Más de 10 millones viven en situación de pobreza en Argentina

Según un estudio de la UCA (UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA), el 25% de la población del país no accede al empleo formal, a una educación de calidad ni a una vivienda digna. Además, aumentó la desigualdad.

 

26/12/13 - 08:06

Más de 10 millones de personas viven en situación de pobreza en la Argentina, sin empleo formal, educación de calidad ni vivienda digna, y con un servicio de salud insuficiente. 

Según un estudio hecho por la Universidad Católica Argentina, es el 25% de la población la que vive en la pobreza en un país donde además, creció la desigualdad.

El último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (de la Universidad Católica Argentina), fue llamado "Heterogeneidades estructurales y desigualdades sociales persistentes". Allí se señala que casi la mitad de los trabajadores tiene un empleo precario o hace "trabajos de indigencia" y más de la mitad de las nuevas generaciones de adultos está excluida del sistema de seguridad social.

Publicado por el diario La Nación, hay en el trabajo datos alarmantes como que alrededor de 3 millones de personas están mal nutridas, una de cada 10 viviendas no tiene agua corriente y tres de cada 10, cloacas.

Además, entre 2004 y 2012 aumentó la brecha social: la diferencia entre la calidad de vida del sector medio y la del más vulnerable.
Al mismo tiempo, el 37% de los jóvenes no termina la secundaria y el 20% no estudia ni trabaja. El 12% de los niños de entre 5 y 17 años debe hacer alguna actividad laboral y dos de cada 10 hogares requieren asistencia pública, con un total de 23,5% que necesitan un programa de asistencia social permanente. A pesar del esfuerzo asistencial, uno de cada cuatro de estos 500.000 hogares no accede al valor real de la canasta básica alimentaria.

"La marginalidad estructural no mejoró en la Argentina a pesar de años en los que el país creció a un ritmo de 8% anual. Se cristalizó la pobreza estructural, la imposibilidad de alcanzar niveles elementales de bienestar e integración social", dice Agustín Salvia, investigador jefe del Observatorio.

"La mitad de los pobres de 2002 dejaron de ser pobres, pero los niveles anteriores a la crisis se agravaron. Buena parte de la conflictividad social tiene que ver con la desigualdad y con expectativas no satisfechas. El delito, el arrebato y el saqueo están dentro de un contexto de descomposición social, de gente que siente que el sistema no los incluye y que la distancia con los que están mejor es cada vez mayor."

"Está aumentando la pobreza por la inflación y el estancamiento del empleo formal. En 2013 subió por encima del 25%", dice Salvia, según el informe publicado por el matutino La Nación.

 

Drama social

La población de las villas creció un 52,3% entre 2001 y 2010

Son datos del último censo, que registró a 163.000 personas; los asentamientos del Sur, los de mayor expansión

Por   | LA NACION

 

En la ciudad de Buenos Aires, las villas de emergencia siguen ampliándose. A pesar del crecimiento económico pregonado en la Argentina en la última década, en ese lapso el ingreso de personas a los asentamientos porteños no se detuvo nunca.



 

Según los datos del último censo, en 2010 había 163.587 personas que residían en asentamientos, mientras que en 2001 la cifra era de 107.422. El aumento representa el 52,3% .

Cabe destacar que en la última década no se erradicó ninguna villa en la ciudad. Sólo se desarmó la villa Cartón, un asentamiento creado por el propio Estado porteño, detrás del Parque Roca.

Las villas 31 y 31 bis, en la zona de Retiro, y la 21-24, en el barrio de Barracas, son las que más crecieron en población y en territorio. En el caso de las dos primeras, los especialistas en temas sociales y las autoridades coinciden en el hecho de que los asentamientos se han transformado en un verdadero mercado inmobiliario paralelo.

En el caso de la villa más grande del sur porteño, su crecimiento se explicaría por la ola inmigratoria de los países limítrofes.

