DOMINGO

2 de noviembre de 2003

 

  

Jóvenes en crisis  Consejos de Bergoglio a 1000 padres

Por Agustina Lanusse   Para LA NACION

  

En un contexto social donde uno de cada dos matrimonios fracasa, cinco de cada diez chicos vive con un solo padre y tres de cada diez no vive con ninguno de los dos, el cardenal Jorge Bergoglio animó ayer a unos 1000 padres de familia a que asuman su misión educadora con vocación, esperanza y coraje. Los exhortó a que fomenten en sus casas el encuentro, el diálogo y el acompañamiento de sus hijos.

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"Hay que proponerles a los chicos que sean más andinistas que esquiadores. Invitarlos a ascender con esfuerzo las cumbres en lugar de deslizarse barranca abajo. Multipliquen la firmeza en momentos de facilismo, la esperanza en tiempos de desilusión y la ternura en momentos de egoísmo", insistió el arzobispo de Buenos Aires, en la apertura de la jornada, organizada por la Vicaría Episcopal de Educación.

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"En un mundo de características adolescentes se hace difícil marcar caminos de adultez porque lo que nos rodea son propuestas para seguir siendo adolescentes. La cultura de hoy es inmediata, quiere todo ya, aquí y ahora, se mueve por impulsos y por placer. Niega el dolor, la muerte y los límites. Y al negarlos, los padres se encuentran ante la difícil situación de no saber cómo limitar a sus hijos", subrayó el cardenal Bergoglio, en la misma línea del mensaje transmitido el miércoles último a más de 3700 docentes y directores de colegios secundarios.

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En un día de sol radiante, unos 1000 padres y madres de 250 colegios parroquiales, congregacionales, laicos y estatales de la ciudad de Buenos Aires dejaron sus actividades deportivas o recreativas para escuchar reflexionar en el salón de actos del Colegio La Salle a varios especialistas sobre la misión y el rol de los padres en la compleja sociedad de hoy.

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El cardenal primado citó cifras alarmantes de la realidad social de los jóvenes, aportadas por la Conferencia Interamericana de Educación Católica (CIEC), según las cuales en América latina uno de cada tres adolescentes pensó alguna vez en suicidarse y 32 jóvenes se quitan la vida diariamente. Dijo que se trata de "cifras catastróficas, que en griego significa dar vuelta, cambiar nuestra manera de actuar".

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Muchos padres quisieron participar del encuentro para formar una red de contactos y ayudarse mutuamente en la tarea de educar en sólidos valores morales a sus hijos, trabajo que, dicen, se les hace arduo en una sociedad que se mueve con "pautas facilistas, hedonistas y consumistas".

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Propias vivencias

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"No podemos tirar toda la responsabilidad de la educación de nuestros hijos a los maestros. Nosotros somos los primeros educadores con nuestro ejemplo, nuestras palabras y gestos", dijo Santiago Zerza, padre de dos alumnos del Colegio Inmaculada Concepción.

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"Me cuesta ejercer mi rol de madre y saber poner límites a mis chicos. Me interesa juntarme con otros padres para intercambiar vivencias y saber cómo transmitir valores sin aislar a nuestros hijos de la sociedad y sin reprimirlos", explicó Ximena Frías, madre de dos hijas.

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"Ser madre es algo que uno aprende en la práctica. El desafío es crecer en nuestro rol a la par de nuestros hijos, asumir nuestra adultez y no querer ser eternos jóvenes y competir con ellos", comentó Gabriela Olmedo, madre de dos preadolescentes .

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Frente al "cuadro sombrío de la realidad", la filósofa Paola Delbosco alentó a los presentes a no ceder al desconsuelo y caminar a contrapelo de la cultura actual para educar chicos firmes, con convicciones sólidas, testigos de la capacidad más extraordinaria del hombre, que es la de amar y ser amado.

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"Ustedes son la reserva de esta sociedad sombría. Mientras tengan claro lo que tienen que hacer no habrá dificultades que puedan vencerlos", les dijo. Con respecto a la educación sexual -tema de interés para los presentes-, los invitó a que sean fuertes y les trasmitan a sus hijos el valor del sexo, que "es un tesoro que debe ser cuidado". Y dijo: "La cultura de la gratificación inmediata y del consumo individual del sexo hace perder de vista que el varón es varón para una mujer y viceversa".

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Fernando Onetto, filósofo y docente, habló de la importancia de recuperar su infancia y aprender a ser padres, rescatando lo que recibieron de sus progenitores.

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Rescató como positivo que los padres de hoy estén más cerca de sus hijos y sean más abiertos y plurales. "Hoy consultamos con nuestros hijos cambios de colegio o de destinos, pero al mismo tiempo hay que saber conducir con autoridad", dijo. Recomendó a los padres tener sus casas abiertas para saber "en qué andan sus chicos" y formar redes entre ellos.

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En su mensaje, el cardenal Bergoglio los invitó a ser padres con esperanza. "Dicen que la esperanza de un pueblo son los niños y su historia, los ancianos. Pero sin padres no hay niños ni ancianos, y sin buenos padres se hace más difícil que haya sabios ancianos y buenos hijos", concluyó.

