Cultura / La religión y el uso de Internet

La Iglesia argentina crece en la Web

Se abren sitios y se usan las redes sociales para acercar comunidades distantes; aclaran que esto no equivale a una evangelización

Por Patricio Bernabe  | LA NACION    

28 de Junio de 2011: el Papa envía su primer tweet durante el lanzamiento del nuevo portal del Vaticano.

Fue un proceso que se dio en forma paulatina pero firme. La Iglesia Católica en la Argentina, al igual que ocurre con la de otras partes del mundo, se renueva también con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías. Sitios web, uso de Twitter y de Facebook y hasta una adoración del Santísimo Sacramento online son algunas de las herramientas elegidas para continuar transmitiendo un mensaje milenario.

Ya desde el mismo momento de la masificación de Internet y las redes sociales la Iglesia argentina tomó nota del fenómeno. "Esto necesariamente está modificando y enriqueciendo la comunicación de la Iglesia con la sociedad", afirma el presbítero Jorge Oesterheld, vocero del Episcopado.

Actualmente la totalidad de los obispados cuentan con páginas web y las comunicaciones entre las diferentes instituciones de la Iglesia se realizan en forma electrónica.

"Como a cualquier otra institución, para la Iglesia la conexión a Internet se ha convertido también en algo indispensable. La facilidad y la velocidad de la comunicación virtual enriquecen las comunicaciones personales. Es más fácil llegar a públicos muy amplios a los que no se tenía acceso y es un instrumento en el que los jóvenes se sienten muy cómodos", agrega Oesterheld, quien está además en forma personal en Facebook y en Twitter.

Daniel Cabaña, director de la Red Informática de la Iglesia en América Latina (Riial), afirma que "si bien no existe un registro oficial, se aprecia un permanente crecimiento" de la participación de la Iglesia en Internet y las redes sociales.

"Permanentemente se suman obispados, parroquias, congregaciones, movimientos apostólicos, como también organismos pastorales de nivel nacional y regional", sostiene Cabañas.

En el horizonte hay planes muy ambiciosos: desde crear bolsas de trabajo compartidas entre las diócesis hasta plataformas de e-learning, videos y chats.

Oesterheld señala que las nuevas tecnologías "son relativamente baratas" y eso ha facilitado mucho su incorporación a la vida cotidiana de las comunidades. Pero enfatiza: "El esfuerzo mayor hay que hacerlo en el campo de la formación. En este aspecto el mayor desafío es que nadie quede afuera".

Justamente una de las ventajas que le aporta Internet a la Iglesia, apunta Cabañas, es que permite "una mayor cercanía a los lugares más alejados, que pueden acceder a beneficios que antes eran exclusividad de los centros urbanos".

Ida y vuelta

Pero la nueva realidad trae también sus retos. "La presencia en Internet implica interacción, un constante ida y vuelta, no es una comunicación estática en la que uno emite mensajes y muchos reciben. Si no estás dispuesto a interactuar, la red te sirve de muy poco. Este es el mayor desafío para una institución como la Iglesia, que está más acostumbrada a ser emisora que receptora de mensajes", apunta Oesterheld.

Si bien los medios electrónicos permiten la difusión masiva de contenidos, Oesterheld aclara que eso no es aún evangelización. "La transmisión del Evangelio requiere la presencia concreta de personas y comunidades en las que vivir y celebrar la fe. No se puede transmitir el Evangelio por Internet, como no se puede educar a un hijo por Internet", dice.

Uno de los más activos participantes y defensores de la presencia de la Iglesia en el mundo digital es el sacerdote Guillermo Marcó, director de la Pastoral Universitaria. "Si en la Web hay ya millones de personas, por qué no nosotros. Ya la gente casi no distingue lo que es el mundo online y el offline ", afirma.

Marcó aporta también una mirada crítica: "La mayoría de los sitios vinculados a la iglesia no son más que carteleras estáticas. Nosotros proponemos algo interactivo, que sea 2.0, por eso creamos la parroquia online , donde se puede encontrar el Santísimo Sacramento y rezar ante él en tiempo real", afirma. "Esto permite a muchos enfermos, que no se pueden desplazar, tener la oportunidad de orar", añade.

