PROMOVER  VALORES  ÉTICOS  EN  LAS  NACIONES 

          (concuerda con los objetivos de los "indignados")             

Una colaboración de nuestro amigo Juan Manuel Trabado, de Unidad de Servicio, España   (Junio 2011)

¿Cuánto aportarían quienes más tienen si pagaran impuestos sin privilegios, atajos ni favores?

Por: CCS el 12/05/11 15:45 

Artículo de Xavier Caño Tamayo, periodista y escritor

Ajustes, recortes sociales, reducción de gasto público y reformas “estructurales”. ¡Qué peligro! Única receta del FMI, OCDE, Banco Central Europeo, Comisión Europea y Bancos centrales nacionales para afrontar los graves problemas que la crisis trae a Europa. Medidas que perjudican a la mayoría de ciudadanos. Pero de verdadera reforma del sector financiero, ni hablamos. Y a quienes más tienen, ni tocarlos.
El catedrático de economía Juan Torres escribe que ahora hay que aumentar los impuestos de las rentas del capital y de la actividad bancaria, especialmente las procedentes de la especulación. Por ejemplo, suprimiendo desgravaciones fiscales injustas que benefician a las rentas más elevadas. Mejor que los recortes.

¿Cuánto ahorra, por ejemplo, el gobierno español con recortes que perjudican a millones de ciudadanos? 15.000 millones de euros. ¿Cuánto aportarían quienes más tienen si pagaran impuestos sin privilegios, atajos ni favores? 40.000 millones de euros. Por ejemplo, restaurar el suprimido impuesto español sobre patrimonio recaudaría más de 2.200 millones de euros; congelar las pensiones españolas sólo ahorra 1.500 millones. Y en el resto de Europa, por el estilo.

Pero ningún gobierno europeo se propone establecer un sistema de impuestos más justo. A los ricos no se les molesta y, si llegan a pagar algo de más, poco y por poco tiempo. Y tampoco nadie propone recortes legítimos y necesarios como reducir gastos superfluos, ostentosos y protocolarios, recorte del gasto militar, supresión de subvenciones por amiguismo o sintonía ideológica, supresión de asesores de dudosa necesidad, recortar (en España, por ejemplo) lo mucho que el Estado dona graciosamente a la Iglesia Católica.

“Las medidas propuestas por el gobierno (español, pero también otros) son más de lo mismo: mantener los privilegios de quienes provocaron la crisis”, según Juan Torres.

Y, como remate, el Fondo Monetario Internacional exige más: abaratar el despido de los trabajadores, “flexibilidad” salarial y una “fuerte y rápida reforma del sistema de pensiones”. ¡Que paguen los que menos tienen!

¿Qué significan esos recortes y propuestas del FMI, bancos centrales, Comisión Europea, OCDE y demás leales gendarmes de los intereses de la minoría privilegiada? Cientos de millones de ciudadanos lo van a pasar mal, muy mal. Eso significa.

Pero ellos erre que erre, aunque las recetas neoliberales del FMI causaran el hundimiento de Argentina (sin clase media en meses), provocaran la ruina de países centroamericanos e incrementaran el empobrecimiento de países africanos. Ellos a lo suyo y que el mundo reviente.

Pero, qué curioso, quienes imponen recortes y ajustes como “única” salida no se aplican la receta. Los funcionarios del FMI no pagan impuestos por sus sueldos, un contable de esa equívoca entidad cobra 90.000 dólares anuales y un jefe de departamento cobra entre 150.000 y 300.000 dólares anuales limpios más ayuda a la vivienda. Y pueden jubilarse a los 50 años con una reducida disminución de la pensión.

Fuente y artículo completo: http://www.canalsolidario.org/noticia/cuanto-aportarian-quienes-mas-tienen-si-pagaran-impuestos-sin-privilegios-atajos-ni-favores/23907?utm_medium=email&utm_campaign=boletin&utm_source=semanalCSO

Comentario:         como he mencionado alguna que otra vez no se trata de ser antisistema ni prosistema, ni nada de eso, se trata simplemente de reconocer la verdad de los hechos y los principios o causas que los rigen y ver si dichos principios son correctos o erróneos, y si son erróneos tratar de cambiarlos para bien del conjunto, lo que puede implicar modificar o cambiar de sistema pero lo importante en si mismo no es eso, sino el que las actuaciones estén regidas por valores y principios éticos y espirituales.

