Dos
estremecedores
documentos,
el
primero
firmado
por
Isidoro
Graiver,
hermano
de David
Graiver,
el
banquero
muerto
en 1976
en un
accidente
de
aviación
en
México,
y el
segundo
firmado
por
María
Sol
Graiver,
hija de
David,
echan
luz
definitiva
sobre la
compra
de la
empresa
Papel
Prensa,
hecha el
2 de
noviembre
de 1976
por los
diarios
Clarín,
La
Nación y
La
Razón.
Isidoro
Graiver,
además,
publica
una
solicitada
en la
página 7
de esta
edición.
Las dos
declaraciones,
realizadas
ante el
escribano
público
Lucas
Baglioni,
matrícula
2148, y
a las
que tuvo
acceso
Clarín,
revelan,
entre
otras
cosas:
-
No hubo
delito
alguno
en la
operación
de
compra
venta de
la
empresa
Papel
Prensa
S.A.
-
Lidia
Papaleo,
viuda de
Graiver,
no tuvo
a su
cargo la
venta de
la
empresa
ni
participó
de
ninguna
de las
negociaciones
como
representante
del
grupo,
como hoy
pretende
hacer
creer
para
sostener
la
campaña
del
Gobierno
contra
la
empresa
productora
de papel
y contra
el Grupo
Clarín.
Las
tratativas
fueron
llevadas
adelante
por
Isidoro
Graiver,
según él
mismo
revela.
-
El
paquete
accionario
de Papel
Prensa
no le
fue
arrancado
a la
viuda de
Graiver
bajo
torturas,
como
sostiene
en forma
falsa, a
coro con
el
Gobierno
de
Cristina
Fernández,
sus
funcionarios,
voceros
y
escribientes,
y a tono
con su
hermano
Osvaldo
Papaleo
y con el
hoy
canciller,
Héctor
Timerman,
en
aquellos
años
director
del
diario
pro
golpista
“La
Tarde”.
-
En el
momento
de la
venta de
las
acciones
de Papel
Prensa,
2 de
noviembre
de 1976,
la
señora
Papaleo
y todos
los
miembros
del
entonces
llamado
Grupo
Graiver
gozaban
de total
libertad
de
acción y
de
decisión
y no
estaban
ni
secuestrados,
ni
coaccionados.
-
Ninguno
de los
miembros
del
Grupo
Graiver
recibió
jamás
presión
alguna,
por
parte de
los
compradores
de Papel
Prensa,
para que
vendieran
la
empresa.
-
Si la
familia
Graiver
y los
miembros
del
grupo se
sentían
amenazados
en 1976,
según
revela
Isidoro
Graiver
en sus
dos
declaraciones,
lo
estaban
por la
guerrilla
peronista
Montoneros,
que les
reclamaban
la
devolución
de
diecisiete
millones
de
dólares
que le
habían
confiado
al
financista.
-
Cuando
los
miembros
de la
familia
y del
grupo
Graiver
fueron
secuestrados
algunos
y
detenidos
en forma
ilegal
otros,
en marzo
y abril
de 1977,
la
operación
de venta
de Papel
Prensa
estaba
concluida.
-
No hubo
ningún
tipo de
reunión
entre
compradores
y
vendedores
de Papel
Prensa
en los
meses de
secuestro
de los
Graiver,
por lo
que las
afirmaciones
de Lidia
Papaleo
sobre
una
supuesta
negociación
por la
empresa
durante
su
cautiverio
rio en
manos de
la
dictadura
militar
y bajo
tortura,
son
falsas y
hechas a
sabiendas
de tal
falsedad.
Mienten
también
quienes,
desde el
Gobierno,
sostienen
la misma
infamia.
Isidoro
Graiver
afirma
que
Lidia
Papaleo
y su
hermano,
Osvaldo
Papaleo
“tergiversan
las
fechas y
los
acontecimientos
sucedidos”.
-
El
precio
alcanzado
por el
Grupo
Graiver
por la
venta de
Papel
Prensa,
fue “el
mejor
que
pudimos
obtener”,
revela
Graiver
en sus
dos
declaraciones.
