Este meduloso trabajo de investigación ha sido desarrollado por el reconocido médico alergista Dr. Jorge Lavrut (Jefe Servicio de Alergia de Casa Cuna, Hospital Pedro de Elizalde) y un grupo de capacitados colegas. Mucho agradece Faro de la Utopia permitan su divulgación como un modo más de impedir la concreción y propagación de tan terrible flagelo.  

 

Trabajo Infantil

INTRODUCCION

 

Es evidente que el trabajo infantil constituye un complejo fenómeno arraigado profundamente en las características económicas, sociales y culturales de aquellas sociedades en las que existe.

Tener que trabajar desde la niñez, (y la mayoría de los niños que lo hacen no tienen la suerte de poder elegir) incide enormemente en el desarrollo físico e intelectual del niño.

Para conocer la cantidad de niños económicamente activos se debería contar con estadísticas fidedignas de los distintos países y cotejarlos. Muchos países no la realizan y en aquellos en que sí se recaban datos, en las estadísticas se suele excluir a los niños que se desempeñan en el servicio doméstico, la agricultura y en el sector informal.

Se estima que unos ciento veinte millones de niños de 4 a 15 años de edad participan en actividades económicas. Esta cifra se eleva a doscientos cincuenta millones si se cuentan los que trabajan en calidad de actividad secundaria. Muchos lo hacen en condiciones totalmente inaceptables y en transgresión de la Ley o al margen de la misma.1

A menudo los padres desconocen la existencia de determinadas leyes e ignoran la naturaleza ilícita del trabajo de sus hijos; esto sumado a la necesidad familiar de percibir el ingreso por ellos generado, explicaría por qué se hacen pocas quejas del empleo en condiciones de explotación de los niños.

El trabajo infantil, la explotación y el abuso de los niños se han convertido en temas fundamentales de preocupación a escala internacional.

Nuestro objetivo es observar la evolución del trabajo infantil, sus implicancias culturales, socioeconómicas y de salud, desde el siglo XVIII hasta nuestros días y reseñar la legislación y los programas que se están llevando a cabo para la erradicación del mismo.

 

 

 

 

RESEÑA HISTORICA DEL MOVIMIENTO OBRERO Y TRABAJO INFANTIL

Después de dos siglos difíciles y críticos, el XIV y el XV, sacudidos por guerras políticas y religiosas, por la crisis de los cereales, la crisis financiera y económica, las pestes y hambrunas, se da una nueva coyuntura mundial que va a modificar profundamente la economía europea.

Con los descubrimientos y exploraciones de España y Portugal, la expansión europea hace que en poco más de medio siglo, América, Africa y Asia se incorporen como productores de materia prima. Surge entonces la necesidad de la mayor productividad. Se acelera el proceso de disolución de las estructuras sociales y económicas del mundo feudal y la organización de la producción, y en dos siglos se disuelve el taller artesanal generalizándose el trabajo manufacturero. Estos cambios hacen que comience el trabajo asalariado, definiéndose una clase obrera, que aparecería como factor diferenciado y determinante de la revolución industrial. Pero el proceso es lento y se desarrolla en etapas sucesivas y por un largo período existen las dos formas de producción.

Durante el artesanado trabajaban en el taller un maestro artesano, oficiales y aprendices y aún cuando alguno de estos contrataban obreros, éstos eran solo complementarios del maestro. El trabajo no suponía división de tareas y se fabricaban piezas únicas, una por una.

En contraposición, en el trabajo manufacturero se produce la división de tareas, los trabajadores en las manufacturas pasan a ser cada vez más anónimos. Ante esta situación, los talleres se especializan, es decir  que entre todos terminan los productos. Se empieza a elaborar la materia prima en un taller, luego pasa a otro taller para que se continúe y así sucesivamente hasta terminar la pieza, incorporando en alguna forma la división del trabajo.

Las manufacturas y los talleres organizados  son los que terminan con el trabajo artesanal y dan paso al sistema constituido por empresario y asalariado.

Con todos estos cambios se crean entonces las condiciones para que aparezca una nueva clase social: la clase obrera. Estos cambios implican pasar de la herramienta (instrumento por excelencia del artesano) a la máquina (que a medida que se va perfeccionando pasa a ser el instrumento de la manufactura). La revolución industrial sería la culminación de este proceso, su triunfo es el triunfo de la máquina.2

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL:

Comienza a fines del siglo XVIII en Inglaterra con la transformación económica. Ella fue el resultado de la adopción de una serie de innovaciones tecnológicas que se aplicaron a la organización del taller y el trabajo productivo del obrero.

Hasta entonces el grueso de la producción se llevaba a cabo en los talleres manufactureros pero principalmente en los domicilios de los mismos trabajadores, que entregaban al empresario la materia prima ya elaborada. De esta forma el trabajador domiciliario se imponía su propia disciplina y gozaba de cierta libertad de movimientos. El obrero trabajaba aún con sus máquinas y sus propios elementos y aunque su jornada fuera larga, se trataba de sus horas, de las cuales disponía más o menos libremente.

En Inglaterra en el siglo XVIII (el principal país industrializado) la transformación industrial se centra en la industria textil, principalmente de algodón. Al telar mecánico y la hiladora mecánica, llamada la mula de Grompton (ambos de 1780), se le suma el hallazgo de aplicar al proceso de producción industrial la energía proveniente del vapor de agua. Tenemos así el cuadro completo de las transformaciones tecnológicas que producen la revolución industrial. Esto elimina dramáticamente y en un solo golpe al trabajador domiciliario.

En el lapso de treinta años este trabajo fabril se fue organizando en otros países europeos (Francia, Alemania, Bélgica y otros) pero en la medida que todo el proceso se generalizaba los problemas que se plantean en Inglaterra, son también los del continente.

Un historiador inglés, Hobsbason, describe las condiciones de trabajo con claridad: En primer lugar los obreros tenían que aprender a trabajar de modo adecuado a la industria, esto es, a un ritmo de trabajo diario regular ininterrumpido, que es completamente diferente de los altos y bajos estacionales de la granja o del artesano independiente, que puede interrumpir su trabajo cuando le place.

... Los empresarios británicos de aquella época se quejaban entonces, como ahora lo hacen los de África del Sur constantemente de la “pereza” del obrero...

esta dificultad fue solucionada por la introducción de una disciplina laboral draconiana (multas, un código de “amo – criado” que utilizaba la ley a favor del empresario, etc.)

... En las fábricas donde era más urgente el problema de la disciplina laboral, con frecuencia se vio que lo más conveniente era emplear mujeres y niños, tratables y más baratos.

MANIFIESTO COMUNISTA: (fragmentos, 1847):... La industria moderna ha convertido el pequeño taller del maestro patriarcal en la fábrica del magnate capitalista. Cuanto menores son la habilidad y la fuerza que reclama el trabajo manual, es decir, cuanto mayor es el desarrollo adquirido por la moderna industria, también es mayor la proporción en que el trabajo de la mujer y el niño desplaza al del hombre. Socialmente ya no rigen para la clase obrera esas diferencias de edad y de sexo. Son todos, hombres, mujeres y niños, meros instrumentos de trabajo, entre los cuales no hay más diferencia que la del costo.2

EL TRABAJO DE LOS NIÑOS:

Las condiciones de vida del obrero son un retrato de la miseria que acarreó la revolución industrial a todo un sector social, los métodos aplicados al trabajo de mujeres y niños: discriminación en el salario y superexplotación, la situación adquiere contornos más dramáticos.

INGLATERRA:

En otro aspecto, la maquinaria, al hacer innecesaria la fuerza muscular, permite emplear obreros que no la posean o con desarrollo físico incompleto, pero que tengan, en cambio gran flexibilidad en sus miembros. En la industria textil por ejemplo, donde el trabajo consiste principalmente en anudar los hilos rotos, pues lo demás lo hace la máquina, no se requiere ninguna fuerza, sino agilidad y destreza en los dedos. De ahí que se empleen en forma creciente más niños y mujeres, lo que a su vez hace que aumente la explotación, por eso en las fábricas de algodón de Inglaterra nos encontramos con que las tres cuartas partes de sus trabajadores está constituida por mujeres y niños.

Con respecto de la situación en que estos trabajaban, Willermé, un miembro de la Academia de Medicina de Francia constató: “Entre ellos (los obreros) hay un gran número de mujeres pálidas, hambrientas, que van descalzas por el fango. . .   y niños pequeños en mayor número que las mujeres, tan sucios y tan harapientos como ellas, cubiertos de harapos que son gruesos por el aceite que les cae encima cuando manipulan cerca de los telares”. Víctor Hugo, por otra parte, hablará de esos niños “en los que no hay una sonrisa” y Dichens en su Oliverio Twist elaborará la misma protesta contra estas injusticias.2

LA LABOR DE LOS NIÑOS EN MOLINOS Y MINAS (1830):

Las primera fábricas estaban llenas de chicos. En ese momento no había educación para la mayoría de los niños y se esperaba que a la edad de siete años estuvieran listos para el trabajo. En los campos y negocios que existieron antes que las fábricas, los niños trabajaban como parte del grupo de familias de trabajadores y estos vivían en los mismos lugares de trabajo. Los padres veían como una cosa natural que los niños trajeran un sueldo a la edad más temprana posible. Los dueños de las fábricas valoraban el trabajo de los niños porque a estos se les pagaba menos y eran frecuentemente más ágiles y habilidosos que sus padres.

#  (láminas A y B. En la lámina A se ven niños trabajando  en una fábrica a principios del siglo XIX, en malas condiciones de trabajo; El niño en el suelo se está escondiendo del supervisor. En la lámina B se ven los trabajadores del molino (1830). Pareciera que las condiciones de trabajo fueran mejores, pero no es la realidad.3

CONDICIONES DE TRABAJO:

Las condiciones en las fábricas variaban. En el peor de los casos los niños eran sometidos a tratos crueles. Las condiciones de trabajo eran extremadamente peligrosas y a principios de 1830 el Parlamento llevó a cabo investigaciones que dieron como resultado la demostración de cientos de casos de maltrato infantil. Estas encontraron que largas horas de trabajo, accidentes, enfermedades y la violencia física hacia los niños era común. Estos trabajan descalzos, en el suelo húmedo y estaban expuestos a ser lastimados por las máquinas y herramientas.

El siguiente testimonio fue tomado de una entrevista con Guillet Sharpe que vivía en Klighley  en Jorkashine: “Mi hijo, Edroin, era bien conocido por ser activo y erguido antes de que se fuera al molino, pero tres años después tenía débil sus rodillas y estaba tan mal que apenas podía caminar. Mucha gente me aconsejó que lo sacara de ese lugar, pero yo era un hombre pobre con una gran familia y necesitaba de sus sueldos”. (Reporte Parlamentario, 1831/32).

Otro caso decía que Samuel Conlson tenía varias hijas que trabajaban hasta dieciocho horas al día. Así encontró a la mayor cuando volvió a su casa en Leeds: Vi sus hombros y le pregunté que le había sucedido. Ella me dijo: “el supervisor me ha golpeado pero no podemos quejarnos porque sino seremos despedidos”. El supervisor la había golpeado porque ella no había realizado el trabajo inmediatamente, como se le había ordenado, su espalda había quedado ensangrentada y las marcas podían verse hasta varios días después. (Reporte Parlamentario 1831/32).

En las minas el trabajo se hacía en condiciones espantosas por hombres, mujeres y niños.

Estos dos últimos eran enviados a los más pequeños y antiguos túneles. (Lámina C).

En las fábricas, las condiciones de trabajo parecían ser más favorables para los aprendices de la industria del calzado. (Lámina D).

Este es un extracto de una entrevista a Vatience Kershan, de diecisiete años, que se hizo durante la investigación del Parlamento en 1842: “Yo empujo toneles de carbón. La pelada en mi cabeza se hizo por empujar los mismos. Los empujo una milla o más debajo de la tierra, pesan cincuenta kilos y en total empujo once por día, ida y vuelta. Los excavadores para los que trabajo me pegan con sus manos si no lo hago lo suficientemente rápido. Conmigo trabajan veinte chicos y quince hombres y soy la única mujer en el túnel, todos los hombres están semidesnudos. Puedo trabajar tanto en el molino como en la mina”. (Reporte Parlamentario 1842).

Este es un extracto del mismo reporte, que describe el trabajo de los niños más chicos: “Son llamados tramperos, se sientan en un pequeño hoyo y abren y cierran las puertas. Están en el túnel todo el tiempo que dura el trabajo, frecuentemente alrededor de doce horas al día. Se sientan en la oscuridad, en el piso, que muy a menudo está húmedo. Sus edades varían entre cinco a diez años”.

Los reportes del Parlamento sobre las condiciones de trabajo impactaron a mucha gente. Sin embargo otros argumentaron que no había nada de malo en que los niños trabajaran en fábricas o minas y era decisión de sus padres la de mandar a trabajar a sus hijos. Los dueños de las fábricas veían la labor de los chicos como algo absolutamente necesario. Sobre los reportes de crueldad o daño causado a la salud, muchos dijeron que éstos habían sido exagerados ampliamente. He aquí algunos argumentos:

-El Marqués de Londonderry poseía muchas minas en el noreste de Inglaterra. Él presentó una petición a la Casa de los Lores, protestando por la investigación hecha ese año: “El trabajo de los niños tramperos no es ni divertido ni aburrido, tampoco son dejados solos y en la oscuridad todo el tiempo. El trampero está generalmente divertido y contento”. (House of Lords Debates, 24 de junio de 1842).

-Andrew Ure era un doctor y un entusiasta partidario de las nuevas industrias: “He visitado muchas fábricas durante un período de varios meses y nunca vi que hubieran  golpeado a ningún chico, así como tampoco he visto niños no felices. Ellos parecían estar divertidos y alertas, demostrando placer en poder usar gentilmente sus músculos. El trabajo de estos activos niños se asemejaba a un deporte. No mostraban signos de estar cansados”. (Andrew Ure, The Philosophy of Manufacture, 1835).

Los argumentos o ejemplos anteriores no nos dicen enteramente la verdad. Parece que las condiciones de trabajo en muchos lugares era extremadamente mala, aunque mucha gente podía haber exagerado algo al hacer comentarios sobre esto.3

LAS LEYES FABRILES:

El gobierno comenzó a tener interés en las condiciones de las fábricas a comienzos del siglo XIX. Las leyes que se dictaron de 1802 a 1819 solo se referían a reducir las horas de trabajo a algunos niños que trabajaban en los molinos de algodón, pero esto no hacía ninguna diferencia ya que estas no se cumplían. En 1820 una fuerte campaña comenzó a restringir la labor de los chicos. Uno de sus líderes, Richard Oastler, escribió una serie de poderosas cartas sugiriendo que los niños trabajadores eran un poquito más que pequeños esclavos. Esta campaña llevó al Gobierno a tomar acciones posteriormente, con la sanción de las siguientes:

1833 – Textiles.

No habrá  niños trabajadores menores de 9 años.

                        Se reducirán las horas para niños de 9 a 13 años.

                        Habrá dos horas de escuela para los niños.

1842 – Minas de carbón.

                        Ninguna mujer o niños trabajarán en forma subterránea.

                        Se mandarán inspectores a visitar y controlar las minas.

1844 – Textiles.

                        Los niños de 8 a 13 años podrán trabajar seis horas por día.

                        Se redujeron las horas de trabajo para las mujeres a doce; no harían                           trabajos de noche.

1847 – Textiles.

                        Mujeres y niños menores de dieciocho años no podrán trabajar más de                                  diez horas por día.

1867 – Todas las industrias.

                        Las reglas anteriores serían aplicadas a todos los lugares de trabajo que                                 tuvieran empleados a más de cinco trabajadores.

1867 – Agricultura.

                        No se emplearán niños menores de ocho años.

1901 – Todas las industrias.

                        La edad mínima alcanzó a los doce años.

Si miramos solamente a las leyes dictadas por el Parlamento, no tendremos un cuadro exacto de cuanto ha sido el cambio real. Los historiadores necesitan preguntar cuan efectivas fueron las leyes fabriles y también cuantos otros serios problemas no fueron tocados por ellos. Había con cierta extensión, un cuadro oculto detrás de las reformas. Aun cuando las leyes fueron dictadas, algunos empleadores, continuaban engañando y rompiendo las mismas. No había cantidad suficiente de inspectores y las multas eran tan bajas que los empleadores pensaban que valía la pena arriesgarse.

Solamente la mitad de los trabajadores industriales lo hacían en grandes lugares descriptos como fábricas. Los pequeños negocios no fueron incluidos en las leyes hasta 1867. Por lo tanto muchas clases de trabajadores no se vieron incluidos por la reducción de las horas de trabajo. 3

La emigración campesina y el crecimiento demográfico garantizaron la existencia de un ejército industrial de reserva. Esto permitió bajar los salarios y aumentar el beneficio para el capital. Posteriormente se vio que se podía aumentar aun más el beneficio a expensas de bajar los salarios a niveles de mera subsistencia, lo que llevó a que los niños y las mujeres fueran preferidos por los patrones.

La mortalidad infantil, que había disminuido a comienzo del siglo XVIII, comenzó a ascender en los últimos años de la década de 1830, alcanzando su nivel más alto entre los niños de las grandes ciudades. Fue evidentemente el producto de la miseria, de las condiciones de vida imperantes en las ciudades fabriles, donde la población se hacinaba en viviendas insalubres y mal ventiladas lo que facilitó la propagación de las enfermedades infecciosas, el tifus, y el cólera, además de los problemas de salud que les acarreaba la explotación laboral de la que eran objeto.

En Inglaterra, en 1835, la cantidad de obreros varones mayores empleados era de 50.675; mujeres: 53.410; jóvenes de trece a dieciocho años: 53.943 y niños: 24.764.

A la injusticia económica se le unió la inestabilidad ante la destrucción de la familia, el fomento del alcoholismo, la desocupación crónica y la degradación personal.2

ESTADOS UNIDOS:

La situación no era diferente, los empresarios vieron que era más ventajoso el empleo de mujeres y niños a los que abonaban salarios menores. La industria algodonera de la costa del este empleaba, en 1835, a mujeres y niños en una proporción de tres quintos. En los diarios eran frecuentes los avisos como éste: “Se desea familia con cinco a ocho hijos que pueda trabajar en una fábrica de algodón”.2

FRANCIA:

En Lyon, centro de la industria sedera, las condiciones de trabajo eran duras. Una larga jornada de 15 a 17 horas en talleres totalmente insalubres. En la industria algodonera el aire solía ser irrespirable, la higiene y la seguridad no existían. Las tisis algodoneras hacían estragos entre los grupos ocupados en el bataneo del algodón en bruto. En los talleres de la seda, el trabajo de los niños, fatigados después de 16 a 17 horas diarias de pié hacía frecuente la extenuación precoz, que sumado a la subalimentación crónica, aumentaba la tasa de seres físicamente ineptos. Escribió R. G. Layer: “Se nombraron capataces para supervisar el trabajo de los niños, pero como su paga era proporcional al rendimiento que podían sacar, estos negreros forzaban a los niños todo lo que podían. La consecuencia fue que los más jóvenes se agotaron por el excesivo trabajo; en muchos casos se debilitaron completamente y fue preciso el látigo para mantenerlos en su trabajo”.2

 

EL TRABAJO DE LOS NIÑOS EN LYON (1834):

. . . niños muy pequeños son destinados en el torno destinado a las canillas de las máquinas de tejer; allí, constantemente encerrados, sin movimiento, sin posibilidad de respirar aire puro y libre, contraen irritaciones que se convierten luego en afecciones escrofulosas; sus débiles miembros se deforman y su espina dorsal se desvía; se agotan, y desde sus primeros años, son los que suelen ser5 siempre débiles y vatudinarios. Otros niños son ocupados en hacer girar ruedas que ponen en movimiento largos mecanismos para devanar; la nutrición de los brazos se hace a expensas de la de las piernas y estos pequeños desdichados, tienen a menudo los miembros inferiores deformados. . . (De J. B. Monfalcon, Historie des insurrections de Lyon)2

ALEMANIA:

El proletariado vivía bajo un régimen de dura explotación. Las jornadas de trabajo eran de 11 a 13 horas para los niños y de 14 a 16 horas para los adultos. Se prefería la mano de obra infantil y femenina por ser más barata, los salarios eran bajos, especialmente en la industria textil, en la cual por salarios miserables reclutaba una mano de obra constituida fundamentalmente por mujeres y niños.

