LA GRAN INVOCACION

FUNDACIÓN LUCIS

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios

Que afluya luz a las mentes de los hombres

Que la Luz descienda a la Tierra

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios

Que afluya amor a los corazones de los hombres

Que Cristo retorne a la Tierra

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida

Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres

El propósito que los Maestros conocen y sirven

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres

Que se realice el Plan de Amor y de Luz

Y selle la puerta donde se halla el mal

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra

 

Esta invocación no es propiedad de ningún individuo o grupo en especial. Es un instrumento de poder para ayudar a que tenga plena expresión el Plan de Dios en la Tierra. Emplearla es un acto de servicio a la Humanidad y al Cristo.

Es un poderoso mántram destinado a facilitar en los hombres la receptividad de diversos tipos de "energía especializada" emanada de elevados centros espirituales entre las cuales se encuentran las de Amor-Sabiduría y Rectas Relaciones Humanas.

La segunda estrofa puede adaptarse según la creencia religiosa que cada uno sostenga ya que el Instructor del Mundo es reconocido en las diferentes culturas como:

Budista: El Bhodhishatva;

Cristiana: El Cristo;

Hinduista: Krishna;

Islámica: El Imán Majdi;

Israelita: El Mesías;

Persa: Muntazar;

Tibetana: Maitreya;

También puede nombrárseLo como "Aquel que viene".

ES UNA PLEGARIA MUNDIAL traducida a más de 80 idiomas y dialectos.

Es un instrumento de poder para ayudar a que tenga plena expresión el Plan de Dios en la Tierra. Emplearla es un acto de servicio a la Humanidad y al Cristo.
Es un poderoso mántram destinado a facilitar en los hombres la receptividad de diversos tipos de “energía especializada” emanada de elevados centros espirituales entre las cuales se encuentran las de Amor-Sabiduría y Rectas Relaciones Humanas.

El valor de este mántram para la invocación de tales energías, con su sonido y ritmo propios, tal como fue dado, es enfatizado por D.K. en su libro “La Exteriorización de la Jerarquía”, donde dice: “Llamaré nuevamente la atención sobre el hecho de que el poder evocador de La Gran Invocación (empleada ahora por tantos centenares de miles de personas) y el sonido de su ritmo mántrico es crecientemente responsable de este trabajo; una gran parte de la efectividad resultante se debe a que la humanidad emplea este mántram en constante y creciente número, siendo -combinado con su empleo científico por la Jerarquía- fructíferos sus resultados. Debería tenerse aquí en cuenta (citando una antigua frase de los Maestros) que allí ‘donde está el enfoque se arraigarán las potencias descendentes de acuerdo a la inspiración mántrica’. Esto significa que, debido al esfuerzo de incontables miles de hombres y mujeres de todas partes, las energías que hasta ahora sólo podían penetrar hasta la sustancia jerárquica y los niveles del plano mental superior, hoy pueden, por primera vez, arraigarse exitosamente en los niveles físico densos o, por lo menos, en los niveles etéricos. Esta realidad es mucho más importante de lo que creen”.

La Gran Invocación expresa ciertas verdades fundamentales que todos los hombres aceptan corriente y naturalmente:

Por medio de la meditación, la plegaria y la invocación las divinas energías pueden ser liberadas y llevadas a la actividad. Los hombres y mujeres de buena voluntad de muchos credos y naciones pueden unirse en un servicio mundial trayendo valor y fuerzas espirituales a un mundo atribulado. Tienen el poder de afectar los acontecimientos mundiales a través de la invocación enfocada y unida. El conocimiento de este hecho, científicamente aplicado, puede ser uno de los grandes factores liberadores de la humanidad.

Nadie puede emplear esta invocación o plegaria para evocar iluminación y amor sin causar poderosos cambios en su propia vida, actitudes y propósitos. “Como un hombre piensa en su corazón así es él”. ¿Quisiera usted emplear esta Invocación en forma reflexiva y dedicada?

El efecto de la Invocación y la plegaria individual en la demanda de luz y amor, se acrecienta inconmensurablemente cuando existe un reconocimiento consciente y una relación mental diaria con quienes pronuncian la Invocación cuantas veces deseen en el momento oportuno. El vínculo establecido cada día a través de esta Invocación mundial formará un triángulo iluminado. La unión de la fuerza conjunta de individuos y grupos enfoca la potencia de esta plegaria de tal modo que erige alrededor del globo terráqueo una red de luz y amor que ayudará a detener las fuerzas del mal que invaden el planeta.

Sugerencias para el trabajo

1. Reflexionar unos pocos minutos cada día sobre la Invocación, esforzándose por comprender su significado más profundo. Luego pronunciar la Gran Invocación con determinada intención y concentración. A medida que se realiza, visualizar la Luz, el Amor y la Voluntad al Bien, penetrando en los corazones y las mentes de las personas de todo el mundo.

2. Si desea actuar como una unidad de triángulo, pida a dos amigos que se unan mentalmente con usted. Cuando pronuncie la Gran Invocación únase a ellos y visualice el triángulo vinculado a la red que forman todos aquellos que están dedicados a este servicio mundial.

La Gran Invocación no pertenece a religión, sector o grupo alguno. Su distribución es un servicio que presta Buena Voluntad Mundial. Pueden solicitarse copias adicionales de este material y tarjetas con la Gran Invocación e informes sobre el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

El material es distribuido gratuitamente por Fundación Lucis como una actividad de Servicio. Las contribuciones financieras voluntarias son bienvenidas y necesarias para ampliar el campo de difusión de la Invocación.

