El jefe de servicios de Internet del Vaticano habla en la Universidad Católica Argentina  -  Jueves 11 de Abril 2013

leer a continuación:  - Reportaje diario La Nación, - su Conferencia completa "La evangelización en la era digital", y - "La educomunicación social salesiana".  En todas se hace referencia a la educación para el espíritu en relación con las nuevas tecnologías informáticas.

    LA EVANGELIZACIÓN EN LA ERA DIGITAL

Monseñor Lucio Ruiz, jefe del Servicio de Internet de la Santa Sede, brindó una conferencia el jueves 11 de abril a las 19 horas en el Auditorio Monseñor Derisi de la Universidad Católica Argentina.   La misma se desarrolló sobre la evangelización en la era digital.    El Servicio de Internet del Vaticano (antigua Oficina de Internet de la Santa Sede), es una de las tres oficinas de la Dirección de Telecomunicaciones del Estado de la Ciudad del Vaticano. Inició su actividad el 25 de diciembre de 1995, cuando difundió en el incipiente sitio web del Vaticano (www.vatican.va) el mensaje del papa Juan Pablo II con motivo de la Navidad de aquel año.

He concurrido a escuchar la atrayente conferencia brindada por Monseñor Lucio Ruiz, y en verdad aporta conceptos muy valiosos para situarnos más adecuadamente ante esta nueva y sin embargo vieja realidad planteada por las nuevas tecnologías.  Como él bien dice, todo depende de como las usemos, sigue estando en nosotros tomar el camino del Bien y usarlas para propagar el mensaje de amor de Dios y la palabra de Jesucristo como nuestro salvador, haciendo hincapié en que al mismo tiempo realicemos la obra de humilde caridad comprometida en el terreno, como dice el Papa Francisco, siendo "pastores con olor a oveja".  Tuve el agrado de departir con Monseñor Ruiz y darle como obsequio para él y para que le entregue al Papa Francisco, unos cds con el libro digital Etica y artículos sobre el Papa Francisco publicados en el sitio de internet Faro de la Utopía http://farodelautopia.webcindario.com  , comentando las gratas coincidencias de sus enseñanzas con la educomunicación social salesiana de Don Bosco ,  que son la base inspiradora de mi trabajo educativo-psicológico cristiano e investigación espiritual desde hace años.  Sin duda es muy valioso el aporte de estas nuevas tecnologías para poder llevar adelante con éxito el mensaje evangelizador, y dotar a la vida moderna del sentido cristiano de la existencia, con valores morales espirituales a realizar, apoyados en la fe y la esperanza.  Iré tambien agregando en internet nueva información acerca de estas enseñanzas aportadas gentilmente con profundo amor y sabiduría desde el Vaticano por Monseñor Lucio Ruiz.         

REPORTAJE  -  LUEGO A CONTINUACIÓN SU CONFERENCIA COMPLETA .

Lucio Ruiz: "El estilo del Papa va en consonancia con la era digital"

El sacerdote argentino, jefe del Servicio Internet del Vaticano desde 2009, llega hoy al país, donde dará una conferencia, con entrada libre y gratuita, en la Universidad Católica Argentina

Por Silvina Premat  | LA NACION  Jueves 11 de abril de 2013 | Publicado en edición impresa  LA NACION

 

Es el responsable de "las manos y los brazos digitales que permiten al Papa llegar hasta los extremos de la tierra". Tiene 48 años y es santafecino. Monseñor Lucio Ruiz vive en Roma desde 1997 y es, desde 2009, el jefe del Servicio de Internet del Vaticano. De visita en el país, dará hoy, a las 19, en la Universidad Católica Argentina, una charla, con entrada libre y gratuita, sobre la evangelización en la era digital. Ayer, en diálogo telefónico desde Chile, dijo a LA NACION que el modo de comunicar del papa Francisco se adecua a las necesidades de la era digital y recordó que la Santa Sede fue incorporando tecnología y servicios desde que abrió su primera página web, el 25 de diciembre de 1995. Desde fines del año pasado, el papa cuenta, además, con un perfil oficial en Twitter, en una decena de idiomas, que comenzó a usar Benedicto XVI y que ahora tiene más de cinco millones de seguidores.

-¿Cómo impactó la elección del papa argentino en los servicios de Internet y redes sociales del Vaticano?

-El papa Francisco irrumpió en la historia con su sonrisa, con su sencillez y mensaje evangélico fuertísimo y las redes sociales, las webs y todos los servicios multimediales se enriquecieron inmediatamente de una presencia realmente impactante. No sólo Internet sino que el eco se dio en la sociedad en general. Mucha gente se acerca la Iglesia después de tantos años.

-En números, ¿cuánto fue ese impacto, por ejemplo en la cantidad de retuits?

-No lo sé porque no le presto atención a la cantidad. Son siempre altos, pero no sabría decirle. Esto es algo personal y no oficial. Miro los números de los contadores cuando los necesito para algún informe, pero no los recuerdo después. Nunca estuvieron en mi cabeza los servicios numerados porque no lo hacemos para contar cómo nos va o para hacer marketing o promoción, como puede hacer una empresa. Se ofrece el mejor servicio posible con todo el amor de poder compartir y brindar un mensaje y tratar de llegar a un encuentro. Ponemos lo mejor de nosotros para que esté todo en la mesa. Como dice el Evangelio: el banquete está servido, que venga y se sirva el que desee.

-Pero se dio un crecimiento.

-Sí. Hemos tenido que reforzar todos nuestros sistemas porque frente a un flujo informativo desde la renuncia de Benedicto XVI, el cónclave y el inicio del pontificado las visitas son muchas más. Algo que sí nos llamó la atención es el cambio que hubo en el acceso de los dispositivos móviles para seguir los acontecimientos desde cualquier parte del mundo. Tal vez años atrás era mucho más la computadora del hogar. La cultura cambió muchísimo y tuvimos que adecuar el servicio a la cultura actual. El objeto de mi conferencia [que dará hoy en la UCA] es transmitir que como Iglesia tenemos que entender un fenómeno, que es la realidad de hoy. Si lo entendemos, bien, y si no, sigue igual. La gente no dejará de usar la tecnología porque estemos o no. La riqueza que nos da el papa Francisco es que se mueve, habla y los gestos que hace van muy en consonancia con esta era digital.

-¿Por qué?

-Porque permite que en esos pequeños espacios que da la digitalidad, como el tuit, el pequeño video de YouTube o cosas por el estilo, logremos dar un pequeño mensaje en un pequeño espacio que llega mucho y es muy apreciado. Es adecuado para el hombre contemporáneo; lo capta, lo vive, le toca el corazón. Es impactante como mensaje.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo los álbumes de fotos en Internet son muy fáciles de hacer porque tenemos una superabundancia de gestos de amor, de ternura, de misericordia. Entonces, a partir de la foto la gente lee un texto breve y va al texto completo. Me acuerdo del gesto de lavar los pies en la misa del Jueves Santo. Fue muy fuerte porque iba de rodillas lavando a cada uno y eso llamó mucho la atención. También cuando se baja del auto y saluda a la gente; su forma de saludar, de sonreír, son mensajes a la manera de la fotografía. La gente no es que se detiene en la fotografía y sigue al texto.

-¿Usted le regaló al Papa un iPad con el que mandó su primer tuit?

-Yo le regalé una tableta, pero no sé si mandó desde allí sus tuits porque eso lo sabe su secretario. Se lo regalé como signo del trabajo de nuestra oficina que lo ayuda a ser sus manos y brazos digitales para llegar, a través de lo digital, hasta los extremos de la Tierra.

-Benedicto XVI envió varios tuits. ¿Cómo era su relación con los nuevos medios?

-No fui su secretario y por eso no sé cómo trabajaba. Pero sí sé que el magisterio de Benedicto sobre los medios de comunicación es maravilloso y de una gran riqueza más allá de su relación personal con los nuevos medios. En definitiva eso no es importante. Lo que marca la vida de la Iglesia es lo que enseña el sumo pontífice y no si el papa aprieta un botón o no lo aprieta. El magisterio de Benedicto tiene una riqueza y un coraje, una fuerza invitando a la Iglesia a evangelizar con palabras muy fuertes como el continente digital, el nuevo mundo, los nativos digitales, con una comparación como si fuera el descubrimiento de América. Con frases muy bonitas, como cuando compara la evangelización de los inicios. Los discípulos tenían que entender la cultura para hacer el anuncio, como nosotros también ahora tenemos que comprender el nuevo lenguaje y la cultura para llegar al corazón de la gente.

-¿Con qué criterio se decide usar Twitter para no "cansar" al seguidor?

-Lo importante es que sean mensajes que puedan mover la inteligencia y el corazón. Se busca que acompañen los momentos litúrgicos o momentos especiales del mundo, que sea una palabra justa.

-Llama la atención que Francisco haya aprendido tan rápido. Cuando vivía acá no usaba siquiera celular.

-[Se ríe] Bueno, pero antes usaba traje negro y ahora usa sotana blanca. Lo que pasa es que antes se llamaba Jorge y ahora se llama Francisco y el más sorprendido es él de la elección de Dios..

 CONFERENCIA COMPLETA BRINDADA POR MONSEÑOR LUCIO RUIZ

NUEVA EVANGELIZACIÓN, NUEVAS TECNOLOGÍAS

LA EVANGELIZACIÓN EN LA ERA DIGITAL

1- Una clave para la cultura contemporánea

a) El cambio

b) Todos en el cloud (Cloud computing) (cloud: nube)

c) ¿Cómo se llega a este modelo? De la era industrial a la digital,

un cambio de paradigmas

d) Principales rasgos del nuevo paradigma

e) Lo que no cambia

2- Algunas características de la cultura digital

3- La Iglesia y la cultura digital

4- Visión desde el Magisterio de Benedicto XVI

f) 10 características de la comunicación social

g) 10 características de la comunicación digital

h) 10 características de la comunicación cristiana

i) 10 riesgos en la era digital

j) 5 necesidades impostergables

5- La formación en y para la cultura digital

6-  Inculturación digital

7- Conclusión

1- Una clave para la cultura contemporánea

En este momento histórico estamos en medio de una crisis global,

globalizada y globalizante porque no sólo llega en tiempo real a todos

los rincones de la tierra, sino que ella misma viene generada en una

forma dislocada pero con consecuencias planetarias inmediatas.

Se están modificando los débiles ejes del equilibrio de fuerzas

que habían mantenido una cierta estabilidad mundial, y es difícil prever

cómo será la nueva convivencia planetaria, con el surgimiento de nuevas

potencias, el resurgir de antiguas y el debilitamiento de otras.

El paradigma hasta ahora en vigor ha caducado sin que se haya

delineado aún el nuevo y, todos nos planteamos una infinidad de

preguntas para tratar de entender lo que sucede, comenzando por la

economía, que es el fenómeno visible, pero que tiene sus raíces en una

crisis mucho más profunda que reclama un análisis ético y antropológico.

a) El cambio

Uno de los ejes en torno al cual gira la cultura mundial

contemporánea es el cambio: la sociedad, las instituciones, las

empresas, los modelos, las comunidades, las personas cambian, y esta

capacidad de y para el cambio es una de las claves y parámetros que se

utilizan hoy para juzgar la aptitud de una persona para un trabajo, la

capacidad de crecimiento de una empresa, la calidad de una tecnología o

una investigación. La plasticidad para cambiar y ajustarse a las nuevas

situaciones (o para generarlas), contrariamente a lo que sucedía

precedentemente, forma parte de las condiciones de evaluación y

valorización de las personas e incluso de las instituciones.

Surge la pregunta sobre el sentido del cambio como principio;

sobre su bondad, adónde se llegará y cuándo, y hacia qué configuración

social nos estamos dirigiendo. A veces verificamos que se realiza sin

criterios o metas hacia las cuales moverse. A veces parece que el único

objetivo es cambiar por cambiar; o mejorar, actualizar, progresar...

sin definir exactamente el contenido de estos conceptos, que obliga a

una aceptación acritica, ya que se presuponen como unívocamente

buenas, por tanto, quien se opone o las critica es, a priori, "condenado".

Necesitamos, pues, un juicio crítico objetivo y un discernimiento

adecuado para juzgar los elementos y los procesos positivos y negativos

que se presentan. Frente a los cambios se pueden adoptar dos actitudes:

ignorarlos o involucrarse en ellos (i) . La primera es una neofobia, la

resistencia al cambio, el miedo a lo nuevo, la refractariedad a las

innovaciones, la paralización, es ver el entorno cambiante como una

amenaza(ii).  La segunda, el involucrarse en el proceso de cambio, si es hecho

con el necesario juicio critico, es una respuesta creadora, que comporta

un aprender, un innovar (iii), es un camino hacia la transformación (iv) y la

adaptación a la nueva realidad, el cambio así es una oportunidad (v).

