“Con el propósito de aceptar y admitir el fuego como senda a la Jerarquía,

como senda del amor y la compasión, uno debe afirmarse irrevocablemente con todo su corazón. 

Sólo así las menudas estrellas se convertirán en llameantes gigantes.” (1)

 

 “El Monte Meru, el eje del mundo según la simbología tibetana, viene representado por la columna vertebral, más específicamente todavía, por el Canal SUSUMMA por donde ha de ascender el Fuego de Kundalini, estimulado por la interacción de IDA, el conducto lunar, y de PINGALA, el conducto solar.  Esta interacción deberá llegar un día a un punto mágico de equilibrio en la vida del discípulo espiritual que lo convertirá en un Iniciado.  Este equilibrio viene representado por el Misterio de la Transfiguración en el Monte Tabor donde el Maestro Jesús recibe la tercera Iniciación, la de la Transfiguración.  Hay así, por poco que lo examinemos, una gran analogía entre el canal SUSUMMA, "el centro místico de los opuestos" -tal como es denominado en términos jerárquicos-, el eje de la Tierra, el Monte Meru de la simbología tibetana y el Monte Tabor de la conciencia en donde el discípulo recibe la tercera Iniciación.  En todos los casos la actividad del canal SUSUMMA sólo entra en juego cuando IDA y PINGALA han llegado a un equilibrio natural dentro de la vida humana, precisamente dentro del Signo de Libra, en que no hay dentro de la naturaleza del ser indicio alguno de polaridad y han desaparecido prácticamente los ardores de la lucha dentro del fragor del karma, de la misma manera que la luz eléctrica es el resultado de un equilibrio perfecto y no el producto de una reacción entre una polaridad positiva y otra negativa, ya que todos los polos son complementarios y no antagónicos.  La misma analogía, aunque hablando en términos más elevados, puede ser aplicada a la Iniciación de la Crucifixión en donde el ARHAT, el Hércules humano, el discípulo perfecto, se prepara para convertirse en un Adepto.  Ciertamente, en el Monte Calvario -el de la muerte simbólica del alma en la Cruz del karma- están clavadas tres cruces.  La del centro lógicamente esta ocupada por Cristo, eterno símbolo del alma superior del hombre, y a ambos lados se levantan las cruces del buen y del mal ladrón.  La cruz de la derecha simboliza el aspecto solar, o polo positivo, la de la izquierda el aspecto lunar, o polo negativo, es decir, aplicando la analogía al tema que nos ocupa, a los canales IDA y PINGALA, a las dos serpientes de Fuego que ascienden de las entrañas de la Tierra y se abrazan al canal SUSUMMA. El Árbol del Bien y del Mal asentado en el centro del Edén, tan bien descrita esta analogía en el Caduceo de Mercurio.

 

Bien, de estas analogías podrían derivarse otras más directamente relacionadas con la vida del ser humano.  Así, cuando esotéricamente hacemos referencia a "las puertas de los sentidos", entendemos que cada sentido está relacionado directamente con la evolución particular de algún definido chakra (centro energético), el cual, es en cierta manera una representación menor del canal SUSUMMA.  Veamos, por ejemplo, el sentido del olfato, relacionado en su desarrollo con la evolución del chakra laríngeo.  En su esencia, tal sentido vendrá perfectamente integrado como efecto del equilibrio resultante de la respiración a través de los dos conductos nasales y de los pulmones, expresando cada uno un aspecto particular de la polaridad que rige la vida de la Naturaleza.  En realidad, tal equilibrio se produce cuando el discípulo ha logrado establecer un ritmo perfecto en sus respiraciones, puede decirse entonces que se ha convertido en un maestro en el difícil arte del PRANAYAMA.  La misma idea puede ser aplicada a la facultad de la vista, relacionada íntegramente con el chakra del entrecejo (Ajna), cuyo centro de motivación es el llamado "tercer ojo", plenamente desarrollado cuando existe un perfecto equilibrio -y esto obedece a razones kármicas- entre la visión del ojo derecho, o solar, y la del izquierdo, o lunar.  Se desarrolla entonces la visión causal o clarividencia mental.

 

Desde tal punto de vista, podemos considerar que cada sentido es esencialmente dual y obedece en todas sus expresiones a la ley de polaridad, pudiendo ser afirmado, por tanto, que la perfección del mismo y la actualización de los sentidos equivalentes en los mundos subjetivos, será siempre el resultado del equilibrio de esta polaridad actuante en cada uno de los sentidos físicos con el consecuente desarrollo de la facultad superior, o poder psíquico, en la vida individual.  La analogía es la llave maestra que permite abrir todas las puertas, primero la del conocimiento, más adelante la de la sabiduría.

