Otro mensaje de EE.UU:“La libertad de prensa es un derecho humano”

27/08/10    Lo afirmó una alta funcionaria de Obama, en el Consejo de las Américas.   Por Natasha Niebieskikwiat  CLARIN


En lo que forma parte de una serie de sutiles aunque claros mensajes llegados desde Washington, la subsecretaria estadounidense para la Diplomacia y Asuntos Públicos de Barack Obama, Judith McHale, defendió ayer, de visita en Buenos Aires, el rol de los medios y la libertad de prensa , vinculando además la cuestión a los derechos humanos , siempre presentes en los discursos de la administración kirchnerista.

McHale habló ayer en la conferencia del Consejo de las Américas y la Cámara Argentina de Comercio. Una ponencia de lo más esperada, porque el día anterior un vocero del Departamento de Estado había dicho que el gobierno de Barack Obama seguía “con atención”, la situación de la libertad de prensa en Argentina , cuando se le preguntó por la embestida del Gobierno contra Papel Prensa y las empresas del Grupo Clarín .

“Creo apasionadamente en el rol crítico que los medios de comunicación deben jugar en la economía del siglo XXI”, dijo ayer McHale. Y agregó que entre los dos países, había “reconocimiento de que la libertad de la prensa y la libertad de expresión son derechos humanos fundamentales, esenciales a la democracia” . Al mismo tiempo, McHale advirtió que los medios debían “buscar los estándares periodísticos más altos”, y los gobiernos, “su compromiso continuo con los derechos fundamentales y responsabilidades que preservan y protegen nuestras democracias ”.

En primera fila del auditorio la oía el canciller Héctor Timerman, quien probó del plato que más le gusta. Al introducirse en la visión estadounidense sobre la libertad de prensa, McHale elogió el “coraje de periodistas como Jacobo Timerman (padre del ministro) y Robert Cox”. McHale dijo estar “profundamente movilizada” por recientes palabras de Timerman hijo, en el Departamento de Estado cuando --parafraseándolo-- recordó que dijo: “La primera vez que caminé estos pasillos fue para pedir asilo político ”, y afirmó que “lo hecho en defensa de los derechos humanos durante la dictadura” por EE.UU. “nunca será olvidado” por él ni por el pueblo de la Argentina ”. Timerman es uno de los fogoneros de la versión que buscan imponer los Kirchner de que Papel Prensa fue adquirido bajo presión a sus anteriores dueños en la dictadura. El fin de semana estuvo en Washington. A su equipo le informó que había viajado para recoger sus pertenencias.

Hasta junio fue el embajador ante EE.UU. Sin embargo, se reunió de incógnito con el jefe de la diplomacia para América Latina, Arturo Valenzuela. Ayer empresarios que asistieron a la conferencia apuntaron que la entrevista del Ministro —el más proestadounidense de los cancilleres cristinistas— fue un “claro sondeo” del pensamiento en Washington sobre la presentación del “Informe Papel Prensa” que Cristina presentó el martes, y adonde pegó el faltazo la embajadora Vilma Martínez. . Al parecer, “no vino con buenas noticias”, opinaron. “Un mensaje”, agregaron.

EE.UU. sigue "con mucha atención" el debate sobre la libertad de prensa en la Argentina

25/08/10 - Así lo afirmaron voceros del Departamento de Estado en Washington. También dijeron que el tema "es parte de las conversaciones bilaterales".

Por Ana Barón, corresponsal en Washington
 

El Departamento de Estado afirmó que la libertad de prensa en la Argentina forma parte de las conversaciones bilaterales que sostiene con el gobierno nacional y que está siguiendo "con mucha atención" el debate doméstico que está teniendo lugar en nuestro país al respecto. Esto indica que hay preocupación por el tema.

Durante la conferencia de prensa diaria en el Departamento de Estado, Clarín le preguntó al vocero de Hillary Clinton sobre la denuncia realizada ayer por Cristina Kirchner contra Papel Prensa, en un acto al que desistió ir la embajadora estadounidense, Vilma Martínez.

Respondieron que están siguiendo "con mucha atención" el debate que se da en nuestro país.

Ayer, la Presidenta presentó un informe en el que trató de asociar la compra de Papel Prensa por parte de Clarín y La Nación a violaciones de derechos humanos. Y pidió a la Justicia que investigue. Esto fue desmentido por Isidoro Graiver, quien vendió la empresa en 1976, y por María Sol, única heredera de David Graiver. La oposición política, por su parte, sostuvo que se trata de otra maniobra del kirchnerismo para atacar la libertad de expresión.

En un lenguaje diplomático -como suele utilizar-, aunque con términos que reflejan un interés particular sobre la situación, este es el diálogo que el vocero mantuvo con Clarín en la conferencia de prensa:

Corresponsal de Clarin en Washington : "La Presidenta Cristina de Kirchner acuso a los dos diarios más importantes de haber cometido crímenes contra la humanidad. La oposición dice que esto es un golpe contra la libertad de prensa. ¿Está Estados Unidos preocupado actualmente por la libertad de prensa en la Argentina?"
 

Vocero de Hillary Clinton: "Estamos preocupados por la libertad de prensa en todo el mundo. Ciertamente en Argentina hay un debate doméstico. Estamos siguiendo con mucha atención los acontecimientos. Es parte de nuestras conversaciones bilaterales."

Corresponsal: "¿Cómo debemos interpretar el hecho de que la embajadora Vilma Martínez no estuvo presente durante la ceremonia en que la Presidenta presentó las denuncias cuando hubo otros embajadores?

Vocero de Hillary Clinton: "Eso se lo tiene que preguntar a la Embajada. Pero obviamente tomamos los temas de la libertad de expresión muy seriamente".