 

La Gran Invocación Su Origen e Importancia

La humanidad se encuentra hoy en un peculiar y excepcional punto medio entre un pasado desventurado y un futuro lleno de promesas, siempre que se reconozca la reaparición de Cristo y se lleve a cabo la preparación para Su venida. El presente está lleno de promesas y también de dificultades; en el presente inmediato la humanidad tiene en sus manos el destino del mundo y —si puede expresarse así, con toda reverencia— la actividad inmediata del Cristo. La agonía de la guerra y la angustia de todo, el género humano condujo al Cristo, en 1945, a tornar una gran decisión, manifestada en dos declaraciones importantes. Anunció a la Jerarquía espiritual y a todos sus servidores y discípulos que viven en la tierra, que había decidido surgir nuevamente y establecer contacto físico con la humanidad si llevaban a cabo las etapas iniciales para el establecimiento de correctas relaciones humanas; dio al mundo (para ser recitada por el hombre de la calle) una de las más antiguas plegarias que se ha conocido, que sólo los seres más excelsos pudieron utilizarla hasta ahora. Se dice que Él Mismo la recitó por primera vez en junio de 1945 durante la Luna llena de Géminis, conocida como la Luna llena del Cristo, así como la de mayo es conocida como la Luna llena del Buddha. No fue fácil traducir en palabras modernas estas frases antiguas (tan antiguas que no tienen fecha ni antecedente alguno), pero se hizo y la Gran Invocación que oportunamente será una plegaria mundial fue pronunciada por Él y transcrita por Sus discípulos. Su traducción es la siguiente:

 Desde el punto de Luz en la Mente de Dios

Que afluya luz a las mentes de los hombres

Que la Luz descienda a la Tierra

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios

Que afluya amor a los corazones de los hombres

Que Cristo retorne a la Tierra

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida

Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres

El propósito que los Maestros conocen y sirven

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres

Que se realice el Plan de Amor y de Luz

Y selle la puerta donde se halla el mal

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra

Su extraordinario poder puede constatarse en el hecho de que miles de personas la recitan muchas veces y diariamente (en 1947 se había traducido en dieciocho idiomas diferentes). En las selvas de África la emplean grupos de nativos, y también ejecutivos en nuestras principales ciudades; se trasmite por radio en Europa y América, y no existe país o isla del mundodonde no se la emplee. Todo esto ha tenido lugar en el lapso de dieciocho meses.

Si a esta nueva Invocación se la divulga ampliamente, podrá ser para la nueva religión mundial lo que el Padre Nuestro ha sido para la cristiandad, y el Salmo 23 para el judío de mente espiritual. Existen tres tipos de acercamientos a esta Plegaria o Invocación:

1. El público en general.

2. Los esoteristas, los aspirantes y discípulos del mundo.

3. Los miembros de la Jerarquía.

Primero, el público en general la considerará como una plegaria a Dios Trascendente, aunque no Lo reconozca como Inmanente en Su creación; la elevará en alas de la esperanza —esperanza de luz, de amor y de paz —, que anhela incesantemente; también la empleará como una plegaria que ilumine a los gobernantes y dirigentes de todos los grupos que manejan los asuntos mundiales; como un ruego para que afluya amor y comprensión entre los hombres y puedan vivir en paz entre sí; como una demanda para que se cumpla la voluntad de Dios, sobre la cual el público nada sabe y la considera tan inescrutable y omnincluyente que se resigna a esperar y creer como una Invocación para fortalecer el sentido de responsabilidad humana, a fin de que los reconocidos males actuales —que tanto angustian y confunden a la humanidad— puedan ser eliminados y frenada esa indefinida fuente del mal. Finalmente la considerará como una oración para que se restablezca una condición primordial e indefinida de beatífica felicidad, y desaparezca de la tierra todo sufrimiento y dolor. Todo esto es bueno y útil para el público en general y todo ello debe hacerse inmediatamente.

Segundo, los esoteristas, los aspirantes y quienes están espiritualmente orientados, lograrán un acercamiento más profundo y comprensivo. Reconocerán el mundo de las causas y a aquellos que subjetivamente se hallan detrás de los asuntos mundiales, los dirigentes espirituales de nuestra vida. Ellos están preparados para alentar a quienes poseen verdadera visión e indicarán no sólo la razón de los acontecimientos citados en los distintos sectores de la vida humana, sino también revelarán aquello que permitirá a la humanidad pasar de la oscuridad a la luz. Si se adopta esta actitud fundamental se evidenciará la necesidad de expresar ampliamente estos hechos subyacentes, iniciándose una era de divulgación espiritual, ingeniada por los discípulos y llevada a cabo por los esoteristas. Esta era comenzó en 1875, cuando se proclamó la realidad de la existencia de los Maestros de Sabiduría, prosperando, a pesar del escarnio, la negación y las erróneas interpretaciones de dicha realidad. Ha sido de gran utilidad el reconocimiento de la naturaleza sustancial de lo que puede ser corroborado y la respuesta intuitiva de los estudiantes esotéricos y de muchos intelectuales de todo el mundo. Un nuevo tipo de místico está surgiendo; difiere de los místicos del pasado porque se interesa en forma práctica por los actuales acontecimientos mundiales, no únicamente por los asuntos religiosos y de las iglesias; se caracteriza por su desinterés en su desarrollo personal, su capacidad para ver a Dios inmanente en todo credo, no solamente en su propia y determinada creencia religiosa y también por la capacidad de vivir su vida a la luz de la divina Presencia. Todos los místicos han podido hacerlo en mayor o menor grado, pero el místico moderno difiere de los del pasado en que es capaz de indicar a los demás con toda claridad las técnicas a seguir en el Sendero; combina mente y corazón, inteligencia y sentimientos, más una percepción intuitiva de la que hasta ahora carecía. La clara luz de la Jerarquía espiritual y no sólo la luz de su propia alma, ilumina hoy el camino del místico moderno, lo cual irá acrecentándose.

Tercero, entre ambos grupos —el público en general y los aspirantes del mundo en sus diversos grados— están aquellos que se destacan de la gente común porque poseen una profunda visión y comprensión; ocupan la "tierra de nadie" entre las masas y los esoteristas por un lado, y los esoteristas y los Miembros de la Jerarquía por otro. No olviden que Ellos emplean también la Gran Invocación, pues no pasa día sin que el Cristo mismo la pronuncie.

