Un proyecto sin consenso y jurídicamente defectuoso

13/07/10 - Por Sonia Escudero - SENADORA NACIONAL (SALTA, PERONISMO FEDERAL)
 

Para cambiar la institución del matrimonio, hacen falta tiempo y consenso. Ninguno de estos elementos estuvo presente. En Diputados se trató menos de 2 meses; en Senadores los presidentes de las bancadas mayoritarias nos impusieron sólo uno. Tampoco existe consenso: quedó demostrado a lo largo de las audiencias públicas que la mayoría de la ciudadanía argentina no está de acuerdo. No debería extrañarnos: sólo 7 países en el mundo contemplan la figura del matrimonio para personas del mismo sexo, y allí tampoco les otorgan los mismos derechos a unas u otras parejas.

A su vez, estos países tienen dos cosas que nosotros no: regulación sobre fertilización asistida y un régimen de filiación abierto. De este modo, en nuestro sistema se presumen hijos del marido los dados a luz por su esposa. Esta norma, tal como está redactada, creará sin dudas un caos filiatorio. Dos mujeres o dos hombres podrán anotar como propio un hijo en el Registro. ¿Y el derecho humano de ese niño a conocer su identidad biológica? ¿Podrá reclamar la paternidad o maternidad biológica de su verdadero progenitor? ¿Tendría entonces ese niño tres padres? ¿Cómo se discerniría la patria potestad del menor?

Las incongruencias de este proyecto siguen: un hombre casado con una mujer, en caso de disputa, pierde a favor de su esposa la tenencia de su hijo menor de 5 años. Tiene menos derechos que un hombre casado con otro hombre, donde el juez va a decidir a quién le da la tenencia según el interés del menor. Una mujer casada con un hombre no puede elegir darles su apellido a los hijos. Una mujer casada con otra mujer tendrá ese derecho. Un hombre y una mujer tienen que esperar 3 años de casados para poder adoptar. Un matrimonio de personas del mismo sexo no tendrá que esperar ni un día. ¿Cuál es entonces el verdadero proyecto de la igualdad y la no discriminación?

Las múltiples imprevisiones e incoherencias de esta iniciativa son la consecuencia de una labor llevada a cabo de manera superficial e ingenua. Así, se hizo desaparecer del Código Civil la palabra “esposa” o “madre”, sustituyéndola por “cónyuges” y “progenitores”. Tan mala fue la técnica legislativa que donde se pretendía un cambio la reforma será neutra: progenitores siempre van a ser un hombre y una mujer.

Acordamos con que no se debe discriminar a nadie por la elección sexual. Pero las leyes no tienen la virtualidad de cambiar la realidad: la discriminación se combate con educación, no con imposición.

La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) presentó un proyecto de Unión Civil en el 2005. Fue justamente esa iniciativa la que tuvimos como base para el dictamen de mayoría firmado el martes 6. Queda claro que la Unión Civil nunca fue una “opción de segunda”. Fue su primera opción: una institución moderna y flexible, más consensuada que el matrimonio tradicional. Esta figura no sólo va a ser útil para las parejas del mismo sexo. Probablemente también atraiga, por su perfil contractual y consensuado, a las parejas heterosexuales que descreen del matrimonio.

En la Argentina la mitad de los niños nacen en relaciones de hecho. Es falso que una vez rechazado el proyecto de matrimonio, no se pueda tratar a continuación la Unión Civil. No hay coincidencia ni de objeto, ni de sujeto, ni de forma.

Este proyecto es parte de la guerra que este gobierno le declaró a otro sector de la población. Primero fue la 125 contra el campo. Después la ley de medios contra Clarín. Ahora es la ley de matrimonio contra la Iglesia. ¿Cuándo vamos a poder discutir leyes a favor de la población y no con el solo motivo de perjudicar a un sector?

La unión civil es la peor forma de discriminación

13/07/10   Por Vilma Ibarra - DIPUTADA NACIONAL (NUEVO ENCUENTRO)
 

En este debate no está en juego conseguir media hora en un Registro Civil para ir con dos testigos y tirar arroz; se trata de discutir la necesidad de vivir en una sociedad donde las personas, con nuestra maravillosa diversidad, podamos elegir con quién casarnos y desarrollar nuestro propio plan de vida respetando a los demás y con igualdad de derechos ante la ley .