Aceptar y elaborar estos cambios que se producen, se presenta

como el factor que dirime la cuestión que puede proyectar una

sociedad/institución hacia el futuro y hacia nuevos horizontes, o acabar

con ella si no se comprendieron las nuevas coordenadas, si no se dio

una adaptación al cambio ni hubo la inteligencia necesaria para conjugar

los elementos que se debían mantener con lo nuevo a incorporar.

b) Todos en el cloud (Cloud computing)

Viendo el título Cloud computing, probablemente la primera idea

que nos viene a la cabeza es: algo técnico, no me interesa, o yo uso la

computadora sólo para algunas cosas, no estoy todo el día allí...en

definitiva, la idea es la misma: esto no es para mí, no me interesa, que lo

vean los técnicos. ¡Oh sorpresa! ¡La realidad no es así! La pregunta es:

¿tengo un correo gmail o hotmail? ¿Uso google como buscador? ¿Uso

un iphone, ipad o un android con todas sus características? ¿Tengo un

perfil en facebook? ¿Busco cosas en youtube? ¿O fotos en flickr, ¿o

tengo un blog, o uso Twitter, o trabajo con Dropbox...? Bien, eso

significa que estoy en el Cloud (nube), es decir, en el proceso digital

contemporáneo, y que este modelo me sirve y que a mí, como al resto,

ofrece servicios con conceptos de tecnología, de organización, de

economía, de sociología e, incluso, de antropología, que son "diversos".

Pero entonces, siendo una realidad transversal deja de ser una

cosa para técnicos y se convierte en un fenómeno social que debe

interesarnos a todos, y a todos relacionados interdisciplinariamente, puesto

que no se presenta como un fenómeno unívoco sino como una realidad plurifacética,

que engloba los distintos aspectos de la vida del hombre

que no pueden ser tratados simplemente como una tecnología elaborada

sólo por y para los técnicos.

Para darnos cuenta de esta realidad transversal, de este modelo,

basta hacer una, incluso superficial , observación de la realidad

para ver que está presente, como modelo, en todas las realidades de

la vida del hombre: en la economía global, en las cuestiones de la guerra,

las organizaciones internacionales, en todo lo relativo a la energía y el

calentamiento ambiental, la organización de las empresas,

la investigación científica y la evolución universitaria, el modelo pedagógico,

el flujo informativo, las dinámicas de la prensa, los sistemas políticos, el

aparato financiero... Pero también se puede verificar cotidianamente en

las dinámicas de turismo, las relaciones familiares y con los amigos,

la gestión de la presencia y la distancia, la participación social, el impacto

mediático, la vida sexual, la vida afectiva, la ocupación del tiempo, la vida deportiva,

el mundo de la información personal, la propia

economía...hasta el supermercado, los impuestos y el banco...

Pero nos quedan por mencionar algunos aspectos muy

complejos, con muchos elementos, muchos entran en

contradicción al momento de buscar una formula para dar una respuesta,

que se podrían plantear en binomios, o mejor, en dicotomías: privacidad vs seguridad,

intimidad vs servicios, derechos vs deberes, propiedad vs gratuito,

copyright vs conocimento, roaming vs control, mío vs nuestro...y

la lista la podemos continuar cuanto queramos, el principio no cambia:

lo que yo quiero y recibo frente a lo que se necesita para que lo pueda

tener.  Este nuevo "paradigma digital", en muchos aspectos,

especialmente los relacionales, configura, conforma, modela, potencia y

limita nuestra sociedad y cultura.

Por eso estas tecnologías presentan desafíos que nos obligan a

re-pensar conceptos de privacidad ya que, si bien por una parte se nos

presenta la privacidad de nuestros datos y nuestras vidas como una

realidad esencial, por otra parte tenemos los servicios relacionados con

los datos que se ofrecen como una ventaja para nuestro trabajo y nuestra

vida (vg. Los servicios relacionados con el GPS o la seguridad). Otro

tema es que no se puede despreciar la información por el sólo hecho de

que se encuentre en un soporte informático, lo que implica

criterios de firma, presencia, documento , etc... Otro tema más es el

de la utilización de la tecnologia que nos invita a re-pensar cuándo y cómo

utilizar los beneficios de esta. Lo importante es saber cuándo,

cómo y para qué utilizar la tecnología, y cuál tecnología.  Cuestiones

que se responde preguntándonos sobre las necesidades de los usuarios

y los servicios que debemos ofrecer. Es entonces importante saber

quién es nuestro usuario, cuál es nuestro servicio, porque no hay

recetas universales, sino que, la bondad de la tecnología se verifica

cuando el servicio se ajusta a la necesidad.

c) ¿Cómo se llega a este modelo? De la era industrial a la digital,

un cambio de paradigmas

El modelo de la era industrial (Taylor, Weber, Ford) era adecuado

en ese contexto y en esa etapa histórica, con modelos rígidos según los

objetivos de aquellas organizaciones. El nuevo modelo organizacional

(Google, Amazon, Apple), tiene conceptos de organigrama y jerarquía

nuevos, donde la opinión de los integrantes es válida, reconociéndolos

como creativos y autónomos en sus decisiones, donde la innovación es

clave para la subsistencia. En la organización de la era digital conviven

los intereses de la organización con los de los empleados, y existe una

gran motivación, creatividad y apertura, con aceptación de ideas de

todos, comunicación fluida y sentimiento de pertenencia.

En la Revolución Industrial el medio técnico central estaba dado

por la máquina a vapor y el paradigma subyacente era mecanicista. El

modelo contemporáneo de la producción es la información,

electrónicamente manipulada, procesada y codificada. Si antes el

paradigma empresarial se basaba en una administración racional, formal,

contabilizada, articulada como un complejo engranaje físico, con

procesos de trabajo segmentados, jerarquizados y secuenciales en

plantas a gran escala; ahora hay una nueva forma de producción, un

nuevo concepto gerencial y administrativo. La informática posibilita una

producción descentralizada en diversas unidades productivas, y recupera

formas de trabajo integrales y redes, en ciertos aspectos igualitarias de

cooperación. Se supera el concepto de la producción en cadena y el de

la economía de escala. Aparecen nuevos conceptos empresariales como

el de calidad total . La estructura social de la Revolución Industrial

estaba dada por el empresario y el trabajador. Ahora, a los factores de la

producción, el capital y el trabajo, se agrega el factor manejo de

información. Emerge una nueva clase dirigente: los tecnoburócratas,

basada en la tecnología y el conocimiento.

d) Principales rasgos del nuevo paradigma

 El mundo ya no es visto como una gran máquina, formada por

engranajes, causal y mecánicamente vinculados, sino como un conjunto

de elementos interrelacionados por complejos y paradojales procesos

energéticos, con un nuevo enfoque holístico.

 No se concibe una separación entre sujeto y objeto, a la manera

del positivismo; cuerpo/mente, a la manera de la filosofía cartesiana.

El hombre es parte de su ecosistema, no vive a costa sino

gracias a la naturaleza y establece con ella una relación de convivencia.

 El reconocimiento de la alteridad sexual asume la paridad y la

igualdad de oportunidades para todos, sin distinción ni discriminación.

El progreso no es algo indefinido, acumulativo y lineal. La

dinámica de la sociedad no es lineal sino una dinámica compleja.

 El relativismo moral se complejiza con el desarrollo autónomo

de la manipulación genética, la microbiología y las nanotecnologias.

 Tiempo y espacio de acuerdo con la física relativista y cuántica,

pierden su carácter de absoluto, impactando en todo el proceso social.

 La antropología post-iluminista redescubre que el hombre no es

exclusivamente un ser racional, sino también un ser sensible, hay

entonces una mirada más holística del hombre.

e) Lo que no cambia

Pero, si por una parte todo cambia, por la otra no, ya que

mantiene siempre intacta su validez e integridad: la verdad de Dios, el

bien, el amor y la verdad del hombre mismo (vi) Estas permanecen.

Con todo, el cambio cuestiona la verdad (vii), y la capacidad del

hombre de conocerla interroga sobre cuestiones ya pacíficamente

aceptadas, y sobre nuevas realidades que ciencia y técnica presentan no

sólo al pensamiento sino a la vida cotidiana de todas las personas. Esto

nos exige re-aprender y re-pensar el Mensaje de Jesús, válido para

todos los tiempos y todos los hombres, pero que necesita ser presentado

de manera que pueda ser entendido y acogido por el hombre de hoy.

Ciertamente el cambio cultural, esencialmente marcado por las

tecnologías de la información y la comunicación, no son algo accidental,

 que toca al hombre sólo de modo tangencial (viii)  . Las mutaciones, que

resultan del desarrollo tecnológico (ix) , actúan sobre la persona, sobre

todas las personas, sobre las instituciones, sobre los dinamismos de

diálogo, sobre la configuración de las familias y las comunidades, sobre

la forma de la educación, cambiando el modo de pensar, de sentir, de ver

y de interaccionar con la realidad, con los otros y con Dios (x).

En cierto sentido el problema consiste en descubrir hasta que

punto el hombre y su comunidad han cambiado y, por consiguiente,

cómo las disciplinas que quieren tratar estos argumentos, incluida la

teología y el derecho, deben tener en cuenta la nueva realidad del

hombre para permitirle continuar a transmitir (tradere) la verdad del

hombre y el Mensaje del Evangelio (xi) al hombre de hoy, con su nuevo

lenguaje y manera de pensar y de concebir el mundo, la vida y la historia.

Y si las tecnologías de la comunicación y la información afectan

las nociones de espacio, de tiempo, de identidad, aspectos cognitivos y

relacionales de la persona humana (xii); las tecnologías biomédicas y las

nanotecnologías nos cuestionan sobre el valor de la persona humana, su

nacimiento, su muerte, el valor del cuerpo y el mismo sentido de la vida.

Es una revolución total (xiii) en la que cada hombre y todos los hombres, lo

quieran o no, están implicados e integrados en esta realidad (xiv).

2- Algunas características de la cultura digital

Uno de los elementos dinamizadores que hacen posible un

fenómeno tan global es el nuevo flujo comunicativo de gran capilaridad.

La "técnica" es un fenómeno que no es meramente tecnológico,

entendido como algo que se usa simplemente para hacer mejor lo que

se hacía antes; no es un medio para hacer más sencilla la actividad que

hacíamos, es un medio que hace distinto aquello que hacíamos .

Estamos ante un fenómeno cultural, donde la tecnología hace mejor

lo que hacíamos antes, hace de otro modo lo mismo que se hacía

anteriormente y hace nuevas cosas que antes no se hacían. ¡Pero no

sólo! Todo esto lo hacen quienes antes no podían hacerlo, y lo hacen

mejor... Me refiero a los jóvenes y los niños (los nacidos digitales), ellos

son los verdaderos protagonistas de esta cultura; antes los grandes

enseñaban a los jóvenes, hoy y en esta cultura los jóvenes introducen a

los adultos. No se trata, por lo tanto, simplemente de manejar un

electrodoméstico, si no de tener una relación diferente ante el mundo de

la información y de la formación, el mundo de la investigación y de las

relaciones, e incluso respecto a la concepción del tiempo, del espacio, de

la presencia, de la identidad y del comportamiento moral.

Nos encontramos hoy ante un sistema de comunicación fluido,

complejo y multifacético. Los blogs y las redes sociales son espacios de

encuentro y difusión muy importantes. Un número creciente de

tecnologías de la información ha aumentado la participación popular en

las dinámicas de la comunicación, pasando de un esquema de

usuarios/receptores a usuarios/productores.

Esta cultura tiene características a comprender y subrayar:

a. Es multimedial, no solo textual o discursiva. Incluye narraciones

audiovisuales, fotografías, texto, música, hipertexto, íconos, etc.

