En un contexto social donde uno de cada dos matrimonios
fracasa, cinco de cada diez chicos vive con un solo padre y tres de cada
diez no vive con ninguno de los dos, el cardenal Jorge Bergoglio animó
ayer a unos 1000 padres de familia a que asuman su misión educadora con
vocación, esperanza y coraje. Los exhortó a que fomenten en sus casas el
encuentro, el diálogo y el acompañamiento de sus hijos.
.
"Hay que proponerles a los chicos que sean más
andinistas que esquiadores. Invitarlos a ascender con esfuerzo las
cumbres en lugar de deslizarse barranca abajo. Multipliquen la firmeza en
momentos de facilismo, la esperanza en tiempos de desilusión y la ternura
en momentos de egoísmo", insistió el arzobispo de Buenos Aires, en
la apertura de la jornada, organizada por la Vicaría Episcopal de
Educación.
.
"En un mundo de características adolescentes se hace
difícil marcar caminos de adultez porque lo que nos rodea son propuestas
para seguir siendo adolescentes. La cultura de hoy es inmediata, quiere
todo ya, aquí y ahora, se mueve por impulsos y por placer. Niega el
dolor, la muerte y los límites. Y al negarlos, los padres se encuentran
ante la difícil situación de no saber cómo limitar a sus hijos",
subrayó el cardenal Bergoglio, en la misma línea del mensaje transmitido
el miércoles último a más de 3700 docentes y directores de colegios
secundarios.
.
En un día de sol radiante, unos 1000 padres y madres de 250
colegios parroquiales, congregacionales, laicos y estatales de la ciudad
de Buenos Aires dejaron sus actividades deportivas o recreativas para
escuchar reflexionar en el salón de actos del Colegio La Salle a varios
especialistas sobre la misión y el rol de los padres en la compleja sociedad
de hoy.
.
El cardenal primado citó cifras alarmantes de la realidad
social de los jóvenes, aportadas por la Conferencia Interamericana de
Educación Católica (CIEC), según las cuales en América latina uno de cada
tres adolescentes pensó alguna vez en suicidarse y 32 jóvenes se quitan
la vida diariamente. Dijo que se trata de "cifras catastróficas, que
en griego significa dar vuelta, cambiar nuestra manera de actuar".
.
Muchos padres quisieron participar del encuentro para
formar una red de contactos y ayudarse mutuamente en la tarea de educar
en sólidos valores morales a sus hijos, trabajo que, dicen, se les hace
arduo en una sociedad que se mueve con "pautas facilistas,
hedonistas y consumistas".
.
Propias
vivencias
.
"No podemos tirar toda la responsabilidad de la
educación de nuestros hijos a los maestros. Nosotros somos los primeros
educadores con nuestro ejemplo, nuestras palabras y gestos", dijo
Santiago Zerza, padre de dos alumnos del Colegio Inmaculada Concepción.
.
"Me cuesta ejercer mi rol de madre y saber poner
límites a mis chicos. Me interesa juntarme con otros padres para
intercambiar vivencias y saber cómo transmitir valores sin aislar a
nuestros hijos de la sociedad y sin reprimirlos", explicó Ximena
Frías, madre de dos hijas.
.
"Ser madre es algo que uno aprende en la práctica. El
desafío es crecer en nuestro rol a la par de nuestros hijos, asumir
nuestra adultez y no querer ser eternos jóvenes y competir con
ellos", comentó Gabriela Olmedo, madre de dos preadolescentes .
.
Frente al "cuadro sombrío de la realidad", la
filósofa Paola Delbosco alentó a los presentes a no ceder al desconsuelo
y caminar a contrapelo de la cultura actual para educar chicos firmes,
con convicciones sólidas, testigos de la capacidad más extraordinaria del
hombre, que es la de amar y ser amado.
.
"Ustedes son la reserva de esta sociedad sombría.
Mientras tengan claro lo que tienen que hacer no habrá dificultades que
puedan vencerlos", les dijo. Con respecto a la educación sexual
-tema de interés para los presentes-, los invitó a que sean fuertes y les
trasmitan a sus hijos el valor del sexo, que "es un tesoro que debe
ser cuidado". Y dijo: "La cultura de la gratificación inmediata
y del consumo individual del sexo hace perder de vista que el varón es
varón para una mujer y viceversa".
.
Fernando Onetto, filósofo y docente, habló de la
importancia de recuperar su infancia y aprender a ser padres, rescatando
lo que recibieron de sus progenitores.
.
Rescató como positivo que los padres de hoy estén más cerca
de sus hijos y sean más abiertos y plurales. "Hoy consultamos con
nuestros hijos cambios de colegio o de destinos, pero al mismo tiempo hay
que saber conducir con autoridad", dijo. Recomendó a los padres
tener sus casas abiertas para saber "en qué andan sus chicos" y
formar redes entre ellos.
.
En su mensaje, el cardenal Bergoglio los invitó a ser
padres con esperanza. "Dicen que la esperanza de un pueblo son los
niños y su historia, los ancianos. Pero sin padres no hay niños ni
ancianos, y sin buenos padres se hace más difícil que haya sabios
ancianos y buenos hijos", concluyó.
