ESFERAS
MUJER |
Estimados
amigos:
Ayer
se conmemoró en todo el mundo el "Día de la Mujer". Muchos
principios esenciales son pasados muchas veces por alto, y éste es uno de
ellos. Y solemos hacerlo de un modo en que las consecuencias resultantes
son las peores: celebramos un día, intensa y ampliamente, el reconocimiento
de un valor y lo dejamos de lado los trescientos sesenta y cuatro días
siguientes...
Que
para nosotros éste sea un momento del tiempo propicio para contactar al
menos una pequeña fracción del Gran Misterio oculto en la palabra
"MUJER", y tal acontecimiento nos capacite para hacer de cada día
siguiente, un peldaño más de la escalera infinita que ha de ser construida con
"pies
y manos humanas"...
Saludos.
U. S. URUSVATI
BUDA le otorgó a la mujer la más alta estima, y declaró
que ella puede alcanzar, al igual que el hombre, los más elevados grados de
iluminación, ya que en su interior también arde la llama espiritual.
La naturaleza psíquica de la mujer es más sutil que la del
hombre. Por esa razón, en el antiguo Egipto las grandes sacerdotisas de Isis eran las encargadas de transmitir las órdenes de la
diosa a los Hierofantes, y nunca al revés. Sí, por un lado, nuestra Iglesia
Cristiana humilló a la mujer a tal punto que en la ceremonia del casamiento el
celebrante proclama que ella debe obedecer al marido, en el antiguo Egipto esa
situación era totalmente diferente; la esposa era la jefa de familia.
Podría decirse que ninguna revelación divina nos llegó sin
distorsiones. En las traducciones de los teólogos han aparecido innumerables
alteraciones. ¡Cuánta distorsión en los primeros trabajos de los Padres del
Cristianismo! En realidad, cuanto más
ahondemos en los orígenes de todas las Enseñanzas, más se aclara su unidad y
grandeza. No debemos, en nuestra ignorancia, acusar a los fundadores de las
Enseñanzas, que por cierto conocían la gran Ley del Equilibrio de los
Principios o Elementos. En los orígenes de la historia de la humanidad, la
última y más elevada iniciación estaba ligada a esa iluminación y a ese
conocimiento. El misterio, la visión de la belleza integral del ser, se
revelaba a las almas mediante la luz superior. Incluso en el Hinduismo ya
deformado se conservaron algunas alusiones al significado del principio
femenino. Hasta hoy, el brahmán no puede realizar los rituales más sagrados sin
la participación de su mujer.
Cristo también destacó la igualdad de los elementos; sin
embargo, los seguidores de sus discípulos no poseían conocimiento, y esa
ignorancia aumentó, por así decirlo, en una progresión geométrica.
También Zoroastro tenía la más alta consideración por el
elemento femenino, en su doctrina pueden encontrarse notables referencias a la
grandeza del amor cósmico....
¿Quién puede decir dónde comienzan y dónde terminan los
derechos de la mujer -derechos que le fueron conferidos por la Naturaleza-? La misma cuestión podría plantearse con
relación a los derechos del hombre.
¡En la Naturaleza no hay ninguna indicación de que la
mujer deba restringirse al hogar!
En realidad ella es Madre y Guardiana del Mundo. Por eso,
no existe ni un sector en la vida donde el hombre pueda gobernar solo.
Justamente esa dominación de un solo principio fue la que creo la Edad de las
Tinieblas. La creatividad fue concedida por igual a ambos elementos. En el
hombre hoy la creatividad es más visible, porque la mujer fue privada de una
igualdad de educación y no tuvo las mismas oportunidades.
En los países más jóvenes, en desarrollo, pueden verse
nuevas formas de expresión de la mujer. De manera que hay mujeres que ocupan
cargos de ministra, de diplomática, de embajadora, de gobernante, etc. Incluso
la mayoría de niños prodigio, también se encuentran entre las niñas. Todos
estos acontecimientos son presagios favorables para la próxima Era.
La Madre del Universo o del Cosmos manifestado puede
concebirse como una de las Personas de la Santísima Trinidad. En realidad, no
existen religiones, excepto el Cristianismo eclesiástico más reciente, en que
el principio femenino no esté incluido entre los fundamentos de la existencia.
Por esa razón, los gnósticos consideraron al Espíritu Santo un elemento
femenino. En las enseñanzas más antiguas, la Trinidad manifestada era: Padre,
Madre e Hijo, y era considerada una emanación de la Causa Suprema y eternamente
oculta; y esta última, a su vez, una emanación de la CAUSA SIN CAUSA.
Solo la profunda ignorancia de la Edad Media podría
excluir el principio femenino de la estructura del ser como una totalidad. En
realidad, en su origen, ambos principios, el masculino y el femenino, se
encuentran unidos; uno no puede existir sin el otro.
Del libro
"WOMAN"; Agni Yoga Society,
ESFERAS
TETRAEDROS
“DESDE EL
PUNTO DE AMOR EN EL CORAZÓN DE DIOS,
QUE AFLUYA
AMOR A LOS CORAZONES DE LOS HOMBRES,
QUE CRISTO
RETORNE A LA TIERRA.”
Miércoles:
Dedicado al Ashram del Maestro D. K. “El Tibetano”.