Este nuevo ensayo del Licenciado en
Psicología Juan Martín Núñez continúa la saga de anteriores escritos de honda
inspiración humanista y cristiana. Aquí es expuesta con frescura patagónica la
renovada esperanza que desde finisterris, el sur del Sur, se proyecta
continentalmente mediante sucesos de raigambre política y el abnegado ejemplo
educativo de los pioneros salesianos, educadores natos, que con su experiencia
nos demuestran en la práctica que una nueva clase de sistema puede
desarrollarse, menos salvaje e individualista, más altruista y comunitaria.
¡El Sur también resiste!
¡eureka, el sistema puede ser vencido!
Amigos, sepámoslo todos con alegría, un nuevo tiempo de
esperanza ha comenzado. Y éste no es estrictamente un tiempo cronológico, si
bien lo abarca. Como explicité en otro de mis escritos (Crisis global, ética
trascendente y religiosidad: el mito del eterno retorno) existe un tiempo
mítico, un tiempo sagrado no-histórico, emparentado con la eternidad, que es
vivenciado mediante la oración, meditación, y rituales invocadores de los gestos divinos
primordiales. Este tiempo sacro se reactualiza periódicamente y en un eterno
retorno nos vuelve a conectar con las fuentes de lo sagrado y lo real, nos
posibilita una vivencia interior que nos vuelve a relacionar con el Cosmos, nos
resitúa en el camino ético, en la trascendencia religiosa de nuestra existencia
humana y en el sentido verdadero de nuestra vida, orientándola hacia un pleno
desarrollo espiritual, salvándola de la nada y de la muerte, constituyendo a los
sucesos históricos como una nueva dimensión de la presencia de Dios en el mundo,
ya con un fin trans-histórico: la salvación del hombre. Para el ojo avizor de
aquellos que mediante la intuición escudriñamos interiormente el devenir de los
tiempos, esta oportunidad se ha presentado nuevamente, quizás no todos la capten
aún (“muchos serán los llamados, pocos los elegidos”) pero la invocación
colectiva y los ruegos ante tanto padecimiento han sido escuchados, y el
reflujo, el retorno interior a esa
existencia pura, original, sagrada, ha recomenzado, y con ella la re-generación
del ser humano y del tejido social dañado. Los signos interiores que los poetas,
intuitivos y soñadores visualizamos lo indican con claridad, y paulatinamente
alcanzarán una plena expresión externa y se irán percibiendo en la vida
cotidiana.
Antes de pasar a la consideración mundial
de dicha situación, quisiera enlazarla con algunos simples sucesos que nos son
cercanos, para poder luego comprenderla en su real dimensión global.
A nadie escapa que nos hallamos al sur, y
precisamente desde el sur del sur, de lo más austral de nuestra tierra y de la
Tierra, un cambio político cualitativo ha sido gestado; sin hacer distinción de
bandería política, una nueva y más justa forma de resolución de los problemas
sociales ha comenzado a ejecutarse, un nuevo paradigma de comportamiento más
solidario está siendo explicitado, y una renovada visión regional se manifiesta
y es acompañada con esperanzada expectativa por otras naciones y líderes políticos
de toda América, deseosos de reposicionar la región más equilibradamente en el
contexto del intercambio mundial.
El ejemplo salesiano: conocimiento para
todos
En ese positivo marco, y como ejemplo de
lo que puede la inquietud del espíritu humano pese a la carencia de medios y la
lejanía de los grandes centros urbanos, me sorprendió gratamente descubrir en
Internet un proyecto educativo-cultural llamado Infociber-ISES, desarrollado por
el Instituto Salesiano de Estudios Superiores de Río Gallegos, provincia de
Santa Cruz, con la colaboración de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
México, y bajo el auspicio del CONSUDEC, Consejo Superior de Educación Católica,
tendiente a posibilitar mediante las económicas herramientas informáticas e
Internet el acceso al conocimiento a la mayor cantidad de personas, sin que sean
un obstáculo sus condiciones de pobreza o debilidad, lo que constituye un
objetivo sumamente virtuoso pues apunta al pleno desarrollo espiritual de la
persona humana mediante la doble vertiente de la obtención del conocimiento y su
aplicación posterior en el mundo laboral, poniendo énfasis en la capacitación a
lo largo de toda la vida, el acceso a la cultura y a la plena empleabilidad
para todos, visualizando el trabajo
como suprema dignidad del hombre.