Esta situación provocaba rebeliones, como la de los tejedores de Silesia. En 1839 se dictó la primera ley de protección obrera que prohibía el empleo de niños menores de nueve años en minas y molinos de mineral y que estipulaba que los menores de dieciséis años sólo podían cumplir una jornada de diez horas. Esta ley no pasó del papel, dado que no había organizaciones obreras que la defendiesen e hicieran cumplir. 2

ESPAÑA:

Los cien mil obreros de la industria algodonera se dividían en un 45% de hombres, 40% de mujeres y el resto de niños. La jornada era de doce a quince horas diarias, y si bien parece que era frecuente vagar el lunes, ello no significaba ningún alivio dado que eran jornaleros y sólo cobraban por día trabajado. La explotación de niños era uno de los aspectos más lamentables del sistema. Ramón de la Sagra ha transmitido la imagen de uno de esos niños al decir: “permanecen encorvados muchas horas vigilando los hilos de los telares para anudarlos cuando se rompen, o en otras tareas igualmente pesadas y monótonas”. Su actividad laboral comenzaba a muy temprana edad (recuérdese que las fábricas de hilados de Reus empleaban a niñas de seis años) y sus largas jornadas de catorce y quince horas no dejaban lugar para que recibieran ni siquiera una instrucción elemental. Pero esta mano de obra barata les parecía indispensable a los patrones, de modo que a fines del siglo XIX seguirían oponiéndose a que se prohibiese el trabajo de los niños, y que el Estado pagase su educación en nombre de la libertad. Libertad de los patrones para reducir sus costos y libertad de las familias para aumentar sus magros ingresos con los salarios infantiles.2

TRABAJO INFANTIL

La expresión “trabajo infantil” o “trabajo de los niños”, abarca toda actividad económica efectuada por una persona de menos de quince años de edad, cualquiera sea su situación en la ocupación (trabajador asalariado, trabajador independiente, trabajador familiar no remunerado, etc.). No incluye los trabajos domésticos realizados por esa persona en el domicilio de sus padres, salvo en los casos en que puedan considerarse equivalentes a una actividad económica, como ocurre cuando un niño se encuentra en la obligación de dedicar todo su tiempo a esos trabajos a fin de que sus padres puedan desempeñar un empleo fuera del hogar y, como consecuencia de ello se vea privado de la posibilidad de ir a la escuela.4

El término trabajo infantil no alude a los jóvenes que trabajan algunas horas por semana para sufragar sus gastos o ayudar a sus familias. Siempre y cuando ese trabajo no interfiera con la educación, la salud y el desarrollo del niño, no es perjudicial. Pero esta situación no tiene nada que ver con los problemas que viven gran cantidad de niños que tienen que trabajar largas horas o en condiciones nocivas para asegurarse su propia subsistencia y la de su familia.

Se entiende por trabajo infantil aquel que priva a los niños de su infancia y su dignidad, impide que acceda a la educación y adquieran calificaciones y se lleva a cabo en condiciones deplorables y perjudiciales para su salud y su desarrollo.1

El UNICEF cree que el trabajo infantil reviste condiciones de explotación si se dan las siguientes características: 5

-         Trabajo a tiempo completo a edad muy temprana.

-         Horario laboral muy prolongado.

-         Trabajos que producen tensiones indebidas de carácter físico, social o psicológico.

-         Trabajo y vida en la calle en malas condiciones.

-         Remuneración inadecuada.

-         Demasiada responsabilidad.

-         Trabajos que obstaculicen el acceso a la educación.

-         Trabajos que socavan la dignidad y autoestima de los niños tales como la esclavitud o el trabajo servil y la explotación sexual.

-         Trabajos que perjudican el pleno desarrollo social y psicológico.

 

SALUD Y TRABAJO INFANTIL

Los niños dedicados tempranamente al trabajo presentan alteraciones en su salud y en su desarrollo físico, psíquico y social. Encerrados en la trampa del trabajo se les roba su infancia. Se desempeñan en ámbitos sórdidos, sucios, mal ventilados, mal iluminados, con ruidos ensordecedores, lugares húmedos, con temperaturas extremas, o muy altas o muy bajas; en el campo expuestos a plaguicidas que resultan tóxicos y cancerígenos y producen una mortalidad mayor que la derivada de la combinación de otras enfermedades infantiles como el paludismo, el tétanos, la difteria, la poliomielitis y la tos ferina. Tienen un déficit de nutrición por lo que oponen menos resistencia a las enfermedades. Están sometidos a riesgos físicos, químicos y biológicos por lo cual padecen graves enfermedades y lesiones o amputaciones de alguna parte del cuerpo. Presentan un fuerte déficit de crecimiento en comparación con los niños que van a la escuela: crecen más bajos y flacos y siguen teniendo un cuerpo más pequeño cuando ya son adultos. Los que se desempeñan en determinadas labores como por ejemplo el servicio doméstico, sufren ofensas verbales y agresiones físicas (como palizas o hambre impuestas como castigo) y agresiones sexuales.

Los niños tienen características anatómicas, fisiológicas y psicológicas distintas de la de los adultos ya que son organismos en crecimiento. Los niños siguen creciendo y tienen necesidades propias del desarrollo infantil. El trabajo incide sobre este desarrollo físico y mental produciendo daños irreversibles que luego tendrán repercusiones en su vida adulta. Esto los hace más vulnerables a los riesgos que encierra el trabajo.

Por ejemplo, el hecho de acarrear cargas pesadas o de tener que adoptar posiciones forzadas durante largo tiempo puede deformar o lastimar su cuerpo en crecimiento. Los niños son más propensos a sufrir los efectos de la radiación y los riesgos químicos que los adultos y son menos resistentes a las enfermedades. Son más frágiles física y psicológicamente que los adultos, y la vida y el trabajo en un ambiente que los oprime o vilipendia les deja secuelas psicológicas más graves.6

En muchos casos, no se trata de un solo riesgo sino de una combinación de riesgos por los cuales una situación de trabajo concreta resulta peligrosa para los niños. La fabricación de vidrio, por ejemplo, entraña toda una gama de riesgos relacionados con el trabajo por las altas temperaturas y la exposición al polvo o las llamas. Además de los riesgos inherentes a determinados trabajos, muchas empresas exponen a sus trabajadores a riesgos generales debido a la precariedad de las condiciones de empleo o al deterioro del lugar de trabajo.

También existen riesgos que obedecen al contexto donde los niños tienen que trabajar. Algunos niños son más vulnerables por su situación laboral que por la clase de ocupación que desempeñan. Separados de los naturales lazos familiares, a menudo totalmente dependientes del empleador, sin posibilidad alguna de instruirse o de jugar, y apartados del mundo exterior, estos niños no tienen un desarrollo social y psicológico normal.7

Además se ve alterado su: 5

-         Desarrollo cognitivo, que abarca la alfabetización, el cálculo numérico y la adquisición de conocimientos mecánicos para la vida ordinaria.

-         Desarrollo emocional, autoestima, afectividad familiar y sentimientos de aceptación y amor.

-         Desarrollo social y moral, sentido de identidad grupal, la habilidad de cooperar con otros y la capacidad de distinguir el bien del mal.

Las niñas empleadas lejos de sus hogares en el servicio doméstico, suelen ser víctimas de abusos físicos, mentales y sexuales, lo que puede entrañar consecuencias devastadoras para su salud.8

La explotación de niños en el comercio sexual hace que sus víctimas sufran violencia física, psíquica, social y emocional y estén expuestos a enfermedades de transmisión sexual tales como el SIDA y otras, siendo a menudo inducidos al consumo de drogas. 9

Las consecuencias del trabajo para la salud de los niños son muy graves. Sufren lesiones visuales y óseas, deformaciones, muchos accidentes y muerte temprana. La mitad de los niños sometidos a trabajos forzados en las fábricas de alfombras paquistaníes no llega nunca a los doce años, según informes de 1991. En ocasiones se los obligaba a tomar anfetaminas para hacerlos cumplir una jornada laboral más prolongada. 10

En Haití según los psiquiatras entre un 60 a 80 % de los niños sufren trastornos del “estómago” o dolores de cabeza como consecuencia de su aislamiento emocional. Muchos parecen retardados física y psíquicamente, sin que lo sean. De hecho, una vez librados de su situación e integrados en una comunidad pueden convertirse en los mejores alumnos de la clase. 10

El trabajo infantil niega el derecho a la educación, ya que los niños que viven para trabajar no asisten a la escuela. Al no recibir una instrucción elemental no podrán insertarse en la sociedad y quedarán marginados de por vida. Se les roba así un futuro. Esto se contrapone a la “Declaración Universal de Derechos Humanos”, que dice que toda persona tiene derecho a la educación, la cual debe ser gratuita y obligatoria, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental. Actualmente, el bienestar de los individuos y de la sociedad en su conjunto, depende cada vez más, de que se sepa leer, escribir, hacer cuentas y de que se tenga un buen discernimiento, por eso, la falta de instrucción es particularmente perniciosa.

Resumiendo, muchos millones de niños arruinan su futuro con el trabajo que coarta brutalmente su desarrollo. Semejante desperdicio de un potencial humano tan valioso es una tragedia para la sociedad. En el mundo de hoy, el trabajo infantil es la principal causa de explotación y abuso de los niños. 6

 

PRINCIPALES TIPOS DE TRABAJO INFANTIL Y SUS CONSECUENCIAS SOBRE LA SALUD

Observamos un amplio espectro de situaciones. Vemos al niño que realiza un trabajo intermitentemente , durante algunas horas del día, para ayudar a su familia o para ganar algún dinero que le permita comprar el artefacto electrónico más moderno o un calzado deportivo de fantasía, por ejemplo el niño que vende periódicos antes o después de la escuela.

Otros niños realizan también trabajos esporádicos para contribuir al sustento familiar, limpian coches, abren puertas de taxis, llevan equipajes, venden flores, estampitas, muñequitos, hilos y agujas, golosinas, pañuelos de papel, en medios de transporte como los colectivos, subtes y trenes, en confiterías y restaurantes.

Hay igualmente, una presencia infantil entre los traperos y basureros y estos niños juntos con los mencionados anteriormente que realizan actividades económicas marginales en la calle, están expuestos a la tentación de la droga, a la violencia, a la delincuencia y a los malos tratos físicos y sexuales en muchas ciudades del mundo.

Pero hay una imagen de un mundo muy diferente, la de los niños que trabajan permanentemente, todos los días y toda la jornada y consumen su vida en el trabajo. Los vemos en las explotaciones agrícolas y las plantaciones, en minas y canteras, en obras en construcción, en fábricas de alfombras, de ladrillos, de vidrio y cristal, de cerámica, en talleres de confección de prendas de vestir, en la industria del latón, de la pizarra, del metal, de la piedra caliza, en la peque4ª industria o industria casera, en el servicio doméstico, etc.. 6

Los niños que trabajan en explotaciones agrícolas, en el hogar, en talleres del sector informal, así como en el servicio doméstico y en las calles, en calidad de vendedores ambulantes, se desempeñan en ámbitos que por lo general escapan a la esfera de protección de la legislación laboral y la inspección del trabajo. En estos sectores de la economía, relativamente inaccesibles, los niños suelen estar expuestos a los peores abusos y corren los mayores riesgos. Otra tendencia preocupante, aunque no puede medirse con precisión, es la edad tan temprana en la cual los niños empiezan a trabajar; también este fenómeno se da particularmente en las zonas rurales, donde puede suceder que los niños empiecen a trabajar a los 5 o 6 años. Este es un aspecto singularmente grave del problema del trabajo infantil, ya que cuanto más pequeños ingresan al empleo más vulnerables son a los accidentes, la explotación y el maltrato en el lugar de trabajo.11

El trabajo doméstico puede ser tan peligroso para los niños como cualquier trabajo realizado fuera del hogar. Muchos niños que trabajan como empleados domésticos dedican a él hasta quince horas diarias, frecuentemente sin retribución, deben acarrear cargas pesadas, o asumir la responsabilidad de cuidar otros niños todavía menores. Pueden sufrir también abusos sexuales y emocionales. Y una vez que sus servicios dejan de ser necesarios, son despedidos y abandonados en la calle sin alimentos, ropa ni techo.

Las niñas se enfrentan a riesgos específicos y a menudo sobrellevan una triple carga: el trabajo en el hogar, las tareas escolares y una participación en la actividad económica. Es mayor para ellas la probabilidad de comenzar a trabajar a una edad más temprana, de recibir un salario menor y de trabajar más horas que los niños. Corren mayor riesgo de ser explotadas y objeto de abusos, tanto físicos como sexuales, así como daños en su salud, su seguridad y su bienestar. A menudo se les niega el acceso a cualquier forma de escolaridad. 9

 

NIÑOS QUE TRABAJAN EN OCUPACIONES O SECTORES PELIGROSOS

Es en esta circunstancia cuando los niños son más vulnerables. Los peligros para la salud y la seguridad están relacionados con la naturaleza del trabajo, con el contacto con sustancias y agentes nocivos y con las malas condiciones de trabajo.

En el lugar de trabajo los riesgos físicos, químicos, biológicos y psicológicos realizan una interacción sinérgica por la cual no sólo se acumulan sino que se agrandan.

El concepto de riesgo laboral que se aplica a los adultos resulta insuficiente para los niños, porque en este caso debemos abarcar también el desarrollo infantil.

En la India hay niños que realizan operaciones intrínsecamente religiosas, como la fusión cerámica y la extracción de vidrio o cristal en fusión; en la industria del latón trabajan sometidos a temperaturas muy altas mientras mueven el horno y utilizan herramientas de mano cortantes y pesadas. En Pakistán trabajan en la industria relacionada con el ramo de la construcción, sobre todo en la fabricación de ladrillos, en condiciones duras y peligrosas. La pesca del muro-ami muy corriente en muchos países asiáticos, obliga a bucear en alta mar sin protección ni material adecuado, es un trabajo peligroso ya que pueden ahogarse o padecer una rotura del tímpano o las secuelas mortales de la descompresión. En las industrias de la pizarra y del metal, los niños están en contacto con una maquinaria mal protegida y cuidada, que los lesiona a veces, y manejan herramientas de mano inapropiadas y peligrosas.

En su lugar de trabajo lo niños corren muchos otros peligros. Estudios realizados en Egipto, Filipinas y Turquía acreditan que los niños que trabajan en talleres de carpintería o en obras de construcción inhalan constantemente polvo, humo y vapores. Cuando los niños deben estar en cuclillas muchas horas seguidas, como por ejemplo en el tejido de alfombras y en talleres de confección de prendas de vestir, surgen problemas ergonómicos graves. La limpieza deficiente de los talleres contribuye a que se acumulen polvo y residuos, lo cual provoca accidentes y trastornos respiratorios como se ha observado en el sector de la artesanía de Filipinas, Kenia y Tanzania. Otras situaciones laborales exponen a los niños a sustancias peligrosas como las tóxicas y las cancerígenas, por ejemplo el amianto y asbesto, el polvo de carbón o sílice, los colorantes de anilina, las colas y los disolventes, el benceno, el plomo y el mercurio.

El amianto o asbesto es el factor cancerígeno más conocido del organismo humano, por lo cual no debería haber niños que trabajaran en ningún lugar donde se utilice amianto como la minería, las obras en construcción, los talleres de reparaciones de frenos, etc., tampoco deberían estar presentes en actividades que entrañen el contacto con polvo de carbón o sílice. Los colorantes de anilina, son cancerígenos por lo que no debería haber presencia infantil en los talleres de teñido de la lana para la confección de alfombras o de cueros para el calzado, si se utilizan esos colorantes. Los disolventes y las colas son un factor de neurotoxicidad, por eso no deben trabajar los niños con esas sustancias, por ejemplo en la industria del cuero y la piel. Muchos elementos metálicos contienen plomo y mercurio. Los niños son particularmente sensibles al plomo, a cuyo contacto están expuestos en las obras en construcción, las fábricas de vidrio y cristal y los talleres de reparación de radiadores de automóviles. También pueden estar sometidos a fuertes dosis de mercurio, en la minería del oro. El benceno usado en la fabricación de colas, gomas o productos de caucho, pinturas y aceites, es un factor cancerígeno para el organismo humano. Basta con dosis muy pequeñas para suscitar síntomas tóxicos y un contacto prolongado con el benceno puede provocar trastornos sanguíneos, que van de la anemia a la leucemia. Los niños que trabajan en talleres y en gasolineras están en claro peligro de exposición al benceno.

Estas sustancias por lo general, provocan enfermedades de período de incubación muy largo, que son enfermedades profesionales crónicas, como la asbestosis o el cáncer de pulmón, en la edad juvenil.

Por todo esto, se debería prohibir todo trabajo que exponga a los niños a factores cancerígenos para el organismo humano, neurotoxinas, metales pesados y sustancias que puedan dañar la piel o los pulmones.

Hay agentes físicos peligrosos como el ruido, el calor, las radiaciones ionizantes cuyos límites de exposición fijados para los trabajadores adultos no protegen suficientemente a los niños. Estos tienen una tolerancia al calor menor que la de los adultos, por lo que son más propensos a sufrir fatiga calórica y una merma de la capacidad auditiva a causa del ruido. Las radiaciones ionizantes son muy nocivas para los tejidos en crecimiento, su efecto es acumulativo, lo que las hace particularmente dañinas en el caso de los niños.

Cuando manejan herramientas manuales concebidas para adultos corren un mayor peligro de cansarse o de lesionarse. Si el material de protección personal no está adaptado a los niños, éstos tienen que trabajar sin él, o recurrir a sustitutos, como el uso de pañuelos para cubrirse la nariz y la boca, que no proporcionan una verdadera protección.

También están expuestos a riesgos ergonómicos los niños que trabajan sentados y ante bancos de trabajo diseñados para adultos, pudiendo llegar a padecer trastornos osteomusculares. A los niños que efectúan trabajos muy duros, acarrean cargas pesadas o cuyo cuerpo está largo tiempo en una postura forzada se les puede deformar la espina dorsal, y a veces también la pelvis, por una presión excesiva sobre sus huesos, antes de terminar la osificación, con los daños consiguientes para su constitución ósea o una disminución de su crecimiento.

Un trabajo muy duro a una edad muy temprana repercute directamente en el desarrollo físico y mental del niño. Los niños no están en condiciones de soportar largas horas de trabajo monótono y agotador. Su facultad de concentración es menor que la de los adultos. su cuerpo padece las secuelas del cansancio antes que el de un adulto, a causa de un consumo excesivo de energía.

Aunque la mayoría de los niños trabajan al lado de adultos, las condiciones de trabajo de unos y otros pueden no ser las mismas, ya que se tiende a encargarles las tareas más subalternas como el manejo de disolventes, álcalis fuertes y toda una serie de sustancias tóxicas. Como desconocen el peligro que esto implica y no saben tomar las precauciones necesarias están más expuestos a sufrir accidentes y de mayor gravedad que los de los adultos.

En general, los niños muy pequeños y las niñas son los que están más expuestos a peligros relacionados con el trabajo. Con respecto a los riesgos laborales se observan deferencias según el sexo ya que los niños predominan en las obras en construcción y las niñas en el servicio doméstico.

Las niñas, consideradas en su conjunto, trabajan más horas que los niños y tienen una escolarización más corta que ellos. Están también más expuestas a la violencia sexual y sus consecuencias. Los niños están propensos a sufrir lesiones derivadas del acarreo de cargas demasiado pesadas para su edad y su fase de desarrollo físico. 6  12

 

Enumeraremos a continuación algunas ocupaciones en las que los niños están más expuestos a sufrir peligros laborales.