Su belleza y potencia reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades esenciales que todos los hombres aceptan innata y naturalmente; la verdad de la existencia de una Inteligencia fundamental a la que vagamente la denominamos Dios; la verdad de que detrás de todas las apariencias externas, el amor es el poder motivador del universo; la verdad de que vino a la tierra una gran Individualidad llamada Cristo por los cristianos, que encarnó ese amor para que adquiriéramos comprensión; la verdad de que el amor y la sabiduría son consecuencia de lo que se denomina la voluntad de Dios y, finalmente, la verdad autoevidente de que el Plan divino únicamente puede desarrollarse a través de la humanidad.

Este Plan exhorta al género humano a manifestar amor, e insta a los hombres a "que dejen brillar su luz". Luego viene la solemne y final demanda a fin de que este Plan de Amor y de Luz, actuando a través del género humano, pueda "sellar la puerta donde se halla el mal". La última línea contiene la idea de restauración, indicando la nota clave para el futuro y afirmando que llegará el día en que la idea original de Dios y Su intención inicial ya no serán frustradas por el mal o el egoísmo, y el libre albedrío humano o el materialismo; entonces se cumplirá el propósito divino, por los cambios producidos en los objetivos y en los corazones de la humanidad.

Este obvio y simple significado se ajusta a la aspiración espiritual de todos los hombres del mundo.

El empleo de esta invocación o plegaria, más la acrecentada expectativa de la venida de Cristo, ofrecen hoy la máxima esperanza para el género humano. Si esto no fuera así, entonces la oración sería inútil y constituiría sólo una alucinación, y las Escrituras del mundo con sus profecías comprobadas, serían también inútiles y engañosas. Las épocas atestiguan lo contrario. La plegaria siempre recibirá —y ha recibido respuesta; grandes Hijos de Dios siempre han venido en respuesta a la demanda de la humanidad y siempre vendrán, y Aquel a Quien todos los hombres aguardan, está en camino.

* * *

Si es posible hablar en términos reverentes y simbólicos, la recompensa acordada al Cristo al anunciar Su decisión final e irrevocable, fue el consentimiento o, más bien, el derecho —que nunca se había otorgado— de utilizar cierta gran Invocación de dos maneras:

1. Como Invocación jerárquica dirigida al "centro donde la Voluntad de Dios es conocida".

2. Como plegaria mundial, expresada en palabras, que toda la humanidad pueda emplear inteligentemente.

Nunca se concedió fácilmente el derecho de emplear ciertas Palabras de Poder o "Estrofas Rectoras". La autorización fue otorgada por el Señor del Mundo, el Anciano de los Días, debido a la decisión de Cristo de aparecer nuevamente entre los hombres, trayendo Consigo a Sus discípulos.

Después del momento culminante de crisis espiritual y su consiguiente decisión, se alcanzó un punto de tensión, y en este estado de tensión espiritual está trabajando y planeando la Iglesia Invisible, llevando a los discípulos de Cristo, activos 10 en la Tierra, a una condición similar de tensión espiritual. El éxito de la reaparición de Cristo, en presencia física, así como de otros factores (vinculados a Su reaparición) depende de los acontecimientos y contactos que tienen lugar ahora en este período de tensión. En todo punto de tensión, sea cual fuere el tiempo, se genera energía para el futuro, siendo enfocada en tal forma o condición, que su fuerza puede ser dirigida donde y cuando se la necesite. Este enunciado es lógicamente difícil de comprender. Un punto de tensión es, simbólicamente, un acopio de poder. Las energías que en la actualidad caracterizan al Reino de Dios, están adquiriendo impulso y son dirigidas por los Maestros de Sabiduría, en colaboración con la Voluntad de Cristo.

Mientras esta energía se ha ido acumulando y aumentando su poder, desde la Luna llena de junio de 1945, han tenido lugar tres acontecimientos de gran importancia para la vital experiencia de Cristo (por lo tanto de la Jerarquía), y sus efectos están en proceso de consolidación. Sólo puedo referirme brevemente a ellos, pues no es posible comprobar la realidad de lo que aquí se expone; únicamente la posibilidad, la probabilidad y la Ley de Analogía, indicarán la veracidad de estos acontecimientos. Sus efectos se observarán especialmente después que hayan sucedido. Estos tres acontecimientos pueden ser descritos de la siguiente manera:

1. El Espíritu de Paz descendió sobre el Cristo. El Nuevo Testamento atestigua un acontecimiento similar cuando se refiere al Bautismo: y "vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y posarse sobre Él" (Mt. 3—16). Este Espíritu es un Ser poseedor de un inmenso poder cósmico y está influyendo hoy al Cristo, similarmente a como el Cristo hace dos mil años influyó o actuó a través del Maestro Jesús. El Espíritu de Paz no significa calma estática o emocional que pone fin a la agitación mundial y establece una era de paz. Constituye misteriosamente el Espíritu de Equilibrio, actúa de acuerdo a la Ley de Acción y Reacción y se reconocerá inevitablemente Su actividad. Su obra se manifestará de dos maneras: plenamente, cuando el Cristo reaparezca entre los hombres, y lenta y gradualmente hasta el momento en que:

a. El caos, el desorden, las perturbaciones emocionales y el desequilibrio mental que existen actualmente en el mundo, adquieran equilibrio de acuerdo a esta ley, mediante un equivalente ciclo de calma, quietud emocional y equilibrio mental, emancipando a la humanidad para que entre en una nueva etapa y experimente la libertad. La paz estará de acuerdo a los disturbios experimentados.

b. El odio, que tanto predomina hoy en el mundo, será equilibrado por la expresión de la buena voluntad —a través de la vida del Espíritu de Paz que actúa por medio del Cristo, la personificación del Amor de Dios. La expresión de esa buena voluntad está garantizada por la excesiva manifestación del odio que se ha ido acumulando lentamente en las mentes de los hombres, desde comienzos del siglo XIX, y está alcanzando la máxima intensidad en estos momentos. Una medida proporcional de la energía del amor se manifestará posteriormente como resultado de la actividad del Espíritu de Paz, actuando a través del Príncipe de Paz, como a veces se lo denomina al Cristo (Ef. 9,6). Este Ser espiritual no descenderá desde su alto lugar, donde actúa y dirige Su energía, será Cristo que actuará y servirá de canal para el poder dirigido de este Ser. La afluencia de Su divina energía (energía que proviene de fuera del planeta) está destinada a traer oportunamente paz a la Tierra mediante la expresión de la buena voluntad, que establecerá correctas relaciones humanas.

