Cristina Kirchner dinamitó ayer el principio sobre el cual, en los últimos dos
años, asentó sus iniciativas más relevantes. La idea de que ninguna posición
pública merece respeto si no está convalidada por los votos.
En el segundo discurso posterior a las primariasdel
domingo pasado, la Presidenta explicó que quienes ganaron representan meros
intereses. Sólo el Gobierno expresa la voluntad popular. Aun cuando pierde las
elecciones.
La Presidenta propuso la clasificación habitual. De un lado está el oficialismo,
es decir, la democracia. Del otro, los poderes fácticos. El cuadro no se
modifica aunque los votantes cambien de preferencia. Si el que gana una elección
no pertenece al Frente para la Victoria, seguirá siendo un delegado de "los
dueños de la pelota". Un "suplente". Aunque se vuelva minoritario, el
kirchnerismo seguirá siendo la voz del pueblo.
Esta concepción se sostiene en un axioma que la señora de Kirchner volvió a
exponer ayer: los que no votan a sus candidatos son personas confundidas que
advertirán el error cuando ya no haya remedio. En sus palabras: "La gente no
tiene la culpa tampoco. Cuando se dan cuenta después, siempre es tarde. Se
dieron cuenta cuando perdieron el laburo, cuando les bajaron el sueldo, pero ya
es tarde".
Con estos argumentos, la Presidenta cruzó una delgada línea roja. Después de
haber avanzado sobre los medios ysobre
la Justiciacon la bandera de la
"democratización", postula que sólo existe un poder democrático: el de ella. No
debería sorprender. En el año 2007, su llorado Hugo Chávez reconoció su derrota
en un plebiscito diciendo que la de sus rivales había sido "una victoria de
mierda". Y en 1973, muchos de sus actuales admiradores y funcionarios
convalidaron la insurgencia de Montoneros contra Juan Perón, que venía de
obtener el 61,85% de los votos. El asesinato de José Ignacio Rucci fue la
manifestación más escandalosa de esa soberbia armada.
Aunque el oficialismo perdió votos en muchos distritos, la Presidenta aludía
ayer a la victoria de Sergio Massa, a quien presentó como un títere de los
industriales, los sindicatos y los bancos. Mencionó en especial a Jorge Brito,
reconocido amigo de Massa, que se hizo célebre en WikiLeaks como "el banquero de
Néstor". Más tarde, vía Twitter, explicó que el intendente prepara un "Plan
Duhalde II. Con carita más joven. Si hasta tiene su «chiche». Yo me acuerdo. Era
Senadora".
Corolario: Cristina Kirchner enhebró ayer insinuaciones y razonamientos para
advertir que cualquiera que le gane las elecciones está dando, en realidad, un
golpe, como el que Duhalde habría protagonizado en 2001 contra Fernando de la
Rúa.
Esta presentación de los hechos profundiza alegatos más antiguos. Igual que
cuando el sector agropecuario protestó contra las retenciones; igual que cuando
Julio Cobos votó no positivo; igual que cuando los medios recurrieron a la
Justicia para reclamar por sus derechos; e igual que cuando la Justicia
reconoció los derechos de los medios, el Gobierno se presenta como víctima de un
movimiento destituyente. La novedad es que ahora ese proceso lo lleva adelante
el electorado en comicios impecables.
Además de estar viciado por el mesianismo, el guión de la Presidenta peca de
inverosímil. Se podría polemizar sobre la densidad democrática de candidaturas
que se sostienen sólo en la exposición mediática y en millonarias campañas de
marketing. Pero Massa representa a un grupo de intendentes y sindicalistas que
hasta anteayer formaban parte del Frente para la Victoria. Y ganó en un
electorado que en las últimas elecciones votó por Cristina Kirchner.
Es evidente que muchos gremialistas, industriales y banqueros prefieren que
triunfe Massa y no el Gobierno. Ese fenómeno debería interpelar a la Presidenta
sobre la dificultad para convalidar su agenda ante segmentos muy importantes de
la sociedad, que son cruciales en su arquitectura de poder. Por dar un ejemplo:
el senador Marcelo Fuentes, abanderado de la "democratización" de la Justicia,
salió tercero en Villa La Angostura, donde vive y todos lo conocen. Inexplicable
victoria de los dueños de la pelota.
Sería incorrecto menospreciar las deformaciones conceptuales y políticas de la
visión presidencial. La descalificación de un triunfo electoral ajeno vuelve más
enigmática la oferta del general César Milani de convertir al Ejército en un
engranaje del "proyecto nacional y popular".
Otra novedad relevante es que Cristina Kirchner no está dispuesta a brindar a
sus propios seguidores una estrategia distinta ante una escenario que ha mutado.
Los demacrados gobernadores que concurrieron a Tecnópolis con la expectativa de
participar de una discusión política regresaron a sus provincias con la denuncia
de un complot ya remanido y, para justificar el viaje, la llave de una
camioneta.
La Presidenta, que ya se había encapsulado respecto de quienes no piensan como
ella, ahora se aísla de quienes la sostienen. La derrota desató una divergencia
con dirigentes que ignoran adónde los están llevando. Omar Viviani declaró ayer
que la CGT oficial estará con el que gane las elecciones. Y el ex intendente de
José C. Paz Mario Ishii se desahogó en una entrevista con el diario Ámbito
Financiero que tal vez sea el preludio de un acuerdo inminente con Massa.
Para Ishii, que fue una pieza clave del entramado oficialista en el conurbano,
"el problema fue darle el manejo de la campaña a La Cámpora, porque esos pibes
nunca hicieron una elección". Otros responsables de la derrota fueron, según
este caudillejo, "el jefe de Gabinete, la Casa Rosada, los ministros, todos los
que dicen lo que hay que hacer, pero después no saben qué es lo que pasa porque
nunca bajan al territorio".
