Hola, Negrita. Sé que estarás allí, en algún lugar de
nuestro cielo, inaugurando alguna estrella, con la secreta
esperanza de poder seguir cuidando a tus polluelos desde
allí, estos huérfanos de tu amor que ahora están más solos
que nunca sin tu "serena presencia", como decía Charly:
Comandanta. Porque eso es lo que fuiste para todos nosotros:
guía, luz en la oscuridad, hermana, compañera.
Te escribo rápido desde el amor y la congoja para expresarte
no mi pena ni mi angustia por la pérdida, eso ya te lo dije
ayer cuando dormías, al oído. Voy a contarte lo que todo un
pueblo dijo en estos días cuando estabas dormida, luchando
por tu vida y espero ser capaz de reflejar en esta carta.
Ese pueblo que estuvo hoy durante todo el día repitiendo tu
nombre, ese pueblo tozudo y generoso, luchador incansable y
vencedor de tanta crisis, ese pueblo que sabía quién eras,
qué cosas defendías, ese que desfiló multitudinario ante tus
despojos para agradecer tu vocación de cantora popular, de
mujer valiente, de artista generosa. Sólo voy a repetir lo
que ellos dijeron a cada beso, en cada flor que depositaron
con unción ante tu féretro: ¡Querida! ¡Hermana! ¡Amiga!
¡Compañera! ¡Argentina! ¡Nuestra! Los vi emocionarse cuando
entraban a despedirte, tal como lo estoy haciendo yo mismo
ahora, con el corazón estrujado, sabiendo que mañana no voy
a recibir tu consabido llamado para saber cómo están mis
hijos, o dónde anda León para ver si podemos juntarnos a
reírnos un poco en medio de tanta soledad que propone la
vida. Pero no voy a decirte adiós de ninguna manera, voy a
imaginar que cada vez que escuche tu voz, cantora, podré
abrazarte como siempre, levantar el teléfono y decirte que
estamos bien, que merced a la esperanza que indicaste
podremos salir adelante, día a día. Los que te fueron a
despedir hoy eran tus hermanos del alma, el pueblo al que
cantaste con absoluta valentía.
¿Habrá algo más bello para nosotros que esa caricia
proveniente de los que nombramos en lágrimas y dolorosos
exilios? ¿Habrá alguna cosa que pueda torcer esas miradas
llenas de amor, desconsuelo y ternura dirigidas a tu corazón
guerrero? Alguna vez dudaste de haber llegado hasta esos
corazones, pero ya ves cuánto amor sembraste entre todos sin
distinción de nacimiento. Este campo repleto de caricias
nacidas de tu pueblo es tuyo, "madraza", ésa es la cosecha
que merece tu incansable lucha por los derechos y las
libertades de este continente. Mi corazón que late al lado
tuyo desde hace cuarenta y dos años recordará el ritmo de tu
latido en los abrazos, en los besos, en las sonrisas de cada
humilde, de cada hombre y mujer de esta tierra. Cuando cante
habrá un pedazo tuyo en cada estrofa, una mirada tuya en
cada palabra, ése será mi privilegio, el de pensar que estás
a un costado del escenario apoyándome, señalando como
siempre qué se debe decir, por quien luchar, para qué
cantar. Gracias cantora, querida nuestra. Amorosa Mercedes.
MERCEDES SOSA: LA VOZ INOLVIDABLE
Mucho más que una cantante
extraordinaria
Además de una voz prodigiosa,
la honestidad intelectual y el compromiso
artístico fueron cualidades que la
acompañaron toda su vida. Prestigiosa en su
país y en todo el mundo, con el tiempo la
"Negra" se erigió en un símbolo de la lucha
por la libertad.
Decía que cantaba para no morirse. Quien haya pasado por
el living de su casa de Carlos Pellegrini y Arroyo habrá
constatado su compulsión por cantar. Eran instantes íntimos
y de total pureza artística. MercedesSosa buscaba cualquier
excusa para cantarle al periodista. Una frase, un recuerdo,
una canción nueva. A veces el canto se interrumpía por un
llanto. Pero siempre cantaba. Creía que era su mejor modo de
expresión. Tenía razón. La honestidad intelectual era su
sello. De alguna forma, estaba más allá de todo. Su
incorrección política la llevó a decir que no era amada por
el pueblo, que a los humildes le gustaba Horacio Guarany,
que ella era "más de la clase media". O a defender a
Cristina Kirchner contra viento y marea. Sin especulaciones.