Para esta original adoración se instaló una cámara frente al Santísimo Sacramento, que está en un oratorio cerrado dentro de la capilla de la sede de la Pastoral Universitaria del Arzobispado de Buenos Aires, y que transmite las 24 horas. La iniciativa cuenta con la aprobación del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, de cuya jurisdicción depende esta iniciativa. Luego de ingresar al sitio ( www.parroquiaonline.com ) se debe hacer un clic en "Rezo" (que luego se transforma en "rezamos").

Marcó aclara que esto busca generar una suerte de comunidad virtual de fieles, pero que la experiencia "no reemplaza lo presencial", sino que añade un servicio, al que se sumará más adelante la posibilidad de bajar música religiosa a los celulares. Allí se informan también los horarios de las misas, algo similar a lo que ocurre con el sitio El Evangelio del Día, en el que el internauta se suscribe y lo recibe por mail o en su celular.

Marcó es un defensor del uso de Facebook. "Me sirve muchísimo, es un lugar de encuentro habitual y una herramienta pastoral." Y confía en que estos espacios y caminos que se abren para la difusión del mensaje se extiendan aún más.

Para contactarse

Adoracion del Santísimo en la web
www.parroquiaonline.com

Arzobispado de la Ciudad de Buenos Aires
www.arzbaires.org.ar

Vocero episcopal
www.joesterheld.com ; @jooesterheld

Guillermo Marcó
www.padreguillermomarco.wordpress.com ; @guillermomarcog

Canal 21 del arzobispado
es-es.facebook.com/canal21Arzbaires

Directorio global de medios católicos
www.intermirifica.net.

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Miércoles 07 de marzo de 2012 | Publicado en edición impresa

Benedicto XVI puso en marcha una revolución 2.0

Si bien no usa computadora, impulsó la utilización de Internet

Por Elisabetta Piqué  | LA NACION

    

Monseñor Ruiz. Foto: LA NACION / Elisabetta Piqué

ROMA.- Está en Facebook, en YouTube, en Twitter, en miles de páginas web, en aplicaciones para teléfonos inteligentes. Aunque Benedicto XVI no usa computadora ni suele navegar por Internet, su pontificado quedará en la historia como el que puso en marcha una verdadera revolución 2.0 en el Vaticano. El Papa está más presente que nunca en el mundo virtual, llegando a través diversos canales de la red de redes a todos los rincones del mundo.

Benedicto XVI, que en abril cumplirá 85 años, se convirtió en junio de 2011 en el primer papa "twitero" de la historia al anunciar personalmente, en 140 caracteres, el lanzamiento de un nuevo portal de la Santa Sede ( www.news.va ) a través de una iPad. Sacerdotes y obispos de todo el mundo acompañan al Papa en esta voluntad de transmitir el mensaje de Cristo a través de la red de redes. Hay varios cardenales "twiteros", entre ellos Gianfranco Ravasi, al frente del Pontificio Consejo para la Cultura ( @CardRavasi ), o Angelo Scola, arzobispo de Milán ( @angeloscola ), ambos considerados "papables". O sacerdotes como Paolo Padrini, inventor del iBreviary, la primera aplicación de las oraciones oficiales católicas para smartphones y tabletas.

"La cultura en estos tres últimos años cambió para todo el mundo con el hiperdesarrollo de Internet, y la Iglesia Católica quiso acompañar este cambio", explicó a La Nacion monseñor Lucio Adrián Ruiz, el argentino que encabeza desde agosto de 2009 la oficina del Servicio Internet Vaticano y que es parte clave de esta revolución 2.0 que puso en marcha Juan Pablo II y que siguió Benedicto XVI.

"En diciembre de 2010 celebramos en el Vaticano los 15 años del nacimiento del sitio vaticano ( www.vatican.va ), y aunque 15 años no son muchos para la Santa Sede, lo destacable es que cuando nacía Internet la Iglesia entendió que se tenía que meter en ese momento, en un paso cultural fundamental para acompañar el cambio", agregó monseñor Ruiz, un santafecino de 46 años.