Ishii se queja de un método de trabajo que es la derivación inexorable de una
interpretación cesarista del liderazgo. La explicó una vez Gabriel Mariotto: "La
única titular de los votos es la Presidenta". Los intendentes, los gobernadores,
el partido, son aleatorios. Sólo se los tiene en cuenta si los votos no
aparecen. Por ejemplo, desde el domingo la señora de Kirchner culpa a Julio De
Vido porque el dinero derramado no rindió lo prometido.
Los resultados del domingo demuestran que muchos dirigentes despegaron del
Gobierno al presentir una derrota. La diferencia entre los votos obtenidos por
Massa y los que sacó la lista de diputados provinciales del kirchnerismo en el
sur del Gran Buenos Aires no se explica sin un voluminoso corte de boleta
preparado por intendentes oficialistas. Ese tijeretazo puede ser el anticipo de
un corrimiento mayor, movilizado por el temor a que no sólo Francisco de Narváez
sino también Martín Insaurralde obtenga menos votos en octubre que en las
primarias.
La arenga de Tecnópolis desafió, además, las reglas del marketing. Los gurúes
Martín Mercado y Carlos "Pucho" Mentasti habían recomendado a la Presidenta no
referirse a Massa durante toda la campaña. Pero el amor es más fuerte. El acto
de ayer fue contra Insaurralde.
La autoridad de Cristina Kirchner sobre el PJ está siendo amenazada. Además de
desconfianza en la estrategia electoral, muchos gobernadores pagan el costo de
una política económica agotada. El rechazo que se verificó en Mendoza, San Juan,
Catamarca, La Rioja, Neuquén y Chubut a las boletas del oficialismo es el
castigo a un programa que asfixia a las economías regionales. ¿Cuánto más durará
la mansedumbre de los gobernadores afectados?
Massa pretende expresar ese fastidio: ya pidió la cabeza de Moreno. Ha sido en
vano. La Afsca, que no dictaminó sobre ninguno de los expedientes de adecuación
a la ley de medios que están en trámite -Supercanal, Telefé, Telecentro,
etcétera-, se reunirá mañana para regularizar la FM que opera Moreno en el
Mercado Central. Otro homenaje del derrotado Sabbatella a la pluralidad de
voces.
El discurso de ayer de la Presidenta tiene una víctima principal: Daniel Scioli.
Si el gobernador suponía que, a cambio de su abnegación proselitista, la señora
de Kirchner reorientaría su gobierno y ayudaría a que su candidatura
presidencial fuera más competitiva, deberá revisar ese prejuicio. Ella parece
haber dictaminado que su derrota es irreversible, de modo que sería una quimera
ceder identidad a la espera de votos que tal vez no vengan. Cristina Kirchner
avisó ayer que se irá pareciendo cada vez más a sí misma. O, lo que es lo mismo,
adelantó que llevará a su partido y al país hacia una nueva turbulencia..
El tan temido final del ciclo ya se inició, nos falta lo peor y es su desenlace
pues ya estamos viendo que la Sra Presidente está totalmente desquiciada, hasta
ahora no veía o negaba la realidad, la que mostraban las protestas, la oposición
y muchos de sus ex-colaboradores, hoy además las combate con denuedo y lenguaje
chabacano y procaz, agrediendo a propios y extraños, y preparandose para una
lucha que como bien anuncia Pagni solo anuncia conflictos y peleas que ojalá no
lleguen a lo de Egipto,Es absolutamente inexplicable que una autoridad
legitimada por el voto popular como es ella sólo dialogue con los dueños de la
pelota, es decir las corporaciones que tanto destesta y desconoce a los
verdaderos dueños de la pelota que somos los ciudadanos. Lastimoso y lo peor
peligroso. Tomemos con la mayor calma posible los sucesos que se avecinan y
obviamente votemos por otros.
Es verdad los asesinos de Rucci son funciónarios k,cambia el gobierno y en cana
, junto a los conocidos milicos,al fin confeso esta k , revestida deperonista,q
ellos fueron los q voltearon a de la rúa , o sea q además de ser fabricantes de
pobres son voltea gobiernos.-
Yo tengo miedo por Octubre, ya estan avisados
y prepararan todas las truchadas posibles, como siempre hacen los peronistas,
mas acosarlo a Masita y hacerlo dar vuelta, Ojala lean esto los que lo votaron y
reflexionen, pero son fanaticos y no dejan de votar al partido. De todos modos
no pierdo la esperanza, votemos a la verdadera opo, y no dejemos de cacerolear,
propongo un 24O? les parece?
A Kristina estos 2 años que le quedan van a ser su peor
castigo. O cambia el rumbo de su economía y su manera agresiva de ser o va a
terminar como Alfonsín y de la Rua dejando el poder antes de tiempo. Con el 75%
de la opinión pública en contra va a tener que "comerse" la soberbia, escuchar a
los que saben y sacarse de encima la lacra de inútiles aduladores. Caso
contrario, después de Octubre las consecuencias serán irreversibles. El País
necesita un cambio de rumbo urgente.
Que la KKtua sale volando, no me queda duda. Lo unico que me preocupa es que
luego de perder en Octubre lo poco que le queda de dignidad, se haga la víctima
y renuncie. En ese caso le dejaría el problema a otro que debería hacer el
trabajo sucio. Que se quede hasta el 2015 y se haga cargo del desastre que armó
!!
Esta mujer- KK- tiene desde hace tiempo una grave perturbación mental no tratada
y es muy peligroso que siga al comando de nuestro país destruyendonos sin que
nadie tenga la sensatez de pararle la mano y hacer que la encierren por insanía
y peligro contra la sociedad en un sanatorio neuropsiquiátrico .O no se dan
cuenta de que no es normal todo lo que hace y provoca su estado cada vez más
agudo!! Es de locos!!, Si es de loca que está para Villa Freud!!.
