DISPUESTO A ESCUCHAR
"No somos como ellos..."

CARTA DE UN CIUDADANO COMÚN ENVIADA AL DIARIO CLARÍN (ARGENTINA) - 21 Marzo 2010

Quizás sea la carta de una persona desesperada, que no sabe más qué hacer, o quizás la de alguien que solamente aspira a vivir en paz. Por lo que fuera, quiero decirles a aquellos ciudadanos del mundo que todavía leen algunas noticias de la Argentina, que nosotros, ciudadanos comunes, que lo único que queremos es vivir en un país con un trabajo digno, con buena educación y sin preocuparnos por salir a la calle sin temor a que nos maten, entre otras cosas, que no somos como ellos. Y con "ellos" me refiero a esta clase política (oficialistas y opositores) que tenemos y que lo único que persiguen son intereses mezquinos para satisfacer sus propias ansias de poder, a espaldas de un pueblo que todavía sigue esperanzado en que la Argentina sea un lugar en el mundo donde valga la pena vivir.
El ciudadano común, creo, mira con asombro cómo, desde esa política absurda, se disputan el poder como si se tratase de un campeonato de fútbol, donde día a día están viendo si "tengo tantas bancas, entonces zafo de la Promoción. Pero si algún político no se presenta, entonces paso al descenso directo".

No somos como ellos: el ciudadano común se diferencia de "ellos" por algo esencial al ser humano. Tenemos dignidad. No somos como ellos: el ciudadano común tiene un sentido del "bien común". No somos como ellos: el ciudadano común trabaja para poder mantener a una familia y darles a sus hijos un futuro mejor. No somos como ellos: el ciudadano común estudia para construirse un futuro. No somos como ellos: el ciudadano común quiere con su esfuerzo personal tener un mejor pasar. Leer en los periódicos y ver por televisión las palabras sin contenido de todo el espectro político me llena de vergüenza ajena. El ciudadano común sale a trabajar y piensa en ese día de trabajo. Los políticos argentinos, desde el 28 de junio del año pasado ya están pensando en las presidenciales del 2011, mientras el país navega a ciegas.

Todo esto me da mucha bronca y me llena de angustia, porque intuyo que el futuro seguirá siendo como este presente, en el que la violencia dialéctica, y por qué no la física, la idea de destruir al que no piensa como yo en lugar de construir sobre la base del que no piensa como yo, será el camino que tengamos que transitar. Y me da mucha bronca porque la Argentina tiene mucho para dar, desde su materia gris que realmente abunda y desde sus perspectivas macroeconómicas podríamos estar en los mejores lugares, pero con esta clase política, ambiciosa de poder para sí misma y no para el bien común, me parece que nunca vamos a salir adelante. Posiblemente, algún político con dignidad se sienta afectado con todo esto que estoy diciendo y crea que, injustamente, lo estoy poniendo en la misma bolsa. Pues bien, a él le digo que no se la agarre con el mensajero, sino que vaya a esos políticos que ellos saben quiénes son, y les digan: "Viste, por tu culpa yo estoy en la misma bolsa que vos".

Carlos Lelli
UN CIUDADANO COMUN
clconsulting@ciudad.com.ar



EL COMENTARIO  Por Osvaldo Pepe  opepe@clarin.com

El lector grita su hartazgo por la política, que hoy se expresa en el largo minué de oficialismo y oposición en el Congreso, con su mezquino duelo de ventajitas menores. Aun entendiendo su querella, una sociedad desencantada con la política y los políticos es una bomba de tiempo abierta a las aventuras totalitarias. La política bien entendida ennoblece y mejora las sociedades. El Gobierno, sobre todo, y la oposición se ven hoy como enemigos. El que disiente es hereje y no ciudadano. La semana que pasó volvimos a ver las caras de los verdaderos enemigos, con Astiz y Videla recorriendo los tribunales. Ellos fueron detractores de la política y de la vida. El lector lanzó un alerta válido, a todos nos toca saber entenderlo y encauzarlo.