 

Agricultura:

                        Los niños que trabajan en la agricultura en el mundo entero están en contacto con una maquinaria potencialmente peligrosas y con agentes biológicos y químicos. Se les confiere tareas de mezcla, carga y aplicación de plaguicidas, fertilizantes o herbicidas, algunos de los cuales son muy tóxicos y cancerígenos. El contacto con los plaguicidas es más peligroso para los niños que para los adultos y se les atribuye un mayor riesgo de cáncer, neumopatias, trastornos neurológicos y anomalías del sistema inmunológico. Un informe de la Organización Mundial de la Salud relativo a un distrito de la India atribuye la epilepsia epidémica a la toxicidad d un plaguicida, el exacloruro de bencina, que se utiliza para la conservación de alimentos. 6  12

Minería:

                        En pequeñas minas de muchos países africanos, latinoamericanos y asiáticos se recurre al trabaja infantil. Los niños trabajan largas horas sin disponer elementos de protección, ropa y formación previa adecuadas, en ambientes muy húmedos y de temperaturas extremas. Están en contacto con polvo, gases y vapores nocivos que provocan enfermedades respiratorias y pueden desembocar en la silicosis, la fibrosis pulmonar, la asbestosis y enfisemas al cabo de unos años. Los niños mineros padecen además los efectos de una fuerte tensión física y del agotamiento, así como trastornos osteomusculares y graves lesiones provocadas por la caída de objetos. Los que trabajan en las minas de oro pueden padecer los efectos tóxicos de mercurio. 6  12

Fábricas de cerámica y de productos de vidrio y cristal;

                        En Asia es muy común el trabajo infantil en esta industria, pero se da también en otras regiones del mundo. Hay niños que extraen cargas de vidrio en fusión de hornos calentados a temperaturas que oscilan entre 1500 ºC y 1800 ºC. Trabajan largas horas en naves mal alumbradas y apenas ventiladas. Dentro de la fábrica, que a veces sólo funciona de noche la temperatura varía entre los 40 ºC y los 45 ºC. El suelo está cubierto con un sinfín de vidrios rotos y en muchos casos los cables eléctricos están al aire. El ruido de las prensas produce 100 o más decibeles, lo que daña el sentido del oído. En esta industria los riesgos principales son los siguientes: alta temperatura, que provoca fatiga calórica, cataratas, quemaduras y laceraciones, lesiones producidas por trozos de vidrio o cristal roto y partículas de vidrio en suspensión, mermas auditivas a causa del ruido, cansancio y lesiones oculares debidos a un alumbramiento defectuoso y con sílice en polvo, plomo y vapores tóxicos como el óxido de carbono y el bióxido de azufre. 6  12

Fábricas de cerillas y de fuegos artificiales:

                        La producción de cerillas se lleva a cabo en pequeñas unidades caseras o en talleres rurales, donde el riesgo de incendio y explosiones es constante. Se dice que hay niños de tres años que participan en la fabricación de cerillas en naves sin ventilar en las cuales están expuestos al polvo, a vapores y a una concentración de sustancias nocivas en suspensión ; amianto, cloruro potácico, trisulfuro de antimonio, fósforo rojo amorfo, mezclada con arena o vidrio en polvo y trisulfuro tetrafosfórico. Son muy corrientes los casos de intoxicación y dermatitis provocados por esas sustancias. 6

“El polvo de las emanaciones químicas y los fuertes vapores llenaban el almacén y la sala de calderas . . .  Encontramos 250 niños, en su gran mayoría menores de los 10 años, que trabajaban en una larga nava metiendo palillos por una ranura en un bastidor. Una fila tras otra de niños, algunos de apenas 5 años participaban en el trabajo” (SIVAKASI, Sur de India; fábrica de cerillas). 12

Pesca de altura:

                        Llamada del muro–ami, es muy corriente en Asia, sobre todo en Birmania, Filipinas, Indonesia y Tailandia. En cada buque de pesca trabajan hasta 300 niños de 10 a 15 años, reclutados en aldeas cercanas. Los niños bucean en alta mar sin protección ni material adecuado para colocar la red, luego otros niños saltan de los arrecifes coralíferos para asustar a los peces y forzarlos a refugiarse en la red. Los buceadores vuelven a colocar la red varias veces al día, por lo que los niños pasan en el agua hasta 12 hs. diarias. Todos los años mueren decenas de buceadores adolescentes. Pueden ser atacados por peces de presa(agujas, tiburones, barracudas, serpientes de mar venenosas), pueden ahogarse o padecer una rotura del tímpano o las secuelas de la descompresión u otros accidentes mortales, debido a la fuerte presión atmosférica. 6  12

Niños que trabajan en el servicio doméstico:

                        El servicio doméstico infantil es muy corriente en muchos países en desarrollo y los empleadores de zonas urbanas reclutan a menudo niños en el campo por conducto de la familia, de amigos o de otras relaciones. Aunque la mayoría procede de familias muy pobres, muchos son niños abandonados o huérfanos o de familia monoparental. No se sabe cuantos niños trabajan en el servicio doméstico, puesto que es una actividad oculta, pero está muy difundido, especialmente en el caso de las niñas. En el Brasil, el 22% de los niños que trabajan lo hacen en el sector de los servicios, siendo el doméstico el principal y en Venezuela el 60% de las niñas de 10 a 14 años que trabajan son empleadas del hogar.

La mayoría de los niños que trabajan en este sector tienen de 12 a 17 años, pero algunas encuestas han localizado a niños que no tenían más de 5 o 6 años. Las horas de trabajo suelen ser muchas, jornadas laborales de 10 o 15 horas al día. Según una encuesta de Marruecos, el 72 % de los niños empezaban a trabajar antes de las 7 de la mañana y el 65 % no se acostaba antes de las 11 de la noche. Una encuesta realizada en Togo un 24 % de los niños en estas circunstancias de trabajo son huérfanos. En Yakarta se emplean 400.000 niños, 5.000.000 en Indonesia y 500.00 en Sri Lanka.

Los niños, los adolescentes y las mujeres jóvenes que trabajan en el servicio doméstico constituyen una de las categorías más expuestas a la violencia física, mental y sexual. Los niños que crecen en semejante situación padecen daños psicológicos y afectivos permanentes, víctimas de ofensas verbales, palizas, sufren hambre impuesto como castigo, las explotadas sexualmente padecen las consecuencias del repudio social y la maternidad no deseada. 6  12

 

LA ESCLAVITUD Y EL TRABAJO FORZOSO:

La esclavitud no ha desaparecido. A nadie le gusta reconocerlo, pero como se desprende de los casos señalados por la Comisión de Expertos en Aplicaciones de Convenios y Recomendaciones de la OIT, muchos millones de niños siguen atrapados por la esclavitud en muchas partes del mundo y son los que más peligro corren de entre los menores que trabajan.

Ciertas prácticas de servidumbre apenas se diferencian de la esclavitud de hace 200 años, salvo que los mercados no son tan públicos. Se vende a niños por una suma de dinero. A veces los “contratistas” de mano de obra pagan una suma por adelantado a las familias rurales para llevarse a sus hijos lejos a trabajar en fábricas de alfombras o de artículos de vidrio y cristal, las canteras y la fabricación de ladrillos. 6

Las informaciones disponibles señalan la existencia de formas tradicionales de esclavitud de los niños en Asia meridional y en la franja subsahaniana de Africa oriental. También se han denunciado casos en dos países de América Latina.

“La esclavitud de los niños se produce principalmente donde existen unos sistemas sociales fundados en la explotación de la pobreza, como la servidumbre por deudas, que se origina por el endeudamiento de la familia para cumplir con una obligación social o religiosa o sencillamente para adquirir medios de supervivencia”. El informe agrega que también las guerras reducen a esclavitud a niños y adolescentes. 8

La India y el Pakistán han promulgado una legislación que prohibe específicamente el trabajo en régimen de servidumbre por deudas de una mano de obra esclavizada.

Existe además una servidumbre encubierta, en virtud de la cual, los padres pobres entregan a sus hijos a unos desconocidos a cambio meramente de que los mantengan, dando por hecho que estarán mejor como criados no remunerados en la casa de una familia acomodada, que en la suya propia. Estas formas de servidumbre son ilegales en casi todos los países, incluso aquellos en que son más frecuentes. No solamente violan las leyes sobre el trabajo infantil sino también los convenios internacionales firmados por casi la totalidad de los Estados.

La O.I.T. define al trabajo forzoso u obligatorio en su Convenio de 1930 (número 29) como todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente, salvo que se trate del Servicio Militar, un trabajo que forma parte de las obligaciones cívicas normales o cualquier trabajo que se exija en virtud de una condena pronunciada por sentencia judicial o en los casos de fuerza mayor.

Casi todos los países del mundo prohiben el trabajo forzoso en su Constitución o en su legislación laboral.

La Constitución de la India prohibe una forma de trabajo forzoso llamado “pegar”, definido como un trabajo o servicio no remunerado, impuesto coactivamente por las autoridades o por una persona que ocupa una posición de poder.

Honduras es el único país cuya Constitución se ocupa de un modo específico de la mano de obra infantil explotada en régimen de servidumbre, al afirmar que deberá protegerse a todos los niños contra toda forma de abandono, crueldad y explotación y que ningún niño podrá ser objeto de servidumbre. 6

Siervos infantiles

El caso más escandaloso de trabajo forzoso de niños a causa de la pobreza es el de los siervos. En Asia suroriental hay varios millones de niños siervos, llegan a la esclavitud porque en algunos casos los padres han obtenido un préstamo y toda la familia tiene que devolverlo trabajando. En la práctica la deuda no se reduce nunca, por el fraude existente y por el interés usurario. La familia queda así esclavizada durante varias generaciones.

Estas prácticas, alimentadas por el miedo, la ignorancia y la intimidación, aunque ilegales, son comunes en muchos países. En la India se calcula que hay 1.000.000 de niños que trabajan en régimen de servidumbre en la confección de alfombras, fábricas de ladrillos, canteras o en la construcción. De los 300.000 trabajadores en la industria de las alfombras en India, un tercio son niños.

Los explotadores consideran a los niños especialmente aptos para ciertas labores: tienen dedos ágiles, buena vista y son capaces de estar sentados en la misma postura durante horas. Sus dedos minúsculos hacen nudos más finos y las alfombras que fabrican son más valiosas. Las minas de Meghalaya emplean a casi 30.000 niños porque pueden reptar por túneles de 90 ctms. de ancho. Cuando crecen pierden ese trabajo, pues ya no sirven para él. 10

Formas de servidumbre

La O.N.U. define la servidumbre por deudas como sigue: “el estado o la condición que resulta del hecho de que un deudor se haya comprometido a prestar sus servicios personales, o los de alguien sobre quien ejerce autoridad, como garantía de una deuda, si los servicios prestados, equitativamente valorados, no se aplican al pago de la deuda, o si no se limita su duración ni se define la naturaleza de dichos servicios”. En el caso de los niños encontramos  principalmente tres formas de servidumbre en función de la clase de deudas, a saber: heredada, ocasional o adelanto de salario.

-         Servidumbre por deudas heredadas: un niño puede ser víctima de servidumbre por deudas simplemente porque sus propios padres son esclavos, la familia acribillada de deudas no puede negarse a que el empleador se apodere del niño y lo obligue a hacer lo que se le antoje. Este sistema suele practicarse en comunidades rurales, que en mayor o menor grado escapan a la vista de los demás, como por ejemplo grandes haciendas, plantaciones, explotaciones forestales, canteras y fábricas de ladrillos.

-         Servidumbre por una deuda ocasional: el niño pertenece a una familia que está ligada a la servidumbre por deudas pero debido a la pobreza extrema le resulta imposible procurarse dinero suficiente para sufragar algún gasto particular, por ejemplo un casamiento, un funeral o la larga enfermedad de algunos de sus miembros. Se entrega al chico en régimen de servidumbre a cambio de la suma necesaria para pagar la factura. A raíz de la acumulación de intereses en la deuda inicial, esta situación en principio temporal se vuelve permanente.

-         Servidumbre por adelanto de salarios: en algunos casos los trabajadores no logran hacer vivir a sus familias con el salario que reciben y piden un adelanto al empleador. El monto de la deuda no cesa de aumentar ya que a los adelantos se suman los intereses; entonces el trabajador no ve otra solución que colocar a su hijo en la residencia del empleador a título de garantía. La suma que se pide prestada es a veces de menor cuantía, pero lo que se presta no siempre es dinero, puede tratarse de bienes tales como herramientas de trabajo, un animal, medicinas, alimentos o de un servicio de transporte hasta el lugar donde el trabajador piensa encontrar empleo. El prestatario que solo dispone de su fuerza de trabajo o la de sus hijos, la entrega a cambio. El punto crucial de esta transacción reside en que el prestamista, que será el empleador del niño, habitualmente saca partido de su posición de poder para no estipular por cuanto tiempo el niño tendría que trabajar en régimen de servidumbre. Dado que con frecuencia el costo de la comida y los medicamentos se suman a la deuda, rápidamente se crea un círculo vicioso porque al no haberse definido la retribución de los servicios prestados, la deuda nunca llega a reembolsarse a pesar de lo mucho que pueda trabajar el niño y la cantidad de tiempo que lo haga. 7

 

EL ASESINATO DE IQBAL MASIH

Uno de los casos más dramáticos registrados en los últimos tiempos es el de Iqbal Masih, un niño pakistaní que fue vendido por sus padres a una fábrica de alfombras por 16 dólares  a los 4 años de edad. Iqbal cuando tenía 10 años contactó con el Frente de Liberación del Trabajo Forzado (B.L.L.F.) y cuando supo que la ley pakistaní prohibe esta situación laboral se declaró libre. En ese momento debía a su jefe 13.000 rupias (419 dólares). El estaba ganando una rupia al día.

Poco después viajó a Boston donde recibió un premio de 15.000 dólares que iba a destinar a estudiar Derecho. Luego regresó a la escuela en Lahore y recibió amenazas de muerte. Pese a ello, siguió en su campaña contra el trabajo infantil que contribuyó a liberar a centenares de niños pakistaníes que se encontraban en condiciones de autentica esclavitud.

Según Iqbal, cuando trabajaba en la fábrica de alfombras tenía que ;levantarse a las cuatro de la mañana y trabajar durante 12 horas, encadenado a los telares.

El niño fue asesinado a tiros el 16 de abril de 1995 cuando montaba en bici con unos amigos. Su muerte no fue aclarada aunque se atribuye a miembros de la industria de las alfombras. 10

La esclavitud es una de las formas más brutales de violencia contra los menores. Los niños que son víctimas de ella padecen muy graves trastornos físicos, psicosociales y afectivos, con secuelas para toda la vida y consecuencias a veces mortales. Los estudios realizados sobre el particular y los relatos de las propias víctimas expresan un traumatismo tan profundo que muchos son incapaces de volver a reincorporarse a una vida normal. Otros muchos mueren antes de llegar a la edad adulta. 6

 

PROSTITUCION INFANTIL, VENTA Y TRATA DE NIÑOS, TURISMO SEXUAL Y PORNOGRAFIA INFANTIL

Tanto los países en desarrollo como los desarrollados deben encarar este problema, pero la situación es más grave en los primeros. Facilitada por la mundialización y los medios de comunicación modernos, la explotación sexual de niños es un problema de trascendencia internacional.

Se entiende por explotación sexual de los niños con fines de lucro, el abuso sexual por parte del adulto mediando remuneración en dinero o especies para el niño o bien para uno o varios terceros. La prostitución y la pornografía infantil, así como la trata de niños con fines de venta en el comercio sexual son las formas de abuso más comunes. En general, la mayoría de las víctimas son niñas pero en algunos países puede afectar a los niños en igual proporción.

Huelga decir que la explotación sexual de los niños no es solamente una forma particularmente peligrosa de trabajo infantil sino también un crimen que supone un escarnio de la más elemental humanidad y ultraja la dignidad y la libertad de los miembros más vulnerables de la sociedad. 7

Son actos delictivos de violencia contra los menores. Debemos considerarlos como delitos y castigarlos como se castigan los delitos más graves, pero a la vez, son formas de explotación económica asimilables al trabajo forzoso y a la esclavitud.

Por ejemplo, existe una fuerte conexión entre la pedofilia o la violencia sexual en general y la utilización de niños con fines lucrativos para saciar esos vicios. De allí, que la protección eficaz para proteger a los niños requiera la aplicación de medidas legales, nacionales e internacionales que rebasan ampliamente el ámbito de la legislación laboral. 6

Sus secuelas pueden ser desastrosas. Al niño que es víctima de explotación sexual se le roba la infancia, se le priva de un desarrollo normal y, a menudo, tiene que soportar formas extremas de abuso físico y psicológico que le dejan heridas incurables. Muchos contraen enfermedades de transmisión sexual y el HIV/SIDA o son azotados y torturados.

Dado que la explotación sexual suele ser ocultada o muy poco visible, resulta muy difícil obtener datos exactos sobre el problema y cuantificarlo. Se estima que cada año más de un millón de niños son embaucados e involucrados en el comercio sexual que se cifra en varios miles de millones de dólares. La naturaleza y la magnitud de la explotación sexual de niños varía de un país a otros. Por lo general, se sabe que Asia y América Latina son las regiones donde la prostitución infantil y la trata de niños hace más estragos, pero en los últimos años el problema se ha extendido también a Africa y Europa Oriental. Varios factores facilitan y propician la explotación sexual de los niños a escala nacional e internacional, la pobreza, y la ignorancia tal vez sean los más importantes, las familias pobres que buscan medios para incrementar sus magros ingresos, a menudo son blanco fácil de los explotadores. Poderosos grupos criminales dominan el comercio del sexo en la mayoría de los países y muchos niños son embaucados pues los reclutadores saben ocultar muy bien sus verdaderas intenciones. En las zonas rurales, por ejemplo dicen a sus padres que en la ciudad sus hijos ocuparán puestos de trabajo decorosos en restaurantes o tiendas pero en realidad, los niños van a parar a los burdeles. En algunos países los niños de determinados grupos pobres y desfavorecidos, tales como los indígenas o las castas inferiores corren más riesgos de ser arrastrados al comercio sexual. 7

Puede ocurrir que no hablen la misma lengua, que no tengan derechos cívicos ni instrucción y que, una vez encerrados en esa trampa, queden aislados y no puedan comunicarse con el mundo exterior. 6

En los últimos años la explotación sexual también ha sido incentivada por la creciente demanda de prostitutos y prostitutas cada vez más jóvenes debido a la noción errónea de que manteniendo relaciones sexuales con niños no se contrae el HIV. Otros factores que contribuyen a ello son los efectos alienantes del éxodo rural y las múltiples prácticas tradicionales discriminatorias contra la niña en muchas partes del mundo. A menudo, los dirigentes comunitarios y los funcionarios gubernamentales ignoran el problema o son indiferentes a él, lo que también facilita la explotación. Si bien es cierto que durante mucho tiempo, la prostitución y la trata de niños han sido un mal escondido, en los últimos años se ha ido cobrando mayor consciencia y se han tomado unas cuantas medidas importantes para abordar el problema.

Muchos gobiernos han contraído firmes compromisos contra la explotación sexual y sus esfuerzos reciben ayuda mediante acuerdos de cooperación internacional y asistencia técnica como el I.P.E.C. (Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil) y otros programas. 7

Los diferentes estados usan diversos criterios para combatir la explotación de niños basada en la prostitución, la pornografía y la venta y trata de niños. Los estados combaten la prostitución infantil mediante la aplicación de las leyes penales y los efectos represivos y disuasivos que surgen de ellas. En la mayoría de los países del mundo, el código penal con su legislación general que prohibe la prostitución se aplica también a los niños, porque no distingue la prostitución adulta de la infantil, aunque impone penas más altas en este segundo caso.

Sin embargo, ciertos países han promulgado disposiciones legales concretas sobre la prostitución infantil, tal es el caso de Sri Lanka y Filipinas. Las legislaciones nacionales sobre la prostitución definen y sancionan diferentes categorías de infractores. Generalmente se considera que un niño dedicado a la prostitución no comete un delito, pero se considera que si en algunos países. No obstante urge la necesidad de distinguir entre el culpable y la víctima y se tiende a definir al niño como víctima y no como culpable. En algunos países se califica a los padres, tutores u otras personas dotadas de autoridad legal sobre el niño como responsable, al no haberse interesado debidamente por las actividades de los niños. Es habitual sancionar penalmente dos modalidades principales de prostitución infantil. En una de ellas se aprovecha la desvalidez del niño para “obligarle” a dedicarse a actividades sexuales (con o sin frutos económicos para él) esto es el hecho de engañar, seducir o abusar de la credibilidad de un niño (de la coacción puede derivarse por si solo un delito). La otra modalidad se refiere a la obtención de beneficios económicos gracias a las actividades sexuales del niño. Resumiendo, la pedofilia, el proxenetismo cuando se trata de niños y/o la obtención de beneficios económicos gracias a las actividades sexuales en que participan niños, se sancionan, en diverso grado, como delitos específicos.

Cabe destacar la importancia de la edad del niño para determinar si se ha cometido o no un delito al aceptar los servicios sexuales que ofrece ese niño.

Se estima que después de la pubertad los menores pueden aceptar una relación sexual, entonces se fija la edad del consentimiento por lo general en los 16 años, aunque hay países que optan por los 14 o 15 años. Por consiguiente, en estos países no es un delito tener relaciones con un menor o valerse de los servicios sexuales de un menor que tenga una edad superior a la legalmente prescrita. Pero los otros actos conexos, como los de los proxenetas o los de seducción para inducir a la prostitución o el hecho de vivir de ingresos derivados de ella, constituyen un delito, cualquiera sea la edad del consentimiento y las sanciones son más severas cuando menor es la edad del niño. En la mayoría de los países se sancionan penalmente las relaciones sexuales con niños menores de 16 o 15 años de edad. Ultimamente hay países que han llevado la prohibición a menores de 18 años, ellos son España, Filipinas, Bélgica, Sri Lanka, Ucrania y Mauricio. Las penas que sancionan la explotación sexual de menores de edad son muy severas y se tiende a agravarlas.

En Filipinas se ha presentado en el Congreso un proyecto de ley que califica de delitos abominables la prostitución infantil y la pedofilia, con lo que la pena iría de la reclusión perpetua a la muerte. También según el derecho chino se puede imponer la pena de muerte en circunstancias graves.