Los datos que se mencionan en el artículo enviado y en otros enviados otras veces muestran claramente que los valores que rigen esas decisiones no son los de responsabilidad y buena voluntad para el bien común, sino sobre todo la conservación de intereses egoístas y privilegios para una reducida parte de la sociedad, fundamentalmente para los mas ricos y de mayor capacidad económica, aun a costa del bien de la mayoría. Simplemente con quitar esas desgravaciones fiscales injustas de los ricos se podría conseguir un notable aumento de los ingresos del estado que podrían aumentar aun mas si se estableciesen unos impuestos de la renta progresivamente crecientes para que realmente paguen mas quienes mas tienen proporcionalmente. También cabria hacer una distinción entre fondos de los ricos y fondos invertidos en empresas que dan trabajo y dan beneficio social, debiendo ser los impuestos proporcionalmente mayores para las grandes fortunas que no están invertidas en beneficio social.  También es importante prohibir tener cuentas en paraísos fiscales o al menos gravarlas fuertemente y cobrar los impuestos de las 659 grandes fortunas con cuentas bancarias en suiza sin declarar (Véase http://www.eleconomista.es/flash/noticias/3156312/06/11/Rechazan-publicar-la-lista-de-los-implicados-en-el-escandalo-de-las-cuentas-suizas-.html).

Son solo algunas de las medidas que podrían aplicarse, junto a otras mencionadas otras veces, y que reducirían grandemente el déficit del estado sin tener que recortar servicios sociales ni poner la mayor parte de la carga sobre quienes menos tienen como está sucediendo y podrían ser algunos de los modos de manifestación de valores y principios como el de compartir y distribución de responsabilidades y riqueza.

Recientemente también los sindicatos han recogido hasta un millón de firmas que han entregado para pedir la retirada de la reforma laboral que se realizó y que empeora las cosas ya que permite a las empresas despedir simplemente con preveer que quizás puedan tener pérdidas en el futuro aun cuando tengan beneficios, en vez de permitirlo solo cuando tengan perdidas reales por cierto tiempo, sobre todo en el caso de las grandes empresas. Este es el camino correcto que se debe seguir es decir, no montar alborotos que no conducen a nada, sino informar adecuadamente de las cosas a la población y si hace falta hacer recogidas de firmas con propuestas especificas de interés general. Por otra parte hay otra cuestión sobre la que habría que reflexionar y es preguntarse porqué a pesar de esas medidas antisociales gran parte de la población sigue votando sobre todo a unos partidos tradicionales mayoritarios cuyas opciones políticas demuestran ser contrarias al bien de la mayoria y privilegian a una pequeña parte sobre los demás. Un mayor grado de información y perseverancia en la promoción de valores éticos y de buena voluntad y lo que ellos implican puede hacer que gradualmente mas personas se decidan a cambiar de opciones y buscar alternativas , otros posibles partidos con opciones mejores para el bien común o la reiterada petición a los mismos de que se comprometan con actuaciones que realmente beneficien al bien común y la posible realización de referendums vinculantes sobre cuestiones importantes,  como en el caso reciente de Italia donde se han realizado de modo vinculante con el resultado de que la mayoría rechaza la energía nuclear de fisión por peligrosa y rechaza la ley que permite a los políticos como Berlusconi ser inmunes y no acudir si son citados a juicio.  Eso si es una muestra de democracia real como se pedía en el reciente movimiento del 15 M (indignados) de España, con una mayor participación ciudadana no solo para elegir representantes sino también para la toma de decisiones en cuestiones de importancia general.

Sigamos promoviendo los principios y valores éticos y espirituales porque cuando estos existen en la sociedad y sus representantes políticos, las correctas actuaciones se producen automáticamente y predomina aquello que es para bien del conjunto.