La humanidad ha registrado (inconscientemente desde luego) el primer impacto de esta energía, en mayo de 1936 y también en junio de 1945.

2. La fuerza evolutiva, a la que damos el nombre de "conciencia crística" (términos empleados por todos los grupos metafísicos del mundo), se enfocó en la Persona del Cristo en forma hasta ahora desconocida, y constituye ese poder, latente en todo corazón humano, descrito por San Pablo como "Cristo en nosotros, esperanza es de gloria" (Co. 1,27), que de acuerdo a la ley evolutiva conduce finalmente al hombre al Reino de Dios v "a la estatura de la plenitud de Cristo" (Ef. 4,13). El Cristo ha sido siempre el símbolo de este poder y gloria. En el presente período de tensión jerárquica y como resultado de Su decisión de reaparecer, Cristo se trasformó en la personificación de esta energía, entrando así en, una relación más íntima con la humanidad. Otros dilectos hijos de Dios son canales de esta energía en relación con los reinos subhumanos, pero el Cristo ocupa un lugar excepcional en lo que concierne a la humanidad. Expresando simbólicamente esta idea, diríamos que dicha energía crea un puente viviente entre el reino humano y el Reino de Dios, entre el cuarto reino de la naturaleza y el quinto. Cristo es el custodio de esta energía, pero sólo temporariamente y durante el período de esta crisis humana. Debido a ello, puede estimular el factor respuesta, existente en los corazones de los hombres, lo que les permitirá reconocer y saber quién es y qué es, cuando reaparezca. Esta canalización de energía comenzó al finalizar la guerra mundial y aún continúa; es responsable de la tendencia a mejorar el acrecentamiento del principio de participación, que ya se percibe en todas partes, y de la innegable bondad de los corazones y de los pensamientos humanos —la sensatez de las masas (cuando están bien informadas) es mucho mayor que la sensatez de sus líderes.

3. Como es bien sabido, la historia de la humanidad ha sido esencialmente la historia de los Grandes Mensajeros espirituales —que de vez en cuando, en los momentos de crisis humana, han surgido del lugar secreto del Altísimo, para ayudar, inspirar, revelar, conducir y orientar. Ésta es la historia de la presentación de las ideas expuestas a la consideración de la humanidad, que gradualmente se convirtieron en civilizaciones y culturas. Tal la urgencia de la necesidad humana en la actualidad y la oportunidad de que uno de los Hijos de Dios —durante este ciclo de tensión— esté esperando para colaborar con Cristo. Como resultado de la decisión de Cristo y su "fusión espiritual" con la Voluntad de Dios, el Avatar de Síntesis se convirtió temporariamente en Su íntimo Colaborador. Éste es un acontecimiento de importancia suprema y planetaria. Su relación y plan de ayuda datan desde el momento en que se dio la Gran Invocación y la emplearon los hombres en todas partes. Debido a la magna tarea que el Cristo enfrenta, será fortalecido y apoyado por el Avatar de Síntesis, el "Silencioso Avatar", hablando simbólicamente, "mantendrá Su ojo sobre Él, Su mano debajo de Él y Su corazón palpitará al unísono con el Suyo".

Extractos de La Reaparición de Cristo,páginas 30 a 34 y 66 a 70.

La Ciencia de Invocación y Evocación ocupará el lugar de lo que ahora llamamos plegaria y adoración. No nos dejemos confundir por la palabra ciencia. No se trata de la cosa fría e intelectual, sin corazón, descrita con tanta frecuencia, sino de la inteligente organización de la energía espiritual y de las fuerzas del amor, que cuando sean efectivas evocarán la respuesta de los seres espirituales que puedan caminar libremente entre los hombres y establecer una íntima relación y constante comunicación entre la Humanidad y la Jerarquía espiritual.

A fin de esclarecer lo expuesto podría decirse que la Invocación es de tres tipos. Tenemos, como ya se dijo, la demanda masiva, emitida en forma inconsciente, y el llamado clamoroso que brota del corazón del hombre en momentos de crisis como el actual. Este llamado invocador lo elevan incesantemente los hombres que viven en medio del desastre, siendo dirigido ese poder externo que sienten que puede venir y vendrá en su ayuda en los momentos extremos. Esta grande y silenciosa invocación surge hoy por todas partes. Tenemos además el espíritu de invocación evidenciado por los hombres sinceros, cuando participan de los ritos de su religión y se valen de la oportunidad para orar y adorar en forma conjunta, elevando sus demandas de ayuda ante Dios. Este grupo, unido a las masas humanas, crea un enorme conjunto de suplicantes invocadores; su intención masiva es muy evidente en la actualidad y su invocación se eleva hasta el Altísimo. Finalmente existen los discípulos y aspirantes entrenados que utilizan algunas fórmulas verbales y ciertas invocaciones cuidadosamente definidas y, al hacerlo, enfocan el llamado invocador y la demanda de los otros dos grupos, dándoles la orientación y el poder correctos. Los tres grupos, consciente o inconscientemente, están entrando ahora en actividad, y su esfuerzo unificado garantiza la evocación resultante.

El nuevo trabajo invocador será la nota clave de la futura religión mundial, y se hará en dos partes. Por un lado existirá el trabajo invocador de las multitudes preparadas por las personas espiritualmente orientadas (que trabajan en las iglesias, dentro de lo posible, a las órdenes del clero iluminado), a fin de que acepten la realidad del acercamiento de las energías espirituales enfocadas a través del Cristo y Su Jerarquía espiritual, y se preparen además para formular su demanda de luz, liberación y comprensión. Por otro lado existirá también el hábil trabajo de invocación, tal como es practicado por quienes han entrenado sus mentes mediante la correcta meditación, conocen el poder de los mántram, fórmulas e invocaciones y trabajan conscientemente. Utilizarán con mayor frecuencia ciertas grandes fórmulas verbales, que serán dadas más tarde a la raza, así como fue dado el Padre Nuestro por Cristo y, en la actualidad, la Nueva Invocación por la Jerarquía.