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En un contexto social donde uno de cada dos matrimonios fracasa, cinco de cada diez chicos vive con un solo padre y tres de cada diez no vive con ninguno de los dos, el cardenal Jorge Bergoglio animó ayer a unos 1000 padres de familia a que asuman su misión educadora con vocación, esperanza y coraje. Los exhortó a que fomenten en sus casas el encuentro, el diálogo y el acompañamiento de sus hijos.

."Hay que proponerles a los chicos que sean más andinistas que esquiadores. Invitarlos a ascender con esfuerzo las cumbres en lugar de deslizarse barranca abajo. Multipliquen la firmeza en momentos de facilismo, la esperanza en tiempos de desilusión y la ternura en momentos de egoísmo", insistió el arzobispo de Buenos Aires, en la apertura de la jornada, organizada por la Vicaría Episcopal de Educación.

."En un mundo de características adolescentes se hace difícil marcar caminos de adultez porque lo que nos rodea son propuestas para seguir siendo adolescentes. La cultura de hoy es inmediata, quiere todo ya, aquí y ahora, se mueve por impulsos y por placer. Niega el dolor, la muerte y los límites. Y al negarlos, los padres se encuentran ante la difícil situación de no saber cómo limitar a sus hijos", subrayó el cardenal Bergoglio, en la misma línea del mensaje transmitido el miércoles último a más de 3700 docentes y directores de colegios secundarios.

.En un día de sol radiante, unos 1000 padres y madres de 250 colegios parroquiales, congregacionales, laicos y estatales de la ciudad de Buenos Aires dejaron sus actividades deportivas o recreativas para escuchar reflexionar en el salón de actos del Colegio La Salle a varios especialistas sobre la misión y el rol de los padres en la compleja sociedad de hoy.

.El cardenal primado citó cifras alarmantes de la realidad social de los jóvenes, aportadas por la Conferencia Interamericana de Educación Católica (CIEC), según las cuales en América latina uno de cada tres adolescentes pensó alguna vez en suicidarse y 32 jóvenes se quitan la vida diariamente. Dijo que se trata de "cifras catastróficas, que en griego significa dar vuelta, cambiar nuestra manera de actuar".

.Muchos padres quisieron participar del encuentro para formar una red de contactos y ayudarse mutuamente en la tarea de educar en sólidos valores morales a sus hijos, trabajo que, dicen, se les hace arduo en una sociedad que se mueve con "pautas facilistas, hedonistas y consumistas".

.Propias vivencias

."No podemos tirar toda la responsabilidad de la educación de nuestros hijos a los maestros. Nosotros somos los primeros educadores con nuestro ejemplo, nuestras palabras y gestos", dijo Santiago Zerza, padre de dos alumnos del Colegio Inmaculada Concepción.

."Me cuesta ejercer mi rol de madre y saber poner límites a mis chicos. Me interesa juntarme con otros padres para intercambiar vivencias y saber cómo transmitir valores sin aislar a nuestros hijos de la sociedad y sin reprimirlos", explicó Ximena Frías, madre de dos hijas.

."Ser madre es algo que uno aprende en la práctica. El desafío es crecer en nuestro rol a la par de nuestros hijos, asumir nuestra adultez y no querer ser eternos jóvenes y competir con ellos", comentó Gabriela Olmedo, madre de dos preadolescentes .

.Frente al "cuadro sombrío de la realidad", la filósofa Paola Delbosco alentó a los presentes a no ceder al desconsuelo y caminar a contrapelo de la cultura actual para educar chicos firmes, con convicciones sólidas, testigos de la capacidad más extraordinaria del hombre, que es la de amar y ser amado.

."Ustedes son la reserva de esta sociedad sombría. Mientras tengan claro lo que tienen que hacer no habrá dificultades que puedan vencerlos", les dijo. Con respecto a la educación sexual -tema de interés para los presentes-, los invitó a que sean fuertes y les trasmitan a sus hijos el valor del sexo, que "es un tesoro que debe ser cuidado". Y dijo: "La cultura de la gratificación inmediata y del consumo individual del sexo hace perder de vista que el varón es varón para una mujer y viceversa".

.Fernando Onetto, filósofo y docente, habló de la importancia de recuperar su infancia y aprender a ser padres, rescatando lo que recibieron de sus progenitores.

.Rescató como positivo que los padres de hoy estén más cerca de sus hijos y sean más abiertos y plurales. "Hoy consultamos con nuestros hijos cambios de colegio o de destinos, pero al mismo tiempo hay que saber conducir con autoridad", dijo. Recomendó a los padres tener sus casas abiertas para saber "en qué andan sus chicos" y formar redes entre ellos.

.En su mensaje, el cardenal Bergoglio los invitó a ser padres con esperanza. "Dicen que la esperanza de un pueblo son los niños y su historia, los ancianos. Pero sin padres no hay niños ni ancianos, y sin buenos padres se hace más difícil que haya sabios ancianos y buenos hijos", concluyó.

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