Hacia el final de la II Guerra Mundial en Europa, Hitler, que no podía aceptar
que estaba siendo derrotado en todos los frentes y desde su bunker movilizaba
fuerzas que ya habían sido eliminadas, responsabilizó al pueblo Alemán. Los
acusó de débiles, de cobardes y en castigo a su deslealtad mandó a morir al
frente a los niños adolescentes, al futuro de la nación. Para él, si no estaban
con él, no merecían vivir. Esta señora no va a aceptar ninguna derrota. Para
ella, la causa ha sido traicionada y todos los que no la apoyamos seremos
demonizados como traidores. No piensa entregarse mansamente y destruirá todo
aquello que no pueda hacer propio. Tal vez comience ahora el principio del
final. Serán dos años muy difíciles. ¡A abrocharse los cinturones! El camino de
salida de este régimen será muy movido, arriesgado y lleno de baches. Pero no
será eterno. Al final obtendremos la libertad si nos mantenemos firmes.
Si Hitler como los k subieron al poder por el voto o sea democraticamente, no
acepto nunca que estab perdiendo hasta que los aliados lo cercaron y se ahorco
en su bunker......no creo que la señora le siga en el ultimo ejemplo. Y eso que
si miramos las peliculas de los discursos de Hitler, como se encolorizaba......es
IGUALITO A ELLA. SE PARECEN MUCHISIMO. HASTA LA FORMA DE EXPRESARSE Y MANIPULAR
LAS MANOS.
YA SOMOS TIERRA ARRASADA, AYER SE FESTEJARON 87 AÑOS QUE SALIO DEL PUERTO DE
BUENOS AIRES LA PRIMERA EXPORTACION DE TRIGO.....AHORA TENEMOS QUE IMPORTAR
TRIGO.. ERAMOS EL GRANERO DEL MUNDO.....AHORA SOMOS ......TIERRA ARRASADA Y
EMPOBRESIDA.....EL 27 DE OCTUBRE NECESITAREMOS MAS DE DIECIOCHO MIL FISCALES,
PARA LLEGAR A LOS 60 MIL EN TODO EL PAIS. ES LA UNICA FORMA DE CUIDAR QUE NO NOS
ROBEN EL FUTURO CUIDANDO LOS VOTOS. POR UN PAIS DEMOCRATICO Y FEDERAL ANOTATE
PARA FISCAL EN ; la WEB de SERFISCAL
A esta altura de las circunstancias el relato naufraga por su propia ineptitud,
hablan de nacional y popular y viven en barrios privados o pisos de puerto
madero como el mejor de los burgueses, hablan en contra de USA, ponderando las
estatizaciones del estado y firman un acuerdo con Chevron al cual le entregan
prácticamente el manejo de la empresa, hablan que el dolar no es un problema y
lanzan un blanqueo sin precedentes para poder captar todo billete verde que ande
dando vuelta, jejeje. Bla, Bla Bla, solo para la popu, pan y circo para la
reina. jajaja. Cristina Argentina es una república no un reinado, chau chau chau.
Después de la paliza, la Presidenta no tiene opción
¿Para qué lado disparará la Presidenta después de semejante derrota? ¿Será
capaz, por ejemplo, de pedirle o aceptar la renuncia del ineficaz y prepotente
Guillermo Moreno? ¿Cometerá la audacia de solicitar al vicepresidente, atrapado
entre denuncias y acusaciones de corrupción, que se tome una licencia, hasta que
se aclare su situación en la Justicia? ¿Instruiría a su ministro de Economía, a
la presidenta del Banco Central y al jefe de la AFIP para ir levantando, de
manera paulatina, el cepo cambiario? ¿Llamará a un diálogo político sincero o
trucho, como lo hizo cuando perdió en junio de 2009? No son preguntas retóricas.
De su respuesta depende el futuro inmediato de la Argentina.
El impacto político del domingoes
enorme, aunque el oficialismo lo quiera minimizar. La pérdida de casi la mitad
del caudal electoral no se produjo sólo en la provincia de Buenos Aires sino en
todo el país. La mesa que ganó el oficialismo en la Antártida o en la comunidad
qom tiene la misma importancia nacional que la de Necochea que reivindicaron los
hermanos Rodríguez Saá o las de Perico que destacó Carlos Menem. Ella sufrió más
que un voto castigo. Es una fortísima demanda de cambio y, si Cristina Fernández
no es capaz de empezar a escuchar, el FPV no sólo será derrotado el próximo 27
de octubre con un resultado todavía más contundente; además, la gran pérdida de
poder político le podría quitar margen de maniobra para tomar decisiones en
cualquier dirección. Cancelada la posibilidad de imponer la reforma judicial que
pretendía la jefa del Estado, a partir de ahora los fiscales y los jueces irán
más a fondo todavía, y los funcionarios sospechados desfilarán por Comodoro Py
tal como sucedió con los ministros y funcionarios de Menem. Pero ése, en todo
caso, será un problema para Amado Boudou, Ricardo Jaime, Lázaro Báez y una
decena de figurones más. A lo sumo, podría llegar a ser un problema para la
misma Presidenta, a medida que se acerque la fecha de vencimiento de su mandato.
Lo grave sería que, terca como parece, Cristina vuelva a doblar la apuesta, les
haga caso a Carlos Zannini, a Carlos Kunkel, al inefable Moreno y a Ricardo
Echegaray, y apriete más a empresarios y particulares para conseguir dólares de
prepo y a cualquier precio.
