalidad aparente

... que apela a un control colectivo

Desafíos a la altura de la humanidad

- Desafío político

- Desafío cultural

- Desafío moral

Llamamiento

COMISIONE SOCIALE DE L`ÉPISCOPAT [FRANCE].

Réhabiliter la politique.

Ed. Centurion/Cerf/Mame, 1999. [23 mars 1999].

Tb.: DOCUMENTATION CATHOLIQUE

2202 (18 avril 1999) 368-374.

Juan Manuel Díaz Sánchez.- Instituto Social “León XIII”.- Madrid, octubre de 2000.

- 4 -

REHABILITAR LA POLÍTICA

Declaración de la Comisión Social del Episcopado1

INTRODUCCIÓN

1. La Comisión Social de Obispos de Francia desea presentar una visión política renovada y

suscitar, en este sentido, nuevos comportamientos. Se propone ayudar a reconocer nuevas

urgencias. En efecto, la llegada del euro y la construcción europea, la invasión de la mundialización

económica, financiera y mediática, la amplitud de las innovaciones tecnológicas y las alteraciones

que todo ello implica interpelan a la conciencia universal, a los responsables políticos ya cada

ciudadano.

2. Solidarios del género humano, los cristianos y las cristianas no pueden hacer caso omiso de las

realidades de este mundo envuelto en una mutación rápida y sin precedentes en todos los ámbitos.

Participan, con todos, en la construcción continua del futuro de su ciudad, su región, su nación,

Europa, la comunidad de naciones y la humanidad al completo. En Francia, vivimos en una sociedad

laica. Esta situación no implica en ningún caso que la dimensión religiosa y la dimensión ética se

encuentren alejadas del espacio público. Los católicos participan, al igual que el resto de los

ciudadanos, en los debates políticos. Resulta legítimo que tomen la palabra para defender sus

propias convicciones cristianas, respetando las de los demás.

3. La política es una obra colectiva, permanente, una gran aventura humana. Cada vez tiene

dimensiones nuevas y más extensas. Concierne tanto a la vida cotidiana como al destino de la

humanidad en todos los niveles. La imagen que tiene en nuestra sociedad ha de ser revalorizada. Se

trata de una actividad noble y difícil. Los hombres y las mujeres que se comprometan a ello, así

como todos aquellos y aquellas que deseen contribuir a lograr la "convivencia", merecen todo

nuestro apoyo.

CAPÍTULO I. UNA VISIÓN LÚCIDA ACERCA DE LA REALIDAD POLÍTICA

I. La política devaluada

4. El sentido de lo político tiende a embotarse y a degradarse. Señalemos algunos síntomas de este

mal.

Una impresión de impotencia

La opinión pública tiene la sensación de que los gobernantes sucesivos son incapaces de resolver

los grandes problemas actuales y diseñar un futuro: se multiplican las medidas y las ayudas

públicas, pero el desempleo no retrocede apenas y las pobrezas se acentúan. La criminalidad y la

1 Texto de la Secretaría General del Episcopado, hecho público el 23 de marzo y publicado por Éditions

Centurion/Cerf/Mame.

- 5 -

delincuencia aumentan en determinados barrios de numerosas ciudades. Engendran nuevos

miedos.

Las desigualdades sociales se endurecen y provocan estallidos territoriales. De esta forma, el

vínculo social y la cohesión social se ven amenazados. Además, los hombres y las mujeres

comprometidos en política suelen mostrarse incapaces de llevar a cabo reformas profundas y

necesarias, de prever el futuro. Sus decisiones se adoptan a corto plazo, a menudo bajo una

perspectiva electoralista. Por su parte, un gran número de personas se queja de la superabundancia

de leyes y reglas. Pero en cuanto ocurre un incidente o un imprevisto, reclaman que se legisle e

intentan designar culpables. Es posible que esperen demasiado de la acción política y no perciban

adecuadamente los límites. La gestión de los negocios urbanos es una labor cada vez más

intrincada debido a la complejidad creciente de los problemas, de su interdependencia y de la

rapidez con que se producen los cambios técnicos, lo que dificulta la marcha atrás y la reflexión

necesarias.

Un alejamiento de los centros de decisión

5. Los centros de decisión parecen alejarse y perderse en el anonimato, mientras que los márgenes

de iniciativa van acortando. Los responsables políticos y socio-profesionales se enfrentan a la

complejidad de los problemas, a la urgencia del momento, a la lógica despiadada de los mercados.

A menudo se sienten tentados a acudir a expertos, a ceder ante los grupos de presión o la opinión

de la calle. Una clase dirigente despojada de las preocupaciones cotidianas de la población no

podría cumplir sus promesas. Aumenta el abismo entre la oferta institucional y la demanda

ciudadana. Muchos de estos últimos renuncian a comprender lo que está ocurriendo, a intervenir en

el destino colectivo. He ahí el porqué de la fuerte disminución de la militancia, la participación

electoral irregular, el absentismo creciente y la disminución de los inscritos en las listas electorales,

sobre todo entre las generaciones jóvenes.

Los "negocios"...

6. Numerosos "negocios" en los que han participado personalidades y partidos han provocado

acusaciones, sospechas, amalgamas y generalizaciones. Han salpicado al mundo político y en su

conjunto, incluso aunque se hayan visto involucradas determinadas personas y aunque,

probablemente, fueran igual de frecuentes en el pasado. Todos estos incidentes minan la confianza

de los ciudadanos. ¿Podría reducirse la política a una mera gestión de expedientes complejos, a la

solución de conflictos de intereses, la regulación de egoísmos corporativistas o locales, la sumisión a

la lógica de aparato de los partidos? Un debilitamiento tal abriría el camino al renacimiento de

ideologías extremistas que explotan los miedos y desarrollan temas demagógicos que conducen a

exclusiones y al odio.

II. La finalidad de la política

7. Ante este cuestionamiento, afirmamos que la política es esencial: una sociedad que la

menosprecie se pone en peligro. Resulta urgente rehabilitarla y replantearse en todos los ámbitos

(educación, familia, economía, ecología, cultura, sanidad, protección social, justicia...) una relación

activa entre la política y la vida cotidiana de los ciudadanos.

- 6 -

Llevar a cabo la convivencia

8. En efecto, la ambición de la política es la "convivencia" de personas y de grupos que, sin ella,

permanecerían ajenos los unos a los otros. "Aquellos que sospechan que la política es infamia, a

menudo no se hacen más que una idea limitada... La acción política se plantea un reto excepcional:

tender hacia una sociedad en la que cada ser humano reconozca a su hermano en cualquier otro ser

humano y lo trate como tal".

Pretender alcanzar el bien común

9. La organización política existe por y para el bien común, que es algo más que la suma de

intereses particulares, individuales o colectivos, a menudo contradictorios entre sí. "Comprende el

conjunto de condiciones de vida social que permite a los hombres, familias y agrupamientos sentirse

realizados de forma más completa y sencilla." Así, debe experimentar una búsqueda infinita de

aquello que sea útil para la mayor cantidad de gente, lo que permita mejorar la situación de los

menos favorecidos y de los más débiles. Ha de tener en cuenta no solamente el interés de las

generaciones actuales, sino también, bajo la perspectiva de un desarrollo duradero, de las

generaciones futuras.

Controlar la violencia

10. La violencia se encuentra en el núcleo de la condición humana. Uno de los objetivos de la

política consiste en controlarla allí donde se presente: delincuencia, criminalidad, toma de rehenes,

injusticias flagrantes, conflictos de intereses, guerras en resurgimiento, amenazas a la paz interior o

exterior... Con objeto de salir de la animalidad de la violencia brutal, se reserva al Estado el

monopolio de la coacción física legítima y controlada. Se intenta sustituir esta violencia por el

derecho y la palabra. Se instauran instituciones y procedimientos de mediación para preservar al

hombre de sus propias desviaciones, en concreto, buscando un equilibrio justo entre poder judicial y

poder político, con el fin de garantizar la libertad de cada ciudadano. De esta forma, y bajo la

garantía de la seguridad, podrán vivir juntos y reconocerse como seres iguales y diferentes

ciudadanos y ciudadanas de sexo, edad, clase social, origen, cultura, creencias, etc., distintos y, a

menudo, opuestos. La política es en cierto modo el "mayor englobador" de los diferentes sectores de

la vida en sociedad: economía, vida familiar, cultura, entorno. Se encuentra en todas partes, pero no

lo es todo. Caeríamos rápidamente en el totalitarismo si el Estado pretendiera asumir la carga

directa del conjunto de las actividades cotidianas.

Valorar la labor política

11. Es imposible negar la nobleza del compromiso político. Los abusos existentes no deben

constituir el árbol que oculte el bosque de todos aquellos que, animados por la preocupación de la

justicia y de la solidaridad, se desviven por el bien común y conciben su actividad como un servicio y

no como un medio de satisfacer su ambición personal. Denunciar la corrupción no equivale a

condenar la política en su conjunto, ni justificar el escepticismo y el absentismo en relación con la

acción política.

- 7 -

III. La luz de la fe cristiana

12. La fe cristiana es uno de los principales componentes de la historia y la cultura europeas. Para

participar en la grande y bella tarea de "convivir", nuestra fe cristiana no nos ofrece ni instrumentos

originales de análisis y estrategia, ni modelos institucionales que aplicar. Sin embargo, nos incita a

contribuir a la búsqueda común junto a todos los hombres de buena voluntad. Nos ofrece

determinadas referencias éticas y espirituales que podemos compartir con muchos de nuestros

contemporáneos que no tienen nuestra fe.

La fe cristiana ofrece... un sentido

13. Nuestra fe cristiana nos propone un sentido capaz de orientar toda la existencia personal y

colectiva. El hombre, creado libre y responsable a la imagen de Dios, debe continuar la obra del

Creador, cuyo objetivo consiste en reunir toda la humanidad en el Cuerpo de Cristo resucitado. En él

seremos todos uno, seremos una comunidad en la que cada uno será plenamente reconocido como

hijo de Dios. Al esforzarnos por lograr la "convivencia" de todos, para convertir la tierra en un lugar

habitable para todos, anticipamos al corazón del mundo, "tanto en el cielo como en la tierra", esta

comunión de personas, labor que debemos llevar a cabo sin cesar a pesar de que su realización es

siempre imperfecta.

... referencias

14. Nuestra fe cristiana nos ofrece igualmente referencias que iluminan nuestra reflexión e inspiran

nuestra acción.

§ 1 - La primacía de la dignidad de la persona. Todas las instituciones y todas las sociedades están

al servicio de la promoción del hombre, que ha de tomar la palabra y participar. "El sábado está

hecho para el hombre y no el hombre para el sábado" (Mc 2,27).

§ 2 - La atención particular prestada al pobre, al débil, al oprimido, vivas imágenes del Cristo

encarnado: "Lo que hacéis con uno de estos pequeños, lo hacéis conmigo" (Mt 25, 40). La grandeza

de la política consiste en reconocer, integrar y promover a los menos favorecidos, los excluidos, y

erradicar las condiciones deshumanizantes de la existencia.

§ 3 - El poder concebido como un servicio, no como una dominación: "Sea que el dirige como el que

sirve" (Lc 22,26).

§ 4 - El respeto al adversario: él también tiene su parte de razón. El Evangelio nos invita incluso a ir

más allá: "Amad a vuestros enemigos, orad por los que os persiguen; para que seáis hijos de

vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir el sol sobre malos y buenos" (Mt 5, 44-45).

§ 5 - La apertura al universalismo, especialmente rebasando todo nacionalismo y racismo. "Dios no

hace distinciones entre los hombres; pero sea cual sea su raza, acoge a los hombres que le adoran

y que hacen lo justo" (Ac 10, 34-35).

- 8 -

§ 6 - El reparto y el destino universal de los bienes. "Si alguien que disfruta de las riquezas del

mundo ve a su hermano en la necesidad y le cierra sus entrañas, ¿cómo conservará en él el amor

de Dios?" (1 Jn 3,17). ¿No ha "destinado Dios la tierra y todo lo que encierra al uso de todos los

hombres y de todos los pueblos, de forma que los bienes de la creación afluyan equitativamente

entre las manos de todos, según las reglas de la justicia, inseparables de la caridad"?

... una esperanza

15. Por último, la fe cristiana nos arraiga en la esperanza del don de Dios que nos llama a comulgar

plenamente con nuestra vida para siempre. Esta esperanza, fundada en la resurrección de Cristo,

llena de peso nuestras tareas terrestres por las cuales nos esforzamos por humanizar nuestro

mundo. Es toda una certeza fundada en Dios que no se perderá nada de lo que hagamos por amor,

ni siquiera la ofrenda de un simple vaso de agua fresca (Mt 11, 42). "Estos valores de dignidad, de

comunión fraternal y de libertad que propaguemos en esta tierra los encontraremos más tarde,

aunque purificados de toda mancha... Misteriosamente, el Reino está ya presente en esta tierra,

alcanzará su perfección cuando el Señor vuelva."

CAPÍTULO II. VIVIR JUNTOS LA DEMOCRACIA

16. A lo largo de las épocas y en las distintas civilizaciones, las sociedades humanas han

experimentado múltiples tipos de organización política. En la actualidad, intentamos lograr la

"convivencia" en el marco de la democracia. Este sistema no colma totalmente las expectativas de

los hombres pero, en su formato occidental, fundado sobre el equilibrio de poderes y la soberanía de

un pueblo de ciudadanos iguales en derecho, se presenta como el modelo más humanizante, incluso

aunque sea necesario regenerarlo constantemente.

Una democracia amenazada de anemia

17. Desde hace medio siglo, el espíritu de la democracia se ha ido ganando cada vez más Estados y

territorios en detrimento de los regímenes totalitaristas. La democracia triunfa en los espíritus y ya no

se discute apenas, salvo por parte de las ideologías anticuadas o reaccionarias que no aceptan

realmente la igualdad de los hombres ni su vocación de libertad y fraternidad social. No obstante, la

democracia engendra demasiado a menudo el desencanto y la morosidad de los que la heredan.

Parece estar envejeciendo y sufrir anemia; revela algunos de sus límites y de sus fragilidades.

Muchos ciudadanos se convierten en consumidores que cada vez reclaman más derechos

garantizados, aceptando siempre menos deberes compartidos. Y es que la democracia no es una

circunstancia surgida de forma espontánea ni un logro definitivo, sino el resultado de combates de

generaciones sucesivas, que cada generación debe retomar y llevar a cabo por su cuenta.

18. La causa principal de la fragilidad de nuestras democracias reside en esta invasión del

individualismo extremo, del "para uno para sí mismo", fruto de un liberalismo que rechaza cualquier

coacción y de la permisividad generalizada que permite que cada uno haga lo que le plazca.

Viviendo en un imaginario social en el que dominen el miedo al futuro y la ausencia de un proyecto

global, los franceses, prisioneros del instante y de la emoción, se aferran a sus ventajas, piden al

Estado-providencia que les tranquilice y que les aporte resultados inmediatos. Otra de las causas

reside en la exacerbación de las diferencias, en los reflejos de identidad o étnicos de grupos que,

sintiéndose amenazados o ignorados, recurren a la violencia, desean acallar y excluir a los otros.

- 9 -

Una política de apertura y animación transformaría estas diversidades en modos de integración

social y de mezcla cultural para evitar estos problemas.

Las exigencias de la democracia

19. La democracia necesita virtud, tanto para los dirigentes como para los propios ciudadanos.

Precisa una ética que descanse en un sistema de valores esenciales: libertad, justicia, igualdad de

dignidad de las personas, lo que denominamos el respeto de los derechos del hombre. Es necesario

imponer una vigilancia ante determinados tipos de funcionamiento democrático que parecen minar

progresivamente estas virtudes que incluso la democracia precisa: ello se da concretamente cuando

se considera que una decisión es válida simplemente porque es el fruto del voto mayoritario. Resulta

igualmente urgente comprender que los derechos de cada uno constituyen los deberes de todos. La

noción de ciudadanía, tantas veces discutida en la actualidad, no se reduce al mero control, a

intervalos regulares, de los responsables políticos escogidos en las elecciones sucesivas. Cada uno

porta su propia fecundidad social que hay que valorar. Pasar del estado de ciudadano-consumidor al

de ciudadano-actor es un objetivo fundamental. La política es obra de todos. Resulta vano esperar

de la clase política, de los dueños de las empresas, de la policía, de los magistrados y de los

detentores del poder un civismo que no sea el del conjunto de la población.

Comportamientos e instituciones democráticas

20. No existe una verdadera democracia sin comportamientos democráticos: aprender a conocer y a

reconocer al otro; fomentar el debate en vez de la lucha; desarrollar el diálogo y el sentido del

compromiso; hacer prevalecer la razón sobre la pasión; prohibir el uso de la violencia y de la

mentira. La democracia implica, antes de realizar cualquier elección, la reflexión y el debate, la

información y el análisis, reglas del juego controladas. La labor indispensable de los partidos

políticos consiste en alimentar el debate público. Los sindicatos, las asociaciones diversas y una

prensa libre deben contribuir a ello. Resulta deseable que las propias Iglesias tomen la palabra en

este ágora. La democracia de representación necesita ser renovada con urgencia, en especial

mediante un mayor acceso de las mujeres a las funciones públicas y mediante una clarificación de

los niveles de decisión territorial. Requiere una democracia participativa. El ámbito de la participación

ciudadana en las decisiones más cercanas como respuesta a sus necesidades es muy amplio: la

escuela, la vivienda, la sanidad, los transportes, el urbanismo, la planificación del tipo de vida, la

lucha contra la delincuencia, la inserción, la formación continua, las iniciativas creadoras de empleo,

animación social y cultura.

El aprendizaje de la democracia

21. La democracia se aprende mediante su práctica a lo largo de toda la vida. Una sociedad de

asistencia puede desembocar en la irresponsabilidad, así como en la degradación, incluso a la

muerte de la democracia. Esta educación permanente afecta a la comprensión de los grandes

movimientos de nuestras sociedades y de las instituciones que se esfuerzan por conducirlos, a la

formación con conciencia crítica y sobre todo a la toma de responsabilidades.

§ 1 - La vida familiar constituye el primer lugar de la socialización del niño, del aprendizaje de las

reglas de la vida en sociedad, del despertar de la conciencia moral, de la educación en el sentido del

bien y del mal.

- 10 -

§ 2 - Por su parte, la escuela desempeña una función primordial, en concreto a través del

reconocimiento y respeto del prójimo, la apertura a un mundo por construir, el aprendizaje del trabajo

en equipo y la difusión de una cultura de la responsabilidad.

§ 3 - La etapa de la juventud podría privilegiarse gracias a la toma de conciencia de la importancia

de la labor política abierta a escala de la humanidad. Los jóvenes suelen estar a favor, en su

mayoría, a los derechos del hombre, preocupados por los progresos de la paz y de la solidaridad,

pero pocos de ellos entienden la importancia de la política que, sin embargo, es la principal forma de

encarnación de estos valores. "Os pido, jóvenes del año 2000, decía el Papa Juan Pablo II el 8 de

mayo de 1995, que estéis atentos a la cultura del odio y de la muerte que se manifiesta. Rechazad

las ideologías intolerantes y violentas, rechazad cualquier forma de nacionalismo exacerbado e

intolerante: es ahí donde se insinúan de forma insensible la tentación de la violencia y de la guerra.

Se os confía la misión de abrir nuevas vías para la fraternidad entre los pueblos, para construir una

familia humana única".

§ 4 - Atención especial merecen las múltiples cadenas de la vida asociativa, las iniciativas de

desarrollo local y solidario, las instancias de concertación y programación en las que los hombres y

mujeres expresan sus aspiraciones y definen sus prioridades. En estos escalones de proximidad,

existe una serie de actores que adoptan responsabilidades precisas. Los nuevos medios de

comunicación (Internet) y de intercambio (periodos de prácticas, viajes) crean vínculos directos entre

grupos: se comparten las experiencias, que concilian el arraigamiento en un compromiso concreto y

la apertura progresiva a lo universal.

§ 5 - Conocemos la enorme influencia ejercida por los medios de comunicación (especialmente los

audiovisuales), que modelan comportamientos y valores. Permiten informar rápidamente y descubrir

lo que ocurre en cualquier lugar del mundo. Pero simplificar las cosas, jugar a la "política

espectáculo", otorgar la primacía a la emoción en vez de a la razón y, a veces, arrojar la sospecha

sobre los actores políticos son tentaciones a las que a veces resulta difícil resistirse. ¿No podrían los

medios tener una visión crítica de sus propias prácticas, ejercer una autorregulación y respetar un

código deontológico que limitase los riesgos de desviación? También sería deseable que cada uno

aprendiera a servirse mejor de estos poderosos medios de comunicación.

La enseñanza de la Iglesia sobre la democracia

22. La Biblia no podía tratar el régimen democrático. No obstante, existe una convergencia real entre

los valores de la democracia y las fuentes de inspiración de la fe cristiana. Se desprenden tres

puntos esenciales de las enseñanzas constantes de la Iglesia, que constituyen la fuerza renovadora

de la verdadera democracia.

§ 1 - Destaca la importancia de los cuerpos intermedios (partidos, sindicatos, asociaciones,

colectividades, Iglesias...) que ayuden a la responsabilidad de todos y frenen los riesgos de abuso

de poder de los de arriba.

§ 2- Desde hace largo tiempo, pone énfasis en el principio de subsidiariedad, según el cual, por una

parte, hay que dejar al escalón organizativo más cercano lo que éste pueda tratar. Por otra parte,

- 11 -

invita a remitir al escalón inmediatamente superior y así sucesivamente de forma ascendente,

aquello de lo que las instituciones más ligeras no puedan hacerse cargo.

§ 3 - Por último, fundamenta el reconocimiento del pluralismo. Éste no consiste en la neutralidad ni

en la indiferencia, sino que manifiesta la relatividad de los pensamientos y de los programas

políticos, que jamás pueden pretender encarnar toda la verdad.

CAPÍTULO III. EUROPA Y LA MUNDIALIZACIÓN, NUEVAS DIMENSIONES

23. La democracia no puede limitarse a los problemas locales, regionales o nacionales. Europa se

construye, el mundo se unifica, exigiendo nuevas regulaciones a la altura de los retos que hay que

superar. Estas nuevas dimensiones, a menudo consideradas una fatalidad, merecen ser

consideradas ocasiones para crear proyectos de movilización.

I. Europa, una aventura que llevar a cabo

Un bello logro

Desde hace casi cincuenta años, y gracias a la tenacidad de los políticos, Europa se ha ido

construyendo a través de los pueblos y las instituciones que en ella se han ido creando. El objetivo

fijado fue lograr la paz, la reconciliación y la solidaridad de los países duramente enfrentados en el

transcurso de las dos guerras mundiales. Los progresos económicos, sociales y culturales han sido

considerables, pero queda un largo camino por recorrer.

24. El Consejo de Europa, cuyo 50 aniversario se celebra este año, reagrupa en la actualidad, desde

la caída del muro de Berlín, 40 Estados miembros y cuatro Estados asociados. No podemos por más

que alegrarnos de los objetivos logrados en el ámbito del fortalecimiento de la democracia pluralista

mediante la preeminencia del derecho, la promoción de la cohesión social y cultural y todos los

mecanismos puestos en funcionamiento para proteger los derechos del hombre y los derechos

sociales. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que recientemente adquirió carácter

permanente, así como el mecanismo de control de los derechos garantizados por la Carta Social,

son dos ejemplos convincentes de ello.

25. Por su parte, la Unión Europea, creada hace 50 años por el Tratado de Roma, ha pasado de seis

a quince Estados. Su objetivo fundamental consiste en establecer una unión cada vez más estrecha

entre los pueblos. Ha logrado crear una moneda única, que debería constituir un factor importante de

estabilidad monetaria. Ha comenzado las negociaciones para su ampliación a una decena de países

de Europa Central y del Este. A pesar de su lentitud, sus pesadeces y, a veces, sus desencantos, la

Unión Europea ha sido la encargada por una comunidad de Estados para velar por un futuro común

respetando las diversidades. Se trata de una invitación a cambiar de escala y a liberarse de las

visiones demasiado nacionales y dependientes del pasado. ¿No es necesario que cada uno

profundice en su conocimiento de Europa y de sus instituciones y participe en las decisiones que

comprometan su futuro? ¿No tienen los candidatos y las formaciones políticas el deber de poner a

disposición de todo el mundo toda la información necesaria, hacer comprender lo que está en juego

para que cada uno decida con conocimiento de causa?

Definir los objetivos del mañana

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26. Cuanto más aumenta la Unión Europea, más necesario resulta el proyecto común y la definición

de sus finalidades. No se trata sólo de un gran mercado. Manifiesta que la política no puede

reducirse a la economía. Reclama tener una dimensión social, cultural, humana y espiritual. La

Unión Europea incita a sobrepasar las fronteras, a evaluar de nuevo el sentido de la nación, el

ámbito de competencias de los Estados, la vocación de las regiones, equilibrar claramente los

poderes. Fomenta la búsqueda de un bien común superior al de los Estados nacionales. Se trata de

una etapa hacia la universalidad. Para ello, debe salvar las distancias entre sus instituciones y las

opiniones públicas, fomentar la emergencia de un poder político europeo, lograr un acuerdo en torno

a sus finalidades y suscitar la participación activa de todos los ciudadanos, en concreto, de los

jóvenes, y, por este motivo, conferirse una mayor legitimidad democrática. Las instituciones no

construirán Europa por sí solas. Son los hombres quienes deberán hacerlo.

Construir la paz en el mundo

27. Sin abandonar la exigencia de una fuerza de intervención al servicio de la paz en el mundo, la

Europa unida marca también la voluntad de renunciar para siempre a la guerra y establecer

definitivamente la paz entre las naciones que desencadenaron dos conflictos mundiales a lo largo de

este siglo. Nos invita a extraer una lección de las formas de mesianismos que dotan de carácter

absoluto a las razas, naciones o clases, y que hacen y han hecho tanto daño. Los recientes o

actuales conflictos manifiestan la urgente necesidad de crear una cultura de la paz.

Vivir una cierta idea del hombre

28. La Europa unida es también una cierta concepción de la persona, fruto, al mismo tiempo, de la

filosofía antigua y del mensaje cristiano. Ello conlleva la imperiosa obligación de la Unión Europea y

de las naciones que la componen de promover, proclamar con fuerza y practicar escrupulosamente

los derechos del hombre en su universalidad e indivisibilidad. Una de sus funciones es sentirse

responsable de este mensaje con humildad y sin voluntad de hegemonía.

Conservar la apertura al mundo

29. La Europa unida no puede encerrarse en sí misma. Está abierta al mundo, tal como lo ha

manifestado a lo largo de su historia, a través de su entusiasmo misionero, a través de sus vínculos

con todos los pueblos del planeta. La superación de las fronteras y de los conflictos puede ser una

referencia para el resto de los continentes y un factor de equilibrio para un mundo desorientado.

Habrá que aprender a compartir con los otros pueblos del sur y del este, a dar más importancia al

tipo que al nivel de vida, a la calidad de las relaciones de reciprocidad más que a la acumulación de

bienes. Con Europa, podemos, si así lo queremos, pasar de una búsqueda desenfrenada del

crecimiento a preocuparnos por un desarrollo duradero y solidario.