La propuesta de unión civil es la moneda de cambio que ofrecen quienes rechazan la igualdad en el matrimonio. Carentes de fundamentos, ofrecen reconocer apenas que hay personas parecidas a otras.

Nunca iguales. Dividen a la sociedad en heterosexuales y homosexuales, y reservan el matrimonio para los primeros .

Es una iniciativa huérfana de consensos y rechazada en forma unánime por todas las organizaciones que representan a la comunidad homosexual. Propone un contrato común que puede o no registrarse, que puede modificarse a voluntad, que no posee una sola cláusula protectiva de derechos de los contrayentes , que puede disolverse con una carta documento, que impide ejercer derechos que hoy ya posee la comunidad homosexual, como la fertilización asistida, impide la adopción y legaliza la discriminación .

En efecto, admite que un empleado o funcionario invoque “objeción de conciencia” y se niegue a hacer cualquier “trámite” relativo a una pareja del mismo sexo. ¿Lindo, no? “¿Ustedes son homosexuales? Yo no los atiendo”.

Así de discriminatorio. Y legal.

Es importante saber que la ley de adopción vigente no exige ser heterosexual para adoptar.

Hay cientos de familias homoparentales que crían a sus hijos, adoptados por uno de ellos -no pueden hacerlo conjuntamente, precisamente por no estar casados- o nacidos por métodos de fertilización asistida.

Esta ley no inventa la adopción, sino que viene a reparar la situación de desprotección que viven esos pequeños, también discriminados . Quien no figura como adoptante no puede darle a su hijo su obra social, ni autorizar una intervención quirúrgica; no está obligado a prestar alimentos ni tiene vínculo hereditario. Y en caso de fallecimiento de quien figura como adoptante, el niño es tratado como huérfano.

No es literatura. Sucede.

Y del dolor y la angustia de ese niño hay que hacerse cargo. Algunos dicen que el matrimonio “por naturaleza” es de hombre y mujer. Sobre lo “natural” hay mucho para hablar. Se sostenía en la antigüedad que era “natural” que hubiera esclavos, luego se consideró “natural” someter a los pueblos originarios con la excusa de evangelizarlos y se dijo que era “natural” que la mujer estuviera sometida al hombre.

Lo cierto es que las relaciones humanas están atravesadas por la cultura y por eso las leyes se modifican, para acompañar los cambios culturales.

El matrimonio protege a la familia y cada quien construye la propia. Es verdad que los prejuicios se arraigan, pero las resistencias se vencen, como cuando se logró el derecho al voto para la mujer, la patria potestad compartida, o cuando se sancionó la ley de divorcio.

No hubo hecatombe . Jamás hay hecatombe cuando se reconoce la dignidad de las personas .

Una frase final.

Por favor, que las autoridades eclesiásticas depongan la violencia verbal .

No es éste un debate religioso.

No hay en marcha ningún plan maligno de destrucción. Como no lo hubo cuando se logró la igualdad de la mujer o el divorcio vincular. Sólo queremos que cada persona pueda vivir su vida en respeto y dignidad, y que se cumpla el precepto de ser, todos y todas, iguales ante la ley. Ante la ley civil en un Estado laico.

 

Matrimonio homosexual: las razones de los Kirchner

martes 13 de julio, 4:05 AM

Muchos se preguntan por qué Néstor y Cristina Kirchner han convertido la inminente votación en el Senado por el proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo casi en una batalla personal.

¿Por qué han hecho de este tema su bandera cuando en tantos años en el poder no parecieron preocuparse por él y ni siquiera mencionaron la cuestión durante la campaña electoral de 2009, tras la cual Néstor Kirchner alcanzó su actual banca en la Cámara de Diputados?

¿Por qué, finalmente, se han lanzado a una campaña tendiente a forzar a algunos senadores oficialistas a votar incluso en contra de sus convicciones, en un tema en el cual, originalmente, la libertad de conciencia iba a prevalecer sobre la disciplina partidaria?

Tres razones pueden explicar esta tan llamativa actitud militante de los Kirchner a favor del matrimonio homosexual.

