Un disidente chino encarcelado gana el Premio Nobel de la Paz

09/10/10 Es Liu Xiaobo, el más famoso activista por la democracia. Cumple una condena a 11 años de prisión. Lo destacaron por su lucha por los derechos humanos. Para China, se distinguió a “un criminal” y censuró la noticia. Occidente pidió su libertad.

Por David Brunat
Beijing. Especial para Clarín

La peor pesadilla del régimen de Beijing se hizo ayer realidad. Liu Xiaobo, el más famoso activista chino por los derechos humanos y la democracia, y que hoy cumple una condena de 11 años de prisión precisamente por ese motivo, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. La academia noruega reconoció su “larga y no violenta lucha por los derechos humanos en China” y lo elevó como “el principal símbolo” del movimiento por la libertad en el gigante asiático.

No esperaba el gobierno chino semejante trompada. Hace ya tiempo que casi nadie se atreve a plantar cara a la segunda economía mundial, y por eso el régimen andaba últimamente bastante relajado, jugando con la confianza del que se sabe con las cartas ganadoras. Barack Obama pasó casi de puntillas y con la cabeza gacha por el país hace ahora un año. Japón tuvo que tirar la toalla dos semanas atrás en una disputa territorial por unos islotes. Por eso nadie apostaba por que la academia sueca se lanzara a las garras del dragón dando este premio a Liu Xiaobo. Pero lo hizo, y la reacción de Beijing no se hizo esperar.

La primera medida fue dejar bien clara la postura oficial. El vocero de la cancillería, Ma Zhaoxu, describió al nuevo Nobel de la Paz como “ un criminal condenado por violar la ley”, y consideró que darle el galardón es una “obscenidad” que “desacredita” a los Nobel e infringe su espíritu. Después de eso, el más frío silencio. Las principales webs de noticias del país, así como la radio y la televisión nacional, censuraron totalmente la noticia. Para 1.300 millones de chinos es como si el premio Nobel de la Paz 2010 nunca se hubiera otorgado.

La segunda medida oficial fue mucho más cruda. Según informó a la agencia española de noticias EFE el abogado de derechos humanos, Teng Biao, la policía china detuvo en diversas zonas de Beijing a pequeños grupos de activistas al poco de conocerse la noticia. “Se estaban preparando para celebrar el Nobel, iban a reunirse con amigos en restaurantes y bares de distintos puntos de la ciudad cuando los detuvieron”, afirmó el abogado. Una clara muestra de que China no está dispuesta a relajar su implacable aparato de represión de voces disidentes a causa de este premio. Los abogados de Liu Xiaobo afirmaron que el nuevo premio Nobel de la Paz ignora su condición, pues en su celda de la prisión no tiene acceso a teléfono ni a contacto alguno con el exterior ( Ver Aún no....

) Entre los candidatos al premio Nobel de la Paz para este año figuraban otros tres disidentes chinos, la ONG rusa Memoria, las Abuelas de Plaza de Mayo y los presidentes Evo Morales y Lula da Silva.

“Tenemos que hablar cuando otros no lo pueden hacer”, enfatizó el presidente del Comité de los Nobel, Thorbjoern Jagland. “Al tiempo que China crece, debemos tener el derecho a criticar. Su nuevo estatus también debe acarrear una mayor responsabilidad”, prosiguió. Con estas declaraciones Jagland se refirió veladamente a las presiones y amenazas de China, en concreto de su vicecanciller, Fu Ying, para evitar que la academia noruega le concediera el galardón a Liu Xiaobo . Fu advirtió del grave daño que este premio causaría a las relaciones entre Noruega y China, una amenaza que se demostró ayer contraproducente.

De hecho, la cancillería china llamó ayer a consultas al embajador noruego en el país, Svein Ole Saether, para expresar su profundo malestar. Ya antes, el primer ministro Jens Stoltenberg había advertido a China de que el comité de los Nobel es un organismo independiente y que el gobierno escandinavo no tiene nada que ver en la decisión, aunque parece que este argumento no convenció al régimen comunista.

Liu Xiabo es el primer ciudadano chino en recibir un premio Nobel de la Paz y su figura es desde hoy una pesada losa para su gobierno. No hay duda de que este galardón ha hecho saltar por los aires años de esfuerzo y arduas campañas de imagen para convencer al mundo de que se trata de un país volcado en el respeto por la paz y el bienestar social. China, hoy ya la segunda economía mundial, no puede permitirse estar en el mismo saco que una dictadura tan atroz como la de Birmania, hasta ayer el único país del mundo que tiene a un Nobel de la Paz encarcelado, en su caso Aung San Suu Kyi, galardonada en 1991.