Al Frente para la Victoria le propinaronuna
dura derrotano tanto por lo que
no quiso o no pudo hacer, sino por lo que hizo desde que la Presidenta ganó con
el histórico 54% de los votos. Esto es: la aplicación del cepo cambiario, el no
hacerse cargo de la tragedia de Once, el ninguneo del grave problema de la
inseguridad, la necedad con la que pretendió ignorar los reclamos callejeros de
los indignados argentinos y su silencio cómplice frente a los hechos de
corrupción. Sin embargo, lo que más hizo, sobre todo, fue recalentar la
inflación con emisión monetaria que durante un tiempo mantuvo el ritmo del
consumo, pero que ahora se "come" los ingresos de casi todos, sin distinción de
clase social. Para ponerlo en términos más sencillos: Cristina perdió porque el
kilo de pan sale más de 20 pesos y no se puede tomar un café por menos de ese
dinero. Y también perdió porque la dispersión y el descalabro de precios es tal
que ni el reciente aumento a los jubilados ni el quite de ganancias en el
aguinaldo de algunos trabajadores alcanzaron para modificar el clima de
escepticismo que se vive desde principios de 2012.
Los voceros del oficialismo pueden seguir repitiendo que el FPV todavía es la
primera minoría. O que se trató nada más que del ensayo de una elección
legislativa donde no estuvo en juego la figura de la presidenta de la Nación.
Pero la verdad es que la que eligió a Martín Insaurralde a dedo fue Ella. Y que
la pérdida de votos en las provincias donde los gobernadores se transformaron en
meros delegados de la Presidenta fue más notable todavía. Por otra parte, todos
los que analizamos la política desde la restauración democrática de 1983 sabemos
cómo funciona esa máquina de poder denominada peronismo. Tarde o temprano sus
dirigentes, casi sin excepción, irán detrás del nuevo macho alfa y encontrarán
la manera de argumentar por qué saltaron la pared. Sergio Massa, el gran ganador
de estas PASO, ya lo está empezando a experimentar con cierto gozo. Primero lo
llamaron los intendentes. Después algunos diputados nacionales que hasta el
domingo respondían a Cristina Eterna. El miércoles de la semana pasada, incluso,
recibió una sorpresiva oferta de dinero para la campaña de un empresario k que
hace funcionar sus radios y su señal de cable al compás de las llamadas del jefe
de gabinete, Juan Manuel Abal Medina. A este ritmo de panquequismo desembozado,
¿cuánto de su inmenso poder conservaría Cristina después de las elecciones
legislativas de octubre? Los analistas pacatos que recuerdan cómo Néstor
Kirchner se levantó del subsuelo después de la derrota de 2009 ignoran o
subestiman dos datos cruciales. Uno: el llamado "proyecto nacional y popular" no
parece tener heredero ni sucesor. Es decir: está más rengo que la metáfora del
pato rengo que se usa en los Estados Unidos. Dos: no se espera, de acá a 2015,
un repunte de la economía como el que la Argentina experimentó entre fines de
2009 y fines de 2011.
¿Deberíamos tomar como un indicio para saber lo que hará la Presidenta el
discurso que dio inmediatamente después de la derrota o el que pronunció ayer en
Tecnópolis? Prefiero pensar que sus primeras declaraciones, en las que presentó
como una victoria la impresionante fuga de votos que sufrió, corresponden a la
clásica negación, el primero de los cinco pasos del duelo. ¿Tendríamos que
recordar el antecedente de aquella madrugada de furia, después de la derrota de
la 125, cuando Kirchner y la Presidenta analizaron juntos la posibilidad de
abandonar el poder, abrumados por el voto no positivo de Julio Cobos? Tampoco
creo que sea del todo justo. En aquella ocasión pesó la tensión, el cansancio
físico y psicológico y la muerte de uno de los mejores amigos de Néstor en
aquellas horas dramáticas.
Faltan 847 días para que Cristina Fernández le entregue la banda y el bastón a
su sucesor. En la Argentina contemporánea esto se puede percibir como un tiempo
demasiado corto o como una eternidad. Escuchar el mensaje de las urnas para
llegar con el mínimo poder necesario hasta el final del mandato es una manera de
gobernar con responsabilidad. Lo contrario es lanzarse a una aventura demasiado
peligrosa. Ella debería mirarse en el espejo de Raúl Alfonsín. E incluso en el
de Fernando de la Rúa. No para repetir la experiencia. Sólo para encontrar la
manera de que el poder no se le diluya de un día para el otro.
Según el gran doctrinario del arte militar, Karl von Clausewitz, en la guerra
pueden darse dos situaciones aparentemente similares que son, sin embargo,
profundamente distintas: la derrota y la catástrofe. Es imperioso que el
conductor sepa distinguir entre ellas. La derrota es un percance adverso que,
bien manejado, puede revertirse porque, si bien se puede perder una batalla,
esta derrota no equivale necesariamente a perder la guerra. La catástrofe, en
cambio, es el fin de la guerra. Por eso Clausewitz elogia la firmeza como el
principal rasgo de carácter del jefe militar experimentado, que no debe
envanecerse con las batallas que gana ni deprimirse con las batallas que pierde.
Esta volatilidad de carácter lo convertiría, eventualmente, en una hoja en la
tormenta. ¿Cuándo se da el pase entre estas dos situaciones? Perder una batalla
puede ser, para el jefe derrotado, una ocasión para el aprendizaje; irá a la
próxima batalla, por consiguiente, mejor preparado. Si se envanece sólo por
haber ganado una batalla, al contrario, el jefe volátil bajará la guardia en la
próxima ocasión.
La derrota en una batalla puede no ser definitiva, pero es peligrosa porque es
capaz de alterar el ánimo del conductor, induciéndolo a un pesimismo
autodestructivo o, en la otra punta, a un triunfalismo injustificado por el cual
se convence de que ganó cuando en verdad perdió. El riesgo mayor de un conductor
reside, por lo visto, en el autoengaño. Si perdió, lo más peligroso es
convencerse de que ganó, porque, en tal caso, rechazará las enmiendas que
podrían salvarlo. El autoengaño es, en un caso como éste, su principal enemigo.
Después de la paliza electoralque
recibió el último domingo, el autoengaño es la tentación principal de Cristina.