Los contenidos van más allá de un discurso racional-textual.

b. Puede ser casi omnipresente, e incluso invadente, porque llega

a los usuarios tanto a través de los medios de comunicación

social como por medios personales cada vez más portátiles.

c. Es dinámica, cualquier contenido puede ser compartido,

transformado, multiplicado. Los medios, entre ellos, se potencian

y entrelazan creando un espacio compartido (la medioesfera).

d. Es conectiva, el usuario ya no es un receptor pasivo, sino que

transmite también; se multiplican exponencialmente los contactos

en los espacios compartidos, personales o colectivos.

e. Es a-sincrónica y des-localizada: las categorías de tiempo y

espacio se reducen y son menos significativas en el intercambio

de contenidos. Ni siquiera los idiomas ya son un impedimento.

f. Crea una sociedad reticular, donde el estar vinculado o no

estarlo es la condición que ofrece la posibilidad de participación

social y de creación cultural colectiva.

g. Es enciclopédica: los casi infinitos bancos de datos existentes

contienen archivos del saber hasta hoy inalcanzable, y sirven

para avanzar en la investigación científica y cultural de hoy.

h. La fiabilidad no se da por descontada. Hay de todo y no todo

es bueno, ni verdadero. Hay que aprender a elegir, aprender una

nueva forma de visión crítica de lo que se encuentra.

i. Es informal: pone a todos en el mismo plano a la hora de

dialogar. Quien más credibilidad tiene, consigue crear opinión.

j. Ofrece la posibilidad de diálogo entre personas de distintas

generaciones y diversas culturas.

k. Implica una cultura de uso de las herramientas electrónicas

siempre en evolución. Supone una interacción física con éstas.

l. Crea nuevos tipos de relación entre las personas , relaciones

auténticas, aunque a distancia. Existe el peligro de multiplicar las

personalidades mediante los avatar, o falsear la propia identidad.

m. No es el mal universal. No hay que identificar Internet con otros

procesos culturales que ya existían antes, pero que en la red

pueden hallar espacios de crecimiento.

Podría ser simplista reducir el impacto de estas tecnologías a la

pregunta: ¿son buenas o malas? con la conocida respuesta: en sí, no

son ni buenas ni malas, dependerá del uso que se haga de ellas.

A lo cual debemos decir que, sin invalidar tanto la pregunta como la

respuesta, como hemos visto, el fenómeno es bastante más complejo, en

cuanto a la cantidad y calidad de factores que comprende y a la

intensidad con la cual el hombre se involucra. Este fenómeno debe ser

entendido, analizado, estudiado para que no se simplifique su

problemática, porque sería una no respuesta a la cultura

contemporánea, y que no aporta ninguna claridad para conocer,

interpretar, gestionar y vivirla. Las tecnologías, y lo que generan, deben

ser analizadas y valorizadas en virtud de su relación con la verdad, el

amor y su valor comunional.

Este contexto presenta otro desafío: la dependencia que el

hombre va teniendo de estos instrumentos. Por una parte es normal que

un cambio de esta naturaleza, que realiza una nueva síntesis de la

historia y la vida del hombre, ligue a éste en forma notable. Pero por otra

parte, la grandeza del ser humano puede trascender cualquier

dependencia instrumental. Por eso no debe sorprender que las

sociedades de hoy tengan un cierto grado de dependencia de la energía

eléctrica, el teléfono, el agua corriente, la computadora, porque son

elementos con los que desarrolla sus tareas cotidianas. Lo que no puede

admitirse es que los aspectos esenciales del ser persona humana: el

amor, el pensamiento, las relaciones humanas, la relación con lo

trascendente, queden aprisionados o se pierdan por estas nuevas

tecnologías y su lógica y dinámica interna.

3- La Iglesia y la cultura digital

Para afrontar el pensamiento de la acción de la Iglesia en la era

digital hay que conocer el quid del cambio cultural y hacia dónde va,

mostrando sus parámetros, sus coordenadas, los ejes sobre los cuales

gira, sus potencialidades y también sus límites y sus riesgos.

Hay que seguir el posicionamiento de los flujos y las dinámicas de

la red entendida como el complejo articulado tecnotrónico (que utiliza

todo tipo, modo y método de tecnología electrónica) y antropológico.

La red prioriza los servicios sobre los productos y las tecnologías, que se

hacen invisibles (tanto más invisibles cuanto más desarrolladas) a los

usuarios que las utilizan, y se mimetizan, desaparecen en la realidad

cotidiana, donde la comunicacionalidad se coloca al centro de su valor.

Por ello, la educación no comienza con el enseñar, sino con el

aprender. Conocer este nuevo mundo, analizarlo, conocer su lenguaje

y sus claves, se centra en el eje del verdadero esfuerzo formativo porque

implica que, en primer lugar, no se banaliza el fenómeno, sino que se lo

toma con conciencia, en su realidad, en su dimensión y complejidad.

Por ello, un estudio sistemático y científico que pase del fenómeno al

fundamento es más imprescindible cuanto más extenso y holístico es el

fenómeno, para encontrar las claves, no sólo prácticas sino esenciales.

Esta formación holística debe tender a preparar hombres y

mujeres capacitados para un mundo en transformación, hombres y

mujeres flexibles, creativos y conscientes del momento histórico en que

viven, y sobre todo, no individualistas ni aislados, ya que el tejido

intrínseco del hombre, potenciado por la red, es comunicacional.

 No se trata de reemplazar la computadora por un tablet, ni el teléfono por un

smartphone; se trata de establecer dinámicas comunionales con las

claves, las sensibilidades y las potencialidades de la cultura digital.

La Iglesia no puede dejar de interrogarse sobre esta nueva

cultura, porque toca intrínsecamente su misma naturaleza y misión. Si el

punto clave está en "ay de mi si no evangelizo", esta no es en abstracto

sino en la "encarnación" de una determinada cultura.

Por ello el problema no reside en que la Iglesia comunica.

Comunicar para la Iglesia no es un optional, es su propia misión.

Desde el punto de vista teológico, la Iglesia nace y vive gracias a Dios que se ha

comunicado en Cristo. Ha sido querida por Cristo como sacramento de

comunión de los hombres con Dios y entre ellos. Su misión esencial es,

 pues, comunicar el anuncio (xv) .

Así la cultura contemporánea se presenta entonces no como un

problema, sino como una posibilidad para la misión de la Iglesia de

llevar el Evangelio hasta los extremos confines del mundo, cumpliendo

también hoy el mandato misionero del Señor.

4 - Visión desde el Magisterio de Benedicto XVI

a) 10 características de la comunicación social

1-La comunicación tiene su raíz en la naturaleza humana, no es una

consecuencia del desarrollo tecnológico.

2- Responde al deseo fundamental de las personas de entrar en

relación unas con otras.

3- Cuando nos abrimos a los demás, realizamos una de nuestras

profundas aspiraciones y nos hacemos más humanos.

4- La comunicación es parte de la cuestión antropológica, están en

juego dimensiones constitutivas del hombre y su verdad.

5- En la comunicación es la misma persona quien se da, por lo

tanto, ni la persona ni la comunicación permanecen indiferentes.

6- Por ello la comunicación se convierte en una dimensión del tejido

social en cuanto une a las personas.

7- La comunicación social no es una actividad neutra, en cuanto

parte de una persona y se dirige a otra persona.

8- El valor de la verdad no se basa en la popularidad... Debe ser

dada en su integridad, no desvirtuándola para hacerla aceptable.

9- En el silencio nos conocemos mejor: ¿quién soy yo?, ¿qué puedo

saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar?

10- Silencio y la palabra son dos momentos de la comunicación que

deben equilibrarse, alternarse e integrarse.

b) 10 características de la comunicación digital

1- La tecnologia plantea nuevos interrogantes: cambio de función de

los medios, se facilita la comunicación, comunión y cooperación.

2- Las tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la

comunicación misma. Marcan y configuran la cultura.

3- El ambiente digital no es un mundo paralelo, forma parte de la

realidad cotidiana de todos, de las relaciones y de los procesos

sociales, económicos, políticos y religiosos.

4- Transmitir información significa introducirla en una red social, en

la que el conocimiento se comparte. Transmitir es compartir.

5- Influencia en toda la sociedad, son un bien destinado a toda

persona y no puede estar al alcance sólo de algunos.

6- Se relativiza la distinción entre el productor y el consumidor. La

información se construye en una dinámica interactiva.

7- Hay nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la

imagen que se tiene de uno mismo (identidad, espacio, etc.).

8- La Red es la nueva ágora de encuentros, lugar de preguntas y

respuestas. Los motores de búsqueda son el lugar de consejos.

9- Nace un nuevo modo de difundir información y conocimientos; un

nuevo modo de aprender y de pensar, hay nuevas oportunidades.

10- Las redes sociales son el fruto de la interacción humana y dan

nueva forma a las dinámicas de la comunicación y relación.

c) 10 características de la comunicación cristiana

1- Usar las nuevas tecnologías no por el hecho de tener que estar,

sino porque el Señor debe alcanzar mentes y corazones incluso

cuando no se hable de Él.

2- El estilo cristiano de presencia, implica un testimonio coherente

en el perfil digital y el modo de comunicar preferencias, opciones.

3- Tres pasos necesarios: formación de la persona, la participación

en la vida social y diálogo interpersonal.

4- La educación para los medios requiere la formación en los

valores y en el ejercicio responsable de la libertad.

5- En la amistad crecemos y nos desarrollamos, esto debe estar

presente en la red, sin menoscabar el valor presencial.

6- El anuncio debe aumentar en cuanto a la multiplicidad de medios

y debe ser mas acuciante, intenso y eficaz.

7- La fecundidad del anuncio viene de Cristo, no de la eficacia de los

medios, aunque los supone.

8- La presencia en la virtualidad implica ser auténticos, fieles a si

mismos, no ceder a la construcción artificial del perfil virtual.

9- Dios habla también sin palabras, de la contemplación nace la

urgencia de comunicar aquello que hemos visto y oído.

10- Una forma de testimonio es el donarse a los demás mediante la

disponibilidad para responder con respeto a sus preguntas.

d) 10 riesgos en la era digital

1- Usar los medios sólo por la mera exigencia de hacerse

presentes, considerando internet un espacio que debe ocuparse.

2- Transmitir la verdad parcialmente o modificada para ser

aceptada. Modificar el propio perfil para entrar a los estándares.

3- Los medios hacen posible nuevas formas del mal; megáfonos del

materialismo y del relativismo. Nuevos tipos de marginación social

4- Hay una tendencia a la nivelación cultural y un condicionamiento

y manipulación de la libertad de las personas.

5- La técnica tiene la capacidad para cambiar la realidad, crear los

eventos. Puede tener una hermenéutica univoca de la historia.

6- No todo lo que es técnicamente posible es también éticamente

realizable, porque no camina siempre con la dignidad humana.

7- La inmediatez de la comunicación no necesariamente se traduce

en la construcción, cooperación y comunión en la sociedad.

8- Para ampliar la audiencia, no se duda en recurrir a la trasgresión,

a la vulgaridad, a la violencia, a la manipulación de la verdad.

9- La virtualidad obsesiva aísla la persona, interrumpiendo su

interacción social real y altera los ritmos de reposo, de silencio.

10- la nueva relacionalidad interroga: ¿Quién es mi prójimo? ¿Hay

riesgo de estar menos presentes en la cotidianidad? ¿Podemos

dispersarnos por estar en una realidad no real?

e) 5 necesidades impostergables

1- Los medios potencian la conexión, la comunicación y la

comprensión entre las personas y las comunidades: entonces es

necesario una presencia cualificada.

2- Todos somos usuarios y a la vez operadores de comunicaciones

sociales: entonces a todos nos debe interesar.

3- Las relaciones virtuales pueden reforzar la unidad entre las

personas, pueblos y culturas: entonces se deben aprovechar para

humanizar y Evangelizar.

4- Hay que garantizar la fidelidad a la realidad: entonces es

necesaria la formación para los operadores de los media.

5- Existen numerosos riesgos en el uso de la virtualización:

entonces se necesita una formación en los valores y la libertad.

5- La formación en y para la cultura digital

La vida de la Iglesia implica siempre la comunicación, porque la

homilía, la catequesis, la predicación, la enseñanza son comunicación;

además, todos somos usuarios de los diversos medios de comunicación.

Por esto la formación es una prioridad. Es importante conocer las

bases antropológicas y teológicas de la comunicación. Hay que

comprender las claves culturales fundamentales superando el atractivo

de la tecnología, o el desprecio y desvalorización.

La comunicación social digital es un fenómeno radicalmente

colectivo (otros dirían conectivo, vinculante, comunitario) en desarrollo.

