FRANCOIS HOUTART: SOCIOLOGO Y SACERDOTE BELGA
 

"Una nueva regulación del capitalismo no resolverá la crisis del sistema mundial"




POS-CAPITALISMO. "HAY UNA EXPERIENCIA HISTÓRICA QUE TAMBIÉN ESTÁ AGOTÁNDOSE, Y PRECISAMOS ALTERNATIVAS DE FUTURO.", DICE HOUTART.
 

Los movimientos "altermundialistas", dice este prestigioso intelectual europeo, fueron los que con mayor realismo advirtieron sobre el carácter de los desequilibrios ecológicos globales.


Fabián Bosoer.
fbosoer@clarin.com

Los movimientos de resistencia a la globalización, "globalifóbicos" o "altermundialistas", a pesar de su heterogeneidad y su carácter contestatario, tuvieron la virtud de advertir la necesidad de respuestas y cambios más radicales a los desequilibrios generados por un predominio de los mercados financieros internacionales. Tildados de "utópicos" terminaron siendo los más realistas, aunque sus voces sigan sin ser debidamente atendidas.

Quien así opina es Francois Houtart, sacerdote católico e intelectual marxista, fundador y director del Centro Tricontinental de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Es uno de los principales referentes intelectuales del llamado "alter-mundialismo". Houtart ha tenido también la oportunidad de participar en la formación de una generación de sociólogos latinoamericanos, que estudiaron en Lovaina entre los años 60 y 80, sentando las bases de los estudios de sociología de la religión en nuestro continente. Más recientemente, integró la comisión de notables presidida el año pasado por Joseph Stiglitz y encargada por el secretario general de la ONU para elaborar recomendaciones sobre cómo enfrentar la crisis económica global. Estuvo en Buenos Aires, invitado para hablar en la Conferencia Internacional "Derechos Humanos y democratización: entre público y privado, entre local y global" organizado por la Universidad Nacional de San Martín y varias ONGs internacionales. Y conversó en exclusiva con Clarín.

Pasó poco más de una década desde el surgimiento del llamado "movimiento anti-globalización" ¿cómo recuerda Ud, uno de sus inspiradores, sus momentos principales?

Es así, podemos situar uno de los orígenes de lo que nosotros dimos en llamar "alter-mundialismo" en 1999, cuando a partir de la iniciativa de un grupo de movimientos sociales de diferentes continentes organizamos una contra-conferencia en el Foro de Davos, en Suiza. Eso tuvo una gran repercusión, estaban allí el Movimiento de los sin Tierra de Brasil, los sindicatos obreros de Corea del Sur, cooperativas agrícolas de Burkina Faso, movimientos de mujeres de Canadá, y el movimiento de desempleados de Francia, junto a un grupo de intelectuales y académicos como Susan George, Samir Amin y Ricardo Petrella. Pudimos ir allí y brindar nuestra palabra, mientras estaban reunidos los representantes y líderes de las economías más ricas y las instituciones financieras mundiales. Hicimos un gran ruido y desde entonces empezó a hablarse de "el otro Davos".

¿Qué resultados obtuvieron? ¿Lo que plantearon entonces fue anticipatorio de las crisis que sobrevendrían años más tarde?

En aquella conferencia de prensa dijimos que no se podía continuar así, que había que reorientar la economía mundial. Y como los brasileños estaban ahí con nosotros, de ellos vino la idea del Foro Social Mundial, frente al Foro Económico Mundial de Davos, que se organizó dos años después. Desde entonces ya se organizaron nueve Foros Sociales Mundiales, y otros también continentales, nacionales, temáticos, y son centenares de miles de personas que se movilizaron durante estos años. Dos de los foros se organizaron fuera de América Latina, uno en Bombay, en la India, y otro en Nairobi, en África, pero la mayoría han tenido lugar en América Latina, lo que ha tenido un impacto positivo, según creo, también sobre la evolución política del continente. El logro principal fue desarrollar una conciencia colectiva mundial nueva, y por otra parte, ser un lugar donde se constituyeron, o se reforzaron, muchas redes de movimientos y de temáticas, sobre el agua, sobre la Amazonia, la vida campesina, etc...

¿Ha planteado verdaderas alternativas o se quedó en lo meramente contestatario?

Hacer conocer determinadas situaciones es fundamental. No estamos hablando de sistemas ideológicos contrapuestos o confrontados, sino de una experiencia histórica que también está agotándose, y precisamos alternativas de futuro. Hay una lógica que está destruyendo el planeta.

¿Un ejemplo concreto?

Un ejemplo es la agro-energía, que se plantea como una solución a la crisis ambiental y energética, y no lo es. De hecho, la combustión de los motores, o la producción de dióxido de carbono es menor cuando se utiliza etanol o agrodiesel, pero cuando se toma todo el proceso de producción, de transformación, de distribución de esta energía, la conclusión es que, en general, no es mejor, porque se destruyen las selvas, se destruye la biodiversidad, se contaminan los suelos, el agua. Por otra parte, es una solución muy marginal para la energía. Por ejemplo, en Europa, que ha decidido utilizar 20% de energía de origen agrícola para el año 2020, en los transportes, con toda la producción de agroenergía, por el momento, de aquí al 2020, podemos esperar solamente responder al aumento de la demanda, no a la demanda total. Tampoco en este aspecto es una solución. Y, por otra parte, si se quiere que la agro-energía tenga una cierta contribución a enfrentar la crisis energética, se deben utilizar millones de hectáreas de tierras en Asia, África y América Latina, porque no hay bastantes tierras en Europa, y eso puede empujar a la expulsión de por lo menos 60 millones de campesinos de sus tierras. Esto ya está sucediendo, en África, en América Latina, y en ciertas partes de Asia también.