  • La primera es su pensamiento de que consolidaría un supuesto perfil progresista, que los Kirchner tratan de afianzar tras la derrota en las elecciones legislativas, procurando que a la izquierda de ellos no haya alternativa más atractiva e intentar seducir a sectores medios urbanos.
  • La segunda es su creencia de que la cuestión iba a profundizar las divisiones en la oposición, algo clave en la estrategia electoral del oficialismo con miras a los comicios presidenciales de 2011.
  • y la tercera es que Néstor Kirchner ha visto en esta lucha legislativa una fórmula para ganarle una pulseada al cardenal Jorge Bergoglio. Un objetivo en el que no hay dudas de que su esposa lo acompaña, por cuanto en los últimos días ha resuelto salir a enfrentar a la Iglesia públicamente.

 

Opositores al casamiento gay denunciaron un pacto "a espaldas de la ciudadanía"

El representante del departamento de laicos del Episcopado aseguró que "hubo presiones y poca transparencia" en la votación; desde las iglesias evangélicas lamentaron la "politización" del debate

 
Jueves 15 de julio de 2010 |

por Valeria Vera  de la Redacción de lanacion.com
vvera@lanacion.com.ar

El martes lograron reunir a cerca de 60.000 personas frente al Congreso en rechazo a la aprobación del matrimonio gay.

 Un multitud se reunió frente al congreso de La Nación para demostrar su rechazo al matrimonio gay  -   Foto: LA NACION Rodrigo Néspolo

Hoy, dos días después de esa marcha masiva y a sólo horas de que el Senado convirtiera en ley la reforma del Código Civil, los organizadores de la marcha "por la familia con un papá y una mamá", denuncian que hubo fuertes presiones para que los legisladores acompañaran el casamiento homosexual y aseguraron que no se quedarán de brazos cruzados.

En diálogo con lanacion.com, Justo Carbajales, representante del departamento de laicos de la Conferencia Episcopal Argentina habló de la existencia de un pacto detrás de la ciudadanía al referirse al resultado que alcanzó el debate en el recinto.

"Siempre se abrió la posibilidad de buscar lo mejor para todos, pero no con chicanas políticas o con acuerdos no transparentes. Llama la atención e indigna que el jefe del bloque de la segunda minoría [Gerardo Morales] trabaje para que el oficialismo logre un proyecto que tiene el rechazo de la mayoría de su bloque. El presidente del partido [Ernesto Sanz] y el presidente del bloque tenían el rechazo mayoritario de su bancada y decidieron ir a jugar a favor de Pichetto [Miguel Angel, jefe del bloque del FPV]", acusó.

Al analizar el tono que adquirió la sesión y los argumentos vertidos en diferentes presentaciones, Carbajales expresó que apenas se conoció la decisión de la Cámara alta los ciudadanos de varias provincias se mostraron decepcionados. "Hay un gran enojo y una gran frustración, sobre todo, de los ciudadanos de las provincias por haber visto a muchos de sus senadores hacer lo contrario de lo que habían prometido públicamente o haberse ausentado a la hora de la votación", aseguró.

Esta situación derivó, según adelantó a este medio, en una campaña de concientización al electorado de cada provincia acerca de cuáles fueron los senadores que no cumplieron con su palabra. "Se va a denunciar públicamente a aquellos que fijaron una posición en contra y votaron a favor del proyecto, mintiéndole a su electorado. La gente no quiere que la defrauden más", subrayó.

"Lamentamos profundamente lo de Teresita Quintela [Partido por la Victoria- La Rioja], que dijo que estaba en contra, pero que votaba a favor de los intereses económicos de su provincia. Recibimos muchos llamados de Tucumán reclamando la falta de compromiso cívico de Sergio Mansilla (FPV), que se vuelve a ausentar por segunda vez. También criticamos el cambio de voto que hizo la senadora Ana Corradi (FPV - Santiago del Estero) , que públicamente y en forma sistemática había dicho que estaba en contra del proyecto", ejemplificó.

"Respetamos mucho el proceso democrático, pero aquí hubo senadores que se ausentaron por presiones o acuerdos que no están claros con el oficialismo. No queda clara la desaparición del senador Emilio Rached, a la madrugada. Tampoco la abstención de María José Bongiorno. La falta de presencia de Carlos Menem", añadió.