-
En la
carta
dirigida
a su
sobrina,
María
Sol
Graiver,
Isidoro
Graiver,
también
él una
víctima
de la
dictadura
militar,
muestra
su
perplejidad
ante la
actitud
de Lidia
Papaleo
de
falsear
los
hechos
que
rodean
la venta
de Papel
Prensa:
“Nunca
conocí
–dice
Graiver
a su
sobrina–
y por lo
tanto no
comprendo
los
dichos
de tu
madre
que se
han
hecho
públicos
cuando
dice que
mantuvo
reuniones
por la
venta de
Papel
Prensa
mientras
estaba
secuestrada.
Te
repito
que para
cuando
estábamos
secuestrados
la venta
de Papel
Prensa
ya
estaba
concluida”.
Los
dos
testimonios
tiran
abajo el
andamiaje
armado
por el
Gobierno
para
enlodar
la
operación
de
compra
de Papel
Prensa
por
parte de
Clarín,
La
Nación y
La
Razón, y
disfrazarla
de
“delito
de lesa
humanidad”
con la
finalidad
de
apoderarse
de la
empresa,
manejar
el
abastecimiento
local de
papel
para
diarios,
regular
el
mercado
a su
antojo y
anular
así
cualquier
posibilidad
de
libertad
de
expresión
y
disenso
en la
Argentina.
Los
puntos
más
salientes
del
testimonio
de
Isidoro
Graiver
revelan:
-
Fue él,
Isidoro
Graiver,
y no
Lidia
Papaleo
de
Graiver
(como
sostiene
hoy la
viuda
del
banquero
junto al
Gobierno
y sus
escribientes)
quien
negoció
la venta
de Papel
Prensa
con sus
compradores,
la
empresa
FAPEL,
formada
en
aquellos
años por
Clarín,
La
Nación y
La
Razón.
“Participé
en forma
directa
en toda
la
operación
de venta
de las
acciones
de Papel
Prensa
S.A. Mi
participación
fue
hecha en
forma
conjunta
con el
Dr.
Miguel
de
Anchorena,
quien me
asistía
jurídicamente,
siendo
yo quien
llevaba
la
conducción
de la
negociación.
-
El
testimonio
de
Isidoro
Graiver
fija
luego la
fecha
del
inicio
de la
negociación
y de la
concreción
de la
venta de
Papel
Prensa
que la
viuda de
Graiver
insiste
en
ubicar
en abril
de 1977,
cuando
ella
estaba
en manos
de la
dictadura
militar.
“Estas
negociaciones
comenzaron
en
octubre
de 1976
y
terminaron
en el
mes de
noviembre
de 1976,
concretamente
el 2 de
noviembre
de
1976”,
dice
Graiver
que
además
revela
que el
rol de
la viuda
de
Graiver
en la
operación
estuvo
limitado
a la
firma
del
contrato
de venta
de
acciones.
“Una vez
concluida
por mi
la
negociación
y
acordadas
las
condiciones,
la
instrumentación
de la
venta de
acciones
de Papel
Prensa
S.A. la
hicimos
en las
oficinas
de La
Nación,
en la
calle
Florida
y
Corrientes
a la que
concurrimos
varios
integrantes
del
Grupo
Graiver
a firmar
tres
contratos.
Concurrimos
el
suscripto
(…)
Lidia
Papaleo
de
Graiver,
mis
padres
(…) Los
contratos
(…)
fueron
definitivos
e
irrevocables
(no
fueron
ni
boleto,
ni una
carta de
intención)
y
requirieron
además
aprobación
por
Asamblea
de
Accionistas
que
terminó
realizándose
el
18/1/77”.
-
Luego,
en
abierta
desmentida
de las
falacias
que
sostiene
el kirchnerismo,
Isidoro
Graiver
afirma:
“Es
importante
resaltar
que
tanto
durante
la
negociación,
como
durante
la
materialización
de la
venta de
las
acciones
de Papel
Prensa
S.A. el
suscripto,
los
accionistas
y los
demás
negociadores
de la
venta de
acciones
de Papel
Prensa
S.A. no
fuimos
privados
de la
libertad,
ni
amenazados
en forma
alguna.