Sin marketing. Su guía era su intuición. De joven le gustaba
la velocidad, las empanadas de su madre y el whisky. Ya
mayor, se recostaba en la lectura, en algunas amigas y en la
radio, su medio de comunicación preferido.
Separada de su segundo marido, eligió la serena soledad.
Salía poco. Escuchaba música clásica y estudiaba
repertorios. Tenazmente. Vamos a extrañar su voz, la
delicadeza de su repertorio, ese cancionero que transformó
en clásicos. Temas como Gracias a la vida , Canción con
todos , Un son para Portinari , Alfonsina y el mar
prácticamente le pertenecen. La militancia, la prohibición,
el exilio y el regreso en 1982le otorgaron una dimensión
mítica. Se configuró así una figura idolatrada en todo el
mundo, con un poderoso componente simbólico. Aquí, y aún más
en Europa, Mercedes Sosa es sinónimo de lucha, resistencia y
libertad. Tradicional y moderna, rural y mundana, agreste y
sofisticada, fue la cantante argentina más importante de la
historia. Estremece recordarla en medio del escenario, bajo
un haz de luz definiendo sus perfiles indios, el bombo a un
costado. Una zamba, el bombo y la voz de Mercedes. Pocos
paisajes están tan cerca de la perfección. Ese mundo
perfecto hoy aparece quebrado.
EN TUCUMAN
Su amigo León y un recital que se
transformó en homenaje
"Bienvenida a la eternidad", dijo Gieco
al referirse a La Negra, ante 20.000
personas.
Subió al escenario anoche, cerca de las
22, y simplemente dijo: "Me siento
honrado de cantar en estos momentos en
Tucumán, la tierra de La Negra. Esto que
estamos haciendo es una forma de darle
la bienvenida a la eternidad". Y arrancó
con Sólo le pido a Dios.
León Gieco brindó el recital que tenía
previsto para los coprovincianos de su
entrañable amiga Mercedes Sosa, y que de
manera imprevista se transformó en su
sentido homenaje.
La muerte de la cantante tucumana tiño
de tristeza al Jardín de la República.
En ese marco, Gieco se presentó en el
cierre del famoso festival Septiembre
Musical, con su espectáculo "Mundo
Alas". Antes de dar comienzo al show, el
cantautor santafesino ya había
anticipado que todo el recital estaría
dedicado a la memoria de su amiga.
"La Negra es un ícono de la democracia.
Todos sabemos lo que sufrió en su
momento", siguió León, con palabras que
sirvieron de preámbulo para Como la
Cigarra. Le siguieron Hombres de Hierro
y otros clásicos de su repertorio,
mientras una pantalla gigante reflejaba
distintos momentos de la carrera de la
intérprete.
La gente se fue acercando de a poco al
escenario montado en las escalinatas de
Casa de Gobierno para presenciar el
espectáculo, mientras se escuchaban
canciones interpretadas por La Negra.
Luego, los organizadores calcularon que
hubo alrededor de 20.000 espectadores.
Más temprano, muchos se acercaron hasta
la Casa del Turista (distante a unos 50
metros de allí) para observar la
escultura de la cantante más famosa que
dio esta provincia. Algunos de ellos con
lágrimas en sus ojos, la observaban y
salían. José y Marta dos jóvenes nacidos
casi con la democracia, dijeron a
Clarín: "Fue lo más grande para el
folclore y para Tucumán. Su voz se
seguirá escuchando por siempre". Un poco
más lejos, Juan Ramírez, de poco más de
50 años, expresó: "No lo puedo creer.
Ella fue mi guía para conocer el
folclore argentino y la música de otros
países. Nada será igual sin ella".
Para Roberto Pérez, la presencia de León
Gieco cerrando el Septiembre Musical "es
una digna despedida para nuestra querida
Negra. Estamos todos muy tristes y
dolidos por su muerte, pero sus
canciones nos reconfortan. Tenía una voz
maravillosa".