"La primera ola inmigratoria hacia lo que llamamos «la ciudad no formal» se produjo a nivel mundial, no sólo local. Comenzó en 2001, y puede decirse que entre 2010 y 2013 las villas no han crecido de la misma manera. Por ejemplo, la villa 31 es un negocio inmobiliario, está ubicada en el lugar más caro y más estratégico de la ciudad", indicó Marina Klemensiewicz, titular de la Secretaría de Hábitat e Inclusión porteña (Sechi).

Lo cierto es que, tal como publicó LA NACION a fines de diciembre pasado, el proceso de crecimiento de las villas 31 y 31 bis no se detiene. Ambas sumaron un nuevo asentamiento, el San Martín, a metros de la terminal de ómnibus de Retiro. En ese espacio ya hay instaladas 3500 nuevas familias, y las construcciones superan el cuarto piso.

El aumento de población de las villas no creció a la par de la superficie que ocupan. En total, en 2001 ocupaban 292,7 hectáreas, mientras que en 2010 la superficie ocupada era de 259,9 hectáreas. "En los últimos 30 años, los asentamientos no crecieron en superficie, sino en altura. Y es que ya no hay más terrenos libres, excepción hecha de aquellos al costado de las vías del ferrocarril, que ahora también están ocupados", explicaron en la Dirección de Estadística Sociodemográfica.

Estos números tampoco indican que se hayan erradicado o urbanizado los asentamientos (ver aparte). Un caso paradigmático es el de la villa 21-24, que se encuentra en terrenos de la Ceamse (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado), vías del ex Ferrocarril General Belgrano Norte, calle Luna y la costa del Riachuelo. Sus terrenos fueron comprados al Estado nacional hace 15 años por la Asociación Mutual Flor de Ceibo-Villa 21. Sin embargo, como no se habría cumplido con las obligaciones contenidas en el boleto de compraventa, a la mayoría de los vecinos que abonaron las tierras no se les otorgó la escritura correspondiente.

En los últimos 10 años esa población trepó otro 50 por ciento y, según la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, al estar ubicada a la vera del Riachuelo, existe un serio riesgo ambiental y sanitario que afecta a la población infantil, ya que más del 80 por ciento de los menores de la villa padece algún tipo de parasitosis intestinal. "Actualmente estamos desarrollando un programa de urbanización en esa villa dentro del plan de saneamiento del río", explicó Klemensiewicz. En el último año han reubicado a unas 50 familias de la zona.

Otro de los asentamientos más importantes de la ciudad es la villa 1-11-14, en el Bajo Flores. La ocupación de estos terrenos fue progresiva y sin planificación desde la década del 40. Ha tenido un gran crecimiento, especialmente en altura. "Para este año hay un proyecto de infraestructura y urbanización de esta villa en dos manzanas importantes. Hoy ya hay un 70% de las familias que tiene acceso a los servicios básicos", apuntó Klemensiewicz.

Las villas que más crecieron en superficie y población son las del Sur. Entre la 1-11-14 y la 21-24, suman 55.755 personas.

"Lo importante del proceso de transformar la ciudad no formal en formal es acompañar la inversión en infraestructura con construcción de ciudadanía. Es por eso que instalamos en cada una de las villas una oficina del gobierno para que puedan recurrir al Estado cuando lo precisen. Es necesario que se elimine el intermediario en la relación", agregó la funcionaria.

Según las cifras oficiales, casi el 60% de la población en villas y asentamientos vive en el sur de la ciudad. En la comuna 8 (Villa Lugano, Villa Riachuelo, Villa Soldati) uno de cada tres habitantes reside en una villa o asentamiento.

La inseguridad es el principal problema identificado por los vecinos. La mitad manifestó haber sufrido (él o un miembro de su familia) un hecho de delincuencia en el barrio o sus alrededores, tal como señala una investigación realizada por el Departamento de Sociología, la Escuela de Economía Francisco Valsecchi y la Coordinación de Compromiso Social y Extensión de la Universidad Católica Argentina.

Allí también se agrega que el apego al barrio está debilitado por conflictos violentos protagonizados por pandillas (80%), grupos de diferentes "sectores" (62%) y de distintas nacionalidades (62%).