 

El País compara a los Kirchner con "las peores dictaduras"

En un editorial, el diario español afirma que el embate contra LA NACION y Clarín "es un paso más para ahogar las voces críticas"

 
Viernes 27 de agosto de 2010 | 12:15 (actualizado a las 12:14)
 

Con un duro editorial, el diario español El País dio cuenta del ataque del Gobierno contra LA NACION y Clarín por Papel Prensa. Aseguró que el embate apunta a "ahogar voces críticas" y muestra "la veta cada vez más autoritaria" del matrimonio Kirchner.

"La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha dado un nuevo paso en su batalla contra los medios de comunicación, y sobre todo contra el grupo Clarín", comienza el artículo que se publica hoy bajo el título "Callar las voces críticas".

Tras describir el acto del martes último en la Casa Rosada, en el que se presentó el informe "Papel Prensa, la verdad", con la versión oficial sobre la venta de la empresa, y de mencionar a LA NACION y Clarín, el matutino afirma: "Con esta maniobra, los Kirchner convierten a esas cabeceras en cómplices del régimen militar y se reservan para ellos el papel de justicieros que solo pretenden acabar con las afrentas de un pasado tenebroso". Enseguida da cuenta de que, tanto LA NACION como Clarín, "han dado otra versión de los hechos".

El País alude al caso Papel Prensa como un "episodio lleno de ángulos oscuros" y afirma que "resulta aún más turbio si se lo analiza en el contexto del asedio al que los Kirchner tienen sometido al grupo Clarín desde la crisis agraria de 2008".

El párrafo final contiene las críticas más duras. Tras mencionar el proyecto de ley "para que sea el Estado el que controle la producción de papel", el diario asegura: "Es un paso más para ahogar las voces críticas y muestra la veta cada vez más autoritaria de la pareja, obsesionada por conservar el poder y que, como las peores dictaduras, podría esta vez haber manipulado el pasado reciente, que tanto pesa en los argentinos, para salirse con la suya", concluye.

 

Desmienten al Gobierno el hermano y la hija de Graiver

25/08/10 - 02:29

Dos testimonios contundentes. Ante escribano público, Isidoro Graiver y María Sol Graiver aseguraron que no hubo delito en la compra de Papel Prensa y que ninguno de los miembros del Grupo Graiver recibió presión alguna para vender.

La verdadera historia. Reproducción de las actas notariales de las declaraciones de Isidoro y María Sol Graiver ante el escribano Lucas Baglioni.

La primera declaración en democracia. El 3 de julio de 1986, Lidia Papaleo de Graiver declaró ante la Cámara Federal. Dijo haber sido detenida  en forma ilegal por la dictadura el 14 de marzo de 1977.

Dos estremecedores documentos, el primero firmado por Isidoro Graiver, hermano de David Graiver, el banquero muerto en 1976 en un accidente de aviación en México, y el segundo firmado por María Sol Graiver, hija de David, echan luz definitiva sobre la compra de la empresa Papel Prensa, hecha el 2 de noviembre de 1976 por los diarios Clarín, La Nación y La Razón. Isidoro Graiver, además, publica una solicitada en la página 7 de esta edición. Las dos declaraciones, realizadas ante el escribano público Lucas Baglioni, matrícula 2148, y a las que tuvo acceso Clarín, revelan, entre otras cosas:

-          No hubo delito alguno en la operación de compra venta de la empresa Papel Prensa S.A.

-         Lidia Papaleo, viuda de Graiver, no tuvo a su cargo la venta de la empresa ni participó de ninguna de las negociaciones como representante del grupo, como hoy pretende hacer creer para  sostener la campaña del Gobierno contra la empresa productora de papel y contra el Grupo Clarín. Las tratativas fueron llevadas adelante por Isidoro Graiver, según él mismo revela.

-         El paquete accionario de Papel Prensa no le fue arrancado a la viuda de Graiver bajo torturas, como sostiene en forma falsa, a coro con el Gobierno de Cristina Fernández, sus funcionarios, voceros y escribientes, y a tono con su hermano Osvaldo Papaleo y con el hoy canciller, Héctor Timerman, en aquellos años director del diario pro golpista “La Tarde”.

-         En el momento de la venta de las acciones de Papel Prensa, 2 de noviembre de 1976, la señora Papaleo y todos los miembros del entonces llamado Grupo Graiver gozaban de total libertad de acción y de decisión y no estaban ni secuestrados, ni coaccionados.

-         Ninguno de los miembros del Grupo Graiver recibió jamás presión alguna, por parte de los compradores de Papel Prensa, para que vendieran la empresa.

-         Si la familia Graiver y los miembros del grupo se sentían amenazados en 1976, según revela Isidoro Graiver en sus dos declaraciones, lo estaban por la guerrilla peronista Montoneros, que les reclamaban la devolución de diecisiete millones de dólares que le habían confiado al financista.

-         Cuando los miembros de la familia y del grupo Graiver fueron secuestrados algunos y detenidos en forma ilegal otros, en marzo y abril de 1977, la operación de venta de Papel Prensa estaba concluida.

-         No hubo ningún tipo de reunión entre compradores y vendedores de Papel Prensa en los meses de secuestro de los Graiver, por lo que las afirmaciones de Lidia Papaleo sobre una supuesta negociación por la empresa durante su cautiverio rio en manos de la dictadura militar y bajo tortura, son falsas y hechas a sabiendas de tal falsedad. Mienten también quienes, desde el Gobierno, sostienen la misma infamia. Isidoro Graiver afirma que Lidia Papaleo y su hermano, Osvaldo Papaleo “tergiversan las fechas y los acontecimientos sucedidos”.

-         El precio alcanzado por el Grupo Graiver por la venta de Papel Prensa, fue “el mejor que pudimos obtener”, revela Graiver en sus dos declaraciones.

-         En la carta dirigida a su sobrina, María Sol Graiver, Isidoro Graiver, también él una víctima de la dictadura militar, muestra su perplejidad ante la actitud de Lidia Papaleo de falsear los hechos que rodean la venta de Papel Prensa: “Nunca conocí –dice Graiver a su sobrina– y por lo tanto no comprendo los dichos de tu madre que se han hecho públicos cuando dice que mantuvo reuniones por la venta de Papel Prensa mientras estaba secuestrada. Te repito que para cuando estábamos secuestrados la venta de Papel Prensa ya estaba concluida”.