Algunos puntos fundamentales para la formación de la persona:

a. La importancia del silencio: en la sociedad mediática se hace

imperativo el silencio. Este es la única forma para comprender el

valor de la palabra y el significado comunicativo.

b. El valor de la libertad: El hombre ha de ser formado para ser

plenamente hombre, usando su libertad para vivir y actuar en el

bien. Hay que educarlo en el uso de su libertad, en el ejercicio de

sus responsabilidades y de su lealtad en las opciones que ha tomado.

c. No infravalorar la importancia de los problemas personales:

muchas veces, se dice, pasará, es una crisis pasajera, reza a

la Virgen y pasará.  Esta metodología no funciona. Quien tiene

un problema necesita ayuda. Es fácil decir a posteriori:  te lo había

dicho, ... lo triste es que no se ha ayudado a salvar a la persona,

que seguramente buscará ayuda donde pueda encontrarla.

d. Ofrecer tiempo de escucha: Internet ofrece muchos espacios de

diálogo y escucha, por desgracia no siempre buenos y muchas

veces con malas intenciones. Pero desde luego una persona en

internet encuentra siempre a alguien con quien intercambiar unas

palabras y pasar el tiempo. Nosotros dedicamos tiempo suficiente

a compartir tiempo, a escuchar, y saber "estar", creando espacios

de diálogo, de amistad y de sano intercambio afectivo.

e. Formar para usar con provecho el tiempo libre: a menudo se

considera el tiempo libre como tiempo perdido . Hay que

valorizar la relación interpersonal en el tiempo libre, la amistad, el

reposo, el deporte, el arte. El cansancio extremo, el peso de los

problemas, la hiperactividad desembocan en enfermedades

(psíquicas o somáticas) o en compensaciones ocultas.

f. La administración del tiempo: la disciplina en la vida es algo

fundamental, mucho más en una realidad que puede fagocitar no

sólo el tiempo disponible, sino también a la persona. Es

imprescindible el autocontrol en el "tiempo virtual".

g. Crear espacios de encuentro, investigación, estudio,

colaboración, ayuda también en el espacio virtual: Internet

ofrece todo tipo de espacios para encontrarse, compartir,

dialogar. Es necesario promover iniciativas para el encuentro

personal. No bastan los diagnósticos hay que ofrecer soluciones.

6-  Inculturación digital

Benedicto XVI, en los diversos mensajes para las jornadas de la

Comunicación Social, nos habla de generación digital, de mundo

digital, tiempo digital, continente digital. Por lo tanto, si hay un nuevo

mundo, una nueva generación, un nuevo tiempo, un nuevo

continente...hay una nueva Evangelización! Y esto nos llama a ser

conscientes de que a un nuevo mundo hay que mandar nuevos

misioneros, por lo tanto misioneros de la era, de la cultura, del mundo, de

la generación, del continente, del tiempo digital. Esto implica, como lo fue

siempre para todos los misioneros, aprender nuevas lenguas, nuevas

costumbres, insertarse en nuevos ambientes, tener que traducir el

Evangelio para que sea conocido y vivido, así como fue la evangelización

en China, en América...pero ahora en el Continente Virtual ...

Así pues, si estamos ante una nueva cultura, se nos presenta

también una consecuente y necesaria inculturación, que implica

comprender los nuevos parámetros culturales para introducir el

Evangelio. Por tanto es necesario tener en cuenta que esta nueva

cultura, no tiene fronteras, ni razas y no tiene espacio y no tiene

tiempo, proliferan los códigos electrónicos y el pensamiento global,

hipertextual, multitasking y multithreading, un nuevo tipo de hombre.

Pero esto es también un desafío, porque, si todo esto no viene

entendido profundamente, y sólo le damos un barniz cultural, no

podremos evangelizar el nuevo mundo, y el Evangelio quedará fuera de

él... De hecho, si no comprendemos que las nuevas tecnologías tienen

sus propios lenguajes y sus propias metodologías, sus propias dinámicas

y su propia lógica, nos encontraremos con una simple transposición de

contenidos de un medio a otro; por lo cual, sin usar el lenguaje propio, el

contenido no será comprendido y, consecuentemente, se perderá. La

radio tiene recursos auditivos, la televisión agrega el mundo de la

imagen, del color y el movimiento, Internet los agrupa a todos y les da

interacción, inmediatez, universalidad, y les suprime su vinculación

espacio-temporal.  Estar en la era digital no es simplemente colocar la

homilía del domingo en Internet, es entender el nuevo lenguaje...

En efecto, en las generaciones digitales, podemos verificar que

las tecnologías se esconden, son transparentes, se diluyen en la

realidad (xvi)  pero han dejado su huella en la lógica, no sólo de su uso, sino

en la misma estructura del pensamiento y en la dinámica de la

comunicación. Es propio una estructura interna del abordaje o

acercamiento cognitivo que comparten un modo y un medio de y

para comunicar. Es decir, los jóvenes no están con los aparatos sino

que se relacionan con la realidad por medio de los aparatos, sin

detenerse en ellos, como nosotros creemos cuando los vemos. Pero,

aunque los aparatos sean transparentes, sin embargo han dejado su

impronta en la lógica, no sólo de su utilización sino en la estructura del

pensamiento y en la dinámica comunicacional misma. Por ello, cuando

un joven usa un medio tecnotrónico no está frente a un mero

instrumento, como podríamos entenderlo y usarlo nosotros, que

pertenecemos a otras generaciones, para los cuales la computadora e

Internet son elementos útiles para redactar mejor nuestros documentos y

enviarlos a todas partes. Tampoco se les presenta un problema

metafísico, moral y existencial, como a nosotros, que nos planteamos

miles de preguntas, tales como: ¿son buenos, son malos?, o ¿debemos

tener nuestros propios medios o usar los ya existentes?, ¿pasamos

mucho tiempo con las tecnologías?   Para los nativos digitales las

tecnologías existen y se usan como para nosotros el auto, la electricidad.

Nos asombran fenómenos como Youtube, Facebook, Wikipedia,

Google, Twitter, pero estos no son sólo fenómenos de medios, ni

tampoco una realidad de contenidos, como nosotros estábamos

acostumbrados a analizar hasta este momento.  Medios y contenidos se

funden en una realidad única, y así las entienden, viven y utilizan las

nuevas generaciones. Para ellas no hay un planteamiento dualístico, ni

hay un claro limite entre una cosa y la otra, sino que el contenido ya

viene elaborado con la lógica y el lenguaje del medio que se usa.

La tecnociencia no es sólo mi ordenador, el sitio web que

conozco..., sino que es la comunicación a todos los niveles, es la

nanotecnología de la salud, es la biotecnología de nuestros bebés, son

los ambientes inteligentes, es la neurociencia de la experimentación más

allá de las fronteras de nuestra imaginación...

Kevin Kelly (director de la revista Wired Magazine) decía:  En el

pasado fue muy fácil ignorar la tecnología porque no penetró en los

espacios de nuestra vida a los que siempre estamos realmente

obligados: nuestra red de amistades, el escribir, el pintar, el cultivar el

arte y la cultura, las relaciones, la identidad, las asociaciones cívicas, la

naturaleza del trabajo, la adquisición de bienestar, el poder. Pero hoy la

constante aplicación de la tecnología en la red de las comunicaciones...

tiene completamente sumergidas estas áreas sociales. Nuestro espacio

social ha sido invadido por el telégrafo, el teléfono, la fotografía, la

televisión, el avión y el automóvil; luego el ordenador, Internet, y ahora la

red. Ya la tecnología no es exterior, ajena, periférica; hoy está al centro

de nuestra vida" (xvii) .

7- Conclusión

En los primeros tiempos de la Iglesia, los Apóstoles y sus

discípulos llevaron la Buena Noticia de Jesús al mundo grecorromano.

Así como entonces la evangelización, para dar fruto, tuvo necesidad de

una atenta comprensión de la cultura y de las costumbres de aquellos

pueblos paganos, con el fin de tocar su mente y su corazón, así también

ahora el anuncio de Cristo en el mundo de las nuevas tecnologías

requiere conocer éstas en profundidad para usarlas después de manera

adecuada" (xviii) .

Así como entonces...así también ahora, con estas palabras

presenta la cultura contemporánea a la Iglesia, por lo tanto, como los

Apóstoles al inicio también hoy nosotros nos encontramos como al

inicio de una «nueva historia» (xix), entonces, depositarios del mandato

misionero del Señor, seremos los misioneros de la Cultura Digital, en el

Continente Digital para los nacidos y los inmigrantes digitales.

Pero para ser misioneros hay que ser discípulos. Es una

paradoja, pero en la cultura de la comunicación nuestra primera tarea es

callar y escuchar. Contemplar en profundidad el Misterio Divino.

En la oración y en el silencio reflexivo, cada uno encuentra al

Señor y se encuentra a sí mismo. Con Él logramos encontrar

verdaderamente la síntesis de los opuestos, donde las tensiones de las

contraposiciones de la vida encuentran su verdadero equilibrio.

Virtualidad o realidad, computadora o presencia, pantalla o libro,

encuentro o network, reunión o meeting, avatar o carne, nombre o

nickname, estas y otras preguntas hallan respuesta en el silencio.

Los primeros cristianos no consideraron su anuncio misionero

como una propaganda que servía para aumentar su número, sino como

una necesidad que derivaba de la naturaleza intrínseca de su fe. Y el

presentarlo a todos era compartir la respuesta que habían encontrado en

sus propias vidas, sabiendo que daban una respuesta que pertenecía a

todos, y que todos los hombres, en su interior, esperaban y buscaban. (xx

La "red" no carece de riesgos, por eso, hoy más que nunca, urge

la formación de la persona integralmente, y de manera especial la

formación clara y específica del uso consciente y responsable de la

propia libertad, porque no son los firewalls y los filtros los que deben

hacer la historia del hombre, que pueden ayudar, sino la decisión y

elección de la libertad vivida con sacrificio, perseverancia y amor.

El hombre debe ser formado para serlo plenamente, usando su libertad en

el bien, responsable y fiel a las opciones que ha tomado y que toma.

Pero atención. No se trata de usar la tecnología porque "hay que

usarla", y tanto menos usar lo nuevo simplemente porque es lo último o

está de moda. Los elementos culturales que van asumidos y que van

impregnados del Evangelio deben poder responder a las preguntas:

¿Cuáles? ¿Cuándo? ¿Cuánto? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quiénes? ¿Para

quién? ¿Dónde? No toda tecnología, no todos los lugares, no para todas

las personas, no para todas las cosas... es el juicio crítico que nos

impone el servicio que hemos de ofrecer lo que puede y debe

determinar la oportunidad de lo que hay que hacer, para que sea una

verdadera inculturación del Evangelio en esta realidad.

Concluyo con Papa Francisco: A partir precisamente del auténtico

afecto expreso mi voluntad de servir al Evangelio con renovado amor,

ayudando a la Iglesia a ser cada vez más, en Cristo y con Cristo, la vid

fecunda del Señor, todos juntos...nos esforzaremos por responder

fielmente a la misión de siempre: llevar a Jesucristo al hombre, y

conducir al hombre al encuentro con Jesucristo (xxi) .

 

i Cfr. VILORIA RENDÓN, O., An álisis del entorno: un tiempo de cambios, en «Revista venezolana de

análisis de coyuntura», enero-junio, año/vol. XI, número 001, Universidad Central de Venezuela,

Caracas, Venezuela, 2005, pp. 11-36.

ii Cfr. OWEN, H., El Esp í ritu del liderazgo, Oxford University Press, México, 2001.

iii Cfr.SCHUMPETER, J., La respuesta creadora en la historia econ ómica, Editorial Oikos-Tau, Barcelona

(1968).

iv Cfr. DEMING, E., La Nueva Econom í a para la industria, el gobierno y la educaci ón, Ediciones Días de

Santos, Madrid, 1998.

v Cfr. DRUCKER, M., La sociedad poscapitalista, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1999.

vi Cfr. Gaudium et spes 22.

vii Cfr. BENEDICTO XVI, Discurso del Papa a un congreso organizado por el Consejo Pontificio para las

Comunicaciones Sociales, 23 de mayo de 2008,

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2008/may/documents/hf_benxvi_

spe_20080523_pccs_sp.html

viii Porque el mensajede un medium o una tecnología está en el cambio de proporciones, de ritmo o de

esquemas que introduce en las relaciones humanas. [] El medium es el mensaje, porque es el

medium que controla y plasma las proporciones y la forma de la asociación y la acción humana. Los

contenidos, en cambio, de estos medios de comunicación pueden ser diferentes, pero no tienen alguna

influencia sobre las formas de la asociación humana. MCLUHAN, M., Los instrumentos del

comunicar, CDE, Milán 1997, pp. 16-17; cfr. MCLUHAN, M., La luz y el medio. Reflexiones sobre la

religi ón, Armando Editor, Roma 2002; GRANADOS G. M., La cultura digital: posibilidades, fracturas.

Ética en el comunicaci ón, en PCCS, Iglesia e informática, op. cit., pp. 55-88; GALVAN, J. M., La

comunicaci ón entre fe y cultura, en «Era mediática y nueva evangelización» a cura de Stenico, T.,

LEV, Vaticano 2001, pp. 204-226.

ix Es abundante la bibliografía sobre el análisis de los cambios provocados en el mundo por desarrollo de

la tecnología, especialmente aquel al servicio de la comunicación, y no solamente limitadamente al

ámbito del medios de comunicación. Cfr. SOUKUP, P., Communication and theology: introduction

and review of the literature, Avon Litho Ltd., Stratford-upon-Avon, Warwickshire, 1991;

Recent work en communication and theology: a guide for the CICS, en «Cross Connections.

Interdisciplinary Communications Studies at the Gregorian University» por Srampickal, J. - MAZA, G.