Esta nueva ciencia religiosa, para la cual la plegaria, la meditación y el ritual han preparado a la humanidad, entrenará a los pueblos para presentar —en determinados períodos del año la demanda oral de los pueblos del mundo a fin de establecer relaciones con Dios y una más estrecha relación espiritual entre sí. Cuando este trabajo sea llevado a cabo adecuadamente, evocará respuesta de la Jerarquía y especialmente de su Guía, el Cristo. Por medio de esta respuesta, la fe de las multitudes se convertirá gradualmente en convicción, en el conocedor. De esta manera las razas humanas serán trasformadas y espiritualizadas, y los dos grandes centros divinos o grupos de energía —la Jerarquía y la Humanidad misma— comenzarán a trabajar en completa unificación y unión. Entonces el Reino de Dios estará en verdad y realmente activo en la tierra.

Extractos de La Reaparición de Cristo, páginas 131-133.

El Empleo de la Gran Invocación.

Hace algún tiempo, trasmití al mundo —de acuerdo a las instrucciones del Cristo— una Invocación que está destinada a ser de primordial utilidad para producir ciertos grandes acontecimientos, y son:

1. Una afluencia de amor y de luz sobre el género humano, desde Shamballa.

2. Un llamado invocador al Cristo, Guía de la Jerarquía, para Su reaparición.

3. El establecimiento en la tierra del Plan divino, para ser realizado voluntariamente por la humanidad misma.

Incidentalmente, estos tres acontecimientos están relativamente cercanos y se producirán por el desarrollo consciente de la fase inmediata del Plan, que es la intención divina llevarlo a cabo, hasta cierta medida, antes de la reaparición de Cristo. El establecimiento de rectas relaciones humanas es la tarea inmediata y esa fase del Plan de Luz y Amor a la cual la humanidad puede responder fácilmente y para la cual está ya evidenciando un sentido de responsabilidad.

Se ha prestado poca atención al factor invocación como lo expresan los pueblos del mundo; sin embargo, en el transcurso de las edades, el clamor invocador de la humanidad se ha elevado hacia la Jerarquía y ha obtenido respuesta. Algún día se hará un estudio científico de las grandes plegarias mundiales, los enunciados espirituales y las demandas invocadoras, y su relación con los acontecimientos mundiales; esta relación se evidenciará en forma iluminadora, y el resultado será una vinculación más estrecha entre la tierra y los centros espirituales de amor y de vida. Esto no se ha realizado todavía. Permítanme dar un ejemplo; la afirmación espiritual hecha por Shri Krishna en el Canto del Señor, El Bhagavad Gita, fue un enunciado preparatorio para la venida de Cristo. En ese canto dice:

"Siempre que haya un debilitamiento de la Ley y un crecimiento de la ilegalidad en todas partes, entonces Yo Me manifiesto. Para la salvación de los justos y la destrucción de aquellos que hacen mal, para el firme establecimiento de la Ley Yo vuelvo a nacer edad tras edad".

En el período sin ley y pecaminoso del Imperio Romano, vino Cristo.

Otro ejemplo de una invocación notable y muy antigua reside en el Gayatri donde la gente invoca al Sol de la Rectitud, en las Palabras: "Descúbrenos la faz del verdadero Sol espiritual, oculto tras un disco de luz dorada, a fin de poder conocer la verdad y cumplir nuestro deber, al encaminarnos hacia Tus sagrados pies".

A esto deberíamos añadir también las Cuatro Nobles Verdades, enunciadas por Buda y bien conocidas por todos nosotros, que resumen las causas y el origen de todas las dificultades que conciernen a la humanidad. Hay muchas traducciones de estas verdades a las que me he referido; todas imparten el mismo anhelo y llamado, y todas son esencialmente correctas en cuanto al significado. Durante la dispensación judía, se dio una proclama respecto a la conducta humana en las palabras de los Diez Mandamientos, sobre los que está basada la ley humana y se han fundado las leyes que rigen las relaciones de los pueblos de Occidente. Ello ha desembocado en una concepción algo estrecha de la Deidad; estos Mandamientos son didácticos y presentan el ángulo negativo. Luego vino Cristo y nos dio la ley fundamental del universo, la Ley del Amor; también nos dio la plegaria del Señor o el Padrenuestro, con su énfasis sobre la Paternidad de Dios, la llegada del Reino y las rectas relaciones humanas.

Ahora se dio al mundo la Gran Invocación, tal como la emplea la misma Jerarquía. Tan reaccionario es el pensamiento humano que mi declaración de que es una de las más grandes plegarias del mundo y se halla a la par de cualquier otra expresión del deseo o intención espirituales, evocará críticas, lo cual no tiene importancia. Sólo unos pocos —muy pocos— en los primeros días del cristianismo, emplearon el Padre Nuestro porque debía ser registrado, expresado en términos comprensibles y traducido adecuadamente, antes de ser empleado ampliamente. Tomó siglos de esfuerzo para lograrlo. Actualmente tenemos todas las facilidades para una rápida distribución y han sido empleadas en beneficio de la Gran Invocación.