Los dos testimonios tiran abajo el andamiaje armado por el Gobierno para enlodar la operación de compra de Papel Prensa por parte de Clarín, La Nación y La Razón, y disfrazarla de “delito de lesa humanidad” con la finalidad de apoderarse de la empresa, manejar el abastecimiento local de papel para diarios, regular el mercado a su antojo y anular así cualquier posibilidad de libertad de expresión y disenso en la Argentina.

Los puntos más salientes del testimonio de Isidoro Graiver revelan:

-          Fue él, Isidoro Graiver, y no Lidia Papaleo de Graiver (como sostiene hoy la viuda del banquero junto al Gobierno y sus escribientes) quien negoció la venta de Papel Prensa con sus compradores, la empresa FAPEL, formada en aquellos años por Clarín, La Nación y La Razón. “Participé en forma directa en toda la operación de venta de las acciones de Papel Prensa S.A.  Mi participación fue hecha en forma conjunta con el Dr. Miguel de Anchorena, quien me asistía jurídicamente, siendo yo quien llevaba la conducción de la negociación.

-         El testimonio de Isidoro Graiver fija luego la fecha del inicio de la negociación y de la concreción de la venta de Papel Prensa que la viuda de Graiver insiste en ubicar en abril de 1977, cuando ella estaba en manos de la dictadura militar. “Estas negociaciones comenzaron en octubre de 1976 y terminaron en el mes de noviembre de 1976, concretamente el 2 de noviembre de 1976”, dice Graiver que además revela que el rol de la viuda de Graiver en la operación estuvo limitado a la firma del contrato de venta de acciones. “Una vez concluida por mi la negociación y acordadas las condiciones, la instrumentación de la venta de acciones de Papel Prensa S.A. la hicimos en las oficinas de La Nación, en la calle Florida y Corrientes a la que concurrimos varios integrantes del Grupo Graiver a firmar tres contratos. Concurrimos el suscripto (…) Lidia Papaleo de Graiver, mis padres (…) Los contratos (…) fueron definitivos e irrevocables (no fueron ni boleto, ni una carta de intención) y requirieron además aprobación por Asamblea de Accionistas que terminó realizándose el 18/1/77”.

-         Luego, en abierta desmentida de las falacias que sostiene el  kirchnerismo, Isidoro Graiver afirma: “Es importante resaltar que tanto durante la negociación, como durante la materialización de la venta de las acciones de Papel Prensa S.A. el suscripto, los accionistas y los demás negociadores de la venta de acciones de Papel Prensa S.A. no fuimos privados de la libertad, ni amenazados en forma alguna. Si bien los miembros de la familia y del Grupo Graiver fuimos detenidos y secuestrados por la dictadura militar en marzo de 1977, y otros en abril de 1977, a ese momento la operación de venta de las acciones de Papel Prensa S.A. ya estaba concluida en su totalidad. Inclusive –agrega Isidoro Graiver– cuando nos encontrábamos secuestrados por la dictadura militar los adquirentes de las acciones completaron los pagos faltantes mediante consignación judicial y los fondos fueron ilegítimamente apropiados por la dictadura militar”.

Graiver no elude afirmar que él, su familia y el grupo económico fundado por su hermano sufrieron por entonces amenazas. Pero esas amenazas no provenían de los compradores de Papel Prensa, como afirman hoy la viuda de Graiver y el Gobierno:

-          “Si bien existían presiones sobre la familia y los integrantes del Grupo Graiver –dice Isidoro Graiver– estas eran ajenas a Fapel y sus accionistas. La venta de las acciones de Papel Prensa S.A. fue hecha para hacer frente a los acreedores del Grupo Graiver, y fue hecha libremente por nosotros para solucionar la situación de algunos acreedores que presionaban demasiado.”

En la parte final de su  declaración, Isidoro Graiver describe punto por punto la compra de Papel Prensa en noviembre de 1976 y derrumba las acusaciones de la viuda de Graiver que, con igual falsedad, sostienen el Gobierno y sus funcionarios y voceros. Afirma Isidoro Graiver:

-          “Concretamente, y con respecto a la venta de acciones de Papel Prensa S.A. a Fapel S.A. corresponde dejar claro lo siguiente: La venta de acciones clase A que otorgaban el control de la empresa se realizó el 2/11/76 en forma definitiva e irrevocable a favor de la firma Fapel S.A. que luego la cedió a las empresas que eran sus accionistas.”

-         “Los accionistas y representantes del Grupo Graiver gozaban para esa fecha de total libertad para realizar la operación”.

-         Si existían los apremios económicos y financieros a que he hecho referencia, como así también las amenazas que recibimos de los grupos autoidentificados como montoneros, los compradores eran ajenos a esa situación.”

-         “Se percibieron los importes del caso en ese momento, y en los meses siguientes se cobraron las cuotas pactadas. Inclusive los adquirentes consignaron judicialmente el saldo del precio y ello fue ilegítimamente apropiado por la CO.NA.RE.PA. El precio que pagaron los adquirentes de las acciones de Papel Prensa S.A. fue el máximo que pudimos lograr”.

-         Cuando la familia e integrantes del Grupo fuimos detenidos, algunos desde mediados de marzo de 1977 y otros a principios de abril de 1977, la operación de Papel Prensa ya estaba concluida y no hubo reunión alguna en esos meses.” Esta última revelación está destinada a echar por tierra las mentiras desatadas por Lidia Papaleo, Osvaldo Papaleo y por el actual canciller Héctor Timerman, sobre pretendidas negociaciones por la venta de Papel Prensa durante el cautiverio de la viuda de Graiver en manos de la dictadura militar.