Como conduce además a un grupo de adherentes incondicionales, en cuyo seno está
prohibido dudar porque a laPresidentano
se la cuestiona, sólo se la escucha para recibir instrucciones, el resultado de
este curioso método de deliberación es que, a menos que a la Presidenta se le
ocurra algo, a nadie se le ocurrirá nada que implique, de un modo o de otro,
enmendarle la plana. La resultante de este método es la tendencia a "profundizar
el modelo", tanto en el acierto como en el error y, cuando este último sea el
caso, a distanciarse cada día más de una realidad que puede ser favorable o
desfavorable, pero que en ningún caso perdona. Maquiavelo observa, en este
sentido, que al príncipe al que siempre le ha ido bien le es muy difícil cambiar
de estrategia. ¿Por qué habría de cambiar si hasta allí siempre le fue bien?
Para un político, "irle bien" significa, por lo pronto, ganar las elecciones. Es
lo que les ocurrió, por diez años, a los Kirchner. Pero ya no más. ¿Qué va a
hacer, por lo tanto, Cristina a partir de ahora?
Tiene dos opciones. Puede empecinarse para "profundizar el modelo" o puede
consultar con los vencedores del domingo, reconociendo implícitamente que ellos
tenían razón. Las dos opciones, se nos dirá, conducen a lo mismo: a abdicar. Es
cierto, pero hay distintas maneras de abdicar. Cristina fue, durante estos
últimos años, una reina absoluta que aspiraba a prolongar su poder más allá de
2015 mediante sucesivas re-reelecciones. Esto, aunque no le guste, ya no podrá
ser. Pero la inevitable abdicación de Cristina puede darse según dos versiones.
Una de ellas, suave y semirrepublicana, es girar en dirección de la república
que los Kirchner habían ignorado. Otra, al contrario, es insistir en dirección
del empecinamiento autoritario. Esta última, sí, sería una catástrofe porque la
sociedad la repudiaría en toda la línea, aunque para la Presidenta y su coro más
fanático de seguidores tuviera el sabor del heroísmo. A Cristina sólo le queda
elegir entre dos finales: uno moderado, a la espera de la república que ella
nunca respetó, y otro crispado, lleno de tensiones, que dañaría sin dudas al
resto de los argentinos.
Pero el último domingo no sólo dibujó dos finales alternativos para el ciclo
presidencial de los Kirchner; esbozó, asimismo, un comienzo posible para el
próximo ciclo. Aventado el peligro del hegemonismo autoritario que quedó
sepultado en las urnas el domingo pasado, digamos por lo pronto que en 2015 va a
nacer un ciclo republicano en cuyo interior ya no reinará una soberbia
exclusivista sino que competirán diversas vocaciones republicanas. Recién
entonces la Argentina será, al igual que Chile, Brasil o Uruguay, una república
democrática capaz de desplegar sus incomparables posibilidades económicas y de
remediar sus inquietantes desigualdades sociales.
¿PodráSergio
Massadar el puntapié inicial de
esta incitante aventura? Si el principal capital de un país consiste en el
aprendizaje de sus errores, Massa, con sus cuarenta años recién cumplidos,
recibe de la generación que lo antecede el más valioso de los legados: la lista
casi interminable de todo lo que ya no hay que intentar.
La respuesta presidencial ante la derrota en las PASO constituyó un repertorio
de negación y subestimación de la realidad. Además, como muchos analistas han
destacado,incluyó
un claro menosprecio a la decisión de la mayoría del electorado,que
optó por restarle su apoyo. En un discurso desafortunado, la Presidenta concluyó
que la gente está mal informada por los medios y advierte tarde la pérdida de
sus beneficios, dando a entender que se equivocó al votar. Sin verdadera
voluntad de cambio, desafió a empresarios y sindicalistas a debatir cara a cara.
Los llamó "los dueños de la pelota", relegando a la categoría de "suplentes" a
los dirigentes que ganaron las elecciones.
A espaldas de la Presidenta, apenas un poco más allá de su círculo íntimo, cunde
el estupor.Los
funcionarios saben que el argumento de Cristina no hará más que aumentar las
dificultadesde un Gobierno
desgastado, con una economía en problemas y un creciente rechazo popular. Pero
nadie puede detenerla o hacerla reflexionar. Ella cree tener razón y cualquier
contradicción es sospechosa de ser una conspiración contra la gesta que
encabeza. La asiste la razón y quien considere una alternativa está en el error.
La mística y el dogma ocupan el lugar del juicio. Ante la impotencia del
entorno, las explicaciones trascienden la política para internarse en la
psicología.
La psicología de los líderes no ha sido una materia relevante en la Argentina.
Se habla, enoffy
despectivamente, de los avatares de la cordura presidencial, pero no se estudian
las consecuencias que pueden tener en la marcha del Estado. Hemos escuchado
innumerables historias acerca de depresiones, enojos histéricos, veleidades
narcisistas, manías obsesivas y otras neurosis de nuestros presidentes, sin
saber nunca si eran ciertas y cómo influían en las decisiones políticas del más
alto nivel.
El desprecio nacional por el estado mental de nuestros máximos líderes contrasta
con antecedentes extranjeros sobre el tema. Un intento clásico de explicar el
vínculo causal entre psicología y política lo constituye el estudio que Sigmund
Freud y el embajador William Bullitt le dedicaron al presidente Wilson.
Publicado originalmente en 1966, bajo el título deThomas
Woodrow Wilson, Twenty-Eighth President of the United States. A Psychological
Study, el libro se editó en
Buenos Aires en 1973.