La excepcionalidad vinculada con esta Invocación consiste en que es, en realidad, un gran método de integración. Vincula al Padre, al Cristo y a la humanidad, en una gran relación. Cristo puso siempre énfasis sobre la Paternidad de Dios y Lo sustituyó por el cruel y celoso Jehovah de la tribu de la nación, donde había ido para obtener un vehículo físico. Cristo era judío. En el capítulo XVII del Evangelio de San Juan (otro de los principales enunciados espirituales del mundo) Cristo hizo resaltar la relación de la conciencia crística con la conciencia de la Deidad misma. Vinculó el concepto de la mónada con la personalidad fusionada con el alma plenamente desarrollada, y la unidad que subyace entre los seres en todas las formas, con el Padre. La posibilidad expresada allí está muy distante, excepto en conexión con la Jerarquía espiritual; sin embargo, es bueno recordar que han logrado una meta hacia la cual están trabajando todos los verdaderos discípulos e iniciados. La Gran Invocación relaciona la voluntad del Padre (o de Shamballa), el amor de la Jerarquía y el servicio de la Humanidad, en un gran Triángulo de Energías; este triángulo traerá dos resultados principales: el "sellado de la puerta donde se halla el mal" y el desarrollo del Plan de Luz y de Amor mediante el poder de Dios, liberado sobre la tierra, por medio de la invocación.

Esto no es un sueño vano. Desde el ángulo de la conciencia humana, el vehículo de luz esta ante todo constituido por los grandes sistemas educativos del mundo, con su capacidad para el mejoramiento y la amplificación de la conciencia, para el mejoramiento de la humanidad y no para su destrucción, como a menudo sucede en la actualidad; a esto debe acoplarse el firme cambio o conversión de la realización científica, por medio de la iluminación, que la sabiduría traerá; en el pasado, esto ha protegido la aspiración y el progreso humanos, para la llegada de la luz. En la luz que trae la iluminación, veremos, eventualmente, la Luz, y llegará el día en que millares de los hijos de los hombres e incontables grupos, podrán decir con Hermes y Cristo: "Yo soy (o nosotros somos) la luz del mundo".

Cristo dijo que los hombres "aman más la oscuridad que la luz, porque sus actos son malos". Sin embargo, una de las grandes bellezas que surgen en la actualidad es que la luz está siendo vertida en todo lugar oscuro, y nada hay oculto que no será revelado.

Cuando invocamos la Mente de Dios y decimos: "que la luz afluya a las mentes de los hombres, que la luz descienda a la tierra", enunciamos una de las grandes necesidades de la humanidad y —si la invocación y la plegaria significan algo— la respuesta es cierta y segura. Cuando descubrimos, en todas las épocas, en cada era y situación, el impulso de los pueblos en su anhelo por elevar un llamado al Centro espiritual invisible, hay una firme seguridad de que tal centro existe. La Invocación es tan antigua como las montañas o la humanidad misma, por lo tanto no requiere ningún otro argumento en favor de su utilidad o potencia.

El llamado invocador común ha sido hasta ahora de naturaleza egoísta, y temporario en su formulación. Los hombres han orado para sí mismos; han invocado la ayuda divina para quienes aman; han dado una interpretación materialista a sus necesidades básicas. La invocación, dada últimamente por la Jerarquía, es una plegaria mundial, no un llamado personal ni una urgencia temporaria e invocadora; expresa la necesidad de la humanidad y atraviesa todas las dificultades, dudas e interrogantes, yendo directamente a la Mente y al corazón de Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, Que permanecerá con nosotros hasta el fin de la era y "hasta que el último cansado peregrino haya encontrado su camino al hogar".

Pero la Invocación no es vaga ni nebulosa. Expresa las necesidades básicas de la humanidad actual —la necesidad de luz y amor, de compresión de la voluntad divina, para que finalice el mal. Triunfalmente dice: "Que la luz descienda a la Tierra; que Cristo retorne a la Tierra; que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres; que el Plan selle la puerta donde se halla el mal". Luego resume todo eso con palabras de clarín: "Que la luz, el amor y el poder restablezcan el Plan en la Tierra". Siempre el énfasis sobre el lugar de aparición y de manifestación: la Tierra.

Esta Invocación está ayudando mucho a cambiar los asuntos mundiales —mucho más de lo que podrá aparecer ante los ojos. Pero más queda por hacer. Pediría a todos los estudiantes, a todas las personas de buena voluntad y a todos los que participan en el trabajo de Triángulos y ayudan a construir la red de luz y buena voluntad, que hagan todo lo posible por difundir el empleo de La Invocación. 1952 será un año de crisis espiritual, en el cual será posible cerrar más herméticamente la puerta donde se halla el mal.

La Invocación ha salido de los Ashramas combinados de los Maestros y de la Jerarquía; es empleada por sus Miembros con constancia, exactitud y poder. Servirá para integrar los dos grandes centros: la Jerarquía y la Humanidad, y relacionarlos en forma nueva y dinámica con el "centro donde la voluntad de Dios es conocida".

Por lo tanto les pido que durante los años venideros se preparen para emplear y distribuir la Invocación, convirtiéndola en su principal esfuerzo. Quisiera que hicieran un llamado a los pueblos de todos los países del mundo (pueden hacerlo) para recitar conjuntamente la invocación, el mismo día en cada país. 1

1. El día Mundial de la Invocación fue inaugurado en junio de 1952 y se celebra actualmente en el plenilunio de Géminis.

Pediría la recopilación de todo lo que he dicho y escrito sobre la Invocación y que preparen un breve manual sobre su empleo, uso y propósito, haciendo llegar un ejemplar a todos aquellos que estén dispuestos a emplearla. Una comprensión de su origen, significado y potencia, hará más efectiva esta Invocación. 1952 deberá ser una encrucijada en el pensamiento de la humanidad, en las metas humanas y en los asuntos humanos. Pediría que trabajen para este desarrollo.

Aquí tienen un breve resumen de los cinco resultados espirituales más importantes del siglo actual. La guerra misma ha allanado el camino; es el resultado natural y normal de la guerra, y han surgido (con excepción de la Gran Invocación) de las masas y de sus pensamientos; la demanda inexpresada y el llamado de sus sufrientes corazones, es lo que ha traído la Invocación.

Los otros dos acontecimientos espirituales que he enumerado se producirán, como saben, en el futuro. Constituyen el acercamiento más estrecho de los Miembros de la Jerarquía espiritual con nuestra humanidad, y la reaparición de Cristo. No consideraré estos dos puntos. El último estupendo acontecimiento lo he tratado en los libros La Reaparición del Cristo y La Exteriorización de la Jerarquía y me he ocupado exhaustivamente del surgimiento de la Jerarquía en el plano físico.