II. La mundialización, un desafío para la democracia

Una fatalidad aparente

30. En la actualidad, casi todo se decide a escala mundial: la moneda, el medioambiente, la paz y la

guerra, la lucha contra la droga, la seguridad colectiva e incluso la justicia. Ya en 1967, el Papa

Pablo VI declaró en su encíclica Populorum progressio: "La cuestión social ha adquirido carácter

- 13 -

mundial" y "el desarrollo es el nuevo nombre de la paz". En la actualidad, la mundialización da

miedo. Se muestra menos como una nueva dimensión de las actividades humanas que como una

especie de fatalidad que se nos impondrá a todos nosotros. En efecto, la mundialización económica,

financiera y mediática que barre fronteras y culturas, se presenta como un desafío terrible para la

democracia y el futuro de la humanidad. Se trata de una realidad evidente que subyace a los

cambios y a las percepciones. Para algunas personas, se trata de una etapa obligada para llegar al

bienestar de la humanidad. El Papa Juan Pablo II declaró recientemente lo siguiente en su

Exhortación Apostólica "Ecclesia in America" a propósito de las Iglesias del continente americano,

aunque este mensaje es aplicable a todo el mundo occidental: “Si la mundialización se rige

exclusivamente de conformidad con las leyes de mercado aplicadas en beneficio de los más

poderosos, las consecuencias sólo pueden ser negativas. Entre ellas, destacan la atribución de un

valor absoluto a la economía, el desempleo, la disminución y el deterioro de determinados servicios

públicos, la destrucción del medioambiente y de la naturaleza, el aumento de las diferencias entre

los ricos y los pobres, la competencia injusta que sitúa a los países pobres en una situación de

inferioridad siempre muy marcada. Aunque la Iglesia tiene en cuenta los valores positivos que

conlleva la mundialización, también considera con inquietud los aspectos negativos".

... que apela a un control colectivo

31. La mundialización no tiene la fatalidad ni la omnipresencia que algunos le atribuyen: será lo que

los grupos humanos y sus representantes hagan de ella. En lugar de dotarla de un carácter

diabólico, mejor sería intentar humanizarla reforzando la solidaridad entre los pueblos y entre los

grupos, moralizando el mercado y reconociendo la dignidad inalienable de todas las personas. "A

través de su doctrina social, la Iglesia ofrece una aportación válida a la problemática de la actual

economía mundial. Su posición moral en este sentido se apoya en tres piedras angulares

fundamentales de la dignidad humana, la solidaridad y la subsidiaridad. Es preciso analizar la

economía mundializada a la vista de los principios de la justicia social, respetando la opción

preferente de los pobres, que deben llegar a ser capaces de defenderse en una economía

mundializada, y de acuerdo con las exigencias del bien común internacional..."

Desafíos a la altura de la humanidad

La mundialización se presenta como un inmenso desafío que hay que tener en cuenta para lograr la

dignidad de cada persona en su singularidad, de cada pueblo en su particularidad histórica y cultural,

y de la humanidad en su unidad y universalidad.

32. Desafío político - La sociedad precisa una orientación ética y política que tienda a subordinar la

economía a la política. En efecto, ésta deberá reencontrar sus derechos de forma que la humanidad

pueda coger las riendas de su destino en este nivel y sentirse ciudadana del mundo. Recordemos

las palabras de Juan XXIII en "Pacem in Terris" a este respecto: "En la actualidad, el bien común

universal plantea problemas de dimensiones mundiales que sólo puede resolver una autoridad

pública cuyo poder, organización y forma de acción tenga también una dimensión mundial, y que

pueda ejercer su acción en toda la extensión de la tierra".

Los acuerdos multilaterales formalizados entre Estados, entre los conjuntos continentales

organizados (como la Unión Europea), las intervenciones laboriosas de la ONU y organismos

dependientes, marcan una primera etapa en este sentido. Estamos presenciando por doquier la

- 14 -

militancia de las Organizaciones No Gubernamentales atentas a esta dimensión mundial,

organizaciones que demuestran los principios de una sociedad civil internacional y se convierten en

los interlocutores escuchados por los Estados y las instancias internacionales, especialmente en el

ámbito de un desarrollo duradero, de la paz, del respeto de los derechos del hombre y de la justicia.

33. Desafío cultural- En el ámbito de la cultura, la mundialización puede propagar el progreso de las

ciencias, de la sanidad y de la educación. Debe favorecer los intercambios, los encuentros,

aumentar las opciones, tener en cuenta las culturas particulares para transmitir las innovaciones

beneficiosas. Se ha hablado en ocasiones con tono catastrofista de los choques culturales y de los

conflictos de civilización. ¿Qué tipo de aberración llevaría a los pueblos a destrozarse mutuamente

en nombre de sus respectivas culturas? ¿Acaso no es cada cultura el fruto y la semilla de una

evolución propia que se alimenta del diálogo con otras culturas y de su resistencia a la

universalidad?

34. Desafío moral- Ahora que acabamos de celebrar el 50 aniversario de la Declaración Universal de

los Derechos del Hombre, es un buen momento para recordar la bella expresión que figura al

principio de la misma y profundizar en ella: "la dignidad intrínseca de todos los miembros de la

familia humana". Gracias a su dimensión universal, a su arraigamiento en la diversidad de las

culturas y dado su largo compañerismo a lo largo de la historia, la Iglesia ejerce una labor y puede

enviar un mensaje excepcional para que cada hombre, cada mujer y todos juntos puedan convertirse

en los actores de su propia evolución y en los edificadores de un mundo más libre y más humano.

Llamamiento

35. La Iglesia no se aleja mucho de su misión cuando toma la palabra en el terreno político:

concierne al hombre y a la humanidad. Cómo dejar de recordar el interrogante planteado en las

primeras páginas de la Biblia" ¿Qué has hecho de tu hermano?" (Gn 4,9). ¿Acaso no es el terreno

de la política, según la célebre frase del Papa Pío XI, "el terreno de la mayor caridad, la caridad

política"? Actuando en pro del bien común, al servicio de todos y sin ambiciones de poder, los

cristianos se sienten a gusto en una sociedad democrática y laica. Aportan su contribución sin

aceptar que su fe quede relegada al "ámbito de lo privado". Esta fe tiene una dimensión humana y

social. Para permanecer viva, la democracia ha de tener en cuenta sus referencias religiosas y

filosóficas en el debate político.

36. Los cristianos saben que la política no lo es todo en la vida de las personas, puesto que, para

ellos, el hombre sólo se realiza plenamente en Dios. No obstante, saben también que participan en

los designios de Dios sobre la humanidad al obrar a favor de la unidad de la familia humana y de la

dignidad de cada uno de sus componentes. De esta forma, trabajan en pro de la instauración del

Reino de Dios en la tierra, incluso aunque este Reino no llegue a alcanzar nunca su plenitud en este

mundo.

37. La Iglesia no tiene ni competencia técnica propia ni poder institucional a efectos políticos, pero

posee la vocación para estimular las energías espirituales, para recordar la labor fundamentadora de

los valores de trascendencia y espiritualidad para construir un mundo más digno de los hombres,

hijos de Dios. Invita a los cristianos a buscar, en sus propios grupos y movimientos respectivos, a

discernir, a actuar con los demás creyentes y con los hombres de buena voluntad. Por este motivo, y

de acuerdo con el documento de los obispos de Francia Pour une practique chrétienne de la

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politique de 1972 y de su Lettre aux Catholiques de France de 1996, repetimos el llamamiento para

constituir espacios de reencuentro, de reparto y de confrontación entre personas comprometidas de

diversas formas con la política para lograr una mayor coherencia entre el compromiso personal y la

llamada del Evangelio.

17 de febrero de 1999

Los obispos de la Comisión Social:

Olivier de BERRANGER, obispo de Saint-Denis,

presidente de la Comisión Social

Louis DUFAUX, obispo de Grenoble,

Comité episcopal socio-caritativo

Bellino GHIRARD, obispo de Rodez,

Comité episcopal de la Salud

André LACRAMPE, obispo de Ajaccio,

Comité episcopal socio-económico y político

Jacques NOYER, obispo de Amiens,

Comité episcopal de Turismo y Ocio

Michel POLLIEN, obispo auxiliar de París,

Comité episcopal de Justicia y sociedad

Y                                        El primer Papa Peronista, Argentino, Americano y Jesuita.

 

Este acápite integra el Capítulo III del valioso libro titulado:

El Primer Papa Peronista, Argentino, Americano y Jesuita

 Por Víctor E. Lapegna  (Bs. As., mayo 2013) Ver INDICE al final

CLICK AQUÍ PARA LEER LIBRO COMPLETO

 

Causas de los choques del kirchnero-cristinismo con Bergoglio

Aquí y en todo el mundo, ahora y siempre, la inevitable relación entre el Estado y la Iglesia Católica implica coincidencias y tensiones que pueden traducirse en equilibrio y armonía o derivar en conflictos.

Sin incurrir en la pretensión de adentrarnos en la compleja cuestión de los vínculos entre la “ciudad terrena” y la “ciudad celestial”, diremos sí que en la historia de su relación con el Estado en la Argentina y en el mundo, la Iglesia Católica tuvo períodos en los que incurrió en dos desviaciones diferentes y antitéticas respecto del sano principio que Jesucristo sintetizó en aquello de “dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”: el césaro-papismo y el aislamiento del mundo.

El césaro-papismo, que atribuye a la Iglesia Católica la potestad de tener preeminencia en el Estado, prosperó en Europa y la cuenca del Mediterráneo a partir del siglo III de la era cristiana con la conversión del romano emperador Constantino (entre otros cambios profundos sancionó el Edicto de Milán que puso fin a la persecución a los cristianos, y promovió el concilio de Nicea que puso fin a la herejía arriana que negaba la condición divina de Jesucristo, etc.) y la decisión del emperador Teodosio de hacer del cristianismo la religión oficial del Imperio Romano y se extendió hasta el siglo XV, con el ocaso del Medioevo, la revolución industrial de la que emergió el capitalismo y el surgimiento de la llamada modernidad jalonado por tres “revoluciones”: la inglesa de 1650, la americana de 1777 y la francesa de 1789.

Acerca de los vínculos con la religión de estas dos últimas revoluciones, citamos al historiador católico Paul Johnson: “La diferencia esencial entre la revolución norteamericana y la revolución francesa es que la primera, en sus orígenes, fue un acontecimiento religioso, mientras que la segunda fue un acontecimiento antirreligioso. Ese hecho habría de moldear a la revolución norteamericana de principio a fin y sería un factor determinante de la naturaleza del Estado independiente al que daría el ser”[1].

Uno de los efectos de la hondura y extensión de los cambios globales dados en el tránsito del medioevo a la era moderna, fue que entre el papado de Benedicto XIV (1740-1758) y el de León XIII (1878-1903), la jerarquía católica pareció entrar en un estado de perplejidad que la condujo a quedar atada al viejo régimen, rechazar la separación de los Estados de la Iglesia y tender a aislarse de las novedades del mundo. Sin detenernos a considerar aquí sus luces y sus sombras, los diez papas que reinaron en esos 238 años tuvieron en común haber sido todos italianos y casi todos de familias nobles y quien volvió a relacionar a la Iglesia con el mundo moderno, aceptó la separación entre Iglesia y Estado y con su encíclica Rerum Novarum (Las Cosas Nuevas) de 1891 puso las bases de la actual Doctrina Social de la Iglesia, fue León XIII, también italiano pero plebeyo, quien a lo largo de un cuarto de siglo manejó con sabiduría y firmeza el timón de la Barca de Cristo.

Esa promoción de una relación diferenciada pero armónica entre Estado e Iglesia de León XIII, con las variantes de cada caso, fue continuada por el Magisterio de los papas que lo sucedieron a lo largo del siglo XX, se consolidó en el Concilio Vaticano II y fue ahondada por las enseñanzas de los Papas posconciliares.

La contratara de esos desvíos de la Iglesia, que oscilaron entre la postulación de un Estado confesional y un solipsismo que la aislaba del mundo, fueron desvíos estatales complementarios cuyas dos caras fueron un clericalismo que pretendía restaurar al catolicismo como religión de Estado y un laicismo agnóstico y relativista que pretende privatizar la religión y reducirla al plano individual.

A propósito de este tema, el teólogo y pensador alemán Romano Guardini, cuya obra “El Señor” es una de las favoritas del papa Francisco, señala lo siguiente: “Estado e Iglesia se encuentran el uno enfrente a la otra, en una relación de recíprocas concordancias y la idea que los rige es aquella de una gran unidad: la jerarquía. Entre Iglesia y Estado se desarrollan indudables tensiones que determinan toda la historia. Pero la disputa entre Pontífice y Emperador asume un sentido mucho más profundo de lo que aparece a primera vista; en ella más que una contienda de poder político exterior, se halla en cuestión la unidad y el orden de la existencia”.[2]

Ese otro gran teólogo alemán que llegó a ser el papa Benedicto XVI, cuando era el obispo Joseph Ratzinger criticó la tendencia de quienes quieren privatizar a la religión y a Dios situándolos fuera del Estado en los siguientes términos: "Un estado que, por principios, se proclame agnóstico respecto de Dios y de la religión y que fundamente  el derecho nada más que  sobre la opinión de la mayoría, tiende desde adentro a reducirse al nivel de una asociación para delinquir", a lo que añadía que “donde Dios es excluido, entra en su lugar la ley de la organización criminal, no importa si ello sucede en forma desvergonzada o atenuada".[3]

Por su parte, nuestro compañero y amigo Jorge Castro - que no es teólogo ni alemán-, en un libro tan pequeño como valioso[4], puntualiza lo siguiente: “No hay evangelización posible, promoción de la palabra y la esperanza cristiana, si esta no se inserta en una sociedad específica, dotada de un carácter histórico intransferible, en la que han sido identificados los rasgos fundamentales que hacen a su identidad como pueblo y como Nación. Este es el mensaje de Mateo Ricci en China y del cardenal Jaime Ortega en Cuba: un mensaje pastoral ahistórico y apolítico es un contrasentido”. Y añade: “Por eso, lo esencial es saber cuales son los rasgos específicos de la sociedad argentina en la segunda década del siglo XXI”. Por ser el argentino Bergoglio, el papa Francisco sabe bien eso que es esencial saber, añadimos nosotros.

Es en el marco de estas consideraciones acerca de las complejas relaciones Estado-Iglesia Católica en general que procuraremos ayudar a entender y explicar la animadversión de Néstor y Cristina Kirchner para con Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires, cardenal primado de la Argentina y presidente de la Conferencia Episcopal y que desde el 2005 les llevó a romper con la tradicional asistencia del presidente de la Nación al Te Deum del 25 de mayo que se celebra en la Catedral Metropolitana y congelar el diálogo institucional con quien era la mayor autoridad de la Iglesia en la Argentina y ahora es la mayor autoridad de la Iglesia en el mundo.

Por una parte, en el modo de establecer sus vínculos con los otros durante sus diez años de ejercicio consecutivo de la Presidencia de la Nación, Néstor y Cristina Kirchner dieron sobradas pruebas de no tener ninguna disposición a practicar el diálogo, en especial si los otros no estaban dispuestos a decirles que sí a todo y a adoptar una obediencia obsecuente a sus decisiones y una coincidencia acrítica con sus ideas.

En contraste con esa actitud egocéntrica y cerrada de los Kirchner, Bergoglio es fiel a su condición de hombre de Iglesia y como tal está abierto a la escucha de la palabra de Dios, que viene desde arriba y de la voz del pueblo, que llega desde abajo.

Esa doble escucha se hace diálogo a través de la proclamación de la Palabra de Dios mediante el anuncio del Evangelio y la difusión del Kerygma y también de la voz profética que dice la verdad sobre la realidad del mundo y del pueblo que surge de aquella doble escucha, haciendor ambas elocuciones a tiempo y a destiempo.

Por lo demás, el elogio de la pobreza en cuanto virtud y la denuncia de su escandalosa dimensión entre nosotros que hacía Bergoglio en sus homilías en conformidad con las enseñanzas de Cristo y el Magisterio de su Iglesia y que reiteró desde la Cátedra de Pedro al expresar su deseo de una Iglesia pobre y para los pobres, era intolerable para los Kirchner en dos sentidos.

El más nítido es que la autorizada e incontenible voz de la Iglesia mostraba la contradicción entre el alto nivel del crecimiento económico y el bajo nivel de la superación estructural de la pobreza, que signó la última década de la Argentina.

 El otro sentido, menos evidente, reside en que la pobreza cristiana da cuenta de nuestra esencialidad ontológica al recordar a los seres humanos – a cada ser humano – que todos somos pobres por no ser dueños de nuestra vida en tanto no tenemos dominio sobre su duración ni sobre su futuro. Nuestra verdadera pobreza deviene de la perenne inseguridad dada por nuestra condición de mortales y la verdadera riqueza es la Redención que nos donó Cristo, la que nos permite no rendirnos a lo contingente, de lo que nuestra vida terrena forma parte.

Esa frágil pobreza ontológica impuesta a todas las personas por nuestra condición de mortales, pone en cuestión la voluntad irrealizable de perennidad en el poder que caracteriza al matrimonio gobernante y ahora se manifiesta, entre otros síntomas, en el intento de re-reelección de la presidente y la reafirmación de esa pobreza/riqueza esenciales de la condición humana, incomoda la desmedida ambición de continuidad en el poder de los Kirchner ya que delata la incapacidad que ambos para aceptar en plenitud su pobre condición de mortales.

Sólo Dios sabe si Néstor llegó a superar esa incapacidad a la hora inesperada de su muerte y oramos para que así haya sido. Pero las constantes invocaciones de su viuda a “Él” – como si pronunciar su nombre estuviera vedado como lo estaba para el pueblo judío nombrar a Dios – nos llevan a suponer que no termina de resignarse a aceptar que ella y su esposo no se eximen de la pobreza de ser mortales y que, como advierte el refrán popular, “la mortaja no tiene bolsillos” (que, según recordó el papa Francisco, le era dicho por su abuela)  y tampoco puede portar ninguno de los atributos del poder terreno.

Por lo demás, el método kirchnerista para construir poder cayó en la tentación de contraponer, dividir, polarizar e insultar y en el procedimiento de acumular las tintas acusatorias sobre chivos emisarios a los que responsabilizar por los males de la comunidad.

Un talante que no podía menos que chocar con quien estaba y está mandado a unir en tanto es un líder religioso y religión viene de re-ligar, volver a unir lo que está fracturado, dividido, enfrentado y también exhorta a asumir las propias responsabilidades, como lo muestra el sacramente de la reconciliación (confesión).

A ello se añade que el kirchnerismo buscó un sustento cultural e ideológico para su régimen en el engagement con los “progresistas” de este tiempo, que expresan a actores y consignas derivadas de una ética de las costumbres que reflejan su tránsito de los mesianismos ideológicos al relativismo hedonista que se diferencia de sus predecesores de décadas anteriores, cuyo compromiso principal era con actores y consignas políticas y sociales.

Esa reconversión del “progresismo”, al menos en parte, es un intento de superación de la profunda crisis en la que esa corriente entró a partir de 1990 con la desaparición de la Unión Soviética y el colapso del socialismo real, que sumió en la perplejidad y el desconcierto a quienes, de un modo u otro, adherían al marxismo, esa weltanschauung que dominó el siglo XX y cuyos efectos en la vida de quienes padecieron el poder de esos constructos utópicos dieron razón al poeta alemán Novalis cuando escribió: “Cada vez que el hombre quiso edificar el Paraíso en la tierra, lo que hizo fue instalar el Infierno”.

 Al respecto S.S. Benedicto XVI, en su discurso pronunciado en la asamblea de Aparecida (Brasil) de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM), decía lo siguiente: "Tanto el capitalismo como el marxismo prometieron encontrar el camino para la creación de estructuras justas y afirmaron que éstas, una vez establecidas, funcionarían por sí mismas; afirmaron que no sólo no habrían tenido necesidad de una precedente moralidad individual, sino que ellas fomentarían la moralidad común. Y esta promesa ideológica se ha demostrado que es falsa. Los hechos lo ponen de manifiesto. El sistema marxista, donde ha gobernado, no sólo ha dejado una triste herencia de destrucciones económicas y ecológicas, sino también una dolorosa destrucción del espíritu. Y lo mismo vemos también en Occidente, donde crece constantemente la distancia entre pobres y ricos y se produce una inquietante degradación de la dignidad personal con la droga, el alcohol y los sutiles espejismos de felicidad."

En cuanto al clima espiritual que suscitó la crisis del racionalismo en general y de las ideologías en especial, es descripto por el beato Juan Pablo II  en su encíclica "Fe y Razón"[5] en estos términos: “Como consecuencia de la crisis del racionalismo, ha cobrado entidad el nihilismo. Como filosofía de la nada, logra tener un cierto atractivo entre nuestros contemporáneos”.

Agregaba el Santo Padre en esa encíclica que “en la interpretación nihilista la existencia es sólo una oportunidad para sensaciones y experiencias en las que tiene primacía lo efímero. El nihilismo está en el origen de la difundida mentalidad según la cual no se debe asumir ningún compromiso definitivo, ya que todo es fugaz y provisional”.

Como señala Jorge Castro, “la gran disyuntiva de nuestra época es entre el secularismo radical de la sociedad de la técnica, por un lado, y la pregunta por Dios, por el otro”[6] y a nuestro ver, las manifestaciones vernáculas de ese “progresismo” posmoderno padecen de ese secularismo raigal, enfermedad cultural y espiritual de dimensión pandémica que abarca al mundo globalizado de hoy, de la que algunos de cuyos síntomas son los siguientes:

·        La creciente tendencia a que los vínculos de las personas con la realidad en general y en especial con las otras personas sean menos permanentes y profundos y más efímeros y superficiales, entre cuyos efectos destaca el debilitamiento de la familia.

·        La percepción distorsionada del tiempo causada por la dificultad humanas para aprehender en su interioridad el ritmo acelerado de los cambios exteriores, en especial los generados por las fenomenales transformaciones suscitadas por la ciencia y la tecnología.

·        La creciente renuencia a asumir las responsabilidades individuales que son propias de la vida (por dar apenas un ejemplo, es perceptible que muchas familias buscan desentenderse de la educación de los hijos y delegarla por completo en las instituciones escolares o en la televisión).

·        El extendido hedonismo que induce a rechazar al sufrimiento, un componente inevitable de la experiencia vital que dista de ser inútil.

 ·        El ocaso del sentido trascendente de la vida, que reinstaló con agudeza un miedo enfermizo a la muerte entre cuyos efectos indirectos está el rechazo de los ancianos – tal vez porque son testigos incómodos de la inevitabilidad del camino humano hacia una muerte terrenal que en ellos está más cercana – y el culto a la juventud, entre cuyas manifestaciones más frívolas pueden citarse la creciente recurrencia a la cirugía estética o la vestimenta “informal” que tienden a adoptar los adultos, imitando a los jóvenes.  

·        El deterioro de la identidad personal y la adopción de un modo de vida cotidiana menos humano que padecen muchos de los que migraron desde el campo y desde ciudades pequeñas y medianas a las megalópolis contemporáneas, acerca de lo cual Samuel P. Huntington afirma que "a nivel individual, las migraciones de personas hacia ciudades, escenarios sociales y ocupaciones desconocidas, destruyen los vínculos locales tradicionales, generan sentimientos de alienación y provocan crisis de identidad para las que la religión, con frecuencia, ofrece una respuesta”.

  • La secularización y desacralización de la sociedad, que condujo a la pérdida del sentido de lo sagrado y de lo santo y a que el hombre recurra menos a la religión que a la ciencia para encontrar las seguridades que necesita para vivir.

Esta crisis cultural que fue anticipada por el sociólogo estadounidense Daniel Bell en un libro que publicó en 1982[7] del que, siguiendo con la tendencia a apoyarnos en ideas y palabras de otros, reproducimos aquí tres párrafos.

  • “El hedonismo, la idea del placer como modo de vida, se ha convertido en la justificación cultural, si no moral, del capitalismo. Y el ethos liberal que ahora prevalece, con su justificación ideológica de la satisfacción del impulso como modo de conducta, se ha convertido en el modelo de imago cultural. Aquí reside la contradicción cultural del capitalismo”.
  • “El problema real de la modernidad es el de la creencia. Para usar una expresión anticuada, es una crisis espiritual, pues los nuevos asideros han demostrado ser ilusorios y los viejos han quedado sumergidos. Es una situación que nos lleva de vuelta al nihilismo; a falta de un pasado o un futuro, sólo hay un vacío”.    
  • “En la escritura invisible que se percibe sordamente, el tema subterráneo recurrente es el de la salvación del hombre mediante la resurrección de la fe tradicional. Lo que la religión puede restaurar es la continuidad de las generaciones, volviéndonos a las circunstancias existenciales que son el fundamento de la humildad y del interés por los otros”.

El beato Juan Pablo II supo sintetizar el proceso que estamos considerando al decir lo siguiente: “En numerosos países, después de la caída de las ideologías que ligaban la política a una concepción del mundo, un riesgo no menos grave aparece hoy: el riesgo de la alianza entre la democracia y el relativismo ético”.

En el caso específico de la última década de la Argentina de los K, esa “alianza entre la democracia y el relativismo ético” no se fundó en la adhesión de quienes llegaron al gobierno en 2003 a los presupuestos ideológicos del “progresismo”, sino en el uso instintivo, pragmático y oportunista de las tesis gramscianas acerca del peso de la hegemonía cultural y la construcción de sentido común para la acumulación de poder.

Néstor Kirchner, que había accedido a la Presidencia con apenas el 22 por ciento de los votos, necesitaba de un discurso ideológico que contribuyera a dotarlo de legitimidad y le hiciera ganar cierto apoyo en un segmento significativo de la clase media urbana - que es la que forma opinión pública- para así disponer del espacio que le permitiera acumular poder para sí a través de la doble vía de convertir al Partido Justicialista en Partido del Estado bajo su control personal y consolidar un capitalismo de cómplices, con un manejo personal y centralizado de los recursos públicos.

Su instinto de animal político le permitió comprender que la mejor relación costo-beneficio para esa operación estaba en la captación del “progresismo”, espacio que estaba vacante y desencantado después del brutal fracaso del Frente Amplio en la Alianza que, a través de Carlos “Chacho Álvarez” entre otros, gobernó con la UCR y Fernando De la Rúa en la fugaz y fracasada gestión que fue de 1999 al 2001.

Entre los principales ingredientes que hicieron pasar por “progresista” al relato oficial estuvo haber concedido la condición de historia oficial y monocorde a la versión “montonera” de los años de plomo, basando en ella la política gubernamental de “derechos humanos” y el aval dado al giro al relativismo hedonista de la izquierda neomarxista, que sustituyó a las mayorías compuestas por obreros, campesinos y estudiantes de ayer por las minorías que integran homosexuales, drogadictos, feministas, indigenistas, etc. y a trocar las consignas que antaño postulaban el poder popular y la liberación nacional y social por las que hogaño proponen el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto libre y otras similares.

Fue así que Néstor Kirchner pudo sacar “chapa” de progresista con actitudes como, entre otras, bajar la foto del general Videla en el Colegio Militar, avalar la persecución a integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que hubieran tenido alguna actuación entre 1976 y 1983 o apoyar la llamada ley de matrimonio igualitario con el único voto que emitió después de ser electo diputado en 2009.

Con esos y otros gestos que no tenían para él costo significativo alguno justificó ante la clase media progresista su capitalismo de cómplices basado en una matriz productiva de empleos de poca calidad, baja productividad y competitividad y escaso valor agregado relativo de los bienes y servicios producidos; su política social de asistencialismo clientelista que no sacó a los pobres de la pobreza sino que, en el mejor de los casos, alivió sus carencias materiales a cambio de vulnerar aún más su dignidad y su política institucional que hizo tabla rasa de las normas constitucionales que establecen la forma representativa, republicana y federal de gobierno.

En otros términos, el espacio de poder que los Kirchner brindaron a quienes representan a nuestro sedicente progresismo posmoderno, entre otros, Hebe de Bonafini y Estela Carlotto, Carta Abierto y La Cámpora, entidades de homosexuales y abortistas; les habilitó para aliarse con dirigentes que ese mismo progresismo considera reaccionarios (por ejemplo los llamados “barones del conurbano” o el gobernador de Formosa), a favorecer la minería a cielo abierto y en general a la primarización de la economía argentina, a imponer un régimen autoritario de gobierno, a apañar y beneficiarse de una desmesurada corrupción y a acumular una importante fortuna personal desde el ejercicio del poder político, sin por eso perder del todo su imagen de “progresistas”.

 

 Esa tolerancia de la opinión pública ante la incoherencia entre los dichos “progresistas” y los hechos “reaccionarios” del kirchnerismo, encontró justificación en la  administración económica prolija y eficiente que mantuvo hasta 2006 el equipo que conducía Roberto Lavagna, que generó una situación de creciente prosperidad material, sobre todo en comparación con la crisis del 2001.