Tal vez justifique esta mención la referencia a un defecto característico de los
liderazgos presidenciales, señalado por Freud y abundantemente respaldado por la
casuística: la negación de la realidad, la imposibilidad de aceptar los
acontecimientos, en particular si son desfavorables, y actuar en consecuencia. A
propósito, escribió Freud sobre Wilson: "Declaraba reiteradamente que los meros
hechos no tenían ningún significado para él. [?] Como resultado de esta actitud,
era natural para su manera de pensar ignorar los hechos del mundo exterior, aun
hasta el punto de negar que existieran si estaban en conflicto con sus
esperanzas y deseos. Por lo tanto, no tenía ningún motivo para reducir su
ignorancia enterándose de los hechos. Nada importaba salvo las buenas
intenciones".
En otro registro, el experto en técnicas de gobierno Carlos Matus, dice en su
libroEl líder sin Estado Mayorque
la autocrítica es casi imposible para un presidente. Éste, según el
especialista, "tiene una particular ceguera para comprender la importancia de la
baja calidad de gobierno y atribuye siempre sus deficiencias a otros, a la
oposición implacable, a los medios de comunicación, a alguna conspiración
imaginaria, a los mandos medios y bajos o a los condicionantes externos". La
ceguera de los líderes es también una persistente metáfora de Shakespeare, de
Macbeth a Edipo.
En la mitología de los presidentes argentinos la intolerancia a los hechos
adversos torna indispensable un recurso para aliviar la frustración del jefe. Es
lo que se conoce como "el diario de Yrigoyen", un tópico y una leyenda -en
rigor, nunca existió- que escenifican a un entorno de cortesanos editando una
realidad paralela, rosada y favorable al gusto presidencial. Decir que un
presidente necesita ese subterfugio equivale a aceptar que se internó en la
niebla de la sinrazón.
Esperemos que en este caso prevalezca la lucidez. Cuando remitan las pasiones,
la crítica histórica podrá construir un juicio más equilibrado sobre Cristina
Kirchner. Aflorarán allí sus innegables logros y sus profundos desaciertos. Así
en la política como en la vida, ni más ni menos. Pero aún no llegó ese momento.
En la actualidad ella se enfrenta a un hecho natural: el desgaste y los límites
temporales de su gestión. Encara, por así decirlo, su crepúsculo administrativo,
no necesariamente el final de su carrera.
Los indicios de que la Presidenta podría no aceptar ese destino con sensatez
ubican su encrucijada entre la psicología y la política, abriéndonos a una
incertidumbre de la que Shakespeare y Freud ya nos advirtieron.
Nelson Castro: "Señora Presidenta, sus médicos están preocupados por su
estado emocional"
lanacion.com –
El periodista Nelson Castro dijo anoche en su programa de
TN, El juego limpio, que los médicos de la presidenta
Cristina Kirchner "están preocupados" por su "momento
emocional".
"Sus médicos están muy preocupados por su estado emocional.
Se preocuparon el domingo por la noche, el lunes, el martes
y hoy. Sépalo, sea conciente, escúchelos. Es importante que
su salud emocional sea perfecta", sostuvo Castro.
Ahondó: "Usted tiene que tomar decisiones que nos afectan a
todos, necesitamos que esté muy bien para que actúe con
sabiduría. Sus médicos están preocupados, no la han visto
bien estos días".
Castro, que además de periodista es médico, sostuvo que la
Presidenta "necesita recuperar la calma y el equilibrio
frente a la adversidad".
"Es difícil y sobre todo cuando alguien padece como es su
caso, el sindrome de Hubris, que es la enfermedad del poder
y que usted está padeciendo", agregó.
Al referirse al síndrome de Hubris, Castro explicó que "es
una entidad médica política que describe las caracteristicas
del hombre y la mujer del poder, [quien] siente que es único
en la historia, que siente que la historia lo está mirando".
El conductor de El juego limpio añadió que "como
consecuencia" del síndrome de Hubris, la Presidenta "piensa
que es única y casi el centro del universo, que sabe todo,
que la realidad es la que ella cree que es, y no la que es".
"Piensa que los otros no saben nada y, como tal, los
desprecia", agregó. "Piensa que nadie comprende lo que está
pasando y como consecuencia de esa autosuficiencia, hay un
comportamiento soberbio y por ende, no se dialoga con nadie,
si total todos los otros están equivocados", sostuvo.
Castro dijo que Cristina Kirchner "cree que es
imprescindible, que sin ella no hay presente y tampoco
futuro".
"Señora Presidenta, es lo que usted está padeciendo. Deseo
que usted pueda recuperarse, de corazón. Esa enfermedad de
poder que está sufriendo la padecemos todos nosotros",
concluyó.
No comencemos a abrir las puertas de la inimputabilidad... Hay
quienes la califican a ella y a su gente como de muy
inteligentes; cosa que no comparto porque lo inteligente no
tiene nada que ver con el sufrimiento o con el daño. Destruir y
dañar es fácil ya que solo debes sorprender en su buena fe a
gente que no espera una traición de tu parte. Lo inteligente
tiene que ver con lo alegre y saludable para todos. Cualquier
cosa que cause daño injustificado es DIABÓLICO, no es
inteligente. Lo diabólico ES IMPUTABLE y esta mujer, el daño que
ha hecho y que seguirá haciendo, no es propio de la "insanía"...,
es propio de la perversidad y calidad de diabólica que posee.
Sus secuaces lo hacen de delincuentes e inescrupulosos que son,
no más; aprovechando la perversidad de su jefa.
¿Sus medicos estan preocupados??,yo diria que todos los
Argentinos estamos preocupados...y bastante con las locuras e
idioteces que ha hecho en los ultimos meses...Carta al papa
Francisco,Tweets,verborragias por la cadena nacional,negaciones
de realidades....Ufffff,terrible,en la Argentina no tenemos
"suerte" con los politicos!!!
es igual cuando comento el "cancer" ,le sugiero doctor se
dedique a ser periodista "independiente" y deje de ser "medico
po tv" mas alla de su derecho de opinion y sea quien sea que
gobierne merecen "mas respeto PROFESIONAL gracias
lo mismo dijo de Nestor y todos se le reian y lo tildaban de
loco... Y miren la consecuencia
Pablo y Hugo Moyano: "El conflicto todavía es Montoneros vs.
sindicalismo"
Antes de pasar al plano
personal, ¿hay algo de todo lo que rueda que no sea de
ustedes?