Ansío que se concentren en el trabajo preparatorio para estos dos "surgimientos"; traten de que los cinco acontecimientos espirituales que son de su conocimiento, los conviertan en parte definida de su propio esfuerza espiritual.

Que la humanidad constituya su campo de servicio y pueda decirse de ustedes que, conociendo los hechos espirituales, fueron parte dinámica de dichos acontecimientos espirituales; que no se diga que conocían estas cosas y no hicieron nada ni se esforzaron por hacerlo. Tampoco permitan que el tiempo se deslice cuando trabajan.

Extractos del Tratado sobre los siete Rayos T° V,"Los Rayos y las Iniciaciones", páginas 619-623.

1. Que Cristo retorne a la Tierra. Este retorno no debe ser comprendido en su significado común y su bien conocido sentido cristiano místico. El Cristo nunca dejó la Tierra; se refiere a la exteriorización de la Jerarquía y a Su aparición exotérica en la Tierra. La Jerarquía oportunamente, guiada por el Cristo, actuará abierta y visiblemente sobre la Tierra. Esto sucederá cuando el propósito de la Voluntad divina y el Plan que lo complementará, sean mejor comprendidos y el período de reajuste, de iluminación y de reconstrucción del mundo, haya avanzado debidamente. Este período comenzará en la Conferencia de San Francisco (de allí su gran importancia), aunque al principio avanzará muy lentamente. Tomará tiempo pero la Jerarquía no piensa en términos de años o ciclos breves (los cuales son largos para la humanidad), sino en términos de eventos y de expansión de conciencia.

2. Y selle la puerta donde se halla el mal. Las fuerzas del mal, liberadas durante esta guerra, serán inmovilizadas y selladas en el lugar que les corresponde en un futuro inmediato, y será muy pronto. El mal al que se hace referencia nada tiene que ver con las perversas inclinaciones, los instintos egoístas y la separatividad que reside en los corazones y en las mentes de los seres humanos. Éstos deben vencerlos y eliminarlos por sí mismos. Pero reducir a la impotencia las fuerzas del mal que se aprovecharon de la situación mundial, … difundieron propaganda engañosa y prostituyeron la ciencia para lograr sus fines, requiere la imposición de un poder más allá del humano. Este poder debe ser invocado y su invocación obtendrá rápida respuesta. Dichas potencias del mal serán ocultamente "selladas" en su propio lugar, y lo que exactamente significa nada tiene que ver con la humanidad. Los hombres deben aprender hoy las lecciones del pasado, beneficiarse de las disciplinas de la guerra, ocuparse —cada cual en su propia vida y comunidad— de las debilidades y errores a los cuales pueden haberse visto inclinados.

Discipulado en la Nueva Era T° II, página 138.

Mi intención este año es procurar que se concentren sobre la nueva Invocación dada, con la idea de que personifica la intención divina y resume las conclusiones a que ha llegado la reflexión del Logos planetario Ésta forma de meditación es la más abstracta que se les ha presentado hasta ahora. El significado de esta Invocación fue expresado en términos que son en cierta medida comprensibles para la persona común, porque sus palabras son familiares, basadas en muchos términos bíblicos. Pero las verdaderas implicancias y significaciones internas tienen profunda importancia y no se evidencian superficialmente. Los exhorto a que penetren, a través de la meditación más profundamente en el significado vital de estas palabras, de estas asombrosas palabras. Contienen, hasta donde es posible en idioma moderno, la fórmula que posee la Jerarquía desde que fue fundada en la Tierra, pero que sólo ahora está a disposición del género humano debido a la etapa de evolución alcanzada. La maravilla de estas estrofas mántricas consiste en que son comprensibles tanto para los miembros de la familia humana como para los miembros del reino de Dios. Significan una cosa para el hombre común, y ese significado es bueno, poderoso y útil; otra, para el hombre que recorre el sendero de probación, porque le adjudica a las palabras un significado profundo y más esotérico que aquel que está totalmente polarizado en su naturaleza inferior, y aún otra para el discípulo afiliado al Ashrama que actúa conscientemente en él; para los iniciados y los miembros avanzados de la Jerarquía tienen aún una significación más elevada e incluyente.

… Al mismo tiempo proporcionan en forma casi excepcional, la siguiente etapa de desarrollo en la serie de meditaciones que he planeado para ustedes; también en forma peculiar, debe ayudarlos a progresar en sus reflexiones y en la capacidad de captar las abstracciones. Busquen la idea abstracta subyacente en esta Invocación. Está allí. De su reacción a esta Invocación y de la capacidad de emplear sus frases como "peldaños" que llevarán a ciertos niveles de pensamiento abstracto, hasta ahora no alcanzados, podré juzgar si están preparados como individuos, para cierto trabajo específico preliminar a la iniciación que ustedes (también como discípulos individuales) deberán recibir.

La estrofa final de la "Invocación al Poder y a la Luz", como se la denomina en los Archivos de los Maestros, aparentemente es sencilla. En dichos archivos hay al margen un símbolo que indica la era o el período de la historia humana durante el cual puede y deberá ser empleada. Es interesante observar que la evolución de la humanidad está de acuerdo al tiempo fijado. Dicha Invocación atraerá grandemente al género humano. Aconsejo que al presentarla al público definidamente cristiano (como por ejemplo los eclesiásticos de todas las denominaciones), se le cambie la última línea de la tercera estrofa y diga "El propósito que el Maestro conoce y sirve", o "que los discípulos conocen y sirven". La palabra "discípulo" es incluyente, en sentido jerárquico, al mismo tiempo fácilmente reconocida por los ortodoxos, pero no ofrece ninguna limitación al esoterista. Abarca todo grado de aspirante humano, desde el discípulo recientemente aceptado hasta, e inclusive, el Cristo Mismo…

Cada una de las cuatro estrofas se refiere a uno de los tres aspectos de la energía divina —además de referirse a la humanidad misma donde se unen los tres— y están potencialmente en latencia, llegando finalmente al pleno florecimiento de la divinidad, expresando en forma perfecta los tres aspectos. De allí, hermanos míos, la intensidad del conflicto humano —conflicto sin paralelo en cualquier otra diferenciación de la Vida divina. En la humanidad se unen todos los aspectos y líneas. Esto es fundamental en la enseñanza esotérica. Ustedes saben muy bien que los reinos subhumanos culminan en la humanidad y los reinos superhumanos tienen allí su oportunidad y todas las vidas superhumanas han pasado alguna vez por el reino humano.