Pero en ese cielo despejado de credibilidad que la buena parte de la opinión pública concedía al relato de los K acerca de sí mismos y de sus supuestas virtudes “nacionales y populares”, a partir de 2004 tronó una voz disonante que tenía el efecto incómodo de un rayo de tormenta: la del arzobispo de Buenos Aires, presidente de la Conferencia Episcopal y cardenal primado de la Argentina, Jorge Mario Bergoglio.

Para colmo de males esa voz “políticamente incorrecta” se hacía oír en la homilía de la misa de Te Deum que se oficia los 25 de mayo en la Catedral Metropolitana con la presencia de los más destacados funcionarios de gobierno, comenzando por el presidente de la Nación, lo que la hacía estentórea y quien la emitía no aceptaba ningún condicionamiento a su contenido ni era posible réplica alguna en el mismo acto.

En otros términos, a los Kirchner les resultaba inaceptable tener que someterse a escuchar y que se escuchara la palabra cargada de verdad y autoridad de la Iglesia expresada por quien era su vocero – al que no podían reemplazar, censurar, comprar o acallar – que cuestionaba su relato edulcorado de la realidad y se permitía llamar al pan, pan y al vino, vino.

¿Pero que fue lo que dijo monseñor Bergoglio en sus homilías de los Te Deum de 2004 y 2005 que tanto molestó a los Kirchner? Para elucidarlo reproducimos aquí algunos de los párrafos de esas alocuciones que pudieron irritar a los K.

  • No pocas veces, el mundo mira asombrado un país como el nuestro, lleno de posibilidades, que se pierde en posturas y crisis emergentes y no profundiza en sus hendiduras sociales, culturales y espirituales, que no trata de comprender las causas, que se desentiende del futuro.
  • Somos prontos para la intolerancia. Nos hallamos estancados en nuestros discursos y contradiscursos, dispuestos a acusar a los otros, antes que a revisar lo propio.
  • El miedo ciego es reivindicador y lleva a menudo a despreciar lo distinto, a no ver lo complementario; a ridiculizar y censurar al que piensa diferente, lo cual es una nueva forma de presionar y lograr poder.
  • La difamación y el chisme, la trasgresión con mucha propaganda, negar los límites, bastardear o eliminar las instituciones, son parte de una larga lista de estratagemas con las que la mediocridad se encubre y protege, dispuesta a desbarrancar ciegamente todo lo que la amenace.
  • Si las cadenas fueran de hierro, si la presencia de ejércitos externos fuera evidente, lo sería también la necesidad de libertad. Pero cuando la cautividad proviene de nuestras sangrantes heridas y luchas internas, de la ambición compulsiva, de las componendas de poder que absorben las instituciones, entonces ya estamos cautivos de nosotros mismos.
  • La propuesta es liberarnos de nuestra mediocridad, esa mediocridad que es el mejor narcótico para esclavizar a los pueblos. No hacen falta ejércitos opresores. Parafraseando a nuestro poema nacional podemos decir que un pueblo dividido y desorientado ya está dominado.
  • Una confusa cultura mediática mediocrizada nos mantiene en la perplejidad del caos y de la anomia, de la permanente confrontación interna y de "internas", distraídos por la noticia espectacular para no ver nuestra incapacidad frente a los problemas cotidianos. Es el mundo de los falsos modelos y de los libretos. La opresión más sutil es entonces la opresión de la mentira y del ocultamiento, Eso sí; a base de mucha información, información opaca y, por tal, equívoca.
  • Ciertamente, es habitual que, frente a la impotencia y los límites, nos inclinemos a la fácil respuesta de delegar en otros toda la representatividad e interés por nosotros mismos. Como si el bien común fuera una ciencia ajena, como si la política -a su vez- no fuera una alta y delicada forma de ejercer la justicia y la caridad.
  • Hoy como nunca, cuando el peligro de la disolución nacional está a nuestras puertas, no podemos permitir que nos arrastre la inercia, que nos esterilicen nuestras impotencias o que nos amedrenten las amenazas.
  • No retornemos a la soberbia de la división centenaria entre los intereses centralistas, que viven de la especulación monetaria y financiera, como antes del puerto, y la necesidad imperiosa del estímulo y promoción de un interior condenado ahora a la curiosidad turística.
  • Que tampoco nos empuje la soberbia del internismo faccioso, el más cruel de los deportes nacionales, en el cual, en vez de enriquecernos con la confrontación de las diferencias, la regla de oro consiste en destruir implacablemente hasta lo mejor de las propuestas y logros de los oponentes.
  • Que no nos corten caminos las calculadoras intransigencias (en nombre de coherencias que no son tales). Que no sigamos revolcándonos en el triste espectáculo de quienes ya no saben cómo mentir y contradecirse para mantener sus privilegios, su rapacidad y sus cuotas de ganancia mal habidas, mientras perdemos nuestras oportunidades históricas, y nos encerramos en un callejón sin salida. 
  • Esto hay que lograr: Hacer cumplir la ley, que nuestro sistema funcione, que el banquete al que se nos convoca en el Evangelio sea ese lugar de encuentro y convivencia, de trabajo y celebración que queremos, y no un café al paso para los intereses golondrina del mundo. Esos que llegan, extraen y parten.
  • La ley es la condición infranqueable de la justicia, de la solidaridad y de la política, y ella nos cuida, al bajar del árbol, de no caer en la tentación de la violencia, del caos, del revanchismo. Asumamos el dolor de tanta sangre vertida inútilmente en nuestra historia.
  • Abramos los ojos a tiempo: una sorda guerra se está librando en nuestras calles, la peor de todas, la de los enemigos que conviven y no se ven entre sí, pues sus intereses se entrecruzan manejados por sórdidas organizaciones delincuenciales y sólo Dios sabe qué más, aprovechando el desamparo social, la decadencia de la autoridad, el vacío legal y la impunidad.
  • Hay en toda la sociedad un anhelo ya propuesto, insoslayable, de participar y controlar su propia representación, como aquel día que hoy rememoramos en que la comuna se constituyó en Cabildo.
  • Sabemos bien que este pueblo podrá aceptar humillaciones, pero no la mentira de ser juzgado culpable por no reconocer la exclusión de veinte millones de hermanos con hambre y con la dignidad pisoteada. 

A estas homilías debe añadirse que, en los susceptibles oídos del kirchnero-cristinismo, sonaban a críticas a sus políticas la enunciación de los principios de la Iglesia que el episcopado argentino reivindicó en estos años a través de documentos que, en todos los casos, fueron impulsados o al menos avalados por monseñor Bergoglio. Sirve, entonces, reproducir partes de algunos de esos documentos del episcopado argentino.

Comenzamos por citar algunos párrafos del documento titulado Creemos en Jesucristo, Señor de la historia, que emitió la Conferencia Episcopal en el Adviento de 2012.

  • Varias veces, haciéndonos eco de una convicción ampliamente extendida, hemos afirmado que nos encontramos sumidos en una profunda crisis moral, que revela que la fe no impregna plenamente nuestro estilo de vida. Lo manifestamos en la oración que rezamos por la patria, al decir: Nos sentimos heridos y agobiados.
  • Todos los habitantes de nuestra patria necesitan sentirse respaldados por una dirigencia que no piense solo en sus propios intereses, sino que se preocupe prioritariamente por el bien común. “La felicidad está más en dar que en recibir”.
  • Recordamos, una vez más, que este servicio al bien común requiere una dedicación generosa a promover la dignidad de nuestros hermanos más pobres en su vida personal y familiar, para que sean protagonistas de su propio desarrollo integral.
  • La educación y el trabajo siguen siendo los instrumentos que les permiten a las personas y a las comunidades ser artífices de su propio destino (y no instrumentos de la ambición de nadie, añadimos nosotros para completar la cita de Perón).
  • Los obispos argentinos, reunidos en nuestra 104 Asamblea Plenaria, hemos repasado con honda preocupación algunos síntomas de la persistencia de esta crisis moral y cultural. Compartimos algunos de ellos:
    • La dignidad de la vida desde la concepción hasta su término natural es la base de todos los derechos humanos. Reiteramos, una vez más, que el ordenamiento jurídico debe respetar el derecho a la vida.
    • La familia, fundada sobre el matrimonio entre varón y mujer, es un valor arraigado en nuestro pueblo. Anterior al estado, es la base de toda la sociedad y nada puede reemplazarla. Vemos con preocupación una corriente cultural y un conjunto de iniciativas legislativas que parecen soslayar su importancia o dañar su identidad.
    • Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos. Tienen el derecho de que el sistema educativo no les imponga contenidos contrarios a sus convicciones morales y religiosas. Deseamos que toda la sociedad tome una mayor conciencia de la necesidad de mejorar el sistema educativo, de modo tal, que los más pobres sean sus principales beneficiarios. La necesaria preparación para la vida cívica de niños y jóvenes debe excluir la politización prematura y partidista de los alumnos.
    • Constatamos una angustia generalizada en nuestro pueblo por la vida de los jóvenes. Es enorme la cantidad de ellos que no estudian ni trabajan: ésta es una de las hipotecas sociales más desafiante para los argentinos.
    • La droga se extiende por el crecimiento del crimen del narcotráfico y la red de complicidades que lo sustentan. Pensamos que ésta es una de las causas principales de la proliferación del delito y de la consiguiente inseguridad.
    • A casi treinta años de la democracia, los argentinos corremos el peligro de dividirnos nuevamente en bandos irreconciliables. Se extiende el temor a que se acentúen estas divisiones y se ejerzan presiones que inhiban la libre expresión y la participación de todos en la vida cívica. Concédenos la sabiduría del diálogo. Toda sociedad tiene conflictos. La democracia, tal como lo refleja la doctrina social de la Iglesia, no se construye agudizándolos, sino concretando los ideales de una verdadera amistad social. Algunas sombras nos han perseguido a lo largo de nuestra historia, que en distintos momentos han acentuado su intensidad e impedido una vigencia más plena del orden democrático. Una es el excesivo caudillismo, que atenta contra el desarrollo armónico de las instituciones, acentúa su deterioro y menoscaba la autonomía de cada uno de los poderes del estado, tanto en el orden nacional como provincial. Esto es particularmente delicado cuando se trata de la independencia del Poder Judicial. Otra sombra es la oposición entre las visiones unitaria y federal de la nación, la cual se extendió fuertemente en los albores de nuestra patria, e intermitentemente se manifiesta en distintos momentos de la historia. Cuando en nuestra oración por la patria decimos que queremos ser nación expresamos un anhelo claramente manifiesto en nuestra Constitución. Queremos ser una nación basada efectivamente en un sistema republicano, representativo y federal.
  • Llegando la Navidad los argentinos debemos recordarnos la deuda pendiente de nuestra reconciliación. Se hace cada vez más necesario generar contextos de encuentro, de diálogo, de comunión fraterna que nos permitan reconocernos y tratarnos como hermanos, aborreciendo el odio y construyendo la paz. El niño que María recuesta en el pesebre es el Señor de la historia. A Él volvemos a dirigirle nuestra plegaria: “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos...” A la Virgen María, Nuestra Señora de Luján, le confiamos nuestras inquietudes y ponemos en sus manos nuestras esperanzas.

En 2007, la Comisión Permanente del Episcopado emitió una declaración en la que señalaba los siguientes desafíos que consideraba los más significativos entre los que nos comprometen como ciudadanos.

a)      La vida: es un don de Dios y el primero de los derechos humanos que debemos respetar. Corresponde que la preservemos desde el momento de la concepción y cuidemos su existencia y dignidad hasta su fin natural;

b)      La familia: fundada en el matrimonio entre varón y mujer, es la célula básica de la sociedad y la primera responsable de la educación de los hijos. Debemos fortalecer sus derechos y promover la educación de los jóvenes en el verdadero sentido del amor y en el compromiso social;

c)      El bien común: es el bien de todos los hombres y de todo el hombre. Debemos ponerlo por sobre los bienes particulares y sectoriales. Su primacía sustenta y fortalece los tres poderes del Estado, cuya autonomía, real y auténtica, se hace imprescindible para el ejercicio de la democracia. Dicho bien común se afianza cuando la autoridad sanciona leyes justas y vela por su acatamiento. También el ciudadano está obligado en conciencia a cumplirlas, salvo que se opongan a la ley natural;

d)      La inclusión: debemos priorizar medidas que garanticen y aceleren la inclusión de todos los ciudadanos. La pobreza y la inequidad, no obstante el crecimiento económico y los esfuerzos realizados, siguen siendo problemas fundamentales. Toda gestión social, política y económica debe estar orientada al logro de una mayor equidad, que permita a todos la participación en los bienes espirituales, culturales y materiales;

e)      El federalismo: tenemos que promover el verdadero federalismo, que supone el fortalecimiento institucional de las Provincias, con su necesaria y justa autonomía respecto del poder central. Los poderes del Estado se ennoblecen cuando consolidan la estructura federal y republicana del País;

f)        Políticas de Estado: la experiencia nos ha enseñado que una sociedad no crece necesariamente cuando lo hace su economía, sino sobre todo cuando madura en su capacidad de diálogo y en su habilidad para gestar consensos que se traduzcan en políticas de Estado, que orienten hacia un proyecto común de Nación. Este sigue siendo un fuerte desafío para nuestra democracia.

Por fin, ya en 2003 y en el documento Navegar Mar Adentro, los obispos presididos por Bergoglio presentaban estas dramáticas advertencias:

  • En nuestro país la pérdida de los valores que fundan la identidad como pueblo nos sitúa ante el riesgo de la descomposición del tejido social.
  • El desafío que hemos de asumir en Argentina es precisamente esta profunda crisis de valores de la cultura en la que toman fuerza otros graves problemas: el escándalo de la pobreza y la exclusión social, la crisis del matrimonio y la familia, la necesidad de mayor comunión. En la raíz misma del estado actual de la sociedad percibimos la fragmentación que cuestiona y debilita los vínculos del hombre con Dios, con la familia, con la sociedad y con la Iglesia.

Es evidente que las citas de las homilías de Bergoglio y de los documentos episcopales en los que el actual papa Francisco tuvo intervención aquí transcriptas bien pudieron ser leídas como críticas a su gestión por parte de gobernantes tan poco abiertos a escuchar otras voces como los Kirchner.

Pero nos parece que esas palabras eclesiales son un sayo que también va la medida de los dirigentes políticos de la oposición quienes, por lo general, prefirieron apropiarse de ellas para arrojarlas al gobierno antes que hacerse cargo de sus propias responsabilidades por los males que esos pronunciamientos denuncian.


[1] Paul Johnson, Estados Unidos, la historia, Javier Vergara Editor, 2001.

[2] Romano Guardini, El Ocaso de la Edad Moderna, Ediciones Cristiandad, 1981

[3] Joseph Ratzinger, Iglesia y Modernidad, Ediciones Paulinas, 1987

[4] Jorge Castro, Dios en la Plaza Pública, Ágape, 2012

[5] Juan Pablo II, Fides et ratio, Ediciones Paulinas, 1998

[6] Jorge Castro, Ob. Cit.

[7] Bell, Daniel, Las Contradicciones Culturales del Capitalismo, Alianza, 1982

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INDICE

I. INTRODUCCIÓN

II. LA NOVEDAD DEL PAPA PERONISTA

  • El peronismo cultural de Bergoglio

III. LA NOVEDAD DEL PAPA ARGENTINO

·        Aportes de la Iglesia Católica a la Argentina

·        Cura, arzobispo o papa, Bergoglio es uno y el mismo

·        Causas de los choques del kirchnero-cristinismo con Bergoglio

IV. LA NOVEDAD DEL PAPA AMERICANO

·        ¿Por qué fue elegido ahora un papa americano?

·        La estructura institucional de la Iglesia Católica

·        La nueva evangelización en Europa

·        La nueva evangelización en el África subsahariana

·        La nueva evangelización en Asia

·        La nueva evangelización en y desde América

V. LA NOVEDAD DEL PAPA JESUITA

·        Franciscanos y dominicos en la reforma católica y la nueva evangelización

·        Los jesuitas, militantes de Dios y caballería del Papa

·        El generalato del padre Arrupe en la Compañía de Jesús

·        La turbulenta década de 1970

·        Cambios en la Universidad del Salvador y en la Compañía de Jesús

·        El Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo

·        La “teología de la liberación” ideológica y la evangélica “teología popular argentina”

VI. CONCLUSIONES

ANEXO I: La Nación Por Construir (por Monseñor Jorge M Bergoglio)

ANEXO II: Síntesis de textos del papa Francisco

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Y     EL PADRE PEPE Y SU TAREA DE PREVENCIÓN DE LA DROGADICCIÓN

 

El Padre Pepe cuestionó la propuesta del secretario antidrogas

Un tema polémico

Juan Carlos Molina, titular de la Sedronar, planteó habilitar "el consumo de todo". Di Paola aseguró que "es un comentario inapropiado" y remarcó que el Papa Francisco no está de acuerdo con la despenalización.

"Es un comentario inapropiado. No estoy de acuerdo con la despenalización, y el Papa tampoco". El padre Pepe fue contundente al resumir la postura de la Iglesia sobre la propuesta del sacerdote Juan Carlos Molina, titular de la Sedronar, que ayer propuso no criminalizar al consumidor de drogas y "habilitar el consumo de todo".

El padre Pepe, de mucha llegada al Papa Francisco y quien viene trabajando hace años en la asistencia de adictos en las villas, manifestó en declaraciones radiales la oposición a la iniciativa de despenalizar. "Lo que dijo Molina no tiene que ver con lo que nosotros trabajamos día a día, ni con el Espíritu de Francisco", aseguró el sacerdote.

Di Paola también cuestionó el momento en que Molina planteó el debate. "Es innecesario en este momento, que él recién se hizo cargo de la Sedronar. Se ha criminalizado al adicto con la ausencia del Estado. Se criminaliza cuando no hay escuelas ni salud", enumeró el sacerdote. E insistió: "No es momento de hablar de despenalización. No somos un país pequeño, tenemos desigualdad y exclusión".

La propuesta de Molina de enviar al Congreso una serie de proyectos que buscan modificar la Ley de Estupefacientes y regular la publicidad de alcohol y medicamentos levantó críticas ayer. Hoy, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, respaldó al secretario antidrogas.

El Papa tampoco está de acuerdo con la despenalización

José María di Paola, más conocido como "padre Pepe", realizó duras críticas a los dichos del titular de la Sedronar, el cura Juan Carlos Molina, quien públicamente se manifestó a favor de la despenalización del consumo de drogas. "No estoy de acuerdo con la despenalización y el Papa tampoco", aseguró el "cura villero" esta mañana.

En diálogo con el programa Guetap, de radio Vorterix, el padre Pepe remarcó que "no es el momento" de abrir el debate sobre este tema. "Me parece que no tienen que ver con lo que nosotros estamos viviendo y trabajando día a día", expresó.

"No estoy de acuerdo con la despenalización y el Papa tampoco. Todos los que trabajamos en terreno estamos habituados a convivir con este tema. El tema acá no es si la despenalización está bien o está mal. En este momento, plantearlo está mal. No somos un país pequeño. No somos Holanda, no somos Uruguay. Somos un país que tiene grandes sectores excluidos, entonces hablar en este caso de despenalización en inadecuado", señaló Di Paola.

El cura villero defendió sus argumentos con que todavía falta mucho trabajo, tanto desde el Estado como de la sociedad civil, en términos de inclusión. "Según un estudio de la Universidad de San Martín, más de 200.000 jóvenes del gran cordón [del conurbano bonaerense] no estudian ni trabajan. Entonces, cuando la droga es una oferta cercana, puede hacer que muchos chicos empiecen en el consumo y vean la posibilidad de tenerla más cerca sin ningún tipo de problema", explicó.

   FALTAN POLÍTICAS DE INCLUSIÓN

El cura criticó a quienes defienden la despenalización porque no quieren criminalizar al que consume. "Han criminalizado al adicto cuando ha nacido en un barrio donde no hay un colegio, donde no hay un club, donde es muy común tener un arma... Eso es criminalizar al adicto. Cuando se abandonan las poblaciones, entonces los narcos empiezan a tener sus lugares propios. Eso es criminalizar", subrayó el párroco.

"Si vos me decís que se han hecho cuatro años de política de inclusión, desde Sedronar o desde otros lugares, y que eso ha tenido un efecto, ahí podemos charlarlo de otra manera", añadió, y concluyó: "Me parece que [Juan Carlos Molina] saca los temas en forma inadecuada. Por qué no se trabaja primero seriamente en incluir a los chicos. Después hablamos de despenalizar".

 

"Yo habilitaría el consumo de todo", afirmó el titular de la Sedronar

Juan Carlos Molina adelantó que enviará al Congreso una iniciativa de "no criminalización" al consumo de drogas, pero que no se trata de "despenalización".    SE CRITICA ESTA POSICIÓN AL FINAL DE ESTE BREVE ARTÍCULO

El titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina, se refirió al debate sobre el consumo de drogas y aseguró: "Yo habilitaría el consumo de todo y abriría centros, pero estamos hablando de la no criminalización".   Molina adelantó que que van a enviar al Congreso un proyecto, pero que no tendrá que ver con la despenalización del consumo de drogas. "No llamamos despenalización, porque no es ese el proyecto, sino que hay que hablar de la no criminalización", señaló en diálogo con la radio Nacional Rock.  Y agregó: "Es reformular la ley que hoy existe, estamos buscando en la legalidad algo que ya es legal. Hoy el que consume no va preso, supuestamente por un fallo de la Corte Suprema".

También sostuvo que en materia de la lucha contra el tráfico de drogas: "No estamos agarrando a los grandes narcotraficantes, sino a los perejiles".

El titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico sostuvo que el objetivo es que "el consumidor sólo por el hecho de consumir no vaya preso".   Además, reconoció que el consumo de bebidas alcohólicas también es grave y habló de regular la publicidad en eventos deportivos y culturales."Hoy el alcohol es un terrible problema y nos quieren vender que el consumo es responsable. Las publicidades dicen: 'Chúpense la vida que está todo bien'".

Molina también se refirió a la felicitación que recibió Cristina Kirchner, por parte del magnate George Soros, sobre la designación del cura al frente del Sedronar. "No se de dónde me conoce Soros, le hubiera mangueado antes, cuando lo vea en un acto me le voy a tirar encima para decirle 'necesito esto, esto esto'".

MI COMENTARIO:  Siguen las contradicciones del cura Molina, habituales desde su forzado nombramiento sin acuerdo de la Iglesia. Primero, no se entiende bien su propuesta de no criminalización, pues se asemeja bastante a una despenalización, que implicaría dar vía libre al consumo sin culpa ni castigo, igualmente, aunque incorrecto, esto no es lo más álgido y cuestionable.  Pero su propuesta de habilitar el consumo de todo y abrir centros, no solo no es lo más correcto y adecuado, sino que es realmente un despropósito. Primero, está científicamente probado el daño cerebral y conductual causado por la marihuana (ni hablemos por supuesto de la cocaína, heroína o drogas de diseño), no sólo como puerta de entrada al uso de drogas más duras como la cocaína, sino que ya hubo graves accidentes de auto con víctimas causados por conductores que manejaban habiendo fumado porros de marihuana en sus domicilios y sin ningún control individual ni social salieron a conducir bajo euforia emocional, excesiva relajación mental, afectación cerebral verificada conductualmente en percepción alterada, falta de equilibrio, coordinación y tiempo de reacción, poniendo así en peligro las vidas de terceros.  Habilitar y hacer más permisivo el uso de cualquier droga habla en principio de una gran falta de conocimiento y de respeto por el otro ser, y un desinterés casi criminal por la vida del ciudadano común.  Segundo, su propuesta de abrir centros sociales o de rehabilitación, si bien puede ser algo positivo es parcial e insuficiente, pues tampoco apunta a una solución de fondo, es solo operar sobre las consecuencias del auge y aumento de la drogadicción en el país, sin atacar el verdadero problema causante de esto, que es justamente que nada concreto se ha hecho en los últimos años para combatir en serio el narcotráfico y la difusión del uso de la droga socialmente pues se han desprotegido al máximo las fronteras del norte, donde la droga ingresa fácilmente sin control de la Gendarmería ni otras fuerzas de seguridad. El mismo gobierno mediante el Sedronar (en una gestión anterior a la de Molina, la que se halla bajo investigación judicial) autorizó sin justificación alguna el ingreso -en el período 2004 al 2008-  de 50 mil kilos de efedrina importada de India (para el uso farmacéutico de elaboración de descongestivos se usaban en Argentina solamente 2 mil kilos por año) , estimándose que cerca de 42 mil kilos evidentemente fueron desviados al narcotráfico para obtener fabulosas ganancias, ya que o se usaban para la fabricación de la droga en cocinas dentro del país o eran contrabandeados en especial a México -que había prohibido la importación de efedrina desde India- donde el kilo se pagaba a 10.000 dólares, mientras que en Argentina valía 100.   Y lo mismo vale para lo que dice respecto al alcohol, ya que regular la publicidad también sería encarar solo un aspecto secundario del problema, y dejar de lado la causa de fondo entretejida con la falta de valores humanos y morales imperantes que lleva a preconizar un estilo de vida fatuo, hueco y superficial, con ilusorias metas de realización individual egoísta basadas en logros económicos antes que espirituales.  Aquí focalizarse en la causa de fondo sería por ejemplo no ser tan permisivos con la venta de alcohol a menores, en todos los sitios, especialmente en los boliches donde concurren a bailar, esto sería acotar razonablemente en la práctica las ambiciones materialistas de estos insensatos e inescrupulosos negociantes que se transforman así en verdaderos mercaderes del extravío y la muerte.  

La drogadicción es un problema complejo, y mientras siga siendo básicamente un gran negocio económico como lo es hoy día, va a ser difícil solucionarlo, requiere evidentemente un enfoque multidisciplinario integral.  En principio, sería atinado reenfocar socialmente en forma urgente la temática de los valores humanos, que en lugar de los materialistas económicos hedonistas y superficiales, empiecen a considerarse prioritarios y necesarios los valores cristianos de raigambre espiritual, donde esté en la base el amor al prójimo, la humildad, y la reflexión profunda y responsable sobre las verdaderas tareas y metas de la vida, recuperando su carácter trascendente, trabajando cada ser humano para encontrarle un sentido a la propia.  Claro que  sería muy deseable que esta base ética y moral sea también concientizada por la clase política dirigente -Francisco expresa esto muy bien en su declaración sobre Rehabilitar la política - ya que así en lugar de dirigir sus afanes a enriquecerse egoístamente, pondrían su esfuerzo en mejorar las condiciones de vida social de toda la población (como bien expresa el Padre Pepe, eso sería realmente no criminalizar), promoviendo desde el Estado la educación, salud, empleo, seguridad, vivienda, economía sin inflación, etc,  dando ejemplo de tolerancia y diálogo abierto.  

En este contexto actual tan conflictivo, la propia confesión del cura Molina que no se está agarrando a los grandes narcotraficantes sino a los perejiles, no hace más que confirmar lo antedicho, pues es el gobierno actual que él decidió integrar el que no cumple con su cometido, y si cumplirlo no está en manos del organismo que él dirige, mínimamente sus esfuerzos debieran estar dirigidos a lograr que los otros estamentos gubernamentales se ocupen del asunto y lo solucionen, sino lo suyo es todo un palabrerío hueco que solo perpetúa este flagelo que cada vez corroe y envenena más a la sociedad, en especial la juventud. 

Ni que decir que su postura está en contradicción y oposición total a lo declarado por el Papa Francisco el 20-06-2014, cuando al recibir en Roma a los participantes de la XXXI Conferencia Internacional para el Control de Drogas rechazó las leyes que amparan la comercialización y consumo del cannabis (marihuana), y los procesos de desintoxicación con drogas sustitutivas, diciendo: "Los intentos, aunque sean limitados, de legalizar las denominadas drogas recreativas no son sólo muy cuestionables desde el punto de vista legal, sino que tampoco consiguen los efectos deseados".  El Papa no apuntó a ningún caso concreto, pero hizo críticas veladas a los proyectos de ley al respecto que hay en varios países. Uruguay se convirtió hace poco en el primer país latinoamericano en legalizar la marihuana, que se vende en farmacias. Como consumo recreativo, el cannabis es legal en los estados de Washington y Colorado, en Estados Unidos.

