El disidente chino
encarcelado Liu
Xiaobo lloró al
conocer que había
ganado el premio
Nobel de la Paz y lo
dedicó a “los
mártires de
Tiananmen”, afirmó
su esposa, Liu Xia,
quien pudo visitarlo
en la cárcel. Poco
después,
la mujer
fue retenida por
las autoridades en
su casa de Beijing,
según denunciaron
organizaciones de
derechos humanos.
“Este premio está
dedicado a las almas
perdidas el 4 de
junio”, dijo Liu
Xiaobo, de 54 años,
a su esposa, en
referencia a la
matanza cometida en
1989 por el ejército
chino de cientos de
estudiantes que
pedían reformas
democráticas en la
Plaza Tiananmen de
la capital.
La organización
Human Rights in
China (HRIC) informó
ayer que Liu Xia se
reunió el sábado a
la noche con su
marido en la prisión
de Jinzhou, (a unos
500 km de Beijng) en
la que el flamante
Nobel de la Paz
cumple una
condena de 11 años
por haber redactado
un manifiesto de
demanda de reformas
democráticas en su
país.
Según HRIC el
encuentro “duró
cerca de una hora”,
y el disidente
afirmó que las
víctimas de
Tiananmen habían
dado su vida “por la
paz, la libertad y
la democracia”.
Al mismo tiempo,
HRIC confirmó que
tras haber visto a
su marido, Liu Xia
regresó a Beijing y
quedó en
detención
domiciliaria,
como había
denunciado más
temprano la
organización
humanitaria
estadounidense
Freedom Now.
Yang Jianli, uno
de los abogados de
Lui Xiaobo, y
miembro de Freedom
Now, afirmó que Liu
Xia “está sometida a
una enorme presión”
de parte de las
autoridades chinas,
y pidió que “los
líderes mundiales
condenen
inmediatamente este
vergonzoso acto del
gobierno chino y
pidan su liberación
inmediata y sin
condiciones”.
En un mensaje
desde su cuenta en
Twitter, la mujer
informó: “He
regresado. Estoy
bajo arresto
domiciliario desde
el 8 de octubre y no
sé cuándo los podré
ver. No tengo
teléfono”. Y agregó:
“He visto a mi
marido, para
avisarle del premio.
Por favor,
ayúdenme”.
En China, los
medios estatales
siguen sin informar
sobre la noticia del
premio recibido por
Liu, un profesor de
literatura que se ha
convertido en el
símbolo del disenso
chino. El galardón
se le otorgó el
viernes “por sus
esfuerzos duraderos
y no violentos en
favor de los
derechos humanos en
China”, según el
comité Nobel.
Ese mismo día, el
gobierno de China
consideró que el
Nobel de la Paz a
Liu Xiaobo era “una
obscenidad”, que
“viola completamente
los principios” del
premio.
Tras anunciarse
el premio en Oslo,
Liu Xia, con su
hermano y una
nutrida escolta de
policías, partió de
Beijing hacia la
prisión donde está
su esposo desde
diciembre de 2008.
La mujer dijo estar
feliz de poder darle
la noticia a su
marido, pero agregó
que había sido
“obligada” por la
policía a dejar la
capital para que no
viera a periodistas
extranjeros.