-BAUGH, L., PUG, Roma 2006.

x Una revolución que, modificando el modo de comunicar, acaba también por invertir el modo de pensar

y de vivir, induciendo reales cambios antropológicos, sociales y culturales, tanto de legitimar la

reflexión sobre una real cultura informáticacomo factor de pasaje de la era moderna a aquella postmoderna.

PANTEGHINI, G., Messaggio cristiano e cultura informatica, en «Credere oggi » 86

(2/1995), p. 97.

xi Cfr. CONFERENZA EPISCOPALE ITALIANA (CEI), Comunicazione e missione. Direttorio sulle

comunicazioni sociali nella missione della Chiesa, LEV, Vaticano 2004.

xii Los medios de comunicación tienen la capacidad de pesar no sólo sobre los modos de pensar, sino

también sobre los contenidos del pensamiento. Para muchas personas la realidad corresponde a lo que

los medios de comunicación definen como tal; lo que los medios de comunicación no reconocen

explícitamente parece insignificante. PONTIFICIO CONSEJO PARA LAS COMUNICACIONES SOCIALES,

Instrucci ón pastoral Aetatis novae, 1992, n. 4.

xiii Cfr. GALVAN, J. M., El nacimiento de la tecnoetica, Roma 2001,

www.usc.urbe.it/ html/php/galvan/indextecnoet

xiv Cfr. DELGADO, B., Nuevos medios, nueva sociedad. La incidencia de la comunicaci ón publicitaria, en

«Retos de la sociedad de la información», Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca, 1997, pp.

121-142.

xv CORGNALI, D., Le nuove frontiere della comunicazione, en «Credere oggi» 86 (2/1995), p. 5.

xvi Cfr. SAINT-EXUPÉRY, A., Terra degli uomini, Mursia, Milano 2000, pp. 53-54.

xvii KELLY, K., Nuove regole per un nuovo mondo, Ponte alle Grazie, Milano 1999, p. 46.

xviii Benedicto XVI, Mensaje para la 43 ª. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2010

Benedicto XVI, Mensaje para la 44 ª. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2010

xix Benedicto XVI, Mensaje para la 44 ª. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2010

xx Cfr. Benedicto XVI, Encuentro con el mundo de la cultura. París, 12 de septiembre 2008)

xxi AUDIENCIA A TODOS LOS CARDENALES DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Sala Clementina Viernes 15 de marzo de 2013

ADJUNTO ACÁ DOCUMENTOS ATINENTES AL TEMA TRATADO:

PROPUESTA DE EDUCOMUNICACIÓN PARA LA FAMILIA SALESIANA

(Presentada por ECOSAM – Equipo de Comunicación Social del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en América, Caracas, Venezuela, marzo de 2001)

El documento presenta en sus tres partes -Marco Situacional, Marco Teórico y Marco Operativo- las razones que hacen impostergable una propuesta de esta naturaleza, las referencias en que se apoya y los posibles caminos que la hacen viable.

 MARCO SITUACIONAL

Con la consolidación de la Era de la Información todo cambió muy rápidamente, desde las cosmovisiones que alimentan el imaginario del ser humano, hasta la forma en que las personas se relacionan con sus semejantes. La humanidad está sumergida en una sociedad profundamente mediática. Gran parte de las transformaciones actuales tienen como testigo ineludible a la comunicación masiva. Los medios de comunicación adelantan transformaciones culturales que inciden en el área comunicativa y educativa de la sociedad.

Democratización excluyente.

Si bien las redes electrónicas están constituyendo un nuevo espacio para la opinión pública en el que el pensamiento colectivo pudiera construirse con puntos de vista diferentes y a partir de distintos lugares, el nivel de desigualdad y de desequilibrio entre el Norte y el Sur del Planeta, ahonda aún más las diferencias entre quienes están “enganchados” a la tecnología y quienes no tienen posibilidad de frecuentar ni siquiera la escuela.

 Redes comunicacionales

Las redes instauran un nuevo modo de ser ciudadanas y ciudadanos, de convivir. Convierten las ciudades en teleciudades, crean un nuevo ser humano “electrónico”, portador de múltiples sistemas-prótesis agregados a su cuerpo, equipa las casas con los “multimedia familiares” que transforman los hogares en terminales conectados a sistemas electrónicos mundiales, como la telefonía, la televisión, los modems de los computadores, la impresora, el fax... La vida cotidiana está totalmente permeada por la electrónica. La electrónica introdujo un nuevo modelo de intercambio: la interactividad y la posibilidad de producir comunicaciones a partir de los que antes se llamaban “público”.

La existencia de redes se constituye en una oportunidad para potenciar esfuerzos, para abandonar el aislamiento y los proyectos reductivos, para socializar el conocimiento y para optimizar los recursos.

 Inmaterialidad de los espacios virtuales

La gran revolución de la relación persona-mundo en las altas esferas de la tecnología consiste en que nuestras fantasías, los mundos que pueblan nuestra imaginación, todo aquello que era sólo nuestro y personal, es ahora colectivo, real e interactivo.

 Singularidad Juvenil

¿Quiénes son los jóvenes del siglo XXI? Primero es necesario preguntarse qué conceptos mentales se manejan cuando se habla de “juventud”. No existe un paradigma hegemónico que defina a la juventud. Esto plantea la necesidad de definir a este sujeto social a partir de un conjunto de factores. Como fenómeno multidimensional, la juventud debe ser considerada a partir de su significatividad específica en los diversos contextos de la vida social: creaciones, educación, trabajo, comunicación, participación o exclusión del consumo. Pensar en la juventud requiere un esfuerzo de relectura del mundo.

La cosmovisión juvenil se conforma a partir de presupuestos vivenciales fruto de intercambios comunicacionales planetarios. Los jóvenes experimentan una sensación de ubicuidad, moviéndose a través de diversas culturas y “geografías” virtuales, entrando en relación con otras lenguas, culturas, entretejiendo un conocimiento híbrido.

La juventud hoy es considerada como “generación @”, o sea, generación de la era digital. La capacidad de comunicación se convierte en imperativo y condición de sobrevivencia, y la apropiación de las nuevas tecnologías y códigos lingüísticos hace de los jóvenes nuevos actores sociales.

 Desafíos a la Educación

¿Qué desafíos plantea el mundo de la comunicación a la educación? ¿Qué cambios organizacionales se requieren para la construcción de ecosistemas comunicativos que posibiliten el intercambio, la solidaridad entre los actores sociales de la escuela y de la sociedad?

       formar para una ciudadanía local, nacional y mundial;

       educar para una convivencia solidaria y ética;

       formar para la cooperación y la tolerancia;

       tomar en consideración la cultura digital y virtual de la comunicación;

       instaurar nuevas relaciones pedagógicas comunicacionales;

       formar para la capacidad de negociación de sentido con las diferentes instancias de información;

       partir de una matriz pedagógica que propicie estrategias, metodologías, procedimientos con miras al desarrollo de competencias comunicativas;

       crear metodologías para la alfabetización multimedial (tecnológica e informacional);

 MARCO TEÓRICO

Educomunicación

Educomunicación es toda acción comunicativa en el espacio educativo, o sea, la comunicación interpersonal, grupal, organizaconal y masiva, realizada con el objetivo de producir y desarrollar ecosistemas comunicacionales.

 Áreas de intervención

 Educación para la Comunicación

Comprende los programas y acciones orientados, dentro o fuera de la educación formal, al estudio y comprensión de los procesos de la comunicación humana, y del fenómeno de la Comunicación Social: el lugar que ocupan en la sociedad, su impacto y las implicaciones que se derivan de la comunicación mediatizada.

Este estudio de carácter teórico-práctico, busca la formación de interlocutores sociales responsables, críticos y creativos, promotores del acceso de todos a los recursos de la comunicación y a su utilización como medio de expresión de los individuos y los grupos sociales.

 Mediación Tecnológica 

Las Nuevas Tecnologías dan paso a nueva cultura que requiere ser conocida y comprendida. Han entrado a la escuela y demandan la actualización constante de los educadores.

La mediación tecnológica en la educación comprende los procedimientos y las reflexiones en torno a la presencia y múltiples usos de las nuevas tecnologías de la información en la educación.

Propone a la comunidad educativa la utilización de los recursos tecnológicos a partir de una perspectiva ciudadana.

 Expresión y artes

El área de Expresión y Arte, dentro de la Educomunicación, debe cuidar especialmene los espacios de protagonismo juvenil en los que niños, adolescentes y jóvenes puedan ser ellos mismos, expresarse con espontaneidad, descubrir su propia palabra y su manera particular para decirla a los otros.

A través de la expresión artística los Medios trabajan las emociones, la estética, la belleza, el disfrute de la vida, la alegría. Y todo ello contribuye a construir sentidos que impulsan para la acción política en la sociedad.

Comunicación para el ejercicio de la ciudadanía

Las motivaciones que llevan a los profesionales a establecer vínculos entre comunicación-educación están permeadas por las utopías sociales. Los educomunicadores creen en la mediación de la comunicación con y para  la educación, en cuando acción política de intervención en lo social fragmentado y complejo de la postmodernidad, estructurado sobre la lógica del poder económico financiero internacinal y del fenómeno de la globalización.

Ejes Transversales

 Gestión de Procesos Educacionales

. Por “gestión de procesos comunicacionales”, se entiende la administración del ecosistema comunicacional. Garantizar la interconexión sin sectorización; generar interdiscursos entre las áreas de acción, y potenciar el coeficiente comunicacional de los procesos culturales. Esto requiere que, en todas las etapas del proceso, haya proyectos que garanticen la convergencia de las áreas de intervención en un mismo objetivo.

Investigación

Es el motor del proceso educomunicacional. Busca darle soporte teórico a la práctica,  y legitima la Educación en el campo cultural. La reflexión permanente sobre los procesos que se llevan a cabo, permite la evolución del campo y lo identifica como sujeto autónomo del conocimiento.

 Formación-Capacitación

El nuevo campo de la Educomunicación requiere, por su complejidad y transformación constante, por su novedad, un esfuerzo sostenido de formación continua. No sólo de los educadores, sino de toda la comunidad Educativa involucrada en el proceso de crecimiento de los educandos. Pero es indudable que los educadores tienen un papel protagónico.

La Formación-Capacitación, se presenta como un eje transversal en todo el proceso educativo, debe constituir una práctica permanente en los educadores, sea cual fuere el área de Educomunicación en que intervenga.

 MARCO OPERATIVO

 Educomunicación: ¿mosaico o campo articulador?

Para hacer frente a los desequilibrios producidos por la globalización y la filosofía postmodernista, la Escuela contemporánea debe encaminarse más a la sensibilidad humana que a la racionalidad abstracta y distante. Esto conlleva la necesidad de:

     Educar para la incertidumbre.

     Educar para el disfrute de la vida

     Educar para la significación

     Educar para la convivencia

     Educar para apropiarse de la historia y de la cultura

 Un ambiente privilegiado

Como familia salesiana, estamos en las mejores condiciones para poder acompañar procesos educativos que permitan a los jóvenes apropiarse de las claves de lectura de la cultura actual y crear nuevas expresiones y síntesis culturales:

      Vivimos entre los jóvenes, compartiendo espacio y tiempo, estableciendo relaciones de familia cálidas y cercanas que favorecen la comunicación y el conocimiento de las inquietudes juveniles y los nuevos lenguajes con los que ellas y ellos se expresan.

      Consideramos de vital importancia el protagonismo juvenil, lo que permite la expresión abierta de los códigos con que los jóvenes intercambian significados, de las síntesis que van haciendo de la propia comprensión de sí mismos, de su entorno, de su momento histórico, de sus anhelos y temores.

      Tenemos espacios privilegiados que permiten que esto suceda: Centros juveniles, procesos grupales, escuelas, proyectos de voluntariado...

 Ecosistemas comunicacionales

      La educación trabaja la información, sistematizándola y divulgándola; trabaja lo lúdico, movilizando sentimientos, emociones; cultiva y difunde valores.

      La educación representa un espacio comunicacional único capaz de dar al niño, al adolescente o incluso al joven universitario, condiciones impares para expresarse, desenvolviendo su capacidad de tener y usar la palabra, una palabra que con frecuencia le será negada por el sistema masivo de los medios de comunicación.

Tareas de la Gestión de la Comunicación

       Elaborar diagnósticos

       Asesorar a los educadores

       Promover un alto grado de comunicación y creatividad en el espacio educativo.  

a continuación, otros extractos muy valiosos sobre temas educativos fundamentales:

SOLIDARIDAD – RECIPROCIDAD

En la última década del siglo XX, la Familia salesiana ha reflexionado a través de sus respectivos Capítulos Generales y ha puesto en circulación ideas en torno a la reciprocidad, en todos los terrenos, (pero privilegiando el horizonte de género y de la educación) con el fin de relanzar la Escuela en esta prospectiva.