En el gobierno porteño aseguran que trabajan para conectar la ciudad formal con las villas. "La gente de la villa 20 tiene que entender que el Polo Tecnológico es una oportunidad laboral para ellos. Y también tienen que entenderlo los empresarios. Hay que tener una mirada más amplia", sostuvo la funcionaria, quien también mencionó la construcción de la Villa Olímpica, en 2018, como una avance para la zona aledaña al Parque Roca.

DIEZ AÑOS DE ASENTAMIENTOS

En la última década no se erradicó ninguna villa de emergencia. Sólo se desarmó la Villa Cartón, un asentamiento que el propio estado porteño había creado detrás del Parque Roca.

También se generaron dos nuevos espacios en donde se ocupó el espacio público y que actualmente se encuentran en pleno litigio judicial: se trata de la villa Rodrigo Bueno, ubicada en la Reserva Ecológica, y el asentamiento en el playón de la Chacarita. En estos dos espacios no hay urbanización posible; sin embargo, día a día se afianza más su ocupación por familias, lo que aumenta la población en los asentamientos ilegales.

 

Un proceso concentrado de segregación social en la Ciudad

 

Por  y   | Para LA NACION

Las villas y asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires son una de las manifestaciones más elocuentes de los contrastes que caracterizan a la principal metrópolis del país. Si bien su surgimiento se remonta a mediados del siglo XX, el acelerado incremento de su población ocurrido desde la recuperación de la democracia e incluso sostenido durante la actual etapa de crecimiento económico obligan a prestarles especial atención.

Durante las dos últimas décadas la población residente en barrios informales ha mostrado un marcado aumento que difiere con la dinámica demográfica de la Ciudad. Como resultado de ello no sólo el tamaño de la población en villas y asentamientos se ha triplicado respecto de 1990, sino también su participación en la composición poblacional, llegando a comprender alrededor de 165.000 personas, es decir, el 6% de la población de la Ciudad. Esto aún sin considerar que para estimaciones alternativas esas cifras podrían llegar al doble de lo informado.

En este proceso se ha acentuado el patrón de localización residencial en la zona sur, aumentando la concentración territorial de la pobreza y, con ello, la fragmentación espacial de la Ciudad. Datos recientes muestran que un tercio de la población en situación de pobreza por ingresos de la Ciudad reside en villas y asentamientos precarios. Buenos Aires enfrenta así un manifiesto proceso de segregación social que, en su caso particular, encuentra en las dinámicas de concentración de la pobreza uno de sus rasgos más notorios.

La evidencia encontrada a partir de la investigación llevada a cabo por el Programa de Estudios sobre Desarrollo Humano y Sociedad Civil de la UCA en barrios informales de la Ciudad es contundente sobre la magnitud de las brechas urbanas, que coloca a los pobladores de villas y asentamientos en situación de desventaja. El acceso a condiciones de habitabilidad adecuadas es uno de los aspectos en los que se encuentran mayores diferencias. El indicador más crítico es el de hacinamiento, dando cuenta de la elevada densidad poblacional en un contexto de incremento poblacional y carencia de espacio habitable. También lo son los relacionados a los riesgos ambientales de asentarse en terrenos inundables y/o contaminados.

En otros aspectos, las desigualdades surgen más de la calidad diferenciada de los accesos a los bienes y servicios. Es el caso de la educación, en cuyo ámbito las tasas de escolarización no presentan grandes brechas socio-territoriales (al menos en los niveles primario y secundario), pero sí la calidad de la educación recibida y la probabilidad de culminar los estudios formales son marcadamente diferentes para los niños y jóvenes que habitan en villas y asentamientos. También es el caso del empleo, dimensión en la que no se observan niveles muy diferenciados de acceso al mercado laboral, pero sí calidades de inserción muy dispares debido a la precariedad a la que se encuentran expuestos los trabajadores de barrios informales.

Las percepciones de los habitantes de las villas y asentamientos estudiados confirman estas estadísticas resaltando valoraciones relacionadas a las condiciones de cohesión social. Destacan que son la inseguridad y la violencia los principales focos de sus insatisfacciones cotidianas, ubicando ambas cuestiones muy por encima de la disconformidad respecto de la calidad o falta de servicios públicos o las malas condiciones de las viviendas -que son el segundo problema mencionado.