Es de público conocimiento que redes organizadas compran y venden niños traspasando las fronteras nacionales. Se piensa que hay cinco redes internacionales de trata de niños, en estas cinco direcciones: de América Latina a Europa y al Medio Oriente; de Asia meridional al norte de Europa y al Medio Oriente; un mercado regional europeo y otro árabe; así como un mercado de exportación de niñas en Africa occidental.

En la actual Europa oriental la trata suele ir de este a oeste, con un transporte de niñas de Baleareis, la Federación de Rusia y Ucrania a Hungría, Polonia y los Estados Bálticos a capitales de Europa occidental. Hay también una trata de prostitutas rumanas rumbo a Italia, Chipre y Turquía.

Se han localizado varias rutas bien definidas de trata de niños en Asia sudoriental: de Myanmar a Tailandia, en la propia Tailandia, de Tailandia y otros países a China, Japón, Malasia y los Estados Unidos; de Filipinas y Tailandia a Australia, Nueva Zelandia y la provincia de Taiwan (China); así como de Bangladesh y Nepal a la India; de Asia sudoriental a Hawai y al Japón, vía Hong Kong y de la India y el Pakistán al Medio Oriente.

Según el informe de 1996 del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el tema que nos ocupa, en Asia unos dos millones de niños son víctimas del comercio sexual.

Información dada por organizaciones no gubernamentales indica que está en auge la trata de niños entre Tailandia y países vecinos y que esta plaga es cada vez más ostensible en Bangladesh, Filipinas, La India, Nepal y Sri Lanka.

En América Latina, un gran número de niños trabajan y viven en la calle, donde pueden ser fácilmente víctimas de una explotación sexual. Un informe publicado por la Oficina Católica Internacional de la Infancia dio a conocer la existencia de ese mismo problema en la Argentina, Bolivia, el Brasil, Colombia, Chile y el Perú.

También en varios países de Africa está aumentando la prostitución infantil: Ghana, Côte d’Ivoire, Kenia, Zambia y Zimbabwe.

El auge del comercio sexual de niños en Africa, Asia y América Latina se debe indudablemente a la internacionalización del turismo sexual, sumado al hecho de que muchos piensan que el peligro del contagio del SIDA disminuye cuando la relación sexual es con una persona muy joven.

Los niños que son víctimas pueden contraer enfermedades sexualmente transmisibles, corren riesgo d un embarazo prematuro y de la mortalidad puerperal, padecen graves trastornos físicos, psicosociales y afectivos, con secuelas para toda la vida y consecuencias, a veces mortales.

La mayoría de los países en su legislación general se ocupan de la venta y trata de niños y en muchos casos se ha tendido a promulgar leyes que versan específicamente sobre la prohibición de la venta de niños. Tal es el caso de La India que promulgó en 1956 una ley sobre la supresión de la trata sexual de niñas y mujeres, la cual se modificó en 1986 haciéndola extensiva a los dos sexos, elevando las penas y castigando tanto a quienes compran como a quienes venden a una persona menor de 18 años de edad con fines de prostitución o cualquier otro móvil ilícito o inmoral,

Existen varios países más con disposiciones legales específicas sobre la venta y trata de niños, estos son: Brasil, Estados Unidos, Costa Rica. Bélgica, República Checa, Chipre, Filipinas, Hungría, Mauricio, Nepal y Rwanda.

La gravedad de las penas varía mucho, por ejemplo: en el Brasil, de 5 a 6 años de prisión; en Costa Rica de 8 a 10; en Mauricio, 5 como máximo, amén de multas; en Filipinas, reclusión perpetua y en los Estados Unidos 20 años, como mínimo o cadena perpetua y multas, según cuales sean las circunstancias del caso.

El número de turistas que viajan para tener relaciones sexuales con niños viene aumentando desde hace unos años. Por esto, en un número creciente de países se ha ampliado el ámbito de la jurisdicción penal para que abarque también los actos delictivos perpetrados por sus ciudadanos contra menores de edad en el extranjero y se han adoptado medidas encaminadas a prohibir la organización de viajes que persigan la finalidad de explotar sexualmente a los niños.

Un medio de combatir el turismo sexual consiste en aplicar el derecho penal nacional a los delitos cometidos en otro país. Los turistas sexuales procedentes de países que conceden la extradición de sus nacionales podían cometer impunemente delitos contra los niños si conseguían regresar a su país de origen. La extensión extraterritorial del derecho nacional cierra esa salida de escape. Noruega en 1990, inició el camino, al decidir aplicar su legislación a delitos cometidos en el extranjero. Esta modificación incitó a otros países de origen de un turismo sexual a cambiar su legislación para que sea posible aplicar el principio de la extraterritorialidad  del derecho penal en relación con el turismo sexual del que son víctima los niños, a saber: Alemania en 1993; Francia en 1994, Bélgica en 1995 y Nueva Zelandia en 1995. Otra posibilidad es sancionar los viajes sexuales. En los Estados Unidos, en virtud de una nueva ley sobre turismo sexual, se puede procesar a una persona en cuanto haya planes detallados para un viaje semejante, no hace falta sorprender a un pedófilo en sus relaciones sexuales con un menor, sino que basta con que posea un plan de viaje detallado y un billete de avión para demostrar la existencia de un caso de turismo sexual.

En el Reino Unido, en virtud de la ley de derecho penal de 1977, se ha declarado oficialmente grave delito penal, la publicidad y oferta de viajes que ofrezcan oportunidades de actividad sexual con niños. La información sobre la ley se dio a conocer y difundió entre las agencias de viajes. En Nueva Zelandia es un delito fomentar y organizar viajes de turismo sexual con niños a partir del territorio nacional.

En el Canadá hay varias disposiciones del derecho penal canadiense que podrían aplicarse a ciertas facetas de este tipo de turismo, por ejemplo, la prohibición  de todo tipo de proxenetismo dentro o fuera del Canadá. Este incumplimiento de la ley recaería sobre los agentes y mayoristas de viajes. La pena máxima es de 10 años de prisión. La condena de un mayorista de viajes puede traer aparejada el cierre de la empresa, por considerarla fruto del delito.

Se recurre además, a la cooperación y ayuda entre las autoridades judiciales y de orden público de uno y otro país. Varias iniciativas del sector privado han contribuido a mejorar el grado de cumplimiento de las leyes. Asociaciones internacionales como la Federación Universal de Asociaciones de Agencias de Viaje (UFTAA), la Federación Mundial de la Hotelería y la Organización Mundial de Turismo han realizado campañas de información.

La UFTAA tuvo la iniciativa de formular y adoptar una Carta del Niño y del Agente de Viajes, por la cual los agentes de viajes firmantes se comprometen a lucha contra la prostitución infantil en su relación con el turismo sexual procurando que los profesionales del sector adviertan cada vez más la gravedad del problema.

La definición de la pornografía infantil se refiere a la representación gráfica de niños y al medio utilizado para ella. Los criterios varían según los países. En algunos países las formas sancionables se limitan al acto carnal, en otros países, como los Estados Unidos quedan comprendidos todos los tipos de “conducta explícitamente sexual”.

La definición de “niño” a efectos de la legislación sobre la pornografía guarda relación con la edad generalmente del consentimiento que son los 16 años, si bien un número creciente de países fija ahora el límite de 18 años copiando la edad dada por la Convención sobre Los Derechos del Niño. Así pues, es ilegal la distribución de materiales pornográficos que presenten a personas menores de 18 años.

En cuanto al medio de expresión que reproduce la imagen, las legislaciones más antiguas mencionan las “fotos obscenas”, pero los rápidos progresos técnicos, en particular en el campo de la informática, están moviendo a modificar esas leyes. Una ley del Reino Unido de 1994 menciona “seudofotografías”  como las que se transmiten con medios informáticos.

Las tecnologías modernas permiten además “construir” pornografía infantil a partir de otros materiales pornográficos, o crear una pornografía “virtual” que no se basa en la representación de una persona real.

Otra tendencia reciente es la utilización de Internet para la difusión de pornografía infantil, poniendo instantáneamente ésta al alcance de un público mundial y planteando un desafío a los responsables de velar por el cumplimiento de las leyes.

La legislación nacional concerniente a la pornografía infantil castiga a los responsables de su producción y distribución y a los participantes en ella. Generalmente a la comercialización se le aplican penas más altas. En algunos países es un delito, además, la posesión de materiales pornográficos.

Las penas que sancionan la posesión, producción y difusión de estos materiales varían mucho. La legislación estadounidense es una de las más severas, estipula hasta diez años de prisión o multas de hasta 100.000 dólares. En Francia y en otros países la pena depende de la edad del niño: la intervención de adolescentes de 15 a18 años es de un año de prisión como máximo y una multa, pero se puede imponer hasta cinco años de prisión en el caso de un niño de menos de 15 años. En Alemania la pena oscila entre seis meses y cinco años pero es más alta si la distribución tiene un móvil comercial.

Análogamente en los Países Bajos la posesión se sanciona con una pena de prisión de tres meses a cuatro años al tiempo que la producción con fines comerciales se castiga con seis años de prisión. La legislación canadiense ha elevado las penas máximas de dos a diez años. Para descubrir delitos contra los niños y prevenirlos es muy útil el acopio, la sistematización y el intercambio de información tanto en el plano nacional como internacional. Así pues, tienen mucha importancia las estadísticas nacionales sobre los delitos cometidos, clasificados según la edad, el sexo y otros factores, así como los ficheros de culpables condenados. Por ejemplo en Canadá los gobiernos de las provincias y la policía se esfuerzan por mejorar el intercambio de información entre las autoridades y las organizaciones no gubernamentales con el fin de destituir a delincuentes sexuales que ocupen cargos de responsabilidad y entrañen una relación de confianza y el ejercicio de autoridad para con los niños. En una oportunidad, la policía ayudó a una organización no gubernamental que se ocupa de los niños de la calle a localizar a varios candidatos a puestos de trabajo voluntario de sexo masculino que tenían antecedentes penales de proxenetismo infantil.

En el plano internacional la Organización Internacional de la Policía Criminal (Interpol) coordina el intercambio de información. Se está procurando construir un fichero de pedófilos condenados para facilitar la intervención rápida. Interpol dispone además de un sistema de alerta que comunica a las autoridades nacionales los movimientos de los delincuentes condenado y más concretamente información sobre pedófilos, envía esta información a los puestos de policía fronterizos y a las autoridades de inmigración y de aduanas.

Hay también un sistema de enlaces en 64 países que realiza intercambio de información sobre legislación, estadísticas e investigaciones en curso a los países interesados y a la Secretaría General de Interpol.

La entrada de materiales pornográficos en los países esta prohibida a menudo por leyes penales y los reglamentos aduaneros, por ejemplo en el Canadá y los Estados Unidos los funcionarios de policía y de la aduana cooperan estrechamente para impedir este tipo de comercio.

En los Estados Unidos el Servicio de Inspección Postal, el F.B.I. y el Servicio de Aduanas son corresponsables de velar por el cumplimiento de las leyes sobre la pornografía infantil.

En Irlanda como en los Estados Unidos se interviene en la distribución que se hace por conducto de los servicios postales. En Australia, Malasia, Sudáfrica y también Irlanda se recurre principalmente a los reglamentos de aduanas.

En mayo de 1996 se condenó apenas de prisión a dos ciudadanos británicos después de haber reconocido su culpabilidad en un delito de pornografía infantil por medio de la informática de Internet. El juez falló que las imágenes de Internet deben tratarse como las fotografías desde el punto de vista de la aplicación de la legislación.

 

En los Estados Unidos la ley sobre la pornografía se aplica a la reproducción, la distribución o la recepción en la computadora de presentaciones visuales prohibidas.

El Código Penal canadiense permite la utilización de medios electrónicos de vigilancia en las investigaciones relacionadas con la pornografía infantil. Cabe también la posibilidad de instalar líneas telefónicas especiales de llamada gratuita y al alcance de todo el mundo y en particular de las propias víctimas para denuncias presuntas infracciones.

Otro modo de mejorar los métodos de investigación es la institución de medidas especiales para la infancia. Esta figura del mediador o defensor del pueblo (ombudsman) que viene de una tradición jurídica escandinava consiste en un intermediario entre el ciudadano y las autoridades públicas que suele tener atribuciones de fiscalización de estas últimas, puede desempeñar diversas funciones como las de investigación y observación de las medidas tomadas en relación con las infracciones a los derechos del niño.

En Suecia hay ahora un ombudsman especial que persigue esa finalidad en el caso de los niños y los menores de edad. Se difunde entre ellos una amplia información, principalmente mediante campañas organizadas en centros escolares y guarderías, se han creado instituciones similares en otros países.

A través de los medios de comunicación una diputada de Jujuy, Argentina, denuncia la desaparición de nueve niños de alrededor de 5 años de edad, en San Salvador de Jujuy, durante el transcurso del corriente año (1999). Cabe suponer que este hecho está ligado a la trata de niños. 6

 

TRABAJO INFANTIL -- .. – PANORAMA MUNDIAL

 

La O.I.T. estima que hay más de 200 millones de niños trabajando en todo el mundo. No es exclusivo de los países en desarrollo, también se da en España e Italia, no obstante el grueso del problema se da en los países en desarrollo. Los niños trabajadores constituyen ya, en Asia, el 13% de la población activa. Solo en la India hay 44 millones de niños económicamente activos. En Africa representan en torno al 17% de la población activa, mientras que en los países de América Latina trabajan hasta el 26% de los niños. 10

Un 65% de los niños asalariados, especialmente niñas, trabajan de 6 a 7 días por semana, la mayoría no recibe pago por horas extras ni prestaciones sociales. 13

Su jornada laboral alcanza una media de 9 horas y reciben pos su trabajo la mitad del salario de un adulto. 10 en Indonesia reciben tres dólares semanales por cuarenta y ocho horas de trabajo en las fábricas de bombillas, en Zambabire en la recolección de café, tres dólares por sesenta horas de labor, en las fábricas de alfombras de Nepal un dólar por día.

La mayoría de los niños comienza trabajar a los 10 años, el promedios de edad es menor en las áreas rurales, donde suelen comenzar a trabajar a los 5 años.

El número de niños empleados está creciendo según la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), especialmente en las industrias manufactureras y en las que se dedican a la exportación. 10

En conjunto hay más varones activos que niñas ( 3 a 2) . en los empleos domésticos en general se invierte la relación ya que el 60% son mujeres y también son mayoría en las cifras de no inscripción en las escuelas y de abandono escolar. 13

En Ghana, Senegal, la India e Indonesia, el 15 % de los niños de las regiones encuestadas trabajan. En Senegal, hasta el 40 % de los niños son económicamente activos en algún momento del año. 14

ÁFRICA

Son económicamente activos 23,6 millones de niños, o el 23 % de la población laboral8.

El 17 % son niños de entre 4 y 15 años, desempeñan tareas de pastoreo, vigilancia de ganado, incluso en época escolar con la consiguiente repercusión negativa en su educación. 10  .En Ghana, los niños de la calle trabajan por su cuenta o para operadores; en Acra, la capital, el 88 % de los niños de la calle no asiste a la escuela, el 96 % son migrantes, duermen en el exterior de edificios y tiendas, sobre colchones de cartón o paja y comen alimentos poco nutritivos que compran en la calle. Su jornada laboral comienza a las 4,30 hs. AM; lustran zapato, portan bultos, venden distintas mercaderías, mendigan, etc..

 

Niños económicamente activos en algunos países de África  15

(1995 – categoría de edad de 10 –14 años)

 

País

Niños que trabajan

(en porcentaje)

Benin

27,5

Burkina Faso

51,1

Burundi

49,0

Cabo Verde

14,2

Camerún

25,3

República Centroafricana

31,2

Comoras

39,3

Côte d´Ivoire

20,5

Egipto

11,2

Eritrea

39,6

Etiopía

42,3

Ghana

13,3

Guinea

34,0

Kenya

41,3

Madagascar

35.8

Malawi

35,2

Malí

54,5

Mauricio

3,0

Mozambique

33,8

Namibia

212,7

Níger

45,2

Nigeria

25,8

Senegal

31,4

Swaziland

13,7

Tanzania (República Unida de)

39,5

Uganda

45,3

Zambia

16,3

Zimbabwe

29,4

Fuente: Estimaciones calculadas a partir de Población económicamente activa, 1950-2010 cuarta edición. OIT, Ginebra, diciembre de 1996.

 

La OIT calcula que 11 % de la población se Asia está constituida por niños entre 4 y 15 años. En la India los menores que trabajan, generalmente en condiciones muy dura, son unos 44 millones, 10 siendo el factor más determinante de esta problemática la pobreza y el analfabetismo. 14 Los niños se desempeñan en pequeñas factorías, hotelería, depósitos de petróleo, talleres de joyas, fábricas de alfombras y de cerillas. 10

En Sri Lanka hubo niños que denunciaron a sus empleadores por malos tratos. Sin embargo pocos empleadores fueron condenados con el rigor debido. En realidad quienes salieron perdiendo fueron los niños dado que se los envió de vuelta con sus padres o a alguna institución. Algunos decidieron volver con el empleador denunciado. A la espera de que las leyes de este país prohiban el trabajo infantil a menores de 12 años y de 12 a 14 años dentro del horario escolar, se estima que existen 400.000 niños entre 5 y 14 años que trabajan para poder vivir. 10

CHINA:  Pasado y presente 16 Q

Lo que fue China es algo doloroso. Era una China donde el rango y la posición simplemente significaba la oportunidad para amasar una fortuna personal, donde incluso los más altos funcionarios se embolsaban préstamos enteros del exterior y luego emitían papeluchos sin ningún valor a fin de encubrir el delito.

Era una China donde los traficantes de opio proliferaban como ratas en las ciudades, donde los matones se ofrecían a liquidar a alguien por una suma tan insignificante como de veinte centavos de dólar. Era Shanghai donde los muy adinerados vivían en grandes mansiones rodeados de guardias y donde una empavorecida clase media de profesionales, maestros y estudiantes vivían callando su descontento. Donde el bastón de los policías caía sobre las espaldas de quienes tiraban de unos carritos cruzando el puente Jardín y donde los jóvenes y niños eran explotados en una especie de infierno industrial arrebañados por esclavizantes contratos y convertidos en enseres de sus gansteriles capataces. Era una China litoral estrangulada por los monopolios extranjeros y una China rural desgarrada por continuas guerras fratricidas, oprimida por los terratenientes y asediada por el hambre. Los refugiados que inundaban las urbes reemplazaban a quienes habían trabajado hasta morir en las fábricas y textilerías.

En 1929 pasé mis vacaciones veraniegas trabajando en una obra de regadío en Mongolia Interior, cuya excavación la realizaban unos 40.000 refugiados de la hambruna. Entre 1926 y 1929 más o menos ocho millones de personas fallecieron de irradiación en China nororiental. En la gran inundación del río Yangtsé en 1931, un millón o más murieron y las penurias se extendían por doquier. En la construcción de diques, los cadáveres de criaturas flotando en los remansos del río constituían una escena demasiado frecuente. Se compara con la de la inundación de 1954 que fue incluso mayor pero en la cual, gracias a los rigurosos esfuerzos se perdieron pocas vidas. Entre 1927 y 1937, China era un lugar en que alrededor de 30.000 personas acusadas de comunistas fueron ultimadas en el casco urbano y la periferia de Shanghai. Incluso más fueron ejecutados en Juhuatai, una pequeña colina en las afueras de Nanjing. En la década del 40, a lo largo del ferrocarril de Lunguai, agentes especiales armados mataban gente a su gusto.

Durante el reinado de Sheng Shicai de Xinjiang, los sospechosos de ser comunistas eran rutinariamente asesinados en los puestos fronterizos. Y Ma Bufang, gobernador guomindamista de Gansu, envió a sus soldados a liquidar a los alumnos y profesores de la escuela de Shandan. En los primeros años del 40, el Guomindang decretó la conscripción para apoyar al gobernador de Xinjiang. El comandante de este ejército permaneció en Chengdu son sus concubinas y dinero y envió a los conscriptos, en su mayoría muchachos de los alrededores de Santai, a través de Sichnan, Shaanxi y Gansu hasta Xinjiang. De comandante para abajo, todos los oficiales querían enriquecerse en el ejército. Así que los soldados, en buena parte poco más que niños, estaban medio muertos de hambre, a menudo enfermos de disentería y sarna. Componían un cuadro verdaderamente trágico cuando arrastraban sus cansados pies pro el camino. Cuando los vi en Shuangshipu, 83 de ellos fallecieron en una sola noche, los volví a ver en Changlochen y la escena me impresionó tanto que muchos años más tarde la narré nuevamente en unos versos:

                                                               Pese a los años, alguno

                                                               recuerdos

                                                               se conservan cristalinamente

                                                               rútidos: 1942

                                                               una columna de jóvenes

                                                               conscriptos campesinos

                                                               de Sichuan, conducidos por

                                                               caminos

                                                               que llevan a Xinjiang, la

                                                               mayoría muriendo de

                                                               enfermedad

                                                               y desnutrición en medio de la

                                                               ruta; nos habíamos

                                                               detenido en una aldea

                                                               montañesa de Gansu

                                                               para reparar el camión, y

                                                               nos paramos a la vera del

                                                               camino

                                                               observando al chofer de

                                                               camión vacío

                                                               haciendo negocios con los

                                                               lugareños; entonces,

                                                               de un semiderruido templo

                                                               emergió la diminuta

                                                               silueta de un rapaz de quizá

                                                               catorce años, dirigiéndose

                                                               al chofer, saludándolo cortes-

                                                               mente, diciendo

                                                               “Estoy al mando de estos

                                                               soldados enfermos”,

                                                               señalando con el brazo a

                                                               media docena de famélicos

                                                               soldados niño con los ojos

                                                               muy abiertos tras de él

                                                               “Debo llevarlos a Tianshui

                                                               donde el cuerpo principal

                                                               se halla. Su camión está va-

                                                               cío, ¿Podría usted

                                                               llevarnos?” Replicó el chofer:

                                                               ¿ Y quién paga?