La Hermana Marie Gannon FMA, en su texto La Reciprocidad Hombre / Mujer (1.995), consigna la fisonomía de la reciprocidad, una especie de estado del arte de los diez años precedentes. Allí presenta una encuesta sobre las contribuciones bibliográficas en torno a la reciprocidad (son las mujeres, 71%, las que más escriben sobre la temática). El concepto se organiza alrededor de tres palabras claves: como modelo de comportamiento o actitud que se aprende y poco a poco se interioriza; como criterio formal de evaluación de las distintas propuestas culturales relacionadas con la identidad y los roles sexuales y como proceso – camino de relaciones humanas. Aborda también las modalidades de relación recíproca (que implica gratuidad, correspondencia y comunión), en fin, las cualidades de la reciprocidad (creatividad, dinamicidad y fecundidad) y sus ámbitos (amistad, pareja, familia y mundo juvenil), para terminar diciendo junto con otra estudiosa del tema, Julia Paola de Nicola, que "la reciprocidad representa una utopía, por lo tanto un desafío, el de construir un mundo más humano para las mujeres y los hombres, distinguiendo bien entre utopía como fantasía de un lugar inexistente y utopía como tensión ideal hacia los valores de los que queremos alimentar la realidad."

Carmiña Navia Velasco en un artículo escrito en la Revista Utopías (N° 67, Año VII, agosto de 1.999) y titulado "Ante la tragedia colombiana: "Globalizar la solidaridad". Construir en reciprocidad", presenta una apuesta por el compromiso cristiano que edifica fraternidad desde un sesgo de género que se explicita así: "mi planteamiento y mi propuesta es: la construcción de un mundo en el que las relaciones sean distintas y recíprocas se puede realizar mejor, desde la mujer, desde su perspectiva y su aporte."

El lenguaje también ha sido cruzado por estos tradicionales y renovados significados. Por ejemplo, ayer se hablaba de compartir, de delegar, de reciprocidad; hoy se habla de empowerment, es decir, de compartir el poder a todo nivel, lo que hace viable el aporte de lo mejor de las propias capacidades para bien de todos, y el implicar realmente a cada uno en la marcha de todo.

Sor Cándida Aspesi a partir del pensamiento del Papa Juan Pablo II, quien sostiene que la solidaridad es el nuevo rostro de la caridad, presenta en marzo de 2000, Las palabras de la Solidaridad (reciprocidad, restitución) en clave de género y de ciudadanía responsable. Desde aquí llama a donar lo que falta, con nuestra acción, o a la restitución de la familia, la restitución del trabajo y la restitución de la educación. Culmina con una expresión precisa que anima el trabajo de cara al nuevo milenio: "Solidaridad es, entonces, reciprocidad en red, restitución de aquel derecho a ser mujeres en la propia cultura y en el propio trabajo, con la creatividad y los matices que la mujer sabe dar a la economía y a la solidaridad misma."

                                                   - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

/// extracto del documento Escuela Salesiana Incluyente en clave evangelizadora…..////

Leyendo y releyendo datos en la óptica de la exclusión social.

  Un intento por comprender mejor el término “exclusión social”

 Comenzamos afirmando que el término exclusión pide un complemento – excluido de qué? La inmensa masa de los excluidos no está fuera del planeta, ni de los respectivos países donde viven. Estas personas tampoco están excluidas del alcance de los medios de comunicación de masas, que socializa la cultura dominante y los patrones de deseo de consumo. Las personas pobres también tienen deseos de consumo, en gran parte determinadas por los medios de comunicación, así ellos no tengan condiciones para satisfacer tales deseos a través de las compras en el mercado. Esta imposibilidad o esta gran dificultad para satisfacer los deseos  de consumo y sus necesidades básicas para una vida digna, está unida a su exclusión o a una inserción extremamente desfavorable en el mercado de trabajo.

 Estar excluido del mercado consumidor va mucho más allá de la no satisfacción de sus necesidades básicas (materiales y simbólicas). Significa la imposibilidad de construir la propia identidad en la convivencia con otros grupos. Lo que la persona consume, define la pertenencia al grupo. Estar excluido del mercado significa tener un bajo nivel de autoestima y estar fuera de las relaciones sociales significativas y reconocidas por la sociedad.

 Así, siendo los pobres, están dentro del mismo territorio, de la misma sociedad y del alcance de los medios de comunicación que socializa la cultura y los deseos de cultura. Pero al estar excluidos del mercado de trabajo o de los puestos de trabajo razonablemente remunerados, están excluidos del mercado de consumo y de las relaciones sociales significativas y reconocidas por la sociedad, es decir, por quienes son reconocidos como pertenecientes a “buena” parte de la sociedad. (Assmann y Sung, 2000).

 La exclusión es un hecho y la mayoría de la población está excluida en el mundo. Es difícil imaginar: más de 1,3 billones de personas viven con una renta igual o menor a un dólar por día. Entre ellas, la mayoría está conformada por mujeres y niños. Las mujeres constituyen un 70% de los que viven en la pobreza absoluta (feminización de la pobreza). La exclusión no para ahí y, en la sociedad del saber, cerca de 1 billón son analfabetos (Sandrini,1990).

 En el Brasil vivimos una realidad social de exclusión que es el origen de todos los males. Como vimos en las estadísticas presentadas en el 3er. punto, en América Latina y principalmente en el Brasil se pinta un cuadro de las más inicua distribución de la renta del planeta.

 Miguel Reale en el espacio abierto de “Folha de S. Paulo” del 11 de noviembre de 2000, enfatiza los desafíos que se deben enfrentar en la búsqueda de soluciones en el campo social y que deben ser  encabezadas por la reforma tributaria y la reforma agraria. Enfatiza también que no será en la línea del neoliberalismo como se podrá alcanzar un resultado benéfico, ya que sus partidarios lo esperan todo del libre juego del mercado. El camino que se abre, según Miguel Reale, es el del social-liberalismo o del liberalismo social, en el cual la libertad y la igualdad se integran armoniosa y prácticamente, por encima de los conflictos ideológicos que caracterizaron el siglo que se terminó. (Reale, Folha de S.Paulo, nov.2000).

 Pablo Gentili, analizando el problema de la exclusión social, denuncia el rostro más deplorable de la misma, la invisibilidad. Es la invisibilidad la marca más visible de la exclusión en este final de milenio. La exclusión está allí, - impúdica y cruel y brutal; se manifiesta en cada esquina, en cada barrio, en cada calle. Sin embargo, esta exclusión se volvió invisible y parece haber perdido el poder de producir espanto, de producir indignación en buena parte de la sociedad. (Gentili, 1999).

 La exclusión se vuelve normal, se hace natural y desaparece como problema, para convertirse en un dato de hecho. Este es el poder de la cotidianidad, o sea, el volverse invisible a los ojos. Lo que es cotidiano se normaliza y el poder de la normalidad es diluirse, desaparecer como problema para convertirse en un hecho contra el cual poco o nada podemos o debemos hacer.

 Los números anteriores de este marco situacional intentaron trazar unas estadísticas de la pobreza en el mundo, da la situación escolar en América Latina, y otros datos de la realidad. Nos vemos sorprendidos cuando el periódico anota un desempleo con niveles de 20% en el gran S. Paulo, pero no nos sensibilizamos con la manifestación concreta de este fenómeno en las filas interminables de desocupados en busca de trabajo. Humberto Eco dijo una frase – que ya se hizo célebre – en la que afirma que el poder de las estadísticas es demostrar que, si un individuo en una ciudad se comió dos pollos, dos individuos se comerán un pollo cada uno. La estadística acaba por hacer que los datos de la realidad se vuelvan índices. Los índices son más importantes que las personas de carne y hueso.

 Pablo Gentili insiste: “En nuestras sociedades dualizadas, los excluidos deben acostumbrarse a la exclusión y los no-excluidos también. La exclusión se diluye  en el silencio de los que sufren y también en el silencio de los que la temen” (Gentili, 1999, 16).

 Podríamos comenzar a hacer la lista de los excluidos y entonces acabaríamos por percibir que los excluidos son la sociedad toda, menos algunos pocos. Y como está tan generalizada la exclusión, el propio concepto se volvió débil. Según el sociólogo francés Robert Castel, podemos identificar 3 formas de excluir: 

  1. Realizar una política de exterminio de determinada población o grupo social (excluir = exterminar).
  2. Excluir a través de políticas de aislamiento o de desfase – hacemos esto con instituciones que sirven para formar grupos de apartados. Son instituciones de exclusión de individuos con necesidades especiales.
  3. Existe una tercera forma de exclusión más sofisticada que se instaló en la segunda mitad del siglo XX: según Castel es la “exclusión incluyente”. Determinados individuos que no son exterminados, que no están puestos en ghetos sino que son aceptados para participar – aunque de manera subordinada y sumisa – de la vida cotidiana de las grandes ciudades. Los desempleados y principalmente los no-empleables. Ejemplo: una mujer, negra, con más de 50 años puede ser considerada en S. Paulo como no empleable.

 Hoy la exclusión está enmascarada con esta seudo-inclusión que hace circular en la sociedad diferentes clases de excluidos, creando así un sinnúmero de ciudadanos de segunda categoría. Y así apaciguamos nuestra conciencia porque somos un país democrático “en el que todos tienen voz”, aunque “muchísimos de ellos” no tengan la “misma voz” de pequeña minoría. Más todavía, así ellos estén con nosotros, conviven con nosotros sin incomodarnos.

 Algunos datos sobre la exclusión de la educación. 

  1. Exclusión de la escuela: la población que no frecuenta la escuela. Estadísticas de los últimos 5 años. Podemos concluir que, de la población que no frecuentaba la escuela, casi 3.2 millones de personas de 7 a 14 años, otros 3,4 millones entre 15 y 17 años, y 2,1 millones de 5 y 6 años de edad. Concluimos que hubo una disminución considerable de exclusión de la escuela en el segundo quinquenio de la década de los 90.
  2. Exclusión en la escuela: o sea, todos aquellos niños y adolescentes que acusaron fuerte desfase en los estudios con relación al patrón esperado, es decir, que presentaron dos o más años de atraso en los estudios con relación a la edad, generalmente como consecuencia de sucesivas reprobaciones. Como patrón se consideraba: 7 años (1ª. Serie), 8 años (2ª serie)... 14 años  (8ª serie de la enseñanza básica), 17 años (3ª serie de la enseñanza media). Los alumnos fuertemente desfasados son considerados como excluidos en la escuela.

En 1996, por ejemplo, el Brasil presentaba:

    1. cerca de 171 mil niños de 8 años que aún frecuentaban la escuela (ya deberían estar en la 2ª serie).
    2. Cerca de 92 mil niños de 9 años que todavía estaban en la pre- escuela y otros 589 mil estaban retenidos en la 1ª serie cuando deberían estar en la 3ª. Serie.
    3. Dentro de los niños de 11 años que deberían estar cursando la 5ª serie del básico, teníamos 33 mil todavía en la pre-escuela, 280 mil en la 1ª serie, 398 mil en la 2ª serie, 539 mil en la 3ª serie... todos ellos en número superior a 1,2 millones de niños que acumulaban dos o más series de atraso.
    4. Los adolescentes van también por allí: de los 3,7 millones de 14 años, 743 mil todavía permanecen retenidos entre la 1ª y la 4ª serie del básico.

 Esto significa que a pesar de todos los avances, podemos ver que los excluidos forman un contingente que asusta – llegando a 35% globalmente. Y mirando a los adolescentes de 14 años, tenemos cerca de 50%. Este es todavía el mayor problema de la escuela brasilera[1][7].

  La educación cristiana en el escenario – Educar para la Solidaridad

 La educación cristiana no es un departamento de empresa católica encargada de producir convicciones, transmitir competencias, y reproducir los sentimientos propios de un universo católico; sino que es llamada a sistematizar la experiencia cultural del cristianismo. Y no podemos olvidar  que la contribución cultural más original del cristianismo fue, principalmente, el  incorporar a la construcción de la identidad personal y a la sociedad, como proyecto colectivo (de la comunidad cristiana), la opción por los últimos y el descubrimiento del valor de la historia como potencial libertador (Roca, 1999).

Podemos decir que el cristianismo entra en la esfera educativa por su pasión hacia los “perdedores”. Escogió la esfera educativa porque allí es donde se forjan las primeras desventajas, se configuran los perdedores y se humaniza la condición humana. La educación es necesaria para que los pobres puedan salir de su pobreza, vencer su precariedad y reducir su vulnerabilidad.