Nuestros hermanos sureños cristalizan así
un sueño y forjan una utopía, bien realizable por cierto: generar un sencillo
banco de datos para permitir un acceso rápido y sistemático a los contenidos que se
necesitan, ordenando mediante una sencilla clasificación científica basada en la
CDU, Clasificación Decimal Universal ideada por Dewy en 1876, todo el conocimiento
humano disperso y desordenado existente en Internet. Esta clasificación basada
en diez clases fundamentales ordenadas del 0 al 9 (Generalidades, Filosofía,
Teología-Religión, Ciencias Sociales-Derecho, Filología-Lingüística, Ciencias
Puras, Ciencias Aplicadas, Bellas Artes-Artes Aplicadas,
Literatura, Historia-Geografía) está construída yendo de lo general a lo
particular, y cada clase se subdivide asimismo en diez subclases. Esta CDU se
estructura en carpetas abiertas en la PC doméstica o en una biblioteca, o un colegio, y en las
mismas se va almacenando todo el material que se encuentra en Internet y los
links o ligas que remiten a ellos, posibilitando de esta forma no solo el mejor
acceso para su estudio posterior,
sino estimular durante su
desarrollo un proceso creativo-analítico de gran valía en el educando, siempre
con la mira de despertar su alma al mundo del conocimiento, a proveerlo de
valores humanos positivos y favorecer su crecimiento espiritual, basados en las
palabras de Su Santidad Juan Pablo II: “si conseguimos vivir el orden como
opción de vida, el efecto inmediato será la serenidad que invadirá nuestro ánimo y nuestra
existencia, y esto es la paz, o al menos nuestra contribución para que se vaya
logrando”. Quienes deseen profundizar tan meritoria obra salesiana, pueden
consultar más detalles de la misma en su página web: www.biblioises.aike.org
Ahora bien, podría decirse que estos son sucesos aislados, remotos,
distantes, insignificantes, que nada tienen que ver ni influencian a los grandes
centros de poder mundial, sin embargo no es así, y paso a explicitar por qué.
Sistema es todo
Muchas veces hablamos de sistema, que el
sistema es esto y lo otro, es perverso, maléfico, mercantilista, inhumano, etc,
y la mayoría de las veces con razón, pero tenemos la tendencia a olvidar y
descuidar una concepción fundamental: siempre, por definición intrínseca de lo
que es un sistema, desarrollamos nuestra vida dentro de él. Siempre, nos guste o no, estamos dentro
del sistema y en relación con sistemas; estamos rodeados por miles de sistemas,
pequeños, medianos y grandes, toda la vida es en realidad un sistema, de mayor o
menor complejidad, con mayor o menor orden u organización. Puede ser una célula,
un conejo como organismo vivo, un ser humano íntegro o concebido como la
integración de sus sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo, etc; un
sistema social o comunidad integrada por obreros, maestros, técnicos, clérigos,
médicos, etc; etnias dentro de un país, bloques de países dentro de regiones del
mundo, planetas agrupados en torno a una estrella refulgente o sol, sistemas
solares girando en torno a una galaxia de millones de estrellas, millones de
galaxias girando en torno al universo y así hasta el infinito de nuestra
imaginación.