"Quiero decir no a todo tipo de droga, sobre esto no pueden existir compromisos", dijo Francisco, que también cuestionó los procesos de desintoxicación con estupefacientes sustitutivos y volvió a condenar el narcotráfico.  El Papa manifestó "dolor y preocupación por el flagelo de la droga que sigue extendiéndose en formas y dimensiones impresionantes, alimentado por un mercado del lucro que supera confines nacionales y continentales".  También Francisco enfatizó que a los jóvenes que no trabajan ni estudian "les falta la esperanza" y por eso la droga se convierte lamentablemente en una solución para sus problemas.  El trabajo de "recuperación" de los jóvenes de la droga "es ínfimo, no es suficiente", consideró.  Allí apuntó contra los procesos de desintoxicación basados en estupefacientes sustitutivos. "Quiero expresar con total claridad que la droga no se derrota con la droga. La droga es un mal y con el mal no puede haber cesiones o compromisos", dijo Francisco en el discurso que publicó la oficina de prensa del Vaticano.  Para el Papa argentino, no "resuelve el problema" consentir el uso de psicofármacos a las personas que continúan usando droga y agregó que "las drogas sustitutivas tampoco son una terapia suficiente, sino un modo velado de rendirse ante este fenómeno".

Estos conceptos de Francisco también fueron oportunamente expresados y ampliados por la Conferencia Episcopal Argentina, en su 107ª Asamblea Plenaria de mayo 2014, donde acertadamente relacionaron el flagelo terrible de la inseguridad y violencia social vivida actualmente, expresando en los tres primeros puntos de su documento lo siguiente:  1. Como pastores del pueblo de Dios -del que provenimos y al que queremos servir- nos dirigimos a todos los miembros de la Iglesia y a los hombres y mujeres de buena voluntad, para compartir nuestra mirada sobre un aspecto inquietante de la realidad nacional. Constatamos con dolor y preocupación que la Argentina está enferma de violencia. Algunos de los síntomas son evidentes, otros más sutiles, pero de una forma o de otra todos nos sentimos afectados. Queremos detenernos a reflexionar sobre este drama porque creemos que el amor vence al odio y que nuestro pueblo anhela la paz. 2. Son numerosas las formas de violencia que la sociedad padece a diario. Muchos viven con miedo al entrar o salir de casa, o temen dejarla sola, o están intranquilos esperando el regreso de los hijos de estudiar o trabajar. Los hechos delictivos no solamente han aumentado en cantidad sino también en agresividad. Una violencia cada vez más feroz y despiadada provoca lesiones graves y llega en muchos casos al homicidio. Es evidente la incidencia de la droga en algunas conductas violentas y en el descontrol de los que delinquen, en quienes se percibe escasa y casi nula valoración de la vida propia y ajena. La reiteración de estas situaciones alimenta en la población el enojo y la indignación, que de ninguna manera justifican respuestas de venganza o de la mal llamada "justicia por mano propia". La creciente ola de delitos ha ganado espacio en los diversos medios de comunicación, que no siempre informan con objetividad y respeto a la privacidad y al dolor. Con frecuencia en nuestro país se promueve una dialéctica que alienta las divisiones y la agresividad. 3. No se puede responsabilizar y estigmatizar a los pobres por ser tales. Ellos sufren de manera particular la violencia y son víctimas de robos y asesinatos, aunque no aparezcan de modo destacado en las noticias. Conviene ampliar la mirada y reconocer que también son violencia las situaciones de exclusión social, de privación de oportunidades, de hambre y de marginación, de precariedad laboral, de empobrecimiento estructural de muchos, que contrasta con la insultante ostentación de riqueza de parte de otros. A estos escenarios violentos corremos el riesgo de habituarnos sin que nos duela el sufrimiento de los hermanos. Todo lo que atenta contra la dignidad de la vida humana es violación al proyecto de amor de Dios: la desnutrición infantil, gente durmiendo en la calle, hacinamiento y abuso, violencia doméstica, abandono del sistema educativo, peleas entre "barrabravas" a veces ligadas a dirigentes políticos y sociales, niños limpiando parabrisas de los autos, migrantes no acogidos e, incluso, la destrucción de la naturaleza. Hemos endurecido el corazón incorporando estas desgracias como parte de la normalidad de la vida social, acostumbrándonos a la injusticia y relativizando el bien y el mal. Es creciente la tendencia al individualismo y egoísmo, de los cuales despertamos sobresaltados cuando el delito nos afecta o toca cerca. El Papa Francisco señala que "se ha desarrollado una globalización de la indiferencia..." (Evangelii Gaudium 54).

Al respecto es sin duda preocupante la grave situación mundial producida por el avance de lo que se conoce como globalización: en el plano económico con su capitalismo deshumanizado, brutal concentración de la riqueza en pocas manos, precarización laboral, pauperización salarial, desempleo y exclusión de grandes mayorías; por lo cual ahondar los sufrimientos ante esta conflictiva situación abriendo la puerta al libre consumo de la droga (parecería como si se quisiera usarla como elemento de distracción y mayor sometimiento) es un despropósito y un error no solo científico sino también y en especial moral y ético, pues como diría Viktor Frankl creador de la Logoterapia, el consumo de droga -inmerso en el delito de narcotráfico y aunado a la globalización- no solo perjudica al ser humano en su físico y desarrollo material, sino que esencialmente lo anula en el plano espiritual con su vacío existencial, su huída de los límites sanos, de los verdaderos valores y tareas de la vida, de la responsabilidad personal y social, con su nihilismo, falta de fe y motivación trascendente, lo cual hace que pierda su libertad interior y sea más fácil de manipular, en lugar de poder ser dueño de su propio ser abierto a la trascendencia y poder encontrar el sentido a su vida mediante la realización de valores, . Esta situación actualmente ha llevado al auge e incremento de la tríada neurótica de nuestro tiempo posmoderno: la violencia-agresión, la depresión-suicidio y las adicciones (drogas, alcohol, dinero, poder, sexo).  Me parece importante reflexionar sobre todas estas consideraciones, para formar posición sobre el tema y accionar en consecuencia, ya que es una grave problemática que a todos nos concierne y afecta individual y socialmente.

Para profundizar más el tema,ver Link a mis escritos sobre Prevención de Adicciones  se adjuntan también a continuación:

 

 

MENSAJE A NUESTROS HIJOS

PREVENCIÓN DE ADICCIONES, UN ENFOQUE CON SENTIDO

 

Como adolescente estás enfrentando una edad muy especial plena de cambios físicos y psicológicos. Estás comenzando a crecer, a madurar, a percibir nuevos horizontes ante vos y a definir de a poco tu personalidad, a descubrir tu propia identidad, a ir afianzando tu ser espiritual.

Como ser humano sos una integridad bio-psico-socio-espiritual; ¿qué quiere decir esto?

Que para vivir sanamente y desarrollar todas tus facultades, tu cuerpo, tu mente, tu relación social y tu potencia espiritual deberían madurar en conjunto y armónicamente. Para eso lo primero y más importante a considerar es que tu vida no es el mero resultado de los factores que te pueden influenciar. Siempre va a haber en vos un grado de libertad –mayor o menor según cada caso particular- que te va a permitir enfrentar y superar las dificultades que puedan surgir en tu camino.

Para el cuidado de tu cuerpo serán pertinentes buenos hábitos de higiene, de atención médica, alimentación adecuada y la práctica de algún deporte. Todo esto ha de favorecer que tu mente esté también equilibrada, y más predispuesta a asimilar tus estudios escolares, a ir incorporando un conocimiento que de a poco facilitará tu inserción en la sociedad.

Descubrirás que la sociedad moderna es compleja y problemática, que no es siempre lo justa que debiera ser y aún hay muchas cosas que debieran ser mejoradas: un más racional aprovechamiento de los recursos naturales cuidando la ecología, un mayor desarrollo y prosperidad social, más justa y equitativamente distribuída; que estén garantizadas la salud y educación para todos, la igualdad de oportunidades. Bueno, ese es un desafío para todos y ahí también vos podrás aportar tu granito de arena, simplemente descubriendo tu vocación y siendo lo más auténtico que puedas ser.

Recuerda que una base fundamental para tu crecimiento y maduración va a ser tu familia. Tus padres, aún con sus imperfecciones, con su amor por vos van a ser una guía segura y un apoyo permanente en estos años de tantos cambios físicos y psicológicos importantes.

Con su ayuda y/o la que brinden personas de sanos ideales, vas a comprender que hay valores y tradiciones intemporales, que están más allá de las modas pasajeras y son los que verdaderamente te acercarán a la felicidad; ni autoritarismo ni libertinaje, un equilibrado límite alcanzará.

Verás que siempre es posible encontrar en la vida un sentido por el cuál vivirla, y que aún en medio de todas las dificultades siempre conservás una libertad de decisión y una responsabilidad personal ante la vida.

Le encontrarás un sentido a la vida realizando los valores de creación, o sea mediante tu trabajo, estudio, tus obras y acciones; mediante los valores vivenciales experimentando las maravillas de la naturaleza, y descubriendo en el encuentro con otro ser humano su irrepetibilidad, en una experiencia trascendente que va desde la amistad, el enamoramiento hasta el amor profundo. Así aprenderás que el amor es la meta última y más alta a que puede aspirar el hombre, sea o no religioso, y que el verdadero amor es bondad y solidaridad en acción.

Así, tu despertar sexual también adquiere sentido y podrás integrar no sólo la atracción física sino también las vivencias anímicas y psicológicas de la relación amorosa hasta culminar en el amor profundo, genuinamente humano, del otro ser como persona irrepetible, irremplazable.

El hombre no es sólo un ser que se limita a satisfacer necesidades, pues de ese modo el mundo entero y las otras personas son solo medios para un fin; así no se percibe correctamente al hombre al servicio de una causa porque tiene un sentido o que ama a su pareja porque es digna de amor, y esta errónea visión lleva a la pérdida y olvido de la facultad espiritual del hombre.

También los valores de actitud, la que se asume ante el sufrir, la culpa, lo irreparable, son puntos de decisión que permiten al ser humano agigantarse y ejercer la esencial libertad interior para intentar superar aún así todas sus limitaciones.

Por eso, en estos tiempos de apuro, de consumismo y superficialidad inútil, de promoción de modelos humanos intrascendentes y banales, siempre será importante que te hagas un momento para meditar y reflexionar, para encontrarte interiormente con la voz espiritual de tu conciencia o de Dios si eres creyente y poder mantener tu conexión con los verdaderos valores de la vida: el amor, la fe, la esperanza y solidaridad.  

Es esta sana perspectiva de la vida la que ha de evitar la triste sensación de falta de sentido, de vacío, ociosidad, aburrimiento. Es esta sensación la que lleva a considerar la vida como un absurdo y arrastra a los jóvenes a la depresión y el suicidio, a la violencia y agresión, a las adicciones –drogas, alcohol-.

Si todo carece de sentido y no tiene importancia, si no se reconoce la posibilidad trascendente de desarrollar un proyecto de vida, se cae en el vacío de la existencia y no se utilizan las fuerzas del espíritu latentes: “quien no tiene un porqué para vivir no encuentra alegría en ningún cómo”.

Cuando los jóvenes se sienten frustrados en su necesidad de sentido, decepcionados por la familia y la sociedad y sin salida, recurren a objetos con un sentido aparente, ilusorio, e ignoran y marginan los verdaderos valores y tareas de su vida.

Las adicciones reconocen entonces dos orígenes principales: ya sea para olvidar y escapar de los problemas y dificultades, o para experimentar un mundo ilusorio que llene un vacío de sentido. O resulta insoportable la desgracia y el sufrimiento, o resulta insoportable el hastío y el aburrimiento.

Otras causas como la violencia, la curiosidad, la inducción por otros, la rebeldía, la falta de conocimiento, la marginalidad, la falta de interés de los padres, el estrés escolar, si bien son importantes no afectan el núcleo profundo del problema.

La droga, el alcohol, entorpece el poder del espíritu y las fuerzas de la voluntad, oscurece la conciencia de responsabilidad y disminuye la dimensión de la libertad en el hombre.

Una vida sana, en contacto con la naturaleza, plena de sentido y valores trascendentes es la mejor prevención contra las adicciones.

Vos tenés en tus propias manos esa posibilidad de ir encontrando un sentido a tu vida fortaleciendo día a día tu voluntad.

El espíritu no enferma ni muere, tu vida tiene un inmenso valor y son muchos los aportes que podés realizar. Descubriendo el sentido a través de los verdaderos y profundos valores -no los pregonados por una sociedad mercantilista- podrás desarrollar tu proyecto de vida, influenciar positivamente a tu familia y a la sociedad y expresarte propiamente en tus obras, en el diálogo y la reflexión.

Te sentirás amado y podrás amar reconociendo el encuentro con el otro, expresando necesidades cualitativas, relacionándote con un sujeto no con un objeto.

No necesitarás entonces recurrir al alcohol y la droga para llenar ningún vacío existencial pues serás libremente responsable de tu propio ser y vivirás una vida plena de sentido.      

 

 

                                                                                   LA ADOLESCENCIA EN LA POSMODERNIDAD 

                                                                                 CRISIS Y OPORTUNIDADES  

Si aconsejamos a padres de adolescentes en esta época tan conflictiva, seguramente debemos tener en cuenta un cúmulo de factores que trataré de desarrollar brevemente en este ensayo.

Es menester comenzar por situarnos temporalmente: nos hallamos en la tan remanida posmodernidad, aunque a lo lejos ya alborea la ultramodernidad o hipermodernidad. En la cultura occidental que básicamente se caracteriza por la coexistencia del capitalismo, la industrialización y la democracia, la posmodernidad sustenta en el fondo la muerte de las ideologías –sobre todo las progresistas, las utopías- apelando a un pragmatismo sin precedentes que cabalga sobre la impotencia explicativa de la razón, la orfandad de valores espirituales, la actividad política vaciada de concepciones idealistas y alejada de las reales necesidades de la gente, destacando más la imagen que la plataforma de propuestas; las falencias de la justicia que persigue nimiedades inventadas de inocentes desvalidos mientras hace la vista gorda ante los corruptos culpables pero poderosos, todo apuntando a instalar un nuevo paradigma: el consumo hedonista, el puro placer mercantilista para unos pocos, mientras que para la gran mayoría restante solo queda la exclusión y marginación que van de la mano de la desocupación, los ínfimos salarios, la desprotección social, sanitaria, de educación y seguridad.

Asistimos entonces a una gran crisis de credibilidad de todo el sistema, que también abarca en su mayor parte a la adolescencia, un grupo social intrínsecamente idealista. Y este escepticismo deriva en una ética sin valores, donde “todo vale”,  todo está permitido, nada es bueno ni malo, nada es absoluto, todo es relativo y depende del criterio de cada uno. Hay un libertinaje moral, rige el dejar hacer, dejar pasar (como dice el tango: dale que va, si allá en el horno nos vamo a encontrar...).

Hay una sobresaturación de información, la mediocridad y superficialidad son totales. Cualquier modelo pechugona siliconeada o futbolista pelilargo con arito opinan sesudamente sobre cualquier cosa, azuzados por los medios de comunicación que fomentan el pasatismo y la banalidad con tal de vender más y con su morbosidad transforman a los noticieros en verdaderas galerías del horror.  Nos atiborran con entretenimientos y timbas de toda laya, culebrones soporíferos y series y  películas de tremebunda violencia.

Se propugna el consumismo a ultranza.  Al lado de las villas miseria, favelas y bolsones de pobreza coexisten las autopistas, los countries residenciales, los megashoppings, las fábricas con su polución y la destrucción ecológica. Sí, es la Biblia junto al calefón...

Todo se vacía de sentido, ya no es posible confiar en una verdad única y segura. Se nos quiere vender el modelo-éxito del “self made man” o yuppie americano, el “pasota” español, el “chanta” argentino.

Es el “hombre light”, diet, descafeinado, sin profundidad, sumido en una libertad irresponsable, propenso a la corrupción. Todo es posible porque todo está permitido.

Una obsesión

Esto ha creado una obsesión enfermiza: huir de los límites sanos, de los verdaderos valores y tareas de la vida, de la responsabilidad personal y social. Pero no fue gratuitamente, sino a costa de una gran angustia, desesperación y abrumadora sensación de vacío que llevó al auge e incremento de la tríada neurótica de nuestro tiempo posmoderno: la violencia-agresión, la depresión-suicidio, y  las adicciones (drogas, alcohol, sexo promiscuo, dinero fácil, juegos de azar, videojuegos, etc).

El hombre está encerrado en si mismo, cada uno conectado en su casa al gran chupete televisivo o la computadora; cada uno inventando sus propios códigos de conducta y valores, sin asumir responsabilidad personal en la construcción del bien común.

Se nos propone una adolescentización banal de la sociedad. Estamos sometidos a un permanente bombardeo de pautas y consignas inspiradas para colmo en aquellos aspectos parciales de la adolescencia más conflictivos y negativos: la irresponsabilidad, la fugacidad y superficialidad del compromiso, la indiscriminación, el consumismo irrefrenable y compulsivo.

La juventud es propuesta como único paradigma a imitar, se evade asumir la responsabilidad de la adultez, todo está sustentado en el aquí y ahora adolescente. Sólo importa el presente, no hay proyecto (del latín “pro-yectum”, lanzado hacia) de futuro, todo es efímero, importa más la cáscara, lo externo, la apariencia, que el contenido.

Esta irracionalidad posmoderna  tipo mercachifle también se refleja  en las normas personales que arbitrariamente cada uno establece: hay una ética pragmática que presenta al hombre cerrado en si mismo, dictándose sus propios valores.

Cualquier mención de algún absoluto externo y distinto es ignorado y vivido como una represión de su libertad.  Lo sociocultural es entendido como un enjambre de costumbres y valores que impiden en cierto modo cualquier juicio de valor específico. La religiosidad, cuando se la tiene, es  sustentada artificial y ritualmente, olvidando que una fe sin obras es una fe muerta. Los fanatismos y fundamentalismos dividen a los seres humanos y en nombre de Dios se cometen las peores atrocidades, desde las masacres étnicas, las guerras de conquista por las riquezas del suelo hasta los más sangrientos atentados terroristas.

Dimensión espiritual

La psicología apela a un criterio mecanicista y determinista de un efectismo fácil: un misterioso e inasible inconsciente hace que seamos títeres de los instintos sin que medie responsabilidad alguna de nuestra parte. Cualquier contratiempo basta para apoltronarse cómodamente en el diván, dejar que el tiempo pase  removiendo lejanos traumas y justificar así nuestra inacción mediante abtrusas interpretaciones psicoanalíticas que, en su positivismo y reduccionismo materialista, dejan de lado lo más importante: la dimensión espiritual del hombre.

Ante este panorama global es válido preguntarse:  ¿es entonces éste “el fin de la historia”, como dice Fukuyama?.  Si así fuera, como Humanidad estaríamos perdidos.

Por suerte todavía somos muchos seres humanos los que hacemos funcionar algunas neuronas aún no atrofiadas por este gigantesco cambalache y tratamos de mantener encendida una llama de  esperanza que ilumine y guíe al ser humano en su camino; también son muy numerosas las organizaciones no gubernamentales que desarrollan actividades cooperativas y solidarias cumpliendo con esta vital función de ayudar al prójimo, esclareciendo y mitigando así los dolores de su alma.

Siempre me pareció muy atinado destacar esta actitud con un bello ejemplo de raigambre platónica: en la mítica y antiquísima caverna de la Humanidad todo su interior es sombras y negrura. Si quiero desalojar la oscuridad, por más que la ataque con bombas, disparos de ametralladoras, obuses y morteros, no conseguiré nada.

Pero bastará que ingrese y encienda un pequeño fósforo para que la oscuridad de miles de años se disipe y desaparezca. La luz del espíritu vence así a las tinieblas de la sinrazón y la ignorancia. Ese es el camino: educar, iluminar las mentes y los corazones.

Ante esta anormalidad posmoderna con su adolescentización social, para evitar confusiones es legítimo por otra parte recordar que, si bien la adolescencia está caracterizada por desarrollos, sentimientos y conductas a menudo atípicas y anormales, éstas son sin embargo propias de la edad y superadas paulatinamente a través del crecimiento y la maduración.

La adolescencia, que principia con la etapa de la pubertad cerca de los 10 años, es ese puente oscilante que se extiende entre las orillas de la niñez y la adultez.

En la pubertad empiezan los cambios físicos más acelerada y perceptiblemente, el desarrollo de la capacidad sexual, las manifestaciones sexuales secundarias (vello, cambio de voz) y un patrón personal de organización psicológica.

En la adolescencia temprana, ya cerca de los 14 años, comienza una búsqueda del equilibrio emocional para superar esa inestabilidad tan característica (“amores de estudiante,  flores de un día son”) y encarar una lenta definición de la propia identidad.

Comienza la elaboración de una escala personal de valores, aunque muy influenciada por el contexto grupal (hay una apertura mayor al mundo, a otros intereses sociales) por lo cual es de suma importancia para los padres acompañar a los hijos en la elección y conocimiento de su núcleo de amistades (por ejemplo, no son lo mismo los “skinheads-cabezas rapadas” que los jóvenes ecologistas).

El desequilibrio emocional combina factores hormonales y psicológicos, pues el adolescente vive tres duelos o pérdidas fundamentales: su cuerpo infantil,  su rol e identidad infantil y sus padres de la infancia. Todo cambia y empieza a verse desde una nueva perspectiva.

Esta gran alteración trae como consecuencia esa inestabilidad anímica, manejos psicopáticos, perturbaciones del pensamiento, personalidad esponjosa, identidades ocasionales, ansiedad y depresión.

Y  aquí es bueno reflexionar y rescatar entonces los aspectos positivos de la adolescencia. Si bien ésta es una crisis vital, recordemos que la sabiduría china representa la palabra crisis con un ideograma compuesto: una parte representa peligro, y la otra oportunidad.

Si bien esa edad enfrenta peligros y padecimientos, por otro lado es pletórica en oportunidades de descubrirse a si mismo, de forjar una sana identidad, de acrisolar los más elevados ideales, de cultivar los más nobles sentimientos, de descubrir el amor no sólo físico sino también profundamente espiritual, y comenzar a dar los primeros pasos en la verdadera vocación que se ejercerá plenamente en la adultez.

Familia

Para posibilitar todos esos logros será fundamental la familia. Los padres son los encargados, con responsabilidad indelegable, de ayudar a su hijo en su despliegue existencial.  Lo corporal se transmite mediante la herencia, y lo psicológico se encausa mediante la educación. Pero lo espiritual se manifiesta sólo en la realización de la existencia. La familia brinda reparo a la persona infantil que no puede existir por sí sola.

Los niños y adolescentes deben ser reconocidos como seres humanos diferentes; deben ser respetados sus derechos en su propia vida. Por ende, los  padres funcionan para ellos como modelos a seguir, mostrando con sus acciones los valores en que creen, pues lo que el hijo cree es lo que el padre hace, no tanto lo que dice.

La familia es la comunidad natural en la que el hijo se hace cada vez más libre, nace y es en ella educado hacia su libertad autodeterminada. Este despliegue de la libertad del adolescente presupone un paulatino desarrollo de la independencia y responsabilidad de su conciencia, que posibilita sus elecciones personales.

Debe ser acompañado por los padres (aunque les sea trabajoso) sin elegir por ellos, pero tampoco cayendo en el facilismo de desentenderse del tema.

Un justo y equilibrado término medio entre libertad e imposición es la más difícil tarea de los padres y la actitud más deseable: ni desatención que produzca el libertinaje o el escapismo, ni un autoritarismo que genere conformidad, indecisión, cobardía, traumas o rebeldía.

Límites claros y comprensivos  que cuidan y acompañan, son imprescindibles para el adolescente; y aunque él a veces no lo exprese verbalmente, los agradece y necesita íntimamente, pues son índice del valor e importancia que él tiene para sus padres. Son como las guías que posibilitan al retoño crecer rectamente hasta ser un árbol adulto.

Autoritarismo

El autoritarismo propicia el conformismo y la no creatividad. Ante su impotencia, el hijo puede tratar de huir o darse por vencido. Puede escaparse a través del abandono, soñar despierto, ver excesiva televisión,  adicciones, o retirarse cobarde e indeciso de la lucha por la vida, sintiéndose completamente dependiente e incompetente.

Por eso, la mejor conducta de los padres  ha de ser compartir con los hijos sus ideas, conocimientos y experiencia,  predicar más que imponer, sugerir más que exigir.

Al sentirse aceptado, el hijo se siente amado, lo cual estimula enormemente su crecimiento bio-psico-socio-espiritual. Para  hacerle sentir su aceptación deben emplearse las fórmulas de comunicación más adecuadas, más constructivas, más sanas, respetando su autoestima, siendo sensibles para captar sus propios valores, diciéndole  cotidianamente con gestos y palabras cuanto lo amamos.

El habla y la actitud amorosa curan y fomentan cambios positivos y permiten que pueda ir expresando  sus propios valores, refuerzan su autoestima y previenen sentimientos de poco valor  que podrían generar en un futuro conductas transgresoras o delictivas.

Debe inculcarse al hijo el no entregarse a la apatía ni al ocio, y que aún en medio de contrariedades la mejor actitud siempre va a ser la entrega de si y el servicio a una causa, a una misión. Esto es lo que dará sentido a su vida y lo hará sano mentalmente  al permitirle escuchar la voz de su conciencia, ”la  voz de la trascendencia”.

Por supuesto, vemos que todas estas sugerencias implican que los padres dediquen tiempo a sus hijos y esto a veces no es tan fácil. El tiempo es oro, pero pasa y no vuelve más. Las palabras no dichas, las caricias no dadas en el momento preciso, van a ser muy difíciles de realizar en otro momento, de plasmar esa situación en el futuro.

Debemos recrear la poesía, el asombro cotidiano  ante el milagro de ver y sentir crecer a nuestros hijos a nuestro lado. Todo a su tiempo, en su medida y armoniosamente.

El estar inmersos en la lucha cotidiana por subsistir, o luchar para pagar la hipoteca o comprar el segundo coche  (a distintos niveles económicos), pueden llegar a ser obstáculos que deben ser superados aún a costa de sacrificios.  No hay tarea más ardua, comprometida y trascendente para un ser humano, que desempeñar el rol de padres y llevar adelante una familia. Esto fue y seguirá siendo un pilar de la evolución humana,  así de cierto es que la familia es la célula básica de nuestra sociedad.

Resurgimiento

Por más adelantos tecnológicos que sigan produciéndose, nada podrá nunca reemplazar en importancia al ser humano. Está próxima la superación de la posmodernidad como propuesta  incoherente  e insuficiente que se agota  en sí misma.

Se avizora  un resurgimiento espiritual; cuatro áreas del saber humano ocuparán un lugar preponderante y fundamental en este nuevo siglo que hemos comenzado a vivir: la psicología humanista y trascendente; la educación; la filosofía y la religión.

La adolescentización posmoderna será reemplazada por una visión psicológica más adulta e integrada del ser humano, a quien definitivamente se le reconocerá un destino espiritual: el supremo bien. De la adolescencia se rescatarán y profundizarán sus aspectos más positivos: su intrepidez, su creatividad, su solidaridad, su idealismo desinteresado.

En este campo psicológico, los postulados de la Logoterapia de Víctor Frankl  constituirán un importantísimo aporte, al concebir al hombre como un ser integrado bio-psico-socio-espiritual, con una libertad responsable y orientado a la trascendencia, realizando los valores de creación (obras), vivenciales (amor, belleza) y de actitud (conducta ante el sufrir, la enfermedad, la muerte), siempre en la búsqueda del sentido de la vida.