Estas circunstancias ponen de relieve los múltiples desafíos que debe enfrentar la gestión urbana para remover las condiciones de segmentación con la que operan mecanismos claves de inclusión social. El desarrollo de una estrategia dirigida a lograr la integración de los barrios informales y a la creación de entornos sociales seguros es una orientación de acción pública necesaria para asegurar el Derecho a la Ciudad a todos los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires.

Los autores son coautores, junto con Ann Mitchell, Silvia Lépore y Emilse Rivero, del libro "Capacidades de desarrollo y sociedad civil en las villas de la Ciudad" (EDUCA, 2012) .

La cantidad de pobres creció medio millón en sólo 3 meses

POR ISMAEL BERMÚDEZ  -  CLARIN       13/01/14

Fue porque se aceleró la suba de precios y la canasta básica quedó por arriba de $ 6.100, según cálculos de la CGT de Hugo Moyano y consultores privados. El total de pobres suma 11.950.000.

 

 

 

Vivir con lo puesto. Un chico duerme sobre un carro tirado por un caballo, ayer a la tarde en una calle de Wilde, en el conurbano. El crecimiento de la pobreza se aceleró. / ROLANDO ANDRADE STRACUZZI

 

La canasta básica aumentó 50% en 2013 y esto llevó a un aumento de 1.250.000 en la cantidad de pobres. De este total, y por la fuerte suba de los precios de los alimentos básicos,algo más de medio millón se agregó en los últimos tres meses Ahora, el número de pobres suma 11.950.000 personas, casi el 30% de la población total.

Los datos son del Observatorio Social de la CGT Azopardo, de Hugo Moyano. Según ese cálculo, la canasta básica para una familia tipo de 4 personas -matrimonio y dos hijos chicos–pasó a costar en diciembre $ 6.184,45. Coincide con la especialista Graciela Bevacqua, -una experta echada del INDEC en la “intervención” de Guillermo Moreno en 2007- que tiene números un poco mayores: $ 6.577,89.

Del total de pobres que se agregó el año pasado, 550.000 se sumaron en el último trimestre. Según los datos de Bevacqua, en los 9 primeros meses de 2013 la canasta de pobreza aumentó algo más de 1.000 pesos, ya que pasó de $ 4.536,47 a $ 5.635,60. Y sólo en los tres meses siguientes, subió otro tanto hasta $ 6.577,89.

Esta aceleración de los valores de la canasta afectó a todos los sectores de ingresos fijos, como asalariados, jubilados, beneficiarios de planes sociales cuyos ingresos se ajustan cada año o cada 6 meses y no siguen la evolución diaria de los precios. De esta manera, quienes no tuvieron aumentos en los últimos tres meses, como buena parte de los asalariados, los jubilados y los que cobran la Asignación Universal por Hijo, tuvieron una fuerte caída de su poder de compra.

El 2013 cerró con la mayor inflación de los últimos 10 años. En ese marco, Bevacqua calculó que el aumento del valor de la canasta básica total –que incluye bienes y servicios y se utiliza para demarcar la línea de pobreza- fue del 45%. La cifra está muy cerca del 50% que estimó la CGT. Además, este año arrancó con aumentos en el boleto de los colectivos y en los combustibles, que inciden sobre los costos y precios de buena parte de los bienes y servicios.

Para el INDEC, con datos a noviembre, esa misma canasta básica era de $ 1.750,28. En tanto, según el ente oficial en la primera mitad de 2013 la pobreza afectaba sólo al 4,7% de la población, menos de 2 millones de pobres.

Según el Observatorio Social de la CGT, durante 2013 la harina de trigo lideró los aumentos con un alza del 169,58% que arrastró al pan (104,38%) y a las galletitas con subas de entre el 54,2 y 63,7%.

Entre las frutas, se destacaron las subas en manzanas y mandarinas. En las hortalizas, avanzaron más los precios de la acelga y el zapallo. En carnes, la mayor suba se dio en el pollo (43,7%). En tanto, los lácteos subieron cerca del 50%.