Los evangélicos, tajantes. "Con esta ley, no importa si uno nace hombre y mujer. A partir de ahora, como dice la senadora Negre de Alonso [Liliana], vamos a enseñar que uno puede elegir la orientación sexual que quiera. Ese es otro mundo".

Así, tajante, el presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera), Rubén Proietti, describe a lanacion.com cómo se imagina que será la Argentina tras la aprobación, esta madrugada, de la ley de matrimonio homosexual. La organización es una de las dos que convocaron el pasado 31 de mayo a un acto frente al Congreso para juntar firmas contra la iniciativa.

Proietti aseguró que la discusión que encabezó el recinto representó un cambio en el modelo social que las personas traen "de por vida" y que tiene el mundo, con excepción de los nueve países cuya legislación respalda la unión de parejas homosexuales.

Proietti: «El fin del discurso es cambiar el modelo social»

En su opinión la sesión de ayer estuvo signada por un alto nivel de politización y de expresiones que escaparon al fondo de un debate que, sostuvo, tendría que haberse demorado un tiempo.

"Me preocupó mucho la hipocresía y la falta de honestidad. Los mismos senadores dicen que es hipocresía no reconocer el derecho de la minoría y nosotros nunca dejamos de hacerlo. Aquí se confundieron mucho las cosas. Anoche hubo mucha turbulencia", advirtió.

El organizador de la convocatoria, que bajo la consigna "Por un matrimonio con papá y mamá" reunió más de un millón de adhesiones, aclaró que no pretendía hablar desde el lado de la derrota al afirmar que este resultado no cambiará su prédica.

"Nosotros vamos a seguir predicando el Evangelio. Vamos a tener más trabajo y seguiremos ocupándonos de los problemas de la sociedad que no pasan sólo por esto. Nuestra tarea continúa siendo un campo donde hay que incentivar el amor de Dios y seguir viviendo conforme a su plan", argumentó.

Este sector del ámbito religioso había alertado a los fieles sobre las presiones que muchos senadores habrían recibido para votar a favor de la iniciativa. Hoy, Proietti ratificó esos dichos y se refirió a algunas maniobras del oficialismo que facilitaron la aprobación de la ley.

"Lo de las presiones es vox pópuli. Hubo presiones porque hablamos con senadores y gobernadores que nos lo confirmaron", señaló.

Y añadió: "La acción de llevarse a dos senadoras también es cuestionable. Ojo, también tenían todo el derecho del mundo de elegir quedarse y no lo hicieron".

 

El presbítero evangélico criticó la poca seriedad con la que se encaró el debate y se lamentó de que muchos funcionarios se "hayan tomado la vida para el juego político".

En este sentido, indicó que lo apenó ver el desarrollo de la sesión, sobre todo, por su comienzo y final que tuvieron como protagonistas al jefe de la banca oficialista, Miguel Angel Pichetto, y la senadora de Peronismo Federal Liliana Negre

"Me llamó mucho la atención de la senadora cuando increpó a Pampuro [tras haber impugnado el dictamen de su comisión a favor de la unión civil]. El debate empezó con un disgusto muy grande", afirmó.

"Si tiene razón Pampuro habría que amonestar a la senadora, y si ella tiene razón habría que intervenir. Esto fue como si le hubiesen pegado un tiro, la hubieran matado, la sacaron de cuadro, pero queda presente para votar y poder seguir en la reunión", describió.

También se manifestó acerca de los cruces que la senadora intercambió con el jefe de la bancada oficialista, que criticó la resolución de la Comisión de Legislación General y tildó a Negre de Alonso de "nazi".

Un debate incompleto. En tanto, el vicepresidente de la Corporación de Abogados Católicos, Eduardo Sambrizzi, también cuestionó la sanción de la ley: "Los senadores no entraron a analizar el fondo del asunto. Decían que había discriminación, pero no analizaron por qué habría discriminación según ellos". Asimismo, evaluó: "Me parece que es muy malo para el país, para la sociedad".