Los presentes recordaban la última vez
que Mercedes Sosa deleitó a los
tucumanos con sus canciones, en marzo de
2008 en el Club Central Córdoba. Otra de
sus últimas presentaciones en la
provincia, poco después, fue también
para mediados del año pasado, en una
cena de gala durante una cumbre de
presidentes del Mercosur en el Salón
Blanco de la gobernación tucumana.
La muerte de Mercedes fue recibida con
dolor por las autoridades tucumanas que
dispusieron tres días de duelo
provincial. Además, estaba previsto que
una comitiva encabezada por la esposa
del gobernador, la diputada Beatriz
Rojkes, viaje para estar presente hoy en
la cremación de La Negra en el
Cementerio de la Chacarita.
VIDEO: GRACIAS A LA VIDA
http://www.vxv.com/video/kbRZcxNQMW5S/mercedes-sosa-gracias-a-la-vida.html
EL ADIOS DE LAS FIGURAS DE LA ARGENTINA
Y DEL MUNDO
Recuerdos desde el alma
Actores, deportistas, músicos y figuras
en general de Argentina y del mundo
rindieron también su tributo a la
leyenda:
Norma Aleandro (actriz): "No nos veíamos
hacía bastante pero, aunque nunca fuimos
amigas, para mí es una persona muy
querida. Nos conocemos desde la década
del 60. Me acuerdo de cuando nos
encontramos en Madrid durante mi exilio,
calculo, durante el 78 o 79. Ese
encuentro siempre lo voy llevar en mi
memoria".
Juanes (cantante colombiano): "Conocí tu
alma y la hice mía cantando tus
canciones... Igual no te vas del todo...
te quedas para siempre... Esa es la
magia de la música. Quedarás inmortal
viajando por el aire como música,
armonía y fuerza".
Cecilia Roth (actriz): "Era divina en el
mejor sentido de las palabra, tocada por
los dioses. La recuerdo cuando yo era
chica, junto mi madre Dina Roth. Juntas
hicieron un ciclo de recitales. Tengo la
imagen de ella imponente, durante los
ensayos en casa. Yo la miraba como
alguien más allá de los humanos".
Daniel Scioli (gobernador bonaerense):
"La Argentina llora a una de sus hijas
más talentosas. Se va una mujer que
trascendió las fronteras de la música y
proyectó al folclore no sólo como un
emblema artístico y cultural a nivel
mundial sino también como un canto de
libertad y de justicia".
Pablo De Santis (escritor): "Es de esos
artistas que pertenecen de alguna manera
a los recuerdos. Su nombre me evoca
sobre todo los viejos discos en long
play. Mantuvo siempre una relación
fuerte con el público, su popularidad no
había decrecido nada. Es de esos
artistas que contribuyeron a hacer de la
música no separada en ghettos o zonas
definidas, la música como un territorio
único".
Estela de Carlotto (titular de Abuelas
de Plaza de Mayo): "Siempre nos recibió
y hablamos de mujer a mujer. Fue una
constante luchadora y defensora de los
derechos humanos, con valentía y con su
mano solidaria".
Rodolfo Braceli (biógrafo de Sosa): "Me
niego a la palabra homenaje porque eso
significa muerte y yo considero que ella
sigue viva en el corazón. Su memoria
está en el aire y el aire se la llenó de
memoria por eso me resisto a pesar en el
adiós".
Ricky Martin (cantante): "Tu voz, tu
música y tu pasión por la defensa de los
derechos humanos, inspiró a tantos. Tu
legado vivirá por siempre''.
Andrés Romero (golfista tucumano): "Es
una pérdida muy grande para el país,
para Tucumán y para el folclore".
Leopolfo Brizuela (escritor): "Una vez
me contó que, de chica, su pasión era
quedarse a dormir en casa ajena y
despertarse tempranísimo, antes que el
resto de la gente de la casa, para
escuchar ese mundo de sonidos nuevos,
gallos, perros, ruidos... Se murió a esa
hora, hoy, en casa ajena. Nadie en
Argentina está preparado para entender
la grandeza de Mercedes como su propia
clase. Como el pueblo".
Claudio Morresi (secretario de
Deportes): "Uno tiene el dolor de perder
una voz que lo acompañó en gran parte de
su vida. No sólo fue la belleza de su
voz sino el compromiso militante que
tuvo en las diferentes luchas que uno
también ha acompañado".