El 2013 comenzó con 10.700.000 pobres, con la pobreza en ascenso. Así, tres meses después, la CGT detectó que habían subido a 10.900.000. En septiembre se agregaron otros 490.000 y entre octubre y diciembre otros 550.000 (ver infografía).

En una clara referencia al INDEC y al Gobierno, la CGT sostiene en su informe que “no hay que hacer invisible la estadística”. Y agrega que estos números de pobreza –que vienen persistiendo y creciendo en el tiempo- “se transforman en un núcleo duro difícil de desarraigar y, lo que empeora aún más el diagnóstico, es que producen el traslado de tal situación en forma generacional ”.

Así, la CGT señala que la pobreza entre los niños y adolescentes supera el 40%, con picos de más del 70% en Chaco. Y que de los casi 12 millones de pobres, cerca de la mitad – más de 5,5 millones- son niños y adolescentes.

Por el lado de los ingresos, un factor que contribuyó al aumento de la indigencia y de la pobreza en los últimos tres meses fue el fuerte alza de los precios de los alimentos que, según Bevacqua, subieron casi un 18%.

Esto llevó a que el poder de compra de la Asignación Universal por Hijo (AUH) fuese ahora un 21% menor que el que tenía cuando se lanzó este beneficio a fines de 2009. Ahora está en $ 460, pero para volver a su valor original debería rondar los $ 600.

El derrumbe de la economía argentina

Para el diario The Wall Street Journal, el kirchnerismo logró en una década "destruir la riqueza de una nación"; hace hincapié en la alta inflación y la fuga de capitales

Por   | The Wall Street Journal

Durante una visita a Buenos Aires que hice en noviembre, noté que una sensación de premonición se cernía sobre la ciudad. La economía estancada, la inflación en alza, el capital saliendo del país y los porteños de todos los ámbitos preparados para una tormenta y resignarse a las penurias que llegarían a esta ciudad portuaria.

La infraestructura de la ciudad también parecía abatida. Los amplios bulevares y grandiosos edificios del siglo XIX están cansados y roñosos y las calles huelen mal. Los grafitis enardecidos y los afiches hechos tiras desfiguran las paredes, lo que intensifica una sensación generalizada de decadencia sin ley. Destruir la riqueza de una nación demora un largo tiempo, pero una década de kirchnerismo, de gobiernos encabezados por Néstor Kirchner y su actual viuda Cristina Fernández de Kirchner, parece estar lográndolo.

La situación se ha deteriorado en las últimas semanas. Una salida también parece más difícil. Tres acontecimientos importantes en diciembre elevaron la perspectiva de un descenso a un caos total. El primero se produjo cuando la policía de la capital provincial de Córdoba decidió súbitamente dejar de trabajar en protesta por sus bajos salarios. Los delincuentes interpretaron la ausencia de policías como una invitación para saquear la ciudad. Más de 1.000 negocios fueron saqueados y dos personas murieron.

El gobierno nacional podría haber ayudado al gobernador José Manuel de la Sota, quien no es un aliado de la presidenta Fernández de Kirchner. Pero se limitó a sugerir que la violencia era parte de un complot para desestabilizar a la mandataria. Entre la espada y la pared, el gobernador accedió a otorgar un aumento salarial de 33% a los policías, quienes retomaron sus funciones. Pero los policías de otras 20 provincias aprendieron la lección y se produjeron huelgas en todo el país, tras las cuales vinieron más saqueos y violencia. Es probable que surjan renovadas presiones sobre los salarios del sector público.

Detrás de la dificultad para pagarles a los empleados de las provincias un salario decente radica el mismo problema que doblegó a Argentina en 1989: la inflación. Según los cálculos de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), un centro de estudios de Buenos Aires, la inflación alcanzó 3% en diciembre y acumuló un alza de 26,4% en 2013. El aumento en los precios de los alimentos y las bebidas llegó a 28,9%, dijo FIEL, a pesar de los reiterados congelamientos decretados por el gobierno.