Las primeras tres líneas se refieren a la Mente de Dios, como punto focal para la luz divina, lo cual significa el alma de todas las cosas. El término "alma", con su principal atributo de iluminación, incluye al ánima mundi, el alma animal, el alma humana, y a ese punto culminante de luz que consideramos como el alma influyente de la humanidad. Es un aspecto de la manifestación divina, al cual se refiere ese gran Hijo de Dios manifestado como Shri Krishna, cuando exclamó: "Habiendo compenetrado el entero universo con un fragmento de Mí Mismo, Yo permanezco". Ese fragmento es el alma de todas las cosas. Esa alma trae la luz y difunde la iluminación.

En las tres líneas de la segunda estrofa es invocado el corazón de Dios y considerado el punto focal de amor. Este "corazón" del mundo manifestado es la Jerarquía —ese gran agente transmisor de amor hacia cada forma de la divina manifestación. No es necesario que me explaye sobre la "naturaleza esencialmente amorosa" de la Jerarquía; se ha escrito demasiado sobre ella, se ha comprendido excesivamente poco y se ha hablado demasiado del amor y no se ha comprendido suficientemente la tarea que enfrenta la Jerarquía cuando trasmite amor.

El amor es una energía que debe llegar a los corazones de los hombres y fecundar a la humanidad con la cualidad de la comprensión amorosa —eso es lo que el amor y la inteligencia expresan cuando se unen.

Las tres líneas, de la tercera estrofa se refieren a Shamballa —"el Centro donde la Voluntad de Dios es conocida"— el centro de donde la Jerarquía extrae su vida, a medida que despierta en la humanidad el impulso de servir. Como bien saben, estas líneas indican que la humanidad no puede aún captar el propósito de Sanat Kumara. Sólo los Miembros avanzados de la Jerarquía y por lo menos los iniciados de tercer grado (el primer grado de la Logia de Sirio), tienen una idea de la naturaleza del propósito que subyace en el Plan. Reflexionen sobre esta frase.

Habiendo invocado los tres aspectos o poderes de la Mente, del Amor y de la Voluntad, las tres líneas de la cuarta estrofa indican el arraigo de todos estos poderes en la humanidad misma, en "el Centro que llamamos la raza de los hombres". Aquí y sólo aquí, reside la promesa del futuro y su esperanza y oportunidad. Aquí y sólo aquí, todas las cualidades divinas en tiempo y espacio— pueden expresarse y cumplirse; aquí y sólo aquí, puede verdaderamente nacer el amor, actuar correctamente la inteligencia y la Voluntad de Dios demostrar su buena voluntad efectiva. Por intermedio de la humanidad, sola y sin ayuda (excepto por el Espíritu divino que existe en cada ser humano), puede "ser sellada la puerta donde se halla el mal". No es Sanat Kumara que sella esa puerta; no es la Jerarquía que obliga al mal a retroceder al lugar de donde vino. Es la humanidad que lucha, aspira y sufre, a quien se le ha confiado la tarea y, hermano mío, la humanidad es apta para esa tarea.

Esta afirmación la tienen siempre en cuenta quienes emplean con mucho poder la Invocación, y sirve para enfocar y arraigar en el reino humano las energías invocadas. Tal es Su tarea. De ahí en adelante la humanidad se hace cargo de ese cometido.

Esta Invocación es también única porque invoca a los tres aspectos divinos. Es sintética en su acercamiento. Esto se realiza por primera vez en la historia humana. Hasta ahora el desarrollo del género humano no había justificado tal expresión.

Discipulado en la Nueva Era T° II, página 143-146.

* * *

contacto:info@lucis.org

OBRAS DE ALICE A. BAILEY EDITADAS

POR FUNDACIÓN LUCIS

1. Iniciación Humana y Solar

2. Cartas sobre Meditación Ocultista

3. Tratado sobre Fuego Cósmico

4. Tratado sobre Magía Blanca o El Camino del Discípulo

5. Discipulado en la Nueva Era — Tomo I

6. Discipulado en la Nueva Era — Tomo II

7. Los Problemas de la Humanidad

8. La Reaparición de Cristo

9. El Destino de las Naciones

10. Espejismo (Glamour)

11. Telepatía y el Vínculo Etérico

12. La Educación en la Nueva Era

13. La Exteriorización de la Jerarquía

Tratado sobre los Sieta Rayos

14. Tomo I (Sicología Esotérica)

15. Tomo II (Sicología Esotérica)

16. Tomo III (Astrología Esotérica)

17. Tomo IV (Curación Esotérica)

18. Tomo V (Los Rayos y las Iniciaciones)

19. La Conciencia del Átomo

20. El Alma y su Mecanismo

21. Del Intelecto a la Intuición

22. De Belén al Calvario

23. La luz del Alma

24. Autobiografía inconclusa

25. Los Trabajos de Hércules

26. El Problema Sexual

27. El Sexo (Recopilación de los libros de El Tibetano)

28. La Muerte (Recopilación de los libros de El Tibetano)

29. El Alma, la Cualidad de la Vida (Recopilación)

30. Reflexionen sobre Esto (Recopilación)

31. Sirviendo a la Humanidad (Recopilación)

32. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo (Recopilación)

33. El Reino Vegetal (Recopilación)

34. El Antakarana (Recopilación)

 

Rodríguez Peña 208, piso 4°C1020ADF – Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Argentina

www.lucis.org