Una multitud, en medio de sollozos y gritos de "¡Gracias,
Negra!", aplaudieron, cantaron, bailaron y lanzaron flores
en el cementerio de la Chacarita en una emotiva despedida
para Mercedes Sosa.
"A mi Tucumán querido/ cantaré, cantaré, cantaré", entonaban
las estrofas de la legendaria zamba 'Luna tucumana', de su
ciudad norteña natal, una de las tres donde serán esparcidas
sus cenizas, junto con Mendoza y Buenos Aires. Esa fue su
última voluntad.
La caravana había partido desde el Congreso después de las
11, donde fue velada durante todo el domingo en la capilla
ardiente. Cuando el cortejo fúnebre con los restos de la
cantante arribó al cementerio de la Chacarita, una multitud
la esperaba.
Durante todo el recorrido hubo aplausos y le arrojaban
flores al paso del féretro con los restos de La Negra.
Minutos después de la llegada al cementerio, se lleva a cabo
un oficio religioso, antes de la ceremonia de cremación, que
estuvo restringida a su círculo más íntimo.
Mercedes Sosa murió en la madrugada de ayer, a los 74 años.
Hacía más de dos semanas que estaba internada en el
Sanatorio de la Trinidad, en el barrio de Palermo, por una
enfermedad hepática que le afectó los riñones y los
pulmones. Su muerte se produjo a las 5.15 y sus restos
fueron velados desde el mediodía en el Congreso Nacional,
ante una multitud que se acercó para despedirla.
La capilla ardiente instalada en el Salón de los Pasos
Perdidos se abrió al público a las 12.30. Además de
familiares, fueron acercándose artistas y personalidades de
la cultura como Víctor Heredia, Alejandro Lerner, Peteco
Carabajal, Teresa Parodi, Celeste Carballo, Julia Zenko, el
secretario de Cultura, Jorge Coscia, y el gobernador de
Santa Fe, Hermes Binner. Por otra puerta, también sobre
Rivadavia, pasaba el público, que formaba cola a lo largo de
casi una cuadra por Callao. En silencio, como con una
tristeza tranquila, esperaban para verla de cerca y darle un
último adiós.
Gente de todas las edades y de distintas partes, brasileños,
ecuatorianos, venezolanos, chilenos. Personas con bastones,
madres con hijos adolescentes, jóvenes con pinta de rockeros,
hombres de traje, incluso alguno vestido de gaucho. Muchos
iban con su ramo de flores y otros compraban la ofrenda
allí: $ 2 el clavel solo, $ 5 envuelto con nylon.
"Es lo mínimo que podemos hacer –asegura Federico, un joven
brasileño que estudia y trabaja en el país –, no es nada
comparado con lo que ella nos dio. Es un luto para
Latinoamérica y el mundo, ella cruzó las barreras del
lenguaje". Su amigo Dylan, de Ecuador, concuerda: "Era la
voz de Latinoamérica, nos enseñó mucho sobre todos los
temas, una persona que te hace adorar tus raíces y tu
cultura".
En la esquina de Rivadavia y Callao un grupo de jóvenes de
la Federación Juvenil Comunista empapeló el portón de la
vieja confitería El Molino con cartulinas blancas donde la
gente dejaba mensajes: "Negra, gracias por tu humanidad",
"Gracias por darnos tu voz y tus ansias de libertad". "No
morirás nunca para la música autóctona, sos eterna en los
oídos de todos".
"Mercedes Sosa es un ejemplo de dignidad, de coherencia, de
todo por lo que seguimos luchando –explicó Martín, uno de
los ideólogos del improvisado mural–, ella es expresión de
la libertad, de no callarse. Por eso se nos ocurrió poner
esto para que la gente pueda escribir. Después se lo vamos a
entregar a los familiares"."Me detuve a ver lo que
escribieron, siento una mezcla de tristeza y de gozo de ver
tanto amor de la gente. Porque todo esto es espontáneo, la
gente se moviliza sola", aseguró Coqui, sobrino de Mercedes
Sosa. "Estamos golpeados, pero estamos serenos", agregó.
A partir de las 17 empezó a llegar más gente: la cola daba
la vuelta por Bartolomé Mitre y pegaba otra vuelta por
Riobamba. La gente entraba tranquila y salía llorando
después de ver a La Negra de cerca. Es que impresionaba su
porte de Pachamama, blanca y enorme en medio del recinto.