Mucha agua ha pasado debajo del puente desde entonces. Ahora el Papa mismo tiene su lugar en Internet, donde no sólo se encuentran todos los textos de los mensajes, discursos, encíclicas, cartas apostólicas, exhortaciones, angelus, oraciones, audiencias y viajes, sino también noticias, audios y videos de sus actividades, traducidos en varios idiomas. Además, hay otros sitios ".va" con fuerte presencia en las redes sociales, como Facebook, Twitter, YouTube y Radio Vaticana, así como miles de páginas con otros contenidos, que van desde los diversos dicasterios de la Curia, el gobierno central de la Iglesia, hasta las celebraciones litúrgicas o la historia de los sucesores de Pedro, entre otras informaciones.

Los servidores del Vaticano atienden a un millón de visitantes por día, que pueden aumentar durante eventos especiales, como por ejemplo, la beatificación de Juan Pablo II, el 1° de mayo del año pasado, cuando hubo 12 millones de visitadores en tres días. "En esos días se cliqueó masivamente la página www.juanpabloII.va ... Se trata de estar presente en la realidad virtual, como lo es todo lo que tiene que ver con la cultura actual", subrayó monseñor Ruiz, un sacerdote experto en el tema que vive con tres smartphones prendidos, estudió mecánica eléctrica e industrial superior, análisis de informática aplicada, sistemas de ingeniería Microsoft e hizo un máster en Economía y Negocios en Madrid.

"La imagen de Benedicto XVI es que con los medios no va... Pero leyendo los mensajes que escribió para las Jornadas Mundiales de las Comunicaciones Sociales queda clarísimo que este pontífice es de superavanzada: en el mensaje de 2010, por ejemplo, el Papa dijo que así como los apóstoles salieron a evangelizar con los medios de su época, nosotros salimos con nuevos medios. Internet es un terreno de misión que implica un desafío para la Iglesia y que potencia y hace llegar a los confines extremos del mundo su mensaje", apuntó Ruiz.

"La Iglesia siempre, desde la encarnación, que es Dios que se hace hombre, hace cultura y acompaña al hombre en la historia. Si el verbo se hizo carne, la Iglesia se hace cultura. Y si la cultura de hoy tiene su componente digital, la Iglesia está presente. Es una nueva manifestación de la Navidad", explicó Ruiz. "Cristo siempre se vuelve a hacer carne en la cultura, en la pintura, en la música y, también, en Internet", agregó.

Ruiz está al frente de un equipo de 24 personas, todas laicas, que trabajan en una oficina de la Vía de la Conciliazione. "Nosotros somos los brazos, las piernas y las manos digitales del Papa", concluye..

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Miércoles 07 de marzo de 2012 | Publicado en edición impresa

Opinión

Un nuevo camino para el mismo mensaje

Por Agustín Radrizzani  | Para LA NACION

    El papa Benedicto XVI, en su magisterio sobre los temas relacionados con la comunicación social, se muestra especialmente atento al fenómeno de las redes sociales y en general a todos los temas que plantean las nuevas tecnologías.

"En nuestros días, la Red se está transformando cada vez más en el lugar de las preguntas y de las respuestas; más aún, a menudo el hombre contemporáneo es bombardeado por respuestas a interrogantes que nunca se ha planteado", dice el Papa en su último mensaje.

Y más adelante señala que en "el complejo y variado mundo de la comunicación emerge la preocupación de muchos hacia las preguntas últimas de la existencia humana: ¿quién soy yo?, ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar?"

Para el Santo Padre esas preguntas son importantes porque detrás de ellas hay personas concretas que se las formulan y esperan una respuesta: "Es importante acoger a las personas que se formulan estas preguntas, abriendo la posibilidad de un diálogo profundo, hecho de palabras, de intercambio, pero también de una invitación a la reflexión y al silencio que, a veces, puede ser más elocuente que una respuesta apresurada y que permite a quien se interroga entrar en lo más recóndito de sí mismo y abrirse al camino de respuesta que Dios ha escrito en el corazón humano".

Las nuevas tecnologías se han convertido en un nuevo escenario para la difusión del Evangelio de Jesucristo, en una nueva forma de presencia de la Iglesia en el mundo, en un nuevo camino para que a los hombres y mujeres de nuestro tiempo llegue el mensaje del amor de Dios y así hacer entre todos el cielo nuevo y la tierra nueva que nos devolverá la esperanza y la alegría de sabernos hijos de un mismo Padre y hermanos entre nosotros.

Arzobispo de Mercedes Luján y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Argentina.

Arzobispo de Mercedes Luján y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Argentina. .