                                                               ¿Dónde está el dinero?”, y el

                                                               muchacho miró

                                                               hacia atrás a sus enfermos

                                                               compañeros, y luego

                                                               al chofer con disgusto y

                                                               desprecio, escupiendo

                                                               la palabra “¡Dinero!” Usted

                                                               sólo pide “¡Dinero!” y el

                                                               dardo dio en el blanco,

                                                               el conductor bajó los hombros

                                                               e inclinó la cabeza,

                                                               y abruptamente dio la vuelta,

                                                               subió a la cabina

                                                               y partió, dejando la figura del

                                                               juvenil

                                                               comandante, en el centro de

                                                               la vía

                                                               enjugándose las lágrimas de

                                                               sus ojos.

 

Un mero puñado de ese ejército, solamente 600 muchachos llegaron eventualmente a Xinjiang. Todavía portaban sus uniformes estivales de Sichuan. Jamás llegó el dinero para la compra de ropas guateadas y todos murieron de frío en las noches de temperatura bajo cero. Su historia era bastante común en aquellos tiempos. La gente brutalizada se convertía a su vez en brutal contra los habitantes de las aldeas que cruzaba. Las clases dominantes habían perdido todo contacto con el pueblo, el cual, como respuesta se cerraba a todo lo que no le interesaba directamente. Pero cuanta mayor era su pobreza, tanto más duro era esto. Los funcionarios se apoderaban de las jóvenes hermosas para hacer de ellas colchones de cama; se apropiaban de los animales de las personas y luego las multaban por perderlos; las despojaban de sus medios de vida e independencia y se reían de ellos, les quitaban a sus hijos a quienes golpeaban y alistaban en ejércitos de los que nunca volvían. Los funcionarios tomaban todo y no daban sino amargura y pesares, de modo que la gente ingería opio o cualquier otra droga para soñar la felicidad que la sociedad les negaba. Conforme el gobierno guomindamista adelantó la guerra contra el Japón, fueron las tropas del pueblo la que llevó la carga más pesada. En un mundo en que el narcotráfico ha asumido ahora una inmensa proporción, China no ha olvidado su acerba experiencia de las dos guerras del opio libradas por foráneos para mantener un derecho a envenenar al pueblo chino con ese estupefaciente, cuyo difundido uso fue alentado por los imperialistas extranjeros y posteriormente por los ejércitos de los caudillos militares, quienes enloquecían por apoderarse del control de todo lo que pudiera aportar ingresos.

Sin embargo las dos grandes plagas sociales más devastadoras: la adicción a las drogas y las enfermedades venéreas, fueron barridas por el limpio viento de la liberación. El espíritu de lucha y sacrificio estalló y vencieron al poderío de los modernos ejércitos de Chiang Kaishek, asesorados por alemanes. Fue el espíritu en que se apoyó Mao Zedong al conducir la Gran Marcha desde Zunji hasta Janian y a combatir en Shaxi y Helbli obligando a los japoneses a mantener sus fuerzas en China septentrional y suspender sus campañas hacia el sur. El espíritu que llevó a un ejército de campesinos con sus carretillas a proveer de apoyo logístico al Ejército de Liberación que arrolló hacia el sur y allende el río Yangtsé hasta alcanzar la victoria. Esto posibilitó la construcción de tantos sistemas de riego en toda China lo que originó los enormes incrementos en la producción cerealera.

Una de las principales diferencias entre la vieja y la nueva China es el trato a las minorías étnicas, muchas de las cuales viven a lo largo de las fronteras de China. Antes de la liberación, el estigma de pertenecer a un grupo inferior era oficialmente respaldado y estas gentes eran a menudo engañadas por comerciantes ávidos de dinero. En su Gran Marcha, el viejo Ejército Rojo atrajo a sus filas a los jóvenes de las minorías nacionales y tras la liberación se tomaron medidas inmediatas para que las nacionalidades minoritarias se sintieran parte del todo. La educación bajo el viejo régimen era muy limitada. Había universidades famosas y escuelas secundarias que las servían, pero sólo los hijos de las familias ricas o acomodadas podían asistir a ellas. Los maestros de la mayoría de las escuelas corrientes sufrían carencia de material didáctico y demoras en el pago de sus salarios si es que éste legaba. El nivel educacional era bajo y, a veces en el agro, no había educación alguna. La tasa de analfabetismo era elevada.

Actualmente, la difusión en televisión y la radio, los crecientes ingresos rurales, maestros mejor preparados y más libros de texto modernos permiten a los niños campesinos tener un punto de vista científico inicial y ansias de aprender más. Hay una permanente pugna en todo el país por formar a la juventud a fin de que pueda llenar los requisitos de la modernización.

En tiempos feudales, se acuñaban monedas de sortilegio con las palabras “cinco hijos y dos hijas”, como la familia modelo por la uno debía esforzarse. Guerras y hambrunas diezmaban salvajemente a los niños en aquellos malos días y después de la liberación se produjo una explosión demográfica, con familias prolíficas por doquier. Muy pronto se hizo evidente que, a menos que se hiciera algo, no había alimentos suficientes para seguir tirando. Así comenzó el período de control de la natalidad y se planificó a fin de asegurar que la población pudiese ser controlable para fines de siglo. En las ciudades, con ambos progenitores teniendo que trabajar, un vástago es suficiente. Mas en el campo es otra la historia.

La extensión de la minería hullera, a fin de que China llegue probablemente a ser el mayor exportador de carbón en el mundo, me hace recordar a las “hormigas”, rapazuelos desnudos con una lámpara de aceite atada a sus cabecitas y que fueron los pioneros de las minas. Leo los frecuentemente ingenuos, algunas veces insultantes, informes de los así llamados expertos en china, maravillándome de su ceguera al cocinar la papilla que un orondo público lector se tragaría porque le da tan gran sentimiento de superioridad. Y entonces pienso en China.

 

 

LATINO AMERICA:

En 1990 trabajaban en la región 7.300.000 niños entre 10 y 14 años.

 

HAITI:

Hay entre 250.000 y 300.000 menores que trabajan como empleados domésticos en condiciones de semiesclavitud. El 75% son niños entre 10 a 11 años. Se los denomina “restavek” (reste avec, “quedarse con alguien” en francés). Las familias del campo, al no poder mantener a sus hijos, los envían a familias conocidas e incluso allegados, de la ciudad, que se comprometen a facilitar su educación, alojamiento y alimentación, a cambio de trabajo doméstico. Estas promesas se tornan casi siempre en explotación. El 75 % son niños analfabetos. Este tipo de vida y de trabajo es el que espera al 70 % de la población menor de 18 años, que es el 40 % de los haitianos. Los sometidos a semi esclavitud están entre los 11 y 14 años. Los “restaveks” son cada vez más jóvenes a causa del empobrecimiento del país, pueden llegar a tener sólo entre 5 o 6 años. 10

 

MEXICO:

La crisis económica que sacudió al país a partir de 1993 aumentó los niveles de pobreza de la población, lo que conllevó a que un alto índice de niños y adolescentes mexicanos abandonen sus estudios para incorporarse al mercado laboral con el objeto de aliviar la situación familiar. De acuerdo con un informe reciente de CEPAL, el 29 % de la población infantil es económicamente activa.

Además de la crisis económica inciden factores sociales y culturales que coadyuvan al trabajo infantil. (estructura y composición de las familias, sus líneas de autoridad, concepciones religiosas y de género, así como el contexto rural – urbano).

Por lo general la extrema pobreza y el abandono que sufren los niños hacen que entre los 5 y 6 años se vean obligados a realizar cualquier tarea que les permita sobrevivir. 17

 

Población total (10 a 14 años)

10.384.638

P.E.A.  total

35.336.556

P.E.A.  total (10 a 14 años)

1.154.694

Porcentaje sobre edad 10 a 14 años

11.11 %

P.E.A. urbana total 10 a 14 años

461.903

P.E.A. rural total 10 a 14 años

692.791

Porcentaje de población 10 a 14 años

Que trabaja

6.7 %

Porcentaje de población 10 a 14 años

Sobre P.E.A.

1.49 %

PERU:

En Santa Filomena y Mollehuco dos regiones mineras hay más de 1.000 niños que trabajan en las minas en condiciones precarias. Estas minas se encuentran en zonas remotas donde faltan las necesidades básicas, como electricidad, agua potable e infraestructura de saneamiento apropiado. Niños de corta edad (6 años) trabajan largas jornadas en las minas de oro, sin protección alguna contra lesiones y accidentes. A menudo están desnutridos, sufren enfermedades respiratorias y no se han desarrollado como corresponde. Sabido es que un pequeño número de ellos va a la escuela. 18

PANAMÁ:

Son 50.000 los menores explotados que se dedican la mayoría al trabajo en cañaverales, actividades agrícolas de subsistencia, empaquetadores de supermercados o almacenes, vendedores callejeros, para satisfacer sus necesidades de supervivencia y las de sus familias. 19

HONDURAS:

En el caso específico de Honduras, la situación se vuelve más caótica porque muchos niños quedaron huérfanos o en situaciones de pobreza extrema después del paso del huracán Mitchi por el país. De acuerdo a datos de UNICEF, más de 100.000 niños entre 10 y 17 años trabajan, abandonando sus estudios. 20

COLOMBIA:

El número de niños y jóvenes menores de 18 años que trabajan en condiciones difíciles es importante. Entre 12 y 17 años: 1.663.900 y otros 748.000 entre 6 y 11 años.

La gran mayoría de estos niños y jóvenes provienen de familias de bajos recursos, podría decirse que prácticamente el 90 % de los niños y jóvenes pobres entre 9 y 17 años trabaja (proporción realmente alarmante). Algunos lo hacen en feriados vacacionales. De los niños urbanos entre 12 y 13 años que trabajan, el 50 % estudia, mientras que de ese mismo grupo urbano los niños no trabajadores estudian el 95 %. En la zona rural el 25 % de los niños trabajadores estudia, el porcentaje restante no asiste a la escuela.

Los trabajadores se sitúan fundamentalmente entre las tareas rurales y el servicio doméstico. La situación de todos estos niños y jóvenes se hace más dramática al constatar las jornadas a las que están sometidos. El promedio trabaja 40 horas semanales aumentando la intensidad con la edad; los ingresos no alcanzan el promedio medio del salario mínimo legal por hora. De igual forma la cobertura con la seguridad social es muy baja, sólo el 13 % de los jóvenes urbanos y el 8 % de los rurales tienen acceso a la seguridad social. 21

VENEZUELA:

De acuerdo a una encuesta realizada a 494 niños entre 9 y 17 años, de ambos sexos, de las ciudades de Caracas y otras ciudades provinciales (Maracay, Barquisimeto, Maracaibo, Puerto Ordaz y San Cristóbal), es decir se realizó en medio urbano, dio como resultado que el 39 %, es decir 194 niños trabajan; 25 niños (7 %) siempre, a veces 162 niños (32 %); el 88 % lo hace fuera de su casa. El 28 % se desempeña en trabajos callejeros y el 55 % en comercios. La mayoría cumple jornadas de entre 6 y 11 horas diarias. El 15 % abandonó sus estudios. Los motivos por los cuales trabajan?. El 18 % lo hace para comer, el 37 % para ayudar a la familia, el 5 % para pagarse sus estudios.

De los 494 niños y jóvenes encuestados, el 80 % contestó afirmativamente a la pregunta: ¿prohibir el trabajo de niños y adolescentes puede influir en el aumento de robos, prostitución y tráfico de drogas?. 22

BRASIL:

En el Estado Federal de Río Grande del Sur (principal centro de fabricación de calzado), Novo Hamburgo y Dois Irmaos, se utiliza un alto porcentaje de trabajo infantil. Sólo en Dois Irmaos hay 300 niños afectados. 23 En Brasil hay modalidades de trabajo forzoso desde los hornos de carbón vegetal de Minas Gerais y Bahía a las plantaciones de la caña de azúcar de espíritu Santo en la región nordeste. 12

CENTRO AMÉRICA:

La edad mínima para trabajar varía entere 12 y 15 años (según el país) y sólo en ciertos tipos de tareas no peligrosas, pero entre el dicho y el hecho hay “mucho trecho”.

En Costa Rica hay miles de niños y adolescentes que trabajan en bares, o en el manejo de químicos sumamente peligrosos, además de la explotación sexual. Para ellos la ley es menos importante que su necesidad de aportar para la economía familiar. 24

EL TRABAJO INFANTIL EN LOS PAÍSES RICOS E INDUSTRIALIZADOS

Aún cuando el trabajo infantil es una práctica generalizada, sobre todo en las regiones en desarrollo, también existe en los países más ricos e industrializados. “En los países del sur de Europa siempre ha habido una cantidad relativamente grande de niños trabajando por una remuneración, especialmente en las actividades de carácter estacional, en los oficios de la calle, en pequeños talleres o en trabajo a domicilio”, se indica en el informe preparado por la O.I.T..

En Europa central y oriental, como consecuencia de las dificultades inherentes al proceso de transición de la economía de planificación centralizada a la economía de mercado, se ha producido un incremento notable del trabajo infantil. El informe de la O.I.T. pone de relieve que “lo mismo ocurre en los Estados Unidos, donde el desarrollo del sector terciario, el rápido crecimiento de la oferta de empleos a tiempo parcial y la búsqueda de una mano de obra más flexible contribuyen a alimentar, desde hace ya varios años, el mercado del trabajo infantil”. 8

LOS NIÑOS QUE TRABAJAN EN LA ARGENTINA:

El universo de los chicos que trabajan es multifacético, constituye una realidad visible, difundida día tras día, para obtener ingresos, es así como venden objetos en los bares, medios de transporte o en la calle, abren puertas de los autos, juntan deshechos o elementos de la basura, lavan autos o parabrisas, o cuidan vehículos estacionados, solos o junto a algún miembro de la familia. Otros trabajan en casas de familia, pequeños talleres, negocios, obras o explotaciones agrícolas, sin olvidarnos de las tareas domésticas a las que se ven obligados para facilitar que otros miembros de sus familias salgan a trabajar, en especial sus madres y hermanos mayores.

El ingreso precoz al trabajo está asociado a la pobreza, niños provenientes de hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI) o pobres estructurales, como lo revelan datos del año 1991, en los cuales el 25,5 % de los niños y niñas de 14 años del país estaban económicamente activos. 25  La incidencia del trabajo infantil es diferente en el ámbito urbano que en el ambiente rural: 11,7 % versus 30,5 %.

Los datos proporcionados por el Módulo para el Monitoreo de Metas Sociales aplicado a los niños de 6 a  14 años del años 1994 para siete aglomerados: Gran Buenos Aires, Rosarios, Mendoza, Paraná, Salta, Neuquén y Río Gallegos revelaron que en el ámbito urbano trabajan alrededor del 1,2 % de los niños de 6 a 9 años y que dicha proporción crece al 4 % en los niños de entre 10 a 13 años, llegando al 10 % a los 14 años, sobre la base de una población infantil equivalente al  85 % instalada en ciudades o localidades, del sector urbano del país, de más de 2.000 habitantes.

En el marco rural, en el cual se instala el 15,1 % en la población infantil hasta los 14 años, la extensión de la pobreza es sensiblemente mayor. 26

La iniciación en el trabajo se ve favorecida por la existencia de actividades no mecanizadas que necesitan de escasa calificación laboral, haciendo aptos a los niños para las mismas. También el empleo del grupo familiar para temporadas de cosechas, con la colaboración de los niños para las mismas o para el cuidado de hermanos menores, mientras los mayores y los padres realizan labores asalariadas fuera del hogar son formas de inserción al trabajo. El Censo Nacional Agropecuario del año 1988 señaló que 43.399 niños de hasta 14 años trabajaban en forma permanente.

A nivel nacional en 1995 más de 162.000 niños de hasta 13 años de edad trabajaban, con un 27 % de niños entre 6 y 13 años en el área rural. 27

El trabajo infantil se encuentra más extendido en el sexo masculino.

En 1994, el 4,4 % de los varones de entre 6 y 14 años, versus el 2,4 % de las niñas trabajaban en el área urbana. Esto se relacionaría con el cuidado del hogar asignado a las niñas y su inserción a tareas fuera de la casa a edades con menor riesgo potencial de sufrir abusos. 28

El trabajo junto a miembros de la familia constituye la forma predominante de inserción laboral en los niños, tanto a nivel urbano como rural del país, inviertiéndose en la adolescencia hacia el trabajo individual asalariado.

En el contexto familiar, una proporción apreciable de niños también reciben cierto pago.

A nivel urbano los niños comparten emprendimientos familiares en pequeños talleres o comercios, en la confección, bijouterie, calzado y armado de algunos elementos. También participando en tareas remuneradas por producción o en actividades autónomas de generación de ingresos: aserraderos, recolección de botellas, papeles, cartones, residuos o desperdicios, en la construcción, en la elaboración y venta de alimentos en la calle, o la comercialización en la calle, bares y medios de transporte de otros diversos alimentos.

A estos se deben agregar aquellas actividades que suelen no ser vistas como forma de trabajo, también destinadas a obtener ingresos, como repartir estampitas o mendigar en manos de los “niños en la calle” o “de la calle”, en ocasiones explotados por organizaciones mafiosas extendidas por el notable incremento del desempleo y el subempleo visibles.

A nivel rural, el trabajo infantil se adiciona al de sus padres asalariados pobres, remunerados sobre la base de sistemas de pago a destajo, en la explotación del tabaco, algodón, caña de azúcar, en la cosecha del melón y sandía, hortícola y floricultura, agregando que en diversas zonas las actividades domésticas como el acarreo del agua y leña y el cuidado de animales, tareas que exigen considerable esfuerzo e insumen mucho tiempo, están a cargo o se realizan con ayuda de los niños.

Los estudios y crónicas sobre el trabajo infantil ponen de manifiesto que una proporción muy considerable de los niños que trabajan se ven sometidos a padecimientos y riesgos directamente originados en las tareas que realizan.

El medio urbano expone a tareas en el domicilio con espacios inadecuados, iluminación insuficiente, ventilación nula o escasa, mesas y asientos deficientes, herramientas precarias, exposición nociva a pegamentos, solventes o pinturas, elaboración de alimentos en horario nocturno, venta ambulante acarreando pesos considerables, permaneciendo en la calle a la intemperie, con largas jornadas de labor sin descanso.

El “cirujeo” los expone permanentemente a lastimaduras, infecciones y contacto con sustancias tóxicas. En el conourbano bonaerense los niños trabajan ayudando a sus padres en la cocción de ladrillos, exponiéndose al calor intenso y radiaciones, desde los 5 años de edad empiezan con tareas de canteado, apilado y carga de camiones flete.

En el partido de Escobar, colaboran en tareas de horticultura, floricultura y fruticultura, aplicando agroquímicos de alta toxicidad con mochila, al mediodía, a pleno sol y sin protección adecuada y preparando el suelo junto a las mujeres en tarea de ocho horas diarias, en permanente posición de pié. 29

En este contexto la concurrencia a la escuela se encuentra asociada a un mayor abandono escolar, pero por sobre todo, a un menor logro en la misma. En 1994, el 22 % de los niños del área urbana que trabajan no asisten a la escuela primaria o secundaria, luego de haber ingresado, y si continúan en ella el nivel de repitencia y sobre edad es substancialmente mayor, 4 de cada 10 niños entre 6 y 14 años. 30

La Argentina ocupa dentro del continente el undécimo lugar en orden de incidencia decreciente del trabajo infantil. Sin embargo, dicha incidencia es bien menor en países vecinos como Chile y Uruguay o en Venezuela y Cuba. 31

 

¿CUÁNDO TERMINA LA INFANCIA?