Pablo: (se
ríe) -Creo que no, y si encontrás, avisanos, que vamos a
buscarlo.
La entrevista
con Pablo tenía lugar en su oficina del Sindicato de
Camioneros, en la calle San José al 1700, en Capital. Pero a
los 46 minutos entró Hugo y se quedó. Lo que sigue es lo
mejor de la imprevista sesión compartida con Moyano padre e
hijo.
(A solas con Pablo) -Hablemos
de su personalidad. ¿En qué se siente parecido a su padre?
-En el
carácter no muy simpático (risas). Yo, si hay un conflicto,
capaz voy al choque. Mi viejo dice: "Pará, vamos a ver". A
la hora de enfrentar a un empresario yo soy más frontal.
-La sensación es que usted
tiene más acelerador que freno.
(se ríe) -El
que mete el freno es Hugo.
-Usted en Camioneros es
adjunto. Uno podría pensar que lo que heredó de...
(interrumpe)
-Yo no heredé nada, acá el número uno sigue siendo Hugo y
está para 50 años más. Yo laburé en Expreso Escobar, fui
laburante.
- No digo que no, pero alguno
puede decir: "Pablito es laburante, pero además, el hecho de
ser hijo."
(interrumpe,
firme, con una sonrisa) -¡Pablito las bolas! Laburé, fui
delegado, en la carrera gremial hice desde jardín de
infantes hasta terciario.
-¿Cómo logran que sus
trabajadores ganen $ 2000 o $ 3000 más que otros gremios?
(sonríe,
orgulloso) -Preguntales a los empresarios. Muchos dicen: "Mirá
este hijo de puta de Moyano cómo consigue", pero no es que
se empezó ayer a discutir salarios. Tanto con Menem, con
Alfonsín, Hugo estuvo siempre peleando, no es que en la
época de Kirchner apareció Camioneros.
- Pero Camioneros creció mucho
con los Kirchner. Algún oficialista hasta diría que ustedes
deberían ser más agradecidos.
(despectivo)
-¡Ellos tendrían que agradecernos a nosotros! Todos los que
nos critican ahora, Anibaúl Fernández, Kunkel, todos esos
bocones, tienen que agradecernos por lo del campo. ¡Ellos se
borraron todos! Llamaban y decían: "Por favor, Hugo, no nos
dejés, tenemos que movilizar". Cuando todo parecía que
explotaba, todos ellos te llamaban pidiendo ayuda. Y él
también (señala una foto y apoya el dedo sobre Néstor).
-¿Durante el conflicto con el
campo su padre estuvo negociando entre las dos partes?
-Sí, el
quilombo del campo afectó un montón a los camioneros. Hubo
un principio de acuerdo para destrabar, pero cuando Hugo
hizo un llamado, la negociación hizo "crack".
-¿A quién fue el llamado?
(Vuelve a
señalar la foto de Néstor).
-¿Él bajó el pulgar?
-Claro, ya
está. Ya fue.
- ¿Por qué cree que de Olivos
bajaron el pulgar a negociar?
-Viste cómo
son, como ahora. En vez de reconocer la derrota van hasta el
fondo, no escuchan.
-¿Por qué se rompe el vínculo
entre ustedes y el Gobierno?
-Creo que el
Gobierno, o directamente la Presidenta, detesta al
movimiento obrero. No se olvidan de que Perón los echó de la
Plaza y se quedó con el gremialismo, y la bronca de esa
época la siguen manteniendo.
-El conflicto de fondo todavía
es Montoneros vs.
-Sí, versus
sindicalismo, por supuesto. Fijate el desprecio que tienen y
lo que han hecho con el sindicalismo, lo han dividido todo y
a los que quedaron en la CGT oficial no les han dado ningún
puesto en las listas.
-Ellos le podrían decir:
¿cuántos convenios de trabajo, cuántas mejoras y cuántas
paritarias hubo con nosotros?
-¡Entre 2003
y 2007, en el primer gobierno! En el segundo, cuando no
empezó a haber respuesta, empezó el alejamiento.
-El Gobierno los acusa de
arreglar con Magnetto.
(chista,
despectivo) -Ésas son cosas que no cree nadie, la gente ya
está re podrida, se ve en la calle. Fijate la paliza que se
comieron el domingo.
(En ese momento se abre la
puerta de la oficina y entra Hugo a "saludar")
-Qué sorpresa. Mucho gusto,
Hugo. Estábamos hablando con su hijo sobre qué pasará en
octubre.
Pablo: -Le
decía que después de los discursos, más bronca.
Hugo: -No
sólo por lo que dice la Presidenta, también por lo que dijo
"Anibaúl". Él es un provocador permanente. Se habrá puesto
nervioso cuando dije que se va a sentir el olor a cala.
-Pegó fuerte eso. ¿Ustedes no
creen en la capacidad de recuperación del Gobierno? ¿Y si
baja Ganancias?
H: -Sería una
medida electoral, la gente se da cuenta.
-En su discurso, Cristina dijo
que está dispuesta a hablar con los titulares. Ustedes son
titulares.
H: -De los
diarios somos titulares [risas]. Que nos invite, yo voy a
ir.
-Y si la tuviera acá,
enfrente, ¿qué le plantearía?
H: -Las
reestatizaciones ¿Por qué no reestatizan el Banco
Hipotecario? El BH les da crédito a las viviendas de los
trabajadores. Ahí empieza la dignidad de una familia, en la
vivienda.
-Señores Moyano, ¿ustedes para
quién van a jugar en octubre?
H: -Generamos
nuestro propio espacio político.
-Les recuerdo que no les fue
del todo bien ahora en agosto.