Si bien
los
miembros
de la
familia
y del
Grupo
Graiver
fuimos
detenidos
y
secuestrados
por la
dictadura
militar
en marzo
de 1977,
y otros
en abril
de 1977,
a ese
momento
la
operación
de venta
de las
acciones
de Papel
Prensa
S.A. ya
estaba
concluida
en su
totalidad.
Inclusive
–agrega
Isidoro
Graiver–
cuando
nos
encontrábamos
secuestrados
por la
dictadura
militar
los
adquirentes
de las
acciones
completaron
los
pagos
faltantes
mediante
consignación
judicial
y los
fondos
fueron
ilegítimamente
apropiados
por la
dictadura
militar”.
Graiver
no elude
afirmar
que él,
su
familia
y el
grupo
económico
fundado
por su
hermano
sufrieron
por
entonces
amenazas.
Pero
esas
amenazas
no
provenían
de los
compradores
de Papel
Prensa,
como
afirman
hoy la
viuda de
Graiver
y el
Gobierno:
-
“Si bien
existían
presiones
sobre la
familia
y los
integrantes
del
Grupo
Graiver
–dice
Isidoro
Graiver–
estas
eran
ajenas a
Fapel y
sus
accionistas.
La venta
de las
acciones
de Papel
Prensa
S.A. fue
hecha
para
hacer
frente a
los
acreedores
del
Grupo
Graiver,
y fue
hecha
libremente
por
nosotros
para
solucionar
la
situación
de
algunos
acreedores
que
presionaban
demasiado.”
En la
parte
final de
su
declaración,
Isidoro
Graiver
describe
punto
por
punto la
compra
de Papel
Prensa
en
noviembre
de 1976
y
derrumba
las
acusaciones
de la
viuda de
Graiver
que, con
igual
falsedad,
sostienen
el
Gobierno
y sus
funcionarios
y
voceros.
Afirma
Isidoro
Graiver:
-
“Concretamente,
y con
respecto
a la
venta de
acciones
de Papel
Prensa
S.A. a
Fapel
S.A.
corresponde
dejar
claro lo
siguiente:
La venta
de
acciones
clase A
que
otorgaban
el
control
de la
empresa
se
realizó
el
2/11/76
en forma
definitiva
e
irrevocable
a favor
de la
firma
Fapel
S.A. que
luego la
cedió a
las
empresas
que eran
sus
accionistas.”
-
“Los
accionistas
y
representantes
del
Grupo
Graiver
gozaban
para
esa
fecha de
total
libertad
para
realizar
la
operación”.
-
Si
existían
los
apremios
económicos
y
financieros
a que he
hecho
referencia,
como así
también
las
amenazas
que
recibimos
de los
grupos
autoidentificados
como
montoneros,
los
compradores
eran
ajenos a
esa
situación.”
-
“Se
percibieron
los
importes
del caso
en ese
momento,
y en los
meses
siguientes
se
cobraron
las
cuotas
pactadas.
Inclusive
los
adquirentes
consignaron
judicialmente
el saldo
del
precio y
ello fue
ilegítimamente
apropiado
por la
CO.NA.RE.PA.
El
precio
que
pagaron
los
adquirentes
de las
acciones
de Papel
Prensa
S.A. fue
el
máximo
que
pudimos
lograr”.
-
Cuando
la
familia
e
integrantes
del
Grupo
fuimos
detenidos,
algunos
desde
mediados
de marzo
de 1977
y otros
a
principios
de abril
de 1977,
la
operación
de Papel
Prensa
ya
estaba
concluida
y no
hubo
reunión
alguna
en esos
meses.”
Esta
última
revelación
está
destinada
a echar
por
tierra
las
mentiras
desatadas
por
Lidia
Papaleo,
Osvaldo
Papaleo
y por el
actual
canciller
Héctor
Timerman,
sobre
pretendidas
negociaciones
por la
venta de
Papel
Prensa
durante
el
cautiverio
de la
viuda de
Graiver
en manos
de la
dictadura
militar.