Los límites de edad difieren de una actividad a otra y entre los distintos países

En Egipto, la edad mínima legal para todo tipo de trabajo es de 12 años, en Filipinas 14 y en Hong Kong 15 años.

En Perú 14 años en agricultura, 15 en la industria, 16 en la pesca de altura y 18 en los trabajos portuarios y marinería.

La Convención sobre la Edad Mínima Laboral de la O.I.T. establece una edad para los trabajos ligeros de 12 – 13 años, pero aumenta el mínimo legal hasta los 18 años para trabajos peligrosos. No obstante la O.I.T. también establece una edad mínima general a los 15 años a condición que esta edad no sea menor que la edad de finalización de la escolaridad obligatoria. 12

 

CAUSAS QUE DETERMINAN EL TRABAJO INFANTIL:

Las encuestas realizadas por la O.I.T. para confeccionar este estudio pusieron de manifiesto una correlación positiva – en algunos casos, muy significativa –entre el trabajo de los menores y factores como la pobreza, el analfabetismo, el nivel de subdesarrollo rural, la situación de los barrios urbanos pobres, la falta de asistencia a la escuela, los niños abandonados o fugitivos, el fallecimiento o la ausencia permanente del padre, las familias de gran tamaño y la ocupación de los padres. Las encuestas revelan también que los niños que nunca han asistido a la escuela o la han abandonado antes de finalizar la escolarización representan un elevado porcentaje entre los menores que trabajan.

Es en los hogares en los que el cabeza de familia es una mujer donde con más frecuencia se encuentran menores que trabajan. La frecuencia del trabajo infantil disminuye al aumentar el nivel educativo del cabeza de familia. La ausencia del padre es un factor decisivo del trabajo de los niños.

Aproximadamente 4 de cada 5 niños que trabajan lo hacen siete días a la semana, festivos incluidos, especialmente en las zonas rurales. En los centros urbanos, la gran mayoría afirma, trabajan seis días a la semana. En muchos casos, las niñas trabajan más horas que los niños.

Hasta dos tercios de los niños contratados trabajan horas extraordinarias durante la semana sin recibir una remuneración adicional. Un elevado porcentaje de los niños contratados entrega, a través de su patrón o personalmente, todo su salario a sus padres u otros familiares con los que viven. En algunos casos, el salario infantil representa un tercio del total de ingresos del hogar, mientras que en otros casos muy concretos las ganancias de los niños representan prácticamente el único ingreso. 10 La pobreza, una de las causas principales del trabajo infantil en régimen de servidumbre, puede ser estructural o coyuntural y, por lo tanto, debería combatirse mediante distintas políticas. A nivel estructural hacen falta acciones de varias clases. En un entorno rural, tal vez haya que supervisar de manera más estricta a los terratenientes y, en algunas zonas, tal vez haga falta proceder a una redistribución de la tierra mediante una reforma agraria. 7

Para combatir verdaderamente el trabajo infantil, es importante comprender las causas que lo sustentan y hay que tener cuidado de no caer en generalizaciones simplistas. Se trata de una cuestión compleja, directamente ligada con el entorno social y económico imperante. Pobreza, distribución del ingreso, fertilidad, educación, desnutrición y condición de la mujer, así como la estructura de la economía y el marco político macroeconómico están estrechamente ligados con el trabajo infantil.

Ningún país, comunidad u hogar puede aspirar a un desarrollo humano sostenible si tolera el trabajo infantil, descuida el desarrollo de sus recursos humanos y malgasta su mayor riqueza, es decir, las capacidades potenciales que encarnan los niños. El trabajo infantil no es sólo ilegal, moralmente inaceptable y un ultraje para la dignidad humana, sino que además resulta muy poco rentable en términos económicos.

La pobreza es la principal causa que arrastra a los niños al trabajo o el empleo peligroso.

Según los libros de economía, mandando a sus hijos al mercado de trabajo, las familias pobres se conducen de manera ilógica pero en la realidad, prácticamente no les queda más remedio. Las opciones entre supervivencia inmediata y desarrollo a largo plazo son muy limitadas. De ello se deduce que la pobreza engendra el trabajo infantil que, a su vez, perpetúa la pobreza, la desigualdad y la discriminación. Pruebas parciales sugieren que en algunos casos, los niños de las familias pobres aportan hasta la cuarta parte de los ingresos del hogar. Dado que en estos últimos una gran proporción de los ingresos se gasta en comida, el trabajo infantil puede ser determinante para la supervivencia de la familia.

Según estadísticas del Banco Mundial, más de 1.300 millones de personas viven actualmente con menos de un dólar por día, monto que se ha definido a escala internacional como umbral de la pobreza. La situación de otros 2.000 millones de personas es apenas algo mejor. UNICEF estima que los niños representan como mínimo el 50 % de los pobres. Las estimaciones también indican que 650 millones de niños viven en condiciones de extrema pobreza y su número va en aumento. Entre 1988 y 1993, el número de niños que viven en la pobreza aumentó al menos un 20 % en el África y en América Latina y el fenómeno se extendió en el sur de Asia, en Oriente Medio y en el Norte de África.

En el informe sobre desarrollo humano se afirma que la disparidad del monto de ingresos entre el 20 % más rico y el 20 % más pobre de la población mundial ha pasado de 30:1 a 78:1 entre 1960 y 1994. En la actualidad, el 20 % más pobre de la población mundial obtiene un ínfimo 1,1 % del ingreso mundial, lo que equivale a la mitad de lo que obtenía en 1960. La creciente desigualdad entre pobres y ricos se observa por igual en los países en desarrollo y en los países desarrollados. Sin duda alguna, la agudización de la pobreza y la creciente desigualdad explican el alto número de niños que trabajan. Erradicar la pobreza debe ser la finalidad principal de los esfuerzos de desarrollo en los albores del siglo XXI. Porque mientras se permita que la pobreza se siga propagando, el trabajo infantil no cesaría de aumentar.

Sin embargo, cabe subrayar que la pobreza no conduce automáticamente al trabajo infantil. Si bien es cierto que la gran mayoría de los niños que trabajan son de familias pobres, no todos los niños pobres trabajan. De hecho, la preferencia por la mano de obra infantil a menudo obedece a motivos que no son de carácter económico; los niños conocen menos sus derechos, aceptan más fácilmente trabajos repetitivos y peligrosos y son más obedientes. Un estudio reciente de la O.I.T. confirma que los argumentos tan manidos del “bajo salario y la agilidad de los dedos” no son fundamentos económicos de peso para justificar el empleo de mano de obra infantil. No hay que esperar que la pobreza sea erradicada para combatir la explotación.

La pobreza, la enfermedad o la invalidez u otro problema de quién gana el pan en el seno del hogar pueden dar lugar a que los niños trabajen, pero también hay costumbres y tradiciones locales que propician el trabajo infantil. A veces, se espera que los niños desempeñen su papel social o sigan los pasos de sus padres en una ocupación determinada. Las tradiciones locales pueden exigir que las familias pobres se endeuden para celebrar algún acontecimiento social o religioso, por lo cual, luego tienen que recurrir al trabajo de sus hijos para pagar la deuda. Al no conocerse cabalmente las consecuencias, el trabajo infantil puede estar tan profundamente arraigado en los usos y costumbres locales que tanto los padres como los propios niños no se dan cuenta de que es ilegal y que va en contra de los intereses del niño. 11

 

 

ABOLICION DEL TRABAJO INFANTIL

LEGISLACIÓN INTERNACIONAL

La convicción de que la infancia debería ser un periodo dedicado a la educación y la formación y no al trabajo está plasmado ya en el Convenio Nº 5 del año 1919 que prohibe el trabajo en establecimientos industriales a niños menores de 14 años. 32

La O.I.T. es la única organización internacional en la que trabajadores y empleados trabajan con los gobiernos en un esfuerzo común para mejorar la protección social, las condiciones de vida y de trabajo a todo el mundo.

Creada en virtud del Tratado de Versalles en 1919 la O.I.T. se convirtió en 1946 en el primer organismo especializado de las Naciones Unidas.

El preámbulo de su Constitución encarga la protección de los niños como uno de sus elementos esenciales para alcanzar la justicia social y la paz universal. 33

Poco después de su fundación adoptó un convenio en el que se prohibía el trabajo a menores de 14 años en las industrias.

Los Estados parte de la Convención Derechos del Niño están obligados a una edad, o edades mínimas para trabajar “teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes de otros instrumentos internacionales” (art. 32). La siguiente cronología resume los principales hitos en la secuencia de normas internacionales de protección de la niñez:

1919:   Convención Nº 5 sobre edad mínima laboral (industrial): la fija en 14 años de edad. 12

1930:   Convención Nº 29 de la O.I.T. sobre trabajo forzoso: Dispone su suspensión, entendiéndose por él, todo trabajo o servicio impuesto a cualquier persona bajo la amenaza de un castigo y para el cual esta no se ha ofrecido voluntariamente.           Los dos convenios sobre trabajo forzoso (Nº 29 de 1930 y Nº 105 de 1957) ratificados ampliamente siguen vigentes. 12

1966:   Pacto internacional sobre derechos civiles y políticos: Puesto en vigencia en 1976, reafirma los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), en relación con los derechos civiles y políticos y compromete a los Estados Unidos a tomar medidas para garantizarlos. Su artículo 8 declara que nadie debe ser sometido a ninguna forma de esclavitud o servidumbre ni obligársele a desempeñar un trabajo forzoso u obligatorio. 12

1966:   Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales: Entra en vigencia en 1976, reafirma los principios de la Declaración de Derechos Humanos en relación con los derechos económicos, sociales y culturales.                                Su artículo 1º impone a los Estados Parte la protección de los menores contra la explotación económica y el desempeño de trabajos perjudiciales para su dignidad, su salud o su vida, o que puedan obstaculizar su normal desarrollo, y fija edades mínimas por debajo de las cuales será prohibido y castigado por ley el trabajo infantil. 12

1973:   Convención Nº 138 de la O.I.T. o convenio sobre la Edad Mínima Laboral: recomienda a los Estados Miembros, tomar medidas para la erradicación del trabajo infantil y hace referencia sobre la edad mínima (fue adoptado el 26/06/73), Entre sus artículos podemos destacar:

Art. 1º: Todo miembro para el cual esté en vigor el presente convenio se         compromete a seguir una política nacional que asegura la abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve progresivamente la edad mínima de admisión al empleo o al trabajo a un nivel que haga posible el más completo desarrollo físico y mental de los menores.

Art. 2º:             inc. 3: La edad mínima fijada en cumplimiento de lo dispuesto no deberá ser inferior a la edad en que cesa la obligación escolar, o en todo caso a 15 años.

Art. 3º: inc. 1: La edad mínima de admisión a todo tipo de empleo o trabajo que por su naturaleza o las condiciones en que se realice pueda resultar peligroso para la salud, la seguridad o la moralidad de los menores no deberá ser inferior a los 18 años.

Art. 5:  inc. 3: Las disposiciones del presente convenio deberán ser aplicables como mínimo a: minas y canteras, industrias manufactureras, construcción, servicios de electricidad, gas y agua, saneamiento, transportes, almacenamientos y comunicaciones, plantaciones y otras explotaciones agrícolas que produzcan principalmente con destino al comercio, con exclusión de las empresas familiares o de pequeñas dimensiones que produzcan para el mercado local y que no empleen regularmente trabajadores asalariados.

Art. 6:  El presente Convenio no se aplicará al trabajo efectuado por los niños o los menores en las escuelas de enseñanza general profesional o técnica u en otras instituciones de formación, ni al trabajo efectuado por personas de por lo menos 14 años de edad en las empresas, siempre que dicho trabajo se lleve a cabo según las condiciones prescritas por la autoridad competente, previa consulta con las organizaciones interesadas de empleadores y de trabajadores, cuando tales organizaciones existen, y sea parte integrante de: a) un curso de enseñanza o formación del que sea primordialmente responsable una escuela o institución de formación. b) un programa de formación que se desarrolle entera o profundamente en una empresa y que haya sido aprobado por la autoridad competente; o c) un programa de orientación, destinado a facilitar la elección de una ocupación o de un tipo de formación.

Art. :7  inc.1:La legislación nacional podrá permitir el empleo o trabajo de personas de 13 a 15 años de edad en trabajos ligeros a condición de que estos: a) no sean susceptibles de perjudicar su salud o desarrollo; y b) no sean de tal naturaleza que puedan perjudicar su asistencia a la escuela, su participación en programas de orientación o formación profesional aprobados por la autoridad competente o el aprovechamiento de la enseñanza que reciben.

Art. :9  inc1: La autoridad competente deberá prever todas las necesidades, incluso el establecimiento de las sanciones apropiadas, para asegurar la aplicación efectiva de las disposiciones del presente Convenio.  Inc.3: La legislación nacional o la autoridad competente prescribirá los registros u otros documentos que el empleador deberá llevar y tener a su disposición. Estos registros deberán indicar el nombre y apellido y edad o fecha de nacimiento debidamente certificados siempre que sea posible, de todas las personas menores de 18 años empleados por él o que trabajan para él.

Art. :10inc.1: Se refiere a que el presente Convenio reemplaza a todos los anteriores sobre edad mínima (hace referencia a cada uno de ellos).

Art. :12inc.1: Este convenio obligará únicamente a aquellos miembros de la Organización Internacional de Trabajo, cuyas notificaciones haya registrado el Director General.

Art. :16: Cada vez que lo estime necesario, el Convenio de Administración de la O.I.T. presentará a la Conferencia una memoria sobre la aplicación del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir en el orden del día de la Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.

Art. :17: Hace referencia al caso en que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión total o parcial del presente; este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales, para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el Convenio Revisor.

Art. :18: Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas. 34

Recomendación Nº146 sobre edad mínima:

Insta a elevar la edad mínima laboral hasta los 16 años. 12  

1989:   Convención sobre Derecho de los Niños:

            Consagra el carácter interdependiente e indivisible de toda la gama de Derechos Civiles, Políticos, Económicos, Sociales y Culturales de todos los niños, vitales para su supervivencia, desarrollo, protección y participación en la vida de sus sociedades. Aborda cuestiones tales como la educación, la salud, la nutrición, el descanso y el esparcimiento, la seguridad social o la responsabilidad de los padres que están relacionadas con el trabajo infantil y sus repercusiones sobre los niños. En todas estas actividades debe prevalecer el interés superior del niño.

 

            DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO (O.N.U. 1989)

1)      Derecho a la igualdad sin distinción de raza, credo o nacionalidad.

2)      Derecho a una protección especial para su desarrollo físico, mental y social.

3)      Derecho a un nombre y a una nacionalidad.

4)      Derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuada para el niño y la madre.

5)      Derecho a la educación y cuidados especiales para el niño física o mentalmente discapacitado.

6)      Derecho a comprensión y amor por parte de los padres y de la sociedad.

7)      Derecho a recibir educación gratuita y disfrutar de los juegos.

8)      Derecho a ser el primero en recibir ayuda en caso de desastre o emergencia.

9)      Derecho a ser protegido contra el abandono y la explotación en el trabajo.

10)  Derecho a formarse en un espíritu de solidaridad, comprensión, amistad y justicia entre los pueblos. 12

 

1996:   Convención sobre el trabajo infantil peligroso o la eliminación de las formas intolerables del trabajo infantil 12

En 1992 la O.I.T., crea el I.P.E.C. (Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil),que actualmente trabaja en tres continentes y más de veinte países. Surgió gracias a la donación del gobierno alemán que en 1991 destinó 50.000.000 de Marcos para respaldar a la O.I.T., que los utilizó para este fin.

Objetivos del I.P.E.C.

La meta es la eliminación progresiva del trabajo infantil fortaleciendo la capacidad de los países para hacer frente al problema, y la creación de un movimiento de alcance mundial para terminar con esta práctica.

Su acción va dirigida a:

1)      Apoyar los esfuerzos que realiza cada país.

2)      Dar prioridad a la erradicación de las formas más graves de explotación y riesgo.

3)      Fomentar la adopción de medidas preventivas.

Sus objetivos prioritarios son:

1)      Niños sometidos al trabajo forzoso o servidumbre.

2)      Niños que trabajen en tareas o condiciones peligrosas.

3)      Niños económicamente activos menores de 12 años.

El punto de partida de la estrategia O.I.T. – I.P.E.C. la constituyen la voluntad y el compromiso de cada país participante, de combatir el trabajo infantil. Es una tarea que asume cada gobierno en colaboración conjunta con los organismos de empleadores y trabajadores, O.N.G.(Organizaciones No Gubernamentales) y sectores como Universidades y medios de comunicación.

El programa les ayuda a adoptar medidas encaminadas a:

·        Prevenir la utilización de mano de obra infantil.

·        Retirar a los niños de los trabajos de mayor explotación y riesgo y facilitar alternativas.

·        Mejorar las condiciones de trabajo como medida transitoria hasta lograr la erradicación del trabajo infantil

·        Fomentar la sensibilización sobre los problemas del trabajo infantil a escala nacional y local, y en el lugar de trabajo.

·        Promover el desarrollo y aplicación de una legislación protectora

·        Apoyar la acción directa sobre los niños trabajadores (potenciales) y su entorno, con el fin de demostrar que es posible evitar que niños en situaciones de riesgo se incorporen prematuramente a la fuerza de trabajo y retirar a los niños de aquellas labores que entrañan mayor peligro o explotación.

·        Reproducir y multiplicar los proyectos que hayan tenido éxito, con el fin de incorporar sus aspectos más positivos en los programas y presupuestos ordinarios de los interlocutores sociales.

·        Integrar sistemáticamente las cuestiones relativas al trabajo infantil en las políticas, programas y presupuestos de Desarrollo Económico y Social.

La O.I.T. y el I.P.E.C.  se han fijado un límite de diez años para la prestación de asistencia a un determinado país. Por supuesto, este periodo es flexible: puede variar según sus características y la extensión del trabajo infantil en ese país, la etapa de desarrollo en que este se encuentre y la determinación que demuestren las instancias políticas y sociales para combatirlo.

Las organizaciones de trabajadores se han asociado de manera activa al I.P.E.C.. Desempeñan un importante papel al fomentar la toma de conciencia del problema entre sus afiliados y los niños que trabajan, lanzan campañas en los medios de comunicación y supervisan las condiciones de trabajo de los niños. Además en algunos países han logrado incluir cuestiones relativas al trabajo infantil en sus convenios colectivos.

Reviste gran importancia la participación de muchas y variadas organizaciones no gubernamentales (ONG) en la lucha contra el trabajo infantil. Con frecuencia, constituyen un canal apropiado para las actividades concretas destinadas a satisfacer las necesidades de los niños que trabajan y de sus familias y comunidades; esto se debe tanto al conocimiento que tienen de tales grupos como a su proximidad a los mismos. También suelen obtener buenos resultados cuando se trata de promover la organización interna de estos grupos y lograr que participen en la planificación y ejecución de los programas de acción.

Muchos otros cooparticipantes se han unido al I.P.E.C. en la lucha contra el trabajo infantil, entre ellos los medios de comunicación y las instituciones judiciales, instituciones del campo de la salud, universidades y miembros del Parlamento.

COOPERACIÓN INTERNACIONAL:

Además del apoyo dado inicialmente Alemania se comprometió en 1995 a facilitar recursos adicionales, y Australia, Estados Unidos, Francia y Noruega comenzaron a prestar su apoyo financiero al programa.

Una contribución muy importante hecha por España en 1995 y destinada a abarcar un periodo de cinco años, ha significado la ampliación del programa en América Latina. Varios países ya están participando: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela, Chile, Bolivia, Colombia, y Ecuador. 33 

 

LEGISLACION ARGENTINA

La legislación actual sobre trabajo infantil se caracteriza por su fragmentación y dispersión y por comprender disposiciones contradictorias entre si, al igual que normas, que si bien es cierto pueden ser positivas, no son aplicadas pese a estar vigentes.

La legislación nacional prohibe al menor de 14 años de edad el trabajo, salvo cuando tiene lugar en empresas familiares, es realizado en condiciones apropiadas y no interrumpe la escolaridad. La protección de los niños en riego social es considerada por otros instrumentos legales. En particular la ley 10.903 de Patronato del Estado que plantea como motivo de intervención judicial situaciones críticas que afrontan los niños, entre los cuales se incluyen niños pobres, de la calle y en la calle. Esta ley formulada en 1919 hoy genera resultados perversos porque aborda problemas sociales, ya superada por la ley 23.849 sancionada en 1990, que ratifica la Convención sobre los Derechos del Niño a través de una protección integral a la infancia. 12

LEY 20.744/74: LEY DE CONTRATO DE TRABAJO. 35

Disposiciones generales - Capacidad. Igualdad de remuneración. Aprendizaje y Orientación profesional.