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Comienzo de la nota
En un contexto social donde uno de cada dos
matrimonios fracasa, cinco de cada diez chicos vive con un solo padre y
tres de cada diez no vive con ninguno de los dos, el cardenal Jorge
Bergoglio animó ayer a unos 1000 padres de familia a que asuman su misión
educadora con vocación, esperanza y coraje. Los exhortó a que fomenten en
sus casas el encuentro, el diálogo y el acompañamiento de sus hijos.
."Hay
que proponerles a los chicos que sean más andinistas que esquiadores.
Invitarlos a ascender con esfuerzo las cumbres en lugar de deslizarse
barranca abajo. Multipliquen la firmeza en momentos de facilismo, la
esperanza en tiempos de desilusión y la ternura en momentos de
egoísmo", insistió el arzobispo de Buenos Aires, en la apertura de
la jornada, organizada por la Vicaría Episcopal de Educación.
."En
un mundo de características adolescentes se hace difícil marcar caminos
de adultez porque lo que nos rodea son propuestas para seguir siendo
adolescentes. La cultura de hoy es inmediata, quiere todo ya, aquí y
ahora, se mueve por impulsos y por placer. Niega el dolor, la muerte y
los límites. Y al negarlos, los padres se encuentran ante la difícil
situación de no saber cómo limitar a sus hijos", subrayó el cardenal
Bergoglio, en la misma línea del mensaje transmitido el miércoles último
a más de 3700 docentes y directores de colegios secundarios.
.En un
día de sol radiante, unos 1000 padres y madres de 250 colegios
parroquiales, congregacionales, laicos y estatales de la ciudad de Buenos
Aires dejaron sus actividades deportivas o recreativas para escuchar
reflexionar en el salón de actos del Colegio La Salle a varios
especialistas sobre la misión y el rol de los padres en la compleja
sociedad de hoy.
.El
cardenal primado citó cifras alarmantes de la realidad social de los
jóvenes, aportadas por la Conferencia Interamericana de Educación
Católica (CIEC), según las cuales en América latina uno de cada tres
adolescentes pensó alguna vez en suicidarse y 32 jóvenes se quitan la
vida diariamente. Dijo que se trata de "cifras catastróficas, que en
griego significa dar vuelta, cambiar nuestra manera de actuar".
.Muchos
padres quisieron participar del encuentro para formar una red de
contactos y ayudarse mutuamente en la tarea de educar en sólidos valores
morales a sus hijos, trabajo que, dicen, se les hace arduo en una
sociedad que se mueve con "pautas facilistas, hedonistas y
consumistas".
.Propias vivencias
."No
podemos tirar toda la responsabilidad de la educación de nuestros hijos a
los maestros. Nosotros somos los primeros educadores con nuestro ejemplo,
nuestras palabras y gestos", dijo Santiago Zerza, padre de dos
alumnos del Colegio Inmaculada Concepción.
."Me
cuesta ejercer mi rol de madre y saber poner límites a mis chicos. Me
interesa juntarme con otros padres para intercambiar vivencias y saber
cómo transmitir valores sin aislar a nuestros hijos de la sociedad y sin
reprimirlos", explicó Ximena Frías, madre de dos hijas.
."Ser
madre es algo que uno aprende en la práctica. El desafío es crecer en
nuestro rol a la par de nuestros hijos, asumir nuestra adultez y no
querer ser eternos jóvenes y competir con ellos", comentó Gabriela
Olmedo, madre de dos preadolescentes .
.Frente
al "cuadro sombrío de la realidad", la filósofa Paola Delbosco
alentó a los presentes a no ceder al desconsuelo y caminar a contrapelo
de la cultura actual para educar chicos firmes, con convicciones sólidas,
testigos de la capacidad más extraordinaria del hombre, que es la de amar
y ser amado.
."Ustedes
son la reserva de esta sociedad sombría. Mientras tengan claro lo que
tienen que hacer no habrá dificultades que puedan vencerlos", les
dijo. Con respecto a la educación sexual -tema de interés para los
presentes-, los invitó a que sean fuertes y les trasmitan a sus hijos el
valor del sexo, que "es un tesoro que debe ser cuidado". Y
dijo: "La cultura de la gratificación inmediata y del consumo
individual del sexo hace perder de vista que el varón es varón para una
mujer y viceversa".
.Fernando
Onetto, filósofo y docente, habló de la importancia de recuperar su
infancia y aprender a ser padres, rescatando lo que recibieron de sus
progenitores.
.Rescató
como positivo que los padres de hoy estén más cerca de sus hijos y sean
más abiertos y plurales. "Hoy consultamos con nuestros hijos cambios
de colegio o de destinos, pero al mismo tiempo hay que saber conducir con
autoridad", dijo. Recomendó a los padres tener sus casas abiertas
para saber "en qué andan sus chicos" y formar redes entre
ellos.
.En su
mensaje, el cardenal Bergoglio los invitó a ser padres con esperanza.
"Dicen que la esperanza de un pueblo son los niños y su historia,
los ancianos. Pero sin padres no hay niños ni ancianos, y sin buenos
padres se hace más difícil que haya sabios ancianos y buenos hijos",
concluyó.
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