 
 Lidia Papaleo declaró que estaba libre cuando vendió Papel Prensa  Desacreditó así el argumento alentado desde el Gobierno de que cedió sus acciones en la compañía bajo tortura. Además, negó que, habiendo estado más tarde en cautiverio, sus torturadores la hubieran interrogado por la empresa.
Lidia Papaleo declaró en la fiscalía federal de esta ciudad que, en noviembre 1976, firmó la venta de la acciones de Papel Prensa en libertad y negó que, estando en cautiverio, sus torturadores la hubieran interrogado por la empresa.

Además, del testimonio aportado por la viuda de David Graiver no surge imputación alguna contra el CEO de Clarín , Héctor Magnetto, y el director de La Nación, Bartolomé Mitre.

La testimonial de cinco horas, , fue ante los fiscales Marcelo Molina y Hernán Schapiro, en una causa abierta sobre presuntos delitos de lesa humanidad en la venta de Papel Prensa. Con su declaración Papaleo pone en zona de derrumbe el discurso del Gobierno sobre la presunción de la venta de Papel Prensa a los nuevos socios accionarios privados, que incluía a La Razón, en situación de apremios.

Según la presidenta Cristina Fernández, en la presentación del informe de 26.000 páginas realizado el martes, Papaleo firmó la cesión de las acciones con “libertad condicionada”, bajo “presiones” y “amenazas” y con sólo una “apariencia de legalidad”.

Desde el Gobierno sostienen que Papaleo hizo la operación de venta a Fapel (sociedad de los tres diarios) “bajo tortura” . Su esposo había muerto el 7 de agosto en un accidente de aviación, en México, y ella debía hacerse cargo de la operación porque el grupo Graiver estaba en bancarrota.

Meses después, el 14 de marzo 1977, fue secuestrada y permaneció en los centros clandestinos de “Pozo de Banfield y Puesto Vasco (Quilmes)”. En esa condición de detenida ilegal nunca fue trasladada para la firma de ninguna documentación relacionada con la venta de Papel Prensa. Surge de su declaración de ayer, pero también de los dichos de Gustavo Caraballo, ex embajador argentino en la UNESCO, quien estuvo secuestrado con Lidia Papaleo en 1997, en “Puesto Vasco”.

Un día después, Isidoro Graiver — hermano de David- ratificó ante el juez Arnaldo Corazza no haber recibido presiones para transferir las acciones y puso al descubierto la precaria construcción del relato oficial.

“No había nadie detenido en el momento que se vendieron las acciones”, insistió. Cuando el fiscal preguntó si alguna vez su cuñada había sido trasladada fuera del centro clandestino para alguna tramitación de Papel Prensa, la respuesta fue cortante: “Nunca”.

Hizo algo más. En un solicitada publicada hace 48 horas informó que Lidia Papaleo “no tuvo a su cargo la venta de la empresa ni participó de ninguna de las negociaciones como representante del grupo Graiver”.

La vulnerabilidad de la estrategia oficial para involucrar a Clarín, La Nación y La Razón en irregularidades en la compra y eventualmente con responsabilidad penal por el encierro de la familia Graiver quedaría expuesta ese mismo día con el pronunciamiento de María Sol, hija del financista fallecido.

Isidoro Graiver ya había anticipado la refutación ante escribano público. Y el martes ratificó en Tribunales, en una causa abierta por denuncia de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, sobre presuntos delitos de lesa humanidad en la venta de Papel Prensa. En los primeros meses de este año, comparecieron por esta investigación Rafael Ianover, director de Papel Prensa hasta el traspaso y Osvaldo Papaleo, hermano de Lidia.

“Recién estamos en los inicios”, aclaró el fiscal Molina. La Unidad Fiscal deberá acreditar si existe evidencia para incorporar la venta de Papel Prensa a las investigaciones por crímenes de lesa humanidad que tramita Corazza. Caso contrario, volverá a la justicia porteña, jurisdicción donde se concretó la operación de venta.

“No hay imputación de delitos”, en la declaración de Lidia Papaleo, confirmó Molina a Clarín, Los detalles de la declaración refieren al regreso precipitado de la viuda Graiver desde México, para ocuparse de bienes y empresas. En esas circunstancias, mencionó algunas reuniones con compradores y que “no sabía que firmaba”. Manifestó, además, haber tenido una relación conflictiva con sus suegros y cuñados. También con su hija María Sol.

Ayer, los hermanos Papaleo concurrieron al 5to. piso de los tribunales federales sin abogados patrocinantes, sólo con una defensora oficial, y evitaron a la prensa.

 

Solanas: “Las cartas del hermano y de la hija no dejan dudas”

27/08/10 Dijo que “emparentar el calvario” de la familia con una investigación del “provocador” Moreno resulta ”un mamarracho”.

PorPablo de León

Fernando “Pino” Solanas está molesto. La razón de su enojo, dice, es que en la Cámara de Diputados muchos proyectos son demorados y dilatados intencionalmente, con el afán de no avanzar con casos de importancia. Cuenta por ejemplo, que como titular de la comisión de Energía, impulsó que la garrafa sea declarada un “servicio público” pero que ese proyecto fue “pateado” para más adelante con su envío a otras comisiones. “El Gobierno está interesadísimo en promover el interés público en el papel. Y me parece bien, siempre y cuando haya un control parlamentario para evitar las manipulaciones”, precisó Solanas en diálogo con Clarín.

Pero se preguntó: “¿Por qué el Gobierno no declara también de interés o como servicio  público a la garrafa o a la telefonía celular?”.

 El líder de Proyecto Sur calificó el acto presidencial de presentación del informe oficial sobre Papel Prensa como “lamentable y patético, fue un bluff”. Dice que desde el Gobierno habían generado expectativas respecto a que iban a hacer alguna revelación “extraordinaria y monstruosa”, algo que, según él, no sucedió.  Y explica que emparentar y “tomar el calvario de la familia Graiver con una investigación hecha por el desprestigiado y provocador funcionario Guillermo Moreno”, resulta “un mamarracho”.