 

Ahora bien, al analizar el AGNI YOGA como una corriente de vida natural que fluye del corazón y ha de circular libremente y sin esfuerzo por todo el organismo y todo el sistema psicológico individual, deberemos tener en cuenta lógicamente que todas sus funciones y todas sus actividades han de ser absolutamente espontáneas, es decir, no provocada artificiosamente por ningún ejercicio de meditación ni por la práctica de algún definido sistema de entrenamiento espiritual.  Se trata de enfrentar serenamente el gran misterio de Síntesis que arde eternamente en el santuario místico del corazón.  No se trata de forzar ningún centro etérico ni ningún órgano determinado -tal como suelen hacer los practicantes del LAYA YOGA, en un intento de desarrollarlos prematuramente, con lo cual echan sobre sus hombros una gran responsabilidad kármica, sino  dejar que se cumpla la Ley de acuerdo con la estatura del alma, o su grado de aproximación a la Verdad.  Es esta aproximación a la Verdad la que debe dictar la regla, una regla en verdad que no exige esfuerzo alguno de parte del discípulo el cual -tal como dice el Maestro algunas veces- "es un Guerrero curtido en mil batallas".  Así, la cesación del esfuerzo como base del cumplimiento espiritual a través del AGNI YOGA, será el principal handicap que habrán de afrontar los aspirantes espirituales del mundo.  En el devenir de su acción creadora el Fuego del Corazón, siempre latente y en universal movimiento, deberá convertirse en una Llama de incalculables proporciones que inflamará toda su vida y lo preparan para las más elevadas iniciaciones, siendo el principio de tal liberación el equilibrio perfecto de IDA y de PINGALA alrededor del canal SUSUMMA.  En esta última afirmación se halla oculto el gran misterio de Síntesis, el de la propia eternidad de Dios en el hombre.  Según se nos dice esotéricamente y la analogía tiende constantemente a confirmarlo, cuando un vehículo de conciencia ha llegado a su más alta cualificación es cuando paradójicamente deja de ser necesario.  Y esto es precisamente lo que ocurre con los tres elementos ígneos antes descritos.  En mi libro “Los Misterios del Yoga”, ya apunté esta posibilidad cuando tratando de investigar las etapas posteriores de los Yogas planetarios, llegué a la conclusión de que la función asignada al Centro MULADHARA, una vez se hubiese establecido un perfecto equilibrio entre IDA y PINGALA alrededor del SUSUMMA, será absorbida por el centro ANAHATA, el chakra cardiaco, y que sería este centro la base mística desde donde KUNDALINI, convertido en Fuego Solar, iniciaría su ascensión hacia las alturas superiores del centro místico de la cabeza (Sahasrara).  Refugiado en el centro ANAHATA y convenientemente armonizado con el Fuego solar que emana del Corazón de la Divinidad, Kundalini se transforma en un Fuego todavía más potente y más sutil y siendo menos denso en su fluir asciende más fácilmente a la búsqueda del Fuego del Espíritu, técnicamente descrito como FOHAT, el cual desciende de los niveles monádicos y se halla localizado en lo más profundo del centro SAHASRARA de la cúspide de la cabeza.

 

La invasión de esta Fuerza superior en el sistema etérico del discípulo, ha devenido posible únicamente porque éste ha dejado de ofrecer resistencia a la Vida espiritual y ha permitido que sea el triple FUEGO de FOHAT, SOLAR y KUNDALINI (eléctrico, solar y por fricción –Tratado sobre Fuego Cósmico, de Alice Bailey y El Tibetano-), una expresión ígnea a escala cósmica de los centros solares IDA, PINGALA y SUSUMMA, el que realiza el trabajo infinito de la propia perfección.  Insistimos, por tanto, dentro de la línea del AGNI YOGA, en la estructuración de un sistema de adaptación a todas las situaciones kármicas, basado fundamentalmente en la serena expectación y en la observación atenta y sin resistencia de todos los hechos, circunstancias y acontecimientos que se producen incesantemente dentro y fuera de nuestra vida individual.  La Paz no se halla en el esfuerzo ni en las mil maneras de disciplinar los avatares de la existencia, sino en el trabajo sencillo, humilde y sistemático de “ver fluir la vida en todas sus infinitas vertientes", sin intentar mentalmente variar su curso.  Tal es la regla infinita del AGNI YOGA, el de los discípulos de la Nueva Era.”

Introducción al Agni Yoga”, de V. B. Anglada. Capítulo XIX “Agni Yoga, el Eje de Equilibrio de todos los Yogas”


“El concepto de Shamballa está real e inseparablemente vinculado con las manifestaciones ardientes.  Sin la aplicación del Fuego purificado es imposible acercarse a los grandes conceptos.  En el mundo entero, la humanidad está dividida entre los que se dan cuenta de que Shamballa es la Suprema Medida y aquellos que niegan el futuro.  Deja que la palabra Shamballa sea conocida, pero por pocos;  cada uno tiene su propia lengua pero el corazón es uno.

Uno debe manifestar solícita atención a los que estén dispuestos a avanzar hacia la Luz.  El corazón debe abarcar cada manifestación que refleja el Bien.  Pero sólo bajo la Llameante Cúpula todos somos iguales.” (2)

 

(1)  “Mundo Ardiente”  Signos del Agni Yoga, Af. 9

(2) “Mundo Ardiente”  Signos del Agni Yoga, Af. 41

 

ESFERAS

UR

“Desde el Centro donde la Voluntad de Dios es Conocida,

Que el Propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres,

el Propósito que los Maestros Conocen y Sirven.”

 

Cooperación con el Trabajo de Preparación para la  Exteriorización de la Jerarquía y la Venida de Cristo

Cristo, el Instructor del Mundo, Maestro de Maestros, de Ángeles y de Hombres,  Es conocido en otras Religiones y culturas como Krishna, El Mesías, Muntazar, El Bosdhisattva, El Imán Mahdi, Kalki Avatar y Maitreya.

 

UNIDAD DE SERVICIO URUSVATI

 

 

 

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