Cuando empezamos a reflexionar sobre esta
realidad, también comenzamos a darnos cuenta que su naturaleza básica es
interacción, y acorde con la teoría de los sistemas una modificación en un
elemento del sistema, por más pequeño que sea, cambia todo el sistema. Su
equilibrio inestable hace que se reconstituya nuevamente y ya no es el mismo, su
característica estructural cambia, hasta su eje o centro puede cambiar, lo que
antes estaba al norte ahora puede estar al sur, lo que antes era el centro puede
pasar a ser la periferia, y viceversa (“los últimos serán los primeros”), a
veces también hasta sus funciones se modifican.
El
sistema puede ser cambiado
El
concepto fundamental a entender es que el sistema, por su propia
estructura, es influenciable, modificable, maleable, perfectible, pasible de ser
dotado y de adquirir nuevas cualidades y desempeñar más adecuadamente sus
funciones: la historia de la evolución humana así lo prueba, hay un largo
camino desde el australopitecus y
el cromagnon hasta el homo sapiens, desde la fogata primitiva hasta Internet. Y
en ese sentido, las ideas mueven al mundo y siguen siendo lo más importante; los
poetas, escritores, idealistas, políticos bien intencionados, los luchadores del
espíritu humano, los constructores de sueños y utopías, como lo fueron en su
tiempo entre otros Gandhi, Luther King, Lumumba, Churchill, Guevara, Pasteur,
Gibrán, Martí, Mistral, Eva Perón, Emerson, Don Bosco, Schweitzer, la Madre
Teresa y hoy Juan Pablo II, son todos ejemplos de cómo el accionar de una vida
influencia al sistema de la vida en su conjunto, y si bien en la actualidad
asistimos a la pretensión dominadora de una potencia hegemónica no debemos
desesperar ni claudicar, los ideales de luchar por una vida mejor, con educación, salud,
seguridad, libertad, empleo y vivienda digna para todos, también son patrimonio
de la mayoría de los integrantes individuales de esa pretendida potencia y de la
humanidad toda, es cuestión de trabajar sobre esas coincidencias,
fortalecer esas ideas-fuerza
positivas con una dedicada tarea de persuasión política a nivel de sociedades y
países y el sistema de a poco irá alcanzando otro nivel cualitativo, más
equilibrado, razonable y justo, lo importante es entender que todos estamos
dentro del sistema, y que no hay acción pequeña sin resultado. Todo suceso
grande o pequeño lo afecta en su conjunto, podrá o no verse inmediatamente, pero
cuando cierto monto de sucesos ocurren, el sistema sufre un cambio cualitativo y
se transforma en otro nuevo, se perfecciona, de allí el título de la nota, que
ahora vemos sería no tanto que puede ser vencido, sino que puede ser
transformado; a lo largo de esta nota por la interacción de los elementos-ideas
el concepto-sistema cambió, de vencido mutó a transformado.
Globalizar el conocimiento y la
bondad
La globalización, si bien en algunos
aspectos ha sido traumática y salvaje por el hincapié en un economicismo
capitalista carente de valores humanos, en el sentido conceptual que aquí
exploramos puede llegar a convertirse y transformarse en algo positivo, en
cuanto a constituir un aspecto relacional más profundo entre todos los seres
humanos sin distinción de razas, lugares ni sistemas económicos, siendo Internet
la mejor muestra de esto, algo que nuestros hermanos salesianos, habituados a
visualizar en la lejanía sureña cercana a la inmensidad, vieron con meridiana
claridad; es algo así como el arte marcial del jiu-jitsu, quien se defiende en
realidad no hace el menor esfuerzo, solo desvía para otro objetivo la fuerza que
el enemigo aplica; esto es similar, a las mismas herramientas con que se hace el
daño se les confiere una nueva dirección y se las aplica para el bien, el
capital puede reorientarse (por personas imbuidas de propósitos políticos nobles
y valores humanos trascendentes) a metas sociales benéficas: construcción de
viviendas, escuelas, hospitales, caminos, etc; así el sistema globalizado dejará
de ser salvaje e individualista para ser altruista y comunitario.