La educación estará entonces dirigida  a formar la conciencia de responsabilidad, a fomentar el surgimiento de la intuición en la conciencia individual como instrumento que permita descubrir la jerarquía de valores trascendentes, mediante los cuales puedan tomar las decisiones existenciales más adecuadas.

Así, aunque los valores tradicionales hayan caído, esta madurez de conciencia permite igual al hombre descubrir los sentidos únicos de la existencia y cumplir su misión en el mundo. Será una educación para el espíritu, no meramente informativa.

La eterna pregunta filosófica “¿quién soy?”, tendrá respuesta y nuevos y vastos campos de conocimiento se abrirán ante el pensador.

Los estudios sobre filosofía oriental y religiones comparadas permiten vislumbrar un creciente acercamiento entre Oriente y Occidente, dado que más allá de las diferentes concepciones culturales se abre paso la idea de una sola humanidad, unida por un destino común: realizar su esencia espiritual; de lo cual vimos un indicio en el Segundo Parlamento Mundial de las Religiones celebrado en 1993 en Chicago, EEUU con la presencia de todos los más importantes credos mundiales, donde se aprobó una ejemplar Declaración de Ética Mundial, conceptos que luego se reforzaron en el Forum Mundial de Barcelona 2004.

Se sabrá fehacientemente que el nihilismo ateo, la nada, a nada conduce. La religión (del latín “re-ligare”, re-unir) será menos pomposa, dogmática y ritualista; se mostrará más práctica realizando los mandamientos del humilde carpintero de Galilea (“por sus obras los conoceréis”) y constituirá realmente un puente de unión entre la criatura humana y su creador.

Será reconocida científicamente la existencia del alma y de Dios en sus aspectos inmanente en el ser humano y trascendente en el universo; decrecerán las diferencias religiosas externas y se incrementará en cada ser humano la vivencia interna de los atributos divinos de luz, amor y sabiduría, junto con la íntima convicción de estar transitando, acompañados por el prójimo, un camino de evolución espiritual.

Los valores cristianos (esencialmente buenos) irán prevaleciendo mundialmente; la solidaridad y la fe con obras se harán carne en cada uno de los seres humanos y superarán  las debilidades y flaquezas que puedan existir en las instituciones y sus estructuras.

Todo esto traerá profundos cambios en la conducta del hombre. Su vida  se reorientará y resignificará espiritualmente, dejando atrás su egoísmo y sus afanes individualistas. Sus miras serán cada vez más elevadas, y esto se reflejará en la comunidad organizada con una efectiva justicia social que mediante una equitativa distribución de las riquezas asegure una vida digna para todos, surgirán metas altruistas y solidarias, rectas conductas humanas y buena voluntad a nivel planetario.

Por lo tanto, es menester asumir como padres, las sacrificadas pero también gratificantes responsabilidades a que esta visión esperanzada nos convoca. 

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  El siguiente folleto sobre Prevención de la Drogadicción fue elaborado por el Licenciado en Psicología Juan Martin S. Nuñez , en la década del 90, como colaboración para el Dpto. Recursos Humanos de la Administración Nacional de Aduanas, y está basado en sus numerosos estudios profesionales y cursos realizados sobre la temática (en Sedronar, Cenareso, Facultad de Medicina, Facultad de Psicología, etc), con un sustrato práctico y filosófico-existencial muy profundo.  

El folleto pivotea no solo sobre los temas básicos de la drogadicción, sino especialmente sobre las causas profundas de la misma, y la forma multiplural de encarar su curación mediante la búsqueda del sentido de la vida, y la realización de valores de honda raigambre humanista y cristiana, como forma de superar el síndrome neurótico masivo que hoy nos afecta, caracterizado por la tríada de: depresión-suicidio, agresión-violencia, y adicciones (droga, dinero, sexo, poder). 

En especial mediante los valores de actitud, que posibilitan encontrar un sentido al sufrimiento, le es posible al ser humano percibir que la vida tiene sentido potencialmente incondicional, bajo todas las condiciones y circunstancias, aún las más terribles y adversas.   La clave principal es pues partir de considerar al ser humano en su esencia como bio-psico-socio-espiritual, abierto a la trascendencia (al espíritu o “la presencia ignorada de Dios”), y que se halla en permanente búsqueda del sentido en respuesta a las dos características fundamentales de la existencia humana: su autotrascendencia (orientarse con sentido hacia algo o alguien), y su capacidad de distanciarse de si mismo (entregarse al servicio de una causa o el amor de otra persona). 

Invito a LEER FOLLETO COMPLETO  para compartir los medulares conceptos vertidos.

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NO GLOBALIZAR EL CORAZÓN

(Recordemos al Dr.Favaloro)

La globalización del capitalismo salvaje, flamante lacra de la posmodernidad, se ha cobrado una nueva víctima: el Dr. René Favaloro, quien se ha suicidado con un disparo en el pecho. Tal vez no era un pobre estructural ignoto, un marginado y excluido sin relevancia económica, seguro sí una personalidad más notoria, más trascendente por su quehacer médico y social, pero víctima al fin.

Quienes le conocieron bien aseguran que era un hombre de pueblo, modesto y llano, humilde y sensible ante el sufrimiento del prójimo. En sus cartas postreras nos hace saber de su terrible preocupación por la asfixia económica de su conocida internacionalmente Clínica Cardiovascular (que inclusive realiza transplantes cardíacos), ante deudas que no podía cobrar aunada al maltrato de oscuros burócratas estatales y de obras sociales, lo que le impedía ya prácticamente continuar con su obra médica solidaria a la que había dedicado su vida entera. Abandonado a su suerte, ignorado y maltratado por los poderes institucionales terminó trágicamente como ya parece un sino en todos los grandes precursores. No parece una metáfora la forma que adquirió su trágica determinación, quizás sólo hizo realidad lo que ya sentía interiormente hace tiempo: su corazón destrozado.

Para tratar de extraer alguna enseñanza positiva de tan nefasto suceso es menester ser claro de un principio: podemos entenderlo, pero no justificarlo. Entenderlo desde su soledad personal, viudo sin hijos y ya sin el hermano colega, con una formación científica empírica básicamente escéptica sin creencias espirituales o religiosas acendradas que le sostuvieran ante la adversidad o fortalecieran el sentido de su vida, cansado ya de luchar contra los molinos de viento y jaqueado por dificultades económicas reales pero sobredimensionadas al extremo de desencadenar un acting suicida. 

Al respecto es sin duda preocupante la grave situación mundial producida por el avance de lo que se conoce como globalización: en el plano económico con su capitalismo deshumanizado, brutal concentración de la riqueza en pocas manos, precarización laboral, pauperización salarial, desempleo y exclusión de grandes mayorías;  y en el plano espiritual con su vacío existencial, su huída de los límites sanos, de los verdaderos valores y tareas de la vida, de la responsabilidad personal y social, con su nihilismo, falta de fe y motivación trascendente que llevó al auge e incremento de la tríada neurótica de nuestro tiempo posmoderno: la violencia-agresión, la depresión-suicidio y las adicciones (drogas, alcohol, dinero, poder, sexo). 

Pero también debemos reconocer que existen antídotos ante tan devastadora situación, que en el plano económico inclusive destacados gurúes financieros como Soros alertan contra las inequidades del capitalismo salvaje y propugnan una reformulación humanizada de su desarrollo. En el plano religioso, destacados contemporáneos como la Madre Teresa con sus obras de servicio a la humanidad y Juan Pablo II con su inteligente aggiornamiento de la Iglesia que camina hacia Dios y su clara defensa de los humildes excluidos dan testimonio  que otro camino es deseable, posible y urgente de transitar. También en el plano psicológico espiritual el mundialmente reconocido Dr.Víctor Frankl, eminente médico, psicólogo y filósofo creador de la Logoterapia (de logos: sentido) que alguna vez visitó Argentina, propugna volver a recuperar la dimensión trascendente del hombre concebido como un ser integrado bio-psico-socio-espiritual, con una libertad responsable y orientado a realizar los valores de creación (obras), vivenciales (amor, belleza) y de actitud (afrontar las situaciones límite de sufrimiento, enfermedad, muerte). 

Inclusive otro argentino notorio, mi ilustre vecino de Santos Lugares el escritor Ernesto Sábato, ha ido moderando en los últimos años su primitivo tono escéptico para acercarse más a una visión trascendente del ser humano, diría gracias a Dios sin ironía, por su valía como ser humano y su  importancia como modelo ético para una juventud muy sana pero a veces desesperanzada, sin ideales y confundida por el consumismo y la caída de los valores tradicionales. 

Creo sinceramente que los hombres sólo pueden dividirse entre buenos y malos; más allá de toda otra distinción el problema del Bien y del Mal sigue siendo el fundamental, por eso es dable suponer que como etapa superadora de la actual posmodernidad con su  economicismo decadente y deshumanizado está lentamente alboreando la ultramodernidad o hipermodernidad, como un nuevo proyecto de vida más espiritualizado y pleno de sentido, basado en la  buena voluntad y rectas relaciones humanas, y en el Bien divino, pletórico de auténticos  valores solidarios por los cuales luchar.                

En lenguaje sencillo esta postura significa que para salvarnos como seres humanos, para no suicidarnos como especie, debemos volver a las fuentes espirituales, al mensaje cristiano de amar al prójimo, volver a revalorizar la insustituíble contención afectiva de la familia más allá de los defectos que pueda tener; volver a sentir con el corazón a los seres queridos, las pequeñas cosas, el mate compartido, el bullicio de los niños, el cariño de los animalitos, el barrio, los vecinos, las plantas del jardín y las arboledas, la calesita y los amigos de la niñez, las calles y el potrero del parque fatigados cuando chicos, nuestros viejos poemas, el club que se lleva en el alma, los amaneceres, las puestas de sol y las noches estrelladas, volver a sentir el milagro de abrir los ojos cada día, volver a sentir que con cada latido participamos de la creación divina, nos abrimos a su amor y descubrimos el sentido a nuestra vida contribuyendo así con la evolución universal.

Tal vez éste, el de luchar por el bien y los humildes, el recuperar los sentimientos y el amor, y las lágrimas con que estoy terminando de escribir este artículo, sea el mejor legado que el Dr. Favaloro nos haya dejado y el mejor homenaje que él desearía y podemos hacerle hoy

Juan Martín Nuñez

Licenciado en Psicología (UBA-Univ.de Bs.As.)Posgrado en Logoterapia (UCA-Univ.Católica Argentina)

Desempeño en Consultorios Externos de Psicología Médica del Hospital de Clínicas José de San Martín de Buenos Aires. Docente de la Cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Medicina (U.B.A.) y de la Cátedra de Orientación Psicológica de la Facultad de Psicología (U.B.A.). Participante de jornadas, seminarios, congresos  y cursos de especialización.  Formación en Religiones Comparadas, Filosofía Oriental y Filosofía Espiritual con el destacado Médico de India Sri Swami Pranavananda Saraswati y Fundación Lucis Argentina-Lucis Trust Inglaterra. Formación Bianual Logoterapeuta, Fundación Argentina de Logoterapia. Cursante Doctorado en Psicología Universidad del Salvador. Asesor Cultural de la Asociación Mutual AEANA. Representante en Capital Federal de los Proyectos Educativo-Culturales INFOCIBER-ISES y AIKE HACER MAS del Instituto Salesiano de Estudios Superiores-ISES de Rio Gallegos, Provincia de Santa Cruz, Patagonia Austral, Argentina, (con aporte profesional en ambos), desarrollados en conjunto con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, bajo el auspicio del CONSUDEC, Consejo Superior de Educación Católica. Tutor de la Sección Psicología de la página web del I.S.E.S.. Realización de Diseño, Redacción, Estilo, Compaginación y Contenido Teórico (psicológico, filosófico, cultural, religioso) del Proyecto U.N.E.S.C.O. en Argentina. Integrante de la Academia del Pensamiento Nacional. Conferencista, Ensayista, Escritor y Periodista (como Colaborador Profesional).

También se encuentran estos artículos (más otros sobre violencia escolar, filosofía, ética, religión, psicología) en el libro digital que puede ser descargado directamente del sitio web Faro de la Utopía   http://farodelautopia.webcindario.com  -en el link obrante casi al comienzo donde figura la Bendición Apostólica de Francisco-.

LINK DIRECTO AL  libro digital en cd El sentido de la Vida  -CLICK ACÁ PARA BAJARLO GRATIS A TU PC-  integrado por las enseñanzas espirituales aquí obrantes y otras.

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El Padre Pepe, además de su excelente labor pastoral y social, también desarrolla en la villa La Cárcova una gran tarea relacionada con la prevención de adicciones

El padre José María Di Paola (Pepe) es el nuevo coordinador de la Comisión Nacional de Drogadependencia

14 de agosto de 2014 - Monseñor Jorge Lozano, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS,) y en ese carácter responsable de la Comisión Nacional de Drogadependencia, ha designado (con la aprobación de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina) coordinador de la misma al presbítero José María “Pepe” Di Paola, sacerdote del clero diocesano de la arquidiócesis de Buenos Aires.  Los responsables y miembros de las comisiones de la Conferencia Episcopal Argentina renuevan sus cargos cada tres años y solamente pueden ocuparlos por dos periodos consecutivos.

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El Papa Francisco condenó la legalización de la marihuana

 

20 Junio 2014 - El Sumo Pontífice rechazó las leyes que amparan la comercialización y consumo del cannabis; también cuestionó los procesos de desintoxicación con drogas sustitutivas

  NOTA: Al pie, links a mis escritos sobre Prevención de adicciones, en los cuales expreso similar opinión.

CIUDAD DEL VATICANO.- No a la legalización de la marihuana.  Así se plantó hoy el Papa Francisco, que condenó las leyes que amparan la producción, comercialización y consumo de esa droga.

"Los intentos, aunque sean limitados, de legalizar las denominadas drogas recreativas no son sólo muy cuestionables desde el punto de vista legal, sino que tampoco consiguen los efectos deseados", subrayó el Pontífice, al recibir a los participantes de la XXXI edición de la Conferencia Internacional para el Control de Drogas (IDEC).

El Papa no apuntó a ningún caso concreto, pero hizo críticas veladas a los proyectos de ley al respecto que hay en varios países. Uruguay se convirtió hace poco en el primer país latinoamericano en legalizar la marihuana, que se vende en farmacias. Como consumo recreativo, el cannabis es legal en los estados de Washington y Colorado, en Estados Unidos.

"Quiero decir no a todo tipo de droga, sobre esto no pueden existir compromisos", dijo Francisco, que también cuestionó los procesos de desintoxicación con estupefacientes sustitutivos y volvió a condenar el narcotráfico.

El Papa manifestó "dolor y preocupación por el flagelo de la droga que sigue extendiéndose en formas y dimensiones impresionantes, alimentado por un mercado del lucro que supera confines nacionales y continentales".

Francisco enfatizó que a los jóvenes que no trabajan ni estudian "les falta la esperanza" y por eso la droga se convierte lamentablemente en una solución para sus problemas.

El trabajo de "recuperación" de los jóvenes de la droga "es ínfimo, no es suficiente", consideró.  Allí apuntó contra los procesos de desintoxicación basados en estupefacientes sustitutivos. "Quiero expresar con total claridad que la droga no se derrota con la droga. La droga es un mal y con el mal no puede haber cesiones o compromisos", dijo Francisco en el discurso que publicó la oficina de prensa del Vaticano.

Para el Papa argentino, no "resuelve el problema" consentir el uso de psicofármacos a las personas que continúan usando droga y agregó que "las drogas sustitutivas tampoco son una terapia suficiente, sino un modo velado de rendirse ante este fenómeno".

Link a mis escritos sobre Prevención de Adicciones

y Link a  libro digital en cd El sentido de la Vida  -CLICK ACÁ PARA BAJARLO GRATIS A TU PC-  donde se hallan incluídos dichos escritos junto a otras valiosas enseñanzas espirituales

 

  03-10-2014 - Con Padre Pepe en villa La Cárcova.

La carta de los curas villeros a la Presidenta sobre la despenalización del consumo de droga

La misiva fue entregada a Cristina Kirchner el 1° de septiembre, pero los sacerdotes decidieron hacerla pública "ante las reiteradas consultas sobre las propuestas del titular de la Sedronar del pasado domingo". 

La Vicaría de curas villeros de la arquidiócesis de Buenos Aires entregó una carta el pasado primero de septiembre a la presidenta Cristina Kirchner , en la que expresaron sus reflexiones acerca de la despenalización de la tenencia para el uso personal de drogas.

Si bien la carta fue entregada a la jefa del Estado para agradecer la firma del convenio de los Centros Barriales de las Parroquias por intermedio de Cáritas Argentina con la Sedronar, los sacerdotes decidieron hacerla pública "ante las reiteradas consultas sobre las propuestas del titular de la Sedronar el día domingo".

La polémica se generó cuando el titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), Juan Carlos Molina , opinó que "habilitaría el consumo de todo".

En la carta, los sacerdotes explicaron que sus reflexiones acerca del tema "no pretenden ocupar el lugar que tiene la palabra de la Conferencia Episcopal Argentina" sobre la despenalización, y que les parece conveniente hacer un aporte a la discusión dado su trabajo en las villas de la Ciudad y algunas del Gran Buenos Aires.

"Comenzamos preguntándonos qué mueve a los que postulan la despenalización de la tenencia para el consumo personal: si dicen lo que dicen, ¿por qué llegan a esa afirmación? ¿Cuál es el motivo existencial que desencadena ese pedido? Es en esta pregunta en donde puede darse el encuentro. Entendemos entonces, que se busca no criminalizar al adicto, derivando el tema al ámbito de la salud", argumentaron los curas, para continuar explicando su trabajo diario con "los chicos y chicas consumidores de paco y otras sustancias", que "han hecho explotar la marginalidad, y nos la enrostra, dejando ver un tejido social que se ha roto".

Y continúan: "Por otro lado nos preguntamos: ¿cómo decodifican los chicos de nuestros barrios la afirmación de que es legal la tenencia y el consumo personal? Nos parece que al no haber una política de educación y prevención de adicciones intensa, reiterativa y operativa, se aumenta la posibilidad de inducir al consumo de sustancias que dañan a las personas. La experiencia de acompañar a jóvenes en el camino de recuperación y reinserción social nos ha permitido escuchar el testimonio de muchos que han empezado consumiendo un pequeña cantidad de sustancias para uso 'recreativo' y de pronto se encontraron consumiendo drogas más dañinas aún".

"Por eso desde nuestra mirada las drogas no dan libertad sino que esclavizan. La despenalización a nuestro parecer influiría hoy en el imaginario social instalando la idea de que las drogas no hacen tanto daño", señalaron.

"Antes de discutir la posible sanción de esta ley es mejor trabajar las representaciones sociales del problema a fin de generar cambios en la sociedad, y poblar el territorio con los dispositivos adecuados", argumentaron.

LA CARTA:

Buenos Aires, 1 de Septiembre de 2014

“En nuestras obras nuestro pueblo sabe que comprendemos su dolor.”

(San Alberto Hurtado)

Sra. Presidenta de la Nación

Dra. Cristina Fernández de Kirchner.

Tenemos el gusto de dirigirnos a Usted mediante esta carta, para agradecerle en primer lugar la

ayuda, que de distintos modos presta el Gobierno Nacional a nuestro trabajo pastoral en los barrios en que

vivimos. En particular le agradecemos hoy la firma a través de CARITAS Argentina de este convenio con

la SEDRONAR. El mismo potenciará el trabajo que venimos haciendo en los centros barriales y

comunitarios de nuestras Parroquias.

Aprovechamos la oportunidad que nos brinda esta audiencia, para acercarle nuestra mirada

acerca de la despenalización de la tenencia para el uso personal de drogas. Para nosotros no es solo un

problema de droga. Este flagelo pone de manifiesto el núcleo duro de la pobreza y la exclusión en nuestro

querido país. Seguir haciéndole frente a la exclusión es el cauce principal del cual no hay que apartarse, se

trata entonces de ajustar y de crear nuevas estrategias de intervención. En ese cauce se inscribe nuestro

trabajo y de él son deudoras estas reflexiones que le compartimos. En un espíritu constructivo y de aportar

al bien común de la Nación se las acercamos.

Que la Virgen de Luján, la Madre del Pueblo, la cuide y la acompañe siempre.

Lorenzo de Vedia, Carlos Olivero y Juan Isasmendi de la Villa 2124 y N.H.T. Zabaleta.

Guillermo Torre, Martín Carrozza y Eduardo Drabble de la Villa 31.

Gustavo Carrara, Hernán Morelli y Nicolás Angellotti de la Villa 11114.

Pedro Baya Casal y Gastón Colombres de la Villa 3 y el Barrio Carrillo.

Franco Punturo y Sebastián Risso de la Villa 20.

Sebastián Sury y Damián Reynoso de la Villa 15.

José María Di Paola de las Villas Carcova, 13 de Julio, Independencia y Curita.

Basilicio Brites de las Villas Palito, Puerta de Hierro, 17 de Marzo y San Petersburgo.

Jorge García Cuerva de la Villa la Cava.

Juan Manuel Ortiz de Rozas del Barrio el Talar.

El desafío de la exclusión y el consumo de drogas…

1 . Estas reflexiones sobre la despenalización no pretenden ocupar el lugar que tiene la palabra de la

Conferencia Episcopal Argentina sobre este tema. Ahora bien, como compartimos la vida en las

Villas de la Ciudad y en algunas del Gran Buenos Aires, tenemos un recorrido hecho en el trabajo

de prevención de adicciones, y del mismo modo acompañamos diariamente a personas en

situación de sufrimiento social a causa de las drogas, y ante reiteradas consultas, nos parece

conveniente hacer un aporte a la discusión del tema. Lo hacemos con espíritu de aportar al

diálogo, ofreciendo el propio pensamiento y buscando integrar el pensamiento diferente.

1 . Dialogar es buscar espacios de encuentro. Dialogar es comprender la búsqueda del otro. Por eso

comenzamos preguntándonos que mueve a los que postulan la despenalización de la tenencia para

el consumo personal: “si dicen lo que dicen, ¿por qué llegan a esa afirmación? ¿Cuál es el

motivo existencial que desencadena ese pedido?” Es en este “porqué” en donde puede darse

el encuentro. Aunque la conclusión a la que se ha llegado pueda ser verdadera o errónea, este

“porqué” creemos que es auténtico. Entendemos entonces, que se busca no criminalizar al adicto,

derivando el tema al ámbito de la salud.

1. A nosotros como sacerdotes, el Evangelio de Jesús nos invita a dirigirnos a las periferias

geográficas y existenciales, y a permanecer allí, con una presencia que ayude a cuidar la

fragilidad. Se nos invita a entrar en comunión con los más pobres, y desde los pobres llegar a

todos. Es así que en las Villas, nos toca en este tiempo acompañar especialmente a chicas y

chicos consumidores de paco y otras sustancias. Éstos, obviamente, la mayoría de las veces, no

pueden hacer oír su voz. Desde este lugar hacemos nuestro aporte. Por otra parte este camino

que va desde los pobres a todos, nos parece un programa más que valido a la hora de trazar

políticas de Estado, a la hora de legislar y a la hora de juzgar.

1. Como expresábamos en alguna oportunidad, para nosotros este no es sólo un tema de drogas, el

paco ha hecho explotar la marginalidad, y nos la enrostra, dejando ver un tejido social que se ha

roto. Nos encontramos con chicos y chicas con derechos básicos vulnerados. Muchos NN, sin

estudios primarios, con problemas serios de salud –tuberculosis, VIH, etc.,

sin posibilidad de trabajo, viviendo en la calle. Pero si miramos más en profundidad descubrimos una situación de

orfandad de amor, de ruptura o inexistencia de vínculos. Esta es una forma de pobreza que no se

puede registrar en términos de ingreso mínimo por persona. Pero existe, es real.

1 . A veces alguno puede pensar que son pocos los jóvenes con consumos realmente problemáticos,

que les hipotecan la vida. Dudamos realmente que sea un grupo pequeño, es más, creemos más

bien que se trata de chicos pobres de las villas y barriadas de la Ciudad y del Gran Buenos Aires.

¡La exclusión favorece la adicción y causa estragos! Creemos que desestimar los porcentajes de

adictos, por ejemplo al paco, es temerario, ya que la marginalidad es el mejor caldo de cultivo para

los consumos problemáticos. Por otro lado nunca hay que olvidar que detrás de las estadísticas

hay rostros concretos e historias muy dolorosas. Duelen hoy, no simplemente cuanto los números

los registran y aumentan.

1. La población de las Villas es joven. El eje central de la prevención tiene que pasar por la inclusión

social y para ello se requiere una presencia inteligente del Estado. Al mismo Estado le cuesta

hacer pie en nuestros barrios. Es que muchas veces se choca con el problema de la no tenencia

de las tierras y la consiguiente no propiedad de las viviendas, por parte de los vecinos y vecinas.

Siempre está latente el prejuicio: “no es su tierra, no pagan todos los impuestos, ni todos los

servicios, por eso no son ciudadanos”. Pareciera que esto hace que se caigan de hecho, otros

derechos humanos. Y obviamente todo esto es muy funcional al narcotráfico organizado.

1 . Por otro lado nos preguntamos: ¿cómo decodifican los chicos de nuestros barrios la

afirmación de que es legal la tenencia y el consumo personal? Nos parece que al no haber

una política de educación y prevención de adicciones intensa, reiterativa y operativa se aumenta la

posibilidad de inducir al consumo de sustancias que dañan a las personas. El sistema educativo

tiene muchas debilidades. Vemos una importante cantidad de chicos que dejan la escuela primaria,

mucho más la secundaria. ¿No estamos dejando su educación en manos de los grupos que cantan

su apología a la droga y al delito? La experiencia de acompañar a jóvenes en el camino de

recuperación y reinserción social nos ha permitido escuchar el testimonio de muchos que han

empezado consumiendo un pequeña cantidad de sustancias para uso ‘recreativo’ y de pronto se

encontraron consumiendo drogas más dañinas aun. Por eso desde nuestra mirada las drogas no

dan libertad sino que esclavizan. La despenalización a nuestro parecer influiría hoy en el

imaginario social instalando la idea de que las drogas no hacen tanto daño.

1. A veces se da una distancia grande entre algunas leyes que buscan garantizar derechos y la

realidad que intentan legislar. Entendemos que de ningún modo se puede criminalizar al usuario de

drogas. Sin embargo, pensamos que mientras se busca proteger los derechos de algunos, en la

práctica se desprotegen más los derechos de otros. Conocemos infinidad de casos de gente que

no lleva drogas ilegales en el bolsillo por temor a ser demorados por la policía. ¿Esta habilitación

para llevar drogas, no colabora con la naturalización del consumo? ¿No acerca la realidad del

resto de la sociedad a la de nuestras villas donde la despenalización de la tenencia esta dada de

hecho? Antes de plantear una ley así: ¿no sería mejor que para ese momento hayamos

concientizado a la sociedad que no está bueno, ni es saludable consumir drogas? ¿que hayamos

tejido una red asistencial? ¿No es una renuncia y un descompromiso la despenalización así de este

modo, sin mirar la totalidad del problema? Creemos que antes de discutir la posible sanción de esta

ley es mejor trabajar las representaciones sociales del problema a fin de generar cambios en la

sociedad, y poblar el territorio con los dispositivos adecuados. Por ejemplo a nivel de todo el

territorio nacional ¿no habría que esperar a que los CePLAs –Centros Preventivos Locales de las

Adicciones y los CETs –Casas Educativas Terapéuticas, funcionen adecuadamente? ¿y si

funcionan, alcanza con 150 CePLAs y 60 CETs? ¿no habría que hacer 1500 CePLAs y 500

CETs antes de plantear una ley sobre despenalización? Para nosotros poblar más el territorio de

dispositivos adecuados sería un modo concreto de dar más libertad a nuestros niños/as,

adolescentes y jóvenes, de darles más capacidad para elegir lo bueno para su vida.