 El diputado recordó que el ex presidente Raúl Alfonsín indemnizó a la familia Graiver y que el caso ya había sido investigado por el ex fiscal, Ricardo Molinas: “Yo conversé con Molinas y me dijo que en Papel Prensa no hubo ilícitos”. Solanas también opinó sobre las manifestaciones de Isidoro y María Sol Graiver: “Las cartas del hermano y la carta de la hija (De David Graiver) no dejan dudas”.

El legislador insistió en criticar a Guillermo Moreno, redactor del informe oficial sobre Papel Prensa, al que definió como “el funcionario que pudo idear y materializar con actos patoteriles la falsificación de las estadísticas”, lo que pone al Gobierno “más cerca del delito que de la Justicia”.

Diputados opositores amplían su denuncia ante la OEA

27/08/10

Un grupo de diputados de distintos bloques opositores presentó ayer una ampliación de la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.

La primera presentación había sido realizada el pasado 27 de abril, ante la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de ese organismo.

“Motivan esta nueva presentación los graves hechos que se han constatado en la Argentina y que determinan el avance arbitrario del Gobierno sobre los medios de comunicación independientes, vulnerando en forma manifiesta y arbitraria el derecho de Libertad de Expresión, hechos que ameritan la intervención de la Relatoría”, aseguró la diputada radical Silvana Giúdici.

La ampliación de denuncia también lleva las firmas de sus compañeros de bloque Oscar Aguad, Ricardo Gil Lavedra y Gustavo Cusinato, los peronistas disidentes Felipe Solá y Gustavo Ferrari, Elisa Carrió, Patricia Bullrich y Elsa Quiroz (Coalición Cívica), Federico Pinedo y Paula Bertol (PRO), Mónica Fein (socialismo) y Margarita Stolbizer y Gerardo Milman (GEN).

“A raíz de las continuas agresiones de las que continúan siendo objeto hombres y mujeres de prensa en todo el país y ante la decisión de retirarle la licencia a Fibertel y los avances sobre Papel Prensa, es pertinente insistir ante la Relatoría para que se constituya en visita oficial en el país”, coincidieron los diputados opositores.

“Mientras el Gobierno sigue confrontando con los medios de comunicación, periodistas de todo el país son estigmatizados o directamente agredidos como en el caso de Candelaria Schamun, (enviada especial de Clarín a Río Negro), o el caso de Aldo Blanco, corresponsal en Córdoba” expresó Giudici.

Y Giudici concluyó:“El clima beligerante que despliega el Gobierno contra la prensa, hace necesario que se analice desde el punto de vista de la protección de Derechos”.

“Iremos por todo el poder”

29/08/10 Por Ricardo Kirschbaum,  EDITOR GENERAL DE CLARÍN
 

En un acto, Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico y el más influyente consejero de Néstor y Cristina Kirchner, se ha sincerado. Ha dicho que luego de este período presidencial, al que caracterizó por la “lucha contra las corporaciones”, se iniciará otro, tras la victoria electoral, en el que “iremos por todo el poder”. El funcionario está convencido de lo que dice: ha pagado con la cárcel por sus ideas cuando militaba en Vanguardia Comunista. Luego encontró en los Kirchner el terreno fértil para sus consejos, que son aplicados con pragmatismo y de acuerdo a las conveniencias.


Sus dichos ilustran la concepción que tiene el secretario Legal y Técnico –y por extensión de sus principales aconsejados– de la democracia y de las instituciones. Esta veta está presente cada vez con mayor volumen en las actitudes del Gobierno y explica su funcionamiento cada vez más autoritario. Ya lo mostraron antes cuando plantearon que un sistema presidencialista no tolera un Congreso opositor, en una interpretación increíble del funcionamiento institucional.


Ese enfoque apunta, cada vez más, a tratar de lograr el control sobre todos los factores que rechazan esa concepción verticalista.


La grosera distorsión de la historia para adecuarla a sus objetivos políticos es uno de los recursos a los que se ha echado a mano. El relato oficial sobre Papel Prensa ha sonado tan verosímil como lo es la marcha peronista cantada por Boudou.


La “toma del poder” necesita de más distorsiones y complicidades. Por eso el lopezrreguismo de Osvaldo Papaleo, que cerró La Opinión y prohibió a Tato Bores, entre otras graves desmesuras, les es útil. Y explica por qué sus exabruptos contra el fiscal que pronunció el “Nunca Más” en la histórica acusación a las Juntas Militares son aplaudidos por un auditorio de fanáticos.

 
 

Lo de siempre: la historia se burla de los que quieren repetirla

29/08/10   La Presidenta buscó alumbrar una nueva CONADEP, la de los medios. Pero nada fue igual a aquel 1984.

Por Susana Viau

El martes, la Presidenta dijo que los hechos que relataba parecían “un thriller”. Sin embargo, lo que se emitió durante 70 minutos por cadena nacional pertenecía a otro género.

En el Salón de los Patriotas, sobre una mesa y en esmerado desorden estaban depositados decenas de expedientes. Eran la materialización de las “probanzas irrefutables” de las que habló el abogado Alberto González Arzac al abrir el acto y presentarle a Cristina Fernández el informe sobre Papel Prensa. Al letrado, un nacionalista católico de larga tradición justicialista, lo habían asistido Guillermo Moreno y Beatriz Paglieri, la ex funcionaria del INDEC a la que Cristina Fernández convirtió en un basquetbolista de los años ’50 llamándola sistemáticamente “Pagliari”.

A la función de gran abono faltaron la mayor parte de los capitanes de la industria y sólo asistieron un par de embajadores, doblegados por las llamadas imperativas del Gobierno, dispuesto a dar a luz una nueva CONADEP, la CONADEP de los medios de comunicación.

Pero ocurrió lo de siempre, porque la historia se burla de los que quieren repetirla . Nada fue igual a aquel 20 de septiembre de 1984: si entonces las voces eran las de la tragedia y el clima estaba impregnado de solemnidad, ahora el tono de la Presidenta sonaba banal y la atmósfera era de desconcierto.