Sin embargo, existe un fenómeno de profunda reconversión productiva, revolución tecnológica y de los alimentos y hemos vivido un ciclo de crecimiento que parece incluso recobrar su dinámica luego de la crisis financiera de 2008. ¿Cómo se compatibiliza esto con la crisis del capitalismo que Ud. describe?

Vayamos al análisis de esta última gran crisis. En aquel momento se reunió en el marco de la Asamblea General de la ONU una comisión de notables presidida por el premio Nobel Joseph Stiglitz. Tuve oportunidad de participar en ella como representante personal del presidente de la Asamblea General, que era Miguel D'Escoto, ex canciller nicaraguense. Allí quedaron fijadas grandes posiciones frente a la crisis y se coincidió en la propuesta de establecer nuevas regulaciones al sistema económico internacional, que se había salido de cauce. En esta orientación, concidían tanto los que querían pocas regulaciones y transitorias, como el G-20, y una posición más neo-keynesiana, a favor de regulaciones más fuertes y permanentes. Por ejemplo: abolir los paraísos fiscales, el secreto bancario, instituir una nueva institución de control global de la economía, etc. Evidentemente, la mayoría de estas propuestas no fueron aceptadas por las Naciones Unidas.

¿Ud. plantea que estas respuestas, el ajuste o la reforma del sistema, resultan insuficientes?

Así es. Pero fuera de este consenso más amplio, surgen, sin embargo, otras dos propuestas. La primera, es la del propio capitalismo liberado de ataduras, una posición casi naturalista -podría decirse "darwinista"- que consiste en decir que las grandes crisis son saludables para el propio sistema, porque permiten eliminar los elementos "débiles" o "enfermos", y así reanudar el proceso de reacomodación de manera más sana, y la economía saldrá así robustecida y pujante. Pero hay una tercera opción, y es la de decir: estamos en una situación tal, no solamente de una crisis financiera o económica, sino de una combinación de crisis, alimentaria, energética, climática, y finalmente, una crisis social profunda, entendiendo que una nueva regulación del capitalismo no resolverá la crisis del sistema mundial.

¿Qué significa esto concretamente?

Significa retomar lo que podríamos llamar "los fundamentos de la vida colectiva" de la humanidad en la Tierra, empezando por nuestra relación con la naturaleza. Significa pasar de la explotación ilimitada de los recursos al respeto como fuente de vida. Significa, evidentemente, una nueva filosofía, y de manera muy concreta, que no es aceptable la propiedad privada irrestricta de los recursos naturales no renovables, y en particular de los recursos energéticos, y que no se puede aceptar que cosas tan esenciales para la vida como el agua, sean regidas exclusivamente por la lógica del mercado. Esto cuestiona también las posturas del socialismo del siglo XX que estaba dentro de la misma filosofía de un progreso sin fin y de una naturaleza inagotable. Si no lo hacemos, pues vamos a seguir destruyendo la naturaleza y autodestruyendo nuestras sociedades humanas, llevándolas a un punto de saturación y de catástrofes sin retorno. Se ha calculado que cada año el período de recuperación de la naturaleza termina más temprano. Aunque es un cálculo un poco abstracto, vale la pena tenerlo en cuenta: el año pasado, ese tiempo de recuperación terminó el 23 de septiembre. Es decir, que el 23 de septiembre de 2009 hemos agotado, por la actividad humana, toda posibilidad de recuperación del planeta. Y cada año, esa fecha se adelanta. Significa que este tipo de modelo, subsumido por la economía y desprovisto de valores éticos, debe ser repensado en el corto, mediano y largo plazo. Como decimos: otro mundo es posible.
 

Señas particulares

Nacionalidad: belga
Edad: 85
Actividad: sacerdote y sociólogo (Univ. de Lovaina)


Es fundador y director del Centro Tricontinental (CETRI) que funciona en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica.


El profesor de Camilo Torres y Rafael Correa

Francois Houtart reúne, a sus 85 jóvenes años, condiciones difícilmente repetibles: es un sacerdote católico reconocido en Europa y a la vez un sociólogo e intelectual marxista a quien han escuchado y escuchan con atención líderes y pensadores de los cinco continentes. Trabajó junto al legendario cardenal brasileño Helder Cámara en los tiempos de la "teología de la liberación" y fue profesor de Camilo Torres, el cura colombiano que terminó organizando un movimiento guerrillero y murió en combate en 1966: "Conocí a Camilo en el '54, en el seminario de Bogotá. Después, le propuse venir a estudiar sociología a Lovaina. Pasó cuatro años allá, fue adoptado por mi familia, y fuimos muy amigos. Cuando regresó, su evolución fue bastante radical, empezó un movimiento político de alianza entre todas las fuerzas de izquierda, renunció al ejercicio del sacerdocio y optó por la lucha armada. Le había conseguido una beca para hacer su doctorado en Lovaina, y que pudiera tomar un poco de distancia, pero ya era tarde. Cuando llegué a Bogotá, él ya se había ido a combatir a la montaña ." Houtart tuvo otro alumno a quien quiere y respeta mucho: el presidente ecuatoriano Rafael Correa.


Textuales

"Ya se organizaron nueve Foros Sociales Mundiales, y otros también continentales, nacionales, temáticos; son centenares de miles de personas que se movilizaron durante estos últimos diez años"


"No se puede aceptar que cosas tan esenciales para la vida como el agua, o los recursos energéticos no renovables sean regidos exclusivamente por la lógica del mercado"

"Se habló de abolir los paraísos fiscales y el secreto bancario, de una nueva institución de control global de la economía, pero esas propuestas no prosperaron"