"La vi con mucha paz", resumió Nelly Croci, una admiradora
de 65 años que comparó su pérdida con la de Michael Jackson.
A un costado la observaba un cronista de Televisión Nacional
de Chile, enviado especialmente a cubrir su velatorio. "Allá
la aman –explicó–, ella ayudó a volver al país a muchos
chilenos que se habían ido por la dictadura de Augusto
Pinochet. Además, le dio voz a Gracias a la vida, de nuestra
Violeta Parra".
Pasadas las 18, la cola sumaba cuatro cuadras y en la
capilla, Peteco Carabajal, Piero, Teresa Parodi y el Chango
Farías Gómez comenzaron a cantar varias de las canciones que
popularizara la cantante como Luna tucumana, Al jardín de la
República, La añera, Si llega a ser tucumana, Zamba para no
morir y Gracias a la vida de Violeta Parra, una de las
canciones más emblemáticas de su repertorio.
Mientras se alternaban los aplausos y los silencios
profundos, los ojos de varios de los músicos se llenaron de
lágrimas, como en una peña triste. También pasaron Gustavo
Cerati, el Bahiano y Daniel Grinbank. A las 20.20 llegó la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien se acercó
al féretro, estuvo un segundo a solas, mirando el cuerpo en
silencio y enseguida se sumó su esposo Néstor, que besó su
propia mano y se la puso en la frente a la artista. Casi dos
horas después, Charly García llegó para despedirse de su
gran amiga. Afuera, la gente seguía esperando para sumar su
adiós.
DIARIOS DE TODO EL MUNDO DESPIDIERON A
LA NEGRA
La noticia repercutió fuerte en la
prensa internacional
Medios de América latina, Estados Unidos
y España recordaron su arte y su exilio.
La muerte de Mercedes Sosa tuvo amplia
cobertura en la prensa internacional.
Medios de diferentes países se hicieron
rápidamente eco de la noticia del
fallecimiento de La Negra. "Muere
Mercedes Sosa, la Voz de América
Latina", fue el título que eligió el
diario El País de España para dar la
información, que en su desarrollo
agrega: "Miles de seguidores en América
latina y en España (donde estuvo
exiliada cuatro años durante la
dictadura militar argentina) cantaron
con ella su extraordinaria
interpretación de 'Alfonsina y el mar',
y otras zambas, chacareras, milongas y
tonadas que popularizaron en los años 70
y 80 el folklore latinoamericano en todo
el mundo y la convirtieron en una de las
mejores y más famosas intérpretes del
continente". Otro importante diario
español, El Mundo, afirma que "se ha
apagado la voz de una de las cantantes
folclóricas más reconocidas de Argentina
y toda América Latina. Mercedes Sosa
Sosa, apodada cariñosamente 'la Negra' o
la voz de América, ha fallecido a los 74
años después de casi 60 en el mundo de
la música".
También en Uruguay se recordó a la
artista tucumana. El diario El País
menciona que "entre los hitos de su
carrera figura haber cantado en la
Capilla Sixtina del Vaticano (diciembre
de 1994), en un colmado Carnegie Hall en
Nueva York (febrero de 2002) y en el
Coliseo de Roma (mayo de 2002) para
pedir por la paz en Medio Oriente junto
a Ray Charles, entre otros".
En la página Web del diario El Universal
de México, a continuación de la noticia
de la muerte de la cantante pueden
leerse una serie de emotivos mensajes de
lectores como el que dice: "No se
callará la cantora, Negra querida. Como
la Cigarra, seguiremos dando Gracias a
la Vida con Ella. Y por Ella".
El brasileño O Folha de Sao Paulo, por
su parte, señala que "con una carrera de
más de cuatro décadas, Mercedes Sosa fue
una de las voces más representativas de
la música popular argentina y de América
latina". Un extenso obituario fue
publicado ayer en el sitio de The New
York Times, en el que se reseña la vida
artística de la Negra, declaraciones
periodísticas y los duros años del
exilio europeo. Adam Bernstein, de The
Washington Post, por su parte, la define
como "una cantante que "emergió como una
electrizante voz de la conciencia a
través de toda Latinoamérica para
defender la justicia social en la cara
de la represión estatal".