El gobierno dice que la inflación anual es de 10,5%. Sin embargo, hay una desconfianza generalizada hacia los números oficiales. Uno de los secuaces de la presidenta despidió en 2011 al director del instituto encargado de medir la fluctuación en los precios porque no le gustaban las cifras. Hasta el Fondo Monetario Internacional tomó nota y en febrero de 2013 criticó a Argentina por no divulgar al público información precisa.

El banco central se ha dedicado a imprimir dinero y ha hecho que los argentinos vendan pesos cada vez que pueden. Los controles de capital que han estado en efecto desde 2011 han hecho que esto sea cada vez más difícil, pero no imposible. También han acelerado la fuga de capitales. La existencia de más vendedores que compradores ha reducido el precio de la moneda local en las instancias en las que se transa libremente. Aunque la tasa oficial de cambio es de 6,6 pesos por dólar, la del mercado negro llega a casi 11 pesos por dólar.

El debilitamiento del peso refleja la caída dramática de las reservas internacionales del banco central, que descendieron casi 30% en 2013. El kirchnerismo, no obstante, también ha destruido el capital al indicar a los inversionistas que los derechos de propiedad y los contratos no son sacrosantos. La industria energética, intensiva en capital, ha sido una de las más golpeadas. La expropiación en 2012 de la participación de la española Repsol en la petrolera argentina YPF es un ejemplo. Chevron CVX -1.85% decidió hace poco hacer una inversión en Argentina, pero muchos otros han optado por quedarse al margen.

El congelamiento de las tarifas ha mermado la inversión de las empresas eléctricas, lo que ha aumentado la frecuencia de los apagones. El mes pasado, cuando se dispararon las temperaturas veraniegas, grandes áreas de Buenos Aires se quedaron sin luz durante días.

Cuando un país sufre disturbios, saqueos, cortes de electricidad y una inflación galopante, lo normal es que las personas libres busquen que sus líderes restauren la calma y el orden. Pero la presidenta ha cultivado un perfil bajo. Tal vez sea porque en diciembre un grupo de periodistas de investigación del diario La Nación publicó una serie de artículos que decían que tanto Cristina como su marido, quien falleció en 2010, se enriquecieron con un programa de obras públicas en su provincia natal de Santa Cruz.

Los reporteros señalan que un testaferro de los Kirchner asumió el control de un puñado de empresas constructoras de Santa Cruz y, posteriormente, consiguió una serie de contratos de obras públicas a precios inflados. La Nación agrega que el mismo contratista le dio a los Kirchner sobornos importantes al lavar dinero a través de hoteles en Santa Cruz que pertenecían a la primera pareja. La presidenta niega todas estas acusaciones y dice que provienen de los fascistas.

Después de 10 años de gobiernos kirchneristas, el poder ejecutivo ahora controla la mayor parte del poder judicial. Es improbable que los llamados para una mayor transparencia lleguen muy lejos. Por otra parte, una espiral inflacionaria agota la paciencia y una población que se siente tan impotente como la de la Argentina actual en algún momento se hará escuchar..

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Para The Economist, el gobierno de Cristina Kirchner "lucha por mantenerse en pie"

La prestigiosta revista inglesa publicó que por los cortes de luz y las protestas policiales de diciembre, Argentina vive "un verano de descontento"; también dijo que la Presidenta "brilló por su ausencia durante el período de los apagones"

Para la prestigiosa revista inglesa The Economist, el Gobierno Nacional "lucha por mantenerse en pie". En una nota titulada "Holding the ring" , la publicación hace un repaso de los eventos de los últimos meses que se dieron en el país: las protestas policiales en distintos puntos durante diciembre pasado, los constantes cortes de luz que afectaron a miles de usuarios, la creciente inflación, el déficit fiscal de las provincias y la caída de reservas durante 2013.

"Una combinación de letargo político y fragilidad económica generan dudas sobre la precaria situación del país", escribe la revista británica, en relación al "verano de descontento" que vive Argentina.