Art. 187:          los menores de uno y otro sexo mayores de 14 años y menores de 18 podrán celebrar toda clase de contratos, en las condiciones previstas en los artículos 32 y siguientes de la ley.

Capacidad

Art. 32:            los menores desde los 18 años y las mujeres casadas sin autorización del marido pueden celebrar contratos de trabajo. Los mayores de 14 años y menores de 18 años, que con conocimientos de sus padres o tutores vivan independientemente de ellos gozan de aquella misma capacidad, se presumen suficientemente autorizados por sus padres o representantes legales, para todos los actos concernientes al mismo.

 

Facultad para estar en juicio

Art. 33:            los mayores, desde 14 años están facultados para estar en juicio laboral

en acciones vinculadas al contrato, relación de trabajo y para hacerse representar por mandatarios mediante el instrumento otorgado en la forma que prevén las leyes locales con la intervención promiscua del ministerio público.

Facultad de libre administración y disposición de bienes

Art. 34:            los menores desde los 18 años de edad tienen la libre administración y disposición del producido del trabajo que ejecuten, regidos por esta ley, y de los bienes de cualquier tipo que adquieran con ello, estando a tal fin habilitados para el otorgamiento de todos los actos que se requieran para la adquisición, modificación o transmisión de derechos sobre los mismos.

Menores emancipados por matrimonio

Art. 35:            los menores emancipados por matrimonio gozarán de plena capacidad laboral.

Actos de las personas jurídicas

Art. 36:            a los fines de la celebración del contrato de trabajo, se reputarán actos de las personas jurídicas los de sus representantes legales o de quienes, sin serlo, aparezcan como facultados para ello.

Art. 188:          certificado de actitud física para el trabajo y someterlos a reconocimiento médico periódico que prevea las reglamentaciones específicas.

Art. 189:          queda prohibido a los empleadores ocupar menores de 14 años en cualquier tipo de actividad, persiga o no fines de lucro. Esta prohibición no alcanzará cuando medie autorización del ministerio pupilar a aquellos menores ocupados en las empresas en que solo trabajen los miembros de la misma familia y siempre que no se trate de ocupaciones nocivas, perjudiciales o peligrosas. Tampoco podrá ocuparse a menores de edad superior a la indicada que, comprendidos en la edad escolar, no hallan completado su instrucción obligatoria, salvo autorización expresa extendida por el ministerio pupilar, cuando el trabajo del menor fuese considerado indispensable para la subsistencia del mismo o de sus familiares directos, siempre que se llene en forma satisfactoria el mínimo de instrucción escolar exigida

Jornada de trabajo- trabajo nocturno

Art. 190:          no podrá ocuparse a menores de 14 a 18 años en ningún tipo de tareas durante más de 6 horas diarias o 36 horas semanales sin perjuicio de la distribución desigual de las horas laborables. La jornada de los menores de más de 16 años, previa autorización de la autoridad administrativa, podrá extenderse a 8 horas diarias o 48 semanales. No se podrá ocupar a menores de uno u otro sexo en trabajos nocturnos, entendiéndose como tales el intervalo comprendido entre las 20 y las 6 horas del día siguiente. En los casos de establecimientos fabriles que desarrollen tareas en 3 turnos diarios que abarquen las 24 horas del día, el período de prohibición absoluta en cuanto al empleo de menores estará regido por el título y lo dispuesto en el artículo 173, última parte, de esta ley, pero solo para los varones de más de 16 años.

Art. 191:          descanso al mediodía, trabajo a domicilio, tareas penosas, peligrosas o insalubres.

Art. 192:          ahorro. El empleador dentro de los 30 días de ocupación abrirá una cuenta de ahorro a nombre del menor

 

 

QUE SE PUEDE HACER A NIVEL NACIONAL

 

Las disposiciones tomadas por la mayoría de los países no han estado a la altura del problema. Muchas han buscado soluciones únicamente en el crecimiento económico y la legislación. Pero la experiencia ha demostrado que a menos que se adopten medidas concretas el mero crecimiento casi nunca beneficia a los más pobres y que de nada sirve promulgar leyes si estas no se aplican con rigor.

La O.I.T. sugiere que las estrategias nacionales deberían incluir por lo menos los cinco elementos siguientes:

1)      Formulación de un plan nacional de acción contra el trabajo infantil: ninguna iniciativa tendrá efectos duraderos si no forma parte de un plan general de alcance nacional que logre la erradicación total y efectiva de cualquier clase de trabajo, empleo o actividad que puede perjudicar la dignidad, integridad moral, la salud o la educación de los niños. En una primera fase la acción del plan debe dirigirse a aquellas situaciones que son verdadera afrenta para la conciencia de la humanidad y que ninguna sociedad humana digna de ese nombre puede tolerar, cualquiera sea su nivel de desarrollo económico. No deberán considerarse meramente el inmediato despido de los niños menores de cierta edad, porque este tipo de medidas puede ir en contra del bien estar inmediato de los niños. Habría que adoptar un punto de vista más amplio y los planes nacionales deberían ofrecer actividades sustitutas apropiadas, es decir escuelas y establecimientos de formación profesional.

2)      Crear sistemas de acopio de datos: sobre el trabajo infantil o mejorar los existentes para conocer exactamente el número de niños económicamente activos, sus actividades, y condiciones de trabajo.

3)      Sensibilizar a la opinión pública: en los países en desarrollo, lo habitual es considerar que el trabajo infantil es una consecuencia inevitable de la pobreza. Dada la deficiente calidad de la enseñanza y el costo de la educación, muchos padres que también trabajaron cuando eran niños consideran que para que sus hijos adquieran calificaciones útiles en su futura vida de adultos, lo mejor no es asistir a la escuela, si no entrar a temprana edad en el mercado del trabajo.

4)      Constitución de una amplia alianza social: muchos gobiernos se han limitado a adoptar disposiciones legislativas sobre edad mínima, permaneciendo pasivos en la vigilancia de su cumplimento. Muchas de las iniciativas contra el trabajo infantil parten de organizaciones no gubernamentales que a pesar de los esfuerzos, sus recursos no alcanzan para hacer frente a una tarea de tal magnitud, que requiere la movilización de toda la sociedad. Los sindicatos son los organismos más indicados para poner en evidencia los casos abusivos de trabajo infantil y supervisar la eficacia de los instrumentos jurídicos y la labor en la inspección del trabajo en ese campo. Las O.N.G. al igual que los sindicatos pueden contribuir a detectar y divulgar casos concretos de abuso de la mano de obra infantil. Además son especialmente aptos para proyectar y aplicar los programas de acción a favor de los niños que ya han ingresado en el mercado laboral. Dado que están en contacto directo con los niños que trabajan, las ONG suelen ganar la confianza de las comunidades de base y, por lo tanto, pueden movilizar los recursos humanos y materiales con que estos cuentan. En esta lucha deberían integrarse además los medios de comunicación, las universidades, parlamentarios y educadores. Estos sectores son aliados muy útiles, y tienen la capacidad para colaborar en distintas formas. 36 La educación en primer lugar puede influir directamente: a) en los niños, integrando lo relativo al trabajo infantil en los programas de estudio, como por ejemplo: hablar de los peligros de los distintos tipos de empleos, las alternativas de trabajo, los derechos que otorgan as leyes y reglamentaciones nacionales para los niños trabajadores y las medidas para defenderlos; b) en comunidad, informando a las familias acerca de los costos y el peligro del trabajo infantil, ayudando a evaluar sus ausencias escolares y su relación con el trabajo; c) por último, pueden hacer presión mediante sus asociaciones gremiales para impulsar reformas en la educación para que esta sea más accesible y más atractiva para las familias pobres y para sus hijos, estableciendo calendarios escolares más flexibles para que los niños que trabajan puedan seguir sus cursos. 37

5)      Establecimiento de la capacidad institucional necesaria: Montar dentro de la estructura gubernamental un mecanismo institucional que se ocupe de formular y aplicar el Plan Nacional de Acción, como ser coordinar las actividades de los diversos minisistemas, fomentar la participación del sector privado y apoyar los proyectos experimentales que se llevan a cabo para prevenir el trabajo infantil y para readaptar a los niños que se logre apartar del mismo. 36

Habiendo establecido claramente las prioridades, la política y el programa de acción nacionales deberían ir acompañados de medidas transitorias para proteger a los niños que trabajan y de sus actividades destinadas a rescatarlos del trabajo peligroso conjugadas con esfuerzos de rehabilitación. En general, la prevención, el rescate, la rehabilitación y la protección han de incluir lo que sigue:

Prevención: acción por la cual se impide que los niños ejerzan algunos tipos de trabajo antes de determinada edad. Implica identificar las zonas y los grupos o situaciones sociales de los cuales procede una gran cantidad de mano de obra infantil, determinar los factores que intervienen a favor o en contra del trabajo infantil y abordarlos sistemáticamente mediante actividades que den un resultado duradero principalmente en las formas más aberrantes del trabajo infantil.

Prevenir la prostitución infantil: La acción preventiva en este campo depende en gran medida de la sensibilización y de otras actividades para informar a la opinión pública acerca de las consecuencias perniciosas que tiene para los niños en cuestión. La acción preventiva será eficaz si se dirige a diferentes grupos al mismo tiempo, es decir, la sociedad en general, las familias y los niños expuestos a este riego, el sector comercial y los medios de comunicación.

Prevención a nivel de la sociedad: Los valores culturales tradicionales de algunas sociedades que discriminan a la niña y a la mujer pueden facilitar la explotación sexual de las niñas. Los estigmas vinculados a dichos valores pueden agravar el drama de los niños víctimas de esa explotación, dificultando su rehabilitación. La experiencia ha demostrado que la repercusión de las tradiciones que perpetúan esta explotación puede reducirse o eliminarse, instruyendo a la sociedad sobre los efectos dañinos que tiene para los niños. Al respecto, como en muchos otros casos, la participación de la comunidad es esencial. En muchos países, fueron las comunidades afectadas que tomaron las primeras medidas de autodefensa de sus niñas, por ejemplo, creando programas de vigilancia y comités locales de protección de la mano de obra infantil en estrecha colaboración con los organismos encargados de hacer cumplir la ley. A menudo, los mejores resultados se obtuvieron utilizando medios ingeniosos para sensibilizar a la población acerca del abuso de los niños. En Kenya, por ejemplo, una ONG hizo una gira por varios distritos con una obra teatral representada por escolares en la cual se mostraba la vida diaria de los niños que trabajan, entre ellos, los que ejercen la prostitución o están empleados en el servicio doméstico. Durante los debates organizados después del espectáculos para estimular la reflexión, maestros, padres y dirigentes comunitarios decidieron participar activamente para detectar el trabajo y la prostitución infantil en la zona.

Prevención a nivel familiar: La familia desempeña un papel importante en la protección y prevención de la explotación sexual de niños. Tal como se ha señalado anteriormente, la pobreza y los apremios económicos han llevado a algunos padres a vender literalmente a sus hijos, a menudo porque se les había hecho creer que tendrían un puesto de trabajo decoroso. En muchos casos, cuando se informó a los padres de que en realidad sus hijos ejercían la prostitución, se tubo la impresión de que gran parte de ellos desconocía los riegos potenciales a los que se exponen los niños en esa situación y que en ocasiones puede incluso costarles la vida. Instruir a los padres sobre el destino y el drama que viven los niños empleados en el mercado sexual haría disminuir drásticamente el numero de aquellos que estuvieran dispuestos a considerar siquiera esa clase de venta u otros acuerdos igualmente deplorables con los reclutadores. La promoción de los derechos del niño mediante la educación de los padres y nuevos métodos de asistencia para el desarrollo de la familia, tales como planes de seguridad social innovadores y eficaces en función de los costos, son otras tantas medidas importantes que habrá que tener en cuenta para abandonar esta problema a nivel familiar.

Sector comercial: el auge del turismo sexual ha propiciado la internacionalización de la explotación sexual de niños. El sector de turismo ha venido condenando cada vez más ese ramo que abusa de los niños y los explota. No obstante, mucho queda por hacer. El turismo sexual debería combatirse con más determinación y el sector servicios, agencias de viajes y oficinas de promoción turística incluidas, podría actuar de manera más responsable en este asunto, por ejemplo, organizando campañas en todo el gremio a efectos de reducir este grave ultraje. Dichas campañas pueden abarcar la divulgación de información, distribuyendo folletos a la llegada y a la salida de los aeropuertos y poniendo avisos en las guías de turismo, condenando la explotación sexual de niños.

Los medios de comunicación: desempeñan un papel importante en la difusión de información y la sensibilización acerca del problema. Pero también pueden agravar el drama de los niños víctimas de la explotación sexual si las crónicas pecan de indelicadeza o muestran un patente desconocimiento de los derechos del niño.

Por consiguiente, habría que plantearse la posibilidad de establecer códigos de ética y directrices profesionales, promover la conformación de corresponsales en problemas de la infancia, e instruir a los periodistas en materia de derechos del niño, para que los medios de comunicación sean un aliado más eficiente en la lucha contra la prostitución infantil.

Rescate: acción por la cual, ya sea inmediata o progresivamente, se saca a los niños de situaciones peligrosas, por ejemplo, liberándolos del trabajo en régimen de servidumbre, rescatándolos de lugares de trabajos peligrosos y ofreciéndoles amparo y atención inmediatos en centro de acogida establecidos a tales efectos.

Rehabilitación: acción por la cual se ofrecen al niño, que  ha sufrido el efecto negativo del trabajo que desempeñaba, las condiciones para que recupere el ritmo de desarrollo normal. Puede englobar la prestación de asistencia médica, programas de asesoramiento y programas especiales de educación y formación profesional.

Los niños víctimas de explotación sexual suelen perder la autoestima y presentar síntomas de estrés postraumático tales como depresión, agresividad y violencia. Rehabilitar a estos niños es sumamente difícil porque han perdido la confianza en los demás, sobre todo en los adultos. El trauma emocional del que han sido víctimas, puede ser irreversible lo que les impide volver a llevar un estado de vida normal. Se estima que muchos de ellos tienen tendencias suicidas.

Protección: acción que se emprende en le lugar de trabajo para reducir o eliminar la incidencia de los riesgos mientras los niños sigan trabajando.

 

La experiencia del I.P.E.C. sugiere que prevenir el trabajo infantil resulta más fácil y económico que retirar a los niños del trabajo y rehabilitarlos. Ello se aplica principalmente a aquellos que trabajan en condiciones peligrosas. Tanto estos niños como los lugares donde trabajan, a menudo se ocultan para sustraerlos al a atención pública. Por esta razón, muchos de los esfuerzos de rehabilitación se centran naturalmente en aquellos niños trabajadores a los cuales es más fácil llegar, dejando de lado las peores formas de trabajo infantil. Dado que la rehabilitación es difícil y onerosa porque tropieza con múltiples obstáculos, la acción preventiva cobra mayor importancia. Ello debería tenerse en cuenta en los planes nacionales y hacer hincapié en la prevención. 7 

 

TIPOS DE ACCIÓN ESPECÍFICA CONTRA EL TRABAJO INFANTIL

 

Además de una estrategia nacional coherente la O.I.T. delimita tres ámbitos en los que es imprescindible aplicar medida específicas:

1)      Mejorar la legislación en materia de trabajo infantil y las medidas de aplicación correspondientes; para ello, un primer paso indispensable para ampliar la protección jurídica es garantizar que la legislación nacional abarque los lugares donde es más frecuente le trabajo infantil y la peores formas de este trabajo. Armonizar la legislación laboral y educacional para disminuir las discrepancias entre edad mínima y la edad en que se permite abandonar el sistema de enseñanza obligatoria.

2)      Mejorar la escolarización de niños pobres para evitar el abandono de estudios. La única forma eficaz de evitar el abandono escolar consiste en generalizar y mejorar la enseñanza para hacerla más atractiva y lograr retener a los niños en la escuela.

3)      Aplicación de incentivos económicos. Habida cuenta de que las familias pobres necesitan los ingresos procedentes del empleo de sus hijos, con frecuencia se ha considerado pertinente ofrecer compensaciones en dinero o en especies. Esto fue aplicado por muchas ONG y algunos gobiernos están examinando su potencial y sus repercusiones.

En Europa, cadenas de grandes almacenes han decidido no vender productos (por ejemplo alfombras) sin que se certifique que no han sido elaboradas por niños. Un proyecto de ley que prohibe en Estados Unidos la importación de productos fabricados con mano de obra infantil (proyecto Markin), aún no aprobado suscitó inquietud entre empleadores y gobiernos que en gran medida dependen de Estados Unidos para colocar sus exportaciones.

Sin duda alguna estas inquietudes han hecho conocer el problema del trabajo infantil, pero han tenido también consecuencias inesperadas; la mera amenaza que suponen las sanciones comerciales lleva a las empresas de la industria del vestido de un país asiático a despedir de inmediato a decenas de miles de niños para evitar dichas sanciones. El resultado final fue que esos niños buscaron trabajo en otras actividades, con frecuencia más peligrosas que la industria del vestido; ninguno de ellos regresó a la escuela. 36

 

USO DE INTERNET EN LA RESOLUCION DEL PROBLEMA

 

El I.P.E.C. ha organizado cerca de 1.200 acciones y miniprogramas en todo el mundo, con el objeto de eliminar el trabajo infantil, o mejorar las condiciones laborales de los niños que se ven obligados a trabajar.

“El uso de la internet sería de gran utilidad en este terreno, para difundir las informaciones sobre la protección de los niños del modo más amplio posible y en un tiempo real, y mejorar así la eficacia de estas medidas”. “La experiencia ha demostrado que para asegurar el éxito de las actividades del  I.P.E.C. son fundamentales las actividades preventivas, sensibilizar a las comunidades afectadas y prestar asistencia a los niños que se encuentren en peligro. En este sentido, el aprovechamiento de la internet para combatir positivamente estos abusos se reflejaría  en el éxito de nuestras actividades”. (Hansenne, Director General de la O.I.T.). 38

 

NECESIDAD DE NUEVAS NORMAS

“La pesadilla de unos niños y niñas trabajando en minas, vendidos para la prostitución o la pornografía, esclavizados y objeto de tráfico como ganada o expuestos a trabajos peligrosos ha llevado el problema del trabajo infantil al primer plano de la agenda internacional”, ha declarado Juan Somavia, Director General de la O.I.T.. “Poner fin a este oscuro capítulo de la historia se ha convertido en una de las cuestiones más importantes de nuestros días”.

En la 87º reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, que se celebró del 1 al 17 de junio de 1999, representantes de los gobiernos, los trabajadores y los empleadores de 174 Estados Miembros de la O.I.T. culminaron un esfuerzo mundial, prolongado durante varios años, par a lograr un consenso internacional en la elaboración de un mero convenio y una nueva recomendación relativos a prácticas tales como la esclavitud infantil, el trabajo forzoso, el tráfico, la servidumbre por deuda, la condición de siervo y la explotación de los niños para la prostitución, la pornografía y los trabajos peligrosos.

Los estados que lo ratificaron deben:

·        Aplicar el convenio a los menores de 18 años.

·        Adoptar medidas para prohibir y eliminar inmediatamente las peores formas de trabajo infantil.

·        Establecer mecanismos de vigilancia.

·        Adoptar programas de acción.

·        Asegurar el cumplimiento efectivo, incluidas las sanciones penales y de otra índole.

·        Tomar medidas para la prevención, la retirada, la rehabilitación y la reinserción social.

·        Tener en cuenta la situación particular de las niñas.

·        Adoptar medidas para ayudarse recíprocamente a través de la cooperación o asistencia internacional. 9

 

EL NUEVO CONVENIO Y RECOMENDACIÓN

 

El nuevo Convenio define, por primera vez, lo que constituyen las “peores formas de trabajo infantil” e incluyen una prohibición sobre reclutamiento forzoso u obligatorio de los niños soldados.

Exige la cooperación internacional en materia de desarrollo social y económico, erradicación de la pobreza y educación a fin de aplicar a sus disposiciones, y prevé amplias consultas entre los gobiernos y los trabajadores “interlocutores sociales” en la estructura tripartita de la O.I.T..

El Convenio define las peores formas de trabajo infantil: todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo y el trabajo forzoso incluido el reclutamiento obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados; la utilización de los niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas, la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes; y el trabajo que es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.

El Convenio exige a los Estados ratificantes a “elaborar y poner en práctica programas de acción”, para eliminar, como medida prioritaria, las peores formas de trabajo infantil y “establecer o designar mecanismos apropiados” para vigilar la aplicación del Convenio, previa consulta con las organizaciones de empleadores y trabajadores. Asimismo, proclama que los Estados ratificantes deberían “prestar asistencia para librar a los niños de las peores formas de trabajo infantil y asegurar su rehabilitación; asegurar a todos los niños que hayan sido librados de las peores formas de trabajo infantil, el acceso a la enseñanza básica y gratuita o a la formación profesional; identificar a los niños que están particularmente expuestos a riegos; y tener en cuenta la situación particular de las niñas”.