Fuera, en la calle, no aguardaban miles y miles de ciudadanos expectantes; los oficinistas que atravesaban la Plaza de Mayo eran indiferentes a lo que ocurría en ese edificio de color rosa subido. A menos de diez cuadras las luchas desatadas por Néstor Kirchner en el peronismo del conurbano golpeaban las puertas del Luna Park para iniciar un festival de tiros y navajazos.

Por lo demás, ni González Arzac era Ernesto Sábato, ni el secretario de Comercio Moreno y su incondicional Paglieri podían soñar siquiera con dar la talla intelectual de Gregorio Klimovsky o Hilario Fernández Long. Aquel informe buscó a tientas la verdad para que de ahí en más formara parte de la vida los argentinos; lo que el martes se les ofreció fue un revoltijo de datos acomodados a piacere, un sucedáneo de la verdad, construido a la medida de las pasiones de los Kirchner.

A eso se redujo lo dicho. Lo no dicho tenía, en cambio, una importancia capital y su existencia suponía un incordio para “Papel Prensa, La Verdad”.

Así, la Presidenta y sus sabuesos prefirieron no recordar por qué razones el fundador de Papel Prensa, César Civita, un tycoon de la industria periodística, debió vender el 27 de diciembre de 1973 su paquete accionario clase A. Las razones las hilvanó en una carta pública Eduardo Barreira Delfino, uno de los jóvenes abogados de Civita y su pujante Editorial Abril: el entonces ministro de Economía José Ber Gelbard forzó el apartamiento del italiano en cuyas empresas trabajaron Gino Germani, Grete Stern, Hugo Pratt, Rodolfo Walsh, Francisco Urondo, Juan Gelman, Miguel Angel Bustos.

“En Abril –solía decir– no somos anti nada. Excepto antinazis y antifascistas”. Con el pretexto del “compre nacional”, Gelbard obligó a Civita a requerir de las cámaras nucleadas en la Confederación General Empresaria (de estrechos lazos con Gelbard) la “autorización para importar cada pieza diferenciada de los equipos, máquinas, repuestos e implementos”. El permiso llegaría después de que el último de los integrantes de la CGE “certificara que la industria nacional no estaba en condiciones de fabricar ni proveer” esos insumos.

El juego del Gran Bonete puso al borde de la extinción los plazos para la compra de la maquinaria finlandesa y la validez de las garantías para los créditos.

Acorralado, Civita vendió.

Recibió tres cheques del banco de David Graiver y la sugerencia de que los depositara allí mismo porque estaban al cierre del balance y una salida de dinero semejante perjudicaba los estados contables de la entidad. En 1975, el departamento que los Civita tenían en Belgrano fue ametrallado.

Nadie se adjudicó el atentado, aunque todos señalaban a la Triple A. ¿Por qué? “Porque ni un solo vidrio de los 20 metros de ventanal se salvó de la balacera. Era un piso 18. Quienes tiraron lo hicieron desde un helicóptero”.

Civita no era Michael Corleone y dejó el país.

Gobernaba María Estela Martínez de Perón. Su secretario de Prensa, un cuadro de la ultraderecha peronista, afín a José López Rega, era el hombre que el martes se sentó en primera fila, Osvaldo Papaleo, hoy punta de lanza de la cruzada de Cristina Fernández por la “desmonopolización”.

Su hermana Lidia, compañera de Graiver, estaba a su lado. Mucho mayor, mucho menos triste de lo que se la veía en los 80, al llegar a Madrid con sus suegros. Compraron entonces un local en una galería de la llamada Milla de Oro. En esa misma calle, a la intemperie, otros exiliados vendían baratijas.

Era un secreto a voces que David Graiver había manejado una parte importante del dinero de Montoneros y su familia había padecido persecuciones y torturas.

Nunca se escuchó, en cambio, que sus herederos hubieran sido obligados a vender Papel Prensa.

El mundo entonces era pequeño. En Madrid vivían también el hoy secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde, el abogado cordobés Gustavo Roca y el periodista riojano Alipio Paoletti. Los tres habían fundado la CADHU. Allí escuchaban y transcribían los relatos del infierno, los testimonios de familiares, ex presos y sobrevivientes de los campos de concentración y los transformaban en denuncias, en lo que la Junta llamó la “campaña antiargentina”.

En los albores de la dictadura el propio Jacobo Timerman, padre del actual canciller, se encargó de refutar aquellas historias de la barbarie y sostuvo en su periódico que Duhalde y Roca merecían ser extraditados y juzgados por traición a la Patria.

Fue una curiosa foto de familia la del martes 24. Para completarla sólo faltaría que Alberto González Arzac fuera el mismo Alberto González Arzac que, rumorean, al declarar en la denuncia de Carlos Menem contra los jefes militares que lo recluyeron en Las Lomitas, admitió su condición de asesor económico-financiero del general Albano Harguindeguy, ministro del Interior de Jorge Rafael Videla.

Difícil de creer.

Habrá que hurgar en los archivos donde se guarda el expediente instruido por el juzgado de Martín Irurzun, secretaría Zottele.

Osvaldo Papaleo, funcional tanto a López Rega como al kirchnerismo

29/08/10   Dice que pelea para esclarecer delitos de lesa humanidad, pero estuvo al lado del ejecutor de la Triple A.

 

 

Osvaldo Papaleo, hermano de Lidia, cuñado del fallecido David Graiver, se transformó en el principal sostén del Gobierno en el “caso Papel Prensa”. Asegura que pelea para esclarecer delitos de lesa humanidad sufridos por su familia, y para defender la libertad de prensa. Pero su biografía, y también sus dichos actuales, contradicen esos principios.

Papaleo estuvo ligado al temible José López Rega, ideólogo y ejecutor de la Triple A. Durante esa gestión cerró el diario La Opinión, al que consideraba “golpista”.