COMENTARIOS: 

  • 613rubenad  15.07.10
  • PARA LAS PRÓXIMAS ELECCIONES - Hay que mirar el estilo de vida familiar de cada uno de los postulantes para las próximas elecciones antes de votar, además de la palataforma política. La senadora María Eugenia Estenssoro me desilucionó, pero después que confesó su vida sentimental, entendí porque no apoya el matrimonio y la familia. es Madre soltera, divorciada y vive actualmente en concubinato. Saquen sus propias conclusiones.
  • 612valnatia  15.07.10
  • Mi Dios no tiene Iglesia y lo bien que hace! =)
  • 611AJICITO  15.07.10
  • MUCHA GENTE SE SINTIÓ VIOLADA, AVASALLADA EN SUS CONVICCIONES MAS PROFUNDAS POR EL MANEJO ESPUREO Y LA FALTA DE CONOCIMIENTO PROFUNDO DE LA CUESTIÓN ,DESDE MI POSICIÓN PURAMENTE CIENTÍFICA ES UNA TOTAL ABERRACIÓN IGUALAR COSAS TOTALMENTE DIFERENTES. GUARDEMOS EN LA MEMORIA QUIENES VOTARON A FAVOR , QUIENES SE LAVARON LAS MANOS Y SE VENDIERON PARA NO VOTARLOS Y LUCHEMOS PARA EN UN FUTURO DISTINTO LOGRAR ALGO MEJOR Y RESCATAR LA DIGNIDAD DEL MATRIMONIO HETEROSEXUAL QUE ES DE VERDAD.
 

El igualitarismo sexual

Por Mariano Grondona    Especial para lanacion.com    (Un breve, sensato, exacto y lúcido análisis del tema)

 
Jueves 15 de julio de 2010 | 
 

El debate sobre el matrimonio "gay" se ha venido intensificando hasta convertirse en una "polémica" (del griego "polemós", "guerra") por dos razones. Una de ellas, circunstancial, es que Kirchner ha intentado reducirlo a su propia confrontación con el cardenal Bergoglio. Pero la otra razón, visceral, es que el debate se ha vuelto polémico porque afecta nada menos que a nuestra concepción de la familia.

Hasta hace poco tiempo, los ciudadanos homosexuales habían sido discriminados. Según Aristóteles, la justicia consiste en "tratar a los hombres como iguales en lo que son iguales y como desiguales en lo que son desiguales". Los homosexuales y los heterosexuales, por lo pronto, son iguales en dignidad, y todo aquello que conduzca a "desigualar" a los homosexuales por debajo de los heterosexuales es discriminatorio y por lo tanto injusto.

Si la discriminación de una categoría de ciudadanos como los homosexuales vulnera su igual derecho a la dignidad, debe ser condenada. Desde hace unos veinte años, detrás de liderazgos ampliamente reconocidos como el de los hermanos Jáuregui, la sociedad argentina ha avanzado un buen trecho contra la discriminación sexual, manifestándose por ejemplo a favor de la igualación de los derechos sociales y económicos de las parejas homosexuales respecto de las parejas heterosexuales.

Pero este avance bienvenido de la igualdad, ¿no corre a su vez el riesgo de irse al otro extremo, convirtiéndose en "igualitarismo", si además se pretende igualar lo que no es igual? En su meritoria lucha contra la discriminación, ¿no han cruzado las organizaciones homosexuales esta sutil frontera al reclamar que también se llame "matrimonio" a la unión homosexual y al otorgar a una pareja homosexual de dos hombres o dos mujeres un idéntico derecho de adopción al de una pareja heterosexual que salva la distinción entre el padre y la madre, entre el hombre y la mujer?

Más allá de las pasiones y las ideologías en contraste, ¿no existe entonces una "diagonal" moralmente justificada en reconocerles a las parejas homosexuales todos los derechos económicos y sociales de las parejas heterosexuales mientras se reserva para éstas el uso exclusivo de la palabra "matrimonio" y un derecho de adopción abierto a la posibilidad de que cada hijo, adoptado o natural, tenga un padre y una madre en lugar de dos padres o dos madres? No parece injusto buscarles entonces a las parejas homosexuales otro nombre, por ejemplo "unión civil", que preserve su derecho a una igual dignidad sin confundir por eso lo desigual con lo igual. Según una feliz metáfora de Pablo VI, en un coro es igual la dignidad del tenor y la soprano sin que se pretenda por eso que sus voces sean intercambiables. Más allá de la discriminación y el igualitarismo lo que debiera brillar es, simplemente, una justa igualdad.