En el último siglo la historia de la santidad se asoció con las grandes creaciones educativas al interior de la cuestión social[2][8]  Qué hacer con los niños pobres? Cómo encarar las consecuencias del pauperismo? Cómo reducir los estragos de la modernización incipiente? El siglo XIX se cerró con una herida sangrienta, por la que afloraban sus conflictos: la cuestión obrera, por la que supuran sus contradicciones y la pus de esta herida se llama “exclusión”.

El viejo Rousseau tenía razón – “las ciencias y las artes no harán el mundo mejor” – Este fenómeno es todavía más inhumano que el de la opresión. El mundo del trabajo fue el más implicado volviéndose cada vez menor, cada vez más complejo y está haciéndose cada vez más exigente. Esto ha sido causado por el ingreso de tres nuevas tecnologías post-industriales: la informática (computadores), la telemática (computadores asociados a las telecomunicaciones), y la robótica. Todo esto hizo, como ya lo vimos, que el mundo del trabajo se hiciese pequeño, complejo y, por lo mismo, selectivo[3][9] Esta selectividad trajo el gran dolor de la era post-industrial que es la exclusión. Surgió, por tanto, la figura de los “excluidos sociales”, que son personas, grupos sociales y países echados fuera del sistema y cuya preocupación básica es afirmarse como vivientes.

 El sistema educativo, como institución moderna, se vinculó desde sus orígenes con las exigencias de los procesos de los trabajadores y pretendió ser funcional para tal proyecto. Bajo el lema de la modernización, el sistema educativo realiza su última reforma para adecuarse a la máquina productiva. Los “factores de inclusión” determinan proyectos educativos para el “saber hacer” y las habilidades profesionales acabaron por sustituir la sabiduría de la vida.

 Estamos abriendo el nuevo milenio en un momento histórico en el  que más brutalmente se expresa el economicismo de la educación. Y esto se da en un proceso más agudo aún que el reduccionismo, en el que pasa a ser concebido como una instancia de socialización, de formación y capacitación dirigida hacia la supervivencia en un mercado en el cual se anuncia el fin del trabajo productivo por la acción de la revolución tecnológica.

 Cuál será el papel de la escuela en este escenario? Será el de dar “todas las competencias y conocimientos”  para que sobreviva en un mercado cada vez más competitivo? Será la función social de la escuela el permitir la supervivencia  de los mejores en un mercado altamente competitivo? Y qué sería este inserirse competitivamente en el mercado de trabajo?

 El gran desafío del siglo XXI es recuperar la función social de la escuela en la formación de la conciencia de los individuos, recuperar la función política de las instituciones educativas, recuperar la función social de la escuela como instancia de integración en la vida social, en la vida económica, en la vida cultural, en la vida espiritual sin ningún tipo de discriminación sexual, racial, regional. Tenemos que ver que hay una educación que produce nuevas exclusiones, en la medida en que las desigualdades existentes se amplían; y hay una educación profundamente liberadora en la medida en que construye opciones de una sociedad más justa.

 La escuela realizará esta empresa introduciendo una moralidad solidaria, tolerante, una moralidad que procura, que busca, desesperadamente la construcción de igualdad radical entre los hombres y las mujeres, una igualdad fundada en criterios de solidaridad, justicia, libertad, respeto.

 Es fundamental que toda la actividad pedagógica sea una actividad de formación moral explícita o implícita. Este saber práctico que orienta la conducta de las personas: valores, principios, normas... y que ayuda a las personas a responder a la pregunta “cómo debo obrar”, debe atravezar transversalmente todas las actividades del salón de clase. Entonces, cuando una profesora entra en el aula de clase y comienza a organizar y a distribuir sus alumnos en el espacio escolar, ya está formando moralmente.

 Es precioso el testimonio de Theodor Adorno sobre la función social de la escuela. Este, habiendo sido perseguido por el régimen nazista y habiéndosele preguntado sobre el asunto, respondió: La función social de la escuela es la de evitar que Auschwitz se repita y para esto tocará a la escuela hacer que Auschwitz se haga moralmente insoportable!

 Acompañando las afirmaciones de García Roca, el cristianismo en la escuela se une a este empeño. El gran servicio que el cristianismo puede prestar en este momento es invertir en el sentido compasivo de la vida. Y para ello deberá dedicarse a crear escuelas especiales, con la finalidad de dar un trato específico a los excluidos (Roca, 1999).

Es urgente una “Teología de la Exclusión” y una “Educación para la Solidaridad”. Esto va a requerir una transformación radical de nuestra manera de ver la educación. Cuando el problema fue la “opresión” tuvimos el verbo “conscientizar”, usado y abusado; hoy, cuando el “problema” fue retirado de nuestra frente (excluido), necesitamos volver a nuestros discursos pedagógicos el verbo “sensibilizar”. El trabajo pedagógico necesario para el nuevo milenio deberá, entonces, volver  a la cultura del voluntariado[4][10]

 Por fin, respondiendo al desafiante programa de términos una educación cristiana y una escuela católica que no excluyan, creo que necesitaremos especializarnos en el arte de educar para la convivencia. Como nos dice el educador colombiano José Bernardo Toro (1995) “la convivencia social, por no ser natural, requiere aprendizajes básicos que deben ser enseñados, aprendidos y desarrollados todos los días. Esta es una tarea de toda la vida de una persona y de una sociedad”. Y el mismo educador apunta siete reglas básicas para la convivencia social que deberán enmarcar el trabajo educativo de la escuela:

  1. Aprender a no agredir al semejante
  2. Aprender a comunicarse
  3. Aprender a interactuar
  4. Aprender a decidir en grupo
  5. Aprender a cuidarse
  6. Aprender a cuidar el lugar en que vivimos
  7. Aprender a valorar el saber social[5][11]

 La escuela que prioriza en su discurso pedagógico la calidad de las relaciones estará, seguramente, combatiendo de frente a la exclusión. El sentido de inclusión deberá ser el gran tema transversal de la Educación y de la Escuela que se abre al siglo XXI.

 El sentido de inclusión significa sobrepasar la propia individualidad, -como ya lo desarrollé arriba-, en pertenecer a grupos, asociaciones y conjuntos de personas que se unen para actuar en función de algo. El sentido de inclusión está profundamente relacionado con la ruptura de pensar, sentir y actuar aislado de la persona

 Y lo que García Roca llama una educación proveedora de redes – en este contexto el punto crucial para la acción educativa consistirá en romper la línea divisoria que separa la institución escolar de la comunidad, en desmontar la polarización existente entre organización educativa y técnica, por un lado, y lo informal y espontáneo, por otro. Educar para los tiempos de la globalización económica exige crear redes de solidaridad internacional que activen a la sociedad mundial y sean soporte civil de la mundialización (Roca, 1999).  

[6][1] El nuevo orden está haciendo como que se piense en la problemática de gobernabilidad política en la actualidad. Los estudiosos en este campo afirman que, a partir de la década de los 70, comenzó una crisis de gobernabilidad con el rompimiento del acuerdo de Bretton Woods y con el establecimiento del agotamiento del período de oro del capitalismo. Según Hobsbawm (1995), el capitalismo tuvo sus operaciones incontrolables y los modelos de coordinación tradicionales no funcionaron más. A partir de esta constatación se creó, en 1992, la Comisión sobre el “Gobierno Global”, con el objetivo de examinar las posibilidades creadas al finalizar la Guerra Fría y de establecer un sistema más eficaz de seguridad y de gobierno mundiales.

[7][2] Con el rompimiento del “Acuerdo Bretton Woods”, en el que el dólar era la moneda patrón, tuvimos el traslado de la producción de dinero a la producción real de bienes y servicios, esto es, a la realización del trabajo, único generador de valor en el capitalismo. La desregulación del capitalismo-dinero es algo que afecta directamente las estructuras de los estados-naciones con sus bancos centrales y sistemas financieros.

[8][3] Hugo ASSMAN, Jung Mo SUNG, Competencia y sensibilidad solidaria. Educar para la esperanza. Petrópolis Editora Vozes, 2000)

1

[9][4] Todas las informaciones de este subtítulo están tomadas del documento síntesis – Panorama social de América Latina – hecho por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe – Naciones Unidas – 1998)

[10][5] KRAWCZYK Nora y otros (orgs) El escenario educativo Latinoamericano en el umbral del siglo XXI) Reformas en debate. Campinas, Autores Asociados, 2000 pg.03

[11][6] ARELARO Lisete Regina Gomes. “Resistencia y Sumisión. La reforma educativa en la década de 1990” en KRAWCZYK Nora y otros (Orgs). El escenario educativo latinoamericano al umbral del siglo XXI. Reformas en debate. Campinas: Autores Asociados, 2000, p.95-116

    3.5.1. Razón

 “El término "razón" destaca, según la visión auténtica del humanismo cristiano, el valor de la persona, de la conciencia, de la naturaleza humana, de la cultura, del mundo del trabajo y del vivir social, o sea, el amplio cuadro de valores que es como el equipo que necesita el hombre en su vida familiar, civil y política.”[i][7]

 La razón es sinónimo de “conforme a razón” y persuasión (contrario a constricción e imposición). La razón valora a las personas en su creciente proceso de personalización y socialización, y valora las realidades terrenas con sentido crítico, respetando su autonomía y dignidad. Don Bosco daba mucha importancia a la formación integral del joven, teniendo en cuenta la formación para la libertad, la preparación para la vida y para una profesión, la asunción de las responsabilidades civiles en clima de alegría y de generoso servicio al prójimo.

 Lo original en Don Bosco es que formula los objetivos de esta formación integral con palabras sencillas tomadas de la realidad del joven, tales como "alegría", "estudio", "piedad", "trabajo". Logra unir lo esencial y lo contingente de cada día, por esto podemos decir que su programa de educación sin dejar de ser profundo es sencillo y está al alcance de todos; lo sintetiza en: ser ciudadano ejemplar, porque se es buen cristiano[ii][8].

Cuando Don Bosco afirma que su método es el de la razón, quiere decir que la estructura interna del educador se basa en la racionalidad, el buen sentido, en el equilibrio espiritual; que la razón se manifiesta en su modo de proceder e informa sus relaciones; que propone cosas razonables y las propone racionalmente. No se trata de pura lógica, sino de una comprensión global que implica saber captar la belleza de un modelo de vida.[iii][9]

Esto hace del Sistema Preventivo un sistema abierto, rico de esperanzas en la persona y capaz de adaptarse a todas las situaciones culturales. Por eso exige en cada contexto una lectura previa de la situación juvenil y una articulación de las actuaciones educativas mediante la formulación del Proyecto Educativo Pastoral.[iv][10]

 “El sistema preventivo dispone y persuade de tal modo al alumno, que el educador podrá, en cualquier ocasión, ya sea cuando se educa, ya después, hablarle con el lenguaje del amor. Conquistado el corazón del discípulo, el educador puede ejercer sobre él gran influencia y avisarle, aconsejarle y corregirle, aun después de colocado en empleos, en cargos o en ocupaciones comerciales.”[v][11]

 Hace más de 100 años Don Bosco, hace hincapié en la importancia de la razón para educar al joven y a la joven. Hoy, se habla mucho de la urgencia de educar en la criticidad y en la libertad, para lograrlo necesitamos apelar a la capacidad cognitiva de la persona, porque sólo quien conoce (razón) puede ver objetivamente la realidad y tomar libre y responsablemente sus decisiones que implican una opción de vida. Corremos el peligro de que, por una mal llamada “excelencia educativa”, nos preocupemos sólo del aspecto de contenidos que pide el currículo (para que nuestros jóvenes ingresen a la universidad o al trabajo) dejando de lado el aspecto valorativo; nos cuesta interrelacionar lo cognitivo con lo actitudinal. La razón en Don Bosco no es saber más contenidos que los demás, sino que es un medio para la formación integral de la persona como cristiano y como ciudadano porque le permite optar sobre una base.

 La razón, por lo tanto, invita a los jóvenes a compartir los valores asumidos libremente, implica toda nuestra capacidad de comprensión, de diálogo y de paciencia sin límites.

 En el nuevo siglo se sabe que la razón de occidente fracasó, en parte, y que se necesitan nuevas formas de aproximación y comprensión de la realidad. No obstante, se impone el buen juicio de los educadores para admitir que hay un aspecto “bueno” de la razón que es necesario formar y hacer circular, sobre todo en América, donde en este momento de la historia parecen dominar los intereses particulares, calculadores, egoístas, sin compasión. Si algo hace falta, ahora, en América, es razón.