“No voy a hablar mal de López Rega”, se sinceró Papaleo el jueves, durante un acto K en Mataderos, según reveló La Nación. No fue su único “sincericidio”. También llamó “borracho” e “hijo de puta” a uno de los máximos defensores de los Derechos Humanos, el ex fiscal del Juicio a las Juntas, Julio César Strassera. A uno de los jueces de ese Tribunal, Ricardo Gil Lavedra, lo llamó “gil de cuarta”; a Alberto Fernández y Pino Solanas, “pelotudos”; y a Carrió, “miserable y canalla”.

Todos esos exabruptos los pronunció en la parroquia San Vicente de Paul, en el barrio de Mataderos. Anoche, el arzobispado de Buenos Aires manifestó su “malestar” por la decisión del presbitero Juan Pedro Aquino de haberle cedido la parroquia a Papaleo.

Cerró La Opinión y ahora se abraza a Timerman

29/08/10  Por Miguel Wiñazki
 

“A mi me tocó cerrar La Opinión”, contó Osvaldo Papaleo en l984. “Y la cerraría de vuelta hoy, si se dieran las circunstancias iguales. Timerman estaba abiertamente con el golpe porque creía que iba a ser reorganizador”.

La clausura ocurrió el 13 de febrero de 1976, cuando Papaleo era Secretario de Prensa y Difusión de Isabel Martínez de Perón. Y se legitimó a través del decreto 619, en el que se argumentaba que “ …. a través de sus sucesivas ediciones viene propalando noticias falsas o deformaciones de la verdad, o bien comentarios que instigan a la quiebra del orden institucional …”.

Lo detalla en su libro las Palabras son Acciones, (una minuciosa historia de La Opinion) el analista de Medios, Fernando Ruiz.

Según consignó Clarín , en su edición del 14 de febrero de l976 “Ejecutivos del diario La Opinión informaron que a las 23.55 se hizo presente en la redacción una comisión policial para hacer efectiva la clausura”.

El líder metalúrgico Lorenzo Miguel, que ejercía notoria influencia entonces sobre Papaleo, consideraba de hecho a La Opinión como un boletín del ejército que apuraba el Golpe.

Ocho días antes del 24 de marzo, también financiado por David Graiver, y dirigido por el actual canciller Héctor Timerman, aparecía el diario La Tarde, ya sin máscaras alborozadamente procesista.

En otro libro ya clásico, “Timerman”, de la periodista Graciela Mochkofsly, también admirablemente documentado, se narra una escena tenebrosa: “En octubre (de 1976) Timerman (Jacobo) citó a Lidia Papaleo en el bar del hotel Alvear. Quería recuperar el 45% de las acciones de La Opinión, que correspondían a David, el esposo de Lidia, ya fallecido en aquel enigmático accidente aéreo. Ella, cuenta Mochkofsky, le mintió: dijo que las tenía en el exterior, fuera de alcance. La conversación era tensa, sus conversaciones con Timerman siempre tenían un carecer violento. La reunión en el Alvear, la última que mantuvieron por voluntad propia, superó en violencia a todas las anteriores. Con voz amenazante, Timerman le dijo que tuviera cuidado porque podía terminar como Marcos Satanosky, el abogado asesinado en los años 50 durante la lucha por las acciones de la Razón. La viuda lo entendió como una directa amenaza de muerte y era posible, dado el grado de irritación de Timerman”. Mochfosky especula después que es más probable que se haya tratado de una advertencia, destinada a amedrentarla.

Como es sabido, los protagonistas de la historia padecieron luego el infierno de la dictadura, la crueldad sin límites de la tortura, y más tarde el exilio y el retorno en democracia.

Osvaldo Papaleo subió y bajo su perfil arrítmicamente, y recobró los primeros planos cuando fue acusado por estafas durante su gestión como titular de la Lotería de la Provincia de Buenos Aires, en el año 1988. Los pormenores del caso son literarios. Un día, el número 28 salió a la cabeza tantas veces que quebraron innumerables quinieleros. Se dispuso una investigación y la justicia comprobó que el número de apostadores al “28” había sido ese día inusualmente alto. Según la fiscalía de La Plata, la defraudación había ascendido a 150 mil dólares. Se acusó a Papaleo de integrar una asociación ilícita y se restringió su salida del país.

Mas tarde, y ya con Menem en el poder, Papaleo resucitó como el Ave Fénix: fue nombrado director del Teatro Nacional Cervantes. El se refirió a sí mismo entonces como “Un administrador Cultural”.

Su biografía vuelve a encenderse ahora, con cercanía a Héctor Timerman y la construcción del relato kirchnerista sobre Papel Prensa. Su última perla también será recordada. Papaleo consideró que Julio César Strassera, el fiscal de los militares genocidas en el juicio que los llevó a la cárcel “debería tener vergüenza por su historia judicial”.

Strassera: “El kirchnerismo no tiene límites para atacar”

05/09/10  Dijo que lo critican por “el papelón que hicieron con la denuncia sobre Papel Prensa”.

 
Con indignación y furia. Así reaccionó y salió a defenderse ayer el ex fiscal Julio Strassera de los ataques que recibió por parte del Gobierno. Strassera no dudó en atribuir las críticas del oficialismo “al papelón que hicieron con la denuncia sobre Papel Prensa”.

Un día después de que el jefe de Gabinete K, Aníbal Fernández, lo definiera como un “ser despreciable”, el ex fiscal del juicio a la Juntas Militares dijo que “hay que esperar las peores cosas cuando se contrarían los menores deseos” de la Casa Rosada y en ese sentido agregó que el kirchnerismo “no tiene límites” para atacar a quienes considera opositores.

“Están enojados porque yo dije una cosa que es absolutamente cierta y surge de los expedientes: jamás se habló de Papel Prensa y no se reclamó nunca por Papel Prensa. Esto no lo digo yo, lo dice nada menos que Isidoro Graiver, lo dice su hija (María Sol), que es la única heredera de David Graiver”, puntualizó en una entrevista con radio Mitre.