En mayor o menor medida, influyen tanto los pequeños actos diarios, como los grandes sucesos mundiales, meditemos por ejemplo qué perturbación tremenda sufriría el sistema humano si por ejemplo arribaran mañana extraterrestres a relacionar su civilización con la nuestra, o sin ir más lejos si se produjera el profetizado retorno de Cristo a la tierra; la conmoción sería enorme y los valores humanos cambiarían trascendentemente, ya que se vislumbraría con toda claridad la realidad de la vida espiritual y la inutilidad de buscar acumular excesivos bienes materiales. Con nuestro modesto accionar cotidiano, trabajando, estudiando, cultivándonos, estamos sembrando la semilla de un cambio interior de nuestro propio sistema de ideas y valores (de ahí la importancia de la educación), y también un cambio exterior del sistema de relaciones humanas, económicas, políticas y de todo tipo en que vivimos. Si bien el mal aún no ha sido derrotado totalmente, por lo menos está más aislado, el egoísmo y afán desmedido de riqueza y poder está más visualizado como un factor negativo para el espíritu; los pueblos reclaman con justa razón terminar con las guerras, el hambre, la miseria, la ignorancia, el desempleo y la exclusión social. Cuanto más educación adquiramos, más progresaremos espiritualmente y evolucionaremos individualmente, más interacción positiva produciremos cooperativamente entre todos y más rápido y óptimamente evolucionará el sistema en que nos movemos y tenemos nuestro ser: ya sea la familia, la pequeña comunidad barrial, la sociedad, la nación, la región, el mundo, el Cosmos finalmente, lo cual realimentará la evolución individual y social en una espiral evolutiva de perfección divina ilimitada, a imagen y semejanza del Creador. Por eso amigos, con inquebrantable fe en este nuevo tiempo de esperanza, bajo esta celeste Cruz del Sur inspiradora, acompañadnos a cultivar los sueños y utopías, que son paradójicamente la única realidad imperecedera, para que desde estos lejanos confines le hagamos saber al mundo que no todo está perdido, que... ¡el Sur también resiste!
Juan Martín Nuñez ?
Licenciado en Psicología
(U.B.A.). Desempeño en Consultorios Externos
de Psicología Médica del Hospital de Clínicas. Docente de la Cátedra de
Psicología Médica de la Facultad de Medicina (U.B.A.) y de la Cátedra de
Orientación Psicológica de la Facultad de Psicología (U.B.A.). Participante de
jornadas, seminarios, congresos y
cursos de especialización. Formación en Religiones Comparadas, Filosofía
Oriental y Filosofía Espiritual, Fundación Lucis Argentina-Arcane School
Inglaterra. Formación Bianual Logoterapeuta, Fundación Argentina de Logoterapia.
Posgrado Trianual
Logoterapia en Universidad Católica Argentina.
Cursante Doctorado en Psicología Universidad del Salvador. Asesor
Cultural de la Asociación Mutual Empleados de Aduanas-AEANA. Creador y
Orientador de la agrupación política, educativa y cultural Faro de
la Utopía. Integrante de la Academia del Pensamiento Nacional.
Representante en Capital Federal de los Proyectos Educativo-Culturales
INFOCIBER-ISES y AIKE HACER MAS del Instituto Salesiano de Estudios
Superiores-ISES de Rio Gallegos, Provincia de Santa Cruz, Patagonia Austral
Argentina, (con aporte profesional en ambos), desarrollados en conjunto con la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, bajo el auspicio del CONSUDEC, Consejo Superior de Educación
Católica. Tutor de la Sección Psicología de la página web del
I.S.E.S.. Realización de Diseño, Redacción, Estilo, Compaginación y Contenido
Teórico (psicológico, filosófico, cultural, religioso) del Proyecto U.N.E.S.C.O.
en Argentina. Conferencista, Ensayista, Escritor y Periodista (como Colaborador
Profesional).
E-mail del Autor: lucisterris@yahoo.es Derechos Autor Reg.N°256846 (DNDA)
Santos
Lugares, Argentina, 8 Junio de
2003