3.5.2. Religión

 El término "religión" “indica que la pedagogía de Don Bosco es, por naturaleza, trascendente, en cuanto que el objetivo último de su educación es formar al creyente. Para él, el hombre formado y maduro es el ciudadano que tiene fe, pone en el centro de su vida el ideal del hombre nuevo proclamado por Jesucristo y testimonia sin respeto humano sus convicciones religiosas.”[vi][12]

 Los "pilares del edificio de la educación" son la Eucaristía y la Penitencia, la devoción a la Santísima Virgen, el amor a la Iglesia y a sus Pastores. La educación del joven es un itinerario de oración, de liturgia, de vida sacramental, de dirección espiritual. Estos “pilares” están tan tejidos en lo ordinario de la vida del oratorio que cuando los jóvenes salen de él, pasan a ser “pilares” de su vida personal. Don Bosco tiene un seguimiento familiar con los jóvenes que ya no están en el oratorio, haciendo hincapié en que la religión es lo único que los va a sostener en medio de las vicisitudes de la vida, como podemos apreciar en la siguiente carta:

 “Muy querido Turco:

 Tu carta me ha dado mucha alegría y me resultó muy grata porque en ella me hablas con la antigua confianza, que para don Bosco es lo más querido en el mundo. Tomando tu carta solamente bajo un punto de vista, doy gracias al Señor que, en medio de los años más difíciles de la vida, te ha ayudado a conservar los sanos principios de la religión. Puede decirse que la edad más peligrosa ya ha pasado; cuanto más adelantes en años, más se desvanecerán las ilusiones que el hombre se hace del mundo y más se confirmará aquello que me dijiste, que solamente la religión es estable y puede en todo tiempo hacer feliz al hombre en esta vida y en la eternidad.

 Después de este poco de filosofía, te aconsejo que continúes con la profesión de agrimensor en que trabajas, que practiques la religión, especialmente la confesión frecuente que para ti es un verdadero bálsamo, pero que con todas tus fuerzas y con todos los medios posibles, asistas y consueles a tu buen padre en su vejez, etc., que, gracias a Dios, puede decirse es floridísima.

En el pasado te he recomendado al Señor en la santa misa y lo haré con más gusto en el porvenir, puesto que me lo pides. También tú rogarás por mí, ¿no es verdad?” [vii][13]

 Cuando Don Bosco habla de religión, no la reduce sólo al ámbito del oratorio sino que la presenta como base para la formación de cualquier persona. Lo constatamos en las siguientes frases: “Si se educa rectamente, habrá orden y moral; por el contrario, sólo vicio y desorden”, y “La religión es capaz de comenzar y realizar la gran obra de una verdadera educación.” [viii][14]

 Don Bosco afirma: “Religión y razón son los dos resortes de todo mi sistema educativo. El educador debe persuadirse de que todos o casi todos estos queridos muchachos tienen una natural inteligencia para conocer el bien que se les hace personalmente y al mismo tiempo están dotados de un corazón sensible, fácilmente abierto al reconocimiento. Cuando se haya obtenido, con la ayuda del Señor, hacer penetrar en sus almas los principales misterios de nuestra santa Religión, que, todo amor, nos recuerda el inmenso amor que Dios ha tenido con el hombre; cuando se llegue a hacer vibrar en su corazón la cuerda de la gratitud, que se le debe en correspondencia a los beneficios que tan abundantemente nos ha otorgado; cuando, finalmente, con el resorte de la razón se hayan persuadido de que la verdadera gratitud al Señor debe manifestarse cumpliendo su querer, respetando sus mandamientos, especialmente los que inculcan la observancia de nuestros recíprocos deberes, crea ciertamente que gran parte del trabajo educativo ya se ha cumplido. La religión en este sistema hace el oficio del freno colocado en la boca del fogoso corcel, que lo domina y gobierna; la razón hace de brida que oprime las fauces y produce el efecto que se pretende conseguir. Religión auténtica, religión sincera que gobierne los actos de la juventud, razón que rectamente aplique los santos dictámenes como norma de todas sus obras, he aquí sintetizado en dos palabras el sistema que yo empleo.” [ix][15]

 Si la razón nos ayuda a actuar libre y responsablemente, la religión nos educa en la fraternidad porque nos hace tomar conciencia que todos somos hijos del mismo Padre; nos permite aportar en la construcción del mundo desde nuestra originalidad, porque nos sabemos colaboradores de Dios en la tarea de conservar y mejorar el mundo, para que se haga realidad el Reino de Dios. “Como Don Bosco y Madre Mazzarello, queremos formar al hombre completo impregnando de fe lo humano y encarnando la fe en la realidad humana, a través de un itinerario educativo capaz de llevar a los jóvenes a la santidad.” [x][16]

 “La religión enseña la caridad que combate la soberbia, el egoísmo, hace sociables, agradables y respetuosos a los unos con los otros, obedientes espontáneamente a los que tienen derecho y obligación de mandar, y adorna con cierta belleza hasta a los más rudos, porque excluye el temor.”[xi][17].

  3.5.3. La “Amorevolezza”.

 “... desde el punto de vista metodológico, el "amor". Se trata de una actitud cotidiana, que no es simple amor humano ni sólo caridad sobrenatural. Denota una realidad compleja e implica disponibilidad, criterios sanos y comportamientos adecuados.”[xii][18]

La amorevolezza es la marca salesiana. Es su rostro, su identidad. Es una energía espiritual conquistada diariamente que nace de la mística del amor de Dios hacia los jóvenes. Amor que se expresa en una convivencia gozosa, en un clima corresponsable de diálogo, amistad, comunicabilidad, alegría por el don de la vida.[xiii][19]

 La caridad pastoral se plasmó en el "contacto con los jóvenes", en el esfuerzo de ayudarlos a valorizar la vida, implicándolos en su crecimiento. Por eso tanto Don Bosco como María Mazzarello entablan una relación educativa basada en la amistad y la confianza. El afecto o bondad (amorevolezza) se convirtió en lo esencial de la caridad de estos dos educadores.

Se trata de suscitar la correspondencia del joven. El afecto, al hacer que acepte la propuesta educativa y que se sienta amado, lo anima a dar lo mejor de sí.[xiv][20]

 La amorevolezza empeña al educador a desarrollar en plenitud su capacidad de ser "humano", de ser sensible al corazón de las personas, de tejer relaciones solidarias. Remite a comprometerse a ir al encuentro del otro en una disponibilidad incondicional a la escucha y al diálogo. La mirada del otro exige de mí la renuncia a la indiferencia para mirarlo con bondad y ver especialmente sus posibilidades.

 La experiencia de Dios que cultivo día a día me re - envía al encuentro del rostro del otro, del más sufrido, del marginado, del excluido. Aquí la amorevolezza adquiere un compromiso social, toma el rostro de la solidaridad y de la justicia.

El Sistema Preventivo, pues, es básicamente relación, y cuando esta falla se le quita al mismo su fuerza de persuasión. Don Bosco en la carta de 1884 dice a sus muchachos: "me parecía estar en el antiguo oratorio a la hora del recreo. Era una escena viva donde todo era alegría... se cantaba, se reía, y en todas partes había clérigos y sacerdotes y con ellos jóvenes que compartían alegremente.  Se veía que entre jóvenes y superiores reinaba la más grande cordialidad y confianza".

La característica de Don Bosco, de María Mazzarello es dar el primer paso, eliminar barreras y suscitar el deseo de restablecer la relación cuando ésta se ha debilitado. "Tal ejercicio de caridad nos hace pensar en dos fenómenos actuales: la lejanía física de muchos jóvenes y la distancia psicológica de otros que están cerca, pero de los que nos separan temas, lenguajes, gustos y pertenencias. Lo que nos da idea de la carga mística y ascética que supone entablar diálogo con ellos."[xv][21]

El amor educativo abre el corazón y la inteligencia del joven al educador, lo estimula a ser protagonista de su formación, a crecer en iniciativa y creatividad. “... la razón y la experiencia demuestran que, sin verdadero cariño, es inútil el ministerio del educador. La primera alegría de un muchacho es saber que se le quiere. Él corresponde a este cariño, se persuade de lo que el maestro asegura, ama todo lo que él enseña, le gusta lo que a él le gusta, se aficiona para toda la vida a las verdades y a la doctrina de él aprendidas, y hasta se siente inclinado a la misma profesión, aún sacerdotal o religiosa, de su educador, y lo ama como al padre de su alma.” [xvi][22]

 El corazón de la espiritualidad de la relación educativa es la amorevolezza. Es un amor intensamente pedagógico que hace del educador un caminante con el educando, ambos en dirección al bien, a la libertad, a Dios. El lenguaje pedagógico más profundo es el de la verdadera acogida, de la confianza, de la ternura; es colaborar, animar, guiar, acompañar, escuchar, es ayudar al educando a adquirir los instrumentos para vivir con efectiva seguridad cuando deba caminar solo[xvii][23]

 En el testimonio de la amorevolezza que devuelve la alegría y las ganas de vivir intuimos el camino para una propuesta de espiritualidad típicamente salesiana. Para salesianas y salesianos la amorevolezza es claridad de amor, confianza recíproca, atención a los más débiles, comunicación que potencia la comunión, transparencia de relaciones.[xviii][24]

 La amistad profunda entre educadores y jóvenes nace de la acogida y la familiaridad que crean una relación educativa auténtica que ayuda a crecer porque se llega a la esencia de la persona. Esta amistad tiene su expresión concreta en la "asistencia salesiana" que desemboca en la paternidad/maternidad como responsabilidad afectuosa que ofrece guía y enseñanza vital porque "sabe hablar al corazón de manera personalizante", porque se tratan las cuestiones que ocupan vida, mente y corazón del joven. Es padre/madre quien enseña al joven, a través de la relación diaria sencilla y familiar, el arte de vivir en cristiano.[xix][25]

 Desde esta perspectiva propositiva, la amorevolezza es la traducción salesiana de aquel amor solícito, gozoso y desinteresado que acoge a los jóvenes y abre su vida a un futuro solidario.[xx][26]

 El Capítulo General XXIV de los SDB ha escuchado a laicos y a jóvenes, ellos tienen grandes deseos de relación. Somos conscientes de que en nuestras Congregaciones abundan experiencias que nos hacen confiar en la posibilidad de crecer en esa dirección, manifestando en plenitud las riquezas del afecto salesiano y del espíritu de familia a que da origen.

 Dicho afecto, para que no corra el riesgo de reducirse a un simple instrumento técnico de captación y manipulación de la personalidad del otro, debe estar lleno de caridad y ser expresión de una auténtica espiritualidad relacional. Su fruto y signo es una castidad serena que mantiene el equilibrio afectivo y la fidelidad oblativa. Así la relación educativa se convierte en auténtico encuentro personal.[xxi][27]

La amorevolezza impregnada de verdad, de fortaleza al servicio del bien es la condición privilegiada para que religiosas/os y jóvenes progresen en el amor. Es un tipo de educación que se impone por la fuerza de la autenticidad. La pureza del corazón y la verdadera capacidad de amorevolezza educativa dejan de lado cualquier forma de imposición y agresividad y al mismo tiempo toda compensación afectiva, parcialidad o preferencia. El amor educativo es vigoroso, libre, imparcial y gratuito.

 Razón y amorevolezza son actitudes del educador, de la educadora que evita imponerse, más bien dialoga, propone, persuade, pide a cada uno lo que puede dar y lo pide en una relación de afecto verdadero y profundo.

 Razón y amorevolezza son los caminos privilegiados que María Mazzarello elige para la formación de educadoras y jóvenes en el sentido del ser y no solo del aparecer o del hacer. Enemiga del formalismo exterior adopta los caminos de la interioridad personal: la educación de las motivaciones y del corazón, allí donde maduran las opciones vitales. Y esto lo puede hacer porque primero se ha ganado el amor de quienes le rodean, y entonces los corazones se abren sin dificultad.

“Una nueva lectura de la amorevolezza como camino educativo nos conduce a María, ella nos precede en el esfuerzo de ser transparencia del amor. La caridad es el fundamento del sistema preventivo. Don Bosco ha amado, ha querido el bien con la fuerza del amor y de la razón, en los horizontes de la religión. La amorevolezza es el estilo educativo salesiano. Don Bosco educa porque ama; lo primero que los jóvenes nos piden es que los amemos. En el sistema preventivo el ofrecimiento del amor está íntimamente unido al ofrecimiento de un horizonte de significado de la vida.” [xxii][28]

 De la memoria hay que pasar a la iluminación de la nueva circunstancia. Por eso el nuevo Sistema Preventivo deberá desplegarse así:

·         ·         El mismo de siempre, el aplicado por Don Bosco y los salesianos de la primera hora, pero con un nuevo espíritu, con un ardor renovado.

·         ·         Buscando incorporar los nuevos temas generadores de la cultura (nuevos contenidos) como: el nuevo asociacionismo y su incidencia en la generación de capital social; la educación de la nueva pareja y su influencia en la conformación de la nueva familia; La renovada visión de la afectividad; El entronque con las nuevas pedagogías.

·         ·         El saber hacer para reconstruir el mundo y generar uno nuevo.