H: -Debutamos
en política con nuestro partido, un mes antes no teníamos
partido y él se demoraba. Yo tenía muy buena relación con
Massa.
-¿Por qué no cerró con Massa?
H: -Porque no
se definía.
-¿Cuál era la duda de él sobre
ustedes?
H: -¡Qué se
yo! Nosotros teníamos que debutar con nuestro partido y lo
hicimos con un hombre que, más allá de que hayamos tenido
malas relaciones, siempre levantó la bandera del peronismo.
-Cuando cerró Casa Tía echó a
5000.
H: -¡Pero los
indemnizó a todos! ¡Eso lo averigüé, lo investigué para
matarlo! Pero les pagó.
-Ahora el panorama para
ustedes.
H:
-(interrumpe, con el índice en alto) Fui el único que dijo
que los trabajadores íbamos a replantear nuestro voto. Nunca
dije a quién había que votar, ¡pero sí a quién no había que
votar! Este resultado tiene mucho que ver con eso. (sonríe)
-¿Scioli o
Massa?
H: -¿Para
qué?
-Para ser el 9 de
Independiente.
[Risas]
Pablo: -Uno es un amargo que no le hace un gol a nadie.
(Foto de Massa) -¿Qué les
falta a los Moyano para ser massistas?
(Risas) -Ir
al Tigre, pero no. Ya he ido a comer asados.
-Cuando muere Néstor, se dice
que a Cristina le sugieren que se aleje de usted, además,
por una supuesta cercanía suya al peronismo de derecha en
los 70. Hasta se lo acusa de haber "marcado" a militantes de
izquierda.
(Indignado)
-¡Pero por favor! Se han dicho tantas estupideces. Yo tengo
una formación en la Iglesia Evangélica, nosotros pensamos
que el hombre puede zafar de la justicia del hombre, ¿pero
te pensás que podría vivir tranquilo habiendo cometido una
cosa de ésas? Yo nunca salí a matar a nadie (levanta el
índice) como salieron algunos.
-A ustedes se les objeta que,
a veces, tienen métodos bravos. Un ejemplo es lo que pasó
con Madonna Quiroz.
-¡Si Madonna
no tira esos tiros al aire, nos mataban a todos! ¡No sabés
cómo estaba esa gente! (de la Uocra). Estaban todos pasados
de vuelta, no sabés el desastre que hicieron adentro.
-Se vieron informes
periodísticos donde mostraban que ustedes tenían mansiones.
¿De dónde salió tanto dinero?
H: -Yo
trabajé toda mi vida, mi mujer trabaja, todos mis hijos
trabajan. ¿Es injusto tener una casa a los 70 años para ir a
descansar? Hay mucha gente que tiene esa vida y como no es
dirigente gremial no se le dice nada.
P: -Claro,
como esos zurdos que andan con los pantalones gastados.
H: -Lo que sí
podemos asegurar es que no vamos a permitir que se toque un
centavo de los trabajadores.
-Alguien puede ser querido,
pero a la vez haberse enriquecido.
H: -¿Tener
una casa para ir a descansar es enriquecerse?
-¿Qué es lo más caro que
tienen?
H: -No sé,
tengo una estancia.
P: (Ironiza)
-Tenés la empresa de Covelia, la estancia de Carlitos, tenés
un montón de cosas. ¡Andá a buscarlo a Jaime y a todos esos
chorros!
-Si fuera De Narváez y tiene
el 10% de los votos. ¿Dónde los juega?
P: -Muero con
la nuestra.
H: -Claro,
nosotros morimos con la nuestra. Se puede mejorar ese 10%.
-Si se quedan con De Narváez
con estos números. ¿En octubre las calas no son para
ustedes?
H: -¿Te
pensás que voy a perder la fidelidad de mis trabajadores,
que es lo que más me interesa? Mientras ellos sigan creyendo
en mí.. Yo puedo tener un montón de defectos, pero
traicionar no traiciono. No me van a ver a mí saltando el
cerco.
-Cristina los cita y les dice:
"Yo entiendo lo que ustedes piden, somos el gobierno que más
hizo, pero no hay más plata".
P: -¿Y yo y
los trabajadores, tenemos que pagar mil millones para Fútbol
para Todos? ¿Para eso sí hay plata?
-¿Cortarían el fútbol para
todos?
H: -El
trabajador, con eso que le sacan, podría tener cable y
muchas otras cosas. ¿Quién paga el Fútbol para Todos? El
laburante.
-Ahora soy Cristina:
"Caballeros, acá tienen la tijera. A ver, ¿qué más
recortarían?
H: -¿Sabés
cuánto hay para recortar? Yo me pregunto para qué nos sirve
Tecnópolis. ¿Sabés la guita que se gastaron ahí? ¿La
cantidad de viviendas que se podrían haber hecho? Más de mil
viviendas.
-Supongamos que pueden volver
a hablar con Néstor. ¿Qué le dirían?
-P:
(riéndose) ¿Por qué "Mínimo" nos mandó a la B (A
Independiente)?
(pregunta Julián Busso,
colaborador y desgrabador de las notas) -¿Máximo mandó a la
B a Independiente?
P: -Presionó
a la AFA para que nos mande a la B.
Última: -¿Cómo lo ve de
sucesor a Pablo? ¿Aprendió?
-Sí,
aprendió. Este es un gremio muy disciplinado y él es un
reflejo.
-Si les parece, dejamos acá.
HISTORIA
CLÍNICA
Pablo Moyano
Edad:43
Ocupación
Secretario
adjunto de Camioneros
Observaciones
Muy amable en
persona, frontal, prefiere el gremio a la política. Muy
admirador de su padre, lo tiene tatuado en su pecho
Hugo Antonio
Moyano
Edad:60
Ocupación
Secretario
general de la CGT Azopardo y secretario general de
Camioneros
Observaciones
Confía y
delega en su hijo, pero a la vez supervisa y define