9. Al visitar los penales nos damos cuenta que quienes asocian la droga con el delito, fácilmente

discriminan y estigmatizan a los usuarios de drogas, cerrándoles las puertas y haciéndoles mucho

más difícil el camino de la inclusión social. No obstante, sabemos que los penales están llenos de

personas que tienen problemas con la droga. ¿No habría que pensar este tema antes de

despenalizar la tenencia? No les damos oportunidades, naturalizamos el consumo, pero si el

consumo se les volvió problemático y los llevó por el camino del delito les caemos con todo el peso

de la ley. ¿No es poner toda la responsabilidad en la persona que no tiene oportunidades: hospital,

trabajo, educación, etc. sin hacerse cargo desde el Estado? Hay tantos chicos y chicas que casi

no tuvieron oportunidades, y a quienes el consumo se les hizo demasiado problemático.

¿Descriminalizar a los usuarios, no es también darles oportunidades a tiempo? ¿No habría que

hacer eso antes de despenalizar la tenencia? ¿No habría también que revisar el código penal y las

prácticas judiciales antes?

1. Recordando una imagen que ya utilizamos, podríamos decir que la discusión sobre la

despenalización corresponde a los últimos capítulos del libro y no a los primeros. Nos dicen que

ahora hay que despenalizar, y nosotros nos preguntamos quién arma la agenda de prioridades.

Porque si uno pregunta en los barrios, lo urgente es la creación de dispositivos preventivos y

asistenciales. Las preocupaciones de la mayoría de la gente de nuestros barrios son: “¿qué hago

con mi hijo que se me está yendo de las manos?”, “¿cómo hago, porque se puso rebelde y

ya no quiere ir al colegio?”, “¿Quien le puede hablar, está todo el día en la esquina con

mala junta y tengo miedo que me lo traigan en un cajón?”, “¿como hacemos con la

bandita de la esquina, que le roban a la gente que se está yendo a trabajar?”, “¿cómo

hago con mi marido que no puede parar de tomar, y encima se pone violento?”, “mi mujer

se va al bingo y se pasa todo el día, estoy preocupado” y tantas otras. La agenda política

debe responder a las necesidades de la gente.

1. Frente a este tipo de situaciones tenemos que responder cada uno desde el lugar que nos toca, con

una presencia que acompañe, con una historia de bien que se una a toda historia de sufrimiento

para abrir en ella un resquicio de luz. Ahora bien, en una sociedad donde muchas veces los

excluidos no son ‘explotados’, sino desechos ‘sobrantes’, nosotros tenemos la experiencia bíblica

de que: “La piedra que los constructores rechazaron ahora ha llegado a ser la piedra angular.” (Mt. 21, 42).

Con alegría podemos decir que muchos de los chicos y chicas que acompañamos, se han puesto de pie

y hoy son los verdaderos protagonistas del camino de inclusión, que empiezan a transitar otros

chicos y chicas, que están en la situación que ellos estaban. Son ellos los que ahora tienden la

mano, siendo portadores de esperanza.

1. Mirando a los niños y jóvenes de nuestros barrios apostamos a la esperanza, y nos

comprometemos a seguir trabajando por la inclusión social, de lo contrario se pierde mucho. Se

pierden, ante todo, a las personas que no pueden con su vida. Se pierden hombres y mujeres, que

por falta de igualdad de posibilidades se quedan a mitad de camino; y así se desvanecen sueños,

proyectos, talentos, valores, dones, ideales y horizontes, tan necesarios para construir una sociedad

más justa, solidaria y verdadera. Se pierden insospechables riquezas personales, como intelectos

lúcidos, manos hábiles y virtuosas para el trabajo, el arte y la ciencia, para hacer más promisorio y

posible el futuro en la Argentina. Perdemos corazones buenos y nobles, que aportarían dando

seriedad a las cosas, respeto al semejante y pasión para construir una patria de hermanos. En fin,

con los jóvenes que se quedan atrapados por las redes de las drogas, perdemos todos, porque “la

humanidad es una”, decía Bartolomé De Las Casas.

Pedimos a la Virgen de Luján, Madre del Pueblo, que cuide y proteja a sus hijos que padecen el

flagelo de la droga, de fuerzas a sus familias y luz a nuestra sociedad para generar vínculos de

projimidad y solidaridad.

Buenos Aires, 1 de Septiembre de 2014.

Lorenzo de Vedia, Carlos Olivero y Juan Isasmendi de la Villa 2124 y N.H.T. Zabaleta.

Guillermo Torre, Martín Carrozza y Eduardo Drabble de la Villa 31.

Gustavo Carrara, Hernán Morelli y Nicolás Angellotti de la Villa 11114.

Pedro Baya Casal y Gastón Colombres de la Villa 3 y el Barrio Carrillo.

Franco Punturo y Sebastián Risso de la Villa 20.

Sebastián Sury y Damián Reynoso de la Villa 15.

José María Di Paola de las Villas Carcova, 13 de Julio, Independencia y Curita.

Basilicio Brites de las Villas Palito, Puerta de Hierro, 17 de Marzo y San Petersburgo.

Jorge García Cuerva de la Villa la Cava.

Juan Manuel Ortiz de Rozas del Barrio el Talar.

 

Lorenzetti pidió políticas claras para combatir el narcotráfico

En la Conferencia Nacional de Jueces, en Mar del Plata – 01-10-2014

 

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, advirtió hoy que se necesitan "políticas concretas y coordinadas para mejorar el nivel de seguridad de nuestra población" y, en ese marco, pidió medidas "claras" desde el Estado para combatir el narcotráfico.

Lorenzetti aseveró que "no se puede hacer ninguna afirmación a la ligera" en relación a la despenalización del consumo de drogas, al alertar sobre las consecuencias que puede traer "ir apresurados por un camino que no sabemos cuál es su consecuencia".

Al hablar en la Conferencia Nacional de Jueces, que se celebra en la ciudad de Mar del Plata, el titular de la Corte se quejó porque "no logramos políticas concretas y coordinadas para mejorar el nivel de seguridad de nuestra población" y reclamó "políticas de Estado claras para combatir el narcotráfico".

Link a mis escritos sobre Prevención de Adicciones

 

5  Faro de la Utopía - (Portal Web: como se ve en Internet)        Ver el sitio web directamente  http://farodelautopia.webcindario.com

  Para su mejor exploración y visualización completa, recomiendo visitar el sitio web directamente en Internet: http://farodelautopia.webcindario.com

 

 

6  Educomunicación Social Salesiana de Don Bosco Y Bibliotecas Digitales ISES (Instituto Salesiano de Estudios Superiores    Y Misión Padre Pepe

 

PROPUESTA DE EDUCOMUNICACIÓN PARA LA FAMILIA SALESIANA

(Presentada por ECOSAM – Equipo de Comunicación Social del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en América, Caracas, Venezuela, marzo de 2001)

El documento presenta en sus tres partes -Marco Situacional, Marco Teórico y Marco Operativo- las razones que hacen impostergable una propuesta de esta naturaleza, las referencias en que se apoya y los posibles caminos que la hacen viable.

 MARCO SITUACIONAL

Con la consolidación de la Era de la Información todo cambió muy rápidamente, desde las cosmovisiones que alimentan el imaginario del ser humano, hasta la forma en que las personas se relacionan con sus semejantes. La humanidad está sumergida en una sociedad profundamente mediática. Gran parte de las transformaciones actuales tienen como testigo ineludible a la comunicación masiva. Los medios de comunicación adelantan transformaciones culturales que inciden en el área comunicativa y educativa de la sociedad.

Democratización excluyente.

Si bien las redes electrónicas están constituyendo un nuevo espacio para la opinión pública en el que el pensamiento colectivo pudiera construirse con puntos de vista diferentes y a partir de distintos lugares, el nivel de desigualdad y de desequilibrio entre el Norte y el Sur del Planeta, ahonda aún más las diferencias entre quienes están “enganchados” a la tecnología y quienes no tienen posibilidad de frecuentar ni siquiera la escuela.

 Redes comunicacionales

Las redes instauran un nuevo modo de ser ciudadanas y ciudadanos, de convivir. Convierten las ciudades en teleciudades, crean un nuevo ser humano “electrónico”, portador de múltiples sistemas-prótesis agregados a su cuerpo, equipa las casas con los “multimedia familiares” que transforman los hogares en terminales conectados a sistemas electrónicos mundiales, como la telefonía, la televisión, los modems de los computadores, la impresora, el fax... La vida cotidiana está totalmente permeada por la electrónica. La electrónica introdujo un nuevo modelo de intercambio: la interactividad y la posibilidad de producir comunicaciones a partir de los que antes se llamaban “público”.

La existencia de redes se constituye en una oportunidad para potenciar esfuerzos, para abandonar el aislamiento y los proyectos reductivos, para socializar el conocimiento y para optimizar los recursos.

 Inmaterialidad de los espacios virtuales

La gran revolución de la relación persona-mundo en las altas esferas de la tecnología consiste en que nuestras fantasías, los mundos que pueblan nuestra imaginación, todo aquello que era sólo nuestro y personal, es ahora colectivo, real e interactivo.

 Singularidad Juvenil

¿Quiénes son los jóvenes del siglo XXI? Primero es necesario preguntarse qué conceptos mentales se manejan cuando se habla de “juventud”. No existe un paradigma hegemónico que defina a la juventud. Esto plantea la necesidad de definir a este sujeto social a partir de un conjunto de factores. Como fenómeno multidimensional, la juventud debe ser considerada a partir de su significatividad específica en los diversos contextos de la vida social: creaciones, educación, trabajo, comunicación, participación o exclusión del consumo. Pensar en la juventud requiere un esfuerzo de relectura del mundo.

La cosmovisión juvenil se conforma a partir de presupuestos vivenciales fruto de intercambios comunicacionales planetarios. Los jóvenes experimentan una sensación de ubicuidad, moviéndose a través de diversas culturas y “geografías” virtuales, entrando en relación con otras lenguas, culturas, entretejiendo un conocimiento híbrido.

La juventud hoy es considerada como “generación @”, o sea, generación de la era digital. La capacidad de comunicación se convierte en imperativo y condición de sobrevivencia, y la apropiación de las nuevas tecnologías y códigos lingüísticos hace de los jóvenes nuevos actores sociales.

 Desafíos a la Educación

¿Qué desafíos plantea el mundo de la comunicación a la educación? ¿Qué cambios organizacionales se requieren para la construcción de ecosistemas comunicativos que posibiliten el intercambio, la solidaridad entre los actores sociales de la escuela y de la sociedad?

       formar para una ciudadanía local, nacional y mundial;

       educar para una convivencia solidaria y ética;

       formar para la cooperación y la tolerancia;

       tomar en consideración la cultura digital y virtual de la comunicación;

       instaurar nuevas relaciones pedagógicas comunicacionales;

       formar para la capacidad de negociación de sentido con las diferentes instancias de información;

       partir de una matriz pedagógica que propicie estrategias, metodologías, procedimientos con miras al desarrollo de competencias comunicativas;

       crear metodologías para la alfabetización multimedial (tecnológica e informacional);

 

MARCO TEÓRICO

Educomunicación

Educomunicación es toda acción comunicativa en el espacio educativo, o sea, la comunicación interpersonal, grupal, organizaconal y masiva, realizada con el objetivo de producir y desarrollar ecosistemas comunicacionales.

 Áreas de intervención

 Educación para la Comunicación

Comprende los programas y acciones orientados, dentro o fuera de la educación formal, al estudio y comprensión de los procesos de la comunicación humana, y del fenómeno de la Comunicación Social: el lugar que ocupan en la sociedad, su impacto y las implicaciones que se derivan de la comunicación mediatizada.

Este estudio de carácter teórico-práctico, busca la formación de interlocutores sociales responsables, críticos y creativos, promotores del acceso de todos a los recursos de la comunicación y a su utilización como medio de expresión de los individuos y los grupos sociales.

 Mediación Tecnológica 

Las Nuevas Tecnologías dan paso a nueva cultura que requiere ser conocida y comprendida. Han entrado a la escuela y demandan la actualización constante de los educadores.

La mediación tecnológica en la educación comprende los procedimientos y las reflexiones en torno a la presencia y múltiples usos de las nuevas tecnologías de la información en la educación.

Propone a la comunidad educativa la utilización de los recursos tecnológicos a partir de una perspectiva ciudadana.

 Expresión y artes

El área de Expresión y Arte, dentro de la Educomunicación, debe cuidar especialmene los espacios de protagonismo juvenil en los que niños, adolescentes y jóvenes puedan ser ellos mismos, expresarse con espontaneidad, descubrir su propia palabra y su manera particular para decirla a los otros.

A través de la expresión artística los Medios trabajan las emociones, la estética, la belleza, el disfrute de la vida, la alegría. Y todo ello contribuye a construir sentidos que impulsan para la acción política en la sociedad.

Comunicación para el ejercicio de la ciudadanía

Las motivaciones que llevan a los profesionales a establecer vínculos entre comunicación-educación están permeadas por las utopías sociales. Los educomunicadores creen en la mediación de la comunicación con y para  la educación, en cuando acción política de intervención en lo social fragmentado y complejo de la postmodernidad, estructurado sobre la lógica del poder económico financiero internacinal y del fenómeno de la globalización.

Ejes Transversales

 Gestión de Procesos Educacionales

. Por “gestión de procesos comunicacionales”, se entiende la administración del ecosistema comunicacional. Garantizar la interconexión sin sectorización; generar interdiscursos entre las áreas de acción, y potenciar el coeficiente comunicacional de los procesos culturales. Esto requiere que, en todas las etapas del proceso, haya proyectos que garanticen la convergencia de las áreas de intervención en un mismo objetivo.

Investigación

Es el motor del proceso educomunicacional. Busca darle soporte teórico a la práctica,  y legitima la Educación en el campo cultural. La reflexión permanente sobre los procesos que se llevan a cabo, permite la evolución del campo y lo identifica como sujeto autónomo del conocimiento.

 Formación-Capacitación

El nuevo campo de la Educomunicación requiere, por su complejidad y transformación constante, por su novedad, un esfuerzo sostenido de formación continua. No sólo de los educadores, sino de toda la comunidad Educativa involucrada en el proceso de crecimiento de los educandos. Pero es indudable que los educadores tienen un papel protagónico.

La Formación-Capacitación, se presenta como un eje transversal en todo el proceso educativo, debe constituir una práctica permanente en los educadores, sea cual fuere el área de Educomunicación en que intervenga.

 MARCO OPERATIVO

 Educomunicación: ¿mosaico o campo articulador?

Para hacer frente a los desequilibrios producidos por la globalización y la filosofía postmodernista, la Escuela contemporánea debe encaminarse más a la sensibilidad humana que a la racionalidad abstracta y distante. Esto conlleva la necesidad de:

     Educar para la incertidumbre.

     Educar para el disfrute de la vida

     Educar para la significación

     Educar para la convivencia

     Educar para apropiarse de la historia y de la cultura

 Un ambiente privilegiado

Como familia salesiana, estamos en las mejores condiciones para poder acompañar procesos educativos que permitan a los jóvenes apropiarse de las claves de lectura de la cultura actual y crear nuevas expresiones y síntesis culturales:

      Vivimos entre los jóvenes, compartiendo espacio y tiempo, estableciendo relaciones de familia cálidas y cercanas que favorecen la comunicación y el conocimiento de las inquietudes juveniles y los nuevos lenguajes con los que ellas y ellos se expresan.

      Consideramos de vital importancia el protagonismo juvenil, lo que permite la expresión abierta de los códigos con que los jóvenes intercambian significados, de las síntesis que van haciendo de la propia comprensión de sí mismos, de su entorno, de su momento histórico, de sus anhelos y temores.

      Tenemos espacios privilegiados que permiten que esto suceda: Centros juveniles, procesos grupales, escuelas, proyectos de voluntariado...

 Ecosistemas comunicacionales

      La educación trabaja la información, sistematizándola y divulgándola; trabaja lo lúdico, movilizando sentimientos, emociones; cultiva y difunde valores.

      La educación representa un espacio comunicacional único capaz de dar al niño, al adolescente o incluso al joven universitario, condiciones impares para expresarse, desenvolviendo su capacidad de tener y usar la palabra, una palabra que con frecuencia le será negada por el sistema masivo de los medios de comunicación.

Tareas de la Gestión de la Comunicación

       Elaborar diagnósticos

       Asesorar a los educadores

       Promover un alto grado de comunicación y creatividad en el espacio educativo,

A continuación, otros extractos muy valiosos sobre temas educativos fundamentales:

SOLIDARIDAD – RECIPROCIDAD

En la última década del siglo XX, la Familia salesiana ha reflexionado a través de sus respectivos Capítulos Generales y ha puesto en circulación ideas en torno a la reciprocidad, en todos los terrenos, (pero privilegiando el horizonte de género y de la educación) con el fin de relanzar la Escuela en esta prospectiva.

La Hermana Marie Gannon FMA, en su texto La Reciprocidad Hombre / Mujer (1.995), consigna la fisonomía de la reciprocidad, una especie de estado del arte de los diez años precedentes. Allí presenta una encuesta sobre las contribuciones bibliográficas en torno a la reciprocidad (son las mujeres, 71%, las que más escriben sobre la temática). El concepto se organiza alrededor de tres palabras claves: como modelo de comportamiento o actitud que se aprende y poco a poco se interioriza; como criterio formal de evaluación de las distintas propuestas culturales relacionadas con la identidad y los roles sexuales y como proceso – camino de relaciones humanas. Aborda también las modalidades de relación recíproca (que implica gratuidad, correspondencia y comunión), en fin, las cualidades de la reciprocidad (creatividad, dinamicidad y fecundidad) y sus ámbitos (amistad, pareja, familia y mundo juvenil), para terminar diciendo junto con otra estudiosa del tema, Julia Paola de Nicola, que "la reciprocidad representa una utopía, por lo tanto un desafío, el de construir un mundo más humano para las mujeres y los hombres, distinguiendo bien entre utopía como fantasía de un lugar inexistente y utopía como tensión ideal hacia los valores de los que queremos alimentar la realidad."

Carmiña Navia Velasco en un artículo escrito en la Revista Utopías (N° 67, Año VII, agosto de 1.999) y titulado "Ante la tragedia colombiana: "Globalizar la solidaridad". Construir en reciprocidad", presenta una apuesta por el compromiso cristiano que edifica fraternidad desde un sesgo de género que se explicita así: "mi planteamiento y mi propuesta es: la construcción de un mundo en el que las relaciones sean distintas y recíprocas se puede realizar mejor, desde la mujer, desde su perspectiva y su aporte."

El lenguaje también ha sido cruzado por estos tradicionales y renovados significados. Por ejemplo, ayer se hablaba de compartir, de delegar, de reciprocidad; hoy se habla de empowerment, es decir, de compartir el poder a todo nivel, lo que hace viable el aporte de lo mejor de las propias capacidades para bien de todos, y el implicar realmente a cada uno en la marcha de todo.

Sor Cándida Aspesi a partir del pensamiento del Papa Juan Pablo II, quien sostiene que la solidaridad es el nuevo rostro de la caridad, presenta en marzo de 2000, Las palabras de la Solidaridad (reciprocidad, restitución) en clave de género y de ciudadanía responsable. Desde aquí llama a donar lo que falta, con nuestra acción, o a la restitución de la familia, la restitución del trabajo y la restitución de la educación. Culmina con una expresión precisa que anima el trabajo de cara al nuevo milenio: "Solidaridad es, entonces, reciprocidad en red, restitución de aquel derecho a ser mujeres en la propia cultura y en el propio trabajo, con la creatividad y los matices que la mujer sabe dar a la economía y a la solidaridad misma."

                                                   - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

/// extracto del documento Escuela Salesiana Incluyente en clave evangelizadora…..////

Leyendo y releyendo datos en la óptica de la exclusión social.

 

 Un intento por comprender mejor el término “exclusión social”

 

Comenzamos afirmando que el término exclusión pide un complemento – excluido de qué? La inmensa masa de los excluidos no está fuera del planeta, ni de los respectivos países donde viven. Estas personas tampoco están excluidas del alcance de los medios de comunicación de masas, que socializa la cultura dominante y los patrones de deseo de consumo. Las personas pobres también tienen deseos de consumo, en gran parte determinadas por los medios de comunicación, así ellos no tengan condiciones para satisfacer tales deseos a través de las compras en el mercado. Esta imposibilidad o esta gran dificultad para satisfacer los deseos  de consumo y sus necesidades básicas para una vida digna, está unida a su exclusión o a una inserción extremamente desfavorable en el mercado de trabajo.

 

Estar excluido del mercado consumidor va mucho más allá de la no satisfacción de sus necesidades básicas (materiales y simbólicas). Significa la imposibilidad de construir la propia identidad en la convivencia con otros grupos. Lo que la persona consume, define la pertenencia al grupo. Estar excluido del mercado significa tener un bajo nivel de autoestima y estar fuera de las relaciones sociales significativas y reconocidas por la sociedad.

 

Así, siendo los pobres, están dentro del mismo territorio, de la misma sociedad y del alcance de los medios de comunicación que socializa la cultura y los deseos de cultura. Pero al estar excluidos del mercado de trabajo o de los puestos de trabajo razonablemente remunerados, están excluidos del mercado de consumo y de las relaciones sociales significativas y reconocidas por la sociedad, es decir, por quienes son reconocidos como pertenecientes a “buena” parte de la sociedad. (Assmann y Sung, 2000).

 

La exclusión es un hecho y la mayoría de la población está excluida en el mundo. Es difícil imaginar: más de 1,3 billones de personas viven con una renta igual o menor a un dólar por día. Entre ellas, la mayoría está conformada por mujeres y niños. Las mujeres constituyen un 70% de los que viven en la pobreza absoluta (feminización de la pobreza). La exclusión no para ahí y, en la sociedad del saber, cerca de 1 billón son analfabetos (Sandrini,1990).

 

En el Brasil vivimos una realidad social de exclusión que es el origen de todos los males. Como vimos en las estadísticas presentadas en el 3er. punto, en América Latina y principalmente en el Brasil se pinta un cuadro de las más inicua distribución de la renta del planeta.

 

Miguel Reale en el espacio abierto de “Folha de S. Paulo” del 11 de noviembre de 2000, enfatiza los desafíos que se deben enfrentar en la búsqueda de soluciones en el campo social y que deben ser  encabezadas por la reforma tributaria y la reforma agraria. Enfatiza también que no será en la línea del neoliberalismo como se podrá alcanzar un resultado benéfico, ya que sus partidarios lo esperan todo del libre juego del mercado. El camino que se abre, según Miguel Reale, es el del social-liberalismo o del liberalismo social, en el cual la libertad y la igualdad se integran armoniosa y prácticamente, por encima de los conflictos ideológicos que caracterizaron el siglo que se terminó. (Reale, Folha de S.Paulo, nov.2000).

 

Pablo Gentili, analizando el problema de la exclusión social, denuncia el rostro más deplorable de la misma, la invisibilidad. Es la invisibilidad la marca más visible de la exclusión en este final de milenio. La exclusión está allí, - impúdica y cruel y brutal; se manifiesta en cada esquina, en cada barrio, en cada calle. Sin embargo, esta exclusión se volvió invisible y parece haber perdido el poder de producir espanto, de producir indignación en buena parte de la sociedad. (Gentili, 1999).

 

La exclusión se vuelve normal, se hace natural y desaparece como problema, para convertirse en un dato de hecho. Este es el poder de la cotidianidad, o sea, el volverse invisible a los ojos. Lo que es cotidiano se normaliza y el poder de la normalidad es diluirse, desaparecer como problema para convertirse en un hecho contra el cual poco o nada podemos o debemos hacer.

 

Los números anteriores de este marco situacional intentaron trazar unas estadísticas de la pobreza en el mundo, da la situación escolar en América Latina, y otros datos de la realidad. Nos vemos sorprendidos cuando el periódico anota un desempleo con niveles de 20% en el gran S. Paulo, pero no nos sensibilizamos con la manifestación concreta de este fenómeno en las filas interminables de desocupados en busca de trabajo. Humberto Eco dijo una frase – que ya se hizo célebre – en la que afirma que el poder de las estadísticas es demostrar que, si un individuo en una ciudad se comió dos pollos, dos individuos se comerán un pollo cada uno. La estadística acaba por hacer que los datos de la realidad se vuelvan índices. Los índices son más importantes que las personas de carne y hueso.

 

Pablo Gentili insiste: “En nuestras sociedades dualizadas, los excluidos deben acostumbrarse a la exclusión y los no-excluidos también. La exclusión se diluye  en el silencio de los que sufren y también en el silencio de los que la temen” (Gentili, 1999, 16).

 

Podríamos comenzar a hacer la lista de los excluidos y entonces acabaríamos por percibir que los excluidos son la sociedad toda, menos algunos pocos. Y como está tan generalizada la exclusión, el propio concepto se volvió débil. Según el sociólogo francés Robert Castel, podemos identificar 3 formas de excluir:

 

  1. Realizar una política de exterminio de determinada población o grupo social (excluir = exterminar).
  2. Excluir a través de políticas de aislamiento o de desfase – hacemos esto con instituciones que sirven para formar grupos de apartados. Son instituciones de exclusión de individuos con necesidades especiales.
  3. Existe una tercera forma de exclusión más sofisticada que se instaló en la segunda mitad del siglo XX: según Castel es la “exclusión incluyente”. Determinados individuos que no son exterminados, que no están puestos en ghetos sino que son aceptados para participar – aunque de manera subordinada y sumisa – de la vida cotidiana de las grandes ciudades. Los desempleados y principalmente los no-empleables. Ejemplo: una mujer, negra, con más de 50 años puede ser considerada en S. Paulo como no empleable.

 

Hoy la exclusión está enmascarada con esta seudo-inclusión que hace circular en la sociedad diferentes clases de excluidos, creando así un sinnúmero de ciudadanos de segunda categoría. Y así apaciguamos nuestra conciencia porque somos un país democrático “en el que todos tienen voz”, aunque “muchísimos de ellos” no tengan la “misma voz” de pequeña minoría. Más todavía, así ellos estén con nosotros, conviven con nosotros sin incomodarnos.

 

Algunos datos sobre la exclusión de la educación.

 

  1. Exclusión de la escuela: la población que no frecuenta la escuela. Estadísticas de los últimos 5 años. Podemos concluir que, de la población que no frecuentaba la escuela, casi 3.2 millones de personas de 7 a 14 años, otros 3,4 millones entre 15 y 17 años, y 2,1 millones de 5 y 6 años de edad. Concluimos que hubo una disminución considerable de exclusión de la escuela en el segundo quinquenio de la década de los 90.
  2. Exclusión en la escuela: o sea, todos aquellos niños y adolescentes que acusaron fuerte desfase en los estudios con relación al patrón esperado, es decir, que presentaron dos o más años de atraso en los estudios con relación a la edad, generalmente como consecuencia de sucesivas reprobaciones. Como patrón se consideraba: 7 años (1ª. Serie), 8 años (2ª serie)... 14 años  (8ª serie de la enseñanza básica), 17 años (3ª serie de la enseñanza media). Los alumnos fuertemente desfasados son considerados como excluidos en la escuela.

En 1996, por ejemplo, el Brasil presentaba:

    1. cerca de 171 mil niños de 8 años que aún frecuentaban la escuela (ya deberían estar en la 2ª serie).
    2. Cerca de 92 mil niños de 9 años que todavía estaban en la pre- escuela y otros 589 mil estaban retenidos en la 1ª serie cuando deberían estar en la 3ª. Serie.
    3. Dentro de los niños de 11 años que deberían estar cursando la 5ª serie del básico, teníamos 33 mil todavía en la pre-escuela, 280 mil en la 1ª serie, 398 mil en la 2ª serie, 539 mil en la 3ª serie... todos ellos en número superior a 1,2 millones de niños que acumulaban dos o más series de atraso.
    4. Los adolescentes van también por allí: de los 3,7 millones de 14 años, 743 mil todavía permanecen retenidos entre la 1ª y la 4ª serie del básico.