Strassera subrayó que no hay una sola prueba para sostener que la viuda de David Graiver, Lidia Papaleo, sufrió presiones para firmar la transferencia de acciones de la compañía, como insiste el kirchnerismo desde el día en que Cristina Kirchner habló por cadena nacional. “Está en los expedientes, no se puede inventar”, remarcó.

El viernes, el jefe de Gabinete había afirmado que Lidia Papaleo se había quejado del tratamiento que le había dado Strassera cuando iba a declarar. “Ahora resulta que es el abuelito de Heidi”, lo descalificó el funcionario en una conferencia de prensa.

Consultado al respecto, el ex fiscal insistió en restarle trascendencia a esas expresiones. “A mí no me preocupa, es un timbre de honor que Fernández trate de agraviar a alguien ”, evaluó.

Y repitió que Aníbal F. “es el ariete del Gobierno” que está molesto porque hay “pruebas de que la negociación con Papel Prensa no fue como dice”. Strassera reflexionó que “cuando no se dice lo que quiere el Gobierno se es el enemigo” y dijo que a los Kirchner “nunca les importó” la política de derechos humanos.

 

Los Graiver dijeron su verdad en 1989 y ni aludieron al caso de Papel Prensa

05/09/10  Hablan de presiones de los Montoneros y los militares. Pero no hacen objeciones a la venta de la compañía.

Una solicitada publicada en octubre de 1989 por Juan e Isidoro Graiver y por Lidia Papaleo, titulada “La verdadera historia”, ratifica que la familia y el grupo fundado por David Graiver sólo recibieron, entre 1976 y 1977, amenazas de la guerrilla peronista Montoneros por la devolución de diecisiete millones de dólares que la organización armada había confiado al banquero.

En el documento, que se publicó en los diarios Clarín y La Nación el 10 y 12 de octubre de ese año, los Graiver no hacen ninguna referencia a una compra ilegal, o bajo amenazas, o coacción, o coerción o detención de alguno de sus miembros, de Papel Prensa S.A., tal como hoy asegura Lidia Papaleo y el Gobierno de Cristina Fernández.

 

Es más, en ese largo documento en el que los Graiver explican el porqué de doce años de silencio entre su secuestro a manos de la dictadura en 1977 y lo que llaman su verdad histórica en 1989, no hay una sola referencia a Papel Prensa ni a una venta compulsiva de la empresa. Ni en ese, ni en otros documentos o testimonios, hasta la súbita aparición de los hermanos Papaleo en los últimos meses, la familia Graiver vinculó la venta de Papel Prensa a maniobras de la dictadura militar.

En cambio Juan, padre del banquero; Isidoro, su hermano, y Lidia Papaleo, viuda de David Graiver, admiten que los padecimientos vividos a manos del terrorismo de Estado, fueron fruto de la relación de David Graiver con Montoneros , que el régimen militar dio por probada. La solicitada dice en uno de sus fragmentos: “En 1977 fuimos privados de nuestra libertad e interdictos de nuestros bienes. En el ámbito de los procedimientos de la época, la Comisión Nacional de Responsabilidad Patrimonial (CONAREPA), instituida por le gobierno de facto, dio por probada la relación de David Graiver y la organización subversiva Montoneros y ordenó pasar todo nuestro patrimonio al Estado Nacional”.

¿Cuál era el contexto político en el que los Graiver dieron a conocer su “verdad histórica”? En el momento de publicar la solicitada, los Graiver (aunque Juan ya había muerto e Isidoro vivía exiliado en Madrid) estaban agradecidos al “adecuado funcionamiento de las instituciones de la democracia (que) satisfizo nuestros derechos ”. En 1985 la familia había recibido del Estado, en manos de Raúl Alfonsín, una indemnización cercana a los ochenta y cuatro millones de dólares y la devolución de cuarenta de sus propiedades incautadas por la dictadura. Pero en octubre de 1989 el entonces fiscal federal de San Martín, J uan Romero Victorica reflotó las acusaciones que vinculaban a los Graiver con Montoneros y con los diecisiete millones de dólares del rescate de los Born: el grupo económico Bunge y Born estaba al frente del ministerio de Economía del flamante gobierno de Carlos Menem.

En la solicitada, los Graiver adjudican a “diversas motivaciones –algunas explícitas y otras no– determinan que se vuelva a hablar y a juzgar sobre hechos largamente cubiertos por todas las salvaguardas que el derecho prevé para la seguridad jurídica de los ciudadanos”. Luego niegan haber sabido de los contactos de David Graiver con Mario Firmenich y Roberto Quieto, dos de los jefes montoneros y afirman que no existen ni pruebas ni documentos que certifiquen esa alianza. La vinculación entre Graiver y Montoneros fue luego ampliamente revelada en varias publicaciones escritas por ex guerrilleros, en biografías noveladas de David Graiver y del ex montonero Rodolfo Galimberti, y dada por probada por el entonces Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas, Ricardo Molinas.

Los Graiver admiten en la solicitada de hace veintiún años: “…) Hemos reconocido, en cambio, que con posterioridad a la muerte de David fuimos extorsionados y amenazados de muerte bajo el reclamo de una suma que variaba, de exigencia en exigencia, por quienes se decían “Montoneros”.

La solicitada termina con una curiosa alusión: “Encontrándose la presente en trámite de publicación, hemos tomado conocimiento de los decretos concediendo indultos, los cuales crea, sin duda, un nuevo marco institucional y jurídico.” Menem había indultado a los carapintadas que habían copado el Aeroparque en enero de 1988. Mezclado entre esos y otros indultos, estaba el de Rodolfo Galimberti, ex jefe de la Columna Norte de Montoneros y responsable del secuestro de Jorge Born y de su hermano Juan en 1974. Parte de los sesenta millones de dólares pagados por el rescate de los empresarios, había pasado a manos de David Graiver y su grupo.

La verdad histórica de los Graiver jamás mencionó a la empresa Papel Prensa.