Por eso, países como Inglaterra, Francia, Alemania, la Unión Europea o el mismo Barack Obama en persona pidieron ayer la excarcelación inmediata de Liu Xiaobo. La pelota está ahora en el tejado de China y sólo falta saber qué va a querer hacer con ella.

Aún no sabe que fue galardonado    09/10/2010

El régimen de encierro de Beijing no sabe de excepciones. El recién galardonado con el premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, el más famoso activista chino por los derechos humanos, todavía ignora que ha sido destacado con la distinción que anualmente confiere la academia noruega.

Según informaron ayer los abogados del disidente chino, Lui Xiaobo no conocía su nueva condición pues en su celda de la prisión no tiene acceso a teléfono ni a contacto alguno con el exterior.

De acuerdo con las declaraciones del letrado a la agencia española de noticias EFE, será su esposa, la poetisa Liu Xia, quien le informe al ahora premiado peso de su designación. Todo ocurrirá el sábado próximo, fecha marcada para su visita mensual a la cárcel. “Es un verdadero honor y sé que va a decir que no se lo merece.

Lo primero que voy a hacer es darle un gran abrazo ”, señaló la esposa, de 49 años. Liu Xia se encontraba ayer bajo vigilancia domiciliaria y no pudo salir de su apartamento situado en el oeste de la capital. Su teléfono estuvo todo el día desconectado.

Una vida castigada con penas de cárcel y feroz vigilancia policial

09/10/10

 
Liu Xiaobo pasará posiblemente a los anales como el “Nobel en la sombra”. Muy poca gente fuera de China conoce su figura y aún menos se sabe de él en su propio país. La explicación es bien sencilla: Liu lleva 20 años de ostracismo, una vida marcada por las condenas de cárcel y la vigilancia policial desde que en 1989 se erigiera en uno de los líderes de la revuelta estudiantil de Tiananmen.

Ese año, Liu abandonó su estadía como profesor visitante de literatura en la Universidad de Columbia (Nueva York) para encabezar una huelga de hambre en la plaza de Tiananmen, dirigida a forzar al Partido Comunista a llevar a cabo reformas democráticas. Las esperanzas del joven profesor y de miles de estudiantes fueron finalmente arrasadas por los tanques del ejército en la madrugada del 4 de junio. Su papel destacado en la revuelta le conllevó una condena de dos años de prisión.

“La masacre de Tiananmen me impresionó profundamente”, reconoció más tarde este hombre nacido en Changchun (norteste de China) el 28 de diciembre de 1955. Tras cumplir su condena siguió padeciendo largos períodos de vigilancia y arresto domiciliario. Sin embargo, en 1996 volvió a ser condenado a tres años de arresto en un campo de reeducación. Ya entonces se había casado con su esposa, la poetisa Liu Xia, de quien dijo en una carta: “Tu amor es la luz que atraviesa los muros y las rejas de la prisión, acaricia cada pulgada de mi piel, calienta cada una de mis células, me permite mantener mi calma interior”. La pasión por la literatura y una profunda amistad de décadas terminó uniendo a la pareja . Hoy es tal el vínculo entre ambos que Liu Xia es la voz y la mente de su marido más allá de los barrotes de la cárcel donde está encerrado, a 480 kilómetros de Beijing.

Es a esa distancia donde cumple la última y más dura condena, la que a la postre le lanzó a la “fama” mundial. El día de Navidad de 2008, una corte china le sentenció a 11 años de prisión y dos más de privación de derechos civiles por ser uno de los promotores de la Carta 08, un manifiesto firmado junto a otros 302 intelectuales que volvía a exigir al régimen chino reformas democráticas y derechos humanos. El texto fue publicado en las mismas fechas que el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Liu fue condenado por “incitar a la subversión del poder del Estado”. La Carta 08 está inspirada en la Carta 77 que hizo caer el régimen comunista en Checoslovaquia en 1977.

Las generaciones chinas nacidas a partir de los años 80 desconocen a Liu Xiaobo, así como ignoran qué ocurrió en Tiananmen.

Sólo los que eran jóvenes en 1989 conocen al nuevo Nobel de la Paz. Como un antiguo rockero que participó en las protestas y que ayer, con el puño disimuladamente levantado y media sonrisa, dijo a este periodista que “hay que celebrarlo porque Liu Xiaobo es un buen tipo”. O como dijo premonitoriamente su esposa meses atrás: “Ahora su nombre es desconocido, pero un día, aunque no sea reconocido como un héroe, será recordado por haber sido un ciudadano ejemplar”.