 

Esto significa que a pesar de todos los avances, podemos ver que los excluidos forman un contingente que asusta – llegando a 35% globalmente. Y mirando a los adolescentes de 14 años, tenemos cerca de 50%. Este es todavía el mayor problema de la escuela brasilera[1][7].

 

 La educación cristiana en el escenario – Educar para la Solidaridad

 

La educación cristiana no es un departamento de empresa católica encargada de producir convicciones, transmitir competencias, y reproducir los sentimientos propios de un universo católico; sino que es llamada a sistematizar la experiencia cultural del cristianismo. Y no podemos olvidar  que la contribución cultural más original del cristianismo fue, principalmente, el  incorporar a la construcción de la identidad personal y a la sociedad, como proyecto colectivo (de la comunidad cristiana), la opción por los últimos y el descubrimiento del valor de la historia como potencial libertador (Roca, 1999).

Podemos decir que el cristianismo entra en la esfera educativa por su pasión hacia los “perdedores”. Escogió la esfera educativa porque allí es donde se forjan las primeras desventajas, se configuran los perdedores y se humaniza la condición humana. La educación es necesaria para que los pobres puedan salir de su pobreza, vencer su precariedad y reducir su vulnerabilidad.

 

En el último siglo la historia de la santidad se asoció con las grandes creaciones educativas al interior de la cuestión social[2][8]  Qué hacer con los niños pobres? Cómo encarar las consecuencias del pauperismo? Cómo reducir los estragos de la modernización incipiente? El siglo XIX se cerró con una herida sangrienta, por la que afloraban sus conflictos: la cuestión obrera, por la que supuran sus contradicciones y la pus de esta herida se llama “exclusión”.

 

El viejo Rousseau tenía razón – “las ciencias y las artes no harán el mundo mejor” – Este fenómeno es todavía más inhumano que el de la opresión. El mundo del trabajo fue el más implicado volviéndose cada vez menor, cada vez más complejo y está haciéndose cada vez más exigente. Esto ha sido causado por el ingreso de tres nuevas tecnologías post-industriales: la informática (computadores), la telemática (computadores asociados a las telecomunicaciones), y la robótica. Todo esto hizo, como ya lo vimos, que el mundo del trabajo se hiciese pequeño, complejo y, por lo mismo, selectivo[3][9] Esta selectividad trajo el gran dolor de la era post-industrial que es la exclusión. Surgió, por tanto, la figura de los “excluidos sociales”, que son personas, grupos sociales y países echados fuera del sistema y cuya preocupación básica es afirmarse como vivientes.

 

El sistema educativo, como institución moderna, se vinculó desde sus orígenes con las exigencias de los procesos de los trabajadores y pretendió ser funcional para tal proyecto. Bajo el lema de la modernización, el sistema educativo realiza su última reforma para adecuarse a la máquina productiva. Los “factores de inclusión” determinan proyectos educativos para el “saber hacer” y las habilidades profesionales acabaron por sustituir la sabiduría de la vida.

 

Estamos abriendo el nuevo milenio en un momento histórico en el  que más brutalmente se expresa el economicismo de la educación. Y esto se da en un proceso más agudo aún que el reduccionismo, en el que pasa a ser concebido como una instancia de socialización, de formación y capacitación dirigida hacia la supervivencia en un mercado en el cual se anuncia el fin del trabajo productivo por la acción de la revolución tecnológica.

 

Cuál será el papel de la escuela en este escenario? Será el de dar “todas las competencias y conocimientos”  para que sobreviva en un mercado cada vez más competitivo? Será la función social de la escuela el permitir la supervivencia  de los mejores en un mercado altamente competitivo? Y qué sería este inserirse competitivamente en el mercado de trabajo?

 

El gran desafío del siglo XXI es recuperar la función social de la escuela en la formación de la conciencia de los individuos, recuperar la función política de las instituciones educativas, recuperar la función social de la escuela como instancia de integración en la vida social, en la vida económica, en la vida cultural, en la vida espiritual sin ningún tipo de discriminación sexual, racial, regional. Tenemos que ver que hay una educación que produce nuevas exclusiones, en la medida en que las desigualdades existentes se amplían; y hay una educación profundamente liberadora en la medida en que construye opciones de una sociedad más justa.

 

La escuela realizará esta empresa introduciendo una moralidad solidaria, tolerante, una moralidad que procura, que busca, desesperadamente la construcción de igualdad radical entre los hombres y las mujeres, una igualdad fundada en criterios de solidaridad, justicia, libertad, respeto.

 

Es fundamental que toda la actividad pedagógica sea una actividad de formación moral explícita o implícita. Este saber práctico que orienta la conducta de las personas: valores, principios, normas... y que ayuda a las personas a responder a la pregunta “cómo debo obrar”, debe atravezar transversalmente todas las actividades del salón de clase. Entonces, cuando una profesora entra en el aula de clase y comienza a organizar y a distribuir sus alumnos en el espacio escolar, ya está formando moralmente.

 

Es precioso el testimonio de Theodor Adorno sobre la función social de la escuela. Este, habiendo sido perseguido por el régimen nazista y habiéndosele preguntado sobre el asunto, respondió: La función social de la escuela es la de evitar que Auschwitz se repita y para esto tocará a la escuela hacer que Auschwitz se haga moralmente insoportable!

 

Acompañando las afirmaciones de García Roca, el cristianismo en la escuela se une a este empeño. El gran servicio que el cristianismo puede prestar en este momento es invertir en el sentido compasivo de la vida. Y para ello deberá dedicarse a crear escuelas especiales, con la finalidad de dar un trato específico a los excluidos (Roca, 1999).

 

Es urgente una “Teología de la Exclusión” y una “Educación para la Solidaridad”. Esto va a requerir una transformación radical de nuestra manera de ver la educación. Cuando el problema fue la “opresión” tuvimos el verbo “conscientizar”, usado y abusado; hoy, cuando el “problema” fue retirado de nuestra frente (excluido), necesitamos volver a nuestros discursos pedagógicos el verbo “sensibilizar”. El trabajo pedagógico necesario para el nuevo milenio deberá, entonces, volver  a la cultura del voluntariado[4][10]

 

Por fin, respondiendo al desafiante programa de términos una educación cristiana y una escuela católica que no excluyan, creo que necesitaremos especializarnos en el arte de educar para la convivencia. Como nos dice el educador colombiano José Bernardo Toro (1995) “la convivencia social, por no ser natural, requiere aprendizajes básicos que deben ser enseñados, aprendidos y desarrollados todos los días. Esta es una tarea de toda la vida de una persona y de una sociedad”. Y el mismo educador apunta siete reglas básicas para la convivencia social que deberán enmarcar el trabajo educativo de la escuela:

  1. Aprender a no agredir al semejante
  2. Aprender a comunicarse
  3. Aprender a interactuar
  4. Aprender a decidir en grupo
  5. Aprender a cuidarse
  6. Aprender a cuidar el lugar en que vivimos
  7. Aprender a valorar el saber social[5][11]

 

La escuela que prioriza en su discurso pedagógico la calidad de las relaciones estará, seguramente, combatiendo de frente a la exclusión. El sentido de inclusión deberá ser el gran tema transversal de la Educación y de la Escuela que se abre al siglo XXI.

 

El sentido de inclusión significa sobrepasar la propia individualidad, -como ya lo desarrollé arriba-, en pertenecer a grupos, asociaciones y conjuntos de personas que se unen para actuar en función de algo. El sentido de inclusión está profundamente relacionado con la ruptura de pensar, sentir y actuar aislado de la persona

 

Y lo que García Roca llama una educación proveedora de redes – en este contexto el punto crucial para la acción educativa consistirá en romper la línea divisoria que separa la institución escolar de la comunidad, en desmontar la polarización existente entre organización educativa y técnica, por un lado, y lo informal y espontáneo, por otro. Educar para los tiempos de la globalización económica exige crear redes de solidaridad internacional que activen a la sociedad mundial y sean soporte civil de la mundialización (Roca, 1999).  


[6][1] El nuevo orden está haciendo como que se piense en la problemática de gobernabilidad política en la actualidad. Los estudiosos en este campo afirman que, a partir de la década de los 70, comenzó una crisis de gobernabilidad con el rompimiento del acuerdo de Bretton Woods y con el establecimiento del agotamiento del período de oro del capitalismo. Según Hobsbawm (1995), el capitalismo tuvo sus operaciones incontrolables y los modelos de coordinación tradicionales no funcionaron más. A partir de esta constatación se creó, en 1992, la Comisión sobre el “Gobierno Global”, con el objetivo de examinar las posibilidades creadas al finalizar la Guerra Fría y de establecer un sistema más eficaz de seguridad y de gobierno mundiales.

[7][2] Con el rompimiento del “Acuerdo Bretton Woods”, en el que el dólar era la moneda patrón, tuvimos el traslado de la producción de dinero a la producción real de bienes y servicios, esto es, a la realización del trabajo, único generador de valor en el capitalismo. La desregulación del capitalismo-dinero es algo que afecta directamente las estructuras de los estados-naciones con sus bancos centrales y sistemas financieros.

[8][3] Hugo ASSMAN, Jung Mo SUNG, Competencia y sensibilidad solidaria. Educar para la esperanza. Petrópolis Editora Vozes, 2000)

1

[9][4] Todas las informaciones de este subtítulo están tomadas del documento síntesis – Panorama social de América Latina – hecho por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe – Naciones Unidas – 1998)

[10][5] KRAWCZYK Nora y otros (orgs) El escenario educativo Latinoamericano en el umbral del siglo XXI) Reformas en debate. Campinas, Autores Asociados, 2000 pg.03

[11][6] ARELARO Lisete Regina Gomes. “Resistencia y Sumisión. La reforma educativa en la década de 1990” en KRAWCZYK Nora y otros (Orgs). El escenario educativo latinoamericano al umbral del siglo XXI. Reformas en debate. Campinas: Autores Asociados, 2000, p.95-116

  

La Preventividad y los Principios del Sistema Preventivo.  (las ideas de Don Bosco)

 El Sistema Preventivo de Don Bosco, tiene como pilares la razón, la religión y la “amorevolezza”, realidades que se interrelacionan entre ellas, sea a nivel de fines y contenidos, como de métodos y medios. Estos tres elementos son una síntesis original de los elementos necesarios para el desarrollo integral del niño y del joven: físico, intelectual, moral, social, religioso, afectivo. Metodológicamente activan una serie de intervenciones educativas para ayudar al joven a desarrollar sus potencialidades.[1][6]

 3.5.1. Razón

 “El término "razón" destaca, según la visión auténtica del humanismo cristiano, el valor de la persona, de la conciencia, de la naturaleza humana, de la cultura, del mundo del trabajo y del vivir social, o sea, el amplio cuadro de valores que es como el equipo que necesita el hombre en su vida familiar, civil y política.”[i][7]

 La razón es sinónimo de “conforme a razón” y persuasión (contrario a constricción e imposición). La razón valora a las personas en su creciente proceso de personalización y socialización, y valora las realidades terrenas con sentido crítico, respetando su autonomía y dignidad. Don Bosco daba mucha importancia a la formación integral del joven, teniendo en cuenta la formación para la libertad, la preparación para la vida y para una profesión, la asunción de las responsabilidades civiles en clima de alegría y de generoso servicio al prójimo.

 Lo original en Don Bosco es que formula los objetivos de esta formación integral con palabras sencillas tomadas de la realidad del joven, tales como "alegría", "estudio", "piedad", "trabajo". Logra unir lo esencial y lo contingente de cada día, por esto podemos decir que su programa de educación sin dejar de ser profundo es sencillo y está al alcance de todos; lo sintetiza en: ser ciudadano ejemplar, porque se es buen cristiano[ii][8].

Cuando Don Bosco afirma que su método es el de la razón, quiere decir que la estructura interna del educador se basa en la racionalidad, el buen sentido, en el equilibrio espiritual; que la razón se manifiesta en su modo de proceder e informa sus relaciones; que propone cosas razonables y las propone racionalmente. No se trata de pura lógica, sino de una comprensión global que implica saber captar la belleza de un modelo de vida.[iii][9]

Esto hace del Sistema Preventivo un sistema abierto, rico de esperanzas en la persona y capaz de adaptarse a todas las situaciones culturales. Por eso exige en cada contexto una lectura previa de la situación juvenil y una articulación de las actuaciones educativas mediante la formulación del Proyecto Educativo Pastoral.[iv][10]

 “El sistema preventivo dispone y persuade de tal modo al alumno, que el educador podrá, en cualquier ocasión, ya sea cuando se educa, ya después, hablarle con el lenguaje del amor. Conquistado el corazón del discípulo, el educador puede ejercer sobre él gran influencia y avisarle, aconsejarle y corregirle, aun después de colocado en empleos, en cargos o en ocupaciones comerciales.”[v][11]

 Hace más de 100 años Don Bosco, hace hincapié en la importancia de la razón para educar al joven y a la joven. Hoy, se habla mucho de la urgencia de educar en la criticidad y en la libertad, para lograrlo necesitamos apelar a la capacidad cognitiva de la persona, porque sólo quien conoce (razón) puede ver objetivamente la realidad y tomar libre y responsablemente sus decisiones que implican una opción de vida. Corremos el peligro de que, por una mal llamada “excelencia educativa”, nos preocupemos sólo del aspecto de contenidos que pide el currículo (para que nuestros jóvenes ingresen a la universidad o al trabajo) dejando de lado el aspecto valorativo; nos cuesta interrelacionar lo cognitivo con lo actitudinal. La razón en Don Bosco no es saber más contenidos que los demás, sino que es un medio para la formación integral de la persona como cristiano y como ciudadano porque le permite optar sobre una base.

 La razón, por lo tanto, invita a los jóvenes a compartir los valores asumidos libremente, implica toda nuestra capacidad de comprensión, de diálogo y de paciencia sin límites.

 En el nuevo siglo se sabe que la razón de occidente fracasó, en parte, y que se necesitan nuevas formas de aproximación y comprensión de la realidad. No obstante, se impone el buen juicio de los educadores para admitir que hay un aspecto “bueno” de la razón que es necesario formar y hacer circular, sobre todo en América, donde en este momento de la historia parecen dominar los intereses particulares, calculadores, egoístas, sin compasión. Si algo hace falta, ahora, en América, es razón.

3.5.2. Religión

 El término "religión" “indica que la pedagogía de Don Bosco es, por naturaleza, trascendente, en cuanto que el objetivo último de su educación es formar al creyente. Para él, el hombre formado y maduro es el ciudadano que tiene fe, pone en el centro de su vida el ideal del hombre nuevo proclamado por Jesucristo y testimonia sin respeto humano sus convicciones religiosas.”[vi][12]

 Los "pilares del edificio de la educación" son la Eucaristía y la Penitencia, la devoción a la Santísima Virgen, el amor a la Iglesia y a sus Pastores. La educación del joven es un itinerario de oración, de liturgia, de vida sacramental, de dirección espiritual. Estos “pilares” están tan tejidos en lo ordinario de la vida del oratorio que cuando los jóvenes salen de él, pasan a ser “pilares” de su vida personal. Don Bosco tiene un seguimiento familiar con los jóvenes que ya no están en el oratorio, haciendo hincapié en que la religión es lo único que los va a sostener en medio de las vicisitudes de la vida, como podemos apreciar en la siguiente carta:

 “Muy querido Turco:

 Tu carta me ha dado mucha alegría y me resultó muy grata porque en ella me hablas con la antigua confianza, que para don Bosco es lo más querido en el mundo. Tomando tu carta solamente bajo un punto de vista, doy gracias al Señor que, en medio de los años más difíciles de la vida, te ha ayudado a conservar los sanos principios de la religión. Puede decirse que la edad más peligrosa ya ha pasado; cuanto más adelantes en años, más se desvanecerán las ilusiones que el hombre se hace del mundo y más se confirmará aquello que me dijiste, que solamente la religión es estable y puede en todo tiempo hacer feliz al hombre en esta vida y en la eternidad.

 Después de este poco de filosofía, te aconsejo que continúes con la profesión de agrimensor en que trabajas, que practiques la religión, especialmente la confesión frecuente que para ti es un verdadero bálsamo, pero que con todas tus fuerzas y con todos los medios posibles, asistas y consueles a tu buen padre en su vejez, etc., que, gracias a Dios, puede decirse es floridísima.

En el pasado te he recomendado al Señor en la santa misa y lo haré con más gusto en el porvenir, puesto que me lo pides. También tú rogarás por mí, ¿no es verdad?” [vii][13]

 Cuando Don Bosco habla de religión, no la reduce sólo al ámbito del oratorio sino que la presenta como base para la formación de cualquier persona. Lo constatamos en las siguientes frases: “Si se educa rectamente, habrá orden y moral; por el contrario, sólo vicio y desorden”, y “La religión es capaz de comenzar y realizar la gran obra de una verdadera educación.” [viii][14]

 Don Bosco afirma: “Religión y razón son los dos resortes de todo mi sistema educativo. El educador debe persuadirse de que todos o casi todos estos queridos muchachos tienen una natural inteligencia para conocer el bien que se les hace personalmente y al mismo tiempo están dotados de un corazón sensible, fácilmente abierto al reconocimiento. Cuando se haya obtenido, con la ayuda del Señor, hacer penetrar en sus almas los principales misterios de nuestra santa Religión, que, todo amor, nos recuerda el inmenso amor que Dios ha tenido con el hombre; cuando se llegue a hacer vibrar en su corazón la cuerda de la gratitud, que se le debe en correspondencia a los beneficios que tan abundantemente nos ha otorgado; cuando, finalmente, con el resorte de la razón se hayan persuadido de que la verdadera gratitud al Señor debe manifestarse cumpliendo su querer, respetando sus mandamientos, especialmente los que inculcan la observancia de nuestros recíprocos deberes, crea ciertamente que gran parte del trabajo educativo ya se ha cumplido. La religión en este sistema hace el oficio del freno colocado en la boca del fogoso corcel, que lo domina y gobierna; la razón hace de brida que oprime las fauces y produce el efecto que se pretende conseguir. Religión auténtica, religión sincera que gobierne los actos de la juventud, razón que rectamente aplique los santos dictámenes como norma de todas sus obras, he aquí sintetizado en dos palabras el sistema que yo empleo.” [ix][15]

 Si la razón nos ayuda a actuar libre y responsablemente, la religión nos educa en la fraternidad porque nos hace tomar conciencia que todos somos hijos del mismo Padre; nos permite aportar en la construcción del mundo desde nuestra originalidad, porque nos sabemos colaboradores de Dios en la tarea de conservar y mejorar el mundo, para que se haga realidad el Reino de Dios. “Como Don Bosco y Madre Mazzarello, queremos formar al hombre completo impregnando de fe lo humano y encarnando la fe en la realidad humana, a través de un itinerario educativo capaz de llevar a los jóvenes a la santidad.” [x][16]

 “La religión enseña la caridad que combate la soberbia, el egoísmo, hace sociables, agradables y respetuosos a los unos con los otros, obedientes espontáneamente a los que tienen derecho y obligación de mandar, y adorna con cierta belleza hasta a los más rudos, porque excluye el temor.”[xi][17].

  3.5.3. La “Amorevolezza”.

 “... desde el punto de vista metodológico, el "amor". Se trata de una actitud cotidiana, que no es simple amor humano ni sólo caridad sobrenatural. Denota una realidad compleja e implica disponibilidad, criterios sanos y comportamientos adecuados.”[xii][18]

 

La amorevolezza es la marca salesiana. Es su rostro, su identidad. Es una energía espiritual conquistada diariamente que nace de la mística del amor de Dios hacia los jóvenes. Amor que se expresa en una convivencia gozosa, en un clima corresponsable de diálogo, amistad, comunicabilidad, alegría por el don de la vida.[xiii][19]

 

La caridad pastoral se plasmó en el "contacto con los jóvenes", en el esfuerzo de ayudarlos a valorizar la vida, implicándolos en su crecimiento. Por eso tanto Don Bosco como María Mazzarello entablan una relación educativa basada en la amistad y la confianza. El afecto o bondad (amorevolezza) se convirtió en lo esencial de la caridad de estos dos educadores.

Se trata de suscitar la correspondencia del joven. El afecto, al hacer que acepte la propuesta educativa y que se sienta amado, lo anima a dar lo mejor de sí.[xiv][20]

 

La amorevolezza empeña al educador a desarrollar en plenitud su capacidad de ser "humano", de ser sensible al corazón de las personas, de tejer relaciones solidarias. Remite a comprometerse a ir al encuentro del otro en una disponibilidad incondicional a la escucha y al diálogo. La mirada del otro exige de mí la renuncia a la indiferencia para mirarlo con bondad y ver especialmente sus posibilidades.

 

La experiencia de Dios que cultivo día a día me re - envía al encuentro del rostro del otro, del más sufrido, del marginado, del excluido. Aquí la amorevolezza adquiere un compromiso social, toma el rostro de la solidaridad y de la justicia.

El Sistema Preventivo, pues, es básicamente relación, y cuando esta falla se le quita al mismo su fuerza de persuasión. Don Bosco en la carta de 1884 dice a sus muchachos: "me parecía estar en el antiguo oratorio a la hora del recreo. Era una escena viva donde todo era alegría... se cantaba, se reía, y en todas partes había clérigos y sacerdotes y con ellos jóvenes que compartían alegremente.  Se veía que entre jóvenes y superiores reinaba la más grande cordialidad y confianza".

La característica de Don Bosco, de María Mazzarello es dar el primer paso, eliminar barreras y suscitar el deseo de restablecer la relación cuando ésta se ha debilitado. "Tal ejercicio de caridad nos hace pensar en dos fenómenos actuales: la lejanía física de muchos jóvenes y la distancia psicológica de otros que están cerca, pero de los que nos separan temas, lenguajes, gustos y pertenencias. Lo que nos da idea de la carga mística y ascética que supone entablar diálogo con ellos."[xv][21]

El amor educativo abre el corazón y la inteligencia del joven al educador, lo estimula a ser protagonista de su formación, a crecer en iniciativa y creatividad. “... la razón y la experiencia demuestran que, sin verdadero cariño, es inútil el ministerio del educador. La primera alegría de un muchacho es saber que se le quiere. Él corresponde a este cariño, se persuade de lo que el maestro asegura, ama todo lo que él enseña, le gusta lo que a él le gusta, se aficiona para toda la vida a las verdades y a la doctrina de él aprendidas, y hasta se siente inclinado a la misma profesión, aún sacerdotal o religiosa, de su educador, y lo ama como al padre de su alma.” [xvi][22]

 El corazón de la espiritualidad de la relación educativa es la amorevolezza. Es un amor intensamente pedagógico que hace del educador un caminante con el educando, ambos en dirección al bien, a la libertad, a Dios. El lenguaje pedagógico más profundo es el de la verdadera acogida, de la confianza, de la ternura; es colaborar, animar, guiar, acompañar, escuchar, es ayudar al educando a adquirir los instrumentos para vivir con efectiva seguridad cuando deba caminar solo[xvii][23]

 En el testimonio de la amorevolezza que devuelve la alegría y las ganas de vivir intuimos el camino para una propuesta de espiritualidad típicamente salesiana. Para salesianas y salesianos la amorevolezza es claridad de amor, confianza recíproca, atención a los más débiles, comunicación que potencia la comunión, transparencia de relaciones.[xviii][24]

 

La amistad profunda entre educadores y jóvenes nace de la acogida y la familiaridad que crean una relación educativa auténtica que ayuda a crecer porque se llega a la esencia de la persona. Esta amistad tiene su expresión concreta en la "asistencia salesiana" que desemboca en la paternidad/maternidad como responsabilidad afectuosa que ofrece guía y enseñanza vital porque "sabe hablar al corazón de manera personalizante", porque se tratan las cuestiones que ocupan vida, mente y corazón del joven. Es padre/madre quien enseña al joven, a través de la relación diaria sencilla y familiar, el arte de vivir en cristiano.[xix][25]

 

Desde esta perspectiva propositiva, la amorevolezza es la traducción salesiana de aquel amor solícito, gozoso y desinteresado que acoge a los jóvenes y abre su vida a un futuro solidario.[xx][26]

 

El Capítulo General XXIV de los SDB ha escuchado a laicos y a jóvenes, ellos tienen grandes deseos de relación. Somos conscientes de que en nuestras Congregaciones abundan experiencias que nos hacen confiar en la posibilidad de crecer en esa dirección, manifestando en plenitud las riquezas del afecto salesiano y del espíritu de familia a que da origen.

 

Dicho afecto, para que no corra el riesgo de reducirse a un simple instrumento técnico de captación y manipulación de la personalidad del otro, debe estar lleno de caridad y ser expresión de una auténtica espiritualidad relacional. Su fruto y signo es una castidad serena que mantiene el equilibrio afectivo y la fidelidad oblativa. Así la relación educativa se convierte en auténtico encuentro personal.[xxi][27]

La amorevolezza impregnada de verdad, de fortaleza al servicio del bien es la condición privilegiada para que religiosas/os y jóvenes progresen en el amor. Es un tipo de educación que se impone por la fuerza de la autenticidad. La pureza del corazón y la verdadera capacidad de amorevolezza educativa dejan de lado cualquier forma de imposición y agresividad y al mismo tiempo toda compensación afectiva, parcialidad o preferencia. El amor educativo es vigoroso, libre, imparcial y gratuito.

 

Razón y amorevolezza son actitudes del educador, de la educadora que evita imponerse, más bien dialoga, propone, persuade, pide a cada uno lo que puede dar y lo pide en una relación de afecto verdadero y profundo.

 

Razón y amorevolezza son los caminos privilegiados que María Mazzarello elige para la formación de educadoras y jóvenes en el sentido del ser y no solo del aparecer o del hacer. Enemiga del formalismo exterior adopta los caminos de la interioridad personal: la educación de las motivaciones y del corazón, allí donde maduran las opciones vitales. Y esto lo puede hacer porque primero se ha ganado el amor de quienes le rodean, y entonces los corazones se abren sin dificultad.

 

“Una nueva lectura de la amorevolezza como camino educativo nos conduce a María, ella nos precede en el esfuerzo de ser transparencia del amor. La caridad es el fundamento del sistema preventivo. Don Bosco ha amado, ha querido el bien con la fuerza del amor y de la razón, en los horizontes de la religión. La amorevolezza es el estilo educativo salesiano. Don Bosco educa porque ama; lo primero que los jóvenes nos piden es que los amemos. En el sistema preventivo el ofrecimiento del amor está íntimamente unido al ofrecimiento de un horizonte de significado de la vida.” [xxii][28]

 

De la memoria hay que pasar a la iluminación de la nueva circunstancia. Por eso el nuevo Sistema Preventivo deberá desplegarse así:

·        El mismo de siempre, el aplicado por Don Bosco y los salesianos de la primera hora, pero con un nuevo espíritu, con un ardor renovado.

·        Buscando incorporar los nuevos temas generadores de la cultura (nuevos contenidos) como: el nuevo asociacionismo y su incidencia en la generación de capital social; la educación de la nueva pareja y su influencia en la conformación de la nueva familia; La renovada visión de la afectividad; El entronque con las nuevas pedagogías.

·        El saber hacer para reconstruir el mundo y generar uno nuevo.

 

 

El padre José María Di Paola (Pepe) es el nuevo coordinador de la Comisión Nacional de Drogadependencia

14 de agosto de 2014 - Monseñor Jorge Lozano, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS,) y en ese carácter responsable de la Comisión Nacional de Drogadependencia, ha designado (con la aprobación de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina) coordinador de la misma al presbítero José María “Pepe” Di Paola, sacerdote del clero diocesano de la arquidiócesis de Buenos Aires.  Los responsables y miembros de las comisiones de la Conferencia Episcopal Argentina renuevan sus cargos cada tres años y solamente pueden ocuparlos por dos periodos consecutivos.

 

 

7  Links a You Tube (videos y música) : a TANGOS y Marchas del club atlético Huracán y San Lorenzo de Almagro.  Mapas de los barrios de Boedo, Parque Patricios y Pompeya.