La Recomendación correspondiente define el “trabajo peligroso” como “los trabajos en que el niño queda expuesto a abusos de orden físico, psicológico o sexual; los trabajos que se realizan bajo tierra, bajo el agua, en alturas peligrosas o en espacios cerrados; los trabajos que se realizan con maquinarias o herramientas peligrosas o que conllevan cargas pesadas; los trabajos realizados en un medio ambiente insalubre en el que el niño está expuesto, por ejemplo, a sustancias peligrosas, a temperaturas o niveles de ruidos o de vibraciones que sean perjudiciales para la salud; y los trabajos que implican condiciones especialmente difíciles, como los horarios prolongados o nocturnos, o los trabajos que retienen al niño en los locales del empleador”. 39

 

 

 

 

 

 

CONCLUSION

 

Sabemos que cientos de millones de niños de todo el mundo trabajan diariamente, sacrificando su salud, su educación y la infancia, para  combatir su pobreza y la de su familia; también conocemos que el trabajo infantil no es un fenómeno que se registre exclusivamente, en los países en desarrollo; por eso es que cualquiera que sea la situación económica, toda sociedad está obligada moralmente a lograr que su niñez y su juventud pueda acceder a un completo desarrollo físico y mental.

La pobreza no puede ser la excusa para que un niño tenga que trabajar; debemos sensibilizar a las sociedades sobre las consecuencias que tiene el trabajo infantil, dado que la ignorancia de las mismas hace que se perpetúe el problema. La miseria se agrava cuando los hijos de las familias menos pudientes se hacen más vulnerables para incorporarse al mercado laboral, con mayor posibilidad de realizar las peores formas de trabajo infantil (prostitución, servidumbre, esclavitud, etc.).

Se reconoce cada vez más que, aunque la lucha para resolver el problema es difícil y ardua, si existe la voluntad política, empresarial y social, no hay nada que no pueda revertirse. Si se cuenta con una legislación clara y enérgica, con férrea voluntad de cumplirla y castigar a los delincuentes, con empleadores honestos y una sociedad que conozca y haga cumplir sus derechos, mucho habremos adelantado en los logros prioritarios de proteger a los niños y eliminar por lo menos las formas más perniciosas y perjudiciales de trabajo.

La O.I.T. sostiene que para luchar contra el flagelo del trabajo infantil, “hay que hacer que la indiferencia, la pasividad o la resignación actuales cedan el terreno a la comprensión, a la cólera, y a la voluntad de acción”.

Debemos tener en cuenta que cada vez que se logra retirar a un niño de mercado del trabajo, tiene que haber medidas (ya implementadas) que sirvan de apoyo u nos garanticen que ese niño no tenga que ingresar a otros sectores donde los riegos y la explotación sean mayores. Hay que proporcionar a esos niños un entorno seguro, instruirlos, contactarlos con servicios de salud y nutrición, pudiendo necesitar en muchos casos ayuda jurídica.

Aunque el trabajo infantil, tenga en cada país sus connotaciones y características, es decir se trata de un  problema nacional se necesita de la cooperación internacional para que los esfuerzos nacionales para la erradicación del trabajo infantil den resultado, en primer lugar porque a nivel nacional muchas veces se carece de recursos económicos y/o tecnológicos; por otra parte los países deberían sacar partido de las experiencias de unos y otros, con intercambio de información; y por último teniendo en cuenta que la fronteras se van diluyendo, el trabajo infantil principalmente la prostitución se está internacionalizando rápidamente y a esto solo puede detenerlo una verdadera cooperación internacional.

Para concluir haremos referencia a lo dicho por Bruce Harris, Director Nacional para América Latina de Casa Alianza en Costa Rica. Dijo :“la necesidad de parar la explotación laboral de la niñez es obvia, pero muy compleja. Pero si el mundo decidiera que es una prioridad, pues lo podríamos hacer..., sabemos que Roma no fue construida en un día, pero hay que empezar. El cambio ya va a estar en marcha”.8 10 24 40 41

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ANEXO

 

 

Experiencia de una joven docente en 1966

Con mis jóvenes 22 años, siendo maestra de una escuela semi rural, aunque lo de semi es casi gracioso, ya que tenía unas aulas que habían sido tranvías; había dos y el resto cuatro casillas de madera a 26 cuadras de la Ruta Nº 3 en el Km. 28 y medio, en la localidad de “Villa Scarso”, que en esa época al contrario que ahora, era una calle que entraba en la villa, rodeada de un villerío y unas casas quintas que no sumaban más de seis y al fondo el “horno de ladrillos”. Los niños a veces faltaban porque algunos sembraban en campos de florestas portuguesas.

Dentro del grupo había un rubiecito Juan, que siempre me dejaba en el armario su delantal; decía que como iba a trabajar no podía llevárselo. En pocos días me enteré que trabajaba en una panadería en San Justo, Partido de La Matanza. Hacia allí me dirigí una mañana antes de ir a la escuela, pregunté por él, y por verme a lo mejor muy joven, se atrevieron a decirme que el niño, de 12 años, estaba en la “cuadra”; que había estado toda la tarde y noche preparando pan.

Al patrón no le gustó mi intromisión y las preguntas, ya que tenía en la mano la reglamentación obtenida por mí en la Intendencia. Por supuesto tuve que llevarme la reacción violenta de los padres, ya que yo lo había denunciado al patrón de su hijo y ellos perdieron el trabajo del chico.

Creyendo que las autoridades de la escuela iban a apoyar mi intervención; desgraciadamente no fue así, pero a mi no me hizo pensar en forma distinta y podría hacerlo nuevamente sin arrepentirme.

Pocos meses después vuelvo a conversar con el “Inspector” que llevó a cabo la inspección al local y prácticamente me aconsejó no intervenir más, pues alguna otra vez, siendo yo tan joven, “podría” tener un final no tan feliz.

Esto no me amilanó, pero comprendí ahí la utopía de algunas reacciones de un joven en un mundo corrupto.

 

                                                                       Alicia Elsa Esteban

 

 

-         Clarín 15/08/99 – Colombia “se puede convertir en un Vietnamcito”

 

Así lo considera el presidente venezolano Hugo Chavez: es peligroso que se mire al problema de Colombia desde el punto de vista militar; ni para Colombia, ni para Venezuela, ni para los pueblos de la región. Sostuvo que la mejor solución para el conflicto de Colombia es buscar el camino de la paz.

Se reclutaron niños a partir de 12 años que puedan cargar un fusil, ya se vio por los noticieros de Eco y de Buenos Aires.

Hay que tratar de continuar ofreciendo mediadores y agentes de buenos oficios y que vuelva a ser un país donde la alegría de sus habitantes no se apoye en la droga sino en las empresas familiares que desde antiguo pone en alto el orgullo de su café y el legendario “Juan Valdéz”

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

SE LUSTRA, SEÑOR?

 

Letra de Marvil (Elisardo Martínez Vila)

Música de Enrique Alessio y Eduardo del Piano.

Compuesto en 1946

 

Fue registrado por Alberto Castillo con la orquesta dirigida por Enrique Alessio, y por Angel Vargas con acompañamiento orquestal de Eduardo del Piano. En el 40 todavía abundaban las peluquerías con salón de lustrado y generalmente lotería a la entrada. Hoy son poco más que un resabio del pasado; una de las últimas estaba en Corrientes casi esquina Pueyrredón, cerca del café Paulista, donde ahora existe un comercio de artículos deportivos.

 

 

Con sus ropitas viejas, curtido por el sol, la vida lo ha tratado con todo su rigor... Siempre en la misma esquina, voceando su pregón Señor ... . aquí se lustra mejor que en el salón. Conozco su historia... y se de su valor; que cierto día el padre no regresó al hogar y que él sin decir nada se hizo aquel cajón, y que en su casa nunca les ha faltado el pan.

 

Señor ... . aquí se lustra, se lustra, señor... Buscando una esperanza la vida así se amasa de penas y dolor.

Y así todos los días, aunque nos queme el sol, o el frío del invierno nos hiele el corazón.

 

Y una mañana de esas el viento de arrabal dejó un silencio extraño, allí, junto al umbral... Y ya hace varios días no se oye su pregón Señor ... . aquí se lustra mejor que en el salón ... Ayer fuimos a verlo, son cosas de contar;

nos mira, se incorpora y así se pone a hablar Mamíta... andá prontito... traéme mi cajón... que aquí, señor, se lustra mejor que en el salón.

 

Y así como esta historía que acabo de contar, así se amasa el alma humilde de arrabal.

 


CHIQUILIN DE BACHIN (VALS)

 

 

Letra de Horacio Ferrer

Música de Astor Piazzolla.

Compuesta en 1968.

 

Por las noches, cara sucia

de angelito con bluyin.

vende rosas por las mesas

del boliche de Bachin.

Si la luna brilla

sobre la parrilla,

come luna y pan de hollín.

 

Cada día en su tristeza

que no quiere amanecer

lo madrugada un seis de enero

con la estrella del revés,

y tres reyes gatos

roban sus zapatos,

uno izquierdo y el otro también!

 

Chiquilín,

dame un ramo de voz,

así salgo a vender

mis vergüenzas en flor.

Baleame con tres rosas

que duelan a cuenta

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

del hambre que no te entendí,

Chiquilín.

 

Cuando el sol pone a los pibes

delantales de aprender,

el aprende cuanto cero

le quedaba por saber.

Y a su madre mira,

yira que te yira

yira que te yira,

pero no la quiere ver.

 

Cada aurora, en la basura,.

con un pan y un tallarín,

se fabrica un barrilete

para irse y sigue así!

 

Es un hombre extraño,

niño de mil años

que por dentro le enreda el piolín.

 

Chiquilín,

dame un ramo de voz,

así salgo a vender

mis vergüenzas en flor.

Baleame con tres rosas

que duelan a cuenta

del hambre que no te entendí,

Chiquilín.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA



Q ALLEY REWI: escritor y poeta neozalandés, ciudadano honorario del municipio de Beijing, desde 1924 a 1938 vivió en Shanghai, iniciando el movimiento industrial y cooperativo, recorriendo pueblos y aldeas. Publicó 18 volúmenes de poesía, 11 colecciones de traducciones al inglés de poemas chinos y 34 libros sobre china.



1 IPEC/OIT. Legislación y aplicación. (Conferencia internacional sobre el trabajo infantil) Oslo. NORUEGA, 27 – 30 octubre de 1997 . 12 p. http://www.ilo.org/public/spanish/90ipec/conf/oslo/leg-bg.htm, 19-05-99 (INTERNET)

 

2 PLA,A.J.;PASTOR DE TOGNERI, R; BELMARTINO, S y col. Historia del movimiento obrero. Tomo I. Capítulos 1,4,5,7,8,9,11 y 12. 480 p. Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, Argentina. 1984.

 

3 COUNSELL, Christine; STEER, Chris. INDUSTRIAL BRITAIN. The Workshop of the World – Cambridge University Press. 96 p. 42- 47. 1993.

 

4 OIT. El Trabajo Infantil: que hacer? Documento sometido a discusión en la reunión tripartita Oficiosa de Nivel Ministerial. Ginebra, 12 de junio de 1996. 3 p. http://www.ilo.org/public/spanish/child/documentation/etexts/what/whatimtro.htm,  18/05/99 (Internet)

 

5 UNICEF. Cuatro mitos sobre el trabajo infantil. El Estado Mundial de la Infancia. Informe 1997. 2 p. http://www.unicef.org/spanish/sowc97sp/reportsp/spwhat.rtm, 19-05-99 (Internet)

 

6 OIT. El trabajo Infantil; lo intolerable en el punto de mira. Ginebra, 1996.iii-133p.(Conferencia Internacional del Trabajo; 86 – 1999)

 

7 IPEC/OIT. Acción Práctica para la eliminación del trabajo infantil (Conferencia Internacional sobre el Trabajo Infantil) Oslo, 27 – 30 de octubre de 1997.  22 p. http://www.ilo.org/public/spanish/90ipec/conf/oslo/act_bg.htm, 19-05-98 (Internet)

 

8 OIT. Alto ¡ al trabajo infantil. El trabajo infantil hoy: Hechos y cifras. (ütiles de Prensa). Ginebra, 10 de junio de 1996. 8 p. http://www.ilo.org/public/spanish/235press/pkits/child1.htm. 19-05-99 (Internet)

 

9 OIT. La OIT a favor de estudiar la eliminación y prohibición de las peores formas de trabajo infantil. (Comunicados de Prensa) Ginebra, 25 de mayo de 1999. 6 p. http://www.ilo.org/public/spanish/235press/pr/1999/11.htm, 18-06-99 (Internet)

 

10 ONG Medicus MundiEl trabajo infantil en el tercer mundo (Dossier informativo de Infomundi, creado por la ONG Medicus Mundi), mayo de 1996. 5 p. http://med.unex.es/medmund/infomundi/infantil.html, 19-05-99 (Internet)

 

11 IPEC/OIT. Estrategias para eliminar el trabajo infantil: prevención, rescate y rehabilitación. Documentos de síntesis. (Conferencia Internacional sobre Trabajo Infantil) Oslo, Noruega, 27 – 30 de octubre de 1997, 20 p. http://www.ilo.org/public/spanish/90ipec/conf/oslo/syn.htm, 19-05-99 (Internet)

 

12 KONTERLLNIK, Irene. El trabajo infantil. Lo intolerable en el punto de mira. (UNICEF. Area Derechos del Niño) p. Argentina 1996.

 

13 IPEC/OIT. Los niños y el trabajo. Revista IPEC Nº 1, junio de 1995.

 

14 OIT. Child Labour Surveys: results of methological experimens in four countries, 1992 – 1993 . 1996.

 

15 OIT. La OIT alerta sobre el posible aumento del trabajo infantil en África. La OUA y la OIT convocan una conferencia tripartita (comunicado de Prensa) Ginebra, 4 de febrero de 1998. 5 p. http://www.ilo.org./public/spanish/235press/pr/1998/4.htm, 17-08-99 (Internet)

 

16 ALLEY, Rewi. China: pasado y presente. BEJING INFORMA (Semanario Chino) Año XXII. Nº 37, 34 p. Setiembre 1984.

 

17 Free the Children México. El Trabajo Infantil (Estadística oficiales) BoletínDemográfico CELADE  números 56 y 57, 1995. 2 p. http://www.freethechildren.org/mexl.htm, 19-05-99 (Internet)

 

18 IPEC/OIT. Lucha contra el trabajo infantil en la industria minera – Perú. (Publicaciones y Documentos) 1998. 2 p. http://www.ipo.org/public/spanish/expls-98/exampl8.htm, 19-05-99 (Interet).

 

19 CORDERO, Carlos Ariel. Trabajo infantil: Marchistas piden al Gobierno que proteja a los niños explotados, Panamá, 13 de abril de 1998. 2 p. http://www.casa.alianza.org/es/human-rights/labor-esploid/tress/980413.a.shtml, 19-05-99 (Internet).

 

20 UNICEF – MYRURGIA. Unicef y Myrurgia unen esfuerzos contra el trabajo infantil. La Prensa. Sección Sociales. Honduras. 8 de mayo de 1999. 2 p. http://www.laprensahn.com/socarc/9903/50800l.htm, 19-05-99 (Internet).

 

21 Ministerio de Salud. La erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del joven trabajador. El Trabaajo Infantil colombiano en cifras.Bogotá, 1996. 5 p. http://bogota.minsalud.gov.co/erradica.html, 19-05-99 (Internet).

 

22 Voces para el cambio. Trabajo infantil y juvenil: ¿Malo o bueno? (Encueta realizada por voces para el cambio, opinión de niñas, niños y adolescentes) Caraca. Venezuela, julio de 1997. 1 p. http://www.ayunteoui.com/cecodap/emevest/voces14.html, 19-05-99 (Internet)

 

23 IPEC7OIT. Lucha contra el trabajo infantil en la industria del calzado de vale dos sinos (Publicaciones y Documentos) 1998. 2 p. http://www.ilo.org/puclic/spanish/9oipec/publ/exps-98/erampl3.htm, 19-05-99 (Internet)

 

24 ORG. DE LOS DERECHOS HUMANOS/CASA ALIANZA. – Marcha global contra el trabajo infantil pasará por Centroamérica y México (Informe de prensa) 20 de noviembre de 1997. 2 p. http://www.derechos.org/ddhh/casaln2a/traba.html, 19-05-99 (Internet).

 

25 KONTERLLNIK, Irene;Jacinto, Claudia. Adolescencia, Pobreza, Educación y Trabajo. UNICEF. LOSADA. Buenos Aires. 1993..

 

26 FORNARI, Floreal. Trabajo rural de menores de catorce años (Examen de fuentes, estadísticas y monografías). Informe preparado por la OIT. Buenos Aires 1993.

 

27 ROSAS, María ester. Educación y Trabajo Infantil. Infancia y condiciones de vida, capítula VII (Encuesta especial para el diagnótico y la evolución de metas sociales) INDEC  Buenos Aires 1995.

 

28 OIT/UNICEF/MTSS. El trabajo infantil en la Argentina. Propuesta para un programa nacional de acción. Proyecto interdepantamental sobre abolición del trabajo infantil. Ginebra, 1994.

 

29 UNICEF/INDIC/SIGLO XXI Editores. Infancia y Pobreza en la Argentina. Buenos Aires, 1990.

 

30 TENTI FANTINI, Emilio. La escuela vacía. UNICEF/LOSADA. Buenos Aires. 1994.

 

31 UNICEF. Análisis de situación, menores en circunstancias especialmente difíciles República Argentina. Capítulo II del Informe Nº 10 (Serie divulgativa, programa regional menores en circunstancias especialmente difíciles. UNICEF, Oficina regional para América Latina y Caribe) Colombia, 1992.

 

32 OIT. Alto ! Al trabajo infantil. Acción internacional: Es necesario reforzar las normas. (Útiles de Prensa). Ginebra, 10 de junio de 1996, 5 p. http://www.ilo.org/public/spanish/235press/pkits/child3-htm, 19-05-99 (Internet).

 

33 IPEC/OIT. IPEC Mundial. Programa internacional para la erradicación del trabajo infantil. Informe sobre los objetivos, estrategia y asociados del IPEC. 5 p. San José, Costa Rica. http://www-oit.or.cr/hp-ipec/mudial.html, 18-06-99 (Internet).

 

34 OIT. C 138. Convenio sobre edad mínima, 1973. Conferencia Geneal de la OIT. 7 p. Ginebra, 6 de junio de 1973. http://www.ilo.org/public/spanish/235press/pkist/c138.htm, 19-05-99, (Internet).

 

35 Ley de Contrato de Trabajo, Nº 20.744/74. Decreto 390/76.

 

36 OIT. Alto ! al trabajo infantil. Trabajo infantil: ¿Qué se puede hacer a nivel nacional?. (Útiles de Prensa). Ginebra, 10 de junio de 1996. 6 p. http://www.ilo.org/puclic/spanish/235press/pkits/child2.htm, 19-05-99 (Internet).

 

37 OIT. El trabajo infantil: ¿Qué hacer?. ¿Qué se puede hacer a escala naciona?. (Documento sometido a discusión de la Reunión Tripartita Oficiosa del Nivel Ministerial) Ginebra, 12 de junio de 1996. 18 p. http://www.ilo.org/public/spanish/child/documentation/etexts/what/what2.htm, 18-06-99 (Internet).

 

38 OIT. Nuevo Convenio de la OIT sobre el trabajo infantil fomentaría la campaña de erradicación de la pornografía infantil en Internet. (Comunicados de Prensa) Ginebra y París, 18 de enero de 1999. 2 p. http://ww.ilo.org/public/spanish/235press/pr/1999/1.htm, 19-06-99, (Internet).

 

39 OIT. La OIT adopta un Convenio que prohibe las peores formas de trabajo infantil y comienza una campaña para su ratificación. (Comunicados de Prensa) Ginebra, 17 de junio de 1999. 3 p. http://www.ilo.org/public/spanish/235press/pr/1999/22.htm, 18-06-99 (Internet).

 

40 OIT. Conferencia en Kampala reclama la abolición del trabajo infantil en África. Los niños trabajan esencialmente debido a la pobreza. (Comunicados de Prensa) Kampala y Ginebra, 7 de febrero de 1998. 2 p. http://www.ilo.org/puclic/spanish/235press/pr/1998/6.htm, 18-06-99 (Internet).

 

41 IPEC/OIT. La legislación y su aplicación. (Conferencia Internacional sobre el Trabajo Infantil) Oslo, NORUEGA, 27 – 30 de octubre de 1997. 3 p. http://www.ilo.org/public/spanish/90ipec/conf/oslo/leg_is.htm, 19-05-99 (Internet).