 

Jefe ONU dice Nobel de la Paz pone foco en derechos humanos

viernes 8 de octubre, 3:52 PM

NACIONES UNIDAS (Reuters) - La entrega del premio Nobel de la Paz al encarcelado activista por la democracia chino Liu Xiaobo subraya la creciente preocupación alrededor del mundo por mejorar los derechos humanos, dijo el viernes el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

En un comunicado de palabras cuidadas emitido por su oficina de prensa, Ban dijo que esperaba que cualquier desacuerdo en torno al galardón, que ha enfurecido a Pekín, no dañe la causa global de los derechos humanos.

Darle el premio del 2010 a Liu "es un reconocimiento del creciente consenso internacional para mejorar las prácticas culturales y de derechos humanos alrededor del mundo", indicó el comunicado.

Pero buscó balancear el comentario con un elogio a China que, dijo, "ha conseguido avances económicos notables, sacó a millones de la pobreza, amplió la participación política y se unió firmemente a la corriente dominante internacional en su adhesión al reconocimiento de los instrumentos y prácticas de derechos humanos".

Ban "expresó su esperanza sincera de que cualquier diferencia sobre esta decisión no desmerecerá el avance de la agenda de derechos humanos globalmente o el alto prestigio y poder inspirador del premio", agregó.

(Reporte de Patrick Worsnip; Editado en español por Lucila Sigal)

La esposa del Nobel de la Paz, arrestada en su casa

11/10/10 Fue a ver a su marido a la cárcel para darle la noticia del premio y luego fue detenida.

PorBeijing. Ansa, Afp Y Efe
 

El disidente chino encarcelado Liu Xiaobo lloró al conocer que había ganado el premio Nobel de la Paz y lo dedicó a “los mártires de Tiananmen”, afirmó su esposa, Liu Xia, quien pudo visitarlo en la cárcel. Poco después, la mujer fue retenida por las autoridades en su casa de Beijing, según denunciaron organizaciones de derechos humanos.

“Este premio está dedicado a las almas perdidas el 4 de junio”, dijo Liu Xiaobo, de 54 años, a su esposa, en referencia a la matanza cometida en 1989 por el ejército chino de cientos de estudiantes que pedían reformas democráticas en la Plaza Tiananmen de la capital.

La organización Human Rights in China (HRIC) informó ayer que Liu Xia se reunió el sábado a la noche con su marido en la prisión de Jinzhou, (a unos 500 km de Beijng) en la que el flamante Nobel de la Paz cumple una condena de 11 años por haber redactado un manifiesto de demanda de reformas democráticas en su país.

Según HRIC el encuentro “duró cerca de una hora”, y el disidente afirmó que las víctimas de Tiananmen habían dado su vida “por la paz, la libertad y la democracia”.

Al mismo tiempo, HRIC confirmó que tras haber visto a su marido, Liu Xia regresó a Beijing y quedó en detención domiciliaria, como había denunciado más temprano la organización humanitaria estadounidense Freedom Now.

Yang Jianli, uno de los abogados de Lui Xiaobo, y miembro de Freedom Now, afirmó que Liu Xia “está sometida a una enorme presión” de parte de las autoridades chinas, y pidió que “los líderes mundiales condenen inmediatamente este vergonzoso acto del gobierno chino y pidan su liberación inmediata y sin condiciones”.

En un mensaje desde su cuenta en Twitter, la mujer informó: “He regresado. Estoy bajo arresto domiciliario desde el 8 de octubre y no sé cuándo los podré ver. No tengo teléfono”. Y agregó: “He visto a mi marido, para avisarle del premio. Por favor, ayúdenme”.

En China, los medios estatales siguen sin informar sobre la noticia del premio recibido por Liu, un profesor de literatura que se ha convertido en el símbolo del disenso chino. El galardón se le otorgó el viernes “por sus esfuerzos duraderos y no violentos en favor de los derechos humanos en China”, según el comité Nobel.

Ese mismo día, el gobierno de China consideró que el Nobel de la Paz a Liu Xiaobo era “una obscenidad”, que “viola completamente los principios” del premio.

Tras anunciarse el premio en Oslo, Liu Xia, con su hermano y una nutrida escolta de policías, partió de Beijing hacia la prisión donde está su esposo desde diciembre de 2008. La mujer dijo estar feliz de poder darle la noticia a su marido, pero agregó que había sido “obligada” por la policía a dejar la capital para que no viera a periodistas extranjeros.