TANGOS

 

SUR :  http://www.youtube.com/watch?v=ZjlkT8k-rRc  Rivero con Aníbal Troilo

      http://www.youtube.com/watch?v=6v2yo0X9coE  Julio Sosa con Caruso

Nota: la letra original es "florando"(difundiendo el perfume de la flor), pero por una licencia poética para su mejor entonación, Edmundo Rivero canta "flotando", al igual que "antiguo" en lugar de San Juan y Boedo "antigua" (la esquina), ambas con permiso de Manzi.  No así Julio Sosa quien canta la letra original.  Y así hay otras curiosidades de este maravilloso tango.

Y de yapa, otro tango extraordinario de Manzi, con un recuerdo memorable para el sur amado, que estremece el corazón: MANOBLANCA  (por Angel Vargas) , y vemos en la foto la esquina nombrada en este tango inmortal: la Av. Centenera y Tabaré   http://www.youtube.com/watch?v=fwFe4K5l6UY

Y con este tango se me pianta un lagrimón: sí señores... YO SOY DE PARQUE PATRICIOS (por Angel Vargas)   http://www.youtube.com/watch?v=_eb-mfB_VB8

Y del eternoVarón del Tango, el uruguayo Julio Sosa:

(hacer click en cada link para verlo y oírlo en You Tube) :

Yo me hice en tango... y este tango... este tango habla por mí...  LA CUMPARSITA  http://www.youtube.com/watch?v=sv9u_77RjzA

http://www.youtube.com/watch?v=ivhjCS58OZQ   MANO A MANO

http://www.youtube.com/watch?v=Q6-8NhDlI7w   CAMBALACHE

http://www.youtube.com/watch?v=N-CNxnkWYIs   EL FIRULETE

http://www.youtube.com/watch?v=fhX8VGi45U4   QUE ME VAN A HABLAR DE AMOR

http://www.youtube.com/watch?v=mAu9rGlUKzE    RENCOR

http://www.youtube.com/watch?v=eQvCW2o4IrU   TIEMPOS VIEJOS

http://www.youtube.com/watch?v=SJGW9wr-MPw   MILONGA DEL 900

http://www.youtube.com/watch?v=wIYu3AMh904   EN ESTA TARDE GRIS

http://www.youtube.com/watch?v=uEpPWq6Ny9M    EL ULTIMO CAFÉ

http://www.youtube.com/watch?v=FMPcTPeW6Gs   MARIA

http://www.youtube.com/watch?v=94Py_QNKYSs   EL CIRUJA

http://www.youtube.com/watch?v=gYyLY5IrxRA   LA ULTIMA COPA

http://www.youtube.com/watch?v=xdFVpOf1gi0    SUS OJOS SE CERRARON

http://www.youtube.com/watch?v=78qPjLvVIBA   LA CASITA DE MIS VIEJOS

http://www.youtube.com/watch?v=fOXqxzVXjlQ   CHE PAPUSA OÍ

http://www.youtube.com/watch?v=RZ6p-b2KfHw   MADAME IVONE

http://www.youtube.com/watch?v=KklgFNj_b04   QUE ME IMPORTA TU PASADO

     http://www.youtube.com/watch?v=yOwl-VR5HqE   LA GAYOLA  (Ultima actuación en televisión, luego a la madrugada murió en un choque,¿premonición en el tango "LA GAYOLA"?.Fue el último tango que cantó en vida , un rato antes de morir. Siempre pidió y agradeció al chofer del taxi que lo trasladó del puerto a la casa de un amigo y no le cobró el viaje, cuando llegó a Buenos Aires, durante el mismo le había contado que era cantor de tangos y venía a probar suerte con unos pocos pesos y una pobre valija. Nunca se supo de ese "tachero" de ley, nunca pudo encontrarlo, ¿sabrá o habrá sabido ese hombre a quién trasladó ese día? ).

http://www.youtube.com/watch?v=0ahx18wZ9ro    SOLEDAD

http://www.youtube.com/watch?v=BUyaLEtgJZ4   MALA SUERTE

http://www.youtube.com/watch?v=Jb977jnjtA0    PA QUE SEPAN COMO SOY

http://www.youtube.com/watch?v=iQ0Z5ikJSss     DICEN QUE DICEN

http://www.youtube.com/watch?v=rxqjV7drYfs    MI NOCHE TRISTE

http://www.youtube.com/watch?v=zJi79SM0umc    MENTIRAS

http://www.youtube.com/watch?v=xz3ylL2rZRw    NUNCA TUVO NOVIO

http://www.youtube.com/watch?v=h7AZm0tuViw   VOLVIO UNA NOCHE

http://www.youtube.com/watch?v=g5In9-FHDV4     AL MUNDO LE FALTA UN TORNILLO

http://www.youtube.com/watch?v=sVXAoJH_Idg     QUE ME QUITEN LO BAILAO

http://www.youtube.com/watch?v=u61s3xrQTNA   QUE FALTA QUE ME HACES    sublime!!!!

         http://www.youtube.com/watch?v=u2vmEm2i6Dw    CUANDO ERA MÍA MI VIEJA

 

http://www.youtube.com/watch?v=HnpI3bWBi6w   QUE SOLO ESTOY

 

http://www.youtube.com/watch?v=gD4zWyuEMhY  DICHA PASADA

 

http://www.youtube.com/watch?v=5DkspX3FvVU   ENTRE SUEÑOS

 

http://www.youtube.com/watch?v=d266x6VhZtM    AMURADO

 

http://www.youtube.com/watch?v=yVhdmuVhZdQ   ARACA CORAZÓN

 

http://www.youtube.com/watch?v=oKg3A8z6nyQ   MONSERGA

 

http://www.youtube.com/watch?v=DHH18hZX1CE   CONTRAMARCA

 

http://www.youtube.com/watch?v=FSsB8fjQsQs    RECORDANDOTE

 

http://www.youtube.com/watch?v=n6VUHxJgflo   SECRETO

http://www.youtube.com/watch?v=TWhYvUVjPtU   MARGOT

                                           http://www.youtube.com/watch?v=6v2yo0X9coE      SUR      inmortal!!!!!    No lo grabó otra vez mas, si lo hubiera hecho lo hubiera interpretado en Do menor y ese sería el Sosa que estamos acostumbrados a escuchar. Efectivamente, es Julio sosa. Ocurre que a mediados de la década del '50, tras padecer un grave deterioro en su voz a causa de pólipos en su laringe, se opera con el prestigioso médico León Elkin y a partir de entonces su voz suena como la conocemos y se hizo célebre. Este era el varón del tango antes de la operación.

http://www.youtube.com/watch?v=zAfjFIKBxZo   PRINCESA DEL FANGO

http://www.youtube.com/watch?v=scCh-d0CrhY   MASCARITA

http://www.youtube.com/watch?v=e-BAr8ZOlgc   NADA       inefable!!!!

http://www.youtube.com/watch?v=ylcakgtjl7I      CONFESION

http://www.youtube.com/watch?v=MHvazriQwcs    JUSTO EL 31

                                                           http://www.youtube.com/watch?v=zKqYJL0Oay0    LEVANTA LA FRENTE   Que grande Julio, que grande esta letra, una gran nobleza de la que ya no se ve. Otros tiempos demostrado en la gran cantidad de niños abandonados y ni hablar del aborto

                  http://www.youtube.com/watch?v=-rrwc0520nI     CAMOUFLAGE       extraordinario!!!!

http://www.youtube.com/watch?v=3qsy_K_Qji8        HOY ES TARDE

http://www.youtube.com/watch?v=CkBnqlSlodA     NO ME PIDAS AMOR

http://www.youtube.com/watch?v=WTwvLGx7dF4    POR EL CAMINO ADELANTE

http://www.youtube.com/watch?v=ZvrNWdVrMHo     NO NOS VEREMOS MÁS

http://www.youtube.com/watch?v=3Kvtu58y5PU     TENGO MIEDO

http://www.youtube.com/watch?v=unukvKzfiro     TARDE       genial!!!

http://www.youtube.com/watch?v=nJGmPtdIQls      GUAPO Y VARÓN

http://www.youtube.com/watch?v=jLi7g14kh3o     BRINDIS DE SANGRE

http://www.youtube.com/watch?v=MMx_4W9zsLw     ROMANTICA

http://www.youtube.com/watch?v=zAHUMQnOBfs     ENFUNDÁ LA MANDOLINA

http://www.youtube.com/watch?v=d266x6VhZtM     AMURADO

http://www.youtube.com/watch?v=qxVZ3-6LjIQ     UNA Y MIL NOCHES

http://www.youtube.com/watch?v=ymSVK1bwFDk    TAN SOLO POR VERTE

http://www.youtube.com/watch?v=NTyWPrf0EhE    CORAZON NO LE HAGAS CASO

http://www.youtube.com/watch?v=varlhDVvaPk     NO TE APURES CARABLANCA

               http://www.youtube.com/watch?v=gl2m1sNbF2k    SIGA EL CORSO      sentimiento puro!!!!!

http://www.youtube.com/watch?v=v-lknWWQ6H8      TODA MI VIDA

http://www.youtube.com/watch?v=3njt0EDcYCE      VERDEMAR

                                                   http://www.youtube.com/watch?v=6PIBF_KxIFg      AZABACHE      candombe de la vieja buenos aires!!!!! 

http://www.youtube.com/watch?v=ZzYUzzTKhyo    OTARIO QUE ANDÁS PENANDO

http://www.youtube.com/watch?v=NDcxLW04ufE     TU PALIDO FINAL

http://www.youtube.com/watch?v=W6aD0XCi33w     EL HIJO TRISTE

http://www.youtube.com/watch?v=uSBHr7kzUeA       UNO

http://www.youtube.com/watch?NR=1&v=Tn4mykIRFqs&feature=fvwp   EL ALBUM DE ORO DEL TANGO (CD COMPLETO, JULIO SOSA)

http://www.youtube.com/watch?v=pwsuIQ4GIi8     EL ALBUM DE ORO DE JULIO SOSA  1.La Cumparsita    2.Cambalache   3.En Esta Tarde Gris   4.Rencor  5.Maria   6.El Firulete  7.Que Me Van A Hablar De Amor    8.Tarde    9.Mano A Mano   10. Nunca Tuvo Novio

JULIO SOSA : Biografía : Julio María Sosa Venturini (Las Piedras, Uruguay ; 2 de febrero de 1926 -- Buenos Aires, Argentina; 26 de noviembre de 1964), conocido como Julio Sosa y apodado El Varón del Tango, fue un cantante de tango que alcanzó la fama en Buenos Aires en las décadas de 1950 y 1960.
BIOGRAFÍA : hijo de Luciano Sosa y Ana Venturini.Sus comienzos profesionales fueron como vocalista en la orquesta de Carlos Gilardoni en la ciudad de La Paz . Se fue a Bs. As. en 1949. Llegó a triunfar en el Río de la Plata , siendo considerado uno de los cantores de tango más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Durante sus 15 años de trayectoria en Argentina, Sosa fue cantor de 3 orquestas. La 1°, Francini-Pontier (1949-1953), con la que realizó 15 grabaciones en RCA Victor, entre ellas Por seguidora y por fiel, Dicen que dicen, Viejo smoking y El hijo triste (Unica grabación a dúo de su discografía, junto a Alberto Podestá); 2°: la de Francisco Rotundo (1953-1955), con el que grabó 12 temas en el sello Pampa, entre ellos Justo el 31, Mala suerte, Secreto, Yo soy aquel muchacho y Bien Bohemio; y la 3°, la de Armando Pontier (1955-1960), ya desvinculado de Francini. En esta etapa Sosa grabó en total 33 registros, 8 de ellos para RCA Victor (1955-1957) y los 23 restantes en el sello CBS Columbia (1957-1960). Temas destacados : Tiempos viejos, Araca París, Cambalache, Al mundo le falta un tornillo, Padrino pelao, Tengo miedo, Margo, El rosal de los cerros, Brindis de sangre y Azabache. Fue bautizado por el periodista Ricardo Gaspari como El Varón del Tango, llamándose así también su 1° disco de larga duración. Leopoldo Federico hizo que el cantor se volviera famoso a través de sus composiciones. Canta.
En 1958 se casó con Nora Ulfeldt, (una hija),y luego con Susana "Beba" Merighi. En el año 1960 escribió su único libro, Dos horas antes del alba. Filmó la película Buenas Noches Buenos Aires bajo la dirección de Hugo del Carril con Violeta Rivas, Virginia Luque , Mariano Mores, Aníbal Troilo y los Cinco (5) Latinos. Sosa tenía una pasión por los autos, y había tenido varios accidentes de tránsito por conducir a alta velocidad. Como consecuencia, falleció a los 38 años, a las 
9:30 horas del 26 de noviembre de 1964, en un accidente automovilístico ocurrido en la esquina de la Avenida Figueroa Alcorta y Mariscal Castilla del barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires.
Sus restos fueron velados en el Salón Argentina pero la multitudinaria concurrencia obligó a trasladar los cortejos fúnebres al Luna Park. Hoy sus restos están en el cementerio de Las Piedras, Canelones, Uruguay.
Tangos más populares• ; Justo el 31 (1953)• ; Bien bohemio (1953) ; • Mala suerte (1953) • ; ¡Quién hubiera dicho! (1955) ; • Abuelito (1955) ; • Padrino ; Pelao (1955) ; • Cambalache (1955) ; • Seis Años (1960) ; • La Cumparsita (porque canto así) (1961) ; • Rencor (1961) ; • María (1962) ; • Tarde (1962) ; • En esta tarde gris (1963) ; • Nada (1963) ; • Nunca tuvo novio (1963) ; • Qué me van a hablar de amor (1963) ; • Guapo y varón (1964) ; • El firulete (1964) ; • La gayola (1964)

http://www.youtube.com/watch?v=_A-7SJv-prw  CARLOS GARDEL 40 TANGOS INOLVIDABLES

http://www.youtube.com/watch?v=1qESAOmPTC4    BARRIO DE TANGO   -  GOYENECHE

 

http://www.youtube.com/watch?v=gHza2GxUdbs    CAFETIN DE BUENOS AIRES    GOYENECHE

 

http://www.youtube.com/watch?v=gI5T49_uwaM    VIDEO DEL BARRIO CON BAILE

 

http://www.youtube.com/watch?v=eV-AOPcUi3g    GARÚA   -  GOYENECHE

http://www.todotango.com/Spanish/las_obras/Tema.aspx?id=/QBrcGGKf1I=    BARRIO DE TANGO  FIORENTINO

http://www.todotango.com/Spanish/las_obras/Grabacion.aspx?id=1266   BARRIO DE TANGO  FIORENTINO

 http://www.youtube.com/watch?v=zboNKxP6_UA  TRES ESQUINAS  -  ANGEL VARGAS

http://www.youtube.com/watch?v=ge1lmId5wz8   ADIOS MUCHACHOS  -CARLOS GARDEL

http://www.youtube.com/watch?v=Aa_N71VXQnM MI BUENOS AIRES QUERIDO–GARDEL

http://www.youtube.com/watch?v=MRGa58KCZPI  MELODIA DE ARRABAL - GARDEL

Barrio de tango

Tango 1942

Música: Aníbal Troilo

Letra: Homero Manzi

Un pedazo de barrio, allá en Pompeya,
durmiéndose al costado del terraplén.
Un farol balanceando en la barrera
y el misterio de adiós que siembra el tren.
Un ladrido de perros a la luna.
El amor escondido en un portón.
Y los sapos redoblando en la laguna
y a lo lejos la voz del bandoneón.

Barrio de tango, luna y misterio,
calles lejanas, ¡cómo estarán!
Viejos amigos que hoy ni recuerdo,
¡qué se habrán hecho, dónde estarán!
Barrio de tango, qué fue de aquella,
Juana, la rubia, que tanto amé.
¡Sabrá que sufro, pensando en ella,
desde la tarde que la dejé!
Barrio de tango, luna y misterio,
¡desde el recuerdo te vuelvo a ver!

Un coro de silbidos allá en la esquina.
El codillo llenando el almacén.
Y el dramón de la pálida vecina
que ya nunca salió a mirar el tren.
Así evoco tus noches, barrio 'e tango,
con las chatas entrando al corralón
y la luna chapaleando sobre el fango
y a lo lejos la voz del bandoneón.

Mapa del barrio de Flores -natal de Francisco- y de los barrios de Boedo, Parque Patricios y Pompeya (con guía de sitios) CLICK AQUÍ

EXTRA:  Las marchas musicales de los dos clubes barriales más importantes:

CLUB ATLETICO HURACAN

 

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=ge0iijszYyE 

 

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=ZctGKL8qwJs

 

CLUB SAN LORENZO DE ALMAGRO

 

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=-PWP8i1w9mE 

 

Mapa del barrio de Flores -natal de Francisco- y de los barrios de Boedo, Parque Patricios y Pompeya (con guía de sitios)  VER A CONTINUACIÓN

     San Juan y Boedo antigua...y todo el cielo...  Sur...paredón y después...    

Plano General de los barrios, con guía numerada (leer al pié de la imagen)     

 

Plano General de los barrios de Boedo y Parque Patricios

 

Plano General de los barrios de Parque Patricios y Pompeya

 

 

8 Bendición Apostólica de Francisco y obsequio de Monseñor Guido Pesce

 

Noviembre 2013   

Comparto con todos los lectores de este libro digital, la gran alegría de recibir la Bendición Apostólica de Francisco y su agradecimiento por el obsequio de mi libro digital en cd  El sentido de la Vida  integrado por las enseñanzas espirituales aquí obrantes, que gentilmente le entregó en el Vaticano un sacerdote amigo

 

GENTIL OBSEQUIO DE MONSEÑOR GUIDO PESCE (CAPELLÁN CASTRENSE)

   

 

9 Fotos de participación en 4to.Congreso Latinoamericano de Logoterapia UCA-Universidad Católica Argentina-2011     Ver en sitio web directamente, por columna central cerca del comienzo.  http://farodelautopia.webcindario.com

10  PPS  Power Point presentación en el mismo Congreso UCA.    No disponible para el servidor web por su formato

 

11  Música y Canto (ingresar): tango Sur y otros. MAPAS BARRIOS  -  Ver Mapas en Capítulo 7, ahí también acceder con links a Música y Canto.      Los Mp3 de este Cap.11 no están  disponibles para adjuntar por el servidor web por su formato

 

12 y 13   PPS Power Point: Así piensa Francisco y El Tango de la Vida   No disponibles para el servidor web por su formato

 

14  MAPAS de los barrios de Flores -natal de Francisco-, y de Boedo, Parque Patricios y Pompeya.     -  Ver en Capítulo 7 

 



[1][7] FERRAROAliceu Ravanello, Diagnóstico  de la escolaridad en Brasil – trabajo presentado en la XXIIReunión anual de ANPEd, Caxambu, septiembre de 1999.

[2][8] Don Bosco no es un fenómeno aislado y el “Sistema Preventivo” del que habla y escribe, surge en un contexto  en el que se habían ya escrito y se practicaban  análogas orientaciones pedagógicas por otros educadores. Y asi, en un siglo riquísimo de sensibilidad educativa., Don Bosco surge al lado de una pléyade de educadores como:Pierre-Antoine Poullet,los Hermanos Cavanis, Luis Pavón,   Marcelino Champagnat, Ferranti Aporti, Antonio Rosmini, que forman el gran tejido pedagógico del siglo XIX

[3][9] Cada organización social creó sus propias márgenes como territorios malditos e inexplorados. La sociedad de otrora excluía a los leprosos por miedo al contagio; a los pobres, por el  miedo a una rebelión social; a los locos por el miedo a la diferencia. La exclusión de nuestros días significa no contar para nada ni ser considerado útil a la sociedad, ser descartado de la participación y, sobre todo, sentirse insignificante, quien porque perdió las aptitudes y cualidades suficientes, quienes porque sus motivaciones se debilitaron (Joaquín García ROCA, Educación Cristiana en el tercer milenio. Lo que es, como se hace, Sao Paulo. Edciones Loyola, 1999, pg.26)

[4][10] El voluntariado es, cada vez  más, una realidad. La sociedad está percibiendo que no puede inputar al Estado la satisfacción de todas sus necesidades y deseos de sociedad compleja. A través de ONGS (Organizaciones no Gubernamentales) se está procesando un cambio cultural en el que el ciudadano asume una participación más directa en las soluciones a los problemas que atañen a la sociedad.

[5][11] Antonio Carlos Gomes de COSTA. Educación y vida, pg.35

 

Bibliotecas Digitales ISES (Instituto Salesiano de Estudios Superiores

ULTIMA NOTICIA: -Agosto 2014- Comenzó a regularizarse el funcionamiento de las Bibliotecas Digitales ISES (Instituto Salesiano de Estudios Superiores, esta vez situadas en el sitio web de la Escuela Industrial Nº 4 de Santa Cruz, al que ya se puede acceder:       www.biblioises.com.ar    , igualmente, mientras ese proceso se va completando y la información del Área de Psicología vuelve a ser cargada ahí, se mantendrá en funcionamiento paralelo la presente página:  http://farodelautopia.webcindario.com/portal/arealogoises2.htm  

AREA DE LOGOTERAPIA 


Compilación y armado: Sergio Pellizza
dto. Apoyatura Académica I.S.E.S.

En conjunción con el crecimiento y desarrollo cada vez mayor de las nuevas tecnologías de Internet, y aspirando a una utilización de las mismas orientadas a la educomunicación social salesiana cuyo objetivo primario es educar para el espíritu, y dadas las muy valiosas coincidencias existentes con los postulados de la Logoterapia de Viktor Frankl, en este mes de Septiembre 2011 ha sido creada por el Director General del Proyecto Profesor Sergio Pelliza en el Área Psicología dentro de la página web del ISES, el Área de Logoterapia, ambas bajo la dirección ad-honorem del Licenciado en Psicología (UBA)-Posgrado Logoterapia (UCA) Juan Martín S. Nuñez.  Esta tiene la misión de promover y difundir sanos valores de orientación cristiana que ayuden a la juventud, adultos y ancianos a encontrarle un sentido a su vida, llevar una existencia digna y solidaria y acercarse a una visión que, como diría Juan Pablo II, cruce el umbral de la esperanza, nos posibilite encontrar nuestro propio ser y mediante la fe nos sitúe frente al gran misterio: "la presencia ignorada de Dios". Es por eso que con profunda alegría espiritual, fe y esperanza en un porvenir mejor para la humanidad reconciliada con su auténtico ser espiritual, y vislumbrando la luz suprema y el amor inconmensurable de Dios que nos sostiene en el camino emprendido, comprometemos los mejores esfuerzos para hacer llegar a la mayoría posible tan inspiradoras y sanadoras enseñanzas.  

  

Director de Área Logoterapia:  Licenciado en Psicología (UBA) - Posgrado Logoterapia (UCA) Juan Martín S. Nuñez

 

Juan Martín S. Nuñez , Licenciado en Psicología (UBA, Universidad de Buenos Aires)   Posgrado en Logoterapia (UCA, Universidad Católica Argentina)  Creador y Director del sitio web internacional Faro de la Utopía  http://farodelautopia.webcindario.com  de promoción humana e investigación espiritual.   Desempeño en Consultorios Externos de Psicología Médica del Hospital de Clínicas José de San Martín de Buenos Aires. Docente de la Cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Medicina (U.B.A.) y de la Cátedra de Orientación Psicológica de la Facultad de Psicología (U.B.A.). Participante de jornadas, seminarios, congresos  y cursos de especialización, en especial de prevención en adicciones.  Formación en Religiones Comparadas, Filosofía Oriental y Filosofía Espiritual con el destacado Médico y Filósofo Yoga de India Sri Swami Pranavananda Saraswati, y Fundación Lucis Argentina-Lucis Trust Foundation, Inglaterra. Formación Bianual Logoterapeuta, Fundación Argentina de Logoterapia. Doctorando en Psicología Universidad del Salvador. Asesor Cultural de la Asociación Mutual AEANA.  Representante en Capital Federal de los Proyectos Educativo-Culturales INFOCIBER-ISES y AIKE HACER MAS –Bibliotecas Digitales para todos en todas partes- del Instituto Salesiano de Estudios Superiores-ISES de Rio Gallegos, Provincia de Santa Cruz, Patagonia Austral, Argentina, (con aporte profesional en ambos), desarrollados en conjunto con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, bajo el auspicio del CONSUDEC, Consejo Superior de Educación Católica.  Director  de la Sección Psicología y Logoterapia de la página web del I.S.E.S.. Realización de Diseño, Redacción, Estilo, Compaginación y Contenido Teórico (psicológico, filosófico, cultural, religioso) del Proyecto U.N.E.S.C.O. en Argentina. Conferencista, Ensayista, Escritor y Periodista (como Colaborador Profesional). Desarrollador de contenidos e implementación informática de proyectos educativos a distancia via Internet con base en la Educomunicación social salesiana y el Análisis Existencial-Logoterapia (educar para el espíritu).E-mail: farodelautopia@yahoo.com.ar

 Índice: 

Se pueden leer estos artículos completos en la siguiente página web :  http://farodelautopia.webcindario.com/portal/arealogoises2.htm 

PROPUESTA DE EDUCACIÓN PARA LA FAMILIA SALESIANA  
(Presentada por ECOSAM – Equipo de Comunicación Social del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en América, Caracas, Venezuela, marzo de 2001), Marco Situacional, Marco Teórico, Marco Operativo. -  INCLUYE : SOLIDARIDAD-RECIPROCIDADEXCLUSION SOCIAL (DEL DOCUMENTO ESCUELA SALESIANA INCLUYENTE EN CLAVE EVANGELIZADORA); PRINCIPIOS DEL SISTEMA PREVENTIVO (DON BOSCO) : “razón, religión, amorevolezza”.

SIN PRISA PERO SIN PAUSA SEGUIMOS AVANZANDO POR EL SENDERO ILUMINADO (FOTOS Congreso Latinoamericano Logoterapia y “PSICOTERAPIA PRIVILEGIADA (RECOMENDADA)”

REVALORIZAR LA ÉTICA (El imperativo actual)    

LA LOGOTERAPIA por Fizzotti sacerdote salesiano

LA LOGOTERAPIA DE VIKTOR FRANKL  vida y teoría

EL SENTIDO DEL AMOR EN LA VISIÓN DE VIKTOR FRANKL

MENSAJE A NUESTROS HIJOS ADOLESCENTES prevención de adicciones

LA PRESENCIA IGNORADA DE DIOS

EL SUFRIMIENTO CRISTIANO Y LA LOGOTERAPIA

SABER CRECER : RESILIENCIA Y ESPIRITUALIDAD

1 Dimensión Social de la Logoterapia


2 El acto del amor


3 El mundo de las pérdidas


4 En el Silencio de tu Alma


5 La angustia y la muerte


6 Lo que cura es el vinculo


7 Logoterapia psicoterapia comprometida en el amor


8 Logoterapia y Filosofía Yoga-Coincidencias espirituales


9 Sentido y Esperanza

NOTA EN DIARIO "LA OPINION AUSTRAL"(PROFESOR PELLIZA)  31 DE MAYO 2012     BIBLIOTECA ISES EN MANTENIMIENTO

 

MISION PADRE PEPE/

 

 

 

 

 

 

 



 

El padre José María Di Paola (Pepe) es el nuevo coordinador de la Comisión Nacional de Drogadependencia

14 de agosto de 2014 - Monseñor Jorge Lozano, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS,) y en ese carácter responsable de la Comisión Nacional de Drogadependencia, ha designado (con la aprobación de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina) coordinador de la misma al presbítero José María “Pepe” Di Paola, sacerdote del clero diocesano de la arquidiócesis de Buenos Aires.  Los responsables y miembros de las comisiones de la Conferencia Episcopal Argentina renuevan sus cargos cada tres años y solamente pueden ocuparlos por dos periodos consecutivos.

 

 

 

 

 

Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo.

Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.

Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.

Sin embargo, en cada vuelo,

en cada vida, en cada sueño,

perdurará siempre la huella

del camino enseñado.

Madre Teresa de Calcuta

 

 

 

¡Hasta la libertad siempre!