LAS PROTESTAS POLICIALES Y LOS CORTES DE LUZ

The Economist recuerda que en diciembre, la policía se declaró en huelga para protestar por los bajos salarios, "lo que desató en la peor ola de saqueos desde la crisis de 2001". Y además, el calor "noqueó al poder en Buenos Aires durante la temporada de vacaciones, dejando a decenas de miles de personas sin electricidad durante más de quince días".

Aunque los salarios policiales no son escasos, señala The Economist, éstos son devorados por la inflación, que los economistas privados estiman que supera el 25 por ciento. Para pronosticar lo que puede llegar a suceder, dice que los trabajadores del sector ferroviario y los sindicatos de profesores están exigiendo aumentos salariales de alrededor del 30 por en 2014.

Para poner otro ejemplo del "verano de descontento", la revista inglesa publica que "el verano atípicamente caluroso" no fue el único factor, en relación a los apagones de luz de fines de 2013 y los primeros días de este año.

"Las tarifas de electricidad y gas se han deprimido artificialmente desde 2002, cuando el ex presidente Eduardo Duhalde prohibió cobrar más a los proveedores de energía privadas del país. Empresas energéticas dependen de subsidios del Gobierno, que se estiman en alrededor de 11 mil millones de pesos 2013", destaca The Economist.

LA PRESIDENTA Y SUS DECISIONES TRAS EL ALTA MÉDICA

Para The Economist, luego de la cirugía cerebral que la obligó a tomarse una licencia médica de seis semanas, Cristina Kirchner volvió a trabajar en noviembre "con aplomo". Los cambios de gabinete ni bien retomó sus funciones, la oferta de 5 mil millones de pesos para compensar a Repsol luego de la estatización de YPF y el abandono del luto son algunos ítems que enumera la revista especializada para graficar algunas modificaciones del rumbo que tomó el Gobierno. Más allá de esto, la presidenta "brilló por su ausencia durante el período de los apagones", en referencia a las vacaciones que se tomó en El Calafate.

Más allá de esta situación, The Economist afirma que Cristina Kirchner está en un dilema y que "Argentina no se encuentra en una crisis absoluta, pero está muy lejos de ser estable". Por un lado, las subas salariales por debajo de la inflación y las bajas de subsidios son "insostenibles políticamente"; por el otro, seguir gastando aumentará las presiones monetarias y fiscales.

Además, agrega que el 3 de enero, el Gobierno Nacional, "que está en números rojos", estuvo de acuerdo para renegociar la deuda de 18 provincias "para ayudar a aliviar sus tensiones financieras..

COMENTARIOS DE LECTORES

raulcima

Algún día, si queremos salir de este pantano, deberemos reconocer la verdad de la famosa frase: "los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, producen o aguantan", y tomando conciencia y asumiendo nuestra SOBERANÍA, reconoceremos la necesidad de ejercerla mediante una Verdadera Democracia, participativa, real Gobierno del Pueblo, que debemos exigir para poder controlar a nuestros representantes-empleados y poder revocarles el mandato que les dimos si no lo cumplen.

UTOPICO

Con todas esas verdades, ¿qué otra cosa podríamos sentir los argentinos que premoniciones de catástrofe?. Gracias por aportarnos una mirada desde afuera que nos hace sentir que no es que estemos paranoicos.

anafas

Gracias The Wall Street Journal.- Ahora dígannos algo que no sepamos.-

txalaparta

Argentina tuvo la mejor oportunidad de su historia, con lo que se recaudó en los últimos 10 años por las condiciones del mercado exterior, altos precios y bajas tasas, Argentina debería ser un país autoabastecido de petróleo y gas, sin problemas energéticos, con reservas de por lo menos 100 mil millones y sin pobres, nada de eso pasa y por otro lado en términos relativos los pobres pagan más impuestos que los ricos. Además estos 10 últimos años no han servido para morigerar la pobreza ni el empleo trucho, si para crear una clase dirigente formada por nuevos ricos, multimillonarios advenedizos que se han enriquecido en la función pública con negocios espurios. Ricos corruptos que son una consecuencia lógica de las políticas K y que han sido la lógica del peronismo, un sistema fascista para crear pobres y enriquecer funcionarios. Eso es un crimen de Lesa Patria, se los debería juzgar como traidores a la Patria