MARTES

24 de junio de 2003

En Santos Lugares
Sabato celebra hoy sus 92 años

Un festejo austero entre amigos

La rutina silenciosa de sus días, en su casona de Santos Lugares, se alterará desde temprano con llamados telefónicos del país y del mundo, y con visitas ilustres e ignotas que culminarán en el chocolate con pastelitos, tradición ineluctable de sus cumpleaños. Ernesto Sabato cumple hoy 92 años.

En la extraordinaria novela "Cien años de soledad", Gabriel García Márquez somete a una de sus personajes, ya anciana, a una prueba que acicatea la reflexión. Un día pierde un anillo y no lo recupera hasta que reconstruye la causa del extravío: la anciana había roto la rutina de sus días y en un atajo inhabitual se le quedó la alianza.

Quizá por ese metódico ritual de cada 24 de junio, la tribu de amigos de Sabato continúa fiel al festejo, aunque en los últimos tiempos se observan rostros nuevos. Varios son jóvenes de barrio que, algunos sábados por mes, llegan de lejos para charlar con el escritor sobre literatura y sobre la vida.

Hoy estarán, entre otros habitués, su biógrafa y amiga desde hace más de medio siglo, la escritora Julia Constenla -viuda de Pablo Giussani-; la artista plástica Silvina Benguria; el compositor Ben Molar; el director de la Biblioteca Nacional, Horacio Salas; el músico Eduardo Falú, y el periodista Miguel Wiñazki.

Molar decidió este año un regalo original: un busto en bronce de Sabato, con arrugas y todo, que será inaugurado hoy en el Museo Saavedra. La obra es del artista Martín Naef.

Este día estarán también los nietos y familiares directos del escritor; su colaboradora Elvira González Fraga, su asistente personal Diego Curatella y Gladys, la responsable de los pastelitos, tradición heredada de Matilde Kuminsky, la difunta esposa del escritor y, antes, de la madre de Sabato.

.Anécdotas

Cuenta Julia Constenla que "Ernesto suele decir que su amistad data de hace más de medio siglo y 20 kilos que engordé yo. En realidad, los kilos fueron menos". Recuerda la biógrafa de Sabato que uno de los regalos más insólitos que el escritor recibió en un cumpleaños fue el de la bailarina Iris Scaccheri. En la casa de Santos Lugares la artista bailó un fragmento de un ballet creado con textos de "Sobre héroes y tumbas".

La pintora Silvina Benguria cuenta que cada año reitera el rito de llevarle como regalo el vino de su preferencia. Sólo una vez, dice, "le regalé un suéter colorado, su color preferido, que usó muchísimo. Es la persona más generosa que he conocido en mi vida".

Benguria destaca, como dato saliente de cada 24 de junio, la renovación de gente joven que asiste a saludarlo. "Cada año hay alguien expectante por conocerlo y saber qué puede depararle en el futuro su destino."

Sorpresas siempre hay. El año último hubo mariachis y el anterior, un talentoso gaitero. Pero, quizá, lo más interesante sea la diversidad de la gente que hoy lo saludará, sea por teléfono o en forma personal. Desde el premio Nobel José Saramago y otros notables intelectuales del mundo hasta sus vecinos de Santos Lugares.

Este año, dado que Sabato conoció al presidente Néstor Kirchner a instancias del reconocido músico Miguel Estrella -un amigo común-, no son pocos los amigos del escritor que se preguntan si habrá algún llamado desde la Casa Rosada. Este contacto estuvo ausente en los últimos dos cumpleaños de Ernesto Sabato.

Susana Reinoso